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Miguel ngel y las

pinturas de la bóveda
Svctina SEGUNDA PARTE

En menos de cuatro años, Miguel Ángel pintó, casi


en solitario, una bóveda de mil metros cuadrados
con trescientas figuras llenas de color y tensión.
Hoy está considerada como la obra cumbre de la
pintura universal
VÍCTOR NIETO ALCAIDE dimensiones (más de 1.000 m2)- A pesar de la La Creación de Adán,
Catedrático de Historia del Arte, UNED envergadura de la obra, en la que se representa- por Miguel Ángel.
ron unas trescientas figuras, Miguel Ángel realizó Situada en el centro
la obra en un breve plazo de tiempo, entre el 10

L
OS SUCESIVOS CICLOS DE PINTURAS de la bóveda, esta
realizados en la Capilla Sixtina constitu- de mayo de 1508, en que firma el contrato -aun- imagen es,
yen ejemplos paradigmáticos de la evolu- que el proceso de ejecución no se iniciaría hasta probablemente, la
ción de la pintura del Renacimiento. Des- finales de ese año o principios del siguiente-, y el más conocida de
pués de la primera serie de pinturas aplicadas en 31 de octubre de 1512, en que se da por^con- toda la obra pictórica
la paredes de la Capilla, el Papa Julio II (Giuliano cluida la obra. Poco después de que Miguel Ángel de Miguel Ángel.
della Rovere) encargó a Miguel Ángel (1575- comenzase la obra, Rafael iniciaba la decoración
1564) la decoración de la bóveda, los tímpanos de las Estancias Vaticanas que completaba el
sobre las ventanas, los lunetos y las pechinas de programa de pinturas impulsado por Julio II y
los ángulos. que convertiría a Roma en un centro pictórico
De los tres ciclos de pinturas murales de la privilegiado^.
Capilla éste fue el más ambicioso y de mayores Miguel Ángel, cuando recibió el encargo oficial
Bóveda de la Capilla Sixtina
1. David y Goliat 11. La Tentación y Expulsión 19. La Creación de los astros y
2. El profeta Zacarías del Paraíso la Creación de las plantas
3. Judit y Holofernes 12. El profeta Ezequiel 20. El profeta Jeremías
4. El profeta Joel 13. La Creación de Eva 21. La separación de la luz y
5. La embriaguez de Noé 14. La Sibila Cumana las tinieblas
6. La Sibila Deifica 15. La Creación de Eva 22. La Sibila Líbica
7. El Diluvio Universal 16. La Sibila de Pérsica 23. El castigo de Aman
8. La Sibila Eritrea 17. La separación de las aguas 24. El profeta Joñas
9. El sacrificio de Noé y el firmamento 25. La serpiente de bronce
10. El profeta Isaías 18. El profeta Daniel 26. Los antepasados de Jesús

