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EXPERIENCIA CURRICULAR: FILOSOFÍA

S
SEMANA N° 02

ACTITUD FILOSÓFICA

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S
I
Ó
N
CAPACIDAD CONTENIDO
Comprende la
Actitud
Actitud Filosófica

N
problemática acerca del Filosófica
origen de la filosofía y la Definición
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actitud filosófica
realidad:
realidad: cotidiana,
cotidiana, científica,
científica,
filosófica.
filosófica.

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02 CAPACIDAD
PALABRAS CLAVE: Filosofía – Actitud Filosófica
- Identifica los factores y contexto del
tránsito del pensamiento mítico al
pensamiento racional en el
desarrollo del saber humano

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I. MOTIVACIÓN

Luego de mirar el Vídeo, responde:

REFLEXIONA Y COMPARTE...
 ¿Qué trasmite el vídeo presentado?
 ¿Qué cuestiona el relator del vídeo?
 ¿Qué significa que una pregunta conduce a
otra?
II. INFORMACIÓN TEÓRICA  ¿Qué se puede hacer cuando varios dioses
reclaman el mismo territorio?
 ¿Actualmente, existen situaciones similares?
1. ACTITUD COTIDIANA
En la vida cotidiana, mediante la socialización internalizamos un conjunto de actitudes y
conocimientos que nos ayudan a vivir en sociedad, por lo que los asimilamos acríticamente.
Encontramos básicamente dos actitudes: la actitud espontánea y la actitud mítica frente al
conocimiento.
A. ACTITUD ESPONTÁNEA
El conocimiento es una de las actividades fundamentales del
hombre. Gracias al conocimiento, el hombre orienta su existencia en
el mundo y aprende a dominar la realidad. Primariamente, el
conocimiento es un instrumento de defensa y acción, el más eficaz
medio de que dispone el hombre para subsistir y operar en el
mundo. "Saber es poder", decía Francisco Bacon, dándonos a
entender que conociendo aumentamos nuestras fuerzas, podemos
dominar la naturaleza y enriquecemos nuestro ser.
Esto que hemos dicho se aplica a todos los hombres sin distinción. Todos, de una manera o de
otra, conocemos. Todos, espontánea, naturalmente, adquirimos sin cesar conocimientos y nos
servimos de ellos en el curso de nuestra vida diaria. Podemos decir por eso que hay una actitud
natural, cotidiana o espontánea de conocer propia de todos los hombres. Los conocimientos
que adquirimos en esta actitud están estrechamente vinculados con nuestros impulsos más
elementales, con nuestros sentimientos y nuestros intereses, y por lo general se refieren a los
problemas inmediatos que la existencia nos plantea.
Como los hemos adquirido espontáneamente, no se nos ocurre revisarlos y seleccionarlos
cuidadosamente. Forman casi parte de nuestra naturaleza y creemos firmemente lo que nos
enseñan. Por lo demás no disponemos de un método seguro para probarlos, de un criterio bien
establecido para distinguir lo que es verdadero y lo que es falso en ello. Al conjunto de estos
conocimientos adquiridos y usados en actitud espontánea, cotidiana o natural se le llama saber
vulgar.

B. ACTITUD MÍTICA
Justamente por no ser sistemática, la actitud espontánea puede dar
lugar a la actitud mítica. Todas las culturas tienen mitos, lo que
muestra que estos y la actitud vital fundamental que los genera

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deben descansar en cuestiones de absoluta necesidad para el hombre; y las necesidades
básicas del hombre se refieren a dos géneros de problemas:
- Problemas relativos a su vida práctica, tales como la obtención de alimentos, la victoria en
la guerra, la cura de las enfermedades, la procreación, etc.
- Problemas teóricos en la comprensión del mundo: es común a todos los seres humanos la
necesidad de comprender cómo es el mundo, de qué entidades está poblado, de dónde
viene el grupo al que uno pertenece y en último término la especie humana misma, qué se
sigue tras la enfermedad y la muerte, etc.; todas las culturas han intentado dar soluciones
teóricas a estas grandes cuestiones, y, hasta la aparición de la filosofía y la ciencia, las
soluciones han tenido la forma de mitos o leyendas y de descripciones religiosas.
La cuestión fundamental en la que se resumen los dos géneros de problemas anteriores y en la
que hay que situar una de las claves para la comprensión de la actitud mítica es la angustia
ante el futuro y ante la ignorancia del entorno.
La actitud mítica genera mitos, ritos y fetiches como instrumentos fundamentales para la
resolución de aquellos problemas básicos. La facultad que más interviene en la creación de
mitos, ritos y fetiches es la imaginación.
Cabe destacar tres rasgos en la “lógica” de la actitud mítica:
1. Personifica y diviniza las fuerzas naturales: la muerte, la vida, el amor, el trueno, la
guerra, la fertilidad, la lluvia... son dioses a los que se les puede pedir una intervención
beneficiosa para el individuo y el grupo mediante oraciones y plegarias.
2. Los sucesos del mundo se hacen depender de la voluntad de un dios: si no llueve ―o si
llueve en exceso― es porque no se ha rendido culto adecuadamente al dios de la lluvia; si
una enfermedad diezma nuestro poblado es porque un dios está irritado con nosotros; si
perdemos la guerra es porque el enemigo tenía dioses más poderosos que los nuestros...
3. Los objetos tienen propiedades distintas a las naturales: una piedra ―tras el ritual
correspondiente por el que se convierte en talismán―, es mágica, no posee sólo las
propiedades naturales (peso, tamaño, dureza), además con ella curamos enfermedades,
convocamos a los dioses o a los espíritus.
Mediante los mitos el hombre conseguía dar una explicación a los distintos acontecimientos de
su vida, tanto los relativos a cuestiones concretas pero fundamentales de su existencia (el
desenlace de una batalla, la muerte de un amigo...), como a los grandes problemas de la vida
(el nacimiento, la muerte, el sufrimiento, el origen del mundo...), y mediante los ritos y los
fetiches creía poder dominar las fuerzas de la naturaleza y de la vida social de acuerdo con sus
propios intereses.

