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INTRODUCCION

Los factores ambientales que tienen impacto en el cuerpo humano, son de suma importancia,
es por ello que se han inventado artefactos para prevenir este tipo de factores, así como se
han tomado las medidas de seguridad necesarias para cada factor. El estudio de estos factores
tiene como objetivo el disminuir los riesgos que pueden ocasionar a cualquier persona,
minimizar las enfermedades, etc.
RUIDO

El ruido aparenta ser uno de los agentes contaminantes más inofensivos, ya que, es percibido
fundamentalmente por un solo sentido, el oído, y ocasionalmente cuando aparecen grandes
niveles de presión sonora, por el tacto. Sus efectos son mediatos y acumulativos.
1- Efectos fisiológicos.
Este efecto a su vez se puede definir en:

Efectos auditivos. Son los que son recuperables cuando un ruido intenso cesa pero con el
tiempo pueden llegar a hacerse irreversibles, convirtiéndose en sordera.

Esta sordera es de percepción y simétrica, lo que significa que afecta ambos oídos con
idéntica intensidad.
Efectos no auditivos:

El ruido no solo afecta al nuestros oídos sino que también pueden afectar a nuestro
organismo y bastan desde 50 a 60 dB para que existan enfermedades asociadas al estímulo
sonoro. Pero cuando pasan a 95y 105 dB pueden producir las siguientes afecciones:

· Afecciones en el riego cerebral.


· Alteraciones en la coordinación del sistema nervioso central.
· Alteraciones en el proceso digestivo.
· Cólicos y trastornos intestinales.
· Aumento de la tensión muscular y presión arterial.
· Cambios de pulso en el encefalograma
(ecpwaves)
VIBRACIONES

Las vibraciones, generadas por equipos o máquinas utilizados a menudo en el ámbito laboral,
generan consecuencias significativas sobre el cuerpo humano. Cuáles son estos efectos, y
cómo se determina la importancia del impacto, lo resumen a continuación docentes de la
cátedra Vibraciones Mecánicas y profesionales relacionados con esa disciplina.

Muchos equipos o máquinas que se utilizan para desarrollar tareas laborales generan
vibraciones como una consecuencia directa de su funcionamiento. Pensemos en la operación
de grandes máquinas viales, tractores, o, en el caso de la construcción, las herramientas del
tipo de los martillos neumáticos, cuyo principio de funcionamiento requiere de la presencia
inexorable de las vibraciones y los choques.
A pesar de que se conocen efectos adversos de las vibraciones sobre el cuerpo humano desde
varias decenas de años atrás, ha sido reciente objeto de estudio en nuestro país, a partir de su
inclusión en la legislación. En particular, en la resolución 295 del año 2003 del Ministerio de
Trabajo Empleo y Seguridad Social que regula las condiciones de seguridad e higiene en
ambientes laborales. Esta normativa reemplazó al decreto 351/79, reglamentario de la Ley
19587 de seguridad e higiene en el trabajo, en el que se hacía una muy breve mención a la
problemática de vibraciones.
Como una forma de marcar la necesidad de considerar los efectos de este fenómeno sobre el
cuerpo de las personas, digamos que cada órgano del cuerpo humano puede considerarse en
sí mismo como un sistema mecánico independiente con sus propias características de
elasticidad, masa y amortiguamiento. Esto define distintas frecuencias naturales para cada
órgano o grupo de órganos. La “frecuencia natural” de un sistema mecánico es aquella en la
que es posible producir vibraciones de grandes amplitudes con poco aporte externo de energía
al sistema. De esta manera, un sistema mecánico presenta en esa “frecuencia natural”, que es
característica del propio sistema, una baja oposición a ponerse en movimiento.

Un ejemplo clásico de los efectos de las vibraciones sobre el cuerpo humano, es la aparición
de náuseas, en algunas personas, al subir a un barco que se mueve con frecuencias naturales
de valores aproximados a las del estómago. La excitación que produce el movimiento
impuesto por el buque genera este tipo de situaciones no deseadas.

