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de la instrucción
y las prácticas
educativas escolares
César Coll Salvador
P01/72077/00429
FUOC • P01/72077/00429 2 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
FUOC • P01/72077/00429 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Índice
Introducción............................................................................................. 5
Objetivos .................................................................................................... 8
Resumen..................................................................................................... 68
Solucionario.............................................................................................. 72
Bibliografía............................................................................................... 74
FUOC • P01/72077/00429 5 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Introducción
tienden que estamos ante una disciplina con una identidad propia, unos
objetivos específicos y una agenda de investigación dirigida a generar nuevos
conocimientos que van más allá de la pura y simple aplicación y contextuali-
zación en el campo educativo de unos conocimientos ya existentes.
asignatura, antes de abordar el estudio de los otros cinco módulos que la con-
figuran, y como revisión y profundización, una vez trabajados y asimilados
los contenidos de estos módulos. Entre las actividades propuestas, el profesor
consultor indicará en cada caso cuáles son de introducción a la asignatura y
cuáles son de revisión y profundización. Asimismo, de las dos lecturas especí-
ficas complementarias que completan los contenidos del módulo, se reco-
mienda reservar la segunda para la fase de revisión y profundización, mientras
que la primera es más idónea para la fase introductoria.
Objetivos
El objetivo que se propone este módulo es conseguir que los estudiantes, des-
pués de estudiar y elaborar sus contenidos y de realizar las actividades pro-
puestas, sean capaces de:
Psicología y pedagogía
Actualmente nos parece obvio que la educación escolar, para alcanzar sus finalidades,
debe tener en cuenta las características de los alumnos y alumnas. Sin embargo, el si-
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guiente comentario de Edouard Claparède, formulado en 1905, nos recuerda que a prin-
cipios de siglo la situación era completamente diferente. La opinión en la psicología de
la educación en el cambio de la actitud denunciada por Claparède ha sido decisiva:
“Que la pedagogía debe basarse en el conocimiento del niño como la horticultura se basa
en el conocimiento de las plantas es una verdad que parece elemental. En cambio, la ma-
yoría de los pedagogos y casi todas las autoridades escolares no la tienen en cuenta […].
Dudo que en las escuelas de horticultura no haya en el programa al menos unas horas
dedicadas a la botánica y al conocimiento de las plantas.”
Actividad 1
Poned por escrito vuestras ideas con respecto a la utilidad que puede tener la psicología
para el análisis y la resolución de los problemas de la educación escolar. Si sois docentes
y tenéis experiencia en la enseñanza, concretad esta reflexión en el sentido de analizar
cuándo y cómo os han resultados útiles los conocimientos psicológicos que adquiristeis
durante vuestra formación inicial o en actividades posteriores de actualización. Si no sois
docentes, reflexionad igualmente intentando explicar los argumentos que sostienen
vuestras opiniones. No dejéis esta actividad para más adelante. Hacedla ahora, justamen-
te cuando empezáis a trabajar los contenidos del módulo.
Por otro lado, son también numerosos los autores que, a pesar de compartir la
idea de principio de que la psicología de la educación y la psicología de la ins-
trucción tienen que ver básicamente con la aplicación de la psicología en la
educación, consideran que estamos ante algo más que un puro y simple cam-
po de aplicación. Según estos autores, lejos de limitarse a transferir a la educa-
ción un conocimiento psicológico ya elaborado, la finalidad última de la
psicología de la educación y de la psicología de la instrucción consiste en ge-
nerar un conocimiento específico sobre los procesos educativos, utilizando
como instrumento de indagación y análisis los principios y las explicaciones
de la psicología. Obviamente, en este caso, la psicología de la educación y la
psicología de la instrucción adquieren una posición epistemológica diferente
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La primera parte del libro C. Coll, Conocimiento psicológico y práctica educativa. Introduc-
ción a las relaciones entre la psicología y educación (Barcelona: Barcanova, 1988) incluye un
resumen extenso de carácter integrador sobre la historia de la psicología de la educación
–y por consiguiente, de la psicología de la instrucción– como disciplina científica (pág.
5-141) desde finales de siglo XIX hasta la década de 1980. El resumen está organizado en
tres capítulos. En el primero se dibujan las grandes tendencias de la historia de la disci-
plina y se subraya el doble proceso de coordinación y diferenciación con la psicología ge-
neral, por un lado, y con la teoría educativa, por otro. En el segundo capítulo, dedicado
a las tradiciones particulares, se analiza la evolución y el desarrollo de la psicología de la
educación y de la instrucción en EE.UU., la URSS, Francia y España. En el tercer capítulo,
finalmente, se describen las principales orientaciones de la psicología de la educación tal
como aparecen en la década de 1980.
Actividad 2
Sin embargo, tal vez es el pensamiento de Herbart, sin duda el autor con
mayor influencia en la teoría educativa del siglo XIX, donde mejor se
constata la influencia de la psicología filosófica. Igual que otros pensa-
dores de su época, Herbart (1776-1841) es sobre todo un filósofo que
concibe la educación como una aplicación práctica de la filosofía. A él
se debe una idea que ha perdurado hasta nuestros días; a saber, la filo-
sofía moral tiene la responsabilidad de establecer los fines de la educa-
ción y la enseñanza, mientras que a la psicología le corresponde
proporcionar los medios necesarios para conseguir estos fines.
A pesar de que era médico de formación, las contribuciones más importantes de William
James (1842-1910) se sitúan en el campo de la filosofía y de la psicología. Sus ideas tienen
una influencia decisiva en la psicología y en la teoría educativa de EE.UU. a finales de
siglo XIX y principios del XX. En su obra Principles of Psychology, publicada en 1890, se
sientan las bases de la psicología funcional desarrollada posteriormente por John Dewey
y Edouard Claparède. Su obra más influyente es, sin duda, Talks to teachers on Psychology
and to students on some of life’s ideals (1899), dedicada a las aplicaciones concretas de la
psicología de la educación, que consiguen gran difusión entre el profesorado.
G. Stanley Hall (1844-1924) destaca por sus investigaciones sobre la psicología del niño.
A él se debe la popularización del cuestionario en EE.UU. como instrumento para indagar
en el pensamiento infantil. En sus obras, entre las que hay que destacar Adolescence
(1904) y Educational problems (1911), se muestra ferviente defensor de la idea de que el
desarrollo personal constituye una recapitulación de la evolución biológica e insiste so-
bre la conveniencia de tener en cuenta el nivel de desarrollo infantil y las características
y necesidades de los niños como punto de partida para la educación. A Stanley Hall se
debe también la fundación de la revista Pedagogical Seminary –más tarde Journal of Genetic
Psychology–, órgano de expresión y de intercambio de los seguidores del Child-Study Mo-
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vement, del que es impulsor y representante destacado, y que constituye una verdadera
tribuna para difundir y debatir las ideas psicológicas y pedagógicas de la época.
