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a r c h s o c e s p o f t a l m o l .

2018;93(7):336–341

ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD
ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA
www.elsevier.es/oftalmologia

Comunicaciones cortas

Neurorretinopatía autoinmune secundaria


a infección por el virus del Zika夽

C. Burgueño-Montañés ∗ , M. Álvarez-Coronado y M. Colunga-Cueva


Servicio de Oftalmología, Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo, Asturias, España

INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO R E S U M E N

Historia del artículo: Caso clínico: Mujer de 40 años, infectada 6 meses antes de acudir a consulta por el virus
Recibido el 10 de noviembre de 2017 del Zika. Dos semanas después comenzó con pérdida de agudeza visual (AV) progresiva e
Aceptado el 27 de febrero de 2018 indolora que fue tratada con corticoides tópicos. Su AV mejoró, pero desde entonces refiere
On-line el 30 de abril de 2018 pérdida de campo visual (CV) y ceguera nocturna. En la exploración oftalmológica presenta
graves secuelas compatibles con neurorretinopatía autoinmune. Dada la relación temporal
Palabras clave: con la infección por zika se diagnostica de neurorretinopatía autoinmune no paraneoplásica
Virus del Zika por zika. Se instaura terapia inmunosupresora con bolos de corticoides e infliximab.
Retinopatía autoinmune Discusión: El virus del Zika puede desencadenar una neurorretinopatía autoinmune no
Neuropatía autoinmune paraneoplásica. El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Precisa tratamiento inmuno-
Retinopatía autoinmune no supresor, siendo de máxima importancia el diagnóstico precoz.
paraneoplásica © 2018 Sociedad Española de Oftalmologı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos
los derechos reservados.

Autoimmune neuroretinopathy secondary to Zika virus infection

A B S T R A C T

Keywords: Case report: A 40-year-old woman diagnosed with Zika virus infection 6 months before she
Zika virus arrived at this hospital. She referred to a progressive and painless vision loss, of 2 weeks
Autoimmune retinopathy onset after the infection diagnosis. She was treated with topical steroids. Previous visual
Autoimmune neuropathy acuity was recovered, but she still refers to reduced visual field and nyctalopia. Ophthalmolo-
Non-para-neoplastic retinopathy gic examination revealed severe retinal sequels, compatible with autoimmune retinopathy.
Based on the clinical features and the temporal relationship with Zika virus infection, non-
para-neoplastic autoimmune retinopathy was diagnosed and managed with steroids and
infliximab.


Este trabajo ha sido presentado parcialmente en el 93 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología, celebrado en Zaragoza del
20 al 23 de septiembre de 2017.

Autor para correspondencia.
Correo electrónico: casamata@gmail.com (C. Burgueño-Montañés).
https://doi.org/10.1016/j.oftal.2018.02.009
0365-6691/© 2018 Sociedad Española de Oftalmologı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
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Discussion: Zika virus can trigger a non-para-neoplastic autoimmune retinopathy. The dia-
gnosis is based on clinical features, and requires early immunosuppressive therapy.
© 2018 Sociedad Española de Oftalmologı́a. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights
reserved.

