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2013

COMADRONAS
TRADICIONALES Y
LACTANCIA
MATERNA
Consulta antropológica para conocer las
prácticas y costumbres de las comadronas en
relación con la atención prenatal, atención
del parto y lactancia materna en municipios
priorizados dentro del marco del Plan Hambre
Cero

Informe preparado para


UNICEF, Guatemala

Sandra Saenz de Tejada


[Escriba texto] Página 0
09/09/2013
RESUMEN
En tres municipios priorizados por el Plan Hambre Cero (San Juan Atitán, Nebaj y
Comitancillo) se hizo una consulta con comadronas tradicionales para conocer sus
prácticas y percepciones de la lactancia materna; también se consultó la opinión de sus
pacientes y de sus madres o suegras. Un segundo objetivo de la consulta fue conocer su
interés en convertirse en promotoras o amigas de la lactancia materna.

Las comadronas ciertamente conocen las normas sobre alimentación al seno y casi todas
facilitan la lactancia del recién nacido dentro de la primera media hora. El corte tardío
del cordón umbilical es rutinario, pero el contacto piel a piel es poco conocido.

Las comadronas ofrecen consejos a sus pacientes en dos momentos: durante las
consultas durante el embarazo, mientras dan la sobada (masaje en el vientre), y durante
las primeras visitas postnatales. A nivel popular no se maneja un esquema calendárico
para fijar las citas con la comadrona sino más bien se van estableciendo según se sienta
la necesidad de recibir la sobada o ayuda con los baños de vapor (chuj). Si bien se dice
que hay que ver a la comadrona cada mes, en la práctica puede ser cada dos semanas
o cada dos meses. El número total de visitas a la comadrona varía ampliamente. Esta
situación implica que las oportunidades que tiene la comadrona para dar consejería
varía con cada paciente. La atención posnatal es igualmente diversa y así como hay
pacientes que espera que se le llegue a ver dos veces al día por al menos diez días, otras
no esperan más que dos visitas después del parto.

Las comadronas ofrecen principalmente dos tipos de consejería: alimentación durante el


embarazo y puerperio y sobre los cuidados que deben seguir las embarazadas. Estos
consejos están basados en la cosmovisión ancestral y están relacionados en la teoría
humoral (clasificación de alimentos, enfermedades y estados fisiológicos en frío o
caliente) y una serie de prescripciones, secretos o sabiduría secreta sobre el
comportamiento a ser observado. La consejería que se da sobre cualquier aspecto de
lactancia materna es mínima y las mismas comadronas dicen que se les ofrece casi sólo
a las primigestas. Durante las visitas posparto, más que dar consejería sobre lactancia
materna, las comadronas observan cómo mama el recién nacido y ofrecen consejos sólo
si consideran que la situación lo amerita. Tanto comadronas como sus pacientes
reconocen que las encargadas de observar y aconsejar sobre lactancia son las abuelas
del recién nacido. Las madres consultan a las comadronas sólo en caso de tener algún
tipo de problemas.

Con excepción de una, todas las comadronas mostraron interés en convertirse en


promotoras de lactancia materna [el término amigas de la lactancia materna fue
considerado poco atractivo]. Aprender más sobre lactancia no es prioridad para las
comadronas; al mismo tiempo saben que una certificación (aunque fuera en lactancia)
les otorga mayor credibilidad y prestigio. Las comadronas consideraron tres tipos de
reconocimientos, una vez acreditadas:

i. un carnet que las identifique como promotoras de la lactancia materna ,


ii. algún tipo de reconocimiento a nivel local que involucre tanto a los
Cocodes/Comités de salud como al personal de servicios de salud y
iii. algún reconocimiento material, especialmente en forma de equipo de trabajo

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 1


TABLA DE CONTENIDOS
RESUMEN ............................................................................................................................................. 1
TABLA DE CONTENIDOS ................................................................................................................. 2
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................. 4
ANTECEDENTES ................................................................................................................................... 4
1. Prácticas de lactancia materna en Guatemala ................................................................. 4
Iniciación de la lactancia....................................................................................... 4
Lactancia materna exclusiva ................................................................................ 5
2. El papel de las comadronas ................................................................................................... 6
Las comadronas y los servicios de salud .............................................................. 6
Parto en casa ........................................................................................................... 6
OBJETIVOS ........................................................................................................................................... 7
METODOLOGIA .................................................................................................................................. 8
1. Técnicas de recolección de datos ..................................................................................... 8
2. Análisis...................................................................................................................................... 9
3. Limitaciones del estudio........................................................................................................ 9
RESULTADOS PRINCIPALES............................................................................................................... 10
1. Selección de las comadronas ........................................................................................... 10
2. Atención prenatal................................................................................................................ 10
3. Parto....................................................................................................................................... 14
Rituales y ceremonias durante el parto ............................................................. 16
4. Puerperio ............................................................................................................................... 17
5. Comadronas y lactancia ................................................................................................... 19
Iniciación de la lactancia..................................................................................... 19
Calostro y lactancia exclusiva ............................................................................. 20
Sucedáneos ............................................................................................................ 22
Solución a problemas comunes .......................................................................... 23
6. Certificación de comadronas como promotoras de lactancia materna .................. 24
Credibilidad de las comadronas ......................................................................... 24
Comadronas como fuente de información sobre lactancia materna: perspectiva
de sus pacientes .................................................................................................... 25
Capacitaciones recibidas por las comadronas ............................................... 25
Comadronas certificadas como promotoras de lactancia materna ........... 27
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES ........................................................................................................ 29
Las prácticas de las comadronas ............................................................................................. 29
Las comadronas como promotoras de la lactancia materna ............................................. 31
RECOMENDACIONES....................................................................................................................... 32

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 2


REFERENCIAS ..................................................................................................................................... 34

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 3


INTRODUCCIÓN
El propósito de presente consultoría fue realizar una consulta con comadronas de
municipios priorizados por el Plan Hambre Cero a modo de conocer sus prácticas,
conocimientos y actitudes en relación a la lactancia materna en general y la lactancia
exclusiva en particular. La consulta se plantea como parte de los esfuerzos que el
Ministerio de Salud ha venido realizando en los servicios de salud de los diferentes niveles
de atención para fomentar la práctica de la lactancia exitosa a nivel comunitario. Una
de las intervenciones contempladas es apoyar el quehacer de las comadronas
tradicionales en la atención prenatal, durante el parto y post parto para fomentar la
lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, a fin de poderlas certificar
como Comadronas consejeras/promotoras/amigas de la lactancia materna.

ANTECEDENTES
1. Prácticas de lactancia materna en Guatemala
Independientemente de cuándo inicia y cuándo termina, la lactancia materna es
prácticamente universal en el país. Goza de amplio valor cultural, está íntimamente
relacionada con la maternidad y tiene una gran carga afectiva. A nivel popular se
considera que la lactancia materna es rica en nutrientes, lo cual la hace el alimento más
apropiado para los recién nacidos. Entre algunos indígenas la lactancia está asociada
simbólicamente al cultivo del maíz y a la fuerza vital que brinda la madre tierra (Rode
2007).

Iniciación de la lactancia.
Según la última ENSMI (2008-09), en el área rural el 60% de las mujeres inicia la lactancia
dentro de la primera hora del nacimiento. Existen diferencias, especialmente las
asociadas al lugar y tipo de asistencia recibido durante el parto: en los partos atendidos
por comadrona, el 64% inicia dentro de la primera hora, comparado con el 49% que es
atendido por personal médico. En el área peri-urbana, Dearden et al. (2002) encontraron
que sólo el 21% iniciaba la lactancia en la primera hora de vida y que lo determinante de
esta práctica era haber tenido el parto en hospital público o en la casa (la iniciación es
más tardía en hospitales privados); en Chiquimula se encontró resultados similares
(Haeussler et al. 2010).

Además de las prácticas institucionales, la iniciación de la lactancia está relacionada a la


percepción que se tenga sobre el calostro. Se ha documentado que algunas mujeres
esperan hasta tres días, mientras “baja la leche” o “madura la leche” (Ruel 1995). Para
algunas mujeres, “la primera leche” o “la leche amarilla” tiene funciones beneficiosas en
tanto se cree que “limpia” el estómago y lo prepara para la leche materna. En ocasiones
la lactancia inicia pocas horas después del nacimiento, no necesariamente porque las
madres aprecien las bondades del calostro, sino por razones eminentemente prácticas:
las madres dicen no tener a mano ningún otro alimento para el recién nacido (Sáenz de
Tejada 2008). En algunos lugares permiten que el recién nacido determine cuándo
empieza la lactancia y las madres ofrecen el seno “cuando el niño lo pide” (Olney et al.
2012). También se ha documentado una actitud negativa hacia el calostro (se descarta
porque se considera inútil o dañino), pero en la actualidad no se sabe qué tan difundida
sea esta práctica, aunque posiblemente no lo sea tanto: en un estudio reciente en Alta
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Verapaz se encontró que el primer líquido que recibe la gran mayoría de niños (94%) es la
leche materna (Olney et al. 2012). A nivel nacional, la ENSMI (2008) señala que el 21% de
los niños no son amamantados dentro de las primeras 24 horas de vida, sin detallar
cuántos de estos niños reciben calostro posteriormente. No obstante, en un estudio de
una comunidad en Comitancillo, San Marcos, se encontró que la tercera parte de las
mujeres aseguraba no producir “nada” antes que “bajara” la leche, por lo que se
apoyaban en infusiones azucaradas (Stachel y Dean 2006).

Lactancia materna exclusiva


Según la última ENSMI, en el área rural el 67.4% de los niños menores de tres meses recibe
lactancia exclusiva; la proporción baja a 60.4% entre los niños menores de seis meses.
Esta encuesta ha estimado que la duración de la lactancia exclusiva en el área rural es
de 4.5 meses; entre las indígenas es de 5.6 meses. A nivel nacional, la duración de la
lactancia exclusiva es más corta entre niños (2.3 meses) que entre niñas (3.0); esto podría
estar asociado a la percepción que los niños tienen un apetito y necesidades energéticas
más altas que las niñas. Datos más recientes de la ENCOVI 2011 muestran una duración
media de 5.1 meses en el área rural (la media nacional es de 4.7 meses); en dos
departamentos la duración de la lactancia exclusiva en el área rural es mayor a los seis
meses (Chimaltenango y Sololá, 6.4 meses cada uno), lo que hace suponer una
introducción tardía a la alimentación complementaria. Hay un grupo pequeño, pero
alarmante, de niños que son amamantados en forma exclusiva por un período más largo
de lo recomendado: según la ENSMI, hay un 13% de niños de 6-8 meses que no reciben
ningún alimento más que la leche materna.

A nivel popular, el concepto de lactancia exclusiva suele ser equívoco, pues si bien
muchas madres aseguran dar “sólo pecho”, a mayor indagación resulta que también
ofrecen otros líquidos, principalmente agua e infusiones de una amplia variedad de
hierbas. En términos generales, la lactancia exclusiva es poco observada y, según datos
de la ENSMI 2008-9, el 71.7% de los niños indígenas de tres a cinco meses reciben otros
líquidos (a nivel nacional la proporción es 55.6%). Es más, se ha detectado que muchas
madres desconocen el significado de la expresión “lactancia materna exclusiva”
(Haeussler et al. 2010) y que los conocimientos sobre beneficios de la lactancia exclusiva
son muy bajos (UNICEF et al 2012).

Aunque las madres tienden a pensar que la leche materna es el mejor alimento para los
bebés, también consideran que es necesario introducir agua para saciar la sed (la
creencia usual es que la leche materna alimenta, pero no calma la sed) y, más
comúnmente, agüitas para curar o prevenir una variedad de males digestivos, como
cólicos y empachos. Además, algunas madres consideran necesario proporcionar
líquidos para regular la temperatura interna o restablecer el balance frío-caliente. Desde
el punto de vista de las madres, el uso de estas agüitas e infusiones es meramente
medicinal y ofrecerlas no menoscaba su concepto de lactancia exclusiva (Saenz de
Tejada 2013). Recientemente en Quetzaltenango se encontró que la mitad de los niños
de la muestra las recibían antes de las nueve semanas (Doak et al. 2013), en tanto en
Totonicapán se encontró que dos terceras partes de las madres entrevistadas habían
dado alguna infusión antes de los seis meses (Haeussler et al. 2010).

