PAPA FRANCISCO:

LA TEOLOGÍA
DEL PUEBLO
APROXIMACIONES ENTRE
CIENCIA Y RELIGIÓN
EL RESTABLECIMIENTO
DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
PUEBLOS ORIGINARIOS:
DESAFÍOS PENDIENTES
CHILE ANTE LA DEMANDA
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 AGOSTO 2014
n 631 • vol. lxiii
o
MENSAJE
“Un mensaje cristiano para el mundo de hoy”

4 cartas

8 6 editorial. Un adecuado empleo de las mayorías

8 comentario nacional
8 Michelle Bachelet y su “nueva” política para los pueblos indígenas,
Juan Jorge Faundes

14 religión

23 14 El papa Francisco y la teología del pueblo, Juan Carlos Scannone, S.J.

23 1814: Las nuevas esperanzas de la Compañía de Jesús, Manuel Revuelta
González, S.J.
30 El conflicto Ciencia-Religión: ¿Crece o se reduce?, Joseph Ramos
34 Sociedad de San Pablo: cien años de un carisma, Fredy Peña Tobar, spp
38 Obispo Carlos Camus: un ejemplo a seguir en los nuevos tiempos,
Jaime Naranjo

30 43 sociedad
43 Claves del derecho sobre el nuevo caso en La Haya, Ximena Fuentes Torrijo
46 Un nuevo marco institucional para Argentina, Martín Krausse

48 cultura
48 Arte. Una historia española contada por artistas, Jazmín Lolas

43 50 Teatro. Los gigantes de la montaña presentan Lear: Un rastro entre teatro

y vida, Camila Pistacchio
52 Teatro. Un enemigo del pueblo: Contradicciones y reivindicaciones
de la historia, Sebastián Ramírez
Fundador San Alberto Hurtado, S.J. 53 Cine. La mejor oferta. Amor y arte: de lo auténtico a la falsificación,
• Director Antonio Delfau, S.J. • Editor Juan Rauld
• Consejo Directivo José Arteaga, S.J., Rubén Morgado, Victoria Dannemann
S.J., Roberto Saldías, S.J., Fernando Verdugo, S.J., José 54 Julio Cortázar y la magia tras las palabras, Eduardo Guerrero del Río
Francisco Yuraszeck, S.J., Andrés Mardones • Consejo
Ampliado Claudio Agostini, Fernando Atria, Matías 57 Libros, Eduardo Tampe S.J., Rosa Cruchaga de Walker, Feliza Marro,
Bernier, Ricardo Capponi, Jorge Carey, Carlos Casale, Ignacio de Ferari, Carlos Castro, Juan Rauld
Javier Couso, José Luis del Río, María Soledad del Villar,
Eduardo Engel, Daniela Eroles, Alberto Etchegaray, Juan 61 Discos. La música como lugar de la amistad, Fernando Berríos
Eduardo García-Huidobro, Manuel Antonio Garretón,
Sebastián Kaufmann, Pedro Irureta, Felipe Larraín,
Guillermo Larraín, Sergio Micco, Sergio Molina, Claudio 62 documentos. Universidad Pontificia Comillas: “Defensa de la vida
Orrego, María Luisa Pérez, Magdalena Piñera, Haydée humana naciente y protección de toda mujer gestante”.
Rojas, Andrés Solimano, Susana Tonda, Diana Veneros •
Foto Portada Filippo Monteforte / AFP • Diseño Mercedes
Lincoñir H. • Redacción y Administración Cienfuegos 21,
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atención Lunes a viernes de 9 a 18 horas.

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 CONCEPCIÓN Y NACIMIENTO
Sr. Director:
Le escribo, motivado por la exhortación que se
ha hecho a los laicos a opinar sobre las materias re-
lacionadas con la concepción y el aborto que serán
cartas
tratadas en un concilio en el Vaticano en octubre.
Los problemas éticos relacionados con estas ma-
terias han sido provocados por la Iglesia católica al
declarar que desde la concepción, es decir, desde el
instante en que un espermatozoide penetra un óvulo
y se genera el cigoto, hay vida provista de alma. Dis-
crepo de esa idea, formulada sin fundamento. Creo
que Dios aporta alma al nacer. El propio Cristo, en
Mateo (26, 24), refiriéndose a quién lo iba a traicio-
nar, dice “mejor le fuere a ese, no haber nacido”.
Con esa referencia, él resalta y prioriza el nacimiento
como lo más trascendente para un hombre. Por otra
parte, en el Génesis, se lee la metáfora del hombre
hecho del polvo de la tierra, al que, cuando ya está
formado y fisiológicamente funcionando, Dios
“le inspiró aliento de vida y fue así el hombre ser
animado (2, 7). En tercer lugar, consideremos que en
la oración del Credo se hace un claro distingo entre
concepción y nacimiento. En ese rezo afirmamos
como un misterio la concepción de Cristo, diciendo
que fue obra del Espíritu Santo y proclamamos que a
la concepción sigue el nacimiento de la Virgen María.
Con ello confirmamos que el nacimiento es más
trascendente que la Concepción. En cuarto lugar: si
en el mundo hay más de treinta mil abortos naturales,
sin intervención alguna del hombre, ¿cómo explicar
inteligentemente el derroche por parte de Dios de ese
número de almas, sobre todo si la Iglesia sostiene
que cada uno es “único e irrepetible”?
Al considerar al feto como un ente solo con vida
fisiológica hasta el nacimiento, desaparecen disyun-
tivas entre la vida y la muerte, y se abren opciones en
temas como la inseminación artificial o los procedi-
mientos médicos en casos de graves malformaciones.
El nuevo cardenal chileno ha manifestado en de-
claración formulada a El Mercurio que la Iglesia está
llana a abrirse al diálogo sobre el aborto y la homo-
sexualidad. Y el papa Francisco ha citado a un cón-
clave de obispos en que se tratarán los problemas
de la concepción, entre otros. Ojalá se busque allí
verdaderamente una solución a los problemas éti-
cos descritos.
Víctor Villegas Herrera
Mensaje se reserva el derecho de extractar cartas de más de veinte líneas. Escríbanos a: rrpp@mensaje.cl
4 AGOSTO 2014
UNA Educación MÁS JUSTA Y equitativa
Sr. Director:
Deseo recordar en estas líneas que existen situa-
ciones de injusticia que determinan la vida de miles
de niños(as) pobres de nuestro país, representan-
do la más vergonzosa deuda social de los últimos
cuarenta años. Hablo desde mi actividad de profe-
sor de Estado. Observo cómo muchos adolescentes
sienten a la sociedad organizada como un mundo
ajeno, excluyente y violento, al mismo tiempo seduc-
tor e inaccesible, que les inspira creciente rebeldía y
agresividad. Se trata de jóvenes que, hasta ahora,
no han sido considerados de manera consecuente
en reformas, programas ni propuestas.
Hoy existe intención de legislar para hacer de la
educación un derecho. Sin embargo, la demanda por
hacer gratuita a esta no se satisface solo con las
medidas anunciadas para terminar con el copago.
Se requiere centrar los cambios en los factores que
afectan directamente al ser humano, favoreciendo
una formación en marcos de solidaridad y participa-
ción, en actos colaborativos y atractivos.
Se hace necesario apartar a la educación pública
los parámetros de mercado. Que se termine con la
segregación. Es importante proporcionar recursos,
profesionales y estrategias a la tarea de incorporar
a los jóvenes a las dinámicas escolares. Igualmen-
te, integrar en el quehacer formador los afectos y la
emocionalidad, pues hay sentimientos positivos que
generan pertenencia. El afecto es la principal herra-
mienta pedagógica en el aprendizaje.
En barrios estigmatizados por la pobreza o la de-
lincuencia, a pesar de las adversidades, se producen
riquísimas formas de encuentro y relación; se vive
una gran variedad de valores humanos relacionados
con el encuentro, la solidaridad, la fraternidad y los
afectos. Existen elementos culturales propios que
requieren ser reconocidos y acogidos en la escuela,
como aportes válidos que constituyen una oportu-
nidad para contextualizar el currículo y nutrirlo de
nuevos conocimientos y experiencias. De manera
principal, se debiera reconocer y fortalecer las ini-
ciativas de educación concretas que ya tienen ex-
periencia en esos ambientes. Resultaría interesante
crear una instancia nacional que asuma, como tarea
prioritaria, la integración a la escuela de la niñez y
adolescencia marginada.
Carlos Mellado R.
DEMOCRACIA “EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE”
Sr. Director:
Se ha caído en una gran desmesura en el empleo
del lenguaje en Chile y uno se sorprende con frecuen-
cia. En una reciente carta, Juan Ignacio González de
la Jara expresa que ya “no es tiempo (…) de practicar
una democracia ‘en la medida de lo posible’”. Él de-
muestra una visión negativa de la etapa en que eso
se practicó, revelando desconocimiento de la historia
política de nuestro país entre 1973 y 1990 que, con
razón, hizo al presidente Patricio Aylwin declarar que
tras conquistarse la democracia había que gobernar,
en algunos aspectos, “en la medida de lo posible”.
Por mi parte, creo —estoy convencido— que no es
bueno olvidar la batalla que en su momento se dio,
como tampoco el esfuerzo de la Concertación de Par-
tidos por la Democracia, empeñada en fortalecer un
régimen democrático. Aun con todos sus errores, esa
meta se ha logrado. No es bueno que un lector de
Mensaje se dé el lujo de olvidarla. Si así ha sido, le
sugiero que, por favor, relea esta revista desde 1963
hasta hoy, punto de referencia insoslayable de la his-
toria política de Chile durante medio siglo.
Santiago Quer Antich
PARQUES MUNICIPALES QUE DESAPARECEN
Sr. Director:
Es indudable que el aumento del stock automotriz
en Santiago obliga a diseñar una nueva vialidad. Las
medidas consecuentes implican que podría reducirse
el segundo parque más grande de Vitacura: existe un
proyecto para ampliar Avda. Escrivá de Balaguer, em-
pleando el parque municipal situado en el borde del
río Mapocho. En rigor, esta franja verde es el último
recuerdo del Parque Lo Gallo, que se extendía entre las
calles Padre Hurtado y La Aurora, y que ahora se trans-
formó en un conjunto de torres de departamentos.
Durante años acudí a todas las instancias existentes,
preguntando las razones por las cuales los parques Lo
Gallo y Agua del Palo habían dejado de ser áreas verdes.
Jamás obtuve una respuesta que tuviera sentido alguno.
Por lo tanto, vuelvo a solicitar a las autoridades
pertinentes que requieran a quienes se apropiaron
de estas cuarenta y dos hectáreas de áreas verdes
municipales para que compensen a la ciudad de San-
tiago con terrenos de un valor equivalente en comu-
nas en donde apenas existen parques. Ellas debieran
reconstruir todo el mundo verde que aquí se esfumó.
Hernán Larraín Chaux
AGOSTO 2014
DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO
Señor Director:
En su reciente artículo, “Aborto terapéutico: In-
tentando algunas clarificaciones éticas”, Pablo Con-
cha, S.J., se manifiesta de acuerdo con el aborto en
cartas
caso de peligro de vida de la madre, como ocurre en
el embarazo ectópico, y en desacuerdo en los casos
de violación y de feto inviable. Sin embargo, muchos
cristianos estamos de acuerdo en despenalizar es-
tos tres casos.
Nos parece destacable que el artículo subraye
el rol del discernimiento frente a situaciones límite
en las que pueda surgir la idea de aborto. Efectiva-
mente, en ciertas ocasiones puede existir “una razón
suficientemente proporcionada para realizarlo que
exculpe a quienes lo efectúan”. Él también recuer-
da que en la situación extrema de un dilema moral,
“porque queremos obtener el bien que buscamos
(fin), no hay más remedio que tolerar un mal nece-
sario (medio)”.
En nuestra opinión, la mujer violada y embarazada
enfrenta un dilema semejante. Puede sentirse daña-
da en su integridad por el embarazo y por la mater-
nidad forzada. Ella puede plantearse interrumpir un
embarazo que la hiere, pero la ley actual le obliga
a continuarlo. Una ley nueva podría entregarle esa
decisión a ella. A muchos nos parece injusto que la
normativa actual le imponga un castigo de cárcel a
esa mujer que ya fue víctima de violación. Por otra
parte, quienes, aun en esas circunstancias, opten
por tener ese hijo estarían libres de hacerlo y debe-
rían ser ayudadas.
El otro caso es el del feto inviable: ocurre que para
algunas mujeres resulta violento continuar con un em-
barazo así. Esa espera puede ser dañina para su salud
física o psíquica, y ella puede plantearse interrum-
pirlo. De nuevo: para muchos resulta injusto que la
ley actual imponga una conducta y, peor aun, que la
castigue penalmente si opta por el aborto.
En estos tres casos el bien buscado es la salud
de la mujer. En algunas situaciones, resulta más evi-
dente la necesidad del aborto, pues está en juego la
sobrevivencia física de la mujer. En otros, el bien bus-
cado es su salud psíquica. Muchos pensamos que, en
estos tres casos límite, para obtener un bien puede
ser necesario tomar una decisión dolorosa, como un
aborto. A veces puede haber una razón suficiente-
mente proporcionada para realizarlo. Sobre todo, la
mujer y su familia deben poder tomar la decisión y
ser respetados por ello.
Cristián Barría
5
EDITORIAL

Un adecuado empleo
de las mayorías
L
a perspectiva de que Chile cuente pronto con la reforma tributaria
que contribuya a financiar una mejor educación y ayude a corregir
la enorme desigualdad en la distribución del ingreso, se vio forta-
lecida en julio pasado. El acuerdo político-legislativo alcanzado en la
Comisión de Hacienda del Senado despejó numerosas dudas y reticen-
cias frente al proyecto de ley presentado en marzo. Lo resuelto apunta
a mantener las metas de recaudación previstas, pese al cambio de las
herramientas impositivas diseñadas para lograrlas.
El protocolo acordado en la Comisión de Hacienda del Senado ha
generado un clima político más favorable al proyecto y, en consecuen-
cia, su tramitación en el Congreso podría concluir oportunamente. Será
posible, así, avanzar en el cambio del sistema educativo chileno, uno de
los objetivos centrales del programa de Michelle Bachelet.
Es destacable que en la suscripción del acuerdo de protocolo tribu-
tario hayan participado parlamentarios de los partidos de oposición,
que habían sido férreos opositores a la iniciativa. Se trata de un paso
que augura mayor estabilidad tras los cambios impulsados. Esto irá en
beneficio de todo el país, pues evitará incertidumbres en el ámbito tribu-
tario que paralicen o posterguen decisiones de inversión, y concreción
de proyectos que inciden en el crecimiento y el empleo. De consolidarse
los términos ahora acordados para la nueva estructura de impuestos,
puede decirse que se ha hecho, en la práctica —como lo señaló un se-
nador oficialista— una gran “inversión en estabilidad”.
Elegir el camino del diálogo abierto y de la justa evaluación de los
argumentos de quienes se oponen a una iniciativa, aunque se pudiera
prescindir de ellos y aprobar el proyecto de ley con la mayoría parlamen-
taria disponible, es un ejercicio democrático que debería generar bue-
nas consecuencias. En esta ocasión, el Gobierno prácticamente contaba
con los votos necesarios para aprobar la reforma. Sin embargo, optó

6 AGOSTO 2014
por tomar en consideración las observaciones presentadas instancia de diálogo efectivo que permitió oír a representantes
desde diversos sectores, atender advertencias de posibles de las actividades productivas del país, así como a académi-
costos no deseados y abrirse a conversar sobre los conteni- cos y organizaciones de diversa índole. Aunque se cometie-
dos del texto. El resultado no satisfizo ron errores de procedimiento, que debie-
plenamente a todos, pero contribuyó al Elegir el camino del diálogo ran ser subsanados en procesos futuros
bien común y a restaurar certezas y ca- abierto y de la justa evaluación —por ejemplo, en esta ocasión no se in-
pacidades de diálogo. corporó oportunamente al diálogo a par-
de los argumentos de quienes se tidos que no cuentan con representación
PROCESO DE APRENDIZAJE oponen a una iniciativa, aunque en el Senado— el proceso significó una
se pudiera prescindir de ellos y valiosa apertura a la comunidad nacio-
Podemos afirmar que el país ha he- aprobar el proyecto de ley con la nal. Se priorizó la búsqueda del interés
cho su aprendizaje de lo vivido en otros general, actitud de gran valor pues no
tiempos. Hace solo unas pocas décadas,
mayoría parlamentaria disponible, fue consecuencia obligada de una caren-
distintos sectores políticos buscaron im- es un ejercicio democrático cia de mayorías parlamentarias ni de la
poner sus proyectos sin contar con las que debería generar buenas existencia de vetos de grupos de poder.
mayorías parlamentarias necesarias y consecuencias. Esperamos que esta actitud de los
se despreocuparon de lograr acuerdos poderes Ejecutivo y Legislativo, y de los
amplios. Generaron, de ese modo, ten- sectores ciudadanos, sociales y empre-
siones que provocaron grandes crisis y enfrentamientos entre sariales que pudieron integrarse al proceso, tenga proyección,
los chilenos, y que, además, hicieron fracasar dramáticamente de manera de facilitar el trámite de las futuras reformas. Con-
esos intentos. sideramos que un diálogo auténticamente democrático tiene
En segundo lugar, es importante afirmar que este acuer- inmensa importancia: un adecuado espacio de intercambio de
do tributario es diferente a los generados durante la llamada opiniones puede ser útil para aprovechar las mayorías parla-
“era de los consensos”. Esta ha recibido muchas críticas al ser mentarias en pro de los objetivos anunciados. Hacerlo, favo-
considerada una etapa forzada por los amarres instituciona- rece de mejor manera el impulso de las iniciativas, su legiti-
les heredados de la dictadura militar. Permitió acuerdos que mación y, por lo tanto, su consolidación en el tiempo.
transaron en numerosos puntos, pero impidieron avanzar todo
lo que hubiesen querido los Gobiernos de la Concertación. Lo Mensaje
ocurrido en las últimas semanas representó, más bien, una Agosto, 2014

AGOSTO 2014 7
MSJ COMENTARIO NACIONAL

reconocimiento,
conflicto e incertidumbres:
Michelle Bachelet y su
“nueva” política para los
pueblos indígenas
Juan Jorge Faundes Peñafiel Más allá de la contingencia, a veces violenta, del
Académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas, U. Católica de Temuco.
conflicto en la zona de la Araucanía, se proyec-
ta hacia los próximos años una serie de tareas
claramente inconclusas y de deudas urgentes
respecto de las comunidades originarias.

¿Qué propone hoy la Presidenta y cómo podemos

leer las acciones del Intendente de la Araucanía,
Francisco Huenchumilla?
8 AGOSTO 2014
D
iversos incidentes derivados de las reclamaciones del
pueblo mapuche han copado parte importante de la
agenda noticiosa de los últimos meses. Sin embargo,
la notoriedad de esas manifestaciones no debe desviar nuestra
atención de una serie de tareas de Estado que en los últimos
años, por diversas razones, han quedado postergadas o han
sido derechamente ignoradas.
Respecto de ellas, en un anterior artículo de revista Mensaje
planteábamos que “el derecho a consulta y los compromisos
de compra de tierras a comunidades, que fueron suscritos por
la presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), constituyen obli-
gaciones de Estado que el nuevo Gobierno debe respetar”1. Lo
expresábamos en momentos en que asumía Sebastián Piñera
su período de cuatro años. Ahora, nuevamente ante un cambio
de administración, queremos insistir en ese cuestionamiento,
añadiéndole alguna actualización: ¿qué propone hoy la Presi-
denta y cómo podemos leer las acciones del Intendente de la
Araucanía, Francisco Huenchumilla?
QUÉ HIZO PIÑERA
Comencemos realizando una breve cuenta de las estra-
tegias del Presidente Piñera. Él impulsó el Plan Araucanía,
programa de desarrollo productivo donde el tema indígena
(mapuche) es solo uno de cinco ejes y en el que la demanda
por la reparación territorial se abordó centralizándola en la
perspectiva del desarrollo productivo2. No obstante la amplia
difusión del Plan, Piñera mantuvo en paralelo una agenda
para la demanda histórica de tierras y otra distinta para la
Consulta. El procedimiento de compras en la práctica fue el
mismo, reiterándose las graves denuncias de irregularidades
administrativas.
Paralelamente, se sucedieron reclamos por la “criminaliza-
ción de las demandas indígenas”, en particular por la aplica-
ción de la Ley 18.314 (“Ley Antiterrorista”), respaldadas por
denuncias y observaciones de organismos internacionales de
derechos humanos3. Al mismo tiempo, la violencia se fue inten-
sificando con la muerte del parcelero Héctor Gallardo en sep-
tiembre de 2012, la muerte del joven mapuche Rodrigo Melinao
en agosto de 20134, de un carabinero, el sargento Hugo Albor-
noz, en abril de 2012, y la del matrimonio Luchsinger-Mackay
en enero de 2013.
El Gobierno de Piñera se propuso negociar un nuevo regla-
mento para adecuar el derecho a Consulta. La idea era sustituir
el Reglamento N° 124 de 2009 aprobado por Bachelet (uno de
sus fracasos de su primera gestión), ya que fue observado,
por no cumplir los estándares internacionales5. Se elaboró así
el nuevo Reglamento que
regula el procedimiento de
La comprensión de estas
Consulta Indígena, Decre-
to Supremo N° 66 del Mi- dimensiones —conflicto,
nisterio de Desarrollo So- violencia, reparación
cial del 15 de noviembre de moral, reconstrucción
2013, cuya legitimidad fue
institucional— será central
cuestionada por la acota-
da participación indígena para los pasos que pretenda
en su discusión. Si bien dar el Gobierno de Bachelet.
este mejora en diversos
aspectos el estándar, aún queda bajo las exigencias inter-
nacionales. También, en 2012 se aprueba el Reglamento del
Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, D.S. N° 40 del
30 de octubre de 20126, que contiene un régimen de “consulta
indígena”7 que tampoco cumple con los referidos estándares
internacionales en materia de Consulta8. Por último, se siguen
sucediendo diversos conflictos ambientales, en los que se
demanda la protección de la identidad cultural indígena y en
los que las decisiones administrativas son impugnadas ante
los tribunales superiores de justicia9, prescribiéndose que el
sistema de calificación ambiental debe respetar los estándares
internacionales en materia de Consulta, conforme el Convenio
N° 169 de la OIT10.
Contexto en el que asume Bachelet
Bachelet asume su segundo mandato en medio de una vir-
tual crisis de Estado11 marcada por la criminalización de las
demandas y la violencia policial, la violencia indígena, a la par
de la violencia del modelo económico que impacta en los terri-
torios indígenas. Esta crisis no obsta a la existencia de rumbos
institucionales paralelos que se asumen como posibles, pero
siempre acotados, parciales y temporales. La comprensión de
estas dimensiones —conflicto, violencia, reparación moral, re-
construcción institucional— será central para los pasos que
pretenda dar el Gobierno de Bachelet.

1 Mensaje n° 588, mayo de 2010, vol. LIX, pp. 40-44.

2 Ejes del Plan Araucanía: Indígena, Educación, Salud, Economía y Desarrollo Productivo; Infraestructura y Conectividad (“Plan Araucanía. Invirtiendo en Personas y Oportunidades”, Ministerio
Secretaria General de la Presidencia, 2010).
3 Véase: Emerson, B. (2013). “Declaración del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y la protección de los derechos humanos y libertades fundamentales en la lucha

contra el terrorismo. Naciones Unidas. Derechos Humanos, 30 de julio de 2013”, Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
4 Se suma a la muerte de Alex Lemún en 2001, Matías Catrileo en 2008, Jaime Mendoza Collío en 2009.

5 Entre otros, véase: CEACR (2011 y 2012) de la OIT.

6 “Informe Final del Proceso de consulta indígena sobre el Reglamento del SEIA, Guías de Procedimientos de Participación Ciudadana y de apoyo para la Evaluación de alternaciones signifi-

cativas sobre pueblos originarios”, Ministerio de Medio Ambiente, Servicio de Evaluación Ambiental, 2012.
7 Artículos 7, 8, 10, 85 y 86. Definen la afectación, susceptibilidad de afectación y establecen un mecanismo de “consulta” a los pueblos indígenas.

8 Véase: “Minuta aprobada por el Consejo del INDH”, 13 de mayo de 2013, Sesión Extraordinaria 152.

9 Entre otros: CS 2010, Rol 1705-2009; CA Temuco, Rol 1705-2009; CS Rol 4078-2010; CS Rol 258-2011; CS Rol 1608-2011; CS Rol 10.090-2011; CS Rol Nº10.090-2011; CS, Rol Nº 1602-2012.

10 Véase, Faundes P., Juan Jorge (2013), “La Jurisprudencia, su impacto y debates en torno a la aplicación en Chile del Convenio N° 169 de la OIT y el Deber de Consulta”. Revista de Derecho,

Universidad de Concepción, N° LXXXI, V. enero-junio y julio-diciembre, pp. 233-234.

11 Para Carlos Huneeus, Bachelet asume en medio de una crisis mayor, que deviene de un proceso con una fuerte carga histórica, con graves problemas políticos y económicos, en que la

ciudadanía demanda cambios a los que la Presidenta deberá responder, en especial el desafío de disminuir las desigualdades. Mensaje n° 626, enero-febrero de 2014, Vol. LXIII, pp. 6-7.

AGOSTO 2014 9
MSJ COMENTARIO NACIONAL
El falso supuesto de la “desocupación” fue justificado
en lo que conocemos como el paradigma de la “civili-
zación versus barbarie” que permitió asumir que las
tierras mapuche no tenían dueño.
La Presidenta leyó correctamente el escenario y rescató va-
rios de sus proyectos originales, mientras el Intendente de la
Araucanía, Francisco Huenchumilla, en una acción concordada,
asumió una postura de tono radical, como articulador político
de la estrategia de Gobierno.
El conflicto del Estado con el Pueblo Mapuche tiene razones
históricas e ideológicas que se remontan a la ocupación mili-
tar de la Araucanía entre 1881 y 1883 y la posterior usurpación
avalada por el Estado, con el proceso de Radicación de 1886 a
192912. El falso supuesto de la “desocupación” fue justificado
en lo que conocemos como el paradigma de la “civilización ver-
sus barbarie”13, que permitió asumir que las tierras mapuche
no tenían dueño. En la actualidad en el artículo 20 letra b) de
la Ley Indígena se contiene una fórmula jurídica de reparación
territorial que sostiene la actual política de compra de tierras.
Bachelet hace suyo el reconocimiento de la “deuda histórica”
en 2008 y lo refrenda en el Programa de Gobierno que define
sus compromisos actuales.
Bachelet, entre Programa y “nuevos” anuncios
Nos interesa marcar un punto de inflexión respecto del Pro-
grama de Gobierno de Michelle Bachelet para los Pueblos Indí-
genas14 antes de la revisión de las medidas anunciadas, porque
la Presidenta ha destacado “el Programa” como su ruta de na-
vegación y, especialmente, como marco de compromisos insti-
tucionales15. Haremos una breve síntesis de los tópicos progra-
máticos, revisando en paralelo los anuncios presidenciales del
24 de junio de 2014.
Bachelet, como marco de referencia para su relación con los
pueblos indígenas, propone construir una nueva relación que
“deberá estar basada no solo en los derechos individuales sino
también en los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas”.
Asimismo, destaca que es “deber del Estado de Chile implemen-
tar los tratados que ha ratificado en materia de derechos de los
Pueblos Indígenas y adecuar su legislación para que sea acorde
con dichos estándares, y elaborar una nueva política indígena
con enfoque de derechos”, enfatizando que “implementaremos
en plenitud el Convenio 169 de la OIT”.
Podemos evaluar los compromisos de Bachelet en base a
tres ejes en que sintetizamos sus propuestas.
12 Evidencia de este proceso se ha sistematizado en el Informe de la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas, Santiago (2003). Véase también: Bengoa, J., Mensaje
n° 583, octubre de 2009, Vol. LVIII, pp. 40-41.
13 Fornet-Betancourt, R. (1998). Supuestos filosóficos del diálogo intercultural. Disponible en: http://www.ensayistas.org/critica/teoria/fornet/.
14 Programa de Gobierno de Michelle Bachelet para los Pueblos Indígenas. Disponible en: http://michellebachelet.cl/wp-content/uploads/2013/10/Pueblos-Ind%C3%ADgenas-172-177.pdf.
15 Javier Cousso destaca el rol que tiene para la Presidenta su Programa de Gobierno, porque ha “mantenido en el tiempo una inequívoca y persistente adhesión a un programa que incluye
una agenda de cambios profundos”. Mensaje n° 627, marzo-abril de 2014, Vol. LXIII, p. 9.
16 Congreso Nacional. Boletín 5324-07 y 5522-07 refundidos.
10
PRIMER EJE: Participación política y cambios
institucionales
Una nueva visión del reconocimiento constitucional.
Bachelet, como candidata a la Presidencia, se comprometió
a “reconocer constitucionalmente a los Pueblos Indígenas en
el marco de la discusión de una Nueva Constitución para Chi-
le, y debatir ahí un nuevo modo de convivencia como sociedad
pluricultural”. Si bien este reconocimiento es tema pendiente
desde 1990 y ha tenido históricos fracasos16, la idea de incorpo-
rar a los pueblos indígenas en un proceso constituyente es una
novedad mayor, en tanto podría, por primera vez, hacer parte
a estos pueblos en la deliberación constituyente institucional.
Esto es, reconocerlos como interlocutores válidos, originarios,
de la discusión del “nuevo Estado”. Con todo, el mismo com-
promiso define un mínimo a cumplir en este proceso, porque
nos dice que considerará la plena participación de los pueblos
indígenas, cuyos acuerdos deben asegurar los derechos colec-
tivos que se le reconocen internacionalmente, como titulares
de derechos fundamentales —agregamos nosotros—.
Ministerio de Asuntos Indígenas y Consejo de Pueblos
Indígenas.
El programa considera un conjunto de proyectos de ley, to-
dos con Consulta a los pueblos indígenas del país, para, entre
otros objetivos, lograr la creación de un Ministerio de Asuntos
Indígenas que asumiría las competencias de la actual CONADI y
colaborará con la Presidencia en la definición de una política in-
dígena, y la creación del Consejo Nacional de Pueblos Indígenas,
autónomo y representativo de los diversos pueblos que existen
en Chile, el cual tendría “funciones consultivas y resolutivas”.
Estas medidas se remontan a 2008 pero, a la fecha, por una
parte, no han logrado consenso legislativo y, en especial, no
han podido ser consultadas bajo los estándares internacionales.
Nada se dijo en los anuncios de 2014 sobre las “facultades re-
solutivas” del Consejo que indicaba el Programa (acorde con el
estándar internacional en materia de participación indígena que
dispone el artículo 7 del Convenio N° 169 de la OIT), lo que deja
pendiente un difícil desafío político. La concreción de estos pro-
yectos significaría un avance en el reconocimiento de derechos
y en el establecimiento de una gestión pública más eficiente.
Participación política y Consulta del procedimiento de
Consulta para las reformas institucionales.
Las obligaciones en materia de participación y Consulta que
establece el Convenio N° 169 de la OIT, obligan al Estado a ga-
rantizar la Consulta y la participación política de los pueblos
indígenas. Dicho marco normativo debe ser acordado con los
AGOSTO 2014
mismos pueblos indígenas, respetando sus propias formas de
toma de decisiones, garantizando una Consulta previa, libre,
informada y de buena fe, lo que incluye, además, el derecho a
oponerse a proyectos que signifiquen la afectación de su dere-
cho a la sobrevivencia17. Al efecto, el Programa de Bachelet se
compromete a “la revisión y eventual modificación”, con Con-
sulta, tanto del Reglamento General de Consulta (D.S. 66 de
2013) como del nuevo Reglamento del Sistema de Evaluación
de Impacto Ambiental (D.S. 40 de 2012), a objeto de que am-
bos instrumentos “cumplan efectivamente con los estándares
del Convenio 169”.
Respecto de la Consulta como medio y parámetro nece-
sario para la aprobación de los proyectos de ley para la im-
plementación de las diversas medidas de gobierno, es cierto
que, a lo menos en el discurso, hay un giro radical respecto
de las gestiones presidenciales anteriores. Sin embargo, hoy
nos preocupan dos cuestiones importantes concatenadas. La
primera, la Presidenta solo ha dicho que esta(s) consulta(s) se
implemtará(n) en seis meses (desde la fecha de los anuncios).
La segunda es que no ha dado mayores pautas, salvo el com-
promiso nada menor de adecuarlas al estándar del Convenio
169 de la OIT18. Al respecto, por una parte, la sola definición
de un plazo perentorio pone la propuesta por debajo del es-
tándar internacional, el cual entrega la definición de los plazos
y mecanismos de toma de decisión a los pueblos indígenas,
en diálogo con los gobiernos, con lo que la Presidenta, al fijar
un plazo, genera un “flanco” a su propia propuesta. Por otra,
mientras no se apruebe un nuevo mecanismo y, al mismo tiem-
po, en tanto no se derogue el Decreto Supremo N° 66 de 2013
y el Decreto Supremo N° 40 de 2012, estos siguen siendo los
mecanismos vigentes por medio de los cuales se conducirán
las Consultas comprometidas por la Presidenta, lo que contra-
dice, en sí, sus compromisos.
Por último, la Consulta sobre el proyecto de Ley del Ministe-
rio de Cultura y Patrimonio, novedosamente anunciada en junio
dentro de las medidas institucionales, más que un impacto en
sí misma, se presenta como la oportunidad de presentar una
muestra de la “buena fe” presidencial y de la posibilidad real
de hacer operativa la Consulta. Hacia inicios de 2015 podre-
mos ver los resultados de este “primer” proceso de Consulta.
SEGUNDO EJE: POLÍTICA EN MATERIA DE TIERRAS
Se reitera el compromiso de reparación territorial, con acom-
pañamiento productivo (ahora como compromiso paralelo, no
central) y se indica que se estudiarán “mecanismos alternativos
a la compra de tierras para satisfacer las demandas pendien-
tes”. Desde la perspectiva legal vigente, los mecanismos con-
cretos son tres: la transferencia de tierras fiscales, la compra de
tierras de la Ley Indígena y la expropiación regulada constitucio-
nalmente. El primero ha funcionado, en general, bien (salvo al-
17 Caso Comunidad indígena Yakye Axa Vs. Paraguay (2005): Corte Interamericana de Derechos Humanos 17 junio 2005 (Fondo, Reparaciones y Costas); Pueblo Indígena Kichwa de Sarayaku
vs Ecuador (2012): Corte Interamericana de Derechos Humanos, 27 de junio 2012 (Fondo y Reparaciones).
18 Véase: Anaya, J. (2012), Comentarios del Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas en relación con el documento titulado “Propuesta de gobierno para nueva normativa
de consulta y participación indígena de conformidad a los artículos 6° y 7° del Convenio N° 169 de la Organización Internacional del Trabajo”, Chile, noviembre de 2012.
AGOSTO 2014
En el artículo 20 letra b) de la Ley Indígena se contiene
una fórmula jurídica de reparación territorial que sos-
tiene la actual política de compra de tierras. Bachelet
hace suyo el reconocimiento de la “deuda histórica”
en 2008 y la refrenda en el Programa de Gobierno que
define sus compromisos actuales.
Bachelet, como marco de referencia para su relación
con los pueblos indígenas, propone construir una nue-
va relación que “deberá estar basada no solo en los
derechos individuales sino también en los derechos
colectivos de los Pueblos Indígenas”.
gunos conflictos sobre Tierras Silvestres Protegidas que tienen
un régimen especial). La adquisición de tierras ha operado en
“crisis permanente”, por lo que la vía de la expropiación asoma
como la “alternativa en estudio”. Jurídicamente es proceden-
te, pero su sola enunciación rememora las complejidades de
la Unidad Popular, por lo que un gran desafío sería superar tal
resabio en pro de una solución efectiva a la “deuda histórica”.
La Presidenta reiteró su compromiso de mantener el pro-
ceso de restitución de tierras indígenas, mediante la compra
de tierras para los diferentes pueblos indígenas, a lo largo de
sus cuatro años de mandato. Recalcó que “se respetarán todos
los compromisos asumidos de compras de tierras” y que este
se llevará a cabo “con un acompañamiento técnico y produc-
tivo a las comunidades”. Esta es una señal muy relevante. Sin
embargo, tampoco aparece en los anuncios de junio la revi-
sión del mecanismo de restitución (compra u otro) y, si no hay
cambios en los instrumentos de aplicación de esta política, se
mantendrá un factor que ha sido detonante del agravamiento
de los conflictos.
TERCER EJE: Territorios, recursos naturales
(con Consulta)
El Programa asume el desafío de buscar, “en conjunto, la
mejor forma de emplear los recursos naturales en beneficio del
país y con respeto de los derechos de los pueblos indígenas”,
bajo un nuevo “modelo de vida que integre distintas visiones
sobre el desarrollo, sobre el medio ambiente y sobre la econo-
mía […]. Estudiaremos e implementaremos, en consulta con los
pueblos indígenas, procedimientos e iniciativas para proteger
efectivamente los recursos naturales y económicos de los pue-
blos indígenas”. La concreción de este compromiso es esencial
en la búsqueda de caminos de diálogo con los pueblos indí-
genas. Pero una propuesta concreta para la protección de los
recursos naturales en territorios indígenas es el gran ausente
dentro de los anuncios presidenciales del 24 de junio.
11
MSJ COMENTARIO NACIONAL
EL EFECTO HUENCHUMILLA
El Intendente de Temuco ha puesto “rostro mapuche” al Es-
tado. Con su acto de pedir perdón incorporó la subjetividad de
las víctimas, la faceta moral, personal, del reconocimiento19
que, sin dejar que siga siendo un asunto político, amplía su
marco de comprensión.
Las acciones de Huenchumilla obedecen a una estrategia
consciente dirigida a crear condiciones que parecieran no dar-
se en el contexto actual, tanto por la profunda polarización y
la falta de instrumentos institucionales, como por la ausencia
de factores estructurales fundantes de todo reconocimiento20.
Entonces, nos parece que no ha hecho más que poner en evi-
dencia el conflicto, y el rostro de sus actores frente a frente,
evidenciando la radicalidad del problema. En este escenario
es difícil imaginar una solución. Sin embargo, por primera vez
(y es ese quizás el principal logro del Intendente mapuche), es
el Estado el que pone conflicto y reconocimiento, diálogo y cri-
minalización, en la mesa de lo público. Antes fueron las huel-
gas de hambre y las muertes mapuche; luego, las muertes de
19 Honneth, Patologías de la razón. Historia y actualidad de la teoría crítica, 2009. Madrid: Katz, pp. 166-178; Lechner, Las sombras del mañana. la dimensión subjetiva de la política, 2002.
Santiago, LOM, pp. 10-12.
20 Como un cambio radical en el canon de participación democrática o un giro en la neoliberalización del Estado. Véase: Faundes Peñafiel, Juan Jorge (2013), “Derechos humanos (en un enfoque
intercultural)”. En M. Álvarez, R. Cippitani (coords.), Diccionario Analítico de Derechos Humanos e Integración Jurídica, pp. 184-194. Perugia-Roma-México: ISEG.
21 Sebastián Kaufmann. Mensaje n° 624, noviembre de 2013, Vol. LXII, pp. 6-7.
12
colonos. Pero hoy es el actor que faltaba, el Estado de Chile,
el que asume la necesidad de avanzar en un proceso de reco-
nocimiento y reparación. Incluso, pareciera que Huenchumilla
ha asumido, como presupuesto imprescindible, el desafío de
trasladar la “frontera moral”21 de la sociedad chilena que se ha
negado a aquella dimensión constituyente del reconocimien-
to de los pueblos indígenas, para asumir los conflictos como
punto de partida.
Día a día la violencia evidencia la falta de condiciones para
un proceso sustantivo de reconocimiento. Sin embargo, aun-
que con resultado incierto, las propias acciones del Intendente
pueden generar condiciones imprevistas que podrían posibilitar
cambios importantes.
De igual forma que los anuncios presidenciales recientes, el
Intendente no ha incorporado con la misma energía en su dis-
curso el problema de la política de desarrollo y los efectos de
los proyectos de inversión en comunidades indígenas, que han
adquirido la forma de una nueva “ocupación violenta” con el
amparo del Estado. Lo fue Ralco, hoy es Angostura, el Aeropuer-
to de Temuco, Pilmaiquén y otros tantos más. Así, mientras se
defiende un discurso basado en los derechos humanos, se sigue
avalando en sigilo la ideología civilizatoria en el ámbito de los
proyectos de inversión que intervienen los territorios indígenas.
Las nuevas acciones de gobierno debieran seguir una sen-
da que, cumpliendo los compromisos y anuncios, en el sentido
más cercano posible al Programa de Gobierno revisado —en
particular, respecto de los estándares internacionales que se
asumen con el Convenio N° 169 de la OIT— permitirían avan-
zar en el establecimiento de las condiciones necesarias para
la plena vigencia de los derechos de los pueblos indígenas,
aunque es un futuro incierto que se trama en la diaria cornisa
de la política. MSJ
AGOSTO 2014
EL PAPA PIDE PERDÓN POR ABUSOS DE RELIGIOSOS
Un encuentro con seis perso-
nas que fueron víctimas de abuso
por parte de sacerdotes sostuvo el
papa Francisco en su residencia en