Federico Miyara, investigador de la Universidad Nacional de Rosario, afirma que “cuando


las superficies vibrantes entran en contacto con el cuerpo humano o alguna de sus partes
(cabeza, espalda, nalgas, extremidades, manos) se produce una agresión mecánica cuyos
efectos pueden ser la incomodidad, la reducción de la eficiencia o inclusive lesiones o estados
patológicos. Estos efectos se deben en general a la aparición de fuerzas oscilantes que son
contrarrestadas físicamente por tres mecanismos:

1. La tensión muscular
2. La compresión de los tejidos
3. La aceleración de las masas de tejido, produciendo un estrés articulatorio”

Para el caso de las vibraciones que afectan a todo el cuerpo, en otro artículo se expone: “no
se conocen demasiado aún las secuelas, pero algunos estudios indican que con la exposición
prolongada aparecen:

 En columna vertebral: Lumbalgias, espondilitis, osteocondilitis intervertebral,


calcificación de discos, etc.
 Aparato digestivo: Hemorroides, enfermedades gástricas.
 Aparato urogenital: Prostatitis, hematuria
 Visión: Pérdida de agudeza visual.
 Comportamiento: Retardo en el tiempo de reacción, menor habilitad manual,
irritación nerviosa.”

Estas citas inducen a pensar en la necesidad de la prevención de los efectos de las vibraciones
en los distintos ambientes en los que una persona desarrolla su actividad diaria.

(htt)

RADIACIONES

Cuando una persona aparece como positiva de padecer radiación quiere decir que tuvo una
exposición excesiva con materiales considerados como radioactivos, ya sea de forma
accidental o intencional.

Existen dos tipos de radiación, la radiación ionizante y la no ionizante.

La no ionizante se presenta en forma de luz, ondas de radio, microondas, radares e inclusive


puede ser emitida por tu televisión. Por lo general, este tipo de emisiones son tan ligeras que
no son dañinas para los tejidos ni provocan secuelas perjudiciales en el cuerpo.

En cambio, la ionizante si presenta efectos químicos inmediatos en el tejido humano y este


tipo de radiación es emitida por rayos X, rayos gamma y haces de neutrones, electrones,
protones, mesones y otros.

Los humanos estamos expuestos a radiación ionizante en nuestra vida cotidiana por medio
de exámenes médicos, motivos industriales, de armamentos o manufactura de productos
químicos, pero usualmente existen estrictas normas que previenen que la exposición sea
severamente dañina para el cuerpo. Por eso los médicos somos reacios a realizar exámenes
que impliquen algún tipo de radiación sobre el paciente, salvo que sea estrictamente
necesario. Cuando lo considreamos debemos minimizar la exposición y los riesgos para el
paciente.

Cuando una persona tiene niveles altos en su cuerpo fue porque estuvo expuesto a grandes
dosis de radiación ionizante como las que se producen en las plantas nucleares. Puede ser
aguda o crónica.

La enfermedad por radiación es una condición grave, donde las seriedades de los síntomas
son proporcionales a la cantidad de radiación a la que se estuvo expuesto. Si un humano
desarrolla la enfermedad, esto indica que estuvo expuesto a grandes cantidades de radiación
en un periodo de tiempo muy corto, los síntomas aparecen en cuestión de minutos, y los
daños en los tejidos y la piel pueden persistir durante años dependiendo de la severidad de la
exposición.
Algunos síntomas incluyen náusea, vómito, fatiga y diarrea. En los casos más severos puede
inducir al coma o ataques epilépticos o la muerte. En este recuadro les mostramos los efectos
de las radiaciones nucleares sobre la salud.

(HOSPITALJUANCARDONA.ES)

TEMPERATURA

ALTAS TEMPERATURAS

1. El calor puede provocar cuadros confusionales (confusión)


La hipertermia o exceso de calor produce que el impulso nervioso se propague con mayor
dificultad, lo cual podría explicar cómo en situación de hipertermia los pacientes pueden
sufrir cuadros confusionales.

