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H I S T O R I A
DE LA
L I T E R A T U R A GRIEGA
C A R L O S O T F R I D O M U L L E R
HISTORIA
DE LA
LITERATURA GRIEGA
HASTA LA ÉPOCA DE ALEJANDRO
ANOTADA Y CONTINUADA
POR
EMILIO HEITZ
Profesor en la Universidad de Estrasburgo.
RICARDO DE HINOJOSA
Doctor en Filosofía y Letras.
CON UN PRÓLOGO
DEL
TOMO I
Capilla Alfonsina
Biblioteca Universitaria
MADRID
E S T A B L E C I M I E N T O TIPOGRÁFICO DE RICARDO F É
Calle del Olmo, número 4. g C) g ¿j
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HriMeu Vüvtrte y Ttfltí
PRÓLOGO
O I O E « 2
hermano del autor, t e x t o adicionado más t a r d e , y sobre el q u e a ñ o s d e la pasada centuria en que aparece la Via in Gradean
ha hecho esta versión española con tan rigorosa exactitud c o m o d e l Presbítero D . CASTO GONZÁLEZ, emeritensis, c o m o él mis-
gallarda maestría, el j o v e n doctor en Filosofía y Letras señor m o se llama en la portada (libro que h o y leen y a m u y pocos por
D . RICARDO DE HINOJOSA, que por tan inteligente y esmera- e s t a r escrito en latín), se han ido sucediendo con diversos nom-
d a labor h a merecido bien de las buenas L e t r a s ; pues q u e apa- b r e s y suerte varia alguno que otro manual, compendio, extracto
rece en un momento en que desgraciadamente no a b u n d a n , á la y programa de lecciones, para que pudieran salir del paso, c o m o
v e r d a d , entre nosotros, los libros de clásica literatura, ni origina- s e dice entre estudiantes, en el e x a m e n de esta fundamental asig-
les ni traducidos que merezcan ser estimados de los verdade- natura los cursantes de ella en nuestras aulas: manuales y com-
ros eruditos, c o m o fuentes de los sólidos estudios que desde los p e n d i o s , hilvanados los m á s al pasadillo y que descubren á tiro
albores del Renacimiento en Occidente alzaron á tan prodigiosa d e arcabuz no ser sino meras traducciones de esos librejos tan
altura la fama inmortal de aquellos humanistas españoles que lo- a b u n d a n t e s en F r a n c i a ad usum puerorum, feminarum et asino-
graron realizar, con asombro de la universal República Literaria, rum, q u e allá llaman gens du monde; cuando y a , en fin, perdida
á la manera de numeroso enjambre de industriosas a b e j a s des- t o d a e s p e r a n z a , teníamos c o m o imposible la publicación en cas-
cendiendo de las cumbres del H y b l a y del H y m e t t o , la Políglota tellano de un libro serio de Literatura g r i e g a ; he aquí q u e apa-
d e A l c a l á y la Regia de A r i a s Montano. rece un editor inteligente, que con patriótico ardimiento se deci-
d e á llenar tan lamentado vacío en el catálogo de nuestros-libros
C u a n d o con atento ánimo se considera c ó m o en esta latina
d e estudio; que e x p o n e á riesgo sus intereses y m u e v e sus pren-
tierra, q u e dió maestros á la antigua R o m a , en la noble patria
s a s para dar á luz la española versión, que tanta falta h a c í a , del
del NEBRISENSE y de LÜIS V I V E S , de MAL-LARA y del BROCEN-
inmortal libro de MÜLLER.
SE, de SIMÓN ABRIL, de VERGARA, de L u i s DE LA CERDA, y
de tantos inmortales humanistas españoles q u e fueron en pasada P e r o tan atrevido y g e n e r o s o intento, de éxito incierto en
edad la admiración de los e x t r a ñ o s , la gloria de nuestras escue- estos p o c o bonancibles tiempos que alcanzamos para las nobles
las, y c o m o la triunfal macedónica falange de la erudición g r i e g a disciplinas de la erudición clásica, ignoradas naturalmente del
y latina entre nosotros, v a a m e n g u a n d o cada día el número de p r o f a n o v u l g o , escasamente cultivadas h o y entre nosotros p o r
los cultivadores de las Letras clásicas; cuando con profundo pesar a l g u n o s , y desdeñadas y c o m o desterradas de aquellas partes
se e c h a de v e r el desdeñoso desvío de nuestra juventud estu- donde tuvieron antes su natural asiento, tropezaba con m u y gra-
diosa, desdeñoso desvío c a d a día más ostensible, de las doctas v e s y casi insuperables obstáculos. Porque si entre los que á las
enseñanzas del g r i e g o y del latín, y nacido de perniciosas causas arduas tareas de escribir para el público se c o n s a g r a n , abundan
q u e no nos incumbe señalar aquí, pero que reclaman pronta los traductores del francés y del p o r t u g u é s , del inglés y del ita-
y rigorosa enmienda, para que no descienda á tan b a j o punto liano, todavía escasean, fuerza e s convenir en ello, los que del
el nivel de nuestros estudios clásicos, q u e y a no merezcamos alemán traducen. P e r o al diligente impresor S r . D . RICARDO
por nuestra negligencia conservar entre las naciones cultas F É , le h a deparado su buen propósito la suerte de encontrar,
aquel preeminente lugar de humanistas que lograron conquis- rara avis apud nos, un traductor del a l e m á n , auténtico y no de
tarnos con sus inmortales obras tantos y tan agigantados inge- p e g a , c o m o h a y a l g u n o s , que traducen libros alemanes y a verti-
nios; cuando con rubor se advierte la carencia total de verda- d o s en m á s vulgarizados i d i o m a s , c o m o de primera m a n o , en
deros tratados doctrinales, de esos que con enérgica concisión la persona del Sr. HINOJOSA, que si bien es aun m o z o por sus
llaman los alemanes Lehrbücher, para el estudio de la Literatura floridos años, merece y a ser contado entre los veteranos cultiva-
g r i e g a en nuestras Universidades, pues q u e desde los últimos dores de los buenos estudios, no tan sólo por su laboriosidad pro-
b a d a , sino también por las buenas prendas de su claro ingenio.
bitos de la República literaria, contribuyendo en gran manera su
N o es un prólogo lugar adecuado para exponer in-extenso la
trágico fin á que sea colocado con igual justicia en primera fila
historia de la breve y gloriosa vida del que fué juntamente y en
entre las grandes lumbreras del presente siglo, y también en el
grado excelso, filólogo, mitógrafo, catedrático y arqueólogo, his-
catálogo de los mártires de la ciencia; mártires gloriosos, c u y o s
toria que hallará el curioso lector en cualquiera de los varios y
imperecederos nombres enumera el docto SALOMÓN REINACII
copiosos diccionarios biografieos que andan en manos de todos-
en la primera página de su Manual de Filología clásica, á saber:
los estudiosos; pero no puedo menos de recordar con profundo
SÓCRATES, PLINIO el naturalista y OTFRIDO MÜLLER. En efec-
dolor la trágica muerte de CARLOS OTFRIDO MIILLER acaecida el.
t o , Sócrates, por haber enseñado á la juventud de A t e n a s la
r.o de agosto de 1840, cuando aun no contaba los 43 años de su
unidad de Dios y la inmortalidad del humano vexie, muere em-
edad, (pues que había nacido en B r i e g , población de la Sile-
ponzoñado por la cicuta, q«e le dan á beber los beatos hazañe-
sia prusiana, el 28 de agosto de 1 7 9 7 ) en Castri de Livania, á
ros del paganismo politeísta de su tiempo; el ávido investiga-
consecuencia de perniciosa fiebre contraída en los alrededores in-
dor de las leyes de la naturaleza, el famoso prefecto de la es-
sanos de la antigua Délfos, cuando, embargado el ánimo en sus-
cuadra imperial de Miseno, perece ahogado por la lava del V e -
investigaciones arqueológicas, le hirieron mortalmente los rayos
subio, c u y o cráter en ebullición intentaba estudiar de cerca; y
del sol de aquel verano de un calor extraordinario.
OTFRIDO MÜLLER sucumbe por la insolación de un ardoroso
A l difundirse la fatal nueva del intempestivo fallecimiento de estío, mientras afanoso se propone arrancar de los despojos y
OTFRIDO MÜLLER, el mundo literario se cubrió de luto; pero- ruinas del mundo antiguo, los escondidos arcanos de pasadas ci-
los adversarios intransigentes de sus opiniones mitológicas, ex- vilizaciones.
puestas en los comentarios de su famosa traducción de las Eumé-
Pero echo de v e r , quizás algo tarde, que llevado de mi acen-
mdes, y que y a habían condenado con gran pasión por novado-
drado amor á los hermosos estudios de la clásica antigüedad que
ras y atrevidas, exclamaron á porfía que era su muerte un mere-
han sido la única é incesante ocupación de toda mi vida, v o y em-
cido castigo del cielo impuesto á su sacrilega temeridad; y el
bargando más allá de lo justo con estos renglones la-atención del
más irascible de todos, el representante más ilustre de la escuela
estudioso lector, que desea penetrar cuanto antes en el texto del
conservadora, el célebre HERMANN, hasta llegó á decir que F e b o
libro de OTFRIDO MÜLLER. Mas al darle fin, me habrá de per-
A p o l o , al fulminar sus doradas flechas sobre la cabeza del pro-
mitir su paciente benignidad repita con insistencia, que no es
tervo que se había, empeñado en rebajar la excelsa majestad
este libro uno de esos mamotretos hilvanados á deshora, que
de los hijos de L a t o n a , considerándolos á él, el luminoso astro-
pasados los exámenes arroja al fuego el estudiante con merecido
de! día, y á su hermana D i a n a , la argentada antorcha de la no-
desprecio; sino que es una obra de la más alta importancia, esti-
che, como dioses de segunda formación, había hecho bien, ejer-
mada de los verdaderos eruditos como un monumento de clásica
citando en su atrevido detractor los fueros de legítima defensa.
Literatura, uno de esos libros, en fin, respecto del cual debemos
A tales extremos lleva el fervor de las contiendas literarias en
repetir con los antiguos:
las grandes Universidades de allende el Rhin, á aquellos precla-
ros ingenios, h o y maestros entre los maestros del orbe civilizado. Indocti discant, el ament meminisse periti.
LIT. GR. 1
p a r a hacer por mi propia c u e n t a ninguna modificación ni altera-
ción sustanciales, ni siquiera para citar obras posteriormente pu-
blicadas. Por otra parte, poco hubiera y o podido añadir que
fuera digno de figurar en el t r a b a j o de mi hermano. U n índice
formado por mí facilitará el m a n e j o de la obra. Ojalá que aquél
PROLOGO DE L A SEGUNDA EDICION
responda á su objeto y que la forma externa en que se ofrece al
público esta obra postuma de un hombre tan querido y estimado
de m u c h o s , no se j u z g u e indigna de su autor. Si así f u e r a , debe-
d a s e en gran p a r t e al impresor, á quien unieron lazos de ínti-
m a amistad con mi h e r m a n o , y muy especialmente á otro an-
tiguo y leal amigo s u y o , al profesor Kunisch de B r e s l a u , quien E l editor h a creído no deber separarse de los principios ob-
no sólo me a y u d ó á corregir las p r u e b a s , por estar y o lejos del servados en la edición anterior, con t a n t a más razón, cuanto que
lugar en que se h a c í a la impresión, sino también á confrontar su proceder h a sido enteramente aprobado por hombres c o m o
cuando necesario e r a , la edición inglesa con el texto alemán. E l G . B e r n h a r d y y F r . Ritter en sus juicios acerca de esta obra
autor indica y a en la introducción á qué clase de lectores se di- (Hall. L i t t e r a t u r z e i t u n g , 1844. E n e r o 2, 3, 4 y W i e n e r Jahrbücher
rige principalmente en su o b r a ; pero no creo engañarme al espe- der L i t t e r a t u r . V o l . 104, p. 115-143). N o h a creído por lo tanto
rar que han de encontrar también en ella estímulo ó enseñanzas, lícito añadir á la obra nada por su cuenta, ni siquiera exponer su
no obstante destinarla su autor m á s especialmente á la j u v e n t u d , propio juicio sobre los puntos, en que difieren el autor y sus crí-
aun las personas d o c t a s y de edad m a d u r a . A u n q u e incompleta, ticos. P o r el contrario h a rectificado con gusto, á la v e z que con
esta Historia de la L i t e r a t u r a G r i e g a , t r a t a , casi enteramente, agradecimiento, algunas omisiones y errores indicados en los jui-
la época más importante de la literatura del pueblo heleno, esto cios acerca de la primera edición, y algunos otros que le h a se-
e s , los dos períodos primeros de su historia, en conformidad con ñalado en carta el profesor W a g n e r de B r e s l a u . H a c u i d a d o igual-
lá división a d o p t a d a por el a u t o r , excepción hecha de Platón y mente de que hubiese más uniformidad, con especialidad en la
D e m ó s t e n e s , respecto de los c u a l e s , había m o t i v o s , sin duda al- ortografía; ha remitido al lector en m u c h o s p a s a j e s , á l a s ob-
g u n a , para esperar mucho de las investigaciones del autor. La servaciones contra l a s ideas é investigaciones del a u t o r , que se
obra se interrumpe precisamente en un periodo análogo á aquél hallan en obras y artículos que han llegado á su noticia; y sobre
en que se cortó la v i d a de su autor: en el periodo álgido de su lodo, ha tenido más en cuenta en las c i t a s , las necesidades del
energía y de su vitalidad fresca y l o z a n a , l l e g a n d o , por una par- tector alemán. ¡ Q u e esta obra al aparecer de nuevo b a j o una for-
t e , á su a p o g e o , y desarrollándose por o t r a , con nuevos bríos, m a no esencialmente distinta de aquella que h a merecido tan
sin mostrar síntoma alguno de c a n s a n c i o ni de fatiga. universal y favorable a c o g i d a , agrande el círculo de sus lectores
en consonancia con su o b j e t o , y continúe ejerciendo su influen-
Liegnitz, A g o s t o d e 1841.
c i a benéfica y e f i c a z , especialmente sobre la j u v e n t u d que en
nuestra época necesita aspirar la atmósfera f o r t a l e c e d o r a , que
E. M ü l l e r .
remaba en l a s regiones, c u y o velo descorre el autor tan feliz-
mente delante de nuestros ojos!
Liegnitz, E n e r o d e 1S56.
E. M ü l l e r .
PRÓLOGO DE LA TERCERA EDICIÓN
corregirlas, cuando era necesario; por lo que toca á las segundas, d o s literarios que en su conjunto no han sido expuestos n u n c a
E. H e i t z .
I
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J
INTRODUCCIÓN
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' ) [Aristóteles,-en su D i á l o g o -zo\ ?tXo<jo?¡'aí, n i e g a la a u t e n t i c i d a d de l a s
M«ioleiá Va/vertíe y reUcx
l l a m a d a s " poesías ó r f i c a s , y sostiene que el poeta O r p h e o j a m á s h a existido.
V é a s e C i c e r ó n , De nat. deor. I, 38 y Joannes Philoponos, en su Comentario al tra-
t a d o d e Aristóteles sobre el alma. I , 5.] ...
C A P Í T U L O PRIMERO
Lrr. GR. 3
CAPÍTULO III
0 1 0 0 6 2
pueblo como los mismos dioses ' ) ; los Adivinos, que predicen el eos en los banquetes de los príncipes durara largo tiempo entre
porvenir en la historia de las naciones como en la de los indivi- los G r i e g o s , y que el primer bosquejo de la Ilíada y de la O d i s e a ,
duos; á m e n u d o , es v e r d a d , por medio de supersticiosas opinio- á s e m e j a n z a del célebre p o e m a del c o m b a t e de A q u í l e s y de Ulí-
n e s , pero con frecuencia también movidos por un instintivo pre- ses 1 ) , ó de la toma de T r o y a por medio del ardid del caballo
sentimiento del orden eterno que preside á la v i d a h u m a n a ; los de m a d e r a *) que c a n t a b a D e m o d o c o , fuera hecho para ser re-
Heraldos, intermediarios naturales en todos los asuntos entre per- citado en análogas solemnidades. P e r o en ningún caso puede ad-
sonas de diversos E s t a d o s , á causa de la extensión de sus conoci- mitirse que estos p o e m a s fueran compuestos para ser cantados
mientos y de su pericia en el h a b l a r ; los Artistas (Soatoep-j-oí)lla- ante asambleas r e p u b l i c a n a s , para las cuales, sentencias como
mados de una á otra c o m a r c a , tan a p r e c i a d a s eran sus raras cua- « N a d a v a l e el gobierno de m u c h o s ; que h a y a un solo j e f e ; que
lidades ! ) ; los Cantores, en fin (¿oiSoí), que, si bien no tenían tanta uno solo sea el rey 3 ) , » habrían sido casi una injuria. P e r o aun
autoridad é influencia como los s a c e r d o t e s , creían, sin e m b a r g o , d a d o que H o m e r o hubiera v i v i d o m u c h o s siglos después de la
en su calidad de servidores de las M u s a s 3 ) poder aspirar á con- época heroica, la cual aparecía á sus ojos como un mundo lejano
sideraciones análogas á las que á aquéllos se tributaban. A s í Ulí- y m a r a v i l l o s o , c u y a s o c i e d a d , degenerada lo mismo en lo físico
s e s , cuando h a c e morir á todos los pretendientes de P e n é l o p e , que en lo moral, v i s l u m b r a b a a p e n a s , las condiciones de los di-
perdona la v i d a á su cantor F e m i o 4 ) ; y áun para las familias versos E s t a d o s no se habían alterado aún esencialmente, y l a s
reales este oficio debía ser de alta consideración y r e s p e t o , cuan- dinastías encomiadas en la Ilíada y en la O d i s e a , gobernaban
d o A g a m e m n o n , durante la guerra de T r o y a , confía á uno de t o d a v í a las c o m a r c a s de la G r e c i a y las colonias del A s i a Me-
ellos el cuidado de su esposa 5 ). nor *). A estos príncipes, pues, se dirigían naturalmente los vates
esto e s : carminum perpetua oratione recitatorum. ( D i s s e n , ed. m i n . , p. 3 7 1 ) . E n 2) P l a t ó n , Ion , p. 535, b . D e a q u í s u r g i ó m á s t a r d e todo u n sistema d e ges-
los e s c o l i o s á e s t e p a s a j e se c i t a u n v e r s o a t r i b u i d o á H e s i o d o ( F r a g m . 227 tos y movimientos dramáticos (foóxpunc) p á r a l o s rápsodas ú homeristas.
d e G ó t t l i n g ) , en el c u a l éste se a t r i b u y e á sí m i s m o y á H o m e r o el páwrsiv V é a s e A r i s t ó t e l e s , Poet. 26, f p . 1462 a 5 ] . Rhetor. 3 , 1 , 8 [ p . 1404 a 23]. A q u i -
aoi8r,v, refiriéndose á un h i m n o y n o á u n a e p o p e y a c o m p u e s t a d e d i v e r s a s les Tat. 2,1.
partes. 3) P l a t ó n , Ion, p. 530, b . N i c o l a o d e D a m a s c o , F r a g m . 62, en C . M u l l e r ,
2) A t e n e o 14, p. 620, c, según C h a m e l e o n . S i n e m b a r g o , el a r g u m e n t o d e Fragm Histbr.gr., vol. 3 , p. 395. d e s c r i b e el suntuoso t r a j e del r á p s o d a M a g -
A t e n e o [Ibid., p. 6 3 2 , d ) : "Ojwjpov |ispLs).<Wtotr¡xlvat irciffav ÉOWTOO TY¡V r.'iír,NV. n e s ° d e E s m i r n a , en t i e m p o s d e G i g e s . M á s t a r d e , c u a n d o los p o e m a s h o m é r i -
d e s c a n s a en h i p ó t e s i s erróneas. [ C h a m e l e o n h a b l a d e u n a d e c l a m a c i ó n d e c a n - c o s se r e c i t a b a n en f o r m a d r a m á t i c a , ( f e s x p i w r o 8pa|iaTtx<¿Tspov), los r a p s o d a s
tos épicos c o n a c o m p a ñ a m i e n t o m u s i c a l . B e r g k , griech. Litteraturgescli., vol. 1. s e v e s t í a n c o n t r a j e color r o s a p a r a c a n t a r la D i a d a , y c o n t r a j e v i o l e t a p a r a
p . 436, o b s e r v . 3 5 , c o n s i d e r a e s t a o p i n i ó n , y c o n j u s t i c i a , c o m o bien f u n d a d a . | c a n t a r la O d i s e a . E u s t a c i o , á l a Illa da i , p . 6 , 9 e d . R o m .
3) P l u t a r c o , de Música c . 3 . * ) P o r q u e en w w , la p r i m e r a p a r t e _ equivale á w w .
s ) f á v o ; f<TOv.
4) A t e n e o 14, p . 638, a .
los aedas de la edad heroica y que produjo algunos siglos después
equilibrio, la a r m o n í a , la q u i e t u d , constituyen en efecto los ras-
esos maravillosos frutos que aún nos causan la más profunda ad-
gos característicos del metro d a c t i l i c o , los cuales se conservaron
miración , y en los cuales se advierten t o d a v í a los lazos que les
con la mayor fidelidad en los exámetros épicos; otros metros dac-
ligaban á sus raices primitivas. Ciertamente no es nuestro ánimo
tilicos, sin e m b a r g o , abreviando la sílaba larga ó el arsis, toma-
constituirnos aquí en entusiastas defensores de las genealogías de
ron un carácter muy diverso en c u y o e x a m e n nos o c u p a r e m o s
Ferécides, D a m a s i o y de otros mitólogos, según las que, fueron
más detenidamente al hablar de la poesía lírica de los Eolios ' ) .
antepasados de H o m e r o y de H e s i o d o , O r f e o , Museo y otros bar-
E l verso é p i c o , e r a , según Aristóteles 3 ) , el metro más digno y
dos de la P i e r i a ' ) ; pero es innegable que la idea general que les
reposado, cualidades que reconocían por base su n a t u r a l e z a pro-
sirve de b a s e , la de la existencia de un vínculo de parentesco en-
pia y el empleo que de él se hacía. L a longitud del v e r s o , q u e
tre los poetas épicos y los cantores primitivos, está ámpliamente
consta de seis miembros 3 ) , la p a u s a final producida por la su-
justificada por la forma misma de la poesía épica.
presión de una sílaba (xatábtft;), la estrecha unión de l a s partes en
un t o d o , la combinación alternada de los dáctilos y de los espon- E n ningún género de poesía se encuentran t a n t a s formas tra-
deos, todo en s u m a , contribuye á d a r á este metro m a j e s t a d y dicionales como en el épico; en ninguno se halla ese tipo inva-
un carácter solemne y sublime, q u e lo mismo se presta á la reve- riable al cual todo p o e t a , por m u y original que su genio s e a , y
lación de los fallos del destino por b o c a de la Pitonisa l ) , que á la por m u y poderosa que sea su i n v e n t i v a , está obligado á someter-
narración de los combates y de l a s aventuras de los h é r o e s , en se; y es evidente que estas cualidades han contribuido no poco á
labios de los rápsodas. facilitar á los cantores la tarea de aprender de memoria estos
p o e m a s , y áun de improvisarlos en ocasiones solemnes y en mo-
Y no sólo el m e t r o , sino todo el tono poético y el carácter de la mentos de entusiasmo. D e igual suerte deben atribuirse á esta
poesía épica se hallaban definidos y determinados en la e p o p e y a c a u s a , á este estilo sancionado por la tradición, los innumera-
a n t i g u a , mejor que en ningún otro género de la poesía g r i e g a . bles y constantes epítetos de los dioses y de los h é r o e s , tan fre-
E s t a unidad en el tono es precisamente lo primero que nos sor- cuentemente usados y que no guardan relación a l g u n a con l a s
prende cuando comparamos los c a n t o s de H o m e r o con otros res- circunstancias en que se e m p l e a n , así como los títulos honoríficos
tos de la poesía épica primitiva, m i e n t r a s que las más sutiles di- con que mùtuamente se califican los héroes y que á menudo con-
ferencias entre sus diversas partes sólo puede apreciarlas un crí- trastan con los reproches que se dirigen. A h o r a bien ; la continua
tico escrupuloso y observador. A h o r a b i e n ; no puede darse una repetición de muchos vocablos que especialmente encontramos en
explicación satisfactoria de esta uniformidad ni de la invariabi- las descripciones de los actos y de los acontecimientos ordinarios
lidad de carácter de este género p o é t i c o , sino admitiendo la exis- de la v i d a de los héroes, de l a s a s a m b l e a s , de los sacrificios, de
tencia de una especie de escuela poética y una tradición que pa- los b a n q u e t e s , e t c . , las m á x i m a s y sentencias procedentes de
sara de generación en generación en familias de bardos. E n - más remotas épocas á cuya categoría pertenecen la m a y o r parte
contramos , en e f e c t o , en los c a n t o s de H o m e r o , un estilo poé- de los versos que emplean en común *) H o m e r o y H e s i o d o ; la
tico c u y a s raices se remontan h a s t a las c o m a r c a s del O l i m p o y construcción uniforme de estas m á x i m a s y la manera c o m o están
del H e l i c ó n , estilo que fué más tarde cultivado y ennoblecido por e n l a z a d a s unas con otras; todo e s t o , en s u m a , no se explicaría
satisfactoriamente sino partiendo de la hipótesis que dejamos
apuntada.
•) [ V é a s e C a p . X I I I . ]
2) poet. 24, p . 1459 b 34: -'o íjpuixbv axarsi^xSTOV x a i oyxwoÉc-a-OV xfi>v
¡iÍTpwv e<xrlv. 1 ) E s t a s g e n e a l o g í a s h a n s i d o e x a m i n a d a s con g r a n e x a c t i t u d c r í t i c a y con
3) D e a q u í p r o c e d e el versus longi d e l o s R o m a n o s . [ E n n i o en C i c e r ó n , dele- el m a y o r e s c r ú p u l o p o r L o b e c k , en su Aglaophamus, vol. i , p . 322-323 [ V é a s e
gibus 2 , 27, 68. V é a s e D e m e t r . , de elocut., p . 5 : É;áu.ETpov r,p¿ov ovon^ETai ano S e n g e b u s c h , dissertât, homérica prior., p. 158 y s s . ]
TOO (vfjxo'j;, y S a n I s i d o r o , Orig. 1 , 38.) 2) [ A c e r c a d e estos versos, v é a n s e los c o m e n t a r i o s d e C ò t t l i n g á los Trabajos
<) D e a q u í el n o m b r e d e Pythium vieirum q u e se d e c í a i n v e n t a d o p o r la sa- y Días d e H e s i o d o , p . 317.]
c e r d o t i s a F e m o n o e . V é a s e Dorier, vol. 1 3 , p . 349 y P- 353 d e la 2-a ®dic- LIT. GR. — I . 5
E s t a conservación fiel de la forma t r a d i c i o n a l , e s una p r u e b a pótesis es esta justificada en parte por el silencio de Homero, que e s
más del fino y delicado t a c t o y del feliz ingenio de los G r i e g o s de de gran peso cuando se trata de cosas á las que con tanta frecuen-
aquel período, pues era difícil encontrar un estilo poético m á s c i a tenía ocasión de aludir y que más especialmente avaloran los
á propósito que éste para el recitado y la exposición épicos. F r a - «signos fatales» (^(MCTSC Xuypá) que ordenan la muerte de Bellero-
ses en general b r e v e s , compuestas por dos ó tres exámetros y fon y que P r e t o envía á Iobates (Ilíada 6, 168-169 ')» signos que
terminando de ordinario con el v e r s o ; períodos de m a y o r extern evidentemente consistían en una especie de caracteres simbólicos
sión empleados principalmente en los discursos apasionados ó en que debieron caer en desuso al generalizarse la escritura alfabé-
metáforas detalladas; un esmerado enlace de las frases por medio tica.
de las conjunciones; una construcción sencilla y uniforme, sin P o r otra p a r t e , no sólo carecemos por completo de noticias
que artificios retóricos lleven á las p a l a b r a s á lugar que no les auténticas acerca de monumentos escritos en este período, sino
corresponda con el solo objeto de que suenen más agradablemen- que se dice de l a s leyes de Z a l e u c o (hacia la 30. a Olimpiada) que
te al oído; todo contribuye á presentar á la poesía épica como na- fueron las que primero se confiaron á la escritura s ) , al paso que
tural expresión de un a l m a que c o n t e m p l a los hechos de la v i d a las de L i c u r g o , de época anterior, habían sido conservadas por
heroica con un sentimiento p r o f u n d o , pero tranquilo y los v e la tradición oral. E l escaso número y la poca importancia de los
desenvolverse s u c e s i v a m e n t e con placer y satisfacción íntimos. hechos históricos que fueron consignados por escrito antes de la
E s , pues, evidente que el tono y el carácter de la poesía épica era de l a s O l i m p i a d a s , vienen además á confirmar nuestra ase-
están relacionados con la m a n e r a cómo fueron estos cantos tras- veración. S ó l o partiendo de aquella hipótesis puede explicarse
mitidos. Según las investigaciones de varios eruditos, de W o o d y también satisfactoriamente la tardía aparición de la prosa entre los
W o l f 1 ) sobre t o d o , no p u e d e y a dudarse de que fueron conser- G r i e g o s , que no se verificó antes de la época de los siete sabios,
v a d o s sólo en la memoria y que pasaron oralmente de unos rápso- pues si la escritura se hubiera empleado con frecuencia en inscrip-
das á otros. L o s G r i e g o s , que dieron siempre grandísima impor- ciones de m a y o r amplitud, necesariamente este hecho habría d a d o
tancia al modo de recitar la p o e s í a , á la observancia del r i t m o , á ocasión al nacimiento de la prosa. P r u e b a n en tercer término
la precisión en los acentos y á l a s inflexiones de la v o z , conside- nuestro aserto las inscripciones aún subsistentes, de l a s cuales
raron, aún en épocas m u y posteriores, como indispensables los m u y p o c a s son anteriores á S o l o n , y las m o n e d a s , a c u ñ a d a s en
ensavos previos antes de declamar en público composiciones G r e c i a desde el reinado de F i d o n , rey de A r g o s (hacia la 8. a Olim-
poéticas: así, es cosa sabida que la ocupación principal de los p i a d a ) , que durante algún tiempo carecieron de inscripción y en
poetas líricos y t r á g i c o s , fué la instrucción oral del c o r o , y q u e l a s que g r a d u a l m e n t e fueron grabándose algunas letras. P o r otra
de ella precisamente recibieron el nombre de -/opooiSáaxam 8 ). Es- p a r t e , la forma no sólo de estas letras sino que también la de to-
te método de trasmisión fué sin d u d a el más natural y al mismo dos los caracteres que se han encontrado en los antiguos monu-
tiempo el único posible p a r a los rápsodas para quienes la exac- mentos epigráficos de época anterior á l a s guerras con los P e r s a s ,
titud y la gracia de la dicción eran de altísima i m p o r t a n c i a , d a d o es un nuevo argumento que abona en pro de la tardía aparición
que en aquella época la escritura ó no era conocida ó lo era de de la escritura en G r e c i a . E n la rudeza de formas de estas letras,
muy pocas personas y constaba de escaso número de signos. H i - en la v a r i e d a d de caracteres según las diversas c o m a r c a s , adiví-
nase que estos signos surgen, por así decirlo, de los signos y ca-
racteres fenicios que los G r i e g o s habían ido a d a p t a n d o poco á
n ¡ L a o b r a d e W o o d a p a r e c i ó por s e g u n d a v e z en L o n d r e s , 1 7 7 5 ; p e r o y a
h a b í a sido t r a d u c i d a al a l e m á n d e la p r i m e r a e d i c i ó n c o n el t í t u l o : Versuch über
iasOri-Mlgmic des Homcrs, F r a n k f u r t , 1773. c u y a t r a d u c c i ó n p u b l i c ó s e d e n u e v o
' ) f E n la Iliadd 7 , 175 se h a b l a t a m b i é n d e s i g n o s , p e r o n o d e e s c r i t u r a al-
e n 1778 con las a m p l i a c i o n e s y m o d i f i c a c i o n e s d e la s e g u n d a e d i c i ó n . L a o p i -
fabética. ]
nión d e Wolf h á l l a s e c o n t e n i d a en sus Prolegomena ad Homerum , H a l l e , 1795-J
[ E l p a s a j e d e E s t r a b o n 6 , p. 259, t o m a d o en sentido e s t r i c t o , s e r e f i e r e
2) ¡ E s t o se refiere ú n i c a m e n t e á la p r i m e r a é p o c a . M á s t a r d e p u s i é r o n s e al
e x c l u s i v a m e n t e á las l e y e s y n o en general á los m o n u m e n t o s escritos. ]
l a d o d e les poetas m a e s t r o s d e c o r o p r o p i a m e n t e tales.]
poco á los sonidos de su lengua. P o r último, en tiempos de Heró- ejemplos de estas simples repeticiones de anteriores p a s a j e s ó de
doto se e m p l e a b a la expresión caracteres fenicios, para designar la lugares comunes que parecen emplearse como medio el más á
escritura alfabética '). P e r o v o l v i e n d o ahora de nuevo á los poe- propósito para dar reposo al fatigado espíritu. E s t a s repeticiones
m a s de H o m e r o encontramos que t a m b i é n la forma del texto, sobre épicas desempeñan el papel del estribillo en los cantos populares
todo tal y como se la encuentra en l a s citas de los escritores anti- de otras naciones y contribuyen considerablemente á explicar el
g u o s , basta para refutar la opinión de que originariamente fue- f e n ó m e n o — q u e , á decir v e r d a d , tal debió parecer en épocas pos-
ran consignados por escrito, pues l a disconformidad en el texto teriores en que el arte de la escritura debilitó la m e m o r i a — d e im-
de los pasajes c i t a d o s , es e v i d e n t e m e n t e consecuencia de haber provisar y de retener estos p o e m a s 1 ) .
sido éste trasmitido no por escrito, sino por tradición oral. F i n a l - H a s t a aquí sólo hemos tratado de la recitación, de la forma y
m e n t e , el estilo de los poemas h o m é r i c o s , si se le e x a m i n a con del carácter de la e p o p e y a a n t i g u a , tales y como debieron ser en
imparcialidad y a t e n c i ó n , c o n s t i t u y e por sí s o l o , á pesar de ha- la época anterior á H o m e r o . P o r lo que toca á producciones ori-
berse depurado tanto el t e x t o , u n a p r u e b a irrefutable de que no ginales de esta poesía a n t e - h o m é r i c a , no existe vestigio alguno de
fueron aquéllos consignados por escrito sino muchos siglos des- e l l a s , ni noticias de su existencia '-)• Cierto e s , sin e m b a r g o , que
pués de haber sido compuestos. N ó t e s e si no que el vau ó d i g a m m a en la época anterior á aquella en que florecieron H o m e r o y H e -
eólico que H o m e r o p r o n u n c i a b a , s e g ú n los c a s o s , y a f u e r t e , y a siodo debieron componerse gran número de cantos en elogio de
d é b i l m e n t e , y que los Jonios no e m p l e a r o n en sus escritos porque los dioses y de los héroes. . E n e f e c t o , al e x a m i n a r las composi-
habían a b a n d o n a d o su uso mucho a n t e s de la aparición de la es- ciones de estos dos poetas, se observa que no ofrecen un conjunto
critura , no se encuentra en las p r i m e r a s copias de los cantos de completo y homogéneo, sino que están c a l c a d a s en otros poemas;
aquel p o e t a , las cuales fueron i n d u d a b l e m e n t e obra de los Jo- merced á lo cual lograron excelente acogida y vinieron á ser per-
nios J ). E l uso arbitrario que H o m e r o hace del d i g a m m a , es solo fectamente comprensibles y explicables para los contemporáneos.
una p r u e b a de la libertad que c a r a c t e r i z a su lenguaje 3 ) ; el
c u a l , si el uso de la escritura h u b i e r a ejercido y a en él su natu-
' ) E l a u t o r h a e x p u e s t o c u a n t o s a r g u m e n t o s se a d u c e n e n c o n t r a d e l a o p i -
ral influencia, no habría adquirido la flexibilidad que le permite n i ó n d e l o s q u e s u p o n e n q u e los p r i m e r o s p o e m a s é p i c o s d e l o s G r i e g o s , f u e r o n
adaptarse á t o d a s las exigencias del v e r s o , ni la variedad de for- d e s d e u n p r i n c i p i o c o n s i g n a d o s p o r e s c r i t o . Y p a r e c í a l e sin d u d a esto t a n t o m á s
m a s breves y l a r g a s que p o s e e , ni la libertad en c o n t r a e r , alar- necesario, c u a n t o q u e , á consecuencia de los nuevos estudios críticos, suscita-
d o s p o r W o l f , este p u n t o h a s i d o y a á m p l i a m e n t e d e b a t i d o p o r m u c h o s e r u d i -
g a r y abreviar las vocales. P o r ú l t i m o , volviendo al punto de
t o s , a l g u n o s d e los c u a l e s h a n c o n v e n i d o e n q u e , e n e f e c t o , d e s d e su o r i g e n f u e -
partida de nuestra demostración, el estilo mismo de la e p o p e y a
ron reducidos á escritura. ( L a principal dificultad de toda esta cuestión estriba,
antigua ¿no revela el ámplio uso que el poeta hacía de estos m e n o s q u e e n el c o m p l e t o d e s c o n o c i m i e n t o d e l a e s c r i t u r a e n l a é p o c a e n q u e
medios, que sólo una poesía c o n s e r v a d a y trasmitida por la me- a p a r e c i e r o n los p o e m a s d e H o m e r o , l o c u a l h o y a p e n a s p u e d e sostenerse p o r
moria suele emplear ? L a e p o p e y a g r i e g a , como la poesía he- l o menos e n l o q u e r e s p e c t a á s u f o r m a a c t u a l , q u e en l a i m p o s i b i l i d a d de
q u e estos p o e m a s f u e r a n d e s t i n a d o s p a r a l a l e c t u r a . A u n q u e e s t o s p o e m a s p u -
roica de otros pueblos que la tradición oral ha p e r p e t u a d o , nues-
d i e r a n ser c o n s i g n a d o s p o r e s c r i t o e n é p o c a r e l a t i v a m e n t e t e m p r a n a d e n t r o d e l
tros propios poemas nacionales, v . g r . , nos ofrecen frecuentes c i r c u l o d e l o s r á p s o d a s , e s i n d u d a b l e q u e s u d i f u s i ó n e n el p u e b l o se verificó
o r a l m e n t e . S o b r e l a o p i n i ó n d e M ü l l e r a c e r c a d e este p u n t o , v é a n s e s u s kl. Schrif-
ten, v o l . 1 , p . 248 y ss. y 402 y s s . ]
2) [ L a r e l a c i ó n d e H e r a c l e i d e s P ó n t i c o s d e q u e h a b l a P l u t a r c o , de Música
<) <T>Oivlítala e n H e r ó d o t o 5 , 58, l o m i s m o q u e en l a i n s c r i p c i ó n : Dir.e
c . 3 , f u n d a d a , s e g ú n p a r e c e , e n u n a otvaYP«?*! - i x v f i m , sobre lo cual debe
TEÍORUM. [Corp. Inscr. grac., vol. 2, n. 3044. V é a s e S ó f o c l e s e n H e s i q u i o y <t>oiv.-
c o n s u l t a r s e á O . M ü l l e r , Dorier, v o l . 1 , p . 130, n o es e v i d e n t e m e n t e s i n o u n
xioi; Y p á t i u a T i , F r a g m . 460 D i n d . ] e n s a y o de exposición de la primitiva historia de la poesía, fundado en los mis-
2) V é a s e R . V o l k m a n n , Geschickte und Kritik der Wolfschen Prolegomena,
m o s p o e m a s h o m é r i c o s . B a j o este c o n c e p t o , m e r e c í a n c i e r t a m e n t e m a s aten-
L e i p z i g , 1 8 7 4 , p . 208 y ss. ]
c i ó n q u e l a q u e m e n c i o n a el e s c o l i a s t a d e l a Odisea 3 , 2Ó7, t o m a d a del e s c r i t o
3) [ P u e d e c o n j e t u r a r s e c o n f u n d a m e n t o q u e e s t a a r b i t r a r i e d a d a p a r e n t e e n
sobre los poetas de D e m e t r i o de F a l e r o s , contemporáneo de H e r a c l e i d e s P ó n -
el uso d e l d i g a m m a , d e b e ser c o n s e c u e n c i a d e n o h a b e r s e c o n s i g n a d o h a s t a m á s
ticos. ]
tarde por escrito. 1
H e s i o d o , en su T e o g o n i a , tiende á presentar en un mismo orden rece p r o b a d a por ciertos detalles de la v i d a del héroe que men-
genealógico no interrumpido estas familias de dioses y de héroes, ciona H o m e r o y que parecen haber sido entresacados de algún
partiendo del supuesto de que su auditorio conoce y a á estos dio- o-ran p o e m a universalmente conocido ' ) . D e l A r g o s no se habría
ses y á estos héroes. H o m e r o habla de A q u í l e s , de D i ó m e d e s y de dicho, c i e r t a m e n t e , en la Odisea «que está en todos los c o r a z o -
Néstor aun allí donde sus nombres aparecen por v e z p r i m e r a , co- nes» 5 ) , si y a antes no hubiera sido asunto de poesías muy gene-
mo de personajes cuyo origen, familia, historia y h a z a ñ a s ante- ralizadas. D e igual suerte, muchos otros acontecimientos de la
riores nadie ignora y cuyos detalles no se cuida de consignar sino o-uerra de T r o y a , sobre t o d o , los realizados en las postrimerías
cuando las exigencias de la exposición poética lo hacen indispen- del asedio, el c o m b a t e de Aquíles y de U i í s e s 3 ) , por e j e m p l o , y
sable. E n c u é n t r a n s e , a d e m á s , en sus o b r a s , gran número de per- la aventura del caballo de m a d e r a habían sido y a antes de
sonajes de segundo orden, que no cita sino como por incidente, y H o m e r o objeto de otros poemas épicos que acaso no dejaron de
como si fueran perfectamente conocidos de todos por tradiciones influir muy directamente en la Ilíada. Compusiéronse también
especiales; y estos personajes, cuya existencia considera c o m o poemas sobre la vuelta de los A q u é o s y sobre la v e n g a n z a de
hecho notorio, y los cuales deben interesar al público por diver- Orestes •). A h o r a b i e n ; como quiera que el canto más n u e v o era
sos títulos, son, no sólo para nosotros, sino que lo fueron también el que siempre a g r a d a b a más al auditorio ' ) , es de creer que los
para los G r i e g o s de los últimos tiempos , verdaderos enigmas. Y a poetas de esta época resucitaran en sus cantos todo cuanto había
hemos tenido ocasión de observar que la asamblea de dioses des- sido asunto de poemas anteriores. C u a n t a s alusiones hace H o m e -
crita por H o m e r o , debió, sin duda, su e x i s t e n c i a , á poetas ante- ro á estos c a n t o s , inducen á suponer que destinados á a m e n i z a r
riores á él; así como también es evidente que debieron existir poe- los banquetes de los r e y e s , se l i m i t a b a n , en su o r i g e n , al relato
mas sobre Cronos y I a p e t o s , divinidades desterradas al T á r t a r o , d e . u n solo acontecimiento de escasa extensión y que en lo to-
y los cuales presentaban por un lado grandes analogías y por otro cante á la conexión histórica, se a p o y a b a n enteramente sobre los
divergencias esenciales con la Teogonia de Hesiodo '). conocimientos históricos y de otra índole que presuponían en el
1) A j u z g a r p o r lo q u e d e los c a n t o s de H o m e r o se d e s p r e n d e , n o es p r o b a -
ble q u e éste c o n t a s e , c o m o lo h i z o Hesiodo, e n t r e los T i t a n e s , á l a s d i v i n i d a d e s
d e l a g u a , c o m o O c é a n o y T h é t i s , y á las de la luz, c o m o H i p e r i ó n y T h e i a . [ H o -
mero d a á H e l i o s el s o b r e n o m b r e d e T i r e p í i o v , al p a s o q u e H e s i o d o a p l i c a e s t e
s o b r e n o m b r e á su p a d r e ( H i p e r i ó n ) , Teogonia 134 y ss. Sólo en la Odisea 12, 176,
s e a p l i c a el p a t r o n í m i c o ' i'TOpiovíor,; á H e l i o s , p o r l o c u a l los c r í t i c o s m o d e r -
nos h a n c o n s i d e r a d o este verso c o m o una interpolación. T h e i a , h e r m a n a y es-
p o s a d e H i p e r i ó n , según H e s i o d o , Teogonia 370 y s s . , no e s m e n c i o n a d a por
Homero. ]
s) Iliada 6 , 358 . Odisea 3 , 204.
3) Odisea 24 , 1 9 7 , 200.
CAPÍTULO V
Homero
E s t a reunión y m e z c l a de diversas estirpes, debió contribuir, Y sin e m b a r g o , á despecho de todas estas indicaciones, cual-
necesariamente en alto g r a d o , á aumentar la actividad intelec- q u i e r a que estudie con cuidado los restos y las huellas del senti-
tual del p u e b l o , así como á desarrollar las tradiciones de tiempos miento nacional y de recuerdos patrios que contienen l a s obras
pasados y á crear y perfeccionar el dialecto épico. T r a t e m o s aho- de H o m e r o , sentiráse inclinado á optar por la hipótesis contra-
ra de determinar á cuál de estos pueblos pertenecía H o m e r o . N a - ria, conviniendo con A r i s t a r c o en que en el pecho de aquel poeta
d a , ni en el nombre de H o m e r o , ni en las noticias que tenemos
P e r o si la enumeración de las tropas aquéas parece demasia- c u a n t o á los L é l e g o s , Ilíada 10, 429. 20, 96. 2 1 . 86. V é a s e 6 , 35- [ D e i m l m g , d,e
Leleger, p . 1 1 - 1 2 . ]
s) Ilíada 2 1 , 1 5 5 . Y 12 . I02- 17> 2 1 7 . 35* •
1) Ilíada 2 , 108.
jüada 2 , 848. E l a u t o r d e este catálogo d e b i ó tener t a n solo p r e s e n t e el
2 ) E l v e r s o 572 del libro 2.0 d e la I l i a d a , en el c u a l A d r a s t o es l l a m a d o el
v e r s o 287 del l i b r o 16 d e la I l í a d a . E l e s c o l i a s t a (litada 2 , S44) P » e d e en c i e r t o
p r i m e r rey d e S i c i o n e , c o n f r o n t a d o c o n H e r ó d o t o ( 5 , 6 7 - 6 8 ) , m u e s t r a bien
m o d o ser t a c h a d o d e p o c o e s c r u p u l o s o por h a b e r o m i t i d o á Ifidamas que era
c l a r a m e n t e la i d e a d e l r á p s o d a a r g i v o .
t r o y a n o , h i j o d e A n t e n o r y d e T e a n o y ¿ q u i e n su a b u e l o m a t e r n o , p r i n c i p e t r a -
3) H a y t a m b i é n en la I l i a d a un p a s a j e — s i bien d e p o c a i m p o r t a n c i a — q u e
c t o . d i ó u n a flota d e d o c e n a v e s . Ilíada n , 221.
h a b l a de Beocios en Beocia (Ilíada 5 , 709). P o r esto, sin d u d a , a d m i t e T u c í d i d e s
4) P o r e j e m p l o el a d i v i n o Ennomo q u e según el c a t a l o g o (Ihada 2 , 861) l ú e
1 1 , 1 2 ] q u e un áíto8a5|ióí d e B e o c i o s se h a b í a e s t a b l e c i d o e n t o n c e s en B e o c i a ,
m u e r t o p o r A q u í l e s en el río. c u y o h e c h o no se m e n c i o n a en la ^ ^
lo c u a l p a r a el c a t á l o g o n o e s suficiente porque en él se h a b l a d e la n a c i ó n en-
m o s u c e d e c o n A m f i m a c o , Ilíada 2 , 871. [ N o m e n o s e x t r a ñ a es en el \ . 6 0 9 . la
tera.
m e n c i ó n d e A g a p e n o r n o c i t a d o en n i n g u n a o t r a parte.]
*) E l p a s a j e s o b r e los Rodios en el c a t á l o g o [Ilíada 2 , 653 y ss.] r e v e l a ,
m e r c e d á su extensión d e s m e s u r a d a , el propósito d e l r á p s o d a d e " c e l e b r a r e s t a «) KÍHSOYIN- TOÍ; T p w s i «r J M *áv™v, Proclo, Ckmtomathia,
isla. [Véase O . M ü l l e r , Aeginctica, p 42 y Órchomenos, p. 367; p. 361 d e la 2.a e d i c . j
p . 476.
g o , en su estado a c t u a l , no fuese m á s que un e x t r a c t o del conte-
lución á P r i a m o de los despojos de Héctor y si luego no se diera
nido en el poema ciprio ! ) , explicaríase al menos claramente la
á los mismos honrosa sepultura. E l poeta, que en todo el curso de
preterición de A s t e r o p e o , porque habiéndose unido al ejército
su obra da pruebas de estar animado de un espíritu recto y hu-
once días antes de la batalla arriba i n d i c a d a , según la cronología
manitario y que se esfuerza por sacar siempre triunfante á la jus-
de H o m e r o había d a d o y a principio la acción de la I l í a d a , esto
ticia, no podía permitir que se cumpliesen en el cadáver de Héctor
e s , la peste había diezmado y a el ejército g r i e g o ' ) .
las a m e n a z a s de Aquíles '). E n efecto, si tal hubiera sido su in-
D e estas observaciones sobre a m b o s catálogos, pueden sacar-
tención , habríala seguramente hecho c o n s t a r , pues los G r i e g o s
se aún otras conclusiones además de las que nos inducen á creer
atribuían en aquella época más importancia á la suerte de un ca-
que no fueron compuestos por H o m e r o . Infiérese, en efecto, en
dáver que á la de un cuerpo v i v o ; y en este c a s o , el libro vigési-
primer l u g a r , que los rápsodas que compusieron estos fragmen-
m o c u a r t o , habría sido reemplazado por una relación minuciosa
t o s , no poseían la Ilíada por escrito, p a r a recurrir á ella en caso de
del modo cómo A q u í l e s después de haber maltratado el cuerpo de
necesidad, porque de lo contrario habrían sabido que Medon vi-
Héctor lo habría abandonado para que sirviera de pasto á los pe-
v í a en F i l a c e (Ilíada 1 3 , 695 y 15, 332) y otros análogos detalles;
rros. ¿Pero quien podría h a l l a r , ni siquiera posible, tal conclusión
y en segundo t é r m i n o , que estos p o e t a s no sabían toda la Ilíada
de la Ilíada? C l a r o es que al trazar Homero el primitivo plan
de m e m o r i a , y que al formar este c a t á l o g o etnográfico de los dos
de su o b r a , comprendió que la cólera de Aquíles contra H é c t o r
ejércitos, guiábanse por los p a s a j e s que sabían recitar y por los
exigiría templanza y e x p i a c i ó n , y que al final del poema debía
v a g o s recuerdos que conservaban del resto del poema.
reinar en el a l m a del héroe, lo mismo que en la del poeta y en la
L a d u d a que acerca de la autenticidad de los últimos libros del o y e n t e , la serenidad, la confianza y la calma.
de la Ilíada e x i s t e , es menos grave q u e la que se abriga acerca de
L o mismo que en la Ilíada brilla en la Odisea la unidad del ar-
la autenticidad de la primera mitad del p o e m a , y especialmen-
gumento , hasta el punto de que no podría suprimirse ninguna de
te de los libros s e g u n d o , quinto, s e x t o y décimo. Cierto que una
las partes esenciales de este p o e m a , sin dejar un v a c í o en el des-
tragedia c u y o carácter reclama un asunto dramático, habría po-
envolvimiento de su asunto. Diferénciase, no obstante, de la Ilía-
dido terminar con la muerte de H é c t o r , pero no un poema épico
d a , en que su plan es más complicado y artificioso que el de ésta; artifi-
que h a de proporcionar al espíritu tranquilidad y reposo; no otro
cio y complicación que e s t r i b a n , de un l a d o , en que en la m a y o r
efecto producen los funerales, en los cuales se tributan á Patro-
parte del c a n t o , hasta el libro décimosexto, se desarrollan pa-
clo los mayores honores, y se da á Aquíles la satisfacción más
ralelamente dos acciones capitales-, y de otro, en que la acción que
completa. P e r o la Ilíada no sería un todo a c a b a d o , sin la devo-
se desenvuelve dentro de los límites mismos del poema y casi á
nuestra v i s t a , hállase considerablemente prolongada por un re-
' ) [ E s t a aseveración h a sido c o m b a t i d a p o r B e r n h a r d y , gr Litter., vol. 2, 1,
lato episódico que aclara y completa la acción principal, y en el
p. 162, fundándose en que en las obras de H o m e r o no se encuentra vestigio cual el poeta pone en boca del héroe i m a g i n a r i o , la parte más
alguno de los cíclicos. E s t a e s , por lo d e m á s , t a m b i é n la opinión de O. Müller, interesante y maravillosa de la historia 2 ).
excepción h e c h a d e lo que al catálogo de las n a v e s se refiere. V é a s e C a p . V I . ]
E l asunto de la Odisea, es la vuelta de Ulíses desde un país
*) [ A los argumentos a d u c i d o s para d e m o s t r a r la falta de conexión origina-
r i a del catálogo ó enumeración de las n a v e s c o n la Ilíada se agrega el relativo'
remoto y completamente desconocido, á su hogar ocupado en-
á una singularidad de forma sobre la c ü a l . K ó c h l y ha sido el primero en llamar tonces por una falange de intrusos insolentes, que pretenden arre-
la atención. E s t a singularidad consiste en la facilidad con que puede dividirse batarle su esposa y matar á su hijo. E l poema comienza en el
en secciones de cinco versos ( á c u y a s s e c c i o n e s se les da el nombre de penta- momento en que el héroe se encuentra en el lugar más lejano de
d i o s ) , por donde resulta evidente su parentesco con la poesía catalógica culti-
v a d a por Hesiodo y la escuela de Beocia. E l único objeto de esta división pa-
rece haber sido que se p u d i e r a conservar m á s fácilmente en la m e m o r i a ; y no 1 ) Ilíada 22 , 348. 23, 183.
debe considerarse q u e , c o m o han supuesto a l g u n o s , sea signo característico
"-) D e su monólogo (Odisea 20, 18 á 21) resulta claramente que el poeta no
d e la poesía denominada hierática.J
tenia en m o d o alguno la intención de presentar sus aventuras c o m o inventadas.
