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EL DESARROLLO SOSTENIBLE: ¿EL NUEVO PARADIGMA?

Rosa Ferrín1

El Desarrollo Sostenible, tal como fuera planteado en 1981 por la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN) y difundido en 1986 por la Comisión Mundial para
el Ambiente y el Desarrollo, también conocida como Comisión Brundtland, a través de su
Informe “Nuestro futuro común, significa “aquel desarrollo que atiende las necesidades del
presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para atender sus propias
necesidades”2.

Con esta definición se tendió un puente entre aquellas concepciones surgidas desde el
ambientalismo, por un lado, y desde el desarrollo, por el otro, y se logró maximizar
consensos.

Tal como lo declara Wolfgang Sachs “la definición funciona como un cemento que pega
todas las partes, a amigos y enemigos por igual. Los oponentes de los 70’ y 80’ se
encuentran a sí mismos en una base común y desde entonces todo gira alrededor de la
noción de ‘desarrollo sostenible’.

La aceptación de la noción de Desarrollo Sostenible, sin embargo, no ha generado el mismo


consenso en cuanto a la interpretación y aplicación del concepto. El mismo Sachs señala
que el precio resultante del consenso respecto del Desarrollo Sostenible ha sido muy
elevado, pues: “circulan docenas de definiciones entre expertos y políticos, porque detrás de
la idea clave se esconden muchos y diversos intereses y visiones. Como tan
frecuentemente ocurre, profundas controversias políticas y éticas hacen de la definición de
este concepto una arena de lucha”3.

En este punto, convendría preguntarse, sobre lo que tienen en común o hace diferente la
producción de conocimiento de los diversos actores involucrados en la interpretación y la
puesta en práctica del Desarrollo Sostenible.

Sachs encuentra que el elemento que tienen en común todos los discursos sobre el
Desarrollo Sostenible “es la corazonada de que la era de la esperanza del desarrollo infinito
ha pasado, dando lugar a una era en la cual la finitud del desarrollo se vuelve una verdad
aceptada”. Y las profundas diferencias están “en la forma en que ellos entienden lo finito;
ya sea que ellos enfaticen la finitud del desarrollo en el espacio global y desestimen su
finitud en términos del tiempo, o que enfaticen la finitud del desarrollo en relación al tiempo y
consideren irrelevante su finitud en términos del espacio global”4.

Para mostrar la diversidad interpretaciones con relación a la finitud del desarrollo podrían
citarse tres perspectivas de análisis del Desarrollo Sostenible: La Perspectiva Fortaleza, en
consonancia con las propuestas de la economía convencional; la Perspectiva Astronauta,
asumida por la Ecología, también convencional; y la Perspectiva del Hogar, más a tono con
las propuestas de la Economía Ecológica y de la Nueva Ecología.

La Perspectiva Fortaleza considera que el desarrollo debe ser restringido espacialmente y


que la durabilidad del mismo podría ser factible en el Norte. En tal sentido, el énfasis está

1 Conferencia preparada para el Segundo Simposio “Alexander Von Humboldt”, PUCE, 8-9 de junio de 2000.
2 Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, Nuestro futuro común, Bogotá, Alianza Editorial,
1987.
3 Wolfang Sachs, “La anatomía política del Desarrollo Sostenible”, en: La gallina de los huevos de oro: Debate
sobre el concepto de Desarrollo Sostenible, Colombia, Ecofondo-Cerec, 1998, pág. 23.
4 Ibid, pág. 23.
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puesto en la protección de la productividad de los recursos naturales para el uso económico.


Esto se puede apreciar en los cambios que ha ido asumiendo el concepto de Desarrollo
Sostenible.

 En sus inicios, el concepto de Desarrollo Sostenible tenía un significado transitivo que


implicaba el uso sostenible de los recursos vivientes, tales como el bosque o los
recursos pesqueros.

 Para la Comisión Brundtland, el Desarrollo Sostenible debía centrar su atención en la


sostenibilidad del desarrollo económico antes que en la sostenibilidad de los recursos
naturales. De acuerdo con este informe:

“Está en manos de la humanidad hacer que el desarrollo sea sostenible, es decir, que
satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras
generaciones para satisfacer las propias. El concepto de desarrollo sostenible implica
límites –no límites absolutos, sino limitaciones que imponen los recursos del medio
ambiente, el estado actual de la tecnología y de la organización social y la capacidad de
la biosfera de absorber los efectos de las actividades humanas-, pero tanto la tecnología
como la organización social pueden ser ordenadas y mejoradas de manera que abran el
camino a una nueva era de crecimiento económico...

