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¿Qué es el asma en los niños?

La palabra asma se origina de una antigua palabra griega que significa jadeante. Esencialmente, el asma es
una incapacidad de respirar adecuadamente. Cuando una persona inhala, el aire pasa por los pulmones
mediante las vías respiratorias progresivamente más pequeñas llamadas los bronquiolos. Los pulmones
contienen millones de bronquiosolos, todos conducen a los alvéolos --bolsas microscópicas donde oxígeno y
dióxido de carbono se intercambian.

El asma euna condición crónica en la cual estas vías respiratorias experimentan cambios cuando son
estimuladas por alergenos u otros factores ambientales provocadores que causan en los pacientes tos,
sibilancia y falta de aliento (disnea).

El asma parece tener dos etapas principales.

1. Primero, las vías respiratorias de las personas con asma tienen una exagerada o hiperreactiva
respuesta a los alergenos inhalados u otros irritantes que causan en ellos una agitación. Los
músculos lisos en las vías respiratorias se estrechan, reduciéndose en exceso. Debe tomarse nota
de que las vías respiratorias en los pulmones de toda persona responden mediante el
estrechamiento cuando se exponen a alergenos o irritantes, sin embargo, las personas sin asma
pueden respirar profundamente relajando las vías respiratorias, y liberando los pulmones del
irritante. Cuando los asmáticos tratan de tomar aquellos mismos alientos profundos, las vías
respiratorias no se relajan y los pacientes jadean por el aliento. Los músculos lisos en las vías
respiratorias de las personas con asma pueden tener un defecto, quizás la falta de un crítico
producto químico que previene que los músculos se relajen.
2. Esta primera etapa es seguida por una segunda respuesta inflamatoria en la cual los sistemas
inmunitarios responden a los alergenos u otros factores provocadores ambientales descargando
glóbulos blancos y otros factores inmunes a las vías respiratorias, que causan que las vías
respiratorias se hinchen, se llenen de líquido y produzcan un moco pegajoso y espeso. Esta
combinación de incidentes da lugar a tos, sibilancia, falta de aliento, incapacidad para respirar
adecuadamente y una tos que produce flema. La inflamación pulmonar parece estar presente en
todos los pacientes con asma, aún en los casos leves, y juega una función clave en todas la formas
de la enfermedad.

¿Qué causa el asma?

Los mecanismos que causan asma son complejos y varían entre grupos de población y aún entre individuos.
La sensibilidad genética, que probablemente incluye varios genes, junto con diversos componentes
ambientales son las causas principales del asma. Muchos enfermos de asma también tienen alergias y los
investigadores están investigando los factores en las respuestas alérgicas que pueden causar asma en
algunas personas. No todas las personas con alergias tienen asma, y no todos los casos del asma pueden ser
explicados por una respuesta alérgica. Algunos expertos están buscando una conexión entre las infecciones
víricas y el desarrollo del asma en las personas genéticamente susceptibles. Los investigadores también
están detectando en algunos pacientes con asma, una sobreproducción de una enzima muy potente llamada
endothelin, que es responsable por la reducción de los vasos sanguíneos y las vías respiratorias, la
hiperreactividad de la vía respiratoria, la secreción de moco y quizá aún pueda desencadenar agentes
inflamatorios. Además de los problemas en las vías respiratorias, los investigadores también están
descubriendo que las anormalidades en el tejido del pulmón mismo pueden contribuir al asma. La
enfermedad de reflujo gastroesofágico también contribuye a algunos casos de asma.

La respuesta alérgica
En las personas que tienen asma causado por una respuesta alérgica, una serie de acontecimientos no
todavía completamente sobreentendidos, conducen a inflamación e hiperreactividad en las vías
respiratorias. Los factores en esta orquesta de factores del sistema inmunitrio parecen ser los glóbulos
blancos llamados células-TH2, un subgrupo denominado células T auxiliares. Estas células sobreproducen
interleuquinas (IL, por siglas en inglés), un subgrupo de factores inmunes conocidos como citoquina. De
interés especial son la IL 9 y la IL 5. La interleuquina 5, por ejemplo, parece atraer las células eosinófilas que
son importantes para la hiperreactividad de la vía respiratoria. La interleuquina 9 estimula el descargo de los
anticuerpos conocidos como inmunoglobulinas E (IgE). Durante un ataque alérgico, estos anticuerpos
pueden unirse a diversas células en el sistema inmunitario, incluyendo eosinófilos, basófilos y los
mastocitos, que están generalmente concentrados en los pulmones, la piel y las membranas mucosas. Una
vez que el IgE se une a los mastocitos, estas células se programan para liberar varios productos químicos, en
particular aquellos conocidos como leucotrienos, que causan cambios inflamatorios en las vías respiratorias
de los pulmones, incluyendo la reducción de las vías respiratorias, la producción de moco y la estimulación
de las terminaciones nerviosas en el recubrimiento de la vía respiratoria.

Factores genéticos

Los factores genéticos desempeñan una función en la enfermedad; cerca de un tercio de todas las personas
con asma comparten el problema con un miembro cercano de la familia. En un reciente estudio principal, los
investigadores descubrieron que regiones genéticas específicas aumentan el riesgo del asma en diferentes
poblaciones étnicas, por ejemplo, los afroamericanos, los hispanos y los caucásicos. Curiosamente, las
regiones genéticas asociadas con alergias e hiperrespuesta --factores ampliamente asociados con el asma--
no fueron tan significativas como otras.

           

Alergenos y otros factores desencadenantes comunes

Los alergenos son con mayor frecuencia el factor desencadenante del asma en los niños. En un estudio con
niños asmáticos en las ciudades internas, cerca de 37% fueron alérgicos a las cucarachas, 25% a los ácaros
de polvo y un 23% a los gatos. Las alergias de gatos pueden desencadenar el asma muy severo; en un
estudio triplicaron el riesgo de hospitalización. En el mismo estudio, se encontró que las alergias a las
cucarachas duplicaban el riesgo; las alergias a los ácaros de polvo, encontrados en el polvo doméstico, y a
los perros no parecían tener ningún efecto en la hospitalización, aunque son capaces de desencadenar los
ataques de asma. Un ataque de asma también puede ser causado por el aire frío, las tormentas con truenos,
el ejercicio, extremas emociones emocionales y los irritantes directos al pulmón como caspa de animales,
humo de tabaco, polen, mohos y hongos.

Contaminantes ambientales

La contaminación ambiental se ha asociado con el desarrollo del asma. Contaminantes específicos


proyectados por su función en el desencadenamiento del asma incluyen ozono, gases diesel, dióxido de
azufre producido por las industrias papeleras y de energía y dióxido de nitrógeno emitidos por los caños de
escape y los hornos de gas. Los niños parecen ser particularmente susceptibles al hollín y a otras partículas
pequeñas en el aire.

Humo de segunda mano

Estudios están descubriendo que el humo pasivo en el hogar aumenta el riesgo del amsa en los niños. Este
riesgo se extiende aun al feto de las mujeres embarazadas que fuman.
Ejercicio

El correr o el ejercicio extremo puede precipitar un ataque en un 80% de niños con asma. El asma inducido
por ejercicio (EIA, por siglas en inglés) es diferente al asma alérgico ordinario; algunas personas tienen
solamente un tipo de asma, otras tienen ambos. EIA ocurre con más frecuencia durante ejercicio intenso en
el aire seco frío.

Alergias alimentarias

Cerca de un 8% a un 10% de niños con asma también tienen alergias alimentarias. Los niños asmáticos con
alergias alimentarias también parecen tener un alto riesgo de reacciones potencialmente fatales a tales
alimentos. En los infantes y los niños pequeños, parece ser que la alergia a los huevos es un predictor
principal del asma. Si los niños pequeños muestran señales de, o son positivos al examen de las alergias
alimentarias, los padres deben usar extra precaución en prevenir la exposición a cualquier factor común que
desencadene el asma.