de realizar estas pinturas era un joven escultor un elevado prestigio como la Piedad (Roma, Basí-
que ya contaba con una notable reputación. Des- lica de San Pedro), de 1498-99, o La Virgen con el
pués de hacer esculturas de juventud tales como Niño (Brujas, Notre-Dame), de 1498-1501, o el
la Madonna della scala (Florencia, Casa Buonarro- David (1501-04), encargado para ser colocado
ti), realizada en 1489-92, o el Saco (Florencia, delante del Palazzo della Signoria de Florencia y
Museo Bargello), de 1496-97, había logrado plas- actualmente en la Galería de la Academia de esta
mar obras sobresalientes que le proporcionaron ciudad.
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Sin embargo, la obra de mayor envergadura apuntan numerosos componentes de su activi- Esquema general de
fue el sepulcro que le encargó el Papa Julio II en dad pictórica posterior. la bóveda de la
1505 y que se convertiría en una pesadilla para La práctica de diversas especialidades artísti- Capilla Sixtina y
el escultor quedando, en última instancia, sin cas realizadas por Miguel Ángel, quien posterior- detalle del programa
concluir. Cambios de proyecto, interrupciones y mente realizaría importantes trabajos como ar- de la obra de Miguel
numerosas peripecias^ hicieron de esta obra una quitecto, se explica atendiendo a su formación. Ángel.
tragedia para Miguel Ángel. Los artistas florentinos, debido a que el funda-
La decoración de la bóveda de la Capilla Six- mento de toda expresión artística radicaba en el
tina fue uno de los encargos que se interpusieron dibujo, pudieron hacer incursiones en distintas
en la ejecución del sepulcro y que apartaron a especialidades. Miguel Ángel, por ejemplo, de-
Miguel Ángel de su verdadera vocación de escul- sarrolló en estos años una actividad como pintor
tor. y escultor planteada como el discurso continuo
Cuando Miguel Ángel recibió el encargo de de un mismo argumento plástico. Formas y mo-
pintar la bóveda de la Capilla Sixtina su labor co- delos de sus esculturas como el David y la Ma-
mo pintor era mucho menos relevante que la de donna P/tt/(Florencia, Museo Bargello), realizada
escultor. No obstante, algunas incursiones en el hacia 1503, tienen una evidente proyección en
campo de la pintura, como el Tondo Don/, pinta- los de la bóveda de la Capilla Sixtina, a la vez que
do en 1504-06 (Florencia, Galena de los Uffizi), modelos creados en la pintura, como el amplio
constituyen una aportación singular en la que se repertorio creado en la decoración de esta Capi-
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cuenta, número exiguo si tenemos en
cuenta las dimensiones de la obra y la
abundancia de dibujos conservados pa-
ra otras obras suyas mucho menos am-
biciosas.
No existe unanimidad acerca del orden
seguido por Miguel Ángel en la ejecu-
ción de los frescos aunque parece lo
más probable, según diferentes pro-
puestas formuladas por los historiado-
res, que Miguel Ángel ejecutase el ciclo
por secciones transversales que incluí-
an las historias centrales, ignudi, profe-
tas, sibilas y figuras en los lunetos. Una
vez finalizadas estas pinturas, Miguel
Ángel pasaría a realizar la serie de figu-
ras de los tímpanos.
Hasta hace poco el problema de la téc-
nica empleada por Miguel Ángel había
sido una cuestión polémica y no resuel-
ta. Frente a las suposiciones de que las
pinturas de la bóveda habían sido reali-
Detalle de El Diluvio lia, tuvieron una evidente proyección en escultu- zadas al temple sobre una base de fresco, incor-
Universal, por Miguel ras posteriores del artista, como el conjunto de porando unos procedimientos propios, la recien-
Ángel. las tumbas de los Médicis en Florencia. te restauración ha puesto de manifiesto cómo Mi-
guel Ángel utilizó para la ejecución de las pintu-
Proyecto y ejecución. La pintura de la bó ras los procedimientos clásicos del buen fresco,
veda de la Sixtina fue realizada por Miguel Ángel oculto, antes de la limpieza, por capas de pintu-
en solitario o con algunos colaboradores que rea- ra y suciedad.
lizarían algunas partes sometidas por completo a Inicialmente, el programa de las pinturas se
las orientaciones del maestro. Según cuenta Va- proyectó con un alcance mucho más limitado y
sari, ciertos ayudantes, cuya colaboración solici- modesto. En un principio se planteó decorar so-
tó Miguel Ángel al comenzar la obra, fueron des- lamente la bóveda pero, muy pronto, Miguel
pedidos inmediatamente por el maestro ante su Ángel, con la autorización de Julio II, decidió pro-
incapacidad para seguir su concepción de los longar la decoración hasta el arranque de la bó-
frescos. De ahí el gran efecto de unidad formal y veda. La idea inicial de realizar una decoración de
estilística y la coherencia argumental de todo el la bóveda y figuras de apóstoles se abandonó y se
ciclo. procedió a ejecutar un ciclo iconográfico mucho
Nada más recibir el encargo, Miguel Ángel co- más amplio, coherente y sistemático.
menzó a realizar los dibujos preparatorios para Se ha supuesto que el programa definitivo
las diferentes figuras y composiciones. Dada la obedeció a una decisión que correspondió exclu-
envergadura de la obra y el número de figuras del sivamente al artista, quien se basó en la Biblia
conjunto, Miguel Ángel tuvo que realizar un im- como única fuente de inspiración. Sin embargo,
presionante número de dibujos preparatorios de tampoco se ha descartado que las pautas del
los que han llegado a nosotros poco más de cin- nuevo programa le fueran impuestas al artista. Lo
cierto es que la distribución de los diferentes te-
Dada la envergadura de mas de las pinturas plantea una compleja trama
de significados, como la relación entre los temas
la obra y el número de situados a derecha e izquierda o el sentido que
posee la relación entre los distintos personajes de
figuras del conjunto, la genealogía temporal de Cristo, los profetas y si-
bilas y las escenas del Génesis.
Miguel Ángel tuvo que Miguel Ángel se encontró condicionado por la
realizar un gran iconografía de los frescos realizados en el siglo
XV en los que se plasmó la idea de la concordatio
número de dibujos entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, con pa-
sajes de la historia de Moisés en el muro de la iz-
preparatorios quierda y de Jesucristo en el de la derecha. Estos
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pasajes enfrentados representaban,
como ha notado Tolnay, la historia de
la Humanidad sub lege y sub gratia. Por
lo cual, a Miguel Ángel solamente le
cabía una representación -abreviada a
causa de la limitación de comparti-
mentos- de la Humanidad ante legem.
Es decir, la exaltación del destino y de
los pasos de la Humanidad con ante-
rioridad a la Revelación, que Miguel
Ángel acometió desde una concepción
neoplatónica de la existencia humana.

