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MARÍN
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
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HIGINIO MARÍN ESTUDIO HISTÓRICO SISTEMÁTICO DEL HUMANISMO I
nismo, y, como veremos, las distintas res- Más tarde veremos que ambos ideales 3
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puestas que se le han dado constituyen encontraron categorías en las que encarnarse
ya no meramente poéticas o literarias, sino
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también sus distintas formas epocales.
políticas y filosóficas. Bástenos por el
Obviamente los pensadores griegos no se
momento con nombrar la correlación entre
plantearon la cuestión ex novo. Y como suele
trabajo y poiesis por un lado, y pronunciar
ocurrir en todas las culturas, las preguntas las
palabras y realizar acciones y praxis por el otro.
hacen los filósofos cuando en el seno de ellas
Correlación que aunque no es estricta sí es sufi-
se ha hecho problemático responderlas, es ciente para que la destaquemos, y para que
decir, cuando son varias las respuestas con que señalemos, como hace Alejandro Llano, que
se cuenta, y el sentir común de la comunidad cada una de ellas hace prevalecer esferas dis-
se ha colapsado en la perplejidad. tintas de la vida humana: “La palabra y la
Según Jaeger2 la tradición cultural griega acción -en el sentido de praxis- sitúan al
arcaica (casi exclusivamente de índole poética) hombre en el ámbito público. En cambio, el
ofrecía al menos dos respuestas suficiente- predominio del trabajo productivo -en el
mente diferenciadas: Hesiodo, poeta proce- sentido de poiesis- conduce hacia el repliegue
dente del ámbito rural, representó el ideal de a la esfera de la privaticidad de los inter-
la vida sencilla y atenta a los menesteres coti- cambios mercantiles”3.
dianos que permitía ensalzar el trabajo como Si recordamos ahora los términos en que
justificación libre y responsable de la subsis- habían sido planteadas las diferencias entre las
tencia propia y familiar. Por otra parte el ideal actividades parcialmente perfeccionantes -
heroico, enaltecido y desarrollado por pericias, habilidades y oficios productores-, y
Homero, destacaba las excelencias de orden aquellas otras mediante las que el hombre
social y político, y podría resumirse con las gana para sí mismo, y en cuanto que tal, el per-
palabras que Fénix, viejo preceptor de Aquiles, feccionamiento o deterioro que de ellas se
dirigió a éste en cierta ocasión recordándole deriva, es claro entonces que serán éstas
para lo que había nacido y sido educado: “Para últimas (y por tanto el ideal heroico-homérico)
ambas cosas, para pronunciar palabras y rea- las que prevalecerán, al menos relativamente,
lizar acciones”. en el contenido de la respuesta más caracterís-
ticamente griega a la cuestión antes plan- aquellas actividades del hombre que perfec- 4
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Grecia arcaica), en el ideal ciudadano, y que En la medida que los ámbitos familiares y 5
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lleva una vida que es progreso hacia sí mismo, acciones no sometidas a las exigencias de la 7
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hombre que se hace humano en y mediante su utilidad para la satisfacción de las necesidades
vivir según la forma de las ciudades estado de una vida corpórea: “la vida es acción, no
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griegas. producción”, dice Aristóteles. No puede dedu-
Ahora bien, el desarrollo técnico alcanzado cirse de ahí que la condición de esclavitud sea
durante los siglos V y IV a. de C., hace impo- sencillamente idéntica a la que hoy desig-
sible la existencia de un nutrido grupo social namos con la expresión proletariado. El prole-
liberado de la ‘preocupación’ por la satis- tario es un medio de producción. Obviamente
facción de las necesidades de la vida, y que no no se trata de un medio de producción maqui-
contara con el suficiente patrimonio material y nario, pero su estatuto funcional no dista
humano (esclavos). mucho de serlo: se trata de un medio de pro-
ducción humano.
