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3.

Chile: la experiencia exportadora

Investigador:
Elsa Vizcarra
Asesor;
Juan vargas

Los llamados milagros económicos no son tales.


Son sólo el resultado del trabajo y el ahorro
realizados en el marco de una política
económica coherente.

Jorge Cauas,
ex ministro de Hacienda de Chile

En fechas recientes, la República de Chile obtuvo el “Investment Grade”


que otorgan las agencias calificadoras de riesgo a los países que
mantienen una política y estructura económica que permita la inversión.
Para no ir más allá, en América sólo tienen este grado Canadá y Estados
Unidos.

En el entorno globalizador mundial, donde las crisis económicas las


sufren tanto los países desarrollados como los no desarrollados, analizar
el caso chileno se vuelve de vital importancia para los países de la región,
no con el afán de copiar fórmulas ni hacer una crítica política, sino de
conocer qué factores son los que han influido en lograr los resultados
positivos que saltan a la vista.

El presente capítulo tiene la intención de describir precisamente esos


factores, tanto en la macroeconomía como a nivel de cultura empresarial.
Si bien los países latinoamericanos han tenido un desarrollo histórico muy
semejante, existen diferencias de fondo que explican el porqué de la
situación particular de cada país.

En el caso de Chile podríamos resumir que después de su


independencia de la colonia española en 1818, el régimen republicano
consolidó un parlamento más que a un presidente; su situación geográfica
que cuenta con tantos kilómetros de litoral en el Pacífico y con el Estrecho
de Magallanes que une a los dos grandes océanos, lo hace un país abierto
al comercio y al contar con un mercado interno reducido y grandes
recursos naturales como en la minería, sobre todo cobre, pesca, maderas
y frutas, se impulsa la exportación. Otro factor importante fue la
colonización alemana de regiones aún no ocupadas que establecieron,
además de una producción agrícola y ganadera con mayor eficiencia,
pequeñas industrias como la del calzado, cerveza, muebles, etc., que
aporta a la economía chilena sus beneficios, sobre todo en los métodos de
trabajo y en la capacidad emprendedora.

Aspecto sobresaliente de la época fue la búsqueda y acogida de


grandes intelectuales y científicos de otros países que desarrollaron las
condiciones educativas y culturales del país, como lo fueron: José Joaquín
de Mora, literato español de ideas liberales; Claudio Gray, estudioso de
las ciencias naturales y la historia; el mineralogista polaco Ignacio
Domeyko, el naturalista prusiano Rodulfo Amando Philippi y como la gran
figura intelectual, don Andrés Bello, venezolano que funda la Universidad
de Chile que en ese momento se encargó de orientar y vigilar todo el
sistema educacional de la nación.

Como ocurrió en muchos de los países a principios del siglo xx, la crisis
del régimen liberal abrió paso a la influencia de la clase media y de la
clase trabajadora, lo que se tradujo en reformas políticas y sociales.

Esta situación se vio en Chile a partir de 1920 donde se inicia el


restablecimiento del régimen presidencial apoyado en la milicia, que
marcó la intromisión de los militares en la política. En 1938 con la llegada
al poder del Frente Popular, conglomerado de partidos de izquierda y
centro, el Estado empieza a participar activamente en la economía a
través de la creación de empresas de fuertes capitales financiadas con
préstamos extranjeros, robusteciéndose al mismo tiempo la influencia
gremial y la regulación estatal que restringe el comercio internacional en
una acción proteccionista.

Cuando se produce el golpe de Estado en septiembre de 1973, el


Estado empresario representaba el 21.1% de la inversión total, 4.8% del
empleo nacional y 22.5% de la demanda final de la economía. La
situación general mostraba que existían empresas estatales que gozaban
por ley de exención de impuestos y aranceles, así como la potestad de
controlar y prohibir la entrada de empresas privadas en su área de
influencia; un control de precios de más de 3.000 productos; una inflación
cercana al 900%, un salto del déficit fiscal del 0.4% en 1969 al 24.7% del
P.G.B. en 1973 como consecuencia de la nacionalización de grandes
sectores de la economía y tasas reales de interés negativas en el mercado
de capitales.

Proyección de un gobierno facilitador

Con la instauración del régimen militar y del Ajuste Estructural de Fondo


(1973-1982), se inicia un proceso económico basado en los principios de
la libertad de precios, el derecho a la propiedad, la apertura al comercio
exterior y un Estado subsidiario y presupuestariamente responsable.