La introducción temprana de atoles y otras leches obedece a otra lógica: las madres
sienten que a medida que el niño crece su propia producción de leche resulta

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insuficiente y necesitan “ayudarse”
para lograr que el niño satisfaga su Tendencias parto en casa
apetito y crezca como es debido. La 100
percepción que los atoles “preparan”
al estómago para que pueda más 90
fácilmente digerir los alimentos que se
les estarán ofreciendo en un futuro 80 Rural
cercano es muy difundida. Indígena
70
Nor-Occid
60
2. El papel de las comadronas
Aunque el parto institucional está en 50
el alza, actualmente casi la mitad de 1987 1995 1998 2002 2008
las mujeres continúan dando a luz en
sus casas. En el área rural y en particular en el Nor-Occidente, el parto en casa sigue
predominando y 62% de las indígenas es atendida por una comadrona. Usando datos de
las ENSMI 2008-09, en la gráfica se muestran las tendencias del parto en casa por
diferentes características de las mujeres. La velocidad de cambio ha sido más
pronunciada para toda la población rural; la población indígena aumentó su velocidad
del cambio a partir del 2002, pero en el Nor-Occidente prácticamente no ha habido
cambios desde el 2002. El rezago de esta región posiblemente se deba a la menor oferta
de servicios, al aislamiento en que viven muchas personas y a las dificultades de acceder
a los servicios de salud. La última ENSMI muestra un porcentaje pequeño (12% de todos
los partos atendidos en casa) pero alarmante de mujeres que es atendido por familiares o
amigas; la proporción es más alta en las mujeres del quintil más pobre (14%).

Las comadronas y los servicios de salud


La relación entre las comadronas y los servicios de salud es de larga data y se ha venido
estrechando en los últimos años, aunque continúa siendo usualmente muy vertical y
autoritaria, por lo que son pocos los servicios de salud en los que se les trata como
verdaderos miembros del equipo de salud. Los servicios de salud parecen haber
ordenado y mejorado las capacitaciones mensuales que ofrecen a las comadronas y de
su asistencia depende que se les entregue y valide el carnet de acreditación, el cual es
necesario para poder inscribir a los recién nacidos en el Renap. Se espera que las
comadronas participen en seminarios, charlas o capacitaciones para mejorar su práctica
y particularmente para incrementar las referencias. El personal del sistema de salud
oficial reconoce que las comadronas no son bien recibidas en los centros de salud ni en
los hospitales por diversas razones: celos profesionales, discriminación étnica,
señalamientos y regaños que tienden a menospreciar sus habilidades y criticar sus
prácticas (Mosquera 2001, Berry 2006).

Parto en casa
La preferencia de las mujeres indígenas y de sus familias continúa siendo el
alumbramiento en casa. Aunque cada vez hay más anuencia al parto institucional, éste
tiende a circunscribirse a complicaciones obstétricas. La preferencia por el parto en casa
responde a la percepción de una serie de beneficios (para más detalles, ver Saenz de
Tejada 2012):

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 La relación con la comadrona. Las mujeres sienten gran confianza en las habilidades
de la comadrona: usualmente la conocen desde su infancia y es la misma mujer que
ha atendido los partos de su familia y vecinas. La comadrona, por ser la proveedora
de salud de la comunidad, adquiere un compromiso de servicio incondicional,
además de comprender y respetar “la costumbre” y hablarle en su propio idioma.
Además, las comadronas suelen permitirle a la parturienta adoptar la posición de
parto que sea de su preferencia: hincada, asida de un lazo que cuelga del techo o
sobre su cama. Una ventaja adicional es la cercanía y apoyo de la familia durante el
alumbramiento.

 El sentido de la costumbre. Tradicionalmente, el único lugar para parir ha sido la casa


y muchas mujeres aún se resisten a considerar salir de casa para hacerlo. Dentro de la
casa, las parturientas no solo cuentan con el sustento y consejos de su familia y de su
comadrona sino que también con el apoyo emocional que brinda seguir a cabalidad
todos los ritos que dicta la tradición, especialmente lo concerniente a las fuentes de
calor. Se considera esencial tener un fogón o brasero cerca del lugar del parto, poder
ingerir infusiones cognitivamente calientes y, en muchos lugares, tener acceso al chuj
o temascal antes y después del parto. Se piensa que el calor previene que entre el frío
en la matriz (se piensa que el cuerpo de la recién parida está “abierto” y susceptible a
absorber el frío, agente etiológico de importancia entre la población indígena) y en el
cuerpo del recién nacido.

 Comodidad de estar en su casa. Relacionado al sentimiento de auto-valía por poder


dar a luz en casa y a la valorización que se le da al acompañamiento familiar, se
piensa que en ninguna otra parte van a atender a las parturientas tan bien como en
su casa. Se tiende a pensar que en los servicios de salud se ignora las necesidades de
las pacientes y que “nadie las mira”. Otra ventaja de no salir de casa es no verse en
la necesidad de ausentarse del hogar y dejar a los otros hijos con otras personas.

 Ventajas económicas del parto en casa. En las comunidades dispersas, de difícil


acceso y lejanas a los servicios de salud, los partos en casa representan una opción
bastante más económica que el parto institucional, dado el costo tan alto del
transporte hacia los hospitales. Por el contrario, en áreas urbanas, atenderse con una
comadrona resulta usualmente más caro que hacerlo en los servicios de salud.

OBJETIVOS
Siguiendo los términos de referencia, la presente consultoría tiene dos propósitos
principales:
 Indagar sobre los conocimientos, las prácticas, las creencias, las actitudes y los
valores de las comadronas en relación a la lactancia materna durante el período
prenatal, el parto y post parto, tomando en cuenta su entorno sociocultural y
cosmovisión;
 Documentar de manera participativa y voluntaria, la percepción y valoración que
dan las comadronas a la estrategia planteada (“Comadronas consejeras/
promotoras/amigas de la lactancia materna”).

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METODOLOGIA
En común acuerdo con Unicef se seleccionaron tres municipios (de los ocho priorizados)
para el trabajo de campo: San Juan Atitán, Huehuetenango; Comitancillo, San Marcos y
Nebaj, Quiché. La recolección de datos se hizo durante la segunda y tercera semana de
agosto 2013. El equipo de campo estuvo constituido por dos antropólogas y cuatro
facilitadoras mayas: dos hablantes de mam y dos de ixil. La validación de los
instrumentos se realizó en Cuilco, Huehuetenango.

1. Técnicas de recolección de datos


COMADRONAS. En cada una de las tres cabeceras municipales se invitó a dos grupos de
12 comadronas para participar en un taller de discusión; el primer grupo estuvo
constituido por comadronas provenientes del área rural, en tanto el segundo fue
conformado por comadronas urbanas (San Juan Atitán y Nebaj) y peri-urbanas
(Comitancillo). Las reuniones se realizaron en los idiomas locales y tuvieron lugar en el
puesto de salud (San Juan Atitán), el salón municipal (Comitancillo) y un restaurante
(Nebaj). El personal de servicios de salud colaboró en la convocatoria y las comadronas
invitadas respondieron a los siguientes criterios: asistir regularmente a las capacitaciones
del Centro de Salud, tener al menos diez años de experiencia y caracterizarse por tener
alta demanda (ser de las comadronas que más partos atienden dentro de su
comunidad). En la primera parte del taller se exploró sus prácticas, conocimientos y
valorización de la lactancia materna exclusiva, algunas de sus prácticas de atención
durante el embarazo, parto y puerperio. Como parte de las actividades del taller, las
comadronas dramatizaron la atención de un parto sin complicaciones, lo cual permitió
observar sus prácticas y conocer la participación de la familia, así como promover una
discusión sobre el apego inmediato (contacto piel con piel) y la iniciación de la lactancia.
Como parte de la discusión también se realizó un juego con un muñeco “llorón” para
conocer las recomendaciones de las comadronas respecto a la lactancia materna ante
diferentes situaciones, como una madre acalorada y sudada, una madre nuevamente
embarazada, un bebé que no se satisface. Tanto la dramatización como el juego
permitieron comparar respuestas ofrecidas de manera consciente a las preguntas como
respuestas espontáneas y rápidas en un ambiente de juego. Por último se discutió con
ellas su interés en convertirse en amigas/promotoras de lactancia materna y las formas de
reconocimiento público que ellas valorarían. Los talleres tuvieron una duración de unas
tres horas, al final del cual se les invitó a almorzar/cenar; a todas se les rembolsó los gastos
de transporte. Para la realización de la dramatización se proporcionó a las comadronas
una caja con un muñeco del tamaño de un recién nacido, un pedazo de nylon, una
frazada, un gorro, una camiseta, retales (para simular pañales), un lazo (para simular el
cordón umbilical), listones (para amarrar el cordón), tijera, cinta métrica y una
palangana.

MADRES Y ABUELAS. Con la ayuda del personal de servicios de salud, en cada municipio
se seleccionó una comunidad en la que se llevó a cabo dos discusiones de grupos
focales: una con madres de niños menores de año y otra con mujeres mayores, cuyas
hijas o nueras hayan dado a luz en los últimos 12 meses. A cada sesión se invitó a 12
señoras, las cuales fueron convocadas por los educadores de salud; con ellas se discutió
las prácticas y recomendaciones sobre lactancia materna que ellas han recibido de sus
comadronas, sus propias prácticas de lactancia materna durante los primeros seis meses,

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la credibilidad de las comadronas y la participación de los padres y abuelos durante el
embarazo, parto y puerperio y su interés por recibir charlas sobre lactancia materna. Al
terminar cada grupo focal a las participantes se les ofreció una refacción. Las
comunidades seleccionadas se encontraban a unos 30 minutos de la cabecera
municipal, a excepción de la de Nebaj, que se encontraba a casi una hora de distancia.

Cuadro 1: Lugares de estudio y participantes en el estudio

Municipio Lugar Participantes No. participantes


S Juan Atitán Cabecera Comadronas rurales 9
municipal Comadronas urbanas 10
Tuiscap Madres 12
Abuelas 10
Comitancillo Cabecera Comadronas rurales 10
municipal Comadronas peri-urbanas 12
Tojcheche Madres 12
Abuelas 10
Nebaj Cabecera Comadronas rurales 9
municipal Comadronas urbanas 10
Tzalbal Madres 11
Abuelas 10
TOTAL 12 GRUPOS 125
6 con comadronas 60 comadronas
3 con madres 35 madres
3 con abuelas 30 abuelas

2. Análisis
Toda la información recolectada fue grabada, transcrita al castellano y analizada como
texto. Con la ayuda de software especializado (MaxQDa) los textos fueron codificados y
analizados según variables de interés.

3. Limitaciones del estudio


El estudio se realizó en solo tres municipios del altiplano guatemalteco, priorizados por su
precariedad y alta prevalencia en desnutrición crónica, pero no necesariamente
representativos de esa región del país. Por ser este un estudio cualitativo, la muestra es
pequeña y seleccionada por conveniencia. Las 60 comadronas que participaron en el
estudio posiblemente sean representativas de las comadronas que participan en las
capacitaciones periódicas que ofrecen los servicios de salud; las perspectivas de las
comadronas tradicionales que no son parte de estas actividades seguramente están sub-
representadas. De igual forma, las madres y abuelas, ellas también convocadas con la
ayuda del personal de salud, podrían ser representativas de la población que accede a
los servicios de salud, pero no necesariamente de toda la población.

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RESULTADOS PRINCIPALES
La principal función de la comadrona es preparar a la mujer para tener un parto sin
complicaciones y propiciar el inicio saludable de una nueva vida. Por ello se presentan
los resultados en tres etapas: embarazo, parto y puerperio, contrastando tanto la visión de
las comadronas como de sus pacientes, así como las recomendaciones que dicen dar
con sus prácticas.

1. Selección de las comadronas


Las primigestas usualmente reciben consejo de su madre o de su suegra, según el patrón
de residencia, sobre qué comadrona visitar. Generalmente, las mujeres mayores sugieren
la comadrona que las atendió a ellas, sin embargo la decisión final la toma la
embarazada. Aspectos importantes en la selección de la comadrona son su experiencia,
reputación, buen trato, honradez y discreción. Prefieren que las atienda una comadrona
capacitada porque consideran que tiene más conocimientos y que, por lo tanto, atiende
mejor a sus pacientes.