“Educational psychology is the aplication of methods and facts known to psychology to the cues-
tions which arise in pedagogy.”
K. Gordon (1917). Educational Psychology (pág. 1). Nueva York: Macmillan.
“The field of educational psychology es divided into large divisions which we may designate as:
I. The native equipment of humans beings; II. The psychology of learning.”
D. Starch (1919). Educational Psychology (pág. 3). Nueva York: Macmillan.
“[…] para nuestros propósitos, en un sentido amplio se interpretará que el término «psi-
cología educacional» abarca todas las fases del estudio del pensamiento que conciernen
a la educación. Entonces se considerará que la psicología educacional incluye no sólo el
bien conocido campo cubierto por el libro de texto común –la psicología de la sensa-
ción, del instinto, de la atención, del hábito de la memoria; la técnica y economía del
aprendizaje, los procesos conceptuales, etc.–, sino también problemas de desarrollo
mental –herencia, adolescencia y el inagotable campo del estudio del niño–, el estudio
de las diferencias individuales, de desarrollo tardío y precoz, la psicología de la «clase
especial», la naturaleza de las dotes mentales, la medición de la capacidad mental, la psi-
cología de las pruebas mentales, la correlación de habilidades mentales, la psicología de
métodos especiales en las diferentes ramas escolares, los importantes problemas de hi-
giene mental; todos éstos, tanto si los tratamos desde el punto de vista experimental o
literario, son temas y problemas que creemos apropiados considerar en un Journal of
Educational Psychology”.
W.C. Bagley; J.C. Seashore; G.M. Whipple (1910). Journal of Educational Psychology (núm. 1,
pág. 1-3).
En 1904, el ministerio francés de Educación Pública constituye una comisión para elabo-
rar un proyecto de educación especial. Binet, que forma parte de esta comisión, recibe el
encargo de elaborar un instrumento que permita distinguir, con el menor grado de error
posible, los retrasos escolares atribuibles a déficits intelectuales que puedan ser debidos a
factores ambientales o a una escolarización previa deficiente. El año siguiente, en un ar-
tículo publicado en el Année Psychologique con el título Méthodes nouvelles pour le diagnostic
du niveau intellectuel des anormaux, Binet y Simon dan a conocer una primera versión del
instrumento elaborado. Su utilización generalizada obliga a realizar dos revisiones, una
sustancial en 1908 –publicada también en el Anée Psychologique en un artículo conjunto
de Binet y Simon con el título Le développement de l’intelligence chez les enfants–, y otra más
limitada en 1911 –publicada en la misma revista en un artículo firmado únicamente por
Binet con el título Nouvelles recherches sur la mesure du niveau intellectuel chez les enfants
des écoles.
La reflexión crítica sobre la utilidad real de los conocimientos psicológicos para mejorar
la educación ha sido uno de los estímulos fundamentales para el desarrollo de la psico-
logía de la educación y de la psicología de la instrucción, como demuestra la siguiente
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anécdota relatada por Charles H. Judd, uno de los primeros y más influyentes psicólogos
educativos de EE.UU.:
“Recuerdo muy bien que una vez que hablaba con entusiasmo sobre la ley de Weber en
una clase de maestros de la ciudad de Nueva York que intentaban incrementar su sueldo
escuchándome, uno de los entrecanos asistentes me interrumpió con la pregunta: «Pro-
fesor, ¿nos explicará cómo podemos utilizar este principio para perfeccionar nuestra ma-
nera de enseñar a los niños?» Recuerdo la pregunta mejor que mi respuesta. Tomé la
determinación de empezar a aprender algo sobre las escuelas.”
C.H. Judd, citado por A.A. Van Fleet (1976). “Charles Judd’s psychology of schooling”.
Elementary School Journal (núm. 76, pág. 455-463).
Así, por ejemplo, la base del proceso educativo no debe ser el miedo a un cas-
tigo ni el deseo de una recompensa, sino el interés profundo por una materia
o un contenido del aprendizaje; el niño debe sentir el trabajo escolar deseable Ejemplo de clase activa…
en sí mismo; la educación escolar debe proponerse, fundamentalmente, el de-
… en una de las escuelas
sarrollo de las funciones intelectuales y morales, y debe abandonar los objeti- de Cataluña que seguían las
propuestas educativas de la
vos puramente memorísticos sin relación con la vida del niño; la escuela debe “escuela nueva” a principios
ser activa, es decir, debe imponerse la obligación de movilizar la actividad del de siglo. Escuela municipal
Casal dels Nens (método
alumno; la principal tarea del maestro debe consistir en estimular los intereses Montessori), dirigida por
Maria Dolors Canals.
de los niños y en despertar sus intereses intelectuales, afectivos y morales; la
educación debe ser personalizada y debe atender las necesidades y los intereses
de cada uno de los alumnos, etc.
Sin embargo, tal vez el hecho más significativo sobre este tema es la polémica
que se empieza a instaurar entre, por un lado, los psicólogos de la educación
que estudian los procesos de aprendizaje en el laboratorio, y por otra, los que
buscan un objetivo similar en el aula. Mientras que los primeros proponen una
transposición a la práctica escolar de los resultados obtenidos en el laboratorio,
los segundos sostienen que sólo los resultados obtenidos directamente a partir
del estudio de los procesos de aprendizaje en situaciones reales de aula son ge-
neralizables a la práctica educativa. Ambas posturas, latentes ya en los plantea-
mientos de Thorndike y Judd a los que hemos hecho referencia en el apartado
anterior, se irán reforzando en las décadas siguientes hasta la cristalización en
dos concepciones significativamente diferentes en la psicología de la educa-
ción y de la psicología de la instrucción todavía vigentes en la actualidad.
Actividad 3
Tres consideraciones son aún necesarias para completar el panorama que pre-
senta la psicología de la educación durante estas décadas.
En primer lugar, como señalan Genoverd y Gotzens (1981, pág. 350), el con-
cepto de medida psicológica se está sustituyendo gradualmente por el de eva-
luación para aludir al progreso educativo y al rendimiento escolar, aspecto que
abre un capítulo importante y nuevo dentro de la psicología de la educación
y de la psicología de la instrucción.
