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MÓDULO I:
Desde antiguo ha existido una necesidad de solucionar los diversos conflictos que
se suscitan entre las partes, (personas) sean de tipo penal o civil. El hecho de vivir
en sociedad trae como consecuencia, que existan diversos problemas entre los
sujetos o personas que forman parte de esa sociedad, pero no todos los cuales
son de importancia para el Derecho. Los problemas que son de importancia para
el ordenamiento jurídico son los denominados conflictos Inter-subjetivos de
intereses, es decir aquellos que vulneran una norma jurídica (leyes).
Pero este conflicto puede ser civil o penal, atendiendo al objeto del conflicto, es
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decir a la materia, tema o cuestión de que trata el proceso . Como el conflicto se
trata de una infracción de una norma jurídica, esta norma puede ser civil,
comercial, laboral, penal, etc., dando origen a los respectivos procesos civiles o
penales.
Tenemos, por tanto, que el proceso civil, en los que se incluyen otras ramas del
derecho como el derecho comercial, laboral etc.., es todo aquel proceso que no es
penal.
Como se verá hay una relación directa entre los delitos y el derecho procesal
penal. Pero esta relación no alcanza para confundirlos. Los delitos están
reglamentados en un ordenamiento jurídico sustancial distinto al proceso penal
que se llama, Derecho Penal.
El derecho procesal penal no forma parte del derecho penal pero si se “desarrolla
y completa la función punitiva".
SISTEMAS
Articulo 7 los órganos del estado actúan válidamente previa investidura regular de
sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni
aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los
que expresamente se les hayan conferido en virtud de la constitución o las leyes.
Todo acto en contravención a este articulo es nulo y originara las
responsabilidades y sanciones que la ley señale”
El debido proceso legal penal apunta a que con arreglo al derecho natural y escrito
nadie puede ser juzgado sin ser oído.
Además todo sujeto procesal tiene derecho a estar bien asesorado por medio de
un letrado.
Se sabe que nuestra Constitución Política del Estado fue reformada el año 1989,
como consecuencia de las negociaciones de los partidos políticos y el régimen
militar de la época. Entre las diversas modificaciones que se efectuaron está la del
inciso segundo del artículo 5 que señala actualmente “El ejercicio de la soberanía
reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado respetar y promover tales
derechos, garantizados por esta Constitución, así como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentran vigentes”.
Esta modificación sin duda que introduce en nuestra legislación como parte
integrante de ella, las garantías procesales penales contempladas en los tratados
internacionales.
Los tratados internacionales que dicen relación con la materia que estudiamos son
los siguientes:
EN ALEMANIA Y ARGENTINA
Las diligencias que efectúa el Ministerio son por regla general secretas, e incluso
el acusado y su defensor (abogado) no tienen derecho de asistencia en las
investigaciones de la Fiscalía. Eso si la sentencia es siempre pública.
La policía es otro ente que puede denunciar tomando inmediatamente todas las
medidas urgentes encaminadas a investigar los hechos y la constatación de
pruebas por escrito, debiendo elevar el expediente al Ministerio Fiscal para que
continúe con la investigación.
La victima de un delito puede presentar una querella para aquellos delitos que sólo
pueden ser perseguidos mediante presentación de la Tratándose de delitos
públicos la víctima puede adherirse como querellante, es decir interponiendo una
querella. Además, puede utilizar la asistencia de un abogado, y en caso de falta de
medios, se le concede la asistencia legal gratuita.
interviene un juez en el evento que el Fiscal quiera llevar a cabo una serie de
investigaciones y que sólo puedan ser autorizadas por vía jurisdiccional (ejemplo:
puede decir con propiedad que el Ministerio Fiscal es dueño y señor del proceso
de instrucción. Su labor, eso si, queda bajo el amparo del principio de legalidad,
debiendo investigar los hechos en forma imparcial y con la ayuda de la policía.
En esta etapa, los derechos del acusado están fuertemente restringidos. No existe
ninguna norma por la cual deba comunicarse al inculpado que se ha iniciado un
proceso penal en su contra. La única obligación legal en este aspecto, es que se
exige la interrogación del inculpado antes del término de la investigación,
comunicándole en ese momento el delito que se le imputa.
