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Capítulo 5.

Crecimiento Microbiano

CAPITULO 5
Crecimiento
microbiano
5.1 Crecimiento de
poblaciones

5.2 Curva de crecimiento

5.3 Medidas directas del


crecimiento
microbiano

5.4 Medidas indirectas del


crecimiento
microbiano

5.5 Cultivo continuo:


Quimiostato

5.6 Efectos ambientales


Los filtros de membrana son sobre el crecimiento
usados para el conteo de microbiano
microorganismos.
5.7 Control del
crecimiento
microbiano

5.8 Control físico del


crecimiento
microbiano

5.9 Control químico del


crecimiento
microbiano

5.10 Referencias
bibliográficas
Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

El crecimiento es un componente esencial de la función microbiana, ya que en la naturaleza


cualquier célula tiene un período finito de vida y la especie se mantiene como resultado del
crecimiento de la población. En la mayoría de los procariotas, el crecimiento de una célula
individual continúa hasta que se divide en dos células nuevas, un proceso que se denomina
fisión binaria (Figura 5.1).
En un cultivo en crecimiento de Escherichia coli, se observa que las células se alargan
hasta aproximadamente el doble de la longitud de la célula más pequeña y luego forman un
tabique que separa la célula en dos células hijas. Este tabique se conoce como septo y es el
resultado del crecimiento hacia dentro de la membrana citoplasmática y la pared celular desde
direcciones opuestas hasta que las dos células hijas se separan. Durante el ciclo de crecimiento,
todos los constituyentes celulares aumentan, de modo que cada célula hija recibe un
cromosoma completo y suficientes copias de todas las macromoléculas, monómeros e iones
inorgánicos, para existir como célula independiente. El reparto del ADN replicado entre las dos
células hijas depende de la unión del ADN a la membrana durante la división, y la segregación
real de las dos copias es facilitada por la formación del septo.

5.1 Crecimiento de poblaciones


El crecimiento se define como un aumento en el número de células microbianas de una
población y también puede medirse como un incremento de la masa celular. La velocidad de
crecimiento es el cambio en el número de células o en la masa celular experimentado por
unidad de tiempo. El intervalo para la formación de dos células a partir de una supone una
generación y el tiempo transcurrido para que esto ocurra se llama tiempo de generación
(tiempo que se requiere para que la población se duplique por lo que también se llama tiempo
de duplicación). Los tiempos de generación varían. Algunas bacterias tienen tiempos de
generación comprendidos entre 1 a 3 horas, unas cuantas crecen muy rápidamente y se dividen
en sólo 10 minutos mientras que otras requieren de varios días.

5.2 Curva de crecimiento


En un sistema cerrado o cultivo en medio no renovado, también conocido como cultivo
batch o monofásico, se observa una curva de crecimiento típica en donde se distinguen las
fases de latencia, exponencial, estacionaria y de muerte (Figura 5.2).
a. Fase de latencia: Cuando se inocula una población microbiana en un medio
fresco, por lo general el crecimiento no comienza inmediatamente sino tras un período de
tiempo que constituye la fase de latencia, la cual puede ser breve o larga dependiendo de la
procedencia del cultivo y de las condiciones de crecimiento.
b. Fase exponencial: Es una consecuencia de que cada célula se divide para
formar dos, cada una de las cuales a su vez forma otras dos y así sucesivamente. El modelo de
incremento de la población en el que en cada período fijo de tiempo se duplica el número de
células se denomina crecimiento exponencial y una de sus características es que la velocidad
del incremento del número de células es inicialmente lenta pero aumenta cada vez más con el
tiempo.
c. Fase estacionaria: En un sistema de cultivo cerrado o batch, el crecimiento
exponencial no se puede prolongar de modo indefinido debido a que un nutriente esencial del
medio de cultivo se agota y llega a ser un factor limitante del crecimiento o se acumulan en el
medio algunos productos de desecho hasta nivel inhibitorio, alcanzándose la fase estacionaria.
No hay aumento ni descenso neto en el número de células. En algunos casos puede ocurrir un
lento crecimiento, pero otras células mueren y los dos procesos se equilibran de modo que no
hay aumento ni disminución en el número de células.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

Figura 5.1 Proceso de división binaria de una bacilo.

Figura 5.2 Curva de crecimiento bacteriano.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

d. Fase de muerte: Si la incubación prosigue después que la población alcanzó la fase


estacionaria, las células pueden continuar vivas y metabólicamente activas, pero también
pueden morir. Si ocurre esto último se dice que la población está en fase de muerte que en
algunos casos se puede acompañar de lisis celular.

