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DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
I
Integración Estudiantil se constituye para luchar por una educación nacional, científica,
democrática y vinculada al pueblo, comprometiéndose con la clase trabajadora y los sectores
populares en la conquista de sus reivindicaciones y su liberación definitiva. En cada centro de
estudios (universidad, colegio, instituto, academia preuniversitaria) organiza a las masas para
la defensa, reconquista y ampliación de los derechos estudiantiles y su integración al cambio
social. Nuestra organización asume la tesis de José Carlos Mariátegui, en el sentido de que no
es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin
democratizar, por ende, su superestructura política; por tanto, luchamos por una educación
justa e igualitaria, posible con un Perú Nuevo.
II
Integración Estudiantil está formada por estudiantes con una clara definición antiimperialista
y democrática. Los tres pilares de; el socialismo científico como método contemporáneo de
interpretación y transformación de la realidad social, y; la tradición histórica de lucha de
nuestro pueblo, desde la resistencia indígena contra el colonialismo español hasta las luchas
obreras, campesinas y estudiantiles contra los entreguistas y represores grupos de poder
durante nuestra vida republicana. Como referente amplio de masas convocamos en nuestras
filas a estudiantes con opción revolucionaria, integrando posiciones patrióticas, democráticas,
socialistas y proletarias que pretenden un cambio real de estructuras.
III
La educación impartida en los diversos niveles educativos es uno de los mayores centros que
tiene la clase dominante en una formación social capitalista dependiente, marginal y atrasada
para defender y reproducir su ideología. Es el lugar donde se instruyen las nuevas
generaciones con modelos educativos orientados a consolidar el poder económico y político,
sosteniendo las caducas relaciones sociales que explotan a millones de peruanos y subordinan
los intereses nacionales a los designios de los grandes monopolios, al Fondo Monetario
Internacional y al Banco Mundial. Estos mismos organismos imponen políticas educativas
antipopulares, privatizadoras y autoritarias a través de gobiernos serviles, reproduciendo así
una formación tecnócrata y anticientífica, desligada de realidad peruana y de la necesidad de
desarrollar nuestras fuerzas productivas. Sin embargo, es en la lucha social donde nos
educamos en nuevas concepciones para desarrollar una conciencia solidaria y liberadora que,
sin ser oficial, contribuye a la firme tarea de emancipación social y a la conquista de una
educación al servicio del bienestar material y espiritual de los pueblos de nuestro Perú.
IV
La educación y la universidad peruana atraviesan una de las mayores crisis de su historia. El
déficit de educación pública y gratuita es una consecuencia de la ofensiva neoliberal que
conduce al abandono presupuestario y a la privatización, convirtiendo el derecho a la
educación en un privilegio. Pero la crisis tiene dimensiones aún mayores. La mundialización
de la economía y el progreso de las fuerzas productivas sociales nos abren las puertas de la
revolución tecnológica: son los tiempos de la clonación, la información digital, la tecnología
satelital y la modernización productiva. Este proceso material bautizado como “globalización”
por los apologistas del libre mercado es incongruente con el nulo aprovechamiento social de
estos avances en los países dependientes como el nuestro. Por ello, la universidad peruana no
incorpora críticamente nuevos conocimientos tecnológicos y científicos, mucho menos los
produce debido a nuestra ubicación en la división internacional del trabajo. Formar hombres
y mujeres que sirvan al país y a las clases mas necesitadas requiere de otro tipo de educación
que nazca del pleno conocimiento de nuestra realidad social y de lo más avanzado de la
ciencia, guiada por una ética solidaria.
V
Las luchas estudiantiles se vinculan a la lucha de clases, por ello el fin supremo de Integración
Estudiantil es la revolución nacional, democrática y popular como única vía para hacer
realidad una patria nueva, justa y soberana. Reconocemos a la clase trabajadora como la
vanguardia de las luchas por la liberación nacional y social, única garantía de conducir de
manera ininterrumpida la gesta revolucionaria, la conquista del poder popular y la
construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores, proceso social del que nace un
nuevo sistema educativo. Para este objetivo Integración Estudiantil se propone aportar a la
construcción del frente de masas que agrupe a trabajadores, campesinos, estudiantes y a todos
los sectores explotados y oprimidos por el imperialismo. Este camino se nutre de las
condiciones de la lucha nacional y continental, en solidaridad con quienes luchan por una
misma causa para la integración soberana de nuestros pueblos, valorando el legado
anticolonialista de Túpac Amaru y Bolívar, asumiendo el ideario antiimperialista,
internacionalista y revolucionario del amauta Mariátegui y del Che Guevara.
