COLABORACIÓN

Y REDES ENTRE
AGENTES Y SERVICIOS
 EL APRENDIZAJE
SOSTENIBLE EN LOS EQUIPOS
INTERDISCIPLINARIOS
Como se ha venido enunciando a lo largo de este docentes de su institución educativa. Esto debido
apartado, el estudiante trae sus experiencias y a que el docente es la persona que más tiempo
aprendizajes de vida al salón de clase, las cua- comparte en el aula con los estudiantes y por lo
les inciden directa o indirectamente en su com- tanto, tienen más herramientas para mediar entre
promiso con el aprendizaje. Para esto, la imple- los diversos agentes de la comunidad educativa
mentación de un modelo holístico propone una en pro del aprendizaje sostenible de cada uno de
dinámica sistémica, que de acuerdo con Smith sus estudiantes.
y Thelen (2003) facilitará la reunión de diferen-
Las redes de trabajo se sustentan a partir de
tes perspectivas para reconocer la integridad de
alianzas concebidas como la articulación de di-
cada estudiante. En esa línea es importante re-
versos actores en función de objetivos comunes,
conocer el rol que otros profesionales tienen en
que ofrecen sus recursos humanos y materiales
la formación de los estudiantes. Los psicólogos
para solucionar problemas y aprender conjunta-
clínicos y psicólogos educativos, trabajadores so-
mente en ese proceso (Krichesky, 2006). Para
ciales, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos
que el trabajo interdisciplinario y en red produzca
y fisioterapeutas, entre muchos otros, han sido
los efectos deseados, la escuela y su personal
formados para respaldar los procesos de apren-
deben estar convencidos de que la necesidad de
dizaje del estudiante desde el campo de exper-
mejorar las condiciones educativas y sociales de
ticia de cada uno. La mirada y opinión de
sus estudiantes es real, y que para facilitar ese
cada profesional es diferente, pero estas
proceso es fundamental trabajar en equipo.
no deben ser excluyentes entre sí, ya que,
de una u otra forma consideran como el Cuando se quiere desarrollar un proyecto de
estudiante se desenvuelve en su proceso articulación entre la comunidad y la escuela es
de aprendizaje. importante tener una idea clara acerca de las
instituciones y actores que participan de la vida
Es, nuevamente, el profesor de aula quien debe
comunitaria. En este sentido Krichesky (2016)
establecer vínculos de colaboración para el tra-
plantea el mapa de la comunidad como una es-
bajo en red con estos profesionales y las insti-
trategia metodológica que permite visualizar a
tuciones que los respaldan, así como con otros