Los esclavos no lo son sólo por no ser dueños
de sí y no ser libres -por naturaleza o por acci- Ahora bien, cuando Aristóteles dice que la
dente como los vencidos en guerra-, sino que vida es acción, no producción, dice también, “y
lo son también por ocuparse en actividades por ello el esclavo es un subordinado para la
que, como las de los artesanos y comerciantes, acción”. Obviamente, estar subordinado a la
no propenden a la felicidad, por la sencilla acción no significa que el esclavo no llevara a
razón de que son actividades productoras o sin cabo producciones. Más bien lo implica nece-
fin en sí mismas, en las que el hombre no sariamente: “En la utilidad difieren poco,
puede dar e incrementar la medida de sí tanto los esclavos como los animales domés-
mismo. Resulta, pues, que mientras ciudadano ticos suministran lo necesario para el
significa hombre libre, hombre que se hace cuerpo”7. Lo que más bien quiere decirse, es
humano; esclavo significa justamente hombre que, al menos programáticamente, ser esclavo
que no vive para sí, “hombre no humano”. consiste en llevar a cabo aquellas actividades
Conviene, sin embargo, que precisemos un mediante cuyo ejercicio el amo no podría
tanto más esta cuestión. Si bien es cierto que, atender a los requerimientos de una vida
como hemos venido diciendo, la condición de humana en sentido estricto, es decir, libre,
hombre libre es la de quien puede llevar a política, ciudadana. Forma de vida ésta de la
cabo un programa de vida, en la forma de que en alguno de sus beneficios participa el
no puede ser ninguna de las técnicas útiles, de una cierta aristocracia ciudadana y patri- 10
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porque éstas sólo conforman comunidades res- monial: sólo quienes estuvieran liberados, al
pecto de la provisión de lo necesario para el
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menos en cierto grado, de la ‘preocupación’
cuerpo y el adorno, esto es, casas y aldeas, no podrían ocuparse en aquellas actividades y
ciudades. modos de vida que reportan una ganancia de
Ese es el sentido con el que Aristóteles cita a otra índole, la propia humanización. De ahí la
Homero para indicar que el hombre insocial - condición aristocrática de la primera de las
que no es hombre o es más que hombre (dios)- formas epocales del Humanismo de la que
es el que vive “sin tribu, sin ley, sin hogar”. El estamos tratando.
hombre es libre sometiéndose a ley porque La forma aristocrática del Humanismo
elude la barbarie. Sólo la acción que pugna por griego significa que el patrimonio es a un
medirse de acuerdo con una norma común es tiempo condición de posibilidad socio-eco-
acción reconocible, imputable a un sujeto que nómica de su surgimiento, y un [actor crucial
se constituye en principio de acciones con rele-
en orden a la peculiar configuración que éste
vancia en un medio común; dicho de otro
tomó. El hombre griego y libre es el hombre-
modo, sólo la acción reglada es acción social.
Esto acontece en la ciudad, o más propia- dueño, el que es dueño de bienes y hombres, y
mente, la ciudad existe en tanto que puede por ello afrontar la posesión de sí
ordenada, y su ordenación es la ley. No tener mismo, el dominio de sí en orden a un doble
hogar-casa, ni tribu-aldea, ni ley-ciudad es no sentido de la libertad, el socio-económico y el
poder ser reconocido, quedar excluido de las moral, cuya síntesis -al menos programática-
relaciones regladas por ley, no poder jugar mente- es la libertad política, la condición de
ningún papel y carecer de topos, de lugar. La ciudadano.
polis sólo es ‘hogar’ para quienes ‘proceden de Ahora bien, una condición necesaria de
lo conocido’ y resultan identificables. Por eso índole socio-económica, no es todavía y por sí
Platón llama en el Critón a las leyes “nodrizas”. sola una condición suficiente, y el ideal aristo-
No obstante, el Humanismo griego no sólo crático no se constituye sólo como una deter-
es correlativo al surgimiento de la ciudad, sino minada dotación patrimonial (si así fuera se
también, y muy especialmente, al surgimiento trataría más bien de un ideal oligárquico), sino
por ocupar su ocio -vida liberada de ‘preocu- traposición a técnicas y producciones), y ejer- 11
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ese decir lo que se hace veraz o falsamente; Puede expresarse, quizás, con mayor pre- 12
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quien se abalanza contra los enemigos lo que cisión si se admite que la acción humana es sus-
ceptible de ser considerada bajo la distinción
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hace es luchar, y es el luchar lo que se hace
valiente, temeraria o incluso cobardemente. La forma-materia. En ese caso decir que la praxis
praxis moral, más que una cuestión verbal cognoscitiva tiene verbos propios, significa
como la cognoscitiva, es una cuestión que la noción teórico-objetiva de praxis cog-
adverbial, consiste en un modo de hacer. No noscitiva no es sólo una definición formal sino
hay verbos específicos para la praxis moral, y también material: el verbo-materia ‘conocer’
de ahí que Aristóteles tenga que caracteri- sólo es posible según la ‘forma’ de tener lo
zarlas como “acciones” en oposición a “pro- conocido en el acto mismo de conocer. Ahora
ducciones”. bien, la noción teórico-objetiva de praxis
moral (acción), no es tanto una definición
Ciertamente eso no quiere decir que cual- material, como formal: la cualidad de la praxis
quier acción pueda ser una praxis moral sólo moral, el que la acción sea fin ella misma, está
con hacerla de un determinado modo (matar a en el orden formal. Por supuesto, que como
un inocente, por ejemplo). Pero sí quiere decir toda forma implica también una restricción
que no hay ninguna razón por la que ‘cons- respecto las materias-verbos posibles de ser
truir’, además de ser una producción, no informados; esto es, hay materias capaces y
pueda formar parte también de una praxis otras que no lo son. Pero no hay una coperte-
moral. Y, sin embargo, eso mismo es lo que ni nencia intrínseca entre su definición formal y
Aristóteles ni el mundo clásico parece que el verbo-materia, como la hay en la noción de
estuvieran dispuestos a admitir. He aquí el cri- praxis cognoscitiva. De modo que propia-
terio cultural por el que las misiones aristocrá- mente no hay verbos específicamente práxico-
ticas se convierten en los verbos que el huma- morales. La denominación aristotélica de
nismo griego tuvo por pertinentes para la “acción”, no es ningún verbo concreto, sino
praxis moral, es decir, para las acciones en las una denominación formal en orden a dis-
que el agente progresa hacia sí mismo, en las tinguir un modo del obrar humano. Ese es el
que el vivir es crecimiento y el hombre se hace sentido con el que hemos dicho que la praxis
humano. moral es más bien una cuestión adverbial.