La satisfacción de las necesidades esenciales exige no sólo una nueva era de


crecimiento económico para las naciones donde los pobres constituyen la mayoría, sino
la garantía de que estos pobres recibirán la parte que les corresponde de los recursos
necesarios para sostener ese crecimiento...

El desarrollo sostenible a escala mundial exige que los más ricos adopten modos de
vida acordes con medios que respeten la ecología del planeta, en el uso de la energía,
por ejemplo...

Pero en último término el desarrollo sostenible no es un estado de armonía fijo, sino un


proceso de cambio por el que la explotación de los recursos, la dirección de las
inversiones, la orientación de los programas tecnológicos y la modificación de las
instituciones concuerdan con las necesidades tanto presentes como futuras”5

 El Banco Mundial, en 1992, al definir al Desarrollo Sostenible como “el desarrollo que
perdura” puso en la agenda internacional la necesidad de valorar los servicios de la
naturaleza considerados indispensables para el desarrollo económico. De esta manera
la naturaleza pasa a ser una variable crítica de la sostenibilidad del desarrollo, a la vez
que adquiere el carácter de capital, el cual puede ser sustituido por el capital económico
(capital manufacturado y capital humano) siempre y cuando ello no conduzca a una
disminución del capital agregado. Al respecto, el Banco Mundial señala: “Las
sociedades podrán escoger acumular el capital humano o capital manufacturado a
cambio de, por ejemplo, disminuir sus reservas minerales o convertir una forma de uso
de la tierra en otro. Lo que importa es que la productividad global del capital
acumulado... compensa de sobra cualquier pérdida debido al agotamiento del capital
natural”6.

Cabe señalar que la Perspectiva Fortaleza limita la responsabilidad de los daños


ambientales globales a los asuntos del Norte, transfiriendo al Sur el mayor peso del ajuste

5 Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo, Nuestro futuro común, Op. Cit. pág.29.
6 The World Development Report, 1991, p. 168-175. Citado por Wolfang Sachs, “La anatomía política del
Desarrollo Sostenible”, pág. 28.
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ambiental, en razón de que los problemas ambientales en estos países, en última instancia,
son resultado de insuficiencia de capital, utilización de tecnologías atrasadas, carencia de
conocimiento científico y técnico y disminución del crecimiento; en suma resultado de la
incompetencia para actuar responsablemente ante los riesgos ambientales, la pobreza y la
desestabilización económica.

La Perspectiva Astronauta, por su parte, reconoce que el desarrollo es precario en el tiempo


y busca un ajuste global para lidiar con la crisis, tanto de la naturaleza como de la justicia.
Para esta perspectiva de análisis el Desarrollo Sostenible requiere:

 Que se mantenga el balance en el volumen de las emisiones y extracciones humanas


con las capacidades regenerativas de la naturaleza.
 Que ese balance entre la humanidad y la naturaleza se dé a nivel del planeta.
 La localización óptima de los recursos naturales y económicos se realice a escala
mundial.

Detrás de estas consideraciones está la idea de utilización óptima del espacio ambiental
disponible, es decir la óptima explotación de la naturaleza dentro de los límites dados, de
manera de no alterar el valor de los sistemas de soporte de vida del ambiente natural7.

Dentro de la perspectiva Astronauta se inscribe el llamado mundial para que el desarrollo


tecnológico propenda al uso eficiente de energía y materiales, reduciendo al mínimo el uso
de la naturaleza por cada unidad de producto. La meta es separar el crecimiento
económico del crecimiento del consumo de la naturaleza. En los términos planteados por
Sachs, esto significa:

 Reducir drásticamente la utilización de la naturaleza como una mina de insumos y como


un depósito de basuras.
 Lograr estas transformaciones mediante nuevos productos, nuevas tecnologías y
nuevas técnicas gerenciales.
 Extender el imperativo económico moderno del cálculo del flujo monetario al cálculo de
los flujos físicos: Producir más con menos.8

La Perspectiva Hogar acepta la finitud del desarrollo en el tiempo y sugiere desligar la


cuestión de la justicia de la búsqueda del desarrollo convencional. Este enfoque vincula a
activistas, Ong’s, políticos e intelectuales disidentes del norte preocupados por la justicia
con aquellos que están preocupados por la naturaleza. Estos grupos plantean que el Norte
deje de usar la naturaleza de otras zonas y que reduzca su huella ecológica al tamaño que
le permite la extensión de su territorio.

