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HISTORIA UNIVERSAL.

UNIDAD III
LA ILUSTRACIÓN Y LA FRANCIA REVOLUCIONARIA
1. LA ILUSTRACIÓN1

Se conoce como "Ilustración" al movimiento filosófico que se originó y


desarrolló en Europa (particularmente en Francia) durante el siglo XVIII. Se
consideraba que todo lo antiguo se enmarcaba en un ambiente de oscuridad y
decrepitud, y que la nueva ideología que llegaba eran las "luces", que iluminaba
al mundo. Esta era en parte una visión exagerada, ya que el pensamiento europeo
del siglo XVIII no venía de las tinieblas sino de un proceso gradual producto de las
transformaciones ocurridas en las sociedades europeas desde muchos siglos
atrás.
El precedente histórico más apegado a la Ilustración fue el Renacimiento,
donde también se trataba de romper con el pasado medieval y renacer en la nueva
modernidad. La ilustración presenta las siguientes ideas y principios:

Empirismo : los ilustrados


contrapusieron su fe en la
experimentación para poder
conocer el mundo y conseguir
el progreso.

Reformismo : los ilustrados Criticismo : los ilustrado s


proponen modernizar la aspira n a someter a crítica
sociedad mediante lentas racional todo el conocimiento
reformas que serán llevadas a anterior.
cabo por reyes y gobiernos de
carácter absolutista.

Deseo de conocimiento : los


ilustrado s siente n un enorme
ILUSTRACIÓN
deseo de conocer por
Progreso y felicidad : los completo el mundo donde
ilustrado s a lo que aspira n como habita n, de iluminarlo (de ahí
objetivo prioritario es a el nombre de Ilustración),
conseguir la felicidad en este pero también siente n la
mundo. necesidad de dar a conocer lo
aprendido. Esto último
Utopismo : cree n que la explica la aparición de uno de
aplicación de la razón a todos los grandes p royectos de la
los aspectos de la vida humana época, como por ejemplo la
permitirá una mejora constante Enciclopedia Francesa.
de la sociedad y un progreso
económico y cultural ilimitado.

1
Santamaría, Sandra; Quintana, Andreina. La Ilustración. Texto de este tema extraído en su
totalidad de http://www.monografias.com/trabajos12/lailustr/lailustr2.shtml
Los filósofos ilustrados buscaban la verdad científica y se basaron en la
razón para explicar la realidad del mundo en el que vivían. La ilustración es para
la historia un sistema de pensamientos producido por los intelectuales en un
ambiente de autonomía y libertad de la razón individual, donde cada persona
podía instruirse en busca de la verdad científica. Era sobre todo, un programa
educativo orientado a elevar el nivel cultural de la sociedad y mejorar la situación
de quienes desearan cultivar la razón y salir de la ignorancia.

AMBIENTE SOCIOCULTURAL
Crisis De Conciencia Europea

La primera mitad del siglo XVII el panorama intelectual de la mayoría de


los hombres instruidos estaba dominado por dos fuentes de autoridad: los autores
clásicos grecorromanos y la Biblia cristiana. Ambos estaban reforzados por el
Renacimiento y la Reforma, era un mundo que todavía no estaba liberado
completamente de la tradición medieval.
Hechos como la Revolución Científica, la transformación de la economía,
la evolución tecnológica, el descubrimiento de nuevas tierras y nuevas culturas,
etc. cambiaron la forma de vida de los europeos y modificaron las ideas de los
intelectuales acerca del mundo en que vivían.
Hacia 1.680 comenzó un movimiento de crítica racionalista, creado por
científicos y filósofos, que rechazaban los dogmas tradicionales de encontrar la
verdad mediante los métodos experimentales. Tanto Galileo como Newton, en el
ámbito de la física, tenían pruebas contundentes de los grandes errores que
contenían las creencias y teorías antiguas.
Expansión del Mundo:

Al igual que la Revolución Científica, la Revolución Intelectual estuvo muy


relacionada con la ampliación de los conocimientos, y éstos a su vez con la
expansión del espacio humano. Los grandes descubrimientos geográficos, los
viajes, las exploraciones, etc. expandieron el espacio cultural de los europeos,
permitiendo que estos manejaran mucho mejor sus conocimientos acerca de la
Tierra y sus recursos.
Lo más importante fue el encuentro con los pueblos indígenas de África y
de América. La existencia de estos grupos no mencionados en la Biblia, causó un
gran impacto en las mentalidades europeas y conmocionó sus ideas religiosas.
Esto dio origen a la búsqueda de explicaciones que permitieran relacionar a los
pueblos indígenas con grupos humanos citados en la Biblia. También se llegó a
negar la existencia de los indígenas dentro de los seres humanos (de naturaleza
humana).
Para la parte intelectual, la cultura de los pueblos indígenas fue observada
con gran interés, en especial científico y colonialista. Al ir colonizando los pueblos
indígenas, se fueron calificando las culturas de los mismos como salvajes y
primitivos, incluso a las civilizaciones aztecas, mayas e incas. Estos nuevos
pueblos encontrados formaron un nuevo objeto de estudio, que era la
antropología, que se destinaba a investigar el desconocido mundo de los
"salvajes", de los seres humanos que encontraron en "estado natural".
La manera en como los europeos vieron a los indígenas encontrados en
las nuevas tierras, como "salvajes", trajo consigo la explotación de los mismos y
la destrucción de su cultura con el pretexto de incorporarlos a la sociedad

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civilizada. La Ilustración criticó en varias oportunidades la manera inhumana en
cómo se trató a los pueblos primitivos, idealizando en cierto aspecto a los
indígenas como "buenos salvajes", cargados de ingenuidad, que el hombre
europeo había perdido.
En el caso del contacto con Oriente y Occidente, se dio una situación
opuesta, debido a que no existió un contacto de conquistador – conquistado, sino
que se relacionaron en el marco del intercambio comercial. El nivel tecnológico
que tenían estas regiones asombró a los europeos, que consideraron a Oriente y
Occidente, en especial a China como estados civilizados, ricos y poderosos.

Origen Social de los filósofos Ilustrados:

El grupo de intelectuales que conformaban a la Ilustración era un número


reducido de la burguesía, los navegantes, los mercaderes y los funcionarios
administrativos no participaron en este movimiento. Los que si participaron fueron
los filósofos, que no representaban a toda la burguesía, pero la mayoría de ellos
tuvieron que ver con la vieja nobleza.

Ya que los integrantes de la Ilustración provenían de la nobleza, eran un


grupo acomodado y con fortuna, que vivían en cierto modo de la renta de su
propiedad agraria y de las pensiones de la corte. Se trataba de una nueva elite,
que gracias a la fama y el nivel de sus ingresos ascendieron socialmente
consiguiendo algunos títulos y privilegios de los grados inferiores de la nobleza.
Lo importante de su trabajo intelectual tenía un peso creciente en el estado
moderno y en los sectores clave de la actividad económica en proceso de
transformación.

El ambiente intelectual:

La nueva mentalidad del siglo XVIII abandonaba las creencias pesimistas


derivadas del pecado original, para incluir la confianza de la capacidad de la
naturaleza humana y en sus posibilidades de progreso. Esta nueva concepción
influyó tanto en la educación como en el gobierno. El sistema represivo debía dar
paso a un sistema basado en la confianza, donde el pueblo sabría regir su propio
destino.
El ambiente intelectual se presentó con mayor fuerza en Francia, durante
los años 1.740 y 1.750, cuando este país se convirtió en el centro de la cultura del
"Signo de las Luces". El ambiente político se volvió más tolerante hacia las ideas
de los intelectuales, buscando como objetivo engrandecer el Estado y hacer frente
a la amenaza británica. En Francia se desarrolló un buen ambiente del
pensamiento ilustrados, que se irradió a otros países de Europa.

CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS DE LA ILUSTRACIÓN:

 NATURALEZA: Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo


de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes
que la rigen. El papel de la naturaleza para originar y conducir la existencia
de los hombres y de todos los objetos del Universo. Según Newton "la
naturaleza es considerada como una gran máquina concebida por Dios y

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regida por las leyes establecida por Él". Es decir, que el hombre no debe
de contrariar esas leyes sino tratar de descubrirlas mediante la razón como
única guía para investigar su funcionamiento. Esto era importante para los
ilustradores, ya que mientras el pueblo siguiera pensando que Dios dirigía
todo el Universo, las leyes universales, que se veían en la educación
seguirían estando en manos del clero, deteniendo así el progreso de la
ciencia. A través de una educación apropiada, la humanidad podía ser
modificada, cambiada su naturaleza para mejorar.
 RAZÓN: Fe constante en el poder de la razón humana. Durante la
Ilustración llegó a pensarse que con uso juicioso de la razón sería posible
un progreso ilimitado. La razón sirvió de guía para estudiar el
funcionamiento de las leyes de la naturaleza, por consiguiente todo lo
racional es bueno, y todo aquello que no conlleve a la razón es incorrecto.
Si el hombre quiere alcanzar el progreso el único camino es descubrir las
leyes de la naturaleza y actuar de acuerdo con ellas, dejando a un lado lo
irracional.
 LA IGUALDAD: Si todos los hombres proceden de la misma naturaleza y
todos poseen la capacidad de razonar, entonces todos los hombres son
iguales a la luz de la razón, con iguales derechos que deben ser
respetados.
 LA LIBERTAD: En cuestiones políticas, religiosas, económicas e
intelectuales.
 DEÍSMO: Es la religión natural. Tenía su fundamento en que Dios y el alma
no pueden llegar a ser conocidos por la razón humana, por cuanto
corresponden a la metafísica (abstracto), y no puede ser percibido
mediante los sentidos. Se reconoce a Dios como autor de la naturaleza y
se debe revelar a los hombres por medio de la razón.
 MORAL LAICA: Es independiente de la religión, ya que los hombres se
rigen por morales no sólo porque Dios ordena observarlas, sino porque la
razón exige el respeto a los derechos de los demás.

LOS PRINCIPALES PAÍSES DE LA ILUSTRACIÓN:

La Ilustración fue un fenómeno cultural que se desarrolló a lo largo de toda


la geografía europea y americana (en esta época bajo dominio de diferentes
imperios coloniales europeos), afectando a la práctica totalidad de las parcelas
sociales, políticas y culturales del mundo del siglo XVIII.
Es evidente que este movimiento no tuvo la misma importancia en todas
las naciones europeas, comportándose algunas naciones como aportadoras
constantes de nuevas ideas, mientras que otras se limitaban a seguir, de cerca o
de lejos, las innovaciones que se iban produciendo en esos países. Si se pudiera
establecer una clasificación de los países "más ilustrados", a la cabeza de la
misma se encontrarían, por diversos motivos: Francia, Alemania e Inglaterra.

FRANCIA:

La Ilustración francesa está marcada por la preocupación sobre problemas


sociales y políticos (Montesquieu, Voltaire, Diderot y Rousseau), lo que explicará

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en parte la aparición en el año 1789 de la Revolución. El carácter primordial es su
espíritu crítico y escéptico.
El sistema político que predomina en la Francia del siglo XVIII es lo que se
conoce como Despotismo Ilustrado. Este sistema puede definirse con las palabras
del rey Luis XIV: "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". De esta frase podemos
destacar dos ideas:
 La búsqueda del bien de la nación (o, al menos, de lo que los
gobernantes entienden que es ese bien.
 Se trata de unas reformas que provienen desde el poder, sin contar con
la opinión de los ciudadanos.

Este sistema político es el que hará crisis en los últimos años del siglo
provocando lo que se conoce como Revolución Francesa.

INGLATERRA:

La Ilustración inglesa fue el resultado de la combinación del empirismo de


Locke y Berkeley, y el sistema científico de Newton. Sus principales figuras serán
David Hume y Adam Smith.
Políticamente, durante el siglo XVIII se consolida el sistema parlamentario,
según el cual, donde: "El rey reina, pero no gobierna". Quien gobierna es el
Parlamento y los ministros. En definitiva, se trata de la primera aplicación de algo
parecido a la teoría de la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial)
propugnada por Montesquieu.

ALEMANIA:

Alemania se incorpora al movimiento ilustrado con cierto retraso respecto


a Inglaterra y Francia. El pensamiento ilustrado alemán se centrará
fundamentalmente en el análisis de los fundamentos y alcance de la razón.
La figura más significativa es sin duda Emmanuel Kant. En política, se
puede decir que Alemania no es todavía un país unificado en esta época, sino un
conjunto de pequeños estados. De todos ellos, durante este siglo, va a tomar gran
importancia el reino de Prusia, que adaptará el sistema político del despotismo
ilustrado.

INLFUENCIA DE JOHN LOCKE (1.632 – 1.704)

Nació en un pequeño pueblo de Somerset. Y pasó sus primeros años al


cuidado de su padre que era puritano. Estudió en la escuela de Wetminster y en
la Iglesia de Oxford. Las lecturas de Descartes lo hicieron revelarse en contra de
la escolástica de Oxford y en contra de la estrecha teología puritana, y se dedicó
al trabajo experimental en la medicina. Estudió además ciencias y filosofías.
Las ideas de filósofo inglés Locke influyeron en el pensamiento ilustrado,
sobre todo mediante su obra "Ensayo sobre el gobierno civil", publicada en 1.690,
en la cual habla del estado natural, destacando que los seres humanos poseen
ciertos derechos, como los son el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad,

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etc. Dice que el hombre en busca de la protección de esos derechos integra a la
sociedad la política, bajo una especie de trato o pacto con los gobernantes. Locke
señala que: "la sociedad civil surge para el mantenimiento de esos derechos y, en
consecuencia, puede ser justamente disuelta en cualquier momento en el que el
gobierno viole esos derechos".
Locke plantea que el gobierno deberá estar dividido en dos poderes:
 El Legislativo: que es supremo por representar a la mayoría de la
comunidad. Este se encarga de crear las leyes.
 El Ejecutivo: que depende en gran parte del legislativo y está limitado
por las leyes dictadas por la voz popular (el poder legislativo).

Ambos poderes deben velar el uno por el otro, viendo el buen desempeño
de las funciones de cada uno, sin que ninguno llegue a ser tan fuerte que límite
los derechos naturales del pueblo.
Las ideas de Locke sentaron las bases de las modernas teorías
económicas, por ejemplo de la propiedad privada. Locke consideraba que al
comienzo los hombres poseían una propiedad común ya que todos podían utilizar
por igual los frutos de la naturaleza, pero que al trabajarlos independientemente,
se puso en práctica la propiedad privada. La idea de otorgar al trabajo un valor
que respaldara la propiedad de los bienes fue de gran trascendencia para el
pensamiento económico de la nueva sociedad industrializada.

