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Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Filosofía y Letras

Licenciatura en filosofía

La Ética Nicomaquea
De
Aristóteles

Curso: Taller de redacción y modelos de documentación


(Redacción de artículos filosóficos)
Titular: José Luis Evangelista Ávila
Alumno: Sergio Israel Alvarado Vázquez
Matricula: 226373
Semestre: Tercero
Fecha: 11 de octubre del 2010
La Ética Nicomaquea

Autor: Aristóteles
Titulo original: Ἠθικὰ Νικομάχεια
Idioma original: griego
Titulo: Ética Nicomaquea, Política
Colección: Sepan cuantos…
Editorial: Porrúa
Edición: Vigésimo primera
Traducción e introducción: Antonio Gómez Robledo
Lugar: México Lugar: México
Año: 2007
Paginas: Ética Nicomaquea 3-197, Política 207-410
Identificación Temática: Filosofía, Aristóteles, Ética,
Política
Introducción

La Ética Nicomaquea, es uno de los tratados más importantes sobre la


ética, no solo del mismo Aristóteles, sino a lo largo de la historia.
Esta obra esta dividida en diez libros, que así también se divide en
capítulos. Tiene una relación muy importante con la Política, también del mismo
autor, la cual se explica en la primera parte.
La Ética Nicomaquea trata principalmente sobre la felicidad, y podemos
decir que es una especie de guía, que nos indica como llegar a ella, así como qué
es lo que se necesita, cuales son los conceptos fundamentales y bases para poder
alcanzarla.
Podemos encontrar en esta edición, una introducción muy completa por
parte del traductor Antonio Gómez Robledo, en la cual hace un análisis sobre los
problemas que se han suscitado sobre el problema de “las tres éticas”, así como
también una introducción a la política aristotélica.

Aristóteles fue un filósofo nacido en Estagira, en el año 384 a.C. y muere en


el 322 a.C. Dentro del periodo en que vivió, podemos encontrar grandes filósofos
como Platón, el cual fue su maestro dentro de la Academia.
Escribió sobre diversos temas como: lógica, ética, metafísica, filosofía
política, estética, retórica, astronomía ,física y biología.

Baste con lo dicho para pasar al análisis de la obra….


Libro I
Aristóteles comienza acertadamente estableciendo la felicidad como
fundamental objeto de investigación en este tratado.
Se nos explica que toda actividad humana tiene un fin, es decir que todo
persigue un bien y este es a lo que todo tiende. Para esto, ya nos encontramos
con un problema dentro de los conceptos del autor, y es que dentro de estos fines,
unos son las actividades que realiza el hombre, y otros son precisamente el
producto de estas actividades. Lo anterior queda mas claro con lo que comenta el
autor: << el fin de la medicina es la salud; el de la construcción naval el navío, y el
de la ciencia económica, la riqueza>>1. Cada actividad esta subordinada a un
bien, pero así también, estos lo están a otros. Si entendemos que lo anterior
puede darse sucesivamente, se extendería hasta el infinito, cosa que para el
hombre no llega a ser comprensible, es por eso que se establece que todo tiende
hacia un fin ultimo, un bien supremo. Este será aquel que sea deseado por si
mismo y no con vistas a otro, como en los ejemplos anteriores.
¿Pero cual es este fin al que todas las cosas tienden? Aristóteles concluye
en que es sin duda la felicidad. Y es que nadie busca el ser feliz para llegar a
alguna otra cosa, sino todo lo contrario.
Lo anterior parece ser claro, pero muchos hombres buscan este bien de
distintas formas, hay quienes lo buscan mediante el placer, la riqueza, el honor,
etc., cosa equivocada según Aristóteles, y es que precisamente nos explica que
existen tres tipos de vida: a) la vida voluptuosa, en la cual se encuentran quienes
anteriormente se comentan, también esta b) la vida política y c) la vida
contemplativa. Estas dos últimas son superiores a la primera y con las que en
verdad se alcanza el bien supremo.
Para definir el bien supremo, diremos que ha de ser aquel perfecto y
suficiente, es decir; perfecto, por que no se elije por ninguna otra cosa, sino por si
mismo; y suficiente, ya que por si mismo hace la vida deseable sin necesidad de
nada mas.

1
Ética Nicomaquea, p.3
Para concluir con este libro, Aristóteles aclara que la felicidad no se alcanza
por medio de la fortuna (a pesar de que en ocasiones ayuda) si no por la actividad
del alma, por medio de la virtud.