Para la Perspectiva Hogar la revolución de la eficiencia no sería suficiente si ello no va


acompañado de una revolución de la suficiencia, es decir que no basta con hacer un uso
eficiente de la naturaleza, sino que, además, deben revisarse las metas del crecimiento.
Para Herman Daly, por ejemplo, “la eficiencia sin suficiencia es contraproducente; la última
tiene que definir las fronteras de la primera”9.
7 Ambiente de soporte de vida es aquella parte de la Tierra que satisface las necesidades fisiológicas de la vida
(alimento y otras formas de energía, nutrientes minerales, aire y agua). Sistemas de soporte de vida es un
término funcional para el ambiente, los organismos, los procesos y los recursos que interactúan para cubrir
dichas necesidades físicas. Los procesos son las actividades naturales (producción de alimento,
recirculación del agua, asimilación de desechos, purificación del aire, etc.) accionados por energía solar u
otras formas naturales de energía. Los procesos vitales implican actividades de organismos distintos del ser
humano: plantas, animales y microorganismos. E.P. Odum y F. O. Sarmiento, Ecología: El puente entre
ciencia y sociedad, México, McGraw Hill, 1998, pág. 15.
8 Wolfang Sachs, Op. Cit. pág. 37.
9 Ibid, pág. 41.
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Para la Perspectiva Hogar tanto la crisis de la justicia como la crisis de la naturaleza


sugieren la búsqueda de nuevas formas de desarrollo que no requieran de crecimiento,
pues el problema de la pobreza radica en la riqueza y el problema de la naturaleza en el
sobredesarrollo. En resumen, la Perspectiva Hogar plantea una posición que sea capaz de
permanecer en un nivel intermedio de desempeño10.

No es mi intención ir más allá de la caracterización que acabo de realizar con respecto a las
diferentes interpretaciones del concepto de Desarrollo Sostenible ni validar o invalidar tales
posiciones. Esto en razón de que estamos transitando hacia un nuevo paradigma.

Como bien lo señala Thomas Kuhn, la transición hacia un nuevo paradigma constituye una
revolución científica y mientras se da esa transición se verifica la existencia de un conjunto
de escuelas y subescuelas de pensamiento que compiten entre sí y que aceptan una u otra
variante de la teoría vigente y como tales hacen contribuciones importantes al cuerpo de
conceptos, fenómenos y técnicas. Mientras dure este período diferentes personas
describirán e interpretarán de modo diferente una misma gama de fenómenos. Los
primeros en aceptar el nuevo paradigma lo hacen con el convencimiento de que éste tendrá
éxito al enfrentarse a los muchos problemas que se presentan en el camino, sabiendo
únicamente que el paradigma antiguo ha fallado en algunos casos. Su tarea será desarrollar
argumentos tenaces para ganar adeptos. Poco a poco las conversiones se producirán,
aunque ello pueda requerir de una generación de científicos. Al final, cuando el último de
los científicos en oponer resistencia muera toda la ciencia se encontrará practicando con un
solo paradigma, aunque diferente11.

Esto es, lo que a mi modo de ver, caracteriza el momento actual con relación al Desarrollo
Sostenible: Diferentes interpretaciones del concepto, varias comunidades científicas que
admiten el concepto pero aceptan una u otra interpretación y comunidades científicas
inscritas en la tradición de la ciencia normal, que se resisten a aceptar el nuevo paradigma
y, por tanto, siguen buscando respuestas a las anomalías en la disciplina en la que se
formaron.