Sil p a t r i a , en la isla Ogigia ' ) , en el centro del m a r , donde le re- de la vuelta de sus re}-es, al mismo tiempo que prepara al j o v e n
tiene siete años, separado de los mortales, la ninfa C a l i p s o s ) ; T e l é m a c o p a r a el enérgico papel que h a de desempeñar en la
después de haber escapado, con la ayuda de los dioses que le son o b r a de la v e n g a n z a , la c u a l , por este m e d i o , ofrece m a y o r ca-
propicios, de los peligros que le suscita Poseidon su implacable rácter de verosimilitud.
e n e m i g o , llega al país de los F e a c i o s , pueblo pacífico y volup- A u n q u e á j u z g a r por estas observaciones, el plan de la Odisea
tuoso, que habita en los confines del globo terrestre, y que no difiere esencialmente del de la I l í a d a , y acusa más arte y desarro-
tiene otras noticias de la guerra que las descripciones que de llo en la e p o p e y a , ambos poemas tienen m u c h a s otras cualidades
ella hacen los poetas. Partiendo luego de este país en una n a v e comunes, principalmente, el profundo conocimiento, que en uno
maravillosa que le prestan los F e a c i o s , llega al fin á I t a c a du- y otro brilla, de los medios de despertar la curiosidad y de man-
rante el sueño. U n hombre leal, el porquero E u m e o , le da hos- tener el interés con peripecias n u e v a s é inesperadas. L a realiza-
pitalidad , y disfrazado de mendigo logra introducirse en su pro- ción de los decretos de Z e u s , encuéntrase diferida en la O d i s e a
pio p a l a c i o , donde sufre de parte de los pretendientes los tra- tanto como en la Ilíada; así como sólo cuando los G r i e g o s levan-
tamientos más duros, que han de justificar después su carácter tan la m u r a l l a , se decide, en este último p o e m a , el dios á obrar
de v e n g a d o r terrible y enconado. E l autor habría podido conten- contra ellos, á ruegos de Thétis; así en la O d i s e a , aunque parece
tarse con exponer esta sencilla historia, sin que su p o e m a , á pe- dispuesto desde el principio á complacer á A t h e n e , precipitando
sar de su poca extensión, hubiera desmerecido en n a d a de la la vuelta de Ulíses á su patria, hasta mucho más t a r d e , en el libro
I l í a d a ; pero lejos deesto, el poeta á quien debemos la Odisea tal y quinto, no envía á H e r m e s á la isla de Calipso. E s evidente que
como nos ha sido trasmitida, refiere en su obra una segunda his- el poeta está dominado por la i d e a , muy generalizada entre los
toria que la embellece y c o m p l e t a , no sin introducir en e l l a , fuer- G r i e g o s , de la existencia de una fatalidad divina, lenta en sus pre-
z a es confesarlo, ciertas escabrosidades que necesariamente ha- p a r a t i v o s , tardía en la ejecución de sus fallos; pero que infalible-
bían de resultar de la reunión en la misma de dos acciones, y que mente consigue el objeto que se propone. T a m b i é n encontramos
eran de todo punto inevitables una vez a d o p t a d o un plan tan en la Odisea el mismo artificio y a notado en la Ilíada: el de enca-
vasto 3 ). minar la atención del lector c u a n d o la naturaleza del asunto lo
consiente, y con especialidad en determinados p a s a j e s , por una
E n e f e c t o , al presentarnos el poeta al hijo de U l í s e s , que ani-
dirección opuesta á la que la narración épica ha de seguir. D i r í a -
mado por A t h e n e , pide sin temor cuentas á los pretendientes en
se , en efecto, que el poeta se burla de nosotros y se complace en
presencia del pueblo de Itaca reunido en a s a m b l e a , y al referirnos
sorprendernos, haciéndonos entrever medios para la realización
después el viaje de aquél á Pilos y á L a c e d e m o n i a , á donde se di-
de la v e n g a n z a contra los pretendientes, diversos de los que luego
rige en b u s c a de su padre errante, nos ofrece un hermoso cuadro,
e m p l e a ; y cuando y a estamos á punto de adivinar el desenlace, nos
en que contrasta el estado de anarquía en que y a c e I t a c a , con la
ofrece otros incidentes que nos desorientan y sorprenden de nue-
p a z y la c a l m a que reinan en las demás c o m a r c a s de G r e c i a des-
vo. A s í el consejo á T e l é m a c o , repetido dos veces y con los mis-
mos términos en los dos primeros libros, de que siguiera el e j e m p l o
de Orestes ' ) — c o n s e j o que e c h a en su corazón hondas r a i c e s — n o s
1) ' Q y j y i a d e 'Qyúyr,;, que o r i g i n a r i a m e n t e e r a u n a d i v i n i d a d d e la v a s t a su-
hace esperar de una manera v a g a alguna empresa contra los pre-
perficie del m a r que cubre t o d a s l a s cosas. [ P r o c e d e d e la m i s m a r a í z q u e
' i i x e x v ó ; . V é a s e Preller, grMythologie, vol. i , p. 27, y los c o m e n t a r i o s d e S c h ó - tendientes; y sin embargo, su verdadero sentido no se descubre has-
m a n n á la T e o g o n i a de Hesiodo, V . 133.I ta que T e l é m a c o se coloca resueltamente al lado de su padre para
"-) KI/.'JÍW, la pérfida. defenderle. D e la misma suerte, cuando padre é hijo, combina-
3) E l p a s o d e Menelao á los p r e t e n d i e n t e s no p a r e c e r í a b r u s c o , Odisea 4,
624, si e s t u v i e r a al principio de un n u e v o l i b r o ; e s t a d i v i s i ó n en l i b r o s es in-
v e n c i ó n d e los gramáticos alejandrinos. L o s c u a t r o versos del 620 al 624, se-
«) Odisea 1 , 302. 3 , 200. V é a s e a d e m á s K i r c h h o f f , die Homerische Oiyssee, 2.»
g u r a m e n t e a p ó c r i f o s , son perfectamente inútiles p u e s t o q u e no c o n t r i b u y e n á
u n i r las d i v e r s a s partes. [ V é a n s e 1 Volfs Briefe an Heync, p. 9.] e d i c . , B e r l í n , 1879, p. 238 y ss.)
do y a su plan de v e n g a n z a , resuelven luchar con los pretendien- de Ulises durante su estancia en la isla Scheria; muchos críticos
tes cuerpo á c u e r p o , en un duelo á l a n z a y á e s p a d a , de resultado antiguos pusieron en d u d a la autenticidad del pasaje que h a b l a
muy problemático ' ) , el arco de E u r i t o , que tan g r a n v e n t a j a d a de la danza de los F e a c i o s y del canto de D e m o d o c o sobre los amo-
á U l i s e s , es una idea nueva é inesperada para el oyente. A t h e n e res de Aphrodite y de A r e s , si bien es cierto que esta parte de la
inspira á Penèlope el pensamiento de ofrecerlo en premio á los Odisea debía por lo menos existir y a en la época de la 50. a Olim-
pretendientes s ) ; y aunque ya era tradición antigua que con este piada, en que el coro de los F e a c i o s fué representado delante del
mismo arco Ulises había vencido á a q u é l l o s , la manera c o m o trono de A p o l o A m y c l e o '). E l relato que de sus aventuras h a c e
llega á manos del héroe es una de l a s invenciones más felices é U l i s e s , contiene igualmente m u c h a s interpolaciones, y especial-
ingeniosas del poeta 3 ). Así como en la Ilíada el interés princi- mente la Nekyia ó evocación de los m u e r t o s , uno de cuyos m á s
pal se concentra en el combate de l a s n a v e s y en la muerte de importantes p a s a j e s — q u e rompe realmente la jmidad y cohesión
Héctor, así la narración, en la Odisea, c o m i e n z a á tomar podero- del r e l a t o — a t r i b u y e r o n y a los antiguos á los diaskeuastas ó inter-
so vuelo y á inspirar una especie de angustiosa espectación, en el poladores , entre otros al órfico O n o m á c r i t o , encargado en la épo-
libro vigésimo primero, en el momento en q u e los pretendientes se c a de los Pisistrátidas de recoger y coleccionar los poemas de H o -
disponen á tender el arco. E l p o e t a , con admirable a r t e , aprove- mero s ) . A d e m á s , los críticos alejandrinos Aristófanes y Aristar-
chó cuanto la tradición le ofrecía p a r a hacer esta escena más so- c o , consideraron apócrifa, y como obra de época posterior, t o d a
lemne y conmovedora: los siniestros pronósticos de T e o c l i m e n o , la última parte del p o e m a , que comienza allí donde Ulises se d a
que no figura en la obra más que p a r a preparar esta terrible es- á conocer á Penélope 3 ) . Y en efecto, no puede negarse que pre-
cena *) y la fiesta de A p o l o , el cual e s c u c h a la plegaria que le di- senta grandes imperfecciones y que la descripción, por ejemplo,
rige Ulises para que le conceda la v i c t o r i a en el c o m b a t e , no pa- de la l l e g a d a de los pretendientes al infierno, no es más que una
recen conspirar en el poema á otro fin que al que dejamos apun- segunda Nekyia, ó mejor d i c h o , un pálido reflejo de la primera,
tado3). con la que ni siquiera está de acuerdo, e n c a j a d o en este lugar sin
motivo ni razón alguna que lo justifique. L a Odisea, sin embar-
E s evidente que el plan de la O d i s e a , lo mismo que el de la
g o , sería incompleta si terminase sin que Ulises hubiera abra-
I l í a d a , se presta á interpolaciones, lo c u a l explica no pocas irre-
zado á su padre L a e r t e s , de quien tantas v e c e s se habla en el
gularidades que en el curso de la n a r r a c i ó n se o b s e r v a n , y pro-
curso del p o e m a , y sin que se h u b i e r a , sino restablecido defini-
ligidades que fatigan la atención del o y e n t e . U n ejemplo de este
tivamente , por lo menos preparado en Itaca la tranquilidad y la
último defecto encontramos en las fiestas celebradas en honor
paz. N o e s , p u e s , creíble que la primitiva Odisea careciera en
absoluto de un p a s a j e de esta índole; pero e s , por otro l a d o , pro-
1) Odisea i 6 , 295. L a %Uvr><si; de Z e n o d o t o [ q u e a b r a z a los versos 281 á 29S]
bable que h a y a sufrido considerables modificaciones por parte
descansa, como de o r d i n a r i o , en razones p o c o fuertes y privaría al relato d e
una escena m u y importante.
5) Odisea 2 1 , 4. 1) P a u s a n i a s 3, 18, 7. [ V é a s e O . M ü l l e r , Archáol., I 85, 2.]
3) Q u e esta parte del p o e m a se funda en l a tradición a n t i g u a lo p r u e b a e l 2) V é a n s e los escolios á la Odisea n , 604. L o s antiguos r e c h a z a b a n , y con
hecho d e que la tribu e ó l i c a de los Euritanos q u e h a c í a n remontar su origen r a z ó n , todo el pasaje del libro n , versos 568 á 626; porque mientras que otros
á E u r i t o (es probable que la E c a l i a etólica p e r t e n e c i e s e á este pueblo, E s t r a - pasajes representan á Ulises en la puerta de los infiernos, e v o c a n d o c o n u n a
bon 10, p. 448) poseía u n onuulo de Ulises. V é a s e L i c o f r o n , V . 799 y los esco- de sus libaciones de s a n g r e , á las s o m b r a s que salen de sus tenebrosas mo-
lios de Aristóteles [ m A i - i i a Oaxr.sttúv F r a g m . 465.] r a d a s á la pradera de A s f o d e l o , aparece en este en medio de los muertos que
irrevocablemente están condenados á no salir de ciertos lugares del T á r t a r o .
*) Nótese aquí también que la ocultación d e l sol (Odisea 20, 356) c o i n c i d e
E s t a m i s m a i d e a , p r o d u c t o de épocas posteriores, predomina t a m b i é n en e l
.con la vuelta d e U l i s e s en la época de la l u n a n u e v a (Odisea 14, 162. 1 9 , 307)
l i b r o 24, 13 de la Odisea, según el c u a l , los muertos habitan en la p r a d e r a de
' e n que podía verificarse un eclipse de sol. E s t e p a s a j e e s , por l o d e m á s , ves-
Asfodelo'. [ V é a s e el trabajo de R i t s c h l sobre O n o m á c r i t o , Opuse., vol. 1 , p á -
tigio patente de una tradición antigua.
gina 243.]
• s) A l u d e á la fiesta de Apolo (vEojrr.vto;) Odisea 2 0 , 1 5 6 , 250, 278. 2 1 , 258.
3) Odisea 23, 296 hasta el fin.
V é a n s e 2 1 , 267. 22, 7.
de los Homéridas, antes de tomar la forma definitiva con la cual relias y al violento ímpetu de los dioses. Por otra p a r t e , la hu-
hoy la conocemos. manidad parece encontrarse en mejor estado de prosperidad y de
Q u e la Odisea fué escrita después que la Ilíada, y que apare- riquezas en la Odisea que en la Ilíada, y las casas de Néstor, de
cen manifiestas diferencias en el carácter y en la c o n d u c t a de los M e n e l a o y especialmente de A l c i n o o , ofrecen y a el espectáculo
hombres y de los héroes, así como también en el estilo de c a d a u n o de la comodidad ') y de la opulencia. P e r o ¿cómo habrían podi-
de estos p o e m a s , es de todo punto i n d u d a b l e ; sería, sin embar- do los héroes en el c a m p o de b a t a l l a , delante de la ciudad sitia-
go, difícil y hasta temerario querer sacar de estas premisas con- d a , abandonarse á los placeres y á las diversiones á que se entre-
clusiones firmes y decisivas respecto á la persona ó á la edad del g a b a n los A t r i d a s en el palacio de M i c e n e , y que los tranquilos
poeta. E x c e p c i ó n hecha de Poseidon, que movido por terrible ira F e a c i o s podían disfrutar en su perpetua p a z ? A u n admitiendo,
obra siempre d e , u n a manera invisible, el carácter de los dioses a d e m á s , que en el plan general del poema y en la m i s m a elección
en la Odisea, es mucho menos duro que el de los mismos dioses en del asunto se v i s l u m b r a diversidad de gusto y de sentimientos, ar-
la Ilíada; en la primera obran de a c u e r d o , sin disensiones y sin gumento que e s , r e a l m e n t e , el único que hasta ahora han podido
querellas de ningún g é n e r o , siempre en bien de la h u m a n i d a d y invocar en su a p o y o los corizontes 8 ) de la antigüedad y de los tiem-
nunca en su c o n t r a , como sucede á m e n u d o en la s e g u n d a , en la pos modernos para atribuir á dos personas distintas el genio ma-
cual conspiran contra su ruina. F u e r z a es c o n f e s a r , no obstante, ravilloso de H o m e r o 3 ) , esta diferencia no es m a y o r que la que
que el asunto de la Odisea se prestaba menos que el de la Ilíada, á existe á menudo entre las aficiones d i s t i n t a s , entre las tenden-
la pintura de las pasiones violentas y de las encarnizadas luchas cias y carácter diversos de la j u v e n t u d y de la vejez de un mismo
de los dioses. Son éstos siempre de categoría superior á los mor- individuo. E s indudable que la Odisea lo mismo en su plan que en
tales; pero en lugar de descender, como sucede en la I l í a d a , en los caracteres de sus principales h é r o e s , de Ulíses m i s m o , de
forma h u m a n a de la mansión divina del O l i m p o , para confun- Néstor y de M e n e l a o , muestra una gran afinidad con la Ilíada;
dirse en el tumulto de la pelea, acompañan en la Odisea al aven- y q u e aquélla presupone siempre la existencia de é s t a , á la que,
turero Ulíses y al inteligente T e l é m a c o , distinguiéndose única- por decirlo a s í , se refiere de una manera t á c i t a ; lo cual explica el
mente de ellos por su m a y o r sabiduría y por la prudencia de hecho digno de ser n o t a d o , de que el autor de la Odisea, quien á
sus consejos. L a razón principal de esta diferencia, ha de bus- menudo menciona acontecimientos de la v i d a de Ulíses que es-
carse en la naturaleza m i s m a de la tradición, y aún p o d e m o s tán fuera de los límites del p o e m a , no cita entre ellos ninguno
añadir, en el exquisito tacto del p o e t a , que supo conservar en su
cuadro la unidad del asunto y la armonía del t o n o , e x c l u y e n d o
c u a n t o no estaba de acuerdo con la índole de aquél. L a s tentati-
' ) E l vocablo griego es xgjhSr,, que en l a I l í a d a no se a p l i c a m á s que al
vas de algunos eruditos que han pretendido descubrir en la Ilíada c u i d a d o de los c a b a l l o s , pero que en la O d i s e a significa las comodidades y el
una religión y una mitología enteramente diversas de l a s de la l u j o del h o m b r e , entre los que merecen especial mención los b a ñ o s templados.
O d i s e a , conducen á una separación arbitraria de a m b o s poe- Odisea 8 , 450.
m a s '). A n t e t o d o , sería preciso demostrar cómo un sectario de ») L l a m á b a s e oí -/Mpíüovres, 6 «separadores», á los gramáticos griegos que
la l l a m a d a religión de la Odisea, habría podido tratar el asunto atribuían la I l í a d a y " l a Odisea á dos poetas distintos. [Solo se han dado el
n o m b r e de corizontes á los gramáticos H e l á n i c o y X e n ó n . Según Proclo,
de la I l í a d a , sin hacer alusión alguna á los c o m b a t e s , á las que-
Chrestomathia, p. 26 d e W e s t e r m a n n , negaban á H o m e r o el h a b e r compuesto la
Odisea.]
3) [Con razón B o n i t z en su o b r a Ursprung der homenschen Gedichte, p. 34 de
la 4 a edic., dice respecto d e lo arriba expuesto: «Perderían no poco mérito,
1) B e n j a m í n C o n s t a n t , especialmente e n su célebre o b r a De la Religión, a l u d e á los p o e m a s de H o m e r o , si diéramos crédito á la pueril creencia de
vol. 3 , se h a creído o b l i g a d o , sin d u d a , á admitir esta teoría, distinguiendo que ha existido un cantor divino que compuso en su j u v e n t u d la I l í a d a y la
en los poemas homéricos «tres especies de mitologia» y determinando por ellas Odisea en la e d a d m a d u r a . L a I l í a d a y la Odisea han de ser para nosotros,
la época en que c a d a una de las diversas partes se c o m p u s o . [ V é a s e sobre sin que esto contribuya á aumentar ni á disminuir en nada su valor intrín-
este p u n t o O . Müller, kl. Schriften 2, p . 7 3 - 7 4 . ] seco incontestables testimonios del desenvolvimiento de la epopeya griega.»]
de los que y a figuran en la Ilíada ' ) . Por otra p a r t e , aunque la
nes fuera un deber sagrado el recoger la miel que sus labios des-
composición de dos poemas de esta índole, pareciera una obra
tilaban, para comunicarla á los demás. S e a de esto lo que quiera,
demasiado gigantesca para que la v i d a de un hombre bastara á
no puede negarse que la existencia de poemas épicos de tan gran-
realizarla, podríase recurrir á la hipótesis de q u e , después de ha-
des dimensiones sería incomprensible, donde no hubiera habido
ber compuesto la Ilíada en el vigor de su j u v e n t u d , H o m e r o co-
numerosas ocasiones de recitarlos en toda su integridad, para
m u n i c o , en su vejez, á un discípulo iniciado en los secretos de la
p o é t i c a , el plan largamente m a d u r a d o de la Odisea y confiádole c a u t i v a r con la abundancia de imágenes y con el poderoso inte-
su ejecución. rés de una poesía perfecta, la atención del auditorio. D e igual
suerte, no se comprende t a m p o c o , sin una recitación coherente y
E s evidente que cuantas veces tratemos de formarnos una c o n t i n u a , la posibilidad de que estas obras llegaran á completar-
idea clara de cómo se compusieron estas dos grandes e p o p e y a s , se; pues lejos de e s t o , sin aquella circunstancia, sólo habrían lle-
en una época en que la escritura era aún por completo descono- g a d o á ser una simple aglomeración de fragmentos. ¿ P e r o dónde
c i d a , tropezaremos con obstáculos y dificultades sin c u e n t o ; obs- se c e l e b r a b a n , se p r e g u n t a , ceremonias ó banquetes tan largos
táculos y dificultades que tienen su razón de s e r , más que en q u e dieran tiempo bastante para oir estas recitaciones? y ¿qué
las leyes universales de la inteligencia h u m a n a , en la falta de atención no habría sido preciso prestar para seguir tantos miles
datos sobre aquellos tiempos remotos y en la imposibilidad de d e versos? Y sin e m b a r g o , si los Atenienses podían escuchar en
imaginarnos una creación de la inteligencia sin el auxilio de una misma fiesta, uno después de o t r o , nueve tragedias, tres
medios que han llegado á ser para nosotros de absoluta nece- d r a m a s satíricos y otras tantas c o m e d i a s , sin que se les ocurrie-
sidad. ¿Quién podría determinar cuántos millares de versos pu- s e que era preferible distribuir entre todo el año semejante delei-
diera componer en el espacio de un año y confiar á la memoria te , ¿ qué impide creer que los G r i e g o s de tiempos más remotos,
fiel de discípulos consagrados por entero á su maestro y á su ar- pudieran escuchar en una misma fiesta la Ilíada y la Odisea y qui-
t e , un poeta siempre absorto en la meditación de un asunto? z á también otros poemas ? M á s t a r d e , cuando los citaristas, los
Siempre y donde quiera que surge un genio c r e a d o r , encuentra poetas ditirámbicos y otros artistas de este género comenzaron á
espíritus hermanos con c u y o auxilio puede realizar, en tiempo rivalizar con los rápsodas, debieron naturalmente robar á éstos
relativamente corto, obras admirables. E s , pues, verosímil que el una parte del tiempo que hasta entonces se les había consagra-
anciano aeda estuviese rodeado de discípulos j ó v e n e s , p a r a quie- d o ; pues en la época primitiva en que el estilo épico dominaba
sin r i v a l , fácil es comprender que el canto heroico monopolizaba
la atención del auditorio. Sobre t o d o , h a y que guardarse de juz-
' ) E n c o n t r a m o s á Ulíses en su j u v e n t u d en casa de A u t o l i c o (Odisea 19.
394- 24, 3 3 1 ) , durante la expedición contra T r o y a en Délos (Odisea 6, 162), gar, por la lectura superficial y á menudo interrumpida que nos-
en Lesbos ( 4 , 3 4 1 ) , en lucha con A q u í l e s (8, 7 5 ) , al lado del c a d á v e r d e es- otros hacemos de estos p o e m a s , de la emoción con que un pueblo
te héroe y en sus funerales (5, 308. 24, 39), combatiendo por s u s a r m a s (11. verdaderamente apasionado y entusiasta de tales goces ' ) , oía re-
544). disputando á Filoctetes el premio del a r c o (8, 219); secretamente l e v e -
citar los cantos épicos. E n s u m a , hubo una é p o c a — y de ella son
mos en T r o y a ( 4 , 242), en el caballo de m a d e r a ( 4 , 270. véase 8, 492. i r ,
monumentos la Ilíada y la O d i s e a — e n que el pueblo griego, no en
522), emprendiendo la vuelta á su patria ( 3 , 130), y finalmente llegando á
un país c u y o s habitantes no conocen el uso de la sal ( n , 120); pero en la los banquetes sino en las fiestas solemnes y b a j o los auspicios de
Odisea no se habla ni se hace la menor alusión á los a c t o s de U l í s e s en la sus príncipes hereditarios, e s c u c h a b a estas poesías y otras m e n o s
I l í a d a , ni al castigo d e T e r s i t e s , ni á los caballos de R e s o , ni al c o m b a t e sobre excelentes del modo cómo deben ser oídas y s a b o r e a d a s , esto es,
el c a d á v e r de P a t r o c l o , etc. Son t a m b i é n m u y distintas de las relatadas en la
c o m o cantos acabados y completos. D ú d a s e de que en aquellos
I l í a d a , las proezas y las aventuras q u e narra la O d i s e a , de los d e m á s héroes
antiquísimos tiempos se recitaran estos poemas con el fin de al-
que pelearon al pie de los muros de T r o y a , d e M e n e l a o , A g a m e m n o n , Aquíles.
Néstor y otros. [ E l traductor francés a ñ a d e á esto la atinada o b s e r v a c i ó n de c a n z a r un premio en los certámenes; esta hipótesis, sin e m b a r g o ,
q u e las aventuras de Ulíses en la Ilíada de que se h a c e mención en la O d i s e a ,
se encuentran casi todas en cantos c u y a a u t e n t i c i d a d es puesta en tela de j u i c i o
por el m i s m o O. Müller.] ') V é a s e m á s a r r i b a el c o m i e n z o del C a p . I V .
no es ciertamente inverosímil. A h o r a b i e n , así como cuando ia
afluencia de los rápsodas á los agones fué a u m e n t a n d o , se comen-
zó á conceder más valor al arte del que d e c l a m a b a que á las belle-
z a s del p o e m a , y a mil veces repetido, así también cuando otras
m u c h a s representaciones poéticas y musicales reclamaron un lu-
g a r al lado de la recitación de los rápsodas, permitióse á éstos
declamar los fragmentos de poemas en que c a d a uno de ellos creía
brillar más. Sin d u d a por esta causa la Ilíada y la Odisea ') que
aún no se hallaban consignadas por escrito, existieron durante CAPÍTULO V I
algún tiempo en fragmentos sueltos é incoherentes. D e b e m o s , p u e s ,
eterna gratitud al organizador de los concursos de rápsodas en
Los poetas y los poemas cíclicos ' )
las P a n a t e n e a s — fuera Pisistrato ó Solon — quien obligando á l o s
cantores á recitar uno después de otro siguiendo el plan lógico del
poema d e c l a m a d o J ) , redujo á la integridad de sus primeras for-
m a s aquellas g r a n d e s obras poéticas que habían ido fraccionándo- L o s p o e m a s de H o m e r o , que sirvieron de base á toda la lite-
se. Posible e s que entonces se hicieran en ellas algunas adiciones ratura g r i e g a , forman t a m b i é n , por decirlo a s í , el núcleo de la
arbitrarias, pero no podemos esperar poderlas distinguir del resto poesía épica de G r e c i a : todas las producciones notables de este
de la composición, hasta que hayamos logrado formarnos una género poético traen de ellos su origen , y con ellos se relacionan,
idea cierta de la f o r m a primitiva y de la suerte que después su- sirviéndoles como de continuación y complemento. A s í , á medi-
frieron los cantos homéricos 3 ) . da que más de cerca estudiemos las relaciones íntimas que entre
unas y otras obras m e d i a n , no sólo llegaremos á formarnos una
idea más clara de los asuntos que en l a s epopeyas post-homéricas
') 8tscntaij[ilva, oir¡p^u¿va, ujiopáor,v, ¿oó¡j£va. V é a n s e los t e s t i m o n i o s a u t é n - se desarrollan, sino que también podremos proyectar alguna l u z
ticos á e s t o c o n c e r n i e n t e s , e n l o s Prolegomena d e W o l f , p. 143. sobre los mismos p o e m a s de H o m e r o , la Ilíada y la Odisea. Re-
s) e; v i t o í r ^ w : . [ S e g ú n el autor del d i á l o g o H i p a r c o a t r i b u i d o á Platón, ciben la denominación de cíclicos los poetas épicos sucesores de
p e r o a p ó c r i f o á t o d a s l u c e s , d e b e ser c o n s i d e r a d o a q u é l , y n o P i s i s t r a t o c o m o
H o m e r o , porque todos ellos se esfuerzan de continuo en relacio-
i n v e n t o r d e e s t a m e d i d a . E n l a p . 228, b, d i c e : TA ' O p - p o v EITI] n p £ « o ; EXÓ|M<TEV
E!; TTJV YÍ,v TAUTQVE', xas, r ¡ v á y x a i s XOÜ; paiJiwSoü; IIava0r¡vatOi« •J-OAT/IEM; E?E5?,; nar sus obras con las de su maestro, para formar con todas ellas
a-jra Siiévat, ¿iurcp VOV ETC notoüet. P o r el c o n t r a r i o , el h i s t o r i a d o r D i e u c h i d a s , á un gran ciclo. D e aquí también procede la costumbre de compren-
c u y o t e s t i m o n i o se r e m o n t a n v e r o s i m i l m e n t e D i ó g e n e s L a e r c i o 1 , 57 y Suidas der todos sus cantos b a j o el solo nombre de H o m e r o a ) ; pues la
e n ÚRCOPOAI- f u é S o l o n : t á TE 'Oar.po-j ÚTIO^OAT,; yiypacpE pa^wSsiffOai, o'ov 6itou i,
estrecha relación de aquéllos con la Ilíada y con la Odisea e r a , á
7IPO»TO: EAT,|EV, EXEIOEV AP-/EU6A'. TOV ÉNÓ(IEVOV.]'Véase s o b r e a m b o s p u n t o s G . B e r n -
los ojos de los a n t i g u o s , una prueba más que suficiente de la uni-
h a r d y , Grundrifs der gr. Litteratur, 2.a e d i c . p a r t e 2.a, p. 94 y ss. N i t z s c h , Sagen-
poesie der Grieclien, p. 413 á 418. [ T a m b i é n d e b e c o n s u l t a r s e á R . Volkmann, d a d de concepción y de plan que se empeñaban en vislumbrar en
Geschichte und Kritik der Wolfschen Prolegomena zu Homer, Leipzig, 1874, p . 299 el conjunto de obras tan diversas. Casi todos estos p o e m a s , sin
y ss, y á O . M ü l l e r , kl. Schriften, vol. 1 , p. 7 3 - 7 4 . ] e m b a r g o , según noticias más exactas, fueron atribuidos á autores
3) [ A p e s a r del i n c o n t e s t a b l e m é r i t o d e t r a b a j o s c o m o l o s d e L a c h m a n n y
K i r c h h o f f , n o p u e d e e n m o d o a l g u n o sostenerse q u e , d e s d e q u e se e s c r i b i ó e s t e
') [ C o n s ú l t e s e s o b r e e s t a m a t e r i a el a r t i c u l o d e O . M ü l l e r s o b r e l a o b r a d e
l i b r o , nos h a y a m o s a c e r c a d o m u c h o á a q u e l fin. L a c u e s t i ó n , d i f í c i l d e r e s o l v e r
W ü l l n e r , de cyelo épico poetisque cyclicis, M o n a s t . , 1828, e n s u s kl. Schriften, vol. 1,
por c i e r t o , d e l o q u e c o n l o s p o e m a s d e H o m e r o se h i z o e n l a é p o c a d e P i s i s -
t r a t o e s , b a j o c i e r t o a s p e c t o , el p r i n c i p a l o b s t á c u l o c o n q u e t r o p i e z a n t o d a s l a s p. 400 y ss., r e l a c i o n a d o c o n l a s o b s e r v a c i o n e s q u e e n c o n t r a r i o a d u c e W e l c k e r ,
Lesches floreció a n t e s d e l a 30.a O l i m p i a d a , 3658 a ñ o s a. C h r . L a opinion ex- í j ; Tílpi ito).).ot ra&ov A a v a o í , OspárcovTEí *Apr,o;.
p u e s t a e n el t e x t o d e s c a n s a e n el t e s t i m o n i o d e P h a n i a s e n C l e m e n t e A l e j a n - 3) * S e g ú n W e l c k e r , e r a n d o s p e r s o n a s d i s t i n t a s , v é a s e op. cit., p . 498-499.
d r i n o , Stromat., 1, p . i 4 4 , q u e h a b l a d e un s u p u e s t o c e r t a m e n e n q u e t o m a r o n [ L a h i p ó t e s i s d e W e l c k e r , a n t e r i o r m e n t e e x p u e s t a por A . V a l e s i u s , de crit. 1, 20.
parte Arctino y Lesches. ] á l a c u a l se h a n a s o c i a d o t a m b i é n B e r n h a r d y y o t r o s , y según l a q u e e s t e P r o -
3) [ E n t r e otros al lacedemonio Cineton: véase C a p . I X . ] c l o , f u é E u t i q u i o P r o c l o d e S i c c a , m a e s t r o d e M a r c o A u r e l i o , q u e v i v i ó e n el
*) Poet., c . 23 .adfinem. p . 1459, b , 2. siglo s e g u n d o d e l C r i s t i a n i s m o , p a r e c e d e t o d o p u n t o i n a d m i s i b l e . Así lo i n d u -
completas sobre el ciclo épico ' ) , difiere por completo de nuestra
to no ha sido s a c a d o de aquellos cantos en su forma originaria,
opinión en este punto. A guisa de extracto de los poetas cíclicos,
sino de una compilación hecha por algún g r a m á t i c o , con el solo
expone Proclo la narración continuada de los acontecimientos
intento de recoger de las obras de varios poetas cíclicos una des-
de la guerrra de T r o y a , en que un poeta sucede siempre á otro,
cripción poética completa de aquellos mismos acontecimientos, y
á m e n u d o en medio de un asunto que requiere la unidad más es-
en la cual el autor cuidó de no repetir ninguna circunstancia y de
trecha. A s í , según é l , Arctino continuó la Ilíada de H o m e r o has-
no omitir ningún otro detalle importante. E s t o mismo inducen á
ta la lucha entre A j a x y Ulíses por conquistar las a r m a s de Aquí-
creer las propias palabras de Proclo '). E n este sentido, el ciclo
les, cuyo resultado refiere y a L e s c h e s , con las subsiguientes em-
comprendía no sólo el período de la guerra de T r o y a — e n que los
presas de los héroes griegos contra T r o y a , hasta que el caballo de
poemas hallábanse estrechamente relacionados entre sí y todos
madera queda dentro de los muros de la c i u d a d ; en este punto
ellos con los de H o m e r o , — s i n o también la mitología entera, des-
Arctino reanuda el hilo de la narración, describiendo la salida de
de las bodas de la Tierra y el C i e l o , hasta las últimas aventuras
los héroes encerrados en el c a b a l l o , p a r a romperlo de nuevo en
de Ulíses. P a r a llegar, p u e s , á aquel resultado, viéronse obliga-
medio de la historia de la retirada de los G r i e g o s , en el momento
dos los gramáticos á utilizar poemas enteramente diversos, de
en que Athene está ideando el modo de castigarlos; de relatar la
c u y a originaria conexión no alcanza á descubrirse huella a l g u n a
ejecución de este proyecto se encarga A g i a s en el poema titulado
en su plan ni en la ejecución de éste 2 ).
los Nostoi. P a r a explicar satisfactoriamente este entrelazamiento
de poemas diversos, es preciso admitir la existencia de una espe- • E l poema que en el ciclo precedía á la I l í a d a , y que su autor
cié de A c a d e m i a de p o e t a s , los cuales acordaran distribuirse el destinó evidentemente á este objeto, se llamaba la Cipriada, com-
asunto con la exactitud más escrupulosa. P e r o de todas suertes, puesto de once c a n t o s , y el cual puede atribuirse, sin temor de
no puede comprenderse cómo Arctino interrumpiera dos veces el e r r a r , á Estasinc de C h i p r e , quien, según la t r a d i c i ó n , lo recibió
hilo de su narración en historias que el interés del auditorio no de H o m e r o — á quien por esta razón se creyó natural de Salami-
le habría permitido dejar imperfectas, con el único y exclusivo fin na de C h i p r e — e n concepto de d o t e , por su casamiento con la hija
de proporcionar á L e s c h e s , que vivió casi un siglo después que del gran poeta 3 ). Sin e m b a r g o , l a s ideas fundamentales que bri-
é l , y á A g i a s , aún más moderno, ocasión para llenar sus lagunas
y completar el poema. A d e m á s , como quiera que los fragmentos 1) K a t TtEparoOtat ó smxb; XVXAO; ex ocasópiov izo;r,T¿ov 5-j¡x^>.r,po-j¡j.£vo;
aún existentes de Arctino y de L e s c h e s prueban que los aconte- -t¡; ánopáiTíü); ' Oo-jasíw; xr,s cíe 'I0áxr,v, P r o c l o en Focio, p. 378, edic. Gaisford.
cimientos, de que, según la Crestomatía de Proclo, no se ha- ' ) Si se necesitaran otras p r u e b a s p a r a demostrar u n a tesis que es por sí
cía mención alguna en sus o b r a s , f u e r o n , por el contrario, tra- misma e v i d e n t e , recordaríamos q u e , según P r o c l o , el ciclo épico constaba
primero d e cinco libros y después de otros dos, que eran los últimos, de A r c -
tados por ambos p o e t a s , claramente se deduce que este extrac-
tino ; ahora b i e n : según la T a b u l a B o r g i a n a , los poemas de A r c t i n o consta-
ban, c o m o a r r i b a d e c i m o s , de 9.500 v e r s o s , q u e , á j u z g a r por las proporciones
d e los poemas h o m é r i c o s , debían formar por lo menos doce libros.
cen á creer no solo el testimonio de S u i d a s en IIpóx).Oí, sino también el de un 3) [ Y a los antiguos dudaron de quién fuese el autor d e l a C i p r i a d a . A d e m á s
escolio á G r e g o r i o N a c i a n c e n o que c i t a G a i s f o r d en su edición d e S u i d a s , en de E s t a s i n o , fueron considerados c o m o autores de este p o e m a , H e g e s i a s de H a -
la p a l a b r a syx-jx),tov, y Migne, Patrolog. greec., vol. 36, p. 914, c , donde se lla- licarnaso y Hegesino natural de S a l a m i n a de C h i p r e . E n las m á s antiguas c i t a s
m a á IIpóxAo: ó KXaT&mxo; ev ¡lovofJípXw irep\ xúx).ou sTiiy sy pauuivr,. ] que se h a n h e c h o del p o e m a , Heródoto 2 , 117 y G l a u c o en el escoliasta vati-
') E s t a parte de la Crestomatía fué por primera vez impresa en la gottinger cano de la H e c u b a de E u r í p i d e s , V . 4 1 , no se dice quien sea el autor. E s p o r
Bibliothek fúr alte Litteratur und Kunst ( p a r t e 1.» inédita)-, m á s tarde en el He- d e m á s e x t r a ñ o , que, c o m o asegura este último, en la C i p r i a d a , se hablase de la
phdstion de G a i s f o r d , p. 37S y ss.; 472 y ss. y en otro lugar. [ V é a s e también muerte d e Polixena. A h o r a b i e n , siendo indudable que b a j o el nombre de
O . J a h n , Bilderchroniken, p . 98 y ss. S e g ú n la hipótesis, m u y verosímil por G l a u c o se d e s i g n a b a , al poeta natural de R e g i n a de este mismo nombre, c o n -
cierto, d e S t u d e m u n d , todos los fragmentos d e P r o c l o relativos al ciclo épico, temporáneo d e D e m ó c r i t o , y que escribió una o b r a sobre el p o e t a , en m o d o al-
proceden del célebre Codex Venetus A. de la Ilíada. A l g u n a s de las primeras g u n o puede creerse en u n a confusión de la C i p r i a d a con las historias cípricas,
hojas de este C ó d i c e se han perdido y se ha trocado el orden d e las demás. c o m o W e l c k e r , epische Cyclus, vol. 2 , p. 164, supone. H a y que observar a d e m á s
V é a s e op. cit., p. 97-98.] que la C i p r i a d a debe su nombre al lugar en que se supone que fué compuesta.
lian en la C i p r i a d a son tan a n t e - h o m é r i c a s y c o n t i e n e n tan grose-
h o m b r e s con su e s f u e r z o v a r o n i l , c o m o H e l e n a con su f e m e n i l
ros e n s a y o s de filosofía m i t o l ó g i c a , c o s a c o m p l e t a m e n t e e x t r a ñ a á
b e l l e z a . D e aquí q u e T h é t i s y A p h r o d i t e , por m e d i o s m i l a g r o -
H o m e r o , q u e es imposible c o l o c a r á E s t a s i n o en u n a é p o c a ante-
s o s , p r o c u r a s e n a c e r c a r l o s uno á o t r o , p u e s de otra suerte ha-
rior á la en q u e floreció A r c t i n o . E l p o e m a c o m e n z a b a con una sú-
bría sido m u y difícil que l l e g a r a n á c o n o c e r s e . P e r o c o m o la gue-
p l i c a de la T i e r r a á Z e u s p a r a que la librase de la p e s a d a c a r g a de
rra dirigida del m o d o q u e d e j a m o s d e s c r i t o , no h i c i e r a suficientes
la r a z a h u m a n a , que h a b í a l l e g a d o á h a c e r s e d e m a s i a d o fuerte y
e s t r a g o s , Z e u s , a c c e d i e n d o m á s e f i c a z m e n t e á las s ú p l i c a s d e la
p o d e r o s a ; refería luego c ó m o Z e u s , c o n el o b j e t o de h u m i l l a r el
T i e r r a , r e s u e l v e al fin suscitar entre A q u í l e s y A g a m e m n o n , ri-
o r g u l l o h u m a n o , engendró en la diosa N e m e s i s á H e l e n a , cuya
v a l i d a d e s que p r o v o c a n l a s g r a n d e s b a t a l l a s de la Ilíada. L a C i -
e d u c a c i ó n confió á L e d a ; c ó m o A p h r o d i t e p r o m e t i ó al p a s t o r P a r i s
p r i a d a , p u e s , se refería á la I l í a d a c o m p l e t a n d o su a s u n t o y agre-
d a r l e , c o m o recompensa por h a b e r l e a d j u d i c a d o la m a n z a n a de
g a n d o al s u p u e s t o m o t i v o de la resolución de Z e u s en este ú l t i m o
E r i s , á H e l e n a , cuya h e r m o s u r a h a b í a de ser c a u s a de la ruina de
p o e m a , esto e s , á la s ú p l i c a de T h é t i s , u n a c a u s a m á s g e n e r a l de
los héroes; y cómo, en fin, fué esta r o b a d a por P a r i s m i e n t r a s q u e
q u e no se h a b l a en el p o e m a de H o m e r o , c u a l es el r u e g o de la
M e n e l a o , su esposo, e s t a b a en C r e t a y s u s h e r m a n o s los D i o s c u -
T i e r r a . E n la C i p r i a d a u n a f a t a l i d a d s i n i e s t r a , se cierne sobre el
ros m o r í a n en un combate c o n los h i j o s d e A f a r e o . D e todos es-
m u n d o h e r o i c o , c o m o en H e s i o d o ' ) l a s g u e r r a s de T e b a s y d e
t o s a c o n t e c i m i e n t o s nacía la e x p e d i c i ó n de los héroes g r i e g o s con-
T r o y a se c o n v i e r t e n entre los h é r o e s en g u e r r a s de u n i v e r s a l e x -
tra T r o y a . E n t r e tanto los G r i e g o s , s e g ú n la C i p r i a d a , salieron
t e r m i n i o . E l i n s t r u m e n t o de q u e la f a t a l i d a d se s i r v e , en e s t e
d o s v e c e s de Aulide con dirección á T r o y a ; la p r i m e r a v e z arri-
p o e m a , es t a m b i é n , c o m o en e l m i t o de P a n d o r a en H e s i o d o , la
b a r o n á T e u t r a n i a , en la M i s i a , p a í s g o b e r n a d o por T e l e f o , p e r o
b e l l e z a de u n a m u j e r . A p h r o d i t e , de c a r á c t e r p o c o belicoso y que,
al salir de allí una t e m p e s t a d les o b l i g ó á v o l v e r de n u e v o á su
e n H o m e r o , n u n c a se e n c u e n t r a p r o p i c i a á m e z c l a r s e en los c o m -
p r i m i t i v o p u n t o de p a r t i d a . E n la s e g u n d a s a l i d a de A u l i d e se
b a t e s de los h é r o e s , es la q u e , e n l a obra a t r i b u i d a á Estasino.
r e l a t a b a el sacrificio de I f i g e n i a . L o s n u e v e a ñ o s de c o n s t a n t e
d i r i g e t o d a s l a s e m p r e s a s ; h a s t a tal p u n t o influyeron en el á n i m o
l u c h a al pie de los muros y en los a l r e d e d o r e s d e T r o y a o c u p a -
d e l p o e t a de C h i p r e l a s i m p r e s i o n e s que recibiera en su isla na-
b a n c a s i m e n o s espacio en e s t e p o e m a q u e los p r e p a r a t i v o s de
tal , d o n d e A p h r o d i t e e r a la d e i d a d p r e d i l e c t a 3 ).
la g u e r r a ; — e l abundante río de la tradición que m a n a b a d e mil
f u e n t e s en los cantos de H o m e r o , h a b í a q u e d a d o r e d u c i d o á un E n t r e los p o e m a s de A r c t i n o y de L e s c h e s y la O d i s e a , vinie-
m e z q u i n o arroyuelo ' ) — y la m a y o r p a r t e de la o b r a se refería á ron á colocarse los Nostoi, e p o p e y a en c i n c o l i b r o s , del t r e c e m o
a c o n t e c i m i e n t o s anteriores, a c c i d e n t a l m e n t e c i t a d o s por H o m e - Agias 3 ). L a O d i s e a p u d o m u y bien p r o v o c a r la a p a r i c i ó n de es-
r o , c o m o por ejemplo, el a t a q u e de que es o b j e t o E n e a s por par- t e p o e m a en c u y o c o m i e n z o el a u t o r supone que todos los héroes
t e d e A q u í l e s junto á los r e b a ñ o s de b u e y e s 5 ) , la m u e r t e de T r o i -
l o 3 ) y la v e n t a de L i c a o n á L e m n o s *); P a l a m e d e s , el n o b l e a d v e r -
•) H e s i o d o , Trabajes y Días 160 y ss.
s a r i o de U l í s e s , era el único h é r o e de este p o e m a á q u i e n H o m e r o "•) [ E s p o s i b l e q u e los v e r s o s d e l a s P r a x i d a m a n t i e a s d e A r i s t o x e n o (véase
no c o n o c i ó ó á quien no t u v o o c a s i ó n de n o m b r a r . A q u í l e s a p a r e - I i a r p o c r a c i o n e n MO-JTXÍO; c i t a d o s im Anecdotum romamtm, p . 5 O s a n n , c o m o
c e s i e m p r e c o m o el héroe p r i n c i p a l , n a c i d o p a r a destruir á los p r i n c i p i o de l a I l í a d a :
"E(JZSTE vOv [i.o-.. M o O o a i . 'O/.'jiiTt'.a S - i u . a t ' 'i/yjc,i\
.5-na>; or, |M¡ví; TI -/ó/.a; 6' F/.E Ilr/AEtiova.
AY;TOO; ay/.abv víóv; ó y a f $a.aü.r¡< -/O/.WOST;.
L o m i s m o s u c e d e con las N a u p a c t i a s de q u e t r a t a r e m o s e n el C a p . V I I I . y
q u i z á s con el p o e m a Focáis.] e s t u v i e r a n d e s t i n a d o s á servir c o m o d e t r a n s i c i ó n d e l a C i p r i a d a á la I l í a d a ,
a s í c o m o el final d e l a I l í a d a p a r e c e h a b e r e s t a d o l i g a d o c o n l a E t i o p e i d a d e
') * W e l c k e r combate esta t e s i s en su epische Cyclus, p a r t e 2.a, p. 264.
s) litada 20, 90 y ss. Arctino.] . .
3) litada 2 4 , 257. L a poesía d e é p o c a s p o s t e r i o r e s , c o l o c a la m u e r t e d e T r o i l o 3) ' A v í a - es la v e r d a d e r a f o r m a d e este n o m b r e , e n j o m c o H y f e ; [ a s i se v e
e n los ú l t i m o s d í a s de T r o y a . e n P a u s a n i a s i . 2. 1 . A - i y í a ; e s u n a c o r r u p c i ó n . [ E l Codex Venrtus A. dice
l) litada 2 1 , 35. " A y s o y . c o m o si el n o m b r e del poeta f u e r a H a g i a s . ]
á excepción de U l í s e s , han vuelto á su p a t r i a , después de termi- F o r m a b a la continuación de la O d i s e a , la Telegonía de c u y o
n a d a la guerra de T r o y a . Sin d u d a existían y a , en la época de p o e m a no aparecen más que dos libros en la colección de que se
H o m e r o , algunos poemas sobre la v u e l t a de los héroes; pero es- sirvió P r o c l o ')• Eugamon de C i r e n e , que no vivió antes de la
tos cantos sueltos cayeron en el más profundo o l v i d o , al aparecer 53. a O l i m p i a d a , es considerado como autor de este c a n t o , el cual
el poema de A g i a s , compuesto con arte casi homérico, y en el c o m e n z a b a en los funerales de los pretendientes celebrados por
c u a l se v e n recogidas y utilizadas, cuantas indicaciones se encuen- sus deudos. A u n q u e , en realidad la falta de este p a s a j e no que-
tran esparcidas en las obras del gran poeta '). A g i a s d a b a prin- branta la unidad de la O d i s e a , puesto que los pretendientes, des-
cipio á su canto, refiriendo cómo Athene realizó su meditada ven- pués del castigo que reciben por mano de U l í s e s , no sólo no ins-
g a n z a suscitando entre los A t r i d a s , rivalidades que impidieron piran y a interés a l g u n o , sino que parece como que son extraños
la simultánea vuelta de los dos príncipes á su patria. L a s aven- a l asunto del p o e m a , é s t e , sin e m b a r g o , considerado como obra
turas de los A t r i d a s , constituían , p u e s , el asunto principal de es- n a r r a t i v a , resulta incompleto sin el pasaje mencionado. L a T e -
te poema s ) . E n él se c u e n t a n , en primer t é r m i n o , las peregri- l e f o n í a refería después un v i a j e de Ulíses á Políxeno en E l i d e , cu-
naciones de M e n e l a o , el primero que había a b a n d o n a d o las cos- y o s motivos desconocemos; luego la ejecución de los sacrificios
tas de T r o y a , hasta la vuelta de este héroe á su p a t r i a ; después q u e le habían sido encomendados por T e i r e s i a s ; por último el he-
el poeta refiere el v i a j e de A g a m e m n o n , que se h i z o á la vela mu- i o e — p r o b a b l e m e n t e para l l e g a r , en cumplimiento de la profecía
c h o más t a r d e , hasta M i c e n e , el asesinato del héroe y la suerte d e T e i r e s i a s , «al país cuyos habitantes no conocen el m a r ni l a s
de su familia, hasta el momento en que llega M e n e l a o , después sales marinas» — v a á T e s p r o c i a , donde reina feliz y victorioso,
de consumada la v e n g a n z a de Orestes 3 ) , con la cual termina el hasta que por segunda v e z vuelve á I t a c a , donde m u e r e , sin ser
poema. E n esta narración hallábanse con gran habilidad y arte conocido por su matador, á manos de T e l e g o n o , el hijo que había
encadenados los viajes y peregrinaciones de los d e m á s h é r o e s , de tenido en Circe y que iba en busca de su padre.
D i ó m e d e s , de N é s t o r , de C a l c h a s , de L e o n t e o , de Polipetes y de Ningún a c o n t e c i m i e n t o , excepción hecha de la guerra de T r o -
Neoptelemo, y la muerte de A j a x el locrio en las rocas Caferia- y a y de la v u e l t a de los G r i e g o s á su p a t r i a , se halla tan íntima-
n a s , de tal m o d o , que el conjunto formaba un c u a d r o admirable- mente relacionado con la Ilíada y con la O d i s e a , como la guerra
mente bosquejado de los héroes aquéos que en profunda discor- de los Argivos contra Telas; puesto que muchos de los principales
dia volvían á su patria por caminos diversos, l u c h a n d o con mil héroes a q u é o s , especialmente Diómedes y E s t e n e l o , se encontra-
obstáculos y peligros. Ulíses era el único que quedaba p a r a la ban entre los vencedores de T e b a s , y sus antepasados, de una
Odisea *). oeneración más a u d a z y más terrible, habían combatido antes en
aquel mismo l u g a r , sin é x i t o , pero no sin gloria. T a m b i é n so-
bre esta - u e r r a existían poemas atribuidos á H o m e r o y que quiza
') V é a s e especialmente la Odisea, 3, 135. tenían grandes conexiones con su época y con su escuela. ^ con
2) Verosímilmente por esta r a z ó n A t e n e o llama al poema más de u n a v e z efecto, no v e m o s que á estas poesías v a y a u n i d o , como a los de-
( 7 , 281, b y 9 , 399, a ) : í] itov 'A-psiSüv y.áfiooo;.
3) V é a s e Odisea 3, 311. 4, 547.
N o sabemos á ciencia c i e r t a el lugar que la Nekyia ó d e s c r i p c i ó n de los d e P l u t o n y de P e r s é f o n e ? Si alguna parte de la Odisea se presta á tal exposi-
infiernos, o c u p a r í a en los N o s t o i ; [ P a u s a n i a s 10, 28, 7, véase 30, 5 ] pero no ció!piratona, es la consulta á T e i r e s i a s q u e , disgregada del resto del
puede dudarse que estaba relacionada c o n los funerales d e T e i r e s i a s , que poema tiene m u c h o de enigmática. ' V é a s e W e l c k e r , oP. cit p 298
C a l c h a s , en los Nostoi, celebraba en Colofon. Teiresias, en la Odisea, es el espí- P M E s t o s dos libros no eran evidentemente m á s que un simple e x t r a c t o de
ritu m á s venerable d e los infiernos; el único que está dotado de memoria y poema ( ' C o m b a t e esta tesis W e l c k e r , o*. cit., p. 489.) L a s mismas c . U s de
de reflexión, y g r a c i a s á é l , Ulises se atreve á penetrar h a s t a la e n t r a d a del P r o c l o h a c e n y a suponer una extensión m a y o r , aún no contando con el ^ m a
reino d e las sombras. Si el p o e t a , se h a b i a propuesto h a c e r una especie de de colorido místico sobre los Tesprocios, que Ciernente A l e j a n d n n o S ^ .
exposición preparatoria á la O d i s e a , ¿ q u é mejor ocasión p o d i a presentársele 6 , p, 277, a t r i b u y e á E u g a m o n , y el c u a l , en su forma p n m . t i y a , era evidente-
p a r a introducir, p o r decirlo a s í , el espíritu de profecía en el reino de las som- mente u n a parte d e la Telegonía. [ V é a s e C a p . X V I . ]
bras, y para explicar el privilegio de que gozaba según la O d i s e a en la morada
más cantos del ciclo, el nombre de uno ó de varios poetas poste- en su caballo A r i o n , sér sobrenatural; y el poema termina con
riores, sino q u e , ó son atribuidas á H o m e r o , como en general hi- una profecía anunciando la llegada de los E p í g o n o s .
cieron los griegos antiguos ' ) , ó en caso de d u d a , no se les atri- L o s Epígonos formaban la segunda parte de la T e b a i d a , pero
buye á ningún otro poeta. L a Tebaida, poema dividido en siete tenían con ella tan íntimas conexiones, que aunque en realidad
libros, y que consta de cinco mil seiscientos versos 2 ) t u v o por pa- eran dos obras independientes y separadas, á menudo se las de-
tria á A r g o s , que es t a m b i é n , en H o m e r o , el centro del poder signaba con el mismo nombre '). E l poema los E p í g o n o s comen-
g r i e g o , y c o m e n z a b a con estas p a l a b r a s : « C a n t a , o h , m u s a , A r - z a b a con una alusión á la primera guerra: « A h o r a , 0I1, M u s a s ,
gos la árida donde los príncipes...» 3 ) E n ella vivía A d r a s t o , que c o m e n c e m o s á cantar ias h a z a ñ a s de los más jóvenes >)•; y refe-
dió hospitalidad á Polinice, el desgraciado hijo de Edipo; el autor ría las proezas menos conocidas de los hijos de aquellos héroes,
aprovecha esta ocasión para relatar las causas del destierro de dirigidas probablemente por el mismo Adrasto 3 ) , designado por
P o l i n i c e , refiriendo la muerte de E d i p o y la maldición, dos v e c e s el destino para conquistar á T e b a s , si su e j é r c i t o , conduciéndose
r e p e t i d a , de sus hijos. Presentaba este poema á A m f i a r a o c o m o con dignidad y n o b l e z a , se hacía digno de gloria. D i ó m e d e s y
el prudente consejero de A d r a s t o y abiertamente opuesto á los E s t e n e l o , hijos el uno del terrible T i d e o y del a u d a z C a p a n e o el
belicosos deseos de los héroes Polinice y T i d e o . L a Helena de esta otro, aparecen en los E p í g o n o s iguales á sus padres en valor y en
guerra era E r i f i l e , la mujer seductora que obligó á su marido, fuerza y superiores á ellos por su moderación y su respeto á los
hombre por lo general cauto y que preveía su r u i n a , á precipitar- dioses.
se en la desgracia 4 ). L a soberbia y arrogancia de los jefes argi- E s t o s datos e s c a s o s , pero ciertos, revelan la alteza del asunto
v o s presentábase probablemente en este poema como causa prin- y que éste fué tratado en un estilo que no desmerecía del de H o -
cipal de su propio aniquilamiento, que H o m e r o atribuye á la mero. H a b í a , sin e m b a r g o , entre las obras del gran poeta y los
maldición que sobre ellos p e s a b a 3 ) , y que E s q u i l o describe con E p í g o n o s una diferencia, cual era la de que en este último poe-
característicos emblemas. A d r a s t o es el único que logra salvarse ma la v i d a idealizada de los héroes no estaba presentada c o m o
en la Ilíada y en la O d i s e a , en una sola acción grandiosa ni en
relación con un fin ú n i c o , sino que desarrollábase ante el audito-
') E n Pausanias 9 , 9 , 5 KaV./.ívo:, es e v i d e n t e m e n t e l a p a l a b r a a p r o p i a d a .
rio una larga serie de acontecimientos cuyo lazo de u n i ó n , im-
E s t e a n t i g u o poeta e l e g i a c o , c i t a b a p u e s , h a c i a l a 20.a O l i m p i a d a c o m o o b r a d e perfecto y d é b i l , consistía exteriormente en su común relación
H o m e r o l a T e b a i d a [ F r a g m . 6 , d e B e r g k ] . L o s E p í g o n o s se a t r i b u í a n t o d a v í a con una misma e m p r e s a , é interiormente en ciertas reflexiones
á Homero, e n l a é p o c a d e H e r ó d o t o ( 4 , 32). [ L o m i s m o s u c e d í a c o n l a C i - morales é ideas mítico-filosóficas.
p r i a d a , c o m o se infiere d e l t e s t i m o n i o de H e r ó d o t o 2 , 1 1 7 , q u e r e c h a z a e s t a
antigua opinión.]