Una vez hechas tales precisiones, conviene La raíz de la palabra es la misma que la de 13
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de los bienes, pero en ningún caso designa -dice Aristóteles- que reduce al hombre libre, 14
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aquellas otras actividades que más propia- excluyéndole del ámbito de acción propio de
mente constituyen el ‘vivir bien’. De modo que
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su libertad, la polis, y de las actividades
no es extraño, dice el filósofo, que quien mediante las que el ciudadano gana para sí
pueda deje la administración a un subalterno una libertad que ya no es un mero título socio-
para poder dedicarse él a la política o a la filo- político. Según el filósofo son tres las formas
sofía. de crematística: el comercio, la usura y los
Las actividades que directa y primariamente oficios asalariados.
se desarrollan en torno al valor de cambio He aquí el testimonio de un historiador para
forman parte del arte adquisitiva que se ocupa
despejar la sospecha de que se tratara sólo de
de la provisión de los bienes necesarios para su
la posición particular de un filósofo: “es
uso. Cuando tal arte de la provisión desborda
la suficiencia de la seguridad y el ornato nece- posible que el ateniense bien situado no
sario para la vida, Aristóteles la tiene por una tuviera dinero. Si era así, tampoco pedía
forma “antinatural” de actividad que se prestado hipotecando su finca para su
origina en el afán de vivir, pero no de ‘vivir expansión económica. Su mentalidad no era
bien’, sino de hacerlo con placer, y como el productiva. Lo que distinguía al plousios del
apetito de esto último no tiene límite, penes era la libertad de no tener que ganarse
tampoco lo tiene el de la acumulación de los la vida; esta antinomia griega tiene, en su sig-
medios para obtenerlo que son las riquezas. nificado, un matiz que difiere notablemente
Dicho arte de la provisión se llama crema- de nuestros ricos y pobres. Para este par de
tística. Si está subordinado a la administración palabras no hay traducción precisa excepto
doméstica y tiene por consiguiente sus límites con un circunloquio. La riqueza era buena y
(satisfacción de necesidades cotidianas y no deseable, en realidad necesaria para la vida del
cotidianas), entonces se trata de un arte nece- buen ciudadano. Pero su función era liberar a
sario y útil, Pero si cobra autonomía de los su poseedor de actividad y preocupaciones de
fines económicos, esto es, domésticos, y en tipo económico, y no proporcionarle una base
tanto que se constituye en la actividad básica para seguir esforzándose en adquirir cada vez
de una forma de vida, es un mal social y moral más” 11.
Nuestro interés no está tanto en si la menta- mejor lo que conducía y lo que no a la virtud” 15
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lidad del ateniense era productora o no, como los griegos prohibieron su uso “a los jóvenes y
en mostrar y hacernos cargo, de que las activi- a los libres”, e hicieron bien, dice Aristóteles,
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dades económicas no se cuentan entre porque la flauta tiene “el inconveniente de
aquellas con las que el mundo griego res- impedir el uso de la palabra”, además de “des-
pondió a la pregunta sobre qué actividades figurar el rostro”, motivo por el que Atena, la
ganan para el hombre una perfección específi- diosa de Atenas y la inventora de la flauta, la
camente humana, y no meramente parcial y rechazó una vez descubierta. Aristóteles jus-
pericial. tifica el repudio de la diosa porque “tocar la
Como ya hemos señalado, en el mundo cul- flauta en nada contribuye al cultivo de la inte-
tural griego, la economía no sólo es una acti- ligencia, y atribuimos a Atenas la ciencia y el
vidad cuyo fin no está en sí misma. Además se arte”12.
