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ESTRUCTURAS
DE CONCRETO EN MÉXICO
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Previs·o es y re o en
Manuel Mena Ferrer
Durabilidad de estructuras de concreto en México
Previsiones y recolllendaciones
Producción editorial:
lng. Raúl Huerta Martínez
Todos los derechos reservados incluyendo los derechos de reproducción y uso de cualesquier forma o medio, incluyendo el
fotocopiado por cualquier proceso fotográfico, o por medio de dispositivo mecánico o electrónico, de impresión, escrito u oral,
o grabación para reproducción audio o visual, o para el uso en cualquier sistema o dispositivo de almacenamiento y
recuperación de la información, a menos que exista permiso escrito obtenido de los propietarios de los derechos de autor.
Derechos reservados:
Impreso en México
ISBN 968-464-149-4
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Manuel Mena Ferrer (Campeche, 1 927) es ingeniero civil por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La mayor parte de su actividad profesional se ha relacionado con la tecnología del concreto: primero en la Comisión
Federal de Electricidad y el Instituto de Ingeniería de la UNAM y después como consultor independiente. Ha contribuido
también a la divulgación del tema mediante publicaciones técnicas y a la enseñanza del mismo por conducto de la División
de Educación Continua de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y del Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto,
A.C. (IMCYC).
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Presentación
A más de un siglo de emplear el concreto en la construcción de todo tipo de obras a través del orbe, se ha llegado a la
situación en que el gasto mundialmente necesario para mantener en servicio las obras existentes tiende a converger con el
que se destina a la construcción de nuevas obras. Sin duda tal situación representa una advertencia para las generaciones
presentes y futuras, por el freno que p od ría oponer al desarrollo una regresión del gasto creativo.
Un medio a todas luces eficaz para reducir el costo de mantenimiento de las estructuras de concreto es hacerlas más
''sanas" y por ende más durables. Si bien el logro de este objetivo es materia de un amplio proceso, conviene destacar como
requisitos básicos el uso de un concreto idóneo prácticas constructivas de reconocida eficacia y medios de control y verifi
,
cación competentes, a los cuales cabria añadir el oportuno conocimiento y consideración de las características del sitio
donde se constru y e.
Aunque es innegable que el interés por la procuración de la durabilidad de las estructuras de concreto no es asunto
nuevo, se ha considerado úti 1 repasar el tema para ofrecer estas Previsiones y recomendaciones a quienes construyen en el
territorio nacional. Con tal propósito se ha procurado hacer referencia a las condiciones prevalecientes en el país, tanto en lo
que corresponde a las características de los materiales como de los climas y otras condiciones locales.
El autor
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Introducción
En la Terminología del Cemento y del Concreto ACI 1 1 6, la durabilidad del concreto se define como "su capacidad para
resistir las acciones del intemperismo, el ataque químico, la abrasión y otras condiciones del servicio". Si se considera que
para fines prácticos lo más importante es la duración de las obras construidas, resulta que esa manera de apreciar la durabili
dad no contempla otros factores que de algún modo pueden influir en el tiempo de servicio de las estructuras de concreto.
Por tal concepto, en estas Previsiones y recomendaciones para la durabilidad de las estructuras de concreto en
México, se ha tratado de dar un enfoque más amplio al tema añadiendo a las acciones deterioran tes precitadas otros factores
de desempeño tales como la calidad e idoneidad del concreto y sus componentes, los defectos constructivos, los cambios
volumétricos y la ejecución de colados en diferentes climas, poniendo énfasis en lo que al país se refiere.
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Contenido
Presentación ................................................... V
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4. 1 . 1 .2 Características d e la estructura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 1
4. 1 . 1 .3 Condiciones d e exposición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
4. 1 . 1 .4 Condiciones de servicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
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4.3.2 Conse cuen cias en el con creto . .... ... . ..... . ....... . ..... ..... ..... . . .. 70
4.3 .2. 1 Efectos del tiempo frío moderado . . .. ....... .. . . . . . . . . . . . . ... . . . . . ... . . . . 70
4.3 .2.2 Efectos del tiempo frío severo . . .. . . . . . . . .. .. . . . . . . .. . . . ... .. .. .. . .. ... . 7 1
4.3.3 Medidas d e pre ven ción y prote cción ................................... 72
.
4.4.2 Pre ven ción de la sat ura ción del con creto ............ ...................... 77
4.4.3 Composi ción de la pasta de cemento .... . ... .... . ... ..... ..... . ..... ..... 77
4.4.4 In cl usión de aire en el con creto ......... ............ .. .... .... .... . ... .. 78
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XIII
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Capítulo 1
DURACION DE LAS ESTRUCTURAS
DE CONCRETO
A 1 diseñar y construir una estructura de concreto existe el compromiso implícito de hacer lo necesario para que, en el de
sempeño de sus funciones normales, preste el servicio requerido durante el tiempo de vida previsto. Aunque a veces se
apliquen indistintamente, es conveniente distinguir la denotación que es inherente a la vida de servicio y a la vida útil de las
estructuras. La primera, mejor identificada como vida de proyecto, se refiere al tiempo de servicio considerado en el
análisis técnico, económico, social y político de las obras, en tanto que la vida útil se relaciona más con el concepto de dura
bilidad porque representa el tiempo de vida potencial de las estructuras en las condiciones operativas prevalecientes.
De acuerdo con lo anterior, para definir el tiempo de vida de proyecto de las estructuras no solamente debe tomarse en
cuenta los factores técnicos, económicos y socio-políticos, sino también los que permitan estimar su tiempo de obsolescen
cia. Con carácter informativo, a continuación se indica la vida de proyecto que en ocasiones se ha considerado (1) para algu
nos tipos de estructuras.
Pistas de aeropuertos
Vida de proyecto
(años)
30 - 50
1
Puentes 1 20
Presas 50- 1 00
Edificios residenciales 60
Obras portuarias 80
Fábricas 25 - 50
Oficinas, tiendas 50 - 1 00
Como antes se dijo, la vida de proyecto de las estructuras de concreto se define con base en estudios de planeación que
ii:icluyen la evaluación del tiempo de obsolescencia, pero las acciones necesarias para prevenir, contrarrestar y corregir los
efectos de los factores deteriorantes deben ejercerlas quienes diseñan, construyen y operan las estructuras. En la siguiente
relación se incluyen los requisitos mínimos necesarios que deben cumplirse para que la vida potencial de las estructuras de
concreto resulte en armonía con su duración proyectada.
• Reconocimiento y evaluación de los agregados, las características climáticas de la obra y los requerimientos y condiciónes de
exposición y servicio de la estructura.
• Redacción de especificaciones de construcción acordes con las características de la estructura y las evaluaciones precedentes.
• Definición del cemento y el concreto idóneos de acuerdo con los requerimientos del diseño estructural, las características de
los agregados y las condiciones de exposición y servicio de la estructura.
• Construcción de la estructura de conformidad con el diseño y las especificaciones, y con la utilización de equipos,
procedimientos y personal apropiados y competentes.
• Control y verificación de la calidad del concreto y de la obra en general mediante inspección, supervisión y pruebas de
laboratorio y campo, empleando métodos, equipos y personal calificados y certificados.
• Seguimiento y certificación del cumplimiento de todos los puntos del proceso anterior.
Este amplio conjunto de actividades responde a las necesidades y objetivos de un programa general tendiente a procurar
y asegurar la calidad y la durabilidad de las estructuras de concreto. En estas Previsiones y Recomendaciones, de acuerdo
con su propósito y alcance, solamente se contempla el tratamiento de los aspectos relacionados con la calidad, idoneidad y
desempeño del concreto colocado en la estructura.
En relación con la durabilidad del concreto, lo que pragmáticamente importa es la duración de las estructuras que con él
se construyen, cuya vida potencial puede ser afectada por diversos factores de índole interna y externa. Los factores inter
nos se relacionan básicamente con la falta de calidad, idoneidad y capacidad de desempeño del concreto terminado, en tanto
que los externos son por lo general consecuencia de las condiciones de exposición y servicio de las estructuras.
• Empleo de agregados apropiados a las caracteristicas y condiciones operativas de la estructura, y cuya calidad satisfaga las
especificaciones de la obra.
• Selección y uso del cemento adecuado a la composición petrográfica de los agregados, la geometria y dimensiones de la
estructura y sus condiciones de exposición y servicio.
• Prevención de una eventual reacción deletérea de los agregados con los álcalis del concreto, en condiciones propicias para que
se produzca.
• Utilización de aditivos de calidad certificada, cuando se requiera y lo autoricen las especificaciones de la obra.
• Uso de agua de calidad conforme a las especificaciones, para el mezclado y el curado del concreto.
• Diseño y aplicación de la mezcla de concreto idónea, tomando en cuenta los requisitos estructurales y las características y
Capitulo 2
• Fabricación, transporte, colocación, compactación y acabado del concreto, con el empleo de equipos, procedimientos y
personal adecuados y competentes.
• Desarrollo de un programa de inspección, supervisión y pruebas de laboratorio y campo para el control y aceptación del
concreto, mediante equipos, instalaciones, procedimientos y personal calificados y certificados.
• Operación de un sistema de verificación y seguimiento en todas las etapas del proceso de producción y utilización del
concreto.
A su vez, todas las actividades precedentes deben ser consideradas en la integración de un programa global de la obra
para la procuración y el aseguramiento de la calidad de las estructuras de concreto.
Las altas temperaturas aceleran la hidratación del cemento y la pérdida de agua por evaporación en el concreto, lo cual
demerita su resistencia potencial y le provoca cambios volumétricos capaces de agrietarlo en estado plástico y endurecido.
Sin embargo, si se toman medidas para prevenir los efectos dañinos del calor ambiental en las primeras edades del concreto,
y éste alcanza a desarrollar sus propiedades de proyecto, el hecho de que posteriormente la estructura permanezca y preste
servicio en un ambiente cálido no constituye por sí misma una condición de exposición desfavorable para su durabilidad.
El medio ambiente frío influye sobre la hidratación del cemento en sentido opuesto al caluroso, pero sus efectos sobre el
concreto pueden ser más complejos, dependiendo de la magnitud de las baj as temperaturas. Así, el concreto que se elabora a
una temperatura moderadamente baj a, fragua y endurece con cierta lentitud pero posteriormente puede desarrollar a pleni
tud sus propiedades potenciales si se le cura a una temperatura conveniente. Sin embargo, si la temperatura de elaboración
es demasiado baja y alcanza a congelar el concreto a edad temprana, puede dañarlo en forma irreversible. Asimismo, si el
concreto ya endurecido y en servicio se expone a muy baj as temperaturas capaces de congelar el agua en su interior, puede
también sufrir un importante deterioro al cabo de un cierto número de ciclos de congelación y deshielo, si no se le protege
anticipadamente contra ello.
En cuanto al grado de humedad ambiental solo es adverso al concreto cuando es muy bajo, pues así representa una con
dición propicia para la pérdida por evaporación del agua con sus consiguientes efectos inconvenientes sobre la hidratación
del cemento, la adquisición de resistencia y los cambios volumétricos por secado del concreto tanto en estado plástico como
ya endurecido. De tal modo, una condición de exposición muy adversa durante la utilización y en las primeras edades del
concreto, es cuando se conj untan como factores de secado las altas temperaturas, las bajas humedades relativas y el viento.
Aunque tanto el ambiente muy caluroso como el demasiado frío pueden ser factores detrimentales para la durabilidad
del concreto si no se previenen las medidas adecuadas, en el ámbito local resulta más inquietante el tiempo caluroso por su
destacada ocurrencia en el territorio nacional. Esta preocupación cobra relevancia al considerar que, en ausencia de accio
nes preventivas, el concreto que se elabora en tiempo cálido tiende a desarrollar menos durabilidad potencial, tal como se
reconoce en el Informe ACI 306R<2> cuando dice: "debería tomarse ventaj a de la oportunidad que proporciona el tiempo
frío para colar el concreto a menos temperatura . . . , pues así desarrolla mayor resistencia final y adquiere más durabilidad".
El concreto en la estructura puede tener contacto permanente, cíclico o eventual con diversos medios, dependiendo de
aspectos tales como la localización, tipo y funciones de la estructura y de su posición dentro de ésta. No necesariamente to
dos los medios de contacto ejercen acciones que afectan la durabilidad del concreto, ni tampoco un mismo medio debe
juzgarse siempre igual. Más bien lo que procede es identificar los agentes que pueden dañar al concreto, evaluar el grado de
concentración en que son dañinos y cuantificar su existencia en el medio de contacto. A continuación se hace un breve re
cuento de los medios de contacto más comunes y los riesgos de deterioro que pueden representar para las estructuras de
concreto.
El suelo como medio de contacto con las estructuras de concreto no es normalmente agresivo pero puede serlo si con
tiene elevadas proporciones de sulfatos y/o cloruros. Los sulfatos atacan directamente al concreto de cemento portland, en
tanto que los cloruros inducen a la corrosión del acero de refuerzo. Para la acción de ambas sales se requiere su penetración
en el concreto y para ello es necesaria la existencia de un vehículo acuoso, lo cual ocurre si hay humedad en el suelo por
efecto de las aguas pluviales o por la escasa profundidad del agua freática en el sitio. Aun sin exceso de sales en estos me
dios, el solo hecho de provocar el humedecimiento sostenido o fluctuante en el concreto de contacto, representa una condi
ción de cierto riesgo para la corrosión del acero de refuerzo.
Aguas superficiales
Las aguas superficiales que fluyen no suelen ser lesivas para el concreto, ya que por estar en constante renovación no es
usual que contengan agentes dañinos en proporciones riesgosas, a menos que se hallen contaminadas por la descarga de
desechos domésticos, industriales o de otra índole. Una condición opuesta, que paradój icamente puede ser dañina, ocurre
cuando las aguas son demasiado puras (como las que provienen de los deshielos) ya que entonces pueden lixiviar (deslavar)
el concreto de contacto por disolución del hidróxido de calcio y otras sales solubles que contiene.
Las aguas superficiales estancadas, como por ejemplo en pantanos y ciénagas, siempre deben considerarse sospechosas
de ser perj udiciales para el concreto de contacto por la posibilidad de que posean sulfatos y/o cloruros en alta concentración
causada por la evaporación. Esta sospecha no necesariamente es aplicable a las aguas de embalses y lagunas de agua dulce,
cuya extensión suele ser mayor y donde normalmente existe cierta renovación permanente.
Agua de mar
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E 1 agua de mar debe ser considerada como un medio de contacto de alto riesgo para la durabilidad del concreto refor
zado; en primer término por su elevado contenido de cloruros que le confiere un carácter muy corrosivo para el acero de re
fuerzo y en segundo lugar por su moderada proporción de sulfatos y su consecuente acción química sobre el concreto d_!!_
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cemento portland. Estas condiciones tienden a ser más severas en el agua de las albuferas y pantanos costeros, a causa de la
evaporación solar que incrementa la concentración de dichas sales.
Capitulo 2
Aguas residuales
Las aguas residuales suelen presentar características físico-químicas muy variadas en función de su origen. Aunque los
efluentes domésticos no suelen contener sustancias perjudiciales para el concreto, representan no obstante un riesgo poten
cial de deterioro debido al gas sulfhídrico que se produce por la acción bacteriana, pues dicho gas puede conducir a la for
mación de ácido sulfúrico que se deposita y daña el concreto en el intradós de las tuberías de drenaje. En el caso de los
residuos industriales, por lo impredecible de su composición, siempre deben considerarse potencialmente agresivos e in
vestigarse con sumo cuidado.
Salmueras
Las salmueras son soluciones salinas muy concentradas, fuertemente corrosivas para el acero de refuerzo, que también
pueden provocar el descostramiento del concreto al actuar en ciclos de saturación y secado. Las estructuras de concreto que
frecuentemente se hallan expuestas a este medio de contacto son los pavimentos y losas de puentes en localidades con cl ima
muy frío donde se acostumbra aplicarles sales descongelantes durante el invierno. También se da el caso en instal aciones
industriales en cuyos procesos se manej an soluciones de este tipo.
Aire atmosférico
E l aire atmosférico no es un medio de contacto adverso para la durabilidad de las estructuras de concreto, a menos que
posea un elevado contenido de bióxido de carbono (C02 ) . E l efecto perjudicial de este gas consiste en provocar la carbona
tación del concreto superficial de las estructuras, con lo cu al se reduce la protección que brinda al acero de refuerzo contra la
corrosión. La presencia del C02 en la atmósfera se incrementa por los procesos de combustión, tal como sucede en los luga
res densamente poblados y en las zonas industriales, en donde la carbonatación exterior del concreto avanza con mayor
rapidez y por consiguiente hay más riesgo de deterioro por corrosión del acero de refuerzo.
E l aire atmosférico marítimo tiende a contener proporciones significativas de cloruros en forma de iones (Cr ) pro
venientes de la evaporación del agua de mar. Estos cloruros, al ser transportados tierra adentro por los vientos dominantes,
pueden llegar a varios kilómetros de distancia de la costa antes de ser completamente dispersados. Debido al carácter corro
sivo de e· s te medio de contacto, aumenta el riesgo de deterioro por corrosión del acero de refuerzo en las estructuras de con
creto reforzado ubicadas en las zonas colindantes con los litorales.
Sustancias químicas
El contacto del concreto con sustancias químicas representa una condición de exposición que puede resultar muy
dañina, dependiendo del tipo de sustancia y grado de exposición. En este aspecto destacan las sustancias ácidas por sus
efectos dañinos sobre el concreto de cemento portland, aunque con diferente intensidad según el ácido de que se trate. Con
siderando que este concreto es incapaz de resistir el ataque químico sostenido de los ácidos, lo usual es protegerlo mediante
un recubrimiento superficial adecuado al tipo de ácido y las condiciones en que actúa. Esta situación se presenta en estruc
turas que por sus funciones resultan continuamente expuestas a sustancias de esta naturaleza, como es el caso de chimeneas,
tuberías de drenaje, pisos y depósitos industriales, plantas de tratamiento de aguas residuales, etc.
de diversa índole que actúan en la estructura como consecuencia de sus funciones normales , en tanto que las segundas son
accio nes resultantes de eventos extraordinarios cuyas ocurrencia y magnitud son prácticamente impredecibles.
Como ejemplos de las acciones normalmente previstas puede citarse: 1 ) las cargas de diseño y sus correspondientes es
fuerzos y deformaciones en estructuras convencionales, 2) las cargas repetitivas que provocan fatiga en el concreto de pavi
mentos, losas de puentes, durmientes de ferrocarril, etc., 3) las cargas sostenidas y sus consecuentes deformaciones
diferidas en puentes de concreto y otras estructuras similares, 4) las fuerzas abrasivas mecánicas que producen desgaste y
erosión del concreto en pisos y pavimentos, 5) las acciones hidráulicas abrasivas, erosivas y de cavitación que desgastan,
erosionan e incluso destruyen el concreto de revestimiento de canales, túneles, vertedores y otras estructuras hidráulicas.
Las acciones que rebasan las condiciones normales, se producen como consecuencia de eventos extraordinarios tales
como sismos, incendios, huracanes, inundaciones, etc. Debido a que muchas veces la magnitud de estos eventos sobrepasa
las consideraciones de diseño, las estructuras son incapaces de resistir sus efectos y el concreto sufre daños muy con
siderables.
La evaluación y prevención de todas las acciones inherentes a las condiciones de servicio, ordinarias y eventuales,
corresponde esencialmente a la etapa de proyecto y diseño de las estructuras . Sin embargo, al pasar a la etapa de construc
ción se debe contribuir a reforzar la efectividad de las medidas preventivas de diseño mediante la acertada definición y utili
zación del concreto requerido, a fin de lograr estructuras sin deficiencias constructivas y capaces de desempeñar
eficazmente sus funciones en las condiciones de servicio previstas.
Capítulo 3
RECONOCIMIENTO Y EVALUACIÓN
Antes de definir las medidas necesarias para prevenir el deterioro prematuro de una estructura de concreto en vías de ser
construida, se requiere identificar y cuantificar los posibles factores de daño a fin de evaluar el riesgo que representan y en
función de ello adoptar las medidas preventivas que en consecuencia procedan. Esta actividad, que corresponde al segundo
punto del programa esbozado en 1 .2, se refiere al reconocimiento y evaluación de los factores intrínsecos y extrínsecos que
pueden poner en riesgo la durabilidad de las estructuras de concreto.
Capitulo 3
parse a través de las superficies expuestas de la estructura, 3) si la estructura es muy voluminosa y/o las superficies
expuestas son muy reducidas, el calor que se genera es mayor del que se disipa por lo que aquél se acumula y la temperatura
interior del concreto se incrementa, 4) el concreto al calentarse tiende a expandirse pero encuentra oposición por las restric
ciones de la estructura y con ello se generan en el concreto esfuerzos de compresión que de ordinario no lo afectan, 5) a l
cabo d e cierto tiempo e l proceso s e invierte y l a temperatura del concreto comienza a descender en busca d e s u equilibrio
con la media ambiental, 6) este enfriamiento gradual del concreto se acompañada de una contracción progresiva que, por
efecto de las mismas restricciones, genera esfuerzos y deformaciones a tensión en el concreto que pueden agrietarlo si exce
den su capacidad para deformarse en este sentido.
Para hacer frente a este problema, en la construcción de estructuras voluminosas se recomienda utilizar el denominado
concreto "masivo", que pragmáticamente se define como "cualquier volumen de concreto con dimensiones suficiente
mente grandes para requerir que se tomen medidas para enfrentar la generación de calor y sus consecuentes cambios de
volumen a fin de minimizar el agrietamiento". <3)
Con frecuencia, la puesta en práctica de algunas medidas recomendadas para el concreto masivo requieren de procedi
mientos, equipos e instalaciones un tanto especiales, por lo cual no se le considera convencional y su tratamiento queda
fuera del alcance previsto para este libro. Sin embargo, existe una amplia variedad de casos de estructuras de tamaño me
diano en que es necesario prevenir los agrietamientos de origen térmico. En atención a ellas, se estima pertinente considerar
una categoría de estructuras semi voluminosas que conviene reconocer y distinguir de las estructuras ordinarias, a fin de re
comendar en su construcción las medidas mínimas necesarias para ayudar a prevenir dichos agrietamientos.
Para posibilitar la identificación de la frontera entre las estructuras ordinarias y las semivoluminosas, resulta conveniente
evaluar su relación volumen/superficie expuesta (V/S) que representa la distancia promedio de transmisión del calor interno a
través de la estructura para su disipación al exterior. <4) Se estima que dicha frontera puede identificarse con una relación V/S del
orden de 0.45 m ( 1 .5 pies). Como es lógico, conforme aumenta el valor de esta relación se vuelve menos expedita la disipación
del calor y se requieren medidas más efectivas para prevenir el excesivo sobrecalentamiento de la estructura y el consiguiente
riesgo de agrietamiento del concreto (ver 4.5 . 1 ).
Hay que distinguir dos tipos de cambios volumétricos de esta naturaleza, según la edad del concreto en que se producen. El
primero ocurre en la etapa de fraguado del concreto recién colocado en la estructura, cuando todavía se halla en estado plás
tico, por lo que se le denomina contracción plástica y sus efectos dejan de manifestarse al fraguar el concreto. El segundo cam
bio tiene un desarrollo mucho más prolongado, pues se manifiesta progresivamente en el curso de las primeras semanas, e
incluso meses o años, de la vida del concreto. Debido a que su manifestación coincide con la paulatina pérdida de humedad in
terna del concreto, normalmente se Je conoce como contracción por secado.
La contracción plástica genera agrietamientos cuando el concreto recién colocado pierde agua superficial por evapora
ción con demasiada rapidez: con frecuencia se considera crítica una velocidad de evaporación del orden de 1 kg/m2/hora. <5 )
De tal modo, la primera acción tendiente a prevenir estos agrietamientos consiste en hacer el reconocimiento y evaluación
previa de las condiciones ambientales en el sitio de colado, comprendiendo la temperatura, la humedad relativa y la presen
cia y velocidad del viento. En función de esta evaluación procederá la conveniencia de tomar precauciones para moderar la
velocidad de evaporación. <5 >conforme se verá más adelante, hay épocas del año y zonas del país en que aumenta el riesgo de
que se produzcan estos agrietamientos (ver 3 .2 . 1 ).
La magnitud de la contracción por secado puede ocasionar agrietamientos en la estructura, cuando la deformación a ten
sión que provoca en el concreto excede su capacidad para deformarse en este sentido. Hay dos posibilidades básicas para
tratar de prevenir este tipo de agrietamientos: 1 ) emplear un concreto con moderada contracción por secado verificada y 2)
disponer en la estructura las j untas de contracción apropiadas a la contracción prevista.
En cuanto a lo primero, es dable suponer que la contracción unitaria última del concreto, en condiciones normales y con
agregados de buena calidad, sea del orden de 800 x 1 0-6 m/m, <6)en promedio; a la cual correspondería una contracción a 28
días entre 300 y 360 x 1 0-6 m/m aproximadamente. De esta manera, al pretender utilizar un concreto de contracción
moderada, debe verificarse por el método de prueba ASTM C 1 57 <7)(NMX-C- 1 73) <8) que su contracción por secado a 28
días no resulte mayor de 360 x 1 0·6 m/m, aproximadamente.
Cuando la contracción real del concreto de uso previsto excede este valor con cierta moderación, puede ser factible redu
cirla a un nivel conveniente con el uso de las medidas que se mencionan más adelante (ver 4.5 .2). Sin embargo, cuando la con
tracción real resulta francamente excesiva, hay que tomar en cuenta que esta característica del concreto depende notablemente
de la naturaleza de los agrega dos, por lo que el medio obligado es substituirlos por otros con mejor desempeño en este aspecto.
En cuanto a lo segundo, dado que se trata de un asunto de diseño estructural, lo que procede es que el proyectista tenga
conocimiento anticipado de la magnitud real de la contracción por secado del concreto que se pretende utilizar en la
construcción de la estructura, a fin de prevenir las j untas de contracción adecuadas .
3.1.2.1 Generalidades
Las características y propiedades de los agregados, de igual modo que los aspectos dimensionaies de las estructuras, son
factores de carácter intrínseco que pueden afectar la durabilidad del concreto si no se les califica con suficiente anticipación
a la construcción de la obra.
Por economía, tomando en cuenta que representan alrededor de dos tercios del volumen del concreto, lo conveniente es
emplear agregados cercanos al sitio de construcción, siempre que su calidad sea adecuada. Por tal concepto, suele
comenzarse por reconocer y evaluar las posibles fuentes de suministro próximas a la obra, considerando como primera
opción los agregados de origen natural y como segunda las rocas para producir agregados manufacturados.
En el aspecto físico, los agregados influyen en la durabilidad del concreto en la medida que afectan sus propiedades y su
capacidad para resistir los efectos deteriorantes de los medios de contacto, las condiciones ambientales y las de servicio. En
el aspecto químico importa su composición petrográfica y mineralógica debido a que hay ciertas rocas y minerales que pue
den reaccionar adversamente con los álcalis en el concreto.
Las deficiencias físicas de los agregados no siempre son susceptibles de ser corregidas, por lo que una deficiencia no
corregible de esta índole puede ser motivo de rechazo, en función de su importancia y trascendencia. No ocurre así en el
caso de su composición petrográfica, pues el hecho de tener componentes reactivos con los álcalis no necesariamente es
causa de rechazo de los agregados, ya que sus efectos detrimentales pueden inhibirse mediante ciertas limitaciones y/o ac
ciones preventivas (ver 4. 1 5 .4) .
En lo que sigue se hace una revisión breve de las principales características y propiedades de los agregados y su posible
influencia en la calidad y durabilidad del concreto. Para abundar en el tema, se recomienda ver 4. 1 4, 4. 1 5 y consultar la
Referencia 9.
Capitulo 3
a) Composición granulométrica
La composición granulométrica de los agregados influye significativamente en la demanda de agua de mezclado del con
creto y en su requerimiento de pasta de cemento, de donde pueden derivar efectos inconvenientes en la resistencia mecánica y
los cambios volumétricos del concreto endurecido; además, ejerce influencia en la trabaj abilidad de las mezclas de concreto,
con sus correspondientes consecuencias en la colocación, compactación y acabado del concreto en la estructura.
Las deficiencias granulométricas de la arena son más trascendentes y difíciles de corregir que las de la grava, por cuyos motivos se
concede mayor importancia a la procuración de una buena granulometría en la arena. Para calificar ésta se acostumbra emplear el lla
mado módulo de finura (MF) cuyo intervalo de aceptación es de 2,3 a 3 . 1 según las especificaciones ASTM C 330 0)(NMX-C- l l l )º 1 >
Así, las arenas demasiado finas (MF< 2. 3) o demasiado gruesas (MF> 3 , 1 ) son vistas con recelo para su empleo en el concreto.
b) Sanidad
La sanidad de los agregados normalmente se identifica con su capacidad para resistir las presiones desintegrantes produci
das por la congelación del agua en su interior o por la cristalización de sales en solución previamente absorbidas: Tales efectos
se generan en la práctica cuando el concreto se halla expuesto a muy baj as temperaturas que inducen ciclos de congelación y
deshielo o cuando presta servicio en contacto con aguas salinas que actúan en periodos de humedecimiento y secado.
La evaluación de los agregados para resistir los efectos de la congelación y el deshielo se hace mediante pruebas tales
como la ASTM C 666º 2) (NMX-C-205) 0 3 ) o la ASTM C 682 ° 4> que son de uso común en EUA pero en México se utilizan
poco, tal vez por la limitada frecuencia de esta condición de exposición en el territorio nacional. A cambio, la sanidad de los
agregados en el medio local se verifica por la prueba con sulfato de sodio o de magnesio conforme al método ASTM C 88 ° 5 >
(NMX-C-075). < 1 6> La pérdida máxima tolerada en la arena es 1 0 % con sulfato de sodio y 1 5 % con sulfato de magnesio, en
tanto que en la grava se aplica principalmente el sulfato de magnesio con un límite máximo permisible de 1 8 %.
Tomando en cuenta la influencia de esta característica de las agregados en la durabilidad del concreto, es recomendable evitar
el empleo de agregados que incumplan esos límites, especialmente cuando las condiciones de exposición y servicio de la estruc
tura puedan poner en riesgo su durabilidad.
De manera un tanto oficiosa, es posible considerar que una densidad relativa (sss) menor de 2 . 5 en los agregados repre
senta una advertencia que j ustifica ser cauteloso en su evaluación ; sin que ello signifique que un v alor más alto represente
necesariamente una calidad aceptable en los agregados.
La baj a densidad relativa de los agregados puede deberse a la naturaleza inherente a las rocas que los constituyen, o por
el hecho de encontrarse alteradas, siendo esto último más perj udicial para la durabilidad del concreto. Por ello, es con
veniente j uzgar el dato de la densidad relativa conjuntamente con los de otras determinaciones como la sanidad, la absor
ción y el examen petrográfico. De cualquier modo, es necesario tener presente que una baj a densidad relativa en los
agregados no es corregible y puede ser desfavorable para la durabilidad del concreto.
d) Absorción
La absorción de los agregados se mide en el laboratorio por su capacidad para absorber agua en 24 horas de inmersión. Nor
malmente hay una relación inversa entre la densidad relativa y la absorción de los agregados; de tal modo, una elevada absorción
puede tener las consecuencias indeseables previamente señaladas para una baja densidad relativa. Además, una elevada absor
ción es sintomática de alta porosidad en los agregados, la cual influye adversamente en la durabilidad del concreto al incrementar
su permeabilidad, su vulnerabilidad a la congelación y el deshielo y su contracción por secado (ver Tabla 3 . 1 ). 0 7>
Por otra parte, el uso de agregados con gran capacidad para absorber agua dificulta el control de la uniformidad del concreto
al mezclarlo, con las consiguientes variaciones en sus propiedades ya endurecido. Aunque no hay valores establecidos para
limitar la absorción, se le puede suponer alta si es mayor de 2 % en la arena y de 4 % en la grava. <1 8> Como en el caso de la
densidad relativa, la absorción alta en los agregados es una característica indeseable que no es corregible y cuya influencia
en la durabilidad del concreto debe evaluarse antes de utilizarlos .
Tabla 3.1 Influencia de los agregados del Distrito Federal en la contracción por secado
del concreto. 07>
Grava Densidad Absorción Contracción por secado
(tipo de roca) relativa (sss) (%) a 28 días ( 1 0-6 m/m)
Andesita
2.42 4.4 750
piroclástica
Caliza
2.63 0.8 395
triturada
e) Limpieza
Más que una característica, la limpieza puede identificarse como una condición de los agregados definida en función de
su contenido de finos perjudiciales, entre los que destacan el limo, la arcilla, el polvo de roca y la materia orgánica en forma
de humus. Los tres primeros son finos cuya determinación se hace por lavado a través de la malla ASTM No.200 con 75 m
de abertura (ASTM C 1 1 7 ° 9>/NMX- C084<20>> en tanto que la materia orgánica se evalúa por la prueba calorimétrica con hi
dróxido de sodio (A5TM C 40<2 1 >JNMX-C-088 <22» .
S i bien l o deseable e s la ausencia total d e estos contaminantes e n los agregados, esto e s impracticable y s e hace necesario
tolerarlos en proporciones que no resulten dañinas para la calidad y durabilidad del concreto. Para establecer esta tolerancia
se toma en cuenta el uso destinado al concreto y la naturaleza de los propios finos.
Así, para los finos menores de 75 m, la Especificación ASTM C 33 <10> admite en la arena un máximo de 5 % en masa,
cuyo máximo se reduce a 3 % si el concreto va a estar sujeto a la abrasión, y ambos límites se incrementan a 7 y 5 % respectiva
mente cuando se trata de polvo de trituración en arenas manufacturadas. En la grava se tolera un máximo de 1 % en masa, que
se puede incrementar a 1 ,5 % si son finos exentos de arcilla (no plásticos). En la norma mexicana NMX-C- 1 1 1 <1 1 > las restric
ciones de estos finos en la arena son más tolerantes y se definen en función de su grado de plasticidad.
En el caso de la contaminación con materia orgánica, ésta se verifica solamente en la arena mediante la prueba
colorimétrica. Si el color obtenido es más obscuro que el de referencia, y se confirma que se debe a materia orgánica, pro
cede evaluar su influencia en la resistencia a compresión del mortero por el método ASTM C 81 <23 >/NMXC-076<24». La
arena en cuestión se considera aceptable si produce una resistencia no menor de 95 % al ser comparada con un mortero tes
tigo de referencia.
Capitulo 3l
Aunque estos contaminantes son muy frecuentes en los agregados, especialmente en los de origen natural, su presencia
en exceso es una condición que puede corregirse con relativa facilidad por medio de un eficaz tratamiento de lavado con
11
agua limpia, hasta dej ar los agregados en condiciones aceptables de limpieza.
f) Resistencia mecánica
'
Las rocas que constituyen los agregados con adecuada densidad relativa, normalmente manifiestan resistencias a com-
presión que varían entre 70 y 300 MPa y a tensión entre 2 y 1 6 MPa aproximadamente. 0 3) Debido a ello, lo usual es que la 1
j
resistencia de los agregados sea mayor a la del concreto que integran ; sin embargo, cuando se trata de rocas de baja densidad ;
y/o alteradas, o bien el concreto se proyecta con muy alta resistencia, puede ocurrir que la resistencia propia de los agrega
dos sea menor a la requerida en el concreto y por ello se convierta en un factor limitan te de la resistencia y durabilidad de di-
cho concreto.
Para evaluar la capacidad de los agregados en este sentido, lo conveniente es ensayar mezclas de concreto con los agrega
dos en cuestión incrementando progresivamente la resistencia requerida, a fin de juzgar la evolución de las resistencias obteni
das y el modo de falla del concreto y del agregado grueso en los especímenes de prueba. Con base en estas observaciones se
puede establecer la compatibilidad de la resistencia del agregado con la que se pretende en el concreto y con ello definir su
idoneidad. Aunque la resistencia mecánica de las rocas es una propiedad intrínseca que no es modificable, en ciertos casos se
puede mejorar el desempeño del agregado grueso en este aspecto reduciendo su tamaño máximo en el concreto.
estado endurecido. Normalmente, la influencia en ambos aspectos tiene manifestaciones contrapuestas; así, las partículas con for
mas redondeadas y superficies lisas son favorables para la trabajabilidad pero no para la interacción pasta-agregado, en tanto que
con las partículas de formas irregulares y superficies ásperas ocurre lo contrario.
Para compatibilizar ambas tendencias se acostumbra evaluar sus respectivas prioridades en función del nivel de resis
tencia a compresión del concreto. De este modo, cuando la resistencia requerida es inferior a 25 o 30 MPa, suele privile
giarse la trabaj abilidad de las mezclas porque los consumos unitarios de cementante son reducidos y los esfuerzos de
trabaj o del concreto también lo son. Por el contrario, en los concretos de mayor resistencia donde los consumos de cemen
tante y los esfuerzos de trabaj o son más altos, debe darse prioridad a la procuración de una buena capacidad del agregado
grueso para interactuar con la pasta de cemento endurecida.
De acuerdo con lo anterior, como orientación de carácter general, en los concretos con f' e menor de 25 MPa, aproxima
damente, puede ser preferible el empleo de agregados con partículas redondeadas como suelen ser los de origen natural que
han tenido un cierto acarreo antes de depositarse. En contraposición, para los concretos de mayor resistencia debe preferirse
el agregado de partículas poliédricas, como las que se producen por la trituración de roca. Sin embargo, en este último caso
debe prevenirse la producción de partículas con formas demasiado angulosas mediante la selección del equipo de tritura
ción adecuado a las características de la roca.
Tomando esto último en cuenta, en algunos casos se establece que el coeficiente de forma de las gravas manufacturadas
no debe ser menor a 0.20 <25) y que el contenido de partículas planas y/o alargadas (con una relación mayor de 3 , definida
según ASTM C 1 25 <26) ) no debe exceder a 20 % en masa. <27) En el caso de la arena manufacturada es posible evaluar su
forma de partícula en comparación con una arena apropiada, a través de su proporción de vacíos determinada por el método
ASTM C 1 252. <28)
J
"''
1mcyc
Cuando los agregados contienen exceso de terrones de arcilla u otras partículas deleznables, es posible reducirlos a va
lores tolerables por medio de un enérgico tratamiento de lavado y cribado, que en el caso de partículas reacias puede nec(;si
tar el empleo de un cilindro lavador giratorio ("scrubber"). La remoción de partículas ligeras en exceso es más difkil y
costosa porque requiere de tratamientos y equipos muy especializados, lo cual en ocasiones hace preferible bus(ar un
suministro alternativo. La contaminación con sales solubles (cloruros y/o sulfatos principalmente) es relativament� í·;!cil de
corregir mediante el lavado de los agregados con equipo convencional, tomando la precaución de utilizar suficientP: ::igua
limpia y exenta de estas sales. La remoción de fragmentos vegetales en los agregados (madera, ramas, raíces, etc.) no· si
pre es económicamente practicable, por lo que en casos de contaminación excesiva es conveniente considerar dos opciones
principales: la explotación selectiva del banco de agregados por zonas relativamente limpias, o la búsqueda de una fuente
de suministro alterna.
i) Resistencia a la abrasión
La resistencia del concreto al desgaste por efecto de acciones abrasivas depende al principio de la calidad de la pasta de
cemento y el mortero superficial ; posteriormente, si la acción abrasiva continúa y la costra de pasta y mortero se desgasta,
entonces el agregado grueso queda expuesto y se pone a prueba su resistencia a la abrasión, la cual depende principalmente
de su dureza. 0 3) Por tal concepto, en donde es inadmisible que el agregado grueso resulte expuesto, se depende básica
mente de la resistencia y dureza de la capa superficial, en tanto que donde esta condición no es indispensable es necesario
apoyarse en la resistencia y dureza de la grava. Debido a ello, es frecuente que en pisos industriales y otros casos similares
se aplique una capa superficial de un material o producto específicamente resistente a la abrasión, mientras que en pavi
mentos y determinadas estructuras hidráulicas se pone mayor atención en la calidad del agregado grueso.
