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¿De qué formas dicen el espíritu y la novia

"¡Ven!? (Rev.22:17)

Una invitación para todos

En el último libro de la Biblia se describe “un río


de agua de vida, claro como el cristal, que fluía
desde el trono de Dios y del Cordero” (Revelación
[Apocalipsis] 22:1). La corriente de agua de este
río simboliza las dádivas que finalmente elevarán
a la humanidad al estado perfecto que Adán y
Eva tuvieron.

Después de describir este río, se hace la siguiente


invitación: “Cualquiera que tenga sed, venga;
cualquiera que desee, tome gratis el agua de la
vida” (Revelación 22:17). En la actualidad se está
llevando esta afectuosa invitación a todos los
habitantes de la Tierra. En más de doscientos
treinta y cinco países y territorios, los testigos de
Jehová dedican anualmente más de 1.000
millones de horas a ayudar a la gente a tomar el
agua del conocimiento bíblico que da vida.

Y usted, ¿siente sed del agua de vida? Aprender


sobre las provisiones de nuestro Creador y
aprovecharse de ellas es, por así decirlo, como
beber de esta agua pura y cristalina. Si así lo
hace, usted también puede hallarse entre los que
están “atesorando para sí con seguridad un
fundamento excelente para el futuro, para que
logren asirse firmemente de la vida que
realmente lo es” (1 Timoteo 6:19).

El poder de la Biblia para limpiar

Los israelitas sobresalían por su limpieza física,


pues bañarse y lavarse era una práctica habitual
entre ellos. Por ejemplo, tenían la costumbre de
lavarse los pies al entrar en una casa para comer
(Lucas 7:44). Además de mantener limpios sus
cuerpos y pertenencias, usaban el agua para
mantenerse limpios en sentido ceremonial. Así,
los sacerdotes que oficiaban en el tabernáculo
tenían que lavarse ellos y lavar sus prendas a
menudo (Éxodo 30:18-21). Más tarde, Salomón
construyó en el templo de Jerusalén un enorme
recipiente de cobre —llamado “mar fundido”—
que normalmente contenía unos 44.000 litros
(11.500 galones) de agua, cantidad suficiente
para cumplir con lo que exigía la Ley de Dios al
respecto (2 Crónicas 4:2, 6). Ahora bien, ¿qué
significado tiene aquel uso del agua para los
cristianos hoy día?

Lucas 7:44 “Con eso, se volvió a la mujer y dijo


a Simón: “¿Contemplas a esta mujer? Entré en tu
casa; no me diste agua para los pies. Pero esta
mujer me ha mojado los pies con sus lágrimas y
los ha enjugado con sus cabellos.”

Éxodo 30:18-21 ““Tienes que hacer una fuente


de cobre y su base de cobre para el lavado, y
tienes que ponerla entre la tienda de reunión y el
altar y poner agua en ella. Y Aarón y sus hijos
tienen que lavarse las manos y los pies allí.
Cuando entren en la tienda de reunión se lavarán
con agua para que no mueran, o cuando se
acerquen al altar para ministrar, a fin de hacer
humear una ofrenda hecha por fuego a Jehová. Y
tienen que lavarse las manos y los pies para que
no mueran, y esto tiene que servirles de
disposición reglamentaria hasta tiempo
indefinido, a él y a su prole durante todas sus
generaciones”.”

2 Crónicas 4:2 “Y procedió a hacer el mar


fundido de diez codos de un borde hasta su otro
borde, circular todo en derredor; y su altura era
de cinco codos, y se requería una cuerda de
treinta codos para rodearlo todo en derredor.”

2 Crónicas 4:6 “Además, hizo diez fuentes, y


puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda,
para lavar en ellas. En ellas enjuagaban las cosas
que tenían que ver con las ofrendas quemadas.
Pero el mar era para que los sacerdotes se
lavaran en él.”

El apóstol Pablo explicó que Jesús había


limpiado a la congregación cristiana “con el baño
de agua por medio de la palabra”. Así como el
agua limpia, o purifica, físicamente, la verdad de
la Palabra de Dios tiene el poder de purificar en
sentido moral y espiritual. Esta limpieza deja a
los discípulos de Cristo en una condición “santa y
sin tacha” (Efesios 5:25-27). Por consiguiente,
todos los que desean el favor de Dios deben
permanecer “inmaculados y sin tacha”, tanto
moral como espiritualmente (2 Pedro 3:11, 14).
¿Cómo les ayuda la Palabra de Dios a lograrlo?