REPRESENTANTES DE LA ILUSTRACIÓN:

VOLTAIRE: Su filosofía se inclinaba a la defensa de los derechos del hombre,


para seguir los dictados de su razón, siempre que con ello no se perturbara el
orden social. Postuló que el hombre debía seguir sus propias ideas y opiniones
con respecto a la religión y a la práctica de la misma. El creía en el deísmo o
religión natural, según la cual Dios es el creador del Universo, pero que
únicamente había iniciado el movimiento de este, como quien da cuerda a un reloj
y no vuelve a intervenir en su funcionamiento.
Las ideas de Voltaire acerca de la sociedad son las siguientes:
 "Es absolutamente necesaria una reforma profunda de la sociedad
que asegure la libertad y el bienestar del pueblo".
 "Crear un sistema parlamentario que limite los poderes del Rey".
 "Establecer un sistema de impuestos racional que no arruine a la
gente".
 Liberar la economía: "Que se reconozca el trabajo bien hecho".

MONTESQUIEU: Era miembro de la nobleza francesa y admirador del régimen


parlamentario inglés, al cual consideraba el mejor sistema político capaz de
garantizar la libertad de los hombres e impedir el abuso de los gobernantes. Lo
más importante de Montesquieu fue la separación de poderes que propuso como
la forma de gobierno ideal, ampliando el criterio de Locke respecto al tema, planteó
lo siguiente:
 El poder Legislativo o Parlamentario: que elabora las leyes y reside
en el parlamento.
 El poder Ejecutivo: corresponde al monarca. Hace que se cumpla la
Ley y reside en el gobierno.

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 El poder Judicial: formado por los jueces. Administra la justicia y
reside en los jueces y en los tribunales.

Estos tres poderes debían de mantenerse dentro de un sistema de frenos y


contrapeso que eviten el abuso de cualquiera de ellos, garantizando la justicia y
asegurando el respeto de los gobernantes a los derechos naturales del hombre.

JEAN JACQUES ROUSSEAU: Comienza sus ideales del supuesto de que los
hombres poseen derechos naturales que deben ser respetados y salvaguardados
por todos, pero agrega un elemento más como característica de la naturaleza
humana: la idea de que el estado natural era una situación perfecta en la cual
todos los hombres eran buenos, pero al formarse en la sociedad surgieron las
desigualdades y con ello el egoísmo. Esto ocasionó que los seres humanos
perdieran los sentimientos morales concedidos por la naturaleza, para cambiarlos
por una actitud racionalista y fría que los aleja de su bondad innata.
Entre los principales pensamientos de Rousseau podemos citar:
 "La defensa de la libertad del individuo".
 "El amor a la naturaleza".
 "Mi teoría sobre la democracia".

Su obra fundamental fue "El Contrato Social", donde se expone como


debe ser un estado democrático. Este debía de garantizar el respeto mutuo de los
derechos humanos otorgados por la naturaleza, ya que el egoísmo de los
individuos y el abuso de poder de los políticos hacían imposible la vida en armonía.
La idea del contrato social no era distinta a la Locke, el principal aporte de
Rousseau fue el concepto de "voluntad general" que aproxima la filosofía política
hacia los fundamentos del gobierno democrático. Por voluntad general se habla
de una voluntad soberana, se trata de la voluntad de la comunidad como un todo
del que cada individuo forma parte, y que es distinta al deseo del ciudadano
tomado aisladamente o de los intereses de los grupos minoritarios; teniendo en
cuenta que es casi imposible que la totalidad de la población esté de acuerdo, se
hace necesario que el contrato social quede establecido el sometimiento de todo
individuo o grupo a la voluntad de la mayoría. Sobre esta expone las siguientes
ideas:
 "El hombre es bueno por naturaleza".
 "La sociedad se define por la competencia y la propiedad privada".
 "Como consecuencia el ser humano se corrompe porque se vuelve
agresivo y se vuelve insolidario".

Propone que para luchar en contra de lo anterior se pueden hacer dos


cosas:
Educar a los hombres con dos objetivos: "Acabar con la maldad y desarrollar los
buenos sentimientos".
 "Firmar una especie de contrato entre todos los hombres con el
objeto de crear una LEY que todos debamos cumplir".
 "Sólo así será posible la convivencia".

Para Rousseau el gobierno no debería ser más que el representante de la


voluntad general, y debería permitirse que todo el pueblo participe en la creación
de las leyes y en la elección de las personas que han de velar por su cumplimiento.

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La perspectiva de Rousseau acerca de la innata bondad humana representaba
una autocrítica hacia el comportamiento de la sociedad francesa de su época, y
sirvió como base para el desarrollo de la corriente filosófica del romanticismo, que
influyó en el pensamiento europeo durante la primera mitad del siglo XIX.

DENIS DIDEROT: critica a la sociedad corrupta de su tiempo y tiene como


creencia de la naturaleza como origen de las cosas reales. Racionalista y
materialista como Voltaire, sostiene que las ciencias naturales permitirán el
progreso técnico, de manera que rechaza la creencia en las religiones
tradicionales. Diderot escribió varias obras pero su fama se debe sobre todo a su
iniciativa de publicar en forma de diccionario un resumen de todas las ciencias
humanas producidas por los pensadores contemporáneos, al que llamó
"Enciclopedia o Diccionario de las Ciencias, de las Artes y de los Oficios por una
sociedad de gentes de letras". Fue publicada en Francia entre los años de 1.751
y 1.772, estaba compuesta por 17 volúmenes, y llegó a alcanzar tal popularidad
que en pocos años fue difundida por toda Europa, ya reimpresa y traducida a
varios idiomas.

FRANCOIS QUESNAY: Estuvo a la cabeza de un grupo de pensadores que dieron


origen al movimiento conocido como la "fisiocracia" y quienes desarrollaron una
teoría acerca de las leyes que rigen las actividades económicas. Esta teoría se
basa en el principio de que el desarrollo económico de un país está determinado
por el nivel de producción agrícola y no por la riqueza metalúrgica que posea,
como sostenía el mercantilismo. Se explicaba a través de que la economía está
sometida a ciertos principios naturales reguladores, el más importante de los
cuales es el interés individual de las personas por consumir y producir las
mercancías que le proporcionen mayor bienestar. Este interés regula de forma
natural los mecanismos económicos y mantiene a la sociedad en completo
equilibrio, siempre que se permita la competencia leal y la libertad del individuo
para practicar las actividades económicas que le signifiquen mejores ganancias.
La economía la depender de la producción agrícola, los fisiócratas entendían
como ciclo anual aquel en que la producción y el consumo actuaban
recíprocamente en el seno de la sociedad, a la que suponían dividida en tres
clases, que dependían del trabajo que realizaran:
 La Clase Productiva: formada por aquellas personas dedicadas a las
actividades agrícolas, a quienes consideraban como los únicos capaces
de proporcionar el producto neto.
 La Clase Propietaria: integrada por los terratenientes, el Rey y el clero,
que recibían el producto neto anual en forma de rentas, impuestos y
diezmos, y que luego distribuían dentro de la sociedad a través de sus
gastos e inversiones.
 La Clase Estéril: que al no dedicarse a la agricultura no proporcionaban
el producto neto pero producía las manufacturas y se encargaba del
comercio, actividades también necesarias para la economía.

De acuerdo con esta teoría, los gobiernos debían de orientar sus políticas
económicas a quitar todos los elementos que pudieran obstaculizar la formación
del producto neto agrario y el mecanismo de oferta y demanda entre las tres clases

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sociales, se debían de eliminar las restricciones que imponía la política
mercantilista al intercambio del producto agrario dentro de la nación y con el
exterior. El fisiocratismo representaba la orientación económica del pensamiento
ilustrado y demostraba la necesidad de abandonar las políticas proteccionistas
propias del mercantilismo aplicados por los gobiernos de los estados.

EL DESPOTISMO ILUSTRADO:
A pesar de que los filósofos ilustrados criticaron la política y la sociedad
de su época, no pretendieron que los cambios se dieran por la vía revolucionaria;
confiaban más bien en un cambio pacífico orientado desde arriba para educar a
las masas no ilustradas. Varios monarcas aceptaron las ideas propuestas por la
ilustración y dieron origen al despotismo ilustrado.
Los problemas del Estado absolutista requerían de la colaboración de
hombres calificados y con nuevas ideas, dispuestos a reformar e impulsar el
desarrollo político y económico de las naciones. El monarca ilustrado es un
soberano que acepta los principio de la Ilustración y deseo ponerlos en práctica
para lograr una mayor eficiencia del Estado, en beneficio de éste y de los súbditos.
El temor a la innovación es sustituido por una creencia en la posibilidad de
alcanzar un futuro mejor, no por un cambio súbito, sino por una paciente labor
educativa y legislativa, para la cual se necesitaba la colaboración de los ilustrados,
cuyas ideas no constituían un pensamiento meramente especulativo, sino se
convertirían en programas de gobiernos y se llevarían a la práctica.

REPRESENTANTES DEL "DESPOTISMO ILUSTRADO"

FEDERICO II DE PRUSIA: Con el propósito de robustecer al Estado prusiano,


Federico el Grande alentó la difusión de las ideas de la Ilustración y convirtió a la
corte del palacio en el centro del absolutismo ilustrado. El también llamado "Rey
Filósofo" manifestó una constante admiración por el pensamiento de los ilustrados
franceses.

MARÍA TERESA Y JOSÉ II DE AUSTRIA: María Teresa (1.740 - 1.780) fue una
soberana muy religiosa, quien orientada al conservadurismo, gobernó con un
estilo paternal y promovió reformas de alcance limitado. En cambio su hijo menor
y sucesor, José II (1.780 - 1.790) fue uno de los más característicos
representantes del absolutismo ilustrado. Su corto reinado estuvo pleno de
atrevidas innovaciones y, sobre todo, de pensadores opuestos a la supremacía de
Roma en materia de organización eclesiástica. Una de las reformas más
trascendentes de José II fue la supresión de la servidumbre de los campesinos en
todos los estados del territorio, que permitía a estos abandonar libremente sus
tierras, los campesinos no estarían ya obligados a la prestación del trabajo ni al
servicio doméstico y no necesitarían permiso para contraer matrimonio. José II
pretendió uniformar bajo las mismas normas a todos los pobladores de aquel
Estado multinacional y, al hacerlo, hirió tradiciones muy arraigadas y creó
inconformidad.

CATALINA LA GRANDE DE RUSIA: (1.762 - 1.796) Durante el reinado de Catalina


se destacó la reunión de una asamblea de diputados representantes de todos sus
dominios, que redactaron cuadernos de peticiones entre las que se contaba la
abolición de la servidumbre.

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CARLOS III DE ESPAÑA: (1.759 - 1.788) Se rodeó de un reducido grupo de
ilustrados que, junto con los ministros del rey, de manera particular Pedro
Rodríguez de Campomanes y después con el Conde Floridablanca, decretaron
algunas reformas (entre ellas las llamadas "reformas borbónicas", que afectaron a
las colonias de ultramar), con el propósito de hacer más eficiente la administración
del Estado.

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2. CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA1

La Revolución Francesa de 1789 fue el fenómeno más importante y que


más trascendencia tuvo en la Europa del siglo XVIII y es tal su importancia que
marca el inicio de la Historia Contemporánea. Desde el punto de vista político
supone la eliminación del Antiguo Régimen, la monarquía absoluta fue sustituida
por la parlamentaria o, incluso, por la República; en general supone el ascenso al
poder de la burguesía. En lo social se rompe con la división estamental, serán
abolidos los privilegios de nobleza y clero y el campesino liberado de la
servidumbre; pero no nos engañemos, el grupo social más favorecido fue la
burguesía. En lo económico se acaba con el Antiguo Régimen, al llegar la
burguesía al poder, impone como principios fundamentales los del liberalismo
económico.

Introducción

Las revoluciones atlánticas

La Revolución Francesa se enmarca dentro de un fenómeno general de


transformaciones de la sociedad que se da a finales del siglo XVIII y principios del
XIX y que ha sido denominado por algunos historiadores revoluciones atlánticas.
La primera revolución liberal o burguesa fue la Independencia de los Estados
Unidos a partir de 1776, pero los logros y trascendencia de la Revolución Francesa
serán mucho más fuertes y por eso se considera a ésta como el ejemplo típico de
revolución. Su ejemplo será seguido en otros países: Países Bajos, Polonia, los
países de la América Española que conseguirán su independencia...
Por otra parte hay que decir que la Revolución Francesa no fue un triunfo
definitivo sobre el Antiguo Régimen, fue sólo una victoria temporal, la revolución
desembocaría en el gobierno de Napoleón y al ser derrotado éste se restaura en
Francia el Antiguo Régimen; tendremos que esperar a las revoluciones de 1830 y
1848 para ver el régimen liberal asentado de forma definitiva y eliminado el Antiguo
Régimen.

Revolución burguesa y Revolución Industrial.

Otro hecho importante a destacar es que estas revoluciones coinciden en


el tiempo con la Revolución Industrial, esto no es una coincidencia, los dos
fenómenos están relacionados. La burguesía está protagonizando la gran
transformación económica que conocemos como Rev. Ind., y en Francia contaba
con un freno importante para su desarrollo: la existencia del Antiguo Régimen; eso
hace que una vez que tiene el poder económico intente conseguir el poder político
para así hacer leyes que favorezcan el desarrollo económico y su propio
enriquecimiento. Los procesos económicos y los políticos están íntimamente
relacionados.

1
Texto Mundo Moderno: La Revolución Francesa. De la página de recursos educativos IES
Histórico de Castilla La Mancha. http://bachiller.sabuco.com/historia

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La Revolución Francesa y los historiadores.

La revolución de 1789 fue un fenómeno muy complejo en casi todos los


aspectos, y son miles los libros que se han escrito sobre ella. Los primeros
estudios del siglo XIX sólo hacían referencia al número de muertos y a sus
consecuencias desastrosas. A mediados del mismo siglo se empezó a estudiar la
revolución poniendo al pueblo como protagonista de su destino. A partir de 1856
se estudian por primera vez los datos de los archivos. En 1875 el historiador Taine
certifica que fue obra de una pequeña minoría. Jaurés, a finales del XIX, se centra
por primera vez en el estudio de los grupos sociales. A principios del XX se estudia
la revolución desde un prisma económico, enfoque que más tarde sería retomado
por Labrousse. Pero será a lo largo del siglo XX cuando se consiga una visión
mucho más global y que integraría a multitud de factores desde económicos,
sociales... a políticos, tales son las obras de Soboul, Godechot...

CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Han sido muchos los intentos de los historiadores por explicar las causas
de la revolución basándose exclusivamente en un solo factor, la realidad es bien
distinta y realmente es un complejo entramado de causas las que determinan el
estallido revolucionario de 1789. Veamos las más importantes.

Causas ideológicas: la influencia de la Ilustración

Las ideas de los ilustrados del XVIII serán las que den soporte y
justificación intelectual a los revolucionarios franceses, esto se puede ver en las
peticiones, notas, exigencias y quejas de estos revolucionarios, se puede decir
que sin estas ideas el movimiento revolucionario habría carecido de base
ideológica. Las ideas de los ilustrados suponen el golpe de gracia a la concepción
del mundo del Antiguo Régimen, y suponen el acta de nacimiento del Régimen
Liberal o burgués.
Los ilustrados franceses atacan al sistema tradicional y al Antiguo
Régimen, pretenden una modernización de todo y ponen la felicidad del hombre
por encima de cualquier principio. Los reyes del XVIII adoptan muchas ideas de
estos ilustrados (despotismo ilustrado), pero no todas, había muchas ideas que
limitaban su poder, esas serán muy importantes para los revolucionarios. Veamos
cuáles son esas ideas y cómo influyeron en la revolución.
A su vez las ideas de los ilustrados tuvieron una gran influencia en la
economía y más aún en la forma de entender la economía. Las ideas de los
ilustrados dieron lugar al liberalismo económico que exalta la libertad del individuo
y la no intervención del Estado en la economía, concediendo a la burguesía el
papel de clase dirigente de la sociedad. Todas estas ideas tendrán también su
traducción en la Revolución Francesa.

Las causas sociales:

La división en estamentos de la sociedad del Antiguo Régimen se


manifiesta como algo anacrónico, y más en una etapa de crisis económica aguda
como la que se da en vísperas de la Revolución. La burguesía, basándose en las

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ideas de Rousseau está en contra de una sociedad tan desigual en la que una
minoría está exenta de pagar impuestos y la inmensa mayoría tiene que tributar.
Si a esto añadimos una terrible crisis económica (momento propicio para
un agravamiento de las tensiones sociales) tendremos todos los ingredientes para
comprender que el Tercer Estado aspire a vivir en pie de igualdad con la nobleza
y el clero. Es la crisis económica y la idea de igualdad y lucha contra los privilegios
lo que hace que a la burguesía se le una el pueblo llano en las ciudades y gran
parte del campesinado en el campo. Las tensiones sociales, en definitiva generan
un malestar social que será rentabilizado por la burguesía.

Causas económicas:

Son fundamentales, algunos autores han hecho de las causas económicas


la clave para explicar el inicio de la revolución. Lo que sí se sabe es que en los
años inmediatos a 1789 hay una crisis económica tremenda debido a sequías y
otras catástrofes naturales, así, por ejemplo, Ernest Labrousse señala que en 1788
el trigo alcanza su precio más alto de todo el siglo, esto significa que en una
sociedad preindustrial como la francesa un gran número de personas se acercara
a los límites de la desnutrición y el hambre, y que en esa situación se arriesgara a
movimientos revolucionarios. La subida de precios se da también en la ciudad y
afecta a todos los productos.
En el campo podemos señalar un hecho de gran trascendencia, en el siglo
XVIII los señores (nobles y clero) van a redoblar sus esfuerzos por recaudar
impuestos del campesinado reinstaurando en algunos casos tributos ya olvidados,
tratan con ello de sobreponerse a la crisis, pero la presión fiscal sobre el
campesinado, que ya vive al límite de la subsistencia, hace que el campesino se
encuentre receptivo a la propagación de las ideas de los ilustrados que harán
suyas los revolucionarios.
Pero quizá es más grave como detonante de la revolución la crisis
financiera que sufre el Estado francés. Los gastos de la Corte y la ayuda a los
Estados Unidos en la guerra de Independencia contra Gran Bretaña hace que se
dispare el déficit y que la situación de las cuentas públicas sea casi de bancarrota;
si a esto unimos que muchos campesinos no pueden pagar impuestos por la crisis
económica (disminución de ingresos del Estado) comprenderemos la gravedad del
momento. Ante este panorama, una serie de ministros de economía entre los que
destacan Turgot, Necker, Calonne y Brienne, han recomendado al rey, para
arreglar la situación, que la Iglesia y la nobleza paguen impuestos1. La postura de
los dos estamentos privilegiados es de abierta rebeldía, es lo que se conoce como
revuelta de los privilegiados (para algunos la primera fase de la revolución), en su
oposición arremeten contra la monarquía y contra el tercer estado. Ante la
imposible solución del problema el rey decide convocar los Estados Generales,
que no se convocaban desde 1614, y ante los fracasos de éstos se producirá el
estallido popular.

Causas políticas:

1
La Iglesia pagaba una cantidad voluntaria llamada don gratuit (regalo gratuito) que era claramente insuficiente, no pasaba de ser
una cantidad simbólica.

13
A finales del siglo XVIII Francia seguía anclada en lo político en el Antiguo
Régimen, el rey gobernaba sin contar con nadie, seguía teniendo todo el poder
político y justificando su poder a través de argumentos religiosos, evidentemente
el sistema era anacrónico. Ante este sistema anquilosado hemos de señalar que
la nobleza y la Iglesia (estamentos no productivos) se alejan de la monarquía
porque ésta cuestiona su privilegio de no pagar impuestos; el campesinado se ve
sacudido por la crisis y la burguesía, aprovechando la situación aspira a imponer
un nuevo modelo de sociedad, de economía y de gobierno de acuerdo con los
principios de los ilustrados de los que ya hemos hablado. El rey se encuentra solo
y se puede decir que el Antiguo Régimen tenía sus días contados. Por si fuera
poco Luis XVI es un rey indeciso y de carácter débil.

14
3. EL DESARROLLO DE LA REVOLUCIÓN1

EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA Y LA CONFIGURACIÓN


DEL ESTADO BURGUÉS (1789-1792)

En este tema abordaremos los momentos inmediatamente anteriores a la


Revolución Francesa y la primera andadura de ésta, hasta el 10 de Agosto de
1792, es decir, la labor de la Asamblea Constituyente y de la Asamblea Legislativa,
incluyendo logros tan importantes y de tanta trascendencia como la elaboración
de la primera constitución francesa, la Declaración de los derechos del Hombre y
del Ciudadano y la abolición de los derechos feudales; supone, en resumen, la
abolición del Antiguo Régimen en lo político, en lo social, y en lo económico.

La reunión de los Estados Generales

Ya veíamos la situación financiera tan desastrosa por la que pasaba el


Estado francés, y vimos como la única solución era que la nobleza y el clero,
estamentos privilegiados, pagarán impuestos de acuerdo con su riqueza. Éstos,
lógicamente, se van a oponer y van a arremeter tanto contra el rey como contra
los distintos ministros de hacienda de éste (revuelta de los privilegiados). La salida
a esta situación, para los estamentos privilegiados, es lograr que el rey convoque
una reunión de Estados Generales, asamblea donde están representados los tres
estamentos, y que éstos decidan.

Problemas antes de la reunión de los Estados Generales

Antes de la convocatoria hay algunos problemas que se tienen que


solucionar: 1º) la forma de reunión, si se reunían los tres estamentos juntos o en
salas separadas; 2ª) el número de representantes de cada estamento, si 1/3 para
cada uno o el tercer estado contaría con la mitad; 3º) si el voto sería por estamento
o por cabeza; y 4º) si alguno de los tres estamentos tendría derecho de veto.
En enero de 1789 se convocaban los Estados Generales, pero no se
reunirían hasta mayo, entre tanto cada grupo social debía elaborar unos
cuadernos de quejas (cahiers de doléances) en los que se recogiera el estado de
opinión de los franceses. Ni que decir tiene que en los cuadernos de la nobleza y
el clero éstos se aferran a sus privilegios y critican el absolutismo real. En los del
tercer estado, redactados por la burguesía, se pedía la igualdad entre los tres
estados, la libertad de expresión, de imprenta, de reunión, abolición de los
privilegios feudales sobre los campesinos... que se doblara el número de
representantes y que el voto fuera por cabeza; el rey accedió a elevar el número
de representantes del tercer estado, pero no al voto por cabeza, esto ocasionó la
protesta de la burguesía y su radicalización con las ideas que Sieyés incluía en el
folleto ¿Qué es el Tercer Estado?. En este folleto se decía que la burguesía debe
luchar contra los otros dos estados y que ella era la depositaria de la voluntad
popular al margen de los privilegiados.

1
Texto Mundo Moderno: La Revolución Francesa. De la página de recursos educativos IES
Histórico de Castilla La Mancha. http://bachiller.sabuco.com/historia

15
Problemas durante la reunión

La reunión de los Estados Generales se inició el 5 de mayo de 1789 en


Versalles y durante todo el mes estuvieron discutiendo sobre normas de
organización y funcionamiento.
El número de representantes de cada estamento estaba equilibrado y
entre los dos privilegiados no superaban al número de representantes del tercer
estado (clero 291, nobleza 270 y tercer estado 578). El día 10 de junio los
diputados del tercer estado hicieron un llamamiento a la nobleza y al clero para
que se reunieran juntos en las deliberaciones, se negó gran parte de la nobleza y
menos de la mitad del clero. El 16 el diputado Sieyés propuso que el tercer estado
se auto declarase Asamblea Nacional, y que fueran los depositarios de la
soberanía. El 20 el rey clausura la sala de sesiones del tercer estado y a partir de
entonces entramos de lleno en la revolución.

LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (1ª ETAPA DE LA REVOLUCIÓN)

La revuelta institucional

Tras la clausura de la sala de sesiones los diputados del tercer estado se


reunieron en la Sala del Juego de Pelota, único local con dimensiones
suficientemente grandes como para poder acoger a todos los diputados, en ese
local los diputados juraron solemnemente no disolverse hasta lograr una
Constitución para Francia. Días más tarde se unen el clero en masa y parte de la
nobleza, temen que la evolución de los acontecimientos se les escape de las
manos, el rey, incapaz de luchar contra esto, ordena al resto de los diputados que
se unan a esta asamblea del tercer estado, el 9 de julio ésta pasó a denominarse
Asamblea Constituyente.
Ante los triunfos de la burguesía, la nobleza y el clero, convencen al rey
para que el voto fuera por estamento, no por persona (así ganarían siempre en
cualquier votación) y que destituya a Necker. Sin embargo, el 14 de Julio el pueblo
de París influido por las ideas burguesas se subleva y este levantamiento supone
un apoyo a la burguesía.

La revuelta popular

El motivo de la revuelta de las masas urbanas de París es tanto la penuria


económica como la propaganda de las ideas de libertad, igualdad... de los
burgueses. El pueblo toma la cárcel de la Bastilla, donde se encerraban a los que
no podían pagar los impuestos y es el símbolo del poder absoluto del rey. Las
masas, organizadas por Marat, Danton... formarán una milicia denominada
Guardia Nacional de 48.000 hombres. Ante esta situación, el rey, presionado,
repone a Necker y acepta las ideas de la Asamblea Constituyente.
En el campo los campesinos arremeten contra la nobleza, no saben
exactamente lo que pasa en París, pero su situación económica es dramática y
reaccionan de manera brutal, es el primer paso para la supresión de los derechos
de los señores.

La obra de la Asamblea Constituyente

16
Ante la sublevación de los campesinos la Asamblea Constituyente
reaccionó aprobando una serie de medidas que suponían la abolición de los
privilegios señoriales y la supresión definitiva del feudalismo: abolición de todo tipo
de privilegios, supresión de los impuestos a la Iglesia o a la nobleza... esto suponía
el fin del feudalismo y del Antiguo Régimen en lo económico.
El 26 de agosto de 1789 se aprobó la Declaración de los derechos del
hombre y del Ciudadano, aunque recoge influencias de la Declaración de los
derechos del hombre de Virginia (escrita durante la guerra de Independencia de
los Estados Unidos) esta declaración es más amplia, está más en consonancia
con los ideales de la Ilustración. En primer lugar garantiza los derechos
individuales (libertad de expresión, de reunión, de asociación, igualdad ante la ley,
libertad de religión...). En segundo lugar se recoge el derecho de propiedad, algo
básico en una conciencia burguesa. También se reconoce que la soberanía reside
en la Nación, es decir, que es la Nación la dueña y soberana de sus destinos, no
el rey como hasta entonces, y la palabra nación adquiere un nuevo significado.
La imposición de las ideas burguesas supone la supresión de los
privilegios de la nobleza y el clero y que el rey esté desprovisto de soberanía, es
la liquidación del Antiguo Régimen y su sustitución por un Régimen Liberal o
burgués. Lógicamente el rey se opone en redondo a un recorte de sus poderes,
pero ante la presión popular no tiene más remedio que ceder y verse obligado a
vivir en París, en el palacio de las Tullerías, donde está más controlado por las
masas, la Asamblea Nacional se reunía en el teatro de dicho palacio.
Para solucionar el problema fiscal Tayllerand, obispo de Autun pero
convencido revolucionario, propuso la expropiación y venta de los bienes del clero,
a cambio el Estado debía hacerse cargo de pagar un sueldo a los sacerdotes y de
continuar la labor de beneficencia de éstos. El recorte de los privilegios del clero
se complementó con la Constitución Civil del Clero del 12 de julio de 1790, en ella
los religiosos se convertían en funcionarios públicos, eran elegidos por el pueblo,
como todos los demás funcionarios, y no debían obediencia a Roma. Por supuesto
no todo el clero estaba de acuerdo, los que juraron fidelidad al nuevo sistema se
denominaron juramentados y los que se opusieron refractarios; como es lógico el
Papa se opuso en redondo.
La Asamblea Constituyente puso en marcha una nueva ordenación
territorial de Francia, se abandonó la división tradicional en provincias y regiones
históricas que fueron sustituidas por 83 departamentos de más o menos las
mismas dimensiones, el objetivo de esta medida era descentralizar el país pero en
la práctica lo que hizo es centralizarlo más cuando lleguen los jacobinos al poder.
Desde el punto de vista económico se pusieron en marcha medidas
basadas en el liberalismo económico, entre ellas prohibir las asociaciones de
obreros. Como el Estado necesitó dinero puso en circulación unos bonos llamados
asignados, el poder convertirse en moneda, así como su excesiva emisión produjo
una escalada inflacionista.