Ahora las comadronas, las que van a capacitarse tienen mucha gente [pacientes],
las que no van a capacitación es menos. (Grupo focal de madres, San Juan Atitán)

De acuerdo con las abuelas, la atención que las comadronas brindan ha mejorado
desde que asisten a las capacitaciones y se han “formalizado” y tienen más
conocimientos y equipo para pesar y medir al recién nacido.

Antes [las comadronas] no se capacitaban y cada quien trabajaba como quería,


hasta incluso algunas en el momento de visitarnos para el parto llegaban
tomadas…. Las comadronas que no asisten a capacitaciones no complementan sus
conocimientos y no son recomendables. (Grupo focal de abuelas, Nebaj)

La relación de las mujeres con las comadronas varía. Así, mientras en San Juan Atitán las
mujeres tienen todos sus hijos con la misma comadrona en tanto reciban un buen servicio,
en Nebaj es importante que tanto la madre como el feto se sientan a gusto con la
comadrona que las atienda. Esto significa que los hijos que llevan en el vientre se quedan
tranquilos después de la “sobada”, de lo contrario buscan a otra comadrona.

Por cada niño siempre se cambia de comadrona, ya sea que la madre lo decida así
o el bebé, también porque a veces nos cambiamos de lugar y nos buscamos a
otras. (Grupo focal con madres, Nebaj)

2. Atención prenatal
Existe una gran heterogeneidad en el patrón de búsqueda de atención prenatal, lo cual
implica que las oportunidades que tiene la comadrona para ofrecer sus servicios varía
grandemente de una paciente a otra. Se pueden reconocer al menos cuatro lógicas
diferentes en la búsqueda de atención, las cuales no son mutuamente excluyentes:

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 Las primerizas o señoritas [jovencitas] tienden a buscar hasta el quinto mes de
embarazo, pues les da “vergüenza” estar encinta, sentimiento con frecuencia
asociado a la poca confianza que sienten con su suegra.
 Las que se cuidan llegan en el segundo o tercer mes, sea porque ellas mismas lo
solicitan o porque se los recomienda sus madres o suegras.
 Las que se sienten bien llegan a buscarlas por el quinto mes de embarazo, pues no
sienten necesidad de atención. Buscan a la comadrona para que les sobe y les
asegure una buena posición fetal.
 Las que buscan hasta el final son usualmente grandes multíparas, ocupadas con un
sinnúmero de oficios domésticos y que llegan a buscar a la comadrona en el
octavo mes de embarazo, si no es que hasta el mismo momento del parto.

Decía una primigesta en Nebaj:

Yo fui con la comadrona hasta el sexto mes de embarazo, yo no sabía qué hacer y
mi mamá me dijo que no hacía falta que yo fuera antes. Tampoco fui al centro de
salud y no me hice ningún control. Mi mamá me dijo que antes no había hospitales
y que eso no era necesario, que para eso Dios dejó a las comadronas y que había
que confiar más en ellas.

Si bien en una época la comadrona aconsejaba a sus pacientes acercarse a los servicios
de salud (es decir, la primera consulta era con la comadrona quien remitía a los servicios
de salud), actualmente parecería haber cierta tendencia a que la primera consulta sea
en los servicios de salud, pues allí se puede tener una confirmación temprana del
embarazo, además de recibir hierro y ácido fólico. Esta tendencia fue más evidente en
Tojcheche, Comitancillo, donde las mujeres dijeron acudir al control prenatal
mensualmente para recibir sus vitaminas, las cuales son reinterpretadas como un
“remedio para el hambre”, pues se percibe que éstas alivian la náusea y restablecen el
apetito.

Hay dos prácticas tradicionales de las comadronas que son ampliamente apreciadas por
sus pacientes: los masajes o sobadas y los baños de vapor en el chuj (temascal). El chuj
ha sido visto como una vinculación entre la madre tierra, el cuerpo y el espacio simbólico
[el hogar] en el que se desarrolla el alumbramiento (Médicos del Mundo 2012). El uso del
chuj durante el puerperio data de épocas prehispánicas y en siglo XVI Bernandino de
Sahagún lo llamó “la flor de la divinidad donde está la cura”.

Tanto el chuj como la sobada son considerados fundamentales para la preparación del
cuerpo para el parto, pues se piensa que tanto la sobada como el calor del chuj actúan
como relajantes y ayudan a tener un parto sin complicaciones, ya que el calor hace que
los huesos, músculos y ligamentos de la pelvis sean más flexibles. Pero desde el punto de
vista de las pacientes, la función más importante de la sobada es que permite “asegurar”
una buena posición del feto. Las comadronas dicen que el baño de vapor aumenta la
producción de leche materna, evita el enfriamiento, protege a la mujer de un aire, mitiga
los dolores postnatales y promueve la recuperación uterina. La sobada consiste en una
palpación y masaje del vientre y piernas, realizada en distintos momentos del embarazo,
usualmente a partir del principio del segundo trimestre. Los masajes se dan con diversos

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ungüentos, como aceite de cocina, otros tipos de aceites, bálsamo o algún tipo de
crema. Para las comadronas, quienes dicen “ver con sus manos”, la sobada es vital para
calcular los meses de embarazo, para asegurar una posición fetal apropiada y como una
manera de preparar el cuerpo para el parto y establecer una interacción con la
paciente.

El número de consultas prenatales varía y si bien hay mujeres que consultan cada mes, la
lógica cultural se inclina a buscar atención cuando la situación lo amerita: la
embarazada tiene algún tipo de molestia y busca a la comadrona, sea para que le dé
una sobada, sea para que le prepare algún remedio herbal o para que le dé una
chujeada (baño y masaje dentro del chuj). Una mujer de Comitancillo, por ejemplo,
relataba que ella acostumbraba unas cinco o seis visitas con la comadrona durante todo
el embarazo, pero que en su último (cuarto) sentía que el feto estaba intranquilo y que
había llamado a la comadrona cada dos o tres semanas para que le diera una sobada.

Usualmente, la comadrona visita a la mujer en su casa para cerciorarse de la salud de


ésta, ofrece la sobada y recomienda a la futura madre sobre lo que debe o no hacer
durante el período de embarazo. En los últimos meses del embarazo, las comadronas
visitan a las mujeres con más frecuencia según lo considere necesario tanto la paciente
como la comadrona, pudiendo ser cada quince días o cada semana hasta la
culminación del embarazo, pero siempre es la paciente quien determina la frecuencia
de las visitas. En algunos casos no hay ninguna visita durante el embarazo y la
comadrona es llamada hasta el momento del parto.

Durante las consultas prenatales, algunas comadronas además aconsejan a las


embarazadas cumplir ciertas normas ancestrales consistentes en una serie de cuidados
mágico-religiosos para asegurar un parto sin complicaciones y un bebé sano. Aunque las
madres también orientan a sus hijas sobre estos cuidados, son las suegras quienes
aseguran su cumplimiento. Este conjunto de prescripciones es llamado txaa en el área ixil,
xjan entre los mam y es similar al awas de los q’eqchi’ y los k’iche. Estos consejos, también
llamados secretos o sabiduría escondida, cubren temas más amplios que la salud misma y
pueden referirse a la siembra, el susto y otras situaciones en las que se necesita
protección para alcanzar el éxito. Según Cabarrús (1979), el awas se refiere a un
conjunto de prescripciones que ayudan a las personas a proceder de acuerdo con las
normas comunitarias establecidas. El awas también ha sido interpretado como normas
de vida o pautas que definen y limitan el comportamiento humano para estar en armonía
con la naturaleza y que cobran especial relevancia durante el embarazo. Hacen
referencia a lo sagrado, a fuerzas superiores que dan aliento y son interpretadas como la
esencia de las cosas, a la fuerza inherente en todas las cosas, sean naturales, biológicas o
acciones humanas. El incumplimiento de estas normas conlleva al desequilibrio o falta de
armonía en la vida humana, con repercusiones en la salud. De esta manera, muchas de
la complicaciones durante el embarazo y parto son racionalizadas como transgresiones a
estas normas; de igual forma son comprendidos ciertos problemas congénitos del recién
nacido. Ejemplos comunes de esta sabiduría secreta son los siguientes:

 Una embarazada no debe pasar encima de un lazo tirado en el suelo porque corre
el riesgo de que su hijo nazca con el cordón umbilical alrededor del cuello.

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 12


 Una embarazada no debe caminar en la oscuridad porque su hijo puede padecer
ceguera.
 Una embarazada no debe saltar sobre el agua donde se ha lavado el nixtamal
porque el bebé se escaldará.
 Una embarazada no debe comer bananos cuaches porque puede dar a luz
gemelos.
 Una embarazada no debe ver en el fondo de las ollas porque su hijo nacerá con
cabeza grande.
 Una embarazada no debe cargar chilacayote en los brazos porque no tendrá
leche materna.
 Si el esposo llega con la carga de leña y no la desamarra pronto el niño puede
venir con el cordón umbilical alrededor del cuello
El apego a estos secretos varía y parecería ser mayor en Nebaj que en los otros dos
municipios; es posible que el seguimiento de estas prescripciones se esté erosionando en
las áreas urbanas y dentro de las familias evangélicas, situación similar a la encontrada
por Gallegos y Morán (1999) en San Juan Ostuncalco. En Tojcheche, Comitancillo las
abuelas dijeron que las comadronas “mandadas por Dios” [aquellas que tuvieron la
revelación de su don y quienes no necesariamente van a las capacitaciones del centro
de salud] sí dan estos consejos a las mujeres embarazadas. Las comadronas
“nombradas” por los servicios de salud, por el contrario, no los ofrecen.

Las comadronas que van cada mes [a sus capacitaciones al centro de salud]
saben más, pero antes las comadronas sabían más porque tienen un don que Dios
les dio, son especialistas (la interlocutora expresó estas palabras al mismo tiempo
que juntó las manos mostrando al cielo) Grupo focal de madres, Comitancillo

En los seis grupos focales con comadronas se mencionó que a las embarazadas se les da
dos consejos generales sobre su alimentación: comer bien y comer de todo; ninguna
mencionó incrementar la ingesta. Hay pocas restricciones alimentarias, las cuales
usualmente se reducen a evitar comida chatarra y a evitar los alimentos
conceptualmente fríos.

Yo les digo que coman un pedazo de fruta, sus hierbas, para que tengan fuerza.
Que coma bien, su comida bien arregladita, su atol, comer verduras, frijoles, arroz,
fideos para que el niño crezca normal. Les digo que deben buscar qué comer y
hacer el esfuerzo de buscar buenos alimentos, como frutas y verduras, hierbas.
También les digo a las suegras que ellas deben velar para que sus nueras tengan
qué comer, que si no comen bien el niño puede nacer desnutrido. (Grupo focal
con comadronas rurales, Comitancillo)

Debido al patrón de residencia patrilocal, la embarazada generalmente está bajo el


cuidado de su suegra, de quien también recibe consejos. Aunque las nueras tratan de
ocultar su embarazo, las suegras pronto reconocen su gravidez al notar síntomas como
falta de apetito, náusea y vómitos. Ellas mismas reconocen haber practicado este tipo
de conducta frente a sus propias suegras. Las suegras “llevan” a sus nueras al centro de
salud para la prueba de embarazo o las acompañan a ver a la comadrona para que

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 13


aconseje a la joven, aunque algunas rechazan esta medida por no “mostrarse”.
Igualmente, la suegra refuerza en casa los consejos dados por la comadrona respecto al
txaa o xnaj, así como a la alimentación, refiriendo que durante el embarazo se debe
comer bien para tener “fuerzas” para el parto, evitar las comidas frías e ingerir comidas
calientes para aumentar la producción de leche materna. Según las suegras, ellas
siempre “están al pendiente”:

Yo le digo a mi nuera que coma sus tortillas, sus comidas, porque los bebés comen
de su cordón, así es cuando llega la comida en el estómago luego empiezan a
comer los bebes. Que preparen su atol, que coman en la hora que es, hay algunas
que tiene nauseas, dicen, pero yo no tuve nausea. Y antes no había tanto que
comer, ahora hay un poco de cada cosa. (Grupo focal de abuelas, Comitancillo),

3. Parto
Al momento del parto, no importando la hora en que éste ocurra, los familiares
(usualmente el esposo) llaman a la comadrona1. Esta se presenta llevando los materiales
que considere necesarios para la atención2 y solicita que se acondicione el lugar
donde se atenderá a la paciente: una sábana limpia, agua caliente para limpiar al bebé,
agua hirviendo para hervir las tijeras, ropa para el recién nacido y, en algunas ocasiones,
que se caliente el chuj. Los familiares que acompañan a la parturienta varían, aunque
usualmente incluye a la suegra o a la madre. Usualmente el marido está en la casa,
aunque no necesariamente en la habitación donde se llevará a cabo el parto. El
acompañamiento del esposo es requerido cuando la posición de parto es vertical, pues
la mujer lo necesita para apoyarse de él; si el parto es horizontal queda a juicio de la
parturienta y del mismo marido. Las comadronas dijeron que muchas mujeres se sienten
más cómodas si el marido no está presente.