VI
Integración Estudiantil considera a la universidad y centros de enseñanza como escenario de
la lucha de ideas; pues, además de mantener el control y reproducción de los medios de
producción, la elite dominante busca reproducir los niveles de conciencia social en base a la
estrategia imperial de recolonización; por ello es necesario enfrentar la campaña neo-
macartista impuesta por el imperialismo y su estado lacayo, difundiendo el pensamiento
científico, humanista y solidario en las aulas y fuera de ellas, abriendo, por diversos medios,
el debate académico y político en torno a los problemas que amenazan a la humanidad, al país
y a la población de menos recursos. Desde aquí se abren espacios para gestar y unirse a la
lucha reivindicativa y política del movimiento popular, del cual es parte el movimiento
estudiantil; de modo que no es suficiente combatir por nuestras reivindicaciones académicas,
económicas y políticas inmediatas, sino que también urge integrarnos a las luchas
democráticas y populares, emprender el debate con toda idea retrógrada, metafísica,
deshumanizante e individualista y afirmar una visión integral de nuestra cultura nacional,
asimilando lo más avanzado de la humanidad.
VII
Integración Estudiantil reconoce al movimiento estudiantil como un componente natural e
indesligable del movimiento popular, con características y alcances propios. Afirmamos que
la crisis de dirección y organización del movimiento estudiantil peruano debe ser superada en
base a la reconstrucción, maduración y reorientación nacional de sus organizaciones naturales,
principalmente los gremios, quienes deben adaptarse a las nuevas demandas estudiantiles, a
la acción y organización de bases, de donde vienen emergiendo las nuevas vanguardias; esta
es una verdad demostrada por los diversos periodos de lucha que el movimiento estudiantil ha
librado durante la historia de nuestro país. En este camino nace de la necesidad de unir al
movimiento estudiantil, a sus sectores progresistas y democráticos para la defensa del derecho
a una educación pública, integral, gratuita, científica y nacional, gestando una nueva Reforma
Universitaria orientada a una formación profesional que se fusione con realidad peruana.
VIII
Revaloramos el heroico legado de aquellos estudiantes que en la lucha universitaria y social
han sufrido la represión del sistema; a la generación de la I Reforma Universitaria en Cusco y
Lima, a inicios del siglo XX; a los fundadores de nuestras primeras federaciones estudiantiles;
a los que se vincularon decididamente a las gestas obreras y
campesinas; a los que decidieron enfrentar a las dictaduras militares y entreguistas; a los
innumerables mártires, desde Guido Calle y Alarcón Vidalón hasta los más recientes caídos
en Puno, en plena lucha nacional por la reforma universitaria antineoliberal; a los que
otorgaron sus esfuerzos y su vida por nuestros derechos y nuestros ideales de liberación, en
especial a nuestro querido y recordado Luís de la Puente Uceda, referente fundacional de la
izquierda revolucionaria, abatido por los fuerzas represoras hace 40 años. De estos caminos
inagotables y nobles esfuerzos se nutre hoy Integración Estudiantil para constatar que la
juventud no sólo es la esperanza del mañana, es la acción de hoy o no es nada.
IX
Nos reafirmamos en nuestra consigna fundacional: SIN LUCHAS NO HAY VICTORIAS.
Ponemos al centro de nuestra actividad la acción directa de masas y su maduración política,
programática y organizativa, empleando los medios necesarios y susceptibles de ser usados
para alcanzar los objetivos del movimiento estudiantil y popular; sabemos que ni las
autoridades universitarias, ni la burocracia dorada del estado burgués, pro-imperialista y
antipopular, van a satisfacer de manera voluntaria nuestras justas demandas. Por estos
motivos, nos movilizamos y organizamos junto a nuestro pueblo, buscamos integrarnos a los
trabajadores, campesinos, desempleados y sectores empobrecidos que anhelan el cambio
social, para luchar juntos por un Perú Nuevo dentro de un Mundo Nuevo. Asumimos con
alegría y optimismo nuestro rol generacional e histórico. Con todas las fuerzas de la historia,
VENCEREMOS!!!