En las medidas precautorias que tienen por objeto asegurar la persona del
imputado o delincuente, hay que distinguir entre la prisión provisional y otras
medidas alternativas precautorias. Respecto a la primera (prisión provisional) sólo
es posible contra una persona si existen fundadas sospechas de haber cometido
un delito y siempre y cuando se cumplan una de las siguientes condiciones:
Contra esta resolución judicial caben recursos o bien presentar una solicitud de
examen oral sobre el mantenimiento de la prisión. Respecto a las medidas
alternativas, proceden cuando la finalidad de la prisión preventiva no sea
necesaria. Los casos que hacen procedente estas medidas pueden referirse a (1)
Peligro de Fuga, en este caso las medidas pueden ser i) la orden de presentarse
regularmente ante determinada autoridad; ii) la orden de permanecer dentro de
una determinada zona; iii) la orden de abandonar su domicilio sólo bajo vigilancia
de una persona determinada; y iv) el otorgamiento de una fianza para asegurar su
permanencia en el lugar del juicio; también puede referirse a (2) Peligro de
Entorpecimiento, en este caso la medida puede ser la orden de no contactar con
otros inculpados, testigos o peritos.
Fase de acusación : Esta fase se producirá cuando el ministerio fiscal estime que
hay sospechas suficientes para formular una acusación contra el inculpado. En
este caso presentará un escrito acusatorio en el correspondiente juzgado.
Junto con esta acusación puede la víctima adherirse, tomando la calidad de sujeto
procesal para la fase del juicio oral. De estas acusaciones se les pondrá en
conocimiento a los imputados quienes pueden objetar la apertura del proceso o
bien solicitar nuevas diligencias de pruebas.
Por último vienen las conclusiones del fiscal, del abogado defensor, del
querellante y/o del inculpado, quien siempre tendrá la última palabra.
Esta resolución judicial debe ser escrita y se encabeza con los datos del
inculpado, explicación de los delitos imputados, nombre de los participantes del
proceso. Además se deben señalar todos los fundamentos de hecho y de derecho
que apoyan la decisión judicial, terminando con la parte decisoria o dispositiva que
condena o absuelve al acusado por un delito determinado.
Respecto a la acción civil para la restitución de la cosa obtenida por el delito podrá
ser ejercida sólo por el damnificado, aún cuando sea co-imputado en el mismo
proceso, o por sus herederos en los límites de su cuota hereditaria, o por los
representantes legales o mandatarios (explicar o eliminar quienes son
mandatarios), contra los imputados y, en su caso, contra el tercero civilmente
responsable.
Jueces
Competencia
El imputado
1.- Ser informado sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada,
de la naturaleza y causas de los cargos que se le imputan.
4.- Los derechos que le asisten con relación al responsable civil del hecho por el
que se lo imputa -si lo hubiere- y también respecto del asegurador, en caso de
existir contrato, como asimismo los derechos que le asisten respecto de requerir al
asegurador que asuma su defensa penal.
Actor civil
Para ejercer en el proceso penal la acción civil derivada del delito, esto es solicitar
una indemnización en dinero por los daños que afectaron a la víctima su titular
deberá constituirse en actor civil.
El actor civil deberá formular su demanda dentro de cinco (5) días de requerida la
elevación a juicio.
El actor civil podrá desistir del ejercicio de la acción civil en cualquier estado del
proceso, quedando obligado por las costas que su intervención hubiere causado.
El desistimiento del ejercicio en sede penal no obstará su deducción en sede
civil.
El civilmente demandado
Las personas que según la ley civil respondan por el imputado del daño que cause
el delito, podrán ser citadas para que intervengan en el proceso, a solicitud del
actor civil, quien en su escrito expresará el nombre y el domicilio del citado y los
motivos en que funda su pedido.
Medidas cautelares
La orden será escrita y fundada, contendrá los datos personales del imputado u
otros que sirvan para identificarlo y el hecho que se le atribuye, juez y fiscal que
intervienen y será notificada en el momento de ejecutarse o inmediatamente
después.
Prisión preventiva
La detención se convertirá en prisión preventiva cuando medien conjuntamente
los siguientes requisitos:
El auto que decrete la prisión preventiva será dictado a solicitud del Agente Fiscal
dentro del plazo de quince (15) días prorrogables por igual plazo, a contar del día
en que se hubiere efectivizado la detención y en él deberá:
Elevación a juicio
Asimismo deberá especificar si en virtud del hecho atribuido, éste deberá ser
juzgado por Tribunal o Juez Correccional.