5.3 Medidas directas del crecimiento microbiano: recuento de células totales y viables
El crecimiento de poblaciones se mide estimando los cambios en el número de células a
través del recuento de células totales y recuento de células viables. El recuento directo de
células o recuento de células totales se puede hacer en muestras secas en porta objetos o en
muestras líquidas; sin embargo, no se pueden distinguir las células vivas de las muertas; las
células pequeñas son difíciles de ver en el microscopio y algunas posiblemente se pierden en el
recuento; en ocasiones la precisión es difícil y el método no es adecuado para suspensiones con
baja densidad celular (Figura 5.3).

En el recuento de células viables o células capaces de dividirse y originar una


descendencia se cuenta el número de células de la muestra que es capaz de formar colonias
sobre un medio sólido adecuado. Por esta razón, el recuento de células viables también es
llamado recuento en placa o recuento de colonias y se puede realizar a través de los métodos
de extensión en placa y vertido en placa. En este procedimiento se supone que cada célula
viable forma una colonia (Figuras 5.4 y 5.5).

5.4 Medidas indirectas del crecimiento microbiano : Turbidez


Un método muy rápido y útil de obtener estimaciones del número de células es la medida
de la turbidez. Una suspensión celular aparece turbia porque las células dispersan la luz que
atraviesa la suspensión. Cuanto más células estén presentes, mayor será la luz dispersada y, por
tanto mayor la turbidez (Figura 5.6). La turbidez puede medirse con aparatos como el fotómetro
y espectrofotómetro que hacen pasar la luz a través de suspensiones celulares y detectan la
cantidad de luz emergente no dispersada. Ambos instrumentos se diferencian en que un
fotómetro emplea un filtro simple para generar luz incidente en longitud de onda relativamente
corta, mientras que un espectrofotómetro emplea un prisma o red de difracción para generar luz
incidente en una banda muy estrecha de longitud de onda.

Figura 5.3 Contaje de células totales utilizando cámara de Neubauer.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

Figura 5.4 Métodos para realizar contaje de células viables.

Figura 5.5 Procedimiento para contar células viables utilizando diluciones de la muestra.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

Figura 5.6 Turbidez: determinación de la masa microbiana por la medida de absorción de luz.

5.5 Cultivo continuo: Quimiostato


Cultivo continuo es un sistema abierto, con volumen constante al que se añade
continuamente medio fresco y del que se retira continuamente medio con células a una
velocidad constante. Una vez que se alcanza el equilibrio en el sistema, el número de células y
el estado metabólico permanecen constantes y se dice entonces que el sistema está en equilibrio
(Figura 5.7).
El aparato más común que se utiliza para obtener un cultivo continuo es el quimiostato,
que controla la densidad de la población celular y la velocidad de crecimiento del cultivo de
modo independiente. En el quimostato se puede obtener cualquier velocidad de crecimiento
deseada simplemente variando la velocidad de dilución y análogamente la densidad de
población puede definirse variando la concentración de un nutriente conocido como factor
limitante. Si se eleva la concentración de este nutriente en el medio entrante, manteniendo la
velocidad de dilución, la densidad celular aumentará.

or

Figura 5.7 Esquema de un sistema de cultivo continuo: quimiostato.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

5.6 Efectos ambientales sobre el crecimiento microbiano


a. Temperatura
La temperatura es uno de los factores más importantes que afectan el crecimiento y la
supervivencia de los microorganismos. Para cada organismo existe una temperatura mínima
por debajo de la cual no es posible el crecimiento, una temperatura óptima a la que se produce el
crecimiento más rápido, y una temperatura mínima por encima de la cual no es posible el
crecimiento. La temperatura óptima está siempre más cerca de la máxima que de la mínima.
Estas tres temperaturas denominadas temperaturas cardinales o fundamentales son
características de cada tipo de microorganismo pero no son completamente fijas y pueden ser
ligeramente modificadas por otros factores del ambiente, en particular por la composición del
medio.

Con relación a la temperatura óptima se distinguen cuatro grupos de microorganismos:


psicrófilos, con temperaturas óptimas bajas (Polaromonas vacuolata, 4 ºC), mesófilos, con
temperaturas óptimas moderadas (Escherichia coli, 39ºC); termófilos con temperaturas óptimas
elevadas (Bacillus stearothermophilus, 60 ºC) e hipertermófilos con temperaturas óptimas
muy elevadas (Thermocossus celer, 88 ºC, Pyrolobus fumarii, 106 ºC). Los microorganismos
cuyos hábitats pueden ser extremadamente calientes o fríos se conocen como extremófilos.