Escenario e iconografía. Des


de un principio, el problema inicial
fue cómo acometer la disposición de
las distintas composiciones y figuras.
La primera novedad que. ofrecen los
frescos de la bóveda con respecto a
los de las paredes es la distinta con-
cepción del enmarcamiento y de la re- nHiH
lación de la pintura con la arquitectu-
ra. En el primer programa, los pintores del Quat- El primer cuerpo está formado por los tímpa- Detalle de La
trocento siguieron la forma de enmarcamiento nos que enmarcan el remate semicircular de las Tentación y
convencional de dividir el muro en recuadros y ventanas coronando el plano vertical del muro. El Expulsión del
proyectar las composiciones a la manera de cua- conjunto inicial estaba formado por los seis tím- Paraíso, por Miguel
dros trasladados a la pared. Miguel Ángel aban- panos de cada paño mayor y los dos de cada uno Ángel, arriba.
donó este sistema creando un enmarcamiento ar- de los lados menores de la capilla. Dos de estos
quitectónico, que rompía los límites de la bóveda, últimos serían posteriormente eliminados años El profeta Ezequiel,
fingiendo una elevación superior a la real. De es- más tarde por el propio Miguel Ángel cuando aco- por Miguel Ángel,
ta manera, Miguel Ángel distribuyó las pinturas metió la pintura de El Juicio final en el testero de abajo, izquierda.
en diversos registros: unos, reales, derivados de la capilla.
!a arquitectura de la estancia, y, otros, fingidos, Los personajes de los tímpanos, al igual que
ideados por el pintor. los de los lunetos y enjutas, se hallan en el regis-
tro inferior de las pinturas realizadas por Miguel
Ángel y representan el discurrir de la Humanidad
en una dimensión sometida a las tensiones de la
existencia humana anterior a la iluminación espi-
ritual.
Miguel Ángel pintó en los tímpanos figuras de
espaldas contrapuestas entre las que figuran car-
telas, situadas sobre las ventanas, con el nombre
de los distintos personajes que representan la ge-
nealogía humana de Cristo hasta Abrahán, según
la enumeración que figura al comienzo del Evan-
gelio de San Mateo (1,1-17).
La lectura de los personajes de los tímpanos
debe hacerse alternando las de un tímpano del
muro de la derecha con otro de la izquierda si-
guiendo el orden de las composiciones del cuerpo
inferior pintadas durante el siglo XV. En los doce
tímpanos de los paños mayores se representaron
Azor y Sadoc; Josías, Jeconías y Salatiel; Ezequí-
as, Manases y Amón; Asá, Josafat y Joram; Jesé,
David y Salomón; Nasón, en la serie de la dere-
cha. En el de la izquierda, Aquim y Eliud; Zoroba-
bel, Abiud y Eliacim; Ocias, Joatham y Achaz; Ro-
boam y Abías, Salmón, Booz y Jobed; Aminadab.