Bajo peso al nacer

Parece ser que las personas que comenzaron sus vidas con bajo peso al nacer corren el riesgo de padecer de
asma, bronquitis y otra enfermedad del pulmón durante toda sus vidas. Los expertos sugieren que las vías
respiratorias se desarrollan anormalmente en los fetos desnutridos.

Inmunizaciones

Una teoría que trata de explicar el aumento notable del asma infantil, culpa la tasa mayor de inmunizaciones
durante la niñez a ciertas enfermedades infecciosas, incluyendo sarampión y tos ferina. Sin vacunación,
cunado los niños contraen estas infecciones, el sistema inmunitario descarga glóbulos blancos llamados
ayudantes T-1 (TH1, por siglas en inglés), células que estimulan otros factores inmunes que luchan contra la
infección. Al mismo tiempo, TH1 suprime al combatiente de células T de infección por suplentes llamado T-2
(TH2, por siglas en inglés); estos glóbulos blancos comúnmente desencadenan los anticuerpos que atacan
los alergenos transportados por el aire y provocan la respuesta inflamatoria típica del asma. Los expertos
postulan que en algunos niños que se vacunan contra estas enfermedades, las células TH2 permanecen
activas y estimulan el asma.

Trastornos médicos contribuyentes

Tanto como un 89% de pacientes con asma también tienen enfermedad de reflujo gastroesofágico (GERD,
por siglas en inglés), la causa de la pirosis. GERD puede desencadenar el asma en muchos casos a través del
derrame del ácido en la vías respiratorias que como resultado desencadena una respuesta hiperreactiva.
GERD puede ser sospechado en los pacientes que no responden a los tratamientos contra el asma, a cuyos
ataques de asma siguen episodios de pirosis, o cuyos ataques son peores después de comer o hacer
ejercicio. En tales casos, el tratamiento de la pirosis puede resolver el asma [vea Well-Connected, Informe
#85 Heartburn and Gastroesophageal Reflux Disease]. La sinusitis y la rinitis (la inflamación de los senos y la
cavidad nasal) y los pólipos en la nariz pueden contribuir a los síntomas del asma.

¿Cuáles son los síntomas del asma en los niños?

Los síntomas principales del asma son tos, sibilancia y la falta de aliento (disnea). En los niños con síntomas
asmáticos, es particularmente importante que primero se considere como causa posible objetos extraños
inhalados como los cacahuetes, las infecciones víricas como el crup y las infecciones bacterianas, que
pueden ser acompañadas de fiebre elevada, y progresan rapidamente. Cualquier niño que tiene tos
frecuente o infecciones respiratorias debe ser examinado para determinar la presencia de asma.
El asma se clasifica como leve cuando un niño experimenta uno o dos breves episodios semanalmente; en el
asma moderado, los episodios ocurren más de dos veces por semana, y el asma severo es marcado por
síntomas continuos. De gran inquietud son estudios que dicen que las personas, incluyendo niños, con asma
potencialmente mortal, se vuelven insensibles a los síntomas y quizás no reconocen los indicadores
peligrosos. El asma es generalmente peor durante la noche y los ataques ocurren a menudo entre las 2 y las
4 a.m.por varias razones: los cambios químicos y de temperatura corporal causan la inflamación y el
reducimiento de las vías respiratorias; respuestas alérgicas retardadas pueden ocurrir a causa de la
exposición a los alergenos durante el día; hacia la madrugada, los efectos de los medicamentos inhalados
pueden desaparecer y desencadenan un ataque.

Al comienzo de un ataque, el niño siente típicamente la constricción, o tirantes, en el tórax que es a menudo
acompañada de una tos no productiva; la respiración del niño puede convertirse audiblemente áspera. La
ansiedad y agitación son comunes. La sibilancia cuando se respira casi siempre está presente durante un
ataque. Los síntomas varían en su gravedad, de episodios leves ocasionales acompañados por la falta de
aliento a la sibilancia diaria que persiste a pesar de grandes dosis de la medicación. Generalmente, el ataque
empieza con sibilancias y respiración rápida y según se torna más severo, todos los músculos de respiración
se convierten visiblemente activos. Los músculos del cuello se pueden contraer y la conversación puede
tornarse difícil o imposible. A menudo, el final de un ataque se marca por una tos que produce un moco
espeso y filamentoso.

Sin tratamiento eficaz durante un ataque, el agotamiento puede contribuir al agravamiento de la dificultad
respiratoria. Cuando el tórax lucha para traer suficiente aire a los pulmones, la respiración a menudo se
torna llana. En una situación potencialmente mortal, la piel se convierte de color azulado, la piel de
alrededor de las costillas del tórax parece ser hundida y el paciente empieza a perder el conocimiento.

Después de un ataque inicial agudo, la inflamación persiste de días a semanas. Un problema principal con el
asma es que este segundo estadio puede que no cause síntomas, no obstante, la inflamción debe tratarse
porque generalmente causa recaída con constricción renovada de las vías respiratorias y los ataques
subsecuentes.

Aunque la sibilancia es el sello distintivo del asma, muchas otras enfermedades pueden producir sibilancia
que imita el asma. La mitad de todos los niños y bebés padecen de sibilancia en algún momento, pero pocos
contraen el asma. La mayoría de los bebés que se presentan con sibilancia todavía tienen vías respiratorias
subdesarrolladas que no se normalizan según crecen. También pueden tener madres que fuman. Los
infantes con asma suelen tener antecedentes familiares de alergias y asma. Pueden tener un sonido
matraceador cuando tosen o la respiración alterada, y pueden presentar con enfermedades respiratorias
frecuentes.

¿Qué tipo de niños contraen el asma?

El asma afecta a cerca de 5 millones de niños menores de 18 años de edad en los Estado Unidos y ha
aumentado por todo el mundo en las últimas décadas. Aproximadamente la mitad de todos los casos del
asma se desarrollan antes de la edad de 10 años, y otro tercio antes de la edad de 40 años. Entre los niños
más pequeños, el asma se desarrolla dos veces más frecuentemente en los niños que en las niñas, pero
después de la edad de 10 años, el número de hombres y mujeres que contraen la enfermedad es
aproximadamente igual. Los niños afroestadounidenses tienen un riesgo más alto que los niños caucásicos,
pero los niños hispanos, en particular los que viven en barrios pobres de las ciudades, parecen enfrentarse al
riesgo más alto de los tres grupos de la población.

En América solamente, el riesgo en los niños aumentó en un 72.3% entre 1982 y 1994. Algunos estudios
europeos atribuyen este fenómeno no a un aumento de los casos verdaderos de asma sino a otros factores.
Un estudio británico indicó que los médicos en los consultorios de asma tienden a diagnosticar la
enfermedad en exceso, y los expertos que analizaron 16 estudios que notificaron una tasa mayor de asma
encotraron fallas en la interpretación. Creen que gran parte del aumento se debe a un mayor conocimiento
por parte de los padres de la enfermedad y las diferencias en los criterios de diagnóstico. No obstante, otro
estudio británico indicó que la enfermedad puede ser subdiagnosticada; en el estudio, un tercio de los niños
que reportaron síntomas de asma no habían sido diagnosticados por los médicos y no estaban recibiendo
tratamiento.

No obstante, otras enfermedades respiratorias, la sinusitis y las infecciones del oíodo están claramente en
aumento, sugiriendo que los factores de elementos transportados por el aire o ambientales pueden estar
implicados.

Las teorías que explican este ascenso notable apuntan a mejores condiciones de vida en los países
industrializados. Un estudio reciente encontró que los niños en guarderías tienen un mayor riesgo de la
sibilancia y las infecciones de las vías respiratorias inferiores. Algunos estudios indican que el riesgo de asma
es alto en los niños menores de cinco años que se presentan con sibilancia, tienen resfriados del tórax con
frecuencia o tienen una tos crónica, aunque algunos expertos creen que tales infecciones en realidad
pueden proteger contra el asma en el futuro.