LINEAMIENTOS PARA EL TRABAJO DE MASAS DE INTEGRACION ESTUDIANTIL
- Línea de Masas aprobada por el II Plenario de IE -
1. La táctica central
Definir un enfoque político integral, así como las conductas, métodos y estilos de trabajo en
nuestra relación con las masas y en la lucha por los objetivos del movimiento estudiantil
requiere de la realización de una estrategia concreta.
Nuestro programa máximo se basa en la transformación social del país y la conquista de una
nueva educación. Nuestra estrategia general consiste en integrar la lucha estudiantil por una
educación científica, democrática y nacional a la construcción del poder popular para derrotar
al imperialismo y conquistar la liberación de nuestra patria camino a un Perú Nuevo.
Por ello definimos como táctica central: la organización y rearticulación del movimiento
estudiantil en torno a la lucha por la defensa, reconquista y ampliación de sus
reivindicaciones y por el acceso de las mayorías a la ciencia, la tecnología y la cultura;
desde un enfoque anti neoliberal, revolucionario y popular.
Nuestros métodos de trabajo deben centrarse en este objetivo fundamental, partiendo del
principio dialéctico “de las masas a las masas”, esto quiere decir recoger las ideas,
expectativas y reivindicaciones dispersas – muchas veces confusas - de las bases y elevarlos
a planteamientos concretos y programáticos del movimiento estudiantil, llegando nuevamente
a las masas con mayor precisión y traduciendo esta influencia en acción política. En
consecuencia, nuestras tareas y nuestros métodos de trabajo deben buscar acercarnos a las
bases y a sus sectores más avanzados, combatiendo toda tendencia al empirismo, al
seguidismo y al burocratismo.
Tenemos aún fresca la visión de haber trabajado 8 años con selectividad estrictamente
partidaria. Sin embargo, cae de su propio peso la conclusión de que nuestra organización
estudiantil no puede reemplazar al partido de la clase obrera y que, encontrándose en proceso
de agrupamiento los elementos que propugnan la reconstrucción y unificación de dicha
vanguardia, nuestra plataforma programática y nuestra estructura debe atender a los objetivos
propios del movimiento estudiantil bajo la visión de converger en un auténtico frente de
masas.
Dichos objetivos y dicha forma de trabajo sólo se alcanzarán plenamente en la medida que
demos un vuelco profundo hacia las bases, elevemos su nivel de organización, de conciencia
y de lucha, ganando a nuestra causa a sectores cada vez más extensos del movimiento
estudiantil en la tarea de fusionar la formación educativa y profesional con la realidad social
del Perú y las esperanzas de las grandes mayorías excluidas. Para ello debemos, en todo
momento, ligar la dirección a las masas.
Nuestro método fundamental para organizar a las masas es desarrollar sus instancias básicas
(delegaturas, comités de aula, base, círculos de estudio, centros, federaciones, etc)
consolidarlas y dotarlas de una perspectiva unitaria en la lucha estudiantil, reconociendo su
estructura gremial como fundamental. La organización estudiantil ha sido golpeada por la
ofensiva neoliberal, su principal factor de dispersión y de relativa desmovilización en el
conjunto del pueblo es la ausencia de conciencia política. La ruptura de las masas con la
política tradicional nos obliga a ir más a fondo a su organización natural.
El estilo de trabajo de IE parte del principio: “todo con las masas, nada sin ellas”, luchando
al frente de ellas, no detrás (seguidismo) ni adelantándose para “andar más rápido”
(vanguardismo), mucho menos desestimándolas (burocratismo); estas desviaciones
perjudican nuestro trabajo y no permiten el avance del movimiento estudiantil. Grandes
lecciones tenemos en nuestros propios errores. Cuando no presentamos propuestas ante las
masas en las reuniones y nos dejamos llevar por la corriente incurrimos en seguidismo, esto
ha ocurrido en algunas jornadas cuando carecíamos de planes concretos y actuábamos a la
deriva, al tanteo (empirismo). Cuando algunos de nuestros compañeros nuevos asumen que
las masas “no están a nuestra altura”, “no comprenden”, sectariamente concluyen que ellos
pueden avanzar sin ellas (vanguardismo). Cuando no ejercemos nuestra representación
pública para organizar a las masas y preferimos salidas administrativas a sus demandas
(burocratismo).