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En tercer lugar, durante esta época se configuran y se expanden una serie de es-
cuelas en psicología que ofrecen explicaciones totalmente diferentes, y a menudo
contrapuestas, del comportamiento humano y que tienen, como es lógico, sus se-
guidores en psicología de la educación. De esta manera, el conductismo ejerce
una influencia considerable sobre la psicología de la educación, especialmente
con las diferentes teorías del aprendizaje –Thorndike, Hull, Tolman, Guthrie, etc.–
, que se utilizan para explicar el aprendizaje escolar. La psicología de la forma,
por otro lado, enmarca los trabajos de Lewin ya mencionados, además de los de
Guillaume, Decroly y otros autores, y se utiliza para elaborar un conjunto de ma-
La escuela de Decroly de Bruselas, la Ermitage.
teriales pedagógicos y de propuestas didácticas –los mencionados métodos globa-
les– para la enseñanza de la lectura, la aritmética y la resolución de problemas. El Los límites de la psicología
de la educación
psicoanálisis, finalmente, introduce nuevas temáticas en la psicología, subraya el
Ningún tema, ningún proble-
papel del inconsciente en la génesis de las relaciones objetales, cuestiona las rela- ma relacionado con la educa-
ción y la enseñanza parecen
ciones profesor-alumno, adopta una perspectiva crítica sobre las metas y los fines quedar fuera del campo de es-
de la educación y de la enseñanza y llama la atención sobre la importancia de los tudio de la psicología de la
educación: los procesos de
primeros años de la vida para el desarrollo posterior. aprendizaje individual y de
grupo, el clima del aula, la or-
ganización escolar, el currícu-
De esta forma, hacia mediados de la década de los cincuenta, un poco más de lum, la metodología de la
enseñanza, los materiales di-
treinta años después de la fecha en la que se suele indicar a su nacimiento, el dácticos, la medida de las dife-
rencias individuales, el
panorama que presenta la psicología de la educación es extraordinariamente desarrollo infantil, los instru-
mentos de evaluación de los
complejo y un poco contradictorio. Por un lado, y como consecuencia del pro- aprendizajes, las metas y las fi-
tagonismo que se atribuye a esta disciplina en la tarea de elaborar una teoría nalidades de la educación, etc.
Actividad 4
Seleccionad cinco rasgos que os parezcan especialmente significativos para caracterizar
la evolución experimentada por la psicología de la educación durante este periodo (entre
1920 y 1955, aproximadamente). Escribidlos. ¿Cuáles constituyen una novedad y cuáles
un refuerzo o una profundización de tendencias que ya aparecen en el periodo anterior
(1890-1920, aproximadamente)?
En el transcurso de los años cincuenta se produce una serie de hechos que mo-
difican sustancialmente el panorama descrito en el apartado anterior y que se-
rán decisivos para el futuro de las relaciones entre el conocimiento psicológico
y la teoría y la práctica educativas, así como, lógicamente, para el futuro de la
psicología de la educación y de la instrucción. Enunciados brevemente, estos
hechos se pueden sintetizar de la siguiente manera.
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En primer lugar, se produce una toma de conciencia cada vez más acusada de
las dificultades que plantea la integración de los resultados, no siempre coin-
cidentes, de las investigaciones que, desde diferentes ámbitos de la psicología,
nutren la psicología de la educación. Estas dificultades tienen su origen no
sólo en la diversidad de temas y aspectos investigados, sino también en la con-
solidación de las escuelas de pensamiento en psicología que ofrecen explicacio-
nes alternativas y a menudo enfrentadas de unos mismos hechos empíricos.
Un ejemplo ilustrativo de esta toma de conciencia es la duda creciente respecto
a la verdadera utilidad para la educación escolar de las grandes teorías explica-
tivas del aprendizaje elaboradas en las épocas anteriores; otro ejemplo es la
reactivación de la antigua polémica, iniciada por Thorndike y Judd en los años
treinta, sobre la escasa pertinencia educativa de los conocimientos psicológi-
cos obtenidos con una experimentación de laboratorio que ignora el contexto
real en que tienen lugar los procesos escolares de enseñanza y aprendizaje.
Actividad 5
Realizad una pequeña encuesta a conocidos vuestros que se dediquen a la enseñanza. Pre-
guntadles su opinión con respecto a la utilidad potencial de la investigación psicológica
de laboratorio para vuestro trabajo. No os contentéis con obtener solamente su opinión.
Pedidles que la ilustren con algunos ejemplos. Tal vez os sorprenderá constatar que a ve-
ces las opiniones más absolutas en un sentido u otro no se pueden apoyar sobre ejemplos
concretos.
En segundo lugar, durante los años cincuenta y sesenta empiezan a surgir una se-
rie de disciplinas que, como la psicología de la educación y la de la instrucción,
tienen también como objeto de estudio los fenómenos educativos. Éste es el caso,
por ejemplo, de la educación comparada y de la economía de la educación, de la
sociología de la educación, de la tecnología educativa y de la planificación educa-
tiva. La aparición y el posterior desarrollo de estas disciplinas cuestionaron el pro-
tagonismo que hasta entonces tenía la psicología de la educación, y pusieron de
relieve las insuficiencias y las limitaciones del análisis psicológico para alcanzar
una comprensión global de los fenómenos educativos.
En tercer lugar, a finales de los años cincuenta se produce una serie de aconte-
cimientos políticos, económicos y culturales que alterarán radicalmente las co-
ordenadas de la educación en las sociedades desarrolladas de Europa y EE.UU. y
que tendrán también unas repercusiones claras sobre el desarrollo futuro de la
psicología de la educación y de la psicología de la instrucción. Entre estos acon-
tecimientos hay que destacar el inicio de una época de prosperidad económica
sin precedentes; el inicio de un periodo de distensión en la guerra fría que man-
tienen desde mediados de los años cuarenta EE.UU. y los países del bloque co-
munista; el desplazamiento progresivo de la confrontación entre estos dos
bloques hacia el terreno del desarrollo científico y tecnológico; el impacto de la
doctrina igualitaria en la educación y la creencia, cada vez más generalizada, de
que la educación es un instrumento eficaz de cambio y de progreso social; la
puesta en marcha de políticas dirigidas a escolarizar la totalidad de la población
infantil; la extensión de la escolaridad obligatoria hasta los catorce, quince e, in-
FUOC • P01/72077/00429 27 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
La psicología del aprendizaje aparece dominada en los años cincuenta por las teo-
rías conductistas que explican el aprendizaje como un cambio en la probabilidad
de aparición de la conducta. La teoría del condicionamiento operante de Skinner,
ampliamente extendida en los años cincuenta, sesenta y parte de los setenta, ge-
nera en el campo educativo un modelo instruccional –Educational Technology o
Technology of Teaching–, que está en el origen de la enseñanza programada y de las
máquinas de enseñar que tanta popularidad alcanzan en este periodo. Incluso así,
ya durante los años setenta y bajo la influencia de los planteamientos cogniti-
vistas, el aprendizaje empieza a ser analizado más bien como el resultado de una
serie de cambios en los estados de conocimiento del sujeto que aprende. Es el
punto de partida del estudio de las estructuras de conocimiento mediante la uti-
lización de lenguajes formales inspirados en la inteligencia artificial, propio de los
trabajos adscritos a un enfoque de proceso humano de la información, que con-
ducen en el transcurso de los años setenta a explicar el aprendizaje como un pro-
ceso de adquisición, reestructuración y cambio de estructuras cognitivas.