trata de un arte doméstico y aldeano, pero no No poder utilizar la palabra es no poder
ciudadano, es decir, en el que no comparece el ejercitar el vínculo más excelente de la sociabi-
hombre en un uso de sus potencias que pueda lidad, no poder aplicarse a cosas distintas de
llamarse libre, sino subordinado y medido por las que impone la subsistencia y acomodo de la
la utilidad en orden a las necesidades de un ser propia condición corpórea. Defraudar la
corpóreo y gregario. propia condición de hombre libre y ciudadano,
La otra cuestión de la que nos vamos a servir destinado a la excelencia en el hacer y en el
es la azarosa historia social de un artefacto decir. Mientras que el rostro desfigurado en la
musical. La flauta fue un instrumento cuya uti- interpretación musical es, como el de los
lización con fines pedagógicos debió estar cómicos, lo contrahecho sin dolor, una mueca
relativamente extendida durante una época y de la condición humana y libre. La flauta
entre los griegos ciudadanos. Sin embargo, su ejercita en acciones menores, tales como las
uso decayó posteriormente, y, al parecer, que representa la comedia, y forma como ésta
perdió también toda la estima de la opinión caracteres poco graves y excelentes,
general. Pues bien, el trabajo, el oficio pericial y pro-
He aquí la explicación que da Aristóteles de ductor, el ámbito de la poiesis, tiene en Grecia
suceso tan común: “cuando se pudo juzgar las características generales de la economía y
la flauta: instrumentalización para la satis- porque funda una sociedad que es para algo 16
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facción de las necesidades de la vida, la imposi- más que para la satisfacción de necesidades: la
bilidad de configurar mediante él un modo de ciudad. La acción libre no es poiesis, como la
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vida propendente a la felicidad, y la desfigu- ciudad no es agrupación crematística. De ahí
ración del rostro con la imposibilidad de la que el trabajo no sea en Grecia una acción
palabra: aunque aquí podría añadirse que de social (libre o ciudadana): el trabajo es tenido
la palabra relevante, la que da e incrementa la como un hacer que no es palabra, y que, como
medida del hombre que la pronuncia. la flauta, impide el hablar; un hacer como
Vamos a verlo con un poco mas de deteni- mera “voz”, el phoné operativo del hombre, el
miento. En tanto que se piensa que el trabajo ruido o sonido consiguiente a la forma cor-
no perfecciona al agente ni le conduce a la póreo- necesitan te del hombre. Los oficios son
virtud, sino que produce un efecto exterior al las “voces”, la expresión, ya no meramente
hombre, el trabajo resulta ser, como la flauta, fónica como en los animales, sino operativa, de
una poiesis. Pero además, y en tanto que las necesidades humanas: de la salud la
subordinado a la satisfacción de necesidades medicina, de la vivienda la construcción, del
resulta ser también crematística. El trabajo es, alimento la agricultura, la pesca, etc.
pues, una poiesis crematística. Un hacer instru- Recolección, caza, pesca (también la agri-
mental respecto de la satisfacción de necesi- cultura y el pastoreo) y construcción son
dades. algunas de las formas ‘naturales’ de esa voz-
En tanto que poiesis crematística el trabajo hacer del hombre, naturales porque no tienen
es un hacer que es expresión de necesidades; valor en virtud de una convención. Su pro-
como la mera “voz” (sonido) que es en el ducto o efecto tiene él mismo un valor de uso
animal expresión de su ser biológico. La que es el satisfacer necesidades. En la reco-
“palabra”, sin embargo, no está restringida a lección y en la caza el fin del hacer es, él
lo biológico; la “palabra” es más que la mismo, provisión de los necesario: disponibi-
expresión de lo biológico, como la acción lidad del fruto o del animal.
(praxis) es más que satisfacción de necesidades. Pero la poiesis puede también ser crema-
La acción libre es, como la palabra, acción tística en virtud del valor de cambio de su pro-
social, humana (“política” se diría en griego), ducto, o del valor de cambio del hacer mismo.
para discriminar cuáles de entre las acciones de la condición ciudadana. Sin embargo, sí 18
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poiéticas son aquellas en las que acontece un parece que hubo cierta oposición entre el
perfeccionamiento intrínseco del agente en estatuto de hombre libre y la realización de
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tanto que hombre. En el mundo antiguo sólo algún trabajo u oficio por cuenta ajena. En
hay una poiesis crematística que se cuente cualquier caso, cuando aquí se habla del patri-
entre la acciones libres y aristocráticas: la monio como condición de posibilidad nos refe-
guerra es la única ‘praxis’ crematística’. rimos más bien al ideal de vida, al programa
Recuérdese que el único criterio social que antropológico contenido en dicho estatuto
permitía distinguir a Sócrates de los sofistas, sociopolítico, que al hecho simple de contarse
era precisamente que el maestro de Platón no entre los griegos que no tienen dueño.
