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Ciudad de México a 17 de diciembre de 2018

Sexenio de EPN, regresivo para la libertad


de expresión y la protesta social: ONG
Sexenio de Peña Nieto retrocede en el respeto a la protesta social

El Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social ha


documentado casos y legislaciones represivas entre 2012 y 2018

De julio de 2015 a noviembre de 2018 se presentaron por lo


menos 175 casos de represión

Pide al nuevo gobierno garantizar y respetar la libertad de


expresión, de reunión y de tránsito en el espacio público.

Ciudad de México, 17 de diciembre del 2018

Durante el sexenio 2012-2018 en México, el ejercicio de la protesta social fue objeto


de constante de represión, criminalización y diversas restricciones a través de
normas, uso excesivo y arbitrario de la fuerza pública, tanto a nivel federal como
estatal, tendientes a estigmatizar la protesta y cerrar los espacios públicos; así lo ha
documentado el Frente por la Libertad de Expresión y la Protesta Social (FLEPS) en El
Sexenio de la Resistencia: Informe sobre la protesta social y la respuesta estatal
2012-2018.

Cabe recordar que el #1DMX (1° de diciembre de 2012), fecha en que tomó protesta
Peña Nieto, marcó un punto de partida simbólico y reprobable, observando una clara
representación de lo que vendría en los siguientes seis años. Detenciones arbitrarias,
ejecuciones sumarias derivadas de un uso letal de la fuerza pública, tortura, uso
arbitrario del sistema penal, amenazas, intimidación, fueron huellas que quedaron
marcadas frente al ejercicio de la protesta social.
Ciudad de México a 17 de diciembre de 2018

Estos actos, según explica el Frente, se pueden identificar “antes, durante y después”
de la protesta: antes, señalando aquellas legislaciones locales y federales que
restringen y criminalizan el ejercicio de la protesta social a través de normas
ambiguas, disposiciones que permiten el uso letal y arbitrario de la fuerza pública o
que restringen el uso del espacio público; durante, en los actos de represión
cometidos contra diversos actores movilizados a lo largo del sexenio, quienes han
sufrido encapsulamientos, agresiones físicas y sexuales, detenciones arbitrarias,
ataques con todo tipo de armamento letal y no letal, e incluso ejecuciones
extrajudiciales; y después, cuando integrantes de movimientos sociales y personas
solidarias son judicializadas por delitos imputados de manera arbitraria,
aprovechando su redacción ambigua, tales como los delitos de “ultrajes a la
autoridad”, “ataques a la paz pública”, “resistencia de particulares”, “sedición”,
“terrorismo”, entre otros.

El informe contabiliza que, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo menos
en 15 entidades federativas se aprobaron legislaciones restrictivas a la libertad de
expresión y la protesta social. Algunas de estas restricciones son: la obligación de
dar aviso o solicitar autorización previa, sin considerar manifestaciones espontáneas;
la restricción de vialidades o espacios públicos para manifestarse, así como
determinados horarios; la inadecuada regulación sobre armas y el otorgamiento de
facultades amplias y discrecionales para el uso de la fuerza, sin controles adecuados
para privilegiar el ejercicio de derechos y la rendición de cuentas.

Asimismo, en el periodo comprendido entre julio de 2015 y noviembre de 2018 se


registraron 175 casos de violaciones a derechos humanos en contextos de protesta
social; esto quiere decir que, en promedio, se dio un acto represivo a la semana a lo
largo de estos dos años y medio. Dentro de estos casos se encuentran Chalchihuapan
(2014), Ayotzinapa (2014) Nochixtlán (2016), las movilizaciones contra el gasolinazo
(2017), la represión en Tiripetío, Michoacán (2017), entre muchas otras.

Resulta necesario un cambio de enfoque, prevaleciendo uno en el que se coloca el


ejercicio de la protesta social como un tema de orden público y un riesgo para la
estabilidad, debiendo adoptar un enfoque de derechos humanos y seguridad
ciudadana, sin contraponer a la protesta con orden, y verlo como un ejercicio natural
de derechos y autonomía que robustecen una democracia.
Ciudad de México a 17 de diciembre de 2018

Finalmente, el FLEPS, por medio de su Informe, hace un recuento de los retos que los
nuevos gobiernos locales y el federal deben asumir para garantizar, respetar y
proteger el derecho a la protesta social: caracterizar de manera positiva el ejercicio
de la protesta, adoptar modelos de concertación política que faciliten la interlocución
entre las personas movilizadas y las autoridades, derogar los tipos penales y las
legislaciones que mitigan y criminalizan las manifestaciones, y garantizar la debida
investigación y sanción de violaciones a derechos humanos en contextos de
movilizaciones sociales.

El FLEPS está conformado por 11 organizaciones y colectivos dedicados a la defensa


de los Derechos Humanos, y surgió en abril de 2013 dedicándose a realizar labores de
documentación de violaciones al ejercicio de la protesta social, las libertades de
expresión y reunión; así como labores de incidencia y promoción con el fin de que el
Estado mexicano garantice estas libertades.

El informe El Sexenio de la Resistencia: Informe sobre la protesta social y la


respuesta estatal 2012-2018 puede ser consultado en libertadyprotesta.org.

Contacto:
contactofleps@gmail.com

Frente por la Libertad de Expresión y la protesta Social

ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica, Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de
Vitoria OP”, A.C., Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C., Centro de Justicia para
la Paz y el Desarrollo CEPAD, A.C., Centro Nacional de Comunicación Social A.C. Cencos, Colectivo de
Abogadas y Abogados Solidarios CAUSA, Espacio Libre e Independiente Marabunta A.C., A.C., Centro
de Investigación y Capacitación Propuesta Cívica, A.C., Servicios y Asesoría para la Paz, A.C., Red de
Organismos Civiles “Todos los Derechos para Todas y Todos”, A.C., Resonar.

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