La Constitución de 1791
El objetivo de esta etapa era redactar una constitución (por eso se llama
constituyente), el resultado fue la Constitución de 1791, la primera que tuvo
Francia. Esta Constitución estaba basada en las ideas de la Ilustración, hablaba
de soberanía nacional, división de poderes, la presencia en el legislativo
(Asamblea) de los representantes de la Nación... El poder del rey quedaba muy
mermado, no en vano se trataba de una monarquía parlamentaria. La soberanía

17
del reino no recaía en su persona sino en la nación. Aunque tenía en sus manos
el poder ejecutivo, nombra a los ministros, éstos eran responsables ante la
Asamblea. El rey era más bien la cabeza de la Administración (una especie de jefe
de los funcionarios) y jefe de los ejércitos, pero para declarar la guerra o la paz
debía contar con la autorización de la Asamblea.
La Constitución de 1791 divide a los ciudadanos franceses en dos tipos,
activos, si pagan impuestos y no son sirvientes domésticos, han hecho el
juramento civil y pertenecen a la Guardia Nacional; y pasivos, si no cuentan con
estos requisitos, la inmensa mayoría. Como podemos suponer los activos son una
minoría y los que cuentan con derechos políticos, evidentemente son burgueses.

Principales grupos políticos de la revolución


Todos los revolucionarios franceses no son iguales ni conciben la
revolución de la misma manera, unos son monárquicos, otros republicanos, dentro
de los republicanos unos son más moderados, otros más radicales... además, las
ideas de cada grupo cambiarán a lo largo de la Revolución.
Dentro de la Asamblea Constituyente destacan los Constitucionales
dirigidos por Mirabeau y Lafayette, son partidarios de la monarquía parlamentaria,
representa a un grupo de aristócratas y de la alta burguesía.
Los girondinos son los más moderados de los republicanos (primero
habían sido partidarios de la monarquía parlamentaria), se llaman así por proceder
del departamento de La Gironda (zona de Burdeos). Representan a la alta
burguesía comercial y por tanto son conservadores, defienden la propiedad y que
la revolución no se tiene que hacer a cualquier precio, debe estar dentro de la ley.
Dan importancia a las provincias en relación a París, no son, por tanto centralistas.
También consideran que la revolución tiene que extenderse por Europa.
Los jacobinos o montañeses son los más exaltados y radicales,
representan a la burguesía media y a las clases populares (sans culottes). Se
llaman así porque tenían su sede en el antiguo convento de Saint-Jacques. Con
respecto a la revolución piensan que se tiene que hacer a toda costa, sin pensar
en los medios. Son centralistas, controlan el ayuntamiento de París y piensan que
es desde París desde donde se tiene que hacer la revolución. Figuras importantes
serán Danton y, sobre todo, Robespierre.
Más radicales que los jacobinos pero con menos representación serán los
demócratas. Estos defienden el sufragio universal y no censitario (sólo votan los
que tienen ingresos importantes). Piensan que la soberanía debe ser popular y no
nacional. Marat tendrá relación con ellos aunque prefiere la calle a la Asamblea.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA: OCTUBRE DE 1791-AGOSTO DE


1792 (2ª ETAPA DE LA REVOLUCIÓN)

Una vez acabada la misión de la Asamblea Constituyente, elaborar y


aprobar la Constitución de 1791, ésta se disuelve y da paso a la Asamblea
Legislativa, parlamento con diputados que tenían que funcionar ya según los
principios de la Constitución. El rey jura la Constitución, no le queda más remedio,
pero un intento de escapar excita los ánimos del pueblo. La nueva Asamblea
cuenta con 745 diputados, que se repartirán entre todos los grupos políticos pero
predominarán los constitucionales, los centristas, y en menor medida jacobinos y
girondinos para los que todavía no ha llegado su hora.

18
La Asamblea duró un año y este año fue terrible desde el punto de vista
económico, la cosecha de 1791 había sido desastrosa y la carestía de alimentos
llevó al hambre y a la desesperación a muchas personas que ante la espectacular
subida de los precios no podían comprar los alimentos. Desde el punto de vista
político muchos enemigos de la revolución habían partido al exilio y conspiraban
desde el exterior para acabar con el nuevo régimen, presionaban, además, para
que Austria, lugar de nacimiento de la reina María Antonieta, declarase la guerra
a la Francia revolucionaria y así reponer de nuevo a Luis XVI con todos los poderes
absolutos.
Ante las provocaciones la Asamblea declaró en abril de 1792 la guerra a
Austria, el espíritu patriótico y nacional sirvió de catalizador en la empresa común
contra el enemigo (de esta época procede la canción de La Marsellesa). Las
derrotas se sucedieron. El manifiesto del general de los ejércitos austríacos duque
de Brunswick en el que se decía que si peligraba la vida de Luis XVI y su familia
destruiría París caldeó todavía más los ánimos. El pueblo reaccionó con ira, acusó
al rey de estar en connivencia con los austríacos (realmente la derrota francesa
era la única esperanza que tenía para recuperar su poder absoluto) y se sublevó
el día 10 de agosto. Las masas de París, dirigidas por los sans-culottes ocuparon
el ayuntamiento de París y presionaron a la Asamblea que aprobó la supresión de
la monarquía y la disolución de la Asamblea que daría paso a una Convención.

DE LA FASE EXALTADA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA A LA


LLEGADA DE NAPOLEÓN (1792-1799)

De las dos partes en las que hemos dividido la revolución entramos ahora
en la más radical y exaltada, en la que se llega a ejecutar al rey. Tras el gobierno
de las fuerzas moderadas de la Convención Girondina, se abre paso el gobierno
radical y extremista de la Convención Jacobina. El gobierno de los jacobinos
intenta profundizar en la revolución con medidas sociales e igualatorias, para ello
intenta imponer sus principios por medio de la fuerza, la represión y la sangre.
Esta etapa acabará cuando los moderados (propietarios) se hagan con el poder y
consideren que la revolución ya ha sido lo suficientemente profunda, se da un
paso atrás y se vuelven a los principios de 1789; se trata de consolidar los
primeros logros de la revolución y a la vez de frenar su radicalismo. La evolución
de los acontecimientos hará que la revolución desemboque en el régimen
monárquico de Napoleón.

La Convención: agosto de 1792-septiembre de 1795. (La 3ª etapa de


la revolución)
Este periodo de tres años va a ser tremendamente agitado. La Convención
se divide en tres etapas según el partido en el poder. La primera es la Convención
Girondina, por estar el poder en manos de los moderados; la segunda etapa es la
convención jacobina o montañesa por ser los jacobinos los que tienen el poder,
es la etapa más radical y sangrienta de toda la revolución; por último los
moderados se hacen de nuevo con el poder y tratan de consolidar lo logrado en
la revolución pero alejados de los radicalismos jacobinos de la etapa anterior.
Finalmente, la aprobación de la constitución de 1795 hace que la Convención
desaparezca y sea sustituida por un Directorio de cinco personas.

19
La Convención Girondina (septiembre de 1792-junio de 1793).
La Convención que sustituyó a la Asamblea Legislativa abrió sus sesiones el 20
de septiembre de 1792. Inmediatamente, el día 21, abolió la monarquía, y el 22
proclamó la República. Los tres grupos políticos más importantes que estaban
representados en la Convención eran los girondinos, jacobinos o montañeses
(por situarse en la parte alta de la sala de sesiones), y los hombres de la llanura
o pantano (por situarse en la zona baja) que eran una masa heterogénea de
diputados centristas. En el momento de la apertura de las sesiones la guerra
contra los austríacos es favorable a Francia, esto animó a los girondinos que
eran partidarios de exportar la revolución por Europa. El ahondamiento de la
revolución se produjo cuando los revolucionarios decidieron la ejecución de Luis
XVI el 21 de enero de 1793. Este hecho produjo que los demás países europeos
se unieran a Austria en su guerra contra la Francia revolucionaria, lógicamente
no estaban dispuestos a que el ejemplo francés se extendiera por sus reinos; se
formó la Primera Coalición de países europeos contra Francia, Inglaterra sería la
inspiradora.
En el interior de Francia la situación es caótica, había problemas de
abastecimiento y el mantenimiento de la guerra contra media Europa exigía
sacrificios inmensos, entre ellos la leva masiva de hombres en edad de luchar.
En La Vendée, zona de mayoría católica y monárquica, la obligación de alistarse
a 300.000 hombres produjo un estallido antirrevolucionario que fue aplastado de
una manera sangrienta. En toda Francia crecieron las actividades de los
contrarrevolucionarios, para ello la Convención creó varias instituciones que se
encargaban de reprimir esos movimientos, normalmente de una manera
sangrienta: el Comité General de Seguridad y el Comité de Salvación Pública
dirigido por Danton y que incluso tenía poder sobre la Convención. El poder de
los girondinos se iba debilitando por el ataque continuo de los jacobinos (que
pedían medidas más radicales) y de las masas de París (sans-culottes) que
controlaban el ayuntamiento de la capital. El golpe de gracia llegó cuando sans-
culottes y jacobinos se sublevaron contra la Convención y detuvieron el 2 de junio
de 1793 a los principales líderes girondinos, acababa así la Convención
Girondina y los jacobinos subían al poder.

La Convención Jacobina o Montañesa (junio de 1793-julio de 1794)

Una vez los jacobinos en el poder procedieron a la aprobación de medidas


de carácter popular para contentar a las masas urbanas y rurales: supresión
definitiva de los pocos derechos feudales que no habían sido suprimidos y
establecimiento de un límite máximo para los precios de los productos de primera
necesidad.
Pero la labor más importante fue la aprobación de la Constitución de 1793,
que no llegó a entrar en vigor, se dijo que estaría vigente cuando acabara la guerra
y los jacobinos fueron desalojados del poder antes. La Constitución se inicia con
una Declaración de los derechos del hombre y del Ciudadano más amplia que la
de 1789. También se incluye la soberanía popular (el conjunto de todos los
ciudadanos o pueblo), que va más allá de la soberanía nacional (conjunto de
elegidos para votar por sus ingresos), de toda la revolución es en esta etapa
cuando se da lo más parecido a un régimen democrático.
A partir de septiembre de 1793 ante los retrocesos revolucionarios y la
pérdida de algún territorio se inaugura la etapa del Terror, conjunto de medidas

20
radicales para acabar con los contrarrevolucionarios y que suprimía también un
gran número de libertades personales. La guillotina funcionó a pleno rendimiento
y serían ejecutados todos los sospechosos de actuar contra la revolución, se
calcula que sólo de marzo de 1793 a agosto de 1794 se elevó a 16.564 la cifra de
ejecutados. Los arrestos eran arbitrarios, los detenidos llegaron casi al medio
millón. Del conjunto de ejecutados predominaron campesinos y trabajadores
urbanos, lo cual nos da a entender que también eran numerosos los enemigos de
la revolución en los sectores populares. También se aprobaron leyes para fijar los
precios de los artículos de primera necesidad así como los salarios.
Una curiosa medida de carácter radical, fue la descristianización de la
sociedad, se elaboró una religión cívica con el Ser Supremo a la cabeza,
recordemos que ya Voltaire había propuesto esto. Entre las medidas
descristianizadoras más curiosas estuvo la supresión del calendario gregoriano
por uno de carácter revolucionario con 12 meses de 30 días y 5 días al final, los
meses se denominaban según el tiempo meteorológico dominante o las
cosechas: vendimiario en octubre, brumario en noviembre (por las nieblas),
ventoso a finales del invierno, termidor (por el calor) en julio-agosto... todos estos
meses se dividían en décadas y al final de cada década había un día de fiesta,
había diez horas al día (que duraban 2 horas con 24 minutos de las antiguas). El
inicio del calendario revolucionario se fijó en el 1792, año I para los
revolucionarios. Estuvo vigente hasta que Napoleón lo abolió en 1806.
Dentro de los jacobinos había dos tendencias en lucha, los indulgentes,
que estaban dirigidos por Danton y eran partidarios de acabar con el Terror y con
las persecuciones religiosas; y los herbetistas que, dirigidos por Herbert, eran
partidarios de tomar medidas todavía más radicales.
Pero en la práctica Robespierre era el que gobernaba y mantenía una
férrea dictadura, él fue el que llevó a la guillotina a importantes líderes de su
partido para eliminar la oposición interna a su gobierno; cuando a partir del 10 de
junio de 1794 se aprobaron leyes más radicales contra los sospechosos y
contrarrevolucionarios, cavó su propia tumba, los diputados moderados dieron
un golpe el 9 termidor (27 de julio) y le llevaron a la guillotina a él, a Saint-Just y
a veinte jacobinos más; los jacobinos eran perseguidos por sus excesos y su club
clausurado, desaparecerían de la escena política.

La Convención Termodoriana.
Con el ascenso de la burguesía moderada al poder acababa la
experiencia popular y democrática de la revolución, ahora los burgueses
moderados, propietarios en su mayoría, decidieron frenar la revolución y
consolidar sus triunfos. Para ello persiguieron a los partidarios del Terror y de
medidas populares, es lo que se conoce como terror blanco (entre mayo y junio
de 1795).
Desde el punto de vista económico procedieron a la eliminación del
máximo en los precios, este hecho y una inflación galopante hizo que desde la
izquierda las masas de París se sublevaran, era la última sublevación de los
sans-culottes, serían borrados del escenario revolucionario. Desde la derecha
tuvo que hacer frente a los intentos de los monárquicos por restaurar la
monarquía.
En el terreno exterior la guerra le fue bien a Francia y España y Prusia
firmaron la paz, la guerra continuaba sólo con Inglaterra y Austria.

21
En lo legislativo aprobaron la Constitución del año III (1795), era una
constitución claramente burguesa y, por tanto, conservadora, alejada de los
planteamientos de la de 1793. El poder ejecutivo descansaría en un Directorio
de cinco miembros que sustituía a la Convención. El 23 de septiembre se
inauguraba una nueva etapa (el Directorio) y se clausuraba otra (la Convención),
la revolución se había frenado y la alta burguesía había consolidado su poder.