Aunque hay pruebas para medir directamente la resistencia a la abrasión de las gravas, hay opiniones en el sentido que
·
sus resultados no son convincentes ni representativos, y que es preferible someter a la abrasión el concreto hecho con los
agregados previstos. 0 8) Para el efecto, la ASTM contempla cuatro métodos de prueba para evaluar la resistencia del con
creto a la abrasión; uno que opera por vía hidráulica (C 1 1 3 8 <2 9)) y tres que aplican medios mecánicos (C 4 1 8 ; 3 0) C 779 <3 1) y
C 944 <3 2)). Al seleccionar el método debe tratar de representarse las condiciones que más se aproximen a las de operación
del concreto en la estructura.
Normalmente, estos ensayes no se consideran de rutina sino más bien se utilizan para definir el concreto apropiado en aplica
ciones donde las fuerzas abrasivas son muy enérgicas y pueden incluso erosionar y destruir el concreto, tal como puede ocurrir en
pavimentos en que opera maquinaria pesada y en estructuras hidráulicas que prestan servicio en contacto con flujos de agua a
muy alta velocidad, cuya durabilidad siempre está en riesgo por estas causas.
j) Deformabilidad
La deformabilidad de las rocas que constituyen los agregados minerales está directamente vinculada a su porosidad, que
a su vez tiene estrecha relación con la densidad relativa y la absorción. Asimismo, debido a su elevada participación en el
Tabla 3.2 Influencia de la naturaleza del agregado grueso en el módulo de elasticidad de los concretos
del Distrito Federal. <25>
Agregado grueso Masa volumétrica típica del Módulo de elasticidad del
Origen Tipo de roca concreto, en kN/m3 concreto Ec, en MPa
Es pertinente señalar que, por tratarse de una propiedad inherente a la naturaleza de las rocas que los constituyen, la de
formabilidad de los agregados no es susceptible de modificación. De este modo, cuando el concreto exhibe un bajo módulo
de elasticidad atribuible a los agregados, son de alcance limitado las medidas que puede ejercerse para incrementarlo, según
se explica en el Capítulo 4 (ver 4. 1 1 ). En tal caso, si l a elevada deformabilidad del concreto es inaceptable, lo procedente es
sustituir los agregados por otros con un adecuado desempeño en este aspecto.
Para que una reacción de esta índole alcance a producir efectos detrimentales en el concreto, se admite la necesidad de
que concurran tres factores básicos: 1 ) presencia en los agregados de rocas y minerales reactivos con los álcalis, en propor
ciones críticas, 2) contenido suficientemente alto de álcalis disponibles en el concreto, en condiciones de reaccionar con di
chos agregados y 3) existencia de suficiente solución de poro en el concreto y en contacto con los agregados. El hecho que
en ocasiones se haya dado la reacción sin la plena concurrencia de los tres factores, significa que aun hay aspectos inciertos
que debe definirse. Sin embargo, en el estado actual de conocimiento, es prudente evitar la simultaneidad de dichas condi
ciones de riesgo, y en ello se basan algunas de las medidas de prevención que más adelante se exponen (ver 4. 1 5 .4).
En el ámbito de las reacciones álcali-agregado se conocen tres variantes: dos de ellas son formas básicas que correspon
den a las denominadas reacciones álcali-sílice y álcali-carbonato, en tanto que la tercera es más bien accesoria y se designa
álcali-silicato o simplemente cemento-agregado. En orden de frecuencia y extensión, la reacción álcali-sílice ocupa el
primer lugar por amplio margen y sin reconocer fronteras, en segundo término se sitúa la reacción álcali-carbonato de
manera mucho menos frecuente y extendida y por último la reacción álcali-silicato se ha manifestado en forma muy limi
tada y circunscrita a ciertas regiones de EUA. Aunque en México se han documentado relativamente pocos casos de estas
reacciones, es conveniente reconocer y evaluar el riesgo que puede representar la existencia de agregados potencialmente
reactivos con los álcalis en el territorio nacional.
En la reacción álcali-sílice participan rocas que contienen vidrio volcánico, tales como riolitas, dacitas, andesitas y
sus correspondientes tobas ; rocas opalinas como calcedonia, pedernal, pizarras y calizas opalinas; y eventualmente ro
cas que contienen sílice en forma criptocristalina y/o deformada. En la reacción álcali-carbonato se involucran principal
mente rocas calizas dolomíticas y arcillosas. Todos estos tipos de rocas pueden hallarse en la República Mexicana,
siendo más frecuentes las rocas silíceas de origen ígneo por el vulcanismo que caracteriza principalmente la parte occi
dental del país. En las Figs. 3 . 1 y 3 . 2 (reproducidas con autorización de la Sección Centro y Sur de México del ACI) <34> se
indican las zonas del territorio nacional donde predominan las rocas potencialmente reactivas con los álcalis, silíceas y
carbonatadas respectivamente.
Debido a que esta delimitación de zonas es sólo aproximada siempre es posible encontrar rocas potencialmente reacti
vas fuera de ellas, por lo que una práctica habitual debe ser el reconocimiento y evaluación de los agregados en este aspecto,
ya sea por indagación de sus antecedentes o por su verificación mediante pruebas (4, 1 5 .2). Si por estos medios se confirma
que los agregados son capaces de reaccionar con los álcalis del concreto, procede la ejecución de las medidas adecuadas al
caso, conforme se definen en el Capítulo 4. (ver 4. 1 5 .4)
Clase
Nomenclatura
(denominación)
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Capitulo 3
Como se observa, solamente la primera clase de cemento (CPO) es portland simple, en tanto que las otras cinco son
mezclas de clinker portland con otros componentes (puzolana, escoria de alto horno o microsílice) cuya actividad cemen
tante debe cumplir por separado con ciertos requisitos de la norma.
Dentro de cada clase, teóricamente puede haber tres categorías de resistencia normal definidas por sus resistencias a 28
días de edad, y dos categorías de resistencia rápida establecidas en función de la resistencia mínima a 3 días, como a
continuación se indica:
Resistencias a
compresión N/mm2
Categorías
A 3 días A 28 días
Mín. Mín. Máx.
Resistencia normal:
20 -
20 40
30 -
30 50
40 -
40 -
Resistencia rápida:
30 R 20 30 50
40 R 30 40 -
Tomando en cuenta la distinta naturaleza y comportamiento que puede atribuirse a los diferentes componentes de estos ce
mentos, cabe suponer que no todas las categorías de resistencia resultan aplicables a las seis clases de cemento normalizadas.
Por otra parte, en la norma también se establece la posibi lidad de suministrar el cemento con los siguientes requisitos
especiales optativos, que son de gran trascendencia para efectos de la durabilidad del concreto en las correspondientes
condiciones de riesgo:
Requisito especial
Nomenclatura
(optativo)
B aj a reactividad álcali-agregado B RA
Para certificar que un cemento es resistente a los sulfatos (RS) en la norma mexicana se prescribe una prueba de larga
duración, por inmersión de especímenes en una solución sulfatada, cuyos resultados se obtienen y evalúan a un año de edad
(NMX-C-4 1 8 <3 9> ). De ordinario, este tipo de pruebas se destina preferentemente a los cementos mezclados, <36> cuya resis
tencia a los sulfatos no solo depende de la composición química del clinker portland sino también de los efectos de los otros
componentes, cuya aportación en este aspecto requiere normalmente varios meses para hacerse patente. Cuando se trata de
un cemento portland simple como el CPO, su resistencia a los sulfatos puede estimarse rápidamente por la determinación
de su contenido de aluminato tricálcico (C3 A) o bien se puede verificar mediante una prueba con adición de sulfato de cal
cio (yeso) cuyos resultados se obtienen a 1 4 días (ASTM C 452<37)¡ NMX-C- 1 85 <3 8 >) .
De acuerdo con l o anterior, cuando s e requiere conocer si un determinado cemento e s efectivamente resistente a los sul
fatos, puede acudirse a los siguientes medios: 1 ) si el cemento es portland simple (clase CPO) puede ser suficiente verificar
que su contenido de C 3 A sea menor de 8 % para una exposición moderada y menor de 5 % para una exposición severa y/o
que su expansión a 1 4 días en la prueba con yeso sea menor de 0.040 %, y 2) si se trata de un cemento mezclado (clases CPP,
CPEG, CPC, CPS o CEG) lo procedente es requerir del fabricante una constancia certificada de que en la prueba de exposi
ción a los sulfatos por el método NMX-C-4 1 8 <3 9)/ASTM C 1 O 1 2 <40> se obtuvo una expansión menor de 0. 1 O % a un año. Sin
embargo, para condiciones muy severas de exposición a los sulfatos se recomienda que esta expansión máxima se veri
fique a 1 8 meses. <5 2>
Las acciones que optativamente pueden ejercerse en el cemento para prevenir una reacción del tipo álcali-sílice, consis
ten principalmente en: 0 0> 1 ) limitar el contenido de álcalis totales, como Na20, a un máximo de 0.60 % cuando se trate de
un cemento portland simple (CPO), o 2) emplear un cementante secundario (puzolana, escoria, microsflice) capaz de redu
cir eficazmente la expansión reactiva, ya sea que se incorpore al concreto en forma separada de un cemento portland simple,
o como un componente integrado a un cemento portland mezclado (CPP, CPEG, CPC, CPS). En el caso de la reacción del
tipo álcali-carbonato no siempre surten efectos inhibitorios de la expansión los cementantes secundarios· <4 1 ) por lo que la
acción preventiva recomendada consiste en limitar aun más el contenido de álcalis totales en el cemento portland sim
ple(CPO), hasta un nivel que puede ser tan bajo como 0.40 %.
En la norma mexicana, el requisito especial BRA del cemento se verifica mediante una prueba de expansión en mortero
con vidrio de borosilicato (Pyrex) como agregado, el cual es un material silíceo de alta pureza que se emplea en las pruebas
de evaluación de la reacción álcali-sílice. De acuerdo con ello, un cemento que cumple con el requisito especial BRA es
apropiado para prevenir la reacción álcali-sílice pero no necesariamente la reacción álcali-carbonato, lo cual debe tomarse
en cuenta al confrontar el riesgo de una reacción de esta naturaleza.
En función de lo anterior, los cementos nacionales considerados como de baja reactividad álcali-agregado (BRA) son en
realidad de baj a reactividad álcali-sílice y su uso está indicado en los casos en que debe prevenirse este tipo de reacción.
Para tales casos es recomendable requerir del fabricante un certificado que respalde el cumplimiento de lo establecido en la
Norma Mexicana NMX-C-4 1 4<3 5) para este requisito especial. Para mayor información acerca de las medidas de defensa
contra ambas reacciones, procede consultar la sección 4. 1 5 del Capítulo 4.
Capitulo 3
Cuando se trata de cementos portland simples (como el CPO) la obtención de u n bajo calor de hidratación se logra prin
cipalmente por medio de ajustes en la composición química del clinker, limitando los contenidos de aluminato tricálcico
(C A) y silicato tricálcico (C S) dado que estos compuestos son los que aportan más cantidad de calor en las primeras
3 3
edades de hidratación del cemento. En forma complementaria para el mismo fin puede limitarse la finura de molienda por
su influencia en la velocidad inicial con que se desarrolla dicho proceso de hidrn.:ación.
En el caso de los cementos portland mezclados (CPP, CPEG, CPC, CPS y CEG) su calor de hidratación no sólo depende
de la composición química del clinker y la finura de molienda, sino también del calor que genera la hidratación de los ce
mentantes secundarios (puzolana, escoria, microsílice). Si bien éstos pueden generar comparativamente menos calor que el
clinker, su efecto global en este aspecto es variable pues depende de la naturaleza de cada material y de la proporción en que
se utiliza en el cemento.
Debido a la influencia de las diferentes variables mencionadas, resulta incierto anticipar el desempeño de un deter
minado cemento, en cuanto a su calor de hidratación, por lo que siempre es necesario verificarlo experimentalmente apli
cando el método NMX-C- 1 5 1 c42) o el ASTM C l 86.c43) De igual modo que en los casos precedentes, al adquirir un cemento
de bajo calor de hidratación (BCH) debe solicitarse al fabricante una constancia certificada que acredite el cumplimiento de
este requisito especial en el cemento suministrado.
3. 1 .4 Deficiencias constructivas
Como factor de riesgo de deterioro prematuro, las deficiencias constructivas ocupan un lugar destacado al grado de po
der convertirse en una de las principales causas de mantenimiento de las estructuras de concreto. En algunas ocasiones estas
deficiencias son consecuencia de un diseño inapropiado o de imprevisiones de proyecto relacionadas con las funciones y
condiciones operativas de las estructuras. En tales casos, aunque la estructura se construya de acuerdo con el proyecto, lleva
implícitas deficiencias que no son imputables a su ejecución. Sin embargo, la mayoría de las veces estas deficiencias se pro
ducen durante la construcción como resultado de incumplimientos en las especificaciones y/o por el empleo de procedi
mientos, equipos y/o personal inadecuados.
Aunque pueden ser prácticamente innumerables las deficiencias constructivas hay algunas en las que se incurre con
mayor frecuencia, por lo que se justifica reconocerlas a fin de prevenirlas y con ello reducir el riesgo de deterioro y el costo
de mantenimiento de las estructuras de concreto.
Los principales, requerimientos que deben atenderse al definir el concreto para la construcción de una estructura, pue
den plantearse como sigue:
• Consistencia y trabajabilidad de la mezcla en función de los medios y facilidades de colocación del concreto en la estructura.
• Propiedades del concreto endurecido acordes con los requisitos especificados: resistencia mecánica (compresión, tensión,
flexión), resistencia a la abrasión, deformabilidad, etc.
• Reducida permeabilidad del concreto a los fluidos, para estructuras en contacto con medios acuosos químicamente
agresivos o corrosivos y/o en condiciones de riesgo de congelación.
• Resistencia del concreto al ataque de sulfatos, para estructuras expuestas a estas sales.
• Inhibición de la reacción álcali-agregado, en concreto cuyos. agregados son reactivos con los álcalis.
• Protección intrínseca del concreto endurecido contra la congelación y el deshielo, para estructuras expuestas a muy bajas
temperaturas.
• Moderación de la generación de calor en el seno del concreto, para estructuras cuyo volumen lo justifique.
• Limitación de la contracción por secado del concreto, para estructuras proclives a los agrietamientos por esta causa.
En resumen, para evitar la deficiencia constructiva que consiste en emplear un concreto inapropiado, primero hay que determi
nar lo que demanda la estructura y con base en ello diseñar la mezcla de concreto apropiada para satisfacerlo.
Cuando la energía de compactación es excesiva y/o las mezclas tienen muy elevada fluidez, existe la posibilidad de
sobrecompactar el concreto y restarle homogeneidad por segregación, principalmente por el asentamiento de las gravas.
Por el contrario, si en espacios reducidos y/o con abundante acero de refuerzo la energía aplicada es deficiente y/o se em
plean mezclas demasiado duras, es inminente el riesgo de subcompactar el concreto dej ándolo muy poroso, con lo cual se
afecta su resistencia e impermeabilidad. Aunque en ambos casos se trata de deficiencias constructivas por compactación in
adecuada, es evidente que el segundo resulta más trascendente en el desempeño de la estructura. De ahí la importancia de
considerar la buena trabaj abilidad de la mezcla como un requisito para la definición del concreto apropiado, tal como se in
dicó en el inciso precedente.
Aun suponiendo el uso de mezclas trabaj ables, subsiste el riesgo de deficiencias constructivas porsubcompactación del
concreto si no se aplica la energía de compactación adecuada a las condiciones de colocación prevalecientes en la estruc
tura. Para todo lo concerniente a la compactación del concreto en condiciones de colocación ordinarias, es recomendable
observar las prácticas indicadas en el Informe ACI 309RC44> y para colados en condiciones de colocación difíciles (áreas
congestionadas) las del Informe ACI 309.3R. C45>
Capitulo 3
hidratación del cemento puede requerir meses, e incluso años, resulta improbable disponer de agua interna en todo ese
tiempo cuando la estructura opera en condición seca. Por tal motivo, se acostumbra especificar la resistencia de proyecto
del concreto a una edad reducida, que normalmente es 28 días, considerando que la gran mayoría de su contenido de ce
mento (del orden de 75 a 80 %) debe haberse hidratado a esa edad.
Lo anterior presupone el compromiso de asegurar que no le falte agua interna al concreto durante sus primeras 28 días de
edad. Para tratar de conseguirlo existen varios procedimientos que en síntesis se agrupan en dos sistemas de curado
húmedo: 1 ) aportación de agua al concreto desde el exterior, a fin de reponer la que se pierde por evaporación y la que se
consume por hidratación del cemento, y 2) cubrimiento temporal de la superficie expuesta del concreto para evitar la
pérdida por evaporación del agua interna, confiando que ésta sea suficiente para mantener la hidratación del cemento du
rante al menos 28 días.
El primer sistema de curado es muy eficaz, siempre y cuando se pueda conservar húmedo el concreto durante el lapso
requerido. Debido a la dificultad y costo que suele representar la continua aplicación de agua durante 28 días, en la práctica
este lapso se reduce a 7 días (y en ciertos casos 1 4 días) suponiendo que el agua suministrada en este tiempo puede ser sufi
ciente para mantener internamente húmedo el concreto hasta que alcance su resistencia de proyecto. Sin embargo, el cum
plimiento de este supuesto no puede asegurarse en condiciones que intensifiquen la pérdida de agua por evaporación, tal como
sucede cuando el ambiente es caluroso, seco y con viento.
La efectividad del segundo sistema de curado depende de la eficiencia antievaporante del cubrimiento aplicado (nor
malmente un líquido que forma membrana) y de que la cantidad de agua o:iginal de mezclado sea en verdad suficiente para
asegurar la hidratación del cemento por lo menos durante 28 días. Para pre\ enir estas limitaciones, debe emplearse materia
les de cubrimiento que cumplan determinados requisitos de retención de humedad (NMX-C-08 1 <46>/ASTM C 309<47 >) y
debe evitarse el empleo único de este sistema de curado en concretos elaborados con relaciones agua/cemento menores de
0.40 aproximadamente. No obstante debe reconocerse a este sistema ventaj as tales como que es aplicable en superficies
donde el curado con agua resulta difícil o impracticable, y que su ejecución requiere menos vigilancia que el curado con
agua porque se aplica una sola vez.
Por todo lo expuesto, no es exagerado suponer que el curado insuficiente del concreto es una de las deficiencias constructi
vas locales más frecuentes, particularmente durante el verano en las regiones calurosas y secas del país; con el agravante de
que sus efectos perjudiciales no son evidentes y por tanto suelen pasar inadvertidos. Además, debido al escaso interés del
constructor por llevarlo a cabo, suele ser motivo de controversia con el supervisor. A fin de moderar estas incidencias, debe es
tablecerse con claridad y precisión los requisitos para el curado del concreto en las especificaciones de la obra y, de ser posible,
su ejecución debe ser considerada individualmente para fines de pago en el catálogo de conceptos de obra.
Bajo el aspecto meramente estructural, el concreto de recubrimiento tiene por objeto envolver completamente las
varillas de refuerzo en beneficio de la adherencia e interacción entre ambos materiales, para lo cual se requiere un espesor
de concreto relativamente reducido. Sin embargo, cuando existe riesgo de corrosión, el recubrimiento de concreto asume
también la función de barrera protectora, en cuyo caso compete al proyectista evaluar las condiciones de riesgo y de
.
acuerdo con ellas incrementar y especificar el espesor de recubrimiento requerido.
En la práctica, el espesor nominal del recubrimiento de concreto especificado en los planos no se cumple con demasiada
frecuencia, particularmente en el lecho inferior de refuerzo de losas y trabes, lo que da lugar a una deficiencia constructiva
muy común que propicia la corrosión de las varillas que no cuentan con la protección necesaria. En relación con esta defi
ciencia, es oportuno citar una investigación experimental realizada en Australia, <4s> que consistió en verificar el espesor
real del recubrimiento en losas y trabes de numerosos edificios y -puentes de concreto. La información obtenida puso de
manifiesto que en 10,000 puntos verificados la proporción en que los recubrimientos reales fueron inferiores a los nomina
les fue 62 % en edificios y 49 % en puentes.
Esta trascendental deficiencia constructiva es evitable mediante la precisa y firme colocación, sujeción, acuñación y
calzadura del acero de refuerzo, especialmente donde tiende a moverse o asentarse durante la compactación del concreto,
complementándolo con una eficiente inspección en el curso de los colados. En ciertos casos puede ser incluso conveniente
especificar un mayor espesor de recubrimiento que tome en cuenta la disminución que suele ocurrir en los espesores reales
con respecto a los nominales.
De acuerdo con su función, las juntas previstas pueden ser de construcción, de servicio o mixtas. Las de construcción se
planean para dividir en etapas o secciones la construcción de una estructura, ya sea por conveniencia constructiva o por razones
técnicas. Las de servicio se diseñan para absorber cambios volumétricos del concreto por contracción y/o expansión. Las juntas
mixtas tienen ambos propósitos pues se trata de juntas necesarias bajo el aspecto constructivo que se aprovechan y habilitan
como de servicio, o viceversa.
Por los acontecimientos que las provocan, las juntas no previstas pueden considerarse como anticipables o intempesti
vas. Las primeras son aquellas cuya conveniencia se decide con cierta anticipación y por ello es posible definir su ubicación
y ejecución, mientras que las intempestivas son consecuencia de situaciones que se presentan de manera repentina. A este
último tipo corresponden las llamadas j untas "frías" que se producen cuando se retrasa o interrumpe la colocación del con
creto, de modo que al reanudarla el concreto previo se encuentra ya fraguado y no se integra bien al nuevo.
Como es evidente, el caso más desfavorable para la durabilidad de las estructuras es el de las j untas frías, dado que afec
tan la integridad e impermeabilidad del concreto, por cuyos motivos se puede demeritar su capacidad estructural y propiciar
la corrosión del acero de refuerzo. Cuando se origina una suspensión fortuita en el suministro de concreto que hace inmi
nente la formación de una j unta fría, lo conveniente es tratar de convertirla en una junta de construcción no prevista pero an
ticipable. Para tal efecto debe regularizarse la superficie del último concreto colocado, removiendo el que resulte excedente
y aplicando el tratamiento de adherencia normalmente recomendado para la ejecución de juntas de construcción. <49>
Pero los otros tipos de j untas tampoco están exentos del riesgo de constituir sitios vulnerables de la estructura si no se
ejecutan correctamente. Para prevenirlo es necesario procurar una buena compacidad y homogeneidad del concreto en la
vecindad de la junta, colocar con precisión y firmeza las bandas selladoras en las j untas que las contemplen, seleccionar y
aplicar atinadamente el producto adecuado para obturar la junta de acuerdo con sus funciones. Es oportuno mencionar que
la experiencia ha demostrado que las filtraciones a través de juntas defectuosas han sido causa del deterioro, e incluso la
falla, de estructuras de concreto operando en contacto con agua bajo presión.
Capitulo 3
-- - - -
Tró pi c o d:_Cán�e�
- -- - - - - -- --
G o l fo
de
México
O c é a n o Pa c í fi c o
0
Fig .3.3 Zonificación del territorio nacional d e acuerdo con l a humedad relativa media anuai.<5 >
Tabla 3.3 Datos características de humedad y temperatura en las tres zonas climáticas consideradas en la
República Mexicana <SO)
Intervalos usuales de variación
Características ambientales
Zona A Zona B Zona C
Humedad relativa media anual, % 30 a 40 40 a 60 60 a 80
Temperaturas máximas absolutas en verano, ºC 38 a 52 36 a 50 40 a 48
Temperaturas mínimas absolutas en invierno, ºC -22 a -8 -12 a O O a 12
Según esa delimitación y los datos consignados, la zona A corresponde a l a región centro-norte d e l a República e n donde el
medio ambiente suele ser seco, caluroso en verano y frío en invierno. La zona B , que envuelve a la anterior, presenta carac
terísticas similares pero menos extremosas que aquélla, pues la humedad ambiental es algo mayor y hay más moderación en
las diferencias estacionales de temperatura. En la zona C, que comprende la mayor parte de la Península de Baja California, la
región sur-sureste y la llanura costera del Golfo de México, el clima tiende a ser tropical, es decir, cálido, húmedo y con reduci
das diferencias de temperatura entre el verano y el invierno. En relación con los efectos del clima en el concreto, procede
examinar las condiciones de riesgo que son previsibles durante la construcción en cada una de estas zonas.
En esta zona, que abarca todo el Estado de Chihuahua y porciones de los Estados de Sonora, Durango, Zacatecas,
Aguascalientes, S an Luis Potosí, Nuevo León y Coahui la, concurren las condiciones climáticas locales más inconvenien
tes para el uso del concreto, pues se registran las temperaturas más altas en verano y las más bajas en invierno, en coinciden
cia con las menores humedades ambientales del territorio nacional. Además, comprende sitios como la Sierra de
Chihuahua donde se registran muy bajas temperaturas invernales capaces de dañar el concreto por congelación.
De acuerdo con ello, cuando en la zona A se construye durante el verano debe aplicarse las medidas recomendadas para
colados en tiempo caluroso, extremando las precauciones para evitar el excesivo secado del concreto recién colocado y en
sus primeras edades ; pero al mismo tiempo debe habilitarse al concreto endurecido para resistir los efectos de la congela
ción y el deshielo en su vida de servicio, si en el s itio hay riesgo de este fenómeno durante las épocas invernales. Cuando por
el contrario la obra se construye en invierno, debe ponerse en práctica las recomendaciones para colados en tiempo frío, sin
omitir las previsiones para proteger al concreto en servicio contra la congelación y el deshielo en caso necesario.
La zona que se designa como B , comprende las porciones complementarias de los Estados considerados en la Zona A, y
además incluye todo o parte de los Estados de S inaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, México,
Puebla, Tlaxcala, Morelos, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Veracruz, Tamaulipas, el Distrito Federal y algunos sitios de
los Estados de B aj a California, B aj a California S ur y Chiapas.
Esta zona que prácticamente envuelve a la zona A, presenta condiciones climáticas parecidas a las de ésta aunque más
moderadas, pues los cambios estacionales de temperatura son menos extremosos y la humedad ambiental es un poco más
alta . No obstante, en la época de calor las temperaturas no difieren demasiado, ya que las máximas registradas en verano son
del mismo orden en ambas zonas. Esto es, en la zona B el invierno tiende a ser menos riguroso y aunque el clima de verano
puede ser tan caluroso como en la zona A, en términos generales resulta algo menos seco.
Capitulo 3
De conformidad con lo anterior, y para fines relacionados con las construcciones de concreto, conviene suponer con
diciones y recomendaciones similares para las zonas A y B , excepto en lo que se refiere a las previsiones para proteger al
concreto en servicio contra los efectos de la congelación y el deshielo, que sólo de manera excepcional puede llegar a
requerirse en algún sitio especifico de la zona B , en donde por su elevada altitud se registren muy baj as temperaturas du
rante el invierno.
La mayor parte de la zona C se caracteriza por tener un clima de tendencia tropical, es decir, cálido y húmedo durante la
mayor parte del año. De acuerdo con los datos presentados en la Tabla 3.3, las temperaturas máximas de verano en esta zona
son casi tan altas como las de las zonas A y B , aunque más uniformes, en tanto que las temperaturas mínimas de invierno
normalmente exceden de OºC. Además, en la zona prevalece un alto grado de humedad relativa ambiental, pues la media
anual fluctúa entre 60 y 80 por ciento.
Entonces, por lo que se refiere a sus efectos en el concreto, se estima que las condiciones climáticas de la zona C son
relativamente favorables por su humedad, aunque prevalece la necesidad de aplicar durante la mayoría del año las medi
das requeridas para colados en clima cálido; sin que normalmente se requiera la aplicación de medidas para colados en
tiempo frío y menos aun las de protección contra la congelación y el deshielo, dado que el riesgo de este fenómeno en la
zona es nulo.
En consecuencia, el ambiente más frecuente en la construcción de obras locales corresponde al de un clima caluroso, que con
forme se ha dicho puede ser desfavorable para el desarrollo de las propiedades del concreto, en ausencia de las medidas y precau
ciones adecuadas. A modo de ejemplo, en la Fig 3.4 <5 1> se muestra la variación mensual de la resistencia a compresión del
concreto, obtenida por el ensaye a 28 días de edad de especímenes procedentes de una obra situada en la zona climática A. En el
sitio de esta obra, cuyo periodo de construcción abarcó las cuatro estaciones del año, se registraron temperaturas máximas supe
riores a 40 º C en verano y mínimas cercanas a Oº C en invierno, pero no se hicieron a las mezclas de concreto suficientes adecua
ciones al cambio de clima durante la producción y control del concreto hecho en obra. De esta manera, las resistencias obtenidas
reflejaron las variaciones de las condiciones climáticas y se manifestaron las tendencias estacionales predecibles.
Si con las debidas limitaciones se admite que la resistencia a compresión del concreto puede ser un índice de su calidad,
las variaciones de resistencia manifestadas en dicha figura permiten inferir que el concreto producido en tiempo frío fue de
mejor calidad, y potencialmente más durable, que el producido en tiempo de calor. Al considerar el predominio de este úl
timo como medio ambiente en los trabajos de concreto en el país, se j ustifica prestar especial atención a las medidas y pre
cauciones aplicables para colados en tiempo caluroso (ver 4.2).
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e: Promedios mensuales de resistencia:
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f' =25 0 kg/cm2; tamaño máx. 40 mm
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1 9 9 2 1 9 9 3
1
Periodo de colado
Fig 3.4 Variación estacional de l a resistencia del concreto hecho en obra (zona climática A)por efecto de las contradicciones ambientales < 5 1 >
Como se aprecia en esta tabla, hay agentes perj udiciales que son comunes a diferentes medios de contacto, por lo cual
resulta más conveniente examinar las condiciones de riesgo en función de los agentes dañinos que de los medios de
contacto.
Capitulo �
Tabla 3.4 Efectos probables en el concreto reforzado de los agentes dañinos que suele hallarse en los
medios de contacto ordinarios.
MEDIO DE CONTACTO AGENTE PERJUDICIAL EFECTO PROBAB LE<+>
Sulfatos* (S0=4 ) Ataque químico al concreto
Suelo y agua freática Corrosión del acero de
Cloruros, (C l ")
refuerzo
Aguas superficiales:
Corrientes fluviales Arrastre de sólidos Desgaste superficial del concreto.
Lixiviación del concreto
Deshielos Elevada solubilidad
y corrosión del refuerzo
Embalses y lagos Fluctuación de nivel Lixiviación leve
Ataque químico al concreto
Pantanos y ciénagas Sulfatos y cloruros
y corrosión del refuerzo
Corrosión del refuerzo
Cloruros, sulfatos y otras sales.
Agua de mar y de albuferas Ataque químico, desgaste y
Oleaje y mareas
descostramiento del concreto.
Aguas residuales:
Domésticas Gas sulfhídrico y ácido sulfúrico Ataque químico al concreto
Industriales Diversos Según composición
Corrosión del refuerzo
Salmueras Cloruros, sulfatos y otras sales Ataque químico y
descostramiento del concreto
Aire atmosférico:
Rural Normalmente ninguno Normalmente ninguno.
Urbano Bióxido de carbono Carbonatación leve
B ióxido de carbono y otros gases Carbonatación y ataque químico al concreto
Industrial
Lluvia ácida Corrosión del acero de refuerzo
Marítimo Ion cloruro (Cl") Corrosión del refuerzo
(+) En concreto de cemento portland con acero de refuerzo
La presencia de sulfatos es bastante común en las aguas y suelos en contacto con las estructuras de concreto; sin embargo,
para que ocasionen un daño significativo se requieren dos condiciones básicas: 1 ) que los sulfatos se hallen en solución acuosa
para facilitar su penetración en el concreto, y 2) que la concentración de los sulfatos en el medio de contacto sea suficiente
mente alta.
La primera condición se da obviamente cuando los sulfatos se encuentran en aguas freáticas, pantanos, ciénagas, agua de
mar y de albuferas, aguas residuales y salmueras; pero también puede darse en el caso de los suelos por efecto de la lluvia y/o la
migración capilar de agua procedente del manto freático, cuando éste es poco profundo. En cuanto a la segunda condición,
existen niveles establecidos de concentración de sulfatos que permiten evaluar su grado de agresividad al concreto, tales como
los indicados en la Tabla 3.s. <52)
Tabla 3.5 Evaluación de la agresividad del medio de contacto con el concreto, en función de su
contenido de sulfatos. (Formada con datos de ACI 201.2R) <52>
Sulfatos en el medio de contacto es o= )
4
Grado de agresividad al concreto
En suelos En aguas de cemento
(sulfatos solubles)% mg/l(ppm) portland
o . o - 0. 1 0 O - 1 50 Insignificante
0, 1 1 - 0,20 1 5 1 - 1 500 Moderado
0.2 1 - 2.00 1 50 1 - 10 000 Severo
Mayor de 2,00 Mayor de 1 0 000 Muy severo
Por lo que se refiere al efecto del agua de mar debido a los sulfatos, es pertinente señalar que su contenido total de sales
disueltas es del orden de 30 a 35 mil mg/l, de las cuales cerca de 90 % son cloruros y 1 O % sulfatos, con un porcentaje
mínimo de otras sales. Es decir, su contenido de sulfatos suele ser alrededor de 3 000 mg/l, según el cual (de acuerdo con la
Tabla 3.5) le correspondería un grado de agresividad incipientemente severo; sin embargo, se acepta que por la elevada
presencia de cloruros, el efecto de los sulfatos en el agua de mar se atenúa y resulta más bien moderado. C53 >
Tal carácter del agua de mar le es aplicable en su condición normal, pero en el caso del agua salada de las albuferas y zonas
pantanosas costeras, la evaporación tiende a incrementar la concentración de sales disueltas, con lo que esta agua se convierte en
un medio de contacto más agresivo para el concreto de cemento portland. En cualquier caso, siempre que existan motivos para
suponer la presencia de sulfatos en el medio de contacto con el concreto, debe verificarse el grado de concentración para evaluar
su agresividad (Tabla 3.5) y en función de ésta aplicar las medidas preventivas que correspondan (ver 4.6).
Aunque la corrosión puede darse por ataque químico directo, la mayoría de las veces es consecuencia de un proceso
electroquímico. En el caso del acero de refuerzo, el proceso se da cuando existen puntos con diferente potencial a lo largo de
una misma varilla o entre varillas contiguas, los cuales funcionan como electrodos inmersos en la solución alcalina de poro
del concreto que actúa como electróiito. En estas condiciones, la varilla se oxida en el punto de mayor potencial (ánodo)
Capitulo
generando hidróxidos ferrosos y férricos (herrumbre) cuyo volumen es mayor que el de sus componentes originales, con lo
cual se producen presiones internas que desprenden el concreto de recubrimiento y ponen al descubierto la varilla en curso
de corrosión, frecuentemente avanzada.
Si bien hay varias teorías propuestas para explicar la influencia de los cloruros en el desarrollo de este proceso, lo cierto
·
es que la presencia de cloruros en la solución de poro del concreto estimula notablemente su avance y, como es natural, di-
cho estímulo depende del contenido de cloruros en la solución. Así, con bajos contenidos de cloruros el proceso corrosivo
puede permanecer en estado latente, al ser inhibido por la defensa que brinda la elevada alcalinidad del concreto, estado que
se ideptifica como pasivación del acero de refuerzo. Sin embargo, a medida que el contenido de cloruros aumenta y/o la al
calinidad del concreto disminuye, se llega a una situación en que el estado de equilibrio se pierde y la corrosión se activa. Al
contenido crítico de cloruros que propicia esta situación de le identifica como umbral de riesgo para efectos de corrosión.
Debido a la injerencia de numerosos factores, no resulta factible establecer un valor general para este umbral de riesgo; no
obstante, un dato que se maneja con frecuencia C54> es 0,3 por ciento del cemento en masa, expresado como cloruros solubles en
agua. (+) De tal modo, si se considera un consumo medio de 300 kg de cemento por m3 de concreto, resulta un contenido crítico de
cloruros de 0,9 kg(Cr)/m3 de concreto. Es decir, un concreto con un contenido de cloruros solubles en agua igual o mayor a 0.9
kg(Cr )/m3 representa ya un cierto riesgo para la corrosión del refuerzo, de manera que para fines de prevención es necesario con
siderar un valor más bajo para el límite que no debe excederse, el cual puede ser 0.6 kg(Cr )/m3 ( 1 .0 lb/yd3).
La presencia de cloruros en la solución de poro del concreto puede tener origen interno y/o externo. Los cloruros de ori
gen interno provienen de los componentes (agua, agregados, cementan tes, aditivos) y por ello se hallan presentes en el con
creto desde su elaboración, en tanto que los de origen externo proceden del medio de contacto con la estructura y su acceso
al acero de refuerzo se produce paulatinamente por penetración a través del recubrimiento de concreto. De cualquier modo,
para evitar que el contenido total de cloruros en el concreto alcance un nivel riesgoso, se hace necesaria la adopción de me
didas contra la aportación de cloruros de ambas procedencias, tal como se trata en el Capítulo 4 (ver 4.7).
Los niveles permisibles de cloruros de origen interno normalmente se definen en función de las características del acero
de refuerzo y de las condiciones de exposición de la estructura. Por una parte, el criterio es más estricto para el acero de
presfuerzo por ser más vulnerable a la corrosión. C54> En cuanto a las condiciones de exposición hay que tomar en cuenta la ·
presencia de agua y oxigeno, cuya concurrencia es indispensable para el proceso de corrosión, así como también la existen- :
cia de cloruros en el medio de contacto.
A modo de ejemplo, en la Tabla 3.6 se indican los contenidos máximos permisibles de cloruros solubles en agua de
origen interno, recomendados por el Comité ACI 3 1 8 c55> para el concreto endurecido antes de ponerlo en servicio bajo
diferentes condiciones de exposición, y expresados como por ciento del cemento en masa. En la propia tabla se presenta, a
titulo informativo, dichos contenidos de cloruros expresados en kg(Cr )/m3 de concreto, y en por ciento del concreto en
masa, para el caso de un concreto con 300 kg de cemento por m3 y una masa unitaria de 2.3 ton/m3 • Se trata desde luego de
los cloruros que pueden ser aportados por los componentes del concreto y su evaluación previa debe hacerse mediante la
determinación individual de los cloruros en cada una de los componentes. En caso necesario, su confirmación debe hacerse
en el concreto ya endurecido, a una edad comprendida entre 28 y 42 días.
Como se observa en esta tabla, no se contemplan diferentes niveles de corrosividad del medio de exposición por
concepto de la concentración de cloruros (como en el caso de los sulfatos) sino que sólo se considera si hay o no cloruros en
dicho medio, lo cual constituye una aparente indeterminación. Sin embargo, la corrosivictad del medio de contacto se toma
en cuenta al establecer las medidas de defensa contra la penetración de cloruros externos; es decir, las medidas de
prevención se vuelven más rigurosas conforme el medio es más corrosivo, de modo que la suma de los cloruros de origen
(+) Para evitar confusiones, sólo se hará referencia a los cloruros solubles en agua ( ver 4,7.3,4)
interno más los que pueden penetrar desde el exterior, se mantenga por debajo de un nivel que no sea riesgoso para efectos
de corrosión del acero de refuerzo.