En los niños pequeños, la sibilancia no predice necesariamente el asma. Otros científicos creen que debido a
que los niños ahora están pasando tres horas o más de tiempo por día adentro ocupados en actividades
sedentarias, incluyendo ver televisión, jugar juegos de video o empleo de una computadora, son
sobreexpuestos a los alergenos internos y contraen el asma.

Cerca de un 75% a un 80% de niños con asma tienen alergias. Un estudio australiano informó que la
prevalencia de los ácaros de polvo, un alergeno identificado, subió junto con la aparición del asma en los
niños entre 1978 y 1991.

¿Qué tan serio es el asma en los niños?

El asma ahora se categoriza por gravedad como:

 leve intermitente
 leve persistente
 moderado persistente
 severo persistente

La subestimación de la gravedad de la enfermedad plantea la mayor amenaza. El asma es la tercera causa


principal de hospitalización en los niños menores de 15 años. Es especialmente serio en los niños, en
particular aquellos menores de cinco años; sus vías respiratorias son más estrechas que las de los adultos,
causando que tengan menos reserva para el intercambio de aire y ellos no responden tan bien a los
broncodilatadores (medicamentos que abren los pasajes de aire en los pulmones).

Tristemente, la hospitalización y las tasas de fatalidad entre los niños y los jóvenes adultos con asma están
en aumento; estas cifras casi se duplicaron entre 1980 y 1993. Los niños afroestadounidenses tienen más de
seis veces la tasa de mortalidad comparado con los anglo-estadounidenses en los grupos de edades de 4
años y menores y de 15 a 24 años.

Otros factores que se asocian con un mayor riesgo de muerte por asma, incluyen episodios previos
potencialmente mortales de asma, la falta de atención médica adecuada y continua y problemas de
comportamiento significativos. La muerte en los niños por una ataque de asma es, afortunadamente,
todavía muy rara. En los Estados Unidos, de unas 6,000 defunciones por asma, cerca de 500 niños mueren
por año; los ancianos representan 90% de estas muertes. Lamentablemente, un estudio en niños encontró
que casi 40% de niños con síntomas asmáticos no sabían que tenían el trastorno.

Perspectivas a largo plazo

Aunque la respuesta bronquial mejora en muchos niños cuando alcanzan la adolescencia, el mejoramiento
generalmente no es completo y el asma puede surgir nuevamente y permanecer un problema durante toda
la edad adulta. En un estudio, 72% de los hombres y 86% de las mujeres tuvieron síntomas asmáticos quince
años después de un diagnóstico inicial. Sin embargo, sólo 19% de estas personas, todavía estaban viendo a
un médico y sólo 32% tomaban cualquier medicación de mantenimiento.

Casi la mitad de los niños con asma alérgico tienen anormalidades de los senos nasales y se encuentran en
peligro de sinusitis recurrente o crónica. Los niños cuya enfermedad es bastante grave como para requerir
esteroides tienen menos probabilidad de resolver el asma que otros. Hay ahora alguna evidencia de que el
asma severo puede causar daño duradero y posiblemente cicatrización permanente, indicando que es muy
importante introducir los medicamentos antiinflamatorios tan pronto como sea posible.

¿Qué confirmará el diagnóstico del asma en los niños?

Antecedentes médicos

El médico considerará seriamente un diagnóstico de asma si el niño tiene unos antecedentes de ataques
periódicos de disnea, tos y sibilancia, quizás acompañados por la estrechez del tórax. Los padres deben
describir el modelo de los síntomas y los factores de la precipitación posibles, incluyendo si los episodios a
menudo ocurren en la noche, si son más frecuentes durante la primavera o el otoño (estaciones comunes de
la alergia), y si el ejercicio, una infección respiratoria o la exposición al aire frío alguna vez ha desencadenado
un ataque. El médico debe estar informado sobre cualquier miembro de la familia que tenga unos
antecedentes de trastornos alérgicos, como el eczema, urticaria o la rinitis (inflamación de los pasajes
nasales).

Pruebas de función pulmonar

Si se sospecha el asma, el médico generalmente realizará las pruebas de función pulmonar para confirmar el
diagnóstico y determinar la gravedad de la enfermedad. Empleando un espirómetro, un instrumento que
mide el aire tomado y espirado por los pulmones, el médico determinará varios valores: (1) la capacidad
vital (VC, por siglas en inglés), que es el máximo volumen de aire que puede inhalarse o espirarse; (2) la tasa
del flujo espiratorio de punto máximo (PEFR, por siglas en inglés), que es la máxima tasa del flujo que puede
generarse durante una exhalación forzada; (3) y el volumen espiratorio forzado (FEV1, por siglas en inglés),
que es el máximo volumen de aire caducado en un segundo. Durante un ataque. la reducción de las vías
respiratorias disminuirá el PEFR y FEV1.

Si estas mediciones indican que un grado de obstrucción de vías respiratorias está presente, el médico
puede administrar un broncodilatador (un medicamento que abre los pasajes de aire) y luego medir la
función del pulmón nuevamente --revocación de la obstrucción confirma un diagnóstico de asma. Si no hay
señales de obstrucción del paso del aire en el momento que el paciente se examina, el médico puede
realizar una prueba de reto al administrar un medicamento (histamina o methacholine) para inducir un
aumento en la resistencia de las vías respiratorias. Una respuesta positiva a esta prueba indica que el niño
tiene asma.

Diagnóstico del asma inducido por el ejercicio

Una prueba sencilla se puede emplear para examinar el asma inducido por el ejercicio en una escuela u
oficina médica. Después de respirar en un espirómetro, el niño sube y baja un escalón hasta que un ritmo
cardíaco de 150 a 200 latidos por minuto es mantenido, detectado con un monitor sujetado al tórax del
niño. Después de tres y diez minutos, el niño respira en el espirómetro; si FEV1 ha descendido más de 15%,
se sospecha el asma y el niño es remitido a un especialista de asma.

Pruebas de laboratorio

El médico puede también realizar pruebas adicionales para descartar otras enfermedades o para obtener
más información acerca de las causas del asma en el niño. Tales pruebas pueden incluir unas radiografías del
tórax y el seno, recuento de sangre completo, examen del esputo para determinar la presencia de
eosinófilos (glóbulos blancos que son sumamente característicos del asma) y pruebas de piel para medir la
respuesta del niño a los alergenos inhalados comunes.

¿Cómo se trata el asma en los niños?

El evitar alergenos, las farmacoterapias y adecuada vigilancia en los hogares son elementos claves en la
prevención de los ataques peligrosos de asma y la hospitalización.

Las farmacoterapias ahora son categorizadas por su capacidad de:

1. Controlar la inflamación persistente a largo plazo


2. Aliviar los síntomas agudos del asma.

Las drogas principalmente utilizadas para controlar la inflamación son los corticosteroides, los leucotrieno-
antagonistas y cromolyn. En general, los medicamentos que alivian los síntomas son broncodilatadores, que
abren las vías respiratorias durante un ataque de asma; incluyen agonistas adrenérgicos de beta (agonistas
beta 2), teofilina y ciertos agentes anticolinérgicos.

Un estudio reciente indica una tasa alta del incumplimiento en la farmacoterapia de asma entre las personas
de ocho a doce años de edad. Los investigadores también encontraron una marcada diferencia entre el
cumplimiento informado al médico y el cumplimiento real. En promedio, menos de la mitad de niños se
adhieren a sus regímenes de medicamento. Las crisis de asma son mucho más comunes en los niños que no
cumplen con el tratamiento prescrito.

Enfoques generales de tratamiento

Un ataque agudo puede requerir hospitalización, durante la cual beta-agonistas son generalmente
administrados con un nebulizador (un aparato que administra el medicamento en forma de rocío fino),
aunque un estudio reciente informó que la mayoría de los pacientes responden bien a la administración de
beta-agonistas inhalados cada hora. El oxígeno se da generalmente, aunque un estudio reciente encontró
que dar 100% oxígeno a los pacientes asmáticos muy enfermos puede ser perjudicial. Un esteroide puede
ser administrado si el paciente no responde a los tratamientos toher.