Los pasos que se dieron fueron:

a) Unificación del tipo de cambio.


b) Eliminación de la gran mayoría de los controles de precios.
c) Eliminación de una serie de prohibiciones que restringían el transporte
de ciertos productos.
d) Control del déficit público, reduciendo el gasto y disminuyendo la
extensión del Estado
e) Reforma tributaria, basada en el acercamiento de la integración del
impuesto sobre la renta de las empresas y las personas y la
instauración del IVA que llegó a ser la columna vertebral del sistema
impositivo chileno.
f) Reprivatización de las empresas del “área social”.
g) Eliminación de casi todas las barreras no arancelarias al comercio
internacional y reducción de los aranceles.
h) Sistema de mini devaluaciones.

Un factor económico decisivo fue que en vez de un esfuerzo por reducir


el gasto fiscal en general, se REORIENTÓ el gasto de acuerdo con el
concepto de un ESTADO SUBSIDIARIO que:

1. Institucionalizó un sistema de evaluación y control de todos los


proyectos públicos de inversión, bajo el criterio de eficiencia y de un
rendimiento económico y social que excediera a los costos.
2. Modernizó la aplicación de programas de asistencia social, donde se
permite y fomenta la participación del sector privado bajo la
supervisión del Estado, como lo son el seguro de salud, el
financiamiento (no construcción) de la vivienda popular y los fondos
de pensiones.
3. Enfatizó la educación básica y pre-básica, disminuyendo el
financiamiento de la avanzada y profesional, con lo que se fomentan
las universidades privadas.
4. Racionalización de las operaciones de las empresas públicas,
quitándoles todos los privilegios tributarios y anticompetitivos, de ma-
nera que contribuyeran con resultados positivos y no con el déficit
fiscal. De 1973 a 1981 el Estado redujo sus empresas de 620 a 66 y
en conjunto generaban utilidades.
Al término de la gestión militar (1990) las únicas áreas donde el
Estado todavía mantenía una presencia dominante eran la gran
minería del cobre, la provisión de petróleo, el servicio de agua y las
obras viales.
5. Estableció una política tarifaría de las empresas públicas, basada en
precios que reflejaran los verdaderos costos de producción y que
generaran los ingresos suficientes que permitieran el
autofinanciamiento. El caso más notable es la electricidad.
6. Aumento en los ingresos del fisco, por lo que el peso del ajuste
económico recayó en el sector privado.
7. Instauración de la banca libre, determinación de mercado de las tasas
de interés y la asignación de créditos, lo que permitió el desarrollo de
nuevos instrumentos financieros en el mercado de capitales chileno.
8. Otorgamiento de amplias garantías de tratamiento no discriminatorio
a la inversión extranjera (Decreto Ley 600).
9. En 1979 se aprueba el Plan Laboral, después de que con el golpe de
Estado las actividades sindicales y de negociación sindical habían sido
suspendidas y del alto índice de desempleo registrado (el cual llegó a
ser del 30%) como consecuencia de las recesiones mundiales, la
apertura económica que obligó al énfasis en la productividad de las
empresas y la reducción en el empleo del sector público.
El Plan establecía:
a) Absoluta libertad de asociación, siempre y cuando los trabajadores
votaran para formar y aceptar al sindicato como su agente
negociador.
La afiliación y desafiliación seria voluntaria y ningún sindicato
tendría el derecho exclusivo, ni siquiera dentro de una sola
empresa.
b) No se permitía la obligación de afiliarse a un determinado sindicato,
la gerencia de la empresa no podia tener parte alguna en las
finanzas del sindicato y la distinción legal entre obreros y empleados
desapareció.
c) Todas las negociaciones debían tener lugar a nivel de la empresa y