2. La fatiga y el insomnio son efectos del calor en nuestro organismo


Cuando estamos expuestos a un calor excesivo, uno de los efectos es la sensación
de cansancio constante e insomnio. El hipotálamo regula los ciclos de sueño y de vigilia,
para ello se guía por estímulos extremos, como la luz, la temperatura, que indican al cerebro
cuando debe inducirse el sueño. El calor excesivo altera esta regulación normal del sueño.
Nos cuesta dormirnos y nos despertamos muchas veces a lo largo de la noche, produciendo
un sueño fragmentado. Nuestro cerebro ve interrumpidas las funciones que debe realizar
durante la noche y no puede completarlas. Por el día sufrimos las consecuencias del mal
descanso nocturno, disminuye nuestro rendimiento cognitivo y empeora la calidad de
vida. El calor hace que el impulso nervioso se propague más lentamente, originando los
conocidos síntomas de cansancio y fatiga.

3. Uno de los efectos más graves del calor: El Golpe de calor


El Golpe de Calor (GC) es la consecuencia más grave de los efectos del calor. Si no se
interviene de inmediato puede causar discapacidades permanentes e inclusive la muerte. Se
produce cuando falla la capacidad de ajuste de la temperatura del cuerpo y ésta se eleva hasta
valores en torno a los 40 ° C. Sus síntomas más comunes son: dificultad para respirar, parada
de la sudoración, insuficiencia renal, edema pulmonar, arritmias cardíacas. En los casos más
extremos se puede llegar a tener un shock, delirios, e incluso la pérdida de la conciencia. El
golpe de calor requiere, especialmente si afecta a los niños o las personas mayores,
hospitalización inmediata.

A continuación en la imagen podrás ver cuales son los síntomas y signos para reconocer y
diferenciar un golpe de calor de un agotamiento por el calor y así poder actuar de la mejor
manera.
4. Otro efecto de calor es el daño muscular y circulatorio.
Cuando el termómetro supera los 40,5º el sistema termorregulador se pone en marcha para
disipar el «calor sobrante» del cuerpo. Según María Balboa, médico de familia en el hospital
San Juan de Alicante, esto provoca una disfunción del sistema nervioso central que se
manifiesta en forma de calambres por falta de agua y sales, agotamiento, colapso
circulatorio,daños musculares y pérdida de la conciencia.

5. Con el calor aumentan las cefaleas


Las personas que sufren cefaleas o migrañas les influye bastante el calor. Según la Sociedad
Española de Neurología (SEN), las cefaleas aumentan los dolores de cabezadebido, sobre
todo, al calor, a la alteración de los ritmos biológicos y a los cambios en la temperatura
corporal.

6. La deshidratación produce disminución de la memoria


La Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Fundación del Cerebro señalan que en
adultos sanos, una deshidratación superior al 2% del peso corporal puede
producir una pérdida de memoria a corto plazo e incrementar el riesgo de cefalea. El calor
enlentece la propagación del impulso nervioso y la contracción de los músculos genera más
calor corporal. Así que el cerebro recibe señales de fatiga que nos producen esa sensación de
cansancio y falta de ganas tan característica en verano.

7. La sequedad producida por el calor ocasiona problemas respiratorios


Carmen Diego, coordinadora del Área de Energías Renovables de la Sociedad Española de
Neumología y Cirujía Torácica afirma que con el calor, la sequedad ambiental se reproduce
en las vías respiratorias, intensificando los síntomas de los pacientes con problemas de este
tipo. Sobre todo en ciudades con alta polución.

8. El calor produce cambios en el estado de ánimo


El calor moderado estimula y es muy sano, pero a partir de ciertos niveles, su impacto es
negativo y se extiende a cuerpo y mente, creando un estado negativo generalizado.
El calor extremo se vive como una situación estresante, productora de aturdimiento,
irritabilidad, confusión y puede generar cambios bruscos de humor.

BAJAS TEMPERATURAS

El cuerpo humano no está diseñado para el frío polar. La mayoría de nosotros vive en climas
templados y tropicales donde el termómetro rara vez baja de los 0 grados centígrados.
Pero hay poblaciones que se han adaptado a los extremos polares como los inuits en el Ártico
canadiense y tribus como los nenets en el norte de Rusia.

Sin embargo, la gran mayoría de Homo sapiens no estamos acostumbrados a vivir en esas
extremas temperaturas heladas.