2) * V é a s e W e l c k e r q u e c o m b a t e este p u n t o e n op. cit., p. 376. [ L a c i f r a 5.600 . ) A s í el e s c o l i a s t a d e A p o l o n i o d e R o d a s 1 , 308, c i t a , e n el relato d e M a n -
d e s c a n s a e n u n d o b l e e r r o r . E n l a T a b u l a B o r g i a n a no se e n c u e n t r a c o m o pre- t o l a T e b a i d a en l u g a r d e l o s E p í g o n o s . ' C o m b a t e e s t a t e s i s W e l c k e r , op. cU
t e n d e H e y n e , : • / ' , sino c o m o d i c e F r a n z , :•/', q u e s i g n i f i c a . p o r c o n s i g u i e n t e , p 404. [ S o b r e o t r o p o e m a d e A l c m e o n , p e r t e n e c i e n t e a l c i c l o t e b a n o , p e r o d e
6.600; v é a s e O . J a h n , Bilderchroniken, p. 77. A s í , p u e s , d i c h a c i f r a no s e refiere á í n d o l e c o m p l e t a m e n t e d i v e r s a , v é a s e el C a p . X V I d e e s t a o b r a . ]
l a T e b a i d a q u e se n o m b r a d e s p u é s , sino á u n a p o e s í a d e título d e s c o n o c i d o , q u e = ) NOv aoO' óirXoíipwv avo ? «ov « p x ^ f l a , M « 0 « u . [Certam. Hom. Hestod,,
s e c i t a a n t e s . E l n ú m e r o d e v e r s o s d e l a T e b a i d a según el Certam. Hom. et He- p 20 V é a s e l a Paz d e A r i s t ó f a n e s , V . 1.270, e n q u e el e s c o l i a s t a c o n s i d e r a ,
siodi, p. 1 9 , e d i c . d e N i e t z s c h e , es el de 7.000; del m i s m o n ú m e r o d e v e r s o s e r r ó n e a m e n t e por s u p u e s t o , á A n t í m a c o c o m o a u t o r d e l o s L p . g o n o s . ]
c o n s t a b a n l o s E p í g o n o s , según el m i s m o testimonio, p . 20. V é a s e R i t s c h l , Sticho- 3) V é a s e P i n d a r o , Pytli. 8, 48. P u e d e f á c i l m e n t e p r o b a r s e q u e P i n d a r o en la
metrie in den Opuse, phil., vol. 1 , p . 82-83.] m e n c i ó n q u e h a c e d e esta l e y e n d a , s i g u e fielmente l a T e b a i d a .
3) "Apyo; as'.Ss, 6sá, itoXuo«&¡ov, sv6a avsr/w;. [Certam. Hom. et Hesiodi
2 4 9 , p. 20, e d i c . N i e t z s c h e . ]
* ) A s í el P s e h d o - H e r ó d o t o (Vita Homeri.c. 9) l l a m a á t o d o el p o e m a 'A|i<pi-
ápao. sEc/.a'íía k y S u i d a s 'Au^tapáo-j ¿ID.EVTI;. [ V é a s e O . Müller,
Archciol., § 4 1 2 , 2.]
s) Iliada 5 , 409.
CAPÍTULO VII
Hymn. 6 , 19.
y d e t a l l a d a s narraciones de l e y e n d a s p a r t i c u l a r e s , c a p a c e s por sí c u á n n u m e r o s a s y d i v e r s a s eran en G r e c i a l a s fiestas religiosas á
solas d e despertar el interés del a u d i t o r i o . E s t o s h i m n o s , p u e s , ( 1 ue los r á p s o d a s c o n c u r r í a n . A s í es e v i d e n t e q u e los dos h i m n o s
deben ser ante todo c o n s i d e r a d o s c o m o preludios de t o d a u n a se- á \ p o l o se c a n t a b a n , el u n o e n la isla de D é l o s , en la fiesta del
rie de recitaciones é p i c a s , ó en otros t é r m i n o s , c o m o introducciones n a c i m i e n t o del dios, y el otro en la fiesta con que se c e l e b r a b a la
á todo un certamen de rapsodas, l a s c u a l e s , de e s t a s u e r t e , e r a n c o m o m u e r t e del d r a g ó n en P i t o ; que el h i m n o á D e m e t e r se r e c i t a b a
el g r a d o de transición de l a s f e s t i v i d a d e s , de los s a c r i f i c i o s , de en l a s fiestas de E l e u s i s , en l a s que a d e m á s se c e l e b r a b a n certá-
las p l e g a r i a s y de los h i m n o s r e l i g i o s o s , al c e r t a m e n de los canto- m e n e s m u s i c a l e s , y que en l a s fiestas d e A p h r o d i t e c e l e b r á b a n s e
res é p i c o s . E l himno corto á H e r m e s — el d é c i m o o c t a v o de los t a m b i é n a g o n e s de r á p s o d a s ' ) e s p e c i a l m e n t e en S a l a m m a y en
himnos h o m é r i c o s — q u e r e a l m e n t e n o es m á s q u e el h i m n o l a r g o la i s l a de C h i p r e M , d o n d e y a h e m o s visto n a c e r un notable
al m i s m o d i o s , a b r e v i a d o , nos d a u n a idea de la m a n e r a c ó m o se p o e m a é p i c o . P e r o el h i m n o c o r t o á A r t e m i s , que describe el
a b r e v i a b a n estos h i m n o s p a r a que sirviesen de p r o e m i o s á u n a v i a i e de la diosa d e s d e el río H e l e s , en S m i r n a , á C l a r o s d o n d e la
e p o p e y a ó á una p a r t e d e t e r m i n a d a de un p o e m a . a g u a r d a b a su h e r m a n o A p o l o fué c i e r t a m e n t e c a n t a d o en un
E s e v i d e n t e que estos h i m n o s no t e n í a n relación a l g u n a di- c e r t a m e n m u s i c a l que f o r m a b a p a r t e de l a s fiestas consagradas
recta c o n las ceremonias religiosas, ni se e n t o n a b a n , c o m o los c a n - á e s t a s d o s d i v i n i d a d e s , en el c é l e b r e t e m p l o de C l a r o s , c e r c a de
tos líricos y corales, d u r a n t e la procesión s o l e m n e en el t e m p l o C o l o f o n . P a r e c e t a m b i é n p r o b a b l e q u e se celebrasen i g u a l m e n t e
(•Kojiitr,), ni en los sacrificios (íi-jda), ni en l a s l i b a c i o n e s (ghovot,), fiestas y c e r t á m e n e s de r á p s o d a s en honor d e la m a d r e F r i g i a de
que o r d i n a r i a m e n t e a c o m p a ñ a b a n á l a s p l e g a r i a s del pueblo; los d i o s e s , en l a s c i u d a d e s del A s i a M e n o r .
sino q u e aludían en g e n e r a l al d i o s , c o m o p r o t e c t o r de la fiesta, E s t á f u e r a de toda duda q u e estos proemios fueron c o m p u e s -
al t e r m i n a r la cual se c e l e b r a b a un a g ó n de a e d a s ó de r á p s o d a s . tos por r á p s o d a s del A s i a M e n o r c o m o los que tomaron p a r t e en
Sólo u n o de los h i m n o s á q u e nos r e f e r i m o s — e l o c t a v o , d e d i c a d o el c i c l o h o m é r i c o , y de n i n g ú n m o d o por p o e t a s de la e s c u e l a d e
á A r e s — no es un p r o e m i o , sino u n a p l e g a r i a á a q u e l d i o s ; p e r o H e s i o d o . P r u é b a l o así el h e c h o de q u e no se e n c u e n t r a e n t r e l o s
lo m i s m o su estilo q u e sus m ú l t i p l e s i n v o c a c i o n e s y e p í t e t o s se m e n c i o n a d o s p r o e m i o s n i n g ú n h i m n o á l a s M u s a s , c o n los c u a l e s
d i f e r e n c i a n tanto de los de H o m e r o , q u e con r a z ó n se le s u p o n e el p o e t a de la T e o g o n i a , c o m o él m i s m o a f i r m a , c o m e n z a b a y ter-
escrito e n época m u y posterior y se le c o l o c a entre los h i m n o s m i n a b a todos s u s p o e m a s 4 ) . S o l a m e n t e a p a r e c e en esta colección
órficos ' ) . un h i m n o b r e v í s i m o de este g é n e r o =); pero c l a r a m e n t e se v e que
m e d i a t a c o n el c u l t o , y a u n q u e un p o e t a c u a l q u i e r a h u b i e r a po- a r g u m e n t a n d o p o d r e m o s t a m b i é n c o m b a t i r l a a p u n a n de que e s t o s
chos fragmentos poéticos en estos lugares. [Estas U<r/%1 fueron y a mencionadas á la Ilíada, p. 239, 19 y Hesiquio en vOv os Oso:.]
en la Odisea iS, 329, y el autor de los T r a b a j o s y Días, versos 493-494 habla de s) V é a s e Hymn. 25 y Teogonia 94 a 97.
sabemos por P í n d a r o •), que solíau e o m e n z a r con una invocación
gen á que él era el más famoso de los Homéridas. E s t e himno es
a Z e u s , y la colección de que hablamos no contiene más que un
precisamente el que se compuso en época más inmediata á la en
brevísimo e insignificante proemio d e d i c a d o á este dios ' ) .
que vivió H o m e r o , y es de deplorar que una gran parte del mis-
D u d a s e aún de si se conservó en la actual colección algu-
mo se h a y a perdido ' ) ; la parte precisamente que contenía el co-
no de los preludios que usó en sus recitaciones musicales de los
mienzo de la narración, y el verdadero motivo de las peregri-
cantos de H o m e r o , el poeta lésbico y citarista T e r p a n d r o »); pero
naciones de L e t o , el c u a l , según todas las probabilidades, no po-
parece probable que estos cantos, compuestos para ser recitados
día ser otro que la predicción de H e r a , de que L e t o daría á luz
rmente
n : distinto
c r r r — , d e
del de los
cítara-tuvieran un
himnos q u e ' n o s ocupan. ****** un hijo poderoso y terrible. E s t a profecía, sin e m b a r g o , parece
estar en contradicción con las primeras palabras de A p o l o cuan-
E n general h a b l a n d o , aunque estos himnos presentan cierta
do llama sus instrumentos favoritos lo mismo á la cítara que al
analogía y s e m e j a n z a entre sí, la v a r i e d a d de l e n g u a j e y estilo
a r c o , y declara que su principal oficio es promulgar los decretos
poético de los mismos nos induce á creer que contiene la colec-
de Z e u s 1 ) . P e r o toda la leyenda del nacimiento de A p o l o está
ción fragmentos de todos los siglos trascurridos entre la época
presentada en este himno de tal modo que todo él parece consa-
de H o m e r o y las guerras médicas. A l g u n o s de ellos, como por
grado á ensalzar la isla de D é l o s , única q u e , compadeciéndose
e j e m p l o el h,mno á Demeter, p a r e c e ser como el grado de tran-
de L e t o , la ofrece hospitalidad; asunto apropiadísimo p a r a un
sición a la poesía órfica; otros se refieren á cultos locales, com-
himno dedicado á las fiestas de P r i m a v e r a , á las cuales concu-
pletamente desconocidos p a r a nosotros, como el himno de Sele-
rrían los Jonios de las comarcas vecinas y áun de las mas leja-
ne, que celebra á la hija que ésta tuvo de Z e u s , esto es, á la
n a s , en sus peregrinaciones á la isla sagrada.
diosa P a n d i a , que brilla inmortal entre los dioses, y del cual sólo
podemos conjeturar que la fiesta de P a n d i a en A t e n a s estaba E l himno á Apolo Pythio, monumento el más importante de la
consagrada á Selene *). antigua tradición de A p o l o en Pito, pertenece á la época en que
el templo pitio se h a l l a b a aún en territorio de C n s s a , sin que en
crenera\p m ° S a h 0 r a í a c l a r a r y C O m p l e t a r e s t a s observaciones él se encuentren vestigios de la enemistad entre los sacerdo-
g e n e r a l e s , concretándonos á los c i n c o himnos más largos y más tes de P i t o y los habitantes de C r i s s a , que más tarde fue causa
importantes E l himno á Apolo Delio, q u e , como y a L m o s di-
de la guerra de los Anficciones contra e s t a ciudad (en la 47. a
cho ), ue atribuido por T u c í d i d e s al mismo H o m e r o , es induda-' O l i m p i a d a ) . D e uno de sus pasajes se infiere igualmente que en
blemente obra de un homérida de Chíos, el cual, al final del canto aquella época no estaban aún en uso en los juegos píticos las ca-
se llama a si mismo el poeta ciego que habita en la pedregosa rreras de caballos 3 ) , las cuales dieron comienzo inmediatamente
U n o s L a opinion de que este poeta fuera aquel C i n e t o s , que flo- después de la guerra crisseia, al paso que los certámenes más an-
reció hacia la 6 9 .* O l i m p i a d a •) d e b i ó , sin duda alguna liori- tiguos de P i t o eran exclusivamente musicales. E l argumento del
himno es el siguiente: A p o l o desciende del Olimpo para erigirse
') [Nemeas 2, i y ss. un templo, y mientras b u s c a un lugar á propósito en B e o c i a , I i i -
"OBsv rap y.at *0¡iy(píeat
par.-to-j £TCÍ(ÚV Tairó).}.' à 0 ;So:
») Hymn. 23. A.Ò, lx obra E n el escoliasta de Píndaro y en el comentario de Eustacio a la Ihada
p 6 40, aparece escrito este nombre, K - W O o , El n o m b r e Cinetos descansa
;¡ P
T
I u t a r c o ' de c- 4 . 6 y Cap. I V de esta obra
en l a opinión no suficientemente probada de Welcker, eP,sche Cyclns, vol. 1,
p. 242 de que Cineton y Cinetos son el mismo nombre.]
i) Hymn. 1 , 3 0 .
») ELV, (ÍOI xtOapsc TE f & i ) xa\ x a ^ X a xo*«
s,ark - - - á - de
3 ) Véase C a p . V . • J 1 o' av0p(ónoiffi Aib; v ^ u p r í « f l o ^ v . Hymn APoll. Del. 131.
3) Hymn 2 , 8 4 d o n d e el ruido de los caballos y de los carros aparece como
«) Escolio á las Nemeas de Píndaro 2, x. [Véase el C a p . V de la presente causa de que el lugar no sea á propósito para erigir el santuario a Apolo.
phusa ó Delphusa, diosa de las a g u a s , le recomienda el territorio tos cantos del de los poemas homéricos, si bien no puede negarse
de C n s s a , en las g a r g a n t a s del P a r n a s o ; consejo que le da con q u e se encuentran en la l l í a d a y en la Odisea, ejemplos de esta in-
la esperanza de que una monstruosa serpiente que allí h a b i t a b a genua malicia, y que la historia de los amores de A r e s y de Aphro-
mataría al joven dios. A p o l o sigue el consejo, pero defrauda las dite en la Odisea, parece pertenecer al mismo género de composi-
esperanzas de la diosa, porque después de fundar un santuario ción que este himno. N o obstante, la circunstancia de que la lira
en aquel solitario y estrecho v a l l e , mata á la serpiente y castiga ó la c í t a r a — p u e s el autor no distingue estos dos instrumentos,
á T i l p h u s a cegando su fuente '). E n seguida reviste de la dignidad que el uso más correcto de la lengua diferenció c l a r a m e n t e , — e s
de sacerdotes del n u e v o templo á varios cretenses á quienes él descrita en este himno como instrumento que consta de siete cuer-
m i s m o , en forma de delfín, trasporta á C r i s s a , y los cuales se das '), mientras que conocemos las palabras m i s m a s de T e r p a n -
consagran á la custodia del santuario y á hacer sacrificios en ho- d r o , que se j a c t a b a de haber sustituido la lira de siete á la de
nor del dios. cuatro cuerdas ' ) , induce á creer que es obra de época m u y pos-
E l himno á Heyw.es tiene un carácter m u y diverso del de los terior. Infiérese, pues, de aquí que este poema fué compuesto des-
restantes, razón por la que los críticos modernos se han aventu- pués de la 30.a O l i m p i a d a , y acaso por un poeta de la escuela de
rado á rechazar, sin más ni m á s , cuantos versos han creído apó- L e s b o s que y a por entonces se había extendido en el Peloponeso 3 ).
crifos. C o n esa agradable sencillez que da apariencias de verosi- E l himno á Aphrodite cuenta cómo esta d e i d a d — q u e logró do-
militud á los acontecimientos más estupendos y maravillosos, se minar á todos los dioses, excepto á t r e s — s e enamora, por volun-
c u e n t a en él cómo H e r m e s , engendrado secretamente por Z e u s , tad de Z e u s , del troyano A n q u i s e s , á quien se presenta, solici-
sabe, apenas acabado de nacer, abandonar la cuna en que su ma- t a n d o su amor, b a j o la forma de una princesa frigia, cuando
dre le había depositado creyéndolo en s e g u r i d a d , para robar los aquél apacentaba sus rebaños en el monte Ida. A l marcharse,
rebaños de A p o l o en las praderas divinas de la Pieria. E l mara- se le muestra en toda su m a j e s t a d d i v i n a , anunciándole el naci-
villoso niño l o g r a , apelando á toda suerte de artificios, borrar las miento de un hijo llamado E n e a s , que había de reinar, él y sus
huellas de los bueyes r o b a d o s , y ocultarlos en una c a v e r n a cerca descendientes,-en T r o y a 4 ) . P a r e c e m u y probable que este himno
de P i l o s , donde los mata con destreza de expertísimo sacrifi- — e n el cual se encuentran expresiones y artificios homéricos—se
c a d o r . A l mismo tiempo había formado la primera lira con la cantase en honor de los príncipes de la familia de E n e a s , en al-
concha de una tortuga que encontró en su primera e x p e d i c i ó n , y g u n a ciudad de la c o m a r c a del I d a , donde continuó reinando
con cuyo instrumento logra a p l a c a r la cólera de Apolo, el cual esta dinastía hasta la época de la guerra del Peloponeso '').
había y a adivinado quien era el ladrón de sus rebaños; de
E l himno á Demeter celebra la estancia de esta diosa en Eleu-
suerte que los dos hijos de Z e u s , después de hacerse mutuos
sis. D e m e t e r b u s c a inútilmente á su h i j a , á quien le han arreba-
presentes, traban la más estrecha amistad. E s t á narrada esta
tado las H a d a s , hasta q u e , por conducto del dios del S o l , sabe
historia con delicadeza y g r a c i a , su estilo es ligero y picante,
que su raptor es el dios del T á r t a r o ; entonces resuelve quedarse
y el poeta parece gustar de las transiciones bruscas; en el co-
mienzo de su canto anuncia las maravillosas proezas de H e r m e s
de un modo enigmático, como cuando dice que « H e r m e s , al en- -) E u c t i d e s (Introduct. Harmon.) en M e i b o m i u s Script. Mus., P. 19. [Estrabon
contrar la t o r t u g a , halló un inmenso tesoro, porque supo hacer
1 1 , p. 618. V é a s e F r a g m . 5 de B e r g k . ]
de ella un cantor s ).» V é a s e , pues, cuán distinto es el estilo de es- 3) Sabemos que el poeta lirico de Lesbos, A l c e o , trato de una manera ana-
loga, el mito del nacimiento de H e r m e s y del robo de los b u e y e s , en forma lí-
rica, c o m o puede suponerse. V é a s e F r a g m . 7 de B e r g k .
<) P a r a comprender bien este h i m n o , no es preciso explicar las relaciones, «) Hymn. 4, 196-197. V é a s e litada 20, 307.
por cierto m u y oscuras, de este mito c o n el c u l t o de D e m e t e r T i l p h o s e a ó Erin- ») [Respecto de la exactitud de esta a s e r c i ó n , a c e r c a de la cual debe consu -
n y s , enemiga d e Apolo. [Véase O. M ü l l e r , Orchomenos, p. 4 7 y 4 8 0 (p. 41 y 468 tarse la römische Geschichte d e S c h w e g l e r , vol. 1 . p. 294, se han su se 1 a o a -
d e la 2.a e d i c . ) , y U n g e r , Paradoxa thebana, p. 117. ]
g u n a s dudas. V é a s e B a u m e i s t e r , Hymni Homerki, p. 251. y R 1 hiele'
J) Hymn. 3, 24 á 26. ,
ad Hymn. in Veneran Homerkum, H a l l e , 1782. p. 74 }' ss-
en Eleus.s que le había d a d o hospitalidad, y donde p a s a por
tutora de D e m o f o o n t e , hasta que reconociendo al fin los Eleusi-
nos que es una d i o s a , le erigen un templo. E n este templo se
oculta la airada d e i d a d , negando á los hombres sus dones, hasta
que Z e u s logra una transacción, en virtud de l a q u e C o r a su
h i j a , vivirá al lado de su madre dos terceras partes del a ñ o , y la
otra tercera parte habitará con las H a d a s '). R e u n i d a de nuevo
con su h i j a , D e m e t e r inicia á los Eleusinos en sus s a g r a d a s
orgias, en recompensa de su hospitalidad.
han c o n f i r m a d o — d e que este dialecto épico era la l e n g u a gene- g ú n B u t t m a n n , s e r í a : «el s a l a r i o d e b e ser firmemente c o n c e r t a d o con el amigo.»
H o m e r o e m p l e a l a l o c u c i ó n m á s b r e v e : IAIIOÒ; Sá oí apv.io; '¿OTXI. — T a m b i é n
d e b e r e m o n t a r s e á l a m á s a l t a a n t i g ü e d a d l a l o c u c i ó n h e s i o d e a : ' A).).à tírj ¡¿ot
T«0T« rap\ SpOv 5¡ r.p\ látpr¡v; ( T e o g o n i a 35) q u e s e r e l a c i o n a con l a h o m é r i c a ;
' ) [ P r o c l o , VitaHomeri, p. 25 d e l a e d i c . d e W e s t e r m a n n . C o n m á s e x t e n - OO P-Év 7:(OC vOv É'rov ím> opuó? 0'J8 ' arcò TOTpr,; T£> òapi?é[ievat ( I l i a d a 2 2 , 126),
sión h a b l a d e esto E f o r o , e n el P s e u d o - P l u t a r c o de Vita Homeri c. 2 , donde y con Où y à p aitò òp'jó; Èssi i t a ) , a t ? á - o v , o-jò' àir'o riTpr.c ( O d i s e a 1 9 , 162). E n
p a r a h o n r a r , sin d u d a , á C u m a s , s u c i u d a d n a t a l , p r e s e n t a á H o m e r o y á H e - t o d o s e s t o s v e r s o s l a e n c i n a y l a r o c a r e p r e s e n t a n l a sencilla v i d a d e l c a m -
s i o d o c o m o nacidos en ella. V é a s e C a p . I V , p . 65. ] p o d e l o s a u t ó c t o n o s g r i e g o s , q u e se c r e í a n n a c i d o s d e s u s m o n t e s y d e s u s sel-
5) V e r s o 299: ' E p y á í e ' j , Ilépar„ Aiov v i v o ; — v a s , y c u y o s p e n s a m i e n t o s g i r a b a n , e n su i n o c e n t e s e n c i l l e z , e n torno d e e s t o s
3) E n G e l i o , Noct. att. 3 , 11. J e n ó f a n e s , el f u n d a d o r d e l a e s c u e l a d e E l e a , o b j e t o s . E l v e r s o c o n el c u a l H e s i o d o t e r m i n a l a d e s c r i p c i ó n d e l a e s c e n a d e
las más poderosas de la h u m a n i d a d , y por ú l t i m o , la diosa mis- x i v o ; el s e g u n d o la l i g e r e z a , la e s t o l i d e z ; y los dioses ordenan l a s cosas d e mo-
d o q u e l a s v e n t a j a s q u e la h u m a n i d a d consigue por el u n o , las pierde por el
ma del amor). Después de a q u e l c a t a c l i s m o , la N o c h e solo arroja
o t r o , q u e personifica la irreflexión.
da que nos sorprenden y maravillan en las obras de Homero. H e -
le llamó H o m e r o , sino con su moderna denominación. P e r o lo
siodo no sólo ha conservado fielmente la tradición antigua y dado
más extraño es que en este c a t á l o g o , por cierto no m u y l a r g o , ha
c á b i d a en su poema á muchas sentencias de siglos anteriores
sido de tal modo utilizado el pasaje de la Ilíada (12 , 20 y ss.),
sin introducir en ellas alteración alguna 1 ) , sino que parece tam-
que de los ocho riachuelos, en dicho p a s a j e m e n c i o n a d o s , que
bién que h a prohijado, sin cambiar mucho su f o r m a , largos pasa-
partiendo del Ida corren en dirección á la c o s t a , aparecen siete
j e s y aun himnos enteros .que e n c a j a b a n bien en el plan primitivo
en la T e o g o n i a ; prueba incontestable de que este p o e m a recibió
de su obra. Así se observa que la lucha de los T i t a n e s no comien-
no pocas adiciones de los rápsodas, que acostumbraban recitar,
za, como era de esperar, en la decisión de Z e u s y de los d e m á s
juntamente con los poemas hesiódicos, los homéricos 1).
dioses Olímpicos de hacerles la g u e r r a , sino con el encadena-
L a T e o g o n i a original, como y a hemos dicho, terminaba con
miento de Briareo y de los demás Hecatonquiros por U r a n o s ; y
las genealogías de los dioses, esto e s , en el verso 962, puesto que
sólo cuando nos ha referido cómo Z e u s les dió libertad por
la parte siguiente fué agregada á la obra para que sirviera como
consejo de la Tierra, nos presenta el poeta la lucha de los T i t a -
de transición á otro p o e m a más extenso que los rápsodas unían
nes y a m u y adelantada. E s t a parte de la T e o g o n i a termina rela-
á la T e o g o n i a como si fuera continuación de ésta; pues no es ve-
tando cómo los dioses confiaron á los Hecatonquiros la custodia
rosímil que á un cantor de tales tradiciones genealógicas se le ocu-
de los aprisionados T i t a n e s , y cómo B r i a r e o , por su casamiento
rriese la idea de celebrar á las diosas q u e , en unión amorosa con hom-
con Cymopoleia, vino á ser yerno de Poseidon. E s t e B r i a r e o , lla-
bres mortales, dieron v i d a á hijos divinos (que tal es el asunto de la
mado también Egeon por H o m e r o (Ilíada i , 404), y que repre-
última parte de la versión que ha llegado hasta nosotros), á me-
senta el impetuoso movimiento del m a r , era un demonio íntima-
nos que al mismo tiempo se propusiera cantar á los dioses que en
mente l i g a d o con el culto de Poseidon 2 ) ; y es de creer que en los
mujeres mortales engendraron poderosos héroes ( c o s a m u y frecuen-
templos consagrados á este dios se cantasen himnos en los cuales
te en la mitología griega). Cierto es que el dios Dionysos y H e r a -
fuera especialmente celebrado como vencedor de los T i t a n e s , y
cles , colocado en el número de los dioses, que nacieron de una
que uno de estos himnos sirviera á Hesiodo de base para su Ti-
unión de esta última especie, aparecen nombrados en la primera
tanomaquia.
parte del poema (versos 940 y ss.); pero h a y aún otros muchos hé-
E s también casi indudable que la T e o g o n i a fué interpolada roes c u y a genealogía no aparece, y los cuales son tanto ó más im-
en muchos pasajes por los r á p s o d a s , cosa m u y natural tratándose portantes que los nacidos de diosas, como Medeío, F o c o , E n e a s y
de un p o e m a trasmitido á posteriores generaciones por tradición otros. P o r otra parte, los últimos versos de la T e o g o n i a nos sumi-
oral. L a s enumeraciones de diversos n o m b r e s , como por ejemplo, nistran una p r u e b a patente de que á ella se agregó un poema de
la especificación de los rios llamados hijos del O c é a n o (versos 338 esta índole, puesto que las mujeres para cuyo elogio se invoca á
y ss.), ofrecían numerosas ocasiones á la interpolación de n u e v o s las M u s a s en estos v e r s o s , no pueden ser otras que aquellas mor-
versos. E n t r e aquellos ríos se omiten precisamente los nombres tales bellezas por quienes los dioses descendieron del Olimpo. E n
de los que con más razón debían mencionarse, como el A s o p o y breve e x a m i n a r e m o s el carácter de este poema hesiódico, por des-
el C e f i s o , e n Beocia, al paso que figuran otros muchos que son g r a c i a perdido.
extraños á l a geografía h o m é r i c a , como el F a s i s , el Istro, el Eri- H a s t a aquí no hemos hablado de la parte de la T e o g o n i a que
d a n o , el N i l o , y este último con el n o m b r e , no de E g i p t o , como ha ofrecido más dificultades á la c r í t i c a — n o s referimos al proe-
m i o — p o r q u e sólo un examen general de todo el poema podía co-
' ) [Véase p. 135 ;
s) P o s e i d o n , llazado así de aire?, que significa olas a g i t a d a s , llamábase t a m -
bién A í y a t o ; y A'.yiiwv. [Véase Hesiquio en alys ; - t k xú|¿aTa. Aupisic. A r t e m i d o r ») [Por lo d e m á s , puede también suponerse que m u c h o s poemas están saca-
Oneirocr. 2, 1 2 , asegura que también se u s a b a la expresión x-J|ta-x a í y a : EV TÍ, dos de u n a misma y p r i m i t i v a fuente. V é a s e a d e m á s , por lo que t o c a al catálo-
G'jvr,ÚE!a ),syo[xsv. Score su etimología véase G . C u r t i u s , p. 170, y sobre su sig- go de los rios de H e s i o d o , los c o m e n t a r i o s de Schómann á la Teogonia,
nificado O . Müller Prolegomena zu einer wissenschaftlühen Mythologie, p . 272.] p. 171 y ss.]
locarnos en condiciones de podernos formar una idea e x a c t a de e s , los elogios de los dioses todos, antiguos y modernos, los him-
la forma primitiva de aquélla. E s evidente que esta introducción nos consagrados en particular á Z e u s , y finalmente, los cantos so-
no pudo ser, á causa de su desproporcionada extensión (versos i bre las familias heroicas y sobre la lucha de los g i g a n t e s , a b r a z a
á 1 1 5 ) , de la repetición intolerable de-pensamientos idénticos, ó en conjunto todos los m a t e r i a l e s épicos cultivados por los poetas
por lo menos análogos, y de la incoherencia de muchos pasajes, de la escuela beocia, y hasta incidentalmente se mencionan en ella
el primitivo comienzo de la T e o g o n i a ; y lejos de e s t o , parece una los poemas sobre la adivinación de la escuela de H e s i o d o ' ) . E s t e
simple colección de cuanto los aedas beocios habían dicho en ala- himno á las M u s a s e r a , por consiguiente, m u y á propósito, no
b a n z a de l a s Musas. N o e s , sin e m b a r g o , preciso recurrir á hipó- sólo para ser cantado como un poema épico a c a b a d o y completo,
tesis muy complicadas p a r a explicar cómo se formó este confuso sino también para servir de introducción, á semejanza de los him-
fragmento ni suponer que aquel l a r g o proemio h a y a sido forma- nos más largos de los H o m é r i d a s , á las recitaciones de los rápso-
do merced á la premeditada fusión de varios otros más breves. das beocios en los certámenes.
L e j o s de esto, puede explicarse muy fácilmente, con sólo recor-
P e r o las M u s a s eran c e l e b r a d a s , según nos dice el mismo
dar noticias conservadas en los autores antiguos 1 ). E l proemio
proemio (verso 3 4 ) , no sólo al principio, sino también al final del
propiamente dicho, contenía la hermosa historia, y a c i t a d a , de la
p o e m a ; y debieron existir algunos cantos de épicos beocios en los
visita de las M u s a s al Helicón y de la iniciación de Hesiodo en
que los p o e t a s , del asunto principal de su e p o p e y a , pasaran á l a s
el arte de la poesía, por medio de la rama de laurel. A este pasa-
alabanzas de las Musas. N a d a c u a d r a b a mejor á un canto final
j e debía seguir aquel otro que describe la vuelta de las M u s a s al
de este g é n e r o , que una a r e n g a del poeta á los príncipes que
O l i m p o , donde c a n t a b a n himnos en honor de su padre Z e u s , ven-
ocupaban un lugar de preferencia entre la multitud que le escu-
cedor de Cronos y rey y ordenador del m u n d o , con cuyo p a s a j e
c h a b a , para demostrarles cuán necesaria era también para ellos
debía enlazarse la invocación á las M u s a s , en que el poeta las in-
la protección de las M u s a s en los tribunales de justicia y en las
v i t a á cantar la progenie y genealogía de los dioses. Según esto,
asambleas p o p u l a r e s , y para recomendarles al mismo tiempo
formaban el proemio primitivo los versos 1 á 35, 68 á 74 y 104 á
(intento principal de H e s i o d o ) el respeto á las divinidades del
1x5, c u y o nexo no se halla interrumpido sino por la última invo-
canto y á - l o s que se consagraban al servicio de las mismas. N o
cación á l a s Musas, que la repetición del mismo pensamiento b a j o
de otra índole e s , en e f e c t o , otro fragmento interpolado en el
formas casi idénticas h a c e por extremo monótona. P o r lo que
proemio primitivo (versos 75 á 1 0 3 ) , el cual encajaría mejor
hace á los fragmentos interpolados, el primero (versos 36 á 6 7 )
en el final de la T e o g o n i a , donde v o l v e r í a , por decirlo a s í , á la
es un himno que celebra á l a s M u s a s como cantoras olímpicas,
realidad de la v i d a humana la e p o p e y a hasta entonces consagra-
engendradas por Z e u s en la Pieria y no lejos del O l i m p o , y que
d a á cantar las genealogías de los dioses, y convertiría la mirada
no tiene relación alguna con la T e o g o n i a . E n e f e c t o , la enume-
antes fija en las celestes regiones y en los seres sobrenaturales, á
ración de los asuntos cantados por las M u s a s en el Olimpo, esto
la perspectiva ordinaria de los hechos h u m a n o s ; mientras que en
la introducción de la T e o g o n i a rompe por completo la unidad de
1 ) Según P l u t a r c o , Quaest. conviv. 9 , 1 4 , 1 , [véase también 9 , 1 , 2 ] la histo-
la composición. E s t e p a s a j e , sin e m b a r g o , t a m p o c o podría colo-
ria del nacimiento de las M u s a s de los poemas de H e s i o d o , esto e s , versos 36
cársele en el lugar que v e r d a d e r a m e n t e le corresponde, esto es,
á 67 de nuestro proemio, era c a n t a d a c o m o un himno especial; y A r i s t ó f a n e s el
g r a m á t i c o alejandrino ( e n los escolios al verso 6 8 ) , pretende que la expedición á continuación del verso 962, porque aquí se interpoló la parte
d e las M u s a s al O l i m p o , seguia á sus danzas en el Helicón. [ N a u c k , en su Aris- que trata de las deidades unidas por amorosos lazos con hombres
tophanis Byzantii fragmenta, H a l l e , 1S4S, p. 59, cree que es sospechosa la auten-
ticidad del pasaje c i t a d o de los escolios, atribuido á Aristófanes. D e todas suer-
tes, la observación que en él se encuentra a c e r c a de la expedición de las M u s a s
' ) V e r s o 38: eipsüGX'. -i t ' zti-.-j. -i sccóu-ívx - p ó t ' eóvta. [ W e l c k e r , en
al O l i m p o , no procede evidentemente de este crítico. Sobre el proemio de la
sus comentarios á la T e o g o n i a de H e s i o d o , p. 65, c o m b a t e la opinión d e que en
T e o g o n i a h a b l a m á s extensamente O. M ü l l e r e n sus kl. Schriften, vol. 1, p. 425
la época en que fué compuesto este h i m n o , existiesen y a « p o e s í a s de adivina-
y ss.]
ción de los épicos de la escuela de Hesiodo». ]
mortales, para que sirviera de introducción, prolongando de esta
D í a s , en cuanto que en este último poema es la c a j a de P a n d o r a
suerte casi infinitamente la T e o g o n i a , al relato de los amores de
la causa de todos los males que atormentan al género humano,
los dioses con mujeres mortales también. N o quedaba, pues, otro
mientras que en el primero es la misma encantadora doncella,
recurso al que tratase de ligar todos estos fragmentos conserva-
c o l m a d a por los dioses de toda clase de d o n e s , quien tantos ma-
dos juntamente con la T e o g o n i a , con el resto de la o b r a , que el
les ocasiona al mundo, en su cualidad de progenitora del sexo fe-
de interpolar en el proemio el himno á las Musas y el epílogo; lo
menino. P e r o el antiguo cantor ( c u y a malicia se vislumbra á tra-
cual, no obstante, no podía hacerse sino en una época en que el
vés de su ingenuidad) h a b l a del mal que ocasiona la mujer, no en
verdadero arte de la poesía épica se hubiera eclipsado por com-
el sentido m o r a l , sino en el sentido económico; no se lamenta el
pleto ').
poeta de las seducciones de las mujeres ni de las pasiones que
V e a m o s ahora, para t e r m i n a r , la relación que media entre la inspiran, sino que deplora tan sólo que, como los zánganos en las
Teogonia y el poema en c u y o e x a m e n nos hemos ocupado al c o l m e n a s , no sirvan más que para consumir el fruto del trabajo
principio de esta nuestra exposición de la poesía hesiódica : los de o t r o , en v e z de acrecentarlo.
T r a b a j o s y Días. E s indudable que el estilo y el carácter de am-
E s cosa digna de ser notada el que esta misma e s c u e l a , que
bos poemas son m u y s e m e j a n t e s ; pero ¿ quién se atrevería á ase-
solía tratar con humor satírico al sexo débil, produjera también
gurar que esta semejanza sea tal que h a y a de atribuirse necesa-
epopeyas mitológicas y heroicas en que se hacía el elogio de las
riamente la paternidad de ambos á un mismo individuo y no á
mujeres de la a n t i g ü e d a d , y el que á gran parte de los mitos he-
una familia ó escuela de cantores ? Cierto es que el autor de la
roicos uniera los nombres de celebradas heroínas. L a escuela de
Teogonia y el de los T r a b a j o s y D í a s desean ser considerados
H e s i o d o , sin e m b a r g o , pudo hallar motivos para hacer estos ca-
como la persona misma q u e , nacida en el Helicón y e d u c a d a en
tálogos laudatorios de mujeres ilustres de tiempos antiquísimos,
la vida del c a m p o , fué iniciada por las mismas M u s a s en el arte
en las circunstancias coetáneas y en ciertas instituciones políti-
de la poesía ; como es igualmente cierto que el Hesiodo primitivo,
c a s . L o s L o c r i o s , limítrofes de los B e o c i o s , tenían una nobleza
el jefe de esta familia de aedas , a b a n d o n ó las ocupaciones de la
compuesta de cien familias, las c u a l e s , según Polibio ' ) , funda-
vida ordinaria para dedicarse á la p o e s í a , la cual fué- c u l t i v a d a
ban sus títulos y blasones en su descendencia de antiguas heroí-
por sus sucesores en términos que hicieron de ella una profesión.
n a s ; y P í n d a r o ( e n la n o v e n a oda olímpica) celebra á Protoge-
E s digno de observarse que el espíritu doméstico y económico del au-
neia como progenitora de los reyes de Opuncia. Demuéstrase
tor de los T r a b a j o s y D í a s se manifiesta también en la T e o g o n i a ,
al propio tiempo que la L o c r i a fué como una especie de segunda
en pasajes donde la gran variedad de los asuntos lo consiente,
patria de la poesía hesiódica, por una tradición que encontramos
como por ejemplo, en el mito de P r o m e t e o y de E p i m e t e o s ). E s
en T u c i d i d e s ( 3 , 9 6 ) , y según la cual Hesiodo, al m o r i r , fué se-
verdad que esta leyenda toma en la T e o g o n i a una forma algún
pultado en el templo de Z e u s N e m e i o , cerca de E n e o n , comarca
tanto diversa de aquella bajo la cual aparece en los T r a b a j o s y
c o n t i g u a á la de N a u p a c t o s , que en un principio perteneció á los
L o c r i o s ; y es indudable que cuando se h a b l a de un sepulcro del
' ) E s por otra parte indudable que existía otra redacción completamente poeta en el territorio de N a u p a c t o s ( P a u s a n i a s 9 , 38, 3 ) , debe
distinta de la Teogonia á c u y o final habíase agregado un fragmento que h a c í a entenderse el mismo q u e se hallaba no lejos de Eneon. A h o r a
derivar el nacimiento de Hephestos y de A t h e n e de u n a contienda entre Z e u s y
b i e n ; es muy digna de tenerse en cuenta la circunstancia de que
Hera. E l testimonio de Crisipo en G a l e n o Hìppocratis et Platonis dogm. 3 , 8 , voi.
también N a u p a c t o s fué patria de un p o e m a épico intitulado Ñau-
5 . P- 349 y ss., así lo indica. [ E l p a s a j e de C r i s i p o no se refiere en m o d o algu-
no á los versos pertenecientes á u n a redacción de l a T e o g o n i a , distinta de la pactia, en el cual se celebraba á las mujeres de la edad heroica s ) .
que ha llegado hasta nosotros, sino á poemas teogónicos verosímilmente depen-
dientes de la Teogonia, y que pasaban por ser de Hesiodo. V é a s e sobre esto
á S c h ó m a n n , Opuse, academ., voi. 2, p. 418 y ss. E n sentido análogo se expresa
') [12,5,6.]
O. Müller [ e n su artículo sobre P a l l a s A t h e n e , kl. Schriften, voi. 2, p. 224.] 2) P a u s a n i a s 10, 38, 1 1 , usa la expresión 'í-r, irenoii¡¡isva I; - p v a ï x a ç ; y en otra
! ) [ V e r s o s 590 y ss.] parte el poema hesiódico es llamado cà s: yuvaîxaç àSôuîva. D e numerosas citas
Infiérese de todo esto que h a b í a una r a m a locria de la escuela el poeta parece como que se c o m p l a c e en celebrar su b e l l e z a , su
hesiódica • ) , á la que perteneció el «apologista de las mujeres,» g r a c i a , su talento y su amor c o n y u g a l . V é s e también en los frag-
mentos que se han conservado de esta parte de las E e a s , que,
que compuso las E e a s .
al referir las hazañas de H e r a c l e s , el poeta vuelve frecuente-
E s t e gran p o e m a , intitulado las Eeas ó G r a n d e s E e a s
mente á hablar de A l c m e n e , y nos describe con especial amor las
(MeyaJiai 'Ho:at) s ) , debía tal n o m b r e á que todas sus partes co-
relaciones de ésta con su h i j o , la admiración que la causan las
menzaban con l a s palabras í, otr„ aut qualis. Solo cinco de estos co-
aventuras del h é r o e , y las torturas que hacen sufrir á su amante
mienzos han llegado hasta nosotros, y todos ellos tienen entre si
corazon los trabajos que á H e r a c l e s habían sido impuestos '). F á -
de común que aquellas palabras se refieren siempre á una heroí-
cil es a d i v i n a r , dados estos antecedentes, el plan seguido en todo
na c u a l q u i e r a , a m a d a de un dios y madre de un héroe famoso )
el curso del poema.
D e su e x a m e n se infiere que debía darse principio a c a d a uno de
los órdenes de las diversas generaciones con una introducción se- L a oscuridad que reina todavía , no obstante l a s investigacio-
mejante á ésta: Ya no volverán á verse mujeres como las de los antiguos nes que á este propósito se han h e c h o , acerca de la relación que
tiempos, cuya belleza y encantos eran tales que obligaron á los diosesa des- entre las E e a s y los Kxtc&oyoi ruvatx&v ó Catálogos de las mujeres
cender del Olimpo; y á cuyo comienzo se refería c a d a una d e las m e d i a b a , hace muy difícil el conocimiento de la índole y de la
p a r t e s , las cuales se ligaban entre sí mediante la repetición de extensión del poema en primer término m e n c i o n a d o ; porque y a
las palabras \ o?, en los versos iniciales. E l fragmento mas im- se h a c e una misma y única poesía de los Catálogos y de las E e a s
portante y donde mejor se aprende á conocer el plan de las di- — razón por la que los escoliastas de Hesiodo s ) colocan en el
versas partes de este p o e m a , e s el formado por los cincuenta y libro cuarto de los Catálogos el fragmento que h a b l a de A l c m e n e ,
seis versos que constituyen la introducción á el «Escudo de H e - y c u y o solo comienzo bastaría para probar que pertenece á las
racles,» y el c u a l — c o m o lo atestigua el primer v e r s o - p e r t e n e - E e a s , — y a , por el contrario, se dice que son dos poemas distintos
ce á las E e a s . Dicho fragmento h a b l a b a de A l c m e n e , pero sin re- de asuntos también completamente diversos 3 ). Otras v e c e s se
ferirnos la genealogía ni las primeras aventuras de la heroína. h a c e de los Catálogos un poema histórico-genealógico 4 ) de ca-
L a narración comienza con la f u g a de A n f i t r i ó n , esposo de Alc- rácter completamente distinto de las E e a s , donde sólo figuran las
m e n e , del hogar d o m é s t i c o , y con la estancia de A l c m e n e en L e - mujeres que habían sido a m a d a s de los dioses. Por otro l a d o , los
b a s , donde el padre de los dioses y de los hombres desciende C a t á l o g o s tienen cierta semejanza con aquel p o e m a , en c u y o pri-
del Olimpo durante la noche p a r a compartir con ella el lecho
nupcial, engendrando de esta suerte á H e r a c l e s , el más grande de ' ) A este poema pertenecía el hermoso pasaje q u e contiene las p a l a b r a s d e
los héroes. Si bien no nos da una historia completa d e A l c m e n e , A l c m e n e á su h i j o :
7 Ü T£XVOV , Y¡ ¡iá),A Cir¡ ai 7t0vr,pÓTaT0v x a i apictov
Ze'J? £Tsy.v(ú7í Ttx-rr.p.
se infiere q u e las N a u p a c t i a s e n s a l z a b a n e s p e c i a l m e n t e a las h i j a s de M i n y a ,
S o b r e los f r a g m e n t o s de esta p a r t e de las E e a s véanse los Dorier del autor,
asi como t a m b i é n á M e d e a , y q u e se h a b l a b a á menudo en ellas d e la expedi-
yol. 2 , p. 478 y ss. ; p. 461 y ss. de la 2.a edic.
ción de los A r g o n a u t a s . [ E l logògrafo C h a r o n , en P a u s a n i a s , op. cit., a t r i b u y e s) [Argum. 3 de el Escudo, p, 108 de G ó t t l i n g . V é a n s e los testimonios en
este p o e m a á C a r c i n o de N a u p a c t o s . ]
Epicorum graecorum fragm. coli, de K i n k e l , p. 92 y ss. ]
' ) [Véase Cap. X I V . ] 3) V é a n s e los escolios á A p o l o n i o de R o d a s 2, 181. E l Ka-ráí.ovo; AevxtwittBiov,
2) [ P a u s a n i a s 9 , 3 5 , 5-1 . , d o n d e A r s i n o e , h i j a de L e u c i p o e s , según la l e y e n d a m e s e n i a , m a d r e d e A s -
3 L o s versos conservados ( q u e se e n c u e n t r a n en las colecciones de fragmen- c l e p i o , c o m o se ve en los escolios á la T e o g o n i a , verso 142, estaba en p a l m a r i a
tos hesiódicos de G a i s f o r d , G ó t t l i n g y otros) [ v é a s e Epicorum graecorumfragm. c o n t r a d i c c i ó n c o n el canto d e las E e a s en q u e Asclepio 'figura c o m o h i j o de
coll. de Kinkel, L i p s a , 1877. P- 135 y s s . ] se refieren á Coroni., a q u i e n A p o l o g o Coronis. .
m a d r e de A s c l e p i o ; á Antiope, m a d r e de Z é t h o y d e A m p h . o n por o b r a de Z e u s ; 4) [ D i ó m e d e s , art. gramm. 3, p. 482, 33 de K e i l : historice est qua narrationes et
á Mecionice, á quien P o s é i d o n h i z o m a d r e de E u p h e m o ; y a C « en quien genealogiae componuntur, ut est Hesiodi yyvaixwv xaráXofoc et similia. Véase O.
A p o l o engendró á Aristeo. D e l fragmento concerniente a Alcmene se h a b l a en el M ü l l e r , Dorier, voi. 2, p. 478; p. 461 d e la 2.a e d i c . ]
texto.
mer libro se dice que P a n d o r a , la primera mujer según la tradi-
marse una idea e x a c t a del plan de esta e p o p e y a , de los fragmen-
ción de la T e o g o n i a , tuvo de P r o m e t e o un hijo, D e u c a l i ó n , de
tos que han llegado hasta nosotros se infiere que contenía las
quien descendían los progenitores de la nación helénica. F u e r z a
leyendas nacionales de los D o r i o s , y la parte de la mitología de
e s , p u e s , admitir que las E e a s y los Catálogos eran en su origen
H e r a c l e s que estaba íntimamente ligada con aquéllas ').
dos poemas de plan y asunto perfectamente distintos, pero que
E n t r e las obras atribuidas á H e s i o d o , se encuentran también
uno y otro estaban consagrados á celebrar á las mujeres de la
breves e p o p e y a s , á las que podría darse el n o m b r e de Epilias J),
época heroica, lo cual dió motivo para que se fundiesen posterior-
y c u y o a s u n t o , lejos de ser un ciclo entero de tradiciones ó una
mente ambos en uno solo. C o m o quiera que estos p o e m a s , mer-
leyenda complicada, consistía en ciertos acontecimientos sacados
ced á su falta de cohesión, se prestaban á mil interpolaciones con
de la mitología heroica, y consistentes por lo general en alegres y
tal que las ramas agregadas reconociesen la misma genealogía,
v i v a s descripciones más bien que en altas y sublimes empresas.
no ha de extrañarnos que las E e a s , cuyo origen se remonta á una
A esta clase de poemas pertenecían las Bodas de Ceix, el conocido
época anterior, fueran continuadas hacia la 40. a Olimpiada. L a
príncipe de T r a q u i s , amigo también de Heracles 3 ) , y el Epitala-
parte que se refiere á Cirene ' ) , doncella tésala q u e , robada por
mio de Peleo y de Thétis, de asunto análogo al primero. Podríase aña-
A p o l o y conducida á L i b i a , dió á luz á A r i s t e o , no fué segura-
dir á éstos la Bajada de Teseo y de Piritoo á los infiernos, si bien esta
mente escrita antes de la fundación de Cirene en L i b i a (37. a Olim-
aventura de los dos héroes no era sino una mera introducción, y el
p i a d a ) ; y todo este mito sólo pudo difundirse con el estableci-
asunto principal del canto una descripción del infierno, de carác-
miento de los Griegos de T e r a , entre los cuales se encontraban
ter religioso. L a única de estas epilias que ha llegado hasta nos-
varias familias nobles de origen tésalo s ).
otros, el Escudo de Heracles, es cabalmente la que mejor puede
M u c h o más difícil es dar una idea completa de los demás darnos una idea de la índole de este género de epopeyas. N o tra-
poemas que en la antigüedad andaban con el nombre de Hesio- ta este p o e m a más que una sola aventura del h é r o e , el combate
do. La Melampodia e r a , por decirlo así, la exposición heroica del con C i e n o , hijo de A r e s , en el templo de A p o l o , en P a g a s e ; pues
espíritu profético de la poesía hesiódica, de c u y a s formas didác- es evidente que los cincuenta y seis primeros versos están toma-
ticas y a hemos hablado anteriormente. E r a el protagonista de dos de las E e a s é interpolados en este l u g a r , sin d u d a porque el
este poema, el famoso Melampo, príncipe, sacerdote y adivino de poema había sido trasmitido sin introducción alguna 4 ). N o existe
los A r g i v o s ; y como quiera que de este M e l a m p o se hacía des- entre ambas partes otra conexión que la circunstancia de que la
cender á la mayor parte de los profetas que gozaron de fama en primera narra la genealogía del mismo héroe de quien la epilia
la mitología, el poeta hesiódico, d a d a su a c o s t u m b r a d a predilec- refiere una aventura. D e igual suerte, y con m u c h a más razón,
ción á las conexiones g e n e a l ó g i c a s , no dejaría probablemente de habríasele podido preceder de un breve himno á Heracles. L a
hablar en su o b r a , de la familia toda de los M e l a m p ó d i d a s 3 ) . descripción del escudo e s , no o b s t a n t e , la parte más extensa y
Por lo que hace al Egimio de H e s i o d o , su mismo nombre de- más minuciosa, y parece constituir su asunto principal. S u autor,
nota que esta epopeya h a b l a b a del príncipe legendario de los Do- al escribirla, tomó evidentemente por modelo la del escudo de
rios , amigo y aliado de H e r a c l e s , c u y o hijo Hilos h a b í a adopta- A q u í l e s , de la I l í a d a ; pero su carácter y estilo son á todas luces
do , educándolo con sus propios hijos Pámfilo y D i m a n o : referíase
esta leyenda á la división de los Dorios en tres tribus ó philas,
1) [ A c e r c a del presunto autor de este poema que algunos atribuyeron al
los H i l e o s , los Pámfilos y los Dimanos. Si bien es m u y difícil for-
milesio C e r c o p s , véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 1 , p. 29 de la 2.a edic., y R i t s c h l ,
über die alexandrinischen Bibliotheken , p. 54, Opuse., vol. 1, p. 46.]