EL DIRECTORIO: 1795-1799 (LA 4ª ETAPA DE LA REV)

La nueva constitución de 1795 organizaba toda la vida política francesa,


el poder estaría en manos de cinco directores (de ahí el nombre de Directorio)
elegidos por las dos cámaras (el Consejo de los Quinientos y el Consejo de
Ancianos). El sufragio era casi universal pero sólo podían votar a los electores,
es decir, a gente con ingresos que eran los que votaban a los miembros de las
dos cámaras, como podemos deducir el alta y media burguesía se aseguraban
así el triunfo y el poder seguir gobernando. Sin embargo la base social sobre la
que se asienta esta nueva forma de gobierno es muy estrecha, le falta apoyos
populares, así va a tener que hacer frente a dos grandes enemigos. Por la
derecha a los realistas que van a tener cada vez más poder, pretenden la
restauración de los Borbones en la persona de Luis XVIII (Luis XVII hijo del
guillotinado Luis XVI ha muerto en la cárcel), sin embargo sus ideas de restaurar
los privilegios y el Antiguo Régimen hacen dudar a muchos, el sentimiento
general es el de acabar con la Revolución. Por la izquierda las masas se sublevan
ante las nuevas crisis económicas y la subida de los precios; es de destacar
como curiosa la sublevación de los iguales, conspiración popular dirigida a
conquistar el poder, su líder fue Babeuf, pretendían la abolición de la propiedad
privada y la instauración de una sociedad de hombres iguales, no era el
momento, fueron reprimidos y Babeuf, al que se considera un precedente del
comunismo, guillotinado.
En 1797 tuvieron lugar las primeras elecciones auténticamente libres de
la historia de Francia, los resultados fueron totalmente adversos para los
gobernantes, en la mayoría del país ganaron los diputados monárquicos, el
Gobierno reaccionó echando mano de los militares, Napoleón Bonaparte, un
joven general que se había destacado por sus dotes y sus servicios a la
revolución, dio un golpe de Estado y se anularon las elecciones. A partir de
entonces el Directorio dependía del ejército.
En el panorama internacional la situación era favorable a Francia en
1797, se había incorporado Bélgica y movimientos populares de simpatía hacia
la revolución se habían extendido por Suiza, orilla izquierda del Rin en Alemania
y en varias zonas de Italia donde en el norte se fundó la República Cisalpina y
en el sur (Nápoles) la República Partenopea; todos estos territorios acabaron
gobernados por franceses o aliados de los franceses. Por el tratado de Campo
Formio, Austria, derrotada por Napoleón, reconocía la ocupación francesa de
Bélgica, anterior territorio austríaco, de la orilla izquierda del Rin y de la República
Cisalpina en el norte de Italia. Año y medio después del tratado de Campo Formio
y ante el ascenso fulgurante de la estrella de Napoleón y del expansionismo
francés, se formó la Segunda Coalición de países europeos contra Francia
dirigidos por Inglaterra, en esa coalición también estaban Austria y Rusia. En su
guerra contra Inglaterra, Napoleón, decidió atacar a ésta en su punto débil,

22
Egipto, base de las rutas hacia la India, así se produjeron una serie de victorias
y derrotas para el ejército francés.
La dependencia del Directorio del ejército y de Napoleón en concreto
(que tenía entonces unos treinta años) era evidente. El siguiente paso del joven
general fue hacerse con el poder a través de una conspiración: el golpe de
Estado de Brumario (9 de noviembre de 1799), el Directorio fue disuelto y se
proclamó un gobierno llamado Consulado dirigido por tres cónsules: Ducos,
Sieyés y Napoleón, de los cuáles Napoleón era el primer cónsul. El Directorio
había acabado y Napoleón se abría paso hacia la consolidación de su poder
personal, más tarde se proclamó cónsul vitalicio (1802) y emperador en 1804.

23
4. FRANCIA, DE 1799 A 1848

LA FRANCIA NAPOLEÓNICA

La Revolución Francesa desemboca en el régimen de Napoleón.


Este general va a ser el encargado de acabar con ella al consolidar sus
logros y, en cierto sentido, volver al pasado a través de un compromiso
con la nobleza y el clero. Supone, en gran medida la conciliación entre la
revolución y el Antiguo Régimen.
Si antes hemos dicho que Napoleón acaba o frena la revolución, va
a ser, por el contrario, él el que extienda por toda Europa sus logros
durante el Consulado y el Imperio. Va a extender las ideas de igualdad,
fraternidad... pero también la idea de nación y nacionalismo (ideas muy
burguesas) que a la larga prenderán por toda Europa y alentarán a todos
los pueblos contra la ocupación francesa.
Cuando caiga Napoleón, Europa decidirá volver al Antiguo
Régimen, como si no hubiera pasado nada, es tarde, y las ideas de la
revolución han prendido en todo el continente, la restauración del poder
absoluto del rey es sólo un intermedio. En dos nuevas revoluciones (en
1830 y en 1848) se asentará de manera definitiva el régimen liberal y
burgués.

El Consulado (1799-1804)

Ya veíamos en el tema anterior el protagonismo militar que tuvo el joven


Napoleón durante el Directorio y cómo a través de un golpe de Estado se hace
con el poder e instaura el Consulado, gobierno formado por tres cónsules, uno de
ellos Napoleón.
Tras las luchas contra los países integrantes de la Segunda Coalición se
abre, a partir de 1801, una etapa de paz y tranquilidad en Francia. Napoleón al
firmar la paz con Austria por el tratado de Luneville, consigue ver reconocidas sus
conquistas y confirmados los gobiernos profranceses en las distintas repúblicas
aliadas: República Helvética (Suiza), República Bátava (Holanda), República
Cisalpina en el norte de Italia y República Ligur en Génova. Este periodo se
completa con la paz de Amiens firmada con Gran Bretaña en 1802.
Con el papa Pío VII firmó el concordato de 1801 por el cual el papa
reconocía la expropiación de los bienes de la Iglesia y a Napoleón como
gobernante. A cambio el primer cónsul reconocía que la religión católica era la
mayoritaria de los franceses y se comprometía a mantener económicamente al
clero; desde el punto de vista político, Napoleón reconocía y respetaba a los
Estados Pontificios como territorios del papa. Con este acuerdo se frenaba la
revolución en materia religiosa y suponía, además, hacer las paces con uno de los
principales enemigos de la Revolución.
En 1802 Napoleón es muy popular, se ha ganado la fama de pacificador,
y consigue ser nombrado cónsul vitalicio con la posibilidad de designar a su
sucesor, era un paso más en el camino hacia un poder total y absoluto.
En el orden interno la Constitución del año VIII (1800) rige la vida política
durante el Consulado, una constitución breve y muy ambigua en muchas partes.
A diferencia de las constituciones anteriores no empieza con una declaración de

24
los derechos del hombre, y tampoco refleja la división de poderes, es el primer
cónsul quien controla los tres poderes; se mantiene el sufragio universal pero
indirecto, lo que le hará perder validez. Como vemos la revolución se ha frenado
en seco y Napoleón acapara poderes extraordinarios, parecidos a los que había
tenido Luis XVI.
Es importante en esta etapa la redacción del Código Civil, que tendría
mucha influencia en todos los países europeos. En ese código de leyes
compaginaba las ideas del derecho romano con las ideas moderadas de la
revolución: libertad, igualdad, abolición del feudalismo... Importante es constatar
que el sujeto de derecho no es el pueblo, el colectivo, sino la persona, el individuo,
lo que le da una gran modernidad. Como defectos del código podemos ver que
sometía a la mujer al hombre, no reconocía la igualdad entre los cónyuges, era
demasiado pronto.

El Imperio (1804-1815)

Napoleón consigue acaparar todo el poder y en el año 1804, tras la


celebración de un plebiscito popular –referéndum diríamos hoy- se corona
emperador ante el papa Pío VII. Es el nuevo monarca, pero no por ello renuncia a
los logros de la revolución. Estará en el poder hasta que es derrotado
definitivamente en 1815 tras haber dominado casi toda Europa. Veamos las
etapas de este periodo.

De 1804 a 1806: la formación del Imperio

Política interior: la organización del Imperio:

Tras su coronación redacta una nueva constitución, la constitución de


1804 (del año XII) en la que concentra todos los poderes en su persona y llega a
tener, según Godechot, un poder más absoluto que el de Luis XVI. En esta época
entra en vigor el Código Civil del que ya hemos hablado, así como el Catecismo
Imperial de 1806, mediante él se sirve de la Iglesia para sus intenciones políticas,
el cuarto mandamiento dice que el católico debe fidelidad a su gobernante por ser
imagen de Dios en la tierra, no está mal para un no creyente como Napoleón.
Podemos decir que todas las instituciones de Francia se ponen al servicio de
Napoleón.

Política exterior: la expansión:

En el exterior la paz dura poco tiempo, se rompen las paces que se han
firmado en los años anteriores y que tanto prestigio han dado a Napoleón,
Inglaterra forma la Tercera Coalición contra Francia y en ella entran también Rusia,
Austria y Nápoles. En los primeros momentos de la guerra la flota francesa y la
española, aliada de Napoleón, es hundida en Trafalgar, sin flota Napoleón no
puede atacar directamente a Inglaterra y decide dirigirse contra los otros enemigos
continentales. Para ello organiza un gran ejército denominado Grande Armée y
avanza de manera espectacular hacia el este de Europa; tras batallas como Ulm
y Austerlitz derrota a los austríacos y llega a ocupar Viena, Austria es sometida y
Napoleón ha ampliado considerablemente los dominios de Francia. En 1806 las

25
posesiones de Napoleón en Europa van desde el río Elba (en el centro de
Alemania) hasta el mar Adriático. Napoleón es “protector” de la Confederación del
Rin (una agrupación de pequeños estados alemanes, “mediador” de la República
Helvética, rey de Italia y distribuye entre sus hermanos los tronos de Europa: a
Luis le nombra rey de Holanda, a José de Nápoles (más tarde de España)... es el
verdadero árbitro de Europa.

De 1806 a 1809: los dos Imperios.


Los éxitos de Napoleón hacen que se forme en 1806 la Cuarta Coalición
contra Francia, en ella se integran Prusia, Rusia e Inglaterra. Napoleón se dirige
hacia el Este y derrota a los prusianos en Jena y poco después a los rusos en
Friedland; a pesar de la derrota de estos últimos llega a un acuerdo con el zar en
Tilsit para el reparto de Europa entre los dos imperios, francés y ruso, el zar se
compromete a ser un fiel aliado de Napoleón frente a Inglaterra. Contra esta última
ha iniciado ya la guerra económica para asfixiarla, es lo que se conoce como
Bloqueo Continental, todos los puertos del continente se cerrarían al comercio
inglés, esto no es eficaz pues el contrabando inutiliza el bloqueo y, además,
Inglaterra sigue comerciando con sus colonias y con Estados Unidos.
Para cerrar toda Europa al comercio con Inglaterra, Napoleón decide
invadir Portugal con apoyo español, las tropas francesas entran en la Península y
conquistarán rápidamente España, Napoleón colocará a su hermano José como
rey de España, esto provoca el levantamiento de los españoles y las primeras
derrotas francesas (Bailén). Napoleón tiene que venir a España personalmente y
acabar la ocupación, pero la guerra de guerrillas imposibilita un domino completo
del territorio. Napoleón también ocupa los Estados Pontificios, esto conlleva su
excomunión y la oposición de un buen número de católicos en Francia.

De 1809 a 1814: el Gran Imperio.


Austria llega a un entendimiento con Inglaterra y se forma la Quinta
Coalición, nuevamente los austríacos son derrotados y al sellar la paz Napoleón
se casa con María Luisa, la hija del emperador austríaco, de ese matrimonio
nacerá el Aguilucho.
En 1811 el imperio francés es enorme. Veamos cuáles son esos dominios
y su status político. A) Territorios incorporados directamente a Francia:
Holanda, Bélgica, Piamonte, el centro de Italia, la costa croata, funcionan como
departamentos franceses... B) Territorios vasallos de Francia, conservan un
cierto grado de autonomía pero sus gobiernos son designados por Napoleón: gran
parte de Alemania (Confederación del Rin), Suiza y Polonia, son federados de
Francia; y c) Territorios gobernados por un familiar de Napoleón: España,
Nápoles, el reino de Italia y el reino de Westfalia en Alemania, aunque
teóricamente independientes dependen del emperador. Además habría que
señalar a los países aliados como Dinamarca-Noruega, Austria, Prusia y Rusia.
Todo este enorme imperio no tiene precedentes. Napoleón ha conquistado
militarmente todos estos territorios, pero transformarlos y acabar con el Antiguo
Régimen se presentó como algo casi imposible, además en tan corto espacio de
tiempo era difícil.
Pero a pesar de toda la fortaleza del Imperio comienzan a aparecer
algunos signos de crisis. En el exterior las ideas nacionalistas llevadas por los
franceses se rebelan contra ellos. En el interior de Francia la gente está cansada
del esfuerzo económico que supone el mantenimiento de un ejército tan

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numeroso, los católicos están resentidos por el tratamiento que Napoleón ha dado
al papa, y la burguesía ve que sus negocios se han reducido con el bloqueo a
Inglaterra.
Con este panorama y ante la creciente hostilidad de Rusia, Napoleón
decide su invasión, se inicia así la Campaña de Rusia en 1812, el gran error de
Napoleón. Los rusos no presentan batalla campal y los franceses encuentran a su
paso todo arrasado para que no puedan aprovisionarse, entran en Moscú y
contemplan una ciudad incendiada, mientras el ejército ruso sigue intacto.
Napoleón debe retirarse rápidamente al ver que el invierno se echa encima, en
invierno el suelo se congela en Rusia y las posibilidades de abastecerse
desaparecen, la retirada fue una tremenda catástrofe, el frío y el hostigamiento de
los cosacos se llevaron a más de 450.000 hombres. En el otro extremo del
continente la resistencia española sigue siendo encarnizada y las derrotas
francesas se suceden.
Inglaterra decide hacer un esfuerzo supremo y forma la Sexta Coalición,
Napoleón recluta un gran ejército pero será derrotado en Leipzig en el verano de
1813, el poder de Napoleón se viene abajo y los franceses llegan a luchar para
defender su propio suelo; el 11 de abril Napoleón abdica, y el 30 de mayo el nuevo
rey de Francia, Luis XVIII se encarga de firmar la paz. Napoleón ha caído se ha
repuesto a los Borbones y al Antiguo Régimen.