En los niños los agonistas beta son generalmente usados para tratar los síntomas del asma leve. Tratar los
síntomas por la noche para que la variación diaria en el flujo espiratorio de punto máximo sea menor de
10% parece tener una repercusión positiva en el mejoramiento de la función mental normal durante el día.
Es particularmente importante tratar una infección respiratoria o de seno coexistente en los niños con asma
porque quizás no responden a los tratamientos de asma a menos que, en primer lugar, se despeje la
infección.

Dado que ahora se sabe que la inflamación desempeña una función clave en todas las formas del asma, los
medicamentos antiinflamatorios actualmente se recomiendan como la terapia principal para cualquier
enfermedad asmática más grave que los episodios ocasionales del asma leve. El cromolyn, medicamento
inflamatorio sin esteroides, se emplea para el asma moderado, y las drogas antiinflamatorias de
corticosteroide se consumen para el asma severo. Ahora es recomendado por algunos expertos que
cromolyn se comience si los síntomas ocurren más a menudo que un día por semana. (Anteriormente el
aceleramiento a cromolyn ocurría cuando los síntomas tomaban lugar más de tres días por semana.) El
médico puede recomendar un ensayo clínico de cuatro a seis semanas del sodio cromolyn; si no mejora los
síntomas, luego el paciente puede tratar un esteroide inhalado.

Las combinaciones que emplean los agonistas beta 2 de acción prolongada, como salmeterol o teofilina, con
dosis bajas o moderadas de los esteroides están resultando muy eficaces en reducir los síntomas y mejorar
la función del pulmón. Tales regímenes de combinación pueden ser complicados, sin embargo, en particular
para los niños. Otros medicamentos bajo investigación para los niños incluyen los leucotrienos. Para mayor
información sobre estos medicamentos vea abajo.]

Métodos de administración de medicamentos

Algunos medicamentos de asma pueden tomarse por vía oral pero la mayoría se inhalan. El uso de los
dispositivos de inhalación puede plantear problemas especiales en los niños. La mayoría de los niños
mayores de cinco años de edad pueden usar un inhalador de dosis a medida (MDI, por siglas en inglés), que
permite que las dosis precisas se entreguen directamente a los pulmones, pero los adultos siempre deben
supervisar la administración del medicamento.

El uso de un dispositivo espaciador a menudo les permite a los niños más pequeños (de tres a cinco años)
emplear un MDI. El dispositivo espaciador proporciona una cámara en la cual se pueden retener las
partículas de la medicación del dispositivo con la inhalación (a menudo un problema para los niños
pequeños). Para los niños de más de tres años, los dispositivos de polvo seco no presurizados activados por
el aliento (Diskhaler, Turbohaler) pueden ser eficaces. De todas maneras, la prohibición de
fluorohydrocarbons empleados en los aerosoles deberá hacer los inhaladores presurizados obsoletos.

Debido a que la dosis dada en realidad depende de muchos factores, los expertos han hecho las siguientes
recomendaciones: La dosis deberá ser administrada con varias acutaciones repetidas cada una seguida por
la inhalación; el niño debe inhalar cuanto antes después de la actuación; y la electricidad estática, que
reduce la dosis, puede evitarse mediante el lavado y el secado del inhalador antes del primer uso y luego
regularmente.

Un espaciador de gran volumen se recomienda para los niños mayores, porque reduce el riesgo de que el
medicamento sea depositado en la boca y la garganta, causando efectos colaterales en esta área, para mejor
cumplimiento, sin embargo, el espaciador seleccionado, debe ser uno que el niño prefiera. A menudo los
dispositivos siguen entregando el propulsor después de que la droga se haya consumido; los pacientes
deben controlar su medicina y desechar el dispositivo cuando la última dosis ha sido administrada.

Para los niños más jóvenes de tres años y para los niños mayores que tienen dificultades en emplear el MDI
durante un ataque agudo, el uso de un nebulizador, las máquinas que convierten el líquido en un rocío fino,
puede ser apropiado. Los nebulizadores son, sin embargo, costosos, difíciles de transportar y entregan
cantidades más grandes del medicamento, de ese modo aumentando el riesgo de la toxicidad y los efectos
colaterales severos.

Tratamiento y prevención de un ataque de asma agudo


A un niño que se presenta con un ataque de asma moderado o severo se le debe administrar la medicación
de acuerdo a la prescripción del médico. Incluso después del tratamiento, sin embargo, el niño puede
encontrarse con un malestar considerable y otras técnicas pueden ser necesitadas para reducir la gravedad
de los síntomas restantes y aliviar la ansiedad. Estas técnicas también pueden ser útiles si la medicación no
está disponible o hay retraso en obtenerla.

Estrategias de manejo que no son médicas

El asma desencadena un ciclo vicioso físico emocional. La falta de aliento y la sibilancia incitan un temor de
la sofocación y la muerte, aún en los niños muy pequeños. Esta ansiedad produce constricción adicional en
los músculos alrededor de las vías respiratorias, que causa que la respiración sea aun más difícil.

Los prestadores de asistencia deberán en primer lugar concentrarse en aliviar su propia ansiedad, que puede
aumentar los propios temores del niño. El próximo paso es ayudar a relajar al niño. Por ejemplo, se le puede
decir al niño que se siente comodamente doblándose un poco hacia adelante con los ojos cerrados y con las
manos colocadas suavemente sobre el ombligo. Luego, se le dice al niño que pretenda que el estómago es
un globo; éste debe ser reventado, y las manos empujadas hacia afuera mediante la inhalación, no la
exhalación. Cuando el niño respira, el globo debe desinflarse. Este ejercicio relaja al niño y desalienta la
respiración de poca profundidad y oxígeno precario. El hacerle masajes al niño en círculos suaves en el tórax
es relajante y también puede aflojar el moco.

Un niño también puede encontrar alivio acostándose de estómago sobre varias almohadas para que la
cabeza esté un poco más abajo del tórax mientras el prestador de asistencia les da palmadas suaves en la
espalada entre los omóplatos. Dar al niño líquidos calientes como la sidra o sopa caliente, es eficaz en aflojar
el moco y también puede relajar los músculos bronquiales. Deben evitarse líquidos fríos, así como el aire
frío. Debe tomarse nota de que la sobrehidratación --demasiado líquido-- puede ser nociva, por lo que estas
bebidas no deben forzarse en el niño. El aire húmedo y cálido de los vaporizadores puede aliviar y moderar
enormemente los ataques de asma.

Agonistas Beta 2 de corta acción

Los agonistas Beta 2 sirven como broncodilatadores, relajando y abriendo las vías respiratorias restringidas
durante un ataque agudo. Aunque alivian los síntomas de los ataques agudos, estos medicamentos no
controlan la inflamación subyacente siempre presente en el asma --inclusive en sus formas más leves o
cuando hay síntomas activos. Un agonista beta 2 inhalado de acción corta, tomado según sea necesario, es a
menudo la única medicación empleada por los niños con asma leve crónico. Es la medicación preferida para
tratar episodios agudos del asma en todos los pacientes y es también útil para el pretratamiento del asma
inducido por ejercicio.

Los niños con asma crónico moderado o severo pueden tomar el sodio cromolyn, los corticosteroides o la
teofilina de distribución sostenida, solo o en combinación, para terapia de mantenimiento y los agonistas de
beta 2 inhalados sólo para el alivio durante los ataques agudos.