sólo las relaciones de trabajo que afectaban directamente a los
miembros del sindicato podían discutirse en negociaciones formales.
La fecha de la próxima ronda de negociaciones fue fijada en el
mismo contrato colectivo entre la empresa y el candidato.
d) La huelga es una herramienta de presión en las negociaciones. El
empleador puede contratar trabajadores eventuales, bajo las
mismas condiciones de los trabajadores permanentes por un
periodo no mayor a 60 días de huelga, que llegado dicho plazo se
entiende por terminado el vinculo contractual.
Sin embargo, el trabajador en huelga, después de 30 días, puede
individualmente ser recontratado en las mismas condiciones del
contrato colectivo anterior. Para empresas estatales “estratégicas”
se prohibió la huelga.
e) El establecimiento de un salario por hora trabajada, en lugar de
contratos de planta indisolubles.
Las reformas al Código del Trabajo tenían como meta permitir
más libertad a los trabajadores para negociar todos los beneficios
contemplados en la ley y reducir los desincentivos al empleo al
limitar las indemnizaciones y gratificaciones.
10. Realizó una reforma en el sector provisional basada en la
capitalización individual, traspasando el manejo de los fondos de
pensiones al sector privado, que se considera el paso más decisivo
para reducir el rol del Estado en la economía.
En este sistema, cada trabajador debe “contribuir’ con el 10% del
salario mensual a su cuenta personal para su pensión. Cada afiliado
escoge, de acuerdo con su propio criterio, la Administradora de
Fondos de Pensiones (AFP) que maneje su fondo y puede cambiar
cuando quiera. Este mecanismo ha traído grandes beneficios tanto a
los pensionados como a la economía chilena que se refleja en el
desarrollo del mercado de capitales.
11. Fomento a las exportaciones basado en una reforma arancelaria que
bajó el promedio del arancel del 105% en 1974 (siendo la tasa
máxima desde 750% hasta 120%) a 10% en 1979 como arancel
uniforme. Para 1994 el porcentaje es del 11%.
Se reconocen dos efectos de la apertura comercial: uno de precio
que fue negativo pero estático y otro dinámico, debido al cambio de
eficiencia, la adopción de nuevas tecnologías y a las mezclas más
económicas de factores de producción.
Se estima que la liberalización del comercio exterior tuvo un
impacto positivo al crearse más empleos en las actividades
agropecuarias y de pesca que absorbieron el empleo perdido en el
sector industrial.
12. La Reforma Agraria restauró el derecho de propiedad y el agro quedó
sujeto a las mismas reglas no discriminatorias que se aplicaron al
resto de la economía, incluyendo la libertad de precios, la aplicación
del régimen tributario y la apertura al comercio internacional, aunque
primero fue necesario deshacer la complicada red de monopolios
estatales de comercialización.
Entre 1984 y 1987 el agro tuvo un crecimiento promedio anual del
6.8% y las exportaciones del mismo periodo aumentaron en volumen
a un 18% por ano.
Entre 1983 y 1987, las exportaciones agrícolas, principalmente de
fruta fresca, crecieron a una tasa anual del 20% y Chile se convirtió
en el mayor exportador de fruta fresca del hemisferio sur y líder en
exportaciones de uva de mesa, duraznos, nectarines y manzanas.
13. Otorgamiento de incentivos en la plantación y administración de los
bosques, que permite su desarrollo exportador.
14. Reformas en todos los sectores del transporte: terrestre, marítimo,
portuario y aéreo; para pasajeros y de carga. Se estableció una
política de “cielos abiertos” para el transporte aéreo, se hizo una serie
de desregulaciones paulatinas en el transporte terrestre y la apertura
al sector privado en el manejo de la actividad portuaria.