Mientras que la evolución del estudio de las diferencias individuales y del rendi-
miento escolar sigue a grandes rasgos unas pautas similares a las señaladas en el
caso del aprendizaje, con un predominio neto de las explicaciones cognitivas ins-
piradas de una forma o de otra en el enfoque del procesamiento humano de la in-
formación, no se puede decir lo mismo en que referente a la psicología del
desarrollo. Como se puede comprobar en los módulos 4 y 6 de esta asignatura, las
dos teorías del desarrollo humano que continúan teniendo una mayor influencia
sobre la educación y que proporcionan más claves para comprender y explicar los
fenómenos educativos –la teoría genérica de Piaget y la teoría sociocultural de Lev
S. Vigotski–, no responden exactamente al escenario dibujado anteriormente. Por
un lado, si bien se pueden calificar en cierto sentido como teorías cognitivas –en
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Actividad 6
Revisad las notas que habéis escrito con motivo de la actividad 1. ¿Qué tipo de expecta-
tiva reflejan en relación con la capacidad de la psicología de la educación para propor-
cionar una base científica a la teoría educativa y ofrecer respuestas concretas para mejorar
la educación y la enseñanza? Vuestra visión inicial, ¿se ha visto reforzada o ha experi-
mentado algún cambio?
Actividad 7
to. Una buena prueba del prestigio alcanzado por el Instituto de Orientación
Profesional en los años siguientes es el encargo que recibe para organizar, a
propuesta de Claparède, la Segunda Conferencia Internacional de Psicotecnia,
que tiene lugar en Barcelona en 1921 y constituye una cota en la actividad de
la institución (Siguán, 1981b).
gica. Fruto de todo ello es la aparición de una nueva revista, la Revista de Psico- Fundada por E. Mira y J. Xirau
y editada conjuntamente por
logia i Pedagogia, que se convierte entre 1933 y 1937 en foro de intercambio y el Instituto Psicotécnico de la
Generalitat y el Seminario de
de discusión de las ideas, las experiencias y las investigaciones de profesores, Pedagogía de la Facultad de Fi-
losofía y Letras de la Universi-
psicólogos, pedagogos y pensadores interesados por la educación.
dad de Barcelona, la Revista de
Psicologia i Pedagogia se puede
considerar el primer antece-
Revista de Psicologia i Pedagogia: objetivos y orientación dente en catalán de publica-
ción periódica especializada
en psicopedagogía.
Sus objetivos y su orientación quedan perfectamente delimitados en la presentación in-
cluida en el número 1 de la Revista:
La Revista de Psicologia i Pedagogia procurará recoger en su texto todo aquello que se produzca
en nuestro país en relación con la psicología y la educación. Por eso tomará contacto con las
instituciones y personalidades nacionales y extranjeras que se dediquen a su cultivo. Inten-
tará, además, ser, cada día más, fuente de información y de orientación.
Actividad 8
Confeccionad una lista tan amplia como sea posible de las variables y los factores de na-
turaleza no psicológica que, según vosotros, influyen de una forma u otra en el desarrollo
de las actividades escolares de enseñanza y aprendizaje y cuyo estudio requeriría, por tan-
to, el concurso de otras ciencias o disciplinas diferentes de la psicología de la educación
y de la psicología de la instrucción.
Sin embargo, conviene advertir que estos planteamientos, pese a que compar-
ten los principios y los supuestos mencionados, están lejos de constituir una
orientación homogénea y compacta en el panorama de la psicología de la edu-
cación y de la instrucción. Por un lado, hay diferencias significativas en lo re-
ferente a las dimensiones o los aspectos del comportamiento humano que se
consideran potencialmente útiles y relevantes para la educación. Así, según la
dimensión elegida, encontramos aplicadas a la educación una psicología evo-
lutiva o del desarrollo, una psicología social, una psicología de las diferencias
individuales y una psicología general. Por otro lado, como un reflejo de la per-
sistencia de escuelas de psicología que ofrecen aplicaciones globales distintas
y a veces contrapuestas del comportamiento humano, encontramos, por men-
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Ausubel,…
Desde finales de los años sesenta, la psicología de la educación y la psi-
cología de la instrucción como disciplina puente ha ido ganando posi- … como Glaser, sostiene que la
psicología de la educación es
ciones respecto a otras concepciones. Así, por citar otro ejemplo, Robert una disciplina aplicada, con un
objeto de estudio propio y con
Glaser, uno de los psicólogos de la educación y de la instrucción contem- la misión de generar un cono-
poráneos más representativos de EE.UU., ha insistido en varias ocasiones cimiento nuevo sobre este
objeto de estudio.
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Sin embargo, quizá ha sido David P. Ausubel, uno de los psicólogos americanos
más influyentes en la psicología de la educación y de la instrucción durante la
segunda mitad del siglo XX, quien ha aportado los argumentos más contunden-
tes contra la psicología aplicada a la educación y a favor de la educación y de
la instrucción como disciplina puente. En un artículo clásico publicado en
1969 y que constituye un verdadero punto decisivo en el desarrollo de la psi-
cología de la educación y que lleva por título “Is there a discipline of educa-
tional psychology?”, Ausubel se opone frontalmente a considerarla como una
simple amalgama de conocimientos seleccionados a partir de la psicología ge-
neral, la psicología del aprendizaje, la psicología del desarrollo, la psicología
diferencial, la psicología social, etc.
D.P. Ausubel (1969). “Is there a discipline of educational psychology?”. Psychology in the
Schools (núm. 6, pág. 232, 244).
Actividad 9
“A lo largo de los años, ha habido un debate considerable sobre la relación entre la disci-
plina más amplia de la psicología y la disciplina de la psicología de la educación. Algunos
han argumentado que la psicología de la educación representa una especialización den-
tro de la psicología, similar a la psicología cognitiva o social. Otros han argumentado que
la psicología de la educación es la disciplina que aplica la teoría psicológica o sus princi-
pios a una clase particular de comportamientos, principalmente los que están relaciona-
dos con la enseñanza y el aprendizaje, generalmente en ambientes educacionales
formales. Aunque otros han argumentado que la psicología de la educación es una disci-
plina con unas bases teóricas propias relacionadas con la psicología, pero independientes
de esta disciplina.”
Actividad 10
El interés de esta propuesta es, en nuestra opinión, doble. En primer lugar, si-
túa la psicología de la educación y de la instrucción como disciplina puente
con una identidad propia sin confundirla con el innegable interés y la utilidad
que han tenido, tienen y sin duda continuarán teniendo en el futuro, muchas
aportaciones y propuestas que surgen de la investigación psicológica básica.