Libro II
Aristóteles al comienzo de este libro, a hecho una distinción entre las
virtudes, siendo estas las morales y las intelectuales, cada una se analiza mas
adelante en la obra individualmente, ya que lo que en este libro se habla es de la
virtud en general.
Primeramente, habla qui de cómo es que se desarrolla la virtud. Ninguna de
ellas se da en el hombre de manera natural, ya que estas se logran únicamente
por medio del ejercicio y la practica. La parte que la naturaleza da al hombre, mas
precisamente se define como potencialidades, que vendría a ser una potencialidad
que mas adelante se traducirá en actos.
Es por medio de los actos y su ejercicio como realmente nos hacemos
virtuosos, como también ocurre en las artes y los oficios y es que << llegamos a
ser arquitectos construyendo, y citaristas tañendo la citara>>2 así también con las
otras virtudes: nos hacemos justos practicando actos de justicia. Con esto, quiere
decir Aristóteles, que con la práctica y los actos, se hacen los hábitos para
después desarrollar las virtudes, pero depende claro la manera en que se ha de
practicar cada cosa. Para que se llegue a dar de manera correcta, todo se deberá
hacer conforme a la recta razón, haciendo uso de ella, podremos mirar hacia la
justa media, ya que para Aristóteles solo así podrá la acción llegar a ser perfecta y
superior, de lo contrario, tendrá un exceso o un defecto, y es de esta forma como
se dará un vicio, mas no una virtud. Los actos y hábitos van siempre
acompañados del placer y la pena, lo cual también se hará frente con una buena
práctica de la virtud. Se aclara en este libro también, que la virtud pertenece a la
parte del alma correspondiente a los hábitos, y no a las pasiones ni las potencias.

2
Ética Nicomaquea, p.23
Libro III
En este libro se analizan la fortaleza y la templanza. Se definen los actos
voluntarios, siendo estos los que se realizan cuando el principio esta en el agente,
y los actos involuntarios, que son los que se hacen por fuerza (forzados por algo
ajeno) o por ignorancia.
Se nos habla a continuación de conceptos muy importantes para poder
alcanzar los bienes, estos conceptos son: la elección, siendo esta voluntaria, y
solo perteneciente a los seres racionales. Por otra parte tenemos también el
deseo, que seria un principio de la virtud, ya que es este el cual mira hacia el fin.
Se tiene también la deliberación, lo cual es discernir entre los medios que están
dentro de nuestras posibilidades para alcanzar el bien.
La templanza toma aquí un papel muy importante ya que se refiere al
término medio dentro de los placeres, que junto con lo comentado en el párrafo
anterior nos ayudara a controlar los placeres. Y es que el temperante es aquel que
no se aflige por la ausencia o abstinencia del placer, tratando de controlar así
actos más o menos voluntarios.

Libro IV
Este libro nos presenta una explicación de las virtudes morales en
particular. Se nos explica la virtud de la liberalidad, que es la posición intermedia
en lo que se refiere a los bienes económicos. En contraste a esta, tenemos la
prodigalidad que es el exceso, y la avaricia que seria la parte del defecto.
Otra virtud es la magnificencia, la cual no hay que confundir con la
liberalidad por la similitud que guardan. La magnificencia se refiere más a los
gastos en específico. El exceso para la magnificencia es la vulgaridad, o
nombramientos semejantes, el defecto viene a ser la mezquindad. El exceso en
estos casos no es por la magnitud de cantidad que se de cada caso, sino por el
afán de brillar, o sobresalir cuando la situación no lo pide o no es conveniente.
A continuación tenemos la magnanimidad, (no confundir con la
magnificencia por la palabra) la cual es la virtud que es atribuida a quien es
juzgado digno de grandes cosas. Dentro de esta virtud encontramos muchos
casos específicos, pero que requerirían de una larga explicación, por lo que los
dejaremos para otra ocasión, por el momento tengamos en cuenta lo ya
mencionado. Solo para concluir, cabe mencionar que el magnánimo debe
comportarse moderadamente en lo que respecta al honor, poder y riqueza para
ser verdadero merecedor de ese nombramiento. Se encuentra también una virtud
que guarda gran similitud respecto a la magnanimidad, pero carece de un nombre
en específico. Digamos a manera de cómo lo expone Aristóteles, que es también
respecto al honor, el apetito hacia este, lo que más conviene o no y cuando o no
conviene. Cabe mencionar sus contrario para que quede mas clara esta virtud,
siendo en el exceso el ambicioso por que procura lo que no y cuando no amerita, y
en el defecto el indiferente, por no tener preocupación alguna ni de las cosas
bellas por las que pueda ser honrado.
Tenemos aparte otras virtudes, que solo se comentaran brevemente, como
la mansedumbre de la cual resulta difícil definir también sus extremos, pero que
respecta a las pasiones de la ira. Otra virtud es la manera de comportarse
respecto la sociedad, es decir la forma en que se interactúa y comporta frente a
los demás. Define también aquí aquella virtud que corresponde a la fanfarronería,
que vendría a ser el punto extremo del medio. Encontramos otro caso en lo que
respecta a lo risible y los que se exceden o no en esto, que serían los bufones o
groseros, y rústicos o ariscos, esto respectivamente de los excesos. Por ultimo en
este libro tenemos la vergüenza, que no es en una virtud en todo sentido, y viene
a ser más una especie de emoción que un hábito.