el Vaticano, la Casa Santa Marta.
Celebró la misa con ellas, dedican-
do su homilía a una reflexión so-
bre esos casos y a pedir perdón
por ellos.
“Los pecados de abuso sexual
contra menores por parte del clero
tienen un efecto virulento en la fe
y en la esperanza en Dios”, seña-
ló. “Algunos se han aferrado a la fe
mientras que en otros la traición y
el abandono han erosionado su fe
en Dios. La presencia de ustedes,
aquí, habla del milagro de la espe-
ranza que prevalece contra la más
profunda oscuridad. Sin duda, es
un signo de la misericordia de Dios
el que hoy tengamos esta oportuni-
dad de encontrarnos, adorar a Dios,
mirarnos a los ojos y buscar la gra-
cia de la reconciliación”.
“Ante Dios y su pueblo expreso
mi dolor por los pecados y crímenes
graves de abusos sexuales come-
tidos por el clero contra ustedes y,
humildemente, pido perdón”, aña-
dió. “También les pido perdón por
los pecados de omisión por parte
de líderes de la Iglesia que no han
respondido adecuadamente a las
denuncias de abuso presentadas
por familiares y por aquellos que
fueron víctimas. Esto llevó todavía
a un sufrimiento adicional a quienes
habían sido abusados y puso en pe-
ligro a otros menores que estaban
en situación de riesgo”.
“Por otro lado”, expresó tam-
bién, “la valentía que ustedes y
otros han mostrado al exponer la
verdad fue un servicio de amor al
habernos traído luz sobre una te-
rrible oscuridad en la vida de la
Iglesia. No hay lugar en el ministe-
rio de la Iglesia para aquellos que
cometen estos abusos, y me com-
prometo a no tolerar el daño infligi-
do a un menor por parte de nadie,
independientemente de su estado
clerical. Todos los obispos deben
ejercer sus oficios de pastores con
sumo cuidado para salvaguardar la
protección de menores y rendirán
cuentas de esta responsabilidad”.
El papa Francisco también subra-
yó que la Iglesia quiere ser vigilante
en los procesos de preparación para
el sacerdocio, involucrando en ello las
iniciativas de la Pontificia Comisión
para la Protección de Menores impul-
sadas para fortalecer la formación y
capacitación de religiosos y funcio-
narios de la Iglesia en este ámbito.
EN RELIEVE
“Agradezco este encuentro”,
dijo al concluir su homilía, “y, por
favor, recen por mí para que los ojos
de mi corazón siempre vean clara-
mente el camino del amor miseri-
cordioso y que Dios me conceda la
valentía de seguir ese camino por
el bien de los menores”.
Los asistentes fueron además
escuchados atentamente por el
Pontífice en una reunión privada.
Asistieron dos ciudadanos alema-
nes, dos irlandeses y dos ingle-
ses, y también la irlandesa Marie
Collins, integrante de la señalada
Comisión. Ella fue víctima de abu-
sos cuando niña, durante mucho
tiempo fue una conocida promoto-
ra de la acción de la justicia en estos
casos, y su crudo testimonio reme-
ció el simposio efectuado hace dos
años en la Universidad Gregoriana
con el apoyo del entonces papa Be-
nedicto XVI, instancia desde la cual
se lanzaron iniciativas de alcance
mundial contra ese delito.

PRESENTAN LOGO DE JORNADA DE LA JUVENTUD 2016

El arzobispo metropolita-
no de Cracovia, Polonia, pre-
sentó el logotipo y la oración
de la Jornada Mundial de la
Juventud que se realizará el
año 2016 en esa ciudad. Se-
ñaló que el simbolismo de
ese dibujo busca combinar
tres elementos: el lugar, los
principales protagonistas y
el tema de la celebración. Ilustra el pasaje de Mateo
5, 7: «Bienaventurados los misericordiosos, porque
ellos alcanzarán misericordia», elegido como tema del
encuentro. La imagen se compone de los límites geo-
gráficos de Polonia, dentro de los cuales se encuentra
la Cruz, símbolo de Cristo. El círculo amarillo marca la
ubicación de Cracovia en el territorio de ese país y es
también símbolo de los jóvenes. Desde la cruz nace
la llama de la Divina Misericordia, cuyos colores re-
cuerdan la imagen de Jesús, en Ti confío. Los colores
utilizados en el logo son los colores oficiales que re-
cuerdan la ciudad de Cracovia y su escudo.

Agosto 2014 13
MSJ TEOLOGÍA
El papa Francisco y la
teología del pueblo
La pastoral del actual Pontífice tiene raíces en
una teología latinoamericana que involucra
fuerte amor preferencial por los pobres, una de-
cidida valoración del rol de la Iglesia en el devenir
histórico y el esfuerzo por discenir los signos de
los tiempos en la vida del pueblo.
Las conclusiones del CELAM en Medellín y Pue-
bla propiciaron reflexiones que contribuyeron
a considerar a la religión como una mediación
entre la fe del pueblo y una teología inculturada.
Juan Carlos Scannone, S.J.*
Doctor en Filosofía
C
uando en el Festival de Rimini 2013 el sacerdote argentino
“Pepe” Di Paola aludió a la pastoral que impulsó en las vi-
llas miseria de Buenos Aires el entonces arzobispo Jorge
Mario Bergoglio, se reconoció a sí mismo y a sus compañeros
como “hijo de la Teología del Pueblo”. Y añadió: “En la Argentina
tenemos dos personas muy importantes con quienes nos forma-
mos en esta teología: los padres Lucio Gera y Rafael Tello”. Sus
expresiones fueron, de ese modo, un reflejo de cómo en ese país
se reconoce un vínculo entre dicha teología y la pastoral y el amor
preferencial por los pobres de quien hoy es el papa Francisco.
De hecho, cuando el año 2012 falleció Gera, el cardenal Ber-
goglio lo hizo enterrar en la Catedral de Buenos Aires, consi-
derando su rol de experto en el Concilio Vaticano II y de las
sesiones del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, en
Medellín (1968) y Puebla (1979). Otro antecedente es que, el
mismo año, cuando el presbítero Enrique Bianchi, publicó un
libro sobre Tello, el propio arzobispo lo presentó al público1.
Los antecedentes de este tema refieren a la historia de cómo
surgió la Teología del Pueblo2. A su regreso del Concilio Vaticano
II, la Conferencia Episcopal Argentina creó en 1966 la Comisión
Episcopal de Pastoral (COEPAL). La formaban obispos, teólogos
y religiosos, entre los que se contaban los mencionados Gera y
Tello, quienes entonces eran sacerdotes diocesanos y profeso-
res de la Facultad de Teología de Buenos Aires. La COEPAL dejó
14
de existir en 1973, pero varios de sus integrantes continuaron
reuniéndose como grupo de reflexión teológica bajo el liderazgo
de Gera. Este se desempeñó como experto en Medellín y Pue-
bla, fue miembro del equipo teológico-pastoral del CELAM y,
más tarde, formó parte de la Comisión Teológica Internacional.
En un contexto político marcado por la dictadura de Juan Car-
los Onganía, la proscripción del peronismo y el surgimiento de
protestas sociales, en la Universidad de Buenos Aires nacieron
las llamadas Cátedras Nacionales de Sociología. Distancián-
dose tanto del liberalismo como del marxismo, esas Cátedras
y la COEPAL encontraron su conceptualización en la historia
latinoamericana y argentina con categorías como “pueblo” y
“antipueblo”, “pueblos” contrapuestos a “imperios”, “cultura
popular”, “religiosidad popular”, etc. En el caso de Gera y la
COEPAL, esto involucró considerar principalmente el Pueblo
de Dios —categoría bíblica privilegiada por el Concilio para
designar a la Iglesia— y su interrelación con los pueblos, en
especial, el argentino. Es de notar que una de las expresiones
características de Bergoglio es la de “pueblo fiel”, cuya fe y
piedad populares él valora fuertemente.
Asimismo, para la COEPAL no estaba en juego solo “la emer-
gencia del laicado dentro de la Iglesia, sino también la inserción
de la Iglesia en el transcurso histórico de los pueblos” en cuanto
estos son sujetos de historia y cultura, tanto receptores como
agentes de evangelización, gracias a su fe inculturada. Influ-
yó en los integrantes de esta Comisión —así como en el resto
de la teología latinoamericana de aquel tiempo— la teoría de
la dependencia. La entendieron principalmente a partir de la
dominación política, incluyendo la económica, encuadrando a
ambas en la liberación integral del pecado.
El pueblo y la opción por los pobres
La COEPAL entendió la categoría “pueblo”, ante todo, como
se entiende al pueblo-nación, considerando la unidad plural de
una cultura común enraizada en una común historia, y proyecta-
da hacia un bien común compartido. La dimensión histórica es
fundamental en tal concepción de “pueblo”, e implica también
un atento discernimiento —de parte de pastores y políticos—
de los “signos de los tiempos” en la vida del pueblo y de los
pueblos, que —para los creyentes— son también índices de la
voluntad providente de Dios.
En América Latina son los pobres quienes, al menos de he-
cho, conservan la cultura propia de su pueblo como estructu-
AGOSTO 2014
 Desde su salida al balcón de la Basílica de San Pedro después de su elección, el papa
Francisco realizó gestos simbólicos, dio entrevistas, habló como jefe de la Iglesia y publicó
una especie de “hoja de ruta” de su pontificado en la exhortación postsinodal Evangelii
Gaudium, que, en no pocos rasgos, recuerda la Teología del Pueblo argentina.

rante de su vida y convivencia (Documento de Puebla 414), así
como su memoria histórica y sus intereses coinciden con un
proyecto histórico común de justicia y paz, siendo que viven
oprimidos por una situación de injusticia estructural. Por ello,
en América Latina, al menos de facto, coinciden las opciones
por los pobres y por la cultura.
Una vez pregunté al jesuita Fernando Boasso por qué la COEPAL
—que él integraba— había privilegiado el tema de la cultura. Me
respondió que lo había tomado del número 53 de la constitución
pastoral Gaudium et Spes (1965). Hay que advertir que la redacción
del número 386 de la Declaración de Puebla (uno de cuyos princi-
pales responsables fue Gera) muestra cómo la recién mencionada
constitución conciliar fue leída en perspectiva latinoamericana: se
desplazó el sentido conciliar más humanista de cultura del texto de
Gaudium et Spes hacia el sentido que el Concilio relaciona luego
con su “aspecto histórico y social” y denomina “sentido sociológico
y etnológico”. Puebla relee a esta constitución y cambia el ángulo
de enfoque de su comprensión de la cultura.
La Teología del Pueblo no pasa por alto los acuciantes con-
flictos sociales que vive América Latina, aunque, en su com-
prensión de “pueblo”, privilegie la unidad por sobre el conflicto
(prioridad, luego, repetidamente afirmada por Bergoglio). No
toma la lucha de clases como “principio hermenéutico determi-
nante” de la comprensión de la sociedad y la historia3, pero da
lugar histórico al conflicto —aun al conflicto de clase—, conci-
biéndolo a partir de la unidad previa del pueblo. De ese modo,
la injusticia institucional y estructural es comprendida como
traición a este por una parte del mismo, que se convierte así
en antipueblo.
La religión del pueblo
Lo dicho hasta acá incide en la consideración de la religio-
sidad popular. Se asume la religión (o la actitud negativa ante
lo religioso) —siguiendo a Paul Tillich— como núcleo de la cul-
tura de un pueblo mientras, por otra parte, se hace referencia

Este texto es una versión sintetizada, preparada por Mensaje, del artículo que con este mismo título publicó el autor en La Civilta Cattolica (edición n° 3930, 15 de marzo 2014).
1*

1 Cf. Enrique C. Bianchi, Pobres en este mundo, ricos en la fe: La fe de los pobres en América Latina según Rafael Tello, Buenos Aires, Ágape, 2012.
2 En las dos primeras partes del presente trabajo retomo párrafos de mi artículo: “Aportaciones de la teología argentina del pueblo a la teología latinoamericana”, en: Sergio Torres G.-Carlos

Ábrigo O. (coords.), Actualidad y vigencia de la teología latinoamericana. Renovación y proyección, Santiago, Chile, U. Católica Silva Henríquez, 2012, pp. 203-225.
3 Ver la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe Libertatis Nuntius (1984) X, 2, cf. IX, 2.

AGOSTO 2014 15
MSJ TEOLOGÍA

con Pablo VI a la piedad “de los pobres y sencillos” (Evangelii Francisco reconoce su importancia al hablar del conocimiento
Nuntiandi (1975), 48). Sin embargo, cualquier contraposición es por connaturalidad, siguiendo a Tomás de Aquino y, asimismo,
solo aparente si estimamos que, al menos de hecho en América al Documento de Puebla y a Gera.
Latina, son estos últimos quie- Más tarde, el encuentro del
nes preservan mejor la cultura Llamó la atención el gesto del Papa de hacerse CELAM en Aparecida (2007)
común, sus valores y símbolos supo discernir en la piedad
bendecir por el pueblo casi inmediatamente
(aun religiosos), los que por su popular latinoamericana mo-
propia esencia tienden a ser después de presentársele. No nos admiró a quienes mentos de verdadera espiri-
compartidos ampliamente, conocíamos su aprecio teológico por el “pueblo fiel tualidad y mística populares
pudiendo constituir en nues- de Dios”, aprecio que implica una manera específica (Documento de Aparecida
tros países el germen —en los 258-265; en especial, 262).
de concebir la Iglesia.
no pobres— de una conver- Ya lo había señalado Jorge Sei-
sión para lograr la liberación bold, pastoralista de la Teolo-
de todos. Por ello, la religión del pueblo, si está auténticamen- gía del Pueblo, al introducir la categoría “mística popular”6.
te evangelizada, lejos de ser opio, no solo tiene un potencial Como veremos, en Evangelii Gaudium el Papa se refiere dos
evangelizador, sino también de liberación humana, como en los veces a esta. Tenerla en cuenta es hoy un nuevo reto en y fue-
hechos lo ha mostrado la lectura popular de la Biblia. ra de América Latina.
De ahí que la reunión episcopal de Puebla sea considera-
da como una auténtica continuación de la efectuada en Mede- ¿Una corriente dentro de la Teología de la
llín, aunque haya tomado de la exhortación Evangelii Nuntian- Liberación?
di (1975) aportes nuevos sobre evangelización de la cultura y
piedad popular. Se puede probar que el Sínodo de 1974 abordó En 1982 distinguí cuatro corrientes en la Teología de la Li-
el tema de la evangelización bajo el influjo de la Teología del beración latinoamericana7. Entre ellas, situé a la Teología del
Pueblo, tanto gracias a obispos latinoamericanos como a quien Pueblo, nombre que le puso Juan Luis Segundo al criticarla, pero
luego sería el cardenal Eduardo Pironio. Así es como Pablo VI que también adoptó Sebastián Politi al propugnarla. Gutiérrez
recogió esos aportes en la recién mencionada exhortación, la la caracteriza como “una corriente con rasgos propios dentro
cual, a su vez, fue aplicada por Puebla a América Latina y enri- de la Teología de la Liberación” y Roberto Oliveros la reconoce
quecida con nuevas contribuciones, v.g., la de Gera en “Evan- como una vertiente de esta, denominándola peyorativamente
gelización de la cultura” y la del chileno Joaquín Alliende, en “teología populista”. Luego, la mencionada clasificación —que,
“Religiosidad popular”4. De esta manera se generó una espi- por cierto, no es la única posible—, fue aceptada por teólogos
ral virtuosa entre América Latina y Roma. Pues, comenzada en de la liberación, como João Batista Libânio, y por sus críticos,
Argentina, fue llevada al centro por el Sínodo. Allí Pablo VI la como Methol y Antonio Quarracino al presentar la instrucción
profundizó, siendo retomada en Puebla, donde fue nuevamente Libertatis Nuntius (1984)8 .
enriquecida, así también lo fue en Aparecida. Ahora retorna a Entre los “rasgos propios” mencionados por Gutiérrez, ade-
Roma con el papa Francisco, quien la vuelve a hacer fructificar más de los de carácter temático señalados por mí en la prime-
y la ofrece de nuevo a la Iglesia universal. ra parte de este artículo, se dan otros de índole metodológica
Una importante novedad está en la relevancia que da Puebla relacionados con los primeros: el uso del análisis histórico-
—en la línea de la Teología del Pueblo— a la “sabiduría popular” cultural, privilegiándolo por encima del socio-estructural (que
en las dos secciones citadas del Documento (respectivamente, no es desechado); el empleo —como mediación para conocer
sus números 413 y 448). Relaciona la religión del pueblo con el la realidad y para transformarla— de ciencias más sintéticas y
conocimiento sapiencial, que no reemplaza al científico, pero hermenéuticas, como la historia, la cultura y la religión, com-
que lo sitúa existencialmente, lo complementa y lo confirma. La pletando así el espectro de ciencias analíticas y estructurales;
Teología del Pueblo considera clave a la religión como media- el mencionado enraizamiento de dichas mediaciones científi-
ción entre la fe del pueblo y una teología inculturada5. Y el papa cas en un conocimiento y discernimiento sapienciales por “la
connaturalidad afectiva que da el amor” (Evangelii Gaudium
4 J. Alliende se refiere elogiosamente a la que denomina “escuela argentina de pastoral po- 125) que, a su vez, las confirma; un distanciamiento crítico del
pular” en “Diez tesis sobre pastoral popular”, Religiosidad popular, Salamanca, Sígueme,
método marxista de análisis social y de las categorías de com-
1976, p. 119.
5 Sobre esa mediación, ver mi libro Evangelización, cultura y teología, Buenos Aires, Guada- prensión y estrategias de acción que le corresponden.
lupe, 1990 (2ª. edición, con Introducción: ibid., Docencia, 2012). Las dos Instrucciones de la Congregación para la Doctrina de
Cf. Jorge R. Seibold, La mística popular, México, Buena Prensa, 2006.
la Fe de 1984 y 1986 ayudaron a prevenir posiciones extremas.
6

7 Me refiero a mi artículo “La teología de la liberación. Características, corrientes, etapas”,

Stromata 48 (1982), pp. 3-40. Fue escrito para la obra: Karl Neufeld (ed.), Problemi e pros- Por su parte, Juan Pablo II, en su mensaje del 9 de abril de 1986
pettive di teologia dogmatica, Brescia, Queriniana, 1983. a los obispos del Brasil, dio reconocimiento eclesial a la Teolo-
Hablo, respectivamente, de: J.B. Libânio, Teologia da libertação. Roteiro didático para um
gía de la Liberación no solo como “oportuna, sino [como] útil y
8

estudo, São Paulo, Loyola, pp. 258 ss.; A. Methol Ferré, “De Rio de Janeiro a Puebla: 25 anni
di storia”, Incontri 4 (1982), p. 4, y A. necesaria”, y como “una etapa nueva” en la reflexión teológico-
9 Cf. ese mensaje en: OR n° 904 (1986), párrafo 5. social de la Iglesia, con tal que esté en continuidad con esta9.

16 AGOSTO 2014
 Años más tarde, en septiembre de 1996, la cúpula del CELAM,
con participación de las autoridades de la Congregación para
la Doctrina de la Fe (entre ellas, el entonces cardenal Joseph
Ratzinger y el arzobispo Tarcisio Bertone), reunió en Schöns-
tatt (Alemania) a un grupo relativamente pequeño de teólogos
y expertos latinoamericanos para reflexionar sobre “el futuro
de la teología en América Latina”. Se les pidió el desarrollo de
cuatro temas, a saber, la Teología de la Liberación, la Doctrina
Social de la Iglesia, el comunitarismo y la teología de la cultu-
ra. Estos eran considerados los temas más relevantes para la
teología latinoamericana del tercer milenio. El primero de ellos
fue encomendado a Gustavo Gutiérrez y el cuarto a Carlos Galli,
con la consigna de presentar la teología de Gera, su maestro. Es
decir, se le reconocía un papel decisivo para el futuro teológico
de América Latina tanto al tronco principal de la Teología de la
Liberación como a la corriente argentina10. Después de la bri-
llante exposición de Gutiérrez, Ratzinger alabó explícitamente
su cristocentrismo y su sentido de la gratuidad.
El enfoque pastoral del Papa Francisco
Desde su salida al balcón de la Basílica de San Pedro después
de su elección, el papa Francisco realizó gestos simbólicos, dio
entrevistas, habló como jefe de la Iglesia y publicó una especie
de “hoja de ruta” de su pontificado en la exhortación postsi-
nodal Evangelii Gaudium, que, en no pocos rasgos, recuerda
la Teología del Pueblo argentina. De ahí la pregunta acerca de
las probables convergencias de su perspectiva pastoral con
dicha teología.
En esta tercera parte consideraré, entre dichas convergen-
cias, primero, su comprensión del pueblo fiel de Dios. Luego,
la de los pueblos de la tierra en su relación con ese pueblo fiel
y en su construcción histórico-cultural como pueblos. En un
tercer paso abordaré la valoración pastoral y teológica de la
piedad popular, y, por último, la relación de esta con los pobres.
El Pueblo fiel
Llamó la atención el gesto del Papa de hacerse bendecir
por el pueblo casi inmediatamente después de presentársele.
No nos admiró a quienes conocíamos su aprecio teológico por
el “pueblo fiel de Dios”, aprecio que implica, al mismo tiempo,
una manera específica de concebir la Iglesia y el reconocimien-
to del “sentido de la fe” del pueblo y del papel de los laicos
en el mismo. De ahí su predilección por la expresión “pueblo
fiel”, que también se repite en Evangelii Gaudium (v.g. 95, 96)
y que explícitamente reconoce como “misterio que hunde sus
raíces en la Trinidad, pero tiene su concreción histórica en un
pueblo peregrino y evangelizador, lo cual trasciende toda ne-
cesaria expresión institucional” (EG 101; cf 95)11. Es ese pueblo
en su conjunto el que anuncia el Evangelio. Dios “ha elegido —
dice— convocar[n]os como pueblo y no como seres aislados…;
nos atrae teniendo en cuenta la compleja trama de relaciones
interpersonales que supone la vida de una comunidad huma-
na” (EG 113).
AGOSTO 2014
En esos textos se oyen ecos de la Escritura y del Vaticano II,
pero también de la Teología del Pueblo, sobre todo en lo referido
a los pueblos, sus culturas y su historia: “Este Pueblo de Dios se
encarna en los pueblos de la tierra, cada uno de los cuales tiene
su cultura propia… Se trata del estilo de vida que tiene una socie-
dad determinada, del modo propio que tienen sus miembros de
relacionarse entre sí, con
El papa Francisco,
las demás criaturas y con
Dios… La gracia supone la cuando habla del Pueblo
cultura, y el don de Dios de Dios, se refiere a su
se encarna en la cultura “rostro pluriforme” y a
de quien la recibe” (EG
su “multiforme armonía”
115). Remarco que Fran-
cisco adopta la relectura gracias a la diversidad de las
que hace el Documento culturas que lo enriquecen.
de Puebla, siguiendo a
la Teología del Pueblo, de Gaudium et Spes 53. Asimismo, re-
cuerdo que, cuando el padre Jorge Mario Bergoglio era rector
de la Facultad de San Miguel organizó el primer Congreso sobre
evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio que
se hizo en América Latina (1985). Lo programó con presencia de
teólogos de América del Sur y del Norte, Europa, Asia y África,
y, en la Conferencia inaugural, habló de inculturación, citando
al padre Pedro Arrupe, pionero en el uso de ese neologismo.
Por ello, el papa Francisco, cuando habla del Pueblo de Dios,
se refiere a su “rostro pluriforme” (Evangelii Gaudium 116) y a
su “multiforme armonía” (ibid., 117) gracias a la diversidad de
las culturas que lo enriquecen. Cuando alude a los pueblos, usa
analógicamente la imagen del poliedro para marcar la unidad
plural de las irreductibles diferencias en el seno del mismo.
Además, en la misma línea que la Teología del Pueblo, acen-
túa una doctrina tradicional cuando reconoce que “Dios dota
a la totalidad de los fieles de un instinto de la fe —el sensus
fidei— que los ayuda a discernir lo que viene realmente de
Dios. La presencia del Espíritu otorga a los cristianos una cier-
ta connaturalidad con las realidades divinas y una sabiduría
que les permite captarlas intuitivamente, aunque no tengan el
instrumental adecuado para expresarlas con precisión” (Evan-
gelii Gaudium 119): aún más, “el rebaño mismo tiene su olfato
para encontrar nuevos caminos” (ibid., 31) de evangelización.
prioridades “bergoglianas” en la conducción
del pueblo
El episcopado argentino —incluido el Cardenal Bergoglio—,
siguiendo los enfoques de la Teología del Pueblo y enrique-
10 Cf. G. Gutiérrez, “Una teología de la liberación en el contexto del Tercer Milenio”, y C.M. Galli,
“La teología latinoamericana de la cultura en las vísperas del Tercer Milenio”, en: Mons.
Luciano Mendes de Almeida (et al.), El futuro de la reflexión teológica en América Latina,
Bogotá, CELAM, 1996, respectivamente pp. 97-165 y 245-362. A mí se me pidió el tema: “El
comunitarismo como alternativa viable”, ibid., pp. 195-241.
11 El mismo Bergoglio remite a sus estudios de teología su admiración acerca de que “el pueblo
fiel es infalible ‘in credendo’ —en el creer— “y lo formuló así para su propio recuerdo: ‘cuando
quieras saber lo que cree la Iglesia, andá al magisterio’, ‘pero, cuando quieras saber cómo
cree la Iglesia, andá al pueblo fiel’, cf. Jorge Mario Bergoglio, Meditaciones para religiosos,
San Miguel, Ed. Diego de Torres, pp. 46 s. (cf. EG 124).
17
MSJ TEOLOGÍA

El nuevo Papa, desde la

elección de su nombre, puso
de manifiesto su acentuación
del amor preferencial al
pobre, marginado, excluido,
desempleado, enfermo,
discapacitado, “desechado”,
“sobrante”, tanto que
algunos han dicho que
sus primeras visitas fuera
de Roma, a Lampedusa y
Cerdeña, y su encuentro allí
con los migrantes refugiados
y con los desempleados,
operaron simbólicamente
como verdaderas encíclicas.

ciéndolos, adoptó el planteamiento de la Comisión Justicia y
Paz argentina sobre pasar “de habitantes a ciudadanos”. Ello
ilumina lo que el papa Francisco, con un aún mayor ahondamien-
to, escribe en Evangelii Gaudium 220 sobre el pueblo-nación:
“En cada nación, los habitantes desarrollan la dimensión so-
cial como ciudadanos responsables en el seno de un pueblo,
no como masa arrastrada por las fuerzas dominantes… Pero
convertirse en pueblo es todavía más, y requiere un proceso
constante en el cual cada nueva generación se ve involucra-
da. Es un trabajo arduo y lento que exige querer integrarse y
aprender a hacerlo hasta desarrollar una cultura del encuentro
en una pluriforme armonía”. Notemos la expresión típica suya:
“cultura del encuentro”.
Ya como Provincial de los jesuitas, Bergoglio enunció y, lue-
go, como arzobispo de Buenos Aires, explicó más detallada-
mente, prioridades de gobierno conducentes al bien común12,
a saber: 1) la superioridad del todo sobre las partes (siendo
más que la mera suma de las partes), 2) la de la realidad sobre
la idea, 3) la de la unidad sobre el conflicto, 4) la del tiempo
sobre el espacio. Según se dice, están tomadas de la carta de
Juan Manuel de Rosas (gobernador de Buenos Aires) a Facundo
Quiroga (gobernador de La Rioja, Argentina) sobre la organi-
zación nacional, escrita desde la hacienda de Figueroa en San
Antonio de Areco (20 de diciembre, 1834). Rosas no explicita
estas opciones, aunque las tenga en cuenta. Más tarde —ya
como Papa— Francisco introdujo las dos últimas prioridades
en la encíclica Lumen fidei (55 y 57). Finalmente las desarro-
En la Congregación Provincial XIV (de la Provincia Argentina S.J., 18 de febrero, 1974) habla,
12
lla y articula en Evangelii Gaudium 217-237, presentándolas
como un aporte desde el pensamiento socialcristiano “para la
construcción de un pueblo” (en primer lugar, de los pueblos del
mundo, pero también del Pueblo de Dios).
Sentido teológico-pastoral del tiempo
La Exhortación comienza con la prioridad del tiempo sobre
el espacio, pues se trata de iniciar “procesos que construyan
pueblo” en la historia (Evangelii Gaudium 224; 223) más que
de ocupar espacios de poder y/o posesión (de territorios o ri-
quezas).
Según mi opinión, el sentir espiritual del tiempo propicio
para la recta decisión, sea esta existencial, interpersonal, pas-
toral, social o política, es parte del carisma ignaciano y está
conectada íntimamente con el discernimiento de espíritus. En
su teología, Gera reconoce su importancia para profetas, pas-
tores y políticos. Y Methol es conocido por sus análisis geopo-
líticos y su interpretación cristiana de los signos actuales de
los tiempos y de la Iglesia latinoamericana como ya devenida
Iglesia-fuente. Por su parte, Bergoglio, como jesuita, participa
de ese carisma de discernimiento y, probablemente, conocía
los mencionados aportes teóricos de estos pensadores. A pe-
sar de todo, no deja fuera al espacio, sino que lo considera a
partir del tiempo, pues corona sus consideraciones diciendo:
“El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en
eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin cami-
nos de retorno” (ibid., 223).