Así pues, es necesario rechazar la psicología aplicada a la educación –concep-
ción epistemológica dominante, como hemos visto, al menos hasta los años
sesenta, que se sustenta precisamente sobre esta confusión– sin dejar de reco-
nocer por ello el interés de las aportaciones y las propuestas que han surgido
bajo su amparo. En segundo lugar, implica una llamada a favor de una aproxi-
mación multidisciplinaria al estudio de los procesos educativos y destaca las
limitaciones del reduccionismo psicológico, otro de los obstáculos a los que
históricamente se ha tenido que enfrentar el desarrollo de la psicología de la
educación y de la instrucción como consecuencia de la hegemonía de una
concepción de ésta como psicología aplicada a la educación.
N.L. Gage; D.C. Berliner (1979). Educational Psychology (pág. 3, 1.ª edición, 1975). Chica-
go: Rand McNally.
“Es a este tipo de actuación interactiva entre la aplicación, la tecnología y la ciencia básica al
que me gustaría dar apoyo para la psicología de la educación. No es, ciertamente, la única
forma mediante la cual tenemos la posibilidad de hacer nuestro trabajo. No puedo negar en
ningún momento la importancia de la investigación básica indirecta. Tampoco puedo negar
la importancia de los esquemas intuitivos de las prácticas educacionales que llevan a cabo
profesores excelentes. La buena práctica implica una destreza y una intuición que no tienen
que ser restringidas, y que tienen que facilitar el esfuerzo para la comprensión definitiva y el
análisis. Idealmente, nuestro trabajo como psicólogos educacionales es trabajar dentro de es-
tos dos extremos, con los que contribuimos al conocimiento y la práctica, e intentamos en-
tenderlos ambos sin inhibir ninguno.”
R. Glaser (1973). “Educational psychology and education”. American Psychologist (núm. 28,
pág. 557-566).
FUOC • P01/72077/00429 45 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Hay que enfatizar el hecho de que con una frecuencia relativa algunas carac-
terizaciones o definiciones de la psicología de la educación y de la instrucción
tienden a dar más importancia a una de estas dimensiones sobre las otras dos,
de forma que se contribuye a difundir la idea errónea de que su finalidad ex-
clusiva o prioritaria es la investigación y la elaboración de teorías explicativas,
o el diseño y la planificación de intervenciones concretas, o bien la resolución
de problemas prácticos. En la perspectiva de la psicología de la educación y de
la instrucción como disciplina puente de naturaleza aplicada en la que se si-
túa el análisis anterior, las tres dimensiones contribuyen de la misma forma
a delimitar el campo de trabajo, los objetivos, los contenidos y las actividades
científicas y profesionales que ocupan habitualmente los psicólogos de la edu-
cación y de la instrucción. El desarrollo futuro de la psicología de la educación
y de la instrucción, por otro lado, depende en gran medida del hecho de que
haya definitivamente entre las tres dimensiones una interrelación y una cohe-
rencia muy superiores de las que ha habido tradicionalmente; sólo así se podrá
incrementar de forma significativa su capacidad real para transformar las prác-
ticas y mejorar la educación.
En primer lugar, mediante esta expresión se quiere subrayar que a veces el he-
cho de que el ámbito de estudio y de trabajo propios de la psicología de la edu-
cación son los procesos instruccionales, por lo que no sólo no tiene sentido
distinguir la psicología de la educación de la psicología de la instrucción, sino
que la primera se reduce de hecho a la segunda. La responsabilidad de estudiar
los fenómenos y los procesos educativos de naturaleza no instruccional –la
educación familiar, la educación informal, la educación ejercida por los me-
dios de comunicación de masas, etc.– y su repercusión sobre el comporta-
miento humano se atribuyen a otras disciplinas psicológicas o educativas (la
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Actividad 11
Las actividades educativas tienen en común una serie de rasgos que las diferencian de
otros tipos de prácticas sociales. Sin embargo, cuando se comparan con otras actividades
educativas –por ejemplo, las familiares, las que conducen al aprendizaje de un oficio o
las que tienen lugar en torno a la televisión–, las escolares presentan una serie de carac-
terísticas que, a la vez, las diferencian del resto. Haced una lista que incluya el mayor nú-
mero posible de rasgos diferenciales de las actividades educativas escolares.
Aunque está fuera del alcance de este módulo analizar la naturaleza y las fun-
ciones de la educación escolar –podéis consultar el módulo 6 de esta misma
asignatura: “La construcción del conocimiento escolar: hacia la elaboración
de un marco global de referencia para la educación escolar”–, conviene recor-
dar que la educación escolar tal como la conocemos hoy día es un fenómeno
relativamente reciente (Delval, 1990). En un momento histórico determinado,
que se puede situar hacia finales del siglo XIX, las sociedades occidentales que
han alcanzado un cierto grado de desarrollo científico y tecnológico deciden
crear instituciones específicamente educativas con el fin de promover sistemá-
ticamente el desarrollo y la socialización de sus miembros más jóvenes. Este
hecho, inédito como fenómeno social generalizado hasta ese momento –las
escuelas, las universidades y otros centros educativos que existían antes no te-
nían los mismos destinatarios ni cumplían las mismas funciones–, dará lugar
a un nuevo tipo de prácticas educativas igualmente inéditas.
Actividad 12
El análisis sistemático subraya, pues, uno de los rasgos más significativos de las
actividades escolares de enseñanza y aprendizaje: la existencia de unos objetivos
o propósitos –de una intencionalidad educativa– que presiden y guían el diseño
y la planificación, a cuya consecución se orientan las acciones de todos los par-
ticipantes. Asimismo, pone énfasis sobre la organización de las diferentes partes,
elementos o ingredientes de las actividades: el funcionamiento del sistema y la
consecución de los objetivos sólo se puede entender a partir del análisis de las
interrelaciones que se establecen entre todos estos objetivos. Además, si el siste-
ma tiene como finalidad la consecución de unos objetivos establecidos previa-
mente, esto significa que será posible distinguir siempre, como mínimo, dos
estados en el funcionamiento del sistema: un estado inicial y un estado final,
caracterizados por la no-consecución y la consecución posterior, respectiva-
mente, de los objetivos. El funcionamiento del sistema –en nuestro caso, el de-
sarrollo de las actividades educativas– permite pasar de un estado a otro. Para
verificar si se han alcanzado los objetivos y las finalidades fijadas, habrá que es-
tablecer un control o una evaluación. La evaluación, instrumento imprescindi-
ble para verificar si un sistema es eficaz en su funcionamiento, es decir, si
permite alcanzar o no los objetivos y las finalidades que quiere conseguir, apa-
rece de esta forma como un elemento esencial de las actividades de enseñanza
y aprendizaje en una perspectiva sistémica.
FUOC • P01/72077/00429 52 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
El análisis sistemático de los procesos escolares de enseñanza y aprendizaje. Fuente: Coll, 1988, pág. 205.