Haciendo relación al objetivo de mi participación en este evento, que consiste en plantear el


modelo económico del desarrollo sostenible, quiero señalar que en la ciencia económica al
momento se puede hablar de tres escuelas de pensamiento que abordan la relación
economía medio ambiente y cuyo desarrollo se ha dado, precisamente en torno a la
interpretación del desarrollo sostenible. Estas escuelas de pensamiento son:

La economía ambiental, de corte más tradicional, y que centra su atención en los efectos
externos de las actividades productivas y la necesidad de internalizar dichos efectos en el
precio de los bienes como mecanismo de valoración de los servicios que presta la
naturaleza a la humanidad.

La economía ecológica, que trata de integrar la economía con la ecología en la toma de


decisiones a todos los niveles. Para esta escuela de pensamiento, la economía no tiene
viabilidad si es que no garantiza la sostenibilidad de la base de recursos y servicios del
medio ambiente. Además, considera que tampoco es posible una gestión sostenible de los
recursos y servicios ambientales si no hay una racionalidad económica en la asignación de
la escasez de la biosfera. Por ello, plantea la necesidad de una síntesis entre la economía y
la ecología que conduzca a la solución de los problemas de la interrelación entre los
sistemas humanos y los sistemas ambientales.

10 Ibid, pág. 43.


11 Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, Bogotá, Fondo de Cultura Económica, 1998 .
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La economía del desarrollo sostenible que plantea la necesidad de contar con nuevos
principios económicos que se complementen con otros principios metaeconómicos de tipo
ético, social y políticos. Esta escuela de pensamiento considera que la dimensión del
cambio global y el largo plazo, conjuntamente con el capital natural, son los que llevarán
definitivamente a conformar un nuevo sentido estratégico de la adaptación de los sistemas
humanos por la vía de la integración Medio Ambiente – Desarrollo que implica, al mismo
tiempo, la integración Ecología-Economía en una síntesis operativa. Para esta nueva visión,
la salida de la crisis global tendrá que hacerse a través de un hilo conductor eminentemente
económico-ecológico. La fase de transición pasa necesariamente por la ecologización de la
economía y por la economización de la ecología.

Señalado estos aspectos, quiero centrarme en las propuestas básicas de la Economía del
Desarrollo Sostenible. Para el efecto, voy a valerme de los planteamientos que al respecto
hace Luis Jiménez Herrero, Investigador y profesor de la Universidad Complutense de
Madrid, a quien se le considera uno de los profesionales más completos en materia de
economía ambiental y desarrollo sostenible de España. La obra que sirve de base para
esta presentación es “Desarrollo Sostenible y Economía Ecológica: Integración Medio
Ambiente – Desarrollo y Economía – Ecología”.

Jiménez Herrero nos dice que estamos ante un fenómeno que se puede expresar mediante
un conjunto de síndromes multidimensionales de las transformaciones ambientales y de los
procesos de desarrollo, los cuales han coadyuvado a que se tome conciencia de la
insostenibilidad de los modelos de desarrollo humano en relación con el medio ambiente.
Estos síndromes son:

 El síndrome de la amenaza a la seguridad global que se deriva de la destrucción del


sistema ambiental y pone en peligro la viabilidad del sistema económico mundial y la
propia supervivencia humana.

 El síndrome de los límites del crecimiento con el reconocimiento de la imposibilidad del


crecimiento material indefinido dentro de un sistema terrestre finito.

 El síndrome de la interdependencia entre pobreza y riqueza ante la inextrincable


interrelación entre medio ambiente y desarrollo humano.

Lo anterior significa que tanto los modos de producción y consumo de los modelos
depredadores de la riqueza (consumo opulento), como los de la pobreza (subsistencia de
población creciente), así como las interdependencias y relaciones asimétricas, generan un
entramado de tensiones ambientales y sociales insostenibles. Surge así la imperiosa
necesidad de mantener el tamaño de la economía mundial dentro de la capacidad de
sustentación del ecosistema global.

En la figura Nº 1 se representa la dinámica interactiva entre el subsistema económico y el


ecosistema planetario. Mientras el subsistema económico es relativamente pequeño en
comparación con el sistema ambiental (figura 1A), los límites de fuentes y sumideros
planetarios son menos relevantes y se pueden ir desplazando según se expande la
economía. Pero cuando la escala de la actividad económica se acerca a la dimensión del
ecosistema total (figura 1B), tal como está sucediendo actualmente, las fuentes y sumideros
tiene una capacidad limitada para soportar los procesos económicos.