Efesios 5:25-27 “Esposos, continúen amando a


sus esposas, tal como el Cristo también amó a la
congregación y se entregó por ella, para
santificarla, limpiándola con el baño de agua por
medio de la palabra, para presentarse él a sí
mismo la congregación en su esplendor, sin que
tenga mancha, ni arruga, ni ninguna de tales
cosas, sino que sea santa y sin tacha.”

2 Pedro 3:11 “Puesto que todas estas cosas así


han de ser disueltas, ¡qué clase de personas
deben ser ustedes en actos santos de conducta y
hechos de devoción piadosa,”

2 Pedro 3:14 “Por eso, amados, ya que están


esperando estas cosas, hagan lo sumo posible
para que finalmente él los halle inmaculados y
sin tacha y en paz.”

Pues bien, los que quieren agradar a Jehová Dios


beben del agua espiritual mediante su estudio
constante de la Biblia. Cuando el conocimiento
que van adquiriendo llega a su mente y corazón,
sienten un fuerte deseo de obedecer el siguiente
mandato: “Transfórmense rehaciendo su mente,
para que prueben para ustedes mismos lo que es
la buena y la acepta y la perfecta voluntad de
Dios” (Romanos 12:2).

El conocimiento exacto de la voluntad de Dios los


capacita para identificar manchas e
imperfecciones en su conducta y forma de
pensar. A medida que rigen su vida por los
principios bíblicos, la Palabra de Dios —como si
de agua se tratara— les permite ‘lavarse’ hasta de
pecados graves (1 Corintios 6:9-11).

1 Corintios 6:9-11 “¡Qué! ¿No saben que los


injustos no heredarán el reino de Dios? No se
extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni
adúlteros, ni hombres que se tienen para
propósitos contranaturales, ni hombres que se
acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas
dominadas por la avidez, ni borrachos, ni
injuriadores, ni los que practican extorsión
heredarán el reino de Dios. Y, sin embargo, eso
era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes
han sido lavados, pero ustedes han sido
santificados, pero ustedes han sido declarados
justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
y con el espíritu de nuestro Dios.”

El espíritu y la novia dicen: “¡Ven!”


10 Pero ¿por qué no se menciona a Dios ni al
Novio figurativo en Revelación 22:17? En primer
lugar, note que el versículo no dice quién está
haciendo que el espíritu actúe. Sin embargo, la
referencia a espíritu dirige nuestra atención a
Jehová Dios mismo. No se pone al Padre a un
lado, pues él es la mismísima Fuente de espíritu
santo. En segundo lugar, el Hijo coopera de lleno
con su Padre, pues él mismo dice: “El Hijo no
puede hacer ni una sola cosa por su propia
iniciativa, sino únicamente lo que ve hacer al
Padre”. (Juan 5:19.) Además, aunque esta
invitación es una expresión inspirada que
fundamentalmente viene de Jehová Dios, los
humanos pueden recibir dirección divina —o
“expresiones inspiradas”— mediante Jesucristo,
“la Palabra”. (Revelación 22:6; también 22:17,
Biblia con Referencias, nota; Juan 1:1.) Por eso,
apropiadamente asociamos a Cristo, el Novio,
con esta invitación. Sí, podemos estar seguros de
que tanto Jehová Dios, el Padre del Novio, como
Jesucristo, el Novio, dicen junto con “la novia”,
por espíritu santo: “¡Ven!”.

11 Por décadas la invitación: “¡Ven!” se ha


extendido a gente que está sedienta del “agua de
la vida”. Hasta allá en 1918 la clase de la novia
empezó a predicar un mensaje que se relacionaba
particularmente con los que quizás vivirían en la
Tierra. Fue el discurso público que llevó el título
de “Millones que ahora viven quizás nunca
mueran”. Este presentó la esperanza de que
muchos sobrevivirían al Armagedón y después
alcanzarían vida eterna en una Tierra paradisíaca
bajo el Reino Mesiánico de Dios. Pero aquel
mensaje no mostraba definitivamente cómo
alcanzar ese privilegio de sobrevivir, excepto por
justicia en general.

12 Para llegar a más personas con la invitación:


“¡Ven!”, en 1922 se proclamó el siguiente
mensaje a todos los que se interesaban en servir
a Dios: “Anuncien al Rey y su Reino”. En 1923 la
clase de la novia llegó a comprender que “las
ovejas” y “las cabras” de la parábola de Jesús en
Mateo 25:31-46 se manifiestan antes del
Armagedón. Entonces, en 1929, el número del 15
de marzo de La Atalaya en inglés presentó el
artículo: “Una bondadosa invitación”. Su texto
temático fue Revelación 22:17, y destacó la
responsabilidad de la clase de la novia de
extender la invitación: “¡Ven!” (páginas 87-89).

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