Como se puede apreciar, este gráfico tiene dos partes: a la izquierda se repre-
senta el desarrollo de las actividades y los procesos escolares de enseñanza y
aprendizaje; a la derecha se representa el diseño y la planificación. Ambas par-
tes son coherentes entre sí y con los principios de una aproximación sistémica.
De acuerdo con las consideraciones precedentes, la psicología de la instrucción … igual que la psicología
de la educación, de la que
se puede definir como la parte de la psicología de la educación que estudia los forma parte, es una disciplina
procesos de cambio comportamental que se producen entre las personas como psicológica de pleno derecho,
ya que su núcleo es el estudio
consecuencia de la participación en actividades educativas escolares. Las ano- de procesos psicológicos; sin
embargo, también es, a la vez,
taciones que siguen tienen como finalidad ampliar esta definición tan concisa una disciplina educativa, dado
que los procesos psicológicos
y valorar con mayor precisión su alcance y sus implicaciones.
a los que dirige su atención son
inseparables de las situaciones
educativas que hay en su
En primer lugar, esta definición se ajusta a las exigencias planteadas por una origen, lo que significa que es
imprescindible tener en cuenta
concepción de la psicología de la educación y de la instrucción como discipli- las características de estas
situaciones para estudiar
na puente. Por otro lado, está claro que su interés se dirige al estudio de pro- completamente los procesos
cesos de cambio comportamental que se producen en las personas, es decir, al psicológicos.
En cuarto y último lugar, como vamos apuntado desde el inicio del módulo,
esta definición refleja con nitidez la relación que se establece entre la psico-
logía de la instrucción y la psicología de la educación. En la medida en que
la psicología de la educación se ocupa del estudio y del análisis de los proce-
sos de cambio comportamental que se producen en las personas como con-
secuencia de la participación en los diferentes tipos de situaciones o
actividades educativas, su campo de trabajo y de actuación es más amplio
que el de la psicología de la instrucción, que limita su interés a los cambios
comportamentales relacionados con situaciones o actividades escolares de
enseñanza o aprendizaje. Por eso, la psicología de la instrucción se tiene
que considerar, de forma general, como un parcela o una parte de la psico-
logía de la educación.
Una vez hemos llegado este punto, ya estamos en condiciones de precisar los
grandes capítulos de la psicología de la instrucción. En efecto, si tomamos
como punto de partida el objeto de estudio propuesto, podemos identificar los
dos grandes bloques de contenidos o temas de los que se ocupa la psicología
de la educación; por un lado, los relativos a los procesos de cambio comporta-
mental que se producen en las personas como resultado de la participación en
situaciones educativas escolares; por otro, los factores, las variables o las di-
mensiones de las situaciones escolares que se relacionan directa o indirecta-
FUOC • P01/72077/00429 58 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Entre los segundos, hay que destacar las características del profesor (conoci-
miento de la materia, preparación psicológica, personalidad, etc.); las condicio-
nes materiales que desarrollan las actividades escolares (materiales didácticos
y medios de enseñanza en general); la metodología de enseñanza utilizada; el
contexto institucional (objetivos, organización y funcionamiento de la insti-
tución en la que ocurren las actividades); la naturaleza y las características de
los objetivos y de los contenidos de la enseñanza; las dinámicas de grupo y las
relaciones interpersonales (afectivas y profesionales) en el seno de la institu-
ción, etc. El tratamiento de estos factores se ha organizado en dos módulos: el
tercero, titulado “Factores psicosociológicos, relacionales y contextuales im-
plicados en el aprendizaje escolar”, y el quinto, que lleva el título “El aprendi-
zaje de los contenidos escolares”.
Éste no es, por supuesto, el único esquema posible para presentar de forma or-
ganizada los contenidos de la psicología de la instrucción. A veces, por ejem-
FUOC • P01/72077/00429 59 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
plo, la opción elegida consiste en agrupar los factores, las variables y las
dimensiones relacionadas directa o indirectamente con los procesos de cam-
bio comportamental en dos grandes categorías relativas a los aspectos cognos-
citivos y los factores afectivosociales, respectivamente, de modo que se
incluyen en cada una de éstas tanto los que tienen su origen en el alumnado
como los que se corresponden a las características de la situación escolar. A pe-
sar de todo, independientemente del esquema que utilicemos, conviene su-
brayar que estos factores, estas variables o estas dimensiones son estudiados
por la psicología de la instrucción en tanto que son elementos que condicio-
nan o determinan los procesos de cambio comportamental y no constituyen,
en consecuencia, un objeto de interés por sí mismos, contrariamente a lo que
sucede cuando otras áreas o parcelas de la psicología u otras disciplinas educa-
tivas los estudian.
Actividad 13
Intentad identificar el esquema que han utilizado los autores de los manuales selecciona-
dos en la actividad 9 para organizar los contenidos de la psicología de la instrucción.
Hasta bien entrados los años sesenta, las actividades profesionales de los
psicólogos de la educación y de la instrucción aparecen circunscritas
fundamentalmente a tres ámbitos de trabajo que son, además, los ám-
bitos en torno a los cuales se produce su desarrollo y evolución: la for-
mación del profesorado, la investigación psicológica aplicada a la
educación –sobre todo a la escolar– y la psicología clínica infantil.
La idea de que para ser un buen profesor conviene tener una sólida formación
psicológica se remonta a las épocas anteriores a la aparición de la psicología
FUOC • P01/72077/00429 60 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Esta idea se refuerza considerablemente a partir del siglo XIX con la aparición
de la psicología científica y la creencia generalizada, a causa de la aparición y
el fuerte impulso inicial de la psicología de la educación, de que esta disciplina
podrá proporcionar finalmente una fundamentación científica a la pedagogía
y a la enseñanza. Pese a que su desarrollo posterior y la aparición y el desarro-
llo de otras disciplinas educativas han obligado, como hemos visto, a reorien-
tar las expectativas depositadas en la psicología de la educación y de la
instrucción, nunca se ha puesto en duda la necesidad de una formación psico-
lógica sólida en la preparación del profesorado.
Una mejor comprensión de lo que hay que enseñar. ¿Qué significa conocer algo? ¿Có-
mo se puede presentar el conocimiento de una materia determinada? ¿Qué competencias
actúan como requisito para aprender un contenido? ¿Qué se tiene que aprender concre-
tamente en áreas determinadas como la lectura, el razonamiento, las normas sociales o
los valores? Etc.
