Vous êtes sur la page 1sur 13

ALUMNO:

CARLOS LUIS MANZANILLA RUZA

La voz es el canal fundamental en la oratoria y a pesar de que es


importante que un discurso esté bien preparado es igualmente necesario que
cuando el orador hable frente al público lo haga con una buena voz, es decir,
de forma clara, comprensible, con la intensidad y el ritmo adecuados para
una buena comunicación y lograr los resultados esperados. Una buena voz
facilita la tarea del orador, por lo tanto deberá cultivarla y fortificarla. Se
pueden distinguir tres elementos esenciales en la voz: el tono, la intensidad y
el timbre.

El tono es el modo de decir las cosas. Cambiar el tono de la voz permite


enfatizar los puntos clave y llamar la atención del público, pero estas
variaciones de voz deben ser naturales y no se debe debe confundir con
hablar más alto o más bajo, porque se puede caer en la monotonía. Por
ejemplo, es subirlo si quiere recalcar algo, bajar cuando es una especie de
confidencia o para expresar un sentimiento, es decir, adecuarlo a lo que se
va diciendo.

La intensidad es la fuerza de emisión de la voz, el volumen sonoro.


Usualmente al hablar en público es necesario que el volumen sea un poco
mayor al que normalmente se usa para conversar con otra persona, tampoco
es conveniente hablar demasiado alto, ya que se cansa el orador y los que
escuchan también.

La intensidad de la voz que debe emplearse depende del tamaño y la


acústica de la sala, de la cantidad de público y la distancia física entre este y
el orador, de los ruidos ambientales y se requiere medios técnicos para
amplificación del sonido, si se utilizara, es importante hacer pruebas previas
de sonido para adecuar la voz, el equipo y la posición del micrófono.
El timbre es el matiz personal de la voz por lo que cada uno tiene su
timbre propio y distinto a los demás. Es por esto que una de las formas de
clasificar las voces es definiendo características de cada una, puede ser por
el color (claras y oscuras), el grueso (delgadas y espesas) y el brillo (bien
timbradas o sin timbre).

La dicción, es otro aspecto importante a considerar en el uso adecuado


de la voz. Es el arte de expresarse que está vinculado a la manera en que
cada persona emplea las palabras y forma oraciones. Para efectos de
oratoria, se relaciona con la forma en que se pronuncian las palabras, es
decir, cuando un individuo pronuncia cada término de manera clara, realiza
una correcta acentuación y dispone las pausas apropiadas dentro de cada
oración. Resulta fácil entender a quien se expresa de esta forma, porque da
claridad y nitidez a las palabras.

La dicción tiene dos partes esenciales: articulación, que se refiere a


pronunciar distinta y correctamente todas las consonantes y la vocalización:
que es el sonido que se le da a las vocales. Para una buena dicción hay que
hablar abriendo bien la boca y respirando correctamente.

Recomendaciones para un uso adecuado de la voz:

• Mantenga la cabeza erguida, con una posición cómoda de su cuerpo y


respire adecuadamente. Antes de iniciar puede hacer algunos ejercicios de
respiración y relajación del cuerpo.

• Pronuncie abriendo bien la boca, vocalice y articule con claridad,


utilice las pausas al hablar.

• Cuide la velocidad al hablar. Hacerlo de prisa transmite entusiasmo y


seguridad pero si se excede puede cansar al público. Hablar despacio
proporciona énfasis, pero el exceso puede hacer el discurso monótono y
perder la atención.
• Se debe aprender a colocar la voz, encontrando el nivel apropiado de
fuerza vocal (tono e intensidad) de acuerdo con el timbre de voz que posee.

• Ensaye sus presentaciones o discurso para definir lo que desea


transmitir con la entonación e intensidad adecuadas.

VOZ, VOLUMEN, TONO

VOZ: Debemos comprender que la voz es parte importante de las


personas. Y es una herramienta indispensable de liderazgo ya que es el
medio de comunicación más importante que poseemos. Las voces mal
utilizadas y mal cuidadas son desagradables. Es tan importante que es
única. Es como la huella digital. Muchas personas cuando se escuchan la
voz grabada no se la reconocen y a veces ni les gusta. Y es que nunca nos
hemos prestado atención entonces no sabemos ni que voz tenemos ni
reconocemos nuestra forma de hablar que también influye.