Así, cuando se trata de estructuras por construir, ese objetivo puede lograrse limitando los cloruros de origen interno en
el concreto de acuerdo con la Tabla 3.6, y adoptando las medidas de prevención del Capítulo 4 (ver 4.7.3) en concordancia
con los niveles de riesgo ahí señalados. En el caso de estructuras en servicio cuya contaminación con cloruros se requiere
evaluar, es necesario muestrear el concreto endurecido para determinar su contenido de cloruros solubles en agua. <56> En tal
caso, debido al probable desconocimiento del consumo de cemento utilizado, esta determinación suele expresarse en
función de la masa del concreto y, con fines de orientación únicamente, puede considerarse riesgoso un contenido de cloru
ros superior a 0.04 por ciento del concreto en masa, que en un concreto de peso normal equivale aproximadamente a 0.9
kg(Cr)/m3 de concreto.
Tabla 3.6 Contenidos máximos permisibles de cloruros de origen interno, en el concreto antes de
entrar en servicio baja diferentes condiciones de exposición.<55>
Contenido máximo de cloruros solubles en agua (Cl") en
Tipo de concreto y el concreto antes de entrar en servicio
condiciones de
exposición % en masa del consumo de kg cc 1 -)/m3 de % Masa del concreto
cemento<55) concreto endurecido+ endurecido+
Concreto presforzado en
0.6 0.80 0.008
todas condiciones
Concreto reforzado
convencional:
Expuesto a los cloruros
0. 1 5 0.450 0.02
durante el servicio
En condición seca, o
protegido de la humedad 1 .00 3.000 0. 1 3
durante el servicio
En condiciones de
0.30 0.900 0.04
humedad, sin cloruros
<+>Para un concreto con 300 kg de cemento por metro cúbico y una masa unitaria de 2.3 ton/m3 •
En la República Mexicana son muy frecuentes los sitios y regiones donde existe la posibilidad de encarar elevados con
tenidos de cloruros en los medios de contacto con las estructuras de concreto, debido a lo extenso de sus litorales y sus zonas
desérticas y semidesérticas. De manera general puede suponerse que en los sitios y regiones ya mencionados donde hay al
tas concentraciones de sulfatos, también existe el riesgo de encontrar un alto contenido de cloruros. En el caso de las estruc
turas que tienen contacto directo con el agua de mar, ya que ésta representa un medio sumamente corrosivo por su elevado
contenido de cloruros, se acostumbra tomar precauciones para proteger de la corrosión al acero de refuerzo, debido a que
esta es una condición de riesgo bien conocida: Sin embargo, no suele procederse así en el caso de las estructuras que se
construyen tierra adentro pero cerca del mar, en cuya construcción frecuentemente se ignoran o subestiman los efectos
corrosivos del ai re marítimo. <57>
Capitulo 3
La permanencia del estado de pasivación del acero de refue.. zo depende básicamente de que el concreto envolvente con
serv e su alto grado de alcalinidad; de lo contrario, el riesgo de corrosión aumenta conforme el concreto se vuelve menos al
calino, hasta descender a un nivel en que ya no le brinda protección al refuerzo contra la corrosión. Aunque no existe un
valor fijo para definir el nivel crítico de alcalinidad del concreto en que comienza a perder su función protectora, con cierta
frecuencia se considera que un pH del concreto menor de 1 1 puede ser un indicio de tal condición. <5 s>
El motivo de que disminuya con el tiempo la alcalinidad del concreto en servicio, se debe al proceso de carbonatación
según el cual el bióxido de carbono (C02 ) de la atmósfera (o de aguas de contacto que lo contienen) reacciona con el hi
dróxido de calcio (Ca(OHh) del concreto para formar carbonato de calcio. Cuando el avance de este proceso llega a la pro
fundidad de las varillas de refuerzo, pierden su estado de pasivación y quedan a merced de la acción de los agentes ¡
corrosivos (agua, oxígeno, cloruros) que puedan hallarse presentes en su entorno.
La velocidad de avance de la carbonatación del concreto debida al contacto con el aire atmosférico (que es la más
común) depende entre otros factores de la humedad ambiental, del contenido de C02 en el medio atmosférico y de la per
meabilidad del concreto. En cuanto al primer factor, se dice que el concreto se carbonata con más rapidez cuando la hume
dad relativa ambiental se halla en el intervalo de 50 a 70 % aproximadamente. <59) Del segundo factor se sabe que la
concentración de C0 2 en la atmósfera tiende a variar en función de las actividades que se desarrollen en el lugar: así, en un
ambiente rural es muy baja, mientras que en las zonas industriales se incrementa sensiblemente. Por lo que se refiere a la
permeabilidad del concreto en la estructura, se trata de una propiedad que desempeña una función esencial en su durabili
dad bajo diversos aspectos, según se hará mención en el Capítulo 4. (ver 4. 1 2).
En relación con la ocurrencia del fenómeno de carbonatación del concreto en la República Mexicana, procede tomar en
cuenta las localidades donde debe haber mayores contenidos de C02 atmosférico, como pueden ser las zonas fabriles vecinas a las
ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, por ejemplo. Pero además, es necesario referirse a las estructuras situadas en las
costas, como las plantas petroquímicas, refinerías, plantas termoeléctricas y otras instalaciones industriales donde se efectúan
procesos de combustión. En estos casos, al conjuntarse la acción del C02 que se genera con la de los cloruros que transporta el aire
marítimo, tiende a producirse un efecto de sinergismo que incrementa el riesgo de corrosión del acero de refuerzo. (60)
Si se añade a lo anterior la influencia ya mencionada que ejerce en la corrosión la humedad relativa ambiental, y to
mando en cuenta que estas construcciones se localizan en la zona climática C descrita en 3 .2. 1 .3 . se infiere que en ellas
prevalecen condiciones de mucho riesgo para la corrosión del acero de refuerzo, cuyas medida de prevención y defensa se
presentan en el Capítulo 4 (ver 4.7.3).
cipita y deposita en dicha superficie. La aparición superficial de carbonato de calcio, que es un polvo blanco comúnmente
identificado como eflorescencia, es la evidencia de que el concreto ha sufrido lixiviación.
Conforme a lo anterior, para que el proceso de lixiviación sea completo es necesario que el agua entre y salga del con
creto, lo cua� puede darse en dos diferentes condiciones : 1 ) cuando el agua penetra en el concreto por la superficie de con
tacto y lo atraviesa para salir por el lado opuesto, y 2) cuando el agua entra y sale por la misma superficie de contacto. La
. primera condición puede ocurrir cuando el espesor del concreto es relativamente reducido y el agua actúa con alta presión, o
bien si el concreto tiene defectos constructivos y el agua lo atraviesa sin que necesariamente tenga mucha presión. La se
i gunda condición suele darse cuando el concreto experimenta periodos de humedecimiento y secado, de modo que hay una
alternancia en el movimiento del agua hacia dentro y fuera del concreto.
En el primer caso se hallan las tuberías de concreto que trabaj an a presión, los depósitos y recipientes de concreto para
: almacenamiento de agua, los revestimientos de concreto para túneles y otras estructuras similares. El ejemplo más repre
. sentativo del segundo caso corresponde a las estructuras que prestan servicio en contacto con agua de nivel fluctuante, pues
. ello produce periodos de humedecimiento y secado del concreto en la zona de fluctuación, tal como se manifiesta en pilas
de puentes y obras de toma, cabezas de pilotes de cimentación y muchas otras estructuras. Es pertinente mencionar que en
l los elementos de concreto que operan en contacto con agua de mar, como es el caso de pilotes de muelles y embarcaderos, el
: deterioro que es tan frecuente observar en la zona de oscilación de las mareas no es propiamente debido a lixiviación, sino
más bien es un efecto combinado del oleaje y las sales que penetran en el concreto durante la marea alta y al secarse en la
. baja marea cristalizan y aumentan de volumen, generando presiones internas que desprenden el concreto de recubrimiento
de las varillas de refuerzo.
La pérdida de hidróxido de calcio como consecuencia de la lixiviación tiene un doble efecto perjudicial en el concreto,
pues por una parte incrementa su porosidad y por otra reduce su alcalinidad. Ambos efectos actúan en el sentido de incre
mentar el riesgo de corrosión del acero de refuerzo; así, el aumento de porosidad y permeabilidad en el concreto que recubre
las varillas facilita la penetración de los agentes corrosivos externos (agua, oxígeno, cloruros), en tanto que la reducción de
alcalinidad en el concreto lixiviado tiende a privar del estado de pasivación al acero de refuerzo.
La intensidad de la lixiviación, y sus correspondientes efectos dañinos, está en función de tres principales factores: 1) el
poder disolvente del agua de contacto, 2) la permeabilidad original del concreto y 3) el contenido proporcional de hidróxido
de calcio en la pasta de cemento hidratada. En cuanto a lo primero, se trata de una característica del agua que depende de su
pureza (ausencia de sales disueltas) y que por tanto no es factible modificar, tal como es el caso de las aguas muy disolven
tes por su alta pureza que proceden de los deshielos de primavera en los países muy fríos. Los dos últimos factores sí son
susceptibles de ajuste y en ello se basan las medidas de defensa contra la lixiviación (ver 4.8) tendientes a mejorar la imper
meabilidad original del concreto y a reducir la proporción de hidróxido de calcio que permanece libre en el curso de la hi
_
dratación del cemento.
En cuanto al riesgo que representa para las estructuras en el país la lixiviación como causa de deterioro del concreto y
corrosión del acero de refuerzo, puede considerarse que es menor en comparación con el que representan otros factores tales
como las deficiencias constructivas y los cloruros, por ejemplo. Además, no es común en México que las estructuras de con
creto presten servicio en contacto con aguas muy disolventes por su alta pureza, como las ya mencionadas que provienen de
los deshielos.
Capitulo 3
se originan en el interior del concreto, como es el caso de las reacciones químicas deletéreas entre ciertos agregados y los ál
calis de la solución de poro del concreto (3 . 1 ,2,3).
Entre las reacciones químicas provocadas por agentes externos al concreto, hay algunas cuya elevada frecuencia e im
portancia ha justificado considerarles por separado. Tal es el caso del ataque de los sulfatos (3 .2.2.2), la corrosión por los
cloruros (3.2.2.3) y la carbonatación por el C0 2 (3 .2.2.4); además, y por la misma razón, se consideraron por separado las
reacciones álcali-agregado (3. 1 .2.3). Sin embargo, hay un cierto número de agentes químicos que con menor frecuencia
pueden tener contacto con las estructuras y ocasionarle daño al concreto.
En el Informe ACI 5 1 5 (6 1) se incluye una relación de 255 sustancias y compuestos químicos con los correspondientes
efectos que pueden producir por contacto directo al concreto de cemento portland. De ellos, alrededor de 24 % son práctica
mente inofensivos, 53 % son moderadamente dañinos porque su acción deteriorante es muy lenta y 23 % son fuertemente
dañinos porque pueden desintegrar rápidamente el concreto y/o provocar la corrosión del acero de refuerzo. De estos últi
mos agentes químicos, los de carácter ácido son los más agresivos para el concreto de cemento portland. Así, cuando una
sustancia ácida tiene contacto con el concreto, éste por su carácter alcalino tiende a neutralizarla y con ello se forman sales
de calcio solubles en agua que al disolverse ocasionan la desintegración de la pasta de cemento y del concreto. Esta acción
desintegrante de los ácidos también puede ser extensiva a los agregados cuando son calcáreos.
El grado de agresividad de los ácidos al concreto está en función de l a solubilidad de las sales resultantes de su neu
tralización. Para justificarlo puede mencionarse cuatro ejemplos en escala descendente de agresividad: 1) el ácido
clorhídrico conduce a la formación de cloruro de calcio que es muy soluble, por lo cual es sumamente agresivo, 2) el
ácido sulfúrico genera sulfato de calcio que es un poco menos soluble, de modo que su efecto deteriorante es algo menor,
3) el ácido húmico produce humato de calcio que es una sal poco soluble, por lo cual es moderadamente agresivo, y 4) el
ácido oxálico origina oxalato de calcio que es insoluble, para dar lugar a la formación de una película superficial que en
vez de dañar puede proteger al concreto. <62 >
Independientemente de su grado de agresividad, y salvo pocas excepciones, es prudente admitir como premisa que
cualquier sustancia ácida puede ser capaz de dañar al concreto de cemento portland, a corto, mediano o largo plazo. En con
secuencia, la mejor defensa consiste en impedir el contacto directo de la sustancia con el concreto, interponiendo entre am
bos una barrera de protección constituida por un material apropiado al caso, conforme se propone en 4.9.
La posible exposición del concreto en servicio a sustancias ácidas u otros agentes químicos, es una situación que debe in
vestigarse y definirse anticipadamente conforme a las indagaciones preliminares que se mencionan en 4. 1 . 1 , a fin de prevenir
los medios de protección necesarios durante o al término de la construcción. Algunos casos en que las estructuras de concreto
pueden hallarse expuestas a sustancias químicas perjudiciales, son: las plantas de refinación de petróleo e instalaciones petro
químicas, las fábricas de fertilizantes que manej an sales de amonio, potasio y sodio, las fábricas de productos químicos en
general cuyas chimeneas emiten gases agresivos, las plantas que procesan y elaboran productos lácteos, las plantas de trata
miento de aguas negras, las tuberías de conducción de aguas residuales, las estructures hidráulicas en contacto con agua que
contiene ácido carbónico (C0 2 di suelto), etc.
A l mencionar en 2.3 los efectos de las condiciones de servicio, se hizo distinción entre los que resultan de la operación
normal de las estructuras y los que se producen como resultado de eventos extraordinarios. Para evaluar el riesgo que estas
condiciones representan para la durabilidad de las estructuras de concreto, procede referirse a los efectos relacionados con
su operación normal, ya que los producidos por eventos extraordinarios son prácticamente impredecibles.
Si bien las funciones de las estructuras y sus correspondientes condiciones de servicio pueden ser muy diversas, es posi�
ble considerar las más frecuentes y agruparlas de acuerdo con la propiedad del concreto que más participa en el desempeño
de sus funciones. De esta manera se puede formar cuatro grupos de funciones asociadas a las sigu ientes propiedades del
concreto, como factores determinantes de su desempeño y durabilidad: resistencia mecánica, deformabilidad, imperme
abilidad y resistencia superficial.
En términos generales, la resistencia mecánica del concreto depende de la resistencia individual de los agregados y la
pasta de cemento hidratada, y de la interacción que se genera entre ambos componentes. Con el uso de agregados de buena
calidad, la resistencia del concreto se regula mediante la composición de la pasta, cuyo principal dato representativo es la
relación agua/cemento (A/C) . Al mismo tiempo, esta relación es un buen índice de la permeabilidad potencial de la pasta de
cemento hidratada y por ende del concreto que la contiene.
Cuando la resistencia mecánica del concreto utilizado resulta inferior a la prevista, con frecuencia se debe a que la relación
agua/cemento real fue mayor que la teóricamente necesaria y esto no solamente se traduce en un concreto menos resistente sino
también más permeable. Debido a la influencia que ejerce la permeabilidad del concreto en la corrosión del acero de refuerzo (ver
4.7.3 .3) resulta entonces que un concreto con resistencia deficiente también puede ser potencialmente más permeable y por ello
menos durable en determinadas condiciones de exposición.
De tal modo, la información que se obtiene al verificar la resistencia mecánica del concreto mediante la pruebe de es
pecímenes, también puede ser útil para evaluar indirectamente su permeabilidad relativa y su durabilidad potencial en con
diciones de exposición riesgosa para efectos de corrosión del acero de refuerzo.
3.2.3.3 Deformabilidad
En el curso de la operación de las estructuras, el concreto experimenta deformaciones por causas estructurales y no es
tructurales. Entre las primeras se cuentan las producidas por cargas y solicitaciones, en tanto que las segundas son más bien
cambios volumétricos debidos a variaciones de temperatura (ver 3 , 1 . 1 . 1 ) y de humedad (ver 3 , 1 , 1 ,2).
Se sabe que l a falla y agrietamiento del concreto s e asocia mej or a una deformación límite que a un nivel máximo
de esfuerzos, de modo que conforme el concreto es más deformable dicha deformación límite se aicanza con un me
nor nivel de esfuerzos . Es decir, para prevenir el agrietamiento del concreto, es necesario hacerlo trabajar en fun
ción de su deformabilidad.
Aunque no hay consenso en cuanto a la influencia de las grietas del concreto en la corrosión del acero de refuerzo, lo re
comendable es evitarlas sobre todo cuando el medio de contacto es propicio para la corrosión. Una condición que con
tribuye a moderar el agrietamiento es que haya concordanciu entre la deformabilidad supuesta y la que realmente
manifieste el concreto utilizado.
Capitulo 3
Para fines de diseño, en ausencia de datos específicos , el módulo de elasticidad del concreto s e estima en función de
s·u masa volumétrica y su resistencia de proyecto a compresión, mediante expresiones empíricas de aplicación
general. <55 ) Sin embargo, debido a la notable inj erencia de los agregados en la deformabilidad del concreto, esta esti
mación puede resultar inexacta. Por tal motivo, para el diseño y construcción de estructuras en que la deformabilidad
del concreto tiene una función primordial y/o cuando hay motivo para dudar del comportamiento de los agregados en
este aspecto, lo recomendable es verificar experimentalmente el módulo de elasticidad del concreto de uso previsto
(NMX-C- 1 28 <63 >¡ ASTM C 469 <64 >) .
3.2.3.4 Impermeabilidad
E l atributo del concreto de poseer una baja permeabilidad a los fluidos, es una condición necesaria para el buen desem
peño y durabilidad de las estructuras bajo diversos aspectos. Por ejemplo: 1 ) el concreto de recubrimiento del acero de re
fuerzo debe ser capaz de inhibir la penetración de cualquier medio acuoso externo, a fin de protegerlo contra la corrosión, 2)
las estructuras y elementos de concreto que almacenan y/o, conducen agua deben ser impermeables y estancos para desem
peñar correctamente sus funciones, 3) en toda estructura expuesta a periodos de humedecimiento y secado, el concreto debe
ser capaz de restringir la infiltración de agua en sus poros con objeto de evitar la lixiviación de la cal, etc.
Cuando los agregados están constituidos por rocas sanas, densas y compactas se les puede suponer impermeables para
fines prácticos, de manera que entonces la permeabilidad intrínseca del concreto elaborado con ellos se subordina a la que
manifieste la pasta de cemento hidratada, que según se ha dicho está en función de su relación agua/cemento. De ahí que al
diseñar una mezcla de concreto por durabilidad (ver 4. 1 .2.2) debe cumplirse con el requisito de no exceder una determinada
relación agua/cemento, definida de acuerdo con el riesgo de deterioro del concreto a causa de la penetración de agentes
dañinos por conducto de un medio acuoso.
Sin embargo, en numerosas ocasiones el exceso de permeabilidad del concreto no se manifiesta propiamente a través de
la pasta sino por grietas, juntas defectuosas y otras deficiencias constructivas de las estructuras (ver 3 . 1 ,4). De hecho estas
fallas de impermeabilidad, que ocasionaron problemas desde los primeros usos del concreto, dieron pie al desarrollo de los
impermeabilizantes superficiales. Tomando en cuenta su elevada probabilidad de ocurrencia, y su destacada influencia en
la durabilidad de las estructuras, es indispensable tratar de evitar eficazmente las fallas de impermeabilidad aplicando las
medidas preventivas que se indican en 4. 1 2 para estructuras por construir, en tanto que para estructuras ya construidas debe
aplicarse medidas correctivas como las expuestas en la Ref 6 1 .
Las estructuras que normalmente se hallan expuestas a estas acciones son los pisos y pavimentos de concreto donde son de
carácter mecánico, y las estructuras que prestan servicio en contacto con flujos de agua (canales, túneles, vertedores, etc.) en
que el medio actuante es hidráulico. Aunque las fuerzas de origen mecánico e hidráulico suelen actuar de modo diferente, en
ambos casos ponen a prueba la capacidad del concreto superficial para resistir sus efectos. En 4. 1 3 se presentan una serie de
medidas aplicables para mejorar la capacidad de respuesta del concreto a este tipo de acciones deteriorantes.
a) Acciones mecánicas
En los pisos y pavimentos de concreto las acciones deteriorantes se deben al tránsito de vehículos, en particular los pesados
y/o de servicio industrial, de cuya operación resulta la aplicación de cargas móviles y fuerzas de fricción e impacto. Los vehículos
en movimiento transmiten al pavimento cargas que producen esfuerzos de tensión por flexión y además generan ciclos con
tinuos de carga y descarga con su correspondiente inversión de esfuerzos que puede llegar a producir la falla del concreto
por fatiga. En ambos casos se trata de acciones mecánicas de efectos predecibles que deben ser propiamente evaluadas y
consideradas en el diseño estructural del piso o pavimento, en función de la vida y condiciones de servicio previstas.
El desplazamiento de los vehículos por el pavimento también da lugar al desarrollo de fuerzas de fricción e impacto en
tre las ruedas motrices y la superficie de rodamiento, que le ocasionan al concreto desgaste, erosión y en ocasiones que
branto superficial. Cuando las ruedas son neumáticas, su dureza es sustancialmente inferior a la del concreto de manera que
el desgaste se produce principalmente en ellas, en tanto que el concreto sólo manifiesta un cierto alisamiento superficial que
de ordinario no lo afecta pero en exceso puede ser indeseable por razones de inseguridad al volverse resbaloso. En cambio,
si las ruedas son de mayor dureza, como las de hule macizo e incluso metálicas, su continua operación no sólo desgasta sino
también puede erosionar la superficie de concreto, ocasionándole un deterioro que afecta la funcionalidad del pavimento.
El riesgo de que esto ocurra debe ser evaluado de acuerdo con el tipo de servicio y condiciones de operación del pavimento
y de las características de los vehículos cuyo tránsito esté previsto.
b) Acciones hidráulicas
E l concreto que presta servicio en contacto con agua que fluye, puede experimentar deterioro superficial de acuerdo
con las características del flujo, entre las que destacan su acarreo de sólidos y su velocidad. En tales aspectos es pertinente
' distinguir las condiciones en que operan las estructuras hidráulicas que se proyectan para transportar agua destinada a
diversos usos y consumos (suministro doméstico, industrial, agrícola, etc.) y las que se diseñan para encauzar y conducir
aguas no utilizables con fines de desecho, desvío o protección.
Los cuerpos sólidos acarreados por el agua en movimiento, pueden tener un efecto abrasivo e incluso erosivo de acuerdo
con su densidad, dureza, forma y tamaño. Así, las partículas menores como las de arcilla y limo tienden a permanecer en
suspensión y no suelen causar daño superficial al concreto; las partículas un poco más grandes que no sobrepasan el tamaño
de la arena, tienen un efecto abrasivo que genera un desgaste más o menos uniforme en toda la superficie de concreto en
contacto con el flujo; por último los fragmentos más grandes, del tamaño de la grava y mayores, no solamente producen
desgaste por abrasión en la superficie del concreto sino también pueden causarle daño por erosión en forma de surcos y
oquedades.
La velocidad del flujo tiene doble influencia perjudicial en la forma, intensidad y trascendencia del deterioro del con
creto, pues conforme aumenta la velocidad del agua es mayor la cantidad y tamaño de los sólidos que puede acarrear y tam
bién es mayor el riesgo de que se produzcan turbulencias y cavitación, cuyos efectos erosivos son sumamente destructivos.
<65 •66> Aunque además de la velocidad del fluj o hay otros factores que propician la cavitación, puede suponerse que el riesgo
de que se produzca se convierte en una posibilidad más real cuando el agua fluye a una velocidad mayor de 20 mis (65 pie/s)
aproximadamente. En tales casos debe prestarse especial atención al diseño hidráulico de la estructura y a la geometría, aca
bado y calidad del concreto en general.
Las aguas que se captan y transportan para diversos usos y consumos, normalmente son conducidas a velocidades
relativamente baj as y no acarrean partículas con tamaño mayor que el de arcilla y limo, o tal vez de arena fina. Por tales
motivos, el concreto de las estructuras que se destinan a esta aplicación (tuberías, canales, túneles, etc.) no suele
experimentar deterioro significativo por abrasión o erosión. No ocurre así en el caso de las estructuras que se construyen
para descargar los caudales de aguas excedentes en las presas de desvío, almacenamiento o control de avenidas, en cuyos
casos el agua suele acarrear sólidos mayores y alcanzar velocidades del orden de 40 mis ( 1 30 pie/s) o más. Debido a ello, el
deterioro del concreto por abrasión, erosión y cavitación es una causa frecuente de daño en este tipo de estructuras, <61> y por
consiguiente es un riesgo que invariablemente debe tomarse en cuenta en su diseño y construcción .
Capítulo 4
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
4. 1 . 1 Indagaciones preliminares
De conformidad con los resultados de esta evaluación climática del sitio, puede ser necesaria la aplicación de las
siguientes prácticas y recomendaciones, según el caso: previsiones en tiempo caluroso (4.2), previsiones en tiempo frío
(4.3) y protección contra la congelación y el deshielo (4.4) .
Capitulo 4 •
Cuando la estructura se identifica como semi voluminosa, procede aplicar las medidas que se recomiendan en 4.5 . 1 con
objeto de prevenir los agrietamientos de origen térmico en el concreto. (+) Si se trata de elementos asimilativos a losas, lo
procedente es aplicar las medidas indicadas en 4.5.2 con el propósito de evitar los agrietamientos del concreto debidos a la
contracción plástica y/o por secado.
Lµ exposición del concreto a un medio de contacto que de modo directo o indirecto puede dañarlo, es tal vez una de las
causas más frecuentes de su deterioro prematuro. Por ello es de vital importancia para la durabilidad de las estructuras in
vestigar anticipadamente las condiciones de exposición en que deberán operar y, en caso necesario, verificar el carácter y
grado de agresividad de los medios de contacto a los que permanecerá expuesto el concreto en servicio.
Si como consecuencia de esta indagación se determina que existe riesgo potencial de deterioro para la estructura por este
concepto, será necesario prevenir la aplicación de las medidas de defensa que correspondan, entre las que cabe señalar las
que se recomiendan contra el ataque de los sulfatos (4.6), la corrosión del acero de refuerzo (4.7) la lixiviación (4.8) y el
ataque de sustancias químicas (4.9).
Al tratar en 3 .2.3 sobre los riesgos que entrañan las condiciones de servicio de las estructuras de concreto para efectos de
su durabilidad, se j uzgó apropiado agrupar las condiciones más comunes en función de las propiedades del concreto que en
cada caso resultan más influyentes en la durabilidad potencial de la estructura.
Sobre esta base, conviene definir la propiedad del concreto que se considere crítica para el buen desempeño de la estruc
tura en las condiciones de servicio previstas, a fin de ejercer las medidas adecuadas para consolidar su obtención. Tales me
didas, que más adelante se incluyen, están dirigidas a la procuración de las siguientes propiedades del concreto: resistencia
mecánica (4. 1 0), deformabilidad bajo carga (4. 1 1 ), impermeabilidad (4. 1 2) y resistencia superficial (4. 1 3).
En 3. 1 .2 se señalaron los requerimientos de calidad de los agregados cuya falta de cumplimiento puede afectar la dura
bilidad potencial del concreto. Muchas de las características de los agregados repercuten en la resistencia mecánica del con
creto, pero hay otras que pueden afectar otras propiedades igualmente importantes. Entre estas características cabe destacar
las que son propias de las rocas que constituyen los agregados y que pueden incidir en la deformabilidad bajo carga, los
cambios volumétricos por secado y la estabilidad química del concreto.
Dado que se trata de características que son inherentes a la naturaleza petrológica de los agregados, el hecho de que no pue
dan ser modificadas puede incluso dar lugar a su rechazo en ciertos casos. Por tal motivo, resulta evidente la conveniencia de
tener un amplio conocimiento de los agregados antes de su utilización, con objeto de prevenir la adopción de las medidas que
procedan. En consideración a ello, en 4, 14 se indican las acciones correctivas que puede ejercerse para moderar algunas defi
ciencias físicas de los agregados y en 4, 1 5 se analizan los factores que intervienen en las reacciones químicas de los agregados
con los álcalis del concreto y se recomiendan las medidas aplicables para prevenir sus efectos dañinos.
(+) Las medidas recomendadas en 4.5. 1 no están previstas para estructuras francamente voluminosas, que requieren medidas más estrictas (ACI 207 .1 R) <27>
vledidas de prevención
Capitulo 4
Cuando moderar la contracción por secado del concreto endurecido e s u n requisito necesario, conviene especificar una
contracción máxima permisible, posiblemente a 28 días. Debido a que esta contracción es influida notablemente por la na
turaleza de las rocas que componen los agregados, cuando el concreto de uso previsto manifiesta una contracción por se
cado que no cumple con lo especificado, debe considerarse el cambio de agregados y en especial de la grava. Si no se
dispone de esta opción, es posible moderar la contracción por secado mediante el diseño de una mezcla apropiada que in
cluya un aditivo específicamente previsto para reducir la contracción por secado del concreto (ver 4.5 .2.2).
i) Resistencia superficial
En el caso de estructuras que por sus condiciones de servicio reciben acciones superficiales deteriorantes, ya sean mecáni
cas (pavimentos) o hidráulicas (vertedores) debe ser un requisito de desempeño del concreto proveerlo de una adecuada resis
tencia a la abrasíón y la erosión. En la procuración de este atributo deben atenderse dos aspectos principalmente: la
composición del concreto y las prácticas constructivas. En cuanto a la composición, es necesario utilizar agregados de buena
calidad con ciertas características granulométricas, emplear una baja relación agua/cemento y elaborar las mezclas con el me
nor revenimiento que sea posible, a fin de moderar el sangrado y la segregación por asentamiento de la grava durante la com
pactación del concreto. En el aspecto constructivo debe darse atención prioritaria a la obtención del acabado especificado y a
viedidas de prevención
le ejecución de un curado eficaz, que en particular son actividades de trascendental importancia en las superficies de con
creto coladas libremente (no formadas) como suele ser la mayoría de las que prestan este tipo de servicio (ver 4. 1 3).
Resistencia
mecánica
¡ A tensión
{
A compresión
Indirecta
(estructural) Por flexión
Penetración de fluidos
{ Corrosión
Lixiviación
Resistencia Ataque de sulfatos
{
Requisitos
al deterioro Congelación y deshielo
de
físico y/o Sílice
{
desempeño Reacciones álcali - agregado
químico Carbonato
Mecánica
Resistencia superficial
Hidráulica
Otras
propiedades
¡ Deformabílidad bajo carga
. . .
Estab1hdad volumétnca
{
Temperatura
Humedad
Capitulo 4
�) Conceptos generales
Hay conceptos que pueden considerarse de aplicación general en el diseño de las mezclas de concreto, cualquiera que
sea el requisito de desempeño que específicamente se pretenda satisfacer.
En las mezclas que se diseñan por resistencia mecánica (estructural) la relación A/C se selecciona con el fin de cumplir
estadísticamente con una cierta resistencia de proyecto especificada a compresión (f c), a tensión por flexión (fr) o tensión
indirecta (ft). Para las mezclas que se diseñan por resistencia al deterioro físico y/o químico, la relación A/C también puede
seleccionarse para procurar una determinada resistencia mecánica, aunque la mayoría de las veces se aplica como paráme
tro de permeabilidad a fin de inducir en el concreto una adecuada resistencia a la penetración de toda clase de fluidos. En
este caso debe comprobarse que la relación A/C seleccionada también sea apropiada para cumplir con los requisitos es
tadísticos de la resistencia de proyecto especificada en la estructura.
Cuando el diseño de las mezclas se hace con miras a obtener otras propiedades en el concreto (ver cuadro anterior) la in
fluencia de la relación A/C como índice de desempeño es menos determinante, pues adquieren relevancia otros factores
tales como las características de los agregados por ejemplo. En estos casos, la definición de la relación A/C debe hacerse en
función de la resistencia mecánica especificada, verificando al mismo tiempo si el concreto diseñado satisface los requisi
tos de las otras propiedades requeridas (deformabilidad, estabilidad dimensional etc.). De no ser así, debe averiguarse la
causa del incumplimiento y tomar las medidas que procedan, que incluso puede consistir en un cambio de agregados.
La demanda proporcional de pasta de cemento depende principalmente de las características de las partículas de los
agregados (tamaño, forma, textura, granulometría) y de la consistencia y manej abilidad de la mezcla de concreto. De tal
modo, para determinados agregados, la demanda de pasta está en función básicamente de la consistencia y manejabilidad
que se pretenda dar a la mezcla. Entonces, el criterio para optimizar el consumo de pasta consiste en utilizar el mínimo con
sumo que permita obtener la consistencia y manej abilidad necesarias para lograr una eficaz colocación y compactación del
concreto en la estructura, en las condiciones y con los medios previstos.
Medidas de prevención
Tomando en cuenta la conveniencia de reducir al mínimo posible el consumo de pasta de cemento, lo deseable es trabajar con
mezclas de moderado revenimiento pero con suficiente manejabilidad. Por ejemplo, el Comité ACI 2 1 1 <69> recomienda los
revenimientos de la Tabla 4, 1 para mezclas de concreto compactadas por vibración. Sin embargo, conviene tener presente (ver
3 . 1 .4.2) que la subcompactación dei concreto por el empleo de mezclas demasiado duras, es una deficiencia constructiva que
suele afectar la durabilidad de las estructuras. A fin de prevenirlo, es recomendable hacer un reconocimiento previo al uso del
concreto con objeto de verificar las condiciones de colocación en la estructura (amplitud del espacio, profusión del acero de
refuerzo) y en función de ello determinar las características de la mezcla que debe emplearse.
Tabla 4.1 Revenimientos recomendables en las mezclas de concreto para diversos tipos de
construcción. <69)
Revenimiento recomendado, cm
Tipo de Construcción
Máximo Mínimo
Muros y zapatas de cimentación, reforzados 7.5 2.5
Muros, cajones y zapatas de subestructura, sin refuerzo 7.5 2.5
Vigas, muros y columnas de edificios, reforzados 1 0.0 2.5
Losas y pavimentos 7.5 2.5
Concreto masivo 5 .0 2.5
Cuando las condiciones de colocación del concreto en la estructura son difíciles, se hace necesario reducir el tamaño
máximo del agregado y utilizar mezclas de consistencia fluida. <45> Para ello se requiere diseñar una mezcla con el uso de un
aditivo químico fluidificante, o reductor de agua de alto rango, que sea eficaz para incrementar sustancialmente el reveni
miento. (?O) Sin embargo, no conviene excederse demasiado en la fluidez de esta mezcla para evitar el riesgo de segregación
por sedimentación de la grava, que incluso puede pasar inadvertida. Por ejemplo, la Especificación ACI 30 1 <49> recomienda
un revenimiento máximo de 20 cm en la mezcla fluidificada con aditivos químicos.
En la construcción de estructuras se acostumbra requerir un grado de calidad del concreto que se define mediante un
cierto nivel de resistencia mecánica (o A/C máxima) y una cierta probabilidad en su cumplimiento. El nivel de resistencia lo
establece el proyectista al fijar la resistencia de proyecto (f' e) o la relación A/C máxima permisible, en tanto que la
probabilidad de incumplimiento es un riesgo estadístico que se acota en las especificaciones de la obra.
En diversas especificaciones generales <49 ,7 1 > se considera que el nivel de resistencia previsto por el proyectista se satisface
convenientemente, cuando en el curso de la producción y utilización del concreto el promedio de resultados de tres pruebas
consecutivas de resistencia a compresión a 28 días es igual o mayor que f' e y ninguna prueba individual produce una
Capitulo 4 ·
resistencia inferior a f e - 3.5 MPa. Estos requisitos se pueden cumplir con una probabilidad del orden de 99 % si la mezcla de
concreto se diseña para obtener una resistencia promedio (fer) determinada conforme a la siguiente expresión (en Mpa):
en donde cr es la desviación estándar de los resultados de resistencia a compresión a 28 días, cuya magnitud depende del
grado de uniformidad con que se produce el concreto. <72> Cuando hay antecedentes de esta uniformidad (como en las plan
tas de concreto premezclado) se debe emplear el dato de cr más reciente, calculado con base en por lo menos 25 resultados
consecutivos de resistencia del mismo concreto. A falta de esta información, se puede emplear como dato de partida el valor
de fer estimado por la Tabla 4.2, de acuerdo con el grado de control que se pretende ejercer en la producción del concreto.
Tabla 4.2 Resistencias recomendables para el diseño de mezclas de concreto producido con
diferentes grados de control.
Desviación Nivel de la
Grado de Uniformidad del Resistencia de diseño de
estándar resistencia de
control de concreto mezcla (mínimo recomen
probable, cr proyecto
producción (+) producido dable) fwen MPa
en MPa fe, en MPa
� edidas de prevención
Una vez determinado el valor de la resistencia promedio requerida (fer) es posible definir la relación A/C necesaria para
i su obtención mediante las conocidas correlaciones entre estas variables, como la que se incluye en la Fig 4. 1 donde se
! representan gráficamente los valores proporcionados en el Informe ACI 2 1 1 . 1 . <69 ) Es pertinente señalar que estos valores
r corresponden a resistencias del concreto a 28 días, obtenidas con el uso de los cementos pórtland simples reglamentados
i por la ASTM. Para los cementos locales, en que la gran mayoría son cementos portland mezclados con un componente de
propiedades puzolánicas, se incluye una curva de correlación estimada (línea punteada) que en condiciones ordinarias
puede ser aplicable para las resistencias a 28 días del concreto hecho con cementos portland mezclados (CPP, CPEG, CPC
'
y CPS) de resistencia normal y categoría intermedia (30) conforme a la Norma NMX-C-4 1 4. <3 5) (Ver 3 . 1 .3. 1 ).
50
ifj
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-o
'
00 '
N
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(ti9)
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1
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Cementos portland _
' 1 3:1 1
t J mezclados N1v1X-C-4 l 4
10 ( Resi stencia nonnal,
llf)
l categoría 30 )
�
o
0.40 0.50 0 . 60 0 . 70
Con objeto de ejemplificar las consideraciones que se hacen para definir la relación A/C final con que debe diseñarse la
mezcla de concreto, en la Tabla 4.3 se exponen dos casos: 1 ) mezcla que debe ser diseñada por resistencia mecánica para
cumplir con una resistencia de proyecto especificada f e = 25 MPa, y 2) mezcla que requiere diseñarse por resistencia al
deterioro por ataque severo de sulfatos, en cuyo caso está especificada una relación A/C no mayor de 0.45 (ver 4.6). Una vez
definida la relación A/C final (0.52 y 0.40 respectiva mente) debe llevarse a cabo el diseño de la mezcla propiamente dicho,
para lo cual existen diversos procedimientos aplicables como el ACI 2 1 1 . 1 <69) por ejemplo.
Capitulo 4
Tabla 4.3 Ejemplos del procedimiento para definir la relación A/C necesaria para diseñar las mezclas de
concreto
Requisitos de desempeño
Conceptos Resistencia mecánica Resistencia al deterioro por
a compresión ataque severo de sulfatos
Dato especificado 1: = 25 MPa AIC = 0.45
1: = 25 MPa 1: = 35 Mpa
Resistencia de proyecto equivalente
(ver Fig 4. 1)
Etapas Requisitos
Í Calidad e idoneidad de los componentes
l. Pr aducción del concreto
� de la me zcla de concreto diseñada
y
J
y procedimientos de construcción utili zados
2. Utili zación del concreto
1 Calidad final del concreto puesto en la
l estructura, antes de entrar en servicio
Si el constructor subcontrata el suministro de concreto premezclado, la ejecución de la primera etapa le corresponde al
proveedor del concreto, si bien el constructor debe responder ante el propietario por la calidad del mismo. Cuando el con
creto se produce en obra, el constructor se hace cargo y responsabiliza directamente por la ejecución de todo el proceso. En
ambos casos, el propietario de la obra tiene la facultad de comprobar por los medios necesarios (prueba, inspección, super
visión) que se cumplan los compromisos pactados en el contrato de la obra.