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El profeta Jeremías, un espacio ideal situado entre dos elementos ar-
por Miguel Ángel, quitectónicos reales, los lunetos. La exaltación di-
derecha. vina, en cambio, ha sido representada en el ám-
bito de una escenografía creada a través de la su-
blimación de un espacio arquitectónico fingido
que trasciende lo real.
Las figuras de profetas y sibilas, situadas en-
tre los lunetos, aparecen en espacios retranquea-
dos, a modo de un paramento ficticio que prolon-
ga las paredes de la capilla. Estas figuras apare-
cen enmarcadas por pedestales con figuras de ni-
ños-atlantes/cariátides, que sustituyen a los capi-
teles de las pilastras, soportando el entablamen-
to. Este muro fingido produce un ritmo alternati-
vo de salientes y entrantes alrededor del espacio
En los tímpanos de los lados menores se re- central. Los profetas y sibilas se hallan sentados
presentaron a Eleazar y Matan y a Jacob y José, y situados sobre un pedestal debajo del cual apa-
el esposo de María. En los del paño que hoy con- rece un tenante con una cartela con el nombre de
tiene El Juicio final figuraban -antes de su des- los siete profetas, según la tradición hebrea: Za-
trucción- Farés, Esrom y Aram, en uno de ellos, y carías, Joel, Isaías, Ezequiel, Daniel, Jeremías y
Abrahán, Isaac, Jacob y Judas, en el otro. Joñas, y las cinco sibilas de la tradición clásica:
La serie siguiente está formada por las figuras Sibila Deifica, Sibila Eritrea, Sibila Cumea, Sibila
de los ocho lunetos sobre los tímpanos de las Pérsica y Sibila Líbica. Estas figuras, acompaña-
ventanas de los muros mayores de la capilla, y las das de jóvenes desnudos -posible referencia a un
cuatro pechinas de los ángulos con representa- estado intermedio entre lo humano y lo divino,
ciones de Judith y Holofernes, David y Goliat, La entre los que puede apreciarse el recuerdo del
serpiente de bronce y El Castigo de Aman. grupo escultórico helenístico del Laocoonte (siglo
A partir de aquí, Miguel Ángel creó un enmar- I d.C.)- han sido plasmadas a una escala mayor
camiento arquitectónico fingjdo. En este sentido, que las figuras de los tímpanos y de los lunetos.
debe notarse cómo Miguel Ángel estableció esta Representan personajes humanos que, como los
división en consonancia con el sentido jerárquico profetas, poseen plenos poderes sobrenaturales
de los distintos niveles de la composición. Para la para contemplar el espíritu divino, o que los tie-
referencia a la Humanidad anterior a la Revela- nen en un grado menor, como las sibilas, debido
ción ha utilizado el espacio definido por elemen- a su condición pagana.
tos arquitectónicos reales, tales como los tímpa- El entablamento que sostienen los niños-atian-
nos y los lunetos. Los videntes -profetas y sibilas- tes bordea toda la bóveda creando un efecto pers-
aparecen en un escenario fingido que configura pectivo y sirviendo de espacio para el desarrollo

Miguel Ángel
ace en la localidad tos- ción de su tumba, que no comple-

N cana de Caprese, el 6 de
marzo de 1475. Tras ini-
ciarse en la niñez en el
oficio de escultor, con Ghirlandaio
aprende la técnica de la pintura al
tará hasta 1545 (Moisés). Entre los
años 1508 y 1512 pinta la Capilla
Sixtina, su obra cumbre. En 1520
realiza la capilla mortuoria de los
Médici en Florencia. Su última
fresco. En Florencia, consigue el gran obra pictórica es El Juicio Final
patrocinio de Lorenzo de Médicis. de la Sixtina, de 1541. A partir de
Entre 1496 y 1501 trabaja en Roma entonces dedica toda su atención a
(Pietá). De nuevo en Florencia, sin las obras de la basílica de San Pe-
abandonar la pintura, dirige sus dro. Trabajos de arquitectura son
intereses estéticos hacia la escultu- la florentina Biblioteca Laurentina
ra (David)', de hecho le interesa en- y el romano palacio Farnesio.
tonces más la forma que el color. Muere en Roma el 18 de febrero de
En 1503 vuelve a Roma, donde el 1564. Varios escritos y sonetos for- Presunto autorretrato de Miguel
papa Julio II le encarga la realiza- man parte de su legado. Ángel.