FIGURA Nº 1: EL ECOSISTEMA GLOBAL FINITO CON RELACIÓN AL


SUBSISTEMA ECONÓMICO EN CRECIMIENTO

Figura 1A

Subsistema
económico en
crecimiento
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Figura 1B

La idea de mantener la dimensión del sistema económico a una escala óptima con relación
al sistema ambiental y de acuerdo con sus límites presenta dificultades para su
instrumentación, pues, ante todo, se requiere una transformación estructural del sistema
económico. Ello, por cuanto entre los objetivos más inmediatos para invertir las tendencias
actuales de insostenibilidad se incluyen los de:

 “Producir más y mejor con menos”, en lo que se refiere a la utilización de recursos y


energía.
 Mejorar la eficiencia de los procesos productivos (reciclado, reutilización); y
 Reformar la base tecnológica actual para impulsar una actividad económica que no sea
ambientalmente destructiva, sino creativa.

Con estas premisas la Economía del Desarrollo Sostenible propone:

 Unos principios básicos que permitirían que la escala óptima del subsistema económico
se ajuste al ecosistema global.
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 Centrar la discusión teórica en aspectos relativos a los valores y funciones del medio
ambiente y en el papel del capital natural en la sostenibilidad del desarrollo global.

Los principios básicos que propone la economía del desarrollo sostenible se constituyen en
los pilares básicos de la viabilidad de una estrategia de desarrollo sostenible global son:

 El ritmo o tasa de explotación de los recursos naturales renovables no puede exceder a


la tasa de regeneración y su uso debe ajustarse a la capacidad regenerativa del
ecosistema suministrador.
 El ritmo o tasa de explotación de los recursos naturales no renovables no debería
exceder a la correspondiente tasa de creación de sustitutos renovables (compensación
del agotamiento con alternativas renovables).
 El ritmo o tasa de emisión de residuos contaminantes no puede exceder a la capacidad
de asimilación de los ecosistemas naturales (reciclado, absorción o esterilización por el
medio ambiente), ni tampoco disminuir irreversiblemente la capacidad de suministro de
servicios ambientales de tales ecosistemas.
 Observar el principio de precaución debido a:

o Los cambios ambientales globales de tipo “sistémico” (cambio climático) y


“acumulativo” (pérdida de biodiversidad).
o Los riesgos de fenómenos irreversibles.

La comprensión de las funciones y contribuciones del medio ambiente natural y


sociocultural, según la economía del desarrollo sostenible constituyen un aspecto clave para
una gestión racional del medio ambiente y un uso sostenible de sus recursos ambientales.
Esta comprensión supone:

 Una mejor evaluación de los diferentes aspectos ambientales en su plena dimensión y


sus múltiples funciones tanto cuantitativas como cualitativas, aprendiendo a reconocer el
comportamiento dinámico de los sistemas ambientales y sus distintas reacciones a las
propias perturbaciones naturales y a las modificaciones originadas por las acciones
humanas, en especial la actividad económica.

 Reconocer los límites del sistema ambiental, que no siempre es extremadamente frágil,
pero tampoco es infinitamente resistente y resiliente, teniendo en cuenta su capacidad
de asimilación y adaptación para mantener y mejorar la base de recursos naturales sin
traspasar los umbrales críticos de la sostenibilidad. Y,

 Lograr una integración funcional y operativa entre economía y ecología, modificando el


tratamiento económico convencional del medio ambiente que se ha centrado
exclusivamente en el suministro de materias primas y energía para la actividad
productiva sin tener en cuenta otros servicios básicos prestados y otras funciones
económicas primarias, como la de receptor de residuos y sustentador de los sistemas
vitales.

El conocimiento de las funciones ambientales es un aspecto esencial del análisis de las


interrelaciones económico ecológicas.

Las funciones del medio ambiente han sido clasificadas desde principio de los años setenta,
aunque su sistematización corresponde a épocas más reciente. Básicamente se distinguen
cuatro funciones ambientales. Éstas son:
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 De regulación o sustento de la actividad económica y del bienestar social, tales como


regulación del clima.

 De producción: suministro de recursos básicos materiales, biológicos y energéticos, por


ejemplo: agua, medicinas, combustibles, etc.