Conforme a ello, el constructor siempre debe asumir ante el propietario la responsabilidad total por la calidad resultante
del concreto puesto en la estructura, incluso cuando utilice concreto producido por un tercero. Para responder a este com-
Medidas de prevención
promiso, el constructor debe establecer un programa de control y verificación de calidad que dé certidumbre al propietario
en cuanto al cumplimiento de las especificaciones de la obra.
NMX ASTM
La aptitud de los componentes para producir un concreto que cumpla con el requisito de desempeño establecido, debe
comprobarse mediante mezclas de prueba diseñadas conforme a los criterios generales señalados en 4. 1 ,2.2. En estas
mezclas deben realizarse pruebas al concreto en estado fresco para evaluar principalmente su manejabilidad y sangrado, y
en estado endurecido para determinarle las propiedades vinculadas al desempeño requerido (4. 1 .2. 1 ). Es pertinente hacer
notar que cuando el requisito de desempeño es la prevención de una reacción álcali-agregado (4. 1 .2.1 ,h) se hace necesario
efectuar un proceso de evaluación de la reactividad de los agregados como se indica en 4. 15.
Una vez preevaluados y aceptados los componentes del concreto, debe comprobarse rutinariamente su calidad indi
vidual en el curso de su utilización, en la forma y con la frecuencia que se establezca en las especificaciones de la obra,
como parte del programa de control y verificación de calidad del concreto a cargo del constructor.
Capitulo 4
Las pruebas de evaluación que puede ser necesario efectuar en el concreto endurecido, de acuerdo con los requisitos de
desempeño, son:
Resistencia mecánica:
A compresión simple C-1 59 y C-083 C-192 y C-39
A tensión por flexión C-1 59 y C-1 9 1 C-192 y C-78
A tensión indirecta C-1 59 y C- 163 C-192 y C-496
Módulo de elasticidad estático a compresión C- 128
y relación de Poisson
C-469
Contracción por secado C-173 C-1 57
Resistencia a la penetración de fluidos (ion cloruro) -
C-1202
Resistencia a la congelación y el deshielo C-205 C-666
c 418, c 779,
Resistencia a la abrasión mecánica -
c 944
Si el concreto propuesto y evaluado satisface los requisitos especificados, corresponde al propietario aprobar el uso de la mezcla
diseñada para la aplicación prevista, sin que ello sea motivo para reducir la responsabilidad del constructor según se estableció en
4.1.3.1. Como condición necesaria para esta aprobación, el constructor debe acreditar el empleo de instalaciones, equipos, personal
y procedimientos de prueba acordes con los requerimientos para la certificación de medios y resultados que se definen en 4.1,5.
Medidas de prevención
revolturas de concreto. E l suministro y acopio de los componentes comprende su obtención, transporte, recepción, manejo
y almacenamiento, en tanto que la elaboración consiste en extraer los componentes de los almacenamientos, llevarlos a la
planta de fabricación, dosificarlos conforme a las proporciones preestablecidas y mezclarlos hasta obtener revolturas ho
mogéneas de concreto en estado fresco.
Para dar apoyo técnico y certidumbre en el cumplimiento de estas actividades, es preciso conducir en paralelo una serie
de acciones que incluyen: 1) las pruebas de control de calidad individual de los componentes (4. 1 .3.2), 2) la inspección y
supervisión necesarias para asegurar que se cumplan los procedimientos para el manejo y almacenamiento de los compo
nentes, 3) la calibración y certificación de los equipos de dosificación como garantía de que los componentes se miden con
la precisión especificada y 4) la verificación de los equipos de mezclado para certificar que son aptos para producir mezclas
de concreto con la consistencia y homogeneidad requeridas en las especificaciones.
Para la ejecución y control de todas las actividades previamente mencionadas, relacionadas con la elaboración del
concreto, resultan aplicables las siguientes guías y especificaciones;
Capitulo 4
NMX ASTM
Debido a que los resultados de las pruebas de resistencia temprana no son aplicables como elementos de juicio defini
tivo para la aceptación del concreto, siempre resulta necesario llevar a cabo también pruebas estándar de resistencia a com
presión en curado normal, para ensayar los especímenes a la edad de proyecto especificada que de ordinario son 28 días;
tales pruebas deben conducirse conforme a los métodos NMX-C- 160 y C-083 (ASTM C 3 1 y C 39).
Los resultados de las pruebas estándar se utilizan normalmente con dos propósitos: 1 ) comprobar si se cum
plen las funciones de aceptación del concreto señaladas en 4. 1 ,2.2.c, es decir, que el promedio de resistencias de
tres pruebas consecutivas sea igual o mayor que f' y ninguna resistencia individual sea menor que f' - 3 .5 MPa, y
e e
2) determinar la magnitud de la desviación estándar (cr) de las resistencias obtenidas <72> y verificar si el grado de
uniformidad de la producción del concreto está de acuerdo con lo previsto, esto es, comprobar que el promedio de
- satisface la condición ?::. f' e + 2.4cr - 3 .5 MPa.
resistencias (/J
-
fe
Medidas de prevención
En las especificaciones de concreto de la obra deben definirse los criterios y medidas aplicables en caso de que las resis
tencias obtenidas en pruebas estándar no cumplan las condiciones anteriores. Tomando en cuenta su importancia y trascen
dencia, es esencial que la obtención de estas resistencias se avale por el cumplimiento de los requisitos para la certificación
de medios y resultados que se incluyen en 4. 1 .5.
Capitulo 4 •
terísticas del tramo de transportación, accesibilidad y otras condiciones del sitio de colocación, volumen y velocidad de coloca
ción del concreto por colar, dimensiones y geometría de la estructura y caractedsticas y profusión de las barras de refuerzo.
En la relación precedente se citaron medios de uso frecuente para transportar y colocar el concreto. Algunos de estos me
dios son únicamente de transportación o bien de colocación, en tanto que otros pueden actuar simultáneamente como medios
de transportación y colocación. De cualquier modo, muchas veces estos medios no se utilizan solos sino formando un sistema
compuesto por dos a más de ellos, cuyo sistema no sólo comprende los equipos sino también los procedimientos de trabajo.
l!na vez definido el plan operativo para transportar y colocar el concreto, el correcto desempeño de esta actividad debe
vigilarse mediante un sistema paralelo de pruebas de campo, inspección y supervisión, integrado por personal capacitado y
calificado conforme a los requisitos que se mencionan en 4. 1 .5.
4.1.4.3 Compactación
E l concreto recién depositado en la estructura debe ser sometido a un trabajo de compactación tendiente a redu
cir al mínimo posible su proporción de vacíos, forzarlo a llenar y tomar la configuración del espacio confinado por
los moldes y lograr contacto pleno con el acero de refuerzo. Según se consideró en 3 . 1 .4.2, la inadecuada compacta
ción del concreto suele ser fuente de defectos constructivos que afectan la durabilidad de las estructuras, por lo que
es una actividad que debe ser cuidadosamente planeada y ejecutada con personal capacitado y vigilada mediante un
calificado servicio de inspección y supervisión ( 4. 1 .5).
El procedimiento más utilizado para compactar el concreto convencional, de consistencia entre dura y plástica, consiste
en comunicarle energía vibratoria con la cual se modifica la reología de las mezclas y se facilita su acomodo en el espacio de
colocación. <s3> Sin embargo, un caso de excepción sería el de las mezclas de concreto que se elaboran con elevada fluidez
mediante aditivos químicos, las cuales tienden a fluir y acomodarse por la sola fuerza de gravedad y por ello requieren poca
y en ocasiones ninguna energía de compactación por vibración.
Sin considerar este caso, y de acuerdo con la práctica más frecuente, la compactación del concreto colado in si tu
se efectúa con el empleo de vibradores de inmersión de los que existe una gran variedad de opciones en cuanto a
fuente de alimentación, tamaño, frecuencia y amplitud de vibración, etc. Para la apropiada selección y uso de estos
equipos, en función de las características de las mezclas de concreto y las condiciones de colado, son
recomendables las siguientes guías informativas:
Medidas de prevención
En el caso de las superficies formadas, los principales defectos de acabado se manifiestan como irregularidades debidas
a inadecuada selección, colocación y/o construcción de las cimbras y forros, o bien se producen como zonas de concreto po
roso o alveolar originadas por diseño inapropiado de la mezcla, segregación en el manejo del concreto, compactación de
fectuosa, etc.(3. 1 .4.2). En cualquier caso se trata de deficiencias constructivas susceptibles de evitarse mediante prácticas
de ejecución y de inspección eficaces.
En cuanto a las superficies libres, el tratamiento de acabado requerido y sus tolerancias geométricas suelen establecerse
de acuerdo con el servicio que debe prestar y las condiciones en que debe operar la estructura. Como ejemplos pueden ci
tarse los pavimentos y pisos industriales y las estructuras hidráulicas que operan en contacto con flujos de agua de alta velo
cidad, cuyos requisitos de acabado superficial se especifican en función de las condiciones de servicio, y en su ejecución se
requiere el empleo de personal, procedimientos y equipos especializados.
En relación con los requisitos de acabado que suele especificarse para las superficies operativas de estas estructuras, es
pertinente citar las siguientes referencias de consulta:
4.1.4.5 Curado
E l curado insuficiente del concreto es tal vez una de las deficiencias constructivas más frecuentes. Cabe añadir que por
tratarse de una deficiencia cuyos efectos no son ostensivos, resulta difícil evaluar la cuantía de los perjuicios técnicos
potenciales y las pérdidas económicas que origina. (3. 1 .4.3).
En la práctica local destacan dos procedimientos para el curado del concreto: el mantenimiento húmedo del concreto por
la aportación de agua externa y el recubrimiento superficial del concreto con una membrana capaz de inhibir adecuada
mente la pérdida de humedad. Cada uno de estos procedimientos tiene sus ventajas y desventajas. El curado con agua es
muy eficaz siempre que se pueda asegurar su continuidad y suficiencia; por ello tiene el inconveniente de que su aplicación
no es confiable en superficies verticales o poco accesibles. Por su parte, el curado con membrana es menos eficaz pero tiene
la ventaja de que se aplica una sola vez en cualquier superficie expuesta y esto facilita verificar su cumplimiento.
A fin de compensar sus respectivas inconveniencias hay veces en que se opta por emplear ambos procedimientos, como
en el caso de los concretos que se elaboran con muy bajas relaciones agua/cemento (3. 1 .4.3) o cuando las condiciones am
bientales provocan el secado mu y rápido del concreto recién colocado en la estructura (3 .2. 1) especialmente cuando se trata
de estructuras con grandes superficies expuestas, coladas libremente (losas, pavimentos, etc.).
En casos como este último, conviene hacer el curado en dos etapas: 1) el curado inicial que debe ejercerse inmediata
mente a continuación del enrase del concreto, cuando la superficie todavía conserva el brillo del agua de sangrado, y 2) el
curado final que debe aplicarse al término de la ejecución del tratamiento de acabado especificado para la estructura. Para el
curado inicial se utiliza normalmente aspersión de agua en forma de niebla o se aplica un producto líquido retardador de la
evaporación, en tanto que para el curado final es posible emplear cualquier procedimiento que cumpla con lo especificado
en la obra.
Capitulo 4
Para la formulación de tales especificaciones es recomendable tomar en cuenta la información que proporcionan las
siguientes referencias aplicables:
Conceptos Referencias
4.1.5.1 Personal
La capacidad técnica del personal que ejecuta las pruebas y efectúa la inspección y la supervisión, debe ser
convenientemente calificada y certificada. Debido a esta ingente necesidad, el Instituto Americano del Concreto (ACI)
instituyó de tiempo atrás en EUA cursos de capacitación para técnicos de laboratorio y campo. En el medio local, el
Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto (IMCYC) imparte cursos de capacitación en dos categorías, conforme a los
criterios de enseñanza, examen y certificación del ACI, que son:
Medidas de prevención
Capitulo 4
Para definir cuándo se dan las condiciones térmicas de tiempo caluroso, es posible establecerla en función de sus efectos
sobre la temperatura del concreto recién elaborado. Tomando en cuenta que, para el colado de estructuras convencionales
(no voluminosas) diversas especificaciones generales <49•55) recomiendan colocar las mezclas de concreto con una tempera
tura no mayor de 32° C (90° F) puede considerarse que, si el concreto al ser depositado en la estructura excede esta tempera
tura, es dable suponer que las condiciones ambientales y de trabajo corresponden a las de tiempo caluroso y hacen necesaria
la adopción de medidas adecuadas para prevenir sus efectos indeseables en el desarrollo de las propiedades del concreto.
Medidas de prevención
altas temperaturas alteran la morfología de los productos de hidratación del cemento en detrimento de las propiedades del
concreto endurecido.
Dicho fenómeno constituye una razón importante para el decremento de la calidad potencial del concreto que se
produce en tiempo caluroso cuando no se toman las precauciones necesarias (3 . 2 . 1 .4 ). Además, la elevada tempera
tura inicial de las mezclas tiene otras consecuencias perj udiciales pues implica un aumento en la demanda de agua
de mezclado y propicia la temprana pérdida de humedad del concreto y los cambios volumétricos de origen térmico,
con el correspondiente riesgo de agrietamiento de la estructura. Por todo ello, se justifica procurar el abatimiento de
la temperatura del concreto al ser mezclado en tiempo caluroso, especialmente en el colado de las estructuras con
mayor volumen relativo ( 3 . 1 . 1 . 1 ).
Capitulo 4
El tiempo de fraguado del concreto es influido notablemente por la temperatura: el frío lo retarda y el calor lo acelera. A
temperaturas moderadas (templadas) el tiempo de fraguado inicial suele ser suficiente para permitir la transportación, colo
cación, compactación y acabado del concreto en condiciones de trabajo ordinarias. Sin embargo, a medida que aumenta la
temperatura ambiental se produce una reducción progresiva del tiempo de fraguado inicial, que así puede llegar a ser insufi
ciente para realizar dichas operaciones, especialmente cuando éstas no pueden efectuarse de manera expedita. En tales con
diciones, es necesario ejercer las medidas que se indican en 4.2.3.2.b con el fin de ampliar el tiempo de fraguado inicial del
concreto hasta hacerlo apropiado a las condiciones de obra.
Medidas de prevención
De acuerdo con las etapas en que son aplicables, estas medidas se pueden ordenar según se ejercen sucesivamente al
elaborar y utilizar el concreto y después de colocarlo en la estructura. Cuando se emplea concreto premezclado, es posible
convenir con e l proveedor que no exceda una determinada temperatura al ser entregado en obra. En tal caso, las medidas
aplicables durante la elaboración y transportación del concreto al sitio de entrega debe ejercerlas el productor, en tanto que
las subsecuentes le corresponden directamente al constructor.
Los procedimientos más eficaces para enfriar el concreto en la mezcladora, son: 1 ) preenfriamiento del agua de
mezclado y/o substitución parcial del agua por hielo finamente dividido, 2) preenfriamiento del agregado grueso a tempera
turas cercanas a la congelación del agua interna, y 3) utilización de nitrógeno líquido, ya sea por inyección directa en la
mezcladora o como un medio indirecto para el preenfriamiento del agua de mezclado. No obstante su reconocida eficacia,
el empleo de estos procedimientos suele limitarse a las estructuras en que se justifica su elevado costo.
Para el caso de estructuras ordinarias en que no hay riesgo de un excesivo sobrecalentamiento interno del concreto,
puede ser suficiente abatir la temperatura de las mezclas hasta un nivel del mismo orden en que se diseñó la mezcla (20 a
30ºC) con lo cual no debe aumentar significativamente la demanda de agua de mezclado. Para conseguirlo, y mantener rela
tivamente estable la temperatura de las mezclas (y por ende la demanda de agua) suelen ser efectivas las siguientes medidas
cuando la temperatura ambiental no es excesivamente calurosa [no más de unos 38ºC ( l OOºF)] :
Cemento
No debe emplearse cemento que exceda una temperatura de 50ºC, aproximadamente. Para ello debe permitirse la
estabilización de su temperatura, dej ando que transcurra un lapso suficiente entre la recepción y el consumo en obra, me
diante una capacidad de almacenamiento apropiada a la demanda prevista para la fabricación del concreto.
Agregados
Los agregados de uso inmediato no deben exponerse directamente a los rayos del sol, para cuyo propósito deben cubrirse
los depósitos adjuntos, las bandas transportadoras y las tolvas de la planta de concreto. Además, el agregado grueso debe pre
humedecerse ligeramente mediante aspersión fina con agua en los almacenamientos adjuntos durante la producción del con
creto. E l agregado fino no debe prehumedecerse sino más bien dej arse drenar, en caso necesario, antes de su utilización.
Capitulo 4
Agua
El agua para la elaboración del concreto debe captarse, almacenarse, conducirse y dosificarse debidamente protegida de
la radiación solar. Con este fin es recomendable proveer un depósito de almacenamiento enterrado con cubierta aislada
térmicamente y proteger todas las tuberías de conducción con aislamiento térmico. De esta manera, el agua debe conservar
una temperatura media inferior y más estable que la del medio ambiente.
Dosificación y mezclado
Todas las actividades inherentes a la elaboración de las mezclas de concreto deben realizarse a cubierto de los rayos so
lares, con la precaución adicional de pintar de blanco el exterior de las revolvedoras. Como medida auxiliar debe tratarse de
ejecutar los colados en las horas diurnas menos calurosas, e incluso de noche si es posible.
Cuando la temperatura ambiental es mayor de 38ºC, aproximadamente, por lo general las medidas anteriores no son
suficientes para que la temperatura del concreto recién mezclado resulte dentro del intervalo en que se diseñó la mezcla
(20-30°C) en cuyo caso es necesario aplicar medidas más eficaces como las indicadas para grandes estructuras. En función
del costo y del orden de la reducción de temperatura que se pretende, puede ser adecuado y suficiente para estructuras y con
diciones ordinarias, utilizar el procedimiento de preenfriar el agua de mezclado e incluso el agua para humedecer el agre
gado grueso, para lo cual existen sistemas de refrigeración de uso específico que pueden enfriar el agua hasta temperaturas
del orden de 4 ºC
Medidas de prevención
temperatura y la disminución del revenimiento en dicho traslado. A continuación se mencionan diversas acciones que pue
den ejercerse con esta finalidad.
Tiempo de traslado
Todos los medios necesarios (procedimientos, equipos, instalaciones, etc.) para trasladar las mezclas de concreto deben
planearse y organizarse de modo que el traslado requerido se lleve a cabo con eficacia y en el menor tiempo posible.
Protección al concreto
El concreto en curso de traslado debe protegerse de la acción directa del sol, el viento y la lluvia, para lo cual deben ta
parse con un material adecuado las bandas, canalones, etc., donde las mezclas se trasladan normalmente expuestas. En el
caso de tuberías de bombeo y otros conductos cerrados, se les debe recubrir con un material aislante térmico o bien con un
material textil continuamente humedecido.
Horario de colado
Es recomendable, en la medida que sea posible, efectuar los colados en las horas del día en que las condiciones am
bientales resulten menos adversas. Inclusive, puede ser conveniente la realización de colados nocturnos si se dispone de fa
cilidades adecuadas (iluminación, fuerza de trabajo, medidas de seguridad, etc.).
Para evitar ese riesgo resultan útiles las medidas recomendadas para moderar la temperatura del concreto al mezclarlo,
pero no siempre son suficientes. Cuando esto sucede, el recurso más viable consiste en utilizar un aditivo químico retarda
dor del fraguado del cual existen cuatro opciones:
Capitulo 4
Mediante el uso de un aditivo de esta naturaleza, es posible retardar el fraguado del concreto sin afectar sustancialmente
su desarrollo de resistencia en las primeras edades. Sin embargo, antes de utilizar estos aditivos es recomendable establecer
mediante pruebas la dosificación adecuada para las condiciones ambientales y de trabajo de la obra.
Es pertinente señalar que la ampliación del tiempo de fraguado del concreto no sólo es necesaria para colados en tiempo
caluroso, sino en general para todo tipo de trabajos donde se requiere mantenerlo más tiempo en condición moldeable, a fin
de evitar el riesgo de juntas frías en condiciones lentas de colocación o bien para disponer de más tiempo para las operacio
nes de acabado.
Las medidas aplicables para conservar la humedad superficial del concreto en este lapso inicial, son básicamente dos : 1)
proteger l a superficie d e concreto d e l a acción directa d e los principales agentes desecadores (sol y viento) mediante l a in
terposición de cubiertas y barreras de protección adecuadas, y 2) humedecer la superficie con agua aplicada por aspersión
muy fina en forma de niebla o aplicarle un compuesto líquido antievaporante capaz de retener el agua libre de la superficie
hasta que esta endurezca lo suficiente para recibir el curado definitivo.
Una vez realizado el acabado requerido y que la superficie posee suficiente dureza para recibirlo sin daño, debe pro
cederse a la ejecución del curado definitivo previsto, que la mayoría de las veces suele consistir en la aplicación superficial
de agua o de un compuesto líquido que forma membrana, si bien en el medio local se opta principalmente por este último.
Los requisitos que deben cumplirse al curar con membrana estas superficies, son esencialmente tres: 1) aplicación opor
tuna, 2) procedimiento de aplicación adecuado y 3) eficacia del compuesto utilizado. La oportunidad consiste en aplicar el
compuesto inmediatamente a continuación de la operación de acabado conforme avance, sin esperar a la conclusión del
acabado en toda la superficie. El procedimiento de aplicación del compuesto debe ser por aspersión fina, con objeto de no
dañar la superficie de concreto recién terminada, recubriéndola uniformemente con el rendimiento recomendado por el
fabricante. La eficacia del compuesto debe ser certificada por el propio fabricante y/o verificada por el constructor para
comprobar que cumple con las especificaciones aplicables.
Para definir el compuesto de curado por membrana adecuado, debe tomarse en cuenta que hay dos grupos con diferentes
características y propiedades: los compuestos ordinarios que se rigen por las normas NMX-C-08 1 <46) o ASTM C 309 <47) y
los compuestos especiales reglamentados por la especificación ASTM C 1 3 ¡ 5 0 00) Los primeros son los de uso común, que
pueden ser incoloros, de tinte fugaz o de color blanco. Los segundos son de uso especifico, cuando se requieren propiedades
tales como resistencia a los álcalis y los ácidos, buena adherencia con los materiales de recubrimiento y resistencia a la de
gradación por los rayos ultravioleta de la luz solar.
Medidas de prevención
Para las estructuras y condiciones de exposición usuales, se considera adecuado y suficiente emplear en tiempo caluroso
un compuesto del primer grupo, formulado en color blanco permanente para reducir por reflexión el efecto calorífico de los
rayos solares sobre el concreto. Cuando el concreto se elabora con una baja relación A/C y/o las condiciones ambientales
incrementan el riesgo de secado prematuro del concreto, es conveniente complementar el curado con membrana de las su
perficies libremente expuestas con la aplicación de agua externa durante los primeros 7 días de edad.
Para prevenir dicho riesgo es necesario curar eficazmente también las superficies formadas de la estructura, mediante
alguno de los sistemas de curado mencionados en 3. 1 ,4.3. En estructuras y situaciones ordinarias, el procedimiento re
comendable para ser aplicado a estas superficies en tiempo caluroso es como sigue: 1 ) al término del colado debe comenzar
a mojarse con agua el exterior de las formas con la mayor frecuencia posible, a fin de reducir su temperatura y favorecer la
disipación del calor interno del concreto, 2) al efectuar el retiro de las formas deben mojarse las superficies de concreto re
cién descubiertas hasta dej arlas saturadas de agua, 3) en cuanto este concreto se aprecie superficialmente seco, debe ini
ciarse la aplicación de una membrana de curado de color blanco, de calidad certificada y/o verificada, aplicada por
aspersión con el rendimiento recomendado por el fabricante.
Una práctica que se ejerce con cierta frecuencia en el medio local, consiste en elaborar especimenes con el doble
propósito de evaluar anticipadamente la resistencia y verificar su obtención a la edad de proyecto, para lo cual unos es
pecímenes se ensayan a edad temprana (3 o 7 días) y otros a la edad de proyecto (normalmente 28 días). De ordinario los re
sultados de resistencia temprana se utilizan para estimar con anticipación si el nivel de resistencia es apropiado para
cumplir con el de proyecto, en tanto que las resistencias a la edad de proyecto se aplican como medios de control y/o acepta
ción del concreto que representan.
Siguiendo con la práctica local, los especimenes recién elaborados se conservan en el sitio <le la obra por un lapso que
puede ser hasta 48 horas y después se trasladan al laboratorio que corresponda, sea este del productor del concreto, el
constructor o el supervisor (4. 1 .5). Conforme a las normas NMX-C- l 60<100 y ASTM C 3 1 <102) la conservación inicial de los
especimenes en obra debe ser a una temperatura entre 16 y 27 ºe, que para cumplirla en tiempo caluroso requiere el acondi
cionamiento de recintos con sistema de enfriamiento del ambiente.
De tal modo que, si no se proveen dichas facilidades de conservación y además la temperatura original de la mezcla es alta,
el resultado es que el concreto de los especimenes se hidrata a elevada temperatura durante sus primeros 2 días de edad y con
ello se debe incrementar significativamente su resistencia inicial. Como consecuencia, al utilizar estos resultados con el
propósito de estimar el nivel probable de la resistencia a la edad de proyecto, se incurre en una sobrestimación por el error de
pronóstico que en forma gráfica se indica en la Fig 4.2.
Capitulo 4
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( 1 ) Desarrollo estimado, a partir de la resistencia
/ : temprana con curado inicial en obra .
(2) Desarrollo de resitencia en condiciones de
/ laboratorio a 2 3 ± 2ºC . :
/ (3 ) Desarrollo real de resistencia en 1
condiciones de obra.
Fig 4.2 Sobreestimación de la resisten c i a potencial del concreto, a partir de la resistencia temprana obtenida en especímenes curados en
obra en tiempo c aluroso.
El riesgo que implica esta sobreestimación temprana, es que al suponer erróneamente adecuadas o excedidas las resistencias a
la edad de proyecto, no se toman oportunamente las medidas que en realidad se necesitan para evitar (o tomar en cuenta) la reduc
ción posterior en el incremento de resistencia. A fin de no incurrir en este riesgo, son pertinentes los siguientes recordatorios.
Las resistencias tempranas del concreto obtenidas en condiciones de curado inicial en obra no son aplicables para esti
mar la resistencia a la edad de proyecto con fines de evaluar el cumplimiento de un determinado nivel de resistencia
requerido. Más bien, esas resistencias son útiles para definir la edad en que puede descimbrarse o ponerse en servicio la es
tructura que representan.° 02)
Cuando se pretende determinar la resistencia temprana del concreto con el propósito de estimar su resistencia potencial,
existen dos procedimientos normalizados que sí son aplicables (4. 1 .3 .6) y que también son útiles para hacer un juicio antici
pado del grado de uniformidad con que se produce el concreto: 1 ) el método de prueba para obtener la resistencia temprana en
curado acelerado (NMX-C-290<79)/ASTM C 584<80» y 2) el método de prueba de resistencia temprana en curado normal apli
cando el concepto de madurez (NMX-C-2 1 9 <77)/ASTM C 9 1 8º 8».
_ Medidas de prevención
En el caso de la República Mexicana, el clima de invierno puede ser sumamente variable desde muy frío hasta ligera
mente cálido dependiendo de las zonas climáticas (3.2. 1 ) lo cual hace necesario adaptar las previsiones y recomendaciones
para el uso del concreto a las condiciones invernales de estas zonas. Con este propósito, procede distinguir dos condiciones
de tiempo frío en función de sus efectos en el concreto: 1 ) el tiempo frío moderado cuyas temperaturas mínimas pueden lle
gar a congelar el concreto fresco o recién fraguado, pero no lo afectan una vez endurecido y 2) el tiempo frío severo en el que
se registran temperaturas suficientemente baj as y sostenidas para producir daños por congelación al concreto en curso de
endurecimiento y/o ya endurecido y en servicio.
En la Tabla 4.4 se hace una evaluación de la frecuencia probable con que se producen estas condiciones de tiempo frío
invernal en las zonas climáticas citadas. De acuerdo con ello, las condiciones que con mayor regularidad pueden ocurrir
durante el invierno en buena parte de la República Mexicana son las de frío moderado, en tanto que las de frío severo se limitan
a ciertas regiones de la zona A, determinadas áreas de elevada altitud de la zona B y algún sitio montañoso dela zona C.
Tabla 4.4 Frecuencia de condiciones de tiempo frío durante el invierno en las zonas climáticas de
la República Mexicana
Condiciones de tiempo frío en el invierno
Zonas climáticas Frío severo
de la Frío moderado
Riesgo de congelación del
República Mexicana Riesgo de congelación
concreto fresco,
del concreto fresco o tierno.
tierno y/o endurecido.
Con regularidad en gran parte de la Con regularidad en las regiones
A
zona, durante casi todo altas y con alguna frecuencia en
Centro-Norte
el invierno. las de mayor latitud.
Con regularidad en sitios
Con cierta regularidad en
B específicos de mayor altitud y
la mayoría de la zona,
Envolvente de la zona A ocasionalmente
durante parte del invierno.
en áreas de más latitud.
Ausencia total de esta condición
c Esporádicamente en los sitios de más
en la zona, excepto en ciertas
Sur - Sureste y litorales altitud y latitud en la zona.
áreas montañosas.
Capitulo 4
El concreto fresco o recién fraguado (tierno) corre más riesgo de congelarse y ser dañado que el concreto endurecido,
por dos motivos: 1 ) la congelación del concreto fresco o tierno ocurre a algo menos de OºC, cuando se congela el agua libre
que contiene, en tanto que la solución alcalina de poro del concreto endurecido requiere una temperatura mucho más baja
para congelarse, y 2) el concreto fresco o tierno, que no posee resistencia mecánica, puede sufrir daño con una sola congela
ción, mientras que para dañar el concreto endurecido se necesita un cierto número de ciclos de congelación y deshielo cuya
cuantía depende de su resistencia en este aspecto.
Independientemente del riesgo de daño por congelación, que puede ser prevenido con medidas adecuadas, hay otras
consecuencias del tiempo frío que deben tomarse en cuenta al producir y utilizar el concreto, para lo cual es conveniente
distinguir las que se manifiestan en tiempo frío moderado o severo.
Aparte de lo anterior, el hecho de que la mezcla de concreto posea una temperatura moderadamente baj a tiene
consecuencias ambivalentes. Como efecto favorable, ya se ha dicho que el con creto con menor temperatura inicial
desarrolla mayor resistencia a l argo plazo, pero como aspecto inconveniente tarda más tiempo en fraguar y en ad
quirir resistencia a corto plazo, lo cual da mayor oportunidad al daño por congelación y retrasa la operación de des
cimbrado. Una de las medidas apl icables para prevenir estos efectos i nconvenientes consiste en especificar una
temperatura mínima requerida en l a mezcla de concreto, para cuyo cumplimiento puede ser necesario calentar
moderadamente algunos de los componentes del concreto.
Medidas de prevención
efecto, que no es inconveniente, debe resultar menos significativo cuando se especifique una temperatura mínima
requerida en la mezcla de concreto que haga necesario su calentamiento en la revolvedora, dado que con ello tiende a dismi
nuir su diferencia con la temperatura de diseño de la mezcla.
Es pertinente mencionar que en tiempo frío tiende a disminuir la pérdida de agua por evaporación, y esto se traduce en
dos consecuencias favorables en comparación con el tiempo de calor: 1 ) las mezclas de concreto pierden menos reveni
miento en el lapso previo a su colocación, y 2) el concreto ya colocado en la estructura resulta menos expuesto a la deseca
ción temprana.
Como se verá más adelante, para atenuar estos inconvenientes se dispone de tres medios principalmente: 1) aumentar la
temperatura de la mezcla de concreto calentando sus ingredientes, 2) dar protección térmica a la estructura recién colada
para que el concreto se cure a una temperatura favorable y 3) utilizar en la elaboración del concreto un aditivo químico que
acelere el fraguado y/o el endurecimiento inicial. Estos medios pueden aplicarse de manera individual o conjunta, de
pendiendo de las temperaturas ambientales, las características de la estructura y la magnitud de los resultados requeridos.
Las acciones preventivas contra la congelación del concreto fresco, tierno y/o endurecido, constituyen por tanto una
práctica obligada para condiciones de frío severo, si bien procede hacer algunas precisiones: 1 ) las medidas para proteger al
Capitulo 4
concreto fresco o tierno solamente se aplican durante los colados que se realizan en dichas condiciones, es decir, en la tem
porada invernal, 2) las medidas de protección del concreto endurecido deben aplicarse al colar el concreto en cualquier
época del año, si está previsto que durante el invierno la estructura deba soportar ciclos de congelación y deshielo, y 3) las
medidas de protección del concreto fresco o tierno son más difíciles y costosas que las requeridas para dar protección al
concreto endurecido.
Según se expuso con anterioridad (4.3. 1 ) la ocurrencia del tiempo frío severo en la República Mexicana se circunscribe
normalmente a las regiones montañosas poco pobladas de las zonas A, B o C (como las Sierras de Chihuahua, y Baja Cali
fornia) y a las porciones territoriales de mayor latitud aledañas a la frontera con EUA. En las primeras, las bajas temperatu
ras prevalecen durante buena parte de la utilización del concreto para la construcción de estructuras. En las segundas, donde
sí tiempo frío severo solamente ocurre durante el invierno en periodos alternados con tiempo frío moderado.
De acuerdo con ello, las previsiones para colados en tiempo frío severo solamente se justifican en el territorio nacional
durante algunos lapsos invernales en ciertas áreas específicas en el norte de la República. Si se toma en cuenta su alto grado
de dificultad y costo, junto con los riesgos que implica, parece justificado evitar los colados en los periodos en que ocurren
tales condiciones y diferir su ejecución para el siguiente periodo de frío moderado. En todo caso, lo que sí parece justo es
prevenir la protección del concreto endurecido y en servicio contra la congelación y el deshielo (según 4.4) cuando el clima
invernal del sitio lo requiera.
Las acciones que normalmente se practican con tales propósitos consisten en provocar una temperatura inicial adecuada
en la mezcla de concreto, utilizar en ésta un cemento y/o aditivos químicos apropiados, programar la ejecución de los cola
dos en el horario más favorable y dar protección térmica al concreto desde que sale de la revolvedora hasta que adquiere en
la estructura una resistencia mecánica suficiente para soportar sin daño las bajas temperaturas de congeladión. De hecho,
estas acciones son cualitativamente las mismas en tiempo frío moderado o severo; más bien lo que cambia es la magnitud de
los efectos requeridos, los procedimientos para obtenerlos y por supuesto el costo de obtención.
Medidas de prevención
Tabla 4.5 Temperaturas mínimas requeridas para el concreto en condiciones de tiempo frío
moderado, con temperaturas ambientales mayores de -1 ºC. (Formada con datos
de A CI 306R<2\
Temperatura mínima requerida en el concreto
Mínima dimensión (espesor)
del elemento de concreto, cm Al mezclarlo en la revolvedora, Al colocarlo en la estructura
ºC (preservada hasta descimbrar) ºC
< 30 16 13
30 - 90 13 10
9 0 - 1 80 10 7
> 1 80 7 5
Según los datos de esta tabla, la situación más desfavorable es cuando se cuelan elementos delgados (30 cm) en que se
requiere una temperatura mínima de 1 6 ºC para el concreto recién mezclado. Tomando en cuenta las temperaturas medias
diarias consideradas para el tiempo frío moderado (entre 5 y 1 5 °C, aproximadamente) se estima que para alcanzar una tem
peratura mínima de 1 6 C en la mezcla de concreto debe ser suficiente calent�r solamente el agua de mezclado a una tem
º
Si en la construcción de una estructura en tiempo frío se requiere que la mezcla de concreto cumpla con una cierta
temperatura mínima requerida, lo c onveniente es especi ficarla y verificarla en el sitio de colocación en la estruc
tura, pues de esta manera se compromete al constructor para que tome las provisiones necesarias a fin de que la
mezcla no pi erda c alor en exceso durante s u transportación desde la salida de la revolvedora hasta el punto de des
carga en la estructura. C uando el constructor utilice concreto premezclado, debe evaluar el descenso previsible de
temperatura de la mezcla durante s u transportación en obra, antes de convenir con el proveedor la temperatura
mínima requerida del concreto premezclado en el lugar de entrega.
En la Norma Mexicana NMX-C-4 1 4<3 5 ) se contemplan dos categorías de cemento de resistencia rápida designados
como 30R y 40R en función de su resistencia a compresión a 28 días de edad.(3. 1 .3 . 1 ). Exclusivamente bajo el aspecto de su
utilidad para colados en tiempo frío, puede ser conveniente un cemento portland ordinario (CPO) de categoría resistente
30R o 40R. Sin embargo, hay que tomar en cuenta otros aspectos relacionados con la durabilidad de las estructuras que pue
den requerir otras características del cemento tales como: baj a reactividad con los álcalis (BRA), resistencia a los sulfatos
(RS) o bajo calor de hidratación (BCH). S i no es posible compatibilizar ambos aspectos deben privilegiarse los segundos,
relegando el uso de un cemento de resistencia rápida para depender básicamente del efecto de los aditivos acelerantes.
les similares, las cuales se colocan sobre la superficie libre de concreto recién terminada y procurando cubrir también las
formas si inevitablemente son metálicas.
La protección térmica puede dividirse en dos etapas : la inicial para prevenir la congelación temprana del concreto fresco
o tierno y la ampliada para favorecer! el desarrollo de la resistencia requerida para el descimbrado de la estructura. La pro
tección inicial debe durar hasta que el concreto alcance por lo menos una resistencia a compresión del orden de 3.5 MPa,
con la cual puede soportar una congelación precoz. <2 > La protección ampliada debe prolongarse hasta que el concreto ob
tenga la resistencia mínima requerida por el proyectista para permitir el retiro de las formas soportantes.
En tiempo frío moderado y a las temperaturas de curado señaladas en la Tabla 4.5, un concreto de clase estructural puede
alcanzar la resistencia de 3.5 MPa entre las 24 y 48 horas de edad. De tal modo, si hay requerimientos constructivos o
económicos que lo hagan necesario, es posible comenzar a retirar el material de protecci6n térmica de las superficies libres
a los dos: días de edad. En caso de no haber requerimientos para ello, es preferible mantener dicha protecci6n hasta que se
autorice el descimbrado. De cualquier modo, el retiro de la protecci6n térmica y de· las formas no soportantes debe
realizarse paulatinamente y en el horario con mayor temperatura ambiental, a fin de evitar el "choque térmico" o descenso
brusco de temperatura en las superficies de concreto al ser descubiertas.
Los requisitos de curado húmedo del concreto en tiempo frío pueden ser menos estrictos que en tiempo de calor,
debido a que es menos intensa la evaporación del agua. S i n embargo, en sitios de las zonas climáticas A y B (3.2. 1 )
donde normalmente prevalece baj a humedad relativa ambiental , es necesario proveer e n todo tiempo al concreto de
un adecuado curado húmedo.
Cuando el curado se efectúa con agua, existe el riesgo de congelación del agua libre superficial en el concreto recién
colocado, por lo cual es preferible curarfo con membrana (4.2.3. 3.a). En las superficies libres este producto puede aplicarse
antes de cubrirlas con el material aislante térmico o inmediatamente después de retirarlo. En el caso de las superficies for
madas, la aplicación de la membrana debe efectuarse inmediatamente a continuación del retiro de l as formas. En donde el
ambiente se manifieste seco y/o con viento, es recomendable que después del retiro de la protección térmica se cubran las
superficies libres de concreto con tela de polietileno. Esto tiene la ventaj a de retener el vapor de agua que se desprende del
concreto y propicia mejores condiciones de curado húmedo y térmico.
f) Descimbrado de la estructura
En condiciones de tiempo caluroso, las formas o cimbras no soportantes se retiran a la mayor brevedad posible con objeto
de facilitar la disipación del calor interno del concreto y aplicarle el sistema de curado previsto. En condiciones de tiempo frío
sucede lo contrario, pues lo conveniente es retrasar en lo posible el retiro de dichas formas para ayudar a la conservación del
calor que se genera internamente en el concreto y protegerlo de las bajas temperaturas externas. Asimismo, en tiempo frío,
conviene ser cauteloso con el retiro de las cimbras soportan tes, debido al retardo que experimenta el desarrollo de resistencia
inicial del concreto.