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de las escenas principales. Sobre el entablamen- conjunto. La distribución
to, sentados y en posición enfrentada, Miguel de figuras y escenas se or-
Ángel ha representado diez parejas de ignudi ganizó en función de una
(desnudos), entre los cuales aparecen figurados lectura que exigía seguir
medallones de bronce con diversas composicio- un itinerario que discurre
nes bíblicas. alrededor del muro para
Los ignudi, pertenecientes al segundo nivel en percibir las figuras de los
el que se representan los profetas y las sibilas e lunetos, sibilas y profetas
indicadores del presagio de la Revelación, deter- e ignudi y las representa-
minan el límite del nivel ascendente antes de en- ciones de los medallones
trar en el ámbito de las escenas sagradas. Pero, situados entre éstos, para
con independencia de su significado, constituyen seguir con la lectura de
una afirmación de la sintonía de la cultura paga- las composiciones centra-
na con la cristiana, propia de las realizaciones ar- les, por el eje de la capi-
tísticas de Julio II. lla, desde el muro en que
En el centro de la bóveda, con un enmarca- se halla El Juicio final has-
miento arquitectónico que finge una bóveda so- ta el del acceso.
breelevada y aprovechando la forma semicilíndri-
ca del cubrimiento de la capilla, se representaron Serialidad y licen-
nueve composiciones del Génesis realizadas en cia. Las figuras de los
formatos diferentes según su emplazamiento. tímpanos y de los lunetos,
Las que se hallan en los espacios situados entre el conjunto de los niños-
las parejas de ignudi (La separación de la luz y las atlantes/cariátides soste-
tinieblas, La separación de las aguas y el firmamen- niendo el entablamento,
to, La creación de Eva, El sacrificio de Noé y La em- la serie de sibilas y profe-
briaguez de Noé) son menores que las que se ha- tas y los tenantes de las
llan alineadas con los tramos que ocupan todo el cartelas, los desnudos fi-
espacio comprendido entre los entablamentos gurados en bronce en las
fingidos: La creación de los astros, La creación de enjutas de los lunetos, y el grupo sobresaliente de Personaje pintado por
Adán, El Pecado original y El Diluvio universal. los ignudi constituyen distintas unidades seriales Miguel Ángel en la
Al proyectarse el ciclo de pinturas de la bóve- en las que se desarrolla una experimentación en parte superior
da, la distribución de las composiciones de las torno a los principios de variación, secuencia y derecha dé
paredes realizadas en el siglo XV tuvieron un pa- contraposición de un mismo tema. A esto se de- El profeta Joel.
pel determinante. Dado que el ciclo del siglo XV be que para la ejecución de alguna de las parejas
comenzaba por la parte del altar y extendiéndose de ignudi Miguel Ángel utilizase el mismo cartón
hacia la puerta, Miguel Ángel tuvo que iniciar el aplicándolo por las dos caras como método para
programa iconográfico por el fondo de la capilla. representar^contrapuesto un mismo modelo.
Así, vemos cómo las escenas bíblicas de la bóve- Miguel Ángel, frente al clasicismo normativo
da empiezan por esta parte de la capilla. Por otra de un Leonardo, partió de la superación de la
parte, dado que la capilla estaba dividida en dos ¡dea de unicidad inmutable planteando la idea de
espacios, el presbiterio y la zona laica -alterados que el objeto -en este caso la figura humana- es
ya desde el siglo XVI al cambiar el emplazamien- una noción surgida de la variedad infinita de los
to de la reja-, Miguel Ángel representó sobre el modelos. Frente al valor del modelo único ideal,
primero las composiciones del Génesis relativas a Miguel Ángel contrapone el valor de la diversidad
la Creación (La separación de la luz y las tinieblas, y disparidad a través de una serialidad variable.
La creación de los astros, La separación de las Es la multiplicidad frente al uno y el rechazo del
aguas, La creación de Adán y La creación de Eva), valor de la inmutabilidad basado en el culto a las
distribuyendo sobre la zona laica las correspon- apariencias. De ahí que los modelos de Miguel
dientes al pecado y sus consecuencias (El Pecado Ángel expresen, por el contrario, un efecto de fu-
original, El sacrificio de Noé, El Diluvio universal y gacidad e inestabilidad, del discurrir del tiempo y
La embriaguez de Noé).
Tanto las figuras y composiciones, integradas Para Miguel Ángel el color se
en los enmarcamientos de una arquitectura real
(tímpanos, lunetos y pechinas), como las que convierte en un medio de
aparecen enmarcadas por una arquitectura fingi-
da (sibilas y profetas, ignudi y escenas bíblicas) expresión, virulento e inquietante,
plantearon el problema de una distribución acor-
de con las exigencias de lectura y percepción del como un valor en sí mismo
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de que nada es fijo y permanente.
En las pinturas de la bóveda de la Capilla Six-
tina se desarrolla una constante tensión entre fi-
gura y enmarcamiento y entre la arquitectura fin-
gida y la real. Las figuras de los lunetos aparecen
comprimidas en ellos y lo mismo sucede con los
los profetas y sibilas, representados con actitu-
des forzadas que crean una tensión en sentido
horizontal con las paredes de los nichos que las
albergan, contrapuesta a la que, en sentido verti-
cal, muestran los niños-atlantes que sostienen el
entablamento.
La forma comprimida de estas figuras con-
trasta con la inestabilidad de los ignudi, sentados
sobre pedestales en actitudes dinámicas que pa-
recen sugerir un estado previo a su caída al vacío
y en los que se ha reconocido el impacto del Tor-
so del Belvedere y el mencionado grupo helenísti-
co del Laocoonte, descubierto en 1506, poco an-
tes de que Miguel Ángel comenzase la ejecución
de las pinturas.
La línea quebrada del entablamento descri-
biendo un ritmo discontinuo de entrantes y sa-
lientes, con las figuras de los profetas y sibilas en
la parte inferior y los ignudi en la superior, cons-
tituye la zona en que se concentra la tensión com-
positiva del conjunto. Se trata del núcleo donde
se inicia la ficción de un cuerpo sobreelevado que
altera el efecto visual de la bóveda, introduciendo
un efecto tenso y desasosegante, que no recupe- un sistema unitario y a un solo punto. Por el con- La Sibila Líbica, por
ra su equilibrio hasta la bóveda fingida del espa- trario, se trata de una acumulación de puntos de Miguel Ángel.
cio central. Miguel Ángel ha ideado el conjunto perspectiva de las diferentes composiciones y fi-
como la expresión de un juego continuo de ten- guras que crean un escenario multifocal.
siones entre las figuras, las composiciones, la ar- El sistema es el mismo que utilizaron tos pin-
quitectura real y la fingida. Un efecto inquietante tores de los siglos XIV y XV al proyectar cada re-
y dinámico que se acentúa con el movimiento del cuadro con una perspectiva. Pero, en las pinturas
espectador y, sobre todo, por el hecho de que Mi- de la bóveda de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel
guel Ángel no proyectó la decoración de la bóve- fundió los diversos puntos de fuga en una unidad
da sometiendo la perspectiva de la composición a dinámica surgida del contrapunto de múltiples