reclamaba remuneración alguna por ejercer la La sorprendente historia de la flauta puede
función pedagógica, es decir, ésta no tenía servirnos todavía para adentrarnos un poco
para él finalidad económica, la llevaba a cabo más en el no menos sorprendente mundo cul-
en tanto que hombre libre y la desarrollaba tural griego. Hemos señalado ya que es el decir
libremente, sin subordinación a criterios de y no tanto el hacer, al menos no las manos, lo
utilidad: no como un oficio o labor propen- que según se cree puede recibir la inspiración.
dente a la satisfacción de necesidades. Pero Al respecto la poca relevancia social que
con una ‘utilidad’ que se tenía por superior y tuvieron las artes plásticas puede servir de con-
excelente: dar lugar al hombre y a la sociedad firmación.
política en sentido estricto, esto es, al hombre Por otra parte la justificación que da Aristó-
y a la sociedad libre y griega, siendo ambos teles de la caída en desgracia de la flauta pone
términos indiscernibles, semánticamente uní- suficientemente de manifiesto la función
vocos. pedagógica y subordinada que tuvieron en
Bien es cierto que en Grecia la condición de Grecia, lo que hoy conocemos como artes
ciudadano u hombre libre no excluye de suyo bellas, respecto a la con~ formación de un
la ocupación en oficios que tuvieran por modelo antropológico eminente. Cabe sin
objeto la propia subsistencia. De modo que embargo, hacer dos excepciones, la música y la
una suficiente dotación patrimonial no es en arquitectura. Ambas son tenidas en mayor
rigor condición de posibilidad para la posesión estima que las demás porque, según se
pensaba, con sus productos el hombre podía, comunidad -la de los hombres libres-, que 19
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es una trasposición político militar de dicha clases sociales, y la distribución del trabajo que 20
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Hemos dicho que a una acción humana -en ciudad si él consintiera en la huida que le 21
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el sentido de praxis- nada puede agregársele propone su amigo Critón: “Nosotras además
de mejor índole que la mejore en tanto que de haberte engendrado, criado y educado, te
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acción humana, pero sí puede, y en cierto hemos dado también participación en todos
modo exige, que se le agreguen, bien acciones cuantos bienes hemos podido, a ti y a todos los
de la misma índole para componer el conjunto demás ciudadanos”.
de una vida lograda -feliz-, bien otro conjunto Tales bienes de los que los ciudadanos han
de vidas logradas. Lo primero es la vida de un gozado por estar sometidos a ley, son lo que
hombre-libre, y lo segundo la vida de una permiten distinguir entre el simple vivir
sociedad de hombres libres, es decir, política. (hombre), y el ‘vivir bien’ (hombre humano),
Ambas se presentan como indisociables para cuando -como ya hemos visto- el vivir bien no
los filósofos griegos; son correlativas en el es mera holgura, y por tanto, su pérdida no se
sentido de que se hacen recíprocamente llama ruina, sino destierro (ostracismo). La
posibles. razón por la que Sócrates puede afirmar que
Esa reciprocidad posibilitante es la que “no se ha de tener en la mayor estima el vivir,
asimila indisociablemente en el ideal griego la sino el vivir bien”, es la misma por la que en el
idea de una vida humana y una vida política “Critón” admite que si escapara de la sen-
según la forma de la ciudad griega. Obvia- tencia de muerte le podrían reprochar así: “te
mente se trata de un programa cuya reali- jactabas de que no te importaba morir, si
zación cultural no se consumó nunca, pero preciso fuera, sino que preferías, así decías, la
cuya sola posibilidad fue suficiente para muerte al destierro”.
animar lo más genuino del espíritu griego. No Preferir la muerte al destierro es proclamar
hay otro modo de explicar la muerte de que la sustancia de lo humano se realiza en el
Sócrates. Su estructura trágica reside en que es orden social sometido a normas. Eludir dicho
la fuerza misma del ideal asimilador entre orden, incluso cuando se sufre injusticia de su
ética y política (humanidad cumplida y ciuda- parte, es “lo que haría el último de los
danía) la que le impide eludir la condena esclavos”, dice Sócrates; a los esclavos las leyes
injusta del tribunal de la ciudad. Así imagina no les han engendrado, no están engendrados
Sócrates que le increparían las Leyes de la y educados según norma, y no son recono-
estirpe de los hombres dependientes de ley, y, precisamente por pensarlas como principios
por tanto, son ‘libres’ respecto de ellas en el configuradores de formas de vida distintas-, se
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sentido de que pueden eludirlas sin incurrir en le encontró un correlato político y social, de
impiedad. Pero al precio de ser constitutiva- modo que su distinción teórica se hizo también
mente impíos, es decir, de ser esclavos, de distinción de funciones y clases sociales, una de
carecer de linaje que venerar y de leyes que las cuales, la de los hombres productores y apli-
obedecer, por carecer de la medida de lo cados a oficios y labores útiles, los siervos y
humano, la ciudadanía griega. esclavos, resultaron excluidos de su propia con-
De ahí que pueda decirse con propiedad que dición de hombres, y por el mismo sistema
nada hay tan parecido a una institución peda- socio-cultural que creyó haber encontrado y
gógica como la forma misma de la polis griega. propiciado la medida de lo humano.
