“MICROMISIÓN SIMÓN RODRÍGUEZ” ÁREA DE FORMACIÓN: MATEMÁTICA SAN FERNANDO, EDO-APURE Tema: La Matemática Crítica. (Ensayo). Participante: Kevin Valdez C.I:21.293.339 La matemática crítica está asume algunos de sus constructos para ser teorizados y aplicados en la práctica pedagógica del profesor de matemática o en otros contextos en los que se manejen conocimientos matemáticos. Se destacan entre ellos: la educación dialógica y problematizadora, la reflexión y acción, la emancipación, la competencia democrática, el conocimiento reflexivo matemático, la relación cultura y matemática, la matemática como construcción humana y social y, el docente-alumnos como sujetos políticos y no sólo cognitivos. El análisis de estos constructos debe ayudar a los futuros docentes, no sólo a una reflexión práctica sobre el conocimiento didáctico del contenido a enseñar, sino a reflexionar críticamente sobre cómo sus acciones pedagógicas tienen repercusiones morales y éticas en los estudiantes.
La matemática crítica tiene como finalidad que el docente adopte la didáctica
crítica en la enseñanza de la matemática desde una visión ética, ya que actualmente el proceso de enseñanza no está desarrollando en el discente un pensamiento crítico que propicie la transformación de los contenidos acorde con sus necesidades. Debido a esto, se debe pensar en una didáctica distintiva que permita crear un vínculo afectuoso, partiendo de la ética y la estética, logrando un cuestionamiento a los principios de la escuela tradicional y tecnocrática, impulsando una ruptura epistemológica que vislumbre nuevos senderos en la enseñanza, que parta de la historia actual del individuo. De esta manera, la didáctica crítica en la enseñanza de la matemática destaca la necesidad de sensibilizar a los docentes para que generen acciones educativas con bases teóricas hacia una pedagogía centrada en la moralidad, con carácter ético y liberador.
Es importante resaltar, cómo la autorreflexión y el diálogo son elementos
importantes en las actividades educativas, así como la creación de una comunidad comunicativa de aprendizaje para promover, tanto en las instituciones educativas como en las aulas, comunidades críticas de aprendizaje basadas en la reflexión crítica, el diálogo, la interacción y la negociación tanto de docentes como de estudiantes. Así como la construcción de redes de docentes y estudiantes de diversas instituciones educativas tanto locales como nacionales las cuales contribuyan al cuestionamiento de su accionar como docentes y a la co-construcción del conocimiento.
Por ello, es necesario indagar las diversas situaciones presentadas tanto en la
práctica docente como en la propia institución educativa. El docente, en general, y el de matemática en particular, deben problematizar la práctica docente, de manera de poder explicitar lo obvio desde la propia mirada de la práctica. La reflexión en y sobre la práctica docente hace emerger relaciones dialécticas entre la práctica y la teoría, permitiendo así, la formación de un estudiante que pueda trascender el aquí y el ahora y proyectarse como un ser autónomo y transformador y constructor de su mundo de vida.
Con la matemática crítica se manifiestan los valores compartidos, cooperativos,
emancipadores, solidarios e intersubjetivos, la relación entre la teoría y la práctica es indisociable, y el aprendizaje se concibe como un proceso grupal y en construcción que se define por los cambios individuales y sociales que se están dando a inicios de este siglo XXI. Con la inclusión de la didáctica crítica en la enseñanza de la matemática desde una visión ética se destaca la necesidad de sensibilizar a los docentes para que generen acciones educativas que permitan sentar las bases teóricas hacia una pedagogía centrada en la moralidad y ver al conocimiento como una construcción social con un carácter liberador y ético.
Además, la enseñanza es una actividad compleja, responsable y de mucho agrado
y satisfacción, cuando está presente la vocación y acompañado de esto, obviamente la dedicación. Debemos ser profesionales reflexivos, profesionales críticos con nuestra práctica, como manera de ir mejorando cada día el quehacer diario en el aula de clases. Es por ello que la profesión docente ha sido una de las actividades que ha motivado al estudio y a la reflexión en la historia del pensamiento humano.
En estos tiempos de “crisis en la educación”, se requieren docentes apasionado
por lo que enseñan y saben mediante su ejemplo consoliden los principios de la ética profesional, y la ausencia de valores, muy de moda en la sociedad actual. Siempre enfocarnos en esa relación de lo que enseñamos y de lo que el alumno aprende con lo que será su quehacer diario como profesional. Cada día las reflexiones como facilitadores en el proceso de enseñanza y aprendizaje, la meta inicial tiene que ser lograr la atención del alumno, y esto se lograra a medida que el enfoque en el aula sea novedoso, distinto, personalizado.
La educación matemática critica opta no sólo por la construcción cognitiva del
estudiante, sino también se preocupa por la un formación política, social y emocional del estudiante, presentando así la formación en matemáticas desde una perspectiva humanista y holística. Existe una fundamentación teórica de la educación matemática crítica a través de los postulados propuestos por el constructivismo social, la más importante de estas está basada en que el conocimiento además de construirse a partir de las relaciones ambiente-yo, el entorno social toma gran importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Con respecto a las metodología la propuesta de educación matemática crítica,
hace una crítica a la utilización de ejercicios descontecutizados en el aula de clase, y opta por la utilización de ambientes de aprendizajes dentro del paradigma de los escenarios de investigación, los cuales llevan a reconocer y problematizar la realidad de los estudiantes, para de esta forma potenciar su capacidad de cambiarla positivamente. Desde esta perspectiva de la educación matemática crítica, es necesario que los implicados en el aprendizaje y la enseñanza de la matemática asuman una actitud de autorreflexión, de crítica, y a la vez puedan descubrir y transformar las relaciones de poder subyacentes en las prácticas matemáticas y en las prácticas pedagógicas, tanto de estudiantes como de los docentes.
Para concluir, el llamado es a las instituciones educativas, para que contribuyan
con la formación de personal de alto nivel y fomenten el desarrollo científico y tecnológico, para emprender un proceso de transformación, que nos prepare para estos ambientes de cambio, que se respiran en esta segunda década de este siglo XXI, y es un gran reto que tiene una estrecha relación con la ética, ya que como seres sociales dependemos los unos de los otros.