(fig. 3). El electrorretinograma (ERG) muestra una alteración de


Introducción respuestas fotópicas y escotópicas, muy severa para bastones
y de menor intensidad para conos.
Entre las enfermedades emergentes, los oftalmólogos debería-
Solicitamos estudio serológico en sangre y orina para el
mos conocer la infección por el virus del Zika y la posibilidad
virus del Zika, y se descartan otras posibles causas de vasculi-
de complicaciones oculares severas no solo para los recién
tis (infecciosas, inflamatorias o autoinmunes). La positividad
nacidos (RN) de madres infectadas.
de IgG por virus del Zika en sangre nos confirma el contacto
Presentamos el caso de una mujer de 40 años, infectada
y se diagnostica de uveítis posterior bilateral en fase resi-
6 meses antes de acudir a consulta por el virus del Zika y
dual/cicatricial secundaria a infección por el virus del Zika.
que desarrolló graves secuelas secundarias a neurorretinopa-
Se pautan inyecciones de acetónido de triamcinolona
tía autoinmune no paraneoplásica por zika.
periocular en ambos ojos con mejoría de los escasos signos
La retinopatía autoinmune es una rara enfermedad inmu-
inflamatorios y disminución del espesor de la CFN, pero per-
nológica causada por anticuerpos anti-retina circulantes que
sistiendo el déficit campimétrico.
producen degeneración panretinal, alterando principalmente
Un mes más tarde, la paciente refiere intensa fotofobia y
la función de la retina externa1 .
al repetir la OCT se aprecia edema macular quístico (EMQ)
en el OI (fig. 3) y mayor engrosamiento en la CFN de ambos
Caso clínico ojos. Ante la sospecha de neurorretinopatía autoinmune no
paraneoplásica secundaria a infección por el virus del Zika
Mujer de 40 años, sin antecedentes de interés, natural de la solicitamos anticuerpos anti-retina y anti-nervio óptico que
República Dominicana, remitida por ceguera nocturna y pér- fueron negativos, así como TAC toraco-abdomino-pélvico que
dida del campo visual (CV). fue normal, e iniciamos tratamiento inmunosupresor primero
Seis meses antes y coincidiendo con una breve estancia con bolos de corticoides y después con infliximab (reservando
en su país de origen, presentó un cuadro febril con rash cutá- para un segundo tiempo rituximab). A la semana se objetiva
neo, artralgias y conjuntivitis leve, tras picadura por mosquito, desaparición del EMQ y de la fotofobia.
que etiquetaron como infección por zika y trataron con para-
cetamol. A las 2 semanas comienza con pérdida progresiva e
indolora de agudeza visual (AV) bilateral hasta llegar a visión
de bultos, le pautaron corticoides tópicos y complejo vitamí- Discusión
nico por un mes y solicitaron TAC craneal que fue normal. Su
AV fue mejorando progresivamente con el tratamiento, pero El virus del Zika es un arbovirus RNA, perteneciente a la
desde entonces refiere pérdida del CV inferior y ceguera noc- familia Flaviviridae como el dengue. Es un virus neurotropo
turna. que se transmite a las personas principalmente por la pica-
En la exploración oftalmológica presenta una MAVC de la dura de mosquitos infectados del género Aedes (en su mayoría
unidad y PIO de 10 mmHg con ambos ojos. Bajo biomicros- A. aegypti)2 , el mismo que transmite el dengue, el chikungunya
copía se observa un polo anterior normal y en el examen de y la fiebre amarilla. La transmisión materno-fetal, las relacio-
fondo de ojo vitritis bilateral muy leve, papilas de aspecto nes sexuales, las transfusiones, los trasplantes de órganos y
normal, máculas con mínimas alteraciones del epitelio pig- la lágrima son otras formas de contagio2–4 .
mentario retiniano (EPR) perifoveales y algún brillo temporal, Una de cada 4 personas infectadas con zika desarrolla
así como algún manguito perivascular residual en periferia síntomas, habitualmente leves, como fiebre, conjuntivitis,
del ojo izquierdo (OI) (fig. 1A). El CV 30-2 muestra un residual artralgias, cefalea y rash cutáneo, que comienzan de 2 a 7 días
central bilateral (fig. 1B). La autofluorescencia (AF) presenta después de la picadura. La clínica es similar al dengue, pero
un moteado hipoautofluorescente en arcadas y aumento de más leve y suele durar de 3 a 10 días.
la hiperautofluorescencia parafoveal (fig. 1C). En la angio- En un número muy pequeño se pueden encontrar compli-
fluoresceingrafía (AFG) se observan escapes en capilares de caciones neurológicas secundarias a la infección: síndrome de
papila en tiempos tardíos y signos de vasculitis panretiniana Guillain-Barré, meningoencefalitis y mielitis aguda2 .
residuales (fig. 2A). La angiografía con verde indocianina (ICG) Especial repercusión ha tenido el «Síndrome del Zika
es de apariencia normal. La tomografía de coherencia óptica congénito» en RN de madres infectadas, sobre todo en el
(OCT) de la capa de fibras del nervio óptico (CFN) presenta un primer trimestre, en los que provoca microcefalia, ventriculo-
engrosamiento en ambos ojos (fig. 2B) y en la OCT macular megalia, calcificaciones y hemorragias intracraneales y daño
un adelgazamiento perifoveal bilateral, mayor en el ojo severo en nervio óptico y mácula5 . Se han descrito lesiones
derecho (OD), con pérdida de las capas elipsoides, limitante pigmentadas y atróficas maculares y perimaculares, daños
externa y nuclear externa que se extiende la hacia periferia difusos del epitelio pigmentado y atrofia coriorretiniana, así
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Figura 1 – A) Retinografías. B) Campo visual (Carl Zeiss Meditec, Inc., Dublin, CA, EE.UU.) 30-2 y 10-2 prueba de umbral. C)
Autofluorescencia.