como Provincial, de tres de esos criterios, sin hacerlo explícitamente de la superioridad

de la realidad sobre la idea. Ver la obra citada: Meditaciones para religiosos, pp. 49-50; Unidad plural y conflicto
la presentación y el desarrollo de los cuatro lo ofrece en su Conferencia como Arzobispo
de Buenos Aires en la XIII Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social (2010): “Hacia un
La Teología del Pueblo reconocía la realidad del antipueblo,
bicentenario en justicia y solidaridad 2010-2016. Nosotros como ciudadanos, nosotros como
pueblo”. Cf. www.arzbaires.org.ar/inicio/homilias/homilias2010.htm#XIV_Jornada_Arqui- del conflicto y de la lucha por la justicia. También en este punto
diocesana_de_Pastoral_Social hay en el pensamiento del Papa no solo un influjo inteligente-

18 AGOSTO 2014
mente recibido, sino una profundización evangélica y teológica. Sobre la globalización, la COEPAL no la tuvo explícitamente
Pues afirma que no se puede ignorar los conflictos; tampoco en cuenta cuando todavía era solo un fenómeno emergente. Lue-
quedar atrapados en ellos ni hacerlos la clave del progreso. Por go, lo hicieron sus continuadores, como Alberto Methol Ferré o
lo contrario, se trata de “aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y Gerardo Farrell, y los trabajos interdisciplinares del Grupo de
transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. ‘¡Felices los Pensamiento Social de la Iglesia que tomó el nombre de este
que trabajan por la paz!’ (Mt 5, 9)” (EG 227), no la paz de los último, después de su fallecimiento.
cementerios, sino la de la “comunión en las diferencias”, “un También en este punto Bergoglio avanza hacia una síntesis
ámbito viviente donde los conflictos, las tensiones y los opues- superior que no borra las tensiones, sino que las comprende,
tos pueden alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vivifica, hace fecundas y las abre al futuro. Pues, como ya lo
vida” (ibid., 228), “un pacto cultural”, “una ‘diversidad recon- dije, para él “el modelo no es la esfera, que no es superior a
ciliada’” (ibid., 230). Pues “no es apostar por un sincretismo las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no
ni por la absorción de uno en el otro, sino por la resolución en hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro,
un plano superior que conserva en sí las virtualidades valiosas que refleja las confluencias de todas las parcialidades, que en
de las polaridades en pugna” (ibid., 228). Recuerdo que Bergo- él conservan su originalidad”. Y, casi enseguida, añade: “Es la
glio deseaba hacer su tesis doctoral sobre Romano Guardini, conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan
consultó sus archivos y se dedicó a su comprensión del dina- su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una
mismo dialéctico (¡no en el sentido hegeliano o marxista!) de sociedad que busca un bien común que verdaderamente incor-
los contrarios13, para aplicarla a la praxis y a la historia, ya que pora a todos” (Evangelii Gaudium 236). Sin emplear la palabra,
su unión se da plenamente en Cristo el Papa apunta a la interculturalidad.
(ibid., 229). Allí está el fundamento Una de las apreciaciones más ricas y Anteriormente, el papa Francisco
último de su propiciada “cultura del había ofrecido la fundamentación tri-
profundas del papa Francisco sobre
encuentro” en la no ignorancia de la nitaria de lo dicho: “El mismo Espíri-
realidad del conflicto. la religión del pueblo la tuvo en Río tu Santo es la armonía, así como es
de Janeiro ante el CELAM, cuando la el vínculo de amor entre el Padre y el
La realidad superior presentó como expresión de creatividad, Hijo. Él es quien suscita una múltiple
a la idea y diversa riqueza de dones y, al mis-
sana autonomía y libertad laicales, en el
mo tiempo, construye una unidad que
También entre realidad e idea exis- contexto de su crítica a la tentación de no es nunca uniformidad, sino multi-
te una tensión bipolar (cf. Evangelii clericalismo en la Iglesia. forme armonía que atrae” (ibid., 117).
Nuntiandi 231), pues la segunda está Atracción de la belleza: es otra carac-
en función de la primera, sin separarse de ella; si no, existe el terística del enfoque del Papa, que no cesa de converger con
peligro de manipularla. “Hay que pasar del nominalismo formal enfoques de Methol.
a la objetividad armoniosa” (ibid., 232), afirma el Papa. Según
él, ese “criterio hace a la encarnación de la Palabra y a su puesta La piedad popular
en práctica”, pues —añade— “no poner en práctica, no llevar a
la realidad la Palabra, es edificar sobre arena, permanecer en Una característica distintiva de la Teología del Pueblo es
la pura idea y degenerar en intimismos y gnosticismos que no su revalorización teológica y pastoral de la religión del pueblo,
dan fruto, que esterilizan su dinamismo” (ibid., 233). de tal modo que llega a reconocer una “mística popular”, como
No veo una conexión inmediata entre esta prioridad y la Teo- se hace también en el Documento de Aparecida 262. En dos
logía del Pueblo —como en los casos anteriores—, a no ser en ocasiones la Evangelii Gaudium se refiere a esta, por ejemplo,
la crítica que esta hace a las ideologías, tanto de cuño liberal cuando ejemplifica la superioridad del todo sobre las partes,
como marxista, y en su búsqueda de categorías hermenéuticas aseverando: “La mística popular acoge a su modo el Evangelio
a partir de la realidad histórica latinoamericana, sobre todo, entero, y lo encarna en expresiones de oración, de fraternidad,
de los pobres. de justicia, de lucha y de fiesta” (ibid., 124, 237).
También converge con la Teología del Pueblo cuando Evan-
La superioridad del todo sobre las partes y la gelii Gaudium relaciona la piedad popular con otros temas clave
suma de las partes para ambas, como la inculturación del Evangelio (ibid., 68, 69,
70) y de “los más necesitados” y su “promoción social” (ibid.,
El Papa conecta este principio con la tensión entre globali- 70). Las dos la distinguen claramente del “cristianismo de de-
zación y localización (cf. Evangelii Gaudium 234). En cuanto a vociones, propio de una vivencia individual y sentimental de
esta última, ella converge con el arraigo histórico-cultural de la fe” (ibid.), sin negar, con todo, la necesidad de una ulterior
la Teología del Pueblo, situada social y hermenéuticamente en “purificación y maduración” de esa religiosidad, para la cual
América Latina y Argentina, y con su énfasis en la encarnación
del Evangelio, de suyo transcultural, inculturándolo en el ca- Cf. R. Guardini, Der Gegensatz. Versuche zu einer Philosophie des lebendig Konkreten,
13

tolicismo popular. Mainz, Mathias Grünewald, 1955.

AGOSTO 2014 19
MSJ TEOLOGÍA
“es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida”
(ibid., 69), según lo plantea la misma exhortación.
Cuando esta se refiere a las “relaciones nuevas que genera
Jesucristo”, las conecta espontáneamente con la religiosidad
popular, reconociendo que sus “formas propias… son encar-
nadas porque han brotado de la encarnación de la fe en la cul-
tura popular. Por eso mismo, incluyen una relación personal,
no con energías armonizadoras, sino con Dios, con Jesucristo,
María, un santo. Tienen carne, tienen rostros. Son aptas para
alimentar potencialidades relacionales y no tanto fugas indi-
vidualistas” (ibid., 90).
Una de las apreciaciones más ricas y profundas del papa
Francisco sobre la religión del pueblo la tuvo en Río de Janeiro
ante el CELAM, cuando la presentó como expresión de creati-
vidad, sana autonomía y libertad laicales, en el contexto de su
crítica a la tentación de clericalismo en la Iglesia. Pues la reco-
noció como una manifestación del “católico como pueblo”, en su
carácter comunitario y adulto en la fe, a la par que recomendaba
entonces organismos característicos de América Latina, como
son los grupos bíblicos y las comunidades eclesiales de base14.
Un ejemplo patente de convergencia con la Teología del Pue-
blo lo ofrece Evangelii Gaudium cuando, citando el Documento
de Puebla 450 (y 264) concluye que, mediante su piedad po-
pular, “el pueblo se evangeliza constantemente a sí mismo”, si
se trata de pueblos “en los que se ha inculturado el Evangelio”
(Evangelii Gaudium 122; cf. 68). Pues cada uno de ellos “es el
creador de su cultura y el protagonista de su historia. La cultu-
ra es algo dinámico, que un pueblo recrea permanentemente,
y cada generación transmite a la siguiente un sistema de ac-
titudes ante las distintas situaciones existenciales, que esta
debe reformular frente a sus propios desafíos” (ibid.). Enton-
ces, “en su proceso de transmisión cultural también transmite
la fe de maneras siempre nuevas; de aquí la importancia de
la evangelización entendida como inculturación. Cada porción
del Pueblo de Dios, al traducir en su vida el don de Dios según
su genio propio, da testimonio de la fe recibida y la enriquece
con nuevas expresiones que son elocuentes” (ibid.). Notemos
que no habla de una mera trasmisión cultural externa, sino de
un testimonio colectivo vivo. Por ello añade: “Se trata de una
realidad en permanente desarrollo, donde el Espíritu Santo es
el agente principal” (ibid.).
No voy a citar en extenso esos importantes párrafos de Evan-
gelii Gaudium, sino solo observar que entonces vuelve a hablar
por segunda vez de “mística popular”, como “espiritualidad en-
carnada en la cultura de los sencillos”, y que, aunque ella, “en
el acto de fe… acentúa más el credere in Deum que el credere
Deum” —esto me recuerda expresiones de Tello—, con todo,
“no está vacía de contenidos, sino que los descubre y expresa
14 Ver la alocución del Papa en su encuentro con el CELAM (28 de julio, 2013), en: Mons. Víctor
M. Fernández (et al.), De la Misión Continental (Aparecida, 2007) a la Misión Universal (JMJ
Río, 2013), Buenos Aires, Docencia, 2013, p. 287.
15 Me refiero a expresiones convergentes de fenomenólogos de la religión europeos, como
Bernhard Welte (cf. su obra: Das Licht des Nichts. Von der Möglichkeit neuer religiösen
Erfahrung, Düsseldorf, Patmos, 1980, pp. 54 ss.) y Jean-Luc Marion (“Métaphysique et Phé-
noménologie: une relève pour la théologie”, Bulletin de Littérature Ecclesiastique 94 (1993),
pp. 189-206, en especial p. 203).
20
más por vía simbólica que por el uso de la razón instrumental”.
Aún más, consigo “conlleva la gracia de la misionariedad, del
salir de sí y del peregrinar” (ibid., 124).
Un poco después, casi calcando a Lucio Gera y al Documento
de Puebla, enseña que “solo desde la connaturalidad afectiva
que da el amor podemos apreciar la vida teologal presente en
la piedad de los pueblos cristianos, especialmente en sus po-
bres” (ibid., 125).
Aún más, la exhortación culmina el tratamiento de la reli-
giosidad popular, aceptando, con la Teología del Pueblo, su
relevancia no solo pastoral sino estrictamente teológica, pues
termina diciendo: “Las expresiones de la piedad popular…, para
quien sabe leerlas, son lugar teológico al que debemos prestar
atención, particularmente a la hora de pensar la nueva evan-
gelización” (ibid., 126).
El Espíritu sopla cuando y donde quiere. Pues bien, me pa-
rece que hoy, en espacios secularizados del Norte, donde “Dios
brilla por su ausencia”15, se ofrece humildemente desde el Sur,
el testimonio vivido y sentido de la piedad “de los pobres y sen-
cillos” y de su “mística popular”, como aporte para la nueva
evangelización (cf. Ibid., 126).
Pero el Papa no es ingenuo, y no ignora “que en las últimas
décadas se ha producido una ruptura en la trasmisión gene-
racional de la fe cristiana en el pueblo católico”, a la que se
había referido en Evangelii Gaudium 122. Ya lo había alertado
como arzobispo de Buenos Aires. Entonces no solo ausculta
sus causas (ibid., 70), sino que apuesta por la pastoral urba-
na (ibid., 71-75), ya que “Dios vive en la ciudad” (Documento
de Aparecida 514), aunque su presencia debe ser “descubier-
ta, desvelada” (Evangelii Gaudium 71), no en último lugar, en
“los ‘no ciudadanos’, los ‘ciudadanos a medias’ [y] los ‘sobran-
tes urbanos’” (ibid., 74), es decir, los pobres y excluidos, y su
“lucha por sobrevivir”, la cual “esconde un profundo sentido
de la existencia que suele entrañar también un hondo sentido
religioso”(ibid., 72).
La opción preferencial por los pobres
Puse énfasis en la estrecha conexión entre la opción pre-
ferencial por los pobres y la piedad popular como se vive en
América Latina, sobre todo en los sectores pobres. Pues bien,
aunque toda la Iglesia, incluidos los sumos pontífices han asu-
mido esta opción, es indudable que la TEOLOGÍA DE LA LIBE-
RACIÓN en todas sus corrientes, también la argentina, se ca-
racteriza por poner en dicha opción su punto de partida y su
lugar hermenéutico.
El nuevo Papa, desde la elección de su nombre, puso de ma-
nifiesto su acentuación del amor preferencial al pobre, margina-
do, excluido, desempleado, enfermo, discapacitado, “desecha-
do”, “sobrante”, tanto que algunos han dicho que sus primeras
visitas fuera de Roma, a Lampedusa y Cerdeña, y su encuentro
allí con los migrantes refugiados y con los desempleados, ope-
raron simbólicamente como verdaderas encíclicas.
No solo declara que “la solidaridad es una reacción espon-
tánea de quien reconoce la función social de la propiedad y el
AGOSTO 2014

La Teología del Pueblo no pasa por alto los acuciantes
conflictos sociales que vive América Latina, aunque,
en su comprensión de “pueblo”, privilegie la unidad
por sobre el conflicto.
destino universal de los bienes como realidades anteriores a
la propiedad privada” (Evangelii Gaudium 189), de acuerdo a
la doctrina católica, sino que luego afirma: “Para la Iglesia la
opción por los pobres es una categoría teológica antes que cul-
tural, sociológica, política o filosófica” (ibid., 198). De ahí que
vuelva a expresar lo que ya había dicho en otras ocasiones:
“Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen
mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fidei,
en sus propios dolores conocen a Cristo sufriente. Es necesario
que nos dejemos evangelizar por ellos” (ibid.).
Pero Francisco no deja de ver también la otra cara de la mis-
ma medalla. De ahí que critique “una economía [que] mata”
(ibid., 53), el “fetichismo del dinero” (ibid., 55) y un “sistema
social y económico… injusto en su misma raíz” (ibid., 59), de-
bido a “las ideologías que defienden la autonomía absoluta de
los mercados y [de] la especulación financiera” (ibid., 56, 202).
Afirma que “Dios, en Cristo no solo redime la persona indivi-
dual, sino también las relaciones sociales entre los hombres”
(ibid., 178), de modo que los cristianos tenemos con qué luchar,
sin violencia pero con eficacia histórica, por “la inclusión social
de los pobres” (ibid., 185) y contra “la economía de exclusión
e inequidad” (ibid., 53) y “el mal cristalizado en estructuras
sociales injustas” (ibid., 59).
No pretendo desarrollar aquí el tema de los pobres según el
papa Francisco, porque es demasiado obvio y conocido, pero,
en el presente contexto, al menos debía mencionarlo como pun-
to esencial de convergencia entre su magisterio, la enseñanza
social de la Iglesia y la Teología del Pueblo. En esos tres casos
AGOSTO 2014
se trata de algo más que de una mera teoría; se trataba de su
encarnación en prácticas existenciales y sociales (inclusive es-
tructurales) que hacen realidad la “encarnación del Evangelio”
y la “revolución de la ternura” (ibid., 88).
Conclusión
Karl Rahner, aunque no conocía personalmente América La-
tina, tenía un fino sentido de la actualidad teológica. Por ello
percibió ya entonces como aportes importantes de la Iglesia
y la teología latinoamericanas a la Iglesia y a la teología uni-
versales, dos ámbitos característicos de la vida y reflexión que
hace la Iglesia en este continente: la teología liberadora y la re-
ligión del pueblo, y por ello compiló y editó un libro sobre cada
una de ellas16. Pues bien, ambas caracterizan a la Teología del
Pueblo y —según mi opinión— forman también parte del aire
fresco del sur, que irrumpió en la Iglesia gracias al Papa venido
“desde el fin del mundo”.
Como la realidad es superior a la idea, pienso que, además
de las ideas nuevas que Francisco trajo al papado —sobre las
cuales hablé en este artículo—, hay algo todavía más impor-
tante aportado por la realidad de su persona y su carisma, a
saber, una radical transformación del temple de ánimo en la
Iglesia y también fuera de ella.
Con Ricoeur acepto que la historia, inclusive la de la Iglesia
y su relación con el mundo en este último año, puede ser in-
terpretada como un texto17. Pues bien, según el mismo, forma
parte del significado de un texto, no solo lo que en él se dice,
sino también el momento pragmático de cómo se dice, con qué
actitud existencial y temple espiritual, qué tono afectivo y vi-
vencia lo acompañan. De ello se encuentran índices objetivos
en el estilo del texto o en la reiteración de las palabras.
Pues bien, el último año de pontificado, tomado como texto,
y el texto mismo de Evangelii Gaudium me parecen reflejar un
nuevo temple de ánimo en la Iglesia, tanto en las intervenciones
del Papa, como en la respuesta creativa del Pueblo fiel. Tal tem-
ple de ánimo se transparenta en la reiteración textual, gestual
y vivida de Leitmotive como “gozo del Evangelio”, “revolución
de la ternura”, “cultura del encuentro”, etc. Ellos se oponen a
actitudes de acedia, desencanto y aislamiento individualista;
y, sobre todo, testimonian y transparentan la alegría de evan-
gelizar y ser discípulos-misioneros, el despojo gozoso, el amor
preferencial por los pobres, la misericordia de Jesús, la espe-
ranza del Reino y de “otro mundo posible”. Pero no se trata de
tonalidades separadas, sino de elementos que configuran un
armónico “sistema de actitudes” (ibid., 122) que traslucen y
contagian el gozo del Evangelio. MSJ
16 Ver: K. Rahner et al. (eds.) Befreiende Theologie. Der Beitrag Lateinamerikas zur Theologie der
Gegenwart, Stuttgart-Berlin-Köln-Mainz, Kohlhammer, 1977; idid., Volksreligion — Religion
des Volkes, ibid, 1979. El mismo Rahner escribió el prólogo de la primera obra, y “Einleitende
Überlegungen zum Verhältnis von Theologie und Volksreligion” (pp. 9-16), para la segunda.
Tuve el honor de participar en ambas.
17 Cf. Paul Ricoeur, “Le modèle du texte: l’action sensée considérée comme un texte” y “Expli-
quer et comprendre. Sur quelques connexions remarquables entre la théorie du texte, la théo-
rie de l’action et la théorie de l’histoire”, en: id., Du texte à l’action. Essais d’herméneutique
II, París, Seuil, 1986, respectivamente, pp. 183-211 y 161-182.
21
 EN RELIEVE
Junto al cardenal Ricardo Ezzati, Dagoberto Lagos, S.J., Nemo Castelli, S.J., Juan Cristóbal García-Huidobro, S.J., y Héctor Guarda, S.J.
CUATRO NUEVOS SACERDOTES JESUITAS
El pasado viernes 20 de junio fueron ordenados
como nuevos sacerdotes los jesuitas Nemo Castelli,
Juan Cristóbal García-Huidobro, Héctor Guarda y Dago-
berto Lagos. La ceremonia, encabezada por el arzobis-
po de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, y el provincial
de la Compañía de Jesús, Cristián del Campo, se reali-
zó en la Iglesia de San Ignacio con la concurrencia de
decenas de parientes de los religiosos.
“Quiero dar gracias a Dios, a todos ustedes por su
cercanía y a don Ricardo por hacernos sacerdotes. A
nuestros padres, por estar siempre ahí, al pie del ca-
ñón, alentándonos con todos nuestros límites. Agra-
decer también a los compañeros jesuitas que nos han
animado para seguir a Jesús al modo de san Ignacio,
cerca de los más explotados. Quiero pedirles que nos
sigan acompañando para que seamos buenos curas y
que nos enseñen a ser agentes de misericordia y fra-
ternidad”, expresó el padre Héctor Guarda.
Los cuatro religiosos recibieron el orden presbiterial
de manos del Cardenal Ezzati, quien enfatizó que estos
nuevos sacerdotes son una señal de Dios a la Iglesia
chilena. Los animó a ser personas de puertas abiertas
y bondadosas, cultivando tres actitudes básicas para su
misión: “Estén siempre a los pies de los otros, perdonan-
do, escuchando y bendiciendo. En segundo lugar, sirvan.
Jesús lo dejó escrito: dijo que el hijo del hombre vino a
servir y no a ser servido. Lo tercero es que estén siempre
cerca, Jesús se hizo próximo a nosotros, se hizo hombre”.
22
Después de consagrar el pan y el vino, los nuevos
pastores entregaron la comunión a familiares y ami-
gos, quienes hicieron extensas filas para recibirla. Al
concluir la ceremonia, en una iglesia abarrotada, los
asistentes aplaudieron por tres minutos ininterrumpi-
dos a los nuevos servidores de la Iglesia chilena y la
Compañía de Jesús.
Nemo Castelli, S.J., nació en 1975. Tras egresar del
Saint George´s College, estudió Ingeniería Civil en la
P.U.C. e ingresó al Noviciado el año 2002. Desde junio
pasado, preside la Oficina de Planificación y Segui-
miento Apostólico y colabora en TECHO.
Juan Cristóbal García-Huidobro, S.J., nació en
1979. Egresó del Colegio San Ignacio El Bosque y
luego estudió Ingeniería Civil en la P.U.C., antes de
ingresar al Noviciado el año 2002. Está comenzan-
do estudios de Doctorado en Educación en Boston,
Estados Unidos.
Héctor Guarda, S.J., nació en 1978. Egresó del Cole-
gio Andrés Bello, Osorno, para luego estudiar Ingenie-
ría Comercial en la Universidad de Los Lagos y Adminis-
tración de Empresas en Inacap. Ingresó al Noviciado el
año 2004. Hoy es asesor de CVX secundaria.
Dagoberto Lagos, S.J., nació en 1974. Egresó del
Instituto O´Higgins, Rancagua, y estudió Derecho en
la P.U.C. Ingresó al Noviciado el año 2003. Actualmente
colabora como Capellán de la red apostólica de Esta-
ción Central.
agosto 2014
 1814:
Las nuevas esperanzas de
la Compañía de Jesús
E
Manuel Revuelta González, S.J.
En el presente mes de agosto se
recuerdan doscientos años del
restablecimiento de la Compa-
ñía de Jesús, tras cuatro déca-
das de estar suprimida.
El papa Pío VII la repuso oficial-
mente, por medio de la bula So-
llicitudo omnium ecclesiarum,
pues sentía a los jesuitas como
“remeros expertos” capaces
de salvar la barca de la Iglesia
del naufragio que por entonces
padecía.
AGOSTO 2014
ste año se cumple el bicentenario del restablecimiento de la Compañía de Jesús,
proclamado por el papa Pío VII el 8 de agosto de 1814 en la bula Sollicitudo om-
nium ecclesiarum. Para entender el restablecimiento hay que tener muy en cuen-
ta dos acontecimientos históricos previos, que parecen contradictorios: la supresión
de la Compañía por parte del papa Clemente XIV con el breve Dominus ac Redemptor,
del 21 de julio de 1773, y la persistencia de esta decisión durante cuarenta y un años.
La supresión de la Compañía en 1773 estuvo precedida por quince años de acoso
y derribo, que comenzaron con la expulsión de Portugal y sus dominios en 1759, a la
que siguió la supresión en Francia en 1764 y las expulsiones de España y sus pose-
siones en 1767, y de Nápoles y Parma en 1768 1 . Por el breve de supresión, la Compa-
ñía dejaba de existir como orden religiosa en la Iglesia. Perdió sus provincias, casas
e instituciones, la despojaron de sus bienes y sus superiores quedaron destituidos.
Los jesuitas restaurados en 1814 respiraban todavía por la herida que había sido
abierta en 1773. ¿Cómo reaccionaron? ¿Se sintieron culpables o inocentes? El padre
Manuel Luengo no encuentra palabras en su Diario para expresar su estupor cuando
escuchó en Bolonia la intimación del breve de supresión: “Sí: ha muerto la ilustre, la
sabia, la inocente Compañía de Jesús. El papa Clemente XIV la ha abolido, la ha extin-
guido, la ha echado por tierra en todo el mundo cristiano. ¡Gran mal! ¡Enormísimo es-
cándalo! ¡Injusticia monstruosa! ¡Triunfo gloriosísimo de la Herejía! ¡Sempiterno oprobio
de Roma, del Papa, de los Cardenales, de los Príncipes católicos y de sus Ministros!
¡Oh, pena; oh, dolor; oh, desconsuelo increíble, inexplicable y sobre toda pondera-
ción!” (Diario, 23 de agosto de 1773). Ante tamaña injusticia no quedaba más salida
que aceptar los designios de la Divina Providencia con la esperanza de que algún día el
23
MSJ IGLESIA
Señor haría justicia y devolvería el honor a
la Compañía. El Diario de Luengo expresa
repetidas veces estas convicciones.
También hubo jesuitas que tomaron
sus desgracias como tema de reflexión y
examen de conciencia. El padre Manuel
de Azevedo asumió las tribulaciones de
la Compañía como motivo para reconocer
sus defectos. El sacerdote Rodríguez de
Laso nos transmite las confidencias que
le hizo el sabio jesuita portugués en 1788:
“Vino a tomar chocolate con nosotros el
mencionado Acevedo, que es hombre ver-
daderamente erudito, como lo manifestó
en sus discursos. Hablando de la extin-
ción de la Compañía, nos dijo, francamen-
te, que en su concepto debía atribuirse a
un castigo de Dios, que quiso humillar la
altanería de un Cuerpo que miraba con
desprecio a los otros regulares, conside-
rándolos inútiles y entregados a la poltro-
nería, mientras ellos llevaban casi todo el
trabajo de confesionario, púlpito, cátedra,
asistencia a enfermos y demás ministerios
en que con tanto aplauso se ocupaban.
También añadió su pronóstico acerca de la
suerte de este Instituto en lo venidero”2.
La confidencia del Padre Azevedo
no deja de ser interesante por su rare-
za, aunque es posible que Laso, que no
tenía ninguna simpatía por los jesuitas,
hubiera recargado las tintas. Las pala-
bras del portugués son consideraciones
ascéticas en clave de humildad, en las
que no se afirma que los jesuitas habían
sido castigados con justicia. Puede decir-
se que todos los exjesuitas, incluso los
que se habían secularizado antes de la
supresión, estaban convencidos de que
no habían dado motivo ni para las expul-
siones de sus patrias ni para la supresión
en toda la Iglesia. En el caso de los espa-
ñoles, todos estaban de acuerdo con el
Memorial que tres de ellos elevaron a las
Cortes de Cádiz en 1812, en el que califi-
caban a la pragmática de Carlos III como
“sentencia abusiva, ilegal, capciosa, ca-
lumniosa, errónea e injusta”3 .
El convencimiento general de la injus-
ticia sufrida impulsó a los jesuitas a es-
1 J. A. Ferrer Benimeli, La expulsión y extinción de los jesuitas (1759-1773), Mensajero, Bilbao 2013. M. Revuelta González, El restablecimiento de la Compañía de Jesús. Celebración del
bicentenario, Mensajero, Bilbao 2013. U. Valero (ed.), Supresión y restauración de la Compañía de Jesús. Documentos, Mensajero, Sal Terrae, 2014.
2 Nicolás Rodríguez Laso, “Diario en el viaje de Francia e Italia (1788)”. Ed. de Antonio Astorgano, Zaragoza, 2006, pp.417-418. La entrevista se celebró en Bolonia el 25 de octubre de 1888.
Sobre la personalidad del padre Manuel de Azevedo (1713-1796), cf. J. Vaz de Carballo y J. Escalera en DHCJ, tomo I, 315-316. En sus epístolas poéticas alabó la fidelidad a la vocación de los
jóvenes jesuitas brasileños e hispanos.
3 El Memorial, suscrito por Tolrá, royo y Otero, en Valero, o. cit., pp. 49-82. La declaración de inocencia del padre Lorenzo Ricci, en ibid. pp. 169-170.
24
perar, contra toda esperanza, el restable-
cimiento de la inocente Compañía. Esta
convicción les animaba, pero también les
impedía el conocimiento de la realidad.
Muchos vivían tan ensimismados en su
mundo jesuítico que no cayeron en la
No es una reconstrucción porque
la Compañía no dejó nunca de
existir; y tampoco se trata de una
reparación, porque no fue suprimida
por descomposición interna.
cuenta de su aislamiento en el conjun-
to de la Iglesia, ni percibieron los celos
suscitados entre los obispos y religiosos,
ni sopesaron las oposiciones de sus ene-
migos políticos. Algunos, como el Padre
Luengo, atribuirán las persecuciones de
la Compañía a una verdadera conspira-
ción anticristiana, cuando la clave estaba
en el despotismo ilustrado de los políti-
cos y en el fuerte regalismo imperante.
El segundo hecho histórico es la per-
manencia de los jesuitas en el tiempo
intermedio (1773-1814). Desde la supre-
sión hasta la restauración pasaron cua-
renta y un años, en los que la pervivencia
de la Compañía se mantuvo en un gru-
po de verdaderos jesuitas que vivieron
como tales en un rincón de Europa. Para
que el breve de supresión tuviera fuer-
za de ley, debía intimarse por el obispo
de cada diócesis a las comunidades de
jesuitas. En las regiones anexionadas a
Prusia y Rusia en el primer reparto de
Polonia de 1772, se mantuvieron unos
trescientos jesuitas en catorce comuni-
dades, esperando la ejecución del breve
de supresión. Federico de Prusia y Cata-
lina de Rusia prohibieron la publicación
del breve a los obispos de las regiones
polacas anexadas. Lo hicieron por tres
razones de peso: el cumplimiento del Tra-
tado de Breslau, en el que se compro-
metían a respetar la religión católica de
sus nuevos súbditos, la inocencia de los
jesuitas —que eran los sacerdotes cató-
licos más cultos y virtuosos de aquellas
regiones— y la necesidad de mantener
los centros de enseñanza, que los jesui-
tas dirigían con gran competencia.
Aquellos jesuitas estuvieron espe-
rando a que cayera sobre ellos la espa-
da de Damocles. En Prusia les intimaron
el breve al cabo de siete años, en 1780.
Pero en Rusia la zarina Catalina protegió a
sus jesuitas con obstinada energía. Unos
ciento setenta se mantuvieron en la Rusia
Blanca bajo los mismos superiores, cum-
pliendo con exactitud las reglas y Consti-
tuciones de San Ignacio y desempeñando
los mismos trabajos, especialmente en
los colegios, donde eran muy estimados.
Los jesuitas de la Rusia Blanca se ha-
llaban en un equilibrio inestable. Querían
obedecer al Papa pero, al mismo tiempo,
tomaban medidas para mantener sus co-
munidades bajo la protección incontes-
table de la zarina. En el campo diplomá-
tico se dio un tira y afloja a tres bandas
entre el Papa, la zarina y el rey de Espa-
ña. El mismo Clemente XIV dejó hacer: no
reconocía a los jesuitas de Rusia, pero
tampoco los prohibía. Pío VI, que le su-
cedió, fue un Papa dubitativo, cada vez
más aterrado con la revolución francesa.
Daba buenas palabras a Carlos III, que
le urgía una condena explícita a los je-
suitas rusos, mientras transigía con las
exigencias de Catalina, que los protegía
decididamente. Pío VI estaba cada vez
más convencido de que la supresión de
la Compañía había sido un error y por eso
aprobó de palabra su existencia en Rusia,
primero de forma velada en 1775 y más
tarde de forma clara y patente comunica-
da al obispo Benislawski el 12 de marzo
de 1783: approbo, approbo, approbo.
En Rusia la Compañía se fue afianzan-
do poco a poco, formando un verdade-
ro cimiento para la futura restauración.
A la pregunta de San José Pignatelli, el
Papa respondió que los de Rusia eran
verdaderos jesuitas. Con esa convicción
algunos jóvenes ingresaron en el novi-
ciado que se abrió en 1779, y algunos
exjesuitas reingresaron en la Compañía
de Rusia como particulares, o forman-
AGOSTO 2014