Independiente de la posición de parto, a la mujer no se le desnuda y mantiene el huipil


puesto; muchas veces todo el trabajo de parto lo hace cubierta de mantas a modo de
conservar el calor. Una vez ha nacido el bebé, la comadrona espera la expulsión de la
placenta, algunas veces aplicando masajes en el vientre. El corte del cordón umbilical
usualmente es hasta después que se ha expulsado la placenta: las comadronas
explicaron que ésta es una práctica ancestral y que nadie acostumbra cortarlo
inmediatamente. Dijeron que es necesario esperar hasta que el cordón ya no “palpita” y
luego cortar. Una vez ha “dejado de respirar”, amarra el cordón con cinta de castilla en
dos puntos y lo corta con las tijeras que ella lleva consigo. Algunas madres de Nebaj
mencionaron que la comadrona pone al recién nacido boca abajo para “sacarle la
suciedad y que no se enferme” pero las abuelas de la misma localidad dicen que esta
acción se realiza para que el bebé llore; de esta manera la comadrona y la familia se
cercioran que el bebé está bien y listo para mamar.

1 Se observó que prácticamente todas las participantes en los grupos focales (n = 60) contaban
con un celular. Reconocieron que esta es la forma más común en que son contactadas
actualmente.
2 Muchas comadronas se quejaron que los materiales que les han sido entregados en los servicios

de salud se encuentran desgastados o en mal estado y pidieron su reposición.


Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 14
Cuando nace está caliente el cordón y hay que esperar uno minutos, porque tiene
todavía su respiración. La mamá se puede morir si se corta luego. Es mejor esperar
un rato, porque ahí está la respiración. Entonces vemos hasta que se termina la
respiración. Si el ombligo no está frío [y se corta] puede pasar algo. Así es como yo
trabajo. (Grupo focal comadronas rurales, San Juan Atitán)

En Nebaj algunas comadronas explicaron que si bien el corte de cordón no es inmediato,


tampoco se puede prolongar mucho [al parecer el tiempo de espera son unos cuatro
minutos] ya que hay que evitar que el niño entre en contacto con la placenta. La idea es
que la placenta contiene cierta fuerza vital que puede convertirse en una amenaza a la
propia vitalidad del recién nacido. La preocupación por la expulsión de la placenta es
compartida por la población. Las abuelas decían:

Si viene luego la placenta se corta el cordón y si no viene luego también se tarda en


cortar hasta que venga la placenta. La mamá se puede morir si no nace luego la
placenta. (Grupo focal de abuelas, San Juan Atitán)

Una vez cortado el cordón, las comadronas limpian rápidamente al recién nacido con
algún paño (algunas piden a los familiares que lo calienten un poco antes de usarlo) y
luego se lo entregan a la madre para que empiece a mamar. La excepción fue en San
Juan Atitán, donde las comadronas dijeron haber aprendido a poner al niño desnudo y
debajo del huipil de la madre por unos minutos, hasta que la placenta nace y “ya no
pasa comidita”. Si bien estas comadronas claramente tienen el conocimiento sobre el
contacto piel a piel, no fue posible comprobar que tuvieran la práctica. Las madres y
abuelas contactadas en Tuiscap, en este mismo municipio, dijeron que ellas no sabían de
ninguna comadrona que lo practicara; algunas madres de Tuiscap así como de
Comitancillo dijeron haber oído esta recomendación en el CAP local, pero no de sus
comadronas; similar respuesta se encontró entre las abuelas de este mismo municipio.
Fuera de San Juan Atitán, una madre de Tzalbal, Nebaj relató que la comadrona puso a
su hijo desnudo contra su cuerpo por 15 minutos y 15 días más tarde comenzó a
enfermarse y hasta la fecha no ha podido sanar del todo; la comadrona nunca le explicó
por qué lo hizo y ella piensa que el apego inmediato causó la enfermedad de su hijo. Por
aparte, una abuela de Comitancillo relató que su hija experimentó el contacto piel a piel
en el hospital, aunque nadie les explicó por qué lo hacían.

Las comadronas entregan el bebé a la madre usualmente a los diez o quince minutos del
nacimiento. La iniciación de la lactancia es dictada por el apetito y estado de ánimo del
propio recién nacido. Según dicen las comadronas, la mayoría de niños nace con
hambre y empieza a mamar, en tanto otros nacen “cansados” y necesitan dormir un rato.
Las comadronas dijeron que usualmente no permiten que el recién nacido duerma por
más de una hora, pues la habilidad de poder mamar es una manifestación de su estado
de salud. Algunas madres, no obstante, dijeron que los niños en ocasiones dormían dos y
hasta cuatro horas y que ellas no los despertaban porque los niños no lloraban y asumían
que no tenían hambre. Siguiendo los lineamientos de los servicios de salud, el calostro es
considerado la primera vacuna y ni comadronas ni madres lo descartan; no se reportaron
casos de alimentación pre-láctea, aunque algunas pocas comadronas mencionaron el
uso de aceites unos cuatro días más tarde, pero “solo cuando se considera necesario”.
Con la información recolectada no queda claro cuándo se considera necesario “limpiar
el estómago”.
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 15
A la madre se le abriga bien, “se le amarra [cubre] la cabeza” para protegerla del frío y
se le da a tomar algo caliente, a veces con aguardiente. También se le da caldo de
gallina, con mucho chile, para calentarla bien, ya que se piensa que después del parto la
mujer queda con mucho frío, por la cantidad de sangre que perdió.

Un tema que no estaba contemplado pero que las comadronas abordaron


espontáneamente es la compensación recibida durante la atención del embarazo y
parto. Más que una tarifa establecida, la mayoría espera que las pacientes y sus familias
las remuneren según lo consideraban justo. Por las sobadas, por ejemplo, se pagan de
Q5 a Q10, pero algunas no pagan nada. De igual forma, después del parto algunas
familias pagan de Q100 a Q300, pero algunas les dan Q50 con la promesa (que no
siempre se cumple) de pagar el resto después. También comentaron que después del
parto, como forma de agradecimiento, reciben comida, una gallina o pollo,
dependiendo de lo que tenga en ese momento la familia de la paciente y que con
frecuencia se les invita a compartir el caldo de gallina criolla que se prepara para la
parturienta. En Comitancillo las familias son renuentes a pagar los servicios de las
comadronas aduciendo que ellas perciben un salario del gobierno, en referencia a los
Q50 que reciben para cubrir los gastos de transporte cuando asisten a capacitaciones.

Rituales y ceremonias durante el parto


Las comadronas aseguran que rezan y se encomiendan a Dios antes de todos los partos;
muchas veces también lo hacen después, para agradecer un parto sin complicaciones.
Las plegarias pueden ser puramente individuales o involucrar a la familia de la parturienta.

Yo, de mi parte primero entro a orar, y digo la palabra de Dios, le pido a Dios para
que se libre la madre. Ayer una mi nuera dio a luz a las ocho de la noche. Yo dije
a ella: “solo recomendante a Dios, vas a dar a luz, vas a librar, solo Dios conoce,
porque yo no puedo hacer nada sin él, solo te voy a ayudar, confiando en Dios”. Y
nació un varoncito. Hay quienes unos ocho días antes de que se compongan
hacen oración y ya con los dolores también se ponen a rezar para que se alivie
rápido. A veces los hermanos son los que dirigen la oración y ya en el momento
del parto soy yo quien dirige. Solo yo hago la oración, sin candelas ni flores.
(Grupo focal comadronas rurales, Comitancillo)

De cualquier forma, las plegarias toman la forma que la familia prefiera, siguiendo
cánones católicos, evangélicos e incluso con la presencia de un pastor o ajq’ij [guía
espiritual o sacerdote maya]. Aparentemente, son estos últimos, más que las
comadronas, los encargados actualmente de realizar los ritos ancestrales. Estas
ceremonias están fundamentadas en el calendario maya e incluyen la quema de pom
[resina vegetal], candelas de colores, incienso, azúcar y peticiones de bendiciones
celestiales y la adhesión futura a los nawales asignados.

Cuando nace, el bebé se alza al cielo y se da las gracias y se hace según la


religión de la familia. A veces se hace una celebración ceremonial y la familia
contrata a un guía espiritual. Es muy alegre. Antes había un árbol sagrado y le
pedían sabiduría al árbol para que el niño fuera inteligente, para que los niños
adquirieran la sabiduría para defenderse del mal. Pero ahora se murió el árbol y ya
no sabe la gente cómo defenderse. Con las nuevas religiones se están perdiendo

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 16


las tradiciones. La costumbre es que si es niña, se le ponen piedras de moler en las
manos y le dicen que no vaya a ser perezosa. A los niños les dan piochas. Cuando
nació mi niño, mis familiares entraron con lapicero, mazorca, morral, y se lo
pasaban en la mano al bebé para que fuera un buen trabajador, que haría
trabajos de hombre, y también el lapicero para que fuera buen estudiantes y la
Biblia para que respetara la palabra de Dios. Todo esto lo hizo la comadrona y los
abuelos le fueron pasando los objetos. A las niñas les dan los palos de tejer.
Después, a los tres o cuatro días, tiran el ombligo al río o lo meten en el fuego del
chuj. … Así es como se hace: los evangélicos hacen su culto, los católicos
encienden una candela, los costumbristas, según el día del nacimiento: el guía
espiritual es quién, pero también depende de la paga, porque la costumbre se
celebra en las montañas, aunque ahora ya hay un lugar en el pueblo donde los
guías espirituales pueden hacer su costumbre y pasar xicay [varas de durazno]
para que sean obedientes. (Grupo focal de madres, Nebaj)

Después del parto, el marido, la suegra y a veces también la comadrona ayudan a


preparar el chuj para la puérpara; algunas personas acostumbrar este primer baño
inmediatamente después del parto, otras lo hacen hasta pasadas unas 24 horas. El
marido es quien levanta a su mujer para llevarla al temascal. Algunas mujeres, además,
se ponen sal en las areolas y dan masajes a sus pechos mientras están en el chuj para
facilitar la lactancia. Los ritos asociados al primer baño del recién nacido dentro del chuj
parecen estar cayendo en desuso y muchas comadronas evangélicas se niegan a
hacerlos en su totalidad. Contaba una madre:

Cuando la comadrona se metió al chuj con mi nene, mi suegra le pasó cuadernos


y lápices para que el niño fuera listo y aplicado y la comadrona los agarró de mal
modo. Cuando mi suegra le pasó el armazón del armadillo para que el niño
tuviera la espalda dura y fuera aguantador, ella dijo que eso sí no lo hacía ella.
(Grupo focal de madres, Comitancillo)

Terminado el parto, la comadrona entrega la placenta de la mujer a la familia y ésta se


encarga de enterrarla fuera de la casa, tradicionalmente cerca de un árbol, si es niño,
para que este se mantenga siempre próximo a la familia, y dentro de la vivienda y
contigua al fogón, si es niña, con el fin que esta conozca las tareas necesarias para la
atención de su futura familia. En algunas familias se está erosionando esta costumbre.
Otro rito, que aparentemente también se está perdiendo, es el del entierro del ombligo,
práctica mencionada por Sahagún en el Código Florentino (siglo VXI) para el centro de
México, pero con algunos cambios: en tanto los mexicas enterraban el ombligo de los
niños en los campos de batalla, hasta hace unos años el lugar preferido era el patio de la
casa. El ombligo de la niña, por el contrario, se ha seguido enterrando cerca del fogón.