Todos estos cambios y acciones realizadas que algunos han


conceptualizado como una “revolución” en el sentido empresarial y fiscal
por las reformas de fondo llevadas a cabo, llevó al desarrollo de un nuevo
orden institucional que respondiera a la realidad del país y de sus
expectativas a futuro. Es así como el pueblo chileno aprobó por plebiscito
el 11 de septiembre de 1980 la nueva Constitución que entró en vigor el
11 de marzo del siguiente año, existiendo una etapa de transición hasta la
vigencia de la institucionalidad definitiva, misma que ocurrió en 1990.
Esta etapa de transición tenia como objetivos: primero, formar conciencia
en la población de los principios y valores de la Constitución; segundo,
restablecer paulatinamente por medio de la ley el proceso democrático, y
tercero, consolidar la modernización del país en aspectos fundamentales
relativos a educación, salud, justicia, social, laboral, administrativo y
descentralización.

Esta Constitución tiene como bases de la institucionalidad:

• La libertad e igualdad en dignidad y derechos de todos los hombres.


• El reconocimiento de la familia como núcleo de la sociedad.
• El reconocimiento y amparo de los grupos intermedios a través de
los cuales se organiza y estructura la sociedad y garantiza la adecuada
autonomía para cumplir sus fines específicos.
• La finalidad del Estado para servir a la persona humana y promover
el bien común.
• Los deberes del Estado son: resguardar la seguridad nacional,
proteger la integración armónica de todos los sectores y asegurar el
derecho de las personas a participar con igualdad de oportunidades en
la vida del país.
• Se define al Estado chileno como unitario y su territorio se divide en
regiones, siendo su administración funcional y territorial-mente
descentralizada.
• Se confirma el carácter democrático del país: “Chile es una
república democrática”.
• El ejercicio de la soberanía se realiza por el pueblo a través del
plebiscito y de elecciones periódicas, así como de las autoridades que
establece la Constitución.
• Se consagra el Estado de derecho, donde el orden jurídico obliga
por igual a gobernantes y gobernados.
• Se sancionan los actos contrarios al ordenamiento institucional.
• Se condena categóricamente al terrorismo, que se considera en
cualquiera de sus formas, contrario a los derechos humanos.

En el mismo año que entra en vigor la Constitución, se anuncia el plan


de las siete modernizaciones refiriéndose a los aspectos: laboral,
provisional, educacional, de salud, de justicia, agrícola, así como
administrativo y de regionalización, consistiendo en términos generales en
lo siguiente:

Laboral: Bases para la igualdad de condiciones a las organizaciones de


trabajadores y empresarios, bajo las bases del entendimiento, respeto y
colaboración mutua.
Provisional: Implementación del sistema de pensiones de vejez,
invalidez y supervivencia a través de las Administradoras de Fondos de
Pensiones.
Educacional: Apertura del sistema universitario a la capacidad de los
particulares, garantizándoles su ampliación y autonomía.
Salud: Libertad de elección de los beneficiarios en cuanto a la atención
de profesionales e institucionales.
Justicia: Reforma y simplificación de procedimientos de impartición de
justicia.
Agrícola: Garantías a la propiedad privada y promoción de acciones
para el incremento de la productividad y de las exportaciones.
Administrativo y de regionalización: Estructura que permitiera la toma
de decisiones propias de regiones y organismos gubernamentales que
evitara el centralismo y la burocratización.
Renovación del ajuste estructural

Una segunda etapa en la instauración de reformas económicas


profundas se dio a partir de 1982 hasta la llegada al poder del régimen
democrático en 1990, como consecuencia de la recesión mundial, lo que
hizo que Chile diera marcha atrás en política de apertura comercial,
control de cambios, fijación de precios y hasta en materia laboral. Sin
embargo, la renovación del ajuste estructural de 1985, avalada en con-
cepción y financieramente por el Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario
Internacional), continúa la estrategia de fomentar la libre iniciativa
privada, el establecimiento de mercados libres y la apertura comercial al
exterior.

Los principales aspectos que contempló fueron:

1. Estimulo a las exportaciones, mediante el establecimiento de una


política cambiaria de devaluaciones diarias que mantuviera un tipo de
cambio real, así como una rebaja en la tasa uniforme de aranceles del
30% en 1985 a 15% en 1988.
2. Control del gasto público.
3. Reforma tributaria.
El IVA bajó del 20% en1985 a 16% en 1988.
En cuanto al impuesto sobre la renta, es conveniente recordar que
llegó a ser uno de los más altos del mundo, debido a que durante los años
del ajuste estructural y los primeros de la renovación fue necesario que el
gasto público fuera financiado por los particulares principalmente al no
tener apoyo internacional de financiamiento por cuestiones políticas.
Sin embargo, una vez que el plan de ajuste es avalado por el FMI así
como por el Banco Mundial y se empiezan a ver los resultados altamente
positivos en las tasas de crecimiento y en el control del gasto público, se
logra que a partir de 1991 el [SR se reduzca a un 15% para la gran parte
de las empresas, existiendo adicionalmente un crédito del 4% por la
compra y construcción de activo fijo. El sistema tributario tiene como
base la participación en el mismo de todos los sectores que obtengan
ingresos por actividades lucrativas, tasando en forma menor las
profesiones artesanales y de comercio ambulante, de manera que se
garantice una adecuada recaudación; además la ley se orienta a la
reinversión de utilidades en las mismas empresas, ya que las tasas
impositivas para las personas físicas llegan a ser hasta de un 45% si el
ingreso excede las 120 unidades tributarias, existiendo créditos en los
casos en que dichos ingresos se utilicen en la inversión o reinversión en
actividades productivas por desarrollarse en el país.
Por otro lado, están exentos del pago de impuestos los ingresos que no
excedan las 10 unidades tributarias mensuales.
Lo anteriormente expuesto muestra que al existir un sistema tributario
coherente y con una tasa del 1 5% que en muchos casos disminuye y que
por lo tanto consideramos baja, se da un gran impulso a la producción y
comercialización, ya que deriva directamente en la competitividad del
precio de los bienes y servicios que se ofrecen.
4. Renegociación de la deuda externa, la cual el Estado absorbió de facto
frente a los acreedores al intervenir la banca en 1983, ya que la mayor
parte de la deuda era del sector privado. Esta renegociación tomó como
punto de partida el nivel de la máxima transferencia neta al exterior que
sería tolerable para el país, tanto en el corto como en el mediano plazo.
Asimismo, se utilizaron esquemas de conversión de la deuda en capital
interno.
5. Fusión y venta de algunos bancos menores y la recapitalización y
reprivatización de los bancos más grandes que habían sido intervenidos,
promulgándose en 1989 la Ley Orgánica que determinó la independencia
del Banco Central.
6. Vuelta al proceso de privatización de las empresas públicas a través
de la conversión de títulos de la deuda externa en capital interno, por
medio de:
a) Permitir a las AFP comprar paquetes de acciones de las empresas en
privatización,
b) Dar oportunidad a los trabajadores de las mismas empresas de
canjear sus derechos futuros a indemnizaciones por acciones en sus
empresas.
c) Venta de paquetes de acciones en licitaciones en la bolsa de
valores.

Se establecieron muchas otras medidas que en su conjunto han dado


resultados muy positivos en el restablecimiento económico chileno, como
lo son que al final del gobierno militar en 1990 la tasa de desempleo era
de un 6%, comparable a la de países europeos y a la de los Estados
Unidos y que el P[B haya tenido un crecimiento en los últimos tres años
del 23.6%, cifra superior incluso a las registradas en algunos países
asiáticos y que en Latinoamérica sólo supera Argentina con los grandes
avances en materia económica de los últimos años.

“Las buenas perspectivas que hoy ofrece la economía chilena son en


buena medida el resultado de los esfuerzos emprendidos a mediados de
los setenta al abrir la economía al comercio exterior, desarrollar el
mercado de capitales, modernizar la legislación laboral, eliminar los
controles de precios y regulaciones excesivas, racionalizar el sistema
tributario y transferir al sector privado la propiedad de ciertas empresas
estatales. El objeto de todas estas reformas es darle curso libre a la
iniciativa de las personas. La llave del desarrollo y la superación de la
pobreza están en la libre iniciativa particular”, Hernán Büchi Buc, ex
ministro de Hacienda de Chile.

Empresas con vocación exportadora

Chile, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos, es


poseedor de grandes recursos naturales, principalmente de productos
mineros (cobre), agrícolas (frutas), pesca y forestales; y como la gran
parte de esos mismos países, el enfoque de las exportaciones aunado al
desarrollo tecnológico alcanzado han hecho que su comercio internacional
se base en la venta de dichos recursos.

Sin embargo, aquí nos referiremos a que si bien las bases de


exportación son las mismas, la visualización de los mercados destino ha
sido la gran diferencia con los otros países. Recordemos que Chile es un
país bordeado de litorales y con una gran frontera que lo avecina con los
dos mercados más importantes de América del Sur: Argentina y Brasil
(60% de su comercio con los países de América Latina lo hace con estos
dos países).

Por otro lado, la población del país es de 13 millones de habitantes, lo


que constituye un mercado interno muy reducido, situaciones que han
llevado a la empresa chilena a buscar la expansión en otros mercados,
tanto del mundo desarrollado (CEE, Japón y EU) como de sus vecinos.

