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familia
Derecho Privado
VI (Derecho de
Familia)
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Derecho de familia
Definición. Caracteres
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Los vínculos parentales, las relaciones conyugales y uniones
convivenciales, los nexos derivados de la filiación por naturaleza, por
técnicas de reproducción humana asistida o adoptiva, el ordenamiento
de la responsabilidad parental y de la tutela, y el régimen de la legítima
hereditaria están gobernados por reglas imperativas insusceptibles de
ser modificadas por la voluntad de las partes.
En el campo del derecho de familia existe una restringida autonomía de
la voluntad, que se tolera en la medida en que esa particular regulación
privada de los efectos de ciertos actos familiares no afecten los
contenidos del orden público que inspiran la respectiva institución
familiar. En nuestro derecho de familia advertimos diversas situaciones
en las que el propio ordenamiento jurídico reconoce la válida actuación
de la autonomía de la voluntad en la reglamentación de efectos
familiares específicos, por ejemplo, en la posibilidad de que los
cónyuges opten entre los regímenes patrimoniales matrimoniales
permitidos en nuestro ordenamiento (art. 446 inc. “d” CCCN), en los
convenios reguladores de ciertas consecuencias del divorcio (art. 438
CCCN); en los pactos de convivencia (art. 513 y sgtes. CCCN), etc.
La especial naturaleza de la mayoría de los derechos subjetivos
familiares implica que en muchísimas situaciones se los deba calificar de
derechos instrumentales o derechos-deberes, porque no son derechos
puros otorgados en interés exclusivo del titular, sino que se los reconoce
para permitirles cumplir con una deber consustancial.
Sólo regula relaciones entre personas físicas, a diferencia del derecho
civil patrimonial, que regula las relaciones tanto de las personas físicas
como de las jurídicas.
La prevalencia de lo personal sobre lo patrimonial. Aun cuando de las
relaciones jurídicas familiares personales suelen surgir consecuencias de
contenido económico, tales derivaciones patrimoniales reciben la
impronta de los vínculos jurídicos personales que se regulan atendiendo
al interés superior de la familia y escasamente al interés individual de la
persona.
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organización económica -patrimonial del matrimonio y de la familia,
alimentos familiares, la sucesión hereditaria y la legítima.)
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Deber de actuar en interés de la familia
Normas pertinentes
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Otro claro ejemplo lo encontramos en el art. 255 inc. “a” del CCCN, en
referencia a los casos en que no se puede contar con el asentimiento del
cónyuge o conviviente del titular registral. En este caso, la desafectación
debe ser autorizada judicialmente; sin dudas, el juez tendrá en cuenta el
interés familiar. Se alude allí al interés colectivo de ese grupo familiar
concreto, interés grupal que se sobrepone al interés aislado de un integrante
del conjunto, aunque ese integrante sea el titular registral.
El art. 468 del CCCN normatiza con idéntica pauta la autorización judicial
supletoria para otorgar un acto que requiera el asentimiento del otro
cónyuge para disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, los
muebles indispensables de ésta, y transportarlos fuera de ella. En este caso,
el artículo expresa que el juez tendrá en cuenta si la negativa del cónyuge no
está justificada por el “interés de la familia”. La solución legal indica que, en
ciertas cuestiones patrimoniales, se protegen los derechos individuales de
los familiares en disputa, en la medida en que su ejercicio por el titular
concuerde con los intereses de su familia.
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oídos por el juez, valorándose su opinión. En este caso, también se observa
la importancia del interés familiar.
Comparación:
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Derecho subjetivos familiares. Definición. Clasificación
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reclamar o impugnar un estado de familia, etcétera; existen otros que
reconocen una naturaleza patrimonial, como las compensaciones
económicas que pudieren corresponder luego del divorcio.
Las facultades o derechos que se otorgan para satisfacer intereses
ajenos no son derechos subjetivos puros. Con referencia a ellos, se ha
generalizado la denominación derechos-deberes, porque el
ordenamiento jurídico familiar los reconoce para facilitar, permitir y
garantizar el satisfactorio cumplimiento de su deber determinante. Su
ejercicio no es potestativo o facultativo como si fueran derechos
subjetivos puros; por el contrario, son de ejercicio obligatorio pues
constituyen el medio necesario para la satisfacción del interés de otro
sujeto. Solo se confieren en la medida que resultan indispensables para
satisfacer el deber consustancial al derecho; por ejemplo: el derecho a
la guarda de los hijos se les reconoce a los padres para facilitarles el
cumplimiento de los deberes de educación, asistencia, comunicación,
corrección, control y vigilancia (art. 645 CCCN); el derecho de los padres
a exigir de los hijos la colaboración propia de la edad (art. 671 CCCN),
entre otros.
El art. 259 del CCCN define el acto jurídico “acto voluntario lícito que tiene
por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o
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situaciones jurídicas”3. Partiendo de este concepto que nos da el Código Civil
y Comercial, se puede afirmar que el acto jurídico familiar es el acto
voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas familiares (en tanto la
obtención de ese fin por la voluntad de los particulares este admitida por la
ley. Sin embargo, es conveniente apuntar que, si bien, generalmente, las
relaciones familiares tienen su origen en un acto jurídico familiar, hay casos
en que aquéllas están determinadas directamente por la ley que dota de
efectos a determinados hechos: así por ejemplo, al establecerse que la
maternidad se determina por el parto de la mujer debidamente acreditado,
sin que sea menester el reconocimiento del hijo (565 CCCN) o la muerte del
cónyuge que determina el estado de viudez.
El acto jurídico familiar es una especie dentro del género de los actos
jurídicos en general. Al igual que los actos jurídicos de comercio, sucesorios,
contractuales, procesales, administrativos, etc.; los actos jurídicos familiares
se distinguen no por su esencia (que es igual a la de todos los actos jurídicos
en general), sino por el objeto que persiguen, que se focaliza en las
relaciones jurídicas familiares, sea el emplazamiento en un estado de familia
o la regulación o ejercicio de las facultades propias de los derechos
subjetivos familiares.
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Declarativos: cuando se limitan a reconocer un estado de familia
preexistente en los hechos (reconocimiento de hijo extramatrimonial).
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Referencias
Belluscio, A. C. (2002). Manual de derecho de familia. Buenos Aires: Astrea.
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