Aunque existen recomendaciones de carácter general para definir las edades de descimbrado en tiempo frío, en
función del tipo y dimensio nes de los elementos estructurales y de las temperaturas de curado del concreto, lo más pru
dente es apoyarse en datos experimentales de resistencia del concreto utilizado, en las condiciones reales de trabaj o en
obra. Para ello, un procedimiento recomendable consiste en establecer dos etapas de descimbrado, con sus correspon
dientes resistencias requeridas a compresión definidas por el proyectista estructural : 1 ) descimbrado preliminar con
reapuntalamiento, en el que se retiran todas las cimbras no soportantes y algunas de las soportantes previa colocación
de puntales y 2) descimbrado definitivo en que se retiran los puntales y las cimbras soportantes remanentes, pero no se
pone en servicio la estructura.
Medidas de prevención
les similares, las cuales se colocan sobre la superficie libre de concreto recién terminada y procurando cubrir también las
formas si inevitablemente son metálicas.
La protección térmica puede dividirse en dos etapas : la inicial para prevenir la congelación temprana del concreto fresco
o tierno y la ampliada para favoreced el desarrollo de la resistencia requerida para el descimbrado de la estructura. La pro
tección inicial debe durar hasta que el concreto alcance por lo menos una resistencia a compresión del orden de 3.5 MPa,
con la cual puede soportar una congelación precoz. <2 > La protección ampliada debe prolongarse hasta que el concreto ob
tenga la resistencia mínima requerida por el proyectista para permitir el retiro de las formas soportantes.
En tiempo frío moderado y a las temperaturas de curado señaladas en la Tabla 4.5 , un concreto de clase estructural puede
alcanzar la resistencia de 3.5 MPa entre las 24 y 48 horas de edad. De tal modo, si hay requerimientos constructivos o
económicos que lo hagan necesario, es posible comenzar a retirar el material de protecci6n térmica de las superficies libres
a los dos: días de edad. En caso de no haber requerimientos para ello, es preferible mantener dicha protecci6n hasta que se
autorice el descimbrado. De cualquier modo, el retiro de la protecci6n térmica y de· las formas no soportantes debe
realizarse paulatinamente y en el horario con mayor temperatura ambiental, a fin de evitar el "choque térmico" o descenso
brusco de temperatura en las superficies de concreto al ser descubiertas.
Los requisitos de curado h úmedo del concreto en tiempo frío pueden ser menos estrictos que en tiempo de calor,
debido a que es menos i ntensa la evaporación del agua. S i n embargo, en sitios de las zonas climáticas A y B (3.2. 1 )
donde normalmente prevalece baj a humedad rel ativa ambiental, e s necesario proveer e n todo tiempo al concreto de
un adecuado curado húmedo.
Cuando el curado se efectúa con agua, existe el riesgo de congelación del agua libre superficial en el concreto recién
colocado, por lo cual es preferible curarlo con membrana (4.2.3..3 .a). En las superficies libres este producto puede aplicarse
antes de cubrirlas con el material aislante térmico o inmediatamente después de retirarlo. En el caso de las superficies far-
, madas, la aplicación de la membrana debe efectuarse inmediatamente a continuación del retiro de las formas. En donde el
ambiente se manifieste seco y/o con viento, es recomendable que después del retiro de la protección térmica se cubran las
superficies libres de concreto con tela de polietileno. Esto tiene la ventaja de retener el vapor de agua que se desprende del
concreto y propicia mejores condiciones de curado húmedo y térmico.
f) Descimbrado de la estructura
En condiciones de tiempo caluroso, las formas o cimbras no soportantes se retiran a la mayor brevedad posible con objeto
de facilitar la disipación del calor interno del concreto y aplicarle el sistema de curado previsto. En condiciones de tiempo frío
sucede lo contrario, pues lo conveniente es retrasar en lo posible el retiro de dichas formas para ayudar a la conservación del
calor que se genera internamente en el concreto y protegerlo de las bajas temperaturas externas. Asimismo, en tiempo frío,
conviene ser cauteloso con el retiro de las cimbras soportantes, debido al retardo que experimenta el desarrollo de resistencia
inicial del concreto.
Aunque existen recomendaciones de carácter general para definir las edades de descimbrado en tiempo frío, en
función del tipo y dimensiones de los elementos estructurales y de las temperaturas de curado del concreto, lo más pru
dente es apoyarse en datos experimentales de resistencia del concreto utilizado, en las condiciones reales de trabajo en
obra. Para ello, un procedimiento recomendable consiste en establecer dos etapas de descimbrado, con sus correspon
dientes resistencias requeridas a compresión definidas por el proyectista estructural: 1 ) descimbrado preliminar con
reapuntalamiento, en el que se retiran todas las cimbras no soportantes y algunas de las soportantes previa colocación
de puntales y 2) descimbrado definitivo en que se retiran los puntales y las cimbras soportantes remanentes, pero no se
pone en servicio la estructura.
Capitulo 4
Para determinar la edad del concreto en que puede llevarse a cabo ambas etapas de descimbrado y la puesta en servicio de la
estructura, debe elaborarse especímenes estándar (cilindros de 1 5 x 30 cm) para ensaye a compresión, que deben recibir cu
rado de campo en las mismas condiciones de la estructura que representan, conforme a lo previsto en el método NMX-C-
2>
1 60< 1 0 0/ASTM C 3 1 . < 1 0 Estos especímenes deben ensayarse progresivamente a fin de establecer la evolución de resistencia a
compresión del concreto y los tiempos en que obtiene las resistencias requeridas para autorizar dichas operaciones.
Conforme a lo expresado en 4.3.3, la diferencia entre las medidas de prevención y protección que se aplican en tiempo
frío moderado o severo es más bien de carácter cuantitativo, particularmente en lo que se refiere a la temperatura del con
creto al ser mezclado y a los medios para preservarla en el concreto ya colocado en la estructura hasta su descimbrado.
Para efectos comparativos con los requisitos del tiempo frío moderado (Tabla 4.5) en la Tabla 4.6 también elaborada
2
con datos del Informe ACI 306R< > se indican las temperaturas mínimas requeridas del concreto al mezclarlo, para el colado
de elementos estructurales de diverso espesor bajo temperaturas ambientales comprendidas entre - 1 y - l 8ºC,que se
identifican con las de clima frío severo como aquí se ha considerado.
Como se observa en la tabla 4.6, el caso más difícil es cuando se requiere una temperatura mínima de l 8ºC en la mezcla
de concreto para el colado de elementos angostos ( < 30 cm) para cuya obtención en estas condiciones ambientales no basta
con calentar el agua de mezclado sino que además se hace necesario calentar los agregados. Asimismo, para mantener las
temperaturas mínimas requeridas en la tabla para el concreto colocado en la estructura, no es suficiente cubrirlo con un
aislamiento térmico sino también as necesario emplear energía calorífica adicional.
En función de lo anterior resulta indudable que las medidas requeridas para colar en tiempo frío severo representan un
sobrecosto importante, a lo cual puede añadirse su mayor grado de dificultad y riesgo de insuficiencia. Por todo ello, tomando
en cuenta lo asentado en 4.3 .2.2, conviene considerar como una opción viable para la República Mexicana evitar los colados
en estas condiciones ambientales y diferir su ejecución para el próximo inmediato periodo de tiempo frío moderado.
Tabla 4.6 Temperaturas mínimas requeridas para el concreto en condiciones de tiempo frío
severo, con temperaturas ambientales entre -1 y -18 ° C. (Formada con datos de
A CI 306R<2) ).
Temperatura mínima requerida en el concreto
Mínima dimensión (espesor) Al colocarlo en la estructura
del elemento de concreto, cm Al mezclarlo en la revol vedara,
(preservada hasta descimbrar)
ºC
ºC
< 30 18 13
30 - 90 16 10
90 - 1 80 13 7
> 1 80 10 5
Medidas de prevención
Una vez que el concreto endurece y la estructura se halla en servicio, el riesgo de daño por congelación ocurre cuando
sistemáticamente en el sitio se registran temperaturas suficientemente bajas para producir la congelación del concreto en
durecido. Conforme se hizo constar en 4.3. 1 , esta es una condición térmica invernal poco usual en el país, qué sólo se mani
fiesta con regularidad en regiones y sitios de gran altitud y esporádicamente en algunas áreas septentrionales de las zonas
climáticas A y B .
Para que e l concreto endurecido alcance a congelarse n o sólo s e requiere s u exposición a muy bajas temperaturas, sino
también que posea un cierto grado crítico de saturación. Además, en caso de llegar a la congelación, para que el concreto su
fra daño es necesario que ésta se repita varias veces alternadamente con periodos de descongelación. El número de veces, o
ciclos de congelación y deshielo, que el concreto puede resistir sin daño depende principalmente de la composición y es
tructura de la pasta de cemento endurecida y de la resistencia de los agregados. En estos aspectos se basan los principales
medios para proteger el concreto contra este fenómeno dañino.
La primera medida debe ejercerse al diseñar geométrica y arquitectónicamente la estructura, es decir, antes de su
construcción. La segunda debe ponerse en práctica durante la construcción y consiste esencialmente en utilizar una mezcla
de concreto idónea (4. 1 .2. 1 ,e) y emplear procedimientos de construcción eficaces para evitar los defectos constructivos
más frecuentes (3 . 1 .4 ). Por último, la aplicación de un tratamiento superficial contra la penetración del agua, es una medida
que puede llevarse a cabo en la estructura ya construida cuando fallan las dos anteriores y/o las condiciones de exposición y
servicio son más riesgosas de lo previsto. En tal caso, es conveniente remitirse a los materiales, procedimientos y recomen
daciones del Informe ACI 5 1 5 . 1 R< 6 1 >
Capitulo 4
Para las condiciones de exposición a las temperaturas de congelación que suelen ocurrir en el país (4.3.2.2) se
consideran aplicables los contenidos de aire incluido de la Tabla 4.8, para cuya obtención en obra es conveniente una
tolerancia de ± 1 %. Los valores consignados en esta tabla para el concreto integral representan un contenido de aire del
orden de 7 .5 % en la fracción mortero, que debe proporcionar al concreto una adecuada protección contra la congelación en
las condiciones consideradas, sin ocasionar un excesivo detrimento en su resistencia mecánica.
Conforme a la práctica local, la inclusión de aire en el concreto solamente se lleva a cabo mediante el uso de aditivos, de
bido a que no se fabrican cementos inclusores de aire. Es recomendable requerir al proveedor del aditivo un certificado de
cumplimiento de la especificación aplicable NMX-C-200 c ws)/ASTM C 260° 06)) lo cual permite esperar que produzca en el
concreto un sistema de vacíos apropiado para los efectos requeridos.
Medidas de prevención
En México, debido a la poca frecuencia de este fenómeno no se acostumbra efectuar estas pruebas en los agregados, de
modo que su evaluación en este aspecto se apoya en la verificación normal de su calidad (3 . 1 .2.2) poniendo especial aten
ción en aquellas características y propiedades que puedan tener relación con su resistencia a la congelación, como sería el
caso de la gravedad específica, la absorción y la sanidad. Así, para concretos con riesgo de exposición a la congelación y el
deshielo, es recomendable ser cauteloso y evitar el uso de gravas con gravedad específica (sss) menor de 2.5, y/o con absor
ción mayor de 3%, y/o con pérdida mayor de 1 5% en la prueba de sanidad con sulfato de magnesio.
L a influencia d e las grietas e n la durabilidad d e las estructuras d e concreto puede ser muy variable por l a diversidad de
factores que intervienen, tales como la separación, longitud, posición y abertura de las grietas, las condiciones de exposi
ción y servicio de las estructuras, las características del medio de contacto externo, etc. En términos generales se considera
que las grietas son más influyentes en la medida que alteran el desempeño mecánico del concreto y/o afectan la permeabili
dad o estanqueidad de las estructuras, y/o propician la corrosión del acero de refuerzo. Por todo ello, e independientemente
de su grado de injerencia, es conveniente hacer lo posible por evitarlas.
Tal como se indicó en 3 . 1 . 1 . 1 , los cambios volumétricos derivados de las variaciones térmicas del concreto se vuelven
más importantes a medida que las estructuras son más voluminosas, por lo cual en la construcción de estructuras de gran
volumen se requieren prácticas y medidas especiales para prevenir los agrietamientos térmicos, <27) cuyo tratamiento no se
contempla aquí. A cambio de ello, se toman en cuenta las estructuras de volumen intermedio o semi voluminosas, en cuya
construcción es posible ejercer medidas más accesibles que permiten moderar razonablemente dichos agrietamientos.
Capitulo 4
Con base en lo entonces expuesto (3. 1 . 1 . 1 ) en la Fig 4.3 se muestra esquemáticamente la forma como suele evolucionar
la temperatura del concreto en el interior de una estructura semivoluminosa a partir del colado. Según se observa, hay tres
datos que permiten definir el proceso evolutivo de las temperaturas:
(2) Temperatura máxima (Tmáx) que se alcanza en el interior de la estructura al término del periodo de sobrecalen
tamiento.
�3) Temperatura final (Tf) que se registra al cabo del periodo de enfriamiento, en busca de su equilibrio con la media
anual en el sitio.
A su vez, estos datos permiten establecer la magnitud de los intervalos de temperatura que corresponden a los periodos
de sobrecalentamiento y enfriamiento en el interior de la estructura;
(2) T
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Edad .del concreto (t)
Fig 4.3 Forma usual de evolución de la temperatura del concreto en el interior de una estructura semivoluminosa, a partir del colado.
Conforme a lo dicho previamente, la contracción asociada a la caída final de temperatura (-óTt) es la que origina los es
fuerzos de tensión que pueden agrietar el concreto, por lo que su prevención requiere moderar esta caída. Tomando en
cuenta que la temperatura final de equilibrio (Tt) es un dato inherente al sitio que no es modificable, los medios para
Medidas de prevención
moderar dicha caída de temperatura consisten en ajustar convenientemente la temperatura inicial de colocación (Ti) y/o
la sobreelevación autógena de temperatura (+11 Ti).
La magnitud de la caída máxima de temperatura que no debe excederse puede ser muy variable, pues depende de facto
res tales como la resistencia y capacidad de deformación del concreto a tensión, el coeficiente de expansión térmica del
propio concreto y las condiciones de restricción que dicta la estructura. Por tal concepto, ya que en cada caso se requiere un
análisis específico, sólo procede ofrecer ideas de carácter general en cuanto a las acciones para ajustar la temperatura de
colocación y la sobreelevación de temperatura.
De la propia Fig 4.3 se desprende la conveniencia de que la temperatura de colocación en clima cálido (Ti) no exceda la
temperatura final de equilibrio (Tf) a fin de prevenir una excesiva caída final (- /1Tf) en caso de que la sobreelevación de
temperatura (+ /1Ti) resulte mayor de lo previsto. Si se toma en cuenta que la temperatura media anual para la mayoría de las
. regiones del país varia aproximadamente entre 20 y ·2 6ºC < 1 07 > se juzga adecuado que la temperatura de colocación del con
creto en tiempo de calor, para la construcción de estructuras semi voluminosas, también varíe entre esos límites de acuerdo
con la media anual del sitio. Esto no contradice la tolerancia de 32ºC mencionada en 4.2. 1 , ya que ésta se refiere a la
construcción de estructuras ordinarias o convencionales.
Conforme se expuso en 4.2.3 . 1 . a, las medidas aplicables para obtener estas temperaturas de colocación del con
creto en clima c álido dependen de la temperatura ambiental que prevalece en el sitio de la obra. En tiempo caluroso
moderado (menos de 3 8 ºC aproximadamente) suele ser suficiente proteger los agregados de la acción directa del sol,
regar con agua el agregado grueso, evitar el uso de cemento c aliente y almacenar el agua para elaborar el concreto en
depósitos enterrados. Cuando l a temperatura ambiental es mayor de 3 8 ºC, puede ser necesario complementar estas
medidas enfriando el agua para riego de la grava y elaboración del concreto a una temperatura suficientemente baja,
que incluso puede acercarse a los 4 ºC.
Si las estructuras de concreto semivoluminosas se construyen en tiempo frío moderado hay menos riesgo de agrieta
miento por contracción térmica debido a la disminución de la temperatura de colocación (Ti), habida cuenta que se modera
la sobreelevación de temperatura ( + /1 Ti). En estas condiciones ambientales, lo que normalmente se requiere es calentar la
mezcla a fin de darle una temperatura favorable para su fraguado y endurecimiento en las primeras edades. De acuerdo con
los datos previos de la Tabla 4.5 para tiempo frío moderado, en el colado de elementos de mediano espesor (entre 90 y 1 80
cm) el concreto debe mezclarse a una temperatura del orden de 1 OºC para ser colocada a una temperatura no menor de 7ºC.
Para obtener esa temperatura de mezclado en tiempo frío moderado puede ser suficiente entibiar el agua de mezcla (40-
60º C) y para conservar el concreto a la temperatura requerida suele bastar la protección de la estructura con aislamiento
térmico (4.3.3. 1 .e). En estas condiciones térmicas ambientales, más bien lo que debe prevenirse es el agrietamiento del
concreto por efecto de un descenso brusco de temperatura al descimbrado, según se trata en 4.5. 1 .3.
Capitulo 4
mente sobre el primer factor, pues en el caso del segundo la disipación natural del calor (sin emplear medios artificiales) de
pende de aspectos que no son manej ables, tales como las dimensiones y geometría de la estructura, su relación
volumen/superficie expuesta y la temperatura externa.
La cantidad de calor que se produce en el interior del concreto está en función del consumo unitario y el calor de hidrata
ción del cementante, en tanto que la rapidez con que se genera este calor depende de la velocidad con que se hidrata el ce
mentante, lo que a su vez está en función de su composición química y grado de finura. Por consiguiente, para moderar el
incremento inicial de temperatura ( +.ó. Ti) hay que actuar consecuentemente sobre esas variables conforme a las siguientes
direc_trices de carácter general.
·. Medidas de prevención
El Comité ACI 1 1 6 <3> define el choque térmico como la exposición del concreto recién endurecido a un cambio rápido de
temperatura que puede tener un efecto dañino. Este fenómeno tiende a ocurrir en invierno al retirar la protección térmica y/o
descimbrar las estructuras de concreto cuya temperatura es mayor que la del medio externo. En tal caso, debido a la abrupta
caída del gradiente de temperatura en la superficie expuesta, se produce una contracción diferencial entre el concreto super
ficial y el más profundo, dando así lugar a una contracción restringida que puede agrietar el concreto.
La magnitud de la caída brusca de temperatura que es capaz de agrietar el concreto depende de varios factores entre los
que destacan su capacidad para deformarse a tensión por contracción rápida y las dimensiones de la estructura. La primera
está en función de la composición del concreto y suele variar entre 45 y 85 x 1 O -6 aproximadamente. < 1 09> En cuanto a lo
segundo, el Comité ACI 306< 2 > recomienda no exceder los descensos de temperatura de la Tabla 4.9 en el curso de las 24
horas posteriores al término del periodo de protección térmica de la estructura.
Como se observa en esta tabla, en estructuras de concreto semivoluminosas (90- 1 80 cm de espesor) coladas en tiempo
frío, debe evitarse que ocurra un descenso superficial de temperatura mayor de l 7 ºC en el curso de las 24 horas- siguientes a
la remoción de la protección térmica, a fin de prevenir su agrietamiento por esta causa. Para cumplir con esta recomenda
ción son útiles las siguientes medidas: 1 ) la remoción de la protección térmica y de las formas y moldes (en particular si son
de madera o un material aislante) debe hacerse paulatinamente en las horas del día en que las condiciones ambientales re
sulten más favorables, 2) las superficies de concreto recién expuestas al medio ambiente deben cubrirse inmediatamente
con una tela de polietileno, la cual debe mantenerse colocada el mayor tiempo que sea posible, y 3) al retirar esta tela debe
curarse el concreto con membrana, evitando e l curado con agua.
Capitulo 4
grandes superficies expuestas, como losas y otros elementos de concreto similares. Cuando esta contracción se produce en
exceso, ocasiona agrietamientos en la superficie afectada que se manifiestan como grietas cortas, anchas, poco profundas y
sin trayectoria definida, aunque suelen extenderse en diferentes direcciones conforme al patrón conocido como "pata de
cuervo". Si las grietas se detectan antes del fraguado del concreto, es posible cerrarlas apisonándolo convenientemente; de
lo contrario, si se descubren después del fraguado, es necesario sellarlas para evitar que se conviertan en posibles vías de ac
ceso de agentes corrosivos hacia el acero de refuerzo.
Debido a que el riesgo de agrietamiento por esta causa se incrementa en clima cálido, las acciones para prevenirlo se pre
sentaron en 4.2.3 .3.a en relación con los- colados que se efectúan en tiempo de calor. Sin embargo, conviene tener presente
que la evaporación del agua superficial del concreto recién colocado también se acelera por la acción del viento y/o cuando
la humedad relativa ambiental es muy baja, por lo cual dichas acciones preventivas deben ejercerse en cualquier época y
lugar donde se presenten estas condiciones adversas durante la colocación del concreto.
En condiciones normales, la evolución de esta contracción sigue un patrón de desarrollo parecido al de la hidratación del
cemento, es decir, evoluciona con rapidez en las primeras edades del concreto y disminuye paulatinamente conforme au
menta su edad hasta volverse prácticamente imperceptible en el curso de los años. Para su evaluación se considera como
contracción final, o última, la que se registra a 30 años; < 6)sin embargo, para fines prácticos, el dato que suele manejarse
corresponde a la contracción de 28 días, cuyo valor normalmente representa entre 40 y 45 % de la contracción última.
Conforme a lo previamente señalado en 3 . 1 .2.2, la porosidad de los agregados (que se reflej a en su deformabilidad)
ejerce una influencia primordial en la contracción por secado del concreto, a grado tal que con agregados de alta porosidad
es prácticamente imposible evitar que el concreto manifieste una elevada contracción y en consecuencia corra más riesgo
de agrietarse por esta causa. También se ha dicho (3. 1 . 1 .2) que con agregados de buena calidad puede esperarse que la con
tracción última del concreto sea del orden de 800 x 1 0-6 mlm en promedio, lo que significa que para conceptuar como
moderada la contracción a 28 días de edad, esta debería ser menor de 360 x 1 0-6 mlm aproximadamente.
Para ponderar la influencia de la contracci6n por secado en el agrietamiento de las estructuras, no sólo hay que tomar en
cuenta su magnitud sino también la rapidez con que se produce en las primeras edades del concreto. Así, cuando la contrac
ción se anticipa, se incrementa el riesgo de agrietamiento del concreto debido a su reducida resistencia a tensión a edad tem
prana. Por lo tanto, las medidas para prevenir este agrietamiento deben enfocarse hacia la moderación de ambos aspectos de
la contracción por secado, esto es, su magnitud y la velocidad de su desarrollo i nicial.
La limitación de l a contracción por secado puede ser u n requisito de desempeño del c oncreto en la construcción
de estructuras que son proclives a agrietarse por este fenómeno, como son l as losas y otros elementos delgados
(3 . 1 ,2. 1 ,g), en c uyos casos es conveniente que en las especificaciones de la obra se establezca un valor máximo per
misible para dicha con tracción, a fin de que se cumplan las previsiones del proyectista estructural. Por conveniencia
práctica, el valor especificado debe establecerse a 28 días de edad, estimado de manera que se corresponda con la
contracción última considerada por el proyectista.
Medidas de prevención
Cuando la contracción por secado del concreto de uso previsto excede el valor máximo permitido por las especificacio
nes de la obra, la medida que procede es cambiar los agregados (en particular la grava) por otros cuyo desempeño permita
cumplir con el requisito especificado. En los casos en que no hay una contracción máxima especificada y solamente se
requiere moderar su magnitud y velocidad inicial, suelen ser útiles las siguientes medidas: 1 ) utilizar el mínimo contenido
de agua de mezclado en el concreto mediante la limitación del revenimiento y/o el empleo de un aditivo reductor de agua; 2)
aplicar al concreto colocado en la estructura un sistema de curado eficaz para mantenerlo húmedo durante los primeros 14
días de edad por lo menos, y 3) emplear en la mezcla de concreto un aditivo reductor de la contracción por secado (SRA por
sus siglas en inglés) de eficacia comprobada.
Una medida alternativa, que se ha desarrollado en las últimas décadas, consiste en la utilización de cementos expan
sivos 0 1 0) para producir concretos de contracción compensada, < 1 1 1> en los que se genera una expansión inicial ajustada para
compensar la contracción posterior y evitar así los esfuerzos de tensión que originan el agrietamiento del concreto al con
traerse. Aunque se trata de una técnica muy eficaz, su ejecución requiere el uso de cementos especiales cuya fabricación en
México todavía no se contempla en las normas locales.
Para complementar esos señalamientos, en la Tabla 4. 1 0 se reproducen las medidas preventivas específicas que
recomienda el Comité ACI 20 1 <5 2 > para los diferentes grados de agresividad por sulfatos previamente mencionados.
Tabla 4,10 Medidas recomendadas por el ACI para proteger el concreto contra el ataque de
sulfatos en el medio de contacto. (Formada con datos de ACI 201.2R<52> .
Grado de agre- Contenido de sulfatos, so=4
Agua/cementan te Requisitos del
si vi dad del medio Suelo (sulfatos Agua, mg/l máxima en masa cementan te
de contacto solubles), % (ppm)
Sin requisitos especiales
Leve 0.00 - 0. 1 0 O - 1 50
por resistencia a sulfatos
Cemento tipo II
Moderado 0. 1 0 - 0.20 1 50 - 1 500 0.50 ASTM C 1 50, o
equivalente
Cemento tipo V
Severo 0.20 - 2.00 1 500 - 1 0 000 0.45 ASTM C 1 50, o
equivalente
Cemento tipo V
Muy severo > 2.00 > 1 0 000 0.40 ASTM C 1 50 más
puzolana o escoria
Capitulo 4
Como se observa en la tabla 4. 1 O, los cementan tes recomendados están básicamente referidos a la Especificación
ÁSTM C 1 50 ° 1 2> pero admite el uso de cementantes equivalentes en cuanto a su resistencia a los sulfatos. Para adaptar estos
requisitos a los cementos locales que se fabrican conforme a la norma mexicana NMX-C-4 14; <3 5 > en la Tabla 4. 1 1 se
proponen diversas opciones para satisfacer esas equivalencias mediante el uso de cementos nacionales.
Tabla 4.1 1 Cementos nacionales propuestos por su probable equivalencia en la resistencia a los sulfatos.
Grado de
agresividad
Opciones propuestas de cementos nacionales según NMX-C-4 1 4 , por su probable equivalencia en la
por sulfatos
resistencia a los sulfatos del concreto
del medio de
contacto <+>
Cemento CPO con 8 % máximo de C3 A.
Moderado.
Cementos CPP, CPEG, CPC, CPS y CEG, cuyo clinker no exceda 8 % de C 3 A, o bien cuya expansión
( ++) 3
(NMX-C-4 1 8Y 9> no exceda 0. 1 0 % a 6 meses.
3
Cementos CPP, CPEG y CPS ; cuyo clinker no exceda 5 % de C 3 A y cuya expansión (NMX-C-4 1 8) < 9>
Muy severo no exceda 0.07% a un año ni 0. 1 0% a 1 8 meses
3
Cemento CEG(RS) cuya expansión (NMX-C-4 1 8) < 9> no exceda 0.07% a un año, ni 0. 1 0% a 1 8 meses.
¡.¡ Grados de agresividad conforme a la Tabla 4. 1 0
(••> En este grado s e incluye e l agua d e mar e n condiciones normales (no estancada).
Es pertinente destacar la importancia que tiene para la resistencia a los sulfatos de la estructura el hecho de que mani
fieste una baj a permeabilidad a los fluidos, para lo cual no basta con utilizar una reducida relación agua/cemento en la
elaboración del concreto, sino también es imprescindible tomar las precauciones necesarias para evitar las deficiencias
constructivas que se mencionaron en 3 . 1 .4 y los agrietamientos de toda procedencia, incluyendo los no estructurales con
siderados en 4.5.
En el caso de estructuras ya construidas que deban prestar servicio en contacto con sulfatos, y por alguna razón no se
tomaron oportunamente medidas preventivas en la elaboración del concreto, existe la posibilidad de protegerlas siempre y
cuando se pueda tener acceso a las superficies en riesgo de exposición a los sulfatos, a fin de recubrirlas con un material
adecuado antes de entrar en contacto con el medio agresivo. Dado que la función básica de este recubrimiento es evitar el
contacto y la infiltración del medio acuoso en el concreto, debe seleccionarse un material que forme en dichas superficies
una película bien adherida, durable, impermeable y con cierta elasticidad. Para este propósito es recomendable acudir como
documento de consulta al Informe ACI 5 1 5 . I R. <6 1 >
Medidas de prevención
4.7. 1 Antecedentes
Por su elevada frecuencia, la corrosión del acero de refuerzo ocupa un lugar destacado entre las causas de deterioro antici
pado de las estructuras de concreto reforzado. Esto se puso de manifiesto en la Tabla 3 .4 (3 .2.2. 1 ) donde se listaron los efectos
dañinos que normalmente se atribuyen a los agentes agresivos que suele hallarse en los medios ordinarios de contacto.
Asimismo, en 3 .2.2.3 y 3 .2.2.4 se examinaron las condiciones de riesgo que representa para la corrosión del refuerzo la
presencia de elevados contenidos de cloruros (C l ·) y bióxido de carbono (C0 2) en el medio de contacto con las estructuras,
respectivamente.
Por último, al repasar en 4. 1 .2. 1 los requisitos de desempeño que con mayor frecuencia se precisan del concreto, se con
sideró su resistencia a la penetración de fluidos como una propiedad indispensable para prevenir la corrosión temprana del
refuerzo de las estructuras.
4. 7 .2 Planteamientos
Con base en lo indicado en los antecedentes, el asunto de la corrosión del refuerzo del concreto se puede plantear y resu
mir en los siguientes conceptos.
• La corrosión del acero de refuerzo es u n proceso electroquímico cuyo des arrollo requiere la existencia de
agua y oxígeno ; e s decir, para que se produzca la corrosión debe haber en e l concreto un cierto grado de
hu medad y sufic iente oxígeno del aire en la vecindad de l as barras de refuerzo . Esto significa que la
corrosión no evoluciona si el concreto se halla en condición seca (ausencia de agua) o continuamente
inmerso en agua (ausencia de oxígeno). En los demás casos, el riesgo de corrosión depende del grado de
exposición al agua y al aire y de la corrosividad del medio de contacto.
• Aun en presencia de agua y oxígeno, el concreto que envuelve las barras de refuerzo puede protegerlas
contra la c orrosión si c umple l as siguientes condiciones : 1 ) debe poseer y conservar una elevada alcalinidad
(pH > 1 1, aproximadamente ) , 2) debe ser sano, comp acto y resistente a l a penetración de fluidos, y
3) l a costra de c oncreto que recubre las barras debe tener un adecuado grosor en función de las
característi c as del medio de contacto externo.
• La presencia de cloruros e n l a solución de poro del concreto en contacto con l as barras de refuerzo, impulsa
la corrosión cu ando alcanza un cierto grado de concentración. El origen de estos cloruros puede ser
endógeno (proveniente de los componentes del concreto) y/o exógeno (procedentes del medio de contacto
externo e i n filtrados a través del concreto) . La suma de cloruros de ambos orígenes debe mantenerse por
debaj o de una concentración crítica para prevenir la corrosión. Dicha concentración crítica de cloruros
depende de las condiciones de exposición de la estructura y de las características del acero de refuerzo, pues
el acero de preesfu erzo es más vulnerable a la corrosión (ver Tabla 3 . 6 ) .
• L a continua exposición de l as estructuras al aire atmosférico propicia el fenómeno d e carbonatación
superficial del concreto , s egún el cual el b ióxido de c arbono (C02) del aire reacciona con los compuestos
alcalinos deri v ados del cemento para formar c arbonatos; como consecuencia, la alcalinidad original del
concreto de rec ubrimiento tiende a disminuir y con ello se reduce la protección que brinda a las barras de
refuerzo contra la corrosi ó n . Este proceso, que en condiciones ordin ari as es muy lento, puede intensificarse
si el concreto es poroso, y/o el contenido de C02 atmosférico es alto, y/o la humedad ambiental está en un
cierto ni vel crítico (60- 80 % HR, aproximadamente) .
Capitulo 4
E.n la Tabla 4. 12 se incluye una gradación propuesta de riesgos potenciales de corrosión, tomando en cuenta el grado y
condición probable de humedad del concreto en servicio y la corrosividad del medio de contacto externo. Asimismo, se
incluyen algunos ejemplos de estructuras o elementos estructurales cuyo riesgo de corrosión puede identificarse con los
diferentes niveles propuestos.
Tabla 4.12 Escala propuesta de riesgos de corrosión del acero de refuerzo, en función de las condiciones
de exposición del concreto en servicio.
Riesgo de Condiciones de exposición
Casos de muestra
corrosión del concreto en servicio
Contin u amente seco al
(1) ambiente, en condiciones Elementos estructurales en espacios cerrados o semiabiertos, y no ex
Nulo
atmosféricas de habitat sin puestos a la lluvia, en ambiente atmosférico no industrial ni marino.
a leve
agentes corrosivos.
Elementos estructurales a la intemperie, en ambiente atmosférico no
Continua o esporádica
(2) industrial ni marino.
mente húmedo,en con
Leve Estructuras hidráulicas en contacto con aguas no corrosivas.
tacto con un medio no
a moderado Elementos estructurales enterrados o semienterrados, en contacto con
corrosivo,
aguas freáticas y/o suelos no corrosivos,
Estructuras costeras no industriales, expuestas al aire marítimo.
Continua o esporádica
(3) Estructuras industriales no costeras, expuestas a emanaciones de gases
mente húmedo, en contacto
Moderado corrosivos.
con un medio moderada
a alto Elementos estructurales enterrados o semienterrados, en contacto con
mente corrosivo.
aguas freáticas y/o suelos moderadamente corrosivos.
Estructuras industriales costeras,expuestas a emanaciones de gases
corrosivos y aire marítimo.
Continua o esporádica
Elementos estructurales expuestos al contacto con agua de mar en
mente húmedo, o cíclica
(4) forma permanente, periódica o cíclica.
mente húmedo y seco, en
Muy alto Cimentaciones de estructuras cerca de la costa, en pantanos o albuferas.
contacto con un medio
Elementos estructurales enterrados o semienterrados en contacto con
muy corrosivo.
aguas freáticas y/o suelos muy corrosivos.
Elementos estructurales en contacto con salmueras.
Medidas de prevención
En el curso de la vida de servicio de las estructuras expuestas al ambiente atmosférico, la alcalinidad del concreto superficial
tiende a declinar progresivamente por la carbonatación que produce la penetración del bióxido de carbono (C02) del aire
(3.2.2.4). Cuando la carbonatación alcanza la profundidad del refuerzo y el pH desciende a menos de 1 1 , comienza a perderse el
estado de pasivación y el acero se vuelve vulnerable a la corrosión. Si en la vecindad de las barras hay agua y oxigeno la corrosión
se inicia, pero si además hay suficientes cloruros el proceso corrosivo se activa por un efecto de sinergismo (3.2.2.3).
Para prevenir la corrosión por carbonatación el recurso básico consiste en proveer un concreto que se oponga a la pene
tración del C0 2 o por lo menos lo difiera en concordancia con la vida de proyecto de la estructura. Los medios para lograrlo,
que más adelante se tratan en detalle, se refieren al uso de un concreto resistente a la penetración de fluidos (4.7.3.3) y de un
generoso espesor de recubrimiento sobre las barras de refuerzo (4. 7.3.5). La aplicación conjunta de estas medidas suele �er
eficaz para evitar la carbonatación prematura del concreto, que es uno de los diversos factores que contribuyen a la corro
sión temprana del acero de refuerzo.
Es oportuno reiterar que las condiciones ambientales más propicias para la carbonatación del concreto son las elevadas
temperaturas y humedades relativas, como corresponden a la zona climática C descrita en 3.2. 1 .3 . Esto justifica la re
comendación previa (3.2.2.4) de proteger adecuadamente por este concepto las estructuras de concreto que se construyen
en las franjas costeras de ambos litorales de la República Mexicana, y en particular las instalaciones de carácter industrial
que ahí se ubican (plantas termoeléctricas, de refinación de petróleo, de petroquímica, etc.).
Con agregados de buena calidad, la permeabilidad potencial del concreto se regula mediante la composición de la pasta
de cemento. A su vez, la permeabilidad de la pasta de cemento hidratada depende principalmente de su porosidad cuyo
grado puede regularse mediante la relación agua/cemento. Sin embargo, en el caso de la penetración de agentes corrosivos
como el C0 2 y el ion cloruro (Cr) no sólo importa el grado de porosidad de la pasta sino también la dimensión y distribución
de los poros, cuya adecuación es posible mediante la incorporación de materiales con propiedades puzolánicas muy fina
mente divididos.
De acuerdo con ello, para obtener un concreto que sea potencialmente resistente a la penetración de fluidos corrosivos,
no solamente es necesario emplear una relación agua/cemento suficientemente baja, sino además utilizar un cementante
con propiedades puzolánicas. No obstante, debido a que la actividad puzolánica tiende a reducir la alcalinidad del concreto,
conviene evitar el empleo de cementantes con elevadas proporciones• de componentes puzolánicos<54>
Tomando esto en cuenta, en la Tabla 4. 1 3 se proponen las relaciones agua/cemento máximas permisibles y los cementos
locales apropiados para los niveles de riesgo de corrosión que se definieron previamente en la Tabla 4. 1 2.
Capitulo 4
Tabla 4.13 Relaciones agua/cemento y cementos locales recomendables para concretos expuestos a
diversos riesgos de corrosión del acero de refuerzo.
Agua/cemento en masa, máxima< ++> Cementos nacionales recomendables,
Nivel de riesgo de corrosión<+> 3
permisible según la Especificación NMX-C-4 14( 5 >
(1)
Sin requisitos por corrosión
Nulo a leve Sin requisitos o limitaciones por concepto
(2) de corrosión
0.50
Leve a moderado
(3) Cemento CPP con 25 % máximo de puzolana
0.44
Moderado a alto Cemento CPEG con 30 % máximo de escoria
(4) Cemento CPS con 5 a 1 5 % de humo de
0.38
Alto a muy alto sílice
1•1 Conforme a la escala propuesta en la Tabla 4. 1 2
,.., A menos que se requiera una relación NC más baj a por concepto de resistencia mecánica o por otros riesgos de deterioro.
Debido a las bajas relaciones agua/cemento que son recomendables para altos riesgos de corrosión, los consumos nece
sarios de cemento se incrementan considerablemente. A fin de reducir las consecuencias indeseables en los cambios vo
lumétricos del concreto, es conveniente moderar los consumos con el uso de un aditivo reductor de agua de alto rango.
Por otra parte, cuando existe riesgo simultáneo de corrosión por cloruros y ataque de sulfatos al concreto, debe con
ciliarse las medidas aplicables en ambos casos a fin de prevenir simultáneamente los dos riesgos.
Los cloruros en la solución de poro del concreto pueden ser de origen endógeno y/o exógeno. Los primeros son los que
aportan los ingredientes del concreto (cemento, agua, agregados, aditivos) y los segundos son los que proceden del medio
de contacto externo y penetran en el concreto por difusión del ion cloruro (Cr).