Un organismo psicrófilo es definido como un organismo que tienen una temperatura


óptima de crecimiento de 15 ºC o inferior, una temperatura máxima por debajo de 20 ºC y una
mínima de 0ºC o más baja. Los organismos que crecen a 0 ºC pero tienen temperaturas
óptimas de 20 a 40 ºC se llaman psicrotolerantes. Los microorganismos cuya temperatura
óptima está por encima de 45 ºC (45 a 80 ºC) se llaman termófilos y aquellos cuya
temperatura óptima está por encima de 80 ºC son los hipertermófilos. Estos
microorganismos ofrecen importantes ventajas en procesos industriales y biotecnológicos.

Las enzimas de microorganismos termófilos e hipertermófilos catalizan reacciones a


temperaturas elevadas y por ser más estables que las de los mesófilos, la vida media de estas
preparaciones enzimáticas es más prolongada. Un ejemplo de enzima termorresistente es la
ADN polimerasa aislada del termófilo Thermus aquaticus, y conocida como Taq polimerasa. Se
usa para la automatización de los pasos repetitivos que tienen lugar en la reacción en cadena de
la polimerasa (PCR) utilizada para la amplificación de secuencias específicas de ADN.

b. pH
Cada organismo tienen un rango de pH dentro del cual es posible el crecimiento y
normalmente posee un pH óptimo bien definido. La mayoría crece en un margen de pH de 2 a 3
unidades. Generalmente los ambientes tienen un valor de pH entre 5 a 9, y los organismos con
pH óptimo de este orden son los más comunes. Los organismos que crecen mejor a pH bajo
constituyen un tipo de extremófilos llamados acidófilos. El grupo de los hongos son más
acidófilos que las bacterias. Muchos hongos crecen de forma óptima a pH 5 o inferior e incluso
algunos crecen bien a pH 2. Algunas bacterias también son acidófilas: Thiobacillus y algunos
géneros de Archaea como Sulfolobus, Ferroplasma y Thermoplasma.

Unos cuantos extremófilos presentan un pH óptimo de crecimiento muy elevado, a veces


tan alto como pH 10 y se denominan alcalófilos. Algunos tienen aplicaciones industriales
porque producen enzimas hidrolíticas como proteasas y lipasas que funcionan a pH alcalino y se
usan como aditivos de los detergentes domésticos.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

c. Actividad de agua
El agua es el solvente de la vida. La disponibilidad de agua no sólo es función del
contenido que está presente en un medio, es decir, de la humedad o sequedad de un
determinado hábitat, sino que también depende de la concentración de solutos, como sales,
azúcares y otras sustancias que pueden estar presentes en el agua.

La disponibilidad de agua se expresa en términos físicos como actividad de agua (a w) y


es el cociente entre la presión de vapor del aire en equilibrio con una sustancia o solución y la
presión de vapor del agua pura a la misma temperatura. Los valores de a w varían entre 0 y 1
(actividad de agua de terrenos agrícolas: 0,90 a 1; Streptococus y Escherichia en
sangre: 0,995; Pseudomonas y Vibrio en agua de mar : 0,980; Penicillum en pastel : 0,800;
Halococcus en pescado salado : 0,750).

El agua difunde desde una región con alta concentración (baja concentración de solutos)
hasta una región con menor concentración de agua (mayor concentración de solutos) per el
proceso denominado ósmosis. En la mayoría de los casos el citoplasma tiene una concentración
de solutos mayor que el medio, por lo que el agua tiende a entrar en la célula, diciéndose
entonces que existe un balance de agua positivo; sin embargo, cuando una célula está en un
medio con baja actividad de agua, existe una tendencia del agua a salir de la célula.

El agua de mar contiene aproximadamente 3 % de cloruro de sodio además de pequeñas


cantidades de minerales y elementos. Los microorganismos marinos tienen una dependencia
del ion sodio, además de tener un crecimiento óptimo al valor de actividad de agua propio del
agua de mar. Tales microorganismos se llaman halófilos discretos y halófilos moderados, con
requerimientos bajos (1- 6 %) y moderado (6-15 %) de NaCl respectivamente.