Es así como las exportaciones chilenas en 1991 se distribuyeron


porcentualmente en 32% a la CEE, 18% hacia EU y Japón
respectivamente, 14% hacia América Latina y el resto para otros
mercados. Esto habla en primer lugar, de que los productos chilenos son
aceptados en los mercados más exigentes, por lo que su calidad es
indiscutible; en segundo término observamos la diversidad de mercados,
ya que una vez más podemos diferenciar a Chile de los otros países de
Latinoamérica en este rubro debido a que en su mayoría tienen como
cliente principal y en muchos casos único, a EU; y en tercer lugar
podemos ver que sus tres mercados más importantes se encuentran
geográficamente muy retirados, por lo que la eficiencia y productividad
principalmente del transporte marítimo es innegable, además de que los
puertos chilenos se consideran los más eficientes de Latinoamérica donde
se trabaja sin descanso los 365 días del año. Es así como el impulso
exportador atrae necesariamente a otras áreas de la economía, ya que
obliga a la creación de infraestructura, así como al desarrollo de personal
altamente especializado que facilite dicha labor, a manera de ejemplo
podemos citar que en 10 años se ha logrado que de 18 días que tardaba
un barco en llegar a EU, hoy en día se haya reducido a sólo 12 días, lo
que nos habla de mejores sistemas portuarios y barcos tecnológicamente
más avanzados, mismos que han sido desarrollados por profesionales
chilenos en la materia.

Estructura de las exportaciones chilenas

Por otro lado, comparando la composición de las exportaciones chilenas


de 1986 y 1991 se observa una especie de sustitución entre las
exportaciones de recursos naturales y las de recursos naturales
procesados, lo que nos indica que se esté generando un proceso de
aumento de valor agregado a las exportaciones de recursos naturales, lo
cual trae como consecuencia un aspecto positivo y otro negativo. En el
sentido positivo, el darle valor agregado al recurso natural genera una
mayor derrama económica en el país al crear más industrias que dan
empleo y que por lo tanto obtiene un precio más elevado en los
mercados, pero por otro lado, las barreras (arancelarias y no
arancelarias) que imponen los países desarrollados a este tipo de
producto son mayores por simples razones de proteccionismo.

Es aquí donde encontramos el por qué de la búsqueda de acuerdos de


libre comercio, principalmente con el NAFTA, que permitan obtener por
medio de la desgravación arancelaria acceso a dichos mercados en
circunstancias más favorables.

Sin embargo, Chile sigue siendo un país que exporta principalmente


recursos naturales en donde aprovecha, como en el caso de la fruta, las
diferencias estaciónales con el hemisferio norte (cuando allá es invierno,
en Chile es verano), pero podemos ver una tendencia generalizada, como
ya lo indicamos, a aumentar el valor agregado a sus productos e
incursionar en la producción de bienes manufacturados cuyo destino
principal es Latinoamérica, donde aprovecha la productividad de sus
Industrias y la cercanía de los mercados; lo que se corrobora al ver la
estructura chilena de exportaciones hacia la CEE, EU y Japón donde el
60% de las exportaciones totales hacia esos mercados se van en forma
de recursos naturales, siguiendo con los recursos naturales procesados y
los otros productos industriales. Mientras para Latinoamérica el sector
más importante de exportación es cl de recursos naturales procesados
(38%), alcanzando el de productos industriales un 27%.

Diversificación de las exportaciones

Además de lo anterior, es importante mencionar la diversificación de las


exportaciones, hecho que ha sido forzado en gran parte de nuestros
países como consecuencia de la baja en los precios internacionales de las
materias primas, como lo fue en el caso de Chile el del cobre. Es así como
las exportaciones en 1991 se componían de la siguiente manera:
El sector del cobre, tradicionalmente el de mayor exportación, ha ido
perdiendo terreno ante lo arriba mencionado de la baja de precios, sin
embargo, han ido ganando mercado principalmente las exportaciones de
fruta, debido al mejoramiento de las características de los productos, a
sus condiciones fitosanitarias y a una estrategia mercado lógica que le
permite estar presente en sus principales mercados (Japón, CEE y EU) en
la época donde tradicionalmente no contaban con fruta fresca.