4. Puerperio
Las comadronas acostumbran permanecer al menos dos horas con la parturienta para
asegurar su estado de salud y el del bebé. Algunas permanecen hasta cuatro horas y si el
nacimiento ha sido de noche se quedan hasta el amanecer. El patrón de visitas es
flexible: la primera visita es usualmente a las 12 horas del parto, pero también puede
hacerse hasta el día siguiente. Con las primigestas las comadronas dicen que revisan
cómo está la posición y agarre para la lactancia, haciendo las correcciones necesarias;
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 17
se considera que las multíparas ya no necesitan ninguna orientación. De acuerdo con
madres y abuelas, las comadronas solo “ven” que el niño mame pero no dan ningún
consejo; ellas también manifestaron que son solamente las primíparas quienes piden y
reciben consejos primordialmente de sus madres y suegras.

Parte fundamental de la atención durante el puerperio son las sobadas, los baños en chuj
y en San Juan Atitán y Nebaj, la colocación de objetos calientes sobre el vientre. La
puérpara entra al chuj usualmente sola, pero supervisada por la comadrona. Se persigue
que entre cuando ya no haya humo y solamente queden brasas de la leña. El agua que se
calienta tiene plantas medicinales, tales como pericón, altamisa, ramas tiernas de pino y
apazote. Sobre el piso del chuj también se colocan ramas tiernas de pino o de pericón,
sobre las que se acuesta la puérpara. Después de una media hora se llama a la
comadrona, quien hace la sobada con las plantas medicinales mezcladas con algún tipo
de grasa. El masaje es principalmente sobre el vientre, pero también en las piernas [para
evitar várices, se dice], las cuales levanta la comadrona tan alto como pueda para que el
útero regrese a su posición y tamaño normal. Con estos masajes se persigue sacar el frío de
su cuerpo y que tenga buena leche.

En Comitancillo se acostumbra que la puérpara tenga un baño en el chuj al día siguiente


del nacimiento; las visitas que le comadrona haga, su número y frecuencia, dependen de
las familias, pero se hacen usualmente al menos tres. En cada visita las comadronas
revisan la cantidad de hemorragia, se soba el vientre y ofrecen el baño de vapor. En este
municipio la sobada se hace “con zacatillos [hierbas medicinales] calientes, bien majados
dentro del chuj”. También se acostumbra poner estas hierbas a calentar sobre las brasas
del chuj y una vez calientes se colocan sobre una hoja grande (parecida a la hoja de
higo, pero más grande), con la cual hacen un paquetito y la colocan sobre el vientre.
Aunque las comadronas mismas no ofrezcan los baños en chuj, la costumbre es hacer un
baño diario durante 20 días. En San Juan Atitán las comadronas dicen que la tradición
dicta hacer dos visitas diarias, durante 20 días: por la mañana se calientan piedras en el
chuj, las cuales luego se envuelven y se colocan sobre el vientre; por la tarde se meten
con las señoras al chuj para darle la sobada: se da un masaje en el vientre, hasta que
suba el útero y a la señora se le calme el dolor. En Nebaj, aunque la tradición también
dicta hacer visitas diarias por 20 días, en la práctica lo hacen por unos diez días
consecutivos, y luego una vez por semana, según la solicitud de las familias. Aquí
también se utilizan envoltorios con piedras calientes, los cuales pueden ser solicitados por
unos cinco días o por más. Las comadronas dijeron que no hay un pago adicional por
estos baños, pero si la familia requiere más de tres o cuatro baños usualmente sí se cobra.

Las visitas durante el puerperio han cambiado gracias a las capacitaciones recibidas por
el centro de salud lo cual, según las abuelas, incide en un mejor cuidado de la puérpera:

Antes ellas [las embarazadas] no requerían mucho de las comadronas, quienes


solo las limpiaban. La comadrona solo recibía al bebé, lo dejaba arreglado y se
iba; no venían seguido a revisarlas. Las mismas señoras usaban las brasas: usaban
una piedra caliente y se la ponían sobre el vientre. Ahora la comadrona pasa más
tiempo con ellas y es ella quien pone la piedra. (Grupo focal de abuelas, Nebaj)

Los consejos que se ofrecen después del parto tienden a referirse a cómo mantener el
calor. Siguiendo la teoría humoral del sistema de salud indígena (la concepción frío-
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 18
caliente) es imperativo mantener el cuerpo de la madre caliente, pues se considera que
el puerperio es un período altamente vulnerable. Se piensa que el frío que entra en el
cuerpo de la madre puede hacer resfriar su leche y enfermar al bebé, o bien enfriar el
útero, condición que trae consecuencias nefastas a largo plazo para la salud de la mujer.
De esta manera se recomienda la ingesta de caldos (en Nebaj sobresalía el caldo de
pata, en otros lugares el caldo de gallina criolla), de infusiones conceptualmente
calientes y evitar los alimentos conceptualmente fríos, tales como el aguacate, el pollo de
granja, etc., pero también aquellos físicamente fríos, particularmente el agua. También se
dan una serie de consejos para asegurar una buena cantidad y calidad de leche
materna, en especial tomar una variedad de atoles y chocolate. En Nebaj se
acostumbra hacer atoles con una variedad de maíz considerada galactogogo (salpor).
Decía una comadrona de este municipio:

Hay que tomar todo lo caliente para que tenga más leche. El caldo de pata hay
que tomarlo dos veces a la semana, mejor si se le pone algo de cusha
[aguardiente] o bastante chile, así abunda la leche. Pero también es importante
que las señoras se tapen mientras dan de mamar, pues a veces sudan, y que estén
sentadas en el pop [estera]. Las señoras deben comer hincada, para que el
estómago no se baje, hay que amarrar el estómago y también la cabeza. Se
recomienda que lo hagan por 40 días, pero la mayoría solo lo hace por 20. Para
asegurar que la leche no se corte hay que mantener a la señora caliente, hacer
fuego de brasa y calentar la matriz.

Durante la dieta posparto el marido y la suegra se hacen cargo de los niños y los
quehaceres de la casa y a veces, el esposo paga a una “moza”, es decir, a otra mujer
para que realice estas actividades durante el período de la dieta o descanso postnatal.
En algunos casos cuando la suegra no está cerca y no se cuenta con recursos monetarios
suficientes, el marido incluso muele maíz y hace algunos oficios domésticos, pero en
Comitancillo las mujeres refirieron a sus vecinas como fuente de ayuda más que al
esposo.

5. Comadronas y lactancia
Iniciación de la lactancia
Según las comadronas, el bebé se lo entregan a la madre en cuestión de unos diez o
quince minutos después de haber cortado el cordón umbilical y consideran que
raramente el bebé se tarda más de una hora en empezar a mamar. El momento justo de
la iniciación de la lactancia depende del propio niño, pues algunos nacen con hambre y
quieren mamar inmediatamente, en tanto otros nacen cansados y quieren dormir un rato.
De cualquier modo, consideran que son pocos los niños que se tardan más de una hora
en empezar a amamantar porque una señal del estado de salud del bebé es
precisamente su capacidad de mamar. Sin embargo, algunas madres brindaron
ejemplos de bebés que tardaron en empezar a mamar más de una hora.

Algunos niños solo al nacer maman pero otros no quieren agarrar el pecho. Mi hijo
nació en la mañana y hasta en la tarde mamó porque yo no tenía leche y no lloró.
(Grupo focal de madres, San Juan Atitán)

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 19


Las comadronas aseguran que las recomendaciones sobre prácticas de lactancia se
ofrecen, por lo general, solo a las primigestas, a quienes dicen que se les muestra la forma
correcta de posición y agarre. Las demás “ya saben qué hacer” y no reciben ninguna
recomendación. No obstante, la mayoría de madres, dijeron no haber recibido consejos
de sus comadronas en relación a este tema, incluso durante su primer embarazo.

Según las comadronas, son pocas las mujeres que preguntan específicamente sobre
cómo amamantar y que también son pocas las que presentan algún problema en sus
prácticas de lactancia. Las pocas que preguntan lo hacen en relación a qué alimentos
consumir [les recomiendan atoles y todos los alimentos calientes] o qué hacer si les duele
dar de mamar o si no sale bien la leche [masajear los senos]. Decía una comadrona de
Nebaj:

Gracias a Dios no preguntan nada porque todo ha sido normal durante y después
del parto. Son contadas las mujeres que preguntan sobre lactancia, y las que
algunas veces preguntan son las primerizas, porque no tienen experiencias sobre
cómo dar de mamar y cómo cuidar a sus bebés. Y entre las primerizas, las mujeres
que más preguntan son las que ya no tienen suegras o las que ya no tienen mamás,
o a las que viven por aparte o tienen su familia lejos.

Las madres y abuelas tienen una versión diferente. Según éstas, después del parto las
comadronas instan y observan que las madres den inmediatamente de mamar
diciéndoles “métale la chiche en la boca”, pero no ofrecen ningún consejo sobre
lactancia materna más que su iniciación inmediata y el consumo del calostro. En visitas
posteriores, las comadronas además de velar por la recuperación de la madre, ven si los
niños están mamando bien y si están limpios y cuidados. Son las abuelas quienes se
encargan de dar consejos más puntuales a las madres, siguiendo algunas
recomendaciones escuchadas en el centro de salud, especialmente sobre la posición y
el agarre.

Calostro y lactancia exclusiva


Las comadronas explican que la costumbre ancestral siempre ha sido amamantar
inmediatamente y que nunca se descartó el calostro, aunque las abuelas de San Juan
Atitán reconocieron que antiguamente el calostro era desechado; en esta comunidad
además una madre y una abuela relataron que dan al bebé café o agua tibia hasta que
“baje la leche”, algunas veces por recomendación de la comadrona. Se ofrecen tres
cucharaditas de agua tibia, para lo cual utilizan pacha o su propia boca.

En pacha, otras se lo ponen en la boca y se lo dan al bebé, boca a boca. Esa era
la costumbre de toda la vida, son como tres cucharaditas, si damos mucho se
pueden enfermar. (Grupo focal de madres de Tuiscap, San Juan Atitán)

Ninguna de las comadronas mencionó dar alguna alimentación pre-láctea al momento


de nacer, aunque algunas sí introducen otros líquidos unos días después. Se encontraron
diferencias en el uso de aceites usados como purgantes para limpiar el estómago del
recién nacido: en San Juan Atitán varias reconocieron dar aceite a los tres o cinco días
de nacido; en Nebaj su uso fue negado contundentemente. En Comitancillo algunas
reconocieron usar aceite, pero “sólo cuando es necesario” (cuando se siente que hay

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 20


necesidad de limpiar el estómago, al bebé le duele el estómago o de alguna manera
ayudar con la digestión del bebé).

Aquí no se acostumbra ni es permitido dar aceites, ni las abuelas los daban. Mi


mamá era también comadrona y ella me enseñó que no era necesario dar nada.
A la mamá sí se le da, yo les doy agüita de manzanilla y mi mamá les daba con
una cucharita un poco de agua hervida. Ese es el único remedio que damos.
(Grupo focal comadronas rurales, Comitancillo)

Las comadronas ofrecen a las primigestas consejos sobre cómo cuidar, bañar, vestir,
cambiar pañales del bebé y se verifica que esté mamando normalmente. El único
consejo específico sobre lactancia es aprovechar el calostro o “leche amarilla”,
recomendación que las madres también han escuchado en los servicios de salud. Así,
muchas madres y abuelas actualmente valoran el calostro por considerarlo la “primera
vacuna”, la “primera vitamina” que además ayuda a “limpiar el estómago del bebé”.

Cuando nace el primer hijo de una madre hay que decir que no tenga miedo, es
necesario dar calostro lo que es leche de color amarillo para curar al bebé y
agarrar bien tu pecho y meterlo en la boca del bebé [hace una demostración con
su pecho]… Nosotros desde siempre damos la leche. Hay niños que naciendo
lloran porque quieren leche y les damos porque no se puede dar otra cosa al
bebé. Nuestra madre nos dijo que por la boca del bebé tiene que salir la leche,
que hay que darse masajes en el pecho y eso nosotras lo hacemos y también se lo
decimos a nuestras pacientes, a nuestras hijas también porque yo tengo muchos
nietos. (Grupo focal comadronas rurales, Nebaj)

Generalmente, si la madre observa que su hijo está sano no pide ningún consejo sobre
lactancia materna. Las comadronas dicen que rutinariamente aconsejan sobre la
utilización del calostro y recomiendan la lactancia exclusiva durante los primeros seis
meses, ambas recomendaciones también escuchadas en los servicios de salud.