5) [Con este nombre designa Ateneo 2, p. 65 a, una de las poesías breves atri-
») [ F r a g m . 81 de G ö t t l i n g . ] b u i d a s á Homero. ]
5 ) [ V e a s e ä este propösito, O . M ü l l e r , Orchomenos, p. 340 y ss.; p. 334 de 3) [Véase O. M ü l l e r , Dorier, vol. 2, p. 481; p. 463 de la 2.a edic. Algunos opi-
la 2.a edic.] nan que estas p o e s í a s no eran sino u n a parte del Catálogo ó de las Eeas.]
3) [Vease O. M ü l l e r , Dorier, vol. 1 , p. 253; p. 258 de la 2.a edic.] *) [ V é a s e ibid., p. 479-4S0; p. 462-463 de la 2.a e d i c . ]
S í d e L l T ' ~ 5 q u e l a S e S C e n a S - P - e n t a d a s en r i c a , y e s p e c i a l m e n t e c o n la de Esiesícoro, la cual se a s e m e j a m á s
cudo TT ? S O n p u r a m e n t e ^ n t á s t i e a s é i d e a l e s , en el es-
que n i n g u n a otra á la e p o p e y a . E s t e s í c o r o c o m p o n í a á m e n u d o
c u d o de H e r a c l e s e n c o n t r a m o s l o s mismos a s u n t o s que g r a b a r o n
l a r g a s o d a s p a r a los coros sobre i g u a l e s ó a n á l o g o s a s u n t o s , co-
decoré g;iGg0S " SUS r e l Í 6 V e S 6 n b r ° n c e y otras e L l t u r a s m o por e j e m p l o C i e n o , no sin referirse t a m b i é n á H e s i o d o . E s t a
d e c o r a t ^ a s d e este género '). E s , p u e s , i m p o s i b l e s u p o n e r q u e e
relación estrecha que entre la e p o p e y a hesiódica y la lírica de
E s c u d o de H e r a c l e s fuera a n t e r i o r á la época de l a s O l i m p i a
E s t e s í c o r o e x i s t e , m o t i v ó , sin d u d a , la l e y e n d a q u e h a c í a á Es-
S eastaeLdeoieeSta ^ ^^ " laS ^ tesícoro (á pesar de h a b e r florecido m u c h o m á s tarde que el v e r -
arte de esta í n d o l e ; ni p u e d e s u p o n é r s e l e posterior á la 4 o.* O l i m - d a d e r o f u n d a d o r de la e s c u e l a h e s i ó d i c a ) , h i j o de H e s i o d o ' ) .
r¿e r° 0 t;0 h
p r q e racles,aparece e n 61 v e s t i d ° y armad ° - - R e s p e c t o de los d e m á s p o e m a s hesiódicos m e n c i o n a d o s por los
I Z ' ' ' Y haC P°a c o m e n z a r o n los
GSta ÚltÍma é ca g r a m á t i c o s g r i e g o s , u n o s son de a u t e n t i c i d a d d u d o s a , d a d o que
p o e t a s a representarlo con la c l a v a y c o n la piel de león >). T o d a los escritores m á s a n t i g u o s no nos h a b i a n de e l l o s , y otros de n a d a
esta s e n e de e p i h a s , es c o m o u n resto del estilo de lo a e d a s
pueden s e r v i r n o s en la tarea de d a r á conocer la escuela de H e -
p r i m i t i v o s , los c u a l e s p a r a a m e n i z a r los b a n q u e t e s , e s c o g a n po
s i o d o , p o r q u e sus t í t u l o s , única cosa que de ellos s a b e m o s , ni si-
tema a n t e s de que se c o m p u s i e r a n p o e m a s m á s e x t e n s o s " cierto
q u i e r a dan idea de sus a s u n t o s ni del p l a n de los m i s m o s *).
h e c h o s c u l m i n a n t e s de la historia de los héroes. P o r otra p a r f e
e s t a s e p i h a s h e s i ó d i c a s tienen e s t r e c h a relación con l a p o e s í a t'
') [Véase Cap. XIV.]
5) [ A d e m á s d e l a s poesías v e r o s í m i l m e n t e a d i c i o n a d a s á los T r a b a j o s y D í a s ,
d e las c u a l e s en p a r t e h e m o s h a b l a d o , m e n c i o n a r e m o s a q u i las l l a m a d a s Ms-
<) E l Escudo de Aquiles nos ofrece en e l c e n t r o d e la n a r ^ r™,.
y i \ a spya. Según el testimonio d e A t e n e o 8 , p. 364, a , el a u t o r d e la c o m e d i a
Chiron, por a l g u n o s a t r i b u i d a á I ' e r e c r a t e s , p a r o d i ó m u c h o s p a s a j e s de aqué-
llas. E s t a m b i é n m u y posible q u e los m e n c i o n a d o s p a s a j e s e s t u v i e r a n tomados
campos concéntricos, algunas'escenas' L m ^ e s / l ' J T a t m b r a T d e los ' r™e? ( v.ca Xsspwvo; y que la d e n o m i n a c i ó n Msyá/.a epya indicase u n a
c o l e c c i ó n q u e a b r a z a r a , e x c e p c i ó n h e c h a d e los T r a b a j o s y D í a s , todos los de-
m á s p o e m a s q u e eran c o m o accesorios d e éste. E l c a r á c t e r g n ó m i c o d e este
instrumento de la s a n g r i e n t a Z l a c J T * ^ ^ ~ a d o r n a r eSte
p o e m a resulta t a m b i é n del verso del m i s m o , c i t a d o por un escoliasta d e la E t i -
ESStSáSSSsSr
c a de Aristóteles:
mmmm
sí x a x á TI; OTtsípri -/.av.a x£p3¡a a¡Jir,«7s:sv.
V é a s e H e r m e s , vol. 5 . p. 81 y 357.]
mmmm
2) V é a s e en el c a p i t u l o s i g u i e n t e , lo q u e s e d i c e a c e r c a d e P i s a n d r o .
CAPÍTULO IX
Otros p o e t a s é p i c o s
LIT. GR. — I. 12
h a b l a también de la a p r o x i m a c i ó n de los T r e r o s , describe á poesía que con t a n t o ardor c u l t i v a r o n más tarde los G r i e g o s y
Magnesia como ciudad floreciente aún y triunfante de los E f e - los R o m a n o s . E n él puede reconocerse el carácter g e n e r a l de la
sios ' ) . E n aquella é p o c a peligrosa en que los de E f e s o esta- elegía t a l y c o m o lo i n d i c a b a el mismo metro y c o m o se conservó
b a n a m e n a z a d o s , no sólo de ser s o j u z g a d o s por sus c o m p a t r i c i o s siempre en t o d a la literatura a n t i g u a . L a elegía e x p r e s a los sen-
de M a g n e s i a , sino t a m b i é n de la invasión aún m á s temible de los timientos con i n g e n u i d a d y s e n c i l l e z , d i b u j a detallados c u a d r o s
C i m e r i a n o s y de los T r e r o s , no e s c a s e a b a n c i e r t a m e n t e moti- con las más v i v a s t i n t a s , y tiende á h a c e r resaltar las imágenes
v o s ni ocasiones p a r a e s t i m u l a r y a n i m a r á los Efesios. P e r o los por medio del c o n t r a s t e ; a s í , C a l i n o opone l a gloria del valien-
J o n i o s , en m e d i o de las delicias de la h e r m o s a c o m a r c a que ha- te á l a o s c u r i d a d del c o b a r d e . E l mismo p e n t á m e t r o , no siendo
b i t a b a n , y merced á su continuo trato con los L i d i o s entre l o s más que una parte s u b o r d i n a d a del m e t r o , invita al empleo de
c u a l e s h a b í a a d q u i r i d o g r a n desarrollo el lujo a s i á t i c o , h a b í a n s e frases incidentales que e x p l i c a n y c o n f i r m a n la idea p r i n c i p a l ; y
de t a l modo a f e m i n a d o , que ni a u n en a q u e l l a s c i r c u n s t a n c i a s esta especie de l o c u a c i d a d , u n i d a á la emoción y al sentimiento,
p a r a ellos t a n c r í t i c a s , supieron sacudir l a indolencia de su ordi- da á la e l e g í a e s a d e l i c a d e z a y l a n g u i d e z que e n c o n t r a m o s en los
n a r i a v i d a de p l a c e r e s . C o m p r é n d e s e el p r o f u n d o sentimiento con cantos marciales de C a l i n o y de T i r t e o . H a y que o b s e r v a r , sin
que C a l i n o se dirigía á sus c o n c i u d a d a n o s , d i c i é n d o l e s : «¿ H a s t a e m b a r g o , que la e l e g í a de C a l i n o c o n s e r v a a ú n m u c h o del ma-
c u á n d o , oh j ó v e n e s , p e r m a n e c e r é i s en la inacción? ¿ C u á n d o da- jestuoso tono de l a poesía é p i c a , y no se circunscribe á los lími-
réis p r u e b a s de tener un corazon v a l i e n t e ? ¿ N o os a v e r g o n z á i s tes estrechos d e u n d í s t i c o , ni r e q u i e r e , c o m o las elegías m á s re-
a n t e las naciones v e c i n a s que os v e n sumidos en profundo letar- c i e n t e s , u n a p a u s a después de c a d a p e n t á m e t r o ; pero á m e n u d o ,
g o ? ¿ C r e é i s acaso poder v i v i r en p a z c u a n d o la guerra d e v a s t a no cuidándose de los límites del v e r s o , C a l i n o reúne en un solo
t o d a la comarca? s ).» período m u c h o s e x á m e t r o s y p e n t á m e t r o s , e j e m p l o que siguieron
generalmente los primeros poetas elegiacos de G r e c i a .
E l único f r a g m e n t o de a l g u n a extensión que h a s t a nosotros
h a llegado de C a l i n o , es el que c o m i e n z a del m o d o que en el pá- Tirteo, c o n t e m p o r á n e o de C a l i n o y no m u c h o m á s j o v e n que
rrafo anterior d e j a m o s a p u n t a d o ; y a u n q u e i m p e r f e c t o 3 ) , es de éste, v i v i ó en l a é p o c a de la s e g u n d a g u e r r a de M e s e n i a , en la
altísima i m p o r t a n c i a , por ser el primer e j e m p l o de un g é n e r o de cual tomó parte. S i admitimos con P a u s a n i a s 1 ) que esta guerra
t u v o lugar en el t i e m p o que media entre el año 4 de la 23. a Olim-
p i a d a y el 1 de la 28. a (685 y 668 a. C h r . ) , T i r t e o v i v i ó en esta
' ) Pruébanlo asi dos fragmentos de Calino [3 y 4 ; ] misma é p o c a , y a c a s o antes de la expedición de los C i m e r i a n o s
vjv 3' !i¿i Ki¡i(up!(i)v a-pxzb; 'épysza: oßpt[Loepy£>v n a r r a d a por C a l i n o ; y en este c a s o , á T i r t e o y n o á C a l i n o de-
y : Tpr,psa; ä'vopa; ayiov. bieron r e p u t a r los a n t i g u o s c o m o el primer autor de la elegía.
L o s demás detalles que el texto cita están tomados de los circunstanciados y
E s t a r a z ó n , unida á m u c h a s o t r a s , nos induce á creer que l a se-
minuciosos relatos de Heródoto y de Estrabon [véase D u n c k e r , Geschichte des
Alterthums, vol. 2 , p. 429 y 433 de la 4.a edrc., y [Clemente Alejandrino, Stromat. 1, g u n d a g u e r r a de M e s e n i a no se verificó sino después de la
2 i , p. 398 de Potter ]. E s de todo punto insostenible lo que dice Plinio acerca del 30. a O l i m p i a d a (660 a. C h r . ) , época en q u e , según t o d a s las pro-
cuadro de B u l a r c o «Magnetum excidium». [Hist. nat, 7 , 39. E n la misma obra b a b i l i d a d e s , floreció C a l i n o s ) .
35, 34 es llamado este mismo cuadro «Magnetum prcelium». V é a s e O . Müller,
Archäologie § 74], comprado á peso de oro por Candaules, predecesor de Giges.
N o nos detendremos á e x a m i n a r la e x a c t i t u d de las noticias
Verosímilmente se confunde en este pasaje con el antiguo rey, á cualquiera otro de escritores posteriores, los cuales h a c e n de T i r t e o un m a e s t r o
lidio llamado también Candaules. [Véase G . Geiger, de Callini elegiarur.i scripto-
ris aetate, Erlangen, 1877.] •
') [ 4 . 1 4 . 4 y ss.]
2) Gaisford, Poeta minores Graci, Callin., vol. 1 , p. 426. "Delectas poet. elegia- -) [Según la cronología seguida por E . Curtius, griech. Geschichte, vol. 1, p. 638,
corurn Gr., edición de F . G. Schneidewin, p. 1. [Fragm. 1 de B e r g k . ] entre la primera y la segunda guerra de Mesenia medió un lapso de tiempo de
3 ) Dúdase de si la segunda parte de este fragmento elegiaco, separado, en
79 años. Comenzó la última en el año 4 de la 33.a Olimpiada, 645 a. C h r . ; y
Estobeo [Florilegio 5 1 , 19] por una laguna, es realmente de Calino ó si el nom- terminó en el año 1 de la 38.a Olimpiada, 628 a. Chr. Véase Estrabon 8, p. 362.
bre de Tirteo se encontraba en la parte perdida. Suidas dice de T i r t e o : r,x¡iacE x a - i rr,v lz' '0),-j¡j.wtá3a.]
de escuela, c o j o , á quien por irrisión enviaron los Atenienses á trató probablemente el.asunto de su canto; el poeta comenzó, sin
los E s p a r t a n o s , cuando éstos, por m a n d a t o del O r á c u l o , les pi- d u d a , exponiendo los anárquicos movimientos de los ciudadanos
dieron un general para la guerra de M e s e n i a ; pero de toda esta de E s p a r t a y expresando el dolor profundo que le producían.
historia puede tenerse por indudable que T i r t e o fué del A t i c a á P e r o como la elegía tiende á p a s a r , por medio de imágenes y
L a c e d e m o n i a , a b a n d o n a n d o , según noticias más d e t a l l a d a s , su pensamientos diversos, de la exaltación del espíritu á la tranqui-
habitual residencia de A f i d n e , aldea del A t i c a relacionada de an- lidad y la calma, podemos inferir que en la E u n o m i a realizaba el
t i g u o , por las leyendas de los D i o s c u r o s , con la L a c o n i a . A h o r a poeta esta transición, trazando un cuadro de las hermosas insti-
bien; si Tirteo venía del A t i c a , fácilmente se comprende que cul- tuciones de E s p a r t a y de la v i d a legal de sus c i u d a d a n o s , que,
tivara del mismo modo que Calino el metro elegiaco originario bien cimentada con el auxilio de los dioses, no debía ser destrui-
de la Jonia; y eran tan íntimas las relaciones que las colonias jó- da por estas i n n o v a c i o n e s : al mismo tiempo recordaba sin d u d a
nicas mantenían con la metrópoli , ' q u e este nuevo género de poe- á los E s p a r t a n o s privados de sus tierras por la guerra con Mese-
sía no podía tardar en ser conocido en A t e n a s . E s t a circunstan- n i a , que sólo de su valor d e p e n d í a el que pudieran recuperarlas
cia no tendría seguramente e x p l i c a c i ó n tan f á c i l , si como preten- y el devolver al E s t a d o la prosperidad perdida. L o s fragmentos
dieron algunos escritores antiguos, T i r t e o hubiera sido lacede- de T i r t e o , algunos de los cuales , según noticias e x a c t a s , pertene-
monio de nacimiento ' ) ; pues aunque E s p a r t a no fuese extraña cieron á la E u n o m i a , confirman nuestra hipótesis; en ellos, en
en aquella época al desarrollo de la poesía y de la música entre efecto, se elogian las instituciones políticas de E s p a r t a como
los Griegos, los E s p a r t a n o s , a p e g a d o s siempre á lo tradicional, e m a n a d a s de la misma d i v i n i d a d , puesto que Z e u s mismo había
no se hubieran mostrado tan propicios á apropiarse la nueva in- d a d o el país á los Heráclidas '), y el Oráculo de Deifos había dis-
vención de los Jonios. tribuido equitativamente el poder entre los r e y e s , los ancianos
que formaban el Consejo y el pueblo reunido en A s a m b l e a J ).
L l e g ó Tirteo á L a c e d e m o n i a c u a n d o ésta se encontraba ame-
nazada en el exterior por la temeridad y arrojo de Aristomenes y P e r o no fué la E u n o m i a la primera ni la única elegía en que
por el valor desesperado de los M e s e m o s , y en el interior desga- Tirteo animó á los L a c e d e m o n i o s á una defensa heroica contra
rrada por crueles discordias. Causa de tantos males eran los E s - los Mesenios 3 ). L a exhortación al valor sirvió, por el contrario,
partanos que habían poseído tierras en la conquistada Mesenia, de tema al poeta para muchas e l e g í a s , escritas con elocuencia
porque estas tierras, reconquistadas por los M e s e m o s , ó habían sorprendente é inagotable i n v e n t i v a ; que pocas v e c e s el valor,
caído en manos del enemigo, ó por temor de que éstos se aprove- .como sentimiento de honor y de d e b e r , fué inspirado á la juven-
chasen de sus productos, habían q u e d a d o incultas; y los propie- tud de un pueblo con tanta belleza y elocuencia. A q u í , sobre to-
tarios pedían una nueva división a g r a r i a , medida la más peligro- do , se v e brillar el talento de los G r i e g o s en revestir una idea
sa y la más temida en las repúblicas de la antigüedad s ) . T a l e s d a d a de la forma exterior y sensible que con ella está más en
eran las críticas circunstancias que a t r a v e s a b a la república espar-
tana cuando Tirteo compuso la más celebrada de sus e l e g í a s , in- 1) [Fragm. 2 de B e r g k . ]
titulada Eunomia ó «buen gobierno,» y también Politeia ó Consti- -) [Fragm. 4 de B e r g k . A la E u n o m i a pertenecían también verosímilmente los
tución 3 ). U n a vez conocido el carácter de la elegía griega primi- versos en que el poeta ensalza al rey T e o p o m p o , amigo de los dioses y conquis-
tiva , no es difícil formarse una idea clara del modo cómo T i r t e o tador , después de diez y nueve años de constante l u c h a , de los fértiles c a m p o s
de los Mesenios. V é a s e fragm. 5 de B e r g k . J
3) L l a m a d a por S u i d a s Tito8?,xai 8t" É/.sysca;, esto e s , lecciones y exhortacio-
1) [ Según el testimonio de Estéfano de B i z a n c i o en ' ' A f . S v a , h a b í a también u n a nes en versos elegiacos. [ E l mismo título llevaban también algunas poesías d e
c i u d a d de este nombre en Laconia. V é a s e O. M ü l l e r , Dorier, vol. i , p. 1 5 1 - 1 5 2 , Solon y de Teognis. A s í también lo dice P e r i a n d r o , uno de los Siete S a b i o s , el
443. Suidas llama á T i r t e o : A á x w v r, Mi).r,<Ko?.] cual escribió •ÍTO>6rixa; SÍ; TOV av6p<Ó7:scov píov. P o r lo demás, á ser cierta la h i -
5) [Véase sobre este punto á Aristóteles, Política 5, 6, 2 y P a u s a n i a s 4, 18, i.| pótesis expuesta en la nota anterior, la E u n o m i a fué compuesta después de ter-
3) [La denominación de Politeia se a p o y a únicamente en S u i d a s , donde se minada la segunda guerra de Mesenia. E n los fragmentos que d e ella se con-
llama: lypa'ls uoV.Tsíav Aay.eoat¡wvíos;. ] servan h o y , no se habla de la resistencia contra los Mesenios. ]
a r m o n í a . E n los p o e m a s de T i r t e o v e m o s , c o m o si e s t u v i e r a siones e n t o n á b a n s e c a n t o s de o t r a e s p e c i e , c o m p u e s t o s por este
d e l a n t e de nuestros o j o s , al s o l d a d o resuelto q u e , s e p a r a d o s los m i s m o p o e t a ; nos referimos á l a s m a r c h a s ó c a n t o s a n a p é s t i c o s
pies y mordiéndose los l a b i o s , p r e s e n t a el a n c h o e s c u d o á los dar- (eia^t/.pia), á los c u a l e s c o n s a g r a r e m o s un estudio especial ').
dos que arroja el e n e m i g o d e s d e l e j o s , y q u e , b l a n d i e n d o la lan- D e estos dos a n t i g u o s m a e s t r o s de la e l e g í a b é l i c a , p a s a r e -
z a , c a e sobre el a d v e r s a r i o q u e se a c e r c a ; v e m o s á los niños y á mos á otros dos p o e t a s casi c o n t e m p o r á n e o s de a q u é l l o s , y q u e
los a n c i a n o s abrir p a s o y ceder su p u e s t o al a g u e r r i d o m a n c e b o ; tienen entre sí de c o m ú n el haberse d i s t i n g u i d o , m á s que en la
y e l l o s , por ú l t i m o , nos dicen c ó m o es propio del j o v e n g u e r r e r o elegía, en la p o e s í a yámbica. D e a h o r a en a d e l a n t e , t e n d r e m o s á
caer en las p r i m e r a s filas, p o r q u e su m u e r t e h e r m o s e a y d a m a y o r m e n u d o ocasión de o b s e r v a r q u e el m i s m o p o e t a que e x p r e s a en
r e a l c e á su figura, mientras q u e el h o m b r e c a d u c o que m u e r e á la e l e g í a sus impresiones a l e g r e s ó tristes, recurre al y a m b o cuan-
la c a b e z a del e j é r c i t o es p a r a el j o v e n , m o t i v o de deshonor y de d o un s a n o sentido le l l e v a á c e n s u r a r las l o c u r a s del h u m a n o li-
v e r g ü e n z a . E s t o s r a z o n a m i e n t o s y otros a n á l o g o s ' ) , e n c a m i n a - n a j e . E s t a relación entre a m b o s géneros de poesía se e c h a y a de
d o s á despertar el valor del c i u d a d a n o , no p o d í a n d e j a r de pro- v e r en los dos p r i m e r o s p o e t a s y á m b i c o s : Arquíloco y Simónides de
ducir honda impresión en un p u e b l o , c o m o el de E s p a r t a , apasio- A morgos s ) . L a s e l e g í a s de A r q u í l o c o , de l a s c u a l e s h a n l l e g a d o
n a d o y sencillo. h a s t a nosotros m u c h o s é i m p o r t a n t e s f r a g m e n t o s , m i e n t r a s que
E l uso que de estos p o e m a s se h a c í a en l a s e x p e d i c i o n e s mili- de S i m ó n i d e s sólo s a b e m o s que c o m p u s o e l e g í a s 3), no tenían
t a r e s es u n a p r u e b a de q u e , a u n q u e su autor era e x t r a n j e r o , ins- n a d a del espíritu m o r d a z de que e s t a b a n s a t u r a d o s los y a m b o s ;
p i r a b a n un a r d o r v e r d a d e r a m e n t e e s p a r t a n o y de que e r a n en sino q u e , por el c o n t r a r i o , eran l a expresión sincera de un a l m a
e x t r e m o a p r e c i a d o s por los c i u d a d a n o s de E s p a r t a / S o l í a n éstos, a g i t a d a por c i r c u n s t a n c i a s e s p e c i a l e s y d e t e r m i n a d o s aconteci-
c u a n d o se h a l l a b a n en el c a m p a m e n t o , t e r m i n a d a la c e n a y c a n - m i e n t o s ; u n a s y otros g u a r d a b a n cierta relación con la emigra-
t a d o el P e a n en honor de los d i o s e s , entonar e l e g í a s ; en e s t a s o c a - ción de A r q u í l o c o de P a r o s á T a s o s , la cual sin d u d a a l g u n a n o
siones no c a n t a b a n l a s elegías todos los allí r e u n i d o s , sino q u e al- correspondió á l a s e s p e r a n z a s del p o e t a , c o m o lo p r u e b a n sus
g u n o s s o l a m e n t e r i v a l i z a b a n en d e c l a m a r los v e r s o s con la entona- y a m b o s . S u s e l e g í a s no c a r e c e n en absoluto del espíritu bélico
ción m á s a p r o p i a d a al asunto y al ritmo ; y el que sobresalía en de C a l i n o , y su a u t o r se l l a m a á sí mismo servidor del dios de l a
esta especie de c e r t a m e n , recibía del j e f e (polemarca) m a y o r c a n - g u e r r a y a m i g o de las M u s a s :
t i d a d de c a r n e que los d e m á s 5); distinción m u y en a r m o n í a c o n ei[X\ 6' iyia SEpániov [J.'EV ' E V V A X Í O I O avav-io;
l a s sencillas c o s t u m b r e s de aquel pueblo. D e t a l suerte se a d a p t a - xat MoyffÉwv Epaxov 66>pov sTtia-áiAEvo; *)
b a al c a r á c t e r de la e l e g í a , esta m a n e r a de r e c i t a r , que es m á s A r q u í l o c o elogia el m o d o de c o m b a t i r de los A b a n t e s en E u b e a , los
que p r o b a b l e que el m i s m o T i r t e o d e c l a m a s e de este m o d o , en c u a l e s l u c h a b a n , no de lejos con flechas y h o n d a s , sino cuerpo á
ocasiones a n á l o g a s , sus p o e m a s . N e c e s i t á b a n s e r e a l m e n t e la mo- c u e r p o con l a n z a y e s p a d a , q u i z á p a r a h a c e r resaltar el contraste
deración y la t r a n q u i l a alegría de un b a n q u e t e e s p a r t a n o p a r a
q u e los c o m e n s a l e s e n c o n t r a r a n deleite en a q u e l l o s e n é r g i c o s y
' ) [Véase Cap. X I V . ]
s e v e r o s c a n t o s : en otros p u e b l o s , la e l e g í a , en s e m e j a n t e s so- 2) [Arquíloco y Simónides son m á s antiguos que T i r t e o . Prescindiendo del
l e m n i d a d e s , r e v e s t í a n a t u r a l m e n t e un c a r á c t e r m u y diverso. P e - testimonio sospechoso de Heródoto 1 , 12, h a y que colocar al primero, según
ro l a s elegías d e T i r t e o no eran c a n t a d a s d u r a n t e l a m a r c h a de C i c e r ó n , Tuse. 1 , 1 y Georg. Sync., p. 213, en el año 700. Simónides de Amorgos
debió ser muy poco posterior. V é a s e Clemente A l e j a n d r i n o , Stromat. 1 , 21,
l a s t r o p a s , ó y a c o m e n z a d o el c o m b a t e , sino que en e s t a s o c a -
p. 398 de Potter.]
3) [ B e r g k , Poetae lyrici, p. 735 y 1146-1147 de la 3.a e d i c . , supone que debió
ser de Simónides un fragmento elegiaco m á s extenso que reproduce Estobeo en
1 ) G a i s f o r d , Poeta minores Graeci Tyrt., fragm. 1. 2. 3. ' S c h n e i d e w i n , op. cit., su Florilegio 98, 29 con esta indicación: SI¡AUVI8OU. E s t e es el mismo á que pa-
p. 6 á 10. [Fragm. 10 á 14 de B e r g k . ] rece referirse el autor de la biografía de H o m e r o atribuida á Plutarco. Véase
' ) [Aristoxeno y Filocoro en Ateneo 14, p. 630, e. Véase O. M ü l l e r , Dorier, C a p . V , p. 74.]
4) [ F r a g m . 1 de B e r g k . ]
voi. 2, p. 365-366 de la 2.a edic.T
con l a s c o s t u m b r e s de los p u e b l o s v e c i n o s de l a T r a c i a , que pro- figurar t a m b i é n los del otro o r n a m e n t o de los b a n q u e t e s jónicos:
b a b l e m e n t e c o n su m a n e r a d e c o m b a t i r feroz y t u m u l t u o s a moles- l a s h e t a i r a s , m u j e r e s q u e , s e g ú n las c o s t u m b r e s g r i e g a s , se dis-
t a b a n no p o c o á los c o l o n o s de T a s o s ' ) . E l p o e t a , sin e m b a r g o , t i n g u í a n p r i n c i p a l m e n t e de l a s j ó v e n e s bien e d u c a d a s , por su asis-
confiesa sin s o n r o j a r s e , y c o n una indiferencia que r e v e l a su ca- tencia á los b a n q u e t e s de los h o m b r e s ; y t e n e m o s aún un dístico
rácter j ó n i c o , que un s a i o ( t r i b u de T r a c i a c o n la que de conti- de u n a e l e g í a s i m p ó t i c a de A r q u í l o c o , d o n d e i r ó n i c a m e n t e elogia
n u o e s t a b a n en g u e r r a l o s d e T a s o s ) p o d í a e n o r g u l l e c e r s e de lle- á la « a m a b l e P a s i f i l e , que dispensa la m á s f a v o r a b l e a c o g i d a á
v a r su e s c u d o , que é l , al h u i r , h a b í a d e j a d o entre u n a s b r e ñ a s ; y todos los e x t r a n j e r o s , c o m o una h i g u e r a s a l v a j e nutre á m u c h a s
a ñ a d e qué p a r a r e e m p l a z a r l e se p r o c u r a r á otro m e j o r 2 ) . E n otros cornejas» ' ) , - y c u y a e x p l i c a c i ó n d a A t e n e o en cierta historieta.
f r a g m e n t o s t r a t a de a l e j a r d e su mente el r e c u e r d o de su d e s v e n - E s t a c l a s e de e l e g í a t e n í a el p r i v i l e g i o de poder reunir t o d a s las
t u r a , i n v o c a n d o u n a p a c i e n c i a c o n s t a n t e y declarándose persuadi- i m á g e n e s m á s á propósito p a r a a h u y e n t a r l a s p r e o c u p a c i o n e s y
do de que todos los h o m b r e s h a n nacido p a r a s u f r i r ; y e l o g i a y c u i d a d o s de la v i d a é inspirar u n a a l e g r í a f r a n c a y serena. E s m á s
r e c o m i e n d a el v i n o c o m o e l m e j o r antídoto contra las p r e o c u p a - q u e p r o b a b l e que los h e r m o s o s v e r s o s del p o e t a j ó n i c o Asió de S a -
ciones 3 ) . E r a m u y n a t u r a l que la c o s t u m b r e , que y a h e m o s ha- nios, de quien y a h e m o s h a b l a d o al t r a t a r de los p o e t a s é p i c o s 2 ),
l l a d o entre los E s p a r t a n o s , de c a n t a r l a s elegías al terminar los f o r m a r a n p a r t e de un p o e m a de este g é n e r o ; descríbese en ellos,
b a n q u e t e s , y c u a n d o c o m e n z a b a n las l i b a c i o n e s (ou^óaiov), ins- con g r a v e d a d h o m é r i c a y c o n irónica s e r i e d a d , á un p a r á s i t o que
pirase á los p o e t a s la i d e a d e p o n e r en a r m o n í a los asuntos de s u s se presenta en un b a n q u e t e de b o d a s ; de repente l l e g a sin h a b e r
c a n t o s con las o c a s i o n e s e n q u e se c a n t a b a n ; de d o n d e resultó sido i n v i t a d o , c o j e a n d o y c u b i e r t o de cicatrices p o c o gloriosas»
que el v i n o y los p l a c e r e s d e l festín vinieron á ser t a m b i é n a s u n t o s a t r a í d o por el olor de la c o c i n a , y se m e z c l a entre los c o n v i d a d o s
de l a e l e g í a . C a n t á b a n s e e n E s p a r t a t a m b i é n , al menos en los úl- c o m o un héroe que sale del f a n g o 3).
V e m o s en este n u e v o e j e m p l o , de c u á n t o s d i v e r s o s c a r a c t e r e s
e r a susceptible la e l e g í a en m a n o s de p o e t a s d i f e r e n t e s , p u e s y a
) L a s mil personas vestidas de púrpura que antes de la época de los tiranos se
reunían, según Jenófanes (Filocoro en A t e n e o 12, p. 526, a ) en la plaza pública, se nos m u e s t r a d u l c e y p a t é t i c a , y a viril y robusta. N o es esta, sin
t o m a b a n evidentemente u n a burguesía ( r . o l h v ^ a ) más limitada que aquellas e m b a r g o , u n a r a z ó n p a r a d i v i d i r l a y clasificarla en otros t a n t o s
que en estas épocas a r i s t o c r á t i c a s , en las cuales las antiguas aristocracias he- g é n e r o s d i v e r s o s , c o m o , por e j e m p l o , en elegía m i l i t a r , política,
reditarias se trasformaban en d e m o c r a c i a s , existían en R e g i ó n , Locri', Crotona
s i m p ó t i c a , e r ó t i c a , fúnebre y sentenciosa; p o r q u e , por una p a r t e ,
A g n g e n t o y C u m a s en la E o l i a . ¡ Si la hipótesis de B e r g k , según la cual estos
versos F r a g m . 3) pertenecieron á la Ko).o ? í,vo ? , es e x a c t a , debemos re- á v e c e s e l e g í a s de c a r á c t e r d i v e r s o se c o m b i n a b a n f o r m a n d o un
c o r d a r lo que m á s arriba, pág. 186, hemos observado a c e r c a del carácter de las m i s m o p o e m a ; y por o t r a , p u e d e decirse que los límites que se-
elegías de M i m n e r m o , con tanta m á s razón cuanto que también era colofoneo p a r a n á c a d a u n o de estos distintos géneros no están t a m p o c o
F o r lo d e m á s , verosímilmente el d a t o esticométrico que se encuentra en D i ó -
genes L a e r c . 0 9 , 20, en que se dice de Jenófanes: SE KO).0?6VO?
' ) [ P . 119, 45 de W e s t e r m a n n . ]
/.T^V -/.CD TOV E1? 'EAE«V TTJC ' W A C ¿TTOIX^BV W ,es i n e x a c t o , porque el 2 ) [ F r a g m . 37 de B e r g k . ]
numero d e 2000 versos se refiere á toda la colección de poesías de Jenófanes 3) [ T a m b i é n la batalla d e S a l a m i n a fué verosímilmente asunto de una elegía.
pues Diogenes sin duda no se ha t o m a d o el t r a b a j o , vicio en él muy frecuente'
V é a s e B e r g k , Poetae lyrici., p. 1145.]
de citar todos los títulos de las mismas.]
*) [ E s t o s versos no s o n , como supuso Schneidevvin, de u n a elegía, sino que
"-) [ E n Ateneo 10, p. 413-414. F r a g m . 2.]
formaban un epigrama. V é a s e B e r g k , fragm. 116.]
bien definidos, pues q u e l a e l e g í a era casi siempre s i m p ó t i c a por
por a n a l o g í a c o n los v e r d a d e r o s e p i g r a m a s , se dió este m i s m o
la ocasión que la m o t i v a b a , y en la m a y o r p a r t e de los c a s o s t a m -
n o m b r e y e x p r e s á r o n s e en la m i s m a f o r m a , l a s i d e a s y pensa-
bién p o l í t i c a , por r a z ó n d e su a s u n t o ; a d e m á s , la e l e g í a , conser-
mientos q u e , d e s p e r t a d o s por la p r e s e n c i a de un o b j e t o c u a l q u i e -
v a n d o siempre este c a r á c t e r f u n d a m e n t a l , revestía otro c a r á c t e r
r a , p o d í a n servir á éste de inscripción. L a p r e f e r e n c i a q u e p a r a
que podríamos l l a m a r s e c u n d a r i o : e r ó t i c o , l a s t i m e r o ó g n ó m i c o .
este fin se o t o r g ó á la f o r m a e l e g i a c a , n a c i ó sin d u d a de l a estre-
S o b r e e x c i t a d o por a c o n t e c i m i e n t o s y c i r c u n s t a n c i a s e x t e r n a s , el
c h a y n a t u r a l c o n e x i ó n de los epitafios c o n los cantos fúnebres, los
p o e t a , y a en los b a n q u e t e s en que se h a l l a n reunidos sus a m i g o s ,
c u a l e s , c o m o y a h e m o s v i s t o , c o m p o n í a n s e desde los p r i m e r o s
y a en a s a m b l e a s m á s n u m e r o s a s , d a r i e n d a s u e l t a á su i m a g i n a -
t i e m p o s en a q u e l m e t r o ; p e r o así c o m o la e l e g í a a b a r c a b a l a s re-
c i ó n , y f o r m a p o é t i c a á s u s propios sentimientos. L a libre y espon-
l a c i o n e s t o d a s de la v i d a h u m a n a susceptibles de p r o d u c i r u n a
t á n e a expresión de los s e n t i m i e n t o s c o n s t i t u y e , en efecto, la esen-
e m o c i ó n v i v a , así t a m b i é n el e p i g r a m a p o d í a figurar lo m i s m o en
c i a de la e l e g í a g r i e g a . L a l i b e r t a d y la e x p a n s i ó n c o n d u c e n nece-
un m o n u m e n t o b é l i c o , q u e sobre la t u m b a de un p a r i e n t e ó de un
s a r i a m e n t e á la t r a n q u i l i d a d y á la c a l m a ; y d e s e m b a r a z á n d o s e
a m i g o . L a s i m p l e i n d i c a c i ó n , h e c h a de un m o d o e l e g a n t e y con-
e n t o n c e s el ánimo de s u s t e m o r e s y de s u s c u i d a d o s , l l e g a á un
ciso, del s i g n i f i c a d o de un o b j e t o c u a l q u i e r a ó del uso á q u e se l e
e s t a d o de s u p r e m a q u i e t u d al t e r m i n a r del p o e m a . C u a n d o l a na-
d e s t i n a , c o m o , por e j e m p l o , en u n a o f r e n d a , el n o m b r e de la
ción g r i e g a entró en el p e r í o d o en q u e las m á x i m a s g e n e r a l e s de
p e r s o n a q u e la h a c í a , el dios á q u i e n e s t a b a d e d i c a d a y el a s u n t o
c o n d u c t a , r e s u l t a d o de l a c o n t e m p l a c i ó n de la v i d a h u m a n a , prin-
q u e r e p r e s e n t a b a , era t e n i d a por los a n t i g u o s en g r a n d e e s t i m a ;
cipiaron á e x p r e s a r s e en f o r m a de p r o v e r b i o s — p e r í o d o q u e co-
y á m e n u d o se a t r i b u í a n á los p o e t a s m á s f a m o s o s , e p i g r a m a s q u e
m e n z ó con los S i e t e S a b i o s — l o s p o e t a s e l e g i a c o s e m p l e a r o n e s t a s
no tenían otro m é r i t o que el de ser b r e v e s y c o m p l e t o s , y el de
m á x i m a s p a r a h a c e r p a s a r al espíritu de la a g i t a c i ó n á la c a l m a .
e s t a r c o m p u e s t o s en un m e t r o p e r f e c t a m e n t e a d e c u a d o al pen-
E n este s e n t i d o , p u e d e c o n s i d e r a r s e c o m o gnómica la e l e g í a de S o -
s a m i e n t o que e x p r e s a b a n . E n g e n e r a l , sin e m b a r g o , t e n d í a el epi-
Ion , de T e o g n i s y de J e n ó f a n e s , si bien n u n c a se la p u e d e s u p o n e r
g r a m a á e n n o b l e c e r el a s u n t o m e r c e d á la e l e v a c i ó n de la i d e a
una r a m a e s e n c i a l m e n t e d i s t i n t a de los d e m á s géneros e l e g i a c o s .
y á l a s b e l l e z a s del l e n g u a j e ; p e r o no e r a c u a l i d a d e s e n c i a l del
P a r é c e n o s este el m o m e n t o m á s o p o r t u n o p a r a h a b l a r , siquie- e p i g r a m a g r i e g o e l v i v o colorido de l a s i m á g e n e s y l a a g u d e z a de
r a sea b r e v e m e n t e , d e u n g é n e r o p o é t i c o s e c u n d a r i o , del epigra- i n g e n i o q u e h o y se e x i g e en a q u e l g é n e r o de c o m p o s i c i ó n , sino
ma, c u y a f o r m a m á s a p r o p i a d a e r a la e l e g i a c a ; si bien se c o m p o - q u e ú n i c a m e n t e se requería q u e la i d e a p r i n c i p a l e s t u v i e s e con-
nían t a m b i é n e p i g r a m a s e n otros m e t r o s , por e j e m p l o , en e x á m e - t e n i d a t o d a e n t e r a en los estrechos límites d e pocos dísticos y al
t r o s , c o m o los a t r i b u i d o s á H o m e r o '). E l e p i g r a m a fué en su ori- m i s m o t i e m p o e x p u e s t a c o n c l a r i d a d suficiente p a r a que p u d i e r a
g e n , c o m o su m i s m o n o m b r e lo i n d i c a , la inscripción g r a b a d a e n ser c o m p r e n d i d a por el auditorio. M e r c e d á e s t o , el e p i g r a m a ad-
u n a p i e d r a s e p u l c r a l a ) , e n l a s t a b l a s v o t i v a s de un t e m p l o ó en quirió en los p o e t a s a n t i g u o s u n a e n é r g i c a concisión y u n a sen-
c u a l q u i e r a otro o b j e t o q u e e x i g i e r a a l g u n a e x p l i c a c i ó n : m á s t a r d e , c i l l e z de p e n s a m i e n t o q u e le d i s t i n g u í a n p r o f u n d a m e n t e de la
e l e g í a , donde encontraban a n c h o c a m p o los sentimientos del
poeta ').
' ) [En P s e u d o - Plutarco, Vita Homeri § 225, aparece H o m e r o c o m o inventor
del epigrama, y cítase c o m o p r u e b a e n abono de esta opinión la I l í a d a 7 , 89-90 N o m u c h o t i e m p o d e s p u é s de n a c e r la e l e g í a , se c o m p u s i e r o n
y 6 , 400-401.]
, 5) ! E 1 epigrama como i n s c r i p c i ó n sepulcral recibe generalmente el nombre de 1) [El traductor francés califica, y no sin razón, esta interpretación de forza-
ET:;/.^BE!OV, como por ejemplo e n P l u t a r c o , Pelópidas c. 1 , Nietas c. 17. E n t r e las d a y de puramente arbitraria. A su j u i c i o sería m u c h o m á s lógico suponer* que
m á s antiguas poesías de este g é n e r o , c u é n t a s e , sin d u d a , la inscripción del se- l a forma del dístico, ensayo de estrofa que limitaba naturalmente el pensa-
p u l c r o del rey M i d a s de F r i g i a , que Platón en Phedrus, p. 264, c i t a á c a u s a miento , d e b í a ofrecerse espontáneamente al poeta epigramático que iba á ex-
de su artística c o n s t r u c c i ó n , p u e s lo mismo puede leerse comenzando por e l p r e s a r en su p o e m a un pensamiento limitado, y el cual habríale obligado á
principio que comenzando por el fin. V é a s e B e r g k , gr. Litteratur, vol. 1 , p. 779 desarrollar la no interrumpida corriente del exámetro. V é a s e también lo que el
y D u n c k e r , Geschichte des Alterthums, vol. i , p. 486 de la 4.a edic.] autor dice del diálogo H i p a r c o , p. 228, d , atribuido á P l a t ó n . ]
p r o b a b l e m e n t e e p i g r a m a s e n m e t r o e l e g i a c o , de los c u a l e s se en- m e n t e u n i d a s l a s inscripciones v o t i v a s , sobre todo c u a n d o u n o s
c u e n t r a n a l g u n o s en l a A n t o l o g í a , c o n los ilustres n o m b r e s de Ar- y otras se refieren á l a s g u e r r a s m é d i c a s , p u e s si con los p r i m e r o s
q u í l o c o , S a f o y x\nacreonte ' ) ; pero los e p i g r a m a s g e n u í n o s de se p a g a b a u n a d e u d a á l o s m u e r t o s , con l a s s e g u n d a s los v e n c e -
a q u e l l a r e m o t a é p o c a no ofrecen c a r á c t e r a l g u n o p a r t i c u l a r . E s - dores v i v o s d a b a n g r a c i a s á los dioses. U n a de l a s m e j o r e s de en-
t a b a r e s e r v a d o á Simónides, c o n el c u a l h e m o s t e r m i n a d o l a serie tre e s t a s ú l t i m a s se refiere á la b a t a l l a de M a r a t ó n ; pero su prin-
de p o e t a s e l e g i a c o s , el d a r al e p i g r a m a l a p e r f e c c i ó n de q u e e r a c i p a l mérito está en la e l e g a n c i a del l e n g u a j e y en la sencillez de
s u s c e p t i b l e ; y f a v o r e c i é r o n l e , . p o r c i e r t o en alto g r a d o , l a s m á s l a e x p r e s i ó n , de t a l m o d o , que pierde todas s u s b e l l e z a s al hacer-
p r o p i c i a s c i r c u n s t a n c i a s , p u e s t o que g o z a n d o de g r a n c e l e b r i d a d se de ella u n a t r a d u c c i ó n en p r o s a ' ) . F u é c o l o c a d a esta inscrip-
y e s t i m a en A t e n a s y en el P e l o p o n e s o , los E s t a d o s que g u e r r e a - ción en la e s t a t u a de P a n , e r i g i d a por los A t e n i e n s e s en u n a g r u t a
b a n c o n t r a los P e r s a s e n c o m e n d á b a n l e á m e n u d o inscripciones d e b a j o de la A c r ó p o l i s , p o r q u e según la c r e e n c i a p o p u l a r el dios
p a r a l a s t u m b a s de sus guerreros. E l m e j o r y el m á s c e l e b r a d o de de la A r c a d i a les h a b í a a y u d a d o en M a r a t ó n : « M i l c i a d e s m e h a
sus e p i g r a m a s es el i n i m i t a b l e epitafio á los e s p a r t a n o s m u e r t o s erigido á P a n , el c a p r í p e d o , el a r c a d i o , e n e m i g o de los M e d a s y
en l a s T e r m o p i l a s , y q u e , en e f e c t o , existió en a q u e l l o s l u g a r e s : a m i g o de los A t e n i e n s e s . » P e r o á m e n u d o S i m ó n i d e s veíase obli-
«Extranjero, v e y di á E s p a r t a que y a c e m o s aquí por h a b e r obede- g a d o á e x p r e s a r s e n t i m i e n t o s de que en r e a l i d a d n o p a r t i c i p a b a ;
cido sus leyes» 2): n u n c a el v a l o r heroico fué e x p r e s a d o c o n t a n t a p r u e b a de ello es la i n s c r i p c i ó n del trípode c o n s a g r a d o en D e l f o s
d i g n i d a d y m a j e s t u o s a sencillez. E n t o d a s e s t a s c o m p o s i c i o n e s , y que los G r i e g o s hicieron borrar m á s t a r d e : « P a u s a n i a s g e n e r a l
h a c e resaltar el p o e t a , la c i r c u n s t a n c i a m á s c a r a c t e r í s t i c a de la de los H e l e n o s , d e s p u é s de destruir el ejército m e d a , dedicó este
b a t a l l a en q u e m u r i e r o n los h é r o e s : a s í , en el e p i g r a m a á los ate- m o n u m e n t o á P h e b o » a ) ; p u e s el s a n o j u i c i o y la m o d e r a c i ó n del
nienses m u e r t o s en M a r a t ó n , se d i c e : « P e l e a n d o en la vanguar- p o e t a no a p r o b a r í a l a a r r o g a n c i a del g e n e r a l e s p a r t a n o q u e en
dia de los H e l e n o s , los A t e n i e n s e s h a n destruido e n M a r a t ó n el estos v e r s o s se v i s l u m b r a . S i m ó n i d e s c o m p u s o casi todos s u s epi-
p o d e r de los M e d a s r e s p l a n d e c i e n t e s de oro»3). C í t a n s e a ú n otros g r a m a s en f o r m a e l e g i a c a , que solo a b a n d o n a b a c u a n d o un nom-
m u c h o s e p i g r a m a s de S i m ó n i d e s d e s t i n a d o s á servir de epita- bre 3 ) ( p o r tener u n a s í l a b a b r e v e entre d o s l a r g a s ) no se a c o m o -
fios en t u m b a s de p a r t i c u l a r e s : de entre éstos sólo r e c o r d a r e m o s d a b a al m e t r o d a c t i l i c o , en c u y o c a s o e m p l e a b a el trocaico. El
u n o que difiere de los .demás en q u e , m e r c e d á su t o n o por extre- c a r á c t e r de la l e n g u a y en p a r t i c u l a r el d i a l e c t o c u a d r a b a n per-
m o s a r c á s t i c o , es un v e r d a d e r o e p i g r a m a en el s e n t i d o que h o y se f e c t a m e n t e á la í n d o l e de l a e l e g í a ; solo en l a s inscripciones de
da á e s t a p a l a b r a . E s éste el que c o m p u s o p a r a la t u m b a de T i - los m o n u m e n t o s dóricos se e n c u e n t r a n á v e c e s v e s t i g i o s de e s t e
m o c r e o n t e , p o e t a lírico y atleta de R o d a s , r i v a l de S i m ó n i d e s en dialecto.
la poesía, y de quien el p o e t a de C e o s h a b í a r e c i b i d o no p o c a s in-
j u r i a s : «Aquí y a c e T i m o c r e o n t e de R o d a s , el c u a l c o m i ó mu-
' ) L a s p a l a b r a s son las siguientes, 133 de B e r g k [aunque dúdase de su au-
cho, bebió m u c h o y c a l u m n i ó más» 4 ). A los epitafios v a n n a t u r a l -
tenticidad]:
' ) [ C o n sinrazón manifiesta, son considerados c o m o epigramas no p o c a s poe- T'OV ¡¿ET' 'AQr¡vx:tov a - r ^ x - o M i t e á S í j c .
sías en exámetros falsamente atribuidas á H o m e r o . ] 2) F r a g m . 138.
2) [ L a afirmación de que Simónides es el autor de este e p i g r a m a , c o m o C i - 3) C o m o 'Ap-/EVAÚTR,C, 112, ' I ^ - ó v t x o ; , 148. [ V é a s e también 125, donde en-
cerón, Tuscul. i , 42, de a c u e r d o con la Anthol. Palat. 7 , 249, i n d i c a , h a sido tre dos dísticos (el pentámetro del último parece p e r d i d o ) , h a y dos yambos; el
combatida y desechada por K a i b e l , Jahrb. j'iir klass Pliilologie, vol. 105, p. 801. 155, donde el exámetro sigue un verso de diez s i l a b a s ; el epigrama 161 com-
D e todas suertes esta opinión era a n t i q u í s i m a , pues que y a Heródoto 7 , 228, puesto de dos trímetros y á m b i c o s , y finalmente el 165, el c u a l en dos exámetros
la conocía. 1 *Simonidis Cei carminum reliquiae, edición de S c h n e i d e w i n , p. 147. encierra el siguiente c h i s t e :
F r a g m . 92 d e B e r g k .
—üg'j: xat —wcut TWTr.p'.a TÓvS' ivÉGr/zav,
3) E n L i c u r g o , Oración contra Lcocrates \ 109, y A r í s t i d e s , vol. 2, p. 511 de
-.iono; uiv ITCOOS;c, —<ú<7¿> O' 2T: —(¡•.no: Eucúftr).]
D i n d o r f , fragm. 90.
4) F r a g m . 169.
CAPÍTULO XI
É'¡j.i5av.]
oí [iiyiiTOt xtov OEWV x a i qí'/.iaxoi
Tí} "¡ZÓLTT TOÍpEKJtV, O t r o e j e m p l o de estrofa es el c a n t o de v i c t o r i a que se dice c o m p u e s t o por A r -
quíloco p a r a la fiesta o l í m p i c a de H e r a c l e s y de Iolao: d o s trímetros con
E s t e p o e m a , merced á su estilo lánguido y a f e m i n a d o pero al m i s m o tiempo
elegante y g r a c i o s o , c a r a c t e r i z a á la A t e n a s de aquel tiempo mejor que c u a l - efimnión: Tr.vsM.a y.aW.ívr/E f r a g m e n t o 119. [ B e r g k , sin e m b a r g o l a divide d e
quiera declamación de los h i s t o r i a d o r e s retóricos. [Véase A t e n e o 14, p. 622 e.] otro modo:
3) TVE).).«,
V é a s e sobre todo el f r a g m . 103 donde A r q u í l o c o describe en versos asi-
y.a).).íviy.£ y a í p ' avx?, 'HpáxAss;
nartetes, con épodos y á m b i c o s , el violento amor que le oprimía el c o r a z o n , le
a-jxó; TE v.ai IÓAao; a í / a r ^ a Svo
oscurecía la vista y le p r i v a b a de la r a z ó n , refiriéndose sin d u d a á su anti-
Tr,vóV/.a
g u o amor á Neóbule. E s por m u c h o s conceptos semejante á éste, el épodo n
*«),).ívix£ 'yaip avaS, 'JIpáy.AEs;.]
d e Horacio. 2) C a p . IV.
c a m e n t e : P e r o A r q u í l o c o h a b í a i n v e n t a d o un m o d o de r e c i t a r los g u a que, renunciando á todas estas prerogativas, intentaba ex-
yambos, el c u a l ciertos p a s a j e s eran d e c l a m a d o s al son de un presar l a s i d e a s tales y c o m o e r a n c o n c e b i d a s por u n a inteligen-
i n s t r u m e n t o m u s i c a l y otros eran c a n t a d o s ' ) . A t r i b u í a s e t a m b i é n c i a c l a r a y o b s e r v a d o r a . N o se e n c u e n t r a n en ella esos e p í t e t o s
á A r q u í l o c o la p a r a c a t a l o g e s), que consistía en la i n t e r p o l a c i ó n p u r a m e n t e de a d o r n o , c u y o solo fin es h a c e r m á s c o m p l e t o el
de un p a s a j e r e c i t a d o sin s u j e c i ó n á r i t m o a l g u n o ni á m e l o d í a c u a d r o q u e se p r o p o n e t r a z a r el p o e t a , sino que c a d a a d j e t i v o
d e t e r m i n a d a , en u n a c o m p o s i c i ó n f o r m a d a con a r r e g l o á un r i t m o i n d i c a la c u a l i d a d a d e c u a d a al objeto, r e p r e s e n t a d o en u n a deter-
fijo. F i n a l m e n t e , m u c h o s s o s t i e n e n , a u n q u e ' e n r e a l i d a d n o e s t á m i n a d a posición ' ) : e x c l ú y e n s e de ella los v o c a b l o s é inflexiones
c l a r a m e n t e p r o b a d o , q u e A r q u í l o c o fué el p r i m e r o q u e s e p a r ó la a n t i c u a d o s r o d e a d o s por ende de v e n e r a b l e p r e s t i g i o , e m p l e á n d o -
m ú s i c a i n s t r u m e n t a l , del c a n t o ; d a m o d o q u e el i n s t r u m e n t o no se sólo el l e n g u a j e v u l g a r ; y si h o y se e n c u e n t r a n en sus c o m -
a c o m p a ñ a b a á la v o z h a s t a el fin, m i e n t r a s que los m ú s i c o s anti- p o s i c i o n e s a l g u n a s p a l a b r a s r a r a s q u e e x i g e n e x p l i c a c i ó n , débe-
g u o s a c o m p a ñ a b a n c a d a u n a de l a s n o t a s v o c a l e s , c o n las corres- se á q u e en el d i a l e c t o j ó n i c o c o n s e r v á b a n s e aún a l g u n o s v o c a -
pondientes n o t a s i n s t r u m e n t a l e s 3). U s á b a s e p a r a a c o m p a ñ a r los blos que m á s t a r d e c a y e r o n en desuso. E n c o n t r a m o s también
y a m b o s cierto i n s t r u m e n t o de c u e r d a , de f o r m a t r i a n g u l a r , lla- allí el a r t í c u l o , no c o n o c i d o en la l e n g u a é p i c a 5), y v a r i a s par-
m a d o y á m b i c e , i n v e n t a d o p r o b a b l e m e n t e en la é p o c a en q u e flo- t í c u l a s e m p l e a d a s de u n a m a n e r a que tiene m á s c o n e x i o n e s c o n
reció A r q u í l o c o *). l a p r o s a q u e con la p o e s í a épica. E n s u m a , es la m i s m a l e n g u a
q u e h a l l a m o s en los c ó m i c o s a t e n i e n s e s , y q u e , s u p r i m i e n d o el
Imposible era h a c e r g r a c i a al lector de t o d a s e s t a s e x p l i c a c i o -
r i t m o , e n c o n t r a r í a m o s t a m b i é n en un p r o s i s t a ; y sólo se distin-
n e s , quizá d e m a s i a d o á r i d a s , si h a b í a m o s de darle u n a idea d e l
g u e del l e n g u a j e c o m ú n en la e n e r g í a y v i v a c i d a d c o n q u e l a s
sorprendente g e n i o que dió á A r q u í l o c o el primer l u g a r , d e s p u é s
i d e a s están c o n c e b i d a s y e x p r e s a d a s , y en la e l e g a n c i a de los
de H o m e r o , entre los c r e a d o r e s de la p o e s í a h e l é n i c a . R e s t a a ú n
pensamientos 3 ).
por e x a m i n a r otro a s p e c t o n o t a b l e d e l a s c o m p o s i c i o n e s de e s t e
p o e t a : la lengua. R e m o n t á n d o n o s c o n el p e n s a m i e n t o á la é p o c a
en que el estilo épico con su i n v a r i a b l e m a j e s t a d , q u e e n a l t e c e el 1) P a r a m a y o r c l a r i d a d y p a r a m á s fácil i n t e l i g e n c i a del l e c t o r , a ñ a d i r é q u e
a s u n t o más ínfimo c o n su r i q u e z a en p i n t o r e s c o s e p í t e t o s y en d e este g é n e r o son los a d j e t i v o s del f r a g m e n t o 100, por e j e m p l o :
b r i l l a n t e s y e x t e n s a s d e s c r i p c i o n e s , e r a el ú n i c o c u l t i v a d o por los oux k'O' 'ju.(oc 07././.£'.; ¿TOx).bv "/póa, xápqjetai yáp r,8r¡,
p o e t a s , y en que la e l e g í a a c a b a b a de n a c e r , nos c o n v e n c e r e m o s d o n d e la piel no e s l l a m a d a d e l i c a d a en general sino c o n r e l a c i ó n á la p a s a d a
de c u á n á r d u a era la e m p r e s a de i n t r o d u c i r en la p o e s í a u n a len- j u v e n t u d d e la p e r s o n a á q u i e n el poeta s e r e f i e r e ; y los del f r a g m e n t o 128:
atiuSpáv '/o:páo' ¿;a),£Ú|i£vo;,
d o n d e el escollo n o e s l l a m a d o s o m b r í o en g e n e r a l , sino c o n r e l a c i ó n á la difi-
c u l t a d d e evitarlo c u a n d o se e n c u e n t r a b a j o la superficie del a g u a . L o s epíte-
') TA I I B (TÍOV ta¡j.|K!(ÚV) )iyss8ai TRAPA TT,V xpoOuiv, RA B' áSórrOa:, P l u t a r c o
tos é p i c o s c o m o los d e l f r a g m e n t o 48:
op. cit. E s t o se r e l a c i o n a b a c o n la c o m p o s i c i ó n e p ó d i c a , a u n q u e según P l u t a r c o
se e n c o n t r a b a t a m b i é n en los t r á g i c o s , v e r o s í m i l m e n t e en las u n i o n e s d e tríme- •nx;.S' "Apsto ¡iiriCpóvoy.
tros y de versos d ó c m i c o s q u e s o b r e todo se h a l l a n en E s q u i l o . son m u y raros.
