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LOS PRINCIPIOS DE LA MASONERÍA UNIVERSAL

La Masonería centra su esfera de interés en el ámbito de la sociedad


en la que se desenvuelve, alejada de utopías etéreas. Es sensible, por
tanto, a las inquietudes y necesidades del mundo que nos rodea. Es
ahí donde intenta sembrar sus ideales.

Tiene por misión preparar la Concordia Universal y debe por ello


mejorar tanto al ser humano como a la sociedad. La masonería se
define como una Institución esencialmente filosófica, filantrópica y
progresiva.
Filosófica porque ama la verdad, filantrópica porque ama a la
humanidad y progresiva porque no se confina al pasado.
La masonería concibe la marcha evolutiva de la humanidad con
arreglo a una filosofía de la historia, que está contenida en sus
símbolos y leyendas. La Institución tiene carácter de Academia para
enseñar dicha filosofía y forjar en ella las conciencias de los hombres.
Como toda asociación que aspira a realizar fines dentro de la
comunidad humana, no puede permanecer al margen de sus
problemáticas concretas. Por ello la Francmasonería agrupa en su
seno a personas de diferentes ideologías, para estudiar e impulsar lo
que hay en ellas de común en beneficio de la humanidad,
convirtiéndose así en Centro de Unión.

La filosofía francmasónica supone, como toda filosofía, una actitud


ante la vida, que obliga a observar una conducta en estrecha
correspondencia con ella.

La masonería considera que la elevación ética, la emancipación y el


progreso de los seres humanos y de los pueblos se consiguen a través
de su ilustración por la ciencia, el valor del trabajo y la práctica de la
virtud.
"No importa cual sea tu grado, mientras no practiques la humildad en
tus enseñanzas, la rectitud en tus actos y el amor en tu vida. Lo demás
son solo teorías"
“El Masón debo repetirlo, no puede satisfacerse con solamente
repetir que él es un “hombre libre y de buenas costumbres”. La
adquisición de la verdadera Libertad y de las verdaderas Buenas
costumbres es el resultado del Camino. Tal y como lo hemos visto, la
adquisición de las Virtudes responde a un proceso que empieza en la
Logia y termina en los actos más pequeños (y a veces grandes) y
muchas veces más invisibles para los demás, de nuestra vida
cotidiana. No se puede adquirir Virtudes sin una intención Recta, es
decir, una intención únicamente orientada a la Gloria del
G:.A:.D:.U:.. Y eso solo se puede lograr gracias a un trabajo de
purificación, es decir, de unificación y de orientación de nuestro
microcosmos, trabajo que podemos realizar tanto en las Logias
llamadas “especulativas” como en la Masonería llamada “Operativa”,
y que debemos terminar fuera del Templo. Es un Trabajo individual
que compete a cada Q:.H:. y del cual dependerá, no su mal llamada
“carrera masónica” sino su verdadero progreso Espiritual.”
“Ningún LOGRO espiritual será jamás el coronamiento de una vida
equivocada, fallida o fracasada. Y nadie, absolutamente nadie puede
ayudar en EL TRABAJO INTERIOR a quien, por sí mismo no es
capaz de DESPOJARSE DE SUS BAJOS METALES. En todos los
dominios, el LOGRO será siempre el fruto natural de la
CORRECTA APLICACIÓN del Conocimiento; aplicarlo es
“ponerlo en obra”, y es por lo tanto SOMETERSE a las Leyes
Naturales y Divinas. Quien cree que puede “saltárselas a la torera” no
tardara en cosechar el amargo fruto de sus propios errores. Una vez
más recordemos las sabias frases de los Maestros Taoístas que nos
advierten: “CUANDO EL HOMBRE INADECUADO USA LOS
MEDIOS CORRECTOS, LOS MEDIOS CORRECTOS
TRABAJAN AL REVÉS…” Fermín Vale Amesti.

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