El profesor Serge Wilfart gran estudioso del uso correcto de la voz, con
quien como comprenderán concuerdo en todo, dice: La voz es una
característica tan específica de una persona como su huella digital. La voz
revela nuestro bienestar o malestar psicológico. Trabajar sobre el sonido y la
respiración permite a la persona reencontrar la armonía física y también
mental.

VOLUMEN: Es la intensidad de la voz. Se mide en decibeles. Cada


lugar y circunstancia tiene su volumen adecuado. Y una vez establecido el
volumen en el que se debe hablar, este no debe variar ostensiblemente. A
diferencia del tono que debe variar constantemente.

TONO: El tono es la variación en la elevación de la voz. Y para hablar y


que nos presten atención debemos saber modular. De lo contrario
resultaremos monótonos o equivocaremos el uso de los tonos para expresar
diferentes sentimientos corriendo el riesgo de ser mal interpretados.
Los tonos hacia arriba (digamos que un poquito mas agudos que nuestra voz
normal) expresan sentimientos positivos, agradables. Los tonos hacia abajo
(un poquito mas abajo que nuestro tono normal) expresan sentimientos
menos positivos. Es decir para sonar amables debemos usar la voz hacia
arriba porque al usarla grave sonara molesta o triste. Sobre todo si no se nos
ve como por ejemplo por teléfono. Por lo antes dicho se debe entender que
el tono debe variar constantemente.

MODULACIÓN: Es la habilidad para pasar de un tono a otro


armónicamente. Se confunde a veces modulación con impostación. Si bien
tienen que ver; digamos que son primas, pero no hermanas, la modulación
tiene más que ver con el uso de diferentes tonos y la vocalización. En pocas
palabras viene a ser la melodía. Porque hablar es como cantar.
Dependiendo del registro de voz que se tiene, uno debe ser capaz de matizar
utilizando todo nuestro rango. No importa si la voz es grave o aguda se debe
matizar.

IMPOSTACIÓN: Hay quienes creen que impostar la voz quiere decir


cambiarla, pero yo pienso que no es así. Lo que sucede es que una vez que
logramos impostar, nuestra voz suena tan bonita que parece que ha
cambiado. Es cierto que no hay una definición exacta de impostar pero un
profesor de canto que tuve me dió la definición más apropiada que he
escuchado hasta ahora. “Impostar quiere decir colocar en el lugar correcto”
La pregunta entonces es: ¿Cuál es el lugar correcto?. Yo creo que el lugar
correcto es cuando la garganta no sufre. Cuando la garganta sólo se utiliza
como ducto para que pase el aire pero no para que el sonido se apoye en
ella. Pero de ninguna manera impostar significa cambiar la voz. La voz al
estar impostada suena diferente pero no es que si uno cambia su voz ya la
está impostando. Eso ya es parte de lo que llamamos caracterizaciones, pero
no impostación. En todo caso la impostación requiere de estudios
prolongados y dedicación constante.
RESPIRACIÓN: Sin respiración no se puede manejar el volumen, la voz
no se puede modular y menos impostar. La respiración no debería ser ningún
misterio ni algo difícil de realizar al fin y al cabo respiramos todo el tiempo,
sin embargo hacerlo bien es lo difícil. Lo que sucede es que cuando somos
bebés respiramos como se debe y luego se nos va olvidando. (fíjense cómo
respiran los bebés cuando duermen boca arriba) Si tenemos la oportunidad
de aprender de nuevo o hacer ejercicios para recordar, debemos hacerlo.
Por ejemplo las personas que practican yoga aprenden las técnicas de
respiración antes que nada. Los cantantes por supuesto que lo primero que
deben dominar es la respiración. Pero no solamente ellos deben saber
respirar, deberíamos hacerlo todos, porque sin aire no hay voz y sin voz no
existe comunicación por lo menos oral.

De las cuatro cualidades perceptivas del sonido: intensidad, tono,


timbre y duración, el timbre es la más controvertida. Según la RAE, timbre es
aquella “cualidad del sonido determinada por el efecto que produce en los
oyentes”. Sin embargo, la Acoustical Society of America recoge la definición
de Helmholz (1954) y establece que el timbre es, efectivamente, una
característica perceptiva que permite diferenciar dos sonidos, pero es
necesario que ambos sonidos sean de la misma intensidad y frecuencia
fundamental para poder hacerlo. Aquí podéis encontrar, además, varias
definiciones de timbre según los diferentes autores.