Mártires de Elicura, Alonso de Ovalle
do comunidades en el ducado de Parma
desde 1793.
El siguiente pontífice, Pío VII, estaba
decidido a restablecer la Compañía desde
su elección en 1800. Lo hizo por escrito,
cuando se lo pidieron dos monarcas. A
petición del zar Pablo I, concedió por es-
crito la aprobación de la Compañía dentro
del Imperio Ruso, en el breve Catholicae
Fidei (7 de marzo de 1801). No se restau-
raba una Compañía nueva, sino la misma
de San Ignacio, aprobada por Paulo III.
Puede decirse que la Compañía quedó
entonces canónicamente restablecida en
su plenitud, aunque limitada geográfica-
mente a los dominios del Imperio Ruso.
Tan pronto como se corrió la noticia de
la aprobación escrita, surgió una oleada
de peticiones de particulares o de grupos
para enrolarse en la orden. El Padre Gru-
M. Inglot, La Compagnia di Gesù nell’Impero Ruso (1772-1820) e la sua parte nella restaurazione generale della Compagnia.
4 comenzado previamente, y es además el
Roma 1997.
AGOSTO 2014
ber, General de la Compañía en Rusia, pi-
dió y obtuvo de la Santa Sede la facultad
de admitir a quienes desearan agregarse
a ellos, sin necesidad de que se trasla-
daran dentro del Imperio Ruso. De este
modo, hubo jesuitas sueltos que renova-
ron sus votos fuera de Rusia. Pero tam-
bién se organizaron grupos de jesuitas en
comunidad. Se les concedió la aceptación
en 1803 a los de Inglaterra y Cerdeña; en
1805 a los de la misión de los Países Ba-
jos; en 1806 a los de Maryland, en los
Estados Unidos, y en 1810 a los de Sui-
za. Así nacían, como mechas humeantes,
las primeras provincias, pequeñas y dis-
persas, con sus noviciados disimulados4 .
Estas concesiones se extendieron al
Reino de las Dos Sicilias con el breve Per
alias (31 de julio de 1804), a petición del
rey Fernando IV, hijo de Carlos III.
Hacia 1814 puede calcularse
que quedarían de dos mil a
dos mil quinientos jesuitas,
una décima parte de los que
había en 1773, pero ya viejos,
muchos enfermos, no todos
capaces de reanudar la vida
comunitaria.
Estos restablecimientos parciales de
la Compañía nos plantean el significa-
do de la bula de 1814. La palabra “res-
tablecimiento” —al igual que la palabra
“restauración”— tiene, entre otros, dos
significados: reconstrucción y repara-
ción. Reconstrucción significa rehacer
una entidad totalmente desaparecida.
Reparación significa mejorar una enti-
dad deteriorada, para evitar la ruina o el
desgaste. El restablecimiento de la Com-
pañía en 1814 no se ajusta propiamente
a ninguno de estos significados. No es
una reconstrucción porque la Compañía
no dejó nunca de existir; y tampoco se
trata de una reparación, porque no fue
suprimida por descomposición interna,
sino por ataques procedentes del exte-
rior. En ese sentido, su restablecimiento
no fue una restauración ni una reforma.
El restablecimiento de la Compañía
debe entenderse como la renovación o
reanimación de una existencia que nun-
ca había cesado del todo. Se asemeja a
la mecha humeante que arde desde las
cenizas, al brote renacido del árbol des-
gajado. Algo parecido al resto de Israel
después del cautiverio.
El Cardenal Pacca comparó la Compañía
restablecida por la bula del papa Pío VII
con Lázaro saliendo del sepulcro. El encie-
rro de la orden en el sepulcro había durado
cuarenta y un años, desde 1773 hasta 1814.
Pero, a diferencia de Lázaro, la Compañía
no se había muerto del todo. Lo que el papa
hizo fue librarla de las ataduras de la mor-
taja para que pudiera andar de nuevo con
plena libertad por toda la Iglesia.
La bula es, desde luego, el punto cen-
tral en el que descansa la Compañía res-
taurada. Pero es también el punto final de
un proceso de restauración que ya había
punto de arranque o de partida de un pro-
25
MSJ IGLESIA

ceso de crecimiento que continuará en fusión de los grandes tópicos contra la la gran conspiración anticristiana, cuyo
años sucesivos. Compañía fue una de las empresas de primer logro consistió, según ellos, en la
Pombal, desde la expulsión de Portugal supresión de la Compañía de Jesús. Hoy
Los contextos históricos del en 1759. Los libros no se admite la teoría
restablecimiento y panfletos fueron Hoy no se admite la teoría de de la conspiración an-
divulgados por es- ticristiana como cau-
la conspiración anticristiana
Los grandes sucesos de la historia uni- critores sin escrú- sa única para explicar
versal sirven de marco a la pequeña histo- pulos, como Plan- como causa única para explicar el ataque a la orden,
ria de los jesuitas restauradores. El breve tel, de manera que el ataque a la Compañía, pues pues la persecución
de supresión de 1773 convirtió a los jesui- puede hablarse de la persecución que padeció que padeció se ex-
tas en una grey dispersa por todo el mun- una red publicitaria plica, sobre todo, por
se explica, sobre todo, por
do. Eran aproximadamente unos veinti- antijesuítica perfec- motivos políticos.
dos mil. Lo peor era que pasaban los años tamente organizada motivos políticos. El hecho es que
y los compañeros se iban muriendo. Hacia en toda Europa. Lo las amargas expe-
1814 puede calcularse que quedarían de políticamente correcto era el antijesui- riencias de la revolución en el terreno
dos mil a dos mil quinientos, una décima tismo. Las doctrinas de los jesuitas esta- religioso convencieron a muchos de que
parte de los que había en 1773, pero ya ban prohibidas en los seminarios y uni- una de las causas de la revolución había
viejos, muchos enfermos, no todos ca- versidades y hasta las devociones, como sido la persecución contra la Compañía.
paces de reanudar la vida comunitaria. la del Sagrado Corazón, fueron atacadas Se dieron entonces “conversiones” entre
Además de esta grey dispersa, quedaba como extrañas y heterodoxas. antiguos enemigos, que se hacían ami-
un pequeño rebaño en el lejano redil de El regalismo imperante tuvo efec- gos de los jesuitas. Entre los “conversos”
la Rusia Blanca. La tos opuestos en su podemos señalar a Pío VI y Pío VII, a los
microhistoria de los Lo políticamente correcto aplicación a los je- cardenales Pacca y Consalvi, a muchos
exjesuitas dispersos era el antijesuitismo. Las suitas. El regalismo obispos y algunos monarcas, empezando
y de los jesuitas en- absolutista es el que por los tres Fernandos: el de Parma, el de
doctrinas de los jesuitas
ganchados a Rusia derrumba a la Com- Nápoles y el de España. Son significativas
encaja en la macro- estaban prohibidas en los pañía en los estados las palabras de Consalvi: “Cuando vi la
historia de los gran- seminarios y universidades y católicos, y el que la Revolución Francesa y cuando realmente
des acontecimientos hasta las devociones, como la salva en la protes- llegué a entender el jansenismo, enton-
de las cuatro déca- tante Prusia y en la ces pensé, y lo pienso ahora, que sin los
del Sagrado Corazón, fueron
das que transcurren ortodoxa Rusia. jesuitas la Iglesia se encuentra en muy
entre 1773 y 1814. atacadas como extrañas y 2º. La Revolución grandes apuros”.
La pequeña historia heterodoxas. Francesa y las reac- Este cambio de criterios y de ambiente
jesuítica se encua- ciones católicas en explica los primeros despuntes jesuíticos
dra en cuatro momentos de la gran his- la última década del siglo XVIII. La re- en la última década del siglo XVIII. Tales
toria universal. volución de 1789 no fue ni promovida ni son el restablecimiento de las comunida-
1º. La supresión de la Compañía encaja impedida por una Compañía que había des de jesuitas en el ducado de Parma;
en el marco de las monarquías absolutis- sido suprimida veinticinco años antes la fundación de dos congregaciones que
tas de la segunda mitad del siglo XVIII. en Francia. actuaron como sucedáneos y banderín
Desde 1773 el absolutismo imperante En la última década del siglo de las lu- de enganche: las compañías del Sagra-
se mantuvo durante quince años hasta ces, a pesar de las coaliciones de los mo- do Corazón de Jesús (1794) y de la Fe en
el estallido de la revolución. El absolu- narcas contra la revolución, esta logró ex- Jesús (1797); y las aprobaciones verbales
tismo monárquico dominaba las iglesias tender por todas partes sus innovaciones de Pío VI en 1775 y en 1783 a la verdadera
nacionales con un regalismo exacerbado, políticas y sus reformas eclesiásticas. Los Compañía subsistente en Rusia.
mientras progresaban los desafíos teoló- excesos religiosos de la revolución comen- 3º. Las aprobaciones parciales por Pío
gicos y ascéticos jansenizantes. A ellos se zaron con la desamortización de los bie- VII durante los primeros años del gobier-
añadieron los esfuerzos del despotismo nes de la Iglesia, la supresión de las órde- no napoleónico (1801-1804) y el estan-
ilustrado por dominar desde el Estado to- nes religiosas y el cisma de la Constitución camiento durante la guerra hasta 1814.
das las esferas de poder e influjo social. Civil del Clero, y derivó en la descristia- Napoleón prolongó las innovaciones
Esto explica la acometida de los estados nización y la persecución. Estos excesos políticas y religiosas de la revolución,
contra un cuerpo tan poderoso como era suscitaron en todas partes la repulsa de pero en los cinco primeros años de su
la Compañía. muchos escritores y dirigentes católicos. gobierno mantuvo buenas relaciones con
La dispersión de los jesuitas en aque- Los escritores restauracionistas, como los la Iglesia. Entre los años 1801 y 1805 hay
llos años se agravó con la propagación jesuitas Barruel, Hervás o Luengo, ponían un paréntesis de paz. Son los primeros
sistemática del mito antijesuítico. La di- la causa única de aquellos desastres en años del pontificado de Pío VII y los pri-

26 AGOSTO 2014
meros años en el poder de Napoleón Bo- volvía a Roma y recuperaba los Estados organizarlo todo, y poner orden y con-
naparte que, siendo primer cónsul, favo- Pontificios. El espíritu racionalista pare- cierto en un cuerpo singular, que tenía
reció la paz religiosa con el Concordato cía batirse en retirada ante la recupera- la cabeza y los principales efectivos en
de 1801. El Papa asistirá a la coronación ción del sentimiento religioso. Había que la lejana Rusia. El zar no permitía que el
del emperador en diciembre de 1804. Son comenzar reconstruyendo lo que la revo- Padre General Brzozowski se instalara en
fechas significativas, pues es en estos lución había destruido. Por tanto, la pri- Roma, por lo que hubo que nombrar vica-
años de paz cuando el Pontífice conce- mera reconstrucción urgente era el res- rios que hacían más lento y complicado
dió, por escrito, el restablecimiento de tablecimiento de la Compañía de Jesús, el gobierno.
la Compañía en Rusia (1801) y en las Dos con el objetivo prioritario de asegurar la La instalación de la Compañía en los
Sicilias (1804). diversos países dependía del ré-
A partir de 1805 se rompió la 1814: El espíritu racionalista parecía batirse en gimen político y religioso que en
paz por las ambiciones de Napo- ellos dominaba. Encontramos cua-
retirada ante la recuperación del sentimiento
león, que impuso el bloqueo con- tro modelos de restablecimiento.
tinental a Inglaterra, y extendió religioso. La primera reconstrucción urgente El primero fue el restablecimien-
la guerra por todo el continente era el restablecimiento de la Compañía de to en países católicos gobernados
desde España hasta Rusia. Entre Jesús, con el objetivo prioritario de asegurar la por monarquías absolutas, en los
tanto, las monarquías afrancesa- que la Compañía fue restaurada
educación cristiana de la juventud.
das imponían la segunda expan- por un decreto del soberano. El
sión del espíritu revolucionario. modelo más logrado fue el de Es-
En 1806 el rey Fernando fue expulsado educación cristiana de la juventud. paña en 1815. El segundo fue el restable-
de Nápoles por los franceses y el trono El restablecimiento de la Compañía cimiento bajo el derecho común en países
pasó a José Bonaparte, que expulsó a los se proclamó el 7 de agosto de 1814 en con tolerancia religiosa. El mejor mode-
jesuitas de Nápoles, aunque no de Sicilia. la Iglesia del Gesù ante la presencia de lo se da en la Francia de Luis XVIII, don-
Unos setenta jesuitas napolitanos tuvie- ciento cincuenta jesuitas que asistieron de los jesuitas rehacen sus actividades
ron que refugiarse en Roma como exilia- llorando de alegría a la “resurrección” de como ciudadanos normales, sin decretos
dos, bajo la dirección del Padre Pignate- su amada Compañía. La bula extendía a favorables de las autoridades civiles. En
lli, que murió santamente en 1811. Roma los Estados Pontificios y a todos los de- tercer lugar, está el restablecimiento en
fue también ocupada por los franceses más estados y dominios las facultades países donde la libertad religiosa era un
en 1808; el Papa fue deportado durante concedidas anteriormente al Imperio derecho constitucional incuestionable. El
seis años, se suprimieron todas las ór- Ruso y al Reino de las Dos Sicilias. De éxito de los jesuitas en los Estados Unidos
denes religiosas y se pusieron en venta ese modo, la orden quedaba restable- es el mejor ejemplo de hasta qué punto la
los conventos. cida, como decía el título de la bula, in nueva Compañía fue capaz de asimilar en
El progreso de la Compañía se inte- statum pristinum in Universo Orbi cató- beneficio propio las ventajas de la liber-
rrumpe durante esos ocho años. Pero, lico, sin novedades ni reformas, según la tad. Como cuarta vía, se dio el modelo de
fuera de los dominios franceses, siguie- regla de san Ignacio aprobada por Pau- los restablecimientos misionales (misio-
ron viviendo como verdaderos jesuitas lo III. Entre las motivaciones para una nes dependientes de provincias madres),
los de Rusia Blanca, los de Sicilia, los decisión tan importante, el Papa indica- aunque este se dará más adelante, a par-
napolitanos desterrados en Roma y los ba su solicitud por todas las iglesias, el tir de los años treinta.
pequeños grupos adheridos de Suiza, consentimiento casi universal del pueblo El restablecimiento de la orden ha
Holanda, Inglaterra y Maryland. El Pa- cristiano, las necesidades del momento suscitado discusiones comparativas en-
dre Luengo se admiraba en 1808 de que presente, “que más debemos deplorar tre la antigua y la nueva, que siempre
hubiera unos ochocientos jesuitas vi- que recordar”, y la confianza en los je- ayudan a comprender las diferencias.
viendo “en cuerpo” en un momento en suitas como “remeros expertos” capaces La Compañía restaurada lleva muchas
que prácticamente todos los religiosos de salvar del naufragio a la barca de la veces la peor parte en esas compara-
de Europa habían sido exclaustrados de Iglesia, agitada por la tempestad. ciones. Frente a la Compañía antigua,
sus conventos. abierta al mundo y a la cultura de su
4º. La caída de Napoleón, y el triunfo Variaciones y dificultades de tiempo, se sitúa a veces, peyorativa-
del espíritu restauracionista de 1814 ex- la restauración efectiva mente, frente a una Compañía restau-
plican perfectamente la publicación, sin rada conservadora, conventual, colonia-
obstáculos, de la bula de 1814. La bula de agosto de 1814 fue el punto lista, apologética y antimoderna, incluso
La Compañía renació en un ambiente de arranque de la extensión de la Com- desviada del carisma fundacional. Estas
político y religioso marcado por la restau- pañía por el mundo. Fue una reaparición comparaciones nos parecen injustas. El
ración, confirmada en el Congreso de Vie- lenta y desigual, porque una cosa es la padre Alfredo Verdoy sugiere una solu-
na. Se restablecieron las dinastías des- restauración canónica y otra la restau- ción acertada, al enfocar la involución o
tronadas y las fronteras antiguas. El Papa ración efectiva en cada país. Había que restauración de la orden de forma inte-

AGOSTO 2014 27
MSJ IGLESIA

gradora, no contradictoria5 . Los jesuitas

restaurados fueron fieles al espíritu ig-
naciano, aunque tuvieron que vivirlo en
tiempos muy distintos al siglo XVI, pues
en el siglo XIX tuvieron que acomodarse
a una Iglesia combatida por grupos po-
líticos y sociales muy hostiles.
Hay que revisar, entre otros tópicos,
aquel que señala que los gobiernos ab-
solutistas surgidos en 1814 favorecieron
a los jesuitas. En los primeros años el úni-
co rey absolutista (a parte del papa) que
favoreció plenamente a los jesuitas fue
Fernando VII. Otro monarca no menos ab-
solutista que el rey de España, como era el
zar de Rusia Alejandro I, expulsó en marzo
de 1820 a los jesuitas de todo su Imperio
por un riguroso ukase. También los expul-
só muy pronto el rey Guillermo I de los Paí-
ses Bajos. El rey de Portugal Juan VI ni si-
quiera los admitió en sus dominios, pues
prohibió expresamente la publicación de
la bula de 1814. El apoyo del emperador
Francisco de Austria fue motivado más
por compasión que por convicción, cuan-
do admitió en Galitzia a los jesuitas ex-
pulsados de Rusia. Luis XVIII les muestra
simpatía, pero no los favorece; mientras
su hermano Carlos X los expulsa de los
S. José Pignatelli, Francisca Leighton.
colegios-seminarios en 1828 y les impide
la libertad de enseñanza. Estos monarcas El restablecimiento de la Compañía ha suscitado discusiones
conservadores eran tan regalistas como
comparativas entre la antigua y la nueva, que siempre ayudan a
los liberales. En cambio, donde había una
verdadera libertad religiosa, como en Es- comprender las diferencias. La Compañía restaurada lleva muchas veces
tados Unidos, la Compañía progresó sin la peor parte en esas comparaciones.
encontrar dificultades estatales.
Más importancia que el cotejo de las El testimonio del padre Luengo es 27 de septiembre (fecha de la fundación).
dos Compañías es la identidad de la Com- muy valioso, pues tenía una certeza En los dos días hubo una misa de acción
pañía restaurada en 1814 con la fundada absoluta de la identidad con la antigua de gracias “y un pequeño regalito en el
por San Ignacio en 1540. La bula no ofrece Compañía. El 27 de septiembre de 1815, refectorio”. Se recordaba con igual grati-
dudas al respecto, y las dificultades sem- unos días antes de emprender su viaje a tud la fundación de la Compañía en 1540
bradas al principio por algunos sujetos se España, escribía en su Diario: “Aniver- y su restauración en 1814. El padre Luen-
resolvieron en 1820, en la primera Con- sario de la fundación de la Compañía de go, testigo de la expulsión, supresión y
gregación General después de la restau- Jesús por el grande español San Igna- restauración, afirmaba la identidad de la
ración, que eligió General al padre Luis cio de Loyola, con bula de Paulo III; y se Compañía restablecida por Pío VII con la
Fortis, y reafirmó solemnemente las an- cumplen hoy 275 años y se ha hecho lo de San Ignacio aprobada por Paulo III. El
tiguas Constituciones, Reglas, Decretos mismo que el 7 de agosto, aniversario pasado de la Compañía se ofrecía como
de Congregaciones Generales y Ordena- de su restablecimiento”. El 7 de agosto modelo de identidad. Y el futuro, a pe-
ciones de los Padres Generales, otorgán- (primer aniversario de la restauración) sar de la limitación de las personas, se
doles la misma fuerza que tenían antes se festejó con las mismas celebraciones presentaba abierto a grandes esperan-
del breve de supresión de Clemente XIV6 . que tradicionalmente solían hacerse el zas. MSJ
5 A. Verdoy, “La Compañía de Jesús restaurada: ¿Involución o restauración?”, Manresa, 86 (2014), 17-28. Véase también el artículo, “La pervivencia del espíritu restauracionista en la Compañía
de Jesús”, en Ibid., pp. 45-58.
6 Decreto 6 de la CG XX, en Valero, o. cit., p. 180. Buena síntesis en M. Ruiz Jurado, “El espíritu de la Restauración de la Compañía de Jesús en sus primeros años”, Manresa 86 (2014), 29-43.

R. Danieluk, “La Compañía entre continuidad y discontinuidad”, en Jesuitas. Anuario de la CJ, 2014, pp.44-47.

28 AGOSTO 2014
IGLESIA DE CHILE: PROPUESTA EN
EDUCACIÓN
Un documento con propuestas sobre la refor-
ma educacional presentó el Área de Educación de
la Conferencia Episcopal de Chile, señalando que
PROCESO DE BEATIFICACIÓN
DE MATTEO RICCI
Después de haber ya canonizado a seis nuevos
santos sin esperar que para cada uno de ellos se hu-
biera verificado un nuevo milagro después de su bea-

EN RELIEVE
se trata de una “sencilla reflexión” que puede ins- tificación, el papa Francisco podría proclamar pron-
pirar criterios a la hora de legislar sobre políticas to como beato
públicas”. al jesuita Mat-
El texto se refiere a “los principios inspiradores teo Ricci (1552-
de la Doctrina Social de la Iglesia”, aludiendo al bien 1610), destaca-
común, el destino universal de los bienes, la subsidia- do evangeliza-
ridad, la participación y la solidaridad. Los obispos dor de China. El
recuerdan que la Iglesia concibe la educación como religioso es uno
“un proceso de formación integral, mediante la asi- de los integran-
milación sistemática y crítica de la cultura”. Frente al tes de la prime-
actual debate, expresan preocupación ante el hecho ra generación
de que “cada vez más escasamente se afirme la pri- de la Compañía
macía de los padres en la tarea de educar a sus hijos y de Jesús que el
que la familia “gradualmente vaya siendo marginada” actual Pontífice
en el tratamiento de estas materias. Más adelante, considera como
formulan propuestas e interrogantes. Señalan que uno de sus pre-
no es necesaria la figura de “administradores de la dilectos, junto a
subvención”, que se debe revisar la idea de que pue- Pedro Fabro. Este último fue por él proclamado san-
da castigarse a escuelas mediante el no pago de la to, con la denominada canonización “equivalente”.
subvención a fin de mes, que se aclaren las reglas de Distintos analistas vaticanos han resaltado cómo
supervisión y sanción que normen a la Superinten- el papa Francisco tiene en común con Ricci la predilec-
dencia del sector, y se formulen pronto propuestas ción por Asia y, en especial, por China. En numerosas
de mejoramiento de la educación. También, que se intervenciones ha señalado que aprecia el método
eleven los montos proyectados para las subvencio- adoptado por Ricci para anunciar la novedad del Evan-
nes, se estudie la posibilidad de arriendo regulado gelio a una civilización como la china, muy alejada del
de establecimientos entre instituciones de derecho cristianismo en lo religioso y cultural.
público sin fines de lucro y se acepten procesos de Al visitar Corea del Sur en el presente mes de agos-
admisión en los establecimientos, en congruencia con to, en su primer viaje a Extremo Oriente, el Papa ha
el proyecto educativo, pero sin discriminación por dado a entender que, en el floreciente desarrollo del
razones socioeconómicas, de rendimiento ni condi- catolicismo en ese país, ve precisamente un fruto del
ción familiar. método evangelizador de Matteo Ricci.

Agosto 2014 29
MSJ RELIGIÓN

El conflicto Ciencia-Religión:
¿crece o se reduce?

30 AGOSTO 2014
 Joseph Ramos Los nuevos avances en temas como la astronomía o la biología
Académico, F. de Economía y Negocios,
U. de Chile
celular, entre otros, han ido armonizando cada vez más nuestros
conocimientos científicos con nuestras creencias religiosas.

H
asta Copérnico, y tal vez hasta
Darwin, no había mayor conflicto
entre ciencia y religión. De hecho,
Copérnico era clérigo y Galileo ciertamen-
te creía en Dios (pese a sus problemas
con la Inquisición). También eran creyen-
tes Bacon, Descartes, Faraday, Kepler, La-
voisier, Newton, Maxwell y casi todos los
grandes científicos hasta mediados del
siglo XIX, incluyendo otro clérigo, Men-
del. En efecto, parecía evidente para el
lego y aún más para el científico que el
universo conocido era obra de un gran
diseñador. De hecho, la creencia en Dios
—y en el mundo cristiano en un Dios ra-
cional, no arbitrario— alentaba la convic-
ción de los científicos de que la naturale-
za era comprensible, gobernada por las
mismas leyes acá en la Tierra así como
allá, en el resto del firmamento. La teoría
heliocéntrica produce el primer roce con
esta creencia. No es que hubiera alguna
necesidad de que Dios pusiera nuestro
planeta en el centro del universo. Mas el
“desplazamiento” de la Tierra desde ese
centro —y su reemplazo por el Sol— sí
fue un golpe psicológico, al menos para
la convicción de que el hombre era el ob-
jetivo central de la Creación.
Con todo, es la Teoría de la Evolución
de Darwin la que produce el quiebre de-
finitivo entre el pensamiento científico y
el religioso. Desde entonces, el conflicto
entre ciencia y religión ha parecido irre-
mediable. Superficialmente, este con-
flicto parece ser entre el dictamen de la
ciencia y el de la Biblia. En lo profundo,
la teoría de la evolución explica cómo se
puede dar diseño aparente por medio de
un proceso completamente natural, aza-
roso y carente de inteligencia: el de se-
lección natural. Dado suficiente tiempo,
mutaciones azarosas —la gran mayoría,
negativas— más la dinámica de la super-
vivencia de los más aptos y su posterior
reproducción, podrían explicar no solo el
surgimiento de la vida, sino el de la vida
inteligente. En efecto, la probabilidad de
que un mono tecleando durante toda su
vida logre escribir El Quijote es ínfima;
La vida parece prediseñada en las leyes de la naturaleza. ¿Suerte
insólita o “plan divino”?... Se trata de un asunto filosófico, pero
da cuenta de una realidad muy compatible con la visión religiosa
del mundo.
es algo menos ínfimo, aunque bajísimo,
si son un millón los monos teclando. Sin
embargo, si el tiempo es infinito, hasta lo
altísimamente improbable se hace proba-
ble. Y la visión de los científicos hasta bien
entrado el siglo XX era que, efectivamen-
te, el universo había existido desde siem-
pre. De ahí que si le das suficiente tiempo
a nuestro conjunto de monos para hacerlo
—millones de billones de trillones de años
ad infinitum, sin fin—, eventualmente uno
de ellos dará por casualidad con el texto
completo de El Quijote. O sea, un universo
eterno dispone de todo el tiempo nece-
sario para generar vida y vida inteligente
por procesos completamente azarosos.
Y, de ese modo, el argumento más popu-
lar a favor de la existencia de Dios, el ar-
gumento de “orden o de diseño”, parece
esfumarse.
A partir de ese quiebre, la ciencia y la
religión toman caminos divergentes. Para
la ciencia, lo real es material (en el sentido
amplio, lo cual incluye energía y campos
de fuerza). La religión, en cambio, tiende
a ser dualista (no solo involucra la mate-
ria, sino también el espíritu). La ciencia
es “naturalista” en sus explicaciones, es
decir, se explica todo (el cómo) en fun-
ción de leyes de la naturaleza. La religión
incorpora explicaciones fuera del ámbito
de lo material (no tanto el cómo, sino el
porqué de las cosas). Dadas estas con-
cepciones del mundo tan distintas, tal vez
la mayoría de los científicos de hoy son
agnósticos o ateos, pues son incapaces
de pensar de una manera en su vida pro-
fesional y de otra distinta fuera de ella,
En cambio, el grueso de la población, e
inclusive gran parte de la población profe-
sional no científica, cree en Dios, pues no
se ha dado por enterada de este conflicto
hasta bien entrado el siglo XX. Paradójica-
mente, justo cuando finalmente muchos
legos toman conciencia del conflicto entre
sus creencias religiosas y la visión cien-
tífica del mundo, los avances científicos
nuevos sugieren una armonía, más que
un conflicto, entre la religión y la ciencia.
Al menos así le parece a un aficionado en
la materia, como yo. Mas la cultura no ha
incorporado esta perspectiva aún.
EL BIG BANG Y LAS MUY
IMPROBABLES CONDICIONES PARA
LA VIDA
En el siglo XX se registraron diversos
hallazgos científicos que volvieron a po-
ner el tema de Dios sobre el tapete. El
primero fue la Teoría del Big Bang (Gran
Estallido). En efecto, hasta mediados de
los años treinta del siglo recién pasado,
la visión prevaleciente en la ciencia era la
de un universo eterno y relativamente es-
tático (es decir, sin expansión ni contrac-
ción). De hecho, cuando Albert Einstein
publica la Teoría de la Relatividad intro-
duce una constante cosmológica en sus
ecuaciones cuyo valor (postulado) asegu-
raba que el universo era estático, como
se creía en aquel entonces, y no que se
contraía ni expandía. Sin embargo, a diez
años de haberse formulado la Teoría de
la Relatividad, tanto el matemático ruso
Alejandro Friedmann como el físico belga
y sacerdote Georges Lemaitre, indepen-
dientemente uno de otro, resolvieron las
ecuaciones de Einstein, concluyendo que
el universo estaba en expansión. Ahora
bien, si el universo está en expansión,
mientras más atrás se va en el tiempo,
más pequeño es el universo (el espacio/
tiempo). Si se calcula hacia atrás, pues,
se concluye que todo el universo estaba
contenido en un “poroto” de enorme den-
sidad, temperatura y energía, que estalló
(el Gran Estallido) alrededor de catorce mil