Libro V
Este libro esta dedicado completamente a la virtud de la justicia, la cual es
referente al hábito de realizar acciones justas, mas en esta virtud, no encontramos
2 opuestos extremos como en las otras virtudes anteriormente comentadas, sino
que su contrario es simplemente la injusticia. Tenemos aquí un caso muy
particular entre las virtudes. Es la justicia más bien referida a los demás que un
hábito que consista en lo personal.
La justicia e injusticia, pueden entenderse de diversos modos. Injustos
podemos decir que son el trasgresor de la ley, el codicioso, y el inicuo o desigual.
El trasgresor de la ley, como lo dice su nombramiento es aquel que no cumple con
los designios de la legislación; el codicioso, es injusto respecto a los bienes.
Llamamos justo, entonces, << a lo que produce y protege la felicidad y sus
elementos en la comunidad política>>3 , y es que la ley prescribe diversas
virtudes, ordena ciertas cosas, pero también prohíbe otras. La virtud entonces,
procura el bien, entonces si es entendida de esta forma, así como con lo anterior
comentado, seria según Aristóteles, la virtud perfecta en relación al otro y que <<
por esto la justicia nos parece a menudo ser la mejor de las virtudes; y ni la
estrella de la tarde ni el lucero del alba son tan maravillosos>>4.
Es preciso en este punto, aclarar que hay dos tipos específicos de justicia.
El primero lo es referente a la igualdad de distribución de las cosas comunes, y en
el cual hay que decir es conforme a una proporción. El otro tipo de justicia, vendría
a ser lo correctivo, que consiste mas en una igualdad, conforme a la ley, tratando
igual a todas las partes.
Después de las definiciones de lo anterior, Aristóteles nos dice que no es
precisamente la reciprocidad lo que conforma como tal a lo justo. Se podría decir
que hay casos muy particulares en los que no siempre debe ser lo igual para
ambas partes, pero en esto no se profundizará más en este momento.
Mas adelante en este libro se dan a conocer casos diversos de justicia o
injusticia, de cuando se aplicara o cuando no, o cuando considerárseles de tal
forma a ciertos casos (véase el resto del libro V para aclarar estos). Hasta aquí lo
necesario para conocer el concepto de justicia.

Libro VI
En este apartado se habla de las virtudes intelectuales. Precisamente se
retoma y analiza el concepto de la recta razón, el cual sabemos controla la justa
media. Hay que hacer aquí la aclaración de que existen también dos partes
racionales del alma. Una es la que conoce a las cosas contingentes y variables, y
3
Ética Nicomaquea p.79
4
Ética Nicomaquea p.79
la otra las cosas necesarias e invariables. Se le llaman a estas partes entonces,
científica y teorética.
Se define aquí que hay cinco medios, o que son cinco las virtudes por las
cuales el alma alcanza la verdad. Estas son: el arte, la ciencia, la prudencia, la
sabiduría, y la inteligencia. Se abarca su definición y explicación en este libro VI,
mas en este análisis lo dejaremos para otra situación.
Destaquemos aquí que para Aristóteles la sabiduría, es superior a cualquier
otra virtud, y es que las otras son eferentes al hombre, pero la sabiduría, considera
lo que esta por encima de este, es decir aquello que es mas divino que el hombre.

Libro VII
Se trata aquí sobre la continencia e incontinencia. Primeramente se nos
define que hay tres formas de conducta moral que han de evitarse siendo estas: el
vicio, la incontinencia, y la brutalidad o bestialidad, cada una teniendo sus
contrarios positivos. De la virtud ya se ha hablado con detenimiento en la obra, y
de la bestialidad se hace referencia mas adelante en el texto, así que lo que se
detalla mas en esta parte es acerca de la incontinencia. Un hombre continente,
será, el que siga lo que dicte la razón, el incontinente desobedece este principio y
sigue sus pasiones.
Se hace mención aquí acerca de la teoría socrática acerca de que la
incontinencia en si no existe, y mas bien se es arrastrado hacia ciertas cosas por
la ignorancia. Se hace también un análisis de las cosas, penas o placeres, con las
que se es continente o incontinente, y cuando es debido nombrar de esta manera
a ciertos hombres.
Aristóteles explica la naturaleza y definición del dolor y del placer, así como
la manera de identificarlo en las distintas formas que se pueda presentar.