Las conclusiones del requerimiento fiscal serán notificadas al defensor del
imputado quien podrá, en el término de quince (15) días, oponerse instando al
sobreseimiento o el cambio de calificación legal, u oponiendo las excepciones que
correspondan.
El auto de elevación a juicio será apelable por el defensor que dedujo la oposición.
El juicio oral
- Las partes podrán plantear excepciones que no lo hubiesen sido con anterioridad
o fueren sobrevivientes.
El debate será oral y público, bajo sanción de nulidad; pero el Tribunal podrá
resolver que total o parcialmente se realice a puertas cerradas, cuando la
publicidad pudiere afectar el normal desarrollo del juicio, afecte la moral, el
derecho a la intimidad de la víctima o testigo, o por razones de seguridad.
El Tribunal podrá disponer que la audiencia se lleve a cabo en otro lugar que aquél
en que tiene su sede, dentro de la Provincia, cuando lo considere conveniente y
beneficioso para un mejor desarrollo del debate o la pronta solución de la causa.
Recursos: Las resoluciones judiciales serán impugnables sólo por los medios y
en los casos expresamente establecidos en este Código.
1.- Reposición: Durante el juicio sólo se podrá deducir reposición, la que será
resuelta sin trámite en la etapa preliminar; en el debate, sin suspenderlo. Su
interposición se entenderá también como protesta de recurrir en casación. Los
demás recursos podrán ser deducidos solo junto con la impugnación de la
sentencia, siempre que se haya hecho expresa reserva inmediatamente después
del proveído.
MODULO II
INTRODUCCIÓN:
El segundo módulo del primer curso estará destinado a la revisión del sistema
inquisitivo chileno, plasmado en el Código de Procedimiento Penal, vigente desde
la primera década del Siglo XX. Conoceremos las distintas etapas del proceso
(sumario y plenario), los principios rectores del mismo, las resoluciones y recursos
procesales, para así poder realizar un contraste con el sistema acusatorio
actualmente vigente.
1. El Sumario.
2. El Plenario.
Siguiendo a don Osvaldo López podemos definir el sumario como aquella parte,
secreta, del juicio (procedimiento) penal que contiene las diligencias destinadas a
comprobar el delito y determinar a los culpables y asegurar la persona de éstos y
su responsabilidad pecuniaria. Si bien el sumario no tiene establecido un
procedimiento ordenado y reglamentado podemos señalar que es el juez quien
dicta las resoluciones pertinentes para dar necesariamente un orden a dicho
procedimiento.
La acusación
Con esta diligencia se da inicio al Plenario Criminal. Dijimos más arriba que si no
hay mérito para sobreseer y existe una persona sometida a proceso el juez
dictará la acusación pertinente.
Esta resolución judicial debe dictarse dentro de un plazo de 15 días contado desde
que se cerró el sumario.
Esta acusación se conoce con el nombre de “acusación fiscal”, pues era el fiscal
(ministerio público) quien dictaba la acusación. En atención a que hoy no actúan
en primera instancia los fiscales, salvo determinadas excepciones, dicha
acusación debe ser dictada por el juez que conoce del juicio criminal.
La etapa de plenario
Hemos señalado que nuestro Código de procedimiento penal toma como base el
sistema procesal inquisitivo, aunque recoge algunos principios del sistema
acusatorio, y por eso lo hemos denominado mixto. Sin perjuicio de lo señalado es
sin duda el principio inquisitivo el de mayor trascendencia en el Código en estudio.
Una de las críticas que se realizan a esta labor, realizada muchas veces con
esmero por el juez, consiste en que el tribunal ordena diligencias durante el
Sumario y luego se desdobla, salta al otro lado del mesón y acusa o sobresee. Es
decir la relación procesal básica se verifica entre el juez y el imputado, y la
principal característica del proceso inquisitivo consiste, precisamente, en que las
funciones de defender, acusar y sentenciar son cumplidas por una persona, el
juez.
Las querellas desde luego que tenían que ser escritas ya que así lo exigía el
artículo 94 del Código de Procedimiento Penal.