Una mejor comprensión de la forma como se llevan a cabo los aprendizajes de con-
tenidos particulares. ¿Qué papel tiene la motivación del aprendizaje? ¿Y el desarrollo pri-
mario? ¿Cómo influyen las variables extraescolares sobre los aprendizajes escolares? ¿Qué
teoría del aprendizaje permite explicar de forma más adecuada los aprendizajes específi-
cos? ¿Cuáles son los condicionamientos evolutivos del aprendizaje escolar? ¿Qué función
desarrolla la memoria en estos aprendizajes? ¿Qué estrategias cognitivas son más útiles
para aprender determinados contenidos? ¿Cómo es posible enseñar estas materias? Etc.
infantil. A partir de la primera década del siglo XX, comienzan a crearse servi-
cios que, de forma general, tienen como objetivo prioritario la atención a los
trastornos evolutivos y comportamentales de los niños escolarizados. La ma-
yor parte de la veces, estos servicios prestan una atención de tipo clínico o psi-
quiátrico –el ejemplo más claro son las Child Guidance Clinics que se ponen
en funcionamiento en EE.UU. y en el Reino Unido en este época–, y realizan
trabajos de diagnóstico y tratamiento. En estos años también se crean los pri-
meros servicios con funciones de orientación profesional, como el Instituto de
Orientación Profesional de Barcelona o el Instituto Politécnico Nacional de
Madrid, mencionado en el punto 1.1. de este módulo.
Actividad 14
Haced una pequeña estadística: de todos los licenciados y licenciadas en Psicología que
conozcáis, ¿cuántos trabajan como psicólogos? De éstos, ¿cuántos trabajan en tareas re-
lacionadas con la educación escolar? Y de éstos, ¿cuántos trabajan en la formación inicial
y/o permanente del profesorado? ¿Cuántos en investigación? ¿Cuántos en gabinetes, ser-
vicios o equipos psicopedagógicos? Comentad las tendencias que pone de relieve esta pe-
queña estadística.
En el transcurso de los años sesenta, tras el paréntesis producido por la Guerra Civil, se
abre el camino, con unos años de retraso, a la creación de servicios de apoyo y orienta-
ción psicopedagógica en la escuelas, y a la incorporación creciente de psicólogos a estos
servicios. Las relaciones que se establecen a partir de este momento entre la psicología de
la educación y la psicología han sido analizados por Coll (1994) en un artículo incluido
en la monografía que la revista Applied Psychology: An International Review ha dedicado re-
cientemente a la psicología aplicada en el Estado español. En un trabajo anterior, publi-
cado por el mismo autor en 1989 en la revista Anuario de Psicología, se puede consultar
un análisis de las relaciones entre la psicología académica y la psicología profesional en el
campo de la educación esos mismos años con una referencia especial a los problemas con
que se enfrenta la formación de los psicólogos escolares en nuestro país. Finalmente, en
otro trabajo del mismo autor publicado en 1991 en la revista Papeles del Psicólogo, el órga-
no del Colegio Oficial de Psicólogos de España, se puede encontrar una discusión sobre
las relaciones entre la psicología de la educación, la psicología escolar y la psicopedagogía.
Este último trabajo se inscribe en el marco de la polémica surgida como consecuencia de
la propuesta formulada en 1987 por el Consejo de Universidades de incluir en el catálogo
de títulos universitarios un título oficial de licenciado en Psicopedagogía.
directores de escuela para promocionar una enseñanza cognitiva y una motivación más
eficiente. El psicólogo educacional con base escolar sería una réplica directa del psicólogo
escolar que tiende a especializarse en problemas afectivos y de comportamiento anormal.”
J.M. Scandura y otros (1978). “Current status and future directions of Educational Psy-
chology as a discipline”. Educational Psychologist (núm. 13, pág. 43-56).
Sin embargo, sea cual sea la denominación que se haya elegido para designar
estas dos vertientes de la actividad profesional de los psicólogos de la educa-
ción y de la instrucción –una intervención más orientada a los aspectos clíni-
cos, de diagnóstico y de tratamiento de trastornos del desarrollo, trastornos de
la conducta y dificultades de aprendizaje; y otra intervención más orientada a
la revisión y mejora de las prácticas pedagógicas–, las dos constituyen ingre-
dientes esenciales de la intervención psicopedagógica. Como ya hemos argu-
mentado (Coll, 1991), este ámbito de investigación, reflexión y actividad
profesional que es la psicopedagogía encuentra en la psicología de la educa-
ción y de la instrucción y en las tres dimensiones que la forman –teórica o ex-
plicativa, tecnológica o proyectiva y técnica o aplicada– uno de sus pilares
fundamentales.
FUOC • P01/72077/00429 65 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Las situaciones y las actividades educativas, tanto las escolares como las no es-
colares, son estudiadas por otras muchas disciplinas, además de la psicología
de la educación y de la instrucción. En tanto que disciplinas de naturaleza
aplicada, todas éstas tratan su objeto de estudio desde la triple perspectiva teo-
ricoexplicativa, tecnologicoproyectiva y tecnicopráctica.
FUOC • P01/72077/00429 67 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
Actividad 15
Resumen
Situadas en un espacio intermedio entre, por un lado, las distintas áreas o espe-
cialidades de la investigación psicológica y, por otra, las disciplinas que estu-
dian los fenómenos educativos, la psicología de la educación y de la instrucción
participan de las características de ambos tipos de disciplinas sin que se asimi-
len completamente a ninguna de éstas. Orientadas al estudio de los procesos
de cambio comportamental que se producen en las personas como consecuen-
cia de la participación en situaciones o actividades educativas, los instrumen-
tos teóricos, conceptuales, metodológicos de estas disciplinas son tributarios
de la psicología, por lo que se pueden separar del resto de las áreas o especia-
lidades de la investigación psicológica. Pese a todo, al estudiar los procesos de
cambio comportamental vinculados intrínsecamente a situaciones educati-
vas, mantienen igualmente numerosos puntos de contacto y comparten obje-
tivos y problemas con el resto de las ciencias de la educación.
Ejercicios de autoevaluación
1. Resumid las ideas principales de la teoría de las facultades y sus implicaciones para la edu-
cación y la enseñanza.
2. Comentad los principales núcleos de trabajo e investigación en torno a los cuales surge y
se desarrolla la psicología de la educación y de la instrucción en las dos primeras décadas del
siglo XX.
3. Comentad el diferente papel que han tenido la psicología del aprendizaje y la psicología
del niño en los orígenes y los primeros pasos del desarrollo de la psicología de la educación y
de la instrucción en EE.UU. y Europa (especialmente en los países de influencia francófona).
7. Argumentad por qué es necesario tener en cuenta las tres dimensiones teórica o explicati-
va, tecnológica o proyectiva y técnica o práctica para caracterizar la psicología de la educa-
ción y de la instrucción como disciplina puente de naturaleza aplicada.