Los agonistas Beta 2 son administrados en general mediante la inhalación. El albuterol (Proventil, Ventolin) -
-conocido fuera de los Estados Unidos como salbutamol-- es el agonista beta 2 de acción corta estándar en
América. Otros agonistas beta 2 de acción corta son isoproterenol (Isuprel, Norisodrine, Medihaler-Iso), la
orciprenalina (Alupent, Metaprel), pirbuterol (Maxair), la terbutalina (Brethine, Brethaire, Bricanyl),
bitolterol (Tornalate) e isoetharine (Bronkometer, Bronkosol), que está disponible sólo en los nebulizadores
en los EE.UU. Debe tomarse nota de que algunas de estas marcas deben emplearse sólo en los niños de más
de 12 años de edad. Estos medicamentos son eficaces por tres a seis horas.

Los efectos secundarios de estos agentes incluyen palpitaciones, taquicardia (latido rápido del corazón),
nervosidad y temblor. Tienen graves interacciones con ciertos medicamentos y los padres deben hablarle al
médico de otros medicamentos que su niño esté tomando. Estos medicamentos deben ser tomados con
cuidado por lo niños con diabetes o antecedentes de crisis convulsivas. Un agonista beta 2 oral puede ser
dado a los niños pequeños, que pueden tener dificultad en emplear la formulación inhalada, sin embargo, la
terapia inhalada de agonista beta 2 se prefiere y debe emplearse cuando un niño es capaz de utilizar un
dispositivo de inhalación. Los agentes inhalados producen mayor broncodilatación, menos efectos
colaterales, actúan más rápidamente y logran resultados deseados a dosificaciones inferiores a las formas
orales.

El uso de los agonistas beta 2 para los lactantes con sibilancia es muy polémico, en particular porque la
sibilancia en los lactantes es un problema común del desarrollo y a menudo no indica asma. Un estudio
reciente bien diseñado, no encontró mejora en los lactantes a quien se les dio el salbutamol comparado con
aquellos dados una solución salina sencilla. El uso de estos agentes para la sibilancia en los lactantes debe
ser consultado cuidadosamente con el médico.

Controversia ha existido sobre si los agonistas beta 2 son responsables por el aumento en la tasa de las
defunciones por asma al volverse menos eficaz cuando se toma regularmente con el transcurso del tiempo,
causando el sobreuso y aumentando el riesgo de la sobredosis. Varios estudios, sin embargo, no han
soportado una asociación entre las tasas mayores de mortalidad y los agonistas beta 2.

Investigación bastante concluyente ha indicado que la mayoría de los pacientes con asma leve pueden
consumir estas drogas diariamente por meses y todavía pueden tener una buena respuesta. Un estudio ha
indicado, sin embargo, que algunas personas con asma pueden estar genéticamente predispuestas a
contraer una insensibilidad contra agonistas beta 2.

Otro estudio reciente informó que el uso regular del salbutamol, en realidad, aumentó la presencia en las
vías respiratorias de las células eosinófilas, células inmunes liberadas durante un ataque de alergias que
contribuyen a la respuesta inflamatoria. Algunos expertos creen que esta acción puede causar una respuesta
posterior a los alergenos, y otros piensan que pueden interferir con las acciones de cualquier
cortocosteroide que sea tomado al mismo tiempo. La toma de los agonistas beta 2 en un régimen regular no
proporciona beneficio adicional sobre tomarlos sólo cuando ocurren síntomas. El mejor consejo, en este
momento, para los pacientes con asma leve es usar estas drogas sólo para aliviar los síntomas durante los
ataques de asma o como premedicación para el asma inducido por el ejercicio. Sin embargo, si los síntomas
son severos o frecuentes, el paciente debe consultar con un médico antes de aumentar el uso del inhalador.

La teofilina

La teofilina (Theo-Dur, Theolair, Slo-Phylin, Slo-bid, Constant-T, Respbid) es un broncodilatador leve


moderado que se ha empleado para tratar el asma en la niñez durante más de 30 años. Dado que es
particularmente útil para tratar el asma nocturno, algunos niños emplean una dosis de un medicamento que
se receta 2 veces por día, como el Slo-licite o el Theo-dur. Cuando se combina con agonistas beta 2
inhalados, puede producir mayor broncodilatación.

La teofilina debe ser administrada y vigilada muy cuidadosamente. Los lactantes tienden a metabolizar el
medicamento sumamente lentamente y en consecuencia deben recibir dosis muy bajas. Sin embargo,
cuando los niños asmáticos alcanzan un año de edad, metabolizan el medicamento más rapidamente que
los adultos. Los efectos secundarios incluyen cambios en el comportamiento, el estado de ánimo y la
memoria.

Recientemente, ha habido inquietud acerca de los incidentes potencialmente fatales, como las crisis
convulsivas y la arritmia cardíaca, que puede ocurrir con altos niveles del medicamento. La náusea y los
vómitos son las señales tempranas más comúnes de la sobredosis de teofilina. Si un niño está tomando la
teofilina en forma sistemática, el médico debe vigilar el nivel del medicamento al comienzo de la terapia y
en intervalos de seis a 12 meses posteriormente. La fiebre y ciertos antibióticos pueden desacelerar la
velocidad a la cual se elimina teofilina del cuerpo; en tales casos, el médico quizás quiera reducir la
dosificación de teofilina.

La aminofilina, una forma intravenosa de la teofilina, se ha empleado comúnmente con los niños que se han
hospitalizado por asma agudo. Los estudios no han logrado demostrar beneficio, y en efecto, el uso de la
aminofilina causó algunos efectos secundarios muy desagradables, incluyendo náusea, dolor de cabeza y
vómitos. Hay disponibles varias mezclas de medicamentos que contienen teofilina y medicamentos similares
junto con sustancias que alivian los síntomas de la congestión y las alergias. Estos no son eficaces para el
asma agudo y no deben ser empleados por los niños.

Tratamiento de la inflamación y los efectos a largo plazo del asma

Cromolyn

Debido a su historia comprobada de inocuidad, cromolyn (Intal) ha sido el agente antiinflamatorio preferido
para la prevención de los ataques de asma en los niños mayores de cuatro años con asma moderado
crónico.

Es un medicamento antiinflamatorio sin esteroides, inhalado que ayuda a prevenir el reducimiento de los
pasajes de aire y las respuestas asmáticas tanto tempranas como tardías a los alergenos. Es particularmente
eficaz después del ejercicio y después de la exposición al aire seco frío o los contaminantes de aire. No es
eficaz para los ataques de asma.

En general, cromolyn produce sólo efectos colaterales mínimos, como tos durante la inhalación de la
formulación en polvos. Cromolyn puede ser administrado por un inhalador de aerosol de dosis medida, un
inhalador de polvo seco, o como una solución de nebulizadores. Se toma de dos a cuatro veces al día. Debe
ser administrado antes del ejercicio en los pacientes con asma causado por el ejercicio. Los estudios indican
que cromolyn reduce las tasas de hospitalización casi así como los corticosteroides, y hasta 70% de niños
que necesitan terapia de mantenimiento contra el asma responden bien a cromolyn. Sin embargo, otro
estudio con niños menores de cuatro años informó que no tenía beneficio real para este grupo.

Nedocromil (Tilade) es similar al cromolyn. Puede tener un sabor desagradable y algunas personas se han
quejado de la náusea, dolor de cabeza y espasmos bronquiales, pero ningún efecto secundario grave se ha
reportado. Un vaporizador nasal de cromolyn llamado Nasalcrom está actualmente bajo consideración para
la aprobación sin prescripción por el FDA; se aprobará inicialmente sólo para aliviar la congestión nasal
causada por las alergias y los pacientes asmáticos no deben automedicarse sin el asesoramiento de un
médico.

Corticosteroides de aerosol

Los corticosteroides inhalados, también llamados glucorticoides o esteroides, ahora se recomiendan como
terapia primaria para el asma moderado o severo en los niños. Los expertos difieren en el punto en el cual
un niño es candidato para corticosteroides inhalados y los padres deben considerar todos los riesgos y
beneficios de este tratamiento con su médico.