La mayoría de microorganismos son incapaces de existir en ambientes con actividad de


agua muy baja y mueren, o se deshidratan y pasan a un estado de latencia en tales
circunstancias. Los organismos halotolerantes (Staphylococcus aureus) pueden soportar alguna
reducción en el valor de aw del medio, pero generalmente crecen mejor en ausencia de solutos
añadidos. Por el contrario, algunos organismos se desarrollan con muy baja actividad de agua, y
éstos son de gran interés desde el punto de vista aplicado en la industria alimentaria, donde
solutos como la sal y sacarosa se emplean frecuentemente como conservantes para inhibir el
crecimiento microbiano. Los organismos capaces de crecer en ambientes muy salinos se llaman
halófilos extremos (Halobacterium salinarium) y según la especie requieren 15 a 30 % de
NaCl para su crecimiento óptimo. Los organismos capaces de crecer con alta concentración de
azúcares se denominan osmófilos y aquellos que pueden crecer en ambientes muy seos se
llaman xerófilos.

d. Oxígeno
Los microorganismos son muy variados en cuanto a la necesidad o tolerancia al
oxígeno. Los aerobios (Micrococcus luteus) son especies capaces de crecer a tensiones de
oxígeno normales (21 % del aire es oxígeno). Los microaerofílicos, (Spirillum volutans) son
aerobios que pueden usar el oxígeno, sólo cuando está presente en niveles más bajos que en el
aire. Muchos aerobios son facultativos (Escherichia coli), lo que significa que en condiciones
nutritivas y de cultivo apropiadas pueden crecer tanto en condiciones aerobias como
anaerobias.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

Algunos microorganismos no pueden respirar oxígeno y se les llama anaerobios,


distinguiéndose dos clases: los anaerobios aerotolorenates (Streptococcus pyogenes), que
crecen en su presencia aunque no pueden usarlo y los anaerobios estrictos (Methanobacterium
formicium) que son inhibidos o incluso mueren en su presencia.

Para conocer cuáles son los requerimientos de oxígeno de un microorganismo en


laboratorio, se añade a un medio caldo de tioglicolato un agente reductor tioglicolato, capaz de
reaccionar con el oxígeno y reducirlo (agua). Después que el tioglicolato reacciona con el
oxígeno a lo largo del tubo, el oxígeno atmosférico sólo puede penetrar en la parte superior
donde el medio contacta con el aire. Los aerobios estrictos crecerán sólo en la parte superior
del tubo, los facultativos crecerán en todo el tubo, pero con preferencia en la parte superior.
Los microaerofílicos lo harán cerca del extremo superior, pero no en la superficie del tubo y
los anaerobios crecerán fundamentalmente cerca del fondo del tubo, donde el oxígeno no
penetra (Figura 5.8). Es frecuente añadir al medio un colorante indicador redox como la
resarzurina, que cambia de color en presencia de oxígeno y por lo tanto señala el grado de
penetración del oxígeno en el medio de cultivo.

Aerotoloerante Anaerobio Microaerófilo


Aerobio estricto Facultativo anaerobio estricto

Figura 5.8 Oxígeno y crecimiento bacteriano

El oxígeno es un poderoso oxidante y un aceptor de electrones en la respiración. En estado


basal normal se llama triplete de oxígeno; sin embargo, una forma tóxica importante es el
singlete de oxígeno, en la que la capa electrónica externa que rodea al núcleo es muy reactiva y
capaz de llevar a cabo oxidaciones indeseables en la célula. Otras formas altamente tóxicas son
el anión superóxido (02-), el peróxido de hidrógeno (H202) y el radical hidroxilo (OH-), cada
uno de los cuales se produce durante la reducción del oxígeno hasta agua en la respiración.
Frente a estas formas tóxicas los organismos han desarrollado enzimas que los destruyen como
las catalasas y peroxidasas, superóxido dismutasas y superóxido reductasas.

5.7 Control del crecimiento microbiano


El control de microorganismos puede realizarse limitando su crecimiento, proceso llamado
inhibición o destruyendo los organismos por esterilización, muerte o eliminación de todos los
organismos viables de un medio de cultivo. Los agentes que destruyen o matan bacterias son
bactericidas.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

En la práctica, a veces la esterilidad no se puede alcanzar, pero en muchos casos se puede


inhibir el crecimiento rápido de los microorganismos mediante métodos de descontaminación y
desinfección. Los agentes que inhiben el crecimiento bacteriano se dice que son
bacteriostáticos. Las medidas de control de los microorganismos son la descontaminación,
desinfección y esterilización.