Uno está pendiente de cómo mama el niño, pero el consejo más inmediato viene
de la mamá o de la suegra. Uno pregunta y uno recomienda, pero es la suegra la
que ve a la primeriza. Ahora, si no está la suegra entonces sí hay que indicarle
como agarrar al bebe, como abrazarlo, se le enseña cómo sacarle punta al
pecho, pero se le enseña a la que esta solita. (Grupo focal comadronas rurales,
Comitancillo)

Las madres no muestran preocupación por la cantidad o calidad de su leche y confían


plenamente que mantener su cuerpo caliente, sea por los baños del chuj, por su
proximidad al fogón y la ingesta de ciertos caldos, atoles e infusiones conceptualmente
calientes le proporcionarán la cantidad de leche necesaria. De esta manera, en Nebaj
las nodrizas toman caldo de patas, atol de salpor, kaxlanpiente [infusión de café molidos
con clavo y chile] y chax xuum; en los demás municipios se toma, ixbut, atol de
chocolate, atol de masa de maíz quebrantado. Otros alimentos calientes y
tradicionalmente ingeridos para tener bastante leche materna son los boxboles [en
Nebaj], el pulique con chile [joxich] y en San Juan Atitán, el atol de maíz quebrantado
con jengibre. Las mujeres conocen qué hacer para asegurar una lactancia exitosa y las
únicas que tienen algunas inseguridades son las primigestas.
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 21
Las abuelas también dan recomendaciones a las madres sobre la alimentación y la
posición para dar de mamar, diciéndoles que den de mamar mientras están sentadas
“porque nosotros no comemos parados” y refieren los cambios en las prácticas de
lactancia materna en relación a las prácticas de higiene como a la introducción de
pachas.

Ahora es mucho mejor la forma en que se da de mamar. Antes nos íbamos al


campo, trabajábamos mucho y veníamos sudadas. Ahora con más posibilidades
de aprender y las patojas se mantienen más en la casa. Ahora se les capacita.
Ahora son más higiénicas, antes se levantaban el güipil, ahora le ponen zipper al
güipil. Antes se bañaban menos. (Grupo focal de abuelas, Nebaj)

Las comadronas dijeron apoyar tanto la ingesta del calostro como la lactancia exclusiva
durante los primeros seis meses. Incluso en los juegos y dinámicas que se realizaron con
ellas [un contexto más informal donde sería más fácil que no se sintieran evaluadas] las
comadronas consideraron que no debía introducirse ninguna otra substancia que no
fuera leche materna.

Hubo muy pocas excepciones a esta posición: una comadrona que decía que si el niño
de cinco meses que intentaba tomar agua del vaso de la mamá ya podía tomar agua y
otras dos que recomendaron dar agüita de manzanilla para aliviar la leche resfriada. A
las comadronas se les planteó diversas situaciones en que se podría suspender la
lactancia [v.g., enojo de la madre, leche caliente, leche resfriada, etc.] y la única
situación que a su criterio ameritaba la suspensión, encontrada en todos los grupos de
discusión, fue la presencia de un nuevo embarazo, incluso si éste era antes de que el
lactante cumpliera seis meses. La idea generalizada es que la leche materna enferma al
niño, debilita a la madre y representa una situación un tanto injusta, pues la leche “ya no
le pertenece” al lactante sino a su futuro hermano.

Sucedáneos
En términos generales, las comadronas no consideran oportuno el uso de ningún
sucedáneo antes de los seis meses. Casi todas expresaron que no era necesario dar
agua y consideraron que debía introducirse atoles hasta pasados los seis meses y el café
alrededor del año. El uso de leche maternizada es limitado y las comadronas lo
recomiendan solo en casos de extrema necesidad. En los pocos casos en que la madres
se quejan de no tener leche, las comadronas les recomiendan infusiones calientes y
algunos galactogogos y sólo si todo falla recomiendan “la leche de bote”. Las mamás
tampoco ven la leche maternizada como una alternativa atractiva:

La leche materna no requiere de mucho trabajo y solo es de venir y dárselo al


bebé. La leche que es comprada hay que estar corriendo para prepararla, alistarlas
bien y después dársela al bebé. (Grupo focal de madres, Nebaj)

Dicen que en las farmacias recomiendan qué tipo de leche comprar y que las maestras
[al parecer, el grupo principal de madres trabajadoras que compran este tipo de leche]
pueden leer las instrucciones y saber qué leche comprar y cómo prepararla.

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 22


Antes no había tanto centro de salud, nosotros dábamos de mamar todo el día o
todo el tiempo y nuestro bebé crecía, ahora algunas señoritas no dan de mamar
porque están trabajando. Otro que he visto es en la plaza, le dan pacha a sus bebés
pero antes de dárselo la mamá lo prueba, o sea lo mete en la boca y eso es malo,
la pacha tiene que estar bien limpia y solo el bebé tiene que chupar la pacha y
nadie más. (Grupo focal de abuelas, Comitancillo)

Solución a problemas comunes


A las comadronas se les presentó una serie de situaciones que se sabe pueden llegar a
interrumpir temporalmente la lactancia, preguntándoles qué tipo de recomendaciones
darían ellas; todas las situaciones se refirieron a niños menores de seis meses. Como
puede verse en el cuadro de abajo, para casi todas las situaciones la misma cultura
provee mecanismos para superar la dificultad y no interrumpir la lactancia. Hay varias
excepciones: 1) en Nebaj si se percibe que el niño tiene sed se ofrece agua; 2) ante un
nuevo embarazo no hay ninguna solución y es necesario destetar; 3) llegados los cinco
meses, se puede adelantar la alimentación complementaria.

Situación Recomendación usual


Madre viene del campo  Mantener al niño cerca de su madre: no
sudando dejar a los niños en casa mientras la madre
va al campo
 Que se refresque la madre y luego dé de
mamar
 Dar masaje al seno de modo que se mezcle
la leche caliente (que está cerca del pezón)
con el resto
 Extraer un poco de leche y descartarla
 Dar agua mientras la madre se refresca
Madre está enojada  Evitar disgustos
 Dar masaje al seno de modo que se mezcle
la leche caliente con el resto
 Extraer un poco de leche y descartarla
 Dar al bebé agua tibia o alguna infusión
mientras la madre se tranquiliza [solo Nebaj]
La leche está resfriada  Dar masaje al seno de modo que se mezcle
la leche fría con el resto
 Extraer un poco de leche y descartarla
 Que la madre tome algo caliente o se meta
al chuj
Bebé recién nacido no logra  Ponerse el niño al seno repetidas veces,
agarrar el pezón aunque no logre buen agarre
[predominante]
 Masajear el pezón
Hace calor  Destapar al bebé para que se refresque
[predominante]
 Dar agua tibia [predominante solo en Nebaj]
Presencia de nuevo  Destetar inmediatamente [respuesta
embarazo unánime]
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 23
A los cinco meses el bebé llora  Empezar con alimentación complementaria
mucho y la mamá piensa que
ya no tiene mucha leche

6. Certificación de comadronas como promotoras de lactancia materna


Credibilidad de las comadronas
Las comadronas gozan de mucha credibilidad en la atención al embarazo, parto y
puerperio y el cuidado de la mujer en general. Si bien tradicionalmente su credibilidad
dependió del don divino que las guiaba en su quehacer, actualmente depende más bien
del hecho de ser capacitadas en forma continua por los servicios de salud. Porque tienen
credibilidad se les pregunta, pero usualmente sólo cuando hay alguna molestia. Las
consultas que se les hacen sobre lactancia son particularmente limitadas:

Nos gustaría que nos preguntaran, pero realmente solo son contadas las que tienen
el interés de preguntar y pedir consejos. Nos preguntan más la que dan a luz por
primera vez y las que ya tienen tres hijos ya no tienen la necesidad de preguntar.
No que las primerizas están con esa curiosidad de cómo será… A nosotras nos
preguntan, pero también preguntan a la suegra, porque ellas no están con
nosotras, pues solo miramos que se alivian [dar a luz]. Las mujeres que nos piden
consejos son las que tienen a sus familiares en otros lados, como en otras
comunidades y más son las primerizas. Además, normalmente es a las mamás o a
las suegras a quienes preguntan, no a nosotras las comadronas. Pero si tienen
serias complicaciones entonces nos piden consejos y les damos recomendaciones
(Grupo focal comadronas Nebaj).

Además del respeto que se les tiene, la credibilidad de las comadronas también estriba
en el hecho que, en términos generales, no hay mayor contradicción entre las
recomendaciones de las comadronas y las que dan las madres y suegras de sus
pacientes. Las comadronas no dudan sobre su credibilidad y aseguran que si hubiera
contradicciones entre lo que recomiendan ellas y lo que recomienda la abuela del recién
nacido, las madres les creerían más a ellas:

A nosotras nos creen porque hemos recibido capacitación, porque hemos


entendido lo que nos dicen en las capacitaciones. Antes no había capacitación,
antes se hacía una gran dieta y no se podía comer pan de huevo ni manía porque
le hacía mal al bebé, a ellos les daba diarrea, les caía mal en su estómago. Ahora
las señoras dicen: “yo no puedo aguantar la dieta, yo solo como huevos”. Antes
no había tanto remedio, nuestro remedio era la pimienta de castilla, no que ahora
ya hay cualquier tipo de inyección y mucha pastilla y ya no hay que seguir tanto la
dieta. (Grupo focal comadronas urbanas, San Juan Atitán).

La mayoría de comadronas consideró que las madres, especialmente las primigestas,


necesitaban aprender más sobre lactancia materna. Al profundizar más sobre el tema
resultó evidente que los temas considerados prioritarios eran en realidad otros:
alimentación complementaria, alimentación materna durante la lactancia y manejo e
higiene de pachas [biberones]:

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 24


La leche que se compra no sirve, sólo enferma a los bebés y sale más caro. En
cambio dar de mamar al bebé no enferma, porque si se da leche en pacha, la
pacha está contaminada, está sucia, está mosqueada. Ahora andan muchas
moscas y la pacha no está tapada y los dientes de los bebés les hacen daño…
Yo veo que las pachas solo están tiradas, que no hay higiene y [las mamás] no se
preocupan por la salud de sus hijos. Después se lamentan cuando resultan
enfermos, pero en la cocina está tirada la pacha, los pollos caminan, los perros
también y principalmente el mamón está sucio. La madre tan irresponsable no lo
limpia bien, así se lo da a su bebé y luego vienen las infecciones del estómago
(Grupo focal de comadronas, Comitancillo).

Comadronas como fuente de información sobre lactancia materna: perspectiva


de sus pacientes
Al igual que las comadronas, las madres aseguraron que las dudas sobre lactancia
materna y el cuidado rutinario del bebé las tienen solo las primigestas y estas dudas son
resueltas principalmente por sus suegras o madres. En caso de dudas específicas, en
Tzalbal, Nebaj primero preguntan a su suegra o madre, quien esté más cerca, y luego
acuden a las comadronas; mientras que las mujeres de Tojcheche, Comitancillo dirigen
sus dudas a los enfermeros del puesto de salud. En caso hubiera contradicciones entre lo
que dicen unas y otras, en las tres aldeas las madres dicen que le harían caso a las
recomendaciones de las comadronas porque tienen experiencia y están capacitadas.
Pero es necesario señalar que el sentimiento de las madres es que la producción de leche
materna y dar de mamar no suponen ningún problema.