Libro VIII y IX
En los libros VIII y IX se abordan los mismos temas entre si, el de la
amistad, y aunque en cada uno se tratan diversas cosas sobre ella y debido a que
es un tema muy amplio, en este momento no se abordara con demasiada
extensión. Mas es debido es decir, que para Aristóteles, la amistad es una cosa
necesaria para la vida del hombre, sin importar su condición, o edad. Se hace
también una comparación entra la justicia y la amistad, diciendo que << donde los
hombres son amigos, para nada hace falta la justicia, mientras que si son justos,
tienen además necesidad de la amistad>>5. Hasta aquí lo dicho en este apartado
sobre la amistad, solo para hacer ver la importancia que esta tiene para
Aristóteles, en la vida del hombre.

Libro X
Libro X Vuelve pues Aristóteles en este último libro, a hablar sobre la
felicidad, comenzando con explicar, mediante distintas teorías antiguas, las
posibilidades de que el placer fuera un bien en algunas o un mal en su defecto.
Aristóteles concuerda con algunos aspectos de ciertas teorías, así como también
llega a la refutación de otras. Después de esto y de hacer una diferencia también
en las clases de los placeres, se retoma el aspecto de la felicidad, recapitulando
su concepto como una actividad deseable por si misma, recalcando que solo será
el hombre virtuoso, mediante la actividad conforme a la virtud quien pueda mirar
correctamente a aquello que es más valioso y agradable. Claro es entonces que la
felicidad es la actividad de acuerdo a la virtud, pero lo será de la más alta y mejor,
es decir será una actividad contemplativa, ya que la inteligencia es, de las cosas
que podemos poseer, de las mas excelentes.
Para lo explicado en el párrafo anterior, no se deja de lado el placer, ya que
para el hombre, en el ejercicio de la sabiduría se encuentra el mayor deleite. Es
por esto que la filosofía, encierra los placeres más puros y maravillosos. Ya <<que
el filósofo aun a solas consigo mismo, es capaz de contemplar, y tanto más cuanto
más sabio sea>>6 su actividad es capaz de contemplar, entre mas sabio sea mejor
Se concluye entonces, que la vida contemplativa es la más perfecta, y
adecuada para alcanzar el bien supremo, la felicidad.

5
Ética Nicomaquea p.137
6
Ética Nicomaquea p.188
A continuación, y dando por concluido el análisis de la obra, pasare a dar la
respectiva critica y valoración personal de esta, de la cual su lectura ha sido muy
satisfactoria.
Para no extenderme mucho, diré que cumple con su cometido, ya que da
explicación amplia y clara a cada uno de los temas expuestos, siempre aclarando
los conceptos presentados, extendiéndose y deteniéndose ya sea mas en unos
que en otros según lo amerite y sea necesario en cada situación.
Cabe destacar la importancia que puede llegar a tener esta obra, ya no
hablando a través del tiempo o en aspecto del conocimiento, por que bastante ya
ha trascendido. Me refiero mas bien a como se le puede llegar a tomar
personalmente, y qué valor puede tener el acercamiento hacia este tratado de
Aristóteles, que bien a pesar de haber sido escrito hace ya mas de veinte siglos,
podemos encontrar con que gran parte de las cosas que aquí se encuentran
escritas, pueden ser aplicables en la época en que vivimos, y que en mi opinión,
deberían ser aplicadas.
La edición de la obra analizada, tiene sus limitaciones en cuanto a otras de
otros editoriales, pero se opto por ella por no poseer la obra completa de alguno
distinto y que fuera mas detallada, y no por demeritar la obra utilizada, si no que
para cumplir mayormente con el propósito habría sido adecuado el uso de alguna
otra.
Independientemente de lo anterior y de lo que respecta al contenido, es una
edición útil, de la que físicamente no se puede hablar muy positivamente, ya que
en ese aspecto también hay otras mejores, pero independientemente de eso
cumple muy bien con su cometido de difundir la obra del autor.

Generalmente y para concluir, es siempre recomendable y útil, la lectura de


Aristóteles, y no cabe duda que la Ética Nicomaquea es una de sus obras que no
podemos pasar por alto.
Bibliografía

Ética Nicomaquea. Aristóteles, en: Ética Nicomaquea – Política. Antonio Robledo,


Editorial Porrúa. México. 2007

Reale, Giovanni, Introducción a Aristóteles. Editorial Herder. Barcelona. 1992

Jaeger, Werner, Aristóteles. Fondo de Cultura Económica. México. 202

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