La restauración de los frescos


a reciente restauración de los fres- menzar la restauración de las pinturas de 1984 y diciembre de 1989 se realizó la

L cos de la Capilla Sixtina no ha su-


puesto una limpieza rutinaria de
los mismos sino que ha permiti-
do descubrir aspectos desconocidos rela-
tivos al color de la pintura italiana de los
la bóveda de Miguel Ángel, se procedió a
estudiar minuciosamente los procedi-
mientos que debían seguirse debido a
que capas de suciedad y de cola aplicadas
posteriormente sobre las pinturas, ade-
primera etapa de los trabajos de restaura-
ción de la bóveda. Para ello se montó un
andamio móvil, utilizándose los mismos
agujeros del puente creado por Miguel
Ángel para la realización de las pinturas.
siglos XV y XVI. La primera etapa de los más de ennegrecerlas, requerían un pro- Tras la restauración de las pinturas de la
trabajos tuvo lugar entre 1964 y 1974 y ceso minucioso de restauración. Los tra- bóveda se instaló, en 1990, un andamio
estuvo dedicada a los frescos de las pare- bajos de restauración fueron dirigidos para acometer la restauración de El Juicio
des realizados en el siglo XV. Una segun- por Fabrizio Mancinelli y acometidos por Final Los frescos, tras su limpieza, han re-
da fase se inició en 1980 con la limpieza Gianluigi Colalucci, Maurizio Rossi, Pier cuperado su orginal sentido cromático,
de los frescos con representaciones de los Giorgio Bonetti y Bruno Barattl Entre ju- vivo y contrastado, que ha cambiado por
Papas, y de las pinturas de los tímpanos y nio de 1980 y octubre de 1984 se restau- completo las ideas sobre el color de la
lunetos. A partir de aquí, antyes de co- raron los lunetos; entre noviembre de pintura del artista.