Los corticosteroides son los medicamentos antiinflamatorios más potentes disponibles para el tratamiento
del asma y pueden aumentar la eficacia de los agonistas beta 2. Deben tomarse regularmente; pueden
tomar un mes para percibir sus efectos y hasta un año para lograr beneficios totales. Un estudio reciente
reveló que redujeron la tasa de hospitalización por asma en un 50%; los agonistas beta 2 no ejercieron tal
efecto. Cerca de 10% no responden.

Los inhalantes más viejos de corticosteroides son el beclomethasone (Beclovent, Vancenase, Beconase,
Vanceril) y la dexametasona (Decadron Phosphate Respihaler y otros). Los esteroides más nuevos y más
potentes inhalados o intranasales incluyen triamcinolone (Azmacort y otros), flunisolide (Aerobid),
budesonide (Rhinocort) y fluticasone (Flovent).

Los estudios comparativos indican que el fluticasone es el más potente, seguido por budesonide, luego
flunisolide, triamacinolone, beclomethasone y la hidrocortisona (la versión oral). Fluticasone es el primer
corticosteroide aprobado por la FDA para la prevención del asma en niños de cuatro a 11 años de edad. Es
administrado en forma de polvo empleando un inhalador especial. En un estudio de niños ingleses,
fluticasone fue superior comparado con el cromolyn y tuvo menos efectos secundarios.

Los resultados de un estudio adulto que comparó fluticasone y budesonide indicaron, sin embargo, que
fluticasone es significativamente más potente que budesonide en suprimir la función suprarrenal, la causa
de los principales efectos colaterales que ocurren al retirar los esteroides orales y que luego puede aplicarse
al retiro de este inhalante [vea los corticosteroides orales abajo]. Los estudios también están demostrando
que una sola dosis de uno de los más nuevos esteroides como flunisolide o triamcinolone, puede ser tan
eficaz como dos o aún cuatro dosis diarias. Vanceril, una marca de beclomethasone, ahora está también
disponible en dosis solas. La sincronización de la dosis es importante y puede variar según la medicación.

Los agentes inhalados causan efectos adversos con poca frecuencia. Los efectos colaterales comunes de los
corticosteroides son irritación de garganta, ronquera y sensación de sequedad en la boca. Las erupciones,
sibilancia, el hinchamiento facial (edema), las infecciones causadas por hongos (candidiasis) en la boca y la
garganta, y moretones son también posibles. Estos efectos pueden reducirse al mínimo o prevenirse
mediante el empleo de un dispositivo espaciador y el enjuague de la boca después de cada tratamiento.
Algunos niños experimentan cambios en el estado de ánimo, memoria y comportamiento, pero no son
permanentes. El uso prolongado de dosis altas puede aumentar el riesgo de glaucoma, pérdida de la
densidad ósea, cambios en el azúcar sanguíneo y sensibilidad a las infecciones --efectos colaterales
generalmente asociados sólo con corticosteroides orales.

Un estudio de un año de niños con asma leve a moderad o informó que aunque el beclomethasone
esteroideo inhalado fue significativamente más eficaz que salmeterol, los niños en esteroides
experimentaron reducción en crecimiento y el beneficio del medicamento desapareció dos semanas
después de que se retiró.

Los estudios sobre si el uso a largo plazo impide el crecimiento han sido problemáticos ya que el asma
severo mismo puede ejercer efectos adversos sobre el crecimiento. Parece que los niños se actualizan en su
crecimiento más adelante, y un estudio de seis años no encontró reducción en la densidad ósea. Si hay un
efecto en el crecimiento normal, parece ser pequeño y no significativo --cerca de la mitad de una pulgada.

Los padres que están preocupados acerca de los efectos secundarios poco comunes deben discutir la toma
de los suplementos de calcio para prevenir la pérdida ósea y los suplementos de la vitamina C y E para
reducir el riesgo de cataratas (algo muy raro en los niños). Aunque se recomienda el uso a largo plazo,
algunos pacientes cuyas enfermedades se habían estabilizado pudieron cesar de emplear los esteroides
inhalados después de dos años sin experimentar deterioración en su enfermedad. Nadie debe cesar de
tomar estos medicamentos sin consultar con un médico en primer lugar, y si se retiran los esteroides, la
vigilancia regular es necesaria.

Corticosteroides orales
Los corticosteroides orales se reservan generalmente para el tratamiento a corto plazo del asma severo. Los
corticosteroides comúnmente usados son prednisona, prednisolona y methylprednisolone. Para los niños
que se presentan con un ataque de asma agudo quienes no responden completamente a los
broncodilatadores, el uso temprano de los corticosteroides orales de dosis alta en la sala de emergencia ha
reducido la necesidad de hospitalización posterior.

Un estudio encontró que una sola inyección de la dexametasona esteroidea puede ser tan eficaz como un
régimen de tres días de esteroides orales. Cuando los corticosteroides orales se necesitan a largo plazo para
controlar el asma severo crónico, la terapia de día alternado empleando la dosis más baja posible, se
emplea, en general, para reducir al mínimo tales efectos adversos.

Los efectos adversos de los corticosteroides orales a largo plazo pueden incluir crecimiento retardado,
cambios del estado de ánimo, redondamiento de la cara, presión arterial alta, diabetes, infecciones,
osteoporosis, supresión suprarrenal, glaucoma y cataratas.

El uso a largo plazo de los medicamentos esteroideos acaba por suprimir la secreción de las hormonas de
esteroides naturales por el sistema suprarrenal. Después de la revocación de estos medicamentos, esta
denominada supresión de suprarrenales persiste y le toma al cuerpo tiempo (a veces hasta un año) para
restaurar su capacidad de producir nuevamente esteroides naturales. Rara vez, el cambiar de esteroides
orales a esteroides inhaladas ha causado severa insuficiencia suprarrenal y, en raros casos ha dado lugar a la
muerte. Los pacientes deben hablar con sus médicos sobre medidas para prevenir la insuficiencia severa, en
particular durante los momentos estresantes que aumentan el riesgo.

Agonistas de acción prolongada Beta 2

Los agonistas Beta 2 de acción prolongada están ahora disponibles para prevenir --pero no para tratar-- un
ataque de asma. El primer medicamento aprobado fue salmeterol (Serevent); otros incluyen formoterol
(Foradil) y bambuteral. Los efectos de una dosis de salmeterol duran cerca de 12 horas, por eso es
particularmente eficaz durante la noche y para la prevención del asma inducido por ejercicio en las personas
que hacen ejercicio o se esfuerzan durante largas horas.

Un estudio informó que después de tomar salmeterol para el asma inducido por ejercicio por más de un
mes, perdió la eficacia después de unas pocas horas. La no administración diaria puede ser útil. Salmeterol
está siendo agregado a algunos programas de mantenimiento con esteroides a largo plazo para permitir las
dosificaciones reducidas de los corticosteroides antiinflamatarios.

Debe señalarse que aunque salmeterol reduce eficazmente los síntomas del asma, empleado por si solo, no
ejerce efecto sobre la inflamación y los estudios varían en cuanto a su beneficio en la función del pulmón. En
un estudio de un año que se concentró en los efectos de los niños con asma entre leve y moderado, el
medicamento no fue tan eficaz como el beclomethasone del corticosteroide, pero redujo los síntomas de
asma, y sin retrasar el crecimiento.

El asesoramiento médico es necesario antes de emplearlo. Salmeterol es casi cuatro veces más potente que
el salbutamol pero toma hasta 20 minutos para hacer efecto. Una dosis dura cerca de 12 horas. Debido a su
acción lenta, se han reportado muertes durante ataques de asma cuando las personas intentaron hacer má
rápido el efecto del salmeterol tomando demasiado y, por lo tanto, murieron de dosis excesivas. (Tales casos
se notificaron, sin embargo, principalmente en los pacientes viejos con asma severo.) Formoterol parece
tener una acción más rápida (menos de 15 minutos) que salmeterol.

