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PRETESIS DE CONVERGENCIA

Para desbordar lo posible

Habitamos la tercera fase del proceso neoliberal chileno. La primera etapa


consistió en su instalación por medios autoritarios durante la dictadura cívico-militar,
la segunda en su legitimación democrática durante la transición, y la tercera al
momento actual, que se desarrolla en el contexto de latencia de una crisis en estado
del ideario democrático liberal a nivel global. En este escenario, donde la
incertidumbre, la precariedad y el malestar se han vuelto crónicos, y un nuevo
proceso de concentración de riqueza sobrepasa las fronteras nacionales poniendo
en riesgo incluso la supervivencia de nuestra especie, el enfrentamiento con el
modelo requiere definiciones que nos permitan destituir al régimen neoliberal desde
sus pilares, ofreciendo a cambio una nueva alternativa de totalidad que nazca de la
organización de las mayorías.

En el caso chileno, terminada la instalación neoliberal en dictadura, las


fuerzas del pacto de la transición construyeron legitimidad y estabilidad política
promoviendo la despolitización y amparándose en un sistema democrático
excluyente. Pero las mayorías sociales poco a poco han ido procesando ese
malestar, y aún quienes no cuestionan activamente el modelo advierten que este no
cumple sus promesas de realización individual y ascenso social, que genera
desigualdades, promueve la corrupción y no ofrece certezas. Progresivamente, la
rearticulación social detona proyectos que tienden a politizar nuevas conflictividades
y producir nuevas formas de organización, con un predominio de disputas como la
feminista y la medioambiental, que cuestionan radicalmente los elementos que
hacen viable la reproducción del régimen. Es en este contexto que se produce el
surgimiento del FA.

Consideramos que la radicalidad que auténticamente sirve a los intereses del


pueblo es aquella que hace posible modificar la realidad política. Por esto es que
debemos conjugar la disputa por nuevas certezas en el presente, por derechos y
seguridades sociales, por justicia económica y calidad de vida, con una disputa
sustantiva por la reconstrucción del pueblo y la producción de un nuevo sentido
común. Para estar a la altura de este desafío, la convergencia debe conducir al
Frente Amplio a constituirse en un actor determinante de la política de
desmontamiento, tanto de los pilares del régimen como de los elementos que le dan
sostenibilidad, ofreciendo una alternativa de totalidad construida en múltiples
territorialidades y fundada en un empoderamiento de las comunidades que opere
en coordinación con el fortalecimiento de lo público.
PRETESIS DE CONVERGENCIA

En esto será clave liderar un desplazamiento del FA hacia una radicalidad


que siendo viable, permita avanzar hacia un horizonte estratégico socialista, y
desplegarnos políticamente mediante prácticas transformadoras que se hagan
cargo tanto de la emergencia de nuevas conflictividades, como de avanzar en una
consolidación territorial e institucional de nuevo tipo. Articulando lo social y lo
institucional, debemos disputar en todas las interseccionalidades donde emerjan
conflictos transformadores, y en todos los territorios donde florezca el
frenteamplismo, para la batalla contra el malestar concreto del modelo, y por un
nuevo sentido común construido desde los espacios donde se produce y reproduce
la vida.

FIRMANTES

Arturo Díaz, Punta Arenas


Constanza Schönhaut, Providencia
Gabriel Boric, Punta Arenas
Gonzalo Winter, Santiago
Jano Herrera, San Fernando
Jessica Jerez, Concepción
Mariángela de Rosas, Santiago
Pola Jara, Santiago
Sandra Guzmán, Renca
Tadeo Villanueva, Valparaíso

¡Con la Esperanza Intacta!

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