Estos errores han sido detectados en su momento, su corrección está en marcha; en otros
grupos o partidos son consustanciales a su línea política, por ejemplo: el vanguardismo y
sectarismo del anarco-infantilismo, su dinámica autoritaria con las masas; el horizontalismo
anarcoide de los troscos y el burocratismo de la izquierda reformista.
Por tanto nuestros comités de base deben garantizar que la militancia conozca, estudie y
participe de las opiniones, estado de ánimo y expectativas de las masas estudiantiles, a fin de
poder orientarlas sobre la base de una información directa y a fin de acercar a sus elementos
más destacados; para ello el militante debe ser sencillo, comprensible y estar predispuesto a
la labor colectiva, defender sin vacilaciones los intereses del movimiento estudiantil y popular
y actuar con la legitimidad y la autoridad que dan el ejemplo y la consecuencia en las aulas
y en las calles. Aquí la planificación tiene una importancia central para superar el empirismo
en el trabajo de masas.
La izquierda perdió la batalla ideológica en los 90; hoy, ante la inviabilidad de la política
educativa y económica, es tarea de IE y los revolucionarios incidir, desde todos los medios
(prensa, trabajo académico, espacios culturales, círculos de base, extensión social, etc) en la
conciencia de las masas estudiantiles y su avance ideológico; sin ello no es posible avanzar
en la organización y la lucha estudiantil.
b) El estudio de la historia económica y social del Perú, teniendo como hilo conductor las
luchas de nuestro pueblo por su liberación e incidiendo en la propia historia del movimiento
estudiantil.
c) El estudio del socialismo científico como base teórica indispensable para comprender la
lucha de clases y del método dialéctico para abordar el conocimiento de los problemas sociales
y nuestra propia formación profesional.
La formación no tiene otro sentido que elevar la práctica a su nivel transformador, entonces
debemos fusionar estos aspectos generales con el análisis concreto de la situación concreta
en cada base donde activa Integración Estudiantil, sabiendo dar respuestas políticas a los
diversos problemas del movimiento estudiantil y avanzando en la batalla de ideas frente a la
reacción y sus grupos serviles, anteponiendo los intereses, el programa y la acción del
movimiento en su conjunto.
Con ello no buscamos hacer una isla dentro de otra, lo que buscamos es avanzar en la lucha
teórica, académica y cultural de la mano con las masas, convirtiendo esa perspectiva de
trabajo en fuerza de movilización para reformas inmediatas y para una transformación
cualitativa de la lucha. Aquí debemos tener presentes dos criterios; primero, incidir en la
relación de la educación con el progreso social y la soberanía de nuestro pueblo, y; segundo,
tener en cuenta las cuestiones específicas de cada carrera o centro de estudios, reconociendo
la diferenciación de las ciencias sociales, el derecho, las ingenierías, las ciencias básicas, las
carreras técnicas y la propia educación popular; unidas todas, además, en la tarea de lograr
una dinámica de instrumentalización de la formación para la lucha social, queremos cuadros
que hagan de sus conocimientos profesionales, científicos y técnicos un arma para organizar
al pueblo y luchar junto a él. La lucha académica e ideológica en las aulas y fuera de ellas es
fundamental para forjar una visión crítica y científica frente a las concepciones reaccionarias
dominantes, por tanto debe ser asumida como tal por los estudiantes de vanguardia.