5.8 Control físico del crecimiento microbiano


Los métodos físicos se usan a menudo para lograr la descontaminación microbiana, la
desinfección y la esterilización. El calor, la radiación y la filtración son métodos estándar que se
emplean para destruir o eliminar microorganismos no deseables.
a. Esterilización por calor
Los microorganismos son eliminados con vapor de agua bajo presión en el autoclave (1,1
kilogramos / centímetro cuadrado o 15 libras por pulgada de presión de vapor, lo que permite
alcanzar una temperatura de 121 ºC. El tiempo de esterilización es de 15 a 20 minutos. No es la
presión del autoclave lo que mata a los microorganismos, sino la elevada temperatura que
puede alcanzar cuando el vapor de agua se somete a presión.

b. Pasteurización
La pasteurización es un proceso que reduce la población microbiana en leche y otros
alimentos sensibles al calor. Impide la transmisión de patógenos como algunas especies de
Salmonella y Escherichia coli 0157:H7 a través de fuentes comunes como leche y zumos. La
pasteurización también impide el crecimiento de organismos alterantes e incrementa
considerablemente la vida media de los líquidos perecederos. La pasteurización de la leche se
realiza a 71 ºC durante 15 segundos, seguida de un enfriamiento rápido (pasteurización alta).
También se puede realizar a 63-66 ºC durante 30 minutos (pasteurización baja), aunque el
proceso es menos satisfactorio porque la leche debe mantenerse a temperaturas altas por largos
períodos de tiempo.

c. Esterilización por radiación


En condiciones apropiadas, la radiación electromagnética (microondas, radiación ultravioleta,
rayos x, radiaciones gamma y electrones) controla eficazmente el crecimiento microbiano. La
radiación ultravioleta no penetra las superficies sólidas, opacas, absorbentes de luz y su utilidad
se limita a la desinfección de las superficies expuestas, aire y agua. La radiación ionizante
penetra los materiales absorbentes sólidos o ligeros y es muy eficaz para esterilizar y
descontaminar. La radiación ha sido aprobada por la Organización Mundial de la Salud como
medida de descontaminación para alimentos particularmente susceptibles de contaminación
microbiana, como especias y productos cárnicos frescos (hamburguesas y pollo) y está aprobada
para la descontaminación de carne molida.

d. Filtración
La esterilización por filtración consiste en la eliminación de microorganismos vivos en
muestras líquidas. Los filtros de membrana se utilizan generalmente para esterilizar volúmenes
pequeños de muestras termosensibles en el laboratorio.

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Capítulo 5. Crecimiento Microbiano

5.9 Control químico del crecimiento microbiano


Un agente antimicrobiano es un compuesto químico, natural o sintético, que mata o inhibe el
crecimiento de los microorganismos. Los agentes que matan se denominan agentes–cida, con
un prefijo que indica el tipo de microorganismo que mata. Así tenemos, agentes bactericidas,
fungicidas y viricidas. Un agente bactericida mata baterías, aunque puede matar o no otros
microorganismos. Los agentes que no matan pero inhiben el crecimiento se denominan agentes-
estáticos, así se habla de agentes bacteriostáticos, fungistáticos y virustáticos.
Los antisépticos son aquellos agentes químicos que matan o inhiben el crecimiento de los
microorganismos y pueden aplicarse en tejidos vivos dada su escasa toxicidad .La mayoría de
los compuestos que se encuentran en esta categoría se utilizan en el lavado de manos para tratar
heridas superficiales. Los desinfectantes son productos químicos que matan microorganismos y
se usan en objetos inanimados. Los agentes esterilizantes son desinfectantes que en
condiciones apropiadas, matan todos los tipos de vida microbiana, y se usan para esterilizar
objetos inanimados y superficies. Los desinfectantes químicos frecuentemente denominados
microbicidas tienen una gran aplicación en los casos en donde no se puede usar calor o
radiación.
La esterilización fría se lleva a cabo en dispositivos cerrados parecidos a los autoclaves, pero
emplean un agente químico como el óxido de etileno, formaldehido, ácido per-acético o
peróxido de hidrógeno. El agua se desinfecta con lejía o con derivados de cloro, a fin de
eliminar los organismos potencialmente patógenos.

5.10 Referencias bibliográficas


 Schlegel, H. (1997). Microbiología General (9ª.ed.). España: Ediciones Omega, S.A.
 Madigan, M.; Martinko, J. y Parker, J. (2004). Brock. Biología de los Microorganismos
(10ª. ed.) Madrid, España: Parson Educación, S.A.
 Prescott, L, Harley J., y Klein, D. (1999). Microbiología. España: McGraw Hill
Interamericana.

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