AGOSTO 2014 31
MSJ RELIGIÓN
millones de años atrás, dando lugar a la
expansión actual.
No fue hasta los años treinta, con el
descubrimiento por parte de Hubble del
“desplazamiento hacia el rojo” de la luz
estelar (red shift) que pudo comprobarse
empíricamente que el universo no es es-
tático, sino que está en expansión y que,
en consecuencia, todas las galaxias están
alejándose unas de otras. Una confirma-
ción adicional vino en los años sesenta
con el descubrimiento de la “radiación
de trasfondo del cosmos” (cosmic back-
ground radiation), tal como había predi-
cho la Teoría del Gran Estallido. Eventual-
mente, Einstein reconocería como el error
más grande de su vida el haber postula-
do una constante cosmológica cuyo valor
aseguraba un universo estático.
Hoy, por consiguiente, la Teoría del
Gran Estallido se ha impuesto como la
teoría dominante de los físicos respecto
de los orígenes del universo. Por cierto,
esta es mucho más armónica con la visión
bíblica del mundo que con el postulado
científico anterior que señalaba un uni-
verso eterno y estático. En primer lugar,
es muy concordante con la idea cristiana
de la Creación. En efecto, mientras se con-
sideraba que el universo era eterno, no
parecía haber necesidad de postular un
creador. En cambio, si el universo tiene un
comienzo, es natural preguntarse sobre
sus orígenes: ¿cómo pudo haber emergi-
do el universo desde la nada absoluta?
De este modo, vuelve a cobrar fuerza el
argumento “cosmológico” a favor de la
existencia de Dios.
En segundo lugar, si fuera posible que
algo surgiera de la nada absoluta, sin cau-
sa, catorce mil millones de años atrás, se-
ría posible que lo mismo sucediera hoy.
¿Por qué entonces no vemos a cosas sur-
1 De hecho, la improbabilidad de tales eventos ha inducido
a que la nueva “línea de defensa” del ateísmo sea postular
no uno universo sino un sinfín de universos (“multiversos”),
por lo que sería posible que en uno de ellos se diera vida for-
tuitamente. Aparte de que esta es una grosera violación del
principio (navaja) de Occam y que no hay, ni podría haber,
evidencia para esta hipótesis, tendría que ser un multiverso
muy especial (y, por tanto, improbable) el que recorriera to-
dos los posibles valores de fuerzas y condiciones iniciales.
Además, de ser así, entre las infinitas posibilidades habría
muchos universos con las idénticas leyes y fuerzas que el
nuestro hasta ahora, pero que en el segundo que sigue se
modifican. Que esto no sucede, que nuestras leyes siguen
tal cual en los segundos que siguen, me hace pensar que
también naufragan este tipo de salidas.
32
El estado actual de una partícula
no está 100% determinado por su
estado anterior y las leyes de la
naturaleza. Esta conclusión es tan
rara y contra-intuitiva para la física
clásica que el propio Einstein nun-
ca pudo aceptar del todo la teoría
cuántica, pues él decía que “Dios
no juega a los dados”.
giendo sin causa? Estas interrogantes son
tan incómodas para la visión atea que
hubo quienes se resistieron a aceptar la
teoría del Gran Estallido, postulando, en
cambio, lo que se llamó el “universo en
estado estable” (the steady state univer-
se). Sin embargo, esa teoría ha quedado
descartada por la física debido a su in-
compatibilidad con los datos empíricos.
Un segundo hallazgo del siglo XX, que
sugiere la mano de un diseñador, es la
toma de conciencia de los astrónomos
acerca de la gran cantidad de condicio-
nes necesarias para que haya vida, inclu-
sive cualquier tipo de vida química, en el
universo. En efecto, solo permitiría la vida
una parte muy reducida del rango infinito
que pudieran tener muchos valores de las
fuerzas físicas y parámetros básicos que
caracterizan al universo. Por ejemplo, si la
fuerza de la expansión inicial del universo
hubiera sido infinitesimalmente mayor a
la que, de hecho, fue, no se habrían forma-
do galaxias ni estrellas ni, por ende, los
elementos pesados indispensables para
la vida. Inversamente, de haber sido la ex-
pansión infinitesimalmente menos fuerte
de lo que fue, la fuerza de la gravedad
habría hecho contraer el universo dema-
siado rápido como para darle tiempo a for-
mar estrellas, planetas y, eventualmente,
vida. Del mismo modo, de ser continua la
energía en lugar de venir en paquetes dis-
continuos y discretos de “quanta”, los áto-
mos estarían constantemente cambiando
sus niveles de energía y, por ende, sus
propiedades, por lo que no habría ningún
tipo de química ni de vida.
Así como con estos antecedentes, los
físicos y cosmólogos han identificado
una veintena de fuerzas, parámetros y
condiciones iniciales del universo, que,
según nuestros actuales conocimientos
podrían haber sido de otra manera y, de
haberlo sido o de haber tenido valores
una fracción menor o mayor a la que, de
hecho, tienen, habrían imposibilitado el
desarrollo de la vida. Dicho de otro modo,
el número de universos posibles intere-
santes, es decir, de universos que darían
lugar a la vida, es una fracción ínfima de
todos los universos posibles. Esto sugie-
re que la vida está como prediseñada en
las leyes de la naturaleza y los valores
de sus fuerzas fundamentales. Si esto es
solo una casualidad, una suerte insólita,
o bien es parte del “plan de la creación”,
es un asunto filosófico. Mas, ciertamente,
es muy compatible con la visión religiosa
del mundo.
Por cierto, no se trata de argüir que
Dios estuvo interviniendo a cada rato para
asegurar que surgiera vida y, posterior-
mente, vida inteligente. Más bien, le basta
al creyente señalar que Dios no es arbitra-
rio. Hace las cosas por razones, por lo que
hizo (escogió) las leyes y los parámetros
básicos de la naturaleza de tal forma que
hicieran inevitable que emergiera vida y
vida inteligente. En cambio, el no creyente
debe reconocer como un hecho bruto, en
extremo fortuito1, no solo que la natura-
leza obedece a leyes (en lugar de al caos),
sino que las leyes y los parámetros básicos
de la naturaleza están sesgados a favor
de la vida, cuando no hay razón científi-
ca conocida alguna para que esto sea así.
LA COMPLEJIDAD DE LA BIOLOGÍA
CELULAR
Un tercer conjunto de avances que han
servido para acercar las visiones científi-
cas y religiosas se da en la biología mo-
AGOSTO 2014
lecular y en el descubrimiento del código
genético. Hoy sabemos que al interior de
cada célula hay un mundo de compleji-
dad, donde miles de actividades se rea-
lizan en forma coordinada. Cada gene
contiene una especie de croquis de ins-
trucciones que informa al organismo de
cómo y cuándo entrar a operar. Las muta-
ciones que dan lugar a la evolución operan
a este nivel.
El problema es que hay una suerte de
“efecto tijeras”. Por un lado, la biología
molecular revela que la vida es mucho
más compleja de lo que se pensaba (la
célula no es una gelatina simple, como
se creía antaño, sino que tiene una com-
plejidad notable). Tal complejidad incre-
menta enormemente el tiempo requeri-
do para generar vida en forma azarosa,
pues eleva exponencialmente el número
de cambios coordinados necesarios para
dar lugar a la vida, así como a la vida inte-
ligente. Por otro lado, si el universo “solo”
tiene catorce mil millones de años, enton-
ces el tiempo para generar vida por medio
de procesos impersonales y azarosos se
acorta drásticamente.
En efecto, es creíble que si hubiese
un millón de monos tecleando desde la
eternidad en algún momento uno podría
escribir El Quijote entero (la vida). Sin em-
bargo, la teoría del Gran Estallido acorta
el proceso a catorce mil millones de años.
Es más, lo acorta muchísimo más, pues el
sistema solar no se crea hasta cinco mil
millones de años atrás; y, al parecer, la
vida emerge en cosa de apenas quinien-
tos millones de años. Esto parece ser un
período demasiado corto para que surja
por medio de procesos completamente
azarosos algo tan complejo como el uni-
verso, la vida y la inteligencia.
A título ilustrativo, aunque hubiera ya
no un millón de monos sino tantos mo-
nos como partículas hay en el universo
(1080), y si estuvieran tecleando desde el
Big Bang (1020 segundos) a razón de 1045
letras por segundo (el tiempo mínimo de
Planck para un evento), habría apenas una
probabilidad en 10500 (10 seguido por 500
ceros) de encontrar en alguna parte de
esa corrida de letras tecleadas desde el
Big Bang, ya no el Quijote entero, ¡sino
apenas las primeras cien palabras del
Quijote2! Así de drástico es el efecto de
AGOSTO 2014
no contar con un tiempo infinito. Esta im-
probabilidad sugiere la mano de un “di-
señador” (no en balde, los masones se
refieren al principio creador del universo
como el Gran Arquitecto).
No se trata de argüir que Dios
estuvo interviniendo a cada rato
para asegurar que surgiera vida y,
posteriormente, vida inteligente.
Más bien, le basta al creyente
señalar que Dios no es arbitrario.
UNA FÍSICA NO DETERMINISTA
Un cuarto gran descubrimiento cien-
tífico del siglo XX fue la teoría cuántica.
Esta no solo ha revolucionado a la física,
sino que ha tenido una importante reper-
cusión en el ámbito filosófico. En efecto, la
física clásica era completamente determi-
nista. Por tanto, parecía imposible conci-
liar el libre albedrío de las personas con el
hecho de que el comportamiento de cada
partícula estuviera totalmente determina-
do por su posición anterior y las leyes de
la naturaleza. De ahí que se tendía a ne-
gar el libre albedrío de las personas y a
considerarlo una mera ilusión. Esto, por
cierto, alimentaba el materialismo de la
época. En cambio, según la interpretación
dominante de la teoría cuántica, si bien
hay un determinismo “probabilístico” a
nivel de la masa de partículas, hay una
indeterminación fundamental a nivel de
cada partícula. De tal modo, el estado ac-
tual de una partícula no está 100% deter-
minado por su estado anterior y las leyes
de la naturaleza. Esta conclusión es tan
rara y contra-intuitiva para la física clá-
sica que el propio Einstein nunca pudo
aceptar del todo la teoría cuántica, pues
él decía que “Dios no juega a los dados”.
No obstante, por rara que sea, la teoría
cuántica ha sido confirmada una y otra
vez experimentalmente, de tal modo que
en la actualidad ha suplantado del todo
a la física clásica. Por cierto, no es que la
teoría cuántica pruebe el libre albedrío.
Ni hay que confundir el libre albedrío con
el comportamiento azaroso de las partí-
culas. Sin embargo, al insistir en una in-
determinación fundamental a nivel de la
partícula, la teoría cuántica cuestiona el
determinismo y materialismo metafísico
reinante hasta no hace mucho y abre es-
pacio, así, para el libre albedrío.
NUEVA FUERZA PARA ARGUMENTOS
TRADICIONALES
En síntesis, los principales desarrollos
científicos del siglo XX han sido mucho
más armónicos con la visión religiosa del
mundo que con la visión atea-materialis-
ta-naturalista. Evidentemente, esto no
significa que ahora tengamos una demos-
tración científica de la existencia de Dios.
Lo que sí significa es que dos argumentos
tradicionales a favor de la existencia de
Dios —el cosmológico y el de orden— co-
bran nueva fuerza a la luz de los avances
de la ciencia. Y el libre albedrío, signo cla-
ro de una dimensión no material en el ser
humano, abre una grieta en el materialis-
mo reinante.
Por cierto, la ciencia es intrínsecamen-
te reformable. Las certezas científicas de
hoy pueden ser el error de mañana. No
obstante, el hecho de que haya leyes
—cualesquiera que sean— y no caos, sig-
nifica que el universo es inteligible. Y tal
inteligibilidad no parecería estar sujeta a
revisión radical. En efecto, y como decía
Einstein, lo más incomprensible del uni-
verso es que sea comprensible. Y ¿dónde
mejor puede originarse tal inteligibilidad?
¿En un universo que es así por casualidad,
o en uno que es obra de una Inteligencia
Suprema (hablando analógicamente)?
En conclusión, mientras antaño era
el creyente el que sufría tensión entre su
convicción religiosa y sus conocimien-
tos científicos, ahora es el no creyente el
que debe considerar cómo acomodar es-
tos avances con su postura metafísica. Lo
curioso es que la cultura general aún no
ha integrado plenamente a Darwin con su
fe religiosa. MSJ
1080 monos, tecleando a razón de 1045 letras por segundo
2
por los 1020 segundos transcurridos desde el Big Bang,
significa haber teclado 10145 letras desde el Big Bang. En
cambio, la probabilidad de teclear en forma seguida las
primeras cien palabras de El Quijote (450 letras) es igual
a 1/28 (las posibles letras del alfabeto) elevado a 450, lo
que es aproximadamente igual a una probabilidad en 10650.
De ahí que hay aproximadamente una probabilidad en 10500
(es decir, 10145/10650) de que en esa corrida de 10145 letras
tecleadas desde el Big Bang se encuentren las primeras
cien palabras del Quijote.
33
MSJ IGLESIA
Sociedad de San Pablo:
cien años de un carisma
El carisma paulino debe su originalidad, lucidez
y vigencia a una historia de un siglo, en la que
destaca nítidamente la figura de Don Santiago
Alberione.
Fredy Peña Tobar, spp
Desde “Alba” vino una gran misión… el nombre de Sociedad de San Pablo para el apostolado de la
E
sa noche de 1900, cuando nuestro beato, Santiago Albe-
rione, fundador de la Familia Paulina, sintió la necesidad
de llevar el Evangelio para “hacer algo por los hombres
del nuevo siglo”, vio la posibilidad de “comunicar” una expe-
riencia de fe al mundo y a la Iglesia. Consideró que la Iglesia
y su anuncio de la Buena Nueva había que presentarla de una
forma más audaz y en todos los ámbitos de la vida: cultura,
educación, familia, trabajo, etcétera.
Fue la mirada de un “precursor”, que nació en un modesto
pueblo al norte de Italia, San Lorenzo de Fossano, un 4 de abril
de 1884. De una familia campesina y profundamente cristiana.
Sus padres fueron don Miguel y Teresa Allocco. Hijo de una tierra
y de una raza de santos, como Don Bosco, José Cafasso, Leo-
34
nardo Murialdo, Don Orione, por nombrar algunos. Desde niño
fue fraguando su vocación, tanto que al preguntar su maestra
de la escuela primaria ¿qué harían cuando grandes?, él había
respondido con decisión: “¡Me haré sacerdote!”. Y así fue cómo
en 1907 es ordenado sacerdote y destinado inmediatamente a
menesteres parroquiales. En 1908 se doctoró en teología y por
mandato del obispo se le asignó la dirección espiritual de los se-
minaristas. En 1913 es nombrado director del periódico diocesa-
no, y entendería que su misión estaría en el campo de la prensa.
El 20 de agosto de 1914, junto con los primeros jóvenes,
da comienzo a su primera fundación que, más tarde, asumiría
buena prensa. Fue esta la mayor satisfacción de su vida, que
lo compensaba de tantas fatigas, padecimientos, incompren-
siones y obstáculos... Bien sabía él, con el apóstol Pablo, que
para los que aman a Dios, todo, aún el mal, sirve al bien; y que
la hora de Dios llega, aunque la estaba esperando desde 1921.
No obstante, Alberione no se desentendió de su tiempo ni
de las instancias importantes de la vida de la Iglesia y pudo,
en 1962, tomar parte en el Concilio Ecuménico Vaticano II, un
acontecimiento que tanto había propiciado desde sus años jó-
venes, y recibió la alegría de ver “canonizado” el carisma que
había ya puesto al servicio de la Iglesia: “La evangelización con
los medios de comunicación social”. El decreto Inter mirifica
afirmaba que el uso de estos medios pertenece al ministerio
ordinario de la predicación de la Iglesia. Intervenciones como
AGOSTO 2014
estas y otras cualidades, como su calidez humana y profunda
identidad cristiana, le valieron para ser beatificado el 27 de abril
de 2003 por el papa Juan Pablo II. Alberione fue un hombre que
vivió en el silencio y en el trabajo. Supo defender, con discreción,
su soledad y su intimidad con Cristo. No era de llamar la aten-
ción del mundo, pero no por eso fue un aislado. Ese “silencio”
le permitió vincularse con los demás, con los acontecimientos
y tener una “respuesta” justa para su tiempo. Fue ese mismo
“silencio” que le ayudó a estar atento a las inspiraciones de lo
alto y a descubrir la voz del Espíritu en las “pequeñas” cosas de
cada día, y cuyo “espíritu” ilumina a la Sociedad de San Pablo
y a la vida de la Iglesia.
La difusión de la Palabra de Dios… Universalidad de una misión
En estos cien años de fundación, la Sociedad de San Pablo ha
querido continuar la “predicación” de la Buena Nueva a ejem-
plo de su guía y paradigma espiritual, como lo fue san Pablo.
Esta ha sido una tarea reservada a la propia misión: “Llevar la
Palabra de Dios al mayor número de personas con los medios
rápidos y eficaces”. Decía nuestro beato: “La Biblia es el texto
que debemos dar… o lo presentamos en películas o en libro, o
de viva voz en la radio, o en diapositivas, o de cualquier otra
forma” (Recopilación de meditaciones, Pr A 284). También las
palabras del papa Pío XII servirían como un nuevo impulso a
la propagación de la Biblia: “Que ninguna familia carezca de
la palabra de Dios y de meditarla”. Así se inició la campaña
Misiones del evangelio, cuya idea fuerza va haciendo realidad
aquel anhelo del padre Alberione, que fue el deseo del Papa y
de él: “Una Biblia en todos los hogares”.
Este tipo de iniciativas fueron plasmándose en el tiempo, has-
ta que en 1924 nace la Sociedad Bíblica Católica Internacional,
que después de un bajo crecimiento y desarrollo logró un nuevo
envión. En 1988, por decisión del Gobierno General, es relanzado
este proyecto, liderado por el padre Francisco Anta, quien go-
AGOSTO 2014
Decía nuestro beato: “La Biblia es el texto que
debemos dar… o lo presentamos en películas o en
libro, o de viva voz en la radio, o en diapositivas, o de
cualquier otra forma”.
zaba de una gran experiencia latinoamericana. Esto le permitió
hacer realidad la conocida Biblia Latinoamericana, con notas
pastorales, en diferentes tamaños, de la cual se han difundido
millones de ejemplares hasta hoy. De ella se han hecho edicio-
nes especiales promocionadas por las Conferencias Episcopales
de Perú, Ecuador, Bolivia, Chile y México, entre otros países.
…
Hoy es relativamente fácil llegar con un mensaje en tiempo y
forma a distintos lugares del mundo. Internet, Facebook o una
videollamada nos han facilitado esa tarea. Sin embargo, para el
padre Alberione y su obra, el desafío de anunciar a Cristo tuvo
que pasar por largos períodos de sacrificio y espera. Había una
imperiosa necesidad de nuestro beato por “estar” en los cincos
continentes y, especialmente, en “África”… misteriosamente no
se sabe por qué. Pero la mentalidad de san Pablo permanecía en
una sola idea: “Llegar a aquellos rincones donde Cristo no había
sido anunciado”; en pocas palabras, ser novedad en “pueblos
nuevos”. Esta presencia en Latinoamérica decantó en una tierra
que si bien se presentaba joven, no estaba exenta de complica-
ciones, como su alto nivel de pobreza. Se necesitaría un anuncio
tenaz y seguro del Evangelio, realizado por personas con una
firme fe cristiana y con una fuerte identidad cristiana y paulina;
lógicamente, con un gusto por los medios de comunicación. Es-
cribiría en el Boletín de los cooperadores (1924): “Son pueblos
nuevos, pueblos jóvenes, destinados a ser los semilleros y los
jardines de los nuevos santos. Las fuerzas nuevas de la Iglesia
y de la religión, destinados a abrir caminos nuevos al mundo”.
35
MSJ IGLESIA
Después de diecisiete años de su fundación, la obra pau-
lina verá hecha realidad su presencia en Brasil (20 de agosto
de 1931), encabezada por el padre Sebastián Trosso y el padre
Javier Boano. Al año siguiente, el padre Sebastián Trosso será
trasladado a la Argentina para fundar una nueva obra paulina.
En octubre de ese mismo año, en Estados Unidos también se
emprendía una campaña fundacional. Así, la obra expansiona-
ria de Alberione continuaba. Con la ayuda de los jesuitas y de
los salesianos, en marzo de 1947, se da inicio a la obra en Chi-
le y en abril del mismo año los paulinos llegaban a Colombia.
En mayo de 1947, se erige la primera casa paulina en México.
Estas fundaciones se completarían con el arribo de las ramas
femeninas de la Familia Paulina, como las Hijas de San Pablo,
las Pías Discípulas del Divino Maestro y las Hermanas de Jesús
Buen Pastor a otros países de América.
Ser luz en el mundo y para los pobres
Desde un inicio existió en el pensamiento de Alberione el
deseo de que los paulinos fueran hombres sin fronteras. Una
vez más, el ejemplo de san Pablo era el sustento de motivación
para las posibles fundaciones de comunidades insertas en las
ciudades, para luego ir hacia las periferias. Decía: “La caracterís-
tica del apóstol de la prensa es la búsqueda de los más pobres.
No busquen las escaleras de mármol, sino las de maderas que
crujen al pisarlas”. Sin duda, era una invitación para que la obra
paulina no quedara inmersa en los vaivenes de la comodidad y
del aburguesamiento. Esa preocupación por los más débiles se
manifestó de varias formas. Por ejemplo, la “forma popular” de
entregar el mensaje y la primacía dada a las grandes masas, o en
el criterio pastoral para una edición de la Biblia: de lujo o rústica.
Y en esto quiso estar en consonancia con las enseñanzas de Je-
sús: “He sido enviado a traer la Buena Nueva a los pobres…” (Lc
4, 18). Es decir, Alberione y su obra siempre estuvieron abiertos
a los problemas contingentes de la época, como la pobreza, la
educación de las masas, la dignificación de la clase trabajadora,
la organización cristiana de la sociedad conyugal y familiar, la
instrucción religiosa y la defensa de los valores cristianos, etcé-
tera. Esa preocupación por lo social se vería reflejada después
del Concilio (1965), de Medellín (1968) y de Puebla (1979). Aquella
“opción por los pobres” por parte de la Iglesia y principalmente
de las Conferencias episcopales, se constituyó en una “urgencia”
para la pastoral. En este sentido, Alberione recogió y leyó muy
bien los signos de los tiempos y en particular esa realidad. De
hecho, su obra expansionista en América Latina (1931) fue una
señal fidedigna, ya que gran parte de esta cadena fundacional
se gestaba en una América, con un real estado de precariedad y
bajo las consecuencias de la “depresión económica”, que afec-
taba a los Estados Unidos y, por ende, a toda la región.
Por qué san Pablo y una Familia con distintos
ministerios
En estos cien años de historia paulina, la consigna de que
“La Familia paulina debe ser san Pablo viviente hoy, según
36
¿Quién puede poner en duda que los servicios
prestados por la Misión Paulina no han sido un
“anticipo y fruto” a la puesta en marcha del propio
Concilio Vaticano II?
la mente del Maestro divino, obrando bajo la mirada y con la
gracia de María Reina de los Apóstoles” (Carissimi in San Pao-
lo p. 194), ha permanecido en esa convicción de que la obra
paulina es de Dios. ¿Por qué? Porque su principio base, “vivir
integralmente el evangelio y vivirlo en el divino Maestro como
camino, verdad y vida; pero no vivirlo como cualquier espiri-
tualidad sino al modo y ejemplo de cómo lo entendió san Pa-
blo”, es el que ha imperado y estimulado hasta hoy a la Familia
Paulina y su misión.
Si bien son varios los motivos por los cuales Alberione se
inspiró en la persona de san Pablo, no sin razón, hubo motiva-
ciones que también tuvieron cabida en su pensamiento, como
la frase de Monseñor Kettler: “Si san Pablo regresara al mundo,
se haría periodista”. O como la iniciativa de Pío X, que había
escogido como lema de su pontificado una frase de san Pa-
blo, “Restaurar todas las cosas en Cristo” (Ef 1, 10), que sirvió
de inspiración en la decisión del nombre. Sin embargo, lo que
más convenció a nuestro fundador de asumir a san Pablo como
“paradigma” para la obra paulina, sin duda que fue el contacto
con sus escritos y con su persona. Descubrió en todo aquello el
universalismo de la redención, el amor apasionado a Cristo y al
evangelio, como también la plenitud de los valores en Cristo.
Pero no solo la persona de Pablo ha contribuido como un
incentivo motivacional en estos cien años de fundación al “pro-
yecto paulino”, sino que también se añade la idea de que como
“Familia” están llamados a vivir diferentes ministerios. ¿Cómo?
Las distintas ramas de la Familia Paulina tienen como objetivo
manifestar la persona de san Pablo, es decir, darlo a conocer
como misionero y comunicador universal del evangelio, orante;
o bien como el fundador y animador de las primeras comunida-
des cristianas; suscitador de hombres y mujeres insertos en las
realidades temporales para animarlas en Cristo. Fueron estas
convicciones o principios los que permitieron a Alberione hacer
realidad aquel sueño de 1900 y que a la posteridad han sido un
aporte significativo para la vida de la Iglesia, sino ¿quién puede
poner en duda que los servicios prestados por la Misión Pauli-
na no han sido un “anticipo y fruto” a la puesta en marcha del
propio Concilio Vaticano II? Sobre todo en lo que se refiere a
la relación Iglesia-Mundo, y viceversa. Las distintas ramas de
la Familia Paulina dan testimonio de esta relación y responden
“en el mundo” a las necesidades de la Iglesia y de este, sobre
todo con el aporte de sus institutos como “Jesús Sacerdote” o
“Gabrielinos” (Gaudium et Spes 2 y 3).
Los primeros frutos desde su fundación hasta
hoy
En 1915, el padre Alberione fundó al primer grupo de muje-
res, la rama femenina de las Hijas de San Pablo, con la misma
AGOSTO 2014
finalidad que la Sociedad de San Pablo: Evangelizar con los
medios más rápidos y eficaces. En 1917, el grupo de coope-
radores, personas de toda condición social que viven en el
mundo los mismos ideales apostólicos y espirituales de las
dos ramas paulinas. En 1924, la creación de la congregación
de las Pías Discípulas del Divino Maestro, para afianzar la obra
paulina con la oración, el servicio sacerdotal y litúrgico. En
1938, dio vida a las Hermanas de Jesús Buen Pastor (Pastor-
citas), para la animación de las comunidades parroquiales,
colaborando con los párrocos. En 1959 su preocupación por
las vocaciones lo llevó a fundar las Hermanas del Instituto
Reina de los Apóstoles (Apostolinas), dedicadas al fomento
de las vocaciones.
Durante los años 1958-1959, dio comienzo a los tres prime-
ros institutos seculares: Jesús Sacerdote, Anunciación de Ma-
ría, San Gabriel, agregados a la Sociedad de San Pablo, cuyo
objeto es hacer presente el espíritu paulino en todos los am-
bientes y clases sociales, mediante la animación cristiana de
las realidades temporales. En 1971 se añadirá el Instituto Santa
Familia para los matrimonios.
En todo el mundo los paulinos suman mil miembros, entre
sacerdotes y hermanos. La congregación, con su sede General
en Roma, está presente en los cinco continentes, en más de
cuarenta países. En el Cono Sur, la Provincia Argentina-Chile-
Perú cuenta con veintisiete miembros y sus principales obras
evangelizadoras las constituyen sus editoriales y librerías: die-
ciséis en Argentina, cinco en Chile y cuatro en Perú, además de
los centros de difusión en Paraguay y Uruguay.
Cien años de un carisma que viven miles de hombres y mu-
jeres que trabajan día a día con los religiosos y religiosas para
hacer realidad la intuición de un visionario llamado Santiago
Alberione. MSJ

Los inicios en Chile

La inquietud por fundar la Sociedad
de San Pablo en Chile, la recibió el padre
Alberione en Roma, por parte de Álvaro
Pedro Alvarado, S.J., viceprovincial de la
Compañía de Jesús en Chile, quien había
conocido a los paulinos y había aprecia-
do su actividad en el campo de la prensa.
La idea era que los paulinos se hicie-
ran cargo de la Editorial y de la Librería
Splendor con sede en Santiago y una
sucursal en Valparaíso. Era de propie-
dad de la Sociedad de Cultura Católi-
ca, fundada en 1923 por Francisco Co-
rrea, S.J., con un grupo de señoras de la
Congregación Mariana del Colegio San
Ignacio. Su primer nombre había sido
Efemérides Marianas y su finalidad con-
sistía en difundir libros católicos para
elevar el nivel cultural de los lectores
y proporcionar instrumentos adecua-
dos para cultivar la fe. Con el tiempo se
adhirió a dicha obra la Congregación
Mariana de caballeros, siempre del
Colegio San Ignacio, ampliando nota-
blemente su campo de acción. A esta
iniciativa se sumó la invitación que le
hiciera el cardenal José María Caro, me-
diante una carta que entregara, perso-
nalmente, el sacerdote Raúl Pérez Ol-
medo. El padre Alberione destinó para
la fundación de Chile al padre Giuseppe
Gabriele Costa (1915-1949) y al discípu-
lo Matteo Giovanni Toffani (1912-2003).
Los fundadores de la Casa Paulina
de Chile partieron desde Génova, el 3
de diciembre de 1946, en la nave pana-
meña Filippa, llegando a Buenos Aires,
Argentina, el 27 de diciembre de 1946.
Luego de tres meses de hospitalidad
en la casa paulina de Florida, partieron
en tren el 27 de marzo de 1947 desde
Buenos Aires, pasando por la ciudad de
Mendoza hacia Santiago, adonde lle-
garon luego de dos días de viaje. Les
recibe en la Estación Mapocho el padre
Raúl Pérez Olmedo, rector de la Casa de
Ejercicios San José, de propiedad del
Arzobispado de Santiago, que era aten-
dida por las Hermanas de la Providen-
cia. Allí se hospedaron durante más de
un año. El día después de la llegada fue
designado como el día de la fundación
de la Sociedad de San Pablo en Chile:
29 de marzo de 1947.

AGOSTO 2014 37
MSJ IGLESIA

Jaime Naranjo
Académico; ex parlamentario e integrante de
la Comisión Chilena de Derechos Humanos.

Deseo ofrecer mi testimonio a

la figura de este gran religioso,
quien fuera algún día valorado
como el Obispo de Chile.

E
n estos tiempos, cuando nuestra
Iglesia católica atraviesa momen-
tos complejos, cuando los jóvenes
son reacios a escuchar su palabra por-
que ella no parece coherente entre lo que
dice y hace, cuando el mensaje de Cristo,
que es permanente, se debilita porque se
habla a algunos y no a todos, qué impor-
tante es ahora recordar la figura de don
Carlos Camus Larenas y dar fe de cómo
los jóvenes de hoy estarían ávidos y en-
tusiastas con su palabra, privilegio que
sí tuvimos los jóvenes de ayer.
Referirse a monseñor Carlos Camus,
fallecido en marzo pasado a los 87 años
de edad, resulta ambivalente, por lo fácil
y difícil que se torna. Fácil, porque contar
su vida está lleno de gestos de heroísmo,
compromiso y entrega de amor a los de-
más. Sin embargo a la vez es difícil, por-
que su actuar en la vida cotidiana golpea
a los poderosos, a los acostumbrados a
“mirar para el lado”, a los que separan

Obispo Carlos
la fe de la vida, a los que son católicos a
su manera, a los que siguen a Cristo en
lo que les conviene. Todos estos últimos

Camus: un ejemplo
no tuvieron piedad para atacarlo dentro
y fuera de la sacristía.
Para analizar su actuar debe conside-
rarse el contexto internacional y nacional

a seguir en los que le tocó vivir en esos años, así como

los vientos que soplaban en la Iglesia ca-
tólica. En efecto, Carlos Camus fue hijo

nuevos tiempos
Tuve el honor de estar mucho tiempo a su lado, incluso hasta sus
últimas horas. Me siento profundamente orgulloso de haber com-
partido con él tantas experiencias, en un tiempo que constituyó
el mayor aprendizaje de mi vida.
del Concilio Vaticano II, no fue indiferente
a la Teología de la Liberación, promovió
intensa y masivamente la organización
de las Comunidades Cristinas de Base allí
donde le tocó ejercer. Junto a ellas cons-
truyó más de quinientas capillas solo en
la Diócesis de Linares. Él creía profunda-
mente en el laicado, a quien dio prota-
gonismo especial y ayudó a levantarse
frente a la adversidad. Además, observó

38 AGOSTO 2014
 “La vida es hermosa si se vive con alegría; porque los que viven con
alegría son los que tienen esperanza en un mañana mejor”.
con preocupación y angustia el reempla-
zo de los gobiernos democráticos por los
golpes de Estado que ocurrían en Latino-
américa en medio del clima de Guerra Fría
que asolaba al mundo. Nunca compar-
tió el anticomunismo enfermizo que a ve-
ces entusiasmaba a algunas autoridades
eclesiásticas. También tuvo el privilegio
de coincidir con una generación excepcio-
nal de pastores de la Iglesia católica chi-
lena, como fueron el cardenal Raúl Silva
Henríquez y los obispos Carlos Hourton,
Sergio Contreras, Manuel Camilo Vial,
Fernando Ariztía, José Manuel Santos,
Carlos y Tomás González, Bernardino
Piñera, Enrique Alvear, Alejandro Goic y
tantos otros que fueron firmes defenso-
res de los pobres y los derechos huma-
nos en Chile.
Tuve el honor de estar mucho tiem-
po a su lado, incluso hasta sus últimas
horas. Me siento profundamente orgu-
lloso de haber compartido con él tantas
experiencias. Fueron los años de mayor
aprendizaje de mi vida.
COMPROMISO CON LA VIDA
Y LA DIGNIDAD
Recuerdo que don Carlos siempre me
decía: “La vida es hermosa, si no se le
tiene miedo”. Cuánta gente vive llena
de temores y miedos que la paralizan…
y cuando se da cuenta ya es demasiado
tarde. Fui testigo presencial de las veces
en que su vida estuvo amenazada duran-
te la dictadura militar, solo por el hecho
de luchar permanentemente en defensa
y promoción de los derechos humanos.
Solo por respetar la dignidad de todas las
personas, sin ningún tipo de diferencia-
ción. Fue tal su compromiso con la vida
y la dignidad que incluso puso en peligro
su propia existencia, para que sus “que-
ridos chiquillos” de ayer pudieran vivir
en un país en libertad y donde todos se
respetaran, y fueran ellos mismos los que
asumieran las responsabilidades de con-
ducir el país.
Recuerdo que llegaron a tal extremo
estas amenazas de muerte que en la pro-
AGOSTO 2014
pia Iglesia Catedral de Linares, contra su
voluntad, pero ante la insistencia de los
funcionarios de la Policía de Investigacio-
nes, tuvo que usar un chaleco antibalas
para realizar un oficio religioso en defen-
sa de la vida. En su funeral, una madre
entre lágrimas me confesó que su hijo
estaba vivo gracias al coraje y valentía
de don Carlos Camus. Me acuerdo que
varias veces dijo y escribió que el dolor
más grande de los años de la dictadura
militar fue el dolor de los detenidos des-
aparecidos y la tortura. Don Carlos no
tuvo miedo para decirlo y denunciarlo,
porque cuando un hombre es fiel al men-
saje de Jesucristo no puede callar, tiene
que decirlo con firmeza. Por eso fue un
profeta en medio de tantas situaciones
difíciles que le tocó vivir al país.
TESTIMONIOS DE
AGRADECIMIENTO
Por lo anterior, pareció natural y casi
obvio que en sus funerales se leyeran las
sentidas condolencias de los ex presiden-
tes que dirigieron al país tras el retorno
a la democracia.
En efecto, don Patricio Aylwin seña-
ló: “Monseñor Camus estará siempre
en el recuerdo de quienes lo conocimos
como actor muy importante de una ge-
neración de pastores de la Iglesia cató-
lica que fueran firmes defensores de los
derechos humanos en Chile”. A su vez,
don Eduardo Frei Ruiz-Tagle manifestó:
“No olvidaremos su valiente defensa de
los derechos humanos durante la dicta-
dura militar. Miles de personas que en
aquellos años sufrieron abusos y perse-
cuciones tuvieron en Monseñor Camus
una voz valiente para defenderlos, y una
mano cálida y acogedora para brindarles
el amparo que necesitaron”. Finalmente,
Ricardo Lagos dijo: “Tuve el honor de es-
tar junto a Monseñor Camus en mi cali-
dad de Presidente de la República, cuan-
do cumplió los 25 años de Obispo. Quise
testimoniar en dicha ocasión el respeto
y el agradecimiento del pueblo de Chile
a su inmensa y generosa labor pastoral,
siempre valiente y comprometida en la
defensa de los derechos humanos. Supo
levantar la voz con la fuerza moral de su
investidura cuando tantos callaban”.
Tampoco estuvo ajeno a este recono-
cimiento el Poder Legislativo. De hecho,
Aldo Cornejo, actual presidente de la Cá-
mara de Diputados, expresó: “Sin lugar
a dudas, don Carlos Camus fue un tes-
tigo ejemplar del compromiso de Cristo
para con los más pobres y perseguidos.
Su legado traspasa el tiempo y será re-
cordado como uno de los grandes hijos
de esta patria”. También tuvo palabras
de reconocimiento Isabel Allende, presi-
denta del Senado, al destacar que él “fue
un gran defensor de la vida en los tiem-
pos más duros de la dictadura militar. De
igual forma, acusó al Poder Judicial por
tener una actitud cómoda y temerosa a
la hora de investigar las violaciones a
los derechos humanos”.
Por su parte, la presidenta Michelle Ba-
chelet también tuvo palabras para el Obis-
po al señalar: “Estas condolencias son de
una Presidenta, en calidad de jefa de Esta-
do, por la inestimable labor de defensa de
los derechos humanos, de difusión y de-
nuncia de los abusos que por esos años el
propio Estado de Chile perpetraba contra
sus habitantes. Pero también son las con-
dolencias de una mujer que sinceramente
admiró su coraje, claridad, humanidad y
consecuencia. Chile extrañará a Monseñor
Camus. Pero su huella quedará impresa
en la historia de quienes supieron hacer
la diferencia y jugársela por la vida de las
personas de nuestra patria”.
Finalmente, el secretario general de
la OEA, José Miguel Inzulza, también se
sumó al reconocimiento, al calificar a Car-
los Camus como un “mensajero de paz y
justicia social. Se convirtió en un símbolo
del compromiso de la Iglesia católica de
Chile en defensa de los derechos huma-
nos en los años oscuros de la dictadu-
ra militar. Se involucró abierta y decidi-
damente con los pobres y perseguidos,
cuando estar con ellos era exponerse a
la cárcel y a la muerte”.
ALEGRÍA DE VIVIR
Me parece oportuno recordar que, en
más de una ocasión, don Carlos me dijo
39
MSJ IGLESIA
que “la vida es hermosa si se vive con
alegría; porque los que viven con ale-
gría son los que tienen esperanza en un
mañana mejor”. Él siempre andaba opti-
mista, contento, y así contagiaba con su
espíritu para que quienes estaban cerca
de él pudieran enfrentar con fortaleza las
dificultades. El Obispo siempre tenía una
palabra de aliento para animar y sacar
a las personas del pozo. Pero, tal vez,
lo más llamativo eran su sencillez y esa
capacidad que tenía para explicar inclu-
so las cosas más complejas, con pala-
bras que todos entendían. Bien recuerdo
cómo una vez, cuando daba una charla
a jóvenes universitarios, uno de ellos
le preguntó: “Señor obispo, ¿se puede
ser católico y marxista a la vez?”. “¿Por
qué?”, le dijo don Carlos. Y el joven res-
pondió: “Porque yo lo soy”. Mientras los
asistentes esperaban una larga explica-
ción y reflexión, don Carlos, con esa sabi-
duría que tenía, contestó: “Si tú lo eres,
entonces se puede”.
De igual manera, don Carlos se carac-
terizaba por su sencillez para vestir, pues
así era uno más entre nosotros. Recuerdo
una vez en Roma, cuando íbamos camino
al Museo del Vaticano en un día de mucho
calor. Él vestía pantalón gris y una camisa
de manga corta de igual color y su carac-
terística cruz. A la distancia divisamos un
sacerdote joven que vestía una rigurosa
sotana negra. Lo esperamos y don Carlos
me dijo “te apuesto que es un sacerdote
chileno”. Efectivamente lo era, y el joven
lo saludó con mucho respeto al recono-
cerlo y él, con esa picardía que tenía, le
dijo: “Dime quién de los dos está hacien-
do el loco, yo que soy Obispo y ando así,
o tú que eres un joven sacerdote y andas
con esa sotana”.
Por otro lado, él siempre enseñaba
que “la fe y la vida es una sola; una es
reflejo de la otra y si se pretenden se-
parar, no se es fiel al mensaje de Jesús”.
Por eso, recuerdo aquí algo que suce-
dió y me llamó profundamente la aten-
ción. Estábamos en Estocolmo, Suecia,
visitando a los miles de compatriotas
exiliados, para llevarles una palabra
de aliento y esperanza. El Obispo tuvo
una reunión con más de dos mil exilia-
dos para hablarles de Chile y lo que su-
cedía en el país. Al concluir la charla,
40
y ya siendo muy de noche, don Carlos
les preguntó si podía hacer misa. Gran-
de fue la sorpresa de todos y principal-
mente de los organizadores, quienes le
señalaron que a esa hora era imposi-
ble conseguir una Iglesia. Don Carlos
les contestó: “No se preocupen. La voy
a hacer aquí y solo necesito un vaso de
vino y un pedazo de pan”.
El obispo Camus era sencillo,
amable, alegre, acogedor. Creía
en los más humildes y siempre
los desafiaba con su frase “y tú,
¿por qué no? ¿Por qué no puedes
ser sacerdote, monja, técnico,
profesional?”.
Lo sorprendente fue ver a muchos
de esos hombres y mujeres, que antes
habían manifestado una opinión discre-
pante hacia lo religioso, sentirse ahora
acogidos e interpretados, e hicieron una
fila interminable para comulgar. Debo
reconocer que en ese momento sentí la
presencia del Señor y vi cómo don Car-
los multiplicó el pan para que a todos les
alcanzara.
Por otra parte, el obispo Camus siem-
pre enseñaba que “en la vida hay que
atreverse, y no temer tanto a equivo-
carse, pues más vale equivocarse que
no hacer nada”. Él era una persona que
no solo se quedaba en la palabra; era
un hombre de acción. Por eso, en los
momentos más duros de la dictadura,
durante la crisis del año 1982, cuando
la cesantía bordeaba el 40 por ciento
y el pago al empleo mínimo llegaba a
20 dólares mensuales —dinero que no
alcanzaba para satisfacer las necesida-
des básicas—, nos dijo que no podíamos
quedarnos de brazos cruzados, que te-
níamos que hacer algo frente al hambre
y “a las ollas vacías que andaban de va-
caciones”.
Por eso puso especial preocupación
en estimular la Pastoral Social. Así na-
cieron los Comedores Abiertos, las Ollas
Comunes, los Comprando Juntos, los
Huertos Caseros y tantas iniciativas para
buscar aminorar el hambre que estaban
sufriendo las familias de la Diócesis de
Linares. También surgió el programa “Un
Empleo para un Hermano” y el apoyo en
la promoción y defensa de los derechos
de los campesinos que eran perseguidos
y despojados de sus tierras.
Otra de sus enseñanzas era que “en
la vida uno tiene que hacer las cosas que
ama, para luego amar lo que hace”. Él de-
mostró con creces el amor que sentía por
la Iglesia, y cuando uno le preguntaba
de dónde sacaba tanta fuerza y coraje,
siempre contestaba “mi fe y mi amor a
la Iglesia”.
Por eso hoy, puedo dar fe que me tocó
vivir junto a él tal vez el momento más
duro de su vida religiosa. Esto ocurrió
cuando, por su voz valiente y de defensa
de la vida, dio una entrevista a El Mercu-
rio, luego del atentado a Pinochet. Esta
generó gran repercusión en el país y un
profundo malestar dentro del Gobierno
militar y, por cierto, del dictador. Me tocó
acompañarlo a Santiago a entrevistarse
con una alta autoridad que representaba
al Vaticano en Chile, y que luego ocuparía
un alto cargo en la Santa Sede, la cual lo
presionó a desistirse de sus declaracio-
nes, o que de lo contrario sería destitui-
do como Obispo. En ese momento, fue
fundamental el apoyo y solidaridad que
recibió de la Conferencia Episcopal, presi-
dida entonces por monseñor Bernardino
Piñera y su secretario, el obispo Sergio
Contreras.
“¿QUÉ VAMOS A HACER AHORA?”
Ese fue don Carlos Camus, un hombre
que tenía una profunda fe y que amaba a
su Iglesia. Como dijo monseñor Alejandro
Goic en su homilía, “lo que movió el cora-
zón de este pastor es la fe, es el amor a
Jesús, es el amor a su Iglesia, es el amor
a los pobres y a los que sufren, y esa es
su gran herencia y es el gran legado que
nos deja a todos nosotros, seguidores de
Jesucristo”.
El obispo Camus era sencillo, ama-
ble, alegre, acogedor. Creía en los más
humildes y siempre los desafiaba con su
frase “y tú, ¿por qué no? ¿Por qué no
puedes ser sacerdote, monja, técnico,
profesional?”. Don Carlos siempre trans-
mitía confianza a las personas, particu-
larmente a los jóvenes, para que se atre-
AGOSTO 2014
vieran a vivir; les decía que “no existen
los sueños pequeños”. Por eso, cuando
en estos días de dolor he escuchado en
la Diócesis de Linares a tantos hombres
y mujeres, jóvenes y adultos, o personas
del campo y la ciudad, decir que se les
fue el padre, el líder, el gran jefe, y se
preguntan “¿qué vamos a hacer ahora?”,
permítanme recordar algo que el Obis-
po vivió en el funeral del padre Alberto
Hurtado. También ese día, muchos en
medio del murmullo de que él algún día
iba a ser Santo, decían: “¿qué vamos a
hacer ahora que se fue el guía y el líder?”.
Don Carlos le dijo a un amigo, “ahora nos
toca a nosotros”.
Pensando en lo que él nos diría hoy, y
dándole gracias a don Carlos y al Señor
por habernos permitido, a través de él vi-
vir su presencia, yo le digo a los jóvenes:
ahora les toca a ustedes; este es el mejor
homenaje que le podemos hacer a don
Carlos Camus, quien en un momento de
la historia de nuestro país fue el Obispo
de Chile. MSJ
AGOSTO 2014
Vida consagrada al servicio y a los derechos humanos
Carlos Camus Larenas nació el 14
de enero de 1927 en Valparaíso. Es-
tudió Ingeniería Química en la Univer-
sidad Técnica Federico Santa María y
posteriormente en el Seminario de
Santiago y en la Facultad de Teolo-
gía de la Pontificia Universidad Ca-
tólica. Se ordenó como sacerdote el
21 de septiembre de 1957.
Fue nombrado por el papa Pablo VI como Obispo de Copiapó en enero de
1968, desempeñando a contar de entonces diversos cargos en la Conferencia
Episcopal y en el Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM. A fines de 1976
fue nominado Obispo de Linares, cargo que ocupó hasta el año 2003. Fue asesor
de la Juventud Obrera Católica y de la Acción Católica Rural.
Tras su fallecimiento se señaló que comenzaba a apagarse una generación
de destacados obispos y religiosos de la Iglesia católica que tuvieron roles im-
portantes en la defensa de los valores democráticos. Monseñor Camus tuvo un
rol preponderante en esa acción, manteniendo una línea crítica, entre otras ma-
terias, hacia la existencia de Colonia Dignidad y las decisiones del Poder Judicial
en torno a las investigaciones en casos de derechos humanos.
Falleció en marzo pasado, a los 87 años de edad.
41
 MES DEL PADRE HURTADO: SOLIDARIDAD E INCLUSIÓN

