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Durkheim. Los hechos sociales y la determinación social.

Lic. Jesús Eduardo Tirado Osuna


Maestría primer semestre
Curso: Teoría Social I
Dr. Roxana Loubet

El objetivo de Durkheim, o el propósito, fundamental de su extensa obra fue


establecer a la sociología como disciplina independiente, sin más relaciones que
sus propias reglas y delimitar tanto el campo de estudio como el objeto de la nueva
ciencia social. Su aportación al campo de la sociología fue el haber engendrado una
manera de concebir los fenómenos sociales que había de fundar dos tradiciones
científicas importantes dentro de la sociología: la tradición funcionalista y la tradición
estructuralista.
En las reglas del método sociológico, Durkheim, definió que el objeto de la
sociología es el hecho social, ahora bien ¿Qué es un hecho social? El hecho social,
según el autor, son formas de hacer, pensar y sentir que tienen como característica
el existir fuera de las conciencias individuales, además se encuentran provistos de
un poder imperativo y coercitivo mediante el cual se le imponen a los individuos;
dicha coacción aunque sea indirecta o leve, no deja de tener consecuencias en la
vida social. Las ideas, por ejemplo, no son elaboradas por nosotros, sino que se nos
presentan desde el exterior, y no pueden penetrar en las conciencias individuales si
no es por medio de la coacción.

Los hechos sociales se presentan de dos formas distintas, la primera como una
organización o institución bien definida y la segunda que se presenta sin que exista,
aparentemente, organización denominada corriente social. Asimismo, otra
característica que los distingue es la repetición de los hechos sociales, es decir,
crean mediante esta una especie consistencia que los aleja de los acontecimientos
individuales que las manifiestan. De esto se desprende una especie de organismo
o cuerpo, una forma sensible propia y constituyen con ello una realidad diferente de
los hechos individuales que le dan vida.

Ahora bien, volviendo al poder coercitivo de los hechos sociales, esta coerción se
puede visualizar cuando se transforma al exterior por cierta reacción directa de la
sociedad, como ocurre con instituciones legislativas, morales, creencias,
costumbres o modas.

Los hechos sociales se realizan por la actividad de los hombres. No son otra cosa,
según Durkheim, que la puesta en práctica de ideas, propias del individuo o no, que
se encuentran interiorizadas, y que se aplican a los diversos acontecimientos que
producen las relaciones sociales de los individuos. Instituciones como el matrimonio,
la familia o el Estado son ejemplos del desarrollo y la puesta en marcha de ideas
que tenemos sobre la sociedad.

Con relación a las reglas de la observación de los hechos sociales Durkheim


propone, como ya vimos observar los hechos sociales en estado de pureza, dejar
de lado las prenociones que pueden nublar el análisis del investigador, estudiarlo
desde fuera como exteriores a nosotros y considerar a los hechos sociales como
cosas. Sobre este último punto, los hechos sociales son cosas en el sentido que
son el único dato que el sociólogo puede rescatar. Durkheim considera o entiende
como cosa todo lo que nos es dado, lo que se ofrece, o lo que se impone a la
observación y al análisis. Darle el tratamiento de cosas a los hechos sociales es
tratarlos en calidad de dato que es el punto de partida, para Durkheim, de todo saber
científico. Lo que a la observación del sociólogo se da no es la idea que los hombres
hacen de determinado objeto, o la concepción que tengan de lo moral, por ejemplo;
sino el grupo de reglas que determinan las relaciones y la conducta humana en
sociedad.

Así vemos que los fenómenos sociales, o el hecho social, no puede confundirse con
los fenómenos orgánicos, sentenció el autor, puesto que ellos consisten en
representaciones y en acciones; ni con los fenómenos psíquicos, los cuales sólo
existen en la conciencia del individuo y por ella. Los hechos sociales, para
Durkheim, tienen que separarse de toda mezcla para observarlo en estado de
pureza, por ello advierte la necesidad de delimitar los terrenos del análisis
sociológico.

En síntesis, para Durkheim el camino a seguir en el análisis de lo social es el


siguiente: primeramente, se selecciona un objeto social de interés para el
investigador; segundo, se identifica el hecho social del mismo; tercero, se observa
directamente el hecho social como si fuera una cosa; cuarto, se eliminan las
prenociones conceptuales que se tengan del hecho social para después elaborar
conceptos derivados de la percepción sensorial; y finalmente, se consideran los
aspectos más generales del conjunto social para ponderar la conciencia colectiva
sobre la individual. Bajo estos procedimientos se busca ubicar al sujeto en esta
posición rigurosa, que le permite relacionarse de una manera adecuada al objeto
con las limitantes que este presenta.

El hecho social es definido por Durkheim como la conducta colectiva que coacciona
a los individuos a comportase y relacionarse de una manera determinada. El hecho
social en síntesis son las maneras de obrar, sentir y vivir exteriores al ser humano,
cuyo poder ejercen en la conducta del mismo una coacción sobre su conducta
guiándola. Los hechos sociales se presentan de tres maneras diferentes:
morfológicos, que dan forma a la sociedad; instituciones, que se encuentran
impuestos a la sociedad; y en corrientes de opinión, también denominado moda, o
como algo que no perdura en el tiempo.

Se considera a la obra “El suicidio” como la exposición empírica de la propuesta


teórico – metodológica de Durkheim, al en este explicar lo social sólo por lo social y
definir el objeto de estudio apartado de toda perspectiva disciplinaria no sociológica.

El autor acepta que las causas por las que los hombres se suicidan son diversas;
todos los acontecimientos de la vida de los hombres pueden influir en dicha
determinación. No obstante, ninguna causa es su causa específica, argumentó
Durkheim. No existe, sigue Durkhiem, un indicador general sobre las maneras en
las que se realizan los suicidios, debido a que los motivos individuales de cada
sujeto varían en los diversos casos.

El autor mira así que no hay una relación que una el suicidio y las condiciones
individuales para que se dé, buscando así en otro contexto una explicación en las
relaciones sociales. Las motivaciones que llevan a las personas a quitarse su propia
vida no pueden definirse en un sentido general por causas individuales, o sea, por
impulsos generados en y por los hombres; sino por y/o mediante causas sociales.

Los aparentes motivos de los diferentes tipos de suicidios no explican las causas
que realmente las produce; por lo que estas causas deben investigarse en la
influencia que despliega la conciencia colectiva de una sociedad dada sobre los
hombres que habitan en ella.

Así vemos que no son las condiciones personales e individuales las que llevan a los
individuos a tomar la decisión de matarse, sino la marginación social que funciona
como fuerza coercitiva, que forma una conciencia colectiva de un grupo social dado.
Referencias:

Durkheim, E. (2007). La división del trabajo social. México: Colofón.

Durkheim, E. (2000). Las reglas del método sociológico. México. Colofón.

Durkheim, E. (1994). El suicidio. México: Ediciones Coyoacán.

Giddens, A. (2006) Capitalismo y la moderna teoría social. Barcelona: Idea


Books.

Giner, S (2001). Teoría sociológica clásica. Barcelona: Ariel.

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