Quiere decir que nuestra política de unidad se avoca a fortalecer los organismos naturales de
las masas para articular una respuesta unitaria frente a la ofensiva neoliberal (enemigo
principal expresado en el gobierno y las autoridades reaccionarias), para defender y conquistar
nuestros derechos, para recuperar el espacio de las ideas de cambio y hacer política
universitaria desde la izquierda para el avance de la lucha popular. Para lograr ello no bastan
con nuestras propias fuerzas e incluso siendo una organización que cada vez gana más
presencia política en las bases estudiantiles debemos trabajar conjuntamente con los diversos
agrupamientos que coincidan en la práctica con los objetivos concretos de IE que son los
mismos que los del movimiento estudiantil, para ello debemos tomar en cuenta dos criterios
fundamentales:
a) Hacer unidad para la acción. Lo que quiere decir que la unidad no la establecemos en base
a especulaciones o para auto convencernos siempre los mismos entre cuatro paredes, sino para
luchar por el programa concreto del movimiento estudiantil. Como ejemplo tenemos el frente
único de lucha estudiantil en la UNI hace 2 años o la movilización anti neoliberal en SM y la
lucha del FUP. Cuando los grupos rehúyen a esta necesidad, la lucha decae o las masas los
rebasan, quedando obligados a intervenir en unidad concreta.
Aquí debemos reconocer en cada centro de masas a las agrupaciones que objetivamente están
de nuestro lado, con los estudiantes, con el pueblo, y quienes no; erradicando el purismo de
no querer luchar en un solo frente común y cuidándonos de cualquier tentación burocrática de
entender la unidad como simple suma de membretes. La unidad gremial y reivindicativa no
excluye sino a quién está con el enemigo o a quien no quiere luchar (autoexclusión), mientras
que el nivel político de las alianzas buscará en todo momento fortalecer esta unidad básica ya
que somos una organización de masas para la lucha, no un grupo de sabiondos de escritorio.
Ello no anula el cuestionamiento a las burocracias que usurpan algunas representaciones
estudiantiles.
b) Tener en cuenta las particularidades de casa base. Debemos dar respuesta a la actual
dispersión orgánica del movimiento estudiantil, las organizaciones aún no están en madurez
y su alcance en la mayoría de las bases luchadoras no deja de ser local, en muchos casos no
tienen vinculación con algún proyecto político del campo popular; por ello en cada base, cada
comité debe trabajar la política de frente único en torno a las organizaciones realmente
existentes en la lucha, construyendo un sólo bloque (incluso espacios por facultades) para
superar la dispersión y favorecer la maduración política del movimiento, ponderando
adecuadamente el límite coyuntural, táctico o estratégico de las alianzas con otras fuerzas
políticas. Asimismo la rearticulación metropolitana y regional debe sustentarse en este
esfuerzo, de abajo a arriba y con una coordinación centralizada, las lecciones del extinto
“Frenae”, son básicas para entender esta situación.
La lucha contra el TLC, la lucha por los derechos laborales y sociales, por el acceso del pueblo
a la salud y a la educación, las reivindicaciones campesinas, las luchas comunales contra las
trasnacionales mineras, etc. son expresiones de la lucha antineoliberal y antiimperialista de
miles de peruanos y de diversas organizaciones sociales. Integración Estudiantil, en el lugar
en que se construya, debe vincularse decididamente a éstas demandas forjando una identidad
sólida con el conjunto del pueblo en lucha, ligando cada vez más a los amplios sectores
estudiantiles y forjando cuadros capaces de interactuar con las organizaciones populares, aún
después de concluir sus estudios, ligando su formación técnica o profesional a las necesidades
sociales de las mayorías explotadas y marginadas de nuestra patria. Tal es el compromiso de
una nueva generación de militantes de la izquierda peruana.
La mejor manera de fortalecer esta labor y no estancarla es incidir mas activamente en los
espacios de coordinación abiertos en el movimiento sindical y popular, cumplir nuestra labor
de agitación en las luchas populares y atender la directiva de participar planificadamente en
los propios problemas del entorno popular: alrededor de nuestros propios centros de
estudios, en los propios distritos donde realizamos nuestra actividad estudiantil o en aquellos
más sensibles a nuestras iniciativas, debemos realizar campañas de participación política y
social en la vida de nuestro entorno popular. Aquí el papel de la dirección es fundamental y
los comités de base deben organizar y realizar tales labores educando a las masas
estudiantiles en el espíritu de la extensión social y de la mutua interacción pedagógica y
política con el conjunto del pueblo.