1815 y el imperio de los Cien Días


Napoleón conservará el título de emperador, pero su imperio se reduce a
la pequeña isla de Elba en la costa italiana donde los vencedores le han recluido.
De manera inesperada, entre marzo y junio de 1815, se fuga de la isla y regresa
a Francia donde se hace con el poder y consigue resucitar el Imperio, no tiene
ejército pero intenta ganarse el apoyo popular renunciando al autoritarismo y
creando un régimen más liberal y democrático, esto se plasmará en el Acta
Adicional a la Constitución de 1804. Los franceses, descontentos con la
restauración del Antiguo Régimen y con Luis XVIII van a apoyar a Napoleón.
En el campo de batalla sabe Napoleón que es donde se juega su futuro,
sabe que se tiene que mover rápidamente y luchar por separado contra sus
enemigos, no darles tiempo a reagruparse; pero Inglaterra forma la Séptima
Coalición y la agrupación de ingleses, holandeses y prusianos vence
definitivamente a Napoleón en Waterloo el 18 de junio de 1815. El Imperio había
concluido y en Francia se restauraba el absolutismo en la figura de Luis XVIII,
Napoleón será recluido en la isla de Santa Elena, perdida en el Atlántico y allí
acabó sus días.

La estrategia militar en Napoleón

La técnica militar de Napoleón supone una innovación con respecto a las


tácticas militares del siglo XVIII, esa es la clave para explicar cómo pudo forjar un
imperio tan inmenso. Veamos las características de su nueva forma de entender
la guerra.
En primer lugar para Napoleón es importante la concentración de fuerzas
en un punto, en vez de mantener frentes alargados que debilitaban al ejército. En
segundo lugar destaca la rapidez del ejército, decía que la guerra se ganaba con
los pies, no con la cabeza, por la noche el ejército se movía rápidamente y
sorprendía a los enemigos. Por último es decisiva la división del ejército en tres

27
tipos de soldados: los activos que llevan la iniciativa en el ataque, los pasivos que
se encargan de resistir, y la reserva que apoya a uno de los dos grupos anteriores.
Desde el punto de vista táctico utiliza dos tipos de maniobras muy
originales. La primera es la maniobra de líneas envolventes, el ejército pasivo se
coloca en un lugar fácil de defender y el activo durante la noche se coloca a la
espalda del enemigo y lo rodea (batalla de Ulm, 1805). La segunda es la maniobra
de líneas interiores, antes de Napoleón se decía que es preferible un ejército que
rodea (que envuelve) que uno rodeado, Napoleón demuestra lo contrario, al rodear
se alargan las tropas durante más puntos, al estar rodeado el ejército está
concentrado y desde allí es fácil la concentración de tropas en un punto y así dividir
con rapidez al enemigo en dos (batalla de Austerlitz, 1805).

LA RESTAURACIÓN EN EUROPA (1814-1830)

Tras la derrota de Napoleón en Waterloo las potencias vencedoras se


reunirán en Viena para imponer de nuevo el absolutismo y el Antiguo Régimen,
haciendo tabla rasa de la revolución y como si ésta no hubiera existido. En el
orden político en Viena se restaura el mapa de Europa anterior a la revolución y
los soberanos absolutistas ocupan de nuevo sus tronos. Éstos, para evitar que se
repitiera un proceso revolucionario similar formaron una alianza militar para
restaurar el absolutismo allá donde peligrase, era la Santa Alianza.
Pero la Historia demuestra que no se puede ir contracorriente, las ideas
de la revolución han prendido fuerte en Europa, y aunque los reyes absolutistas
impongan las monarquías de derecho divino, éstas tienen que hacer concesiones
y aceptar parte de las conquistas revolucionarias (igualdad ante la ley, eliminación
de privilegios fiscales...). La Restauración del orden antiguo es sólo un episodio y
la conquista del poder por la burguesía era inevitable. En lo económico y social
volver al Antiguo Régimen es, sencillamente, imposible; la burguesía, motor de la
sociedad no tolera la intromisión del Estado en economía más allá de lo razonable,
y la Rev. Industrial al extenderse por el continente acaba definitivamente con la
sociedad estamental.

La ideología de la Restauración.
La Restauración del Antiguo Régimen es justificada por una serie
de intelectuales que, basándose en ideas del pasado, dan cuerpo a una ideología
política de corte conservador. Evidentemente si la Revolución se basó en las ideas
de los ilustrados del XVIII que ponían a la razón por encima de todo, los
restauradores de la monarquía tradicional abominaban del racionalismo y
recuperan las ideas tradicionales que justificaban el poder del rey como otorgado
por Dios, es decir, con la idea de monarquía de derecho divino.
Si los pilares del Antiguo Régimen habían sido la monarquía absoluta y el
apoyo ideológico de la Iglesia, había que volver a eso. A la Iglesia se le entregan,
en la medida de lo posible, las tierras que le habían sido arrebatadas por los
revolucionarios y gran parte de sus atribuciones. En el campo de la política
algunos ideólogos como Von Haller llegan a decir que el rey es el soberano y
dueño de la nación y que, por tanto, puede hacer lo que le plazca con ella, el rey,
evidentemente, no tiene que rendir cuentas a nadie. Lejos quedaba la soberanía

28
nacional de la revolución y la monarquía parlamentaria, consideradas ambas por
los restauradores como formas políticas heréticas.
Para algunos historiadores con la ideología restaurada lo que se pretendía
era apuntalar con viejos materiales el viejo edificio del Antiguo Régimen y eso no
podía durar mucho.

El sistema político de la Restauración: el Congreso de Viena y la Santa


Alianza.

Con estas ideas que acabamos de citar se reunieron los vencedores de


Napoleón en Viena para reorganizar el mapa de Europa, restaurar el absolutismo
y asegurarse de que si surgía una nueva revolución sería aplastada por la fuerza
de la Santa Alianza.

El Congreso de Viena y el nuevo mapa de Europa.


Las dos ideas básicas que van a tener en cuenta los vencedores de
Napoleón en su reunión en Viena van a ser la restauración en su trono de los
legítimos gobernantes, destituidos por la revolución o por Napoleón; y la idea de
equilibrio entre las potencias europeas, idea esta última muy querida por
Inglaterra. Una corriente política emergente en Europa y nacida de la revolución
es el nacionalismo, no se tendrá en cuenta y así no se atenderán las
aspiraciones nacionales de los pueblos, esto a la larga acabará con la
Restauración.
Junto a estas ideas también hay que tener en cuenta que cada una de las
potencias integrantes del Congreso tiene ambiciones expansionistas, y algunas
chocarán entre sí. Veamos cómo es el nuevo mapa de Europa.
Rusia es la gran vencedora de Napoleón, se anexiona casi toda Polonia,
Finlandia y las riberas del Mar Negro (Besarabia).
Prusia recibe territorios importantes y siguiendo la idea de equilibrio se
convertirá en el contrapeso de Francia en el Oeste al recibir Renania o zona
ribereña del Rin; y de Rusia en el Este. Otros territorios la convertirán en una
potencia fuerte y en el germen de la futura Alemania unida.
Austria recibe territorios en el norte de Italia (Lombardía, Venecia, Istria) y
la costa de Dalmacia (actual Croacia).
Inglaterra en el continente recibe Hannover en Alemania y algunas islas
(Malta, islas Jónicas...) que consolidan su poder marítimo.
Francia vuelve a las fronteras de 1792, está rodeada de una serie de
estados tapón: Saboya-Piamonte, Países Bajos y la Prusia del Rin (Renania).
Holanda, independiente desde 1648, recibe nuevos territorios como
Bélgica y Luxemburgo, pasa a llamarse Países Bajos pero esta unión es artificial
y saltará por los aires en 1830 con la independencia de Bélgica.
Dinamarca perderá Noruega que pasa a Suecia y a Dinamarca se le
entrega Holstein y Lauenburgo. Por último Cracovia se queda como una república
libre. El territorio germánico es un conglomerado de ciudades libres y estados,
entre estos destacan dos potencias con ambiciones sobre el resto: Austria y
Prusia.
En similares circunstancias de fragmentación se encuentra Italia, las
principales unidades políticas son: Austria en el norte que domina Lombardía y

29
Venecia; el reino de Cerdeña y Piamonte que se incorpora Génova y recupera
Niza y Saboya; los Estados Pontificios; Nápoles, en cuyo trono han sido repuestos
los Borbones.

El nuevo orden internacional: la Santa Alianza.


Aunque muy relacionado con el Congreso de Viena no hay que confundirlo
con él. La Santa Alianza fue una creación personal del místico y religioso zar
Alejandro I, preveía una unión de monarcas cristianos para salvaguardar el
absolutismo y las fronteras internacionales salidas del Congreso, el planteamiento
vago del zar tomará cuerpo con las ideas del canciller austríaco Metternich, según
esta alianza es legal la intervención militar en cualquier estado donde peligre el
absolutismo. Las actuales investigaciones sobre lo que fue realmente la Santa
Alianza tienden a rebajar su papel y subrayan que son una serie de normas y
tratados pero no totalmente definidos ni cerrados, frente a una visión más antigua
que veía en la Santa Alianza una unión fuerte y muy estructurada.
Inglaterra prefiere mantenerse fuera de esta asociación, lógicamente no es
una monarquía absolutista, pero impulsa la creación de la Cuádruple Alianza, una
unión militar entre Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra para vigilar a Francia; la
habilidad de Tayllerand, ministro de asuntos exteriores de Luis XVIII hará que
Francia sea admitida y se transforme, por tanto en Quíntuple Alianza.
Para seguir los contactos entre los países y vigilar la situación política
europea, los países europeos absolutistas se reunieron en varios congresos
posteriores, por eso algunos a esta etapa la denominan la Europa de los
Congresos.
En la práctica tanto la Santa Alianza como la Quíntuple Alianza son el brazo
armado del Antiguo Régimen y, como lo ha denominado algún historiador, sirven
de apagafuegos revolucionarios. Intervendrá, por ejemplo, en España en 1823
para devolver el trono absoluto a Fernando VII tras la revolución de 1820.
La Santa Alianza va a perder empuje a partir de 1823 cuando Fernando VII
pida su intervención también en América para sofocar la rebelión de las colonias
españolas, Estados Unidos se opone (doctrina Monroe) y dice que se opondría
por la fuerza a cualquier intervención europea en América; Inglaterra considera
positiva y buena para sus intereses la independencia de las colonias españolas...
así poco a poco se va difuminando el espíritu de la Santa Alianza, el golpe de
gracia definitivo se lo darán las revoluciones de 1820 y 1830.

La evolución del absolutismo en Europa.

Prácticamente casi en toda Europa se ha restaurado el Antiguo Régimen,


pero sólo momentáneamente en algunos países.
En Francia Luis XVIII es nombrado rey, para acallar a una cierta oposición
interna concede en 1814 una Carta Otorgada, es una especie de Constitución que
no nace del pueblo sino que el rey la otorga porque quiere, lógicamente el poder
real es fuerte y el Parlamento no tendrá casi peso. Antes de su muerte en 1824 en
el país se vive un clima casi de guerra civil entre los ultrarrealistas (partidarios del
poder absoluto del rey) dirigidos por el futuro Carlos X, y los independientes,
partido donde se integran republicanos, bonapartistas... Al subir al poder Carlos X
pone en marcha un régimen ultraconservador que se apoya en un gobierno
autoritario (censura, disolución de las Cámaras...); esto provoca una insurrección

30
general en 1830 que acaba con su poder y con el Antiguo Régimen en Francia de
una manera definitiva.
Rusia es gobernada de una manera brutal y cruel por Alejandro I, tras su
muerte en 1825 le sucede su hermano Nicolás I. En esta situación de cambio
aparecen muchos movimientos secretos que piden para Rusia un régimen
constitucional y motivan el levantamiento dekabrista o decembrista en diciembre
de 1825, serán duramente reprimidos. Nicolás I se muestra más cruel y represor
todavía, se apoya en un fuerte cuerpo de policía. Luchará contra el nacionalismo
polaco y ucraniano realizando una política de rusificación. El absolutismo se
mantendrá en el país hasta principios del siglo XX.
En el Imperio austro-húngaro el emperador Francisco I deja el gobierno
en manos de Metternich que no duda en recurrir a la fuerza y a un fuerte
centralismo para aplastar el nacionalismo de la gran cantidad de minorías que hay
en su artificial estado y que aspiran a un régimen liberal y a la independencia,
estos movimientos aflorarán más adelante y será necesario conceder una cierta
autonomía a los territorios.
Prusia está gobernada por Federico Guillermo III y se encuentra dividida
en dos zonas, Prusia propiamente dicha al Este y la Renania prusiana en la zona
del Rin. El rey aprueba al principio una carta otorgada en 1814 pero luego se
arrepentirá y gobernará de una manera más autoritaria. El objetivo de Prusia es
lograr bajo su mano la unificación de Alemania.

La Europa postnapoleónica vuelve a estar dominada por el Antiguo


Régimen. En la superficie parece como si la revolución estuviera superada, pero
la realidad es otra, la oposición al Antiguo Régimen es creciente en todos los
aspectos que no tardarán en aflorar.

La oposición al Antiguo Régimen

Frente al Antiguo Régimen van a aparecer una serie de ideologías que


cuestionan sus principios, son doctrinas que rechazan la visión que los
restauradores del viejo orden tienen de las cosas: romanticismo, liberalismo y
nacionalismo. Estas ideologías se plasmarán en corrientes políticas como el
liberalismo y el nacionalismo.

Las nuevas corrientes de pensamiento.


Destacamos en primer lugar el Romanticismo. Es un movimiento cultural
que aparece en Alemania y que desde finales del XVIII cuestiona el racionalismo
de la Ilustración, estos pensadores exaltan los sentimientos frente a la razón.
Destacó el movimiento alemán Stürn und Drang que significa Empuje y
Tempestad. Del terreno filosófico y literario pasaron al político y a la cabeza de su
ideario colocaron como bien supremo a la libertad, imprescindible para el
desarrollo tanto del individuo como del colectivo (pueblo), ideas que no casan con
el autoritarismo absolutista de la Restauración.
Otro movimiento ya lo conocemos, es el liberalismo político, es decir, el
que se basa en las ideas de la Ilustración y que aupó a la burguesía francesa al
poder, aunque haya caído Napoleón no se han olvidado ideas como división de
poderes, constitución, monarquía parlamentaria... y en toda Europa surgen
movimientos para luchar contra el absolutismo.