“Soy VIP, soy inclusivo”, se se- ciativas legales o legislativas

ñala en parte de la campaña del
Mes de la Solidaridad, que este
EN RELIEVE
mes de agosto realizará la Fun-
dación Padre Alberto Hurtado en
conjunto con diversas comunica-
ciones y medios de comunicación.
En esta oportunidad, como tradi-
cionalmente se realiza en recuerdo
a la fecha en que falleció el santo
chileno —18 de agosto—, se harán
las Mesas Hurtadianas, abordando
el déficit de políticas y de infraes-
tructura que se observa en nuestro
país para acoger a quienes tienen
discapacidades físicas o severas
dificultades de movimiento. Ese
tema fue elegido al evaluar que
se trata de un desafío largamente
postergado. Ante este no hay aún
suficiente conciencia de parte de
los chilenos, como tampoco ini-
poderosas para abordarlo de
manera efectiva.
Entre los profesionales que
participarán, se encuentra la
antropóloga y académica de la
Facultad de Ciencias Sociales
de la Universidad Alberto Hur-
tado, Francisca Márquez, y el
capellán de Techo, Juan Cris-
tóbal Beytía, S.J., además de
diversos investigadores sobre
la materia señalada. El resul-
tado de las deliberaciones
dará origen a un documento
y se hará una publicación di-
gital con las propuestas y re-
flexiones del encuentro. Padre Hurtado, en Estación Central,
El Mes de la Solidaridad contem- con participación de numerosos jó-
pla también, como cada año, una venes y familias, además de todos
masiva caminata desde el Parque quienes participan de las tareas del
de los Reyes hasta el Santuario del Hogar de Cristo.

INGLATERRA: SACERDOTES MUJERES

Unas 600 sacerdotisas concelebraron una misa con
el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canter-
bury, Justin Welby, para conmemorar los veinte años
del comienzo de las ordenaciones sacerdotales feme-
ninas. Actualmente, las mujeres que se desempeñan
como sacerdote en esa Iglesia son 3.827, mientras hay
8.987 hombres en ese mismo rol.
El religioso señaló que había “mucho que celebrar”
con motivo de esa fecha, pero que no se deben olvi-
dar los costos que significó la decisión de comenzar a
ordenar como sacerdotes a algunas mujeres: “Enfren-
tamos en su momento la amargura de la decepción y
del rechazo; la resistencia instintiva de una institución
hacia el cambio”.
La decisión de ordenar mujeres fue adoptada por
la Iglesia de Inglaterra en 1992 y se concretó dos años
más tarde en las primeras ordenaciones.

EE.UU.: CONFLICTO CON RELIGIOSAS

La Congregación para la Doc-
trina de la Fe dirigió críticas a la
presidencia de las religiosas de
Estados Unidos, acusándola de
“errores doctrinales y posturas
radicalmente feministas” e indi-
cando que sus programas de ac-
tividades podrían promover here-
jías. El arzobispo de Seattle, Peter
Sartain, fue nombrado “delegado
pontificio” y él deberá supervisar
y aprobar los temas de las asam-
bleas que ellas realicen.
Ante esta situación, el car-
denal alemán Walter Kasper —a
quien se le reconoce cercanía con
la línea pastoral del papa Francis-
co— expresó que “si se tiene un
problema con las superioras de las
congregaciones, hay que dialogar
con ellas, tener un intercambio de
ideas. Quizás ellas o quizás la Con-
gregación tengan que cambiar en
algo. El diálogo supone culturas
distintas; la Iglesia no es una uni-
dad monolítica”. Recordó, asimis-
mo, cómo “santo Tomás de Aqui-
no fue condenado por su obispo
y vivió en la sombra por muchos
años”.

42 agosto 2014

Muy posiblemente a fines de 2015 se conocerá el fallo de la
Corte Internacional de Justicia, luego de que nuestro país objetó
su jurisdicción para conocer la demanda de Bolivia de obligar a
negociaciones para una salida al mar.
Ximena Fuentes Torrijo
Abogado
E
l 24 de abril de 2013 Bolivia inició un
procedimiento contra Chile ante la
Corte Internacional de Justicia, re-
clamando la existencia de una obligación
de negociar de buena fe y de manera efec-
tiva un acuerdo por el cual nuestro país
le otorgue un acceso completamente so-
berano al Océano Pacífico. El caso gira
entonces en torno a la existencia de una
obligación de negociar un tratado de ce-
sión de territorio. Como se señala en la
Resolución Suprema boliviana de fecha
3 de abril de 2013, que se acompaña a la
Application, la nación vecina declara tener
un derecho inalienable e imprescriptible a
un territorio que le otorgue acceso al mar
y al espacio marítimo correspondiente.
Luego de recibir la Application bolivia-
na, la Corte estableció los plazos para la
presentación de la Memoria de Bolivia y la
AGOSTO 2014
Claves del derecho
sobre el nuevo caso
ante La Haya
Contramemoria de Chile. Bolivia presentó
la Memoria de su demanda el 15 de abril
de 2014. Desde ese momento comenzó
a correr el plazo de tres meses que esta-
blece el Reglamento de la Corte para la
presentación de posibles objeciones a su
jurisdicción o a la admisibilidad del caso
para ser conocido por la Corte. Como es
sabido, Chile presentó efectivamente, el
15 de julio recién pasado, un escrito obje-
tando la jurisdicción de la Corte.
PRINCIPIO DEL CONSENTIMIENTO
Y EJERCICIO DE LA JURISDICCIÓN
INTERNACIONAL
El sistema jurídico internacional posee
varias características que lo distinguen de
los sistemas jurídicos domésticos. El de-
recho internacional regula las relaciones
entre Estados soberanos, pero se carece
de un órgano central capaz de legislar y
solucionar las controversias que se sus-
POLÍTICA MSJ
citen entre ellos. Las reglas que rigen en
el ámbito internacional son creadas por
los propios Estados a través de tratados
o bien por medio de su conducta cuando
esta llega a constituir derecho consue-
tudinario. Y, respecto de la solución de
controversias, es posible que los Estados
entreguen su resolución a tribunales in-
ternacionales, aunque no están obligados
a ello. La intervención de un tribunal in-
ternacional requiere necesariamente del
consentimiento de los litigantes.
En 1945 los miembros de las Naciones
Unidas crearon la Corte Internacional de
Justicia. Pero el hecho que los Estados
sean parte del Estatuto de la Corte Inter-
nacional de La Haya no implica que reco-
nozcan su jurisdicción para conocer de
casos específicos. Para que ello ocurra
es necesario que concurran con su con-
sentimiento a otorgarle jurisdicción para
que esa instancia conozca de las contro-
versias correspondientes. Muchas veces
ese consentimiento se entrega, una vez
que la controversia ha surgido, por medio
de un acuerdo especial. Pero otras veces
el consentimiento ha sido entregado antes
de que surja la controversia, ya sea por
medio de una cláusula en un tratado espe-
cífico, o por medio de una declaración uni-
43
MSJ POLÍTICA
lateral de aceptación de jurisdicción que
se registra en la Corte, o por tratados ge-
nerales para la solución de controversias.
Por lo tanto, la base de la jurisdicción
de cualquier tribunal internacional está en
la voluntad de los litigantes. Cuando esa
voluntad está contenida en un acuerdo
especial para llevar una controversia es-
pecífica a la Corte, normalmente no surge
ningún problema de jurisdicción. Sin em-
bargo, cuando el consentimiento se entre-
ga antes de que surja una controversia es
muy común que los Estados hayan pues-
to límites y condiciones a la jurisdicción
del tribunal. Siendo libres para otorgar su
consentimiento, ellos son también libres
para limitar su alcance. Eso significa que
no solo pueden establecer condiciones a
la jurisdicción de la Corte, sino también
excluir ciertos tipos de disputas de la ju-
risdicción de un tribunal, e incluso pueden
excluir a posibles contrapartes.
El principio básico del consentimiento
fue bien descrito por la Corte Permanente
de Justicia Internacional (la antecesora de
la actual Corte) en su Opinión Consultiva
sobre Carelia Oriental (1923): “Es un prin-
cipio bien establecido en derecho inter-
nacional que un Estado no puede, sin su
consentimiento, ser obligado a someter
sus disputas con otros Estados ni a me-
diación ni arbitraje, ni a ningún otro tipo
de solución pacífica”.
En el caso entre Bolivia y Chile, la ju-
risdicción de la Corte se funda en el Pacto
de Bogotá, que establece que la Corte In-
ternacional de Justicia puede resolver las
controversias que se susciten entre los
Estados partes del Pacto. Chile ratificó el
Pacto de Bogotá el 15 de abril de 1974 y
Bolivia lo hizo el 9 de junio de 2011.
El Pacto de Bogotá es el tratado que
contiene el consentimiento tanto de Boli-
via como de Chile de solucionar sus con-
troversias por diversos medios pacíficos,
entre los que se encuentra la Corte Inter-
nacional de Justicia. Pero ese consenti-
miento ha sido expresamente restringido
por el artículo VI del Pacto, que dispone:
“ARTÍCULO VI. Tampoco podrán aplicar-
se dichos procedimientos a los asuntos
ya resueltos por arreglo de las partes, o
por laudo arbitral, o por sentencia de un
tribunal internacional, o que se hallen re-
gidos por acuerdos o tratados en vigencia
44
en la fecha de la celebración del presen-
te Pacto”.
Como se puede apreciar, los Estados
partes del Pacto de Bogotá se negaron a
que se pudieran llevar a la Corte asuntos
ya resueltos o regidos por tratados vigen-
tes a la fecha de celebración del Pacto.
Como se ha dicho, que los Estados es-
tablezcan condiciones o limitaciones al
ejercicio de la jurisdicción de tribunales
internacionales es una situación reconoci-
da por el derecho internacional. De hecho,
se puede hacer aquí una referencia a las
declaraciones unilaterales de los Estados,
aceptando jurisdicción de la Corte, que es
otro mecanismo de otorgamiento de juris-
dicción. La mayoría de esas declaraciones
de aceptación unilateral de jurisdicción de
la Corte establecen condiciones o restric-
ciones a la jurisdicción (55 de 70).
Fundado en el Artículo VI del Pacto de
Bogotá, Chile sostiene que la Corte no tiene
jurisdicción para conocer de materias que
han sido zanjadas o que se encuentran re-
gidas por acuerdos en vigor al 30 de abril
de 1948 (fecha de suscripción del Pacto). En
particular, la posición de Chile es que el Tra-
tado de Paz y Amistad suscrito entre él y Bo-
livia en 1904 es el tratado que regula todas
las cuestiones territoriales entre ambos.
LA REGULACIÓN DE LAS
OBJECIONES PRELIMINARES
Chile ha presentado su objeción de ju-
risdicción con carácter preliminar. Esto
quiere decir que una vez presentada la
objeción se suspende el procedimiento
principal y se dicta una sentencia relativa
a la jurisdicción.
La Corte debe escuchar lo que Bolivia
tenga que decir frente a la objeción de ju-
risdicción presentada por Chile. Para es-
tos efectos, Bolivia tiene hasta el 14 de no-
viembre para responder a la objeción chile-
na. Luego, la Corte escuchará los alegatos
orales de las partes relativos a la objeción
de jurisdicción. Con todos los anteceden-
tes disponibles, ella deberá pronunciarse
sobre la objeción presentada por Chile.
Las alternativas que tiene la Corte son
tres. Puede acoger la objeción de jurisdic-
ción y concluir, por tanto, que carece de
jurisdicción para conocer de este caso. En
ese caso el juicio se declara terminado.
Otra posibilidad es que la Corte rechace
la objeción y declare que en este caso
no existe impedimento para que ella co-
nozca del reclamo boliviano en contra de
Chile. Y la tercera opción es que la Cor-
te decida que la objeción de jurisdicción
se encuentra tan ligada con el fondo del
asunto, que para pronunciarse sobre ella
es necesario escuchar a las partes sobre
los méritos del caso. En tal evento, la Cor-
te dejará la resolución sobre la objeción
preliminar para la sentencia definitiva.
Las objeciones al ejercicio de la com-
petencia de la Corte, ya sea por falta de
jurisdicción o por alguna causal de inad-
misiblidad, son comunes en el contexto
de los casos contenciosos que se presen-
tan ante ella.
De los 133 casos que se han iniciado
en la Corte desde su creación en 1945, se
ha objetado la competencia en 64 casos,
ya sea en la forma de objeciones prelimi-
nares o de objeciones que se presentan
junto con el fondo. Como es muy probable
que se presenten objeciones a la jurisdic-
ción en los recientes tres casos iniciados
por las Islas Marshall relativos a la obli-
gación de negociar un tratado de desar-
me nuclear, el porcentaje de objeciones
de jurisdicción y admisibilidad alcanzará
aproximadamente un 50 por ciento. De
estos 64 casos, en 25 se rechazaron las
objeciones y en 30 casos se han acepta-
do, declarando en consecuencia la Corte
no poder conocer del asunto. A estos nú-
meros hay que sumar cinco casos en que
la demanda fue retirada y, por lo tanto,
la Corte no pudo pronunciarse finalmen-
te sobre las objeciones a la competen-
cia; tres casos en que las objeciones se
acogieron parcialmente, y un caso, el de
Bolivia con Chile, en que la objeción a la
jurisdicción se encuentra en tramitación.
Las objeciones a la competencia de la
Corte están reguladas en el artículo 79 del
Reglamento. En diciembre de 2000 esta
disposición fue modificada para acortar el
plazo de presentación de las objeciones.
Ya en 1972 se había reformado el Regla-
mento para dejar claro que la parte que
presenta una objeción de jurisdicción re-
quiere un pronunciamiento de la Corte y
que esta solo puede dejar de pronunciar-
se si la cuestión de competencia no tiene
un carácter esencialmente preliminar, en
AGOSTO 2014
 Una opción es que la Corte decida que la objeción de jurisdicción se En el segundo caso, Nicaragua vs.
Colombia, la Corte fue llamada preci-
encuentra tan ligada con el fondo del asunto, que para pronunciarse
samente a interpretar el Artículo VI del
sobre ella es necesario escuchar a las partes sobre los méritos del caso. Pacto, para lo cual tuvo en considera-
ción la intención de las partes. La Corte
cuyo caso dejará la resolución de la obje- Bogotá: Nicaragua vs. Honduras (Activi- en forma clara señaló que el objetivo
ción para la sentencia de fondo. dades Armadas en la Frontera y Trans- que tuvieron las partes al redactar esta
fronterizas) y Nicaragua vs. Colombia disposición fue evitar reabrir cuestio-
LA TAREA DE LA CORTE (Disputa Territorial y Marítima). nes ya zanjadas por tratados suscritos
El caso de Nicaragua v. Honduras es in- por ellas y vigentes al año 1948 (párra-
Entonces, la tarea de la Corte en esta teresante porque la Corte deja claro que, fo 77). En este caso, la Corte concluyó
etapa preliminar será interpretar el artí- a pesar de que el artículo XXXI del Pacto que la soberanía de ciertas islas ya se
culo VI del Pacto de Bogotá para deter- de Bogotá se refiere al Artículo 36(2) del encontraba resuelta en un tratado de
minar si la demanda de Bolivia trata o Estatuto de la Corte, que establece un mé- 1928, que estaba ciertamente vigente
no sobre materias que se encuentran re- todo de otorgar jurisdicción a la Corte por al año 1948.
sueltas o regidas por el Tratado de Paz medio de declaraciones unilaterales, en los Dado que en el caso Bolivia vs. Chile,
y Amistad de 1904 entre Chile y Bolivia. hechos el Artículo XXXI contiene realmen- tiene hasta el 14 de noviembre para pre-
La Corte deberá interpretar al menos dos te un acuerdo de los Estados partes para sentar sus observaciones a la objeción
tratados: el propio Pacto de Bogotá y el solucionar sus controversias mediante la de jurisdicción presentada por Chile,
Tratado de 1904. En esta labor la Corte Corte Internacional de Justicia. Por lo tan- que posteriormente la Corte fijará una
deberá aplicar las reglas tradicionales de to, la Corte concluyó que no se pueden in- fecha para escuchar los alegatos orales
interpretación que se encuentran conte- corporar modificaciones unilaterales a la de las partes y que luego deberá tomar
nidas en la Convención de Viena sobre el jurisdicción otorgada en forma posterior a un tiempo para resolver la objeción, es
Derecho de los Tratados. la ratificación del Pacto, y que la manera de muy probable que la Corte entregue su
En dos oportunidades anteriores la hacerlo es a través de reservas efectuadas sentencia sobre la jurisdicción durante
Corte ha debido interpretar el Pacto de al momento de la ratificación del mismo. el segundo semestre de 2015. MSJ

AGOSTO 2014 45
MSJ INTERNACIONAL

Un nuevo marco
institucional para Argentina
Se acerca la campaña presidencial para los El próximo gobernante debiera esforzarse por
comicios del 2015, enfrentándose complejas modificar la estructura de valores imperantes
expectativas económicas y una creciente de- en la sociedad, incluyendo la recuperación del
manda por propuestas de cambio. espíritu de la Constitución de 1853.

Martín Krausse
Economista, abogado; académico de la
Universidad de Buenos Aires.
Algo similar le ocurre a la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner: el segun-
do puesto no le sirve; hubiera necesita-
do un triunfo para imaginar la posibilidad
de aprovechar en su favor lo ocurrido en
moneda nacional reduce su demanda y
aumentará el atractivo por el dólar. Más
oferta de pesos y menor demanda acele-
rará la inflación. Esto, a su vez, impacta
en la actividad económica, que se en-

A
veces la política se parece al fútbol:
un segundo puesto no sirve. Pue-
des hacer una muy buena elección,
pero si terminas segundo te quedas afue-
ra. Puedes llegar a la final del Campeonato
Mundial, pero te quedas con la sensación
de que perdiste.
Los argentinos han quedado frustrados
con la reciente final del torneo desarrollado
en Brasil, se han reconocido tristes por ese
último resultado, aunque contentos tam-
bién por el desempeño general... si bien
hubieran querido un equipo que se desta-
cara mucho más por su imparable ofensiva
que por su orden en la defensa.
la Copa Mundial. Esto, sin embargo, era
demasiado optimista. En verdad, el Go-
bierno argentino se encontraba en una
encrucijada: el triunfo no hubiera podido
ser aprovechado como se lo imaginaban,
y la derrota los castiga de todas formas.
Poco se trasladaría el triunfo a la polí-
tica porque las condiciones subyacentes
son, de por sí, malas y el votante las su-
fre. La inflación se acerca al 40% anual,
alimentada por un creciente déficit fis-
cal que forzará en el segundo semestre
del año a un alto crecimiento de la emi-
sión monetaria, al mismo tiempo que la
inseguridad sobre el futuro valor de la
cuentra prácticamente paralizada y al
borde de caer en recesión. Ese cóctel
es políticamente destructivo: no se ge-
neran empleos, se destruyen algunos y
los bienes y servicios erosionan los sa-
larios reales.
Poco podría haber hecho un triunfo
mundialista para aplacar esta situación;
hubiera durado lo que la champaña en
la noche del festejo. La frustración, por
el contrario, es un aterrizaje forzoso a la
realidad. Nos llevamos una alegría, no la
más grande, pero una alegría al fin, que
no compensa las frustraciones del “cam-
peonato” interno.

46 AGOSTO 2014
 Esa frustración lleva a la mayoría de
los argentinos a buscar un cambio. ¿Ahí
parece estar el problema?
¿Cómo puede ser esto? Si la situación
es como la descrita, el cambio es lo que
debería suceder. Es cierto, pero el tema es
qué es lo que habría que cambiar. Como
vienen las cosas, los argentinos se están
inclinando a pensar que hay que cambiar
de gobernante. Eso es un error.
Por supuesto que habrá que cambiar-
lo, lo imponen tanto las normas —lega-
les y políticas—, como las necesidades.
Cristina Fernández no puede ser reelecta,
cumplirá ya dos mandatos consecutivos.
Tampoco tiene un candidato propio en el
cual pueda confiar ciegamente. Además,
las demandas políticas de la población se
centran principalmente en los problemas
de la inflación y la inseguridad, que deberá
atender quien quiera que sea el nuevo Go-
bierno, aunque por sobre todo eso existe
una demanda general de moderación, de
respeto de ciertas normas institucionales.
RECUPERAR EL ESPÍRITU
DE LA CONSTITUCIÓN DE 1853
En este sentido, el próximo gobernan-
te argentino, que será elegido en octubre
del próximo año, no será “kirchnerista”,
aunque pueda ser tanto peronista como
no peronista. No hará muchos cambios
profundos, pues suficiente tarea tendrá
como para resolver los graves problemas
que estará heredando. Es bastante pro-
bable también que, dadas las expectati-
vas que oportunamente se generen, los
votantes vuelvan a frustrarse más tarde
o más temprano.
El cambio que Argentina necesita es de
otro tipo. Es el de abandonar definitiva-
mente décadas de populismo y regresar
a los principios institucionales que le die-
ron origen como república y coronaron un
notable éxito, llevándola a estar entre los
países más ricos del mundo. Esa historia
ha sido olvidada y el populismo seguirá in-
tentando destruirla, pero los argentinos no
pueden dejar de olvidar que sus abuelos
llegaron a este país cuando el Gobierno
limitado y el imperio de la ley generaron
un monumental proceso de inversiones y
desarrollo que creó oportunidades para
todos los que llegaron entonces.
AGOSTO 2014
Desde la crisis de los años treinta, erro-
res propios y externos llevaron, a las elites
primero y a las masas después, a cambiar
el modelo mental del inmigrante por el del
populismo autoritario o de masas. Setenta
años de decadencia siguieron.
Es este modelo mental, es una cierta
estructura de valores la que debe cambiar.
Eso se reflejaría en el marco institucional.
La tarea no es menor, pero tampoco es co-
menzar de cero. La Constitución vigente es
aquella misma de 1853 que disparó el mi-
lagro. Ha sido algo retocada, y mucho más
en términos de doctrinas jurídicas que la
interpretan. Sin embargo, su espíritu po-
dría recuperarse.
La división de poderes, el federalismo
fiscal, la independencia de la justicia y el
“poder de policía restringido” deberían
ser las columnas de un nuevo y moder-
no marco institucional. Y ni qué hablar de
la disciplina fiscal y monetaria, cuyo ol-
vido ha sido una plaga que ha destruido
riqueza o impedido crearla. En tanto no se
alcance un consenso sobre estos temas,
los problemas continuarán con etapas de
bonanza y etapas de crisis. Para ello es
necesario que las elites políticas y eco-
nómicas modifiquen su visión y reduzcan
por un momento su afán de defender in-
tereses particulares sin tomar en cuenta
sus consecuencias.
Esto ocurre normalmente en las crisis.
Sirven para plantear la necesidad de cam-
bios y generan su oportunidad. Ha sido así
hasta el momento, pero no se ha apren-
dido de todas ellas. Por ejemplo, fue ne-
cesaria una brutal represión y cientos de
desaparecidos para que los argentinos
llegaran a repudiar todo Gobierno militar
o autoritario. Eso ya no es posible. Pero
el país ha atravesado ya hiperinflación y
default de la deuda sin que se llegara a
un mismo consenso y aprendizaje en tér-
minos de responsabilidad fiscal y mone-
taria. Sería otra tragedia que fuera nece-
saria una crisis más profunda para que
se aprendiera una lección en este campo.
LA OPORTUNIDAD DE LOS
NUEVOS RECURSOS ENERGÉTICOS
Tal vez la racionalidad pueda llegar,
no ya por una crisis, sino por una opor-
tunidad. Se abren ante la Argentina algu-
El cambio que Argentina
necesita es el de abandonar
definitivamente décadas de
populismo y regresar a los
principios institucionales que le
dieron origen como república.
nas oportunidades como pocas veces se
habían visto antes. Los nuevos recursos
energéticos, el continuado boom de los
commodities, y las necesidades poster-
gadas de inversión pueden generar un
auge económico como pocas veces se ha
visto, si es que se aseguran ciertas con-
diciones, que las propuestas antes cum-
plirían en exceso. ¿Será esta vez que una
lección se aprenda no tanto por el castigo
de una crisis, sino por la promesa de un
gran premio?
Es una difícil pregunta y una difícil
apuesta. La llamada “maldición de los
recursos naturales” puede asomar su ca-
beza y desatar un proceso de rapiña de
esa nueva renta que termine por destruir
lo poco que queda de institucionalidad.
Dados los antecedentes populistas no
es de extrañar que algo así ocurra. Pero
existe un rayo de esperanza y consiste
en lo siguiente: para que esa renta ex-
traordinaria se genere, para que la clase
política tenga algo de lo cual apropiarse,
para redistribuir o despilfarrar, primero
habrá que generarla y eso demanda abul-
tadas inversiones.
Es como la Pampa del siglo XIX. El re-
curso estaba allí, pero había que desa-
rrollar una completa red de ferrocarriles
para aprovecharla. En forma algo similar,
el petróleo y el gas de esquistos están allí,
pero hace falta concretar inversiones mi-
llonarias, capital que no existe en el país
y mucho menos en el Estado.
Tal vez la necesidad de lograr esos
capitales promueva ciertas condiciones
institucionales necesarias para atraer-
los, que luego favorezcan la inversión en
general y el progreso. Es una oportunidad.
Débil, pero existente. Es también un riesgo
porque la oportunidad de esa riqueza nos
lleva a un juego del todo o nada: o salimos
adelante o nos hundimos por completo.
Estamos tirando al aire una moneda con
la misma probabilidad de que caiga de un
lado o de otro. MSJ
47
MSJ ARTE
Una historia española
contada por artistas
L
El Museo de la Solidaridad exhibe una selección
de obras de autores de esa nacionalidad que per-
mite hacer un recorrido por los acontecimientos
más relevantes ocurridos durante el siglo veinte
en España, a partir de la guerra civil.  nadie que no pueda reconocerlos.
Chausson et allumettes (1976), Eduardo Arroyo.
Retrato imaginario de Felipe II (1973), Antonio Saura.
48
Jazmín Lolas E. a actual exposición del Museo de la Solidaridad tiene ban-
da sonora y los responsables de definir el repertorio que
ofrece han sido los vecinos del barrio donde se encuentra
la institución (ubicada en República 475), así como algunos de
sus seguidores en Facebook. A unos y otros, la institución les
pidió que eligieran canciones españolas significativas en sus
vidas y sus diversas opciones han dado forma a un conjunto
de temas de grupos y cantantes tan populares que casi no hay
Entre ellos se encuentran Camilo Sesto, Joan Manuel Se-
rrat, Mecano, Los del Río, Nino Bravo, Mocedades y Joaquín
Sabina. Entonando algunos de sus mayores hits, sus voces
pueden escucharse en una de las salas del recinto destinada
a la presente muestra, que si ha sido complementada con un
cancionero español es porque difunde obras de artistas de
esa nacionalidad.
Los trabajos pertenecen a la colección del museo, fundado
en 1971 a partir de una campaña de solidaridad con el gobierno
de Salvador Allende impulsada por intelectuales de diferentes
nacionalidades. Solo las donaciones provenientes de España
a partir de entonces permitieron acumular un valioso conjunto
en el que se encuentran piezas de Picasso y Miró, y del cual
se han escogido ahora diecinueve trabajos cuyo propósito es
ubicar al espectador ante los acontecimientos más relevantes
¡Por la libertad! (1989), Anzo. Carnaval (1976), Bonifacio.
AGOSTO 2014
de la historia de ese país en el siglo veinte, según explica el
encargado del montaje, Juan José Santos.
Santos, crítico de arte y curador, es español y vive hace
dos años en Chile. Él mismo se pone como ejemplo del cons-
tante intercambio entre ambos países, representado tanto
por la creciente inmigración de ciudadanos de la península
que, impulsados por la crisis en Europa, han venido a buscar
mejor vida, como por el sostenido flujo de artistas chilenos
hacia ciudades españolas, en busca de perfeccionamiento
académico.
EXHIBICIÓN EN CUATRO PERIODOS
La exhibición ha sido ordenada cronológicamente y da
cuenta de cuatro periodos: guerra civil, dictadura, transición
y democracia. “Las obras permiten hacer un recorrido por
esos cuatro bloques históricos. Hemos hecho una selección
que incluye a los autores más representativos de cada uno y
que además presenta trabajos de una calidad indiscutible”,
comenta el curador.
El montaje abarca entre los años cuarenta y setenta y ha
asignado una sala a cada etapa de este relato, que funciona
como síntesis de la evolución del quehacer político, económico
y social de la mayor parte del siglo pasado español. Autores
como Antonio Saura, Eugenia Balcells, Equipo Crónica, Manuel
Viola, Josep Guinovart, Manuel Millares, Anzo y Dionisio Blanco
dan cuenta de cómo la expresión artística reflejó el enfrenta-
miento civil, la violencia y supresión de libertades ejercida por
Franco, la transición y la consolidación democrática.
Muchas de las obras son abstractas. “Uno podría pensar que
el arte no es crítico en esos casos, porque no está presente la
figuración, pero no es así. La abstracción también puede ser
crítica o de denuncia. La diferencia es que lo hace de manera
Sin Título (1978), Equipo Crónica. Artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos (1968), Dionisio Blanco.
AGOSTO 2014
no literal, sino metafóricamente, por medio de la evocación de
sensaciones”, afirma Santos.
Es lo que ocurre, según agrega el curador, frente a obras de
Viola o Millares, que consiguen transmitir angustia y opresión,
si ese es el caso, aunque no haya en sus creaciones un relato
político literal o evidente.
La música elegida por vecinos y seguidores del museo no es
el único elemento que le da a esta exposición mayores alcances
que el de una muestra simplemente plástica. Hay otros, entre
ellos una selección de documentales que también siguen el eje
temático de la reconstrucción de parte de la historia de España.
Entre ellos, Santos destaca “El tren de la memoria”, producción
que, a través de testimonios, da a conocer la experiencia de
españoles que en los años sesenta emigraron hacia el resto
de Europa, especialmente a Alemania, para conseguir trabajo.
“Selección española”, como se titula esta exposición, ha
sido desplegada en el segundo piso del Museo de la Solidari-
dad. A las salas se llega pasando primero por un hall que no
está ocupado por obras de artistas de esa nacionalidad, sino
por una selección de trabajos de jóvenes artistas chilenos. Sus
piezas están ahí para simbolizar el intercambio entre Chile y
España. En distintas técnicas y formatos, fueron realizadas por
autores que vivieron, trabajaron o estudiaron en ese país en el
último tiempo y desde ahora forman parte de la colección del
Museo de la Solidaridad, ya que sus creadores los donaron a
la institución, según comenta Santos.
Entre ellos destaca una silueta de Pinochet elaborada por
Manuela Morales con fragmentos de rostros sacados de una
base de datos de detenidos políticos de la PDI. La obra, hecha
en plástico, fue instalada durante un tiempo fuera del museo
con la idea de que la gente la interviniera. La silueta propiamente
no sufrió ninguna transformación, aunque sí algunas porciones
del plástico que fueron rasgadas. MSJ
Sin Título. 1975, Eduardo Úrculo.
49
MSJ TEATRO

Un rastro
entre teatro
y vida
Alberto Vega regresa a las tablas en un emotivo
reencuentro como dramaturgo, director y actor
de la obra Los gigantes de la montaña presentan
Lear, trabajo que reúne a dos grandes de la lite-
ratura universal y que estará en cartelera hasta
el 13 de septiembre en el Teatro UC.