Aunque el artículo 89 del antiguo Código indica que la denuncia puede ser de
palabra o por escrito. Sin embargo, en el artículo siguiente se verifica la
protocolización ya que " la denuncia verbal se extenderá en un acta en presencia
del denunciante"
La práctica de la ratificación de las denuncias realizadas verbalmente resultaba
engorrosa y muchas veces una considerable pérdida de tiempo para los
denunciantes. Uno de los efectos de esta escrituración se reflejaba en largas
horas en los pasillos de los juzgados del Crimen a la espera de que los actuarios
se desocuparan de su recargado trabajo y pudieran tomarle la declaración escrita
al que se atrevió a denunciar un hecho supuestamente delictivo. Si el actuario
requería mas información citaba nuevamente al o los denunciantes para tomar la
nueva declaración y nuevamente se producían las largas esperas.
Defensa en los derechos de las partes: Uno de los clásicos principios en materias
de procedimiento penal es el principio de inocencia. Este se manifiesta de
múltiples formas y las más socorridas indican que: Cualquier persona es inocente
hasta que se pruebe su culpabilidad. La otra que constituye un corolario de la
primera indica que la carga de la prueba (onus probandi) recae sobre el que
atribuye un delito a otra persona.
En pocas palabras se invertía el principio y era considerado apto para ser recluido
(marcado como Culpable) mientras no demostrara su inocencia o por esas
cosas del proceso el juez decidiera sobreseerlo con la carga social que significa
para una persona haber permanecido en la cárcel
Los orígenes del Código procesal penal se remontan al año 1992 en el cual la
Corporación de Promoción Universitaria (CPU) realiza un seminario internacional
para analizar las iniciativas que a nivel regional se encontraban en proceso de
discusión o de implementación para sustituir los procesos predominantemente
escritos por juicios orales. A comienzos del año 1993 con el impulso de CPU y la
Fundación Paz Ciudadana se constituye un foro en que participan académicos y
abogados penalistas y procesalistas para discutir el proceso penal chileno y la
elaboración de proyectos para una reforma futura. De este foro se constituyó una
Comisión Técnica formada por Cristián Riego, María Inés Horvitz, Jorge Bofil y
Mauricio Duce quienes entregaron un proyecto de Código Procesal Penal.
Respecto a las fuentes del nuevo código, éste tuvo como fuente principal el
Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica, la Ordenanza Procesal Penal
Alemana de 1877, el Código Procesal Penal Italiano de 1988, el Código Procesal
Penal del Perú de 1991, el Código Procesal Penal de la Nación Argentina de 1992.
Se agregó que tal modernización fue definida como una política que tiende a
adecuar el conjunto de las instituciones que participan en la administración de
justicia a los procesos de desarrollo económico y político del país en las
dos últimas décadas.
El libro tercero de los recursos regulado desde el articulo 352 al 387 y dividido en
4 títulos:
Titulo I disposiciones generales art 352 a 361
Titulo II recurso de reposición art 362 a 363
Titulo III recurso de apelación art 364 a 371
Titulo IV recurso de nulidad art 372 a 387
Por ello resulta indispensable estudiar los principios y garantías que el sistema
reconoce y consagra.
La tarea no resulta fácil pues, por una parte, el análisis de las garantías que
informan el proceso penal ha estado lejos de formar parte regular de los cursos de
derecho procesal penal en nuestro país. Lo poco que se ha realizado dice más
bien con los denominados principios formativos del procedimiento, presentándolos
en pares como criterios orientadores de las formas que adquiere el procedimiento
en su nivel de concreción. Se habla así del principio de publicidad - secreto,
oralidad – escrituración, mediación- inmediación. En este nivel de análisis, la
discusión en torno a estos principios no involucra juicios valorativos de
preferencia, lo que permite que éstos sean presentados de manera más bien
neutra, sin referencia a las limitaciones que impone su reconocimiento las
garantías individuales reconocidas por el ordenamiento jurídico.
Señala el artículo 1 del Código Procesal Penal que ninguna persona puede ser
condenada o penada ni sometida a medida de seguridad sino en virtud de
sentencia dictada por tribunal imparcial.
A los Romanos les gustaba afirmar que no hay pena sin juicio (nulla poena sine
iuditio) y que debe haber un procedimiento previo a la sentencia (nulla poena sine
processu) Parece constituir una buena forma de resumir este principio.