- Debemos trabajar en base al principio de construirse con fuerzas propias, somos una
organización que debe prender en las masas con sus iniciativas, programas de lucha y acción
decidida, más aún si prolifera el espontaneismo y la dispersión. Ya hemos dicho la importancia
de la política de alianzas, no debemos confundir los planos, a lo que nos referimos aquí es que
nuestro proyecto tiene su propia identidad política y no podemos caer en el seguidismo que
refleja mediocridad o en el pesimismo de nuestras propias fuerzas. Hacer ello implica
renunciar de hecho a nuestra organización, así ha sucedido con las últimas depuraciones. En
resumen nuestro método es: no depender de los demás pero trabajar con los demás, siendo
tarea fundamental el fortalecimiento y crecimiento de nuestra organización en cada base.
Luchar, crecer y vencer, ese es nuestro principio.
Artículo 1º.- Integración Estudiantil (IE) es el frente estudiantil que lucha por una educación integral,
científica, nacional y democrática, al servicio de la liberación de los trabajadores y el pueblo.
Artículo 2º.- En IE se organizan los estudiantes que luchan por la defensa, reconquista y ampliación
de los derechos estudiantiles, construyendo una identidad popular, antiimperialista y revolucionaria en
el movimiento estudiantil.
e) La solidaridad activa con las masas trabajadoras y la unidad de acción con las organizaciones del
campo popular.
f) La hermandad con los pueblos y juventudes de América Latina y el mundo que luchan contra el
imperialismo y la explotación capitalista.
Artículo 5º.- Pueden incorporarse a IE todos los estudiantes que opten por su programa y plataforma
de lucha. IE rige su organización por el método del centralismo democrático.
Título II
LA MILITANCIA
Artículo 7º.- La incorporación de todo militante se realiza previo acuerdo orgánico en el Comité de
Base respectivo, quien evalúa y resuelve su admisión. En los centros de estudio donde no haya Comités
de Base, esta labor es responsabilidad del Comité Ejecutivo de IE.
Artículo 8º.- IE organiza a sus simpatizantes y colaboradores en torno a las labores de cada base y
los planes generales de trabajo.
Artículo 9º.- Son derechos y deberes del militante:
b) Estudiar, asimilar, desarrollar y difundir los principios, el programa y los lineamientos políticos de
IE.
d) Cumplir y hacer cumplir las normas estatutarias y las resoluciones de las instancias de dirección.
f) Elegir y ser elegido para cargos de dirección y otras responsabilidades en base a sus méritos y
condiciones.
h) Participar en la elaboración y difusión del vocero central de IE (Resistencia) así como en las diversas
labores de propaganda.
i) Plantear la reconsideración de algún acuerdo o resolución, apelando incluso a la dirección, sin que
por ello deje de cumplir lo acordado.
j) Estar presente y emitir opinión y/o descargo cuando se juzgue su desempeño. Se exceptúan los casos
extremos en que su conducta torne inviable su participación.
k) Cotizar regularmente y promover la obtención de los recursos económicos y logísticos para la labor
de IE.
Titulo III
LA ORGANIZACIÓN INTERNA
Artículo 10º.- IE rige su vida orgánica por el centralismo democrático, en virtud del cual garantiza la
democracia interna, la unidad de acción, el ejercicio colectivo de la dirección y la disciplina militante
para el logro de sus objetivos en el movimiento estudiantil y popular.
a) Aprobar los principios, programa, estatutos y planes generales de IE. En el caso de su modificación
se requiere la aprobación de los dos tercios (2/3) del Plenario.
b) Conocer, evaluar y juzgar la actividad general de IE, definir sus lineamientos políticos y tareas
fundamentales en cada periodo.
c) Elegir a los miembros de la Dirección General del Comité Ejecutivo, a partir de propuestas de ternas.
d) Elegir al Secretario o Secretaria General de IE, cargo que recae necesariamente en un miembro de
la Dirección General electa.
Las decisiones del Plenario se toman por mayoría simple, excepto la modificación de los documentos
fundamentales.
Artículo 15º.- Una vez realizado el Plenario, todos los militantes quedan vinculados al cumplimiento
de sus acuerdos y resoluciones. Es potestad del Comité Ejecutivo, por propia instancia o por acuerdo
de Asamblea General, convocar excepcionalmente a sesión extraordinaria del Plenario, sin perjuicio
de la sesión anual.