Para la determinación del contenido de cloruros en el concreto endurecido existen básicamente dos procedimientos: por
disolución con ácido nítrico o con agua. Los cloruros solubles en ácido (ASTM C 1 1 52) 0 13> corresponden a los cloruros to
tales, que no necesariamente todos contribuyen a la corrosión, pero como su determinación es más rápida y sencilla, se le
utiliza con frecuencia para pruebas discriminantes preliminares. Los cloruros solubles en agua determinados por el método
ASTM C 1 2 1 8 ,< 1 1 4 > normalmente representan alrededor de 70 a 75 % de los solubles en ácido y supuestamente son los que
contribuyen a la corrosión; sin embargo, sus resultados pueden ser engañosos cuando los agregados contienen cloruros
solubles en agua que no son corrosivos . Para evitar este eventual inconveniente se ha propuesto un método denominado
Soxhld 1 1 5 > cuya ejecución tiene por ahora carácter provisional el cual permite extraer del concreto solamente los cloruros
solubles en agua que pueden contribuir a la corrosión.
Para prevenir la corrosión por cloruros es preciso mantener su contenido en el concreto por debajo del umbral de riesgo.
Debido a la injerencia de numerosos factores no es factible establecer un valor de carácter general para este umbral de
riesgo, <60> no obstante, suele manejarse un dato de 0.4 % < 1 1 6> del cemento en masa, para cloruros solubles en ácido, lo que
equivale aproximadamente a 0.3 % de cloruros solubles en agua. Tal como se mencionó en 3 .2.2.3.cuando no se conoce el
consumo de cemento un valor de 0.6 kg(Cn/m3 de concreto ( 1 .0 lb/yd 3 ) puede ser utilizado conservadoramente como
Medidas de prevención
límite máximo de cloruros solubles en agua, ya que corresponde aproximadamente a 0.2 % del cemento en masa para un
concreto de consumo ordinario.
Para mantener los cloruros totales en el concreto por debajo de este contenido máximo recomendable, es necesario
limitar la inclusión de cloruros endógenos en el concreto nuevo y restringir la aportación adicional de cloruros externos por
penetración a través del concreto en servicio. De tal modo, a medida que hay más posibilidad de penetración de cloruros
procedentes del exterior, las limitaciones de cloruros endógenos en el concreto nuevo deben ser más estrictas. Así se pone
de manifiesto en los límites máximos permisibles de cloruros endógenos para el concreto nuevo citados en la Tabla 4. 14,
que corresponden al criterio del Comité ACI 222<54 > cuyas recomendaciones en este aspecto son más rigurosas que las del
Comité ACI 3 1 3 <55 > que se mencionaron en la Tabla 3 .6 (3.2.2.3).
En condiciones de servicio que representen riesgo de corrosión será necesario verificar antes de l a construcción de la
estructura que no se excedan los cloruros endógenos en el concreto de uso previsto. Para ello debe determinarse
individualmente los cloruros solubles en agua de sus componentes (cemento, agua, agregados, aditivos) con objeto de·
calcular la aportación de cloruros que puedan hacer al concreto en función de las cantidades en que intervengan (ver
ej emplo en 4. 14. 1 .5.a).
La defensa contra la penetración de cloruros exógenos se funda básicamente en utilizar un concreto con reducida per
meabilidad a los fluidos y asegurar un adecuado espesor en el concreto que recubre las barras de refuerzo. En los casos de
alto riesgo de corrosión por la elevada concentración de cloruros en el medio de contacto y/o por la vulnerabilidad de la es
tructura, procede poner especial atención en la resistencia del concreto a la penetración del ion cloruro, para cuya verifica
ción es aplicable el método de prueba ASTM C 1 202 <63 > En la Tabla 4. 1 5 se relacionan los resultados de esta prueba (carga
eléctrica que pasa y permeabilidad al ion cloruro) con los concretos que son típicamente representativos y los niveles de
riesgo en que se justifican.
Actualmente en EUA, cuando se construyen estructuras que deben prestar servicio en contacto con medios corrosivos
y/o son más vulnerables a la corrosión (como son las de concreto presforzado) es relativamente frecuente especificar una
determinada permeabilidad máxima permisible al ion cloruro, en coulombs, como un requisito de desempeño del concreto
(ver 4. 1 .2. 1 .c) cuyo cumplimiento debe verificarse antes y durante la construcción. Dada su utilidad, es recomendable que
esta práctica se adopte en México en beneficio de la durabilidad de las numerosas estructuras que deben operar en
condiciones de alto riesgo de sufrir corrosión (nivel 4 en Tabla 4. 1 2)
Capitulo 4
Tabla 4.15 Escala para evaluar la resistencia del concreto a la penetración del ion cloruro, en función de
su conductancia eléctrica. (Formada con datos de Refs. 68, 1 1 7 y 1 18).
De tal manera, si se considera un cierto concreto en determinadas condiciones de exposición, el tiempo que requieren
los agentes corrosivos para llegar a la profundidad del acero de refuerzo está en función del espesor de concreto que lo recu
bre y protege.
De acuerdo con lo anterior, para que la corrosión del refuerzo no se convierta en una causa de deterioro precoz de las
estructuras, no basta con utilizar en el concreto una baja relación agua/cemento y un cementante adecuado, sino que además
debe proveerse un espesor de recubrimiento apropiado a las condiciones de corrosividad del medio de contacto externo.
Para definir el orden de magnitud de los espesores necesarios, procede tomar en cuenta que en condiciones de moderado
riesgo de corrosión el recubrimiento mínimo usual es 40 mm ( 1 1/2 ") y de preferencia 50 mm (2 " i5 2 ) en tanto que para alto
riesgo de corrosión por exposición al agua de mar dicho recubrimiento mínimo suele incrementarse a 75 mm (3 ") aunque
puede llegar a 1 00 mm (4") para elementos de concreto colados in si tu. Con base en estos valores se ha formado la Tabla
4. 1 6 en la que se presentan recubrimientos mínimos nominales que se estiman recomendables para los ni veles de riesgo de
corrosión definidos previamente en la Tabla 4. 1 2.
De conformidad con lo señalado en 3 . 1 .4.4, el espesor del recubrimiento de concreto es u. . requisito de diseño
estructural cuyo cumplimiento es responsabilidad del constructor, pero en la práctica se ha comprobado con demasiada
frecuencia que su incumplimiento no es la excepción sino más bien la regla. <4 3) Debido a las trascefü ntales repercusiones
que esta deficiencia constructiva puede tener en la durabilidad de las estructuras en riesgo de sufrir corrosión del refuerzo,
Medidas de prevención
es recomendable que en estos casos se incremente en cuando menos 1 0 o/o el espesor del recubrimiento nominal requerido
antes de especificarlo en los planos.
Tabla 4.16 Espesores mínimos recomendables de concreto según el riesgo de corrosión del acero
de refuerzo.
Espesor nominal recomendable del recubrimiento de concreto,
Nivel de riesgo de corrosión mínimo requerido en mm
(Tabla 4 . 1 2)
Precolados <+> Colados in situ
(1)
Sin requisitos por este concepto
Nulo a leve
(2)
40 50
Leve a moderado
(3)
50 70
Moderado a alto
(4)
65 90
Alto a muy alto
En elementos precolados puede reducirse 1 0 o/o este espesor si se le reviste y protege contra la penetración de agentes corrosivos.
c•i
Cuando las condiciones de exposición se manifiestan muy corrosivas y/o la estructura es sumamente vulnerable, los
medios anteriores pueden no ser suficientes y se hace necesario complementarlos con otros que coadyuven a la defensa del
acero de refuerzo contra la corrosión. Estos, medios complementarios se pueden dividir en dos grt!pos: 1 ) los que se ejercen
internamente en la estructura, antes y durante la construcción, y 2) los que se ponen en práctica en el exterior de la estructura
ya construida.
Entre los medios de acción interna destacan la inclusión en el concreto de un aditivo 1nhibidor de la corrosión y la aplica
ción de un revestimiento anticorrosivo a las barras de acero de refuerzo. En el grupo de medios externos puede mencionarse
la aplicación de recubrimientos a base de cemento portland con diferentes adiciones (látex, humo de sílice, etc.), recu
brimientos con resinas epoxy, poliuretano, metacrilato, etc., membranas impermeabilizantes de diversa naturaleza, im
pregnación con productos selladores de superficie y el sistema de protección catódica.
Hay sustancias y productos químicos que al ser incorporados al concreto durante su elaboración pueden actuar como in
hibidores de la corrosión del acero de refuerzo, modificando el proceso electrolítico que la genera (3.2,2.3). Se distinguen
dos clases de aditivos que pueden desempeñar esta función según se trate de sales inorgánicas o de compuestos orgánicos.
Entre las sales inorgánicas sobresale el nitrito de calcio, cuyo empleo para esta finalidad data de varias décadas y se ha re
portado eficaz< 1 1 9> Más recientemente se han desarrollado los inhibidores orgánicos a base de aminas y esteres de ácido
graso, de los cuales también hay información de resultados favorables 0 20>
Procede hacer notar que con el uso de estos aditivos no siempre se evita la penetración de los agentes de corrosión en el
concreto, sino más bien se inhiben sus efectos. Asimismo, como es recomendable en el caso de cualquier aditivo, debe
requerirse del fabricante o proveedor un certificado de calidad y desempeño del producto suministrado.
Capitulo 4
El revestimiento con zinc, o galvanizado, de las barras de refuerzo, se basa en que este metal tiene un potencial corro
sivo más negativo que el acero, de modo que puede actuar como ánodo o metal de sacrificio. En estas condiciones, la corro
sión del zinc resulta menos dañina que la del acero porque sus productos de corrosión son menos expansivos y dañinos para
el concreto que envuelve las barras. Sin embargo, esta medida ofrece un tiempo de protección limitado pues en condiciones
de prolongada exposición a muy altas concentraciones de cloruros en la solución de poro del concreto, el galvanizado sufre
picaduras y con ello deja de ser eficaz.
El uso de resinas epoxy para revestir las barras de acero de refuerzo, es una medida bastante empleada en EUA para dar
les protección contra la corrosión en condiciones de alto riesgo. El procedimiento, que usualmente se aplica en planta, con
siste en emplear la resina epoxy en polvo para adherirla a las barras mediante fusión electrostática, lo cual permite obtener
una superficie áspera y propicia para su adherencia con el concreto. Esta forma de protección, que suele ser muy eficaz,
tiene como limitación el daño que puede sufrir el revestimiento de las barras durante su transportación desde la planta de
tratamiento y/o en el curso de su manipulación, habilitación y colocación en obra. Debido a ello, es una medida cuya ejecu
ción debe vigilarse estrechamente para verificar la integridad del revestimiento y resanar adecuadamente cualquier deteri
oro antes de la colocación del concreto.
Con el empleo de ambos tipos de revestimiento, metálico o no-metálico debe tenerse la precaudón de aplicarlo a todo el
acero de refuerzo de la estructura o elemento de concreto, para evitar la formación de macroceldas de corrosión por diferen
cias de potencial en las barras contiguas revestidas y sin revestir.
En consideración a la función que deben desempeñar, es necesario que antes de emplear un mortero o concreto para este
propósito se le determine su permeabilidad al ion cloruro a fin de comprobar que cumpla con el requisito establecido. Hecha
la comprobación, el mortero o concreto debe aplicarse con el procedimiento y espesor que se especifiquen en la obra.
Medidas de prevención
Al seleccionar un producto de esta naturaleza es necesario verificar que efectivamente inhiba la penetración del ion clo
ruro, que exhiba buena adherencia sobre el concreto, que forme una película con suficiente elasticidad para absorber los cam
bios volumétricos de la estructura o elemento de concreto y que posea resistencia adecuada a la fricción en caso necesario.
Entre los productos que se utilizan con frecuencia procede mencionar las resinas epoxy formuladas con alquitrán de
hulla, que han demostrado su utilidad para recubrir el exterior de tuberías de concreto presforzado. Sin embargo, debido a
su limitada resistencia a fricción no son aconsejables en casos donde se requiere esta propiedad, como ocurre en los pilotes
prefabricados de concreto que posteriormente se hincan. En tales condiciones suele preferirse la aplicación de productos
que no forman película sino que actúan por penetración en la superficie del concreto.
Una dificultad que puede presentarse durante la aplicación de recubrimientos que forman película sobre el concreto, es la
formación de ampollas provocadas por agua, aire, gases o vapor atrapados. Para evitar este inconveniente es indispensable
atender las recomendaciones del fabricante del producto y utilizar los servicios de personal especializado en su aplicación.
Este procedimiento se refiere al uso de compuestos líquidos de baja viscosidad, también conocidos como selladores de
superficie, que al ser aplicados sobre el concreto endurecido penetran y obturan sus poros superficiales para hacerlo más re
sistente a la penetración de fluidos. Como en el caso anterior, hay un gran número de productos selladores de superficie que
se emplean básicamente para reducir la permeabilidad del concreto al agua, pero no todos son eficaces para restringir el in
greso del ion cloruro por difusión a través del concreto.
En la actualidad se utilizan con esta finalidad productos a base de sil anos y siloxanos (compuestos hidrogenados
del silicio) que mediante un proceso de catálisis provocan la obturación de los poros superficiales del concreto e inhi
ben eficazmente el ingreso del ion cloruro 0 2 1 ) Aunque ambos compuestos son del mismo origen y ejercen funciones
similares, se dice que los silanos son más eficaces porque poseen moléculas más pequeñas y su penetración en el con
creto es mejor y más profunda. 0 22 ) Además , como el tratamiento superficial del concreto con silanos no es afectado por
la abrasión, resulta i ndicado para el tratamiento de elementos expuestos a fuerzas de fricción como sucede en el caso
de los pilotes de concreto durante el proceso de hincado.
Una opción para formar una barrera de protección contra la penetración de fluidos en estructuras y elementos prefabri
cados de concreto, consiste en cubrirlos con telas plásticas o láminas elastoméricas adheridas al concreto con un pegamento
adecuado. Las telas plásticas más utilizadas son de políetileno, cloruro de polivinilo y fibra de vidrio, y las láminas elas
toméricas suelen ser de neopreno, hule butilo, cloruro de polivinilo plastificado y etileno o propileno polimerizado<6 1)
Los principales requisitos que con frecuencia se especifican para este sistema de protección, son: 1 ) facilidad de instala
ción, 2) adecuada adhesión con el concreto y 3) impermeabilidad a los fluidos, incluyendo los cloruros, en las condiciones
de exposición y servicio previstas. Independientemente de la eficacia del material seleccionado para cumplir este último
requisito, la falla principal de este sistema se debe a deficiencias en su aplicación, en particular en lo relativo a la ejecución
de las juntas del material de cubrimiento.
Una variante de este sistema que se ha utilizado con éxito para la reparación y/o protección de pilas de concreto expuestas al
agua de mar, ha consistido en cubrirlas con láminas del material dispuesto (usualmente fibra de vidrio o de carbón) dejando una
cierta holgura que se rellena inyectando a presión una resina epoxy o similar de viscosidad conveniente. En este caso, el requisito
de facilidad de instalación se SJJple con el empleo de personal y equipos especializados en la ejecución del procedimiento.
Capitulo 4
Por definición< 3 > la polimerización es la reacción química mediante la cual dos o más moléculas de la misma sustancia se
combinan para formar un compuesto que contiene los mismos elementos y las mismas proporciones pero posee mayor peso
molecular. El compuesto resultante, denominado polímero, exhibe nuevas y mejores propiedades, tal como es el caso de
muchas resinas sintéticas (epoxy, poliuretano, poliester, etc.) que son polímeros útiles para mejorar el desempeño del con
creto en varios aspectos, incluyendo su resistencia a la penetración de fluidos.
P.ara este objeto, los materiales poliméricos se emplean en dos formas: 1 ) por impregnación superficial del concreto can
un monómero, el cual se polimeriza in situ, y 2) mediante el uso del polímero como aglutinante de un mortero o concreto
con el cual se recubre la estructura o elemento de concreto. De estos procedimientos el más usual es el segundo, pues el
primero tiene limitaciones por su elevado costo y por requerir el empleo de equipos y personal muy especializados en el si
tio de tratamiento.
Para la elaboración de morteros y concretos poliméricos, los aglutinantes que suele emplearse son resinas epoxy, poliés
ter y acrílicas a las cuales se incorporan agregados similares a los que se utilizan en el concreto de cemento portland. Estos
morteros y concretos poliméricos, correctamente aplicados, inhiben satisfactoriamente la penetración del ion cloruro
(Tabla 4. 15) y ofrecen muy buena resistencia a la abrasión.
El sistema de protección catódica contra la corrosión del refuerzo consiste en crear ex profeso celdas electrolíticas en la
estructura, haciendo que el acero de refuerzo funcione como cátodo y así no sufra corrosión.(Ver 3 .2.2.3). La implantación
del sistema requiere entonces la instalación de electrodos que funcionen como ánodos, en determinados sitios de la estruc
tura convenientemente definidos.
En el desarrollo original del sistema se emplearon como ánodos metales con potencial más negativo que el acero, a fin
de propiciar el fenómeno electrolítico convencional según el cual el ánodo se corroe y termina por destruirse. Debido a ello,
a estos ánodos se les denominó galvánicos o "de sacrificio", de manera que para mantener en continua operación el sistema
de protección resultó necesaria la reposición periódica de dichos ánodos.
Posteriormente se introdujeron modificaciones al sistema que lo hicieron más seguro y confiable: 1) utilización de áno
dos postizos hechos con materiales de larga duración como e l grafito y el fierro colado con alto contenido de silicio y/o me
tales que no se corroen como el titanio y el platino, y 2) aplicación constante de una corriente eléctrica directa de bajo voltaje
a los electrodos para forzar la circulación de electrones entre el ánodo postizo y el cátodo (acero de refuerzo) y con ello inhi
bir las reacciones que conducen a la corrosión.
Las primeras aplicaciones del sistema se efectuaron en estructuras ya construidas como medida de conservación para
detener el avance de la corrosión, obteniéndose resultados que en general fueron satisfactorios. Estos resultados alentaron
su empleo como medida preventiva en estructuras por construir, en cuyo caso también se han logrado buenos resultados, in
cluso con la posibilidad de "monitorear" el estado del acero de refuerzo a control remoto.
El diseño, instalación, operación y mantenimiento de este sistema de protección tiene un costo que es conveniente
evaluar en función de la importancia de la estructura, las condiciones de riesgo y las implicaciones que representa una sus
pensión de servicio por corrosión prematura. Asimismo, dado que se trata de una tecnología muy especializada, es necesa
rio acudir a empresas calificadas para su ejecución, especialmente en el caso del concreto presforzado cuya protección
catódica presenta ciertas particularidades. < 1 23 >
Medidas de prevención
El logro de un concreto de baja permeabilidad requiere el uso de una mezcla diseñada para tal fin, conforme a los crite
rios expuestos en 4. 1 .2.2, entre cuyos requisitos destaca el empleo de una relación agua/cemento apropiada a los
requerimientos de permeabilidad del concreto, en función de las condiciones de exposición de la estructura. Para efectos de
prevenir la lixiviación únicamente (sin agentes dañinos en el agua de contacto) es recomendable no exceder una relación
agua/cemento de 0.50 en el diseño de la mezcla. Pero tal precaución es necesaria pero no suficiente, pues debe complemen
tarse con el ejercicio de prácticas constructivas eficaces para evitar los defectos de construcción que suelen afectar la per
meabilidad y estanqueidad de las estructuras. (3 . 1 .4).
En relación con el uso de cementantes cuya actividad puzolánica permita fijar el hidróxido de calcio, hay que armonizar
dos efectos contrapuestos: por una parte es conveniente convertir el hidróxido de calcio a compuestos insolubles que no son
lixi viables, pero por otra esta conversión reduce la alcalinidad del concreto y su consecuente protección al acero de refuerzo
contra la corrosión. Una solución de compromiso consiste en moderar la proporción de material puzolánico en la composi
ción del cementante, tal como ya se propuso en 4.7.3.3 (Tabla 4. 1 3 ) al tratar sobre la resistencia a la penetración de fluidos
en el concreto. De acuerdo con ello, los cementos locales aplicables como medida coadyuvante de defensa contra la lixivía
ción, serían: cemento CPP con 25 % máximo de puzolana, cemento CPEG con 30 % máximo de escoria granulada de alto
horno, o cemento CPS con 1 O % máximo de humo de sílice.
Normalmente, la protección del concreto ya terminado requiere la interposición de una barrera que impida el contacto
directo con la sustancia agresora prevista. La selección de esta barrera (material, espesor, forma de aplicación, etc.) debe
hacerse en función de la naturaleza y grado de agresividad de la sustancia, de manera que exista constancia de su efectividad
y durabilidad en condiciones de contacto con dicha sustancia específicamente. De acuerdo con el Informe ACI 5 1 5 . 1 R<6 1 >
existen di versos materiales y productos de probada eficacia para esta finalidad. Con base en esta información, en la Tabla
4. 1 7 se indican los materiales que suele emplearse en la formación de barreras para proteger al concreto de cemento
portland contra la acción deteriorante de sustancias químicas con diverso grado de agresividad. Al considerar que la
C+l
Hay cenmentos especiales resistentes a los aácidos, que no son portland.
Capitulo 4
ecución misma de la barrera es tan importante como la calidad e idoneidad del material empleado, es recomendable
encomendar su realización a quienes tengan el apoyo técnico necesario y estén capacitados para expedir certificados de
garantía debidamente respaldados.
Tabla 4.17 Materiales típicos para barreras de protección del concreto contra sustancias químicas con
diverso grado de agresividad. (Formada con datos del Informe ACI 5 15.1R) <61 )
Agresividad
B arreras de protección
Sustancias agresoras y efectos
(materiales típicos)
en el concreto
Membrana de furano reforzada con fibra de vidrio,
cubierta con ladrillo antiácido junteado con mortero
Acidos fuertes en cualquier químicamente resistente.
concentración (clorhídrico,
sulfuidrico, sulfúrico, Muy severa. Membrana asfáltica reforzada con fibra de vidrio,
sulfuroso, nítrico). Desintegración cubierta con ladrillo de carbón, junteado con mortero
Cloruro de aluminio, bisulfito de rápida. de éster vinílico.
calcio y otras sales presentes en
Capa de recubrimiento con mortero epóxico (resina
salmueras industriales.
epoxy con carga inerte no silícea) sellada con resina
epoxy sin carga.
Sales de amonio
(nitrato, sulfito, fosfato). Resinas epoxy o poliéster reforzadas con fibra de
Aceites vegetales puros vidrio. Láminas de neopreno precurado o PVC
Severa. plastificado, fij adas con adhesivos afines.
(cacao, algodón, coco) ; jugos y
Desintegración
fermentos de frutas; ácidos Membrana asfáltica reforzada con fibra de vidrio,
a corto plazo.
i ntermedios (acéti c o , fórm i c o , cubierta con mortero de éster vinílico con carga de
húmico, láctico). Soluciones alcali carbón mineral.
nas y salinas de alta concentración.
Aguas ácidas (pH < 6.5). Morteros con arena silicea u otra carga inerte,
S ignificativa.
Acidos intermedios con baja usando como aglutinantes resinas epoxy,
Deterioro
concentración. Soluciones alcalinas poliéster o poliuretano.
superficial
y salinas con mediana contracción.
a mediano plazo. Productos bituminosos reforzados con fibra de vidrio.
Grasas y desechos de origen animal.
Sales descongelan tes (cloruros de
sodio o de calcio). Aguas residuales Moderada. Recubrimientos de polivinilo, butilo, poliuretano, metil
industriales. Aguas muy puras Deterioro metacrilato, epoxy, acrílico, hule el orado, etc.
(lixiviantes) Soluciones alcalinas y superficial Recubrimientos asfálticos, de alquitrán de hulla, vinilo,
salinas con baja concentración. a largo plazo. neopreno y alquitrán de hulla con epoxy o uretano.
Acidos débiles
4.10.1 Planteamientos
Al tratar en 3 .2.3 . 1 acerca de la influencia que pueden ejercer las condiciones de servicio en la durabilidad de las estruc
turas de concreto, se consideró conveniente evaluarla de acuerdo con las propiedades del concreto endurecido que más
intervienen en el desempeño del funcionamiento de las estructuras. De esta manera se identificaron cuatro propiedades
críticas del concreto: resistencia mecánica, deformabilidad, impermeabilidad y resistencia superficial, cuya aportación en
forma individual o combinada se pone a prueba en la mayoría de las condiciones en que prestan servicio las estructuras.
Medidas de prevención
La resistencia mecánica del concreto se refiere básicamente a su capacidad para resistir toda clase de esfuerzos. La
mayoría de las veces el diseño estructural se basa en la resistencia del concreto a compresión, aunque en algunos casos
como los pavimentos rígidos se considera la de tensión por flexión. En el primer caso se define una resistencia de proyecto a
compresión Cf'c) normalmente a 28 días, y en el segundo un módulo de ruptura por flexión (fr) también a 28 días. En
cualquier caso la definición de los requisitos de resistencia mecánica del concreto compete al proyectista estructural, y al
constructor la ejecución de las actividades necesarias para cumplir con ellos.
Conforme se indicó en 3 .2 . 3 .2, cuando se dej a de cumplir en defecto con la resistencia mecánica prevista, una causa
frecuente es haber utilizado una relación agua/cemento real más alta que la teóricamente supuesta, ya sea por fallas de
ej ecución u omisión de previsiones en la elaboración del concreto. En tal circunstancia resulta afectada no solamente
la capacidad estructural del concreto sino también su impermeabilidad y por ende su durabilidad potencial en condi
ciones de riesgo de penetración de fluidos dañinos. De ahí la j ustificación de considerar la resistencia mecánica del
concreto como un requisito de desempeño ( 4 . 1 ,2. 1 ) necesario para la obtención de estructuras durables no solamente
por efecto de su capacidad estructural .
Según se ha dicho (3.2.3 .2) la relación agua/cemento (A/C) es un factor común que permite regular tanto la resistencia
mecánica como la permeabilidad a los fluidos del concreto endurecido. Frecuentemente, la procuración individual de am
bas propiedades requiere el uso de relaciones A/C diferentes, por lo cual se hace necesario evaluarlas y compararlas antes
de diseñar la mezcla de concreto (4 . 1 .2.2) a fin de aplicar la que resulte menor.
En muchas ocasiones, la relación NC requerida por durabilidad (baj a permeabilidad a los flu idos) es menor que la nece
saria para cumplir requisitos de resistencia mecánica, de modo que al emplear aquella relación se cumple simultáneamente
con ambos requisitos; sin embargo, cuando se especifica un concreto de alta resistencia esto no necesariamente es así
porque la relación NC requerida por resistencia puede ser menor que la necesaria por durabilidad.
Esto se pone de manifiesto en la Fig. 4.4 donde se aprecia que en los concretos de resistencia normal (::s;4Q MPa) tiende a ser
más estricto el requisito de durabilidad, en tanto que en los de alta resistencia (> 40 MPa) ocurre lo contrario. Es oportuno señalar
el error que puede cometerse cuando una estructura de concreto de resistencia normal (::s;4Q MPa), que debe prestar servicio en
condiciones riesgosas para su durabilidad, se construye con una mezcla de concreto diseñada por resistencia mecánica.
Capitulo 4
1 00
No t a s :
1 . Concretos c01Hamafio 1 míxi mo 2 0 nun.
s i n ad it iv o s qu ími co s
80
2 . En l o s co nc retos de a l t a res i s tencia el
ceme nta ntc i nc l uy e cc n i 1.a Y o l a ntc.
60
0.20 0.30 0 . 40 0 . 50 0 . 60 ( ) . 70
Fig 4.4 Comparación de relaciones agua/cemento requeridas para resistencia normal, alta resistencia y durabilidad del concreto.
(Formada con datos de ACI 2 1 u <69> y ACI 2 1 l .4R. º 24>
nes consideradas en la Tabla 4.2. En tal caso es conveniente proceder con cautela partiendo de un valor de cr estimado con
servadoramente, para ajustarlo conforme avance la producción del concreto y se evalúen las resistencias obtenidas de
acuerdo con el informe ACI 2 1 4R. <72>
Una vez establecida la magnitud de fcn procede definir la relación A/C necesaria para obtenerla utilizando datos como
los que se presentaron gráficamente en la Fig 4. 1 . Para proseguir con el diseño de la mezcla, es posible aplicar el procedi
miento ACI 2 1 1 . 1 <69 > cuando se trata de concreto de resistencia normal (fcr� 45 MPa) y el método ACI 2 1 l .4Rc 1 24> en el caso
de concreto de alta resistencia (fer> 45 MPa). También existe la opción de aplicar el método del contenido mínimo de vacíos
descrito en la Ref. 1 25 , o cualquier otro método conocido que sea conveniente para el diseñador de la mezcla.
La resistencia del concreto a tensión por flexión es muy influida por ciertas características y propiedades de los agrega
dos tales como su dureza y resistencia, textura superficial y forma de partícula, de modo que cuando estas características no
son favorables se dificulta alcanzar altas resistencias a tensión por flexión aun con el empleo de muy bajas relaciones
agua/cemento (A/C). Es necesario tener esto en cuenta cuando se realizan las indagaciones preliminares relativas al
suministro de agregados, según se mencionaron en 4. 1 . 1 .5 .
Medidas de prevención
Para definir el valor de la relación A/C que conviene emplear de partida en el diseño de una mezcla de concreto cuyo
requisito es cumplir con una determinada resistencia de proyecto a tensión por flexión (f'r), puede ser adecuado estimar la
resistencia de proyecto a compresión (f'e) que sería teóricamente correspondiente, considerando que entre ambas resisten
cias existe normalmente una correlación del tipo
f'r = kfl:.
En esta expresión, el valor de k puede variar en función principalmente de las propiedades y características de los agre
gados (en particular la grava) y el nivel de resistencia del concreto. De manera general, su intervalo de variación suele ser
entre 0.60 y 0.96 para resistencias expresadas en MPa. < 1 2 6) Específicamente, para el caso del concreto clase 1 del Distrito
Federal, el valor de k recomendado es 0.63 < 25 ) que lo sitúa en el límite inferior del intervalo de variación tal vez debido al
modesto desempeño en este aspecto de los agregados que se utilizan.
De acuerdo con lo anterior, cuando los agregados presentan buenas características y propiedades, es posible considerar
un valor medio para k del orden de 0.8, es decir, f'r = 0.8 fJ:
. Por consiguiente, la resistencia a compresión correspondiente
puede estimarse a partir de l a resistencia a tensión por flexión mediante la expresión f'e ( f'r / 0.8) 2
Una vez estimado el valor de la resistencia de proyecto a compresión (f'e) correspondiente, procede definir la resistencia
promedio requerida (fer) conforme a la Tabla 4.2, tomando en cuenta el grado de control en la producción y el nivel de la re
sistencia del concreto. Con base en el conocimiento de fer puede establecerse el valor de la relación A/C necesaria y de ahí
continuar con el diseño de la mezcla en la forma usual .
A manera de ejemplo, en la Tabla 4. 1 8 se indican los valores estimados de f'e, fer' y A/C para resistencias de proyecto a
tensión por flexión (j; ) comprendidas entre 3 y 6 MPa (que es el intervalo en que suele operarse con esta resistencia)
considerando buenas condiciones de control de la calidad durante la producción del concreto.
(+) Según Tabla 4.2, para un valor de (cr) entre 3 . 1 y 4.0 MPa.
(++) Estos concretos son de alta resistencia (f'c > 40 MPa) por lo que el diseño de la mezcla requiere consideraciones especiales (ACI
21 l .4R)"2�>
Capitulo 4
Tomando en cuenta la incertidumbre en el desempeño de los agregados en este aspecto, es conveniente diseñar y en
s·ayar tres mezclas de concreto con diferente relación A/C, con una variación de ± 0.05 respecto al valor medio previamente
estimado. Con base en las resistencias a tensión por flexión que se obtengan debe seleccionarse la mezcla que resulte ap
ropiada, o bien debe ensayarse una cuarta mezcla definida por interpolación o extrapolación de resultados. Incluso, si estos
no satisfacen las expectativas, puede ser necesario considerar un cambio de agregados o de requisitos de proyecto.
Durante la producción del concreto, debe llevarse a cabo el control y la verificación de la resistencia mecánica mediante
pruebas paralelas de tensión por flexión (NMX-C- 1 9 1 º27>/ASTM C 78 º2 8> y de compresión simple (NMX-C-063
0 29)/ABTM C 39 ° 3 0)). Los resultados de las primeras deben servir para comprobar el cumplimiento de la resistencia de
proyecto a tensión Cf'r) y con los datos de las segundas debe evaluarse la desviación estándar (cr) a fin de corroborar el grado
de control supuesto (Tabla 4.2) y en caso necesario hacer el aj uste que proceda en el valor de fer y en la mezcla de concreto.
La resistencia a tensión indirecta del concreto se determina por el ensaye de especímenes cilíndricos cargados a compre
sión en dirección diametral. La resistencia a tensión que así se obtiene suele representar alrededor de 70 a 7 5 por ciento de la
que resulta del ensaye a flexión de vigas cargadas en los tercios del claro.
La correspondencia entre la resistencia a tensión indirecta (fr) y la de compresión (fe) también se aj usta a la expresión
fr = kJT:,
aunque en este caso el valor medio aproximado de k frecuentemente recomendado es 0.59, esto es
f1 059 = JT:
0 26' en tanto que para el concreto clase 1 del Distrito Federal el valor propuesto de k para fines de estimación es
0.41 <25) Como en el caso de la resistencia a tensión por flexión, esta diferencia se debe a la influencia de las características y
propiedades de los agregados que se utilizan en el Distrito Federal .
Cuando el requisito de desempeño del concreto es cumplir con una determinada resistencia especificada a tensión indi
recta (f,') es posible hacer su conversión a la resistencia de compresión correspondiente (f'e) mediante la expresión
f'c = (f,' /0.59) 2 cuyo valor se considera como dato de partida para el diseño de la mezcla de concreto de manera conven
cional, procediendo de igual modo que en el caso de la resistencia a tensión por flexión previamente expuesto.
De i gual modo que en el caso de le resistencia a tensión, el módulo de elasticidad (Ec) y la resistenci a a compresión
del concreto (fe) manifiestan una correlación del tipo Ec = k .fj,
en donde el valor de k también depende notablemente
de los agregados, y en particular el agregado grueso, cuya propia deformabilidad actúa como limitante del módulo
el3stico del concreto .
Para agregados de buena calidad y concreto de peso normal (2.25 a 2.45 t/m3 ) el Reglamento ACI 3 1 8 <55 > utiliza la
siguiente expresión para estimar el módulo de elasticidad del concreto en función de su resistencia a compresión:
Medidas de prevención
Para el concreto de peso normal (clase 1) reglamentado en el Distrito Federal < 25> se recomienda hacer la estimación del
módulo elástico mediante las siguientes expresiones:
Ec = 14,000 J1: en kg/cm 2 (Ec = 4.400 J1: en MPa), con agregado grueso calizo.
Ec = 1 1 ,000 J1: en kg/cm2 (Ee = 3 ,500 J1: en MPa) con agregado grueso basáltico.
Como se observa, es muy significativa la influencia que ej erce la naturaleza y calidad del agregado grueso en la
deformabilidad del concreto bajo esfuerzos . Para evaluar la magnitud de sus efectos, en la Tabla 4. 1 9 se comparan los
módulos de elasticidad de concretos con diversas resistencias de proyecto a compresión, estimados mediante las
expresiones recomendadas por el Reglamento ACI 3 ¡ 3 < 55 > y por el Reglamento de las Construcciones del Distrito Federal.
Es pertinente señalar que la estimación de estos módulos se hizo a partir de la resistencia de proyecto (f' e) aunque
posiblemente fuera más justo hacerlo con base en la resistencia promedio requerida (fer) para cuya obtención se hace el
diseño de la mezcla de concreto.
Tabla 4.19 Influencia de los agregados en el módulo de elasticidad estimado del concreto a
compresión.
E l dato del módulo de elasticidad del concreto suele utilizarse para dimensionar elementos estructurales, definir la can
tidad de acero de refuerzo, estimar deformaciones a partir de esfuerzos y calcular esfuerzos con base en deformaciones:
Así, cuando es necesario, el proyectista estructural especifica un módulo de elasticidad del concreto (Ee) en consonancia
con la resistencia de proyecto (j; ) . En tal caso, compete al constructor prever e.l suministro de una mezcla de concreto que
permita satisfacer ambos requisitos de desempeño (resistencia y deformabilidad) .
Con este propósito, y considerando la multicitada influencia de los agregados en esta propiedad del concreto, es indis
pensable comprobar anticipadamente que se puede cumplir las expectativas del proyectista con los agregados de uso pre
visto. De manera general, el procedimiento es similar al indicado para definir la mezcla de concreto en el caso de la
resistencia de proyecto a tensión por flexión . En síntesis, las acciones a seguir son: 1) seleccionar la relación A/C
correspondiente al v alor especificado de f; y Ee (Tabla 4. 1 9); 2) ensayar tres mezclas de concreto, una con el valor selec
cionado de A/C y otras dos con una variación de ± 0.05 ; 3) determinar en cada mezcla la resistencia a compresión (fe) y el
módulo elástico (Ee) a 28 días de edad; 4) establecer por interpolación o extrapolación el valor aj ustado de la relación A/C
que permite satisfacer simultáneamente los v alores de fer y Ee requeridos ; 5) ensayar una cuarta mezcla de concreto con esta
última relación A/C para confirmar este cumplimiento.
Capitulo 4
Cuando los resultados de estas pruebas hacen evidente la imposibilidad de alcanzar el valor del módulo de elasticidad
(Ec) requerido, ni aun con menores relaciones A/C, lo que procede es cambiar los agregados (especialmente la grava) por
otros menos deformables, y repetir con ellos el programa anterior de ensayes. Si esta opción no es factible, o sus resultados
tampoco son satisfactorios, la situación debe hacerse del conocimiento del proyectista estructural a fin de que considere
hacer los cambios que, en consecuencia procedan.
Según se trató en 3 .2.2 (Tabla 3 .4) la exposición del concreto a un medio de contacto agresivo puede provocar fenóme
nos deterioran tes tales como el ataque de sulfatos (3 .2.2.2) y la corrosión por cloruros (3.2.2.3), por carbonatación (3.2.2.4)
y por lixiviación (3 .2.2.5). En todas estas condiciones los agentes agresivos ejercen su acción perjudicial por penetración en
el concreto a través de la superficie de contacto, por lo que una manera de protegerlo consiste en dotarlo de una buena capa
cidad de resistir la penetración de dichos agentes, para lo cual son útiles las siguientes medidas.
que la contiene, se expuso en 4. 1 ,2.2.b. De tal suerte que, cuando esta relación se establece por concepto de durabilidad
(permeabilidad) debe definirse en función del agente agresivo y su grado de concentración en el medio de contacto con la
estructura. Así, cuando se trata del ataque de sulfatos, procede emplear las relaciones A/C que se indicaron en la Tabla
4. 1 0<52) del apartado 4.6. Para efecto de proteger al acero de refuerzo contra la corrosión (por cloruros, lixiviación o car
bonatación) son aplicables las relaciones A/C propuestas en la Tabla 4. 1 3 (4.7 . 3 .3) conforme a los niveles de riesgo que se
definieron en la Tabla 4. 1 2 (4.7.3 . 1 ) .
Medidas de prevención
dos. Tal efecto se condiciona a que el material puzolánico posea una elevada finura, como suele ser el caso de estos materia
les y en particular del humo de sílice, cuyo empleo localmente se realiza por conducto de los cementos mezclados
nacionales (3 . 1 .3 . 1 ). Sin embargo, considerando el efecto ambivalente de las puzolanas citado en 4.7.3.3, es prudente limi
tar su proporción en el cemento de acuerdo con lo propuesto en la Tabla 4. 1 3 cuando el concreto deba prestar servicio en
condiciones de alto riesgo de corrosión (Tabla 4. 1 2, en 4.7.3 . 1).