Principio de la Oralidad
Dos principios contenidos en el artículo primero del Código Procesal Penal
constituyen una verdadera novedad en la tramitación de nuestros tribunales.
Señala el artículo 1 del Código Procesal Penal en lo que el mismo define como
juicio previo y única persecución que el hecho que ninguna persona podrá ser
condenada o penada, ni sometida a una de las medidas de seguridad establecidas
en este Código, sino en virtud de una sentencia fundada, dictada por un tribunal
imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y público
desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal.
Una de las cosas que destacan en este nuevo proceso, que en la segunda región
entró en vigencia en octubre del 2001, es que este se lleve a cabo oralmente.
Desde luego que resulta novedoso este principio de oralidad en circunstancias que
tanto los jueces, abogados, funcionarios y en general todas las personas que
tuvieron algún contacto con los procedimientos
Penales en nuestro país, estaban acostumbrados a que estos se lleven a
efecto por escrito. Es más, lo único importante era precisamente lo que constaba
por escrito en el respectivo expediente.
En efecto, las normas dictadas para una realidad criminal muy distinta a las que
conlleva la vida moderna, conducían al tribunal a la tarea titánica de tratar de
desentrañar lo medular de expedientes llenos de vericuetos y contradictorias
declaraciones para sancionar o sobreseer a alguna de ellas por un hecho que a
esas alturas olvidado en el tiempo. El contacto con las personas de los inculpados,
autores, cómplices y víctimas en su conjunto muy excepcionalmente se verificaba
en forma directa.
La Oralidad propia del nuevo Código Procesal Penal tiene un doble objeto que se
puede encontrar inmerso y latente en todo su desarrollo. Este doble objeto
consiste fundamentalmente en lo siguiente:
Señala el artículo 325 inciso segundo y siguiente del cuerpo legal procesal en lo
que se denomina apertura del juicio oral que “El presidente de la sala señalará las
acusaciones que deberán ser objeto del juicio contenidas en el auto de apertura
del juicio oral, advertirá al acusado que deberá estar atento a lo que oirá y
dispondrá que los peritos y los testigos hagan abandono de la sala de la
audiencia. Seguidamente concederá la palabra al fiscal para que exponga su
acusación y al querellante para que sostenga su acusación así como la demanda
civil si la hubiere interpuesto”.
En el otro lado de la balanza el siguiente artículo 326 indica que “realizadas las
exposiciones previstas en el artículo anterior, se le indicará al acusado que tiene
la posibilidad de ejercer su defensa en conformidad con el artículo . Al efecto, se
ofrecerá la palabra al abogado defensor…” y al término del artículo se indica que
“en cualquier estado del juicio, el acusado podrá solicitar ser oído, con el fin de
aclarar o complementar sus dichos”.
Debe ahora hacerse presente que conforme múltiples autores el sistema que se
busca implantar en nuestra sociedad corresponde parte de un supuesto que en la
actualidad es mas doctrinario que efectivo. De acuerdo a ese principio “toda
persona es inocente hasta que se demuestra lo contrario”. En nuestro cuerpo legal
se contempla en los primeros artículos la llamada “Presunción de inocencia del
imputado”. Debido a estas circunstancias es posible y altamente probable que más
de algún imputado arraigue su defensa en su negativa a hablar.
Principio de la publicidad
Aparte del principio de oralidad, en el Proceso Penal, rige la publicidad. En el
Sistema Procesal Penal encontramos un equilibrio entre el principio de la
publicidad y el principio del Secreto. Al respecto se debe afirmar que conforme lo
exige la ley las actuaciones que realice el ministerio Público y la policía en la etapa
de investigación tienen una reserva relativa mientras que las actuaciones
judiciales son en términos generales públicas.
Siguiendo el orden que tiene nuestro Código Procesal Penal debemos referirnos a
un principio que como ya mencionáramos al examinar los principios rectores del
antiguo sistema, siempre ha estado presente, al menos teóricamente, en
nuestros cuerpos legales pero que ahora tiene un planteamiento muy sólido.
Protección de la victima
De acuerdo al artículo 6 del Código Procesal Penal el Ministerio
Público estará obligado a velar por la protección de la víctima del delito en
todas las etapas del procedimiento penal. Agrega el artículo que por su parte el
tribunal garantizará conforme a la ley la vigencia de los derechos de la víctima
durante todo el procedimiento.
La policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle trato acorde con
su condición de víctima procurando facilitar al máximo su participación en los
trámites en que debiere intervenir.
Se trata de proteger a los afectados por el delito de modo que no sólo no aumente
el perjuicio o daño que los afectó sino que puedan hacer valer adecuadamente
sus derechos en el juicio. Por eso es que indica el inciso segundo del artículo 6
que “el fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos
patrimoniales, medidas cautelares u otros mecanismos que facilitan la reparación
del daño causado a la víctima. Este deber no importará el ejercicio de las acciones
civiles que pidieren corresponderle a la víctima”.
Los artículos 9 y 10 dan cuenta de la necesidad de que las actuaciones del fiscal
(ministerio Público) que pudieren alterar los derechos de una persona a la
que se le imputa un derecho deben ser autorizadas por el juez de garantía.
En concreto el artículo 10 dice que si en cualquier etapa del procedimiento el
juez de garantía estima que el imputado no está en condiciones de ejercer los
derechos que le otorgan las garantías judiciales contenidas en la Constitución y en
los Tratados vigentes, debe adoptar de oficio, es decir por propia iniciativa, o a
petición de parte, las medidas necesarias para permitir dicho ejercicio.
Una segundo etapa que se refiere a la Preparación del Juicio Oral, la cual se
verificará después de cerrada la investigación y en una audiencia ante el Juez de
Garantía. En esta audiencia se dará a conocer la Acusación interpuesta por la
fiscalía en contra del autor o autores del delito.
Por último, una tercera etapa, que se refiere al Juicio Oral, que se desarrolla
precisamente ante el tribunal colegiado, oral en lo penal. Se caracteriza por ser
oral, público y contradictorio. En esta etapa se deben rendir todos los medios de
prueba, salvo excepciones que estudiaremos en su oportunidad.
Como se verá, las diferencias con el procedimiento del código de 1906 son
tajantes: en éste primaba la escrituración, el secreto, la existencia de un solo
tribunal que investiga, acusa y sentencia, sin ningún respeto por las garantías
constitucionales.
MÓDULO III
Introducción:
Concepto:
Organización:
El Fiscal Nacional:
Es el jefe superior del Ministerio Público, dura 8 años en su cargo sin posibilidad
de asumir nuevamente para el período siguiente, y es responsable del
funcionamiento del organismo. Tiene su sede en la ciudad de Santiago.
Los requisitos para ser nombrado Fiscal Nacional son los siguientes:
Las principales funciones del Fiscal Nacional las podemos resumir en las
siguientes:
Ejercer las demás atribuciones que ésta u otra ley orgánica constitucional le
confieran.
Los Fiscales Regionales, quienes duran 8 años en sus cargos, sin derecho a ser
designados para un período posterior, tienen su competencia en la Región o
extensión geográfica de la Región que corresponda a la fiscalía regional a su
cargo.
Los requisitos para ser nombrado Fiscal Regional son los siguientes:
Los requisitos para ser nombrado Fiscal Adjunto son los siguientes:
Son designados por el Fiscal Nacional a propuesta en terna del Fiscal Regional
respectivo.
El ofendido por el delito y las demás personas que determine la ley podrán ejercer
igualmente la acción penal.
Las personas que sean designadas fiscales no podrán tener impedimento alguno
que las inhabilite para desempeñar el cargo de juez. Los fiscales regionales y
adjuntos cesarán en su cargo al cumplir 75 años de edad.
El Fiscal Nacional deberá tener a lo menos diez años de título de abogado, haber
cumplido cuarenta años de edad y poseer las demás calidades necesarias para
ser ciudadano con derecho a sufragio; durará ocho años en el ejercicio de sus
funciones y no podrá ser designado para el período siguiente.
Los fiscales regionales deberán tener a lo menos cinco años de título de abogado,
haber cumplido 30 años de edad y poseer las demás calidades necesarias para
ser ciudadano con derecho a sufragio; durarán ocho años en el ejercicio de sus
funciones y no podrán ser designados como fiscales regionales por el período
siguiente, lo que no obsta a que puedan ser nombrados en otro cargo del
Ministerio Público.