Artículo 17º.- Las sesiones de la AG pueden ser ampliadas a los simpatizantes y colaboradores, en los
casos que el Comité Ejecutivo requiera su participación.
Artículo 18º.- Las sesiones de la AG son convocadas por el Comité Ejecutivo de forma oportuna y
precisa; poniendo en conocimiento de la militancia su fecha, hora, lugar y agenda.
Artículo 19º.- El quórum de la AG es la mitad más uno de los militantes y las decisiones se toman por
mayoría simple.
a) Discutir y aprobar los planes de acción, acordar las directivas concretas para el trabajo de base y
para la construcción de IE en el movimiento estudiantil y popular.
b) Evaluar y emitir resoluciones acerca de la situación nacional e internacional, así como de la
problemática educativa.
f) Resolver en última instancia cualquier problema planteado por la militancia y que no sea facultad
exclusiva del plenario.
j) Velar por el cumplimiento del presente estatuto y adoptar las medidas necesarias para tal fin.
Artículo 22º.- El CE se reúne ordinariamente cada 15 días. El Secretario(a) General dirige sus
sesiones.
a) Centralizar toda la labor política de IE, supervisar y orientar el trabajo concreto de las bases y
establecer las medidas necesarias para la realización de las tareas generales.
c) Aprobar los planes de formación, cultura, prensa, economía y defensa legal; y velar por la adecuada
labor de las Comisiones de Trabajo.
g) Convocar a las sesiones del Plenario y a la Asamblea General de acuerdo al presente Estatuto.
i) Velar por el cumplimiento del presente Estatuto y adoptar las medidas necesarias para tal fin.
Artículo 24º.- El Comité Ejecutivo cuenta con una Dirección General formada por el Secretario(a)
General, el Sub-Secretario(a) General y el Secretario(a) de Organización y que tiene como funciones:
la coordinación central y la representación máxima de IE, el cumplimiento de las labores delegadas
por el Comité Ejecutivo, la convocatoria a sus sesiones y la conducción del vocero central.
Artículo 29º.- El Comité de Base elige democráticamente a su Responsable General, quien debe velar
por el correcto funcionamiento de su Comité y su desarrollo en el movimiento estudiantil. El
Responsable General es el principal dirigente del Comité y lo representa ante el conjunto de la
organización. Es el portavoz de sus compañeros de base; eleva sus informes, propuestas y críticas a
las instancias correspondientes.
Artículo 30º.- IE constituye las Comisiones de Trabajo para organizar y cumplir adecuadamente su
labor. Sus miembros y responsables se eligen en Asamblea General. Su labor está sujeta al Comité
Ejecutivo, quien adoptará todas las medidas necesarias para su adecuado funcionamiento, incluida su
reestructuración. Los simpatizantes y colaboradores de IE pueden adherirse a las Comisiones de
Trabajo.
Sus labores concretas y planes de trabajo son aprobados por el Comité Ejecutivo, instancia en la que
los responsables de las Comisiones participan con derecho a voz.
Título IV
FALTAS Y SANCIONES
Artículo 32º.- La disciplina es un factor básico en la labor de IE. El compromiso del militante es
consiente y voluntario, por ello debe trabajar con responsabilidad. Los militantes que incurran en actos
de indisciplina serán persuadidos a corregirse y mejorar su desempeño, sin perjuicio de aplicarse las
medidas correctivas y sanciones a que hubiere lugar.
Artículo 34º.- Quienes cometan las faltas señaladas serán sancionados con las siguientes medidas:
a) Amonestación.
b) Suspensión de derechos.
c) Remoción de cargos.
d) Suspensión de la condición de militante.
e) Expulsión.
Artículo 35º.- Para juzgar la falta e imponer la sanción correspondiente se consideran los siguientes
criterios:
Artículo 36º.- Las sanciones son impuestas en primera instancia por el Comité de Base respectivo,
salvo en los casos excepcionales que el Comité de Base se inhiba de esta atribución y la derive a
disposición del CE o la AG. Todo militante tiene derecho a estar presente en el momento en que se
juzgue la imputación de una falta y se decida su sanción, salvo que la naturaleza de la falta o su ausencia
voluntaria no lo permitan.
DISPOSICION FINAL
Las situaciones no previstas en el presente Estatuto serán resueltas por la Asamblea General de IE.