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Pepa Medina
TEMA 32
ENFERMEDADES INFECCIOSAS DEL APARATO URINARIO.
Infecciones de las vías urinarias
Las infecciones de las vías urinarias (IVU) siguen en frecuencia a las del aparato
respiratorio. Se estima que el 10 -20% de las mujeres sufre al menos un episodio
de IVU a lo largo de su vida. A partir de los 50 años la prevalencia de IVU en los
varones aumenta de forma progresiva, quizás en relación con patología
prostática o manipulaciones urológicas. En la mujer la prevalencia de IVU pasa
del 1% en la edad escolar al 5% a los 20 años, coincidiendo con el inicio de las
relaciones sexuales y los embarazos. A partir de esta edad sigue en aumento a
razón del 1-2% por cada década de vida, de modo que a los 70 años más del 10%
de las mujeres tienen bacteriuria asintomática. En ancianos de ambos sexos
afectos de una enfermedad crónica u hospitalizados, la prevalencia de
bacteriuria supera el 25% de la población. La importancia de las IVU radica no
sólo en su frecuencia, sino también en el riesgo que entrañan de originar
bacteriemia, lesión renal progresiva.
La infección puede localizarse en la uretra (uretritis), la vejiga (cistitis), la
próstata (prostatitis) o el riñón (pielonefritis).
CISTITIS
Patogenia
El mecanismo habitual de producción de la IVU es el ascenso de gérmenes desde
el meato urinario hasta la vejiga.
En condiciones normales, la orina y las vías urinarias son estériles y sólo la
uretra distal está colonizada por flora cutánea y vaginal constituida por
Staphylococcus, difteroides, estreptococos no hemolíticos, Lactobacillus,
Mycobacterium smegmatis y microrganismos anaerobios. En ocasiones, y de
forma transitoria, pueden encontrarse Escherichia coli u otros bacilos
gramnegativos (BGN). En cambio, la mayoría de las mujeres con IVU sufren
previamente colonización significativa y persistente por estos gérmenes.
En la mujer la uretra es corta y permite el paso de gérmenes hacia la vejiga, en
especial durante el coito. En cambio, en el varón la uretra tiene mayor longitud y,
junto con la presencia de una sal de cinc de efecto bactericida que secreta la
próstata normal, evita el ascenso espontáneo de gérmenes. En el varón la IVU
obedece en general a la manipulación instrumental de la uretra, a la existencia
de prostatitis crónica o a la presencia de una anomalía urológica.
Una vez que los gérmenes han alcanzado la vejiga, el hecho de que colonicen u
originen infección de la mucosa depende del binomio virulencia y eficacia de los
mecanismos de defensa. La virulencia está en relación con la capacidad del
microrganismo para adherirse a la mucosa vesical y con la densidad de la
Pacientes con sonda uretral. Los pacientes con sonda uretral permanente sólo
deben recibir tratamiento antibiótico cuando presentan clínica de infección.
Es necesario además cambiar la sonda, porque el antibiótico no elimina los mi-
crorganismos que crecen adheridos a su superficie.
Evolución y profilaxis
La mejoría clínica de una infección urinaria no significa que el paciente esté
curado, puesto que la bacteriuria puede persistir en ausencia de síntomas.
Etiología y patogenia.
La prostatitis aguda bacteriana suele deberse a infección por BGN, en particular
E coli, seguida en orden de frecuencia por Klebsiella spp, Poteus spp y Preudo
monas aeruginosa
Los gérmenes pueden alcanzar la próstata por tres vías: a) por reflujo de
orina contaminada o infectada, a través de los conductos prostáticos que
desembocan en la uretra; b) por diseminación hematógena, o c) por propagación
de flora fecal a través de los ganglios linfáticos.
Pielonefritis
Concepto.
La infección del tracto urinario superior (IUS) es una entidad diferenciada
dentro del conjunto de las infecciones urinarias. El diagnóstico de pielonefritis
aguda es clínico y corresponde al síndrome que acompaña a la respuesta in-
flamatoria ante una invasión bacteriana del parénquima renal. La pielonefritis
crónica es un diagnóstico fundamentalmente radiológico, caracterizado por
cicatrices renales y cambios destructivos en el sistema calicial.
Infecciones intrahospitalarias.
Las infecciones adquiridas en el hospital, cuya importancia es creciente,
presentan un cuadro bacteriológico distinto. Aunque E coli continúa siendo la
bacteria más frecuente, suele tratarse de cepas intrahospitalarias con múltiples
resistencias antibióticas. Otras bacterias que se deben tener en cuenta son
Preudomonas aeruginosa y Serratia, ya que a veces aparecen en brotes
epidémicos intrahospitalarios. También pueden encontrarse Staphylococcus
epidennidis y hongos del tipo Candida.
Fisiopatología y epidemiología.
Las vías posibles por las que los microrganismos pueden alcanzar el riñón: a) a
partir de la sangre; b) por vía ascendente desde la vejiga, a través de la luz del
uréter, la primera sólo ocurre durante sepsis sistémicas con punto de partida en
otro órgano, siendo la segunda la que ocasiona la mayoría de las pielonefritis.
La llegada de bacterias al riñón desencadena la expresión de diversas citocinas y
factores quimiotácticos de neutrófilos, incluyendo interleucinas 1 a 6, y factores
estimulantes de la formación de colonias de granulocitos y macrófagos. Entre los
mecanismos celulares por los cuales la infección urinaria causa lesión
parenquimatosa y ulterior cicatrización se incluyen la producción de radicales
libres de oxígeno y la liberación de proteasas por parte de los neutrófilos que
infiltran el riñón.
? Dolor e incomodidad .
? Ateración en los hábitos relacionados con la frecuencia, urgencia e indecisión
en la eliminación de orina
INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA
? Se alienta al paciente a que ingiera cantidades considerables de líquidos para
promover el flujo sanguíneo renal y lavar las bacterias por la orina. Se deben
evitar los líquidos que irritan la vejiga, como café, té y bebidas de cola. Sele
indica que intente la micción frecuente (cada 2 a 3 h) para vaciar por
completo la vejiga, ya que esto disminuye de manera significativa la cuenta
bacteriana, reduce la estasis urinaria y previere la reinfección.
? Son útiles los antiespasmódicos para aliviar la irritación y el dolor de la vejiga
urinaria. El ácido acetilsalisilico, el calor al perineo y los baños calientes
ayudan a mitigar la urgencia, la Incomodidad y los espasmos.
Enseñanza al paciente. Las mujeres que padecen Infecciones repetidas de
vías urinarias deben recibir Indicaciones detalladas de los siguientes puntos:
2.Beber gran cantidad de líquido durante el día para limpiar de bacterias; evitar
café, té, cola y alcohol.
3.Orinar cada 2 a 3 h durante el día y vaciar por completo la vejiga. Esto evita la
sobredistensión de la vejiga y la alteración de riego sanguíneo a las paredes de la
misma, lo que predispondría a infección de vías urinarias.
EVALUACIÓ N
RESULTADOS ESPERADOS
? Experimenta alivio de dolor, urgencia, disuria y fiebre.
? No hay dolor, urgencia, disuria.
? Toma los analgésicos y antimicrobianos según lo prescrito.
? Bebe ocho a 10 vasos de agua al día.
? Orina cada 2 a 3 horas.
? Elimina orina clara e inodora.
? Aumenta sus conocimientos sobre medidas preventivas y modalidades de
tratamiento prescrito.
? No presenta complicaciones.