2) P o r e j e m p l o el f r a g m e n t o 9 1 :
-) P l u t a r c o , de Musica c. 28.]
3) P l u t a r c o l l a m a á este ú l t i m o m é t o d o -pÓT/opoa xpo-jstv, y al p r i m e r o r, TO'.T.VSE 6', U> ~ÍOR¡Y.£, TT,V TC'JYR,V 'éywi,
•JT.O xr,v oi5r,v y.poúai;, q u e se d i c e fué i n v e n t a d o p o r A r q u í l o c o . E l s i g n i f i c a d o d o n d e el a r t í c u l o s e p a r a al p r e d i c a d o TOÍT/VSS d e Trjyr,; « T a l es la p a r t e p o s t e -
se explica c l a r a m e n t e c o m p a r a n d o á A r i s t ó t e l e s , Problemas 1 9 , 39, p. 9 2 1 , a, 25
rior q u e tienes.»
c o n P l a t ó n , Leyes 7 , p. 812, d. Kpoústv s i g n i f i c a , t o c a r u n i n s t r u m e n t o d e m ú - 3) C o m o e j e m p l o s d e la sencillez del l e n g u a j e d e A r q u í l o c o , p o d e m o s c i t a r
s i c a , lo mismo la flauta q u e la c í t a r a .
dos f r a g m e n t o s q u e pertenecen e v i d e n t e m e n t e á un p o e m a a l g o s e m e j a n t e a l
4) V é a s e A t e n e o 14, p . 636, b , H e s i q u i o y F o c i o en lajj.fiúxr ; . E l i n s t r u m e n t o e p o d o 6 d e H o r a c i o . C o m e n z a b a el f r a g m e n t o 1 1 8 :
y./.£'¡/íaaPo; d e q u e [en F i l i s ] h a b l a A t e n e o op. cit., v é a s e A r i s t o x e n o , ibid. 4,
lió).),' alo' ili¿m,l, a/1' r / í v o ; Ev y i y x .
182-183] parece h a b e r s i d o e s p e c i a l m e n t e d e s t i n a d o á la OJIO TY,V O>5R,v xpoOsi?.
[ V é a s e . l a e n u m e r a c i ó n en P o l l u x 4 , 59 y c o m e n t a r i o s d e V o l k m a n n a l t r a t a d o L a z o r r a es m u y a s t u t a , pero el e r i z o c o n o c e un g r a n a r t e : el d e c o n t r a e r -
trasportada de G r e c i a á R o m a . 5) C a l i m a c o , f r a g m . 93 d e B e n t l e y .
el i n v i e r n o , un p ó l i p o m a r i n o , y d i c e p a r a s í : si m e e c h o al a g u a a n d a b a n en b o g a v a r i a s f á b u l a s de f r e c u e n t e a p l i c a c i ó n á l a s vi-
p a r a c o g e r l o , m o r i r é de f r í o ; si no lo c o j o , mis h i j o s m o r i r á n de c i s i t u d e s de l a v i d a , y al c u a l f u e r o n m á s t a r d e a t r i b u i d a s c a s i
hambre '). D e í n d o l e a n á l o g a son l a s f á b u l a s sibaríticas cuyo t o d a s l a s n u e v a s i n v e n c i o n e s de este g é n e r o . S u b i o g r a f í a h a sido
c o n o c i m i e n t o d e b e m o s m u y e s p e c i a l m e n t e á A r i s t ó f a n e s : en e l l a s t e j i d a por posteriores g e n e r a c i o n e s c o n t o d a e s p e c i e de aven-
se refiere a l g u n a i n g e n i o s a f r a s e de un h a b i t a n t e de S i b a r i s , c o n t u r a s b u f a s y e x t r a v a g a n t e s ; pero lo q u e de él d i c e n los es-
las e s p e c i a l e s c i r c u n s t a n c i a s q u e la m o t i v a r o n a ). P a r e c e q u e la c r i t o r e s anteriores á A r i s t ó t e l e s ' ) se r e d u c e á lo que s i g u e : E s o -
n u m e r o s a p o b l a c i ó n d e e s t a r i c a colonia j ó n i c a c o n c e d í a , c o m o p o fué e s c l a v o de un s a m i o l l a m a d o I a d m o n , n a t u r a l de H e f e s -
otras muchas poblaciones m o d e r n a s , excepcional importancia á t ó p o l i s ; v i v í a en la é p o c a de A m a s i s , r e y de E g i p t o (el r e i n a d o
estas i n g e n i o s a s f r a s e s , q u e recibía y c o n s e r v a b a c o n v e r d a d e r a d e A m a s i s c o m i e n z a en el a ñ o 3 d é l a 52. a O l i m p i a d a , 570 a. C h r . ) .
pasión. E s t a m b i é n i n d u d a b l e que los apotemas de S i b a r i s 3)
S e g ú n el t e s t i m o n i o de E u g e o n 2), a n t i g u o h i s t o r i a d o r de S a m o s ,
m e n c i o n a d o s por el p o e t a siciliano E p i c a r m o n o e r a n o t r a c o s a h a b í a n a c i d o en M e s e m b r i a , c i u d a d d e l a T r a c i a que e x i s t í a mu-
q u e lo que otros l l a m a b a n f á b u l a s s i b a r í t i c a s , a u n q u e á v e c e s se c h o t i e m p o a n t e s de q u e los B i z a n t i n o s , r e i n a n d o D a r í o , estable-
e n c o n t r a b a n en e l l a s i n c i d e n t a l m e n t e d o t a d o s de v i d a y h a s t a d e c i e r a n en e l l a u n a c o l o n i a 3): o t r a s n o t i c i a s m e n o s a u t é n t i c a s lo
la f a c u l t a d de h a b l a r , no sólo los a n i m a l e s , sino t a m b i é n los ob- d e c l a r a n n a t u r a l de C o t i e o n , en F r i g i a . S u s a g a c i d a d é ingenio
j e t o s i n a n i m a d o s : t a l s u c e d í a , por e j e m p l o , en la y a c i t a d a f á b u " le v a l i e r o n l a l i b e r t a d , y si c o n t i n u ó e n l a c a s a de I a d m o n *) fué
la de A r i s t ó f a n e s 4): u n a m u j e r de S i b a r i s r o m p e u n a v a s i j a de en c a l i d a d de l i b e r t o , p u e s de otro m o d o no h a b r í a p o d i d o defen-
b a r r o , que c o m i e n z a á p r o r u m p i r en g r a n d e s v o c e s l l a m a n d o tes- der e n p ú b l i c o , c o m o lo d i c e A r i s t ó t e l e s 5), la c a u s a de un d e m a -
tigos que p r e s e n c i e n c ó m o h a sido m a l t r a t a d a ; l a m u j e r e x c l a - g o g o , en c u y o f a v o r refirió ( c o n ironía e x t r e m a d a ) c i e r t a f á b u l a .
m a e n t o n c e s : « ¡ P o r C o r a ! si en v e z de l l a m a r t e s t i g o s t e apresu- T i é n e s e por c o s a c a s i i n d u d a b l e q u e E s o p o m u r i ó en D e l f o s y á
raras á c o m p r a r u n a r o de hierro que m a n t u v i e s e unidos tus m a n o s de los D e l f i a n o s , q u i e n e s irritados por los s a r c a s m o s de s u s
p e d a z o s , m o s t r a r í a s m á s talento.» S í r v e s e de e s t a f á b u l a un vie- f á b u l a s , a c u s á r o n l e de h a b e r r o b a d o el t e m p l o y lo c o n d e n a r o n
j o j o v i a l y p e t u l a n t e p a r a p o n e r en r i d í c u l o á un h o m b r e á quien á m u e r t e 6 ) . A r i s t ó f a n e s a l u d e á u n a f á b u l a q u e E s o p o c a n t ó á los
h a m a l t r a t a d o , y q u e le a m e n a z a c o n querellarse a n t e el j u e z . D e l f i a n o s : la f á b u l a del e s c a r a b a j o qué l o g r ó v e n g a r s e del á g u i l a 7 ) .
A r i s t ó f a n e s p r e s e n t a siempre l a s f á b u l a s s i b a r í t i c a s y e s ó p i c a s
c o m o a m e n a s i n v e n c i o n e s ó historias b u r l e s c a s (yáXota), que pue-
den i m p r i m i r á c u a l q u i e r a s u n t o serio un c a r á c t e r j o c o s o . ' ) [Escolios á las A v e s d e A r i s t ó f a n e s , verso 4 7 1 , c o m p a r a d o s con H e r a -
cleides P ó n t i c o s , p. 15, 10.]
V o l v i e n d o a h o r a á E s o p o , diremos q u e , c o m o h a d e m o s t r a d o 2) Ejyáwv ó Evyesiav y no c o m o está escrito en S u i d a s EyyscTojv s. v. A í W o c .
Bentley 5), e s t a b a m u y l e j o s de ser c o n s i d e r a d o p o r los G r i e g o s [ E s t e n o m b r e es Euyáwv en D i o n i s i o de H a l i c a r n a s o , de Thucyd. judie, c. 5. E n
c o m o u n o de sus p o e t a s , y m u c h o m e n o s c o m o u n o de sus escri- e l Certamen Homeri et Hesiodi, p. 4, 19 d e la e d i c i ó n de N i e t z s c h e y en F o c i o en
t o r e s , sino sólo c o m o un ingenioso f a b u l i s t a , con c u y o n o m b r e vr.í;. D o b r e e y Meineke h a n escrito Evyaíwv. H e r a c l e i d e s P ó n t i c o s en la Políti-
c a de los Samios, f r a g m . 10 y el escoliasta de las A v e s de A r i s t ó f a n e s , verso 471,
sostienen el origen tracio de E s o p o . O. Keller, op. cit., p. 376, combate esta opi-
n i ó n , afirmando que E s o p o fué un esclavo frigio que e n el siglo v i (a. Chr.) vi-
1) D e l Codex angelicus e n W a l z , Rhetor. Graeci, vol. 2, p. 11, y de los P r o v e r b i o s
vió en S a m o s . ]
de M a c a r i o en W a l z , Arsenii Violetum, p. 3 I 8 . [ V é a s e Diogenianus praef. 1x9, T i -
3) M e s e m b r i a , P o l t i m b r i a y S e l i m b r i a son nombres t r a c i o s , y significan,
mocreonte ! fragm, 4) ibid., p. 179 y f r a g m . 11 de S i m ó n i d e s . ]
r e s p e c t i v a m e n t e , c i u d a d del M e s e s , del P o l t i s y del Selis.
•) A r i s t ó f a n e s , Avispas 1259. 1427. 1437.
i) [ V é a s e sobre este punto á O. Keller, op. cit., p. 378.]
3) E n Suidas, s. v. SußaptTixat;. [ S u i d a s utilizó c o m o fuentes los escolios á 5) [Retórica 2 , 20.]
las A v e s de Aristófanes, v e r s o 344. V é a s e L o r e n z , Leben und Schriften des Roers «) [ L a l e y e n d a de l a muerte d e E s o p o á manos de los D e l f i a n o s , que dio
Epicharmos, Berlin, 1864, p. 277.]
m o t i v o al p r o v e r b i o AWIOTOÍOV AÍP.A, la refiere igualmente Aristóteles en l a po-
*) [Avispas 1434 y s s . ] lítica de los Samios. V é a s e f r a g m . 445 de R o s e . ]
5) [Abhandlungen über die Briefe des Phalaris, p. 574 y ss. de la t r a d u c c i ó n de
') Aristófanes, Avispas 1448. V é a s e Paz 129. C o r a e s , Aesop. c. 2. [7 e n la co-
W . Ribbeck.]
lección d e H a l m . ]
E l carácter de la f á b u l a e s ó p i c a es el del v e r d a d e r o a p ó l o g o Y a a n t e s h e m o s t e n i d o o c a s i ó n de m e n c i o n a r ' ) u n f r a g m e n t o
tal y c o m o lo e n c o n t r a m o s entre los G r i e g o s : l a s c u a l i d a d e s y los de Asió, en m e t r o e l e g i a c o q u e , sin ser u n a p a r o d i a p r o p i a m e n t e
actos de los a n i m a l e s se p r e s e n t a n de tal m o d o en e l l a , m e r c e d d i c h a , se a s e m e j a m u c h o á este g é n e r o p o é t i c o , p u e s t o que la
al l e n g u a j e y á l a reflexión que les c o n c e d e el p o e t a , q u e v i e n e n á d e s c r i p c i ó n del p a r á s i t o m e n d i g o q u e en él se h a c e , resulta m a s
tener g r a n d í s i m a s e m e j a n z a c o n los a c o n t e c i m i e n t o s y r e l a c i o n e s c ó m i c a m e r c e d á u n a c i e r t a s o l e m n i d a d é p i c a . P e r o s e g ú n el tes-
de la v i d a h u m a n a . t i m o n i o del e r u d i t o P o l e m o n 2), el v e r d a d e r o autor de la p a r o d i a
Intentóse p r o b a b l e m e n t e d e s d e m u y t e m p r a n o e l dar u n a for- f u é el e s c r i t o r de y a m b o s H i p o n a x , d e c u y a s c o m p o s i c i o n e s en
m a poética á l a s f á b u l a s d e E s o p o ; y aun se d i c e que S ó c r a t e s este g é n e r o se c o n s e r v a aún un f r a g m e n t o en v e r s o s e x á m e t r o s :
m a t a b a las h o r a s en su prisión o c u p a d o en este e n t r e t e n i m i e n t o . « C a n t a , oh M u s a , á E u r i m e d o n , esa v o r a z C a r i b d i s , que t o d o lo
E l m e t r o m á s a d e c u a d o á l a f á b u l a p a r e c e q u e fué el y a m b o , v e r s o s a c r i f i c a por d a r g u s t o á su v i e n t r e , q u e t o d o , sin d i s t i n c i ó n , lo
que m á s tarde e m p l e ó F e d r o , y á v e c e s t a m b i é n el e s c a z o n , em- d e v o r a , y di c ó m o u n a v o t a c i ó n hostil le c o n d e n ó á u n a m u e r t e
p l e a d o por C a l i m a c o y B a b r i o 1 ) . N a d a p u e d e a s e g u r a r s e , sin em- i g n o m i n i o s a ; t a l fué l a v o l u n t a d del p u e b l o , en l a orilla del pro-
b a r g o , a c e r c a de este p u n t o , p o r q u e se ignora si existió en los pri- c e l o s o m a r » 3 ) . E l q u e de e s t a suerte es r i d i c u l i z a d o era e v i d e n t e -
m e r o s t i e m p o s a l g u n a v e r s i ó n m é t r i c a de e s t a f á b u l a . E l a p ó l o g o m e n t e u n g a s t r ó n o m o c u y o m a n j a r f a v o r i t o d e b í a ser el p e s c a d o
no e r a considerado c o m o un g é n e r o e s p e c i a l é i n d e p e n d i e n t e , si- ( ¿ > f á T o ; ) : l a feliz a p l i c a c i ó n de l a s i m á g e n e s y de l a s f á b u l a s es
no como un e l e m e n t o p r o p i o de otras clases de p o e s í a s , y espe-
evidente y palmaria.
c i a l m e n t e de la y á m b i c a .
P o r el c o n t r a r i o , la Batracomiomaquia, ó sea la g u e r r a de los
E l otro g é n e r o p o é t i c o c u y o s o r í g e n e s q u e r e m o s e x p o n e r a q u í , r a t o n e s c o n l a s r a n a s , q u e h a l l e g a d o h a s t a nosotros entre l a s
es la parodia. E n t e n d í a n y a los a n t i g u o s por e s t a d e n o m i n a c i ó n la epilias h o m é r i c a s , no tiene t e n d e n c i a a l g u n a s a t í r i c a , y s e n a t a -
t r a s f o r m a c i ó n de p o e s í a s g e n e r a l m e n t e c o n o c i d a s y c e l e b r a d a s , de r e a inútil l a de e s f o r z a r s e por e n c o n t r a r en e s t a b r e v e e p o p e y a
m o d o que m e r c e d á s u s t a n c i a l e s m o d i f i c a c i o n e s , p r o d u j e s e n un c ó m i c a u n fin satírico. C o n s t i t u y e su a s u n t o la historia de u n a
efecto c o m p l e t a m e n t e c o n t r a r i o , s u s t i t u y e n d o á s e n t i m i e n t o s poé- l u c h a e n t r e l a s r a n a s y los r a t o n e s , que por los n o m b r e s altiso-
ticos elevados, s e n t i m i e n t o s v u l g a r e s y ridículos. E l c o n t r a s t e en- n a n t e s de los g u e r r e r o s , l a s m i n u c i o s a s g e n e a l o g í a s de los prin-
tre lo g r a n d e y s u b l i m e del p o e m a p r i m i t i v o que nos r e c u e r d a c i p a l e s p e r s o n a j e s , l a s p o m p o s a s a r e n g a s , la s o l e m n i d a d é p i c a , y
la p a r o d i a , y lo c ó m i c o que los r e e m p l a z a , h a c e resaltar el l a d o m u y e s p e c i a l m e n t e por la p a r t e q u e en el c o m b a t e t o m a n l a s di-
r i d í c u l o , g r o t e s c o y t r i v i a l del a s u n t o p a r o d i a d o . N o t e n d í a n , sin v i n i d a d e s del O l i m p o , r e v i s t e todo el c a r á c t e r de un p o e m a é p i c o
e m b a r g o , s e m e j a n t e s t r a s f o r m a c i o n e s á a m i n o r a r la a d m i r a c i ó n h e r o i c o , c o n el c u a l f o r m a un c o n t r a s t e b a s t a n t e c ó m i c o l a n a t u -
y el respeto d e b i d o s al p r i m i t i v o p o e t a ( q u e por lo g e n e r a l e r a r a l e z a del a s u n t o . P o r lo d e m á s , á p e s a r de q u e o f r e c e m u c h a s
H o m e r o ) , sino sólo á h a c e r la s á t i r a m á s g r a c i o s a y m o r d a z . A i d e a s i n g e n i o s a s y f e l i c e s , el p o e m a , c o n s i d e r a d o en c o n j u n t o , no
p e s a r de e s t o , no p u e d e n e g a r s e q u e á v e c e s t a m b i é n l a p a r o d i a r e v e l a u n a g r a n i n v e n t i v a p o é t i c a , y el estilo de la introducción
p a r e c e c o m o q u e se b u r l a de l a s f o r m a s m a j e s t u o s a s y a u s t e r a s de es y a m u y inferior al de la e p o p e y a h o m é r i c a ; t o d o lo c u a l t i e n d e
la e p o p e y a , c o m o el niño que en sus j u e g o s se v i s t e la á m p l i a y á d e m o s t r a r n o s q u e la B a t r a c o m i o m a q u i a es p r o d u c c i ó n de los
s e v e r a t o g a del m a g i s t r a d o 2).
«) [ E s t o es sin d u d a , lo q u e E s q u i l o q u e r í a d a r á e n t e n d e r c u a n d o d e c í a
q u e todos los p o e t a s posteriores se a l i m e n t a b a n d e l a s m i g a j a s d e p a n c a í d a s
d e la m e s a d e H o m e r o , A t e n e o 8, p . 347. e. D e u n a m a n e r a m u c h o m a s c l a r a
r e p r e s e n t ó , según E l i a n o , e s t a m i s m a e x p r e s i ó n , un p i n t o r a l e j a n d r i n o . ]
últimos tiempos de la é p o c a á que nos referimos: hipótesis es e s t a ,
confirmada por l a t r a d i c i ó n que la a t r i b u y e á Pigres, hermano
de A r t e m i s i a , reina de H a l i c a r n a s o , coetáneo por consiguiente
de las g u e r r a s m é d i c a s ' ) ; si bien los a n t i g u o s d e la é p o c a roma-
na no vacilaron en a t r i b u i r l a al m i s m o H o m e r o s).
«) [ E s t o es sin d u d a , l o q u e E s q u i l o q u e r í a d a r á e n t e n d e r c u a n d o d e c í a
q u e t o d o s l o s p o e t a s p o s t e r i o r e s se a l i m e n t a b a n d e l a s m i g a j a s d e p a n c a í d a s
d e l a m e s a d e H o m e r o , A t e n e o 8, p . 347. e. D e u n a m a n e r a m u c h o m a s clara
r e p r e s e n t ó , s e g ú n E l i a n o , e s t a m i s m a e x p r e s i ó n , un p i n t o r a l e j a n d r i n o . ]
las emociones de un a l m a p r o f u n d a m e n t e a g i t a d a por l a s vicisi- ñ a b a g e n e r a l m e n t e . C u a n t o m a y o r es la e s p o n t a n e i d a d y el brío
tudes de la v i d a . D e esta s u e r t e , el c a m p o de la poesía e s t a b a c o n que se e x p r e s a n los propios s e n t i m i e n t o s , t a n t o m á s a n i m a -
abierto lo mismo á l a s e s p a n s i o n e s de un c o r a z o n o p r i m i d o , ator-
dos t a m b i é n serán los a d e m a n e s del q u e h a b l a ; a s í , los m o v i -
m e n t a d o , que b u s c a c o n s u e l o en l a r e v e l a c i ó n de sus p e n a s , q u e
m i e n t o s a n i m a d o s y e x p r e s i v o s q u e , r e s p o n d i e n d o á la e s t r u c t u r a
á las apasionadas y v i o l e n t a s l u c h a s del espíritu que a p e l a á l a s
m é t r i c a d e un p o e m a , s i g u e n su r i t m o , c o n s t i t u y e n en r e a l i d a d
a r m a s del ridículo. B a j o d o s d i v e r s a s f o r m a s , en s u m a , a p r o p i a d a
una danza.
la una para e x p r e s a r el d o l o r , la o t r a p a r a m a n i f e s t a r la ira y el
C a r a c t e r i z a b a , por t a n t o , l a p o e s í a lírica de los H e l e n o s , la
o d i o , entró la poesía g r i e g a en la esfera de la v i d a real.
expresión de un s e n t i m i e n t o m á s a p a s i o n a d o y m á s i n t e n s o , y un
P e r o una v a r i e d a d i n m e n s a de n u e v a s f o r m a s p o é t i c a s q u e d a - estilo m á s tierno y m á s i m p e t u o s o á la v e z q u e el de la e l e g í a y
b a aún r e s e r v a d a á la i n v e n t i v a de los p o e t a s del p o r v e n i r ; aun- el del y a m b o y c u y o s efectos r e a l z a b a u n a m ú s i c a v o c a l é instru-
q u e la elegía y el y a m b o constituían en r e a l i d a d los principios del m e n t a l a p r o p i a d a al a s u n t o del p o e m a , y c o n f r e c u e n c i a t a m b i é n
género lírico, aún no se les c o n s i d e r a b a i n c l u i d o s e n t r e l a s m a - l a s figuras de la d a n z a . A u n q u e en esta a l i a n z a de artes h e r m a -
nifestaciones de la p o e s í a lírica. L a idea de la l í r i c a , limitándo- n a s p r e d o m i n a b a sin d u d a l a p o e s í a , p u e s que la m ú s i c a y el
nos á señalar s u s c a r a c t e r e s p u r a m e n t e e x t e r n o s , r e c u e r d a l a s co- b a i l e sólo tenían por o b j e t o el d a r m á s v i d a á l a s c o n c e p c i o n e s
nexiones de la p o e s í a con la m ú s i c a v o c a l é i n s t r u m e n t a l , cone- del p o e t a , n o p u d o , sin e m b a r g o , a q u é l l a sustraerse á l a influen-
x i o n e s que h a s t a c i e r t o p u n t o existían y a en los p o e m a s é p i c o s , c i a de s u s a u x i l i a r e s , de t a l m o d o , q u e c u a n d o m á s t a r d e fué e s t a
j' m á s aún en los e l e g i a c o s y en los y á m b i c o s ; p e r o el c a n t o n o ú l t i m a c u l t i v a d a con m á s e s m e r o y e n t u s i a s m o , la elección de la
era p a r a estas m a n i f e s t a c i o n e s p o é t i c a s u n a c o n d i c i ó n e s e n c i a l y m e l o d í a a c a b ó por d e t e r m i n a r el c a r á c t e r de t o d o u n p o e m a . I m -
n e c e s a r i a , y la d e c l a m a c i ó n del r á p s o d a , g e n e r a l i z a d a en la epo- posible e s , p u e s , si se h a de c o m p r e n d e r bien la í n d o l e d e l a poe-
p e y a , satisfacía t a m b i é n , al m e n o s en los c o m i e n z o s , l a s e x i g e n - sía lírica g r i e g a y s u s c o n d i c i o n e s e s e n c i a l e s , d e j a r de h a c e r u n a
cias de la elegía y del y a m b o . E l c a n t o p r o p i a m e n t e d i c h o y la b r e v e r e s e ñ a del desarrollo artístico de la m ú s i c a . D i c h o se está
música instrumental q u e d a r o n , p u e s , p a r a a q u e l l a s composicio- q u e la n a t u r a l e z a m i s m a de n u e s t r o t r a b a j o nos i m p o n d r í a el de-
nes en que no e r a posible c o n c i l i a r el s e n t i m i e n t o y la pasión con b e r de l i m i t a r n o s á e s t u d i a r el c a r á c t e r g e n e r a l de l a m ú s i c a e n la
la recitación t r a n q u i l a é i g u a l , p u e s al e x p r e s a r l a s e m o c i o n e s G r e c i a a n t i g u a , sin d e s c e n d e r á p a r t i c u l a r i d a d e s y d e t a l l e s técni-
del a l m a , la p a l a b r a h u m a n a se t r a s f o r m a i n s e n s i b l e m e n t e en c o s , a u n q u e e s t a s p a r t i c u l a r i d a d e s , á p e s a r de los e s f u e r z o s de
canto, merced á la m a r c a d a sucesión de sonidos a g u d o s y g r a v e s : m u c h o s i n g e n i o s por p r o y e c t a r sobre e l l a s a l g u n a l u z , no e s t u v i e -
al mismo t i e m p o , el d e l i c a d o s e n t i m i e n t o d e a r m o n í a , i n n a t o en sen aún e n v u e l t a s en l a s m á s d e n s a s t i n i e b l a s .
el pueblo g r i e g o , p r o d u c í a n a t u r a l m e n t e la c a d e n c i a del ritmo,
L a v e r d a d e r a historia de la m ú s i c a g r i e g a , d e j a n d o a p a r t e l a s
que dió origen á f o r m a s m é t r i c a s m á s i n g e n i o s a s y v a r i a d a s . A h o -
l e g e n d a r i a s t r a d i c i o n e s de O r f e o , de F i l a m o n , d e C r i s o t e m i s y de
ra b i e n ; e x i g i e n d o la e x p r e s i ó n de e m o c i o n e s v i v a s , m á s p a u s a s
otros c a n t o r e s f a b u l o s o s , c o m i e n z a con Terpandro el lesbio. T e r -
y puntos de r e p o s o , los v e r s o s de la poesía lírica p r o p i a m e n t e di-
p a n d r o e s , en e f e c t o , el v e r d a d e r o i n v e n t o r de la m ú s i c a g r i e g a ,
c h a vinieron á f o r m a r estrofas ' ) de m a y o r ó menor e x t e n s i ó n ,
p o r q u e f u é el p r i m e r o q u e r e d u j o á l e y e s a r t í s t i c a s fijas l a s dife-
c a d a u n a de l a s c u a l e s contenía m á s ó m e n o s v a r i e d a d de m e t r o s .
r e n t e s m e l o d í a s q u e p r e v a l e c í a n en d i v e r s a s c o m a r c a s , f o r m a n d o
E s t a división en estrofas e s t a b a á su v e z r e l a c i o n a d a con la dan-
u n bien c o m b i n a d o s i s t e m a , del c u a l la m ú s i c a g r i e g a , á p e s a r
za , que si bien n o e r a condición esencial de l a l í r i c a , la a c o m p a -
de su posterior p e r f e c c i o n a m i e n t o , j a m á s se d e s v i ó ' ) . A u n q u e
' ) [ C o m o principios de estrofas ( l a palabra griega corresponde á la latina i ) * V é a s e lo que en contrario dice B e r n h a r d y , Grundriss der griecli Litteratur,
versas) pueden ser considerados el distico elegiaco y las combinaciones métri- parte 2.a, sección 1 , p. 530 de la n u e v a edición. [ V é a s e V o l k m a n n , C o m e n t a -
cas inventadas por A r q u i l o c o ; véase p. 223. N o obstante, estrofas en el sentido rios al tratado de Música de P l u t a r c o c. 10 y O. Müller, Dorier, yoL 2 , p. 310 y
genuino de la p a l a b r a , sólo h a y en la poesía lírica. ] ss. de la 2.a e d i c . ]
LIT. GR. — I. RÁ
d o t a d o de g r a n i n v e n t i v a y d a n d o c o m i e n z o á u n a n u e v a e r a D e t e r m i n a la é p o c a de T e r p a n d r o su aparición en G r e c i a , es-
m u s i c a l , no desdeñó T e r p a n d r o l a t r a d i c i ó n ; y u t i l i z a n d o c u a n t o s p e c i a l m e n t e en el P e l o p o n e s o , d a d o que n a d a s a b e m o s de su
e l e m e n t o s le ofrecían l a s m e l o d í a s d e la G r e c i a y del A s i a M e n o r , v i d a p r e c e d e n t e en L e s b o s . L a s p r i m e r a s n o t i c i a s que de él tene-
reunió en a r m ó n i c o c o n j u n t o l o q u e a n t e s e s t a b a d e s o r d e n a d o y m o s nos le p r e s e n t a n y a en el P e l o p o n e s o , c o m a r c a q u e p o r su
disperso. S e g ú n t o d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s , pertenecía T e r p a n d r o i m p o r t a n c i a p o l í t i c a , por sus b u e n a s i n s t i t u c i o n e s y por su supe-
á u n a f a m i l i a que h a b í a h e r e d a d o s u s aficiones y e n t u s i a s m o p o r rior c u l t u r a , se h a l l a b a á l a s a z ó n á la c a b e z a de c u a n t a s f o r m a -
la m ú s i c a y su profesión de c a n t o r e s , d e los a n t i g u o s b a r d o s pie- b a n la n a c i ó n h e l é n i c a . U n a de l a s f e c h a s m á s i n d u b i t a b l e s de l a
rios de la B e o c i a . E s t a t r a s m i s i ó n h e r e d i t a r i a del arte m u s i c a l c r o n o l o g í a a n t i g u a , es la de la o r g a n i z a c i ó n de l o s c e r t á m e n e s
e s t a b a m u y en a r m o n í a c o n l a s c o s t u m b r e s é instituciones de los m u s i c a l e s c e l e b r a d o s por v e z p r i m e r a e n la 26. a O l i m p i a d a (676
g r i e g o s p r i m i t i v o s ' ) . L o s E o l i o s d e la isla de L e s b o s eran ori- a. C h r . ) en la fiesta de A p o l o C a r n e i o , en L a c e d e m o n i a , y en
ginarios de B e o c i a 3), p a t r i a d e l c u l t o de l a s M u s a s y de los him- q u e T e r p a n d r o fué c o r o n a d o c o m o v e n c e d o r . S a b e m o s t a m b i é n
n o s tracios 3), en donde a p r e n d i e r o n los p r i m e r o s r u d i m e n t o s d e q u e o b t u v o c u a t r o v e c e s s e g u i d a s el premio en los a g o n e s mu-
la poesía. L a tradición r e v i s t e d e h e r m o s a s g a l a s esta p e r e g r i n a - s i c a l e s que se c e l e b r a b a n en el t e m p l o p í t i c o de D e l f o s , mu-
ción del a r t e , c u a n d o en l a l e y e n d a de O r f e o c u e n t a c ó m o l a c a - c h o t i e m p o a n t e s de la i n t r o d u c c i ó n de los j u e g o s g i m n á s t i c o s
b e z a y la lira del cantor t r a c i o , d e s p u é s de h a b e r sido éste m u e r - (47. a O l i m p i a d a ) , c o n i n t e r v a l o s de o c h o a ñ o s , y no de c u a t r o ,
to por los M é n a d e s t r a c i o s , f u e r o n a r r o j a d a s al m a r y trasporta- c o m o se v e r i f i c a r o n m á s t a r d e ' ) . T e r p a n d r o o b t u v o p r o b a b l e -
d a s por l a s olas á la isla de L e s b o s , d o n d e d e s d e e n t o n c e s flore- m e n t e estos triunfos en el t i e m p o que m e d i a entre la 27. a y la
ció el c a n t o y el arte de t o c a r l a c í t a r a , por lo c u a l e r a c e l e b r a d a 33. a O l i m p i a d a , p u e s t o q u e en el a ñ o 4 dé l a 33. a O l i m p i a d á (645
entre t o d a s l a s d e m á s islas "*). E n s e ñ á b a s e en Antisa, pequeña a. C h r . ) i n t r o d u j o entre los L a c e d e m o n i o s s u s n o m o s del c a n t o
c i u d a d de L e s b o s , l a t u m b a q u e g u a r d a b a la c a b e z a de O r f e o , y citárico y a p a r e c i ó como legislador de la m ú s i c a 2), adquiriendo,
se creía que los ruiseñores c a n t a b a n allí c o n m á s d u l z u r a q u e en m e r c e d á s u s n o t a b l e s p r o d u c c i o n e s , g r a n a u t o r i d a d en el arte
c u a l q u i e r a o t r a parte 5 ) ; y e n A n t i s a p r e c i s a m e n t e fué d o n d e q u e e j e r c í a . A s í , los L a c e d e m o n i o s , q u e d e s d e los p r i m e r o s tiem-
según testimonio de v a r i o s e s c r i t o r e s a n t i g u o s , n a c i ó T e r p a n d r o , p o s se h a b í a n d i s t i n g u i d o por su amor al c a n t o y á la d a n z a , atri-
á quien las impresiones en el p a í s n a t a l r e c i b i d a s y los g u s t o s y b u í a n á T e r p a n d r o la p r i m e r a r e g l a m e n t a c i ó n de la m ú s i c a 3), y
aficiones de la a d o l e s c e n c i a , p r e p a r a r o n p a r a l a g r a n e m p r e s a c o n s e r v a b a n c o n c u i d a d o , v e r o s í m i l m e n t e en los registros de l o s
que m á s t a r d e h a b í a de l l e v a r á f e l i z t é r m i n o . j u e g o s p ú b l i c o s , n o t i c i a e x a c t a a c e r c a de la f e c h a en q u e se rea-
lizó este a c o n t e c i m i e n t o . R e s u l t a de todo esto que Terpandro
d e b í a ser c o n t e m p o r á n e o de C a l i n o y de A r q u í l o c o ; de suerte,
1) L a s representaciones musicales e r a n e n m u c h o s E s t a d o s de G r e c i a , espe-
que la discusión por los h e l e n i s t a s m a n t e n i d a , sobre si T e r p a n -
cialmente en las fiestas públicas, p r i v i l e g i o exclusivo de ciertas familias ylvr,;
dro fué ó no anterior á A r q u í l o c o , p u e d e r e s o l v e r s e a f i r m a n d o
así, por ejemplo, en A t e n a s era p r i v i l e g i o d e los E u n i d a s el tocar l a c í t a r a e n
las procesiones. [ V é a s e sobre este p a r t i c u l a r á B e r g k , comm. de reliquiis vet. q u e , s o b r e p o c o m á s ó m e n o s , v i v i e r o n a m b o s en la m i s m a é p o c a .
com. Att., p. 70.] Los E u m ó l p i d a s d e E l e u s i s fueron en su origen, como lo d e -
muestra su mismo nombre, una f a m i l i a d e cantores de himnos. L o s descen- E n t r e l a s i n v e n c i o n e s de T e r p a n d r o , es sin d u d a la p r i n c i p a l
dientes de las familias de^flautistas e n E s p a r t a , continuaron ejerciendo su ar- el heptacordio. L o s c a n t o r e s p r i m i t i v o s a c o m p a ñ a b a n s u s c a n t o s
te y gozando sus prerogativas; las f a m i l i a s de E s t e s í c o r o y d e S i m ó n i d e s e r a n c o n u n a c í t a r a de c u a t r o c u e r d a s , tetracordio, c u y o uso era t a n ge-
t a m b i é n , como veremos más a d e l a n t e , f a m i l i a s de músicos.
n e r a l y en tal e s t i m a t e n i d o , q u e la b a s e del sistema m u s i c a l c o n -
2) C a p . I.
3)
tinuó siendo este i n s t r u m e n t o . T e r p a n d r o le a ñ a d i ó tres c u e r d a s
Cap. II.
4) IlacÍMv B' Esfiv ótotoo-rárr, dice e l e l e g i a c o F a n o c l e s , el c u a l da la versión
más elegante de esta l e y e n d a , en E s t o b e o 6 4 , 14, verso 22.
5)
*) Doriey, vol. 2, p. 320-321, *2.a edic., p. 314-315.
Mirsilo de Lesbos en Antígono C a r i s t . , histor. mirabil. c. 5. L a historia de 2) M a r m o r P a r i u m , ep. 34, línea 49 relacionado con P l u t a r c o , de Música c. 9.
Nicomaco G e r a s , Enchir. Harmon. 2 , p . 29 de M e i b o m i o , n o m b r a t a m b i é n á
3) i) TTPÍÓTR, xa-áo-aoc; TÍOV RAPI TT|V |¿oucrixr,v dice P l u t a r c o , op. cit.
Antisa en esta ocasión.
t a , r e s t a b l e c i d a la c u e r d a s u p r i m i d a en el t e t r a c o r d i o inferior,
m á s , c o m o él m i s m o d i c e en d o s v e r s o s aún e x i s t e n t e s ' ) : « D e s -
este i n s t r u m e n t o h a b í a s e c o n v e r t i d o en un o c t a c o r d i o ')•
d e ñ a n d o el c a n t o de c u a t r o t o n o s , e n t o n a r e m o s h i m n o s n u e v o s al
C o m o q u i e r a q u e al h a b l a r de l a p o e s í a lírica nos v e r e m o s obli-
son de la f o r m i n g e de siete c u e r d a s . » L a s c u e r d a s e x t r e m a s del
g a d o s m á s de u n a v e z á referirnos al sistema de escalas (TÉvt|) y to-
t e t r a c o r d i o e s t a b a n la u n a r e s p e c t o de l a o t r a en l a p r o p o r c i ó n
nos ó a r m o n í a s (rpó™, &pp.oví«0 de la m ú s i c a g r i e g a , que según to-
q u e los a n t i g u o s l l a m a r o n d i a t e s s a r o n , y que los m o d e r n o s deno-
d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s fijó t a m b i é n T e r p a n d r o , v a m o s á e x p o n e r -
m i n a n c u a r t a : esto e s , q u e la c u e r d a inferior v i b r a tres v e c e s en
lo á c o n t i n u a c i ó n . L o s i n t e r v a l o s entre los c u a t r o tonos del tetra-
el m i s m o t i e m p o q u e la superior v i b r a c u a t r o . E n t r e e s t a s d o s
cordio d e t e r m i n a b a n l a s tres e s c a l a s c o n o c i d a s por los G r i e g o s :
c u e r d a s , que f o r m a b a n el p r i n c i p a l a c o r d e de t a n sencillo ins-
d i a t ó n i c a , c r o m á t i c a y e n a r m ó n i c a . E n l a d i a t ó n i c a , los i n t e r v a -
t r u m e n t o , h a b í a en el s i s t e m a m á s a n t i g u o , l l a m a d o diatónico,
los son d o s t o n o s y un s e m i t o n o , y e r a la m á s s e n c i l l a , la m a s na-
o t r a s d o s ; y p u l s á b a n s e de tal m o d o , que los tres i n t e r v a l o s e n t r e
t u r a l y la m á s g e n e r a l m e n t e e m p l e a d a . E n la e s c a l a c r o m a t i c a ,
l a s c u a t r o c u e r d a s p r o d u j e s e n d o s v e c e s un t o n o entero y la ter-
los i n t e r v a l o s son un t o n o y u n semitono c o m b i n a d o s c o n otros
c e r a v e z un s e m i t o n o . E s t e i n s t r u m e n t o fué el q u e p e r f e c c i o n ó
d o s s e m i t o n o s ' ) . E s t a c o m b i n a c i ó n del t e t r a c o r d i o e r a t a m b i é n
Terpandro a g r e g a n d o otro t e t r a c o r d i o al p r i m e r o , p e r o no d e
m u y a n t i g u a , p e r o m u y p o c o u s a d a , p o r q u e se l e atribuía un c a -
m o d o que el t o n o m á s alto del t e t r a c o r d i o inferior v i n i e r a á ser el
rácter débil y l á n g u i d o , a u n q u e a g r a d a b l e . L a e s c a l a e n a r m ó n i c a
m á s b a j o del s u p e r i o r , sino d e j a n d o un i n t e r v a l o de un t o n o e n t r e
c o n s t a b a de d o s b r e v e s i n t e r v a l o s de un c u a r t o de t o n o c a d a u n o
a m b o s t e t r a c o r d i o s . D e e s t a s u e r t e , la c í t a r a h a b r í a t e n i d o o c h o
( l l a m a d o s d i e s i s ) , y de otro m á s l a r g o de dos tonos. E s t a e r a l a
c u e r d a s si T e r p a n d r o no h u b i e r a s u p r i m i d o la t e r c e r a del tetra-
m á s m o d e r n a , y f u é i n v e n t a d a por O l i m p o , que v i v i ó p o c o des-
cordio s u p e r i o r , que d e b i ó c o n s i d e r a r p o c o i m p o r t a n t e . E l h e p t a -
p u é s de T e r p a n d r o 3). L o s antiguos hablan con predilección del
cordio de T e r p a n d r o a l c a n z a b a por este m e d i o u n a o c t a v a , ó si-
e f e c t o de la e s c a l a e n a r m ó n i c a , e n c o m i a n d o su a n i m a c i ó n y v i g o r ,
g u i e n d o el n o m b r e g r i e g o , un d i a p a s ó n , p o r q u e el t o n o más
p e r o en los i n t e r v a l o s de c u a r t o s de t o n o , l a e j e c u c i ó n r e q u e r í a
alto del t e t r a c o r d i o superior y el m á s b a j o del inferior están en la
m u c h a p r á c t i c a y d e s t r e z a , lo m i s m o en la m ú s i c a v o c a l q u e en
relación m á s simple p o s i b l e : en la de i á 2 , r e c o n o c i d a bien pron-
la i n s t r u m e n t a l . E s t a s e s c a l a s m u s i c a l e s e s t a b a n t a m b i é n deter-
to por los G r i e g o s c o m o el a c o r d e f u n d a m e n t a l . A l m i s m o t i e m p o ,
m i n a d a s por l a s a r m o n í a s ó m o d o s , p o r q u e de éstos d e p e n d í a en
el tono m á s alto del t e t r a c o r d i o superior está r e s p e c t o del m á s alto
primer término la sucesión de los i n t e r v a l o s p e r t e n e c i e n t e s a
del inferior en la proporción de la q u i n t a , c u y a f ó r m u l a a r i t m é t i -
l a s d i v e r s a s e s c a l a s * ) , y en s e g u n d o t é r m i n o , l a m a y o r ó m e n o r
c a es 2 : 3 . E n g e n e r a l , los tonos e s t a b a n o r d e n a d o s de m a n e r a
i n t e n s i d a d de l a e s c a l a e n t e r a . E n los p r i m e r o s t i e m p o s se c o n o -
q u e l a s c o n s o n a n c i a s m á s simples de la o c t a v a , e s t o es l a s quin-
c í a n tres a r m o n í a s : la d ó r i c a , q u e era l a m á s b a j a ; l a f r i g i a , q u e
t a s y l a s c u a r t a s , d o m i n a s e n t o d o el s i s t e m a 5). A s í , el hepta-
e r a la m e d i a , y la l i d i a , q u e e r a la m á s a l t a . L a p r i m e r a de e s t a s
cordio de T e r p a n d r o fué por l a r g o t i e m p o t e n i d o en g r a n d e esti-
es la ú n i c a que l l e v a n o m b r e g r i e g o ; l a s o t r a s d o s t o m a n sus de-
m a y u s a d o por P í n d a r o , a u n q u e en t i e m p o s de este ú l t i m o poe-
1) T a m b i é n Safo, f r a g m . 92 d e B e r g k , l l a m a a l c a n t o r l é s b i c o -Éppoyo;
1) V é a s e m á s a d e l a n t e p . 273 y 277. á).).ofiaitoíaiv.
- ) Má/.o; wp¿o-o; 7tepié0r¡xs toí? ra)irl¡j.a<ji d i c e C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stromat. s ) [ P l u t a r c o , de Música c . 5.]
1, p. 364 d e P o t t e r : Tov T é p m x v S p o v — xiOapaiSix&v TIOIT¡TT¡V ó'v-a vójuov y.A-Á 3) P l u t a r c o , de Música 4. P o l l u x 4 , 65. .
vó¡xov É'XAOROV TOT; k'rcsai T O I ; IOCUTOO xai XOT; 'O^po-J ¡II).R) TisptOívTa aSeiv ev 4) S e g ú n P o l l u x 4 , 66, e r a n : ETiapya, ui-ap-/a, uapá-poTia, asTay-a-árpo-a, ofi-
TOÍ{ ÁYAIATV, P l u t a r c o , de Música 3, s e g ú n H e r á c l i d e s . [ L a e x a c t i t u d d e la opi-
ipa)>o;, a ? p a y í ; , eníXoyo;.
nión a r r i b a e x p u e s t a h a s i d o c o m b a t i d a p o r otros. V é a s e s o b r e e s t o á R . V o l k -
s ) V é a s e e s p e c i a l m e n t e P l u t a r c o , de Música 3, 4, 6. P r o c l o e n F o c i o , Bibliote-
mann en sus comentarios á P l u t a r c o . ]
ca, p . 523. H . [c. 13.]
3) V é a s e C a p . I I I , p . 46. 6) E s sin e m b a r g o , m u y posible q u e l o s p r o e m i o s d e este g é n e r o , d e Ter-
4) AUTO? £$áp-/<.iv u p o ; a-jXbv A s o f k o v NA¡r,ova. A r q u í l o c o e n A t e n e o 5, p. 180 p a n d r o , f u e s e n h i m n o s h o m é r i c o s d e l o s m á s b r e v e s . E l h i m n o á A t h e n e (28),
e. F r a g m . 76 d e B e r g k . D e l p a s a j e m u t i l a d o del m á r m o l d e l a c r ó n i c a de por e j e m p l o , p a r e c e m u y á p r o p ó s i t o p a r a ser c a n t a d o al s o n d e l a c í t a r a .