31
El nacionalismo es la otra corriente importante, se basa en la exaltación
de la lengua, la religión o la etnia de un pueblo para reclamar la libertad o
independencia del colectivo perteneciente a ese pueblo, el Antiguo Régimen es
internacionalista, no exalta ni subraya las peculiaridades nacionales, pero el mapa
de Europa es un conglomerado de nacionalidades sometidas a otros países o
repartidas entre varios que aspirarán a lograr su unidad o independencia, esto,
unido a las ideologías anteriores, desembocará en los movimientos
revolucionarios que acabarán definitivamente con el absolutismo y el Antiguo
Régimen en muchos países de Europa. Las tres ideologías tienen conexiones
importantes entre sí, y muchos puntos comunes, pero no son lo mismo.
Junto a estas ideas son importantes también las de los movimientos
obreros que se están consolidando, evidentemente rechazan la división
estamental y discriminatoria de la sociedad del Antiguo Régimen, pero de la misma
manera rechazan también las alternativas anteriores propuestas por la burguesía.

La oposición liberal y nacionalista: las revoluciones de 1820.


Las ideologías anteriormente citadas van a cuajar a principios de los años
veinte y en Europa va a estallar una nueva oleada revolucionaria que lleva como
bandera las ideas de la Revolución Francesa de 1789 (liberalismo político
burgués) y las ideas nacionalistas; todas estas revoluciones cuestionan el viejo
orden y minan la estabilidad del Antiguo Régimen.

Revoluciones donde predomina el componente liberal.


En España se produjo en 1820 el pronunciamiento de Riego, lo que obliga
a Fernando VII a jurar la constitución de 1812 abriéndose así un paréntesis liberal
de tres años hasta que las tropas de la Santa Alianza reponen a Fernando VII
como rey absoluto.
En Portugal, a imitación de lo que sucede en España, los militares
protagonizan un pronunciamiento en 1820 en Oporto y el rey no tiene más remedio
que establecer un régimen liberal. Fenómenos parecidos se producen en Nápoles,
Piamonte y otros.
La reacción de las potencias absolutistas es la de intervenir en estos casos
y retornar al absolutismo por la fuerza, así fueron abortados muchos de estos
intentos liberales: España, Italia...

Revoluciones donde predomina el componente nacionalista.


En la Europa Oriental de los grandes imperios (Imperio Ruso, Austro-
húngaro y Turco), el componente nacionalista tiene más peso. El Imperio de
Austria-Hungría es un mosaico de etnias, lenguas, religiones y culturas distintas,
y todas aspiran a lograr más autonomía o su independencia, así, por ejemplo,
Hungría pide más libertad al gobierno de Viena, pero dentro de Hungría, rumanos
y búlgaros piden lo mismo de Hungría; todas estas tensiones y las rivalidades entre
los grandes imperios serán una de las causas del estallido de la I Guerra Mundial.
De todos estos países de la Europa Oriental será sólo Grecia el que
consiga su independencia del Imperio Turco; tras duras derrotas (Navarino,
Missolonghi) los griegos, con el apoyo entusiasta de un gran número de europeos
occidentales, vencen de manera definitiva a los turcos en Adrianópolis (1829) y
Grecia consigue así su independencia definitiva en 1830.

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LA REVOLUCIÓN BURGUESA DE 1830

La Europa absolutista restaurada en el Congreso de Viena se muestra


como algo efímero o poco duradero, las transformaciones económicas y políticas
muestran al Antiguo Régimen como algo anacrónico y desfasado. En el tema 9
estudiamos cuáles eran los principales opositores a la Restauración del Antiguo
Régimen y señalamos la importancia del liberalismo y el nacionalismo, que
cuajarían en la revolución de 1820. Diez años después el absolutismo soporta otro
envite de estas dos corrientes opositoras y bajo ellas acabará pereciendo en
Francia y Bélgica el viejo orden, en el resto de los países habrá que esperar al
año 1848 para que una oleada revolucionaria más profunda derribe regímenes y
deponga reyes.

La Revolución de 1830 en Francia.


Las causas

Causas económicas.
Se puede decir que la crisis económica fue el chispazo que hizo estallar
esta nueva oleada revolucionaria. La crisis se inicia en 1825 en Inglaterra y pasará
más tarde a la Europa continental. En general se reduce el comercio y la
producción industrial, en Francia esto se ve correspondido por una serie de
huelgas protagonizadas por los obreros que son los que, en última instancia,
soportan la crisis.
Cuando la crisis económica se estaba superando estalló en 1828 otra crisis
más profunda ya que afecta no solo a la industria sino también a la producción
agraria que se manifiesta principalmente en una mala cosecha de cereales y
patatas. Las consecuencias son la carestía y el incremento del precio de los
productos de primera necesidad, así como una disminución del poder adquisitivo
y la acumulación de stocks de productos que no se pueden vender. Como solución
a la crisis se piden medidas contradictorias, los industriales piden proteccionismo
al gobierno frente a la competencia exterior, pero los comerciantes lo critican
porque eso limita el volumen de intercambios.
Las clases desfavorecidas son, lógicamente, las más afectadas, un gran
número de campesinos y obreros se ven en el paro y aumenta rápidamente el
número de mendigos y vagabundos, mientras que en las ciudades crece el número
de robos, sobre todo de harina. Las protestas sociales sólo pueden ser contenidas
por la fuerza.

Las causas políticas.


El régimen de Carlos X, antiguo líder del partido ultrarrealista (absolutista)
en tiempos de Luis XVIII, es más duro que el de su antecesor. La Carta Otorgada
de Luis XVIII, que en sí misma era un remedo de constitución y que contenía
escasas concesiones liberales, intenta ser recortada por Carlos X para restaurar
plenamente el absolutismo. El gobierno del rey se vuelve cada vez más autoritario
y restringe parte de las libertades civiles. El punto culminante será cuando en el
verano de 1830 se publiquen las ordenanzas de julio, por las cuales Carlos X
disuelve la Cámara (una especie de parlamento con muy poca representación
popular y con pocos poderes) y convoque nuevas elecciones mucho más

33
restrictivas, del nuevo censo de electores queda excluida la alta burguesía
comercial e industrial, el rey se apoya casi exclusivamente en la aristocracia; por
si fuera poco la libertad de expresión queda restringida y la prensa controlada por
el Gobierno.

El desarrollo de la Revolución.

El periódico Le National encabezó la protesta, en un manifiesto 44 periodistas se


negaban a aceptar el control de la prensa y la disolución de la Cámara.
El 27 de julio se inician las tres gloriosas jornadas de lucha, no demasiado
cruenta. En las barricadas se atrincheran estudiantes, obreros y algunos
diputados, el ejército se niega a disparar contra la población civil.
El Antiguo Régimen es derribado y el rey parte hacia el exilio. La alta burguesía,
temerosa de la orientación republicana de algunos de los protagonistas de la
revuelta, se adelanta a los acontecimientos proponiendo como rey a Luis Felipe,
duque Orleans, perteneciente a una rama secundaria de los Borbones aunque su
padre, Felipe Igualdad, participó en la ejecución de Luis XVI, esto le da un cierto
carisma popular.
Pero veamos los diferentes grupos sociales que han participado en la
revuelta. En primer lugar habría que hablar de los diputados liberales, son ellos
los que la han dirigido; Periodistas, tendrán un gran protagonismo ya que se erigen
en portavoces del pueblo y serán los que redacten las primeras proclamas;
estudiantes, es un grupo muy reducido, se destaca su acción en las barricadas;
obreros es una fuerza que todavía no está madura, están impregnados de ideas
democráticas y republicanas; y republicanos, que participan pero tienen poco
peso, no tienen excesivo eco. Todos serán manipulados por la alta burguesía, que
no es partidaria de radicalismos.
La monarquía de julio se convierte en el instrumento de la alta burguesía
frente al resto de las fuerzas sociales. Se restaura en Francia la monarquía
parlamentaria, Luis Felipe es rey por expreso deseo de la nación, y acepta
plenamente todas las ideas del liberalismo político. En esa línea se produce la
ampliación de la Carta Otorgada que desemboca en la Constitución de 1830, en
ella se reconoce la libertad de prensa y se amplía el número de ciudadanos con
derecho a voto. La alta burguesía controla el poder, ha colocado al rey en su
puesto y el sufragio más ampliado pero censitario le proporciona el control del
parlamento. Las ideas de obreros estudiantes y pequeña burguesía quedan al
margen, encontrarán su oportunidad con la revolución de 1848.

La Revolución de 1830 en Bélgica.

La situación antes de la Revolución.

Ya veíamos que tras el Congreso de Viena se reestructuraba el mapa


europeo, al norte de Francia se creaba un estado nuevo llamado Reino de los
Países Bajos que englobaba a Holanda, Bélgica y Luxemburgo. Era un estado
artificial y heterogéneo, belgas y holandeses tenían muy pocas cosas en común.
Desde el punto de vista religioso los holandeses son protestantes y los belgas
católicos; desde el punto de vista lingüístico en Holanda se habla el neerlandés y

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en Bélgica el neerlandés y el francés; en economía los holandeses son
comerciantes librecambistas y los belgas basan su economía en la industria y la
agricultura que necesitan protección frente a la competencia exterior; por si fuera
poco los belgas están marginados de los órganos de poder, aunque tienen los
mismos diputados en el Parlamento, el rey Guillermo I de Nassau prefiere a los
holandeses para los principales cargos públicos. Hasta la enseñanza constituía un
punto de fricción, los belgas, católicos, prefieren la enseñanza privada, así no les
imponen la lengua ni la religión holandesas en las escuelas; los holandeses son
partidarios de la enseñanza pública.
En este contexto es comprensible que los belgas se vincularan a posturas
liberales y nacionalistas para reclamar más autonomía o claramente la
independencia. Ante la creciente agitación nacionalista, Guillermo I respondió
limitando la libertad de prensa, eso provoca todavía más enfrentamientos. Por si
fuera poco la crisis económica de 1830 caldea todavía más el ambiente.

El desarrollo de la Revolución.

La chispa que desencadena el estallido revolucionario es una subversiva


representación teatral el 25 de agosto de 1830, el tema de la obra es la
sublevación de Masianello en 1647 en Nápoles contra el dominio español. Esto
degenera en un estallido revolucionario y en la instalación de barricadas. Se forma
un Gobierno Provisional y se proclama la independencia de Bélgica. Un mes más
tarde todos los holandeses son expulsados, ha triunfado una insurrección con dos
componentes esenciales: el liberalismo y el nacionalismo.
El resto de las potencias conservadoras y absolutistas (Austria, Prusia y
Rusia) apoyan a Holanda pero no pueden mandar tropas pues se encuentran con
problemas similares en sus respectivos estados (Polonia se subleva contra el
Imperio Ruso y el norte de Italia contra el dominio austríaco). Francia, que se juega
una zona de influencia en un país vecino, e Inglaterra, rival comercial de Holanda,
ven con buenos ojos la revolución y le brindan todo su apoyo.
Bélgica independiente se convertirá en una monarquía parlamentaria con
Leopoldo I de Sajonia como rey y su Constitución de 1831 se considera la
expresión más acabada de liberalismo: soberanía popular, dos cámaras elegidas,
libertad de cultos, clero pagado por el Estado pero separado del poder político,
sistema judicial independiente, declaración de derechos... tendrá una gran
influencia en otras constituciones de otros países. Holanda acabará reconociendo
al nuevo estado en 1839.

Los fracasos revolucionarios.

La oleada revolucionaria se extendió a otras naciones europeas como


Polonia, Italia y Alemania, todas ellas contemplan los dos ingredientes básicos:
liberalismo y nacionalismo; pero tras unos inicios prometedores los revolucionarios
fueron barridos por los gobiernos absolutistas.

Polonia

Tras el Congreso de Viena el territorio polaco se reparte entre Austria,


Prusia y Rusia (que tiene la parte más extensa) y Cracovia que es una república

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libre; debido a esta fragmentación es difícil un estallido conjunto en todo el
territorio. En la zona rusa Alejandro I, el gran reaccionario del Congreso de Viena,
nombra como virrey a su hermano Constantino que controla al ejército polaco y a
todas las instituciones del país.
La oposición a los rusos está dividida, el Partido Blanco es partidario sólo
de una cierta autonomía y el Partido Rojo de la independencia. Los
acontecimientos en Francia animan a la sublevación, se proclama la
independencia, los polacos cuentan con el apoyo francés, los rusos,
desprevenidos se retiran. Pero la falta de apoyo real por parte de Francia y la
reorganización de los rusos acaban con la revuelta y se inicia un régimen mucho
más duro que tendrá como objetivo acabar con el nacionalismo polaco rusificando
a la población con medidas como prohibir la lengua polaca, cerrar la universidad
e imponer por la fuerza la religión ortodoxa rusa. Polonia no logrará su
independencia hasta después de la I Guerra Mundial.

Italia.

En Italia la revolución tendrá un fuerte carácter nacionalista y será


impulsado por una sociedad secreta, los carbonarios, todos sus esfuerzos se
dirigen contra el poder del papa Gregorio XVI y contra la presencia austríaca en
el norte de Italia. Al principio se consigue expulsar a los gobernantes de Parma y
Módena, aliados de Austria, pero Austria los repone por la fuerza, de la misma
forma la revolución es reprimida en los Estados Pontificios por el ejército austríaco,
Austria es una potencia católica y el papa pide su ayuda. Aunque la revolución ha
fracasado y el movimiento carbonario reprimido, permanecerá el sentimiento
nacionalista y un nacionalismo con figuras como Manzoni y Leopardi, cuyas ideas
serán el germen de la unificación italiana en 1870.

Alemania.

Alemania es un territorio fragmentado en muchos estados controlados por


Austria y Prusia que ante el estallido revolucionario posponen sus rencillas. El
movimiento empieza a finales de 1830 por el norte (Brunswick, Sajonia y
Hannover) y más tarde se extenderá por el sur (Baviera). Al igual que en Italia la
revuelta tiene un fuerte contenido nacionalista. Ante la escalada de los
acontecimientos Austria y Prusia se coordinan y son rápidamente sofocados todos
los focos revolucionarios. El nacionalismo alemán no desaparece, y la idea de
pertenecer todos a una misma nación que hay que unificar seguirá latente. Esta
unificación no se realizará bajo el liberalismo, sino a través del conservadurismo
prusiano en 1870.