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
Desde el punto de vista educativo, las ideas esenciales de la teoría de las facultades se pueden
sintetizar de la siguiente forma: en primer lugar, la realidad se puede reducir a unas cuantas
estructuras esenciales identificables mediante la observación y que se pueden describir con
un lenguaje simbólico. En segundo lugar, el trabajo de los alumnos, cuyo psiquismo se ca-
racteriza por poseer la facultad de utilizar símbolos y de actuar adecuadamente con estos sím-
bolos, consiste en aprender estas representaciones simbólicas que describen las estructuras
de la realidad. En tercer lugar, los alumnos difieren significativamente entre sí en su capaci-
dad para utilizar los símbolos y actuar, circunstancia que explica su diferencia de rendimien-
to en el aprendizaje. En cuarto lugar, el currículum está formado por un conjunto de
“representaciones simbólicas de la realidad” organizadas y ordenadas lógicamente para faci-
litar la aprehensión por parte de los alumnos. Por último, la principal finalidad de la ense-
ñanza tiene que ser ejercitar las facultades de los alumnos, lo que conduce a seleccionar y
priorizar los contenidos que se supone que pueden contribuir más a desarrollarlas.
2. Durante las dos primeras décadas del siglo XX, la psicología de la educación se identifica
con los intentos de utilizar y aplicar a la educación escolar todos los conocimientos poten-
cialmente relevantes proporcionados por las investigaciones que se realizan en el marco de
la naciente psicología científica. Sin embargo, tres áreas o campos de la investigación psico-
lógica destacan sobre los otros por su potencial interés por la educación escolar, que llegan a
constituir, más allá de la diversidad mencionada, el núcleo de la psicología de la educación
–y consecuentemente, de la psicología de la instrucción– en este periodo: el estudio y la me-
dida de las diferencias individuales y la elaboración de tests, el análisis de los procesos de
aprendizaje y la psicología del niño.
3. Durante las primeras décadas del siglo XX, en Europa y sobre todo en Francia y en los paí-
ses de su área de influencia, la psicología de la educación casi se identifica con la psicología
del desarrollo infantil. Así, los autores más destacados de la psicología de la educación tam-
bién son generalmente figuras relevantes de la psicología infantil, de la psicología del desa-
rrollo o de la psicología genética: Bliner, Claparède y, posteriormente, Wallon, Zazzo y Piaget
son algunos ejemplos destacados. También en EE.UU. y en el mundo anglosajón la psicolo-
gía de la educación (recordad, por ejemplo, las aportaciones de Gessell y los grandes proyec-
tos asistenciales y de investigación sobre el desarrollo: el Harvard Growth Study, la Fels
Research o el Berkley Growth Study). Sin embargo, en este caso, las figuras más relevantes de
la psicología de la educación también son casi siempre figuras destacadas de la psicología del
aprendizaje. De forma general, esta orientación se ha mantenido en épocas posteriores, de
tal modo que la psicología de la educación y de la instrucción europea ha estado siempre más
preocupada y más orientada hacia cuestiones y temas relacionados con el desarrollo de las
personas, mientras que la psicología de la educación y de la instrucción anglosajona se ha
preocupado y orientado más hacia cuestiones y temas relacionados con el aprendizaje y la
instrucción.
4. La adopción de un enfoque instruccional a partir de los años sesenta tiene sus claves en el
panorama un poco complejo y contradictorio que presenta la psicología de la educación ha-
cia mediados de siglo XX. Por una lado ha ampliado considerablemente sus contenidos y el
foco de atención mucho más allá de las tres áreas de trabajo y de investigación –las diferen-
cias individuales, los procesos de aprendizaje y el desarrollo infantil– que han configurado
tradicionalmente su núcleo esencial de actividad. Por otro lado, los límites de esta disciplina
se han desdibujado y cada vez resulta más difícil precisar en qué consiste su especificidad con
respecto a otras áreas de la psicología y a otras ciencias de la educación. En este contexto, se
produce en la mayor parte de los países occidentales un espectacular incremento de las in-
versiones destinadas a promover la investigación educativa y los procesos de reforma e inno-
vación en este campo y a darle apoyo, como consecuencia de la buena situación de la
economía y del optimismo sobre la función social de la educación. La psicología de la edu-
cación, a causa de la posición privilegiada que ha ocupado históricamente en el concierto de
las disciplinas dedicadas al estudio de los fenómenos educativos, se beneficia especialmente
de la nueva situación y de la aportación de recursos económicos y humanos.
años cincuenta la obliga, por un lado, a situar sus aportaciones en el marco de una aproxi-
mación multidisciplinaria al estudio de los fenómenos educativos y, por otro, y como corre-
lato de lo anterior, a precisar y delimitar su propio objeto de estudio. Es precisamente este
esfuerzo para precisar su identidad, para definir lo que le es propio y específico en contrapo-
sición con el resto de las disciplinas psicológicas y educativas, lo que lleva a amplios sectores
de psicólogos educacionales a optar por un enfoque decididamente instruccional centrado
en el estudio de los procesos de aprendizaje de los contenidos escolares y de los factores que
inciden en estos procesos. Hay dos factores que contribuyen con más peso a reforzar esta ten-
dencia: en primer lugar, la importancia atribuida a la educación escolar en nuestra sociedad;
en segundo lugar, el crecimiento de la psicología cognitiva.
7. Los argumentos se tienen que buscar en el significado de una disciplina de naturaleza apli-
cada y en las relaciones que se establecen en este tipo de disciplinas entre el conocimiento
básico, el conocimiento aplicado y la aplicación. La psicología de la educación y de la ins-
trucción está comprometida, al igual que las otras disciplinas educativas, en la elaboración
de una teoría educativa de base científica y en la configuración de una práctica coherente
con ésta. Este compromiso la induce a tratar a su objeto de estudio en una triple dimensión:
una dimensión teórica o explicativa, que quiere alcanzar la elaboración de modelos interpre-
tativos de los procesos de cambio estudiados; una dimensión tecnológica o proyectiva cuya
finalidad es contribuir o provocar procesos y tipos de cambio determinados en las personas
que participan, y una dimensión técnica o práctica, orientada a la intervención y a la resolu-
ción de problemas concretos surgidos de la puesta a punto o en el desarrollo de actividades
educativas. De hecho, ignorar alguna de estas dimensiones equivale a negar el carácter de dis-
ciplina aplicada, bien sea convirtiéndola en un campo de aplicación de la psicología –cuando
FUOC • P01/72077/00429 74 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
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Este artículo forma parte de un número especial de la revista Educational Psychologist, publi-
cación oficial de la sección de psicología de la educación de la American Psychological Asso-
ciation, llamada The Nature and Mission of Educational Psychology. El artículo de Wittrock es
el primero de este número especial y ofrece una panorámica del estado de la cuestión. El pun-
to de partida y el telón de fondo de todo el trabajo es una crítica a la concepción tradicional
de la psicología de la educación –que el autor no distingue de la psicología de la instrucción–
como un campo de aplicación de la psicología. Desde estas coordenadas, Wittrock comenta
FUOC • P01/72077/00429 75 La psicología de la instrucción y las prácticas educativas escolares
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