P a r o s , ep. 35, p u e d e t a m b i é n i n f e r i r s e q u e T e r p a n d r o t o c a b a l a flauta. [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p. 815-816.]
m á s d e n s a s t i n i e b l a s , por h a b é r s e l e c o n f u n d i d o á m e n u d o c o n un
P o l u x ' ) y de otros g r a m á t i c o s , t o m a b a n este n o m b r e de su
O l i m p o m i t o l ó g i c o r e l a c i o n a d o c o n los p r i m e r o s f u n d a d o r e s d e la
propio r i t m o ; el ú l t i m o e s t a b a , p u e s , c o m p u e s t o en troqueos,
religión y del c u l t o frigios. P l u t a r c o m i s m o que en su e r u d i t o tra-
y el primero en a q u e l l o s r i t m o s ó r t i c o s , c u y o p e c u l i a r c a r á c t e r
t a d o sobre la m ú s i c a h i z o n o t a r l a distinción entre el p r i m e r o y
consiste en la m a y o r e x t e n s i ó n de ciertos pies, e n v i r t u d de la c u a l
el ú l t i m o O l i m p o , q u e t a n t a p a r t e t o m ó en el d e s e n v o l v i m i e n t o
los l a r g o s y los b r e v e s a d q u i e r e n un v a l o r c u á d r u p l e del de los
de a q u e l a r t e , ' ) a t r i b u y e t a m b i é n al O l i m p o f a b u l o s o , i n v e n c i o -
l a r g o s y b r e v e s o r d i n a r i o s . C o n s é r v a s e u n f r a g m e n t o de T e r p a n -
nes que en r e a l i d a d son del O l i m p o histórico. S e p i e r d e el prime-
dro c o m p u e s t o todo él d e s í l a b a s l a r g a s y c u y a idea f u n d a m e n t a l
r o 'en l a s s o m b r a s de l a l e y e n d a : él es e l f a v o r i t o y d i s c í p u l o del
es t a n t o m á s s u b l i m e y e l e v a d a , c u a n t o m á s s o l e m n e y d i g n o es e l
S i í e n o f r i g i o , M a r s y a s , q u e i n v e n t ó la flauta y que con e s t e ins-
metro: Zeus, principio y ordenador de todas las cosas, Zeus, á tí dedico
t r u m e n t o d i s p u t ó el p r e m i o en un c e r t a m e n al dios A p o l o q u e to-
este comienzo de los himnos. s ) L o s metros compuestos exclusivamen-
c a b a la c í t a r a . E n h e r m o s a s e s c u l t u r a s y p i n t u r a s g r i e g a s se v e á
te de sílabas l a r g a s , u s á b a n s e e n l a s m á s s o l e m n e s c e r e m o n i a s re-
e s t e O l i m p o , d e l i c a d o a d o l e s c e n t e , instruido en e l a r t e d e t o c a r
ligiosas , y el n o m b r e d e p i e e s p o n d á i c o f o r m a d o por dos l a r g a s ,
l a flauta por M a r s y a s , ó en el de l a s y r i n x por P a n q u e perte-
procede de la libación (a^ovSVj) d u r a n t e la c u a l se g u a r d a b a reli-
n e c e i g u a l m e n t e al c o r t e j o de la m a d r e de los dioses frigios. E n
gioso silencio (sui^sa). S o b r e t o d o c a n t á b a n s e h i m n o s de este gé-
otros r e l i e v e s , el j o v e n frigio está r e p r e s e n t a d o s u p l i c a n d o á A p o -
nero á Z e u s en su a n t i g u o s a n t u a r i o de D o d o n a , en los c o n f i n e s
l o , por c u y a o r d e n i b a á ser d e s o l l a d o M a r s y a s , p e r d o n a s e á su
de la T e s p r ó c i a y de l a M o l o s i a , lo c u a l e x p l i c a la d e n o m i n a c i ó n
p o b r e maestro. L o m i s m o á este O l i m p o mítico q u e á otro c a n t o r
del pie m o l o s o , c o n s i s t e n t e e n tres s í l a b a s l a r g a s y con a r r e g l o al
a ú n m á s a n t i g u o , H i a g n i s , p o d í a atribuirse l a i n v e n c i ó n de c i e r t o s
c u a l debe p r o b a b l e m e n t e m e d i r s e el y a c i t a d o f r a g m e n t o de T e r -
n o m o s , en el s e n t i d o q u e se d a á e s t a p a l a b r a c u a n d o se h a b l a d e
pandro.
los n o m o s de O l e n o y d e F i l a m o n , esto e s , de m e l o d í a s determi-
P o r e s c a s a s que s e a n l a s n o t i c i a s que t e n e m o s a c e r c a de l a s n a d a s c a n t a d a s en ciertas fiestas y c u y o o r i g e n h a c í a r e m o n t a r l a
invenciones m é t r i c a s y p o é t i c a s de T e r p a n d r o , y los f r a g m e n t o s t r a d i c i ó n á c a n t o r e s l e g e n d a r i o s a m i g o s de los dioses. S e g ú n P l u -
de sus nomos aún e x i s t e n t e s , b á s t a n n o s u n a s y otros p a r a f o r m a r - t a r c o , el último O l i m p o e r a m i e m b r o de u n a f a m i l i a frigia q u e se
nos una idea c l a r a de l o s r e l e v a n t e s m é r i t o s de este p r i m e r fun- d e c í a d e s c e n d e r del O l i m p o m i t o l ó g i c o y c u y o s i n d i v i d u o s t o c a b a n
dador de la m ú s i c a g r i e g a . E s t o s méritos, sin e m b a r g o , n o d e b e n p r o b a b l e m e n t e e n la flauta h i m n o s r e l i g i o s o s , en l a s fiestas d e l a
eclipsar los de otro m ú s i c o f r i g i o , Olimpo, el c u a l dió t a l e x t e n s i ó n m a d r e de los dioses frigios.
al sistema m u s i c a l de l o s G r i e g o s , q u e P l u t a r c o l l e g a h a s t a á de-
clararle creador (ap-/*¡yóc) de la m ú s i c a h e l é n i c a . E s el s e g u n d o O l i m p o el i n t e r m e d i a r i o entre l a F r i g i a , su p a í s
L a época y la h i s t o r i a t o d a de este O l i m p o que sin d u d a es n a t a l , y la G r e c i a . G r a c i a s á él la F r i g i a , t a n p o c o i m p o r t a n t e en
un personage t a n h i s t ó r i c o c o m o T e r p a n d r o , está e n v u e l t a e n l a s l a historia de l a c i v i l i z a c i ó n h e l é n i c a , y q u e sólo se d i s t i n g u í a p o r
s u s e n t u s i a s t a s c u l t o s y por su m ú s i c a e s t r e p i t o s a , e j e r c i ó g r a n
' ) [ 4 . 65, relacionado c o n P l u t a r c o , de Música c. 28 y S u i d a s , en "Op6(ov
i n f l u e n c i a en l a m ú s i c a é i n d i r e c t a m e n t e en la p o e s í a de los G r i e -
vóiAov. Véase B e r g k , Poetas lyrici, p. 812.] g o s . P e r o j a m á s h a b r í a p o d i d o O l i m p o e j e r c e r t a l i n f l u j o , si por
5) Zs"j, TOXVTWV a p - / á , 7cávT<ov ayr.TWp,
h a b e r v i v i d o l a r g o t i e m p o entre los H e l e n o s , él m i s m o no se hu-
ZeO, aoi rdiiTiio -raútav -JIÍVUV ap-/áv, biera c o n v e r t i d o en un v e r d a d e r o g r i e g o de c a r á c t e r y d e e d u c a -
e n Clemente A l e j a n d r i n o , Stromat. 6, p. 784 d e P o t t e r , donde dice también c i ó n . S a b e m o s q u e este O l i m p o c o m p u s o m e l o d í a s n u e v a s p a r a el
que este himno á Z e u s e s t a b a c o m p u e s t o en dialecto dórico. * P o r lo que t o c a t e m p l o de A p o l o en D e l f o s y que t u v o discípulos g r i e g o s , c o m o
á pormenores sobre este m e t r o v é a s e á R i t s c h l , Rliein. Museum für. Philologie C r a t e s , y el a r g i v o H i e r a x . ' ) G r a c i a s á O l i m p o , a l c a n z ó , en la
1841, p. 277 y ss. [Opuse., v o l . 1 , p . 271, y ss. B e r g k , fragm. 1 hace de este
pasaje cuatro versos y e s c r i b e los dos últimos:
ZsO, aoi anévSia •) [ C a p . V i l . ]
2) E l primero lo c i t a P l u t a r c o , de Música 7 ; el s e g u n d o , el mismo escritor,
-A'J-AV -JJXVOV ápyáv.]
m ú s i c a g r i e g a , un p u e s t o al l a d o de l a c í t a r a , la flauta, c u y o s to-
f a n e s (versos 9 y ss.) Sin e m b a r g o , si h e m o s de j u z g a r por la esti-
nos podían multiplicarse más fácilmente, con tanta más razón
m a en que O l i m p o era t e n i d o entre los a n t i g u o s , n o es p r o b a b l e
c u a n t o que los músicos a n t i g u o s a c o s t u m b r a b a n t o c a r d o s flautas
q u e t o d a s s u s c o m p o s i c i o n e s , sin e x c e p c i ó n , t u v i e s e n un c a r á c t e r
al m i s m o t i e m p o ; p o r este m o t i v o t a m b i é n l a m ú s i c a g r i e g a con-
t a n l ú g u b r e y s o m b r í o ; sino q u e , sin t e m o r de incurrir en error,
quistó m a y o r l i b e r t a d . S u c e d i ó l u e g o que p o r c o n s i d e r a c i o n e s d e
p o d e m o s suponer que su g e n i o se m a n i f e s t ó en múltiples y v a r i a -
p u r a m o r a l i d a d , los s e v e r o s críticos a n t i g u o s , e n c o n t r a n d o en l a
dos g é n e r o s . S u n o m o á A t h e n e t e n í a sin d u d a el t o n o serio y enér-
v a r i e d a d de tonos un m o t i v o de s e d u c c i ó n y u n a t e n d e n c i a á
g i c o que c o n v e n í a al c u l t o de a q u e l l a d i v i n i d a d . E n sus f o r m a s
i n t r o d u c i r un estilo v o l u p t u o s o y l i b e r t i n o , c o n d e n a r o n el u s o d e
r í t m i c a s d a t a m b i é n O l i m p o g a l l a r d a m u e s t r a de u n a g r a n rique-
l a flauta. O l i m p o i n v e n t ó t a m b i é n y c u l t i v ó l a t e r c e r a e s c a l a m u -
z a de i n v e n c i ó n , e s p e c i a l m e n t e , en a q u e l l a s q u e los G r i e g o s re-
sical l a e n a r m ó n i c a , d e c u y a s d i f i c u l t a d e s y s o r p r e n d e n t e s efec-
p u t a b a n l a s m á s a p t a s p a r a e x p r e s a r l a emoción y el e n t u s i a s m o .
tos h e m o s h a b l a d o . S u s n o m o s e r a n , p u e s , a u l ó d i c o s , esto es
D e un p a s a j e d e P l u t a r c o se infiere q u e O l i m p o i n v e n t ó el ritmo
c o m p u e s t o s p a r a ser c a n t a d o s c o n a c o m p a ñ a m i e n t o de flauta y
de los c a n t o s á l a G r a n M a d r e , esto e s , de los g a l i a m b o s , com-
pertenecían al g é n e r o e n a r m ó n i c o . E n t r e l a s d i v e r s a s a n t i g u a s
p u e s t o del ionicus a minori y de l a d i p o d i a t r o c á i c a ')• D e la b e l l e z a
d e n o m i n a c i o n e s q u e se h a n c o n s e r v a d o , c i t a r e m o s l a de n o m o s
y d u l z u r a de este m e t r o , y de la m e l a n c ó l i c a i m p r e s i ó n q u e ins-
n a r m a t i o s , de los c u a l e s p o d e m o s a ú n f o r m a r n o s u n a idea e x a c t a .
p i r a e m p l e a d o por u n a m a n o e x p e r t a , e s b u e n a p r u e b a el « A t i s .
E u r í p i d e s en su O r e s t i a d a pone en lábios de un e u n u c o frigio de
de C a t u l o . P e r o tiene a ú n m a y o r i m p o r t a n c i a el q u e O l i m p o n o
sólo fué el i n v e n t o r de u n a t e r c e r a e s c a l a m u s i c a l , sino q u e t a m -
l e n T d H e l e n a ' q U e ^ l 0 g r a d ° 1 Í b r a r S e d e l a s «anos
v e n g a d o r a s de O r e s t e s y d e P í l a d e s , y q u e se e n c u e n t r a aún b a j o bién e n r i q u e c i ó el arte h e l é n i c o con un t e r c e r g é n e r o de ritmos.
la i n f l u e n c i a de i n d e s c r i p t i b l e t e r r o r , el relato de los h o r r o r e s de T o d a s l a s f o r m a s r í t m i c a s a n t i g u a s se h a l l a n c o m p r e n d i d a s en d o s
q u e h a sido t e s t i g o ; r e l a t o en el c u a l , l a s e x p r e s i o n e s m á s v i v a s g é n e r o s : ') el r i t m o i g u a l (feov) en que el arsis es i g u a l á l a tesis, y
de dolor y de e s p a n t o l l e v a n el sello de u n a m o l i c i e a s i á t i c a - y el r i t m o d o b l e (tad&nov) en que el arsis es d o b l e que l a tesis: el pri-
c o m o el m i s m o E u r í p i d e s h a c e decir á su e u n u c o f r i g i o , este c ¡ n m e r o f o r m a la b a s e del e x á m e t r o ; el s e g u n d o , de l a m a y o r p a r t e
de l a s p o e s í a s de A r q u i l o c o . E l ritmo i g u a l en que se e q u i l i b r a n
Ía'rZ" C0 ^P°S1C10" m u s i c a l era t a n P e r f e c t a c o m o su e s t r u c t u -
c o m p u e s t o c o n a r r e g i ° a i n ° m ° *«»*«*>; el arsis y l a t e s i s , es el m á s á propósito p a r a e x p r e s a r los senti-
(verso 1385). Evidentemente estos cánticos lastimeros, violentos m i e n t o s de un a l m a s e r e n a y t r a n q u i l a . E l r i t m o d o b l e , por lo
m i s m o q u e e s m á s r á p i d o y l i g e r o , se p r e s t a m á s á la e x p r e s i ó n
L I T o f 0 5 ' 6 n b a n Gn a r m ° n í a C 0 n e l talento y e
d e un a l m a a p a s i o n a d a p e r o a j e n a á i d e a s n o b l e s y l e v a n t a d a s ;
g u s t o de O l i m p o D í c e s e que en D e l f o s , d o n d e l a s fiestas p í t í c a s
p u e s t o q u e en e l arsis d o b l e no se n e c e s i t a g r a n e n e r g í a p a r a ha-
Pvíhonnaor n n C 1 f l m e n t ^ al c o m b a t e d e A p o l ° c o n Ia - p í - c e r r e s a l t a r l a t e s i s débil y l i g e r a . P u e s b i e n , O l i m p o a g r e g a á es-
m e odia e n 7 ° * y e n GStÍI° HdÍ0 ' u n a
t a s d o s c l a s e s de r i t m o s , un t e r c e r o , el c u a l por la p r o p o r c i ó n e n
bién m u v r í mÓnStrU° - V e n d d o tam-
E n A t e n a s era q u e está el arsis r e s p e c t o de la t e s i s , esto e s , p o r q u e á un arsis de
flautaTfe ° ^ * °IÍmp° 6jeCUtado en — h a s d o s t i e m p o s c o r r e s p o n d e u n a tesis d e t r e s , se d e n o m i n a uno y me-
flautas ( 5 w a , ) , a ) ; y en e s t e m i s m o m e t r o e x h a l a n sus q u e j a s los
dio (^tó).iov). A este g é n e r o p e r t e n e c e n los pies c r e t e o s w _)
dos e s c l a v o s de D e m o s , en el c o m i e n z o de Los Caballeros de Listó
y el g é n e r o m u l t i f o r m e de los p e o n e s — — _v_.~_._i_
e n e r g í a , y al mismo t i e m p o s u b l i m i d a d de e x p r e s i ó n ; t a l a p r e c i a - d e t e r m i n a r l a g e n e r a c i ó n á q u e p e r t e n e c i ó . C o m o q u i e r a q u e de-
1) A t e n e o 14, p . 630, e.
2) [ F r a g m . 82 á 94 d e B e r g k . ]
' ) [ P l u t a r c o , de Musica c. 9 - 1 0 . ]
3) S e conservan algunos fragmentos de u n pean compuesto en p e o n e s , en
! ) [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p . 817.]
3) E l c é l e b r e c r o n ó l o g o C l i n t o n que en los Fasta Hellenica, voi 1 p iqq ss A r i s t ó t e l e s , Retórica 3 , 8:
v
*) N o h a y q u e c o n f u n d i r e s t a s d a n z a s g i m n o p é d i c a s q u e d e s c r i b e A t e n e o 14,
L I T . GR. — 1.
g n a '). T e n i e n d o en c u e n t a esta c i r c u n s t a n c i a , c o l o c a r í a m o s es- s i c a y de la r í t m i c a g r i e g a s , el c a r á c t e r i n d i v i d u a l y l a originali-
t a s representaciones m í m i c a s e n l a c l a s e de los hiporquemas, d a d q u e son p a t r i m o n i o de l o s g e n i o s c r e a d o r e s , de los i n v e n t o -
a u n q u e P l u t a r c o no a t r i b u y e s e á l o s m ú s i c o s á c u y o frente e s t a b a res y f u n d a d o r e s de un a r t e ; p e r o , en c a m b i o , es t a r e a q u e ofre-
T a l e t a s , la a p l i c a c i ó n de e s t a s d a n z a s y de e s t a s r e c r e a c i o n e s c e g r a n d e s d i f i c u l t a d e s , l a d e c a r a c t e r i z a r á los n u m e r o s o s m a e s -
musicales á las g i m n o p e d i a s ' ) . A la m i s m a e s c u e l a , y e n par- tros q u e les s u c e d i e r o n en el m e d i o siglo s i g u i e n t e , ó sea d e s d e
ticular á T a l e t a s , debíase t a m b i é n l a d a n z a p í r r i c a ó m a r c i a l , la 40. a á l a 50. a O l i m p i a d a . D e t o d a s s u e r t e s , será conveniente
espectáculo f a v o r i t o de C r e t e n s e s y L a c e d e m o n i o s , los c u a l e s re- c i t a r á a l g u n o s de e l l o s , s i q u i e r a sea sólo p a r a d a r u n a i d e a d e l
m o n t a b a n su i n v e n c i ó n á los t i e m p o s f a b u l o s o s , p r e s e n t a n d o los c e l o con que los G r i e g o s c o n t i n u a r o n c u l t i v a n d o la m ú s i c a d e s d e
u n o s á los C u r e t e s y á los D i o s c u r o s los o t r o s , c o m o l o s p r i m e - que salió de m a n o s de los q u e l a h a b í a n i n v e n t a d o y p e r f e c c i o n a -
ros pirriquistas 3 ). E x i g i e n d o e s t a d a n z a el a c o m p a ñ a m i e n t o de do. N o m b r a r e m o s en p r i m e r t é r m i n o á Clonas de T e b a s ó de T e -
la flauta, claro es que no p u d o e j e c u t a r s e a n t e s de q u e el estu- g e a , q u e floreció en é p o c a no m u y posterior á la d e T e r p a n d r o '),
dio de este i n s t r u m e n t o fuese c u l t i v a d o p o r los G r i e g o s ; si bien y el c u a l e r a c é l e b r e por s u s n o m o s a u l ó d i c o s , u n o de los c u a l e s
se d i c e en u n a l e y e n d a q u e M i n e r v a t o c a b a en la flauta danzas fué l l a m a d o elegoi por su c a r á c t e r l a s t i m e r o . L a p o e s í a a d a p t a d a
marciales á los D i o s c u r o s . E r a l ó g i c o y n a t u r a l q u e de l a sim- á s u s c o m p o s i c i o n e s m u s i c a l e s y que h a c í a c a n t a r al son de la
ple d a n z a m a r c i a l se p a s a r a á la i m i t a c i ó n de los d i v e r s o s m o d o s flauta, consistía p r i n c i p a l m e n t e e n e x á m e t r o s y dísticos e l e g i a c o s ,
de g u e r r e a r , de a t a c a r y de d e f e n d e r s e y á l a r e p r e s e n t a c i ó n , c o n sin g r a n a r t e e n la c o n s t r u c c i ó n r í t m i c a . S i g u e á é s t e , Hierax de
el concurso de v a r i o s p i r r i q u i s t a s , de c o m b a t e s s i m u l a d o s . No A r g o s , d i s c í p u l o de O l i m p o y a f a m a d o flautista; i n v e n t ó l a músi-
en otra cosa consistían en C r e t a , s e g ú n P l a t ó n s), l a s d a n z a s pí- ca á cuyo compás las doncellas argivas trasportaban las flores
rricas, para las cuales compuso h i p o r q u e m a s , T a l e t a s , el sabio (¿v6s<r?ópia) al t e m p l o de H e r a , y a q u e l l a o t r a q u e s e r v í a de
legislador de la m ú s i c a n a c i o n a l . P a r a e x p r e s a r los m o v i m i e n t o s a c o m p a ñ a m i e n t o á los m a n c e b o s q u e e j e c u t a b a n l o s g r a c i o s o s
rápidos y a n i m a d o s de la b a t a l l a , e s c o g í a n s e n a t u r a l m e n t e , rit- e j e r c i c i o s del «évtaQXov 3). V i e n e n l u e g o los m a e s t r o s q u e , des-
m o s m u y l i g e r o s , c o m o en la m a y o r p a r t e de l o s p o e m a s hipor- p u é s d e T a l e t a s , m á s c o n t r i b u y e r o n á l a r e f o r m a de la m ú s i c a e n
q u e m á t i c o s ; a l g u n o s pies q u e s e r v í a n de m e d i d a al v e r s o , t o m a - E s p a r t a ; t a l e s s o n : Xenodamo, l a c e d e m o n i o de C i t e r a , p o e t a y
ron su n o m b r e de los r i t m o s u s a d o s en l a s d a n z a s p í r r i c a s 6 ).
c o m p o s i t o r de p e a n e s é h i p o r q u e m a s , c o m o T a l e t a s ; Xenócrito d e
T e r p a n d r o , O l i m p o y T a l e t a s o f r e c e n en la h i s t o r i a de l a mú- L o c r i s E p i z e f r i a , c i u d a d de I t a l i a , c é l e b r e por l a s m u c h a s o b r a s
originales, lo mismo musicales que poéticas, que produjo. A este
X e n ó c r i t o se a t r i b u y e u n a a r m o n í a p a r t i c u l a r l o c r i a ó i t á l i c a q u e
p. 631, b. 15, p. 678, c, con l a yunvoTKtiStxY) o p ^ a i ; que según el m i s m o A t e n e o
era el género m á s solemne d e d a n z a lírica y correspondía á la emmeleía entre fué u n a m o d i f i c a c i ó n de la eólica 3); así c o m o los c a n t o s e r ó t i c o s
las danzas dramáticas. d e los L o c r i o s (Aoxpixá á ^ a r a ) se a s e m e j a b a n m u c h o á l a p o e s í a
' ) P o l l u x 4 , 104.
eólica d e S a f o y d e E r i n n a . N o se a t r i b u y e , sin e m b a r g o , á X e -
'•) P l u t a r c o , de Música 9. Según los a n t i g u o s cronólogos, l a i n t r o d u c c i ó n de n ó c r i t o l a p a t e r n i d a d de c a n t o e r ó t i c o a l g u n o , pero sí d e d i t i r a m -
la gimnopedia se remonta á u n a é p o c a a n t e r i o r , esto es al año 4 d e la 28 a
Olimpiada (665 a. C h r . ) .
b o s , g é n e r o p o é t i c o e s p e c i a l de q u e en b r e v e h a b l a r e m o s , c u y o s
a s u n t o s e s t a b a n s a c a d o s de l a m i t o l o g í a h e r o i c a . M e n t a r e m o s ,
. 3) [Aristóteles, según el escoliasta de P í n d a r o , Pythicas 2 , 127 a t r i b u y e la
invención de las P í r r i c a s á A q u í l e s el c u a l l a s b a i l ó a l r e d e d o r de la p i r a de P a - por ú l t i m o , á Polimnesto de C o l o f o n 4 ) y á Sacadas de A r g o s ; el
troclo. V é a s e Scliol. Víctor á la Ilíada 23, 130 y Mario, Plot., p. 2623 de P u t s c h . ]
*) L a s pruebas de estas afirmaciones se e n c u e n t r a n en los Dorier, vol. 2, p á
ginas 336-337 (*2.a edic., p. 330-331).]
1) [ E s t e músico no se h a l l a n o m b r a d o m á s que en l a s fuentes u t i l i z a d a s por
5) [Leyes 7 , p. 796, b. V é a s e Ibid. 815, a . 816, b.]
P l u t a r c o en su t r a t a d o de Música c . 3 y 8.]
6) N o solo el pirriquio ( _ sino t a m b i é n el proceleusmático ~ _ _) 2) [ P o l l u x 4, 79. V é a s e P l u t a r c o , de Música c . 26.]
ó provocativo, se refieren á la d a n z a p í r r i c a . E l último no es verosímilmen-
3) B ó c k h , de metris Píndari, p. 212. 225. 241. 279. U l r i c i , Gesch. der Hell.
te sino un anapesto descompuesto; d e i g u a l m e n t e se r e d u c e al anapesto el Ivó-
Dichtkunst, p a r t e 2.a, p. 468-469. [ V é a s e Dorier, vol. 2 , p. 3 X 5 - 3 l 6 - S
i d i o ; pu9¡xóc con tanta frecuencia m e n c i o n a d o . V é a s e C a p . X I I I
• ) H i j o de M e l e s : n o m b r e originario d e E s m i r n a y que parece h a b e r sido
primero contemporáneo de A l e m á n , perfeccionó la aulodía de
tante o b j e t i v o de los grandes p o e t a s , de los más profundos pensa-
Clonas, rebasó los límites de las cinco primeras armonías '), am-
dores y aún de los estadistas á quienes estuvo encomendada la
plió las formas del a r t e , y distinguióse sobre todo en el nomo ór-
educación de la j u v e n t u d hasta la época de P l a t ó n , todos los cua-
tico; el segundo, célebre por haber obtenido el premio como flau-
les temían igualmente al predominio de una música instrumen-
tista en los tres primeros j u e g o s píticos organizados por los Ara-
tal por e x t r e m o estrepitosa que c o m e n z a b a á extenderse con gran
ficciones (año 3 de la 47. a O l i m p i a d a , 3 de la 49. a y 3 de la 50. a
r a p i d e z , y q u e , por decirlo así, remontaba demasiado el vuelo en
590-582 y 578 a. Chr.), en un principio, tocaba la flauta en esti-
las infinitas regiones de la armonía. P e r o no pudieron estos esfuer-
lo pitico (HuOixov a¿'Xr¡|xa), pero sin c a n t o , á pesar de ser autor de
zos resistir á las inclinaciones y exigencias del público de los tea-
elegías que se e n t o n a b a n al son de la flauta; esta segunda rama
tros '), c u y a impetuosa corriente sólo lograron detener m u y poco
del arte, dejóla á E c h e m b r o t o , músico arcadio coronado en la
tiempo, pero de ningún modo hacerla variar de rumbo. L a s olea-
primera P i t i a d a por sus composiciones aulódicas. P a r e c e , sin
das de la n u e v a música que h a l a g a b a el oído, rompieron los di-
e m b a r g o , según P a u s a n i a s ! ) , que esta combinación de la flauta
ques que á su paso se oponían, hacia el fin d é l a guerra del Pelo-
con el canto producía una impresión tan triste y tan lúgubre, tan
poneso, y en b r e v e veremos cuán poderosa influencia ejerció en la
poco en armonía con el carácter de la fiesta p í t i c a , que los A m -
poesía contemporánea y en todo el estado moral é intelectual de
ficciones abolieron desde entonces para en adelante esta especie
la G r e c i a . E n la corte de los reyes m a c e d ó n i c o s , desde A l e j a n -
de certamen. P o r lo que toca á S a c a d a s y al estado de la música
dro en a d e l a n t e , ejecutábanse sinfonías con centenares de instru-
en su é p o c a , dícese que fué el inventor del n o m o tripartito (-p-.as.
m e n t o s ; y si h e m o s de j u z g a r por lo que lo's antiguos nos dicen,
pv: vóp.o;)—que también se atribuye, aunque con menos fundamen-
la música instrumental de aquella é p o c a , sobre todo en punto á
to, á C l o n a s — e n el c u a l una estrofa estaba compuesta en estilo
instrumentos de v i e n t o , no era menos rica y v a r i a d a que la nues-
dórico, otra en el frigio y la tercera en el lidio, c a m b i a n d o , sin
tra. N o o b s t a n t e , á pesar de todas estas espléndidas y brillantes
d u d a , cada v e z que m u d a b a el estilo fowwpoH), el carácter todo
producciones, los verdaderos conocedores del arte musical, veían-
de la música y de la poesía.
se forzados á confesar que las antiguas melodías de O l i m p o ,
G r a c i a s á los esfuerzos de estos m a e s t r o s , llegó la música al compuestas para los instrumentos más s e n c i l l o s , encerraban
g r a d o de perfección en que la encontramos en tiempos de P í n d a - inimitable belleza que el arte moderno con sus instrumentos
r o , en cuya época prestábase á la expresión de sentimientos di- perfeccionados y sus recursos todos no lograba alcanzar s ) . T a n
versos á los cuales sabía dar el poeta un carácter y una significa- cierto es que en el arte no se h a de atender tanto al número de
ción más d e t e r m i n a d a ; pues por imperfecta que pueda parecer- los medios de perfeccionamiento, como al empleo que de ellos se
nos la música griega a n t i g u a , en lo que atañe á la ejecución de haga.
la instrumental y á la armoniosa combinación de m u c h a s v o c e s
V o l v a m o s ahora á la p o e s í a , y á la poesía lírica propiamente
e instrumentos, h a y que confesar que los griegos de aquella
dicha q u e , merced á las producciones musicales de T e r p a n d r o ,
época habían resuelto el gran problema del arte m u s i c a l : el de
de O l i m p o y de T a l e t a s , entra, desde la 40. a O l i m p i a d a (620
adaptarlo á la expresión de los sentimientos y pasiones del alma.
a. C h r . ) en el camino que en menos de siglo y medio ha de lle-
Imponer á la música este fin, recordarle que la melodía debe ser
v a r l a á la cúspide de la perfección.
su fundamento, y que esta melodía debe al mismo tiempo some-
terse al imperio de e l e v a d a s y nobles tendencias: tal fué el cons-
' ) L a esxrpoxpxria de P l a t ó n , Leyes 3, p. 701, a.
5) P l u t a r c o , de Música 18.
D i v í d e s e la p o e s í a lírica g r i e g a en d o s g é n e r o s , q u e f u e r o n
cultivados por d i v e r s a s e s c u e l a s de p o e t a s ; esto e s , por gru-
p o s de p o e t a s q u e v i v i e n d o en la m i s m a c o m a r c a , s i g u e n en s u s
c a n t o s l a s m i s m a s r e g l a s de c o m p o s i c i ó n . U n a d e e s t a s d o s es-
c u e l a s se l l a m a l a eólica p o r q u e floreció entre los eolios del A s i a
M e n o r y p a r t i c u l a r m e n t e e n l a isla de L e s b o s ; y d e n o m í n a s e l a
o t r a dórica p o r q u e , a u n q u e d i f u n d i d a por t o d a l a G r e c i a , formá-
b a n l a en un p r i n c i p i o , dorios d e l P e l o p o n e s o y de la S i c i l i a , los
c u a l e s f u e r o n l o s p r i m e r o s e n c u l t i v a r c o n v e r d a d e r o arte el gé-
n e r o p o é t i c o á q u e se h a b í a n c o n s a g r a d o . E l d i a l e c t o por e s t a s
e s c u e l a s e m p l e a d o , es p r u e b a p a l p a b l e de l a diferencia de r a z a
q u e l a s s e p a r a , p u e s m i e n t r a s la e s c u e l a l é s b i c a c o m p o n í a en el
d i a l e c t o eólico t a l y c o m o h o y se e n c u e n t r a en los m o n u m e n t o s
e p i g r á f i c o s de a q u e l l a i s l a , l a dórica se s e r v í a indistintamente
b i e n d e un d o r i s m o m o d e r a d o , bien del d i a l e c t o é p i c o c u y a m a -
jestad realzaba con ciertas formas dóricas. Diferéncianse también
r a d i c a l m e n t e e s t a s d o s e s c u e l a s , lo m i s m o por los a s u n t o s q u e
por la f o r m a y estilo de s u s p o e m a s . E n l a l í r i c a , la c o n e x i ó n es-
t r e c h a de estos tres e l e m e n t o s q u e c a r a c t e r i z a t o d a l a p o e s í a grie-
g a , es m á s m a r c a d a que en n i n g ú n otro género. L o s géneros poé-
ticos de los G r i e g o s se a s e m e j a n b a j o este p u n t o de v i s t a á los
g é n e r o s y e s p e c i e s de los p r o d u c t o s d e la n a t u r a l e z a , c u y o s p e c u -
liares c a r a c t e r e s se e n c u e n t r a n e n l a s p a r t e s t o d a s que f o r m a n e l
t i p o . C o m e n z a n d o por l a f o r m a , l a p o e s í a lírica dórica e s t a b a des-
t i n a d a á ser c a n t a d a por coros y en l a s d a n z a s c o r a l e s , r a z ó n por
l a que se la h a l l a m a d o á menudo poesía coral ™¡r¡ots);
c a l i f i c a t i v o q u e j a m á s se a p l i c ó á la p o e s í a e ó l i c a , d e s t i n a d a por
el c o n t r a r i o , á ser r e c i t a d a por u n a sola persona que a c o m p a ñ a -
L
ba su canto con gestos adecuados al asunto y con un instrumen-
la G r e c i a , c a n t a n d o u n a s v e c e s la prosperidad de los E s t a d o s
to de c u e r d a , que era por lo general la lira. L a estructura de la ,
helénicos, celebrando otras á los dioses y á los héroes objetos
estrofa lírica dórica era concisa, y en ella venía la vista en auxi-
del culto p ú b l i c o , y a prestando á las recreaciones populares ma-
lio del oído que á v e c e s difícilmente podía percibir el orden del
y o r dignidad y d e l e i t e , ó b i e n , por último, ensalzando á los
ritmo, p u d i e n d o , en consecuencia, la mirada seguir los v a r i a d o s
ciudadanos que se h a b í a n conquistado renombre entre sus com-
movimientos del coro que hacían comprender al espectador el
patricios. L a s bodas y los funerales mismos en que también se
complicado y artístico plan de estas composiciones. L a lírica eó-
e m p l e a b a este género poético, son actos por los cuales la v i d a
h c a , encerrada en más estrechos límites, componíase ó de versos
p r i v a d a sale del círculo doméstico y r e c l a m a , al hacerse pública,
ligados (ra xati <m-/ov) ó de versos escasos y b r e v e s , dispuestos
el interés general. L a lírica e ó l i c a , por el contrario, expresa casi
en estrofas, en las cuales se repite frecuentemente un mismo
siempre ideas y sentimientos que sólo un a l m a h a podido conce-
verso y c u y a conclusión se forma ó bien modificando la construc-
bir y experimentar, que con frecuencia revelan los más recónditos
ción del v e r s o , ó^bien agregándole un verso final breve. L a s es-
secretos del c o r a z o n , y c u y o s patéticos efectos necesariamente
trofas de la lírica d ó r i c a , combinábanse á m e n u d o también agre-
había de anular el canto de un coro numeroso. C u a n d o á v e c e s
gando á dos estrofas correspondientes entre sí, una tercera dife-
la lírica eólica trataba asuntos políticos, no lo hacía j a m á s para
rente de l a s dos primeras y que se l l a m a b a épodo. L o s antiguos
solicitar el interés g e n e r a l , ni p a r a conjurar con prudentes ex-
explican este sistema, diciendo que el coro que e j e c u t a b a cierto
hortaciones los conflictos del m o m e n t o , sino que c o n s a g r a b a sus
movimiento durante la estrofa, lo r e p e t í a , pero en sentido inver-
hermosas formas á la vehemente expresión de las pasiones de
so, mientras que se entonaba la anti-estrofa y que permanecía
p a r t i d o , de deseos ó exigencias inspirados al poeta por su pro-
inmóvil durante el épodo '). L a s breves estrofas de la lírica eó-
pia situación. N o quiere esto d e c i r , sin e m b a r g o , que los líricos
h c a , por el contrario, no están interrumpidas por los épodos y se
eólicos no compusieran también poemas para las representaciones
suceden las unas á las otras en un mismo metro. A s í la estructu-
corales que se verificaban sin d u d a en L e s b o s lo mismo que en
ra rítmica de la lírica dórica es susceptible de gran variedad de
el resto de G r e c i a ; y es por otra parte evidente que los L e s b i o s
formas y puede afectar los caracteres más diversos, desde el su-
g u s t a b a n de oir al lado de los. antiguos c a n t o s , compuestos pa-
blime hasta el j o v i a l , al p a s o que en la eólica se repiten frecuen-
ra tales fiestas, otras producciones poéticas n u e v a s . E s , pues,
temente los metros ligeros y vivos propios p a r a expresar las apa-
m u y probable que encargasen la composición de estos n u e v o s
sionadas emociones de un espíritu exaltado. P o r lo que h a c e al
poemas á los mismos poetas de la i s l a ; y , en efecto, entre las poe-
asunto, la sola ejecución de la poesía por los coros, exigía que se
sías de los líricos lesbianos de que han llegado hasta nosotros
tratasen temas de público y general interés, puesto que los co-
fragmentos ó n o t i c i a s , h a y m u c h a s que parecen haber estado des-
ros iban unidos con las fiestas religiosas, y si se celebraban en
tinadas á la representación coral ' ) . P e r o lo que principalmente
privado era siempre con ocasión de alguna solemnidad é iban
caracterizaba este género poético, era la expresión ingenua de
acompañados de cierta pompa. P o r otra p a r t e , h a y que convenir
ideas y sentimientos puramente individuales. N o h a y , en efecto,
en que l a s ideas y sentimientos p r i v a d o s , no se prestaban á
ser cantados por un coro numeroso. A s í es que la poesía coral
estuvo siempre íntimamente ligada con los intereses políticos de
1) S o b r e t o d o , el h i m e n e o de S a f o , del c u a l es imitación la poesía 62 de
C a t u l o , que era r e c i t a d a por coros d e doncellas y mancebos. V é a s e m á s ade-
lante. D e s d e los tiempos m á s r e m o t o s , las d a n z a s c o r a l e s iban generalmente
u n i d a s á los H i m e n e o s , véase m á s a r r i b a C a p . I I . E l fragmento de Safo, Kpr,a-
' ) [ A t i l i o , p. 295: olim carmina in déos scripta ex his tribus constabant; circumire AAT V J ÍTOT' ¿ 5 ' etc. 54 de B e r g k , alude á u n a i m i t a c i ó n de u n a d a n z a cretense
aram a dextra strophem vocabant, redire a sinistra antistrophen, post cum in consPectu
en derredor del a l t a r , y es indudable que tales d a n z a s se c o m b i n a b a n á me-
inconsistentes canticis reliqua peragebant, epodon S „ ^ , - p o ^ x«\ « j i^rP¿?<,
nudo con los h i m n o s d e los E o l i o s ; véase Anthol. Palat. 9 , 189. Según C r i d a s ,
A t e n e o 1 3 , p. 600, d , los p o e m a s de Anacreonte eran cantados igualmente en
2 t ; 'f 7 6 105 " H é C U b a dC EuripÍdeS 647' E s c ¿ l i o s á ,as N u b e s de
las fiestas n o c t u r n a s p o r coros de doncellas.
g é n e r o a l g u n o en l a p o e s í a g r i e g a en que el a l m a p u e d a m e j o r
l o , M e g a l a g i r o y los C l e a n á c t i d e s . E l p a r t i d o a r i s t o c r á t i c o á q u e
e x p r e s a r s u s e m o c i o n e s , s u s d o l o r e s y s u s a l e g r í a s que el liris-
p e r t e n e c í a n A l c e o y A n t i m é n i d e s , f u é e x p u l s a d o de M i t i l e n e , y los
m o e ó l i c o , ni d i a l e c t o a l g u n o que m á s á esto se p r e s t e q u e el
d o s h e r m a n o s a n d u v i e r o n l a r g o t i e m p o e r r a n t e s por el m u n d o .
d i a l e c t o n a t a l de a q u e l l o s p o e t a s , p o r e x t r e m o sencillo, e m p l e á n -
A l c e o , d u r a n t e su d e s t i e r r o e m p r e n d i ó l a r g o s v i a j e s por m a r y
dose e x c l u s i v a m e n t e el d i a l e c t o é p i c o , q u e e r a el q u e por lo ge-
llegó h a s t a E g i p t o , m i e n t r a s q u e A n t i m é n i d e s se i n c o r p o r a b a al
n e r a l se u s a b a en la p o e s í a g r i e g a p a r a d u l c i f i c a r y e n n o b l e c e r
e j é r c i t o b a b i l o n i o , p r o b a b l e m e n t e en la g u e r r a que Nabucodòno-
este d i a l e c t o p o p u l a r . ¡ L á s t i m a q u e c a m i n e m o s por un c a m p o
sor s o s t u v o en el A s i a M e n o r c o n t r a el f a r a ó n e g i p c i o Ñ e c o y los
c u b i e r t o d e r u i n a s , ú n i c o s d e s p o j o s q u e nos l e g a r o n t i e m p o s p a r a
E s t a d o s de l a S i r i a , F e n i c i a y J u d e a por los a ñ o s de 606 al 584
l o s c u a l e s estos p o e t a s h a b í a n l l e g a d o á ser i n c o m p r e n s i b l e s , á
(a. C h r . ) , 3 de la 43. a al 1 de la 49. a O l i m p i a d a ' ) . A l g ú n t i e m p o
c a u s a de lo e x t r a ñ o del d i a l e c t o y de l a c o n c i s i ó n de su estilo! T a l
d e s p u é s e n c o n t r a m o s de n u e v o á los h e r m a n o s en l a s c e r c a n í a s
f u é , sin d u d a a l g u n a , el c r i m e n que les c o n d e n ó al o l v i d o , m á s
de su c i u d a d n a t a l en l a q u e t r a t a b a n de e n t r a r á la c a b e z a de
bien q u e el de p r e s e n t a r d e m a s i a d o al v i v o la p a s i ó n del amor*
los n o b l e s d e s t e r r a d o s . E n t o n c e s fué c u a n d o el p u e b l o , en u n a
p u e s si l a s o b r a s l i t e r a r i a s del m u n d o a n t i g u o h u b i e r a n sido j u z -
a s a m b l e a g e n e r a l , n o m b r ó d i c t a d o r (aícru|Avf(Tíi?) p a r a que defen-
g a d a s y c o n d e n a d a s c o n a r r e g l o á tales p r i n c i p i o s d e m o r a l i d a d ,
diese s u s i n s t i t u c i o n e s , á P i t a c o , el c u a l g o b e r n ó , s e g ú n los cronó-
los e s c r i t o s de M a r c i a l , de P e t r o n i o y otros m u c h o s p o e m a s de la
l o g o s a n t i g u o s , d e s d e 590 á 580 (a. C h r . ) , e s t o e s , del a ñ o 3 de la
A n t o l o g í a , se h a b r í a n p e r d i d o , m i e n t r a s q u e l a s p r o d u c c i o n e s de
47. a al 1 de l a 50. a O l i m p i a d a 3 ) . P i t a c o l o g r ó v e n c e r al p a r t i d o
A l c e o y d e S a f o existirían a ú n . N o o b s t a n t e , d e b e r del historia-
e x p u l s a d o y g a n a r s e d e s p u é s s u v o l u n t a d , c o n la m o d e r a c i ó n y l a
dor es d a r de e l l a s u n a i d e a t a n c l a r a y c o m p l e t a c o m o se lo per-
c l e m e n c i a . S e g ú n a u t é n t i c a s n o t i c i a s se reconcilió t a m b i é n c o n
mitan las fuentes á que puede acudir.
A l c e o , q u i e n d e s p u é s de t a n t a s p e r e g r i n a c i o n e s p a s ó p r o b a b l e -
L a s c i r c u n s t a n c i a s de la v i d a de Alceo, están e s t r e c h a m e n t e m e n t e los ú l t i m o s años d e su v i d a en su p a í s n a t a l .
r e l a c i o n a d a s c o n l a s v i c i s i t u d e s p o l í t i c a s de M i t i l e n e , su c i u d a d
E n m e d i o de t a n t a s t u r b u l e n c i a s y p e l i g r o s a l z a su v o z A l c e o ,
n a t a l , en l a isla de L e s b o s . D e s c e n d i e n t e de noble f a m i l i a , con-
no p a r a dolerse c o m o S o l o n de l a s d e s g r a c i a s de su p a t r i a y de
s a g r ó g r a n p a r t e de su v i d a á sostener l a s p r e r o g a t i v a s de l a aris-
los v i c i o s d e la s o c i e d a d , g u i a d o por p a t r i ó t i c o s s e n t i m i e n t o s y
t o c r a c i a a m e n a z a d a á la s a z ó n en L e s b o s c o m o en el P e l o p o n e s o
por un espíritu r e c t o é i m p a r c i a l , ni p a r a s e ñ a l a r l a e l c a m i n o que
p o r l a s f a c c i o n e s d e m o c r á t i c a s y por s u s a m b i c i o s o s j e f e s , q u e
h a de c o n d u c i r l a á l a s a l v a c i ó n , sino p a r a e x p r e s a r y comunicar
m á s de u n a v e z a l c a n z a r o n el p o d e r a b s o l u t o , n a c i e n d o de e s t a
á otros l a s a p a s i o n a d a s e m o c i o n e s de su a l m a . I n t e n t a b a M i r s i l o
suerte l a s tiranías. C o n t r a u n o de estos t i r a n o s de M i t i l e n e , lla-
e s t a b l e c e r en M i t i l e n e un g o b i e r n o t i r á n i c o , c u a n d o A l c e o c o m -
m a d o M e l a n c r o , se r e b e l a r o n , a l i a d o s c o n P i t a c o , el m á s c e l e b r e
p u s o l a h e r m o s a o d a en q u e c o m p a r a al E s t a d o c o n u n a n a v e
e s t a d i s t a l e s b i a n o de su é p o c a , los h e r m a n o s de A l c e o , A n t i m é -
c o m b a t i d a por l a t e m p e s t a d , i n u n d a d a p o r l a s furiosas o l a s y
n i d e s y C i c i s , los c u a l e s d i e r o n m u e r t e al u s u r p a d o r h a c i a l a 42. a
d e s g a r r a d a s l a s v e l a s por el h u r a c á n . C o n o c e m o s h o y esta o d a n o
O l i m p i a d a (612 a. Chr.). P o r a q u e l l a é p o c a M i t i l e n e sostenía t a m -
sólo por un f r a g m e n t o b a s t a n t e e x t e n s o que h a l l e g a d o h a s t a nos-
bién c r u d a g u e r r a c o n l o s A t e n i e n s e s q u § c a p i t a n e a d o s p o r F r i -
otros 3 ) , sino q u e t a m b i é n por la h e r m o s a i m i t a c i ó n q u e de e l l a
non h a b í a n c o n q u i s t a d o á S i g e u m , c i u d a d costera de la T r o a d e .
h i z o H o r a c i o , a u n q u e p r o b a b l e m e n t e es m u y inferior al origi-
S á b e s e q u e los de M i t i l e n e , entre l o s c u a l e s se e n c o n t r a b a A l c e o ,
fueron v e n c i d o s , si bien P i t a c o dió m u e r t e á F r i n o n en s i n g u l a r
c o m b a t e , el año 3 de la 43. a O l i m p i a d a (606 a. Chr.). D e s d e enton- 1) L a batalla de C a r c e m i s c h ó C i r c e s i u m , t u v o l u g a r , según B e r o s o , en e l
c e s , M i t i l e n e , d i v i d i d a en d o s f a c c i o n e s , v i ó surgir e n l a s perso- año 604, el mismo en que murió N a b o p o l a s a r ; n o o b s t a n t e , la cronología bí-
b l i c a la coloca, sin d u d a con r a z ó n , e n el año 606. [ V é a s e D u n c k e r , Gesckichte
n a s de sus j e f e s , n u e v o s t i r a n o s c o m o ( s e g ú n E s t r a b o n «) Mirsi-
des Alterthums, vol. 2 , p. 375-376 que la c r e e v e r i f i c a d a en e l año 605.]
- ) [ V é a s e A . S c h ó n e , Untersuchungen über das Leben der Sappho e n SYMBOLA
PHILOLOG. , Bonn, p. 7460.]
' ) [ V é a s e l a nota 5 de la p. 268.]
3) F r a g m . 18 d e B e r g k , véase 19.
nal 1 ). L a muerte de Mirsilo produjo al poeta profunda alegría.
la obra está c o m e n z a d a 1 ) » , y dirigiéndose á sus c o m p a ñ e r o s de
«Esta es la ocasión de e m b r i a g a r s e ; e s t a e s la ocasión de invitar á
armas lleno de valor y de c o n f i a n z a : «no necesitamos muros» les
los comensales á llenar las c o p a s ; Mirsilo ha muerto »)•. H o r a -
d i c e , «los hombres son la mejor muralla para el E s t a d o 2 )»; «no
cio tomó el c o m i e n z o , por lo m e n o s , de esta oda para uno de sus
temáis l a s relucientes a r m a s del e n e m i g o , que los e m b l e m a s de
más hermosos cantos 3 ) . M u e r t o Mirsilo, el poeta lanza sus dar-
los escudos no hieren 3 )». C e l e b r a los c o m b a t e s de su aventurero
dos contra M e g a l a g i r o y los C l e a n á c t i d e s , los cuales querían usur-
hermano que alistado en el ejército babilonio había derribado á
par el poder s u p r e m o , aunque según E s t r a b o n , él mismo no dejó
un campeón g i g a n t e s c o , un verdadero G o l i a t *), y elogia el puño
de atentar contra la constitución de M i t i l e n e , ni se mostró tam-
de marfil de su e s p a d a — r e g a l o de un príncipe o r i e n t a l — q u e
poco más satisfecho de la administración pública durante la dicta-
A n t i m é n i d e s había traído de los confines de la tierra. E l amor
dura de P i t a c o , el cual fué también blanco de sus i n v e c t i v a s , á
á cantar los hechos de a r m a s , no impidió al poeta lesbiano de-
pesar de ser generalmente reputado c o m o estadista prudente y
c i r , en un canto á su a m i g o M e l a n i p o , que en un c o m b a t e con-
concienzudo y buen ciudadano y haber d a d o patente p r u e b a de
tra los A t e n i e n s e s logró por medio de la f u g a salvar su v i d a , y
virtud r e p u b l i c a n a , renunciando el p o d e r después de diez años
que los vencedores h a b í a n colocado como trofeo en el templo
de gobierno. A l c e o recrimina al p u e b l o por haber e l e v a d o á la
de P a l a s de Sigeion las armas que él había arrojado en el c a m p o
tiranía de la infortunada Mitilene al p l e b e y o P i t a c o *); agobia al
de b a t a l l a 5 ) .
mismo tirano con vituperios más propios del y a m b o que de la
lírica eólica, é i n v e n t a n d o nuevos v o c a b l o s le ridiculiza'echán- E n todos los p o e m a s de A l c e o y especialmente en sus nume-
dole en cara su aspecto v u l g a r é i n n o b l e , su régimen de v i d a mez- rosos c a n t o s al amor y al v i n o , se revela una naturaleza noble
quino é indigno de un hombre de e l e v a d a posición 5 ), de tal suer- unida á una irritabilidad inquieta y á violentas p a s i o n e s , varie-
te que c o m p a r a d o con í ' i t a c o , el tirano M e l a n c r o parecía al poeta dad de carácter que con frecuencia encontramos en los Eolios.
«digno del respeto de la ciudad 5 )». T o d o s estos cantos ponen de manifiesto al fiel servidor de B a c o
cuyo poderoso ingenio inventa á c a d a instante n u e v o s alicientes
E n esta clase de poesías que los antiguos l l a m a b a n cantos de p a r a la bebida. U n a s veces son los fríos del invierno los que con-
partido 8iXo«am«*T'.*« ' ) , describía A l c e o la situación política de v i d a n á llenar l a s copas al amor de la l u m b r e , como en la admi-
Mitilene b a j o un punto de vista p u r a m e n t e personal, E n sus can- rable oda que imitó H o r a c i o 6 ) , y otras el calor canicular que
tos bélicos late un espíritu marcial y e n é r g i c o , pero no inspiran agosta la n a t u r a l e z a e n t e r a , el que invita á refrescar las fauces
los severos principios de honor militar á que se rendía culto entre con vino ' ) . Y a el vino es el mejor remedio p a r a los dolores y an-
los D o r i o s , especialmente en E s p a r t a . Complácese en describir gustias de la v i d a 8 ) , y a es la muerte del tirano de Mitilene la que
su a r m e r í a , en c u y a s paredes brillan c a s c o s , corazas y otras pie-
z a s de armaduras «en las cuales es preciso p e n s a r , una v e z que
' ) F r a g m . 15. V é a s e p. 2 7 3 , n o t a 3.
2) F r a g m . 23.
3) F r a g m . 24.
') Carni, i , 14. 0 navis referent...
2)
* ) E l f r a g m e n t o d e E s t r a b o n 1 3 , p . 6x7 f 33 d e B e r g k , q u e e n H e f e s t i o n , p. 58
F r a g m . 20.
3)
está u n i d o c o n otros d o s versos] e s t á [por O . M ü l l e r ] c o r r e g i d o e n el Rhein. Mu-
Carni. 1 , 37. Nunc est bibendum, nunc pede lìbero
seum d e X i e b u h r , v o l . 1 , p . 287 d e l s i g u i e n t e m o d o : xa\ TOV ¿ S S A C O V 'Avv.IJ.Evi-
* ) TÒV xaxoTtaTpiSa I l t r t a x ó v . F r a g m . 3 7 , a.
5av, ov ?R,<jiv 'A>.xaíos B«¡3-JACÚV:OI; <7'Ju.u.2-/o0vTa •cs'Xéffat. ixíyav ocO).ov x a i sx TTÓVCÚV
, 5 ) , E n D Ì Ó f n e S L a e r C i ° x ' f 1 " B e r Ì ' f r a S m - 37, b. A s i l l a m a à P i t a c o «•jto'J; p-j'jauOai x t e t v a v í a avBpa ¡Acr/aÍTav, á>; yr t a'., ¡3affi).r,Vov [{te<j'.).i)íwv B e r g k ] ,
oop7«8ac, e s t o e s q u e c e n a en la o s c u n d a d , no e n u n a s a l a i l u m i n a d a c o n l à m - TTA/.at<rráv ¿TCO).SÍ7TOVTA ¡xóvov [xíav r . i y z o r i A M IT£(IITWV (eólico, en v e z de TCVTS).
p a r a s y a n t o r c h a s . [ V e a n s e t a m b i e n A r i s t o t e l e * , Politica 3 , 9 , y el f r a g m 38
E s t o es q u e a q u e l c a m p e ó n r e a l m e d i a c i n c o m e t r o s g r i e g o s m e n o s un p a l m o .
d e B e r g k . D e la i m p o r t a n c e p o l i t i c a d e A l c e o . h a b l a E s t r a b o n n P 6x7']
5) F r a g m . 32.
F r a g m . 21. J /,J '
8) F r a g m . 34. H o r a c i o , Odas 1 , 9 : Vides, ut alta...
' ) [ A , X o « « « a o t c x i es solo u n a v e r s i o n i n e t t a de Estrabon 13, p 617
d o n d e hoy se lee aroiTiom/.a. ] ° * ' ) F r a g m . 39.
8) Fragm. 35.
debe celebrarse con la e m b r i a g u e z . P e r o A l c e o no v e en el vino estrépito de las a r m a s , ó después de amarrar á la p l a y a la n a v e
un p u r o deleite sensual, sino que encomia sus efectos nobles, lla- a z o t a d a por las o l a s , c a n t a b a á B a c o y á las M u s a s , á V e n u s y á
mándole el olvido de los afanes (XaOixr.Sri; ' ) , y espejo de la hu- Amor y al hermoso L i c o á quien su negra cabellera y sus ojos
m a n i d a d , porque p o n e de manifiesto c u a n t o encierra el corazon negros también, hacen tan seductor '). E s evidente que la poesía
h u m a n o ! ). N o h a y q u e inferir de aquí como cosa i n d u d a b l e , que no era p a r a A l c e o una simple distracción ni un p a s a t i e m p o , sino
A l c e o compusiera toda una serie de cantos simpóticos (<jy|Mi<mxá). un medio de manifestar los más íntimos sentimientos de su alma.
lejos de esto, despréndese de los fragmentos que han l l e g a d o ¡Qué pálidas aparecen al lado de estos cantos l a s odas de H o r a -
hasta nosotros y de l a s imitaciones de H o r a c i o , que en A l c e o la c i o , que aunque admirables por la delicadeza de los pensamien-
invitación á beber hállase siempre íntimamente ligada con algu- tos y por la belleza de la ejecución, carecen de lo que precisamen-
nas reflexiones sobre especiales circunstancias coetáneas ó en ge- te caracterizaba la lírica e ó l i c a : de la expresión de los vehemen-
neral sobre los destinos de la h u m a n i d a d . tes sentimientos del a l m a ! J ).
D e lamentar es que sean tan escasos los f r a g m e n t o s que de M e n o s original p a r e c e A l c e o en sus poesías religiosas com-
las poesías eróticas de A l c e o conocemos. ¡Cuánto interés no ofre- puestas de himnos en honor de diversas divinidades. E s t o s can-
cería el relato de las relaciones entre Safo y A l c e o , del c o m b a t e tos , á j u z g a r por algunas citas que de ellos se h a c e n , conserva-
que en el alma del poeta libraban la pasión amorosa y el respeto ban tanto su estilo épico y contenían t a n t a s y tan detalladas na-
que profesaba á la noble j o v e n ! A l c e o la saluda en uno de sus rraciones , que su composición debía diferir enteramente de la de
p o e m a s : «coronada de v i o l e t a s , p u r a , d u l c e , y sonriente Safo», y l a s otras poesías d e s t i n a d a s á expresar e x c l u s i v a m e n t e sentimien-
en otro confiesa que le diría algo m á s , pero que la v e r g ü e n z a tos é ideas personales. E n uno de estos h i m n o s , el dedicado á
se lo i m p i d e ; pero S a f o adivinando su intención le replica con A p o l o , A l c e o , relatando la hermosa l e y e n d a d é l f i c a , cuenta có-
virginal desdén: «si tu pensamiento fuera noble y honesto y tu m o el j o v e n dios, adornado por Z e u s con la d i a d e m a de o r o , lle-
lengua no hubiese querido proferir frases i n d i g n a s , la v e r g ü e n z a v a n d o en la mano la l i r a , y trasportado en un carro tirado por
no te hubiera o f u s c a d o la v i s t a , y habrías expresado francamente cisnes, llega al país de los piadosos H i p e r b ó r e o s , y después de
tus buenos deseos 3)». D e l f r a g m e n t o por todos conocido en que haber p a s a d o con ellos un a ñ o , llegado el tiempo de hacer reso-
h a b l a con pasión de la g r a c i a de un lunar que tiene su amado, nar los trípodes délficos, en medio del calor del estío, v u e l v e en
infiérese cuán apasionados debían ser los c a n t o s que A l c e o dedica- su carro á D e l f o s donde coros de m a n c e b o s entonan peanes en
b a á hermosos m a n c e b o s 4 ) . H a y además que advertir que ni en su honor, y donde los ruiseñores y las cigarras le saludan con
sus poesías eróticas ni en sus c a n t o s en elogio del v i n o , se revela sus cantos 3 ). O t r o de estos himnos dirigido á H e r m e s , asemejá-
un sibarita a f e m i n a d o , un libertino que no piensa m á s que en b a s e evidentemente m u c h o al himno del homérida 4 ) , pues en
sensuales g o c e s ; lejos de esto en todos ellos vemos al hombre in- a m b o s se r e l a t a b a el nacimiento de H e r m e s , el robo de los b u e y e s
c a n s a b l e , e n é r g i c o , vigoroso y en constante l u c h a ; y el tumulto de A p o l o por el s a g a z hijo de M a í a , y la ira del dios trocada en
de la g u e r r a , l a s luchas p o l í t i c a s , las a m a r g u r a s del destierro y r i s a , cuando H e r m e s , en medio de sus violentas a m e n a z a s le qui-
las l a r g a s peregrinaciones forman el fondo oscuro del cuadro que ta el c a r c a x de la espalda 5 ) . E n otro h i m n o , celebraba A l c e o el
hace r e s a l t a r , por el c o n t r a s t e , escenas de tranquilos placeres.