Más allá de sus objetivos en orden a la supervi- Ahora bien, para que praxis (acción) y
vencia, el ornato de la vida, la seguridad y la poiesis (producción) pudieran pensarse como
defensa, Grecia es el esfuerzo humano hecho principios configuradores de formas de vida
sistema socio-cultural por dejar acontecer al distintas, es preciso creer que la praxis moral
hombre en su verdadera medida: paideia, edu- tiene unos verbos propios (las acciones y
cación, formación y cultura, pero en la forma misiones aristocrático-ciudadanas), tal y como
del Humanismo Aristocrático. (Como es obvio, tiene un verbo propio la praxis cognoscitiva.
la propia muerte de Sócrates, condenado por Hace falta creer haber encontrado correlatos
la falsa acusación de corromper a los jóvenes sociales para la noción de praxis moral, para
con sus enseñanzas, pone de manifiesto tanto poder sustantivarla en la forma de vida de una
la condición fundante de dicha intención clase social -o de un bios determinado-, exclu-
pedagógica, como su fracaso, pues ella misma yendo a las demás.
es la que le cuesta la muerte al maestro de Cuando eso ocurre la cualidad misma de lo
Platón). moral es negada a quien no forma parte de
Para justificar nuestro reparo es preciso que esa, por así decir, ‘clase social-práxica’. Esta es
recordemos cómo a la distinción le siguió la sin duda la principal penuria de la primera
separación: a la diferenciación entre acciones y forma del humanismo, y la más oscura de las
significa “persona”, sino “naturaleza”, pero es la noción de libertad o de persona tienen una
que, como es bien sabido, la noción de persona índole eminente y casi estrictamente socio-
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no es aristotélica ni griega. De donde resulta política.
que puede haber ‘hombres’ cuyo estatuto Para los griegos el hombre humano
metafísico es un cierto ser extra muros de la acontece en Grecia porque es allí donde el
sustancia: la barbarie; mientras que otros (los hombre aparece como tal, como una aptitud -
esclavos y los niños, por ejemplo) viviendo natural- que es capaz respecto de sí misma. Ese
intra muros de la sustancia no la habitan en es en tanto que ideal el estatuto de la ciuda-
sentido estricto. La sustancia humana no se danía griega: el hombre libre es el hombre
corresponde con un tipo de vida biológico, apto respecto de sí mismo, respecto de su rea-
sino con un tipo de vida socio-cultural, esto es, lización. Esa ‘aptitud’ no es otra cosa que la
un bios: un tipo ético-sociológico de vida con- libertad corno disposición de sí, primero y
formado según la asimilación entre praxis o como punto de partida en un sentido socio-
acciones morales y las misiones sociales de un económico, el ocio; y después, como per-
conjunto de estirpes, la aristocracia ciudadana, fección última, en un sentido moral, la virtud.
que no se ocupa en poiesis crematísticas
porque cuenta con una dotación patrimonial Claro que sostener que la sustancia humana
es lo que acontece como fin de un proceso de
suficiente.
generación que es socio-cultural (la paideia
Puede objetarse que lo dicho supone la asi- según el nomos o ley de la polis), significa en
milación entre ética y metafísica, o entre meta- este caso y para Aristóteles, por ejemplo, sos-
física y cultura, o la confusión entre el estatuto tener que la sustancia humana acontece según
sociopolítico y el estatuto metafísico. Bien, ésa naturaleza, porque la polis misma es para él
es, en efecto, una buena objeción filosófica; “una de las cosas naturales”. De modo que si
sin embargo, lo que aquí nos hemos propuesto no la Atenas de su tiempo, sí la forma de la
es la descripción de una forma epocal del polis, es para Aristóteles y respecto de las sus-
humanismo, es decir, un ejercicio de com- tancias humanas su lugar propio, su topos
prensión e interpretación cultural cuya legiti- eideon, un “lugar de las ideas” en el que éstas
mación viene dada por sus virtualidades com- pueden acontecer realmente, es decir, en indi-
viduos singulares. Si la naturaleza de cada cosa su propia condición de posibilidad, y que acon- 26
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es ‘lo que una cosa es después de su gene- tecen sólo en virtud de una feliz coyuntura que
ración’, entonces la naturaleza del hombre no puede llamarse con propiedad un destino. De
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acontece sino en y mediante la ciudad, y por este modo no sólo la naturaleza humana se
eso la definición aristotélica del hombre como asimila con una determinada cultura según
animal social puede traducirse en la forma de cierta indistinción, sino que la sustancia (como
que el hombre es el animal de la polis, del el fin de la generación para ser principio de
mismo modo, aunque en otro orden, que operaciones) se asimila también con un “tipo”
decimos del pez que es un animal acuático: la socio-cultural de hombre 13.