Y es que, el principal problema del timbre, al ser una cualidad


perceptiva, es el de no tener una magnitud objetiva para poder medirlo,
mientras que para obtener el tono se puede medir la frecuencia en hercios,
para la intensidad se mide la amplitud en decibelios y la duración en
segundos. Además de ser una cualidad controvertida, el mismo
término timbretambién se cuestiona por parte de la bibliografía.

La mayoría de los autores consideran sinónimos los


términos timbre y cualidad de voz. Sapir (1927) o Drake (1937) fueron
algunos de los primeros y los siguieron muchos otros como Laver (1975),
Dejonckere y sus colaboradores (2001), Kreiman, Sidtis y Gerrat (2008),
Hewlett y Beck (2013), etc. Scherer et al. (2013) explican que el
término cualidad de voz se refiere a lo que se percibe como timbre o color de
la voz. Sin embargo, como timbre puede referirse a cualquier sonido, se
suele preferir el término cualidad al hablar de la voz. En este sentido, Crystal
(1976) considera diferente el timbre de la cualidad de voz. Para este autor, el
término timbre se aplica a las resonancias de cualquier sonido mientras que
solo se puede hablar de cualidad de voz cuando la diferencia produce
contrastes lingüísticos.

El término cualidad también resulta controvertido. Sundberg (2013)


diferencia entre la cualidad de las vocales que se encuentran en los
formantes más bajos del espectro y la cualidad de voz que depende de los
formantes más altos.

Formante: Zona de la escala


de frecuencias en la que un sonido presenta una mayor concentración de
energía. También puede definirse como cada una de las resonancias del
conducto vocal (Gil, 1988). (Imagen tomada de: CC BY 2.0)

Pero, incluso se debate sobre la expresión cualidad de voz. En un


sentido amplio, ya que la mayoría de autores consideran sinónimos timbre y
cualidad de voz, podría decirse que aquellas características que percibimos y
nos ayudan a distinguir una voz de otra se deben a varios factores. El
primero, la estructura anatómica del hablante; en segundo lugar, los ajustes
que el hablante realiza con la musculatura laríngea y, en tercer lugar, los
ajustes articulatorios efectuados por las estructuras supraglóticas, es decir, el
sistema articulador.

Estructuras glótica y laríngea. Imágenes


tomadas de Henry Vandyke Carter [Public domain], via Wikimedia Commons
Honikman (1964), Laver (1968, 1980) y Esling (1983) entre otros,
opinan que la cualidad de la voz se deriva de la forma en que se ensamblan
y coordinan todas esas estructuras. Pero, otros autores piensan que sería
necesario diferenciar entre el sonido producido por la fuente glótica y el que
se produce al intervenir todas las estructuras articulatorias supralaríngeas. Y
comienza a diferenciarse la cualidad de voz de los modos de fonación.

Ejercicios de respiración para hablar en público

Una técnica adecuada de respiración es fundamental para tener un tono


de voz fuerte y seguro. La práctica de algunos ejercicios sencillos te ayudará
a proyectar tu sonido y mantenerte relajado al hablar. Los ejercicios de
respiración son particularmente útiles cuando te estés preparando para
hablar frente a un grupo.

Postura

Con el fin de respirar correctamente, debes permanecer de pie en una


postura que facilite la inhalación y exhalación profundas. Párate con los pies
separados casi al ancho de los hombros, distribuye tu peso entre las puntas
de los pies y los talones. Con cada exhalación, libera la tensión en los
hombros y relaja el cuello y la mandíbula.

Ejercicio de movimiento exagerado

Una mandíbula y garganta relajadas facilitan la respiración profunda.