«Poseído de ardor guerrero, el c i u d a d a n o de L e s b o s en medio del
1) H o r a c i o , Odas 1 , 32, 5 y ss. V é a n s e los escolios á las O l í m p i c a s d e P í n -
d a r o xo.
2) [ B e r n h a r d y , gr. Litteratur., vol. 2 , 1 , p. 670 c o m b a t e este j u i c i o invocan-'
' ) F r a g m . 41.
d o , con sinrazón manifiesta, el testimonio d e H o r a c i o . ]
2) F r a g m . 53, 57. [ V é a s e E s q u i l o , fragm. 288 de Dindorf.] 3) F r a g m . 2.
3) F r a g m . 55, S a f o , fragm. 28.
*) V é a s e C a p . V I I .
4) C i c e r ó n , de nat.\deor. i , 28, 79 in Per iele puero, dice el cod. Glogav. [Los '-) F r a g m . 5 á 7. H o r a c i o , Carm. 1, 10, 9, h a t o m a d o este último incidente de
t e m a s : Naevus in articulo pueri delectat Alcaeum. B e r g k : Lyci pueri.] Alceo. P e r o el himno d e A l c e o que refería detalladamente l a historia del robo,
nacimiento de H e p h e s t o s ' ) . E n la composición de estos himnos, banla á menudo los Eolios que formaban generalmente sus es-
A l c e o , como se v e en a l g u n o s de los fragmentos aún existen- trofas con ritmos logaédicos, combinados con troqueos, y a m b o s y
tes, e m p l e á b a l o s mismos metros y la misma clase de estrofas dáctilos eólicos. A este género pertenece la estrofa s á f i c a , el me-
que en sus otros p o e m a s , aunque estas estrofas y estos versos tro más s u a v e de la poesía lírica de los G r i e g o s , á las v e c e s usa-
cortos, debían amortiguar el curso de la narración. N o obstante, do por A l c e o , especialmente en su himno á H e r m e s ' ) , aunque
A l c e o p u d o , como á las v e c e s lo hizo H o r a c i o , continuar el mis- en realidad adaptábase mejor á su genio el tono más enérgico y
mo pensamiento y la m i s m a frase en una serie de estrofas. Por vigoroso del metro que de él tomó el nombre de alcáico y cuyos
otra p a r t e , el g u s t o delicado de los poetas antiguos, y particular- elementos logaédicos J ) , reforzados por las dipodias y á m b i c a s
mente de A l c e o , en la elección y en el manejo de l a s formas mé- que les preceden, conservan poco de su característica suavidad
tricas , nos inducen á conjeturar que también en estos himnos el y dulzura. D e aquí que la estrofa alcáica se empleaba general-
metro estaba en armonía perfecta con el asunto. mente en los cantos políticos y bélicos y en todos aquellos en que
L a s formas métricas e m p l e a d a s por A l c e o , son por lo general, predominaban pasiones varoniles. F o r m ó igualmente A l c e o , de
ligeras y a n i m a d a s , tienen un carácter y a más dulce y tranquilo, pies logaédicos, versos más largos que colocaba unos á continua-
y a más fuerte y violento y se componen principalmente de dácti- ción de otros en serie no interrumpida á la manera de los versos
los eólicos q u e , aunque s e m e j a n t e s en apariencia á los de la p o e - coriámbicos y de muchos dactilicos, obteniendo de esta suerte un
sía é p i c a , son esencialmente diversos. E n efecto, lejos de tener bellísimo metro para la descripción de su armería, de que y a
por base la perfecta i g u a l d a d del arsis y de la tesis ' ) , se abrevia más arriba hemos hablado 3 ). C o n todo e s t o , no hemos agotado
la primera , lo cual produce irregularidades denominadas por los
antiguos rítmicos, dáctilos irracionales a).ov0.. SáxtuXoi. E s t o s dác-
tilos comienzan por un pie indeterminado de dos sílabas que se ' ) Si el verso f r a g m . 5 e r a el c o m i e n z o de este himno. S e g ú n A p o l o n i o , de
llama base y , sin alternar con pesados espondeos, continúan lige- pronont., p. 90 de B e k k , era c o m o s i g u e : Xaips IvjV/.áva; ó ¡AISEI? ( c o m o parti-
c i p i o con a c e n t o e ò l i c o , por us3sí;), « yáp u.01. [ H e f e s t i o n , C a p . 1 4 , observa
ros y animados. D e este mismo modo h a y que medir los coriam-
a c e r c a de las estrofas sálicas: 'ía-i 6s x a i Trap' 'A/.y.airo, y.a\ á'Sc^.ov ono-lpou ss-
bos de los líricos eólicos, p u e s t o que tienen la m i s m a b a s e , si bien TIV E'jpr,ua, zi xa'i Ean^ixòv XK/.SÍTai.]
este metro conserva siempre restos del tono elevado y pomposo 2 ) E l a u t o r sigue la opinión de a q u e l l o s q u e suponen que l a s e g u n d a p a r t e
que le es peculiar. E n versos coriámbicos compuso A l c e o , y lo del verso alcáico no e s c o r i à m b i c a ni d a c t i l i c a sino l o g a é d i c a ; y d i v i d e la es-
mismo H o r a c i o que tomó de aquél la m a y o r parte de sus metros, trofa del siguiente modo:
pañera j o v e n ; y o que soy mayor que tú no puedo decidirme á sidica. L o s poemas de Safo en que se h a b l a de esta amistad ínti-
compartir contigo tu morada» '). ma de la poetisa con otras m u j e r e s , son numerosos, y ellos nos
M u c h o más difícil es definir y juzgar las relaciones de S a f o revelan la v i d a familiar del g i n e c e o , en que los dulces y tiernos
con otras m u j e r e s ; pero es indudable que la v i d a y la educación sentimientos de la mujer aparecían revestidos de las más atracti-
del sexo femenino en L e s b o s no se limitaban como en A t e n a s á vas y encantadoras f o r m a s , y en que la d e l i c a d e z a , la elegancia
los quehaceres d o m é s t i c o s , ni se confiaba exclusivamente las ni- y la música eran tenidas en grande estima. A s í , decía la poetisa
ñas á los cuidados de l a s madres ó de las nodrizas. Existían mu- á una mujer r i c a , pero sin e d u c a c i ó n : « C u a n d o h a y a s dejado de
jeres de extraordinaria cultura intelectual, las cuales se rodeaban existir, y a c e r á s s e p u l t a d a , sin que nadie se acuerde de t í , porque
de doncellas á quienes comunicaban sus conocimientos, como Só- no has participado de las rosas de la Pieria. Desconocida de todos,
crates reunió más tarde en A t e n a s en torno suyo á jóvenes de vagarás errante en la mansión de las H a d a s y por entre las oscu-
gran talento. E n t r e los dorios de E s p a r t a , mujeres nobles y cul- ras sombras ')...» y ridiculiza á A n d r ó m e d a , una de sus rivales,
tas dedicábanse con amor y celo á educar á las jóvenes de que se por su modo de v e s t i r , que los G r i e g o s , como es s a b i d o , miraban
r o d e a b a n , y estas j ó v e n e s formaban á su v e z sociedades dirigidas como indicio de l a s naturales inclinaciones y del carácter de las
probablemente por respetables matronas i ) . T a l e s asociaciones personas. «¡ Mira que mujer te h a e n a m o r a d o !: una aldeana que
existían en L e s b o s en tiempos de S a f o , pero eran perfectamente ni siquiera sabe llevar el traje ajustado á los tobillos 2 )». S a f o re-
espontáneas y formadas por doncellas que aspiraban á perfeccio- conviene también á su a m i g a M n a s i d i c a , p o r q u e , aunque era más
narse en la música y á adquirir los distinguidos y elegantes moda- bella que la delicada G i r i n n o , tenía carácter s o m b r í o 3 ) ; y dirigién-
les de sus directoras. L a música y la poesía constituían sin d u d a dose, en fin , á la j o v e n A t i s , la dice que aunque ella la había da-
el objeto principal de las mencionadas asociaciones, puesto que do siempre pruebas de particular a f e c t o , la disgustaba el v e r que
su fin inmediato era la enseñanza y el ejercicio de aquellas artes. prefería á su rival A n d r ó m e d a . «De nuevo me atormenta E r o s ,
A u n q u e la poesía fuese en Safo medio de expresar los sentimien- avasallador de las a l m a s , el monstruo dulce á la v e z que cruel é
tos que agitaban su a l m a , constituía sin e m b a r g o al propio tiem- irresistible. P e r o t ú , A t i s , sufres solo al recordarme y vuelas á los
p o , lo mismo p a r a S a f o que para los demás p o e t a s antiguos, la brazos de A n d r ó m e d a 4 )». E s evidente que el lazo que unía á es-
ocupación de la v i d a entera; y como la perfección técnica del arte
solo podía ser dada á conocer por medio d é l a e n s e ñ a n z a , trasmi-
tíase á la j u v e n t u d mediante un perseverante aprendizaje 3 ). N o de S a f o ; pero las l-aípai e r a n , al menos en su origen, ¡jaOvyrpiai. A s í M á x i m o
sólo S a f o , sino que también otras mujeres de L e s b o s se dedica- de T i r o nombra á A n a c t o r i a entre las amigas de Safo; pero es verosímil que es-
ta y la ' A v a y ó p a M u r c i a , n o m b r a d a por S u i d a s entre las aa6r,-piat fueran la
ron á este mismo género de v i d a ; así, la célebre poetisa h a b l a á
m i s m a persona; tanto m á s c u a n t o que Mileto se l l a m a b a antes A n a c t o r i a (Esté-
menudo en sus cantos de sus rivales G o r g o y A n d r ó m e d a 4 ), fano de B i z a n c i o en MíXr.-o:. E u s t a c i o á la Ilíada 2, 8 , p. 2 1 , ed. R o m ; escolios
y conocemos á gran número de sus jóvenes a m i g a s , algunas de de Apolonio de R o d a s 1 , 187.)
las cuales eran de lejanos países 5 ) como A n a c t o r i a de Mileto, ' ) F r a g m . 68 de B e r g k .
G o n g i a de Colofon, E u n e i c a de S a l a m i n a , G i r i n n o , A t i s y M n a - 2) F r a g m . 70 d e B e r g k . L a s e s c u l t u r a s antiguas que representan á las mu-
jeres , a n d a n d o c o n los vestidos levantados hasta los tobillos, ilustran este pa-
saje. V é a s e , por e j e m p l o , el relieve del Mus. Capitolin, vol. I V , tab. 43.
3) F r a g m . 76 de B e r g k . L a versión, sin embargo, no es m u y segura. [No obs-
' ) F r a g m . 75. tante esta versión no es tan insegura como la cuestión de si los dos fragmentos
2) Dorier, vol. 2, p. 297. 403. *2. a edic. p. 293. 298. conservados por Hefestion c. 64 están íntimamente ligados, en c u y a creencia,
3) Safo l l a m a á su c a s a , morada de una s e r v i d o r a de las M u s a s , po'jffonóXco N e u e h a formado de ambos un solo f r a g m e n t o , el 42, mientras que B e r g k , sin
oíxiav, de la que d e b í a desterrarse el llanto, fragm. 136. [ V é a s e O. Müller, d u d a con m á s a c i e r t o , los h a considerado c o m o dos fragmentos distintos, el 66
Gottinger Sákularprogramm., 1837, p. 26.J y e l 77.]
4) T a l se infiere del pasaje sobre las relaciones de S a f o en M á x i m o de T i r o , *) F r a g m , 31 de B l o m f i e l d ; 37 de N e u e . [ B e r g k hace de este d o s fragmen-
Dissert. 24, 9. t o s , el 40 y el 41.] V é a s e 33.
5) E n S u i d a s , en la p a l a b r a XocTCpcó se distinguen las ST-tcpat de las p.aOr,Tp'.ctt 'Hpáp-av ¡ib ¿VLO aIGsv, 'AtOí, 7iá),ai " ó t a .
t a s d o s m u j e r e s p a r e c e t e n e r m á s bien el' c a r á c t e r de u n a p a s i ó n adest, juvenes, consurgiíe, es fiel i m i t a c i ó n de un e p i t a l a m i o sáfico
a m o r o s a , que el de un c a r i ñ o m a t e r n a l . E n este m i s m o a p a s i o n a - c o m p u e s t o i g u a l m e n t e en v e r s o s e x á m e t r o s . P a r e c e que en éste,
d o e s t i l o , m a n t e n í a s e entre los dorios de E s p a r t a y de C r e t a , c o m o en C a t u l o , los c o r t e j o s de m a n c e b o s y de d o n c e l l a s e s t a b a n
u n a e s p e c i e de í n t i m a s r e l a c i o n e s entre a d u l t o s y m a n c e b o s , apro- en oposición, v i t u p e r a n d o el u n o y e n s a l z a n d o el otro al astro
b a d a s por la ley, que i n c l i n a b a n á los j ó v e n e s á n o b l e s y l e v a n t a - de la noche q u e l l e v a b a la e s p o s a al esposo. E n este p a s a j e se
d a s e m p r e s a s , y q u e m e r c e d á l a s e x p r e s i o n e s a p a s i o n a d a s de q u e e n c o n t r a b a el v e r s o de S a f o q u e h a l l e g a d o h a s t a n o s o t r o s : «Oh,
en e l l a s se h a c í a u s o , l l e v a b a n el sello de a m o r o s a c o r r e s p o n d e n - H é s p e r o s , tú reúnes t o d o lo que h a d i s p e r s a d o la b r i l l a n t e auro-
c i a entre p e r s o n a s de distinto s e x o . E s t a m e z c l a de sentimientos, ra 1 )». L a s bellas i m á g e n e s de la flor c o g i d a y de l a v i d q u e abra-
q u e s i e m p r e distinguieron y s e p a r a r o n l a s n a c i o n e s de t e m p e r a - z a al o l m o , con l a s c u a l e s C a t u l o d e s a c o n s e j a ó r e c o m i e n d a e l
m e n t o m á s t e m p l a d o , e s u n r a s g o e s e n c i a l del c a r á c t e r h e l é n i c o . matrimonio á l a s j ó v e n e s , tienen todo e l c a r á c t e r de m e t á f o r a s d e
E l e j e m p l o m á s n o t a b l e de este a p a s i o n a d o l e n g u a j e de S a f o , en S a f o , l a s c u a l e s g e n e r a l m e n t e se refieren á la n a t u r a l e z a , á l a s
l a s r e l a c i o n e s c o n sus a m i g a s , es el l a r g o f r a g m e n t o c o n s e r v a d o flores y á l a s p l a n t a s , que la poetisa m i r a b a c o n p a s i ó n 5 ). E n un
por L o n g i n o ' ) y el c u a l h a sido á m e n u d o i n t e r p r e t a d o torcida- f r a g m e n t o r e c i e n t e m e n t e d e s c u b i e r t o que d a e x c e l e n t e i d e a de la
m e n t e p o r q u e su c o m i e n z o i n d u c í a á creer que era un h o m b r e el s e n c i l l e z de estilo de S a f o , l a poetisa c o m p a r a la f r e s c u r a de la
o b j e t o de la pasión q u e en él se e x p r e s a . D i c e a s í : « I g u a l á los j u v e n t u d y la i n m a c u l a d a b e l l e z a de u n a d o n c e l l a , á u n a m a n z a -
d i o s e s m e p a r e c e el h o m b r e , sea quien q u i e r a , q u e se sienta en- n a d e u n a especie p a r t i c u l a r q u e , q u e d á n d o s e sola en el árbol,
f r e n t e de tí y e s c u c h a y v e de c e r c a tu dulce h a b l a r y t u seducto- d e s p u é s de c o g i d a s l a s d e m á s , se nutre de todo el v i g o r de la ve-
ra sonrisa. C u a n d o te v e o , la v o z espira en mi g a r g a n t a , mi len- g e t a c i ó n . Y p a r a d a r m e j o r idea c i t a r e m o s s u s m i s m a s s e n c i l l a s
g u a p e r m a n e c e i n m ó v i l , un f u e g o sutil corre por m i s v e n a s , mi p a l a b r a s en q u e por d e c i r l o así, la p o e s í a n a c e 3' se d e s a r r o l l a de-
v i s t a se o s c u r e c e y m i s o í d o s zumban». C o n estos t é r m i n o s y c o n l a n t e de nuestros o j o s con n a t u r a l b e l l e z a : «como la d u l c e m a n z a -
otros m á s e n t u s i a s t a s a ú n , d e s c r i b e S a f o un s i m p l e a f e c t o amis- na q u e m a d u r a en la c o p a , en la r a m a m á s a l t a , y á la c u a l olvi-
t o s o por u n a j o v e n , a f e c t o que r e v i s t e , m e r c e d á la e x t r e m a d a d a n los r e c o l e c t o r e s ; n o , n o la o l v i d a n , sino q u e n o p u e d e n a l c a n -
e x c i t a c i ó n del s e n t i m i e n t o , el tono de la p a s i ó n m á s a r d i e n t e s). z a r l a 3)». U n f r a g m e n t o a n á l o g o h a b l a del j a c i n t o que c r e c i e n d o en
la m o n t a ñ a , es h o l l a d o por los pastores, y su flor p u r p ú r e a y a c e en
A l a s p o e s í a s s á f i c a s de que a c a b a m o s de h a b l a r , h e m o s de
el suelo *)•, c o m p a r a n d o de esta suerte á la d o n c e l l a á quien f a l t a
a g r e g a r los e p i t a l a m i o s ó h i m e n e o s , g é n e r o s c o m p l e t a m e n t e dis-
la protección de un m a r i d o , c o n la flor q u e crece en el c a m p o en
tintos de c u a n t o s h e m o s e n u m e r a d o , y p a r a c u y o c u l t i v o t e n í a
v e z de ser c u l t i v a d a en un j a r d í n c e r r a d o y seguro. E n un h i m e n e o
e s p e c i a l e s dotes S a f o , q u e t a n bien s a b í a a p r e c i a r los a t r a c t i v o s
del h o m b r e , c o m o los e n c a n t o s de la m u j e r . E s t o s p o e m a s , á j u z -
g a r por l o s n u m e r o s o s f r a g m e n t o s q u e de e l l o s h a n l l e g a d o h a s t a
1) F r a g m . 95 de B e r g k .
n o s o t r o s , e r a n de g r a n b e l l e z a y e s t a b a n escritos en el estilo in- 2) S o b r e el amor d e S a f o á la r o s a , véase F i l o s t r a t o , Epist. 73, véase N e u e ,
g è n u o q u e l a s s e n c i l l a s c o s t u m b r e s de a q u e l t i e m p o a u t o r i z a b a n f r a g m . 132. [146 d e B e r g k . ]
3' q u e r e c l a m a b a e l c o r a z o n t i e r n o y a p a s i o n a d o de la poetisa. E l 3) Oiov -o y).'jx'jp.a).ov Epe'jOETai axp&i sn' oaSw,
h i m e n e o d e C a t u l o , no el p o e m a j o c o s o á l a s b o d a s de Manlio 0(jS(¡> en' ixpOTtÍTa»' ).s).á0ovto os |j.a}.o&ponr,s:,
Torcuato (carni. 6 1 ) , sino el d u l c e y b r e v e c a n t o ( 6 2 ) : Vesper O'j p.av Ex).E).áOov-', a).).' ovx é&yvav-' EtpixécOxt.
E s t e fragmento se e n c u e n t r a en los escolios á H e r m ó g e n e s , Walz, Rhetor.
Graeci, vol. 7 , 2 , p. 883. [ L a tradición m a n u s c r i t a coloca en d o s versos ct'xpov
En' axpo-á-<¡>, lo c u a l es m á s acertado. V é a s e fragm. 93 de Bergk.] H i m e r i o ,
1) [De sublimi c. 10 ( F r a g m . 2 de B e r g k ) c o m p a r a d o con P l u t a r c o , Vida de
Orat. 1 , 4 y 16 c i t a un p a s a j e a n á l o g o , de un himeneo de S a f o .
Demetrio c. 38 y Ero tic. c. 38.]
2) C a t u l o , que en el Carm. 51 i m i t a este p o e m a , [refiriéndose á su L e s b i a ] le *) Oíav txv úáxtvQov Iv o-jpEci noi|j.£VE; cívSpe;
da un final irónico y b u r l ó n : Otium, Cütullc, tibi molestum est e t c . , el c u a l no nó<7UI x a - A T - e ! ¡ 3 o - J 5 I ' -/AP.a\ Sé TE nopt?'¿pov ávtlo;.
está t o m a d o de Safo. D e m e t r i o , de elocut. \ 106, c i t a este f r a g m e n t o , a n ó n i m o ; pero es i n d u d a b l e
c o m p a r a S a f o el n o v i o á un t i e r n o a r b u s t o ' ) ; pero no se l i m i t a á de esta clase de c o m p o s i c i o n e s . N o p u d i é n d o s e c l a s i f i c a r fácil-
e m p l e a r e x c l u s i v a m e n t e e s t a s i m á g e n e s sino q u e le c o m p a r a t a m - m e n t e las o b r a s de la p o e t i s a de L e s b o s , f u e r o n d i v i d i d a s por
bién á A r e s J ) y sus actos á los d e A q u i l e s 3 ). Sin d u d a e n t o n c e s la los antiguos c r í t i c o s , c o n a r r e g l o al m e t r o , en l i b r o s , de los cua-
lira de S a f o a d o p t a b a un t o n o m á s s u b l i m e q u e el que g e n e r a l - les el p r i m e r o c o n t e n í a l a s o d a s e n e s t r o f a s s á f i c a s , el s e g u n d o
m e n t e e m p l e a b a . E n c u é n t r a n s e a d e m á s entre los p o e m a s de S a f o los p o e m a s en v e r s o s a l c á i c o s , e t c . , de suerte que los h i m e n e o s ,
otros h i m e n e o s q u e p r o p o r c i o n a b a n ocasión p a r a ciertas b u r l a s , por e j e m p l o , se h a l l a b a n dispersos en v a r i o s d i v e r s o s libros. L a
c o m o por e j e m p l o , a q u e l en q u e l a s d o n c e l l a s t r a t a n de arran- e s t r u c t u r a r í t m i c a de las o d a s de S a f o e r a sobre p o c o m á s ó me-
c a r al esposo la c o m p a ñ e r a q u e a c a b a n de l l e v a r l e y a b r u m a n nos i g u a l á la de A l c e o , c o n a l g u n a s d i f e r e n c i a s , sin e m b a r g o ,
con sus b u r l a s y c h a n z o n e t a s al a m i g o que e s t á á la p u e r t a y á q u e r e c o n o c e n por c a u s a el c a r á c t e r m á s d u l c e de sus c a n t o s y
quien por esta r a z ó n l l a m a n p o r t e r o (0-jpa.pó? 4 ). q u e son fáciles de a p r e c i a r si se c o m p a r a n sus d i v e r s o s m e t r o s .
S a f o c o m p u s o t a m b i é n h i m n o s á los dioses s u p l i c á n d o l e s des- C u á n g r a n d e fué la f a m a q u e entre los G r i e g o s a l c a n z ó S a f o y
cendiesen de sus p r e d i l e c t a s m o r a d a s á la tierra 3 ) ; p e r o son es- c u á n r á p i d a m e n t e se e x t e n d i ó por la G r e c i a e n t e r a , lo d e m u e s t r a
c a s í s i m a s l a s n o t i c i a s q u e t e n e m o s a c e r c a del p e c u l i a r c a r á c t e r la historia de Solon ' ) , c o n t e m p o r á n e o de la poetisa de L e s b o s :
c o m o o y e s e r e c i t a r á un sobrino s u y o un c a n t o de S a f o , e x c l a m ó :
«no quisiera m o r i r sin h a b e r a p r e n d i d o de m e m o r i a ese canto». Y ,
que pertenece á Safo. [ F r a g m . 94 de B e r g k . ] E n C a t u l o [carm. 62, 39], las don-
cellas emplean una imagen m u y semejante á aquella de que se sirven los m a n - en e f e c t o , la a n t i g ü e d a d h a p r o c l a m a d o , u n á n i m e m e n t e , sin r i v a -
cebos en S a f o . les, la g r a c i a y la d u l z u r a de la p o e s í a de S a f o
' ) Hefestion c. 41. F r a g m . ' 1 0 4 . D e l c í r c u l o de m u j e r e s de q u e ella e r a el c e n t r o esplendoroso
2) Hefestion c. 129. F r a g m . 91. [ D e m e t r i o , de elocut j¡ 148, que también c i t a
p a r t í a n t a m b i é n t o r r e n t e s de l u z y de p o e s í a . S u a m i g a Damofila
este p a s a j e , hace resaltar la d u l z u r a d e la expresión hiperbólica. L a poetisa,
después de decir: c o m p u s o p a r a el c u l t o i n d í g e n a de A r t e m i s P e r g e a , c u y a fiesta
T<j/i oí) -0 ¡xá).a0pov se c e l e b r a b a á la a s i á t i c a 3), un h i m n o en que a p a r e c í a n mez-
' Y¡¿7)vaov c l a d o s el estilo eòlico y u n a m a n e r a panfilia b a s t a n t e o r i g i n a l 4 ) .
xíppzzs TSXTOVES avops; Otra poetisa mucho más célebre, Erinna, aplicada á la rueca
' Yji^vaov por su m a d r e , m u r i ó en la flor de su v i d a , sin conocer m á s q u e
ycqJL¡3po; ep-/s-a'. l i o ; ' Apó'j't,
c o n l a i m a g i n a c i ó n l a s d e l i c i a s de la v i d a . S u p o e s í a «la rueca»
continúa, corrigiéndose á si m i s m a :
('HXaxáx/j ) — t r e s c i e n t o s e x á m e t r o s en los c u a l e s e x p r e s ó p r o b a b l e -
Sv6pO; TíoX'J [J.St£<l>V.
U.Z)-rj./.!l)
m e n t e l a s i d e a s q u e s u r g í a n en su c e r e b r o d u r a n t e su m o n ó t o n o
L o s escritores posteriores c i t a n , p o r lo d e m á s , m u y á m e n u d o expresiones t r a b a j o , — f u é t e n i d a por los a n t i g u o s en tal e s t i m a , que s e g ú n el
hiperbólicas de S a f o , como por e j e m p l o , -/p-j-rw ypvao-épa, yáXaxro; Xsjxorépa.
j u i c i o de m u c h o s m e r e c í a ser c o l o c a d a al l a d o de las e p o p e y a s de
V^ase fragm. 122 y 123 de Bergk.l
3) H i m e r i o , Orat. 1 , § 16. [ V é a s e f r a g m . 93 de Bergk.]
Homero 5 ).
causa de violencias y de tumultos 3 ) , de tal suerte, que la embria- mente a c e r c a del sentido de estos dos pasajes, en su trabajo: Aristoteles Leben von
der Rangfolge der Teile der Tragödie, en S Y M B O L A P H I L O L O G . , B o n n , p. 159 y ss.]
g u e z del poeta de T e o s era para los antiguos una embriaguez 5 ) A r i s t ó f a n e s , Thesvioph., verso 161.
poética más bien que real. A n a c r e o n t e puede ser para nosotros 3) [ V é a s e H e r m ó g e n e s , de formis orat. 2, 3 , el c u a l relaciona á A n a c r e o n t e
ejemplo v i v o y palpable de cómo el genio de la r a z a j ó n i c a , á con M e n a n d r o y encomia su ¿¡peXsta , siendo sin embargo dudoso, si se refiere a
pesar de toda su cultura, á pesar también del refinamiento de las anacreónticas de que más tarde hablaremos.]
las costumbres, había perdido toda su energía, el fuego del senti- <) [Épodo 14, 10.]
5) A s í en el f r a g m e n t o m á s extenso, en los escolios de H e f e s t i o n , p. 125.
miento, la reflexión seria y m a d u r a , abandonándose á un frivolo
F r a g m . 1 de B e r g k :
j u e g o de pensamientos y de ideas. A j u z g a r por los restos y las
Fo'jvoOu-a! a ' , s/.asr.ßoÄe,
noticias que hasta nosotros han llegado de la poesía jónica de íavfjá nal Aló?, aypíwv
A n a c r e o n t e , parece que le es m u y justamente aplicable el juicio fiáffitotv' " A p w j t t 8r¡p»v...
Sigue á ésta u n a s e g u n d a estrofa con cuatro gliconeos y un ferecrateo y am-
b a s forman un todo m a y o r . E s t e himno de A n a c r e o n t e — e l único conocido de
este género, — fué evidentemente compuesto p a r a los habitantes de Magnesia,
' ) F r a g m . en Hefestion, p. 59. F r a g m . 17 de B e r g k . en las márgenes del M e a n d r o y del L e t e o , reedificada después de su destruc-
J ) F r a g m . en Ateneo 12, p. 533,
e . F r a g m . 21 de B e r g k . ción ( C a p . I X ) y donde se a d o r a b a á A r t e m i s con el nombre de Leucofrine.
3) F r a g m . en Ateneo 10, p. 427, a. F r a g m . 64 de B e r g k . Y así t a m b i é n H o r a - [ E s t r a b o n 14, p. 647.]
cio, Carm. 1 , 27, 1 y ss. 6 ) [ V é a s e p. 292, nota 2.]
j ó n i c a , consistente en el e m p l e o a l t e r n a d o de diversos metros, mino de c a d a u n a de e l l a s por un v e r s o de diferente m e d i d a , si-
p a r t i c u l a r i d a d q u e h a c e al ritmo m á s v a r i a d o y m á s l i b r e , p e r o no q u e se l i m i t a á reunir un n ú m e r o d e t e r m i n a d o de v e r s o s bre-
t a m b i é n m á s p a u s a d o y t r a n q u i l o . E n el p o e m a de que h e m o s v e s , c u a t r o di m e t r o s j ó n i c o s , por e j e m p l o , r e f e r e n t e s á u n a mis-
h a b l a d o , la s i n g u l a r i d a d estriba en alternar los c o r i a m b o s con ma idea '). «
las dipodias yámbicas ' ) ; p e r o resalta m u c h o m á s en el j ó n i c o E s p o c o m e n o s q u e i m p o s i b l e h a b l a r de los f r a g m e n t o s autén-
(ionici a minori) que A n a c r e o n t e c u l t i v ó con predilección m a r c a d a , ticos de A n a c r e o n t e q u e existen h o y , sin fijar la a t e n c i ó n en l a
m o d e r a n d o la v e h e m e n c i a c a r a c t e r í s t i c a de este m e t r o , m e d i a n - colección de o d a s q u e c o n su n o m b r e se h a c o n s e r v a d o . H a n
te la c o m b i n a c i ó n — i m i t a n d o p r o b a b l e m e n t e al músico O l i m p o ') e j e r c i d o tal i n f l u e n c i a en la g e n e r a l opinión a c e r c a de A n a c r e o n -
— de d o s p i e s j ó n i c o s ; de m a n e r a que la última s í l a b a larga t e , estos b r e v e s y g r a c i o s o s p o e m a s , q u e a ú n h o y la a d m i r a c i ó n
del p r i m e r p i e se h a c í a b r e v e , y l a r g a l a p r i m e r a b r e v e del se- q u e se t r i b u t a al c a n t o r de T e o s , d e s c a n s a c a s i e n t e r a m e n t e en
g u n d o , que de esta suerte q u e d a b a c o n v e r t i d o en u n a d i p o d i a e s t a s p r o d u c c i o n e s de u n a p o e s í a m u y posterior y de índole
trocàica3). Este procedimiento, denominado flexión, (áváxta«;) m u y distinta de la del a n c i a n o v a t e . E s t á evidentemente de-
por los a n t i g u o s d a b a al m e t r o u n a expresión m e n o s unifor- m o s t r a d o d e s d e h a c e m u c h o t i e m p o , que e s t a s a n a c r e ó n t i c a s n o
m e y al m i s m o t i e m p o m á s d u l c e ; y e m p l e a d o en v e r s o s b r e v e s , f u e r o n obra del p o e t a c u y o n o m b r e l l e v a n , y b a s t a á p r o b a r l o
a d a p t á b a s e m e j o r q u e n i n g ú n otro á la p o e s í a erótica. A n t e s de el h e c h o de que de ciento c i n c u e n t a c i t a s de m u c h o s ¡pasajes y
A n a c r e o n t e , sólo s e e n c u e n t r a n v e s t i g i o s de este m e t r o en d o s e x p r e s i o n e s de A n a c r e o n t e , que se e n c u e n t r a n en los escritores
f r a g m e n t o s de S a f o ; p e r o el p o e t a de T e o s , formó c o n arre- a n t i g u o s , sólo u n a 4) a l u d e á u n a de l a s o d a s c o n t e n i d a s en l a
g l o á este m o d e l o , u n a g r a n v a r i e d a d de m e t r o s , p r i n c i p a l m e n t e colección 3 ). L o s a s u n t o s y la f o r m a de estos c a n t o s , sugieren
el b r e v e v e r s o a n a c r e ó n t i c o (un d í m e t r o j ó n i c o ) que t a n á me- u n a p r u e b a aún m á s c o n v i n c e n t e en pro de nuestro a s e r t o : no se
n u d o se h a l l a en los f r a g m e n t o s a u t é n t i c o s q u e de él h o y exis- h a b l a en ellos de l a s p a r t i c u l a r e s c i r c u n s t a n c i a s en que v i v í a y
ten y en l a s o d a s que m á s t a r d e fueron c o m p u e s t a s á imita- se a g i t a b a A n a c r e o n t e c u a n d o c o m p u s o s u s v e r s o s , y los perso-
ción de l a s d e A n a c r e o n t e *). E m p l e ó t a m b i é n los v e r s o s y á m - n a j e s que e n ellos a p a r e c e n , c o m o B a t i l o , pierden todo c a r á c t e r
b i c o s y t r o c á i c o s , c o m o A r q u í l o c o , con quien por lo m e n o s tiene real que es r e e m p l a z a d o por otro ideal y fantástico. C i e r t o es
t a n t a s c o n e x i o n e s c o m o c o n los líricos eólicos en lo q u e atañe que en estos c a n t o s se t r a t a n y se d e s e n v u e l v e n c o n n a t u r a l i d a d
a la p a r t e t é c n i c a de su p o e s í a . L a distribución de los v e r s o s y g r a c i a m u c h o s l u g a r e s c o m u n e s (loci communes) dé la p o e s í a : l a
en estrofas es m e n o s f r e c u e n t e en A n a c r e o n t e que en los p o e t a s alegre v e j e z , el e l o g i o del amor y del v i n o , l a s a g a c i d a d y el po-
de L e s b o s , y c u a n d o l a s f o r m a , n o s e ñ a l a por lo g e n e r a l el tér- d e r l e E r o s y otros a n á l o g o s ; p e r o es t a m b i é n innegable que este
m o d o g e n e r a l de t r a t a r los a s u n t o s , sin h a c e r alusión a l g u n a á
persona ó a c o n t e c i m i e n t o d e t e r m i n a d o s , no se c o m p a d e c e c o n l a
') D e suerte que el metro e s : índole de l a p o e s í a de A n a c r e o n t e , d i r e c t a m e n t e s u r g i d a de l a
' ) [ V é a s e fragm. 7 5 :
n o U a (¿v EV Soypi Tt6e\; aO'/lva, m l l a S' h rpo/Ü,
-Olla. S E VÍOTOV (TXUTÍVT! ¡iáo-Tiyi 6(Ú¡aí Z 9EÍ;, xó¡¿r,v. TMI.I ©py/ii) T: Si- |xs | Xofcbv o¡j.|xauiv pXliroussc
vr,/.£fi>c <?EÚyei;, OOXÉEI; SÉ | n' CJSEV s'iSÉvxt ao?óv;]
Dos versos c o m o estos van seguidos de un dímetro y á m b i c o , c o m o épodo:
») [ V é a s e p. 296, nota 3. B e r g k publica 172 fragmentos de Anacreonte.]
wvá 7' ex7ETt),¡j.£vo;. [ F r a g m . 2 1 , versos 9 y ss.]
s)
3) [ E l título de la colección contenida en e l 2.0 volumen del C o d e x P a l a t i -
V é a s e sobre este p a r t i c u l a r , el C a p . X I .
3)
nus de la Antología es ' A v a x p l o v - o ; T/,í<w <rJjJ.7to<5iaxá r ^ i á ^ i a ; con el c u a l la
Asi que —
h a publicado V . R o s e , L e i p z i g , 1876. U n fragmento análogo cita G r e g o r i o de
se c a m b i a en — — — _ | _
Corinto, de dialeclis, p. 396 de S c h a f e r , b a j o la denominación sv -roí; 'Avaxpsov-s-
4 ) [ V é a s e fragm. 64. L a s posteriores 'AvaxpsóvtEia fueron denominadas así
íot;. L a colección m á s c o m p l e t a , sacada de p o e m a s de las m á s diversas épocas,
merced al empleo de este metro.]
se encuentra e n B e r g k , Poetas lyrici. ]
v i d a real. P o r otra p a r t e , las i d e a s c a p i t a l e s de estos c a n t o s tie-
t r a n los idiiios de T e ó c r i t o ; l a s o t r a s d e b e n atribuirse á la ú l t i m a
nen c i e r t o sabor e p i g r a m á t i c o y sofístico :1a f u e r z a del s e x o débil,
é p o c a del P a g a n i s m o y á los escritores rutinarios é incultos que
el p o d e r del p e q u e ñ o E r o s , la f e l i c i d a d del s u e ñ o , la f r e s c u r a j u v e -
c o n t i n u a b a n v e r s i f i c a n d o c o m o en t i e m p o s m u y anteriores. No
nil de l a s e n e c t u d , son m á s bien a s u e t o s p a r a e p i g r a m a s , no de
o b s t a n t e , a l g u n a s de l a s m e j o r e s a n a c r e ó n t i c a s p u e d e n c o n r a z ó n
los q u e h a c í a S i m ó n i d e s , sino de los que c o m p o n í a n l o s p o e t a s
atribuirse t a m b i é n á estos t i e m p o s m á s r e c i e n t e s , h a c i a la é p o c a
de la d e c a d e n c i a , M e l e a g r o sobre t o d o , en el siglo p r i m e r o a n t e s
de la irrupción de los b á r b a r o s , p u e s t o q u e el siglo que p r o d u j o
de la E r a C r i s t i a n a . L o s A m o r e s están en ellos r e p r e s e n t a d o s c o m o
la poesía é p i c a de N o n n o y t a n t o s ingeniosos e p i g r a m a s , p o s e í a
niños t r a v i e s o s que se burlan d e los h o m b r e s , idea c o m p l e t a m e n -
sin d u d a la b a s t a n t e c u l t u r a y talento p a r a c o m p o n e r s e m e j a n t e s
te e x t r a ñ a al arte a n t i g u o , y q u e tiene estrecha a n a l o g í a con l a s
anacreónticas. . .
e p i g r a m á t i c a s b u r l a s de la l i t e r a t u r a de los últimos t i e m p o s de
E l g é n e r o de p o e s í a lírica de q u e A n a c r e o n t e fué el p r i n c i p a l
la a n t i g ü e d a d , y con los a s u n t o s del a r t e p l á s t i c o que tan á me-
c u l t i v a d o r , se e x t i n g u i ó c o n este p o e t a . A n a c r e o n t e m i s m o se en-
nudo se e n c u e n t r a n en p i e d r a s t a l l a d a s , en l a s c u a l e s a p a r e c e
contró y a solo y a i s l a d o , y s u s c a n t o s t i e r n o s , d u l c e s , c o n m o v e -
A m o r t o m a n d o p a r t e en l a s m á s v a r i a d a s y m a l i c i o s a s e m p r e s a s ,
d o r e s , f u e r o n s o f o c a d o s por los acordes m á s estrepitosos de la
y c u y o origen no se r e m o n t a m á s allá de la é p o c a de L i s i p o ó de
p o e s í a coral. E l c a n t o d e s t i n a d o á ser e n t o n a d o por uno s ó l o , el
A l e j a n d r o . E l E r o s del v e r d a d e r o A n a c r e o n t e q u e , «como un le-
m e l o s , n o a l c a n z ó entre los G r i e g o s la a c e p t a c i ó n que h o y tiene
ñ a d o r , derriba al p o e t a con u n a g r a n h a c h a , y l u e g o se b a ñ a en
en la p o e s í a a n g l o - g e r m á n i c a ' ) ; p u e s los v a t e s ingleses y a l e m a -
h e l a d o torrente ' ) » , es e v i d e n t e m e n t e un ser de a s p e c t o y c a r á c t e r
nes e x p r e s a n en aquel m e t r o l a s i d e a s y sentimientos m á s d i v e r s o s ,
diversos. Inútil c r e e m o s , por ú l t i m o , h a b l a r del l e n g u a j e v u l g a r
y h a s t a la v i d a e n t e r a del p o e t a . L o s a n t i g u o s q u e d i s t i n g u í a n
y p r o s á i c o , de l a versificación m o n ó t o n a y sin arte y á v e c e s de-
c o n m á s precisión los distintos s e n t i m i e n t o s s u s c e p t i b l e s de ex-
fectuosa 5 ) de estos cantos. E s t o s a r g u m e n t o s y o b j e c i o n e s son ex-
presarse en l a s d i v e r s a s f o r m a s p o é t i c a s , reservaron e l melos eó-
tensivos á c u a n t a s c o m p o s i c i o n e s contiene la colección que nos
lico á l a s v i v a s e m o c i o n e s del á n i m o , m e l a n c ó l i c a s ó a l e g r e s , á
h a sido t r a s m i t i d a ; si bien se o b s e r v a n g r a n d e s diferencias entre
la a p a s i o n a d a e x p a n s i ó n del c o r a z o n o p r i m i d o , á la í n t i m a y
l a s v a n a s o d a s , a l g u n a s de l a s c u a l e s son e x c e l e n t e s y e n c a n t a d o -
secreta a g i t a c i ó n de un a l m a d e v o r a d a por u n a pasión v i o l e n t a .
ras por su sencillez ' ) , m i e n t r a s que otras tienen un p e n s a m i e n t o
P e r o en A n a c r e o n t e e s t a s o b r e e x c i t a c i ó n a p a s i o n a d a , e s t a s emo-
m e z q u i n o y e s t á n escritas e n un estilo b á r b a r o , n o sólo por el
c i o n e s f u e r t e s , se t r u e c a n en g r a c i o s a s i m á g e n e s , c o n s t i t u y e n d o
l e n g u a j e s m o que t a m b i é n p o r la v e r s i f i c a c i ó n . P e r t e n e c e n p r o b a -
un género p o é t i c o q u e v i v i ó c o n f i n a d o en u n a c o m a r c a p o c o ex-
b l e m e n t e l a s p r i m e r a s al p e r í o d o a l e j a n d r i n o en q u e , á p e s a r del
tensa de la G r e c i a , y e n c e r r a d o en l i m i t a d í s i m o e s p a c i o de tiem-
refinamiento de las c o s t u m b r e s , intentaron a l g u n o s p o e t a s expre-
po. N o o b s t a n t e , fué g e n e r a l m e n t e c u l t i v a d a en G r e c i a , sobre
sar, en sencillos c a n t o s , i n f a n t i l e s i n c l i n a c i o n e s c o m o lo d e m u e s -
todo en A t e n a s , u n a v a r i e d a d de p o e m a s l í r i c o s , m u y s e m e j a n t e
á la de los e ó l i c o s : los escolios.
P í n d a r o trascritos p o r A t e n e o 1 4 , p. 635, d , y q u e son sin d u d a los m i s m o s á ),x),EÍ 8'.-/óp.u0ov eyouaa xapSía vór,aa.]
<) ná).a¡ |tkv yap oí « V T O I xa\ f,8ov y.at Ü)p-/oCvto, dice L u c i a n o , de Saltai.
30 c o m p a r a n d o l a d a n z a p a n t o m í m i c a moderna con l a antigua d a n z a lírica y
dramática.
O l i m p i a , mucho tiempo antes de que P í n d a r o compusiese con
variados como los e m p l e a d o s más tarde en la poesía coral. Sin
inimitable arte sus epinicias, el siguiente breve canto atribuido á
embargo en el siglo s i g u i e n t e á la época en que estos músicos flo-
Arquíloco ' ) , y compuesto de dos versos y á m b i c o s : «Saludárnos-
recieron , la poesía coral n o a p a r e c e aún completamente desarro-
t e , oh H e r a c l e s , el victorioso; á tí y á I o l a o , ambos armados»,
llada ni reviste el c a r á c t e r original que más tarde la distingue,
con el estribillo: «¡Tenella, victorioso!», al cual verosímilmente se
sino que se aproxima y a a l lirismo eòlico y a á la e p o p e y a , para
a g r e g a b a un tercer verso improvisado en que se hacía el elogio
apartarse luego muy poco á poco y como por g r a d o s , de cada uno
del que en aquel momento había salido vencedor. A s í también los
de estos dos géneros. A e s t a fase de progreso p e r t e n e c e n , entre
tres coros espartanos, de ancianos, de adultos y de niños, canta-
los líricos que los a l e j a n d r i n o s reunieron en su C a n o n , A l e m á n y
b a n en las fiestas públicas, estos tres trímetros y á m b i c o s : «Nos-
Estesícoro, mientras que I b i c o , Simónides, su discípulo Bachíli-
otros en otro tiempo fuimos jóvenes v i g o r o s o s ; — n o s o t r o s lo somos
des y el gran cantor de T e b a s , representan la poesía lírica en su
a h o r a , acércate si quieres c o n v e n c e r t e ; — y nosotros seremos aún
mayor grado de perfección. P a s e m o s ahora á e x a m i n a r separa-
más valientes 5 )». P e r o cuando los G r i e g o s llegaron á conocer l a s
damente las obras de c a d a u n o de estos poetas, colocando entre
bellezas de un lirismo más perfecto en que no v i b r a b a como an-
los primeros al poeta d i t i r à m b i c o A r i o n , y entre los segundos á
tes solo una cuerda del sentimiento herida por la fugitiva m a n o
L a s o , último maestro de P i n d a r o , y á algunos otros que teniendo
de un cantor, sino que desarrollaba toda una melodía de emocio-
carácter propio se distinguen de la pléyade de los demás poetas.
nes y de i d e a s , los coros dejaron de circunscribirse á la simple
Ante todo, desechemos la errónea opinión de que la poesía coral
repetición de aquellos primeros v e r s o s , exigiéndose g e n e r a l m e n t e
no existió entre los G r i e g o s , más que en las obras de estos gran-
c a n t o s que se distinguieran por lo artificioso del metro y por una
des v a t e s , pues lejos de e s t o , aparecen más bien estos últimos
ingeniosa combinación de las ideas. D e aquí que cuantas ciuda-
como cimas de una g r a n cordillera, y r e p r e s e n t a n , b a j o una
des importantes e n c e r r a b a G r e c i a , especialmente el Peloponeso
forma más p e r f e c t a , la inspiración poética en las fiestas religio-
d ó r i c o , tenían poetas dedicados por completo á la organización
sas. L a s danzas corales e s t a b a n entonces tan en boga en G r e c i a ,
é instrucción de los coros, esto es á la profesión de -/opoSioácx^ot
especialmente entre los D o r i o s , y tomaba en ellas parte el pueblo
tan importante en la historia de la poesía griega. C u a n numero-
con tal ardor y tanto e n t u s i a s m o , que la demanda de cantos p a r a
sos fueron los p o e t a s corales c u y a gloria no traspasó las fronteras
servir de acompañamiento á tales d a n z a s , debía ser m u y consi-
de su p a t r i a , lo p r u e b a el hecho de que P í n d a r o celebrando á un
derable. V e r d a d es que en m u c h a s c o m a r c a s , y en las g r a n d e s
gladiador de E g i n a 3 ) , m e n c i o n a , como por incidente, á dos
fiestas, el pueblo se c o n t e n t a b a con los antiguos cantos tradicio-
poetas líricos de la m i s m a familia: á los T e a n d r í d a s T i m ó c r i t o
nales, q u e , en pocos y sencillos versos, indicaban más bien que
y E u f a n e s ; y el de que se citan además los nombres de otros sie-
desenvolvían las ideas principales y el carácter fundamental del
te líricos e s p a r t a n o s , de aquella misma é p o c a , sin contar á A l e -
sentimiento. A s í , en la fiesta de D i o n y s o s , las mujeres de E l i s ,
m á n 4 ). Por otra p a r t e , en esta como en otras ciudades dóricas,
en vez de un elegante d i t i r a m b o , entonaban el siguiente sencillo
canto en lenguaje anticuado y simbólico; «Ven, o h , héroe D i o n y -
sos, á tu santo templo que se alza en la orilla del m a r ; v e n , acom-
p a ñ a d o de las G r a c i a s y p e n e t r a en él con tu pie de t o r o ; ¡ o h minar el canto entonado por uno solo. V é a s e L o n g i n o 3. 21 y Aristófanes, Ra-
toro s a g r a d o ! ¡toro sagrado ')!» D e igual suerte entonábase en ñas, versos 39S y ss.] .
<) V é a s e C a p . X I . [Arquíloco, fragm. 119 de B e r g k . Según la opinión d e W e s t -
p h a l , en su Geschichte der Musik, p. 1134. A r q u í l o c o tomó la exclamación Tr,ve).-
).x y.aA).ívixo; de un canto popular y a antiguo en O l i m p i a . ]
' ) P l u t a r c o , Quaest. Graeci c. 36, 7. [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p 1299 V é a - *) P l u t a r c o , Licurgo 21. Tpt-/op!a en P o l l u x 4, 107, en que se a t r i b u y e la ins-
se también lo que P l u t a r c o , Quaest. Graeci c. 35, tomándolo de Aristóteles, d i c e titución del mismo á T i r t e o . [ V é a s e B e r g k , Poetae lyrici, p. 1303-1
sobre u n a c a n c i ó n entonada por doncellas b e o c i a s , c u y o estribillo e r a r<o¡isv s!; a) [Nemeas 4 , 21 y 145.]
*) S u s nombres son S p e n d o n , D i o n i s o d o t o , X e n o d a m o ( C a p . X I I ) , G i t i a -
AOr.va?. E l estribillo, en griego ép-j'imov, consistía en un principio en u n a ex-
c l a m a c i ó n , e n que prorumpían todos los que en la fiesta tomaban p a r t e , al ter- d a s , A r e i o , E u r i t o , Z a r e x . [ V é a s e P l u t a r c o , Licurgo c . 2 1 , y fragm. 35 de B e r g k .
LIT. GR. — 1 . 2 0
el bello s e x o se d e d i c a b a t a m b i é n , desde los t i e m p o s de A l e m á n , s a s h e l i c o n e a s que m e h a n h e c h o m á s g r a n d e que los d é s p o t a s
a la p o e s í a ; c o m o por e j e m p l o , la d o n c e l l a q u e el m i s m o A l e m á n D a s c i l e s y G i g e s » . N o o b s t a n t e , A l e m á n n o h a b l a en sus escritos
c e l e b r a c o n e s t a s p a l a b r a s ' ) : « M e g a l o s t r a t a , la de la rubia c a b e - -con t a n t o d e s p r e c i o de la p a t r i a de sus p r o g e n i t o r e s y p o n e en
l l e r a , la m á s dichosa de l a s d o n c e l l a s , nos h a e n s e ñ a d o este don b o c a de un coro d e d o n c e l l a s su p r o p i o e l o g i o , d i c i e n d o que no es
d e l a s d u l c e s M u s a s » . D e a q u í se infiere c u a n d i f u n d i d a y p r o f u n - un h o m b r e g r o s e r o é i n c u l t o , n a c i d o en T e s a l i a ni en E o l i a , sino
d a m e n t e a r r a i g a d a d e b í a estar en E s p a r t a la afición á e s t a s pro- un lidio n a c i d o en la o r g u l l o s a S a r d e s 1 ) . S u o r i g e n lidio e j e r c i ó
d u c c i o n e s p o é t i c a s , y que A l e m á n l e j o s de introducir en e l l a s no- sin d u d a g r a n i n f l u e n c i a en e l estilo y en el g u s t o m u s i c a l de A l e -
v e d a d ni v a r i a c i ó n a l g u n a , c o n sus h e r m o s a s poesías c o r a l e s , no m á n . L a é p o c a d e su florecimiento se c o l o c a g e n e r a l m e n t e en
hizo m á s q u e u t i l i z a r , c o m b i n a r y p e r f e c c i o n a r e l e m e n t o s y a exis- t i e m p o s t a n r e m o t o s q u e n o se c o m p r e n d e c ó m o l a p o e s í a lírica
tentes. P e r o ni A l e m á n ni T e r p a n d r o q u e floreció algún tiempo h a b í a a l c a n z a d o y a la g r a n v a r i e d a d que se e n c u e n t r a en sus o b r a s .
a n t e s q u e a q u é l , fueron los p r i m e r o s en d e s p e r t a r tal g u s t o en E s i n d u d a b l e que v i v i ó en el r e i n a d o de A r d i s , a u n q u e no es es-
los E s p a r t a n o s , p u e s t o que este ú l t i m o , encontró y a m u y des- t a u n a r a z ó n p a r a c o l o c a r l e en los c o m i e n z o s del referido r e i n a d o ,
a r r o l l a d a l a afición en E s p a r t a á este a r t e , d o n d e s e g ú n u n o de sino q u e , por el c o n t r a r i o , es lo m á s verosímil que su i n f a n c i a
s u s v e r s o s q u e h a l l e g a d o h a s t a n o s o t r o s , «florecían e n la espacio- coincidiera c o n los últimos a ñ o s de este m o n a r c a (año 4 de la 37. a
sa p l a z a , la l a n z a del j o v e n g u e r r e r o , la M u s a m e l o d i o s a y la jus- O l i m p i a d a , 629 a. C h r . 2 ) . A l e m á n h a b l a en u n o de s u s c a n t o s del
ticia». músico P o l i m n e s t o q u e c o m p u s o un p o e m a en honor de T a l e t a s J);
de lo c u a l se infiere q u e floreció h a c i a la 42. a O l i m p i a d a (612 a. Chr.)
Según una tradición muy conocida y bastante acreditada, era
opinión, por o t r a p a r t e , c o n f i r m a d a por los a n t i g u o s c r o n ó g r a f o s 4 ).