En los casos en que se requiere emplear un concreto que ofrezca mayor resistencia a la penetración del ion cloruro, con
viene privilegiar el uso de un cemento portland con humo de sílice (CPS). De cualquier modo, en tales casos, es re
comendable verificar anticipadamente la capacidad del concreto en este sentido mediante la ejecución de la prueba ASTM
C 1 202, (68> cuyos resultados se evalúan de acuerdo con la escala de la Tabla 4. 1 5 incluida en 4.7.3 .4.
En el caso del curado con agua, la verificación de su cumplimiento requiere una certera inspección y supervisión con
personal idóneo (3 . 1 .4.3 ). Cuando se utiliza el procedimiento de curado mediante la aplicación de compuestos líquidos que
forman membrana, es necesario verificar con anticipación que el producto de uso previsto cumpla con los requisitos
inherentes a su tipo (4.2.3.3 .a) según las Especificaciones NMX-C-08 1 (46)/ ASTM C 309, (47) o bien ASTM C 13 15,< 1 00)
La identificación y causas de los agrietamientos no estructurales y los defectos constructivos más comunes, se expusieron en
3. 1 . 1 y en 3 . 1 .4 respectivamente, al reconocer y evaluar los factores intrínsecos de riesgo que pueden propiciar el deterioro
prematuro de las estructuras de concreto. Posteriormente en 4. 1 , dentro de las previsiones de carácter general, se consideraron las
principales medidas aplicables para prevenir los agrietamientos térmicos y por secado (4. 1 .2. 1 ) y las deficiencias constructivas al
utilizar el concreto (4. 1 .4). En la Tabla 4.20 se indica la numeración de los incisos en que se trataron los principales aspectos
relacionados con los factores que pueden influir en la falta de estanqueidad de las estructuras.
<+> En la literatura técnica de EUA se acostumbra aplicar el término agua/cementante, en que el cementante es un cemento portland simple más la adi
ción de un material con propiedades puzolánicas. En la práctica local, estos materiales no se manejan individualmente sino que se incorporan en
fábrica para producir los cementos portland mezclados (3. 1 .3. 1 ); debido a ello, aquí se aplica más bien el término agua/cemento (NC).
Capitulo 4
Tabla 4.20 Identificación de incisos de referencia relacionados con los factores que suelen afectar
la estanqueidad de las estructuras de concreto.
Factores que suelen influir en la falta de Incisos de referencia
estanqueidad de Reconocimiento Medidas de
las estructuras de concreto y évaluación prevención
1 ) Agrietamientos no estructurales:
De origen térmico 3. 1 . 1 . 1 . 4. 1 .2. 1 .f /4.5 . 1
Por contracción plástica 3. 1 . 1 .2. 4. 1 .2. 1 .g /4.5.2. 1
De contracción por secado 3 . 1 . 1 .2. 4. 1 .2. 1 .g /4.5.2.2.
Por reacciones álcali-agregado 3 . 1 . 1 .3/4. 1 5 . 1 4. 1 5 .2 /4. 1 5 .3 4. 1 .2. 1 .h /4. 1 5 .4
2) Deficiencias constructivas :
Por compactación deficiente 3 . 1 .4.2. 4. 1 .4.3
Por curado inadecuado 3 . 1 .4.3 4. 1 .4.5
Por juntas defectuosas 3 . 1 .4.5 3 . 1 .4.5
Medidas de prevención
Tabla 4.21 Escala cualitativa de daños superficiales al concreto en función de las acciones deteriorantes.
Tránsito de vehículos pesados con ruedas de todo Desgaste profundo con remoción
tipo, incluso orugas. del agregado grueso y porciones
3. Importante: abrasión
Conducción de agua con arrastre de partículas de superficiales de concreto hasta
avanzada y erosión incipiente.
grava y mayores, con alta velocidad (hasta 20 mis formar depresiones, oquedades
aprox.). y surcos.
En el caso de las fuerzas de cavitación, puede decirse que no hay concreto capaz de resistirlas sostenidamente y que la
mejor defensa es evitar que se produzcan, para lo cual es indispensable un adecuado diseño hidráulico de la estructura (6ó} y
un acabado del concreto con estrictas tolerancias geométricas. <65> Sin embargo, hay ocasiones en que la cavitación se produce
como consecuencia de un previo deterioro superficial de origen abrasivo-erosivo; de tal modo que, aunque la capacidad resis
tente del concreto no sea suficiente por sí misma para resistir la cavitación, si es una cualidad necesaria para prevenirla.
A continuación se mencionan algunas prácticas que suelen contribuir a mejorar el desempeño del concreto sometido a la
acción deteríorante de fuerzas abrasivas y erosivas.
4. 13.2.1 Agregados
Los agregados, en lo general, deben estar constituidos por partículas pétreas duras, densas, sanas y resistentes, que cum
plan con los requisitos establecidos para el agregado fino y grueso en las Especificaciones NMX-C- 1 1 1 ° 1 >¡ASTM C 33. < ' 0>
En lo particular, es conveniente atender las siguientes limitaciones y recomendaciones.
a) Arena
En beneficio de la resistencia del concreto al desgaste superficial (grados 1 y 2) debe evitarse en su elaboración el em
pleo de arenas finas, procurando un módulo de finura entre 2. 8 y 3.0 y un contenido de polvo (partículas menores de 75 m)
que no exceda 3 % en arenas naturales o 5 % en arenas manufacturadas. 0 0• 1 1 > Cuando están previstas acciones abrasivas
Capitulo 4
muy intensas, es conveniente considerar la aplicación de un tratamiento de endurecimiento superficial con agregados espe
eiales, para lo cual existen diversos procedimientos 0 3 I ) que se emplean con frecuencia en la construcción de pisos indus
triales resistentes al desgaste. <34>
b) Grava
S egún se comentó en 3.2.3.5, un desgaste superficial leve que sólo afecte la delgada costra de pasta de cemento puede no
ser objetable en ciertos pavimentos y estructuras hidráulicas , siempre que el desgaste no progrese en el concreto subya
cente. Para que esto se cumpla es preciso contar con un agregado grueso que sea comprobadamente resistente a la abrasión ;
lo cual puede suponerse que es así cuando en la prueba con la máquina Los Angeles (NMX-C- 1 96 o 32> /ASTM C 1 3 1 < 1 33)) la
grava produce una pérdida que no excede 40 % . <65)
En el aspecto de la composición granulométrica es importante la definición del tamaño máximo de la grava y aunque no
hay reglas especificas es posible señalar algunas pautas al respecto. Cuando se trata de prevenir un deterioro moderado
(grado 2) suele preferirse el empleo de gravas naturales de formas redondeadas con tamaño máximo no mayor de 40 mm
( 1 1 12"), pero si el deterioro previsible es importante y si la grava es resistente a la abrasión, puede ser conveniente incre
mentar el tamaño máximo hasta 50 mm (2"). Cuando se trata de concreto en que se requiere una importante resistencia a
tensión por flexión, deben armonizarse ambos requerimientos (abrasión y tensión) procurando el uso de gravas manufactu
radas de forma equidimensional con tamaño máximo del orden de 25 mm ( 1 " ) .
El valor de la relación A/C que teóricamente se utiliza puede desvirtuarse cuando la mezcla de concreto sangra en ex
ceso, pues en tal caso el agua superficial de sangrado incrementa la relación A/C en la superficie expuesta y reduce su capa
cidad resistente al desgaste. A fin de prevenirlo, es necesario diseñar una mezcla de concreto que no sangre con facilidad,
aunque un ligero sangrado no suele ser perj udicial e incluso puede ser útil en colados bajo clima caluroso. Si se toma en
cuenta que las arenas algo gruesas y con poco polvo que se recomiendan son propicias para el sangrado del concreto, hay
que considerar la conveniencia de emplear baj o revenimiento y suficiente consumo unitario de cementan te, pero no tan ele
vado como para incrementar los cambios volumétricos del concreto endurecido.
En casos donde la resistencia del concreto a la abrasión-erosión es un requerimiento primordial y la importancia de la es
tructura lo justifica, es conveniente establecer la mezcla de concreto idónea a través de pruebas de abrasión en especímenes
de concreto, aplicando el método ASTM que se considere más representativo de las condiciones reales de operación de la
estructura en servicio (3 . 1 ,2.2.i).
Medidas de prevención
dráulico. En el caso de las acciones de naturaleza hidráulica lo que cuenta con las características del flujo de agua definidas
por su velocidad y arrastre de sólidos principalmente (3 .2.3.5 .b).
Como referencias recomendables en este aspecto puede citarse : para pisos el Informe ACI 302. 1 R; < 84) para pavi
mentos el Informe ACI 325 . 9R ; <SS ) y para estructuras hidráulicas el Manual de Concreto del USBR. En el informe ACI
302. 1 R se consi deran nueve clases de pisos de concreto, definidos en función del uso y tráfico previstos, y se describe
el acabado fi nal recomendado para cada uno de ellos. Para los pavimentos de concreto hidráulico, el Informe ACI
325.9R consi dera básicamente el empleo de forma deslizante para la nivelación, enrase y aplanado del concreto, y
para dar el acabado fi nal menciona siete procedimientos con el fin de producir una textura res istente al deslizamiento
en la superficie del pavimento. El M anual de Concreto del USBR define cuatro clases de acabado para las superficies
de concreto no formadas , con diferentes requisitos de acuerdo con el tipo de estructura y el rigor de las acciones dete
rioran tes ; asimi smo establece los requisitos geométricos que debe cumplirse en las superficies expuestas a flujos de
agua con muy alta velocidad (más de 20 mis, aprox . ) .
Ante el hecho de que las superficies coladas libremente (no formadas) suelen ser horizontales o poco inclinadas, se
ocurre pensar en la conveniencia de curarlas con agua. Sin embargo, a menos que se pueda asegurar el continuo humedeci
miento del concreto, la aplicación de agua en forma periódica es un procedimiento de curado poco eficaz; particularmente
en lo que se refiere a la resistencia al des gaste del concreto superficial 0 34) En el caso de este tipo de superficies, un procedi
miento de curado que ha probado ser satisfactorio consiste en: o 34) 1 ) aplicar a la superficie de concreto recién acabada una
membrana de buena calidad, sea resina o polímero; 2) cubrir a continuación la superficie con tela de polietileno; 3) colocar
sobre esta tela una capa de arena; 4) conservar la tela y la arena el mayor tiempo posible, pero no menos de 7 días.
En términos generales puede suponerse que las deficiencias físicas corregibles son las que se relacionan con las carac
terísticas d�las agregados, en tanto que las no corregibles se refieren principalmente a las propiedades de las rocas que los
constituyen. Por otra parte, las deficiencias que son tolerables pueden referirse tanto a características como propiedades y
su tolerancia debe fincarse en la definición y acotamiento de las restricciones inherentes a su utilización.
Capitulo 4
Para corregir una arena natural con granulometría inconveniente, es posible acudir a tres principales procedimientos: 1 )
por combinación con otra arena, 2 ) por clasificación hidráulica y 3 ) por tratamiento d e lavado. E n e l primer caso s e trata de
utilizar una segunda arena que al ser combinada con la primera en proporción adecuada, permita obtener una arena inte
grada con granulometría aceptable. E l segundo procedimiento, cuyo costo puede limitar su aplicación, consiste en emplear
un equipo clasificador hidráulico especial que permita. separar la arena en dos o más fracciones para después recombinarlas
en proporciones adecuadas con cierto desperdicio. Por último, hay arenas cuyo inconveniente es el exceso de partículas fi
nas (menores de 0.2 mm aproximadamente), las cuales pueden reducirse a un límite tolerable al eliminarlas parcialmente
por medio de un tratamiento de lavado apropiado, ya sea con equipo convencional o especializado.
Cuando la arena disponible resulta algo gruesa (módulo de finura entre 3 .0 y 3 .2) y su utilización produce efectos inde
seables en el concreto fresco (sangrado, segregación, etc.) puede intentarse el empleo de un aditivo i nclusor de aire (4.4.4) a
fin de evaluar si las pequeñas burbuj as de aire incluido resultan eficaces para suplir la deficiencia de finos de la arena, lo
grando un desempeño aceptable en el concreto tanto fresco como endurecido.
El medio más utilizado para "limpiar" los agregados contaminados con finos i ndeseables consiste en someterlos a un
tratamiento de lavado, para la cual existen equipos convencionales y especiales. Los primeros se emplean cuando los finos
por eliminar se encuentran sueltos y sus contenidos no exceden demasiado los límites permisibles. Las segundos son apli
cables cuando dichos finos se hallan aglutinados entrt si o adheridos a las partículas de agregados (ver 4. 14. 1 .4.a), o bien
sus contenidos son tan elevados que los equipos convencionales no alcanzan a eliminarlos suficientemente.
En cualquier caso, siempre es conveniente realizar ensayos preliminares con los agregados en cuestión a escala natural,
con el fin de verificar anticipadamente la eficacia del tratamiento de lavado propuesto. La bondad del tratamiento no sola
mente debe j uzgarse con base en la eliminación de los finos contaminantes, sino también en la conveniencia de que no
elimine simultáneamente los finos naturales que son útiles y necesarios para el desempeño de la arena en el concreto.
Medidas de prevención
creto, a partir de ciertos niveles de resistencia a compresión que suelen ser del orden de 25 a 30 MPa. Aunque esta es una
característica de los agregados propia de su origen, es posible modificarla en parte mediante trituración parcial de las,
partículas de grava, a fin de cambiar su forma y crear nuevas superficies menos tersas resultantes de la fragmentación. Por
razones prácticas, este tratamiento de trituración se aplica de preferencia a l os sobretamaños de la grava, es decir, las
partículas más grandes que el tamaño máximo por utilizar, y con ello se obtiene un conj unto de partículas de grava de forma
y textura mixtas.
En el caso de los agregados totalmente manufacturados, el inconveniente en este aspecto puede consistir en la obtenci6n
de partículas fragmentadas demasiado angulosas, con tendencia a las formas planas y alargadas, que tienen influencia ad
versa en la manej abilidad y el sangrado de las mezclas de concreto. Para prevenir esta característica indeseable, es necesa
rio planear y diseñar apropiadamente el proceso para producir 1 os agregados triturados, tomando en cuenta por lo menos
las siguientes precauciones :
• Además de las pruebas y evaluaciones acostumbradas para establecer la potencialidad de la fuente y la calidad física y
química de las rocas por triturar, debe requerirse información petrográfica acerca de su estructura, planos de crucero,
tendencia de fractura, dureza y abrasividad, a fin de seleccionar el equipo de trituración idóneo.
• La reducción de tamaño por trituración de los fragmentos de roca extraídos del banco o cantera debe hacerse por
etapas en función del tamaño de las partículas que se requiere producir, limitando el factor de reducción en cada etapa
lo necesario para obtener formas aceptables en las partículas reducidas.
• De ser posible, deben realizarse ensayos anticipados de trituración con la roca dispuesta, empleando equipos similares
a los previstos, con el fin de hacer una evaluación de las características de los agregados producidos a escala de trabajo
en obra y realizar pruebas para verificar su comportamiento en el concreto en estados fresco y endurecido.
En cualquier caso, tanto para agregados naturales como manufacturados, un medio para mejorar la interacción pasta
, agregado por efecto de adherencia consiste en reducir el tamaño máximo de la grava, cuyo recurso conviene tomar en
' cuenta principalmente cuando se requiere producir concreto de alta resistencia.
Los tipos de fragmentos perjudiciales que con mayor frecuencia se encuentran contaminando los agregados naturales
1 son : las partículas deleznables (incluyendo terrones de arcilla), las partículas ligeras (carbón, lignito, rocas porosas o altera
das) y los fragmentos vegetales (madera, ramas, raíces). En lo que sigue se mencionan tratamientos usualmente propuestos
'. para eliminar estos contaminantes, si bien cabe señalar que no siempre tienen el éxito necesario. Debido a ello, y por el
costo adicional que representan, es conveniente realizar un análisis técnico y económico comparativo con las otras opcio
nes, antes de inclinarse por la implantación de un tratamiento correctivo.
a) Partículas deleznables
Algunas de estas partículas, que normalmente son del tamaño de las gravas, se desbaratan mediante un tratamiento con
. vencional de l avado y cribado en tamices vibratorios y pasan a formar parte de la arena, de donde se eliminan junto con el
. agua de lavado. Sin embargo, cuando estas partículas son demasiado firmes y resisten tales acciones, es necesario introdu
cir en el proceso de clasificación y lavado el paso de las gravas por tambores lavadores giratorios provistos de placas inte-
Capitulo 4
riores ("scrubbers") que someten las partículas a frotación e impacto hasta desbaratarlas. Este tratamiento también se
utiliza para eliminar los finos arcillosos que están firmemente adheridos a las partículas de grava.
La máxima proporción de partículas deleznables que se toleran en el agregado grueso ya tratado, depende del tipo de
construcción y de las condiciones de exposición y servicio de la estructura. Así, por ejemplo, en la Tabla 4.22 se indican
algunas limitaciones típicas en este aspecto, de acuerdo con la Especificación ASTM C 33< 1 0>
b) Partículas ligeras
En ocasiones los depósitos de agregados naturales (aluviales, piroclásticos, etc.) contienen partículas de menor
densidad que el grueso del material depositado. Tales partículas , que usualmente consisten en fragmentos de rocas porosas
o alteradas, carbón y lignito, tienen efectos dañinos en el concreto y por tanto se limita su contenido en las especificaciones
correspondientes (NMX-C- 1 1 1 o • > /ASTM C 33 . < 10>
La cuantificación de las partículas ligeras en los agregados, se efectúa en el laboratorio por flotación en un medio pe
sado. Para separar las partículas de carbón y lignito en l as muestras de prueba se emplea un medio con densidad relativa de
2.0, y otro con densidad relativa de 2.4 para la separación de las partículas de rocas porosas o alteradas, en particular una
variedad de roca calcedónica de baj a densidad conocida petrográficamente como "chert".
A escala de obra, la separación de las partículas ligeras suele ser difícil, costosa y un tanto imprecisa, por lo cual una excesiva
presencia de estas partículas en los agregados propuestos tiende a inducir hacia un cambio en la fuente de suministro; sin em
bargo, antes de optar por ello, puede ser conveniente realizar una amplia verificación del depósito en superficie y profundidad por
medio de sondeos, a fin de establecer si hay áreas o estratos con buenas características para explotarlos selectivamente.
En los casos en que se justifique, es posible intentar la remoción de las partículas ligeras en los agregados mediante cier
tos equipos como los siguientes: 1 ) tratamiento en tamices vibratorios, intercalando varios cilindros lavadores rotatorios
("scrubbers") para tratar de romper las partículas ligeras, 2) proceso con equipo de centrifugación para clasificar las
partículas en función de su tamaño y masa específica, 3) uso de molinos de impacto tipo j aula ("cage milis") adaptados para
hacer una trituración selectiva de acuerdo con la resistencia y dureza de las partículas, y 4) disposición de tanques con líqui-
·
dos pesados para separar por flotaci6n l as partículas menos densas que el líquido empleado.
Medidas de prevención
Como en el caso de las partículas deleznables, el contenido máximo permisible de partículas ligeras en los agregados depende
del tipo de construcción y las condiciones de exposición y servicio de la estructura, aunque se establece distinción entre las
tolerancias para el carbón y el lignito por una parte y para las rocas alteradas del tipo "chert" por otra. Para la arena sólo se toman
en cuenta las partículas de carbón y de lignito cuyo contenido máximo permisible es 1 % en masa, excepto cuando se trata de
concreto aparente para el cual dicho límite se reduce a 0.5 % máximo. En cuanto a la grava, hay mayor variedad en las
limitaciones según se aprecia en la Tabla 4.23 que contiene datos procedentes de la Especificación ASTM C 33. < 1 0>
Tabla 4.23 Contenido máximo permitido de partículas ligeras en la grava, para diversas estructuras y
<10 )
gradas de exposición.
Partículas ligeras, según condiciones de exposición % máximo, en masa
Tipo de construcción
Carbón y lignito (densidad < 2 .0) Roca tipo "chert" (densidad < 2.4)
y/o elemento de concreto
Severas Moderadas Benignas Severas Moderadas Benignas
Concreto arquitectónico, expuesto 0.5 0.5 0.5 3 .0 3.0 -
diciones de humedecimiento
Zapatas, cimentaciones y elementos en
1 .0 1 .0 1 .0 5 .0 8.0 -
general no expuestos al intemperismo
e) Fragmentos vegetales
La contaminación de los agregados naturales con fragmentos vegetales como trozos de madera, tallos, ramas y raíces de
plantas, se da principalmente en los depósitos formados por corrientes fluviales. Estos fragmentas vegetales, por su
tendencia a mantenerse en suspensión, son transportados largos trechos para la corriente hasta depositarse en los sitios
donde la velocidad del agua es menor, especialmente donde se forman remansos . Debido a ello, con frecuencia es posible
demarcar zonas del depósito donde se concentra este tipo de contaminación, cuyas zonas generalmente no se consideran
explotables por la dificultad y alto costo que representa la completa eliminación de estos fragmentos, ya que en las
especificaciones normalmente no se contemplan tolerancias en cuanto a sus contenidos máximos permisibles.
En casos en que por no haber otra opción se ha hecho necesario remover de la grava este tipo de fragmentos contaminan
tes, se han utiliza do con cierto éxito dos procedimientos alternativos, uno con agua y el otro con aire. En el primero se em
plean tanques lavadores en que el agua se somete a un movimiento vertical pulsátil que provoca la sedimentación y
estratificación del material procesado (gravas y fragmentos vegetales) en función de su densidad, de manera que los frag
mentos por ser más ligeros se depositan en la superficie de la grava para formilr una costra que se remueve con un enrasador.
En el segundo se aplica un chiflón de aire a la descarga de las gravas en las bandas transportadoras, regulando su velocidad e
intensidad para que solamente arrastre el material más ligero, que corresponde precisamente a los fragmentos vegetales, al
cual conviene aplicar un presecado para reducir su peso.
Entre las sales inorgánicas que pueden hallarse en los agregados naturales destacan por su inconveniencia los cloruros y
los sulfatos, debido a los efectos perj udiciales que producen en el concreto cuando su contenido es excesivo: los cloruros fo
mentan el riesgo de corrosión del acero de refuerzo y los sulfatos pueden reaccionar químicamente con la pasta de cemento
y ocasionar su deterioro. En ambos casos, el exceso de estas sales puede eliminarse sometiendo los agregados a un
adecuado proceso de lavado con agua dulce y limpia. Sin embargo, es necesario definir las proporciones máximas de dichas
Capitulo 4
sales que pueden tolerarse en los agregados, tanto para decidir cuándo deben lavarse como para establecer sus condiciones
de aceptación una vez lavados.
Para prevenir el riesgo de corrosión por cloruros, una medida consiste en restringir el contenido inicial de cloruros
endógenos en el concreto al ser elaborado, en función de las características del medio de contacto externo y las condiciones
de exposición de la estructura. Así, el Comité ACI 222<54>( con un criterio más estricto que el Reglamento ACI 3 1 8 <55>) re
comienda no exceder los siguientes contenidos de cloruros solubles en agua en el concreto antes de que la estructura entre
en servicio, expresados como por ciento del consumo de cemento, en masa:
Por consiguiente, para determinar en un caso dado si el contenido de cloruros en los agregados es aceptable, se requiere cal
cular la suma de los cloruros aportados por los diferentes componentes del concreto, a fin de comprobar que no se rebase el
límite máximo de cloruros endógenos que sea aplicable. A continuación se presenta un caso hipótético a manera de ejemplo.
Se requiere evaluar la contaminación con cloruros de ciertos agregados propuestos para construir una estructura de
concreto que debe operar en condición húmeda con presencia de cloruros externos, en cu yo caso el total de cloruros
endógenos solubles en agua debe limitarse a un máximo de 0.08 % del cemento en masa. En la Tabla 4.24 se indica la
composición del concreto, los contenidos individuales de cloruros solubles en agua de los componentes y las cantidades de
estos cloruros que cada uno aporta a la mezcla de concreto.
Medidas de prevención
Como se observa, el total de cloruros endógenos (0. 1 4 % ) rebasa el límite máximo recomendado (0.08 % ) debido princi
palmente al contenido de cloruros en la arena, lo cual hace necesario lavarla si se pretende darle el uso mencionado.
Cuando los sulfatos proceden del exterior de la estructura su acción es más lenta, ya que primero deben penetrar en el
concreto para entrar en contacto y reaccionar con los compuestos del cemento hidratado. En estas condiciones, el riesgo de
daño potencial se evalúa en función de la concentración de sulfatos en el medio de contacto externo, conforme a la escala
que se incluyó en la Tabla 3 . 5 del inciso 3 .2.2.2.
De acuerdo con dicha tabla, cuando se trata del contacto del concreto con un suelo, se considera que éste posee un grado
de agresividad insignificante si su contenido de sulfatos solubles (expresados como so=4) es inferior a 0. 1 0 % en masa, en
cuyo caso según la Tabla 4 . 1 O del apartado 4.6, se puede utilizarun cemento sin requisitos especiales por concepto de resis
tencia al ataque de los sulfatos .
Tomando en cuenta el modo y la facilidad c o n que e n ambos casos actúan los sulfatos, se estima conveniente ser más es
tricto con la limitación de los sulfatos que se introducen al concreto por conducto de los agregados. De conformidad con
ello, un criterio prudente consistiría en limitar a un máximo de 0.05 % en masa el contenido de sulfatos solubles en agua, ex
presados como so=4 , determinados individualmente en la arena y en la grava. De esta manera se definiría cuándo se justifica
lavar los agregados por este concepto, independientemente del cemento que se utilice.
4. 14.2. 1 Sanidad
Los agregados que se manifiestan vulnerables a los efectos de la prueba de sanidad (NMX-C-075 ° 6>/ASTM C 88 º 5 >)
deben ser evaluados con cautela, dado que de ordinario es una deficiencia que no suele ser corregible y que ejerce una in
fluencia significativa en la durabilidad del concreto en condiciones de exposición severa (2.2.2). Esta reserva se justifica no
solamente cuando la proporción de material afectado en la prueba rebasa los límites máximos permitidos ( 15 % en la arena
y 1 8 % en la grava, con sulfato de magnesio) sino también cuando es menor pero se aproxima a dichos límites.
En tales situaciones, conviene definir si la vulnerabilidad es aplicable a las partículas de agregados que representan el
grueso del material o se limita a ciertas partículas que son minoría. En este último caso debe establecerse la identidad, natu
raleza y estado de alteración de las rocas involucradas, para lo cual se requiere examinar petrográficamente los agregados,
incluyendo un conteo de partículas de sanidad dudosa, a fin de determinar su proporción. Si este es el caso y la proporción
de partículas dudosas no es excesiva (menos de 2 5 % en términos generales) existe la posibilidad de beneficiar los agrega
dos mediante los tratamientos indicados para partículas deleznables (4. 1 4 . 1 .4.a) y/o partículas ligeras (4. 14. 1 .4.b).
Capitulo 4
En las especificaciones para agregados (NMX-C- 1 1 1 ( 1 1)/ASTM C 3 3 < 10) ) se dej a abierta la posibilidad de aceptar agre
gados que fallan en esta prueba, cuando existen antecedentes documentados o se demuestra mediante pruebas que el con
creto elaborado con ellos es apto para cumplir con el requisito de desempeño previsto (4. 1 .2. 1 ). Sin embargo, aunque esta
opción puede ser apropiada para condiciones de exposición benignas y moderadas, se estima que el uso de agregados no
calificados completamente como sanos representa un riesgo adicional para la durabilidad del concreto expuesto a condicio
nes severas (3. 1 .2.2.b ).
En estas condiciones de riesgo, y si no hay otra opción más conveniente para obtener agregados de mejor calidad
(4. 14. 1 .4 ). puede considerarse la factibilidad de someter los agregados al tratamiento de beneficio que sea aplicable, con
objeto de verificar si es posible reducir las partículas no sanas a una proporción tal que permita a los agregados ya tratados
cumplir satisfactoriamente con los requisitos de la prueba de sanidad.
El criterio más conveniente para juzgar los agregados en función de estas características, consiste en hacer su evaluación
conjuntamente con la información que aporten otras determinaciones tales como la sanidad, la resistencia a la abrasión y el
examen petrográfico. Si por los resultados de estas pruebas no existe j ustificación para desechar aquellos agregados que
manifiesten baj a densidad y alta absorción, lo que procede entonces es verificar su desempeño en el concreto endurecido, a
fin de evaluar la influencia que ejercen en su masa volumétrica, su resistencia a la congelaci6n, sus cambios volumétricos
por secado, su resistencia mecánica y su deformabilidad.
El valor de la masa volumétrica es un dato que sirve para identificar los concretos de peso ligero, normal o pesado,
cuyas aplicaciones y requisitos estructurales suelen ser diferentes; sirve también, de paso, para definir la clase de agregados
(ligeros, normales o pesados) que en cada caso se requiere emplear. De esta manera, cuando la masa volumétrica del con
creto es un requisito especificado, su cumplimiento implica la necesidad de disponer de agregados con la gravedad es
pecífica apropiada.
Al concreto de peso normal se le supone de ordinario en EUA una masa volumétrica del orden de 2.4 ton/m3 ( 1 50
lb/pie3 }' 3) para cuya obtención se requiere utilizar agregados con gravedad específica (sss) de 2.6 por lo menos. En el caso
del Distrito Federal, en donde no siempre se dispone de agregados con esta gravedad especifica, al concreto estructural
clase 1 solamente se le exige una masa volumétrica mínima de 2.2 ton/m3<2 5 ) que se adapta a la que es posible obtener con los
agregados normalmente disponibles.
Esto significa que, cuando la masa volumétrica del concreto es un requisito especificado y no se cuenta en el sitio con los
agregados necesarios para obtenerla, solamente hay dos opciones: 1 ) llevar agregados de otra parte que posean la gravedad
Medidas de prevención
específica adecuada, o 2) modificar la especificación para adaptarla a un valor accesible de lograr con los agregados lo
cales, a condición de que el concreto satisfaga los requisitos de desempeño que se consideren indispensables.
Con frecuencia se considera que los agregados de elevada porosidad alcanzan con mayor facilidad su nivel critico de
saturación y por ello resultan más susceptibles al daño por congelación. (S) Tomando en cuenta que una baja gravedad es
pecífica y una alta absorción suelen ser indicios de elevada porosidad, dicho riesgo se hace patente al emplear agregados
con estas características. En tal caso, cuando el concreto requiere prestar servicio en condiciones de exposición a la conge
lación y el deshielo, procede verificar la aptitud de los agregados por el sometimiento del concreto a las pruebas ASTM C
682 °4> y C 67 1 ; 13 6> tal como se acostumbra en estos casos en EUA.
Mediante estas pruebas se determina el llamado periodo de inmunidad a la congelación, que corresponde al tiempo (o
número de ciclos) que el concreto puede experimentar la congelación y el deshielo sin registrar deterioro. Aunque este
periodo de inmunidad no es identificable con el tiempo de servicio del concreto en condiciones de campo, si permite hacer
evaluaciones comparativas entre diferentes agregados sometidos a prueba.
En México, debido a la poca frecuencia relativa de estas condiciones de exposición, no es común disponer de facilidades
para la ejecución de dichas pruebas. A falta de éstas, es recomendable para concretos con riesgo de sufrir los efectos de la
congelación y el deshielo, verificar cabalmente la sanidad de los agregados propuestos (4. 1 4.2. 1 ) y evitar el empleo de gra
vas con baja gravedad específica (no menor de 2.5) y alta absorción (no mayor de 4 % ) . Asimismo, debe procurarse el cum
plimiento de las medidas mencionadas en 4.4.2 para prevenir la saturación del concreto en servicio.
Como recién se mencionó, una baj a gravedad específica y alta absorci6n de los agregados son signos de elevada porosi
dad de las rocas que los constituyen. A su vez, una elevada porosidad de la roca es sintomática de un alto grado de compresi
bilidad y en consecuencia menor capacidad para restringir la contracción de la pasta de cemento. Por consiguiente, los
agregados constituidos por rocas con esas características (que no son modificables) propician mayor contracción por se
cado en el concreto.
Un ejemplo local de este desempeño inconveniente se refiere a los agregados piroclásticos del Valle de México, que
están constituidos principalmente por tobas andesíticas de baj a gravedad específica y alta absorción, cuyo empleo conduce
a muy alta contracción por secado en el concreto según se puso de manifiesto en la Tabla 3 . 1 07> del inciso 3. 1 ,2.2.
Salvo casos de estructuras y condiciones especiales, no es usual establecer un limite máximo permisible para la contrac
ción por secado del concreto, aunque sí es necesario suponerla para fines de diseño estructural. Si bien su magnitud depende
de diversos factores propios de cada caso particular, en condiciones normales y con agregados de buena calidad es posible
considerarle un valor medio final del orden de 800 x 1 0-6 mJm<6) �� cu::i 1 correspondería una contracción a 28 días entre 320 y
360 x 1 0 -6 mlm aproximadamente. (4.5 .2.2).
Manuel M e n a Ferrer 1 17
,,
1mcyc
Capitulo 4
En ciertas aplicaciones, o bien cuando existen motivos para presumir una elevada contracción por secado del concreto,
es necesario verificar su magnitud empleando los métodos de prueba NMX-C- 1 73 (S)/ASTM C 1 57 <7 ) Sí la contracción a 28
días resulta en exceso de la requerida o prevista por el proyectista estructural, es posible intentar reducirla mediante la apli
cación de las siguientes medidas en el diseño de la mezcla de concreto;
• Aumento del tamaño máximo de la grava, en la medida que sea posible, para disminuir la participación proporcional
de pasta de cemento en el concreto.
• Empleo de un aditivo reductor de agua, en cualquiera de sus modalidades, con el fin de reducir el consumo de agua de
mezcla necesario para obtener la consistencia requerida.
• Utilización de un aditivo reductor de la contracción por secado de eficacia reconocida, cuyo uso sea compatible con el
aditivo reductor de agua.
Si aun así la contracción por secado del concreto se continúa manifestando excesiva, lo procedente es un cambio de
agregados (principalmente de grava) dado que probablemente se trataría de un desempeño deficiente atribuible a la natu
raleza de las rocas constitutivas, que como se ha dicho es una propiedad inmanente y por tanto no modificable. Una vez de
finido el cambio, es necesario comprobar la contracción por secado a 28 días del concreto hecho con los nuevos agregados.
d) Resistencia mecánica
La resistencia mecánica del concreto en general depende de la resistencia individual de la pasta de cemento y de los
agregados, así como también de la que aporta la adherencia entre ambos componentes. La resistencia de la pasta endurecida
está gobernada par las características del cemento y la relación agua / cemento, principalmente; la de los agregados es una
propiedad intrínseca de cada tipo de roca y su estado de alteración; por último, la resistencia por adherencia depende tanto
de la qrie posee la pasta como de las características de forma y textura superficial de los agregados .
Cuando los agregados están constituidos por rocas sanas y de buena calidad en todos aspectos, sus partículas normal
mente son más resistentes que la pasta de cemento endurecida, de modo que la resistencia del concreto es limitada por la re
sistencia de la pasta o por la de adherencia, según la que sea menor. No ocurre así cuando los agregados son de baja
graved ad específica y alta absorción, ya que estas características suelen corresponder a rocas con elevada porosidad y redu
cida resistencia mecánica.
En este último caso, la resistencia del concreto hecho con agregados con esas características tiende a ser limitada por la
resistencia intrínseca de éstos, particularmente cuando se procuran altos niveles de resistencia en el concreto. Para ejempli
ficarlo, procede referirse nuevamente a los agregados andesíticos piroclásticos del Valle de México, que por su elevada po
rosidad y reducida resistencia solamente son funcionales para producir concreto con resistencia de proyecto inferior a 25
MPa:25 ) De tal modo, cuando en el Distrito Federal se requiere producir concreto de mayor resistencia, se opta por el cambio
de la grava andesítica por otras con mej ores propiedades mecánicas <25) .
En cuanto a la injerencia de los agregados en el desarrollo de la resistencia por adherencia, su influencia se relaciona con
la geometría de las partículas y su rugosidad superficial, características ambas que son parcialmente modificables en el caso
de los agregados naturales con partículas redondeadas y superficies lisas, y que pueden inducirse favorablemente durante el
proceso de fragmentación de la roca para producir agregados manufacturados, según se refiere en 4. 1 4. 1 .3 .
e ) Deformabilidad
Ya que los agregados constituyen la gran mayoría del volumen del concreto, las propiedades de éste se subordinan en
gran medida a las de aquellos, lo cual resulta particularmente notorio en el c as o de la deformabilidad .
Así, cuando se emplean agregados de baj a gravedad especifica y alta absorción (que suelen ser muy deformables) el con
creto manifiesta un reducido módulo de elasticidad y una elevada relación de Poisson . (Ver 4. 1 1 ).
Medidas de prevención
Contrariamente a lo que ocurre con la contracción por secado, cuando los agregados son muy deformables es la pasta de
cemento endurecida la que actúa como elemento restrictivo de la deformación del concreto. Sin embargo, debido a que la
deformabilidad de la pasta es relativamente menos susceptible de modificación, la influencia de los agregados en la de
formabilidad del concreto suele ser decisiva y con poco margen de maniobra.
En aplicaciones estructurales donde es de gran trascendencia la deformabilidad del concreto, conviene que el proyec
tista tenga conocimiento anticipado de esta propiedad en el concreto de uso previsto, para lo cual se le debe ensayar con an
ticipación a fin de determinarle el módulo de elasticidad y la relación de Poisson conforme a los métodos de prueba
NMX-C- 1 28 <63 )/ASTM C 469 (64) . Con base en esta información, el proyectista puede definir si la deformabilidad del con
creto propuesto satisface los requerimientos de diseño o de plano no es satisfactoria, en cuyo caso debe considerarse el uso
de otros agregados.
No obstante, si el módulo de elasticidad determinado experimentalmente sólo resulta ligeramente inferior al supuesto o
requerido por el proyectista, existe la posibilidad de superar esa deficiencia sin cambiar de agregados incrementando la re
sistencia mecánica del concreto y su contenido proporcional de pasta de cemento. Para lo primero debe emplearse una rela
ción agua/cemento más baj a y para lo segundo procede disminuir el tamaño máximo del agregado. En tal caso, conviene
verificar la repercusión de estas medidas en la contracción por secado del concreto, para en caso necesario tratar de redu
cirla conforme a lo recomendado en 4. 14.2.2.c.
Estas reacciones, cuyos efectos pueden tardar años en manifestarse, se incuban desde el momento en que se elabora el
concreto y su evolución depende de tres factores principales: 1) el grado de alcalinidad de la solución de poro del concreto,
en función de su concentración del ion hidroxilo (Off), 2) la naturaleza y proporción de las rocas y minerales reactivos pre
sentes en los agregados, y 3 ) la disposición de humedad en el interior del concreto para facilitar la expansión de los produc
tos de reacción. De tal modo, las medidas aplicables para inhibir o por lo menos mitigar los efectos de estas reacciones, se
encaminan a la moderación de estos factores de riesgo.
Capitulo 4
Para moderar la reactividad de la solución de poro, se dispone normalmente de dos medios: 1 ) limitar la contribución de
los álcalis (Na2 0 y K2 0) procedentes del cemento y los otros componentes del concreto y 2) incorporar al concreto un mate
rial con propiedades puzolánicas que sea probadamente eficaz para inhibir o al menos mitigar la expansión de los productos
de reacción.