Camila Pistacchio

E
n la etapa cúlmine de su carrera, Alberto Vega sufre un
duro accidente que cambia por completo su vida. Total-
mente paralizado y sin habla, debe abandonar su voca-
ción. Pero no renuncia y se resiste a ese destino. Busca un
modo de comunicarse y lo hace usando un computador hecho
a su medida —My Tobii— que rastrea el movimiento de sus
ojos para permitirle volver a expresarse. Hoy, luego de casi
diez años, somos testigos del registro de esa mirada que se
reencuentra con el teatro a través de la obra Los gigantes de
la montaña presentan Lear.
El montaje, codirigido por su gran amiga y alumna, Maca-
rena Baeza —una especie de sensible intérprete que, como
ella misma dice, logró comunicarse con el director desde sus
silencios para traducir sus sensaciones y reacciones—, es el
resultado de una mixtura entre las obras de dos grandes de
la literatura universal: Los gigantes de la montaña, de Luigi
Pirandello —trabajo que quedó inconcluso tras la muerte del
dramaturgo italiano— y El rey Lear, de William Shakespeare. Es
una combinación que se une a elementos de la propia biografía
de Vega y que parecieran completarse en una perfecta totalidad
creativa. Así lo asegura Andrea Pelegri, investigadora teatral y
traductora en esta obra de la versión original de Shakespeare,
para quien el cruce entre estos autores no es casual. Además
de las varias coincidencias temáticas y filosóficas que poseen,
“ambos dramaturgos acompañaron y enriquecieron la carrera
actoral y directoral de Alberto” y fueron “compañeros de vida
que moldearon su propia visión del teatro”.

50 AGOSTO 2014
Esta obra nos hace reflexionar acerca de la memoria, la
vejez, el teatro dentro del teatro y la muerte como fin
inminente del propio espectáculo

Y si Pirandello marcó con sus obras el ejercicio teatral de

Vega, quien dice haber tenido una deuda con él, El rey Lear
cobra un significado aún más profundo. En 1992, bajo la direc-
ción de Alfredo Castro, Alberto Vega encarnó a uno de los per-
sonajes más emblemáticos de esa obra, Edgar, precisamente
en la misma sala donde hoy volvemos a verlo, esta vez proyec-
tado en una pantalla, como reminiscencia de un pasado que
se hace presente por medio de la imagen y el sonido. Por eso
Vega dice que este montaje “define un aspecto fundamental
de mi propia biografía y ha sido una aventura apasionante”.

“ESTE TEATRO ES MI VIDA”

Con las brillantes actuaciones de Sara Pantoja, Tichi Lobos,

Daniel Gallo, Braulio Martínez, Lilian Vásquez, Ramón Gutiérrez
y Alexei Vergara, la puesta en escena nos narra la historia de
una compañía de teatro que vaga con la esperanza de encontrar
vivo al actor por el cual su obra magna cobra sentido. La prime-
ra actriz, la condesa, envejecida por la búsqueda, encuentra
en un pueblo desolado el lugar perfecto para la realización del
último acto de su más preciado montaje.
Usando textos llenos de sentido y en un espacio escéni-
co que se modela para poner en marcha un nuevo lenguaje
dado por su director, esta obra nos hace reflexionar acerca
de la memoria, la vejez, el teatro dentro del teatro y la muerte
como fin inminente del propio espectáculo: “Como si fuese el
Gran teatro del mundo, Vega maneja los hilos de la ficción y
dirige las materialidades dramatúrgicas al servicio de un solo
gran objetivo: hablar del teatro y la vida, de la realidad y la
ficción, de las pasiones y dolores del ser humano”, comenta
Andrea Pelegri, y agrega que tanto en Shakespeare como en
Pirandello: “Teatro y vida se imbrican a tal punto y de forma
tan brillante que es muy difícil separar uno de otro”. Y tal vez Los gigantes de la montaña presentan Lear / De Al-
por eso no es coincidencia que Alberto Vega haya encontrado berto Vega, Andrea Franco y Roxana Gómez / Dirigida
su propia fusión con estos dos autores: un actor que pensó por Alberto Vega y Macarena Baeza / Con Sara Pantoja,
no volver a actuar ni dirigir, hoy se hace parte de la escena y Tichi Lobos, Lilian Vásquez, Alexei Vergara, Daniel Ga-
nos muestra las infinitas posibilidades para seguir una bús-
llo, Braulio Martínez y Ramón Gutiérrez / Asistencia de
queda personal; búsqueda que Vega expresa, quizás como
en tantos otros pasajes de la obra, a través de las palabras Dirección: Roxana Gómez / Traducción de Shakespeare:
de la condesa cuando esta declama: “Este teatro es mi vida. Andrea Pelegrí / Diseño escenografía e iluminación: Ri-
Si renunciamos a él, renunciamos a nosotros mismos”. cardo Romero / Diseño de vestuario: Estefanía Larraín /
La temporada del montaje contemplará en agosto cinco Composición musical: Alejandro Miranda / Realización
funciones inclusivas y accesibles para personas con discapa-
audiovisual: Alex Tupper / Montaje audiovisual: Álvaro
cidad motora, auditiva y visual, cuya primera representación
incorpora un encuentro entre Alberto Vega y los asistentes. Jordán / Con el apoyo de la Vicerrectoría de Investiga-
Las funciones inclusivas se presentarán los días 7, 13, 14, 15 ción de la P. Universidad Católica de Chile, Pastoral UC,
y 16 de agosto con valores especiales. MSJ Cedeti UC y Ciudad Accesible.

AGOSTO 2014 51
MSJ teatro

Un enemigo del pueblo:

Contradicciones y
reivindicaciones de la historia
Sebastián Ramírez H.
Actor y crítico de teatro

Compañía Inofensiva presenta una clásica obra

de Henrick Ibsen, escrita en 1882, que mantiene
gran vigencia sobre muchas de las fragilidades
del sistema democrático actual.

L
a obra Un enemigo del pueblo cuenta la historia del Doctor
Stockman, médico de una estación termal que es la principal
atracción turística y motor de la economía de una localidad
innominada. Al descubrir que las aguas están contaminadas y
ponen, por lo tanto, en riesgo la salud de la población, el pro-
fesional vive la contradicción entre dar a conocer esa verdad al
pueblo o bien sucumbir ante las presiones de autoridades polí-
ticas que presionan por acallar la situación, preocupadas por los
inconvenientes económicos que el caso generaría.
Aparece en esta obra la figura más acabada del héroe contem-
poráneo, dotado de tridimensionalidad en todos los aspectos del
pensamiento humano, y surge en un contexto que propicia las
habituales contradicciones del sistema político social moderno.
Esta narración tiene un trasfondo de crítica social. Expone riesgos
que provoca la demagogia y advierte sobre el precio que paga
quien dice a viva voz aquello que una mayoría opta por negar.
De tal manera, su temática central está en la fragilidad y los lí-
mites de la democracia. Su texto interroga sobre el compromiso
político, la masa popular, los resortes del capitalismo y el peso
aplastante del dinero en el seno de nuestras sociedades, descui-
dando valores e incluso la defensa de la vida humana.
Berthold Brecht decía que “el arte no es un espejo para refle-
jar el mundo, sino un martillo para darle forma”, frase que bien
puede recordarse para definir con precisión la búsqueda que
realiza la Compañía Inofensiva, cuyo lenguaje irreverente a la
vez que elegante pretende generar una reflexión activa. Con esa
inspiración, esta obra ofrece algunos datos particulares, como
La guerra de los mundos, el radioteatro de Orson Welles que en
1938 desató pánico en las calles de Nueva York al hacer pensar a
su población que se sucumbía ante un ataque extraterrestre. De
todos modos, las ambiciones de esta Compañía son persistentes,
pues no se trata de un grupo de recién egresados con afanes de
cambiar el mundo, y su proyecto es más osado que la apuesta
clásica vanguardista. Este puede inspirarse en Henrik Ibsen y su
disposición a reconocer su obra como una respuesta a la situación
social, advirtiendo sobre la corrupción y una democracia con voto
dirigido y sin derecho a voz. O bien nos puede recordar a El tío
Vania de Antón Chéjov, quien se las arregla para insertar temas
sociales en ambientes melodramáticos y familiares.
En este caso, la investigación para esta obra ha girado en tor-
no al lenguaje. El dramaturgo Bosco Cayo realizó un trabajo en
conjunto con esta Compañía para generar una dialéctica que po-
tencia el pasado en el presente, y viceversa. Esto hace que la obra
no parezca anacrónica, pese a sus fuertes alusiones al pasado.
Las actuaciones reclutan actores dedicados a las tablas, ac-
tores con un profundo amor a su oficio, lo que se plasma en cada
miembro de la Compañía. Plasman un cierto proyecto político
con su quehacer, sumando año a año producciones teatrales
que renueven su fe en los cambios sociales que necesitamos.
Finalmente, vale destacar la figura de los nuevos directores
de escena. En este caso, Nicolás Espinoza y Laurene Lemaitre,
quienes tienen una búsqueda audaz que no obedece a prototipo
ni canon preestablecido, apuntando a generar poéticas fidedig-
nas de interesante valor. MSJ
Un enemigo del pueblo / Dirección: Nicolás Espinoza y
Laurene Lemaitre / Dramaturgia: Bosco Cayo / Esceno-
grafía: Laurene Lemaitre / Iluminación: Luis Alcaide / Pro-
ducción: Paula Pavez / Elenco: José Manuel Aguirre, José
Miguel Neira, Carlos Ugarte, Germán Pinilla, Juan Pablo
Troncoso, Macarena Rozic, Viviana Nass / Jefe técnico:
Pablo Mois / Sala Teatro Cinema, Ernesto Pinto Lagarri-
gue, 7 al 24 de agosto, jueves a domingo a las 20 horas.

52 AGOSTO 2014

Amor y arte:
De lo auténtico
a la falsificación
Victoria Dannemann
U
n prestigioso tasador y subastador
rige su vida personal bajo las más
estrictas reglas, al igual que su tra-
bajo. Es un experto en reconocer falsifica-
ciones, así como en conseguir el mejor pre-
cio en cada remate. Paralelamente, y bajo
sistemas no muy limpios, ha reunido una
fantástica colección de retratos femeninos
que atesora en una sala secreta en su casa.
Virgil Oldman, interpretado con gran
maestría por el actor australiano Geoffrey
Rush (Shine, El discurso del rey) es un hom-
bre ya mayor que no sólo oculta sus canas,
sino todo lo que tenga que ver con su vida
personal. Mientras que en los negocios y
el trabajo maneja con seguridad cualquier
situación, en la esfera privada hay un vacío
absoluto. Es un solitario, bastante maniá-
tico y obsesivo, que no se atreve a salir de
su mundo y que nunca ha tenido pareja. Sin
embargo, atesora un amor platónico por el
ideal femenino que encarnan las decenas
de retratos que oculta en su hogar.
Una enigmática joven, quien ha perdi-
do a sus padres, decide vender los mue-
bles y obras de arte de la antigua casona
en la que vive escondida del mundo. El
contacto con ella es solo por teléfono o
conversando separados por una muralla.
Intrigado con esta curiosa relación en la
que se va involucrando y en la que nada
está bajo su control, Virgil se entrega al
La migliore offerta (The Best Offer), 2013, Italia / Dirección: Giuseppe Tor-
natore / Intérpretes: Geoffrey Rush, Jim Sturgess, Sylvia Hoeks, Donald
Sutherland / Guion: Giuseppe Tornatore / Fotografía: Fabio Zamarion / Mú-
sica: Ennio Morricone / Duración 131 minutos / Género: Drama, suspenso.
AGOSTO 2014
En su última película, La mejor oferta, el italiano Giuseppe Tor-
natore incursiona en el género del suspenso con una historia
ambientada en el mundo del arte y las subastas, que da pie a un
singular romance.
juego que Claire va proponiendo y aban-
dona paulatinamente todas sus reglas.
Amor y arte
Esta es la historia de cómo el amor y el
deseo de ser amado puede provocar in-
mensas transformaciones y hacer superar
las más profundas trabas y fobias. Pero es
también un relato sobre distinguir lo autén-
tico de la falsificación, partiendo del arte,
pero en forma extensible a la vida entera,
las relaciones humanas y las personas.
El director italiano Giuseppe Tornato-
re (Cinema Paradiso, Baarìa) maneja muy
bien los hilos de esta historia también es-
crita por él y en la que Virgil vive una trans-
formación impulsada por el despertar de
un amor real. Si bien Tornatore se aleja
de sus escenarios tradicionales en Italia
y de las cintas de corte biográfico, man-
tiene cierto tono melancólico y romántico
que le es muy propio. Esta cinta trae a la
memoria el trabajo de Alfred Hitchcock,
algo que halaga ciertamente a Tornatore,
quien confiesa, sin embargo, que no fue
su intención hacer guiños ni evocar el es-
tilo de otros directores.
cine MSJ
Aquí se da una combinación de miste-
rios y sorpresas, con personajes aqueja-
dos por fobias, obsesiones o desórdenes
mentales. Todo esto en un mundo muy
particular, dado por la omnipresencia del
arte en las subastas, la oficina y la casa de
Virgil, la mansión en ruinas o el restorán.
El protagonista va sumergiéndose en
un puzzle por momentos desolador y en
el que él mismo es una pieza. El amor es el
hilo que va conduciendo esta gran trans-
formación, que le permite sentirse libre de
las ataduras de lo que ha atesorado, pero
que al mismo tiempo lo hace vulnerable.
“Vivir el arte rechazando la vida, pue-
de crear situaciones monstruosas o atro-
cidades —dice Tornatore en una entrevista
con un medio español—. En mi película,
el protagonista cree que basta con subli-
marlo todo en el arte. Es una persona que
nunca ha amado, ni mira a una mujer a los
ojos... Sabe distinguir una obra auténtica
de una falsa, pero como rechaza la vida,
no entiende nada de ella. Descubre que
la vida hay que vivirla arriesgando, inclu-
so manchándose las manos posiblemente
sin guantes”.
Para Virgil, quizás el solo hecho de co-
rrer este riesgo ya valga la pena. El amor lo
convierte en un ser más abierto, cercano,
amable y, ojalá, con más capacidad para
enfrentar las sorpresas que le depare la
vida, desde las mayores alegrías hasta
las peores decepciones. MSJ
53
MSJ literatura
El autor argentino, nacido hace un siglo, nos
legó obras de gran virtuosismo entre las que
está Rayuela, novela que marcó fuertemente la
literatura latinoamericana.
54
Julio Cortázar
y la magia
tras las
palabras
Eduardo Guerrero del Río
Doctor en Literatura
Q
uienes, de una u otra manera, nos hemos vinculado al
mundo de la literatura, la lectura de Rayuela, de Julio
Cortázar, libro publicado hace un poco más de cincuenta
años, significó un verdadero “remezón” a la hora de acercar-
nos a las propuestas creativas de los autores del llamado
boom de la literatura latinoamericana. Sin duda, es lo que
se ha llamado una obra canónica, de la cual casi
ningún crítico y estudioso de las letras
ha podido quedar indiferente. Aún más,
cada relectura de esas seiscientas pági-
nas nos permite ir descubriendo nuevas
formas de aproximarnos a este texto lú-
dico. Por eso, al cumplirse cien años del
nacimiento de Cortázar (y treinta de su
fallecimiento), resulta más que necesa-
rio echar una mirada a su obra y, en es-
pecífico, a la aludida novela.
ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS
En Julio Cortázar y el hombre nuevo,
de Graciela de Sola, el propio Cortázar
nos da alguna información biográfica:
“Nací en Bruselas en agosto de 1914. Sig-
no astrológico, Virgo; por consiguiente, asténico, tendencias
intelectuales, mi planeta es Mercurio y mi color el gris (aunque,
en realidad, me gusta el verde). Mi nacimiento fue un producto
del turismo y la diplomacia; a mi padre lo incorporaron a una
misión comercial cerca de la legación argentina en Bélgica y,
como acababa de casarse, se llevó a mi madre a Bruselas. Me
tocó nacer en los días de la ocupación de Bruselas por los ale-
manes, a comienzos de la primera guerra mundial. Tenía casi
cuatro años cuando mi familia pudo volver a la Argentina (…).
Crecí en Banfield, pueblo suburbano de Buenos Aires, en una
AGOSTO 2014
casa con un gran jardín lleno de gatos, perros, tortugas y co-
torras: el paraíso. Pero en ese paraíso yo era ya Adán, en el
sentido de que no guardo un recuerdo feliz de mi infancia; de-
masiadas servidumbres, una sensibilidad excesiva, una tristeza
frecuente, asma, brazos rotos, primeros amores desesperados.
Estudios secundarios en Buenos Aires: maestro normal en 1932.
Profesor normal en letras en 1935. Primeros empleos, cátedras
en pueblos y ciudades de campo, paso por Mendoza en 1944-
45 después de siete años de enseñar en escuelas secunda-
rias. (…) De 1946 a 1951, vida porteña, solitaria e independien-
te; convencido de ser un solterón irreductible, amigo de muy
poca gente, melómano lector a jornada completa, enamorado
del cine, burguesito ciego a todo lo que pasaba más allá de la
esfera de lo estético”. Ese año de 1951 parte becado a París.
Luego, motivado por una especie de “izquierdismo romántico”,
realizó viajes a Cuba y, especialmente, a Nicaragua, para morir
en París en 1984, a causa de una leucemia. En el artículo “Julio
Cortázar se murió de tristeza”, Guillermo Schavelzon señala:
“Los cables de las agencias dijeron que murió de leucemia.
Unos hablan de una corta enfermedad, otros de una larga. La
verdad es que murió de una enfermedad larga y dolorosa, y
que fue Aurora Bernárdez, su primera esposa, quien lo cuidó y
acompañó en estos últimos meses. Pero para decir mi verdad,
la verdad-verdadera, Julio se murió de tristeza. Tristeza por el
estado en que se encuentra el mundo, tristeza por Nicaragua,
por El Salvador, por Guatemala, tristeza infinita con la que ya
no pudo cuando se le fue Carol”.
INICIO DE SU OBRA LITERARIA
El viaje, a través de una beca, que realiza Cortázar a París
en 1951 fue, sin duda, crucial para que empezara a escribir y
publicar. Eso sí, dos años antes apareció su primer texto, Los
reyes, un poema dramático, sorprendente variante del mito del
Minotauro. Pero al margen de ese texto y de un poemario ante-
rior (Presencias), Cortázar va a ser gala de un virtuosismo lin-
güístico en la narrativa, tanto en la novela como en los cuentos
(algunos de los cuales son magistrales). En general, uno de los
rasgos más característicos de la prosa de Cortázar es el trata-
miento de “lo mágico”, de elementos inexplicables y absurdos
que se sitúan más allá de la razón. La incorporación de la ma-
gia, por un lado, y del humor y la ironía, por otro, constituyen
aspectos importantes en la narrativa de este escritor argentino.
En Bestiario (1951), entre otros, cuentos como “Ómnibus”
y “Casa tomada” dan cuenta del rasgo señalado. En el prime-
ro de ellos, una muchacha que toma un ómnibus durante todo
el recorrido se siente “acosada” tanto por los otros pasajeros
(salvo uno que “sufrirá” un acoso parecido) como, fundamen-
talmente, por el conductor y su ayudante, sin motivo aparente.
En el otro, dos hermanos van siendo “acorralados” en su propia
casa, lo que los llevará a abandonarla; este cuento, dentro de
múltiples interpretaciones, ha tenido una de carácter político
(época del peronismo), transformándose en “una metáfora inol-
vidable de la amenaza revolucionaria que sienten los oligarcas
argentinos” (Seymour Menton). A fines de la década (1959), sale
AGOSTO 2014
a la luz otro volumen de cuentos, Las armas secretas, en donde
aparece uno de sus más extensos y renombrados relatos, “El
perseguidor”: “Ahora sé que no es así, que Johnny persigue
en vez de ser perseguido, que todo lo que le está ocurriendo
en la vida son azares del cazador y no del animal acosado”.
En efecto, asistimos a la historia de la autodestrucción de un
músico de jazz (homenaje a Charlie Parker), a través del per-
sonaje de Johnny Carter, “cuyo genio Cortázar contrapone a su
vida atormentada y caótica, tal como va descubriendo Bruno,
su biógrafo y el narrador de la historia” (José Miguel Oviedo).
DÉCADA FUNDAMENTAL EN SU ESCRITURA: RAYUELA
En la década de los sesenta, la producción es mucho más
sostenida, con tres novelas y dos volúmenes de cuentos. Esta
se inicia en 1960 con la novela Los premios, un intrigante viaje
en crucero de un grupo de personajes que han sido favorecidos
con el premio de una lotería. Poco a poco, situaciones extrañas
hacen que algunos “exaltados” se rebelen ante un supuesto
orden impuesto y violen algunas reglas. Esto los llevará, inclu-
so, a la muerte de uno de ellos; como se menciona, “hay una
atmósfera general de peste que parece de una novela existen-
cialista”. Para Donald Shaw, “superpuesta a la sátira de los pri-
meros capítulos hay, pues, una denuncia de la tiranía política”.
Un año después de la publicación de Historias de crono-
pios y de famas, aparece Rayuela (1963), novela de múltiples
lecturas que es fundamentalmente la “búsqueda de la iden-
tidad, que se refleja
en el personaje de Rayuela (1963) es una novela
Oliveira”; búsque-
de múltiples lecturas, que es
da, en síntesis, de
la Maga (la Maga, búsqueda de la identidad, de la
contrafigura de Oli- novela total que no acepta las
veira, personaje limitaciones del relato tradicional,
cuya finalidad es la
y también búsqueda estilística,
superación de las li-
mitaciones de este); técnica, estructural, de un nuevo
búsqueda de la no- estilo y un nuevo lenguaje.
vela total (que no
acepta las limitaciones del relato tradicional); búsqueda es-
tilística, técnica, estructural, de un nuevo estilo, de un nuevo
lenguaje (unido a una nueva visión de mundo, que se traduce
en el deseo de crear como tarea cotidiana necesaria); y, final-
mente, búsqueda trascendente, que culmina cuando Oliveira
es detenido por la policía (descubre el sentido de la rayuela).
Entrar en el mundo narrativo de Rayuela es entrar en un mundo
en que el azar, la casualidad, el absurdo, lo poético, lo ritual,
son sus elementos configuradores. Las siguientes palabras del
texto son reveladoras de uno de los sentidos del mismo: “Por
lo que me toca, me pregunto si alguna vez conseguiré hacer
sentir que el verdadero y único personaje que me interesa es
el lector, en la medida en que algo de lo que escribo debería
contribuir a mutarlo, a desplazarlo, a extrañarlo, a enajenarlo”.
Esta búsqueda de un lector “cómplice” es una de las claves
no solo de esta novela, sino de la narrativa latinoamericana
55
MSJ literatura

contemporánea. Incluso más: “¿Para qué sirve un escritor, si un álbum para la educación ideológica de un niño que todavía
no para destruir la literatura?”. no lee, coleccionando recortes de periódicos sobre las terri-
De las múltiples y bles o ridículas
variables lecturas e noticias que con-
interpretaciones de figuran la actuali-
Rayuela, citamos al- dad; la novela es
gunos comentarios: también una es-
“Es una obra ambi- pecie de collage,
ciosa e intrépida, a la porque esos re-
vez un manifiesto fi- cortes aparecen
losófico, una rebelión reproducidos e
contra el lenguaje li- intercalados en
terario y la crónica de el texto” (José
una extraordinaria Miguel Oviedo).
aventura espiritual” Podemos, en
(Luis Harss). “En Ra- este sentido, ha-
yuela, obra abierta, blar de una no-
modelo de ‘contra- vela más bien
novela’, la denuncia Su prosa destaca por su tratamiento de “lo mágico”, mediante el experimental, de
de la inautenticidad empleo de elementos que se sitúan más allá de la razón, así como por carácter político;
de la vida y de la lite- el recurrente uso del humor y la ironía. de esta forma,
ratura estética y psi- muchos de los
cológica se produce por medio de la ironía, de la incongruencia, recortes intercalados dicen relación con situaciones de violen-
de la autocrítica. El lector es cómplice de la búsqueda” (Giu- cia. A manera de ejemplo, “en Clermont-Ferrand, el Consejo
seppe Bellini). “Una antinovela, en suma, que aparentemente provisional de la Facultad denunció las brutalidades policiales
refleja la incoherencia, la discontinuidad y el desorden de la cometidas contra un profesor adjunto”, “treinta y cinco obis-
vida, desde una multiplicidad de enfoques narrativos y con un pos de América Central denuncian la constante violación de los
lenguaje renovado” (Donald Shaw). “Carlos Fuentes ha escrito derechos humanos en América Central”, “como de costumbre
que Rayuela es a la prosa en español lo que el Ulises a la prosa había una alta cuota de torturados, muertos y prisioneros en
en inglés. Y la equivalencia es justa en cuanto Rayuela, publica- varios de nuestros países”.
da en 1963, resume, para iniciar otra apertura, la nueva o actual Después de Queremos tanto a Glenda (1980), nuevo libro de
tradición de modernidad de la novela latinoamericana, tradición cuentos, al año de su muerte (1984), se publica Nicaragua tan
que es de rupturas, como anuncia Octavio Paz” (Julio Ortega). violentamente dulce, ensayo que tiene como objetivo denun-
“Rayuela es varias cosas a la vez: una novela aleatoria, una ciar el acoso a ese país y la represión en América Central, y en
obra abierta, un gigantesco palimpsesto hecho de fragmentos donde Cortázar se siente comprometido como escritor con la
propios y ajenos, un gran juego, una antinovela o parodia del causa del pueblo sandinista. Por eso no llama la atención que
género, un resumen o catálogo de la cultura occidental y sus “los derechos de autor de esta obra están íntegramente desti-
limitaciones frente a la oriental, una historia de amor loco, un nados al pueblo sandinista de Nicaragua”. De esta manera, a
proyecto imposible” (José Miguel Oviedo). través de sus páginas, el escritor, por un lado, denuncia el acoso
En 1966, regresa al cuento con Todos los fuegos el fuego, de los somocistas y, por otro, da cuenta de su experiencia: “Yo
libro en el cual destacamos “La autopista del sur”, un relato más tuve mi segundo baño de Nicaragua, mi segunda y hermosa
que anticipatorio de los colapsos viales de nuestras naciones; inmersión en las aguas de un pueblo inconteniblemente feliz
“La salud de los enfermos”, donde “supuestamente” los hijos en su liberación y su renacimiento”.
han engañado a la madre ocultándole la muerte de su hijo Ale- Independiente de que después de su muerte aparecieron
jandro (“todo ese trabajo que se tomaron para que no sufriera”); otros textos de Julio Cortázar, con lo publicado en vida bas-
“Reunión”, que alude al encuentro en Sierra Maestra entre Fidel ta para aquilatar la verdadera estatura (en lo físico y en lo
Castro y el che Guevara; “La señorita Cora”, la historia de un escritural) de uno de los grandes escritores de la literatura
joven de quince años que se enamora de su enfermera. Hacia latinoamericana del siglo XX. En este sentido, volver a leer Ra-
fines de la década, en 1968, publica 62 modelos para armar, yuela sigue siendo un ejercicio reconfortante, lúdico, lingüís-
escrito a partir del capítulo 62 de Rayuela. tico, poético, con capítulos inolvidables, como el de “Toco tu
boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola
NOVELA POLÍTICA como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca
se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo
Su última novela es Libro de Manuel (1973), “en la que una todo y recomenzar”. El eterno recomenzar de la literatura con
pareja de exiliados latinoamericanos en París decide componer mayúsculas. MSJ

56 AGOSTO 2014
 E l autor, periodista italiano, demuestra que
el actual Pontífice formó una enorme red
compartimentada que le permitió sacar de Ar-
gentina a decenas de opositores al régimen,
incluso asumiendo riesgos personales, como
trasladar él mismo, en su automóvil, a perse-
guidos políticos en medio de calles rigurosa-
mente vigiladas por patrullas y agentes de
inteligencia. Nada de lo anterior hubiera sido
posible, si no hubiera estado apoyado en una
red de contactos.
Nello Scavo Ante una realidad tan escalofriante, cabe
preguntarse qué llevó al entonces jesuita a ac-
La Lista de Bergoglio. tuar de esa manera?
Los salvados por La respuesta no es otra que la verdad pro-
funda: el padre Bergoglio cree en el hombre
Francisco durante la como imagen de Dios. Es decir, la encarnación
dictadura. La historia del Hijo de Dios es el fundamento de su actuar.
no contada. En palabras ignacianas: “la contemplación en
acción”, la oración llevada al trabajo, porque
Editorial Claretiana, en los hermanos perseguidos está el mismo
Buenos Aires, 2013, Cristo.
Para el actual Pontífice, Dios le propuso
206 páginas. un camino nada fácil, una misión, pero salió
adelante. Fue, ciertamente, una lucha entre la
dictadura y la libertad. Entre el bien y el mal.
Se trata de un caso límite, un caso de fron-
tera: Bergoglio sabe que su Iglesia “es experta
en humanidad”, como lo expresó alguna vez el
papa Paulo VI. Y él, como pastor fiel, no podía
quedar al margen de lo que enseña la Iglesia;
mal que mal, “el pastor cuida a sus ovejas…”.
Es decir, se trata del evangelio en acción, del
amor al prójimo vivido en plenitud.
Sin buscarlo, y solo con responder a su fide-
lidad de pastor, Bergoglio se graduó en “doctor
en humanidad” y ganó los trofeos en huma-
nidad. En palabras más simples: le ganó a la
dictadura de Videla, como en Chile el cardenal
Raúl Silva Henríquez le ganó a la dictadura de
Pinochet. Porque cada persona arrebatada a
la dictadura, sea donde sea, es un “trofeo en
humanidad”. Y ganó tantos trofeos como per-
sonas pudo salvar.
AGOSTO 2014
Así como el médico utiliza el quirófano para
salvar vidas, para este jesuita el quirófano fue-
ron las calles de Buenos Aires, que conocía
muy bien, sin olvidar la protección de la Vir-
gen María.
Para un jesuita muy cercano a él, “esto tenía
ciertamente algo de extraordinario. No recibi-
mos nunca indicación alguna al respecto. El
Padre Provincial nos decía que los muchachos
llegados para algún período de permanencia al
Colegio Máximo (San Miguel) estaban en fase
de discernimiento vocacional, o bien estaban
siendo acompañados en sus estudios… Nunca
supimos que estuviera llevando adelante una
operación “clandestina”.
Y prosigue: “No era cuestión de desconfian-
za de los hermanos jesuitas. Ciertamente, bus-
caba evitar que la cobertura saltara también
por posibles ingenuidades nuestras. Recorde-
mos que eran años de miedo. El P. Provincial
no podía arriesgar. Si uno de los jesuitas del
Colegio hubiera sido arrestado por los milita-
res, ¿quién aseguraba que el malaventurado
no fuera sometido a tortura para revelar esa
actividad secretísima... Con esa delicadísima
misión, podía exponer a peligros mucho más
serios no solo a algún jesuita, sino a toda la
Compañía en Argentina.
Tras leer este libro sabemos que Bergoglio
ha vivido más horas en la calle —parroquias,
poblaciones, villas miseria— que sentado en
su oficina. ¡Qué extraordinario testimonio de
entrega al pueblo que sufre y quiere sentirse
protegido por su pastor!
Gracias a los “testigos de la lista”, sabemos
de qué parte estuvo Bergoglio en aquella en-
redada y dramática situación de sufrimiento
de su pueblo. “Contrariamente a lo que algu-
nos quieren hacer creer, era parte de este cli-
ma nuevo: con los pies bien plantados en la
tradición de los valores cristianos y con una
mirada que alcanzaba lejos, más de lo que no-
sotros podíamos imaginar”, dice uno de los
“salvados”.
Eduardo Tampe, S.J.
57
 I nteresante es percibir la trayectoria afectiva
y espiritual de este poeta, lo que se logra al
recorrer por orden su libro.
su intuición de la omnipresencia de Dios. Dice
al final de su soneto “Es posible que Dios”:

Para opinar en este trabajo, he tenido pre-
sente que en ciertos autores sonetistas suelen
ser sus tercetos los que se sostienen por sí
mismos y, en cambio, los respectivos cuartetos
parecen una mera introducción, prescindible,
en el arte logrado por los tercetos finales.
Son tres los principales temas inspiradores
del poeta Alfonso Larraona en este libro de so-
netos. El más imperante es su definitiva voca-
ción por el quehacer poético. Nos lo demuestra
en su poema “Era otra mi voz”.
Crecía la pasión en mi garganta
Alfonso Larraona yo era el mismo que muere si no canta,
Kasten el mismo que cantando revivía.
Sonetos: “Llamadle También con su creatividad Larraona bus-
atardecer” ca el infinito y percibe el Más Allá de la vida
temporal. Lo sugiere en su soneto “Rozando
Editorial Alba S.A. el infinito”:
Valparaíso, 2013,
El infinito llega a liberarme
150 páginas. de mí mismo. Y logra demostrarme
que otro soy cuando sueño, cuando escribo.
Vivo solo rozando el infinito.
Y todo lo que canto y lo que he escrito
es fruto de otro mundo que apercibo.
Es posible que Dios sea un aroma
invisible, pero con un idioma
comprensible. Tal vez una caricia.
Es posible que Dios viva en nosotros.
Y al amarnos los unos a los otros
el cielo prometido ya se inicia.
El amor humano entre hombre y mujer se
presenta platónico, espiritual y sin hedonis-
mos viscerales. Citamos, del poema “De im-
proviso”, la estrofa final acerca de un final de
amorío:
De improviso quedamos transportados
del concierto sutil que nos fue dado;
al momento que en paz nos despedimos.
Este prolífero poeta ha sido premiado por
instituciones del gremio en casi toda América
y España. Él promueve la creatividad de los
prójimos en su periódica revista El correo de
la poesía, que financia con el fruto de sus ga-
lardones. Es un poeta que interpreta en sus
acciones estas palabras del poeta Karol Wojtila
(hoy san Juan Pablo II) en su discurso ante la
ONU al inicio de su pontificado: “El mundo será
pacificado por la poesía”.