Alemán l i d i o d e origen y n a c i d o en S a r d e s ; creció c o m o e s c l a v o
L a m e n c i ó n q u e h a c e de l a s islas P i t u s a s 5 ) . p r ó x i m a s á l a s B a -
en l a c a s a d e un e s p a r t a n o , l l a m a d o A g e s i l a o , y emancipado
l e a r e s , nos l l e v a de i g u a l suerte á la m e n c i o n a d a é p o c a , p u e s , se-
m á s t a r d e , o b t u v o e l d e r e c h o de c i u d a d a n í a a u n q u e no en toda
g ú n H e r ó d o t o ( 1 , 1 6 3 ) , los v i a j e s d e los F o c e n s e s ( d e s d e la 35. a
su e x t e n s i ó n s). U n ilustre p o e t a de l a é p o c a a l e j a n d r i n a , A l e j a n -
O l i m p i a d a en a d e l a n t e ) a b r i e r o n á los G r i e g o s l a s c o m a r c a s occi-
d r o el E t o l i o , d i c e de A l e m á n , ó m e j o r d i c h o , pone en sus l a b i o s
d e n t a l e s del M e d i t e r r á n e o q u e solo d e s d e e n t o n c e s f u e r o n o b j e t o
las siguientes palabras 3): «Oh S a r d e s , a n t i g u a m o r a d a de mis
d e v e r d a d e r o s c o n o c i m i e n t o s g e o g r á f i c o s en l u g a r de f a b u l o s a s
p a d r e s , si y o h u b i e r a sido e d u c a d o d e n t r o de t u s m u r o s , sería
l e y e n d a s c o m o h a s t a e n t o n c e s lo h a b í a n sido. A l e m á n , p u e s , en-
a h o r a un c e r n ó f o r o 4) ó un bailarín e u n u c o al servicio d é l a G r a n
contró la m ú s i c a p e r f e c c i o n a d a y a por T e r p a n d r o y por T a l e t a s
M a d r e , c u b i e r t o de oro y l l e v a n d o en l a s m a n o s el h e r m o s o t a m -
y v i v i ó en u n a é p o c a en q u e los E s p a r t a n o s , t e r m i n a d a s l a s g u e -
b u r i n o ; p e r o a h o r a m e l l a m o A l e m á n , p e r t e n e z c o á E s p a r t a , ciu-
r r a s de M e s e n i a , p o d í a n a b a n d o n a r s e á los p l a c e r e s de la v i d a ,
d a d r i c a e n s a g r a d o s trípodes y he a p r e n d i d o á conocer á l a s M u -
S e g ú n la t r a d i c i ó n g e n e r a l m e n t e a d m i t i d a , nació E s t e s í c o r o e n
c o n L C ° 7 n ! n , e I h e r m 0 S ° f r a g m e n t 0 1 0 e n W e l c k e r , [ F r a g m . 6o de B e r g k ] q u e H i m e r a , c i u d a d de p o b l a c i ó n m i t a d j ó n i c a , m i t a d d ó r i c a , proce-
contiene una descripción del reposo nocturno. 4
d e n t e s , l a p r i m e r a de la colonia c a l c í d i c a de Z a n c l e y l a o t r a de
v e m - d n ? f Z " 1 3 . d e S C U b ¡ L e f ° ¿ n u n sepulcro egipcio por Mariette en 1855, h a
\ e m d o a acrecentar notablemente, cuando menos se pensaba los fragmentos S i r a c u s a ; y c o m o q u i e r a que el n a c i m i e n t o de E s t e s í c o r o fué m u y
p o c o posterior á l a f u n d a c i ó n de la c i u d a d , la f a m i l i a del p o e t a
eTcaPd°:ri t e S t e , P T ' C °nSta 61 m e n c i 0 n a d ° * S u m n °S no p o d í a h a l l a r s e e s t a b l e c i d a en ella sino d e s d e h a c í a m u y p o c o s
mente AJcman L T ^ 7 CUatl"° V e r S 0 S > cu>'° es indudable!
i ^ 63 PaSaJ6S ^ 6516 fragment0 ac u e r d a n con citas
p in llmen^M " e n C U e n t n m e n l0S g r a m á t Í C 0 S A é r e s e esto m u y
•) ¿xó).a<rrov, A r c h i t a s (ó áp(jiovt*6;) en Ateneo 13, p. 600-601.
5 ) Por ejemplo cuando A l e m á n llama á la memoria, p.vr,pi, el ojo del espíritu,
S S S f d de
Aristófanes Í Bizancio.
B t í - í >
Estos versos, mutilados °en gran parte
5 , 7 UStaCI°' 61 Ú k i m de l0S C u a l e s
han sirln dem
l0S t o m ó
e l espíritu que v e , ¡ppadSopxov. C o m o debería escribirse en laEtymologte Gudian.,
d T p r i m e r a publicación'por Egger- p. 395, 52 en vez de 9 a<ji Sópxov. «I'pacr! es por consiguiente la conocida forma
~ dórica por ?pscrí. [Fragm. 145 de Bergk. Como fundamento de la explicación
y de ; / T ' r S ' d ; 3 - 7 p r i n c i p a l m e n t e por B e r g k , lyy¡ci¡ p. 824
0)¿™|iev yap xr, Scavoía xa ápyaía que aparece en l a Etymologie; E m p e ñ o su-
ú m e l s 2Vv^2 a;
eDS' 27 7 B k s 6n d Rhcin- vo-
" ¿ ^ H e r m e S ' V ° L I 3 " P e r t e n e c e n indudablemente to- pone TOxXíSopxov, y H a r t u n g , por el contrario, roxXaióSopxov.]
aos a una sola y misma poesía, á un himno á los dioses v no son r n m „ u 3) V é a s e C a p . X I , p. 232 y ss. [ L a s relaciones que según las supuestas cartas
supuesto, extractos de varios himnos y partenias. E s T p a r t culkr i n t e í t de F a l a r i s , mediaban entre Estesícoro y este tirano, son pura invepción en lo
~ ¡ a C °r°,de doncellas - contenida en estos verso' y ei pan g r k o de que á las mencionadas circunstancias se refiere, si bien por lo que hace al fon-
c í Í c L f n S S a d ' ^ 8 7 2 ' -19' ^ .^graciadamente n o ' p u e ^ p í do de la cuestión descansan en una tradición antigua. N o p u e d e , sin embargo,
irse tan allá como lo h a hecho H o l m en su Geschichte Siciliens im Alterthume,
o f r ^ e n dantas d i f i ^ I t a d e s . 6 ] 1 1 " ' " ^ ^ é
v o l . x, p. 165, que de las cartas 78 y 79 infiere la existencia de una elegía de
3 ) Fragm. 48.
e s t o s c a n t o s estaban destinados á ser entonados en los sacrificios d u j o esta guerra ') y habiéndole p r i v a d o de la vista la heroína di-
y fiestas f l m e b s m e n u d o se c d e b r a b a n m
v i n i z a d a , para castigarle por tal u l t r a j e , el poeta compuso su fa-
mosa Palinodia tantas veces c i t a d a , donde dice que la H e l e n a
S o 6 0 , 0 S h é r 0 6 S " y P u m e n t e ¿ L t l
vista por los de T r o y a , y por la c u a l A q u e o s y T r o y a n o s tanto
habían c o m b a t i d o , no era más que un espectro (9^1«, efcwXov);
y que la v e r d a d e r a H e l e n a j a m á s se había e m b a r c a d o en l a s
costas de la G r e c i a . N o d e b e , sin e m b a r g o , ser considerado es-
te relato como pura i n v e n c i ó n , pues que circulaban en L a c o m a
l e y e n d a s populares según las c u a l e s , H e l e n a , mucho después de
morir apareció cual un f a n t a s m a 2 ) , como sus h e r m a n o s Castor
y P o l u x . E s pues m u y verosímil que una l e y e n d a popular aná-
loga á la que a c a b a m o s de trascribir, proporcionase á Estesí-
coro asunto y materiales para su p o e m a , si bien el poeta se con-
tentó con dejar en. G r e c i a á su h e r o i n a , sin dar en su obra c a b i d a
á l a s suposiciones de muchos otros que la hicieron sufrir en E g i p -
to una n u e v a metamorfosis 3 ). L a lengua de Estesícoro estaba en
perfecta armonía con su estilo poético; y Quintiliano y otros crí-
ticos antiguos afirman que respondía tan bien á la alteza y digni-
d a d de los personajes por él b o s q u e j a d o s , que si hubiera sido más
c o n c i s o , habría podido ser colocado al lado de H o m e r o , como su
m á s afortunado r i v a l 4 ) . P e r o quizá Q u i n t i l i a n o , al hablar así, no
pensó en las diferencias que separan al estilo épico del lírico.
en la a n t i g ü e d a d , s e g n n la
1) T a m b i é n en la mesa t r o y a n a M e n e l a o está á p u n t o de atravesar con su es-
p a d a á H e l e n a , que corre á refugiarse en el templo de A p h r o d i t e .
2) H e r ó d o t o 6 , 6 1 . . .
3) O t r o s h a c í a n aparecer en la fábula á P r o t e o , el demonio de la isla de
Paros tan h á b i l en el arte de las metamorfosis, formando u n a n u e v a H e l e n a
para entregarla á P a r i s ; hipótesis que los antiguos escoliastas confundieron con
«1 relato de Estesícoro. A h o r a b i e n , este Proteo q u e , los intérpretes ( s p ^ v E t ; )
" Ä i S i S d e 0 p. 95
egipcios colocaron entre los r e y e s d e E g i p t o , fué también el que rescato a H e -
ieciones del autor en H e T Z ^ T V ^ ? 0 «**»
1 1 d éPico-
^ s ob-
lena del poder de P a r i s p a r a devolverla á Menelao. D e este m o d o oyo referir
M i c h a e l i s , ibid., vol. i 4 , p J i T ' J ' ^ 5 / f ^ S Ì d ° c o n ^ s t a d a s por
H e r ó d o t o 2 . 112 esta t r a d i c i ó n , en E g i p t o . E u r í p i d e s hace u n a singular m e z c o -
Mos.} 4' P' 481 y SS" en eI articulo Stesichoros im epischen Ky-
l a n z a de todo esto en su H e l e n a : los dioses forman una falsa H e l e n a que P a r í s
lleva á T r o y a ; la v e r d a d e r a es c o n d u c i d a por H e r m e s al palacio del rey egipcio
Proteo P r o t e o aquí pierde toda la importancia que tiene e n el mito griego,
5) resultando las situaciones que E u r í p i d e s deseaba en armonía con las exigencias
F r a g m . 8.
d e su t r a g e d i a patética.
*) [ V é a s e la nota anterior. E n Longino, de sublimi 13, 3. dice Estesícoro o ^ p t -
-/.¡ÓTXTO: y lo mismo en D i o n i s i o , de campos, verb. 1 , 24.]
porque en ellos resalta m á s e l c a r á c t e r p e c u l i a r de su p o e s í a . E l n a que, según c r e e n c i a g e n e r a l , e r a el m i s m o D a f n i s . H i m e r a era,
v a t e de H i m e r a c o m p u s o t a m b i é n en f o r m a l í r i c a , c a n t o s en ho- de las a n t i g u a s c o l o n i a s g r i e g a s , la ú n i c a s i t u a d a en la c o s t a sep-
nor de los dioses, sobre t o d o p e a n e s é h i p o r q u e m a s , y o t r a s poe- t e n t r i o n a l de l a i s l a , en u n a c o m a r c a h a b i t a d a t o d a e l l a por los
sías eróticas, l a s c u a l e s , c o m o t o d a s sus d e m á s p r o d u c c i o n e s , se S í c u l o s i n d í g e n a s , á los c u a l e s p r o b a b l e m e n t e p e r t e n e c í a n el hé-
diferenciaban m u c h o de los p o e m a s líricos a m a t o r i o s de los L e s - roe D a f n i s y a q u e l l a poesía b u c ó l i c a en su p r i m i t i v a f o r m a ' ) .
bios y consistían en h i s t o r i a s a m o r o s a s , c o m o el p o e m a Cálice, Infiérese de c u a n t o l l e v a m o s d i c h o q u e E s t e s í c o r o no se ser-
que describía el a m o r p u r o p e r o d e s a f o r t u n a d o de u n a d o n c e l l a v í a de la poesía p a r a e x p r e s a r s u s propios s e n t i m i e n t o s ni p a r a
de este n o m b r e ; y otro p o e m a i n t i t u l a d o R a d i n a , en q u e descri- describir sus d u l c e s y c o n m o v e d o r a s e m o c i o n e s , sino que desde-
bía los tristes destinos de un h e r m a n o y de u n a h e r m a n a de S a - ñ a n d o el p r e s e n t e d a b a m a n i f i e s t a p r e f e r e n c i a al p a s a d o ; t e n d e n -
raos á quienes un tirano d e C o r i n t o , e n a m o r a d o de ella y c e l o s o c i a que se a d v i e r t e en todos sus p o e m a s . N i siquiera son de ac-
de é l , m a n d ó m a t a r ' ) . A q u í h a y q u e b u s c a r , en la l i t e r a t u r a t u a l i d a d los a s u n t o s de s u s e p i t a l a m i o s , c o m o lo son los de los
g r i e g a , los p r i m e r o s g é r m e n e s y los c o m i e n z o s de la p o e s í a n o v e - e p i t a l a m i o s de S a f o , sino que t a m b i é n los tomó de la m i t o l o g í a .
lesca ; pero estos m i s m o s g é r m e n e s tenían sus r a í c e s y s u s imper- E l h e r m o s o h i m e n e o q u e e n T e ó c r i t o ' ) , c a n t a n las d o n c e l l a s de
fectos m o d e l o s en los c u e n t o s y en l a s c a n c i o n e s de los g i n e c e o s L a c o n i a á la p u e r t a de la a l c o b a n u p c i a l de M e n e l a o y de H e l e -
griegos. T a l e s historias q u e m á s t a r d e fueron c o l e c c i o n a d a s por n a , es i m i t a d o en p a r t e de un p o e m a de E s t e s í c o r o .
P a r t e n i o y P l u t a r c o , tienen g e n e r a l m e n t e por t e a t r o , m á s q u e el
N a d a t e n e m o s q u e a ñ a d i r a c e r c a del c a r á c t e r e s p e c i a l que
período p u r a m e n t e m i t o l ó g i c o , l o s t i e m p o s h i s t ó r i c o s , ó m e j o r , l a
E s t e s í c o r o i m p r i m i ó á la poesía c o r a l ; c a r á c t e r t a n d i g n o de es-
é p o c a de transición e n t r e la e d a d fabulosa y l a h i s t ó r i c a . E s t o
t u d i o por sí m i s m o , c o m o por la c i r c u n s t a n c i a de ser p r e c u r s o r
p r e c i s a m e n t e p e r m i t í a al p o e t a i m a g i n a r , a j u s t á n d o s e á las cir-
de la f o r m a m á s p e r f e c t a de l a p o e s í a l í r i c a , q u e e n c o n t r a m o s en
c u n s t a n c i a s o r d i n a r i a s d e la v i d a , c o m p l i c a c i o n e s maravillosas
P í n d a r o . L a s n o t i c i a s que t e n e m o s de Arion son m u c h o m á s in-
en las c u a l e s la fidelidad y l a f u e r z a del a m o r p u e d e n manifes-
c o m p l e t a s y m e n o s s a t i s f a c t o r i a s ; pero estos p o c o s d a t o s b a s t a n
tarse con m a y o r brío. T i e n e c i e r t a afinidad c o n este género poé-
p a r a d e m o s t r a r el brío c o n q u e la poesía lírica se d e s a r r o l l ó en
t i c o , la poesía bucólica, c u y o s g é r m e n e s e n c o n t r ó E s t e s í c o r o en su
todos sentidos en la é p o c a de A l e m á n y de E s t e s í c o r o . A r i o n fué
p a t r i a y que el p o e t a s u p o e l e v a r á la d i g n i d a d y á la a l t e z a de
c o n t e m p o r á n e o de E s t e s í c o r o ; se d i c e de él q u e fué d i s c í p u l o de
la poesía clásica g r i e g a . D í c e s e que D i o m o s , p a s t o r de S i c i l i a ,
A l e m á n , y floreció, s e g ú n el t e s t i m o n i o de H e r ó d o t o 3 ) , r e i n a n d o
p a í s rico en r e b a ñ o s , fué q u i e n c a n t ó el p r i m e r p o e m a b u c ó l i c o
en C o r i n t o , P e r i a n d r o ; esto e s , e n t r e los años 1 de la 38. a (628
( l l a m a d o ¡SouxbWnó?) s ) . E l h é r o e de esta p o e s í a e r a D a f n i s , p a s -
a. C h r . ) y 4 de la 48. a O l i m p i a d a (585 a. C h r . ) y p r o b a b l e m e n t e
tor c e l e b r a d o por T e ó c r i t o , a m a d o por una n i n f a , p r i v a d o de l a
m á s bien h a c i a el p r i n c i p i o que h a c i a el fin de este p e r í o d o . E r a
v i s t a por l a m i s m a n i n f a en un a r r a n q u e de c e l o s y c u y a s q u e j a s
n a t u r a l de M e t i m n a , en L e s b o s , c o m a r c a d o n d e el c u l t o de B a c o ,
m o v í a n á c o m p a s i ó n á la N a t u r a l e z a t o d a , h a s t a el p u n t o de q u e
i m p o r t a d o por los B e o c i o s , h a b í a e c h a d o p r o f u n d a s raíces en los
l a s e n e m a s m i s m a s l a s r e p e t í a n . E r a p r e c i s a m e n t e esta l e y e n d a ,
ritos o r g i á s t i c o s y en l a s m e l o d í a s m u s i c a l e s ; y p a s a b a general-
originaria de l a p a t r i a de E s t e s í c o r o , en las m á r g e n e s del río H i -
m e n t e en G r e c i a por ser i n v e n t o r del d i t i r a m b o , que c o m o c a n t o
m e r a , donde Dafnis exhaló sus quejas, y cerca de Cefalodion,
donde se a l z a b a u n a p i e d r a de f o r m a m u y s e m e j a n t e á la h u m a -
' ) Según Eliano, Historias varias 10, 18, debe afirmarse que la l e y e n d a de D a f -
nis no aparece en Estesícoro en la f o r m a con que T e ó c r i t o la p r e s e n t a , Idilio 1,
sino en la que él indica 7 , 73. L a l e y e n d a pastoril del c a b r e r o C o m a t a s á quien
' ) V é a s e E s t r a b o n 8, p. 347, d , y P a u s a n i a s 7 , 5 , 6 . - L a principal fuente
el rey m a n d a encerrar en u n a c a j a , y á quien por orden de las M u s a s alimenta
d e estas amorosas historietas, es el e s t u d i o de Ateneo sobre los cantos popula-
un e n j a m b r e de a b e j a s , T e ó c r i t o 7 , 78 y ss., tiene igualmente el sello de u n a
res de los G r i e g o s , 14, p. 618 y ss. [ V é a s e fragm. 43 y 44 de B e r g k . ]
narración de Estesícoro. [ V é a s e W e l c k e r , kl. Schriften, vol. x, p. 189 á 202.]
2) E p i c a r m o en A t e n e o 14, p. 619, a. E l canto d e E r i f a n i s : Maxpa\ 5p-k-, ¿>
s) Idilio 18.
Msvá/.y.a [Ateneo 14, 619, c ] , p a r e c e i g u a l m e n t e de procedencia siciliana. 3) [ 1 . 23. 24.]
L I T . GR. — I. 21
de necesario empleo en las B a c a n a l e s , es de origen antiquísimo; mas '). N a d a más sabemos respecto de los ditirambos de A r i o n ,
su nombre, por otra p a r t e , es demasiado oscuro para formado en si no es que el poeta lesbiano introdujo en ellos el estilo trágico
los últimos tiempos de la lengua griega y probablemente se re- (Tpayoco,' rpÓTto;) ' ) ; esto p r u e b a , como demostraremos en el capí-
monta sin duda al primitivo culto de Dionysos ' ) ; y su carácter tulo siguiente 3 ) , que había una gran diferencia entre el canto co-
fué siempre apasionado y entusiasta como el culto á que pertene- ral de carácter triste y sombrío, en que se c a n t a b a n los peligros
c í a , expresándose en él sentimientos extremos: plácida alegría y y sufrimientos que Dionysos había e x p e r i m e n t a d o , y el ditirambo
furioso dolor. Ignoramos en absoluto la manera cómo se ejecuta- ordinario, alegre y sereno. P o r lo que h a c e á la ejecución m u s i c a l
ban tales poemas, pues acerca de esto solo conocemos el p a s a j e de los ditirambos de A r i o n , puede asegurarse que e r a la cítara y
en que Arquíloco dice: «cuando el espíritu está inflamado por el no la flauta, como en el cornos, el instrumento principalmente
v i n o , se siente c a p a z de entonar el ditirambo, hermoso canto de e m p l e a d o , pues el mismo Arion fué el primer citarista de su tiem-
Dionysos» 3 ) ; palabras de las cuales puede inferirse que en aquella p o y contribuyó muy especialmente á mantener la f a m a exclusi-
época el cornos (xS>¡j.o;) repetía el estribillo del ditirambo entonado v a de los músicos lesbios á contar desde T e r p a n d r o . A l son de la
por uno solo; pero no se encuentra aún en dicho período huellas cítara cantó A r i o n , según la conocida fábula 4 ) , el n o m o órtico
de alguna representación coral del ditirambo. L o s coros, por otra (que más arriba h e m o s citado al hablar de P o l i m n e s t o ) , c u a n d o
p a r t e , aunque y a conocidos en G r e c i a , solo se e m p l e a b a n en l a s obligado á precipitarse en las olas desde la borda del b u q u e , fué
Apolinarias, danzando al son de la cítara, (cpóptxcyS) instrumento milagrosamente s a l v a d o por un delfín 5 ). P o r ú l t i m o , atribuyese
propio de estas fiestas, mientras que en el culto de D i o n y s o s , también á A r i o n , c o m o á T e r p a n d r o , proemios, esto e s , himnos
desempeñaba el papel principal, la turba alegre y desordenada á los dioses para servir de introducción á sus fiestas a ).
de los comensales (xñp.oc) dirigida por un flautista 3 ). A r i o n , se-
gún unánime testimonio de los historiadores y g r a m á t i c o s anti-
' ) A s í , se a t r i b u y e á A r i o n u n p a d r e l l a m a d o Cicleo. [Según la opinión de
g u o s , fué el primero que enseñó un ditirambo á un c o r o , impri-
B ó c k h , s o b r e l a s i n s c r i p c i o n e s d e s c u b i e r t a s e n T e r a , p . 75 Y ss. [hi. Sdiviften,
miendo de esta suerte un carácter más digno y serio á un can- voi. 6 , ' p . 37 y s s . ) este n o m b r e m á s b i e n q u e ficticio e s u n n o m b r e s i m b ó l i c o ,
to q u e , antes de é l , contenía sin duda confusas manifestaciones , c o m o los que con frecuencia usaban las familias d e artistas. Sobre los X-JX^OG-.-
y la S i c i l i a de d o n d e e r a o r i g i n a r i o el s e g u n d o . C o m p o n í a n la po- h a l l a r s e r e u n i d a s , c o m o l a s de H i p o n a x y l a s de A n a m o , l a s de
e n el c u a l se e x p r e s a u n a i d e a y a m i l v e c e s r e p e t i d a e n l a a n t i g ü e d a d , c o m o
e n el r e l a t o d e C l e o b i s y B i t o n . C o m o o b s e r v a B e r g k , e x i s t e v e r o s í m i l m e n t e
u n a r e l a c i ó n e s t r e c h a e n t r e l o s v e r s o s d e B a c h í l i d e s y el d i á l o g o e n t r e S i l e n o y
E n esto no h a y que hacer y a otras correcciones que las realizadas por otros el r e y M i d a s q u e t o m á n d o l o d e A r i s t ó t e l e s m e n c i o n a n C i c e r ó n , Tuscul. r, 48 y
d i v e r s o s m o t i v o s ; s o l o e n el v e r s o 6 d e b e e s c r i b i r s e a O - ó ; e n l u g a r d e GCJTÓOS. P l u t a r c o , Consol, ad A poli. c . 27. V é a s e C a p . I I I , p . 50, n o t a 5.]
[ B e r g k l e y ó e n el v e r s o 6 aCvíy' ó ¡ i b x&leiav y.pr.oeuva liet, e n v e z d e a ú - o ; ¡jiv. j * ) A t e n e o 1 1 , p . 500, b. F r a g m . 28 d e B e r g k .
LIT. GR. — 1 . ,,
o l í m p i c a , en q u e P i n d a r o c e l e b r a b a i g u a l m e n t e l a fiesta de l o s F u é Timocreonte de Rodas un g e n i o v e r d a d e r a m e n t e original:
D i o s c u r o s por T e r o n de A g r i g e n t o . a t l e t a v i g o r o s o á la v e z que p o e t a , l l e v ó á la p o e s í a el ardor
L a e s t i m a c i ó n g e n e r a l de que g o z a b a n S i m ó n i d e s y Bachíli- g u e r r e r o de la p a l e s t r a . T i m o c r e o n t e d e b i ó su f a m a entre los an-
d e s y el mérito incontestable de su p o e s í a , no i m p i d i e r o n q u e m u - t i g u o s , al odio que profesó á T e m í s t o c l e s en la v i d a política y á
c h o s de sus contemporáneos siguieran otros derroteros, d a n d o ori- la e n e m i s t a d p r i v a d a q u e en e l c a m p o . d e l a p o e s í a le i m p u l s a b a
g e n á d i v e r s o s estilos líricos. C í t a s e c o m o r i v a l de S i m ó n i d e s du- c o n t r a S i m ó n i d e s . E n un f r a g m e n t o que a ú n se c o n s e r v a ' ) , c e n -
r a n t e la e s t a n c i a del p o e t a en A t e n a s , á Laso de Hermiona, el c u a l s u r a a m a r g a m e n t e al e s t a d i s t a a t e n i e n s e por su a r b i t r a r i e d a d e n
g o z ó t a m b i é n de g r a n f a v o r en la corte de H i p a r c o ' ) , p e r o l a s e s - el g o b i e r n o de l a s i s l a s , en el i n d u l t o de los d e s t e r r a d o s y en l a
c a s a s noticias que de este poeta h a n l l e g a d o á n o s o t r o s , no n o s e x p u l s i ó n de otros m u c h o s c i u d a d a n o s , entre los c u a l e s , s e g ú n p a -
p e r m i t e n fijar c o n e x a c t i t u d en q u é c o n s i s t i e r a el c o n t r a s t e entre rece , se h a l l a b a el m i s m o T i m o c r e o n t e . A u n q u e en v a r i a s o c a s i o -
a m b o s v a t e s . L a s o era p r i n c i p a l m e n t e p o e t a d i t i r à m b i c o y fué el nes c o m p u s o en dísticos e l e g i a c o s y en m e t r o s e ó l i c o s , el atleta d e
p r i m e r o q u e o r g a n i z ó en A t e n a s concursos de d i t i r a m b o s t ) , s e g ú n R o d a s c o m b a t í a á sus e n e m i g o s c o n los g r a v e s y p o m p o s o s m e t r o s
t o d a s l a s p r o b a b i l i d a d e s h a c i a el año i de la 68. a O l i m p i a d a (508 de la a r m o n í a d ó r i c a , c o m o si d i j é r a m o s c o n los d i s p a r o s de u n a
a. C h r . ) 3 ). T e n í a tal amor á este g é n e r o , que dió á los r i t m o s de c a t a p u l t a ; y es i n n e g a b l e que la a m p u l o s i d a d de l a s e x p r e s i o n e s y
todos sus p o e m a s , c u a l q u i e r a que f u e s e su c a r á c t e r , un g i r o di- l a g r a n d i o s i d a d de l a s f o r m a s dan c i e r t a f u e r z a á s u s v i t u p e r i o s .
t i r à m b i c o y u n a m a r c h a m á s libre s o s t e n i d a por la flexibilidad y P o r lo que h a c e al p o e t a de C e o s , p a r e c e que T i m o c r e o n t e le ri-
la v a r i e d a d de tonos de la flauta i n s t r u m e n t o á q u e o t o r g ó siem- d i c u l i z a b a y p a r o d i a b a t o m a n d o p i e de ciertos l u n a r e s de su esti-
p r e m a r c a d a preferencia *). D i ó s e t a m b i é n L a s o á e s t u d i a r la teo- l o , c o m o c u a n d o S i m ó n i d e s e x p r e s a el m i s m o p e n s a m i e n t o c o n
ría de su arte y á i n v e s t i g a r l a s l e y e s de la m ú s i c a , m u c h o s de l a s m i s m a s p a l a b r a s , p r i m e r o en u n e x á m e t r o y l u e g o en u n te-
c u y o s r e s u l t a d o s c o n s e r v a r o n los m ú s i c o s de los ú l t i m o s tiempos,, trámetro trocáico 2).
y f u é , por ú l t i m o , m a e s t r o de P i n d a r o . E s m u y posible q u e s u s
D e un c a r á c t e r m u c h o m á s d i g n o y e l e v a d o es el c o n t r a s t e en-
estudios lo l l e v a s e n á e x a g e r a r los r i t m o s y los sonidos v o c a l e s
tre Píndaro por u n a p a r t e , y S i m ó n i d e s y B a c h í l i d e s por o t r a .
q u e trató c o n e x c e s i v o r e f i n a m i e n t o ; a s í , c o m p u s o p o e m a s sin S
A u n q u e el deseo de g o z a r de los f a v o r e s de los t i r a n o s H i e r o n de
(áViyjMKÚSat), en l o s c u a l e s se e v i t a b a e l e m p l e o de e s t a s i l b a n t e
S i r a c u s a y T e r o n de A g r i g e n t o , p u d o h a b e r e s t i m u l a d o l a s des-
por p o c o a r m o n i o s a 5 ).
a v e n e n c i a s entre estos p o e t a s , es i n d u d a b l e q u e l a v e r d a d e r a
c a u s a de su e n e m i s t a d h a y q u e b u s c a r l a en el m o d o c ó m o l o s
p o e t a s de C e o s y el de T e b a s c u l t i v a b a n la p o e s í a ; la l u c h a q u e
1) A r i s t ó f a n e s , Avispas 1401, véase Heródoto 7 , 6. de este d e s a c u e r d o n e c e s a r i a m e n t e n a c i ó n o d e s h o n r a n i despres-
5) Según los escolios á A r i s t ó f a n e s , l. c. [interpolados por S u i d a s ] , t i g i a á n i n g u n a de l a s p a r t e s . L o s a n t i g u o s c o m e n t a r i s t a s e x p l i -
3) L a noticia del M a r m o r P a r i u m , ep. 46, p a r e c e referirse á los coros c í -
c a n por esta a n i m a d v e r s i ó n 3) g r a n n ú m e r o de p a s a j e s de P í n d a -
clicos.
ro , e n que se e n s a l z a la v e r d a d e r a s a b i d u r í a c o m o un don de la
*) P l u t a r c o , De Música 29, confirmado por el f r a g m e n t o d e un h i m n o de L a s o
á D e m e t e r , e n A t e n e o 14, p. 624, e. * V é a s e á S c h n e i d e w i n , De Laso Hermiona
scripta, G o t i n g a , 1843.
5) [ A tales artificios parece referirse la expresión Xa<rí<j|iaTa que Hesiquio observado E l i o Dionisio en E u s t a c i o , p. 813, 44, evitaban su empleo. Véase
explica del siguiente m o d o : <¿Í (TO^KTTOO T O O A á s o u xas iroXuuXóxou. L a s a<jiy¡¿ot M e i n e c k e , Fragm. comica greca ,' voi. 2 , p. 626. E n A t e n e o 10, p. 455, c , se con-
<|>6xi tenían, por lo d e m á s , verosímilmente, un fundamento m á s sólido que l o s sideran c o m o a<7'.yu.o! el Kévjraupo; y el úavo; EI; A r ^ r p a de Laso.
pueriles j u e g o s d e época posterior c o m o p o r e j e m p l o la '08v<?¿sía Xsiw>ypá|¿;j.a- • ) P l u t a r c o , Temístocles c. 2 1 .
TO; del poeta egipcio Trifiodoro (véase S u i d a s s. v. y E u s t a c i o , p. 1379, 54) ó 2) Anthol. Palat. 13, 30. V é a s e sobre esta enemistad á D i ó g e n e s L a e r c i o 2,
la I l í a d a de Néstor de L a r a n d a , que constaba de 24 libros en c a d a uno d e 46 y S u i d a s s. v . Tip.oxpswv. L a s c i t a s de Simónides y de T i m o c r e o n t e en W a l z ,
c u y o s c a n t o s , según refiere S u i d a s , se eliminaba u n a letra del alfabeto. E l so- Rhetor. Graeci, voi. 2 , p. 10, se refieren probablemente t a m b i é n á esta querella.
nido de l a s i g m a , sobre t o d o , c o m o y a h e m o s d i c h o antes, p. 2 5 , r e s u l t a b a 3) Olímpica 2, 86 (154) 9 , 48 (74). Pitica 2, 52 (97) y á m e n u d o también
desagradable en ciertos dialectos, razón por la que los poetas c ó m i c o s , c o m o h a la nemea 3, 80 (143) 4, 37 (60). Istmica 2, 6 (10).
N a t u r a l e z a , una f u e r z a e m a n a d a del espíritu, con la cual no puede
compararse la ciencia a d q u i r i d a , ó se presenta la inventiva como
lo que h a y de más e l e v a d o , como el más hermoso de los dones.
E l cantor de T e b a s da también n o v e d a d á las narraciones legen-
darias en que otros poetas creían deber ser fieles á la tradición.
Simónides aludiendo á esto e x c l a m a : «El v i n o nuevo no debe
hacer desmerecer al del año anterior; esta narración es pueril»;
CAPÍTULO XV
y B a c h í l i d e s : «Si a l g u n o piensa de otro modo, el c a m i n o es an-
cho »; y en otro l u g a r : «Si uno sabe á otro lo d e b e , lo mismo en
los tiempos antiguos que h o y ; pues no es tarea fácil inventar
Pindaro
poesías nuevas» ' ) .
1 ) P l u t a r c o , Numa 4. F r a g m . 37 de B e r g k . C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stornata 5,
N a c i ó P í n d a r o la p r i m a v e r a del año 522 a. C h r . , 3 de la
p. 687 de Potter. F r a g m . 14 de B e r g k .
64. a O l i m p i a d a y se encontraba por consiguiente en la flor de la
edad cuando X e r j e s invadió la G r e c i a y cuando se libraron l a s
batallas de las T e r m o p i l a s y de S a l a m i n a ; según todas las pro-
babilidades murió octogenario '). V i v i ó por tanto P í n d a r o en la
e t a p a de la v i d a del pueblo griego á que puede llamarse la madu-
rez de la adolescencia y el comienzo de la edad viril: la época en
que la nación helénica desplegó aquella energía de a c c i ó n , aquel
espíritu emprendedor y entusiasta j a m á s i g u a l a d o , unidos con
el amor á la p o e s í a , á l a s artes, á la v e r d a d filosófica y á la be-
lleza ideal y que p r o m e t í a , que producía y a mejor d i c h o , opimos
frutos. S i n e m b a r g o , aunque contemporáneo de E s q u i l o y admi-
rador del rápido florecimiento de la que él l l a m a b a «brillante
A t e n a s , firme c o l u m n a de G r e c i a y digna de ser c a n t a d a por los
p o e t a s » 1 ) , el progreso siempre creciente de A t e n a s después de
las guerras m é d i c a s , quedó por decirlo así completamente extra-
1 ) P l u t a r c o , Numa 4. F r a g m . 37 de B e r g k . C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Stornata 5,
N a c i ó P í n d a r o la p r i m a v e r a del año 522 a. C h r . , 3 de la
p. 687 de Potter. F r a g m . 14 de B e r g k .
64. a O l i m p i a d a y se encontraba por consiguiente en la flor de la
edad cuando X e r j e s invadió la G r e c i a y cuando se libraron l a s
batallas de las T e r m o p i l a s y de S a l a m i n a ; según todas las pro-
babilidades murió octogenario '). V i v i ó por tanto P í n d a r o en la
e t a p a de la v i d a del pueblo griego á que puede llamarse la madu-
rez de la adolescencia y el comienzo de la edad viril: la época en
que la nación helénica desplegó aquella energía de a c c i ó n , aquel
espíritu emprendedor y entusiasta j a m á s i g u a l a d o , unidos con
el amor á la p o e s í a , á l a s artes, á la v e r d a d filosófica y á la be-
lleza ideal y que p r o m e t í a , que producía y a mejor d i c h o , opimos
frutos. S i n e m b a r g o , aunque contemporáneo de E s q u i l o y admi-
rador del rápido florecimiento de la que él l l a m a b a «brillante
A t e n a s , firme c o l u m n a de G r e c i a y digna de ser c a n t a d a por los
p o e t a s » 1 ) , el progreso siempre creciente de A t e n a s después de
las guerras m é d i c a s , quedó por decirlo así completamente extra-
H e m o s s e g u i d o el d e s e n v o l v i m i e n t o de la poesía g r i e g a d e s d e
Homero h a s t a Píndaro, s e ñ a l a n d o sus s u c e s i v a s trasformaciones
d e s d e el n a c i m i e n t o c a s i e s p o n t á n e o de la e p o p e y a h a s t a la c o m -
posición a r t í s t i c a y a c a b a d a del lirismo coral. A f o r t u n a d a m e n t e
l a s o b r a s de H o m e r o y de P í n d a r o , los dos p u n t o s e x t r e m o s de
e s t a l a r g a serie de g r a d a c i o n e s , se h a n c o n s e r v a d o h a s t a hoy.
P o r lo que h a c e á los g r a d o s i n t e r m e d i o s , sólo p o d e m o s formar-
n o s de ellos u n a i d e a i m p e r f e c t a , j u z g a n d o por f r a g m e n t o s aisla-
d o s y por l a s opiniones de otros escritores. E n t r e H o m e r o y P í n -
d a r o h a y un período i m p o r t a n t í s i m o p a r a la historia de la civili-
z a c i ó n g r i e g a , y p a r e c e c o m o que el primero de estos p o e t a s per-
tenece á u n a e d a d distinta de la del segundo. S i h u b i é r a m o s de
s e ñ a l a r en p o c a s p a l a b r a s esta d i f e r e n c i a c a p i t a l , d i r í a m o s q u e en
H o m e r o se e n c u e n t r a la i n f a n c i a del espíritu h u m a n o que v i v e en
l a intuición y en la i m a g i n a c i ó n , c u y o m a y o r g o c e e s t r i b a en con-
t e m p l a r los a c o n t e c i m i e n t o s y los o b j e t o s e x t e r n o s sin c u i d a r s e
m u c h o de sus c a u s a s ni de sus e f e c t o s , y c u y o s j u i c i o s están de-
t e r m i n a d o s m á s bien por i m p u l s o s del s e n t i m i e n t o que por r e g l a s
fijas; al p a s o que en P í n d a r o a p a r e c e el genio g r i e g o infinitamen-
t e m á s serio y m á s r e f l e x i v o . S e a c u a l q u i e r a el a m o r c o n que él
p o e t a c o n t e m p l e s u s b e l l a s y e s p l é n d i d a s i m á g e n e s , por s u b l i m e s
q u e sean l a s figuras de los héroes a n t i g u o s y de los a t l e t a s con-
t e m p o r á n e o s q u e d i b u j a , su p r i n c i p a l fin e s , sin e m b a r g o , bus-
c a r en su foro interno un m o d e l o á q u e a j u s t a r sus concepciones;
ó en otros t é r m i n o s : b u s c a las l e y e s del orden m o r a l , y c u a n d o
tiene c l a r a y p e r f e c t a c o n c i e n c i a de e s t a s l e y e s l a s a p l i c a á aque-
llas hermosas figuras l l e n a s de v i d a que c r e a r a la f a n t a s í a de l a
dóricas. L a primera olímpica, por e j e m p l o , con sus b r i l l a n t e s imá-
g e n e s , se diferencia m u c h o de la s e g u n d a , expresión fiel de subli-
m e m e l a n c o l í a , y de la n o v e n a en que se r e t r a t a u n a a l t i v a y
arrogante confianza en sí m i s m o . E l l e n g u a j e de l a s e p i n i c i a s es
t a m b i é n m á s atrevido, m á s difícil su s i n t a x i s y se d i s t i n g u e de
todos los demás por la m u l t i t u d de f o r m a s d i a l é c t i c a s r a r a s que
lo caracterizan. P o r último en l a s o d a s l i d i a s , que son las m e n o s
n u m e r o s a s , el metro es c a s i siempre t r o c á i c o y su estilo d u l c e y
CAPÍTULO X V I
s u a v e por e x t r e m o , responde á la d u l z u r a y á la s u a v i d a d de su
c a r á c t e r . E n este g é n e r o , c o m p u s o P í n d a r o los c a n t o s d e s t i n a d o s
a ser entonados en las procesiones, en los t e m p l o s ó al p i e de los La poesia teológica
a l t a r e s y en ellos implorábase el f a v o r y la bendición de los dioses.
H e m o s s e g u i d o el d e s e n v o l v i m i e n t o de la poesía g r i e g a d e s d e
Homero h a s t a Píndaro, s e ñ a l a n d o sus s u c e s i v a s trasformaciones
d e s d e el n a c i m i e n t o c a s i e s p o n t á n e o de la e p o p e y a h a s t a la c o m -
posición a r t í s t i c a y a c a b a d a del lirismo coral. A f o r t u n a d a m e n t e
l a s o b r a s de H o m e r o y de P í n d a r o , los dos p u n t o s e x t r e m o s de
e s t a l a r g a serie de g r a d a c i o n e s , se h a n c o n s e r v a d o h a s t a hoy.
P o r lo que h a c e á los g r a d o s i n t e r m e d i o s , sólo p o d e m o s formar-
n o s de ellos u n a i d e a i m p e r f e c t a , j u z g a n d o por f r a g m e n t o s aisla-
d o s y por l a s opiniones de otros escritores. E n t r e H o m e r o y P í n -
d a r o h a y un período i m p o r t a n t í s i m o p a r a la historia de la civili-
z a c i ó n g r i e g a , y p a r e c e c o m o que el primero de estos p o e t a s per-
tenece á u n a e d a d distinta de la del segundo. S i h u b i é r a m o s de
s e ñ a l a r en p o c a s p a l a b r a s esta d i f e r e n c i a c a p i t a l , d i r í a m o s q u e en
H o m e r o se e n c u e n t r a la i n f a n c i a del espíritu h u m a n o que v i v e en
l a intuición y en la i m a g i n a c i ó n , c u y o m a y o r g o c e e s t r i b a en con-
t e m p l a r los a c o n t e c i m i e n t o s y los o b j e t o s e x t e r n o s sin c u i d a r s e
m u c h o de sus c a u s a s ni de sus e f e c t o s , y c u y o s j u i c i o s están de-
t e r m i n a d o s m á s bien por i m p u l s o s del s e n t i m i e n t o que por r e g l a s
fijas; al p a s o que en P í n d a r o a p a r e c e el genio g r i e g o infinitamen-
t e m á s serio y m á s r e f l e x i v o . S e a c u a l q u i e r a el a m o r c o n que él
p o e t a c o n t e m p l e s u s b e l l a s y e s p l é n d i d a s i m á g e n e s , por s u b l i m e s
q u e sean l a s figuras de los héroes a n t i g u o s y de los a t l e t a s con-
t e m p o r á n e o s q u e d i b u j a , su p r i n c i p a l fin e s , sin e m b a r g o , bus-
c a r en su foro interno un m o d e l o á q u e a j u s t a r sus concepciones;
ó en otros t é r m i n o s : b u s c a las l e y e s del orden m o r a l , y c u a n d o
tiene c l a r a y p e r f e c t a c o n c i e n c i a de e s t a s l e y e s l a s a p l i c a á aque-
llas hermosas figuras l l e n a s de v i d a que c r e a r a la f a n t a s í a de l a
e d a d p r e c e d e n t e . E n l a s c o m p o s i c i o n e s de P í n d a r o h a y d e m a -
la otra v i d a . E n d i c h o s c a n t o s e x p l i c a e s p e c i a l m e n t e el p o e t a la
s i a d a v e r d a d y e s d e m a s i a d o sincera la expresión de los senti-
v i d a a l t e r n a d a en la tierra y en los i n f i e r n o s , por la c u a l los espí-
m i e n t o s , p a r a q u e el p o e t a i n t e n t e , c o m o lo hicieron l o s v a t e s
ritus se e n n o b l e c e n y se e l e v a n : « l a s a l m a s , d i c e ' ) , de a q u e l l o s á
p o s t e r i o r e s , d i s i m u l a r la p a l m a r i a c o n t r a d i c c i ó n q u e resulta en-
quienes P e r s é p h o n e l i b r a del p r i m e r p e c a d o , e n v í a l a s l a diosa
tre su p o e s í a y l a poesía a n t i g u a . É l o p i n a ') q u e la f a m a de
d e s p u é s de n u e v e a ñ o s al sol s u p e r i o r ; d e ellas n a c e n r e y e s ilus-
U l í s e s se e x t e n d i ó m á s m e r c e d á los dulces c a n t o s de H o m e r o
tres y h o m b r e s c é l e b r e s por su poderío y e m i n e n t e s por su cien-
q u e á l a s d e s v e n t u r a s del h é r o e , p o r q u e h a y a l g o de grandio-
c i a , los c u a l e s son l l a m a d o s por la posteridad héroes s a g r a d o s » 5 ) .
so en l a s i n v e n c i o n e s y en el v u e l o de l a f a n t a s í a h o m é r i c a ; y á
m e n u d o r e c h a z a l o s relatos de los a n t i g u o s p o e t a s , p o r q u e n o C l a r a m e n t e se v e q u e en el t i e m p o t r a s c u r r i d o entre Homero
r e c o m p e n s a de l a m á s a c r i s o l a d a v i r t u d , m i e n t r a s que en H o m e - P e r o en l a s v i c i s i t u d e s de la n a t u r a l e z a v e í a n t a m b i é n al p r o p i o
l a i n m o r t a l i d a d , s o b r e la v i d a t r a n q u i l a de los b i e n a v e n t u r a d o s á
la l u z de un sol e t e r n o en b o s q u e s p e r f u m a d o s , entre j u e g o s , fies-
t a s y sacrificios, y sobre los t o r m e n t o s , en fin, de los r é p r o b o s e n ') Trenos, fragm. 4 d e B o c k h . [ n o de B e r g k . Q u e á P í n d a r o en este respec-
to se h a a t r i b u i d o m á s de lo que él había d i c h o , parecen demostrarlo los c i n c o
versos citados por Clemente Alejandrino, Stromata 4 , p. 640 (109 de B e r g k ) , co-
1)
m o tomados del treno, y los c u a l e s son considerados c o n r a z ó n c o m o un ensa-
Nemea 7 , 20 (29).
5)
y o de falsificación posterior.]
V é a s e , por e j e m p l o , la olímpica i , 52 (82). 9 , 38 (54).
5) P a r a comprender bien este pasaje conviene observar que según las l e y e s
3) Olímpica 2 , 57 ( 1 0 5 ) y ss.
4)
antiguas el que cometía un homicidio era condenado á destierro ó á e s c l a v i t u d
E s t o e s , el c a m i n o que sigue Z e u s c u a n d o v a á visitar á su p a d r e C r o n o s ,
por ocho a ñ o s , antes de que le fuese r e m i t i d a la culpa.
destronado por él, p e r o con quien y a se ha reconciliado, p a r a consultarle c o m o
3) R e s p e c t o de esta d i s t i n c i ó n , la m á s importante en el sistema religioso d e
soberano de los b i e n a v e n t u r a d o s , sobre los destinos del mundo.
G r e c i a , v é a s e el C a p . I I , p. 30-31.
i n a n i m a d a era al m i s m o t i e m p o r e i n a de los m u e r t o s , p a r e c í a na-
o p i n i ó n de u n a d e t e r m i n a d a secta ' ) — y en quien los p o e t a s órficos
tural que el regreso de P e r s é p h o n e al m u n d o de la l u z se m i r a s e
f u n d a b a n sus e s p e r a n z a s e n l a p u r i f i c a c i ó n y en l a i n m o r t a l i d a d
c o m o símbolo de una r e n o v a c i ó n de -la v i d a h u m a n a , c o m o una
d e l a s a l m a s . P e r o l a s c e r e m o n i a s de este c u l t o e r a n m u y diferen-
p a l i n g e n e s i a . D e a q u í que l o s misterios de Demeter que sobre todo se
t e s de los ritos b á q u i c o s p o p u l a r e s . L a v i d a b á q u i c a de los O r f i c o s
c e l e b r a b a n en Eleusis, y q u e desde los p r i m e r o s t i e m p o s a l c a n z a -
(pax-/EÚsiv) consistía no en u n a a l e g r í a i n m o d e r a d a y en u n a l o c a
ron g r a n f a m a entre los G r i e g o s , o f r e c í a n n o b l e s y c o n s o l a d o r a s
d e m e n c i a , sino en u n a t e n d e n c i a a s c é t i c a á l a p u r e z a i n m a c u l a d a
e s p e r a n z a s a c e r c a de la suerte del a l m a d e s p u é s de la m u e r t e .
de l a s c o s t u m b r e s *). D e s p u é s de p a r t i c i p a r en el b a n q u e t e místi-
« D i c h o s o — d i c e P í n d a r o h a b l a n d o de ellos ' ) — d i c h o s o el que los
co de la c a r n e c r u d a de la v í c t i m a , — e l toro de D i o n y s o s d e s c u a r -
h a visto y l u e g o desciende á la t i e r r a ; él c o n o c e el fin de la v i d a y
t i z a d o (wjio^áyta),—los O r f i c o s no t o m a b a n n i n g ú n otro a l i m e n t o
su origen divino»; y lo m i s m o d i c e n los escritores m á s distingui-
a n i m a l . L l e v a b a n t ú n i c a s de b l a n c o l i n o , c o m o los s a c e r d o t e s
dos de la a n t i g ü e d a d que m e n c i o n a n l a s fiestas de E l e u s i s 2).
del O r i e n t e ó del E g i p t o , de « u v a s c o s t u m b r e s , c o m o o b s e r v a
P e r o ni las E l e u s m i a s ni otras i n s t i t u c i o n e s de este g é n e r o ad- H e r ó d o t o ( 2 , 8 1 ) , t o m a r o n m u c h o los ritos órficos.
m i t i d a s en G r e c i a , e j e r c i e r o n influencia a l g u n a en l a l i t e r a t u r a
D i f í c i l m e n t e podría d e t e r m i n a r s e la é p o c a en que se formó en
n a c i o n a l , p o r q u e los h i m n o s que en ellas se c a n t a b a n lo m i s m o
G r e c i a la a s o c i a c i ó n ó r f i c a , y c u á n d o se c o m e n z ó á c o m p o n e r
q u e l a s p l e g a r i a s , no e s t a b a n d e s t i n a d o s á otro p ú b l i c o q u e e l
h i m n o s y c a n t o s religiosos del carácter arriba indicado. E l origen
q u e á e l l a s asistía ni á o t r a s c e r e m o n i a s que a q u e l l a s p a r a l a s
de e s t a s opiniones a c e r c a d é l a m u e r t e , m á s e l e v a d a s y m á s con-
c u a l e s h a b í a n sido c o m p u e s t o s . E x i s t í a por otra p a r t e , u n a socie-
s o l a d o r a s q u e l a s de H o m e r o , se r e m o n t a á l a p o e s í a hesiódica.
d a d que a u n q u e c e l e b r a b a l o s ritos de un c u l t o m i s t e r i o s o , no es-
P o r lo m e n o s , en los T r a b a j o s y D í a s , Z e u s reúne á todos los hé-
t a b a c o n s a g r a d a á un t e m p l o d e t e r m i n a d o de este c u l t o ni se cir-
roes de l a s islas de los b i e n a v e n t u r a d o s , en el O c é a n o ; y de i g u a l
cunscribía á dar á conocer s u s i d e a s y t e n d e n c i a s á los i n i c i a d o s ,
s u e r t e , en un v e r s o , q u e l o s c r í t i c o s por cierto no h a n r e c o n o c i d o
sino que l a s c o m u n i c a b a t a m b i é n á i n d i v i d u o s c o m p l e t a m e n t e a j e -
c o m o a u t é n t i c o 3 ) , dice q u e e s t a b a n s o m e t i d o s al poder de C r o -
nos al c í r c u l o de aquéllos y l a s d e p o s i t a b a en m o n u m e n t o s lite-
n o s . Y a se v i s l u m b r a a q u í u n a g r a n t r a s f o r m a c i ó n en las ideas:
rarios. E r a esta sociedad la de los Orficos, c u y o n o m b r e se a p l i c a -
r e p u g n a b a á los h u m a n o s s e n t i m i e n t o s el i m a g i n a r seres divinos,
b a á a s o c i a c i o n e s de h o m b r e s que b a j o los a u s p i c i o s del a n t i g u o
c o m o los dioses del O l i m p o y los T i t a n e s , en p e r p e t u a é inconci-
cantor místico O r f e o , se c o n s a g r a r o n al c u l t o de D i o n y s o s , p a r a
liable d i s c o r d i a , g o z a n d o los u n o s , en su frío e g o í s m o , de u n a no
confortar su a t r i b u l a d o espíritu. E l D i o n y s o s en c u y o c u l t o se ce-
i n t e r r u m p i d a f e l i c i d a d y a b a n d o n a d o s los otros á todos los horro-
l e b r a b a n estos ritos órficos y b á q u i c o s 3), e r a el dios c h t h ó n i c o
res del T á r t a r o . L a t r a n q u i l i d a d y la c l e m e n c i a e x i g í a n el impe-
D i o n y s o s Z a g r e o , e s t r e c h a m e n t e u n i d o c o n D e m e t e r y C o r a , el
rio de l a p a z d e s p u é s de l a s l u c h a s entre l a s dinastías divinas. D e
c u a l no sólo r e p r e s e n t a b a la s u p r e m a v o l u p t u o s i d a d y la a l e g r í a
aquí n a c e la opinión que t a m b i é n p r o f e s ó P í n d a r o , s e g ú n la c u a l
e x t r e m a , sino que también la m e l a n c o l í a y l a a n g u s t i a p r o f u n -
Z e u s rompió l a s c a d e n a s q u e s u j e t a b a n á l o s T i t a n e s 4 ), y su p a d r e
d a s que c a u s a n l a s miserias de l a v i d a h u m a n a . L a s leyendas
y los p o e m a s órficos se referían en s u m a y o r p a r t e á este D i o n y -
sos á q u i e n , en su c u a l i d a d d e d i v i n i d a d s u b t e r r á n e a , se identifi-
' ) E n C l e m e n t e A l e j a n d r i n o , Protrepticon 2, p. 30 d e P o t t e r . ( F r a g m . 70 e n
c a b a con H a d e s — d o c t r i n a q u e el filósofo H e r á c l i t o e x p o n e c o m o
Schleiermacher). [Fragm. 132 de S c h u s t e r e n R i t s c h l , Acta societ. philolog.,
L i p s a , v o i . 3 , p . 336: v é a s e ibid., p . 54.]
J) V é a s e sobre e s t e p u n t o y salire o t r o s t r a t a d o s e n el t e x t o , L o b e c k , Aglao-
phamus, p. 244.
') Trenos, fragm. 8 de Bóckh. [1x4 de B e r g k . j
s) S e g ú n el v e r s o 169: TCJ.O'J XT' àftavà-rwV « t o t v K p ó v o ; s¡j.pa<7t).súsi ( v é a s e
! ) [ V é a s e p r i n c i p a l m e n t e I s ó c r a t e s .Panegíricos, p. 25: x a t TJ¡V TEXETr¡v, R¡; oí
y-S-ra (T/ÓVTE? Ttept TE TT,; TOO p:'o-j X E K x a \ TO-J ff-j¡x7tawo; a i t b v o j R.oio-JÍ x á 5 s o b r e e s t a l e c c i ó n la e d i c i ó n d e G ó t t l i n g ) q u e n o s e e n c u e n t r a e n t o d o s l o s m a -
INDICE
TOMO PRIMERO
PígiMS.
I d e m d é l a i.a edición
Idem d e l a 2.a
<\
I d e m de la 3.a..
Idem de la 9
7 . . . . 11
i INTRODUCCION
•i
F I N D E L T O M O P R I M E R O CAPÍTULO PRIMERO
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO I V
CAPÍTULO V
Homero 73
CAPÍTULO V I
CAPÍTULO V I I
Hesiodo 129
CAPÍTULO IX
CAPÍTULO X
CAPÍTULO X I
CAPÍTULO X I I
CAPÍTULO X I I I
CAPÍTULO X I V
CAPÍTULO X V
Pindaro ^
CAPÍTULO X V I