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ejes perspectivos. Igualmente, Miguel Ángel alte- El profeta Isaías, por
ró figuradamente las dimensiones de la capilla. Miguel Ángel,
La escala de los profetas y sibilas aumenta gra- derecha.
dualmente desde la entrada hacia el altar logran-
do, mediante esta perspectiva invertida, aumen- La Sibila Deifica, por
tar ópticamente la profundidad de la estancia. Miguel Ángel, abajo,
izquierda.
Nuevo concepto del color. Todos estos
efectos fueron logrados a través del juego de re-
cursos figurativos y perspectivos. Pero, junto a
ellos, Miguel Ángel aplicó un nuevo concepto del
color que acentúa la tensión plástica del conjun-
to. Antes de la reciente restauración de los fres-
cos existía una aparente contradicción entre la
acidez contrastada de los colores del mencionado
Tondo Doni y los ennegrecidos colores de los fres-
cos. La limpieza ha puesto de manifiesto^cómo en
las pinturas de la Capilla Slxtina Miguel Ángel em-
prendió una renovación de los usos del color en bilita de Miguel Ángel no se produjo solamente
clara contraposición con las entonaciones armó- por la expresividad forzada y patética de las figu-
nicas del clasicismo de en torno al año 1500. ras, de sus gestos, posturas, actitudes y de la vul-
Para Miguel Ángel el color se convierte en un neración de los principios clásicos de proporción,
medio de expresión, virulento e inquietante, en- sino también por una nueva forma de utilizar el
tendido como un valor autónomo de la pintura. dibujo y el color.
Miguel Ángel prescinde de la idea de unidad de El dibujo, aplicado con gran seguridad, intro-
color del conjunto para aplicar una contraposi- duce un efecto de discontinuidad en los contor-
ción cromática que subraya con más fuerza el nos, como aparece, por ejemplo, en las figuras de
drama y la tensión de las composiciones. La terri- Adán y Eva de La expulsión del Paraíso; el color in-
troduce un efecto de inestabilidad. Para Miguel
Ángel, el color no es la consecuencia de una ar-
monía universal de los componentes de la pintu-
ra, sino un elemento de contraste y contraposi-
ción de los contrarios que dinamiza y perturba la
noción clásica de orden. Al igual que Miguel Ángel
vulnera conscientemente el juego de las propor-
ciones clásicas, con el color crea la expresión de
un universo en tensión, cargado de contradiccio-
nes y disonancias.
Confrontación y tensión. La figura de Dios Pa-
dre, suspendido en el aire en una actitud dinámi-
ca, y el cuerpo yacente y abandonado en tierra de
Adán, de La creación de Adán, subliman la expre-
sión de esta idea en la que a la contraposición
formal se añaden el contraste del mundo sobre-
natural y el terrenal que tiene un punto de con-
tacto en la creación del hombre.

Para saber más


NIETO ALCAIDE, Víctor, El Arte del Renacimiento,
colección Conocer el Arte, Madrid, Historia 16,
1996. TOLNAY, Charles de, Miguel Ángel, escul-
tor, pintor y arquitecto, Madrid, Alianza, 1985.
VV. AA., La Capilla Sixtina. Una restauración his-
tórica, Madrid, Nerea, 1995. VASARI, Giorgío,
Vida de Miguel Ángel, Madrid, Visor, 1998.

71
Resurrección Conflicto con el
de cristo cuerpo de Moisés

Última Cen Muerte de


Moisés

Esquema general de
a distribución de las
Dinturas de la Capilla
Sixtina.
En color rojo, las
obras de los pintores
del Quattrocento. En
color naranja la
galería de Papas,
Entrega de
ointada por los Castigo de
las Llaves
mismos artistas. En los rebeldes
azul, los frescos
'ealizados por Miguel
Ángel.
S: Sibilas.
P: Profetas.
A: Antepasados de
Cristo.
Los números
Moisés
corresponden a los
recibe las
tondos de la bóveda.
Tablas de
1: Abrahán sacrifica
la Ley
a Isaac.
2: Elias asciende al
cielo.
3: Muerte de
Absalón.
4: Vacío.
5: Alejandro Magno
se inclina ante el Paso del Mar
Sumo Sacerdote. Rojo
6: Derrota y muerte
de Nicanor.
7: Castigo de Dios separa
Heliodoro. la tierra de
8: Matatías destruye las aguas
el altar de Modein.
9; Suicidio de Racia.
10: Caída de Antíoco
Creación del sol
Epifanes. y de la luna Tentaciones
de Moisés

Dios separa
la luz de las
tinieblas

Circuncisión
del hijo de
Moisés

Juicio final

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