como hipoplasia del nervio óptico, coloboma de iris, subluxa- No tiene tratamiento antiviral específico y, aunque todavía
ción de cristalino y vasculitis retiniana2,3,5,6 . no existe una vacuna, ya se ha probado su eficacia en modelos
Furtado et al.7 describen un caso de uveítis anterior, en el animales4 .
que detectan virus del Zika en humor acuoso, como mani- La retinopatía autoinmune (RAI) comprende un grupo de
festación de una infección por zika en el adulto; y Fontes8 enfermedades entre las que se incluye la RAI no paraneoplá-
describe un caso de iridociclitis hipertensiva bilateral. sica, que es la forma más común de RAI, es más frecuente en
Los arbovirus tienen en común un trofismo por los mujeres, a edad más joven que en la RAI paraneoplásica y con
pequeños vasos y el SNC. Las manifestaciones oculares historia de enfermedades autoinmunes.
podrían deberse tanto a daño viral directo de las células den- Se caracteriza por pérdida aguda o subaguda de visión,
dríticas como a una respuesta inmune anómala que produce escotomas, fotopsias, ceguera nocturna o fotofobia y discro-
autoanticuerpos frente al EPR, retina o coroides. matopsia. Una reacción cruzada entre proteínas de retina y
El diagnóstico se realiza mediante técnicas de PCR y sero- proteínas de bacterias o virus podrían estar en el origen de
logía de sangre y orina para la detección de anticuerpos IgM la RAI no paraneoplásica1 . Habitualmente es bilateral, pero
y G. El tiempo de viremia es muy corto, los primeros 5 días de puede ser asimétrica.
la infección aguda2,5 . Existe reacción cruzada serológica con El examen oftalmológico puede ser normal o mostrar míni-
otros flavivirus como el dengue. Los test de neutralización per- mos hallazgos. El fondo de ojo puede ser normal, sobre todo al
miten diferenciarlos, pero son costosos y laboriosos. A nuestro inicio, o evolucionar hacia atrofia retiniana difusa, cambios en
caso no se le realizó cultivo, fue un diagnóstico clínico durante el EPR, atenuación arteriolar, palidez del disco óptico y edema
el transcurso de una epidemia por zika en su país. macular quístico. En el CV la pérdida es variable, escotomas
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RNFL y OHN: Optic Disc cube 200x200 OD OS


B Mapa de grosor RNFL OD OS Mapa degrosor RNFL
350 Grosor RNFL promedio 125 µm 132 µm 350

Simetría RNFL 90%


Área del borde
175 175
Área de disco

Proporción de C/D promedio 0,50 0,36


Proporción C/D vertical 0,48 0,29
0µm 0 µm
Volumen de la copa

Mapa de desviación RNFL Mapa de desviación RNFL


Grosor del borde neurorentinal
µm OD OS
800

400

0
TBYP SLP NAS INF TEMP
Centro del disco (0,18, 0,21) mm Centro del disco(–0,24, –0.09)mm
Grosor RNFL
Tomograma horizontal extraído Tomograma horizontal extraído
µm OD OS

200

100

Tomograma vertical extraído


TBYP SLP NAS INF TEMP Tomograma vertical extraído

163 156
S S
80 T N 112 118 N T 79
Cuadrantes
I de RNFL I

Tomograma circular de RNFL 146 176 Tomograma circular de RNFL

150 167 172 170 168 130


108 140 Horas de 139 90
reloj de
87 89 91 71
RNFL
67 107 125 76
150 159
160 123 208 161

Figura 2 – A) Angiofluoresceingrafía (AFG). B) Tomografía óptica de coherencia de la capa de fibras del nervio óptico (OCT)
®
(Cirrus HD OCT Carl Zeiss Meditec, Inc., Dublin, CA, EE.UU.).

centrales o paracentrales o retracción concéntrica. La OCT pre- retina externa en la OCT1,9 , como se ve en nuestro caso. El ERG
senta múltiples alteraciones de la retina externa y la AF puede es anormal, y muestra anomalías en la respuesta de conos,
mostrar alteraciones tempranas o tardías como un anillo hipe- bastones o células bipolares.
rautofluorescente en la región parafoveal, o al menos un leve Se han detectado varios autoanticuerpos como: anti-
moteado, que se corresponde con la pérdida de capas en la recoverina, anti-␣ enolasa, anti-anhidrasa carbónica tipo II,
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®
Figura 3 – OCT raster macular (Cirrus HD OCT Carl Zeiss Meditec, Inc., Dublin, CA, EE.UU.): Arriba) OD y OI en la primera
consulta. Abajo-izquierda) OI al mes. Abajo-derecha) OI tras el tratamiento inmunosupresor.