Romero de Scott Vohs, instructor de narración y comunicación oral en la
Western Washington University, sugiere hacer algunos movimientos
exagerados con tu cara para aliviar la tensión en la mandíbula y abrir la
garganta. En primer lugar, levanta las cejas y abre la boca. Después bosteza
ampliamente y en voz alta, diciendo "yah, yah, yah." Estira exageradamente
la boca, diciendo "eee, ooo, eee, ooo".
Ejercicio de respiración profunda

La respiración profunda ayuda a calmar los nervios y controlar el estrés


ante una situación como hablar en público. Respira lenta y profundamente
por la nariz. Cuando hayas inhalado lo más profundamente posible, mantén
el aliento durante cuatro segundos y luego exhala por la boca. Repite esta
inhalación y exhalación dos veces más.

Suspiro tranquilizador

El Oral Communication Program del Center for Teaching and Learning


de la Stanford University recomienda un ejercicio de "suspiro tranquilizador"
como un método de superar tu miedo a hablar en público. Después de
inhalar profundamente, suelta un suspiro vocalizado al exhalar.

Respiración diafragmática

La respiración con el diafragma en lugar de con el pecho es importante


para lograr un apoyo completo a tu voz. Después de hacer algunas
respiraciones profundas suficientes para ampliar tu vientre, añade un "ha"
suave y sostenido durante la exhalación. Por último, añade un poco de
"rebote de hombro" subiendo los hombros hasta las orejas y luego
soltándolos rápidamente. Realiza los rebotes del el hombro todo el tiempo
que suene el "ha" de tu exhalación. Esto libera la tensión del ejercicio y
prepara tu cuerpo para apoyar tu discurso.

Ejercicio de vocalización

Usando el apoyo diafragmático, di "hoo, ho, ha, hey". Empieza en un


susurro y aumentar hasta llegar a un susurro sonoro. Luego repite el ejercicio
a volumen normal y luego a volumen alto.

Control del flujo de aire

Controlar el aire a medida que fluye de tu boca durante la exhalación da


potencia y resonancia a tu voz. Practica este control al respirar
profundamente y luego exhala durante el mayor tiempo posible. Luego
intenta decir el alfabeto tantas veces como sea posible durante una
exhalación.

La dicción es la forma de emplear las palabras para formar oraciones,


ya sea de manera oral o escrita. Se habla de buena dicción cuando el
empleo de dichas palabras es correcto y acertado en el idioma al que estas
pertenecen, sin atender al contenido o significado de lo expresado por
el emisor.

La palabra dicción proviene del latín diclio o dicleo, 'manera de hablar'.

Al hablar y -sobre todo- al cantar, es preciso evitar los vicios o defectos


de dicción, como los ejemplos siguientes: -vistes, -íbanos, -gratituo, -tualla, -
Saltío, -desborrar, -cállensen, -nadien. La colocación de la voz consiste en
producirla correctamente, tomando en cuenta la respiración, la colocación
correcta del diafragma, la posición de los labios, la articulación y, desde
luego, la dicción.

Recomendaciones:

1. Ejercita la voz permanentemente, debes adquirir cierta condición


física, así es que puedes hacer diferentes rutinas de ejercicios de
calentamiento para no lastimar nuestra cuerdas vocales, vocalizando,
esta práctica se lleva a cabo en el canto, el teatro y general de toda
disciplina que requiere el uso de la voz.

2. Practica con trabalenguas o destrabalenguas, son oraciones o textos


breves creados para ser pronunciados en voz alta y difíciles de
articular, provocando equivocaciones, y la insistencia por superarlas
mejora nuestra dicción.

3. Lee en voz alta, incluyendo los trabalenguas, apoyándote con un


lápiz, colocado de manera horizontal en la comisura de los labios,
sujétalo firmemente con los últimos molares, el sonido producido no
será claro, pero te forzará para mejorar la pronunciación.

4. Escoge frases cortas, dilas con una exagerada abertura de boca,


alargando la palabra, por ejemplo: “El- más -glo-ri-o-so-he-ro-is-mo-
es vec-cer-se-a-u-no-mis-mo”, ello te acostumbrará a articular
debidamente, para que el sonido producido sea claro.

AEO –EOA- AEO-UI

Existen vocales abiertas (A, E, O) y cerradas (I, U) estas se clasifican


porque su pronunciación requiera mayor o menor abertura de la boca. El
ejercicio consisten en repetir varias veces una combinación de vocales
abiertas, cerradas o ambas, por ejemplo: aea, oei, eae, uiu, y así
sucesivamente.