LA REVOLUCIÓN BURGUESA DE 1848

En torno a 1848 se produce la última y definitiva oleada


revolucionaria. Definitiva desde el punto de vista del liberalismo, un
liberalismo evolucionado o democrático, que implanta en Francia de nuevo
la República (que, curiosamente, al igual que la I República Francesa
desembocará en un Imperio).
En otros países europeos la revolución fracasa pero el ejemplo de
Francia servirá de referencia. En la península italiana, territorios

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germánicos, Imperio Austríaco... el liberalismo estará unido a un fuerte
componente nacionalista que en los dos casos primeros aspira a la
unificación política (un ensayo general sobre lo que pasaría en 1870).
En el Imperio Austro-húngaro se producirá una lucha por la
liberación nacional de muchas de las nacionalidades sujetas al poder de
Viena, no se conseguirá demasiado pero las tensiones nacionalistas
pondrán en peligro un estado que debido a esas causas acabará
desapareciendo tras la I Guerra Mundial.

Las causas del estallido revolucionario.

Las causas económicas.

En el año 1847 se produce una crisis importante en la economía


europea, es una crisis agrícola e industrial como las anteriores, pero también, y
esto es la novedad, es una crisis financiera.

La crisis agrícola.
En el año 1845 se inicia una crisis agrícola de gran magnitud en Europa,
en los inicios encontramos que una plaga ha destrozado la producción de
patatas, base de la alimentación de muchos países atlánticos europeos como
Irlanda. En 1847 las sequías consecutivas contribuyen a producir cosechas de
cereales insuficientes en toda la Europa atlántica. La principal manifestación de
la crisis es el colapso de los intercambios comerciales entre el campo y la ciudad,
lo que genera una escalada importante de los precios de los productos.

La crisis industrial.
Es debida fundamentalmente a un aumento espectacular de la
producción industrial, se acumulan muchos stocks que no se pueden vender ante
el escaso poder adquisitivo del mercado rural debido a la crisis agrícola; como
consecuencia de esto los empresarios se ven obligados a cerrar las fábricas por
la pérdida de beneficios.

La crisis financiera.
Para algunos historiadores se produce también una importante crisis
financiera debido a la excesiva especulación y a las fuertes inversiones en el
ferrocarril, dejando a la industria y a la agricultura desprovistas de capital. Esto
producirá una crisis bursátil (de la bolsa) y la ruina de muchos ahorradores.

Las causas sociales.

Como en todas las crisis son las clases populares las que sufren con
más intensidad todos sus efectos. La subida espectacular de los precios de los
productos de primera necesidad coloca a gran parte de la población urbana al
borde de la subsistencia, en el campo la ausencia de excedentes hace que los
campesinos no se puedan beneficiar de este fenómeno. El cierre de fábricas con
el consiguiente aumento del paro y el desarrollo del mercado negro van a generar

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tensiones sociales de primer orden. Surgirá, en definitiva, un descontento
generalizado de la población, esto hará que se encontré receptiva a la
propaganda revolucionaria.
Según Labrousse si nos basáramos exclusivamente en los criterios
económicos la revolución debería haber estallado en 1847 y no en 1848,
podemos decir, en definitiva, que las causas sociales van a ser determinantes.

Causas ideológicas y políticas.

Desde el punto de vista político Europa pasa por una etapa de


inestabilidad importante. El continente se encuentra dividido en dos bloques: los
países liberales y los absolutistas. Pero dentro de los países liberales se van a
producir tensiones, el liberalismo doctrinario (sufragio censitario, soberanía
nacional, poder autoritario...) de la alta burguesía va a ser contestado por
sectores muy importantes de la sociedad de inspiración claramente republicana.
Las clases populares y la baja y media burguesía van a pedir una mayor apertura
política y defenderán unos planteamientos políticos que van más allá del
liberalismo doctrinario, es el liberalismo democrático donde se exige, entre
otras cosas, un mayor número de libertades, el sufragio universal, la soberanía
popular, la república como forma de gobierno... En Europa Central y Oriental a
este componente liberal-democrático hay que sumarle el componente
nacionalista que va a hacer temblar a los regímenes absolutistas, aunque los
resultados van a ser más modestos.
Hemos de señalar también la importancia de las ideas sociales, la
revolución industrial se ha consolidado en el Continente y el movimiento obrero
se ha ido desarrollando, aunque en general se encuentra próximo a las
reivindicaciones del liberalismo democrático, su evolución posterior y su
marginación tras el triunfo de la revolución les va a ir separando poco a poco.
Como hecho importante recordemos que es en 1848 cuando Marx y Engels
publican el Manifiesto Comunista, punto de partida de la ideología marxista.

El desarrollo de la revolución.

La revolución democrática en Francia.

La monarquía de Luis Felipe de Orleans había dado un giro importante


hacia el conservadurismo y el autoritarismo a partir de 1832. El gobierno del
conservador Guizot mantiene una política autoritaria frente a la oposición y a las
fuerzas de izquierdas. El desencadenante de la revolución fue la negativa del
gobierno de Guizot a autorizar un banquete político de sus oponentes el día 22
de febrero. El banquete se realizó, y la manifestación contra el Gobierno también.
Al día siguiente se repitió, la Guardia Nacional recibe órdenes de disparar contra
los manifestantes que se han atrincherado en barricadas, la Guardia Nacional se
niega. La situación se complica y el día 24 Luis Felipe abdica, el 25 se proclama
la II República Francesa.
Entre las principales fuerzas políticas que participan en los
acontecimientos debemos destacar a los Republicanos demócratas y a los
Republicanos sociales.

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Los Republicanos demócratas propugnan solo medidas políticas como el
sufragio universal, pero dejan de un lado las sociales. Sus partidarios se
encuentran en las provincias: entre el campesinado, la baja burguesía y las
clases medias en general. Cuentan con el periódico Le National como portavoz
de sus ideas.
Los Republicanos sociales buscan cambios mucho más profundos. Sus
partidarios se encuentran en el pueblo de París y dentro de ellos distinguimos
dos tendencias: los moderados, que admiten la propiedad privada y proponen la
nacionalización de la banca y la creación de cooperativas agrícolas e industriales;
y los radicales (llamados también socialistas) partidarios de la socialización total
y la abolición de la propiedad privada, se encuentran próximos a la ideología
obrera, consiguen aprobar la jornada laboral de 10 horas, la abolición de la
esclavitud en las colonias, creación de los Talleres Nacionales para dar trabajo
a los parados...
Para poder iniciar una nueva etapa política se forma un Gobierno
Provisional de demócratas y moderados para elaborar una nueva constitución y
hacer frente a la crítica situación del país, pero antes se convocan elecciones.
Las elecciones de abril de 1848 suponen la aplicación del sufragio
universal, el cuerpo electoral pasa de los 200.000 votantes anteriores (sufragio
censitario) a 9 millones (sufragio universal). Los resultados constituyen una gran
victoria para los republicanos demócratas (consiguen 600 de los 900 escaños),
una gran derrota para los republicanos sociales, y la consolidación de una
oposición de orleanistas (partidarios de Luis Felipe) y legitimistas (partidarios de
los Borbones), que contarán con 100 escaños.
Los republicanos sociales radicales (socialistas) al ser vencidos pretenden
un golpe de fuerza contra el Gobierno el 15 de mayo. El Gobierno declara ilegal
el socialismo y frena las reformas sociales: se suprime la construcción de
ferrocarriles así como los Talleres Nacionales, medidas ambas pensadas para
dar trabajo a los parados. Los socialistas plantearán una batalla final contra el
Gobierno entre el 23 y el 26 de junio, el levantamiento será reprimido por el
general Cavaignac que dejará tras de sí un rastro de miles de muertos, 4.000
deportados y 15.000 detenidos; los militares aparecen aliados de los demócratas
y la República da un giro hacia posiciones más conservadoras. El proletariado,
que hasta entonces había sido la fuerza de choque de la burguesía en la
revolución, se separa definitivamente de cualquier movimiento burgués, esa
separación será ya definitiva y va a radicalizar más las posturas.
La Constitución aprobada el 12 de noviembre recoge algunos de los
principios democráticos como el sufragio universal, libertad de prensa, abolición
de la esclavitud en las colonias, enseñanza primaria gratuita...; pero dará plenos
poderes al presidente del gobierno, lo cual le da un toque autoritario y
conservador.
Las elecciones para presidente de la II República arrojan un resultado
sorprendente, Luis Napoleón, sobrino de Napoleón Bonaparte, se hace con el
poder con un amplio margen. El poder fuerte que la constitución garantiza al
presidente de la República va a servir a este Luis Napoleón para dar un golpe de
Estado y convocar un plebiscito popular para proclamarse emperador, cosa que
hará el 2 de diciembre de 1852.
Como vemos el espíritu social que generó la revolución de 1848
desembocó en un régimen imperial para Francia, la Historia se repetía de nuevo.

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La revolución en Italia.

En Italia la revolución tiene, además del contenido liberal de exigir


gobiernos más democráticos, una vertiente claramente nacionalista. Toda la
Península se ve sacudida por movimientos revolucionarios. Los inicios se sitúan
en el sur, las insurrecciones de Nápoles y Palermo obligan al rey Fernando II a
conceder una Constitución, aquí el tono de las reivindicaciones es claramente
liberal. En los Estados Pontificios se exige al papa Pío IX un régimen más
democrático.
Pero el movimiento más fuerte se da en el norte y está cargado de
ingredientes nacionalistas, Milán se rebela contra la ocupación austríaca y recibe
el apoyo del ejército del Piamonte, los austríacos se retiran pero por poco tiempo,
una vez reorganizado el ejército austríaco derrota al piamontés que está muy mal
pertrechado y no recibe el apoyo francés esperado en la batalla de Custozza (25-
VII-48). Más tarde, en 1849 Carlos Alberto del Piamonte lo intenta de nuevo y
será otra vez derrotado, obligándosele a abdicar en su hijo Víctor Manuel II, el
futuro unificador de Italia. En el año 49 se radicalizan las posturas y el papa Pío
IX tuvo que huir de Roma donde momentáneamente se proclamó la República.
Como conclusión diremos que todos estos movimientos fracasan, que la
causa del nacionalismo italiano no está todavía madura y que el único régimen
liberal de Italia es el reino del Piamonte.

Revolución liberal y nacionalista en el Imperio Austríaco.

Austria es un conglomerado de nacionalidades muy diferentes que se


encuentran unidas por la figura del emperador que gobierna de una manera
absolutista y despótica. La revolución estará cargada de elementos liberales en
Viena, pero en los distintos territorios del Imperio a estos sentimientos liberales se
suma un fuerte contenido nacionalista.
Rápidamente los sucesos franceses e italianos contagian al Imperio
Austríaco. La insurrección popular se inicia en Viena y los insurrectos exigen al
emperador un régimen liberal y una constitución que salga de un proceso
constituyente, así como la destitución del canciller Metternich que reencarna el
antiguo orden y las ideas más conservadoras. De todas las peticiones el
emperador sólo concede la de suprimir los derechos feudales (muy importante en
un país campesino como Austria) y reconocer la igualdad entre todas las
nacionalidades que conforman este artificial imperio. Los revolucionarios
radicalizan sus posturas y el gobierno recurre a la fuerza, el príncipe Windisckgrätz
bombardea Viena y acaba la rebelión, a pesar de todo el emperador Fernando I
abdica en su sobrino Francisco José.
La eliminación de los derechos feudales en Hungría, país agrario
dominado por la nobleza terrateniente, enfrenta a los húngaros contra los
austríacos. Pero junto a esa rebeldía de los nobles están los distintos sectores
populares que reclaman más libertad y tienen en común con los anteriores un
amplio sentimiento nacionalista. Los liberales toman el poder en Hungría pero
actúan de manera autoritaria al incorporarse otras nacionalidades como Cracovia,
Transilvania... es decir, los propios derechos y libertades que ellos exigen a los
austríacos se lo niegan a los pueblos sometidos a Hungría. Esta sublevación
húngara será derrotada tras una fuerte resistencia en la que se llega a proclamar
la independencia, Windisckgrätz reprime la revuelta con el apoyo del ejército ruso.

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Los checos reclaman también una mayor libertad, se llega incluso a pedir
la independencia reivindicando el antiguo reino de Bohemia. La actuación
austríaca será como en Hungría, la represión militar, Praga fue ocupada
militarmente y con ello acabó la revuelta.

Al principio pareció que la causa revolucionaria llegó a triunfar en los


territorios del Imperio, pero la reacción militar de las fuerzas conservadoras y la
desunión de los revolucionarios impidió ese triunfo. El nacionalismo húngaro,
checo... se mantendría latente y a la larga sería la causa de la disolución de
Austria-Hungría tras la I Guerra Mundial.

La revolución en Alemania.

A imitación de Francia los movimientos revolucionarios se extienden por


Alemania, primero en la zona próxima al Rin, más rica y cercana a Francia, y más
tarde por Baviera y Prusia. En Prusia es importante pues es el estado más grande,
el emperador Guillermo IV no tiene más remedio que formar un gobierno más
liberal, esto será imitado en otros territorios.
En Alemania se unen los dos ingredientes fundamentales: liberalismo y
nacionalismo. Representantes de todos los estados se unen en Franckfort y se
proclama un parlamento alemán constituyente que representa a toda Alemania, la
idea básica es lograr la unidad del país; más tarde se elabora una Constitución. El
asunto clave era ver cómo se unía Alemania si en torno a Prusia (Pequeña
Alemania) y excluyendo a Austria, país de lengua y cultura alemana; o incluyendo
a Austria y dirigiendo ella la unidad (Gran Alemania). Se optó por lo primero y se
entregó la corona imperial al rey de Prusia Guillermo IV que la rechazó ya que no
era partidario de un régimen liberal, también rechazaron la Constitución Austria,
Hannover y Baviera). La utilización del ejército acabaría con todas las tentativas
revolucionarias y la disolución del Parlamento de Franckfort, la unidad alemana
parecía más lejana que nunca.

Las causas del fracaso revolucionario.

Brevemente veremos cuáles son. Entre ellas podemos señalar la mejora


económica tras el año 1848. Otra causa sería que la burguesía no se compromete
a fondo porque teme la revolución proletaria. Además, los reyes absolutistas se
apoyan entre sí y controlan el ejército que es el elemento clave para reprimir
cualquier movimiento subversivo. Hemos de observar también que los
revolucionarios no son solidarios entre ellos mismos ni con los movimientos
similares en otros países.

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