El Espíritu Santo

Preparación de Sala:

Pila bautismal (agua) / Llama / Viento / Aceite

Alimentos, Plantas / Abrigo, comida cruda / Barco, Semillas, / ensalada, crema

cadena de Bici.

El pan se hace con los cuatro, solo hay que añadir la harina de Trigo, don de la tierra y del
trabajo del hombre. (metáfora: Cristo, también su cuerpo,la Iglesia)

Juego: colocar en orden

+ Hacer panecillos

Speach:

El Pan simboliza el Cuerpo (carne) de Cristo, y por ello también la Iglesia.

La harina es a la vez don de Dios, y trabajo del hombre, la doble naturaleza de Cristo.

Este Cuerpo llega a ser alimento gracias a la acción del Espíritu Santo en Él:

- El agua unifica.

- El aceite da suavidad y brillo y también alimenta, tiene nutreintes y da aroma.

- El viento oxigena, eleva la masa con levadura desde dentro.

- La llama hace crecer por el calor, da consistencia a la amalgama y fermenta la levadura.

La levadura es el reino: aparentemente un germen, pero impregna la masa y la multiplica.

Necesitamos de la predicación de la palabra y los sacramentos como la levadura.

Necesitamos del Espíritu Santo para hacer crecer el Reino de Dios y la imagen de Cristo en
nosotros. Para integrarnos en la Iglesia y ser alimento y aroma de Cristo para que todos puedan
alimentarse de Él.

Oración al espíritu santo:

Ven, Espíritu divino,

manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.