Fresh Fruit from Chile

Es particularmente interesante la forma en que han logrado esta


penetración y expansión de los mercados en este sector, mediante la
denominada CADENA DEL FRIO. Este proceso consiste en la
implementación de técnicas especiales para cada tipo de fruta en lo que
se refiere a cómo debe ser cortada, almacenada y distribuida, de manera
tal que 30 minutos después de ser cortado, el fruto se baja a la
temperatura de cero grados, misma que deberá mantenerse en todo el
trayecto hasta su mercado destino. Es así como un país geográficamente
alejado de sus principales clientes ha logrado con un producto de calidad,
pero sobre todo con una estrategia de distribución adecuada, hacerse del
prestigio mundial FRESH FRUIT FROM CHILE. Actualmente, Chile
representa el 14% de las exportaciones mundiales de las principales
especies de fruta fresca, ocupando el primer lugar como país exportador
de uva de mesa (28.7 %), segundo lugar en duraznos y nectarines (8%)
y tercer lugar en manzanos y perales (8.6 y 9.7%, respectivamente),
siendo un fuerte competidor de Argentina, Francia, Italia y EU.

Lo anterior ha sido el resultado de tres factores fundamentales:


Primero, la atención y presencia en los mercados más importantes;
segundo, el desarrollo de nuevos productos como estrategia para
mantener una oferta estable, y tercero, siendo en nuestra opinión el más
importante, el sistema de trabajo conjunto del sector público y privado a
través de PROCHILE, organismo estatal promotor de las exportaciones
chilenas y de la función que cumplen las embajadas chilenas tanto como
promotoras como facilitadoras de los lazos comerciales con los diferentes
países.

Como un dato adicional que da testimonio de la estrategia


comercializadora de Chile en el sector frutal, mencionaremos que a partir
de 1995 sus productos tendrán un apoyo publicitario en TV, a manera de
llegar al consumidor final en sus principales mercados.

En este sentido, es importante destacar el enorme trabajo realizado por


la Asociación de Exportadores de Chile y la Federación de Productores de
Fruta que en resumen nos mostraron al grupo de investigación que los
logros alcanzados son producto de lo que podríamos llamar LA
COMERCIALIZACION POR PRESENCIA CON COMPETITIVIDAD
INTERNACIONAL.
Promotores de fomento a las manufacturas

En cuanto al sector de manufactura, también se han desarrollado


organismos y acciones específicos, orientados a la promotoría de esta
actividad para la producción y comercialización de productos para el
exterior, entre los que se destacan: el mantenimiento de aranceles
relativamente bajos (11% ) en promedio para la importación, los fondos y
avales de garantía del Estado para este tipo de empresas, la agilización
de la devolución de impuestos (20 días en promedio), el mantenimiento
de un tipo de cambio real que fomente el intercambio comercial, una tasa
impositiva a las utilidades de las empresas y de las personas de un 15%
(en México es de un 34%), el fomento a la capacitación a través del
retorno que hace el Estado de hasta 1% del gasto de las empresas que
promuevan este factor y recientemente la incorporación a los principales
sectores de los Promotores de Fomento (PROFO’S), los cuales son
gerentes de exportaciones de un sector en particular, cuya actividad
principal es apoyar a la empresa en el desplazamiento de sus productos
en los mercados internacionales, asistiéndoles desde sus procesos de
producción y el conocimiento de los mercados hasta la ubicación de sus
productos. Este programa cuenta con el subsidio del Estado y a medida
que avanza quien lo paga es la empresa misma con los beneficios
derivados de la exportación.

En resumen, podemos decir que Chile ha sido un país eminentemente


exportador, debido a la riqueza de sus recursos naturales, al desarrollo
del comercio marítimo, a su vecindad con grandes mercados (Brasil y
Argentina) y a la existencia de un mercado interno reducido. Sin
embargo, estas características no son exclusivas de Chile, ya que las
podemos identificar en otros países de Latinoamérica, lo que nos habla de
que no basta con ser poseedor de todas estas ventajas, sino que es
necesario producir con eficiencia y productividad bajo esquemas de
calidad competitivos en este mundo cada vez más globalizado, siendo el
aspecto fundamental el conocimiento de los mercados, que permita
aprovechar aquellos nichos que no están actualmente atendidos en forma
adecuada y actuar, acudiendo con estrategias de comercialización que
permitan el acceso y la búsqueda de un lugar cada vez más importante
dentro de este gran mercado llamado MUNDO.