sustancia de lo humano no sobrevive a su
Tal asimilación es también una destinación;
secesión del medio social (y más en concreto de
la sustancia como término de una generación
la sociedad política), del mismo modo que
fuera del agua no existe pez alguno sino como que es un proceso socio-cultural -la educación-
un concepto o como un cadáver es, para cada individuo en el que se realiza, su
destinación como posibilitación incoante de la
El minimum humano es el fin de una ges- plenitud de lo humano. O dicho de otro modo,
tación política, cuando política, moralidad y la libertad es aquello a lo que tinos cuantos
cultura se convierten y confunden en lo que se resultan destinados, pero ese destino parti-
cree la realización natural de la universalidad cular no es otra cosa que la realización de la
esencial del hombre: la ciudadanía griega en esencia universal de lo humano. El hombre
su idealidad programática. La polis hace exis- libre sucede en Grecia en la forma del cumpli-
tente a la esencia de lo humano en la forma de miento de una posibilidad incoada como desti-
aptitudes naturales que son una cierta con- nación. Esa es, además, una posibilidad que se
dición inicial, o un punto de partida (biográfi- piensa abierta por una determinada distri-
camente tardío) para el individuo singular al bución de funciones y distinción de clases que
que la ciudad, la estirpe y la fortuna han hecho permite la configuración de lo que hemos
capaz de sí mismo. llamado una clase social práxica. Pertenecer a
Dicha condición inicial prevalece respecto de ella no sólo exige un reverente agradeci-
la posibilidad del fin, porque éste no es capaz miento (piedad), sino que plantea la existencia
por sí mismo de conjuntar los factores que son como destinación al cumplimiento de una
miento del mundo del trabajo humano es un Nos basta con comprobar que, al menos en 28
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hito decisivo en la historia del humanismo, sus aspectos más generales, se mantiene la
que, como veremos, ha determinado buena forma y el sentido del Humanismo Aristo-
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parte de nuestra historia, comprensible en crático griego. Es decir, que el estatuto jurídico
muchos de sus aspectos sólo a partir de dicha social de ciudadano romano se corresponde en
síntesis, admirable en su empeño y trágica en buena medida con el de ciudadano de la polis
su solución, al tiempo que acta de fundación griega. Y que, por tanto significa el reconoci-
del humanismo occidental. “La contraposición miento de la condición de hombre libre -
entre el conocimiento real necesario para los persona- a efectos sociales y políticos: “...en el
oficios y la educación ideal política que afecta terreno del derecho ser persona quiere decir
al hombre entero (...) tiene su sentido más pro- ser reconocido por los demás en cuanto que
fundo en la cultura de la ciudad (...) el estado- constituyen una comunidad social, y es este
ciudad antiguo es el primer estadio después de reconocimiento el que otorga unas capaci-
la educación noble, en el desarrollo del ideal dades de acción respecto los demás. Ser
humanista hacia una educación ético-política, persona es ser ciudadano de Roma, estar
general y humana”14. investido de los derechos que la ley romana
Las distintas formas epocales del humanismo concede” 15.
se constituyen, precisamente, como varia-
Ciertamente la extensión de ese estatuto, y
ciones históricas en orden a determinar cuáles
también el desarrollo de la forma jurídica de
son los correlatos en el plano socio-político de
los modelos antropológicos con vigencia cul- ese reconocimiento, suponen un cierto debili-
tural. tamiento de la interdependencia entre el
impulso formador de un modelo humano emi-
*** nente y la condición jurídica de persona y ciu-
Para nuestro propósito no es necesario que dadano. O, por decirlo de otro modo, en la
nos extendamos en el estudio de la evolución medida que la condición de ciudadano se sus-
del humanismo y sus correlaciones con el tenta por sí sola en la forma de su expresión y
sistema sociopolítico de Roma, mucho más reglamentación jurídica, es más fácil también
complejo, por demás, que el de las ciudades disociarla del contenido pedagógico, moral y
griegas. cultural que tiene en sus primeras etapas. De
gustoso) emblemático del epicureismo y que En lo que a nosotros nos concierne, hay que 30
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 33
consiste también en una cierta secesión del señalar que el Humanismo se confirma en 34
orden social, y el otium cum dignitate (ocio Roma en su forma aristocrática, de modo que
con dignidad) en el que dignitate significa ‘sin el patrimonio sigue manteniendo buena parte
pérdida de la dignitas’, es decir, sin merma de de su vigencia como condición económica. En
la disponibilidad para el ejercicio de funciones Roma, como en Grecia, es en muy buena
públicas si la civitas lo requiriera, mantiene medida una determinada distribución del
todavía la antigua asimilación entre posibi- trabajo y de las funciones sociales articuladas a
lidad-capacidad (dignitas) para misiones partir de las dotaciones patrimoniales de
sociales y excelencia humana moral; máxime bienes raíces, lo que da su cuño característico a
ahora cuando, para Cicerón por lo menos, el un sistema socio-cultural en el que sigue man-
ocio contemplativo no tiene la eminencia que teniendo vigencia el ideal formativo y humano
en el mundo griego, porque la que se tiene griego: “La posición rectora de la nobleza
por más excelente de las actividades humanas senatorial habría sido inconcebible sin la base
posibles es ya otra distinta de la teoría: “no económica en que reposaba su predomino.