2. ACTITUD RACIONAL
Frente a la explicación mítica del mundo aparece en Grecia en el siglo VI a. C. la actitud
racional, actitud en la que se debe englobar no sólo la filosofía sino también la ciencia pues en
este momento no hay fronteras definidas entre ambas.
La categoría más importante de este nuevo estado mental es la de necesidad: las cosas
suceden cuándo, dónde y cómo deben suceder. El griego descubre que las cosas del mundo
están ordenadas siguiendo leyes, descubren que el mundo es un COSMOS, no un Caos, el que
las cosas se comporten siguiendo leyes quiere decir que un cuerpo no se manifiesta primero de
una manera y luego de otra completamente distinta, sino que en su manifestación hay cierto
orden, hay sólo un ámbito de posibilidades para la expresión de cada objeto, y eso es así en
virtud de lo que los griegos denominaron Esencia o Naturaleza de los objetos.

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Es habitual resumir la diferencia entre la actitud mítica y la racional mediante la frase: “la
filosofía nace con el paso del mito al logos” y el siguiente esquema:

MITO IMAGINACIÓN ARBITRARIEDAD CAOS

LOGOS RAZÓN NECESIDAD COSMOS

A. ACTITUD CIENTÍFICA
Se entiende por actitud científica la disposición ya estabilizada por recorrer las distintas etapas
del método que utiliza la ciencia para llegar a la verdad.
La actitud científica requiere en primer término dudar, ya que la creencia paraliza
toda investigación. Francisco Bacon definió la actitud científica en términos
precisos: «Una imaginación ágil para percibir la semejanza de las cosas y
suficientemente lúcida para distinguir sus diferencias, una persistente curiosidad,
pero también cierta paciencia para poder dudar, firmeza en la meditación,
lentitud para afirmar, repulsa a cualquier género de impostura».
El hombre de ciencia cree que, en los asuntos que él está investigando, la verdad
aún no ha sido descubierta, pero que se puede descubrir. Las creencias del
hombre de ciencia son por lo tanto, tentativas sin dogmatismo. La actitud
científica fue un producto tardío en la historia del pensamiento y lo es también
en la evolución individual, pero su conquista se acelera y se generaliza cuando se
inicia al niño, desde la escuela, en la práctica' del método científico.

B. ACTITUD FILOSÓFICA
La actitud filosófica que todo ser humano debe tener consiste, más
que nada, en un sentido del orden. La filosofía viene a consistir en
ordenar todos los otros saberes. Se trata de jerarquizar los saberes
científicos, artísticos, históricos, etc.; ubicar a la ciencia en la
perspectiva que le es propia es una labor que no hace la ciencia,
sino la filosofía. Aparece de inmediato la noción de jerarquía que
resulta solidaria de la anterior noción de orden. Es la filosofía la
que determina el valor de todas las actividades que realiza el ser
humano. Filosofar significa reflexionar sobre la totalidad de lo que
nos aparece, con el objetivo de darle un sentido y orden. Además,
este filosofar es un empeño razonable e incluso necesario del ser
humano que sencillamente piensa.
El ser humano es por naturaleza filósofo, lo que de ninguna manera significa que siempre haga
buena filosofía. Lo importante es que la filosofía no aparece como el resultado de una diversión
o de un pasatiempo, de una curiosidad o de un espíritu ocioso, sino que más bien la filosofía
responde a la exigencia de comprensión que lleva ínsita la inteligencia humana. Por ello se
puede afirmar que "somos seres humanos y por eso naturalmente filosofamos".

C. ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR

Los estudiantes:

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 Elaboran un cuadro de diferencias de actitudes con características principales que
predominan en los tipos de actitud, considerando el criterio formulado
 Tomando en cuenta los tres rasgos en la “lógica” de la actitud mítica, explica de
manera vivencial.

D. BIBLIOGRAFÍA

Código de biblioteca TEXTO


Abbagnano, Nicolas. Historia de la Filosofía I. Barcelona. Montaner y
109/A11.T1
Simon, S.A. 1964.
Chávez, Pedro. Historia de las Doctrinas Filosóficas. México. Pearson.
100.89/CH27
2008. 337 p.
Doñate, Isabel et al. Introducción a la filosofía. Madrid: Biblioteca
100/D89
Nueva. 2002. 444 p.
Goñi, Carlos. Historia de la Filosofía T. I, II, III y IV. España. Palabra. 2002.
100/G69/T3
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100.01/M26 Julián, María. Historia de la Filosofía. España. Salamanca. 2006. 480 p.

100/M41 Melendo Tomas. Introducción a la Filosofía. España. Eunsa. 2001. 212 p.


Paz y Miño, M. A. Filosofías de ayer y hoy. Tomo I: Temas tradicionales.
101/P33
Lima: Ediciones de Filosofía Aplicada. 2001. 106 p.

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