anti-␣ transductina de los bastones, anti-tubulina, anti-CRMP- autoinmune secundaria a infección por el virus del Zika,
5 . . . que pueden causar RAI y/o neuropatía óptica autoinmune. pero no debemos olvidar su asociación con el síndrome de
Aunque su presencia es diagnóstica de RAI, al final el diag- Guillain-Barré de origen autoinmune y en el que la infección
nóstico es clínico apoyado en el CV, la OCT de mácula y el por el virus sería su desencadenante.
ERG9 . Su mera detección no es suficiente para el diagnóstico1 . Conocer la enfermedad y los riesgos de infección nos ayuda
Los anticuerpos anti-retina se pueden encontrar en otras a protegernos y a prevenir la propagación del zika. A los
enfermedades retinianas, sistémicas autoinmunes, incluso en pacientes infectados por el virus del Zika se les debería realizar
sujetos sanos. una exploración ocular completa y un seguimiento.
El diagnóstico de RAI conlleva descartar un proceso neo-
plásico asociado.
La terapia inmunosupresora a largo plazo es conside-
Conflicto de intereses
rada el pilar del tratamiento. Corticoides locales y sistémicos,
plasmaféresis, inmunoglobulinas intravenosas, ciclosporina,
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
anti-metabolitos como micofenolato mofetilo y azatioprina se
han utilizado en su tratamiento. La respuesta al tratamiento es
bastante variable. Grange et al.1 no encuentran diferencias sig-
nificativas entre los que reciben terapia inmunomoduladora y
bibliograf í a
los que no la reciben. En cambio, Maleki et al.10 examinaron
la eficacia de rituximab (anticuerpo monoclonal anti-CD20),
solo o en combinación, en preservar o mejorar los paráme- 1. Grange L, Dalal M, Nussenblatt RB, Sen HN. Autoimmune
retinopathy. Am J Ophthalmol. 2014;157:266–72.
tros de función visual en pacientes con RAI no paraneoplásica,
2. Petersen LR, Jamieson DJ, Powers AM, Honein MA. Zika virus.
y encuentran que el 75% lo consiguen. Por desgracia la tera- N Engl J Med. 2016;374:1552–63.
pia no sirve de nada cuando la degeneración retiniana sea 3. Pinazo-Durán MD, Silva ED. El virus del Zika. Un agente
extensa. teratogénico ocular. Arch Soc Esp Oftalmol. 2017;92:
La rareza de esta entidad, la dificultad en confirmar el diag- 51–3.
nóstico y de monitorizar la respuesta al tratamiento, la hacen 4. Thomas SJ, L’Azou M, Barrett ADT, Jackson NAC. Fast-track
Zika vaccine development Is it possible? N Engl J Med.
desafiante.
2016;375:1212–6.
En la revisión bibliográfica que hemos realizado no
5. Ventura CM, Maia M, Ventura BV, van Der Linden V, Araújo
encontramos descrito ningún caso de neurorretinopatía EB, Ramos RC, et al. Ophthalmological findings in infants
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with microcephaly and presumable intra-uterus Zika virus 9. Jones Gazmuri A, Díaz Aljaro I, Zacharias Santamaría S.
infection. Arq Bras Oftalmol. 2016;79:1–3. Retinitis autoinmune: a propósito de 3 casos clínicos. Rev
6. Jampol LM, Goldstein DA. Zika virus infection and the eye. Mex Oftalmol. 2016,
JAMA Ophthalmol. 2016;134:535–6. http://dx.doi.org/10.1016/j.mexoft.2016.07.001.
7. Furtado JM, Espósito DL, Klein TM, Teixeira-Pinto T, da 10. Maleki A, Lamba N, Ma L, Lee S, Schmidt A, Foster CS.
Fonseca BA. Uveitis associated with Zika virus infection. Rituximab as a monotherapy or in combination therapy for
N Engl J Med. 2016;375:394–6. the treatment of non-paraneoplastic autoimmune
8. Fontes BM. Zika virus-related hypertensive iridocyclitis. Arq retinopathy. Clin Ophthalmol. 2017;11:377–85.
Bras Oftalmol. 2016;79:63.

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