Lee en voz alta

Cuidando la velocidad con la que hablas, realiza todas las


entonaciones, pausas y acentos, pronunciando todas las vocales y teniendo
cuidado con las consonantes: S, L, N, R, no dejes de pronunciarlas. Controla
la respiración y antes de comenzar mueve los labios y la lengua para
así despertar los músculos y darles soltura.

Trabalenguas

Son grupos palabras con terminaciones similares que causan cierta


dificultad al pronunciarla; recitar trabalenguas es un gran ejercicio para
conseguir soltura al hablar. La idea es hacerlo con frecuencia e ir
aumentando el nivel de dificultad. Por ejemplo: El amor es una locura que
solo el cura lo cura, pero el cura que lo cura comete una gran locura.

Cuida la respiración

Las personas solemos olvidar respirar y por eso es muy común


cansarnos o tener que aspirar atropelladamente mientras se habla. Hay
algunos ejercicios que te pueden ayudar a controlar y mejorar la respiración
pero necesitas ser constante para que así te salgan con naturalidad. Coloca
tu mano en el abdomen e inspira lenta y profundamente por la nariz,
mantente derecha y siente como tu caja torácica se llena de aire ahora
exhala y aprecia como se vacía.

Otro ejercicio es respirar igual que el anterior y juntar los dientes y


comenzar a botar el aire poco a poco a través de ellos, oirás como si se
desinflará algo: pis-pis-pis… así hasta sacarlo todo.

Una exposición oral consiste en hablar en público sobre un tema


determinado del que previamente se ha realizado una investigación. A la
exposición oral también se le puede denominar conferencia o ponencia. No
olvides que para hacer una buena exposición oral una de las claves es
practicar mucho antes de realizarla. Piensa que es una importante forma de
comunicar y de transmitir información, y si no sabes muy bien cómo
afrontarla presta atención a los siguientes consejos de unComo que te
ayudarán a preparar una excelente intervención en público.

1. Prepara tu exposición. No se puede hablar sobre un tema sin estar


informado sobre él o haberse documentado previamente. Lo primero
que debes tener en cuenta es determinar de qué vas a hablar, y si
tienes o no conocimientos sobre ello.
2. Elabora un guión. Puede servirte el guión de tu trabajo, con algunas
anotaciones sobre detalles que no debes olvidar. Por ejemplo,
puedes suprimir datos difíciles de entender y ampliar otras
explicaciones que sepas que interesarán al público y les generará
curiosidad.
3. No te alargues demasiado. Habla como sueles hacerlo normalmente.
No utilices expresiones raras o complicadas, porque no te
entenderán. Busca la manera más sencilla de decir las cosas, ya que
la sencillez suele ser la mejor arma en este tipo de ponencias. En
nuestro artículo cómo interactuar con el público te ofrecemos algunas
ideas para hacer tu intervención mucho más amena.
4. Utiliza materiales de apoyo. Se dice que una imagen vale más que
mil palabras. Puedes ayudarte de fotos, diagramas, mapas, dibujos,
etc., pero ten en cuenta que estos materiales deben servir de apoyo
a tu exposición y argumentos, pero en ningún caso sustituirlos.
5. Mueve las manos para apoyar tu exposición oral: señala, apunta,
compara. Los gestos refuerzan lo que cuentas. Es muy importante
que mires al público, y no siempre al mismo sitio. Debes hablar para
todas las personas de la sala. Mirarles a los ojos transmitirá
seguridad y confianza.
6. Ensaya en voz alta. Habla frente a un espejo o pide a algún amigo o
familiar que haga de público. Si no sabe nada del tema y al final ha
aprendido cosas, es una muy buena señal. También puedes grabar
tus ensayos en una grabadora o en el ordenador, así podrás
escucharla y saber en qué aspectos debes mejorar la exposición
oral.
7. Disfruta de tu exposición oral. Has invertido mucho tiempo y esfuerzo
en investigar y preparar la presentación. Ha llegado el momento de
que los demás vean el resultado; todas las cosas que has aprendido
y lo bien que sabes contarlo. Al final de tu conferencia, responde a
las preguntas de tus compañeros, y diles donde pueden encontrar
más información sobre el tema.

Vous aimerez peut-être aussi