hay nada en lo que la capacidad humana se Esta base era como siempre la propiedad de la
acerque más a lo divino que la constitución de tierra”16.
nuevas ciudades y la conservación de las ya En la Roma más temprana además de
constituidas”. expresa, se agudizó la condición del patri-
La complejidad del sistema social romano no monio de bienes raíces como la forma de pro-
es comparable, desde luego, con la relativa- piedad apropiada para la ciudadanía con fun-
mente sencilla forma de las ciudades griegas. ciones políticas. La necesidad de hacerlo vino
No obstante, la sucesión de Grecia por Roma dada posiblemente por la creciente aparición
en esa suerte de magnífica transmisión cultural en la escena pública de individuos que habían
y civilizadora contiene ya los perfiles que ganado una preponderancia económica con
podremos ir reconociendo en los distintos actividades mercantiles y negocios: homo
momentos y formas de nuestra tradición cul- novo, advenedizos a la condición de hombre y
tural. persona con derechos sociales y dispuestos a
Cap. I.
Higinio Marín es profesor Ayudante del 34
3. Llano, A., “La nueva sensibilidad”. Espasa-
Departamento de Antropología y Psicología
Calpe, Madrid, 1989. Cap. 2.
en la Universidad de Navarra, y miembro del
Departamento de Investigación del Seminario 4. Finley, M. L., “La Grecia antigua. Eco-
Permanente Empresa y Humanismo. nomía y sociedad”. Grijalbo, Barcelona 1984.
5. Idem.
Notas 6. Aristóteles, “Metafísica” Lib. I
* Este trabajo es el primer resultado de una 7. Aristóteles, “Política” Lib. I.
investigación en curso que quiere ser un 8. MacIntyre, A., “Tras la virtud”. Crítica,
estudio histórico-sistemático de las formas Barcelona 1987 (p. 200).
epocales del Humanismo: el análisis de los sis- 9. Choza, J., “La realización del hombre en
temas socio-culturales en tanto que polari- la cultura”. Rialp, Madrid 1990. Cap. X.
zados a la realización de un modelo antropo-
lógico. El Humanismo Aristocrático es, por 10. Jaeger, W., “Paideia”. Cap. I.
tanto, un episodio, el primero, en la sucesión 11. Finley, M.L., Op. cit.
de las formas históricas del humanismo en lo
12. Aristóteles, “Política”
que podemos llamar la tradición occidental.
13. Obviamente la tesis de que la sustancia
1. Aristóteles, “Etica Nicómaco”. Lib VI.
es fin de una gestación socio-cultural, (y que
He preferido no modificar para esta publi- en buena medida tiene la forma de la recí-
cación su forma original con el fin de que su proca complementariedad entre destinación y
carácter parcial en un planteamiento más paideia) contiene en germen una segunda
amplio no quedara disimulado. De ahí la posibilidad del Humanismo Aristocrático -que
brusque-dad con la que se entra en cuestión, y Nietzsche habría llamado dionisíaca- expli-
las frecuentes referencias a partes del trabajo citada y desarrollada por los sofistas y que está
todavía no publicadas. en franca oposición a la que a nosotros nos ha
ocupado. Lo que aquí nos interesa es sólo des- 15. Choza, J., “Manual de antropología filo- 34
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 33
tacar que aunque el sentido que dicha tesis sófica”. Rialp, Madrid 1988. 34
tiene para los filósofos de la Escuela de Atenas 16. Alfoldy, G., “Historia social de Roma”.
y para los sofistas es muy distinta, ambas son Alianza, Madrid, 1987.
posibilidades peculiarmente griegas -y aristo-
17. Sobre esta cuestión puede consultarse la
cráticas.
obra dirigida por G. Duby y P. Aries, “Historia
14. Jaeger, W., op. cit. de la vida privada”, Taurus, Madrid.