El tercer tema de su creación poética sería Rosa Cruchaga de Walker

Santiago Soto Obrador

Jesús, mi querido doctor, Crónicas de un ciego
Editorial San Pablo, Santiago, 2014, 128 páginas.

E l doctor Santiago Soto O. nos in-

vita a observar, con sentimiento
y profundidad, cómo Jesús acogió y
sanó a personas que padecían alguna
enfermedad. El autor nos describe, en
un lenguaje sencillo y práctico, la hu-
manidad escondida en la realidad histórica de los personajes bí-
blicos, como también historias acompañadas de profundas pero,
al mismo tiempo, simples interpretaciones que nos acercan a
una plena identificación con la persona y el mensaje de Cristo.
De esta forma, es posible identificarse con Pedro o Judas, con
Pilato o Lázaro, todos representantes de una humanidad a ratos
tibia y desilusionada, pero llena de sueños y necesitada de ver-
dad. Esta sincera búsqueda que nos presenta Santiago Soto nos
ayuda a ser conscientes de quiénes somos y de cómo a veces nos
comportamos: ¿como el joven rico o como los maestros de la ley?
El autor nos habla de los límites e imperfecciones de su fe,
que lo ayudaron desde una sana autocrítica a vivir un camino
cristiano en plenitud y en concordancia con su realidad. Esta
conciencia de la debilidad humana es una muestra sensible y
patente de nuestra fragilidad, que necesita ser curada por el
mismo Cristo. Sin embargo, este camino cristiano en plenitud
es una invitación para cualquiera que desee encontrarse con-
sigo mismo y con el Cristo que “sana”.
Feliza Marro

58 AGOSTO 2014
 Daniel Bello, Esteban Daniel
Valenzuela (eds.) Kehlmann
Manual de Ciencia Política. Yo y Kaminski
Herramientas para la Editorial
comprensión de la disciplina Acantilado,
RIL Editores, Santiago, 2014, Madrid, 2005,
364 páginas. 84 páginas.

T al como señaló Jesús Tovar, in-

vestigador de la Universidad
Autónoma del Estado de México,
UNAEM, en el lanzamiento de esta
obra, todo manual es una expre-
sión de un tiempo de madurez de
la academia en cuyo seno nace;
un momento en que profesores e
investigadores reflexionan sobre
su propio quehacer/saber, fijando
los ámbitos de estudio que aquel
abarca y las delimitaciones episte-
mológicas y las “zonas seguras”
que componen las comarcas de la
disciplina en un tiempo y comuni-
dad académica determinadas (zo-
nas siempre escurridizas y esen-
cialmente móviles). En ese senti-
do, es una gran noticia la epifanía
de esta madurez de las ciencias
políticas cultivadas en la Univer-
sidad Alberto Hurtado, cuyo signo
palpable se manifiesta en la publi-
cación de este manual por parte de
su Departamento de Ciencias Polí-
ticas y Relaciones Internacionales.
Los autores, destacados pro-
fesores del claustro de la Univer-
sidad, muestran su vocación por
hacer de la academia una institu-
ción abierta a su saber. En el caso
de este manual, los esfuerzos se
dirigen a resolver cuestiones ta-
les como los alcances y las herra-
mientas que fundamentan la dis-
ciplina en relación con los siste-
mas políticos que constituyen su
marco de referencia; su influencia
en el Estado en América Latina; la
presencia en los sistemas electo-
rales y su surgimiento como cien-
cia “realmente existente” (y no de
fantasía), entre otros asuntos re-
levantes para el estado del arte. El
manual contribuye como un sos-
tén teórico valioso para entender
y situar la importancia de esta
ciencia en el desarrollo de las na-
ciones y sus políticas, entregando
claves para comprender sus hori-
zontes y apreciar su propia evo-
lución en torno a los hechos que
ocurren a diario, respecto de los
cuales no se debe ni se puede dar
la espalda. En efecto, en la cien-
cia política confluye un saber téc-
nico en constante reformulación,
así como una evaluación ética de
la realidad actual del poder.
El presente Manual de Ciencia
Política merece un espacio per-
manente en la bibliografía univer-
sitaria, así como transformarse
en un libro de consulta habitual.
Sin duda, su triunfo será rotundo
cuando estudiantes secundarios,
o ciudadanas o ciudadanos de a
pie, encuentren en él preguntas y
respuestas a la realidad social y
política que los interpela.
Ignacio De Ferari
Y a el título de la novela es un timbre de hule
que nos indica que el protagonista conjuga la
vida en primerísima persona, tanto la propia como
la de los demás (si es que fueren vistos como
personas). Un ser tramposo, narciso exclusivo,
embustero de profesión. Un timador que puede
resultar peligroso a su manera, pero en la maes-
tría de Kehlmann deviene en un personaje abso-
lutamente risible, ameno y, en alguna medida,
liberador. Una narración, por lo demás, de una
factura impecable.
Sebastián Zöllner, un tunante con un apreciado
concepto de sí mismo, decidió que la historia del
arte sería el campo que le otorgaría dinero y presti-
gio (fácil). Zöllner vive con pequeños trabajos oca-
sionales, soliviantado a quienes rodea, hasta que
piensa en “el proyecto”, que cambiará su suerte:
escribir la biografía del pintor Kaminski, de tra-
yectoria furibunda, que la leyenda atribuye haber
sido descubierto y alentado en su día por Matisse
y Picasso, conocido mundialmente a partir de una
exposición de arte pop, pero que en el presente ha
caído en el olvido. En consecuencia, la prisa es la
espada de Damocles para poder concluir la obra
antes de que el pintor muera, hecho que se anhela
para cuando advenga el lanzamiento del libro (un
percutor de las ventas).
En clave irónica, Kehlmann expone hábilmen-
te en esta novela una reflexión sincera sobre las
tendencias narcisistas de nuestros tiempos, los
límites entre apariencia y verdad, la manipulación
y la moral. Una reflexión sobre la ilusión del éxito y
el ridículo sentido que el ser humano hace de este,
incluso, cuando la memoria se disipa.
Carlos Castro

AGOSTO 2014 59
 L as Hermanas del Buen Samaritano vuelcan
su carisma religioso principalmente en la
tarea de servir a personas de la tercera edad
y enfermos terminales. En esa actividad son
lideradas desde un inicio, hace treinta y cin-
co años, por la Madre Irene García de Prado.
Ella llega a mediados de los años setenta
desde España con la misión, encargada por las
Congregación del Religiosas de las Siervas de Jesús, de volcar-
Buen Samaritano se a los más postergados. Estaba destinada a
ser Superiora de la casa que su orden tenía en
Una obra que brota Talca, asumiendo más tarde la misma respon-
del corazón sabilidad en Concepción. Desde sus primeros
días en nuestro país, se siente alarmada por los
Novum, Santiago, grados de pobreza que observa. Se moviliza
enérgicamente en busca de acciones de apoyo
2013, 151 páginas.
concreto de parte de diversas instituciones,
incluyendo a su propia congregación. No reci-
be las respuestas que esperaba, por lo cual,
con mucho dolor, renuncia a su orden religio-
sa. Logra unir esfuerzos con otras hermanas
y a fines de 1978, en Molina, el obispo Carlos
González Cruchaga las bautiza con el nombre
de “Hermanas del Buen Samaritano”. Evoca-
ban así una parábola que, como ellas mismas
expresan en el libro Una obra que brota del
corazón, que acá reseñamos, “es propiamen-
te el ejemplo de la vida de esta comunidad: la
plenitud que se encuentra en la entrega de sí
a favor de los demás”.
Con los años su obra gana consistencia y
se expande, registrándose en Europa y diver-
sos países americanos numerosas expresiones
de interés por participar en ella. Se suman vo-
luntarios. Fundan una docena de policlínicos,
establecen lugares de acogida a escolares y
entregan medicinas. Curan enfermos, alimen-
tan a mendigos. En 1982 comienzan en Molina
la construcción del actual Policlínico Herma-
nas del Buen Samaritano: “Esa primera piedra
apostada bajo el altar de la futura capilla ha
sido testigo de un milagro que se renueva día a
día, pues nunca falta cuando se trata de servir
a los más necesitados”. En los años siguientes
se inaugura allí una capilla y un comedor de ni-
60
ños, así como el lugar donde se radicaría toda
la comunidad religiosa. Se consolida, de ese
modo, una trayectoria de crecimiento en el ser-
vicio, que hoy se manifiesta también en casas
en Diego de Almagro, Vallenar y Curicó, ade-
más de hogares en España, México y Colombia.
“A los pobres enfermos los hemos de tratar
como a los seres más importantes de nues-
tras vidas”, es una frase que destacan, como
reflejo de su inspiración esencial, las religio-
sas en este libro lanzado en conmemoración
de los treinta y cinco años de su fundación. Y
también en homenaje a los setenta años de
profesión religiosa y de liderazgo en el servicio
de la Madre Irene.
La mención a ella ocupa un espacio rele-
vante en estas páginas, en las que se relata
que más de quinientas mil personas han sido
beneficiadas por la tarea de la institución. Cien-
tos de esos casos han sido atendidos por la
Madre Irene, “consolados y aliviados por sus
propias manos”. Ella, descrita como una mu-
jer pequeña de estatura, aunque de gran cora-
zón, hace recordar a la Madre Teresa de Calcuta
“por su espíritu decidido y apasionado de Dios:
‘Cuando recibimos un indigente, un enfermo
desparramado en las poblaciones marginales,
primero se le baña, se le atiende… y luego se
le pregunta quién es’”.
Este libro de gran atractivo despliega infor-
mación y elocuentes imágenes sobre la trayec-
toria y el quehacer actual de estas religiosas.
Ellas también han recibido apoyo para producir
videos, en formato DVD, que dan cuenta de la
actividad y razón de ser de la congregación y
difunden su labor de servicio. En este caso con-
creto, la publicación fue posible gracias al res-
paldo de Fundación Banmédica, entidad que
en su presentación señala que se trata de “un
tributo más a la iniciativa de las hermanas y
que esperamos que ayudará a encontrar nue-
vos colaboradores que permitan ampliar la red
de apoyo”.
Juan Rauld
AGOSTO 2014
H ay momentos en la vida en que la presencia de los
amigos es especialmente significativa: en momen-
tos alegres, como la culminación de alguna etapa im-
portante, el día del matrimonio, del examen de grado,
del nacimiento de los hijos o nietos… Pero también en
los instantes más tristes, como la muerte de los padres
o de otros cercanos. Entre mis mejores amigos cuento,
por cierto, a aquellos
La música
con los que he vivido
etapas o experiencias
fundantes; y, entre
como lugar
ellos, de modo muy
especial, a aquellos
con quienes he com-
partido la pasión por
de la amistad
la música.
En estos días fa-
lleció en Lima, Perú,
la madre de un amigo
muy querido que conocí hace casi 34 años, una tarde
de fines de diciembre, en una casa de Barrios Altos en
esa ciudad, y que luego, a comienzos de los ochenta,
vivió un tiempo en Santiago. En lo sucesivo no hemos
dejado de estar en contacto, pese a la distancia geo-
gráfica, y la vida nos ha regalado algunas ocasiones de
reencuentro. Nos conocimos tocando batería, cuando
ambos recién nos empinábamos en la veintena; forja-
mos la amistad junto a otros haciendo música y más
tarde la hemos compartido en Santiago, Tübingen o
Berlín. Ahora, ya en la flor de la edad, un tema predi-
lecto en nuestras conversaciones por mail o por Skype
son los progresos de nuestros hijos en el ámbito mu-
sical. En la partida de su madre, acompaño a Chiri con
estas líneas y recomiendo para la ocasión dos discos
que nos hablan de la amistad.
³³³
Robert Glasper Ex-
periment: Black Radio 2
(2014). El título del dis-
co indica que es la conti-
nuación de una obra. De
una excepcional obra,
habría que agregar. La
comenté en estas pági-
nas en agosto del año
2012, destacando que
este gran músico y pianista sabe integrar de modo
magistral diversas corrientes musicales, como tam-
bién el pálpito de la cultura, de la calle y, como lo dice
el nombre del disco, de la radio que escucha su gente,
la gente de su barrio. La base musical del proyecto de
Robert Glasper Experiment es el trío que componen
el pianista y líder, el contrabajista Vicente Archer y el
extraordinario baterista Chris “Daddy” Dave. Todo lo
que se agrega y que da como resultado este “expe-
rimento” es, precisamente, la conjunción de muchas
AGOSTO 2014
voces e instrumentos que Glasper sabe convocar y ar-
monizar como en una fiesta de amigos. No solo brillan
en la producción otros músicos y varios buenísimos
cantantes invitados (Brandy, Patrick Stump, la gran Jill
Scott, Norah Jones y otros), sino que además se inclu-
DISCOS
yen sonidos ambientales, conversaciones, ejercicios
vocales de los participantes, risas de niños… El resul-
tado no es, empero,
el simple registro del
desorden de una fies-
ta, sino una auténtica
obra de arte en que
confluyen sonidos
del soul, del rhythm
and blues contem-
poráneo, del hip-hop
y de lo mejor de la
electrónica. Y como
la idea fundamental
es transmitir la sensación de estar escuchando una
radio, la base de todo son canciones de estructura
clara y sin grandilocuencia. Lo importante, el sello,
lo pone Glasper con su musicalidad y su buen gusto
a toda prueba. Una radio para escuchar mientras se
hace el aseo de la casa (¿por qué no?), pero también
para acompañar una buena lectura o la sobremesa de
un grupo de amigos en algún restaurante de Ñuñoa.
³³³
Keith Jarrett & Char-
lie Haden: Last Dance
(2014). Este disco es
todavía más claramen-
te una conversación
de dos viejos amigos.
Como he explicado en
la presentación de su
primera parte —Jasmi-
ne—, en Mensaje de octubre de 2010, este registro
se hizo en la casa de Keith Jarrett, aprovechando una
visita del contrabajista Charlie Haden, quien ha falle-
cido recientemente.
Dos viejos amigos se reúnen, conversan un buen
rato, comparten la mesa al calor de un buen vino; “arre-
glan el mundo”, como corresponde en estos casos, y
luego les es impostergable hacer juntos lo que mejor
saben: tocar con su piano y su contrabajo viejas can-
ciones, que siempre es posible recrear. Me imagino
que se conocen tanto, que apenas ensayan (más bien,
se ponen de acuerdo) antes de registrar todo en una
grabadora. Es, en el fondo, la misma conversación que
continúa sin palabras o con las palabras de la música,
que incluye los silencios. El último tema del disco se lla-
ma, sencillamente, “Goodbye”, aunque todos sabemos
que Jarrett y Haden quisieron decir: “Hasta siempre”.
Fernando Berríos M. / fberriosm@uc.cl
61
MSJ DOCUMENTOS
Universidad Pontificia
de Comillas
“Defensa de la vida humana naciente y protección de
toda mujer gestante”, Madrid, julio 2014.
L 2.
a Universidad Pontificia Comillas, como Universi-
dad de la Iglesia regida por la Compañía de Jesús,
quiere ofrecer una reflexión serena y equilibrada
sobre la defensa de la vida naciente y protección de toda
madre gestante en este momento de encrucijada. En el
conjunto de nuestra acción universitaria —y de modo
particularmente intenso en varios de nuestros centros,
como la Cátedra de Bioética, el Instituto de Familia, la
Escuela de Enfermería “San Juan de Dios” o la Facultad
de Derecho— llevamos décadas trabajando al modo uni-
versitario1 por favorecer una cultura de la vida inspirada
por los valores evangélicos. Hoy queremos renovar ese
compromiso con esta declaración, a la que nos mueven
las razones que brevemente pasamos a exponer.
1. En todos nuestros trabajos e instituciones y en
nuestra común vocación del “mayor servicio” al
estilo jesuítico e ignaciano, aspiramos a ser testigos de
la misericordia y el amor de Dios por todos los seres hu-
manos, con respeto por el pluralismo y sin renunciar al
diálogo y a la tolerancia, en la convicción de que es po-
sible buscar y encontrar verdades fundamentales acerca
de la existencia humana. No puede haber servicio de la
fe sin promoción de la justicia; y no puede haber autén-
tica promoción de la justicia sin una ética consistente y
coherente de la vida. Como ha escrito el papa emérito
Benedicto XVI: “El libro de la naturaleza es uno e indivi-
sible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad,
el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una
palabra, el desarrollo humano integral. Los deberes que
tenemos con el ambiente están relacionados con los que
tenemos para con la persona considerada en sí misma y
en su relación con los otros. No se pueden exigir unos y
conculcar otros. Es una grave antinomia de la mentalidad
y de la praxis actual, que envilece a la persona, trastorna
el ambiente y daña a la sociedad” (CV, 51).
62
La defensa de la dignidad y del valor de la vida
humana es la primera condición necesaria para
encontrar la justicia y la paz en nuestra herida conviven-
cia ciudadana. Dicha defensa constituye el mínimo en el
que convergen democracia y derechos humanos. En los
últimos años, nuevos avances en el conocimiento de la
biología molecular del embrión y del feto nos llevan a la
convicción de que desde la concepción nos encontramos
ante una nueva vida humana distinta de sus progenito-
res y que, aunque dependiente y en fase de desarrollo,
merece el respeto y la protección de la que gozan todos
los seres humanos.
3. La defensa del valor y dignidad de la vida humana,
desde la concepción hasta la muerte, es un tema
de derechos humanos y no simplemente una cuestión
de preferencia personal o elección privada, y debería
sustraerse el debate de todo sesgo político y religioso.
De hecho, el debate sobre el aborto lleva a una frag-
mentación de nuestra sociedad. Son muy numerosos
los valores primordiales y humanos que se entrelazan
en la problemática de la defensa de la vida y protección
de la mujer embarazada, para dejarlos al albur de las
ideologías de uno y otro signo.
4. Nuestro ordenamiento jurídico, por la sentencia
del Tribunal Constitucional 53/85, define al nas-
citurus como un bien jurídico constitucionalmente pro-
tegido por el artículo 15 de nuestra Constitución, que
nos dice: “Todos tienen derecho a la vida”. Al referirse
a “todos”, nuestra Constitución no excluye a ningún ser
humano en cualquiera de las etapas de su ciclo vital o
en cualquiera de las circunstancias en que se encuentre.
Como ha declarado el Tribunal Constitucional, la vida
humana es un devenir, un proceso que comienza con la
gestación, en el curso de la cual una realidad biológica
AGOSTO 2014
 va tomando corpórea y sensitivamente configuración
humana, y que termina en la muerte; es un continuo
sometido por efectos del tiempo a cambios cualitativos
de naturaleza somática y psíquica. Por este motivo, el
Estado no puede desproteger la vida “en aquella etapa
de su formación que no solo es condición para la vida
independiente del claustro materno, sino que es también
un momento del desarrollo de la vida misma”.
5. Junto a la dignidad del nasciturus, hemos de tener
en cuenta el hecho de su gran vulnerabilidad; la
misma biología protege al concebido mediante el llamado
“vínculo de apego”2. El periodo de gestación es, pues,
muy importante para el desarrollo fisiológico y psicológi-
co del nuevo concebido. El vientre materno es la primera
casa del nuevo ser y en ella debería ser acogido como
un don y nunca como un problema, cuya solución sea el
desembarazarse de él.
6. Existe el derecho del nasciturus a ser protegi-
do por sus padres y por la sociedad, pero no
hay derecho alguno de la mujer, ni del varón, sobre el
concebido. Este es un tertium, genéticamente único,
y su vida debe ser protegida en cuanto constituye un
valor fundamental del ordenamiento jurídico. El pro-
yecto vital de cada ser humano, aun en sus etapas ini-
ciales, es tan inescindible, irrepetible, personalísimo
y único que no puede quedar en manos de un tercero
decidir que se desarrolle, aun cuando quien lo decida
sea quien aloja esa vida en su seno. La falta de sensi-
bilidad de nuestra sociedad nos ha llevado a tal pun-
to, en el que debemos proteger la vida del nasciturus
del pretendido derecho de la madre a decidir sobre la
vida de su hijo, aludiendo a un derecho de propiedad
sobre su propio cuerpo y olvidando que el concebido
es un tercero, que reclama para sí el derecho a la vida,
también en el caso de una reconocida discapacidad y
vulnerabilidad.
7. Aunque pudiera parecer, por los datos estadísti-
cos que se publican, que la interrupción voluntaria
del embarazo en cualquiera de las etapas del desarrollo
ontogenético goza de una amplia aceptación social, los
problemas psicológicos y humanos que quedan detrás
de los guarismos nos urgen, junto a la prioritaria pro-
tección de la criatura desvalida en el seno de la madre,
1 “La Universidad Católica, en cuanto universidad, es una comunidad académica que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad humana
y de la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales” (Ex corde
Ecclesiae, n. 12).
2 Se entiende por vínculo de apego la dependencia materno-filial que se da en los mamíferos placentarios entre la madre y el concebido; se trata de una dependencia de
tipo afectiva con base en el diálogo molecular madre-embrión desde las primeras etapas.
AGOSTO 2014
a acercarnos a la mujer que se encuentra enfrentada a
ese trance, a veces, difícil de superar.
8. Nos duele de una manera muy especial el conflicto
interior de las mujeres embarazadas que se en-
frentan al drama del aborto, víctimas de una tremenda
presión a veces social, a veces económica, a veces emo-
cional o psicológica. Estamos convencidos de que estar
a favor de la vida es estar a favor de la mujer.
9. Una de las mayores conquistas de nuestro tiempo
ha sido la liberación de la mujer, que le ha permiti-
do alcanzar la plena capacidad de decisión, libre de pre-
siones, discriminación y violencia. Estamos persuadidos
de que uno de los avances de la humanidad actual es la
consecución del despliegue del potencial de las muje-
res en todos los aspectos de la vida, para su realización
humana completa, como puede ser el acceso al mundo
laboral y profesional, cumpliendo una vocación especial,
la que, sin duda ninguna, desarrolla con gran competen-
cia. Es más, estamos convencidos del enriquecimiento
que ha traído a toda la humanidad el que la mujer haya
aportado sus nuevos puntos de vista y su sensibilidad a
una cultura y desarrollo humano fundamentados, hasta
hace muy poco tiempo, en los esquemas y referencias
de los varones, quienes ostentaban prácticamente todas
las responsabilidades sociales.
10. Admiramos, igualmente, el valor de la mater-
nidad y no nos parece justa la presentación de
la maternidad como una rémora para la plena liberación
de la mujer. La situación de injusticia y discriminación
sistemática había hecho de la mujer en algunas cultu-
ras una máquina puramente reproductiva. No es, pues,
extraño que ante este hecho se haya proclamado, como
en la Plataforma de acción de Beijing en 1995 (IV Con-
ferencia de Naciones Unidas sobre la mujer), que los
derechos humanos de las mujeres incluyen el derecho
a tener el control sobre sí mismas, a decidir libre y res-
ponsablemente sobre su sexualidad, incluida la salud
sexual y reproductiva. Ahora bien, sería un grave error
creer que tener el control responsable sobre su propio
cuerpo, le hace dueña de la vida que alberga en sus en-
trañas. No podemos estar de acuerdo con que palabras
como “libertad” o “elección”, cuando se utilizan en el
contexto del aborto, pasen a expresar la total libertad
63
MSJ DOCUMENTOS
de terminar con el embarazo sin límites o condiciones.
Estar a favor de la vida es estar a favor de la mujer, y
para que los derechos de la mujer y el respeto por la
vida en todas sus formas confluyan positivamente, la
sociedad no puede escatimar los recursos económicos
necesarios para apoyar la maternidad y la educación
sexual consistente con el respeto a la vida, apoyar la
conciliación de la maternidad con el desarrollo de la
mujer a todos los niveles, apoyar la corresponsabilidad
de los varones en la sexualidad y la crianza, apoyar el
proceso del embarazo sanitaria, psicológica y social-
mente, y apoyar a los menores en riesgo o a las perso-
nas con discapacidad, también después de nacidos. En
ello nos jugamos mucho.
11. Es verdad que vivimos en nuestro país en un
momento histórico muy conflictivo y de gran
dificultad; a nuestra sociedad actual le falta una gran
dosis de serenidad, equilibrio y humanidad, estando so-
brada de tensión y violencia. Algunos han afirmado que
vivimos en un mundo roto, donde desgraciadamente no
respetamos la vida en general: el deterioro del medio
ambiente, la crisis ecológica, la desaparición de especies
animales y vegetales, etc. La cifra de abortos que ha ido
creciendo anualmente —en España hasta unos 112.000
abortos legales en el año 2012— es un claro signo más
de nuestro poco aprecio a la vida.
12. La lucha contra el aborto no se ha logrado ni
con el modelo legal implantado en 1985 ni con
el posterior de 2010; antes, al contrario, el número de
abortos que oficialmente se produce en España sigue
mostrando unas cifras escalofriantes.
13. La realidad social, en lo que se refiere a la per-
cepción sobre los dilemas morales del abor-
to, nos ofrece un panorama que no parece fácilmente
resoluble en el corto plazo, debiéndose, a nuestro pa-
recer, apostar por elementos en los que la educación
ha de jugar un papel principal, y ello, sin detrimento de
la protección real que merece el nasciturus. Considerar
que una norma jurídica puede cambiar la realidad del
aborto a corto plazo constituye un acto que puede pe-
car de ingenuidad. Ciertamente, la vida del nasciturus
es un bien jurídico digno de la mayor tutela a través de
los medios más eficaces de protección. Pero precisa-
mente la idoneidad de los procedimientos de defensa no
implica necesariamente acudir en todo caso al recurso
jurídico más traumático, como es la intervención penal.
De sobra es sabido que este instrumento jurídico debe
64
constituir la ultima ratio del legislador, pues la sanción
penal no deja de ser un mal aflictivo; pero además hay
que tener presente que la respuesta punitiva puede re-
presentar un medio inadecuado, incluso contraprodu-
cente, en determinados supuestos de gravedad en que,
por encontrarse involucrados varios bienes de enorme
valor, lejos de lograr cumplir sus fines preventivos, no
solo no reduce el daño que trata de evitar, sino que lo
puede incrementar dolorosamente con más perjuicios. La
propia Congregación para la Doctrina de la Fe reconoce
que “la ley humana puede renunciar al castigo, pero no
puede declarar honesto lo que sea contrario al derecho
natural” (De aborto procurato, 21). Así las cosas, hay
que procurar agotar el uso de otros mecanismos, tanto
jurídicos como de otra índole, que sirvan de verdad al fin
de prevención sin causar mayor sufrimiento.
14. Junto a la educación, la protección a la mater-
nidad desde diferentes esferas, como son las
económicas, laborales, culturales, sociales o sanitarias,
son deberes del Estado y grandes tareas del conjunto
de la sociedad. No basta, pues, con prohibir o educar,
sino que es indispensable promover políticas efectivas
de protección a la maternidad, de manera que la ausen-
cia de las mismas no abonen e incidan en la opción de
interrumpir el embarazo. Como dice la Congregación
para la Doctrina de la Fe en el mismo documento recién
citado: “No se puede jamás aprobar el aborto; pero, por
encima de todo, hay que eliminar sus causas” (n. 26). En
este camino de intentar eliminar las causas que llevan
a tan elevado número de abortos en nuestra sociedad,
creemos que la Universidad tiene un importante papel.
La Universidad puede colaborar —y la nuestra lo hace
con seriedad y rigor— con el Estado y la sociedad civil
al servicio de una cultura de la vida en la promoción de
políticas justas y efectivas de protección a la materni-
dad, de adopción, de familia, de empleo, de migración,
de educación y de salud, que incidan positivamente en
la opción de no interrumpir el embarazo.
15. Y, finalmente, deseamos que la Universidad
contribuya desde el desempeño de sus fun-
ciones a lo que el papa Francisco pidió en la entrevista
concedida a La Civiltà Cattolica al referirse también a las
mujeres antes, durante y después del aborto o de la deci-
sión de tener el hijo: “Es necesario considerar siempre a
la persona. Aquí entramos en el misterio del hombre. En
la vida —precisó— Dios acompaña a las personas y no-
sotros debemos acompañarlas a partir de su condición.
Es necesario acompañar con misericordia”.
AGOSTO 2014
Alberto Etchegaray Aubry
Albert Leandro Herrera Zeppelin
Alejandro Jordán Fresno
Alejandro Raúl Murúa Barbenza
Alfredo Mateluna Arestizábal
Álvaro Undurraga Pereira
Ana María Fernández
Andrés Aylwin Chiorrini
Armando Luis Di Filippo
Beatrice Ávalos Davidson
Carlos Massad Abud
Carlos Molina Zaldívar
Carlos Paul Lamas
Carlos Portales Greene
Carlos Valdebenito Valdebenito
Carmen Fontova Costa
Carmen S. García Figueroa
Carmen López Moure
Carmen Luz Esparza
Centro de Estudios del Desarrollo
Chaves Awad Contreras Schürmann
CLAPS S.A.
Claudio Seebach Speiser
Claudio Zamorano Valenzuela
Colegio Champagnat - Villa Alemana
Colegio Compañía de María Seminario
Colegio De Los Sagrados Corazones –
Providencia
Colegio Institución Teresiana
Colegio Nuestra Señora del Camino
Colegio Rubén Castro - Valparaíso
Promoción 1960.
Colegio Sagrado Corazón de Talagante
Colegio San Esteban Diácono
Colegio Teresiano Enrique Ossó
Congregación Instituto Hijas de
María Auxiliadora
Congregación Misioneros Claretianos
Conrado Cartes Montecino
Constructora Ahumada Ltda.
Corporación Educacional Uno
Cristián Cajas Silva
Cristián Herrera Amenabar
Christian Didier Fierro
Cristián Fierro Correa
David Ojeda Ortiz
Davor Harasic Yaksic
Dionisio de la Cerda Etchevers  Juan Jaime Chiang Acosta
Domingo González Carballal
Eduardo Vidal Ramírez
Enrique Barros Bourie
Enzo Devoto Canessa
Escuela de Periodismo PUCV
Escuela San Ignacio de Loyola
de Valparaíso
Esteban Valenzuela Van Treek
Famila Flores Álvarez
Familia Lara-Saintard
Familia Macaya Araneda
Familia Ortega Araya
Fanny Dittborn Baeza
Fanny Henríquez Venegas
Federico Willoughby-MacDonald Moya
Felipe Abbott Matus
Fernando Echeverría Vial
Fernando San Martín – SMC Ingeniería
Fernando Sole Besoain
Francisca Castro Fones
Francisco Javier Vial Herrera
Francisco Valenzuela Cornejo
Fundación Educacional San Pablo –
Coyhaique
Gabriel del Fávero Valdés
Gabriel del Río Artigas
Gilda Guzmán Moebis
Gonzalo Cubillos Prieto
Gonzalo Soffia Contreras
Guillermo Larraín Ríos
Guillermo Le Fort Varela
Guillermo Piedrabuena Richard
Gustavo Montaldo Lorca
Gustavo Serrano Mahns
Gustavo Soria Ventura
Helga Steffen Riedemann
Hermanas de Santa Ana
Hermanos Maristas Instituto
Chacabuco, Los Andes
Hugo Alejandro Cerda Bruna
Hugo Cifuentes Lillo
Hugo Errázuriz Echenique
Instituto de Humanidades
Luis Campino
Isabel Vial Donoso
Ivo Breskovic Vivar
Jaime Jeldres Vargas
Jaime Ravinet de La Fuente
Jaime Vela Rodrigo
Jimena Mason León
John T. Wormull Gibbs
Jorge Cauas Lama
Jorge Correa Reyes
Jorge Gissi Bustos
Jorge Orchard Pinto
José Joaquín Brunner
José Luis del Río
José Luis Larroucau Reitze
José Manuel Borgoño Barros
José Tomás Jory Guzmán
José Torres Muñoz
Joseph Ramos Quiñones
Juan Cunill Castro
Juan C. Imboden Anwandter
Juan Decombe Villalobos
Juan Omar Marchant Pino
Juan Pablo Bas Mayo
Juan Pablo Figueroa Soto
Julio Vidaurrázaga Vodanovic
Leopoldo Arroyo Lizama
Lexy Orozco Salas
Luis Ajenjo Isasi
Luis Bork Vega
Luis Ortiz Quiroga
Luis Pedro Errázuriz Fantoni
Luis Teodoro Díaz Müller
Manuel Antonio Garretón
Manuel Méndez Becerra
Manuel José Salinas Acuña
Manuel Núñez Poblete
Manuela Gumucio Rivas
Marco Cariola Barroilhet
Margarita Gili
Mariano Luis Enrique Lacalle Penafiel
María Elena Andonie Araque
María Isabel Olmedo
María Josefina Bilbao Mendezona
María Loreto Herrera Larraín
María Luisa Pérez Walker
María Marta Raggio
PATROCINADORES
Maria Teresa Undurraga Gazitua
Matías Bernier Bórquez
Matías Ignacio Forno Stingo
Matrimonio Labbé Chiuminatto
Mauricio Lillo Barrios
Mauricio Vargas Lizana
Miguel Ángel Chavez Pérez
Moneda Asset Management
Nelson Rodriguez Arratia
Nibaldo Lara Urra
Nielsen de Paula Pires
Norman Hansen Rosés
Olga Noemi Callejas
Orlando Valle Venegas
Orompeyo Inversiones
Óscar Godoy Arcaya
Osvaldo Aragón Vergara
Osvaldo Villar Sánchez
Pablo Corvalán Durán
P. Universidad Católica
de la Santísima Concepción
Pablo Santa Cruz
Patricia Ríos Tapia
Patricio Burdiles P.
Paula Barrientos Estévez
Paulina Anguita Gutierrez
Pedro Antonio Lluch Fabry
Pedro Cristi Bravo
Pedro Donoso Brant
Preuniversitario Futuro – Talca
Prof. Dra. Margit Eckholt, Osnabrück
Ramón Santelices Tello
Raúl Troncoso Delpiano
René Bobadilla López
René Corvalán Latapia
Roberto Méndez Torres
Robinson Ferrada Nuñez
Rodolfo Caballero Muñoz
Rodrigo Caro Cordero
Roberto Durán S.
Rodrigo Pablo Roa
Rogelio Ivan Gonzalez Perez
Secretariado Misional Verbo Divino
Seminario Pontificio Menor
Sergio Bitar Chacra
Sergio Fernando Bello Silva
Sergio Melo San Juan
Sergio Molina Silva
Trinidad Jiménez Orrego de Izquierdo
Universidad Católica de Temuco
Verónica Cabezas Gazaga
Vicente Exequiel Valdivieso Davila
Vicente Sota Barros
Víctor Irribarra Donoso Si Ud. desea integrarse
Vinolab Ltda. a los patrocinadores de
revista Mensaje, solicite
Waldo Ortega Matías un ejecutivo o envíenos
Zarko Luksic Sandoval sus datos.
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