No se da ningún problema porque lo único que tiene que hacer es darle el pecho al
bebé y solo baja la leche, y la mamá lo único que tiene que hacer es hacer sus
atoles, tomárselo algo caliente, y también le ayuda a tener bastante leche. (Grupo
focal de abuelas, Aldea Tojcheche, Comitancillo)

Al planteárseles la posibilidad de recibir capacitaciones sobre lactancia materna, las


madres se mostraron interesadas, a excepción de las madres en Comitancillo donde ya
reciben charlas mensuales de parte de los servicios de salud. Para las madres es
importante que las charlas las den tanto personal de enfermería como comadronas que
tengan pleno conocimiento del tema y se expresen en el idioma local. Al indagar más
sobre sus deseos de obtener más conocimientos resultó evidente que su mayor interés es
más bien el cuidado infantil, más que la lactancia materna. Tanto madres como abuelas
creen que las charlas son necesarias tanto durante el embarazo como después del parto
y que las mismas deben incluir exámenes mensuales a los bebés. De acuerdo con las
madres y abuelas, las comadronas prestan mayor atención al estado de la madre y el ver
si el bebé está limpio y tapado y no ofrecen consejos sobre lactancia materna.

Capacitaciones recibidas por las comadronas


Todas las comadronas que participaron en esta consulta han recibido capacitaciones
periódicas de los servicios de salud y, algunas de ellas, de otras instituciones. Estas
capacitaciones sobre normas de atención, aunque centradas en parto limpio y
reconocimiento de emergencias obstétricas, son amplias y vienen brindándose hace

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 25


varios años: algunas comadronas dijeron haber sido capacitadas hace un promedio de
10-15 años, a excepción de las de Comitancillo, donde solo tenían como tres o cuatro
años de tener carnet. En cada distrito de salud, las comadronas están bajo la
coordinación de una enfermera profesional, quien se encarga de programar y brindar
las capacitaciones, así como convocarlas para cualquier actividad con las entidades
cooperantes. La mayoría de las capacitaciones parece ser charlas que dan las
enfermeras de los centros de salud, pero las preferidas de las comadronas son las que
incluyen alguna demostración o práctica; hicieron hincapié que les gusta mucho cuando
en las capacitaciones hay espacio para que ellas cuentes sus experiencias, su forma de
trabajar y resolver problemas, pues eso les da la oportunidad de aprender unas de otras.

Nosotras hacemos nuestro trabajo, nos gusta realizar nuestro trabajo bien porque
es a nuestra gente a quien servimos. Y si pudieran dar algún día lo que doña O dijo
[cita anterior], sería bueno. Algunos de nuestros vecinos dicen que nosotras no
trabajamos por nuestra propia voluntad, que recibimos un salario porque vamos a
recibir capacitación. Pero nosotras tenemos trabajo y lo dejamos y también
dejamos a la familia y no somos pagadas. Solo recibimos lo que dan ellos [los
vecinos] por su propia voluntad y nosotras lo recibimos con gusto, porque es
nuestro trabajo. Y si nos dan más conocimiento en las capacitaciones, mejor para
nosotras porque aprendemos mucho y de lo que aprendemos lo daremos a
conocer con nuestra gente (Grupo focal comadronas, Comitancillo).

Las capacitaciones son obligatorias y son requisito para recibir un carné, el cual deben
renovar cada año. Según disposiciones del Renap, las comadronas deben estar
debidamente identificadas para atender partos y, especialmente, para poder asentar los
nacimientos3. El sistema de capacitación obligatorio ha permeado al imaginario social,
donde la “comadrona capacitada” adquiere, con frecuencia, mayor prestigio y
credibilidad.

Al indagar al inicio del taller sobre qué temas específicos les gustaría aprender más,
ninguna de las comadronas mencionó la lactancia materna o algún otro relacionad a la
alimentación infantil. Los temas preferidos fueron las señales de peligro y planificación
familiar; otros temas mencionados fueron cómo tratar casos de abortos espontáneos,
plantas medicinales y cómo dar consejería sobre alimentación materna y prácticas de
higiene. En dos grupos (San Juan Atitán y Comitancillo) varias comadronas dijeron no
poder especificar qué tipo de capacitación preferirían, que dejaban que el equipo de
salud decidiera pues para ellas todos los temas son de interés. En casi todos los grupos las
comadronas detallaron que el aprendizaje era valioso, pues fortalecía su quehacer. Una
comadrona en Nebaj, por el contrario, cuestionó la necesidad de recibir más
capacitaciones:

Yo ya tengo mis dones que recibí de Dios, yo ya sé qué hacer. Yo tengo una
profecía de mi suegra y mi mano es suave y yo tengo las habilidades que Dios me

3 El sistema tiene sus fallas, pues si algún familiar o comadrona no capacitada (sin carnet) atiende
el nacimiento deberán buscar la firma del COCODE o del alcalde auxiliar para que valide el
nacimiento y confirme la pertenencia del recién nacido en la familia en cuestión. En ocasiones,
las comadronas “prestan” su carnet y registran como propios los nacimientos atendidos por otras
personas.
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 26
ha dado. (Grupo focal comadronas, Nebaj)

Comadronas certificadas como promotoras de lactancia materna


A las comadronas se les planteó la posibilidad de una capacitación sobre lactancia
materna que terminara en una certificación. De las 60 comadronas convocadas, solo
una no mostró interés en esta capacitación, aunque dos o tres más mencionaron que
aprender sobre lactancia no era prioritario. Se les pidió su opinión en relación a dos
aspectos de esta certificación: los reconocimientos que consideraban necesarios y el
apelativo o designación que tendrían una vez fueran certificadas.

RECONOCIMIENTO. En todos los grupos las comadronas sugirieron diferentes tipos de


reconocimientos. Casi todas pidieron un carné: lo consideran un distintivo práctico que
pueden llevar consigo y piensan que les traería el mismo tipo de credibilidad del que ya
tienen.

Algunas personas siempre nos piden si tenemos carné, en caso de que sí somos
comadronas con carné. El carné nos identifica, habla por nosotros y a través de
esto se dice que sí sabemos, que tenemos una base. La gente confía más si se
tiene un carnet (Grupo focal comadronas, Comitancillo).

Con nuestro carnet ya podemos hablar con el Cocode, con el auxiliar, porque
trabajamos unidas con las autoridades. Cuando se cambia el Cocode nosotras
nos presentamos, todas nosotras estamos bajo órdenes de las autoridades (Grupo
focal comadronas, San Juan Atitán).

Unas cuantas comadronas sugirieron un diploma, pero cuando discutían entre sí opinaron
que no resultaba un reconocimiento muy práctico, pues aunque bonito, se quedaba en
su casa y nadie, fuera de su familia, lo miraba. Un reconocimiento que les llamó la
atención fue tener un cartelón o manta vinílica en el servicio de salud más cercano con
la fotografía de las comadronas certificadas. Otras opinaron que sería mejor tener ese
mismo cartelón en la auxiliatura [alcaldía auxiliar] de la comunidad. En casi todos los
grupos se propuso un reconocimiento público dentro de las mismas comunidades: las
comadronas sugirieron que cuando se hiciera una asamblea comunitaria las autoridades
(sean las de salud, sean las locales [vg, alcalde auxiliar, Cocode o Comité de salud]) las
presenten como un recurso de la comunidad, expertas en lactancia materna.

En los dos grupos en Nebaj, varias comadronas hicieron hincapié en que el diploma,
carnet o fotografía no tendría mucho sentido si no se contaba con el apoyo decidido de
Unicef y del sistema de salud. Lo que estas comadronas piden es un acompañamiento
continuado. No desean que se les dé una única capacitación y luego no se les dé
seguimiento.

Queremos el apoyo de ustedes, si no por gusto vamos a tener el carnet de nombre


ilol chuu ixoj, si no se va a poner en práctica. Sugerimos que todo sea muy
formalizado.

Queremos ser presentadas en la asamblea comunitaria y que todas las autoridades


estén presentes. Que en asamblea seamos presentadas ante el comité de salud y
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 27
el comité de mujeres, las autoridades auxiliares y el Cocode. Queremos el apoyo
de Uds. o en balde tendremos el nombre de promotoras. No queremos tener el
carnet de adorno, queremos ayudar a otras mujeres.

Por último, en todos los grupos se mencionó que también necesitaban algún
reconocimiento material, particularmente equipo de trabajo y viáticos. Las comadronas
han recibido algún equipo de trabajo, pero no ha sido reemplazado y se encuentra
dañado. Muchas se encuentran en la posición de no ser pagadas ni por sus pacientes ni
por el sistema de salud:

Para mí es importante intercambiar ideas y conocimientos y como también que


nos apoyen con equipos de promotoras de la lactancia y para nuestro
equipamiento como comadronas. Necesitamos que se nos faciliten equipo para
apoyarnos como promotoras de lactancia materna, necesitamos materiales para
prevenir cualquier tipo de infecciones sobre cómo dar de mamar. Y además
quisiéramos que nos dieran para el pasaje y algo para tomar, pues nos pasamos
todo el día en capacitación y no nos dan nada. A las madres les dan bolsas de
víveres y a nosotras no nos dan nada.

Tenemos un trabajo duro, de noche, nos llaman a cualquier hora y quisiéramos


capas, zapatos, linternas. Nos ponemos nylon y se los lleva el viento, por eso la
capa. Y también una balanza para pesar a los niños.

Bueno, nosotras caminamos demasiado para ver a nuestras pacientes y a pie, en


veces no hay carro suficiente y no tenemos dinero para pagar. Algunas de
nosotras vivimos lejos, otras un poco cerca y solo se puede caminar con el dinero
en la mano. Nosotras queremos un carnet, diploma, pero sobre todo queremos
viáticos. También una balanza para pesar a los recién nacidos. Esto es lo que
pienso y siento. Nosotras no podemos venir sin dinero y muchas de nosotras
aguantamos hambre, no comemos y no nos dan comida ni viáticos. Luego viene
la gastritis, las diferentes enfermedades por no comer. Nosotras cada mes
recibimos la capacitación y viajamos esos días. El alcalde en su política dijo y nos
prometió que nos iba ayudar con los viáticos y no lo cumplió. Sólo logró lo que
quería y se olvidó de lo que dijo, sólo apoyo a su gente.

A nosotros nos gustaría que nos dieran nuestro maletín, una lámpara. Nosotras
somos pobres y no tenemos dinero para comprar nuestros materiales, no tan
pobres porque sí nos alcanza para comer.

Hace 16 años nos dieron material, el maletín, algodón, pero ya está desgastado.
Nos dieron una romana. Ahora queremos, necesitamos pinza, capa, lámpara.
Nosotras hacemos nuestro trabajo, si pudieran dar lo que pedimos. Si pueden dar
una pequeña chamarra, un poncho. Hay algunas embarazadas que cuando
llegan a mi casa para que les dé la sobada llegan enlodadas y las pongo encima
de mi cama y me ensucian. Lo único que hago es poner otra de mis sabanas para
que no manchen mi chamara. En veces cuando llegan tengo a mi nene
durmiendo, cuando llegan y hago a un lado a mi nene y las pongo a la par de él,
porque no tengo otro lugar. Solo y gracias por escucharme.

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 28


APELATIVOS. Las comadronas ofrecieron varias opciones para llamarse a sí mismas, una vez
fueran certificadas, incluyendo designaciones tanto en castellano como en los idiomas
locales. En castellano, la forma favorita, sin lugar a dudas, fue promotora de lactancia
materna. A pesar de su relación con la iniciativa de hospitales amigos de la lactancia
materna, ninguna de las comadronas consideró atractivo llamarse “amiga de la
lactancia materna”. Otros apelativos se listan a continuación.

Apelativo Idioma Traducción


Consejera de lactancia -- --
materna
Nana ne’x Madre leche
Familia de la lactancia materna
Mam Comadrona de pecho
Comadrona de leche
Xnaq´tzal tíj tx´úb´aj Estudiante de leche materna
Ilol isuchil chuu ixoj Encargada del cuidado de los
Ixil
senos/leche de la mujer
Ilol chuu ixoj Encargada de los senos/leche de la mujer

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las prácticas de las comadronas
Usualmente hay cuatro caminos para convertirse en comadrona:
a) el llamado divino y la revelación del don,
b) seguir un aprendizaje con una de estas comadronas tradicionales,
c) como respuesta a una solicitud urgente de la mujer próxima a parir y
d) por invitación de los servicios de salud.