Posteriormente, en 1 957 °3 8> , se documentó por primera vez la reacción álcali-carbonato, en cuyo caso se encontró insufi
ciente dicha limitación y se propuso un máximo de 0.40 % en el total de álcalis del cemento portland para prevenir esta última
reacción. º 3 9>
Para ejercer localmente esta medida existe la opción de requerir un cemento portland simple (CPO) con el requisito es
pecial de baja reactividad álcali-agregado (BRA) (ver 3. 1 .3 . 1 ); sin embargo, es necesario definir previamente si se trata de
prevenir una reacción álcali-sílice o álcali-carbonato, a fin de establecer el máximo contenido de álcalis totales que debe
requerirse según la reacción de que se trate.
Al considerar que los álcalis en la solución de poro no solamente pueden provenir del cemento conviene dar un enfoque
más amplio a la limitación de los álcalis en el concreto, tomando en cuenta los álcalis que también pudieran aportar los agre
gados, las puzolanas, los aditivos y el agua de mezclado. Aplicando este criterio, hay especificaciones 040> que establecen
un máximo permisible de 3 kg de álcalis por metro cúbico de concreto cuando hay riesgo de una reacción álcali-agregado,
para cuyo ejercicio es necesario evaluar la cantidad de álcalis que cada componente debe aportar, en función de sus conteni
dos individuales y sus consumos unitarios en la mezcla de concreto. Sin embargo, debe tenerse presente que esta limitación
sólo está prevista para la reacción álcali-sílice y que no invalida el requisito de limitar también a un máximo de 60 % los ál
calis totales del cemento pórtland .
b) Empleo de puzolanas
E l efecto favorable que ciertas puzolanas y escorias finamente molidas ejercen para reducir la expansión reactiva
álcali-sílice, ha sido demostrado y documentado extensamente. <41 > Parajustificar el desempeño de dichos materiales en este
aspecto hay varias hipótesis, incluyendo su reconocida aptitud para reaccionar can el hidróxido de calcio y reducir así la al
calinidad de la solución de poro. De cualquier modo, el uso de materiales con propiedades puzolánicas suele ser un medio
eficaz para restringir a un nivel inofensivo los efectos expansivos de la reacción álcali-sílice, pero no siempre tiene el
mismo éxito cuando se trata de la reacción álcali-carbonato.
En México, el empleo de puzolanas y escorias en el concreto sólo se lleva a cabo normalmente por conducto de los ce
mentos portland mezclados conforme a la norma NMX-C-4 14< 35> , que son: cemento portland puzolánico (CPP), cemento
portland con escoria granulada de alto horno (CPEG), cemento portland compuesto (CPC), cemento portland con humo de
Medidas de prevención
sílice (CPS) y cemento con escoria granulada de alto horno (CEO). Pero además, cuando se requiere emplear un cemento de
esta clase con la finalidad específica de proteger al concreto de una reacción álcali-agregado se debe especificar el requisito
correspondiente BRA. (ver 3 . 1 ,3 ,3). Nuevamente, procede hacer notar que este requisito está considerado para prevenir la
reacción álcali-sílice, pero no necesariamente la reacción álcali-carbonato.
El carácter reactivo con los álcalis en los agregados es una condición contingente cuya probabilidad de ocurrir depende
mucho de su ubicación geográfica, según se mostró en las Figs. 3 . 1 y 3 .2 para el caso de l a República Mexicana. (ver
3 . 1 .2.3 ). De acuerdo con ello, en las regiones con alta probabilidad de ocurrencia debe ser un requisito indispensable verifi
car esta característica de los agregados en la etapa de indagaciones previas a la construcción de las obras, (4. 1 .2. 1 .h), en par
ticular cuando el concreto deba prestar servicio en condición húmeda. En las regiones con probabilidad baja o moderada,
esta precaución es recomendable en la construcción de obras hidráulicas y/o cuando se trate de agregados que se depositan
en el cauce de ríos cuyo origen se remonta a las regiones de alta probabilidad.
El proceso para verificar la reactividad de los agregados con los álcalis se describe más adelante (4. 1 5 .2). Como ahí-se
indica, en primer término debe efectuarse el examen petrográfico (NMX-C-265 <14 1 > / ASTM C 295 o 42 > ) con objeto de dis
cernir si los agregados son inócuos o contienen rocas y minerales identificados como potencialmente reactivos con los ál
calis, y en caso afirmativo definir si son silíceos o carbonatados.
A partir de esta información deben seleccionarse las pruebas por realizar, cuya ejecución y obtención de resultados
requiere lapsos que pueden fluctuar entre una semana y un año. Es pertinente señalar que los resultados a corto plazo (3 me
ses inclusive) no suelen ser concluyentes en cuanto al grado de reactividad, por lo que un juicio definitivo acerca de éste en
agregados presuntamente reactivos solamente es confiable al cabo de 6 meses o un año, según la prueba de que se trate.
Tomando en cuenta lo anterior, es evidente la necesidad de verificar la reactividad de los agregados con suficiente an
ticipación al inicio de las obras, especialmente cuando no se tiene antecedentes del desempeño de los agregados en este as
pecto, tal como suele ocurrir en la construcción de presas de concreto y otras grandes estructuras hidráulicas en donde se
utilizan agregados "inéditos".
Cuando no se tuvo la precaución de actuar anticipadamente y se requiere iniciar la producción del concreto, lo proce
dente es efectuar de inmediato el examen petrográfico. Si de acuerdo con éste los agregados se identifican como potencial
mente reactivos con los álcalis, se debe actuar con prudencia considerándolos como reactivos, a fin de ejercer las medidas
preventivas que correspondan al utilizarlos en la elaboración del concreto.(4. 1 5 .4) . En tal caso resulta preferible aplicar una
"cura en salud" que correr el riesgo de una reacción deletérea irreversible que pueda llegar a inhabilitar la estructura.
La existencia de humedad en el interior del concreto es una condición necesaria aparentemente para el desarrollo y au
mento de volumen de los productos de la reacción álcali-agregado; incluso se ha dicho 043 > que la reacción se suspende
cuando la humedad relativa interna del concreto es menor de 80 por ciento. Esto sugiere la posibilidad de evitar que una re
acción en potencia alcance grado deletéreo, si se logra mantener el concreto permanentemente seco. Sin embargo, esta es
una medida cuya aplicación y eficacia son limitadas, pues hay casos en que es muy difícil conservar seco el concreto y otros
en que, aun permaneciendo aparentemente seca la estructura, subsiste suficiente agua interna original para que el concreto
se mantenga húmedo durante largo tiempo. No obstante, cuando es factible la protección del concreto contra la penetración
de agua externa, puede resultar un medio útil para aminorar el desarrollo de una potencial reacción de esta naturaleza y au
mentar la vida de servicio de una estructura en estas condiciones.
Capitulo 4
Los principales medios que se emplean para restringir la penetración de agua en las estructuras, son: 1 ) hacer el
concreto intrínsecamente menos permeable, 2) tomar medidas para evitar los agrietamientos y los defectos constructi
vos en general y 3) aplicar superficialmente a la estructura un recubrimiento de protección contra la humedad . En este
caso, para reducir la permeabilidad intrínseca del concreto, se dice que es preferible el uso de un material con propie
dades puzolánicas en vez de emplear una reducida relación agua/cemento, porque con ésta aumenta la concentración
de los álcalis en la solución de poro. <4 1 )
Los agrietamientos térmicos y por secado, y los defectos constructivos e n general que suelen afectar l a impermeabilidad
y estanqueidad de las estructuras, deben prevenirse conforme a lo expuesto en 3 . 1 .4, 4.5 . 1 y 4.5 .2. La aplicación de recu
brimientos superficiales para restringir la penetración de agua en el concreto, es un procedimiento que también se contem
pla para prevenir la corrosión del acero de refuerzo (4.7 .3.6) : con la salvedad, para la finalidad que ahora se trata, de optar
por un material de recubrimiento que además de inhibir la penetración del agua externa, permita la salida por evaporación
del agua interna.
Por lo que se refiere a la influencia de las condiciones ambientales en el desarrollo de esta reacción, cabe suponer que lo
calmente las más propicias son las que corresponden a la zona climática C (3.2. 1 .3) por su alto grado de humedad relativa y
elevada frecuencia de precipitación pluvial . Esta condición de humedad aunada a las altas temperaturas que ahí prevalecen,
constituyen un medio ambiente más favorable para la evolución de las potenciales reacciones álcali-agregado. Por tal con
sideración es recomendable poner especial cuidado en la prevención de estas reacciones en las estructuras hidráulicas de
concreto que se construyen en sitios donde coincide la zona climática C con las regiones donde hay mayor probabilidad de
encontrar agregados reactivos con los álcalis.(Figs. 3 . 1 y 3 .2).
Entre los factores de riesgo para que ocurra una reacción álcali-agregado, destaca el hecho de que los agregados sean re
activos; sin embargo, esta es una condición cuyos efectos dañinos pueden variar de acuerdo con aspectos intrínsecos de los
agregados tales como la naturaleza y proporción de las rocas y minerales reactivos que contienen y de aspectos extrínsecos
relativos a la alcalinidad de la solución de poro y la humedad del concreto. Debido a ello, no es dable anticipar el comporta
miento de agregados que sean potencialmente reactivos a menos que se les verifique experimentalmente, para lo cual exis
ten procedimientos y métodos de prueba normalizados.
En la Fig 4.5 se representa esquemáticamente el proceso que suele seguirse para verificar la reactivi dad de los agregados
con los álcalis en el concreto y las medidas que procede adoptar en las sucesivas etapas del proceso, en función de los resul
tados parciales que se obtienen y del riesgo que implica su utilización anticipada antes de obtener resultados definitivos.
Conforme a este proceso, en primer término debe llevarse a cabo el examen petrográfico de los agregados (NMX C-
265 04 1)/ASTM C 295 o42 > ) con objeto de establecer si existen componentes que puedan reaccionar con los álcalis. Si el re
sultado es negativo, los agregados se identifican como inocuos porque el riesgo de una reacción es nulo y en consecuencia
pueden utilizarse sin restricciones por este concepto. Si por el contrario el resultado es positivo, procede tomar en cuenta si
la estructura va a permanecer seca o húmeda, pues en condición seca el riesgo es comparativamente menor. Así, en caso de
requerirse el uso anticipado de los agregados en esta etapa, el riesgo en condición seca puede prevenirse con medidas
moderadas, mientras que en condición húmeda se requieren medidas preventivas más enérgicas. (4. 1 5 . 3 y 4. 1 5 .4).
Para continuar con el proceso de verificación, es necesario distinguir entre los componentes reactivos que son de
carácter silíceo y los que son carbonatados, pues en cada caso se aplican pruebas y criterios diferentes para evaluar su grado
de reactividad.
Medidas de prevención
1 ASTM C 5 8 6
@4-·
e xpansión e n m o rtero
A STM C 2 2 7
1
< 0 . 02 ) �·� � 0 . 0 2 5 %) � G)
A 3 m eses
A un Afio
< 0 . 05 % 2: 0 . 0 5 %
< 0 . 03 0 % 2: 0 . 0 3 0%1
et A 6 m eses
et
< 0 . 1 0% ?.: 0 . 1 0%1 �··
S l M BOLOGlA
J, J, · U so de los agregados
Fig 4.5 Proceso experimental de verificación de reactividad con los álcalis de los agregados silíceos y carbonatados
1 23
Manuel Mena Ferrer
g
1mcyc
Capitulo 4
En presencia de rocas y minerales silíceos identificados como potencialmente reactivos con los álcalis debe iniciarse el
4
proceso de verificación con la prueba química rápida (NMX- é -27 1 044)/ASTM C 239 < 1 5 )) que en menos de una semana
permite clasificar los agregados en tres categorías: no reactivos, potencialmente deletéreos o deletéreos. Si se requiere el
uso anticipado de los agregados, los no reactivos conviene utilizarlos con un mínimo de medidas preventivas (4. 1 5 .4. 1 ) en
consideración al antecedente de su clasificación petrográfica, en tanto que con los potencialmente deletéreos o deletéreos
deben emplearse medidas preventivas completas para alto riesgo.(4. 1 5 .4.3).
Independientemente de lo anterior, los clasificados químicamente como potencialmente deletéreos o deletéreos deben
someterse a pruebas adicionales para determinar su grado de reactividad. Para esta finalidad se dispone de tres métodos de
prueba que miden y evalúan los efectos expansivos de la reacción a diferentes plazos: el método ASTM C 1 260 <14 6) a 1 6 días,
4
el método ASTM C 227 047) ) a 3 y 6 meses y el método ASTM C 1 293 0 3 > a un año.
Tomando en cuenta los tiempos requeridos en estas pruebas para la obtención de resultados, se estima conveniente
iniciarlas simultáneamente a partir del conocimiento que proporciona la prueba química rápida, en vez de hacerlo en forma
escalonada, con lo cual se gana tiempo en caso de tener que esperar por los resultados a largo plazo (6 meses o un año).
Cuando en la prueba acelerada de corto plaro con especímenes de mortero (ASTM C 1 260) la expansión determinada a
1 6 días es menor de 0. 1 0 %, puede considerarse que los agregados son de baj a reactividad, y si se requiere utilizarlos en ese
momento es prudente adoptar medidas preventivas moderadas (4. 1 5 .4.2), dado que se trata de una prueba acelerada y que
los agregados fueron clasificados previamente como potencialmente deletéreos o deletéreos en la prueba química. Si en
caso contrario la expansión acelerada fuera igual o mayor a 0. 1 O %, esto confirmaría el carácter reactivo de los agregados y
para emplearlos en tal momento sería necesario continuar empleando provisionalmente medidas preventivas de alto
riesgo.(4. 1 5 .4.3). En caso de no requerirse el uso inmediato de los agregados, procede esperar los resultados de las pruebas
subsecuentes a fin de tomar decisiones definitivas.
La prueba consecutiva de mediano plazo (ASTM C 227) también se efectúa en especimenes de mortero y las expan
siones registradas se evalúan a 3 y 6 meses de edad, si bien el dato más confiable es el que se obtiene a 6 meses. Si la expan
sión a esta edad (6 meses) es menor de 0. 1 0 %, se le puede suponer como indicio de baj a reactividad en los agregados; en tal
caso, si los agregados ya se están utilizando con medidas preventivas completas de alto riesgo, es posible reducirlas al nivel
de bajo riesgo (4. 1 5 .4. 1 ). De otro modo si la expansión a 6 meses resultara mayor de 0. 1 0 %, esto supondría confirmar el
carácter reactivo de los agregados (previamente establecido en la prueba acelerada) y haría necesario continuar la aplica
ción de medidas preventivas de alto riesgo al utilizarlos.(4. 1 5 .4.3). En cualquier caso, conviene ratificar o rectificar estas
decisiones con los resultados de la prueba a largo plazo (un año) debido a que hay rocas y minerales silíceos cuya reacción
con los álcalis evoluciona lentamente. < 1 0>
Por último, la prueba de expansión de largo plazo en especímenes de concreto (ASTM C 1 293) es conceptuada como la
más confiable de las pruebas ASTM propuestas para evaluar la reacción álcali-sílice. < 10> Por tal motivo, las expansiones
que se obtienen en esta prueba a un año de edad suelen aplicarse como elementos de j uicio para ratificar o rectificar las
evaluaciones y decisiones resultantes de las pruebas precedentes. Así, cuando la expansión a un año es menor de 0.04 %, es
posible considerar definitivamente que los agregados sujetos a esta prueba son no-reactivos o de baj a reactividad; sin em
bargo, tomando en cuenta los antecedentes petrográficos y químicos no se les puede suponer completamente inócuos, de
manera que es recomendable utilizarlos con las medidas preventivas mínimas de bajo riesgo (4. 1 5 .4. 1 ). Por otra parte,
cuando la expansión obtenida a un año resulta igual o mayor que 0.04 %, se debe admitir como una confirmación del
carácter reactivo de los agregados y en consecuencia se deben ejercer permanentemente las medidas preventivas máximas
de alto riesgo.(4. 1 5 .4.3).
Medidas de prevención
El proceso para verificar la reactividad de las rocas carbonatadas se inicia (como en el caso de las rocas y minerales
silíceos) a partir de que en el examen petrográfico (NMX-C-265 04 l )/ASTM C 295 <142 ) ) se las identifica como potencial
mente reactivas con los álcalis. Para este proceso de verificación se dispone normalmente de dos procedimientos de prueba:
1 ) los métodos NMX-C-272 o49)¡ASTM C 586 ° 50) en especímenes de roca, cuyos primeros resultados se obtienen a 28 días,
y 2) el método ASTM C 1 1 05 < 1 5 1 ) en especímenes de concreto, con el cual se obtienen resultados a 3 , 6 y 1 2 meses. Debido
a que los resultados de la primera prueba suelen conjugarse con los de la segunda, lo recomendable es iniciar ambas pruebas
al mismo tiempo tal como se indica en el cuadro de la Fig 4.5 .
Los resultados de la prueba de expansión en especímenes de roca (NMXC-272/ASTM C 586) no suelen considerarse
definitivos sino más bien como apoyo de los que se obtienen posteriormente en la prueba de expansión en especímenes de
concreto (ASTM C 1 1 05), en la cual coviene utilizar los agregados en cuestión conj untamente conel cemento de uso pre
visto. Los datos de expansión en roca se determinan a edades de 28, 56 y 1 1 2 días, y se confirma que la roca es potencial
mente reactiva cuando dicha expansión excede de 0. 1 O % a cualquiera de estas edades; sin embargo cuando la expansión no
rebasa este limite no hay certeza de que la roca sea inócua pues debe esperarse los resultados de la prueba de expansión en
concreto para ratificarlo. Entretanto, si se requiere emplear los agregados, deben aplicarse media preventivas según la es
cala de expansiones conjugadas que se incluye más adelante (Tabla 4.25).
De acuerdo con el estado actual del conocimiento de esta reacción, <41 ) la prueba de expansión en especímenes de con
creto (ASTM C 1 1 05) es el medio más confiable para verificar el grado de reactividad con los álcalis de las rocas carbonata
das. En esta prueba se busca reproducir por anticipado el concreto que se espera emplear en obra, con los agregados en
cuestión y el cemento de uso probable, para lo cual conviene ensayar varios cementos a fin de optar por el que permita obte
ner una expansión no riesgosa.
Para evaluar los resultados de esta prueba, se admite que el grado de reactividad no es detrimental cuando las,
expansiones determinadas son menores de 0.0 1 5 % a 3 meses, 0.025 % a 6 meses y 0.030 % a un año, considerando como
datos más confiables los que se obtienen a 6 meses y un año. No obstante, para hacer una evaluación más completa es
conveniente tomar en cuenta los resultados de la prueba de expansión en especímenes de roca (ASTM C 586) conforme al
criterio de interpretación conj unta de ambas pruebas que se indica en la Tabla 4.25 .
Capítulo 4
Tabla 4.25 Criterio para evaluar conjuntamente los resultados de las pruebas de
reactividad álcali-carbonato en especímenes de roca y de concreto.
Expansiones determinadas
En roca En concreto Interpretación e inferencias
(ASTM C 5 86) (ASTM C 1 1 05)
Baja: La roca se considera no reactiva con los
Baja:
menor de 0.025% álcalis en grado detrimental . Se puede
menor de 0. 1 0 %
a 6 meses, aceptar su empleo con un mínimo de
a 1 1 2 días
y/o de 0.030 % a un año medidas preventivas. (4. 1 5 .4.2)
La roca es aparentemente reactiva, pero
Baj a: con el cemento ensayado se limitó la
Alta:
menor de 0.025 % expansión del concreto a un grado no
mayor de 0. 1 0 %
a 6 meses, detrimental. Los agregados se deben
a 1 1 2 días
y/o de 0.030 % a un año emplear con este cemento
específicamente. (4. 1 5 .4.2)
La roca produjo expansiones detrimenta-
Alta: les en el concreto, que el cemento
Alta o baja, mayor de 0.025 % ensayado no alcanzó a moderar. Su
indistintamente a 6 meses, empleo requiere pruebas con otro
y/o de 0.030 % a un año cemento, o bien el uso de estrictas
medidas preventivas. (4. 1 5 .4.2)
En consideración a ello, en el cuadro de la Fig 4.5 se contemplaron niveles de riesgo con sus correspondientes medidas
preventivas propuestas. Es pertinente hacer notar que el riesgo de una reacción álcali-agregado solamente se considera nulo
cuando el examen petrográfico define que los agregados son inócuos, es decir, que no contienen componentes reactivos con
los álcalis. De no ser así, y los agregados se identifican petrográficamente como potencialmente reactivos, siempre hay un
riesgo variable de que reaccionen con los álcalis por di versas causas, entre las que cabe mencionar; 1 ) la variabilidad de los
componentes reactivos en el banco o cantera, 2) la influencia de esta variación en la proporción de material reactivo en los
agregados y su correspondiente grado de reactividad, 3) la ocasional falta de representatividad de las muestras que se en
sayan en el laboratorio, 4) la inseguridad de poder mantener un determinado contenido máximo de álcalis en el concreto en
el curso de su producción, 5) la incertidumbre acerca del estado de humedad del concreto durante toda su vida de servicio,
6) el impredecible comportamiento de ciertas rocas y minerales en contacto con los álcalis a lo largo del tiempo.
- Medidas de prevención
Tomando en cuenta lo anterior, se j ustifica actuar conservadoramente considerando siempre el ejercicio de medidas
preventivas, aunque en función del nivel de riesgo cuya gradación se define y caracteriza en la Tabla 4.26.
Tabla 4.26 Caracterización de los niveles de riesgo para que se produzca una reacción
álcali-agregado en el concreto.
Grado de riesgo Condiciones y características
Los agregados, tanto silíceos como carbonatados, se identifican petrográficamente
(0) como no reactivos con los álcalis (inócuos). E l concreto puede operar indistinta
Nulo mente en condición seca o húmeda. No se requieren medidas preventivas contra la
reacción álcali-agregado.
Los agregados se identifican petrográficamente como potencialmente reactivos con
los álcalis, pero en la prueba química (silíceos) resultan no reactivos y/o en las prue
(1)
bas a 6 meses y un año (silíceos) y a un año (carbonatados) producen expansiones re
Bajo
ducidas. En previsión de las incertidumbres propias de estas pruebas y de la humedad
del concreto en servicio, se requiere la aplicación de medidas preventivas mínimas.
Los agregados identificados como potencialmente reactivos requieren emplearse an
ticipadamente para concreto en condición seca; o bien producen expansiones reduci
(2)
das en las pruebas a 1 6 días y 3 meses (silíceos) y a 28 días, 3 y 6 meses
Mediano
(carbonatados). Se requieren medidas preventivas moderadas en previsión de eleva
das expansiones a largo plazo.
Los agregados identificados como potencialmente reactivos requieren emplearse an
ticipadamente para concreto en condición húmeda; o bien producen expansiones ex
(3)
cesivas en todas las pruebas a corto, mediano y largo plazo.
Alto
Se requieren máximas medidas preventivas (silíceos y carbonatados) para evitar una
reacción en grado deletéreo.
En ambos casos aunque el riesgo de una reacción deletérea sea bajo, es conveniente tomar una precaución mínima de
bido al antecedente de la identificación petrográfica de los agregados y a la condición húmeda en que puede operar el con
creto. Dicha precaución mínima consiste en utilizar un cemento portland mezclado, hecho con clinker portland y un
componente puzolánico de buena calidad certificada, cuyo índice de actividad puzolánica a 28 días satisfaga los requisitos
Capitulo 4
de la Norma Mexicana NMX-C-4 1 4, ya se trate de escoria granulada de alta horno, humo de sílice o puzolana natural o in
dustrial. Es decir, puede ser un cemento CPEG, CPS o CPP, sin que necesariamente deba cumplir con el requisito especial
BRA (3 . 1 ,3,3).
Con la medida anterior se pretende incorporar al concreto un componente puzolánico que sea eficaz para reaccionar con
el hidróxido de calcio derivado de la hidratación del cemento, a fin de reducir la alcalinidad de la solución de poro del con
creto y su consecuente disposición para propiciar una reacción del tipo álcali-sílice, tal como se indicó en 4. 1 5 . 1 . 1 .b.
Como también se muestra en la Fig 4.5, hay dos casos en que se dan condiciones que representan un moderado riesgo a>
para que se produzca una reacción deletérea álcali-sílice: 1 ) cuando en el examen petrógráfico se identifica a los agregados
como potencialmente reactivos con los álcalis, pero se requiere utilizarlos anticipadamente en la construcción de una es
tructura que debe prestar servicio en condición seca, y 2) cuando en la verificación experimental de dichos agregados se
obtienen expansiones reducidas a corto plazo: menos de 0. 1 O % a 1 6 días en la prueba acelerada de mortero (A5TM C 1 260)
y/o menos de 0.05 % a 3 meses en la prueba normal de mortero (ASTM C 227).
Las razones para considerar que en estas condiciones existe cierto riesgo para que se produzca una expansión deletérea
se fundan en el antecedente de la identificación petrográfica de los agregados, aunque con diferentes motivaciones en los
dos casos. En el primero porque siempre hay la posibilidad de humedad interna en el concreto en servicio, ya sea por rema
nentes del agua original de mezclado o por un imprevisto humedecimiento de la estructura. En el segundo porque hay rocas
y minerales silíceos cuya reacción con los álcalis evolucíona lentamente, de modo que una reducida expansión a corto plazo
no siempre excluye la posibilidad de una expansión detrimental posteriormente. Como consecuencia, las medidas preventi
vas aplicables también pueden diferir de uno a otro caso.
En el primer caso en que supuestamente la estructura debe permanecer seca, las medidas que conviene aplicar conjunta
mente son: 1 ) emplear un cemento portland mezclado CPP, CPEG o CPS, cuyo componente secundario (puzolana, escoria
granulada de alto horno o humo de sílice) posea una actividad puzolánica que cumpla con la norma NMX-C-4 14, 2) utilizar
en la elaboración del concreto un aditivo reductor de agua con el fin de abatir el consumo unitario de agua de mezclado, y 3)
si existe la posibilidad de un eventual humedecimiento de la estructura en servicio, se le debe aplicar una barrera de protec
ción contra la humedad o el ingreso de agua externa. (Ver ACI 5 1 5 . l R) <6 1 >
En el segundo caso, que contempla abiertamente condiciones húmedas de servicio para el concreto en la estructura, lo
recomendable es utilizar un cemento portland mezclado (CPP, CPEG o CPS) incluyendo el requisito especial de baja reac
tividad álcali-agregado (BRA). Además, como medida de respaldo al desempeño del cemento en este aspecto, debe
requerirse del fabricante un certificado que avale el cumplimiento del requisito especial B RA conforme a la Norma Mexi
cana NMX-C4 14. <35>
Medidas de prevención
En los dos primeros casos, las medidas preventivas se ejercen provisionalmente hasta en tanto se ratifica o rectifica el
carácter reactivo de los agregados por los resultados de las pruebas a mediano y largo plazo. Si en éstas se obtienen expan-
siones reducidas procede rectificar substituyendo las medidas preventivas de alto riesgo ® por las de bajo riesgo CD . De lo
contrario, si las expansiones a mediano y largo plazo resultan elevadas se ratifica el carácter reactivo de los agregados y se
confirma la aplicación de las medidas preventivas de alto riesgo ® de manera definitiva.
Dado que entre las condiciones que definen el nivel de alto riesgo está comprendida inevitablemente la operación del
concreto en estado húmedo, sólo procede considerar como medida preventiva la reducción de la reactividad de la solución
de poro con las rocas y minerales silíceos reactivos. Para esta finalidad se dispone normalmente de dos medios, cuyo em
pleo suele ser alternativo: 1 ) incorporar al concreto un componente puzolánico calificado, o 2) limitar la cantidad de álcalis
en el concreto, en función de los contenidos individuales de sus componentes.
Opción puzolánica
En el medio local, esta opción sólo es posible ejercerla actualmente por conducto del cemento. De tal modo, al optar por
ella, procede utilizar un cemento portland mezclado ya sea con una puzolana (CPP), con escoria granulada de alto horno
(CPEG) a con humo de sílice (CPS) . Además, al adquirir cualquiera de estas clases de cemento, debe especificarse el
requisito especial de baj a reactividad álcali-agregado (BRA) cuyo cumplimiento debe ser respaldado por un certificado de
desempeño emitido por el fabricante del cemento. A pedimento del usuario del cemento, y previo acuerdo con el fabricante,
debe actualizarse la certificación del requisito especial BRA en el cemento requerido, mediante la prueba prevista en la
Norma Mexicana NMX-C-4 1 4 (NMX-C- 1 80 <5 2) /ASTM C 44 1 ) o 5 3) con resultados a 1 4 y 56 días.
En la construcción de grandes obras hidráulicas, cuyo concreto se acostumbra estudiar con anticipación, es re
comendable llevar a cabo la prueba de expansión en concreto (ASTM C 1 293)0 48) utilizando los agregados de la obra (su
puestamente silíceos y reactivos) en combinación con varios cementos portland mezclados de uso probable, a fin de optar
por el que exhiba mejor desempeño a un año de edad. Esta prueba debe programarse oportunamente como parte del proceso
verificativo de la reactividad de los agregados, conforme al cuadro esquemático de la Fig 4.5.
P ara ejercer esta medida en el medio local, procedería requerir un cemento portland ordinario (CPO) con el requisito espe
cial de baj a reactividad álcali- agregado (BRA), cuyo desempeño en este aspecto se verifica, según la norma N11X-C-
4 1 4, m e d i a n t e l a p r u e b a d e e x p a n s i ó n N M X C - 1 8 0 < 1 5 2 ) ( A S T M C - 4 4 1 ° 5 3 ) ) ; e s d e c i r ,
no existe el compromiso específico de proveer un cemento CPO/BRA de bajos álcalis. En principio, esta omisión puede no
ser trascendental salvo cuando se requiere cuantificar la cantidad de álcalis que ingresan al concreto por conducto de todos
sus componentes que como se ha dicho (4. 1 5 . 1 . 1 .a) se limita en ciertas especificaciones0 40) a un máximo de 3 Kg de álcalis
por metro cúbico de concreto.
Por lo anterior, cuando se opta por la limitación de álcalis para inhibir una reacción álcali-sílice de alto riesgo, son re
comendables las siguientes previsiones: 1 ) especificar un cemento portland ordinario (CPO) con el requisito especial de
baja reactividad álcali-agregado (BRA), 2) solicitar al fabricante un certificado actualizado del cumplimiento del requisito
BRA e información acerca del contenido de álcalis(Na20, K20 y totales como Na20) en el cemento CPO/BRA propuesto, y
Capitulo 4
3) cuantificar la cantidad de álcalis que ingresan al concreto por conducto del cemento en función de su contenido de álcalis
y su consumo unitario.
Si esta última cantidad es mayor de 2.0 kg de álcalis por m 3 de concreto, es necesario determinar el contenido de álcalis
en cada uno de los otros componentes (agregados, agua, aditivos) a fin de cuantificar las cantidades que pueden aportar al
concreto de acuerdo con sus respectivos consumos unitarios en la mezcla. Es recomendable que la suma de los álcalis apor
tados por el cemento más los que puedan aportar los otros componentes, no exceda de 2.5 Kg. por m 3 de concreto. Cuando la
evaluación indique una cantidad mayor, debe procederse a hacer los cambios y aj ustes necesarios en los componentes y/o
en sus consumos unitaríos con objeto de mantener el total de álcalis que ingresan al concreto por debajo de dicho límite.
Como en el caso de los cementos portland mezclados, al optar por el uso de un cemento portland ordinario CPO/BRA para
prevenir una potencial reacción álcali-sílice en la construcción de estructuras hidráulicas, es también recomendable efectuar
anticipadamente la prueba de expansión en concreto con los agregados de la obra por el método ASTM C 1 293, empleando
varios cementos CPO/BRA de uso probable con el fin de seleccionar el que produzca resultados más favorables a un año.
La Especificación ASTM C 3 3 < 10> recomienda no emplear agregados carbonatados que sean potencialmente reactivos
con los álcalis, a menos que se utilicen medidas de probada eficacia para inhibir o mitigar los efectos de la reacción álcali
carbonato; además, reconoce que las puzolanas generalmente no son efectivas para controlar este tipo de reacción. Por otra
parte procede recordar (3 . 1 .3 .3) que los cementos locales designados como de baj a reactividad álcali-agregado (BRA)
están previstos para controlar la reacción álcali-sílice pero no necesariamente la reacción álcali-carbonato.
Como se observa en la Fig 4.5, el riesgo nulo @ de una reacción álcali-carbonato sólo se considera cuando el examen
petrográfico determina que los agregados no contienen rocas carbonatadas potencialmente reactivas con los álcalis, en
cuyo caso se les identifica como inócuos y su empleo en el concreto no requiere el uso de medidas preventivas por este con
cepto. En caso de no ocurrir así y se detecta petrográficamente la existencia de rocas carbonatadas potencialmente reacti
vas, procede llevar a cabo el proceso experimental de verificación que en la propia Fig 4.5 se esquemátiza. De igual modo
que con los agregados silíceos, en dicho proceso se contemplan tres niveles de riesgo (baj o CD , mediano � y alto @ ) y en
ningún caso se deja de considerar la posibilidad de un cierto riesgo cuando los agregados carbonatados se identifican como
potencialmente reactivos con los álcalis, por las razones previamente expuestas en 4. 1 5 . 3 .
· En presencia de rocas carbonatadas identificadas como potencialmente reactivas con los álcalis, la única condición de bajo
riesgo CD que se considera en la Fig 4.5 corresponde al caso en que se obtienen expansiones reducidas a un año de edad en la
prueba de expansión en concreto por el método ASTM C 1 1 05 os o En tal caso no se juzga prudente suponer que el riesgo de
una reacción sea nulo, debido al antecedente de la identificación petrográfica de los agregados y las contingencias que se enu
meraron en 4. 15.3.
Según lo señalado en 4. 1 5 .2.2, en esta prueba de expansión se trata de representar por anticipado el concreto de uso
probable en la obra, utilizando los agregados carbonatados en cuestión conjuntamente c0n varios cementos propuestos, a
fin de seleccionar el que produzca una expansión que sea aceptable (menor de 0.030 % a un año). Por consiguiente, la me
dida idónea para prevenir en este caso el riesgo de una reaccón deletérea álcali-carbonato, consiste precisamente en utilizar
el cemento o los cementos que en dicha prueba hayan producido expansiones admisibles a un año de edad.
Medidas de prevención
En el proceso verificativo de la Fig 4.5 hay tres casos señalados con riesgo mediano @ para que se produzca una reac
ción deletérea álcali-carbonato cuando los agregados carbonatados son potencialmente reactivos con los álcalis: 1 ) cuando
el concreto supuestamente debe prestar servicio en condición seca, 2) cuando los agregados producen expansiones reduci
das (menores de 0, 1 0 %) a 28, 56 y 1 1 2 días de edad en la prueba de expansión en roca por el método NMX-C-272
<1 49) (ASTM C 5 86) o 5o) y 3) cuando los agregados producen expansiones reducidas a 3 meses (menos de 0.0 1 5 %) y/o a 6
meses (menos de 0.025 %) en la prueba de expansión en concreto por el método ASTM C 1 1 05 ° 5 1 )
En e l primer caso e l riesgo se produce cuando s e pretende utilizar anticipadamente los agregados, sin conocer aun s u de
sempeño reactivo experimental, suponiendo que el concreto debe permanecer en condición seca lo cual no siempre puede
asegurarse que suceda a lo largo de la vida de servicio de las estructuras. En el segundo y tercer casos, el riesgo deriva de que
con algunos agregados las expansiones reducidas a corto y mediano plazo (hasta 6 meses) pueden modificarse y resultar ex
cedidas a largo plazo (un año o más) máxime cuando se espera que el concreto opere en estado húmedo.
Para prevenir el riesgo en e l primer caso, es recomendable no utilizar los agregados de inmediato sino esperarse a obte
ner resultados de expansión en roca hasta los 1 1 2 días (ASTM C 586) y en concreto a los 3 meses cuando menos (ASTM C
1 105). Con base en estos resultados puede definirse si es necesario emplear las medidas preventivas de mediano riesgo (?)
o de alto riesgo ® .
Las medidas de prevención que se recomiendan para las condiciones de mediano riesgo @ que se identifican con la ob
tención de expansiones reducidas en roca a 1 1 2 días y en concreto a 3 meses (o incluso 6 meses) consisten en: 1 ) utilizar el
mismo cemento con el cual se obtuvo una expansión reducida en la prueba de concreto ASTM C 1 1 05, y 2) limitar el ta
maño máximo de la grava en el concreto de l a obra a una dimensión no mayor de 20 mm (3/4"). Es pertinente señalar que, a
diferencia de las de alto riesgo ® ambas medidas son relativamente fáciles de poner en práctica.
Las condiciones de alto riesgo ® para que se produzca una reacción deletérea álcali-carbonato, se presentan en los
siguientes casos a partir de que los agregados se identifican petrográficamente como potencialmente reactivos con los ál
calis (Fig 4.5): 1 ) cuando se pretende utilizarlos de inmediato para elaborar concreto que debe prestar servicio en estado
húmedo, 2) cuando en la prueba de expansión en roca (NMX-C-272/ASTM C 586) se obtienen elevadas expansiones (más
de 0. 1 O % ) a 28, 56 o 1 1 2 días y se requiere utilizar los agregados en esa etapa del proceso de verificación experimental, y 3)
cuando en la prueba de expansión en concreto (ASTM C 1 1 05) se registran expansiones excesivas a 3 meses (más de 0.0 1 5
% ), y/o a 6 meses (más d e 0.025 % ) y/o a un año (más d e 0.030 % ) .
A continuación se describen y comentan las medidas de prevención que en la actualidad suele recomendarse para miti
gar los efectos deletéreos de una reacción álcali-carbonato en condiciones de alto riesgo para que se produzca
En los agregados
La primera medida recomendable en condiciones de alto riesgo ® es no utilizar agregados carbonatados que sean pro
badamente reactivos con los álcalis empleando otros que no lo sean. S i este reemplazo no es factible, procede optar por la
ejecución de las siguientes acciones< 10) : 1 ) explotar selectivamente el banco o cantera, definiendo con la ayuda de un pe
trógrafo zonas que no contengan, o que su contenido sea mínimo, de rocas reactivas, 2) mezclar los agregados reactivos con
otros no reactivos, a modo que el componente reactivo represente menos del 20 % del agregado total, y 3) limitar el tamaño
máximo de la grava en la mezcla de concreto a no más de 20 mm (3/4"). Es tas medidas deben complementarse con el uso de
un cemento apropiado, según se indica enseguida.
Capitulo 4
En el cemento
Se ha dicho que los materiales puzolánicos de toda índole no suelen ser efectivos para mitigar los efectos de la reacción
álcali-carbonato <4 0 y que el medio más eficaz consiste en reducir sustancialmente la cantidad de álcalis que aporta el cemento,
limitando su contenido de álcalis totales a un valor tan bajo como 0.40 %. <1 39> Por tales conceptos, para la condición de alto
riesgo ® lo procedente como medida preventiva en este aspecto es utilizar un cemento portland simple (CPO) con la carac
terística especial de que su contenido de álcalis totales, expresados como Na20, no exceda de 0.40 %. Dado que se trata de un
requerimiento no contemplado en la Norma Mexicana NMX-C-4 14 que rige los cementos nacionales, se hace necesario un
acuerdo específico entre el consumidor y el fabricante para el suministro de un cemento con esta característica.
El hecho de que prácticamente todas las medidas preventivas recomendadas para la condición de alto riesgo ® , tanto .
en los agregados como en el cemento, pueden generar un importante sobrecosto en el concreto, constituye un argumento a
favor de buscar otras opciones para el suministro de los agregados que en otras circunstancias tal vez no serían costeables.
Medidas de prevenci n
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