Leucotrieno-Antagonistas
Los leucotrienos de bloque de leucotrienos antagonistas, factores del sistema inmunitario potentes que son
importantes en causar constricción de vías respiratorias y la producción de moco en el asma relacionado con
alergia. Se emplean para la prevención a largo plazo, no para el tratamiento de los ataques de asma agudo.
Zafirlukast (Accolate), montelukast (Singulaire) y zileuton (Ziflo) están ahora disponibles, aunque
montelukast es el único actualmente creado para tanto los niños mayores de seis años de edad como para
los adultos.

Otros antagonistas-leucotrieno, incluyendo cinalukas y los medicamentos conocidos como inhibidores de


proteína activante 5-lipoxygenase (FLAP, siglas en inglés) están demostrando ser prometedores.
Leucotrienos-antagonistas pueden ser particularmente eficaces para el asma inducido por la aspirina, los
sulfitos y el ejercicio. También están resultando un compañero eficaz en el tratamiento de los agonistas beta
2 para el asma leve moderado y pueden permitir que los pacientes eviten o reduzcan el uso de los
esteroides.

Todavía se necesitan estudios que comparen estos medicamentos con los esteroides. Están mostrando
promesa específica para el asma inducido por la aspirina, los sulfitos y el ejercicio. Pocos efectos colaterales,
excepto la aflicción al tubo digestivo, se han asociado con el uso de leucotrieno-antagonistas. De alguna
preocupación, sin embargo, son informes del síndrome de Chur-Strauss en unas pocas personas que estaban
disminuyendo los esteroides y comenzando a tomar zafirlukast; esta enfermedad es muy rara, pero causa
inflamación del vaso sanguíneo en los pulmones, síntomas similares a la gripe y puede ser potencialmente
mortal.

Inmunoterapia

La inmunoterapia (inyección contra la alergia) a menudo se les da a los niños que tienen asma relacionado
con las alergias, en particular del polvo en la casa, caspa de gatos, el polen de pasto y el moho. Aunque es
raro, efectos colaterales --a veces severos-- pueden ocurrir si son administradas dosis excesivas del alergeno.

A las personas que están presentando sibilancia no se les debe administrar la inmunoterapia. Un estudio
encontró que las inyecciones contra las alergias no fueron de ningún beneficio adicional para los niños con
asma moderado-severo que se sometieron a los tratamientos estándar. Había algunas limitaciones en el
estudio, sin embargo, muchos expertos advierten a los padres que no paren las inyecciones contra las
alergias de sus niños.

La inmunoterapia puede seguir siendo útil contra el inicio temprano del asma alérgico, contra los casos
leves, y para los niños cuyo asma no está controlándose bien con medicación. Una forma oral de la
inmunoterapia está bajo investigación y está resultando segura y moderadamente eficaz en los estudios
pequeños.

Tratamientos experimentales

La lidocaína, una anestésica común, que es también un agente antiinflamatorio, está demostrando promesa
como una alternativa a los esteroides. Los medicamentos que suprimen el sistema inmunitario, incluyendo
cyclosporine, pueden resultar eficaces y seguros cuando son usados en la forma de rocío; pueden tener muy
graves efectos colaterales, sin embargo, y se necesita investigación adicional.

Otros medicamentos que están diseñándose para bloquear los agentes en el proceso inflamatorio incluyen
rhuMAb-E25 y CTLA4-IgG, que actúan contra el anticuerpo IgE y rPAF-AH, que controla otro factor
inmunitario.
La heparina, un medicamento comúnmente usado para prevenir los coágulos sanguíneos, puede ser tan
eficaz como cromolyn y prevenir los ataques de asma inducidos por ejercicio cuando se inhalan una hora
antes del ejercicio.

El magnesio intravenoso conjuntamente con los antagonistas beta 2 y los corticosteroides parecen ser
beneficiosos para los niños con el asma moderado severo quienes no responden bien al tratamiento
estándar.

¿Cómo se pueden prevenir los ataques de asma y síntomas


del asma en los niños?

Los padres pueden reducir considerablemente la frecuencia y la gravedad de los ataques asmáticos
asegurándose que los niños usen los medicamentos como fueron indicados por el médico. Debido a que hay
tantas sustancias que desencadenan respuestas alérgicas, la identificación y evitación a un alergeno o
alergenos puede ser muy difícil. Se pueden tomar medidas relativamente sencillas, sin embargo, para evitar
los problemas más obvios y comunes. El envolvimiento de los padres es crítico en prevenir los ataques y las
situaciones potencialmente fatales.

Cambios del modo de vida

Resfriados y sinusitis

Un estudio reciente encontró que el resfriado común desencadena la mayoría de los ataques de asma en los
niños en edad escolar. El lavado de las manos es una medida preventiva muy sencilla pero eficaz. El
tratamiento de la rinitis (el resfriado común) y la sinusitis en los niños con asma también puede reducir los
síntomas del asma. En cualquier caso, es importante tratar cualquier infección del seno coexistente en las
personas con asma porque quizás no respondan a los tratamientos de asma a menos que se despeje la
infección en primer lugar.

Los padres siempre deben consultar a un médico antes de administrarles a los niños cualquier
antihistamínico, y a los niños pequeños no deben administrárseles los remedios contra alergias de
combinación que contienen descongestionadores y antihistamínicos.

Prevención de las infecciones respiratorias y sinusitis

Los padres deben hablar con el médico sobre las vacunaciones contra la influenza en el otoño y una única
vacunación contra la neumonía neumocócica.

Prevención interior.

Los limpiadores de aire, los filtros para los acondicionadores de aire y las aspiradoras con filtros de HEPA
pueden ayudar a eliminar las partículas y los alergenos pequeños encontrados en el interior. La American
Lung Association recomienda que los limpiadores de aire tengan filtros que sean eficaces por al menos
varios meses y que no produzcan niveles de ozono sobre 0.05 ppm. Deben contener unos medios fibrosos
cargados o descargados.

Los limpiadores de aire ayudan con algunas partículas transportadas por el aire pero ejercen poco efecto
contra las alergias de gatos o las heces de ácaros de polvo que se acumulan en las alfombras y las ropas de
cama. Sin embargo, otro estudio encontró que las aspiradoras de HEPA son eficaces en prevenir el
descargue de alergenos de gatos al aire. Las aspiradoras no extraen los ácaros y pueden, en efecto, agitarlos
en el aire.

Nuevos limpiadores de aire que convierten los contaminantes dañinos a las sustancias inocuas están
demostrando ser prometedores. Los humidificadores continuos pueden ser contraproducentes porque los
ácaros de polvo prosperan con la humedad, y ya que pueden desarrollar moho si no se limpian diariamente
con una solución de vinagre; los niveles de humedad no deben exceder un 40%.

Es mejor evitar alfombras o considerar tratarlas con un producto químico que mate los ácaros, como
Acarosan. El producto químico también debe aplicarse a las áreas alfombradas bajo muebles. Las cortinas
deben reemplazarse con percianas o cortinas de tiro, y la ropa de cama debe ser lavada usando la más alta
temperatura en la lavadora. Las almohadillas de colchón semipermeables y las almohadas reducen
significativamente los niveles de ácaros de polvo.

Los estudios han encontrado que las almohadas sintéticas presentan un riesgo para los ataques severos de
asma en los niños que es tres veces más alto que el riesgo de las almohadas de pluma o ninguna almohada.

Las cubiertas de colchón de vinilo limitan el paso del aire y también pueden exacerbar, o aún causar, asma
en los niños. Las cocinas eléctricas deben reemplazar los hornos de gas que liberan el dióxido de nitrógeno.

La exterminación de cucarachas con trampas a prueba de niños, lavar las latas y las botellas a fondo y
almacenar los alimentos descubiertos solamente en el refrigerador es esencial. De alguna inquietud son
informes sobre la alta infestación de cucarachas en las escuelas. Los padres que están preocupados pueden
considerar plantear este tema con funcionarios escolares.

