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All content following this page was uploaded by Rafael E. Alcaraz Rodríguez on 01 March 2017.
Uno de los elementos básicos que un líder debe construir con sus equipos de
trabajo es la Confianza. La confianza es el “pegamento” de toda relación en
nuestro proceso de integración y desarrollo de un equipo. En términos generales la
cultura de la organización se fundamenta en la confianza, y dicta la pauta de las
interacciones entre el líder y el equipo, e incluso entre los mismos integrantes del
equipo.
Los conflictos aparecen cuando se “pierde la confianza” por faltar a los supuestos
esperados o percibidos por las otras personas en cuanto al cumplimiento de las
expectativas acordadas por el grupo.
Ahora bien, no es tarea sencilla pedir a otros que otorguen confianza cuando no se
comienza por el líder mismo. El líder debe iniciar su relación partiendo de la
confianza hacia sus colaboradores y de esa manera estar en posición para exigirla
en la relación con y entre los demás.
Por otra parte, hemos comentado que un equipo efectivo de alto rendimiento se
conforma en función de la alineación de objetivos hacia el logro de una visión,
misma que regularmente es interpretada y compartida por el líder… pero si no hay
confianza en líder y en el equipo, no habrá aceptación de la visión y por tanto no se
podrán integrar esfuerzos para trabajar en una misma dirección y aprovechar el
potencial individual y mucho menos de equipo. La desconfianza alienta el rechazo y
genera un comportamiento “defensivo” en los integrantes del equipo, lo cual evita
la interdependencia y el trabajo sinérgico.
Peter Kostenbaum (1991) señala que el liderazgo está compuesto por cuatro
puntos: visión, comportamiento ético, fiabilidad y coraje. Estos factores proveen a
la cultura del grupo lo necesario para que tanto líder como seguidor puedan
comprometerse mutuamente. La combinación de estas características, por tanto,
es clave en la práctica del liderazgo. Y dado que la confianza norma la conducta
del grupo tanto en el presente como en el futuro. Un equipo sin confianza es un
equipo que se comporta temerosamente y que no va a aportar todo su potencial
porque no está seguro de que los demás lo harán.
Otro aspecto más que permite al líder construir confianza en el equipo es la forma
en que se comparte información. Si el líder comparte la información de manera
transparente, inmediata y de manera abierta con sus colaboradores, se percibe un
interés genuino en el bienestar del grupo. La información es poder, y esto es
cierto, pero también la información no compartida, oculta o manipulada, es una
debilidad, que finalmente termina por disminuir la confianza en el líder y en la
relación del equipo.
Cuando hay confianza hay certidumbre y eso facilita las relaciones, que son más
abiertas y libres para manifestarse aún en condiciones desfavorables para el equipo
o alguno de sus integrantes, dando lugar a un equipo más cohesionado y eficiente.
Así pues, algunos rasgos del líder que generan confianza (o la falta de ellos
desconfianza), son: saberse comunicar, saber escuchar, conocer y buscar el
crecimiento y bienestar de las personas, ser un apoyo, guía y facilitador de la labor
de cada persona del equipo, compartir información, mantener una relación positiva,
integra y congruente en todo momento, actitud de entrega y respeto a los valores
del equipo y sus normas de interrelación, compromiso con la tarea y con el grupo.