La lección chilena

Es innegable que Chile ha logrado superar muchas de las dificultades


que se le han presentado en las últimas décadas y que en gran parte ha
residido en su visión de interactuar en ci entorno globalizador a través de
su apertura económica y del desarrollo exportador de sus productos. Esto
lo ha situado entre los 15 países más avanzados en vías de
industrialización (newly industriahzed countries) según el último reporte
del “World Economic Forum” sobre competitividad mundial, donde ocupa
el quinto lugar por debajo de Singapur, Hong Kong, Taiwán y Malasia y
por encima de Corea, Tailandia y los otros países latinoamericanos
incluidos en la muestra: México (8), Venezuela (9) y Brasil (14). En
cuanto a ambiente de confianza, Chile se sitúa en el cuarto lugar después
de Singapur, Hong Kong y Malasia, superando a Taiwán.

Sin embargo, todos los aspectos en materia de política económica


anteriormente descritos no tendrían mayor validez si no hubieran
caminado paralelamente con el bienestar social del pueblo chileno en su
conjunto como resultado de dichas aplicaciones. Es decir, el dilema actual
del neoliberalismo sobre los resultados del desarrollo macroeconómico
con el alto costo social que ha traído a los países que lo han aplicado,
entre ellos México, es en nuestra opinión uno de los principales aspectos
donde debemos enfocar nuestra atención, con e1 fin de conocer las
acciones en concreto que siguió Chile para lograr disminuir los efectos en
el campo social de la apertura económica realizada y no sólo eso, sino
lograr avances significativos que demuestran que el progreso económico
no está divorciado del desarrollo social.

Es un hecho que actualmente en América Latina más del 40% de las


familias vive en situación de pobreza crítica y el 20% se encuentra en un
estado de pobreza absoluta, donde el ingreso total de las familias no es
suficiente para satisfacer el hambre. Esta situación de pobreza hace que
el 65% de los niños menores de 6 años sufra de algún grado de
desnutrición. Bajo estas circunstancias, el proceso “modernizador” es
bastante limitado ya que el factor humano en nuestros países no puede
desarrollarse para incorporarse a procesos productivos de competitividad,
estando afectado además con serios problemas de desnutrición, con un
ambiente totalmente depresivo que produce la pobreza y que no permite
el desarrollo integral de los individuos sobre todo en el aprovechamiento
de la educación, ya que sólo entendiendo que a través del acceso a la
educación en circunstancias adecuadas (nutrición aceptable, cuidados de
salud y vivienda digna), el individuo puede llegar a capacitarse para
abandonar por sí mismo las condiciones de pobreza y contribuir al
desarrollo de la sociedad entera.

En Chile se desarrolló a partir de 1974 un plan coordinado de diversas


dependencias gubernamentales, cuyo objetivo es mejorar el acceso a la
salud, prevenir la desnutrición, mejorar las condiciones sanitarias,
mejorar la vivienda y asegurar el acceso a la educación básica a toda la
población, concentrando esfuerzos en educación preescolar en áreas de
pobreza.

Este plan y los que lo siguieron con el mismo objetivo han arrojado
como resultados lo siguiente: del 60% registrado en 1970, actualmente
sólo existe un 7% de niños desnutridos, 98% de los cuales sufre sólo una
desnutrición leve.
Educación

En 1960, el analfabetismo era del orden del 30% y actualmente llega al


4%. En la misma fecha sólo el 10% de los niños que iniciaban terminaban
la educación básica, siendo la cifra actual de 85%, con lo que se ha
logrado que la totalidad de los niños tengan el acceso al menos a la
educación básica.

Aunado a esto, es importante destacar que en los últimos años se ha


dado una desestatización del sistema educativo, por lo que se ha
impulsado el surgimiento de escuelas y universidades privadas que por
razones de competitividad tienden a elevar la calidad de la educación y su
asociación con los procesos productivos del país, a través de su
vinculación con la empresa privada. Es así como en la actualidad, el 90%
de la educación es impartida por instituciones privadas, como dato al
margen podemos mencionar que en México es del 5% y en Argentina del
45%.

No podemos decir que todas las acciones emprendidas han tenido


éxito, ni que actualmente no sufren dificultades, sin embargo percibimos
un cambio de mentalidad, donde los resultados son consecuencia del
esfuerzo, de la habilidad y de la creatividad de las personas, y donde la
única forma de erradicar la pobreza no es distribuyéndola, sino generando
riqueza. Hemos observado a través de todo el capitulo que los resultados
obtenidos por Chile en los últimos años no han sido obra de la casualidad,
sino el resultado de muchos sacrificios individuales, donde la lección a
aprender fue: LAS COSAS NO SE REGALAN, SE OBTIENEN.

Bibliografía

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