Prevención exterior

El acampar y los viajes de caminata no deben programarse durante los tiempos de recuento de polen alto
(en los estados del norte, mayo y junio para polen de pasto y mediados de agosto a octubre para ambrosía).
Debe tomarse nota de que el ozono puede afectar los pulmones de los excursionistas aún durante los meses
de polen bajo.

Los pacientes que son alérgicos al moho deben evitar graneros, el heno, rastrillar las hojas y la siega del
pasto. (Un estudio reciente, sin embargo, encontró que el moho no se asoció con mayor riesgo de asma
severo en los adolescentes.) La exposición a los gases del automóvil y los hongos en los acondicionadores de
aire del automóvil puede empeorar el asma.

Los animales domésticos

Los animales domésticos plantean problemas específicos; pueden desencadenar el asma pero son a menudo
emocionalmente importantes en el hogar, en particular para los niños. Los gatos alojan alergenos
significativos; los perros presentan generalmente menos problemas. El lavado de los gatos y los perros una
vez por semana puede reducir los alergenos. Los champús secos, como Allerpet, están ahora disponibles
tanto para gatos como para perros que eliminan los alergenos de la piel y el pelaje y son más fáciles de
administrar que los champús líquidos. Los baños deben ser dados por una persona no alérgica,
preferentemente al aire libre.

Para los niños pequeños los animales de pelusa pueden servir como un reemplazo que les da confort,
aunque pueden alojar los ácaros de polvo. Un experto sugirió poner los animales de pelusa en el congelador
durante 24 horas, lo cual mata los ácaros de polvo, y luego lavarlos. El proceso debe hacerse semanalmente.
Los medicamentos

La aspirina y los productos que contienen aspirina pueden causar ataques asmáticos amenazantes de vida
en individuos que son susceptibles. Aunque el asma inducido por aspirina es más común en los adultos, las
aspirina debe emplearse con cuidado en los niños de cualquier manera, ya que pueden desarrollar síndrome
de Reyes si la aspirina se toma durante la varicela y ciertas infecciones víricas. El paracetamol (como el
tylenol) es una alternativa para el alivio del dolor leve. Un farmacéutico debe ser consultado si no se
conocen los ingredientes de ningún preparativo sin prescripción. Varios medicamentos interactúan con
medicamentos de asma, por eso todos los medicamentos que son tomados deben ser discutidos con el
médico.

Los alimentos

Aunque los pacientes frecuentemente culpan las alergias alimentarias por los ataques de asma, las alergias
alimentarias raramente son la causa. De todas maneras, los niños que experimentan reacciones a los
alimentos, como las nueces o las fresas, deben evitar estos alimentos. En efecto, algunos médicos ahora
aconsejan a todos los niños con asma que eviten nueces totalmente.

Los padres pueden querer que sus hijos eviten sulfitos comúnmente empleados como preservativos
alimentaros, incluyendo el atún enlatado y los alimentos condimentados con glutamato monosódico (MSG,
por siglas en inglés). Los suplementos de la vitamina C y E y el calcio pueden ser útiles, en particular, en los
niños que toman esteroides. Un estudio reciente encontró que, contrario a la creencia popular, los
productos lácteos no plantean riesgos para los niños asmáticos.

Humo del cigarrillo

La exposición al humo del tabaco es un riesgo ambiental importante para todos los niños asmáticos. Se ha
demostrado que el tabaquismo paterno aumenta la respuesta de la vía respiratoria de los lactantes ya en los
primeros dos a 10 semanas de vida. A los padres que fuman se les aconseja que realicen esfuerzos estrenuos
para dejar el hábito.

Prevención del asma inducido por ejercicio

El asma inducido por ejercicio (EIA, por siglas en inglés) ocurre con mayor frecuencia en los niños y los
adultos jóvenes con asma. Se diferencia del asma alérgico ordinario y las personas pueden tener uno o
ambos tipos.

Aunque el asma inducido por ejercicio tiene los mismos síntomas que el asma alérgico, no es peligroso y no
requiere hospitalización. La consecuencia principal de EIA es la limitación colocada en las actividades físicas,
que pueden ser particularmente perturbadoras en los jóvenes.

EIA ocurre con mayor frecuencia durante el ejercicio intenso en el aire seco y frío. Afortunadamente, el
tratamiento es excelente y les deja a los jóvenes con EIA ejercitar con vigor, aún al nivel de la competencia
olímpica. A los niños asmáticos se les debe aconsejar que naden y jueguen deportes, como el béisbol, los
cuales presentan menos dificultades para ellos. Las actividades intensas que duran menos de dos minutos
como carreras de velocidad o natación competitiva, son menos problemáticas que los ejercicios que son más
largos. Los deportes de verano causan menos estrés que los de invierno. Los períodos de precalentamiento
antes del ejercicio vigoroso pueden ayudar considerablemente a limitar la reducción bronquial y la
obstrucción.

La premedicación con agonistas beta 2 puede ser sumamente útil. Los padres de los niños con asma
inducido por ejercicio deben consultar a sus médicos sobre un programa de ejercicios convenientes que
tome en cuenta la condición específica del paciente. La vítamina C puede ser protectora para algunos niños
con asma inducido por ejercicio.

Vigilancia

Los estudios revelan que las personas que autocontrolan su enfermedad empleando la vigilancia diaria del
flujo de aire máximo y ajustando sus medicamentos según sea necesario, tienen menos hospitalizaciones y
visitas al médico no planificadas y, en general, una mejor calidad de vida que los que dependen solamente
de una visita ocasional médica o a la sala de urgencias para el control de los síntomas. El médico demostrará
la manera correcta de emplear el metro de fuljo, lo cual puede ser dominado por niños hasta de cuatro años
de edad. Algunos médicos recomiendan tomar las lecturas dos o tres veces al día, aunque para el asma leve
o moderado una sola medición cada mañana generalmente es suficiente. Es importante emplear el metro al
mismo tiempo cada día y pararse o sentarse en la misma posición para mantener un registro exacto. Un
registro continuo de las lecturas del flujo máximo del niño ayuda a los padres a detectar una condición de
agravamiento y ajustar los medicamentos. Los padres también deben mantener un registro de los ataques,
la exposición a cualquier alergeno o factores desencadenantes y los medicamentos. Para los niños que son
demasiado jóvenes para metros de flujo máximo, los padres deben mantener un diario de todas la quejas
respiratorias de sus niños y cualquier incidente o alergeno que los pueda haber desencadenado.

Administración de los factores psicológicos

Los factores psicológicos y emocionales desempeñan una función importante en el asma. Un estudio
encontró que los niños asmáticos de los padres que tienen dificultades emocionales tienen mayor
probabilidad de tener síntomas severos. Esto apoya otro estudio que encontró que los niños que están
tristes eran más susceptibles a los cambios asmáticos.

A los niños se les debe proporcionar seguridad y consuelo en todas la edades. Además de confrontar la
ansiedad esencial que evoca el asma, los niños de edad escolar también se enfrentan con la vergüenza
social. Con asma moderado a severo, a menudo pierden tiempo considerable de escuela --a veces hasta una
tercera parte del año.

Los adolescentes y los preadolescentes pueden tener dificultad específica haciendo frente a lo que perciben
como el estigma social del asma. A menudo, negarán su condición y se niegan a cumplir con su régimen de
medicamentos. Un estudio no encontró repercusión adversa en el desempeño académico, sin embargo, en
los niños cuyo asma estaba siendo vigilado y cuidadosamente tratado. A menudo, los padres mismos están
bajo presión financiera y emocional. La ansiedad, la culpa y frustración pueden crear problemas en todas las
relaciones importantes familiares. Los padres y los niños mayores no deben vacilar en buscar la ayuda de
grupos de apoyo, los médicos, los amigos o los miembros de la familia.

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