Y aunque nuestro ingenio y pericia nos han permitido fabricar ropa que soporta todo menos
las más violentas de las tormentas árticas, lo cierto es que para sobrevivir en los polos hay
que intentar mantenerse lo más alejado posible del frío más fuerte.

Respuesta del organismo

El cuerpo humano tiene varios mecanismos de defensa para intentar aumentar nuestra
temperatura cuando hace frío.

Nuestros músculos tiemblan y nuestros dientes castañetean. Los pelos se erizan y la piel se
nos pone de gallina, en una especie de eco evolucionario de la época cuando nuestros
ancestros estaban cubiertos de vellos. El hipotálamo, la glándula en el cerebro que actúa
como termostato del cuerpo, estimula estas reacciones para mantener los órganos vitales del
cuerpo, por lo menos hasta que encontremos algo de calor y un refugio.

La misión del hipotálamo es conservar el calor a toda costa, sacrificando incluso las
extremidades si es necesario.

Es por eso que sentimos hormigueo en los dedos de las manos y de los pies cuando hace
mucho frío. El cuerpo está manteniendo su sangre caliente cerca del centro, restringiendo el
suministro de sangre en las extremidades.

En frío extremo y, especialmente, si la piel está expuesta a los elementos, ese efecto puede
generar casos de congelación.

El flujo de sangre se reduce y la falta de sangre caliente puede hacer que los tejidos se
congelen y se rompan.
ILUMINACION

Los efectos de la luz en los seres humanos se pueden dividir en tres categorías: visual,
emocional y biológica. Los efectos visuales son conocidos y en parte han encontrado su
camino en estándares y guías de luz. Los arquitectos y los artistas están muy familiarizados
con los efectos emocionales de la luz. Recientemente, los efectos biológicos de la luz se han
convertido en un importante foco de interés.

El ritmo circadiano se rige por las actividades biológicas que suceden en el cuerpo humano
durante el día. La melatonina es la hormona que se produce en el cuerpo durante la tarde y la
noche para favorecer el sueño. Por la mañana, los niveles de ésta caen, ya que la luz actúa
como un supresor.

Por otra parte, W. Ehrenstein tomó gran interés por la sincronización del reloj interno de los
trabajadores por turnos. D. Kunz resaltó que incluso pequeñas cantidades de luz con
componentes azules pueden suprimir la producción de melatonina por la noche y tienen un
impacto negativo sobre el sueño durante la noche.

una empresa montó un sistema de iluminación para producir hasta 2000 luxes de luz blanca
neutra dinámica; este sistema condujo a un aumento del 4% de la productividad en el
invierno. Por otra parte, también produjo un incremento de la actividad parasimpática en el
trabajo por turnos en verano e invierno. En última instancia, el juicio revela un claro efecto
de iluminación de temporada, tanto para iluminación estándar y dinámica. Esto significa que
los empleadores como los empleados se benefician de un sistema de iluminación de forma
que trasciende los estándares actuales de iluminación.

La cuestión investigada en este estudio de campo fue si la iluminación artificial puede


mejorar el rendimiento y al mismo tiempo aumentar el bienestar emocional. Durante el
período comprendido entre octubre de 2006 y marzo de 2007, los criterios en la calidad de la
iluminación, colores luminosos y dirección de la luz cambiaron de forma dinámica en
diferentes ambientes luminosos. Para la iluminación del techo se seleccionó una combinación
de luminarias que se componía de tres piezas individuales con espacios de techo hueco. Para
proporcionar los componentes direccionales de iluminación y así generar la luz difusa. Tanto
los cambios subjetivos y fisiológicos percibidos por los participantes del ensayo fueron
registrados y analizados resultando que los criterios de mejoras se pueden combinar con los
de la promoción del bienestar emocional.

(ILUMINET.COM)
CONCLUSION

Los factores ambientales en el área de trabajo, pueden dañar a cualquiera y en cualquier


momento, por esto las empresas se esmeran en inducir a cursos a sus empleados sobre estos
factores, para inducirlos a una cultura de cuidado y para que estén conscientes de que existen
estos factores, además de que las empresas ya disponen de equipos de protección hacia estos,
así como también de instrucciones, las cuales seguir en casos de contingencia de estos
factores.

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