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Selección De Niveles De

Prevención
El sistema de clasificación usual para pre-iniciativas de subvención es dividirlos En Primaria
secundaria o terciaria (Caplan, 1964; Cowen, 1983).
El objetivo de prevención primaria programas es para reducir la incidencia o el número de
nuevos casos de un trastorno. El objetivo de la prevención secundaria es reducir la
prevalencia del trastorno mediante la identificación precoz y el tratamiento eficaz, y la
prevención terciaria se centra en la rehabilitación con el fin de reducir la severidad del
deterioro asociados con un trastorno establecido. Un Trouproblema con esta clasificación
es que distinguir entre la presencia o ausencia de desorden (y por lo tanto entre la
prevención primaria y secundaria) es difícil o imposible porque la determinación del umbral
para el desorden, cuando el la frecuencia y la severidad de los síntomas ocurren en un
continuum, no se basa en criterios racionales firmes, pero es arbitrario (Boyle, Offord,
Racine, Sanford, y Fleming, 1996; Offord, 1987). Las conceptualizaciones más actuales se
han alejado de clasificar las iniciativas de prevención como primarias, secundarias o
terciarias, hacia un sistema de clasificación centrado en quién se ofrece la intervención
(Instituto de medicina, 1994; Offord, Kraemer, Kazdin, Jensen y Harrington, 1998). Este
sistema da como resultado dos tipos de programas, universales y dirigidos. Este documento
compara las ventajas y desventajas de estos dos enfoques, y también discute la importancia
de una comunidad cívica que considera los pasos que se puede tomar para llegar a la
combinación óptima de programas para reducir la carga de sufrimiento de los trastornos
psiquiátricos infantiles y adolescentes y termina con breves observaciones finales.

PROGRAMAS UNIVERSALES
En un programa universal, todos los residentes en un área geográfica tan grande como un
país, o mucho más pequeño, como una comunidad individual o escuela, se les ofrece el
programa. Los residentes no buscan ayuda, y nadie dentro de la población es señalado para
la intervención. El propio establecimiento puede ser de alto riesgo para los trastornos o
condiciones en cuestión, pero si la intervención no está dirigida a individuos específicos
dentro de la población, entonces la estrategia de intervención se clasifica como universal.

Los programas universales tienen varias ventajas y desventajas, y son outlien la tabla 1. Una
ventaja importante es que no hay etiquetado o estigmatización de las personas, ya que el
programa se ofrece a todas las personas en el entorno. Una segunda ventaja es que en los
programas universales la clase media está involucrada, y esto puede asegurar que el
programa será bienEjecutar. En el campo de los niños, por ejemplo, los padres de
descendencia económicamente desfavorecida en comparación con los padres de los niños
de clase media pueden encontrar más difícil quejarse a los supervisores o maestros, y exigir
cambios se hacen a un programa mal ejecutado. Una ventaja adicional de un programa
universal es que prepara el ajuste o "Tills el suelo" para los programas dirigidos
subsecuentes. Por ejemplo, ofrecer un programa de habilidades sociales sólo a ciertos
jóvenes en una población, sin programas universales de habilidades sociales presentes,
corre el riesgo de etiquetar o estigmatizar a los adolescentes identificados. Sin embargo,
con un programa de habilidades sociales universales en su lugar, se hace mucho más fácil,
en este contexto, para proporcionar a ciertos jóvenes un programa de habilidades sociales
más intensa de una manera que minimiza el etiquetado y la estigmatización. Esto llega a ser
particularmente importante en el caso del comportamiento antisocial en niños y jóvenes
donde hay evidencia que el etiquetar a niños como antisociales puede escalar la frecuencia
y la severidad de su comportamiento antisocial (Farrington, 1977; Robins, 1974).
Otra ventaja de un programa universal es que los elementos del programa se pueden dirigir
a los factores de riesgo causal de toda la comunidad, mientras que los programas dirigidos
se centran en intervenir en los factores de riesgo ocasionales que distinguen el alto riesgo
del grupo de bajo riesgo dentro que la comunidad (Rosa, 1985). Por ejemplo, supongamos
que hay dos comunidades, A y B, donde A tiene un trastorno de la tasa de conducta mucho
más alto que B. Un enfoque específico, dentro de la comunidad A, se centrar en la reducción
de los efectos de un factor de riesgo causal que distingue al grupo de alto riesgo del grupo
de bajo riesgo en esa comunidad. Por otro lado, un enfoque de toda la comunidad abordaría
un factor de riesgo que pone a toda la comunidad en riesgo de aumentar el trastorno de las
tasas de conducta. Puede ser, por ejemplo, que la principal razón por la que la comunidad
A tiene mayores tasas de conducta en comparación con la comunidad B es que la
comunidad A tiene muchos menos centros de cuidado diurno bien gestionado que la
comunidad B. La necesidad primordial en la comunidad A, entonces, no es para una
intervención destinada a un grupo de alto riesgo dentro de esa comunidad, sino para una
intervención en toda la comunidad, en este caso, aumentando el número de centros de
cuidado diurno efectivos. Un universal estrategia apoya tal intervención.
SELECCIÓN DE LOS NIVELES DE PREVENCIÓN (2Nd parte

Tabla 1. Ventajas y desventajas


seleccionadas del programa universal

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