 De soporte o carga: proporcionan espacios ambientales y asimilación de impactos, por


ejemplo: agricultura, silvicultura, infraestructura.

 De información: permiten beneficios estéticos, culturales y científicos, por ejemplo:


inspiración artística e información cultural

Ahora bien, la economía del desarrollo sostenible reconoce que las funciones ambientales
no son independientes unas de otras, sino que son el resultado de estructuras dinámicas y
evolutivas, donde se encuadran las propias funciones de los subsistemas ecológicos. Por
tanto, es necesario considerar los valores socioeconómicos de estas funciones ambientales
y de los ecosistemas, pero sin perder de vista las interrelaciones y los procesos en el
conjunto del sistema global. Sólo en el núcleo de la integración económico-ecológica se
podría establecer el valor real de las funciones, usos y capacidades del medio ambiente de
tal manera que se pueda apreciar el proceso de sostenibilidad global del desarrollo humano.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, el valor económico del medio ambiente
se determina, al menos hasta el momento, en base a las contribuciones que hace al
desarrollo económico, a la calidad de vida y al producto nacional bruto. Desde esta
perspectiva, el valor económico del medio ambiente, comprende los siguientes tipos de
valores:

 De uso (valor antropomórfico): Se aprecia el uso de manera directa y tangible

o Funciones de uso directo: Productos que se pueden consumir directamente


(alimentos, biomasa, salud, especies) o utilizar de forma tangible (bosques, suelo).

o Funciones de uso indirecto: Beneficios funcionales que brinda el medio ambiente y


que no se pueden apreciar de manera tangible (funciones ecológicas, regulación de
las tormentas, protección contra crecidas).

 De no uso (valor intrínsico): Los individuos no se benefician ni directa ni indirectamente


de los beneficios ambientales, pero pueden desear mantener la opción de disfrutar los
mismos en el futuro

o Valor de opción: Valor de uso directo e indirecto en el futuro (espaciamiento, hábitats


protegidos, biodiversidad).

o Valor de existencia: Valor derivado del conocimiento de la existencia permanente


basado, por ejemplo, en convicciones morales (hábitats en peligro de extinción,
diversidad biológica, especies amenazadas).

o Valor de legado: Valor de uso y no uso para los descendientes (hábitats, cambios
irreversibles).

La estimación de los valores se hace a través de precios de mercado, en el caso de las


funciones de uso directo, y de la disposición al pago de las personas por los servicios y
bienes ambientales o de la disposición a ser compensada como indemnización por el daño
ambiental, para el caso de los otras funciones.
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Esta forma de valorar los aportes que hace el medio ambiente al sistema económico
presenta dificultades, sobre todo, en lo que tiene que ver con el valor que se le puede
asignar al futuro y las repercusiones tanto económicas como ecológicas de largo plazo, así
como también con la forma de abordar los efectos irreversibles y la consideración de los
límites en las relaciones humanas y los procesos ecológicos.

La economía del desarrollo sostenible considera que estas dificultades podrían abordarse a
partir de un tratamiento más integral del capital natural. En tal sentido se busca
complementar los principios tradicionales de eficiencia económica con otros principios en
donde la asignación óptima está supeditada a principios ligados a valores intrínsecos o de
seguridad mínima para el conjunto del sistema terrestre.

Desde esta perspectiva, una economía del desarrollo sostenible que haga viable el proceso
de desarrollo sostenible global debe incluir en sus principios operativos:

a) Los usos del capital y de los recursos naturales dentro de la capacidad asimilativa y
regenerativa de los ecosistemas.

b) La revalorización económica de las funciones, bienes y servicios ambientales,


incluyendo los reajustes de precios, la eliminación de los fallos de mercado y la
asignación correcta de los derechos de propiedad.

c) El mantenimiento de la escala de la economía en los límites impuestos por la ecología,


dentro de un margen de seguridad amparado en criterios de precaución ante efectos
irreversibles.

d) El aseguramiento de los capitales críticos, natural y cultural, para hacer posible la


equidad intergeneracional y fomentar los procesos de sustitución del capital y recursos
no renovables en renovables.

e) Medir, contabilizar e indicar los procesos de desarrollo sostenible, teniendo en


cuenta las anteriores consideraciones.

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