Unidad 4 – Participación de la comunidad en la inclusión educativa 2

las instituciones y organizaciones que actúan
en la comunidad, y también el tipo de activida-
des que desarrollan. Permite, además, visualizar
la relación entre las instituciones, dando pistas
que puedan ayudar a entender las opciones de
cooperación en el abordaje de una determinada
problemática. Su potencialidad se orienta hacia:
• Establecer una visión común de la necesi-
dad, a partir de comenzar el intercambio de
distintas miradas particulares sobre esa ne-
cesidad.
• Diferenciar los lugares y roles que cada uno
de los actores intervinientes tiene en la co-
munidad.
• Definir qué sabe hacer cada uno y a qué
puede comprometerse para resolver la nece-
sidad.
Para la construcción del mapa de actores de la
comunidad es necesario tener en cuenta el con-
texto comunitario inmediato, los lugares más
próximos a las escuelas y conocer el contexto
social general. Se identificarán a los diversos ac-
tores del sector público, empresarial y no guber-
namental que están en condiciones de articular
esfuerzos para mejorar la situación de la comuni-
dad (Krichesky, 2006).
Según Riva y Moreno (2010), el trabajo en red
no es necesariamente fácil. Por ello, recomien-
dan tomar en cuenta los siguientes aspectos:
Unidad 4 – Participación de la comunidad en la inclusión educativa
1. La misión: objetivos comunes
El equipo debe definir para qué y para quién tra-
baja y establecer objetivos comunes. Se requiere
dar respuesta a las personas o grupos sociales
a los que dirigen su acción y para esto, el co-
nocimiento y análisis colectivo de la realidad, de
los problemas, necesidades y demandas exis-
tentes en su localidad, ayudará mucho a iden-
tificar esos objetivos comunes. Se recomienda
que los objetivos sean pertinentes, positivos,
precisos, posibles y proporcionados.
2. La comunicación
Todos los actores involucrados deben tener pleno
acceso a la información necesaria para propo-
ner acciones y tomar decisiones. La información
debe buscar siempre la respuesta, la comunica-
ción, el intercambio, la participación de todos los
miembros de la red, entre los que debe haber
confianza mutua. Entre las formas de comunica-
ción más comunes en una red, están:
• Reuniones presenciales: las asambleas,
reuniones de trabajo, convivencias, etc., son
espacios efectivos para poner en común
ideas y puntos de vista que llevan a la toma
de decisiones de manera conjunta.
• Actividades formativas: la formación es un
espacio privilegiado para la comunicación y el
intercambio. Los momentos de aprendizaje
colectivo nos dan la oportunidad de escuchar
y comprender las visiones que tienen otros
miembros de la red, así como de expresar
nuestras opiniones y experiencias.
3
• Circulares: son mensajes breves, que se
envían con la intención de emitir información
útil y necesaria para toda la comunidad, para
valorar un proyecto colectivo o para estable-
cer plazos en las actividades planteadas. En
la actualidad se combinan las circulares es-
critas con los envíos a través de correo elec-
trónico.
• Boletines: dan cuenta de la actividad de la
red durante un periodo de tiempo. Tiene un
uso tanto interno como externo y puede ser-
vir de referencia para toda la red y promover
la participación de colaboradores.
• Correo electrónico: Tiene la ventaja de ser
inmediato, de que se pueden adjuntar docu-
mentos, imágenes u otros archivos. Se utiliza
para una gran cantidad de tareas cotidianas y
es un sistema muy eficaz para la construcción
colectiva de documentos, difusión de progra-
maciones, solicitud de opiniones, y para la
difusión de cualquier tipo de información.
3. Sostenibilidad
Es importante tomar en cuenta la asignación de
tareas que permite establecer normas, y meca-
nismos claros de organización de las acciones
en común, la comunicación, la toma de decisio-
nes, asignación de recursos, etc., que faciliten
la consecución de los objetivos planteados. Adi-
cionalmente, la capacitación y gestión adecua-
da de los recursos permitirá que las capacida-
des de cada una de las partes se multipliquen.
Unidad 4 – Participación de la comunidad en la inclusión educativa
4. Recursos
Cuando hablamos de “recursos” no nos referi-
mos sólo al dinero necesario para desarrollar los
proyectos, sino fundamentalmente a los recursos
humanos (personas que dediquen tiempo a las
tareas, a las actividades y al mantenimiento de la
red), así como recursos técnicos (de acuerdo con
las distintas tareas a realizar) y recursos metodo-
lógicos (los conocimientos necesarios para llevar
a cabo adecuadamente las diferentes tareas)
y proyectos de la red. Entre estos recursos se
pueden identificar: recursos propios, comuni-
tarios, privados y públicos.
La acción protagónica de los diferentes acto-
res involucrados en el trabajo en red, permite la
profundización del vínculo de la escuela con su
entorno y sostiene el aprendizaje de los niños,
niñas y a adolescentes con una perspectiva in-
clusiva. Plantear acciones colectivas que respon-
dan a las necesidades de los miembros de una
comunidad educativa, es responsabilidad de to-
dos los involucrados en el proceso de formación
y acompañamiento de los estudiantes. En este
sentido, dichas acciones deben ser planteadas
con un enfoque sostenible y ser monitoreadas y
evaluadas periódicamente. La figura 1 presenta-
da a continuación resume los elementos clave de
la participación de la comunidad en la inclusión
educativa.
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 Figura 1: La participación de la comunidad en la inclusión educativa.

Fuente: Elaborado por Equipo Académico ALATA (2017).

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REFERENCIAS

Krichesky, M. (2006). Escuela y comunidad: desafíos para la inclusión

educativa. Buenos Aires: Ministerio de Educación, Ciencia y Tecno-
logía de la Nación.
Smith, L., & Thelen, E. (2003). Development as a dynamic system.
Trends in Cognitive Sciences, 7(8): 343-8.
Riva y Moreno (2010)

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