Las quinas y ternas se formarán en una misma y única votación en la cual cada
integrante del pleno tendrá derecho a votar por tres o dos personas,
respectivamente. Resultarán elegidos quienes obtengan las cinco o las tres
primeras mayorías, según corresponda. De producirse un empate, éste se
resolverá mediante sorteo.
ARTÍCULO 88: Existirán fiscales adjuntos que serán designados por el Fiscal
Nacional, a propuesta en terna del fiscal regional respectivo, la que deberá
formarse previo concurso público, en conformidad a la ley orgánica constitucional.
Deberán tener el título de abogado y poseer las demás calidades necesarias para
ser ciudadano con derecho a sufragio.
ARTICULO 89: El Fiscal Nacional y los fiscales regionales sólo podrán ser
removidos por la Corte Suprema, a requerimiento del Presidente de la República,
de la Cámara de Diputados, o de diez de sus miembros, por incapacidad, mal
comportamiento o negligencia manifiesta en el ejercicio de sus funciones. La Corte
conocerá del asunto en pleno especialmente convocado al efecto y para acordar la
remoción deberá reunir el voto conforme de la mayoría de sus miembros en
ejercicio.
La remoción de los fiscales regionales también podrá ser solicitada por el Fiscal
Nacional.
Los Fiscales Adjuntos ejercen directamente las funciones del Ministerio Público
en los casos que se les asignen. Deben dirigir la investigación de los hechos
constitutivos de delitos, dirigir la actuación de la policía y además cuando
proceda ejercer las atribuciones que la ley les entregue.
Los fiscales deben ejercer y sustentar la acción penal pública en la forma prevista
por la ley. Deben, además, adoptar las medidas o solicitarlas en su caso, para
proteger a la víctima de un delito. Deben entregarle información acerca del curso y
resultado del procedimiento, de sus derechos y de las actividades que debiera
realizar para ejercerlos. Deben informar sobre su eventual derecho a
indemnización y la forma de accionar. Deben escuchar a la víctima antes de
solicitar o resolver sobre la terminación del procedimiento por cualquier causa.
Fijar, con carácter general, los estándares básicos que deben cumplir en el
procedimiento penal quienes presten servicios de defensa penal pública. En uso
de esta facultad no podrá dar instrucciones u ordenar realizar u omitir la
realización de actuaciones en casos particulares.
Llevar las estadísticas del Servicio y elaborar una memoria que dé cuenta de su
gestión anual. Para este efecto, publicará a lo menos un informe semestral con los
datos más relevantes e incluirá en la memoria información estadística
desagregada de los servicios prestados por el sistema en el ámbito regional y
nacional. Estos antecedentes serán siempre públicos y se encontrarán a
disposición de cualquier interesado, sin perjuicio de lo cual una copia de la
memoria deberá ser enviada al Presidente de la Cámara de Diputados, al
Presidente del Senado, al Presidente de la Corte Suprema, al Ministro de Justicia
y al Ministro de Hacienda.
Subrogación: (Reemplazo)
La defensoría Regional:
Es la encargada de la administración de los medios y recursos
necesarios para la prestación de la defensa penal pública en la Región, o en la
extensión geográfica que corresponda si en la Región hubiere más de una, a los
imputados o acusados por un crimen, simple delito o falta que sea de competencia
de un juzgado de garantía o de un tribunal de juicio oral en lo penal y de las
respectivas Cortes, en su caso, y que carezcan de abogado.
Existirá una Defensoría Regional en cada una de las regiones del país, con
excepción de la Región Metropolitana de Santiago, en la que habrá dos.
Dictar, conforme a las instrucciones generales del Defensor Nacional, las normas
e instrucciones necesarias para la organización y funcionamiento de la
Defensoría Regional y para el adecuado desempeño de los defensores locales
en los casos en que debieren intervenir. En uso de esta atribución no podrá dar
instrucciones específicas ni ordenar realizar u omitir actuaciones en casos
particulares.
Ejercer las demás funciones que le encomiende la ley y las que le delegue el
Defensor.
Podrá haber hasta 80 Defensorías Locales en el país, las que serán distribuidas
conforme a criterios de carga de trabajo, extensión territorial, facilidades de
comunicaciones y eficiencia en el uso de los recursos.
El abogado disponible que hubiere sido elegido queda designado como defensor
del imputado o acusado.