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La paradoja de Condorcet

¿Garantizan las votaciones al uso la victoria del candidato


preferido por los votantes?
En cuanto a la paradoja de Allais, no es una paradoja propiamente dicha, sino más bien un fallo de
la intuición, el equivalente mental de una ilusión óptica. Sería esperable que las personas sometidas al
doble experimento de Allais eligieran las opciones 1A y 1B o 2A y 2B, según que prefirieran menos
riesgo y menos ganancia posible o más riesgo con la posibilidad de más ganancia. Sin embargo, la
mayoría de la gente elige las opciones 1A y 2B, como si al pasar del experimento 1 al 2 cambiaran
súbitamente de prudentes a osados. ¿Por qué?

Votación circular
Las votaciones constituyen un tipo de elecciones especialmente importantes (las “elecciones” por
antonomasia, de hecho), y no están exentas de paradojas, falacias y contradicciones. Imaginemos una
votación simplificada en la que hay tres candidatos, A, B, C, y tres votantes, 1, 2, 3, y que votan,
expresando sus preferencias en orden decreciente, de la siguiente manera:
1 ABC, 2 BCA y 3 CAB
Ante este riguroso empate (cada candidato es el primero para un votante, el segundo para otro y el
tercero para otro), si se eligiera (por sorteo, pongamos por caso) al candidato A, se podría impugnar la
decisión alegando que dos de los tres votantes consideran que C es mejor que A, y lo mismo cabría alegar
si se eligiera a B o a C.
Esta paradoja fue planteada en 1785 por el marqués de Condorcet en su Ensayo sobre la aplicación
del análisis a la probabilidad de las decisiones sometidas a la pluralidad de voces, y él mismo planteó
un método para evitar este tipo de situaciones, que ha dado lugar a numerosos debates y variantes.
A pesar de su origen aristocrático, Nicolas de Condorcet, a quien Voltaire llamó “filósofo
universal”, fue un activo revolucionario, muy preocupado por el desarrollo intelectual y moral de la
humanidad, en cuya evolución (vista desde Occidente) distinguió diez etapas o grandes hitos:
Agrupación en poblados. Descubrimiento de la ganadería. Descubrimiento de la agricultura.
Invención de la escritura. Desarrollo de la filosofía en la antigua Grecia. Involución en la Alta Edad
Media. Contacto con Oriente durante las Cruzadas. Invención de la imprenta y difusión de la cultura. La
nueva visión del mundo derivada de la ciencia moderna. La nueva etapa de progreso inaugurada por la
Revolución Francesa.
En estos momentos en que tanto y tan confusamente se habla de elecciones, invito a mis sagaces
lectoras/es a discutir la paradoja de Condorcet, así como a proponer un nombre y una valoración de la
11ª etapa que el filósofo francés no pudo prever y en la que ahora nos hallamos.

La paradoja de Condorcet
Para él, las matemáticas debían servir también a las ciencias morales cuyo objetivo es la felicidad
del ser humano. Entre sus numerosas obras destaca su Essai sur l’application de l’analyse à la probabilité
des décisions rendues à la pluralité des voix en el que, por ejemplo, se encuentra el problema de la
formación de tribunales.
Se interesó en el problema de la representatividad en los sistemas de voto y puso en evidencia la
conocida como paradoja de Condorcet, que puede enunciarse de manera sencilla: tres votantes V1, V2 y
V3 eligen entre tres alternativas A (Alicia), B (Benito), C (Cecilia), como sigue:
V1 = {A, B, C}, V2 = {C, A, B}, V2 = {B, C, A},
es decir, A es preferida a B por dos a uno, B preferido a C por dos a uno y C a A por dos a uno
también. Una simple comprobación por pares no determina una alternativa preferida entre las tres. Se
trata de una situación de ausencia de ganador, al existir una mayoría cíclica.
El procedimiento de elección más usual es la regla de la mayoría simple en el que cada votante
elige una o un candidato, y el candidato que reciba más de la mitad de los votos es el ganador. Esta regla
es válida cuando sólo hay dos candidatos, ya que gana el que tiene más votos. Cuando hay más de dos,
puede ser que el candidato con mayor número de votos no tenga la mayoría absoluta de los votos
emitidos. La solución más frecuente es recurrir a la regla de la pluralidad o mayoría relativa, por la que
se elige al candidato que queda situado en primer lugar por el mayor número de votantes. Otra solución
es aplicar el criterio de Condorcet o de comparación por parejas, por el que se elige el candidato que
derrota a todos los demás en elecciones entre pares de candidatos, usando la regla de mayoría. Por este
método se puede producir una relación no transitiva, la paradoja de Condorcet, indicada arriba: se puede
probar que la probabilidad de tener una mayoría cíclica se incrementa cuando el número de opciones
aumenta, y decrece cuando el número de votantes aumenta.
Condorcet fue un gran defensor de la igualdad, como lo atestigua, por ejemplo, su texto de
1790 Sur l’admission des femmes au droit de cité (en francés y en inglés):
… o bien ningún individuo de la especie humana tiene verdaderos derechos o todos tienen los
mismos; y el que vota contra el derecho de otro, cualquiera que sea su religión, color o sexo, ha
abjurado de los suyos a partir de ese momento. Marqués de Condorcet, 1790

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