Aunque los caminos no son mutuamente excluyentes, las madres y abuelas que
participaron en este estudio mostraron una clara preferencia por las comadronas
capacitadas en los servicios de salud, lo cual otorga crédito a los esfuerzos de las
autoridades de salud y representa una excelente oportunidad para estrechar las
relaciones entre ambas partes. El carnet que los servicios otorgan a las comadronas
capacitadas confiere, a todas luces, credibilidad y nuevas responsabilidades para las
comadronas.

La atención prenatal que las comadronas ofrecen se ha centrado y continúa


centrándose en tres actividades: la sobada o masaje abdominal, baños en el chuj o
temascal y una serie de consejos sobre cómo se debe conducir la embarazada. Los
consejos, necesarios para proteger a la mujer y al feto durante un período vulnerable, se
centran en recomendaciones dietéticas y observar ciertos tabús o secretos.
Tradicionalmente, las comadronas por su posición de terapeutas sagradas, han tenido un

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 29


conocimiento más detallado de los cuidados necesarios para tener un embarazo
saludable. No obstante, a medida que la función de la comadrona se ha secularizado y
con advenimiento de la conversión religiosa al protestantismo, los otrora secretos se están
convirtiendo en creencias e incluso en supersticiones [desde el punto de vista de las
personas que ya no las siguen], por lo que muchas de las recomendaciones se están
centrando en observar una dieta caliente y evitar trabajos pesados. La excepción
parecería ser Nebaj, donde los consejos sobre el txaa se siguen tomando en cuenta.

La situación financiera de las comadronas puede ser crítica, pues usualmente no se le


niega el servicio a nadie, aunque no medie ningún pago. Las comadronas recorren
largas distancias para dar una sobada o una chujeada y a cambio pueden recibir un
pago simbólico o sólo una taza de café. Algunas reciben un pago único al momento del
parto, considerando algunas familias que no es necesario pagar adicionalmente las visitas
que se realizan antes y después del mismo. Al seno de algunas comunidades se ha dado
una discusión sobre los pagos a las comadronas, arguyendo que son muchos los que
trabajan de manera voluntaria en las comunidades (alcaldes auxiliares, Cocodes,
vigilantes, comités de salud, etc.) y que si no se le paga a todos no se le debería pagar a
ninguno. Entre la baja remuneración por sus servicios y la pobreza en que ellas mismas
viven, pocas comadronas pueden invertir en equipo de trabajo y usualmente esperan
que sean los servicios de salud u otras agencias las que se los provean.

Aunque los Q50 que ofrecen los servicios de salud para cada sesión cubren sus
necesidades de transporte y de algún bocadillo (al menos para las que viven más cerca),
las comadronas deben dejar sus tareas cotidianas (la mayoría tiene un sinfín de
ocupaciones) y donar su tiempo. Sin embargo, asistir a estas capacitaciones,
“formalizarse”, como ellas dicen, y tener carné es considerado sumamente importante no
solo por ellas mismas sino también por las familias que atienden.

Las comadronas consideran la leche materna como el mejor alimento para el recién
nacido: en todos los grupos dijeron instar a la iniciación inmediata, usualmente dentro de
la primera media hora de vida. Siguiendo los lineamientos de los servicios de salud, el
calostro es considerado “la primera vacuna” y ninguna de las comadronas dijo
recomendar ningún tipo de alimento pre-lácteo. Algunas, no obstante, sí recomiendan el
uso de aceites (“para limpiar el estómago”) a los tres o cuatro días de haber nacido,
“pero sólo si es necesario”. Las comadronas conocen la norma sobre lactancia exclusiva
y la gran mayoría dijo que no era necesario dar agua ni atol antes de los seis meses. El
uso medicinal de infusiones o agüitas, no obstante, no se considera que contradiga la
norma, precisamente por ser de uso medicinal. Estas infusiones por lo general son
ofrecidas en pacha o biberón, al igual que los atoles y cafés que se ofrecen en el
segundo semestre de vida. Las comadronas consideran que la leche maternizada debe
utilizarse solo en casos extremos, no solo por considerarla cara sino por ser una alternativa
poco deseable.

Las recomendaciones que las comadronas ofrecen sobre la alimentación materna, tanto
durante el embarazo como durante el largo período de lactancia, son vagas: “comer de
todo”, “comer bien”, “comer todo lo que desee”, posiblemente porque saben que la
mayoría de sus pacientes no tiene los medios para mejorar la calidad [y en ocasiones
tampoco la cantidad] de su dieta. Ciertamente, la recomendación de ingerir una

Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 30


variedad de atoles de maíz podría entenderse como una forma de adecuar la dieta
siguiendo las prescripciones culturales y las realidades materiales.

Además del parto limpio, las autoridades de salud han instado a las comadronas a
observar la iniciación inmediata de la lactancia, un corte tardío del cordón umbilical y el
contacto piel a piel a los pocos minutos de vida. En la muestra de comadronas
contactadas para este estudio, la iniciación inmediata y el corte tardío son prácticas
comunes, pero no así el contacto piel a piel: solo las comadronas de San Juan Atitán lo
mencionaron, aunque hay que aclarar que las pocas madres y abuelas que conocían de
esta práctica habían sabido de ella por haber tenido ellas, o una mujer cercana, la
experiencia en parto institucional.

Las comadronas como promotoras de la lactancia materna


Las comadronas que participaron en esta consulta han recibido una serie de
capacitaciones de los servicios de salud, incluyendo lactancia materna y a lo largo del
trabajo de campo se pudo comprobar que conocen las normas sobre la alimentación al
seno. No obstante, éstas no parecen haber sido integradas a sus recomendaciones
rutinarias durante la atención prenatal. En tanto las comadronas dicen que estas
recomendaciones las ofrecen a sus pacientes primíparas, sus pacientes aseguran que no
lo hacen y que son sus mamás y suegras quienes les han enseñado cómo alimentar al
seno, aunque sí mencionan que las comadronas “revisan” que el bebé esté mamando
correctamente.

La aparente reticencia de las comadronas a hacer recomendaciones sobre este tema se


debe, probablemente, a que consideran que las niñas crecen observando a todas las
mujeres de su entorno dar de mamar y por lo tanto saben hacerlo. Hay evidencia, tanto
etnográfica como desde perspectivas pedagógicas y psicológicas (ver, por ejemplo,
Watanabe 1992, Núñez 1998, Rogoff et al 2003) que en comunidades indígenas, rurales y
con poco acceso a educación escolar, los niños aprenden principalmente por imitación,
observando lo que pasa a su alrededor y sin que medie mayor explicación verbal. Las
niñas observan atentamente qué hace su madre con sus hermanos menores y luego qué
hacen sus hermanas y sus cuñadas; cuando les llega el turno de ser madres ya han
acumulado un vasto conocimiento adquirido por observación y práctica al cuidar a sus
hermanos menores. Además, las comadronas trabajan en un contexto en que pocas
mujeres tienen dificultades para alimentar al seno y donde la cultura ofrece una variedad
de prácticas para asegurar la calidad y cantidad de leche, así como formas para
contrarrestar aprietos temporales [v.g., leche resfriada, leche caliente, etc.]. En esta
situación posiblemente no resulte sorprendente el hecho que aprender más sobre
lactancia materna no es una prioridad ni para las comadronas (quienes quisieran
aprender más sobre parto limpio y señales de peligro) ni para las madres (quienes
preferirían aprender más sobre cuidado infantil en general).

En este contexto, ¿qué impacto podría tener certificar a las comadronas como
promotoras [su apelativo favorito] de la lactancia materna? Una certificación que haga
pública las destrezas adquiridas por las comadronas les dará, indudablemente, mayor
credibilidad y prestigio. El impacto sobre las prácticas de lactancia materna
posiblemente se suscribirían al momento de la iniciación y reducir ese 36.2% de niños
atendidos por comadronas que no inician la lactancia dentro de la primera hora de vida
Comadronas y lactancia materna. Informe final Página 31
y particularmente a ese 20.6% que inicia después de las primeras 24 horas. El impacto de
este tipo de intervención sobre la duración de la lactancia exclusiva durante los primeros
seis meses posiblemente sea mínimo: por un lado, las pacientes dicen que las
comadronas no les dan ese tipo de recomendación durante el embarazo y por otro,
pocas comadronas siguen viendo a las puérparas y a los recién nacidos más de dos
semanas después del parto (con la posible excepción de Nebaj, donde no es inusual que
se le visite periódicamente hasta 20 días posparto).

RECOMENDACIONES
Una intervención para certificar comadronas como promotoras de la lactancia materna
debe tener claro al menos cuatro aspectos: a) es imprescindible considerar los
reconocimientos que las comadronas obtendrían; b) el esfuerzo debe ser sostenido, con
acompañamiento prolongado de parte de los servicios de salud; c) se debe poner tanta
atención a los contenidos como a la forma de la capacitación que conlleve a la
acreditación y d) tener expectativas realistas del impacto potencial de las comadronas y
las limitaciones de la intervención.

Reconocimientos
Las comadronas fueron claras al expresar su necesidad de diversos tipos de
reconocimientos:
 Un carné que las acredite, similar al que ya tienen;
 Algún tipo de reconocimiento a nivel local: casi todas quisieran que las
autoridades locales de salud anunciaran en una asamblea comunitaria sus
nuevas destrezas. Algunas también quisieran que hubiera algún cartel o
manta vinílica en los servicios de salud, con sus fotografías, anunciando su
nuevas capacidades;
 Renovar su equipo de trabajo. Existe una desigualdad marcada en el
aprovisionamiento de las comadronas: algunas tienen balanza, pinzas y
guantes; a otras ya solo les quedan las tijeras.
 Como parte de la atención prenatal, el personal de los servicios de salud debe
recomendar y referir a las embarazadas con las comadronas acreditadas de
sus comunidades. Esta práctica reforzaría la credibilidad de ambos.

Acompañamiento
Varias comadronas expresaron de forma muy contundente que nos les interesa recibir
otra capacitación en la cual se les entrega nuevos conocimientos sin ningún seguimiento.
Al diseñar la capacitación debe también diseñarse también la forma de verificación que
haga la acreditación posible, así como el acompañamiento a largo plazo.

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Forma y contenido de la capacitación
Se debe dar especial atención a la forma y contenido del adiestramiento. Además de
ser ofrecido en el idioma local, se les debe tratar con respeto, animándolas en el trabajo
que hacen, sin menospreciar sus prácticas ancestrales. Se podría, además,
 Ofrecer espacios para el intercambio de experiencias. Aparte que ha sido la
forma tradicional de aprender, es una actividad que las comadronas disfrutan.
 En la medida de lo posible, incluir demostraciones y prácticas.
 Muchas comadronas están ávidas de nuevos conocimientos y desean
aprender desde técnicas de relactación, a extracción de leche y cómo tratar
pezones invertidos.
 Incluir en la capacitación la teoría del cambio de comportamiento y técnicas
de consejería. Las comadronas, al igual que los demás equipos de salud,
deben reconocer que el dar conocimientos a sus pacientes no es suficiente
para lograr el cambio de comportamiento y que se necesita conocer tanto las
barreras (actitudinales y económicas) como los facilitadores al cambio.
 Aparte de los contenidos biomédicos es necesario validar ciertas prácticas
culturales para resolver problemas usuales.

Ser realistas
Las autoridades de salud muchas veces oscilan entre grandes expectativas y
menosprecio absoluto a las capacidades de las comadronas. En el caso de esta
intervención hay que reconocer que para las comadronas la ventana de oportunidad
para mejorar las prácticas de lactancia se circunscribe, en mucho, al parto y a una o dos
semanas después, especialmente durante la atención a primigestas.
 A pesar que tanto madres como comadronas apoyan la lactancia materna,
aprender más sobre el tema no es una prioridad para ninguna de las dos.
 Las comadronas tienden a circunscribir su recomendaciones a las primíparas,
especialmente las que tienen patrón de residencia neolocal; las demás reciben
apenas cierta supervisión después del parto.
 Si se desea reforzar la consejería sobre lactancia exclusiva es necesario
coordinar acciones con los servicios de salud a modo que ambos la
promuevan: las comadronas como proveedoras de atención prenatal y los
servicios desde la atención al niño sano.
 Es necesario no sobreestimar el poder de las comadronas. Ha sido bien
documentado que las comadronas sugieren acciones a seguir, pero que
incluso en casos de emergencias obstétricas quienes deciden son las familias.

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