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Este estudio explora tres aspectos del control personal (control objetivo, control subjetivo y creencias de control) en personas con trastornos alimentarios, en riesgo de desarrollarlos y sanas. Se evaluó a 87 mujeres utilizando escalas como la Prueba de Actitud Alimentaria y el Inventario de Autocontrol desarrollado para el estudio. Los resultados previos sobre el control personal han sido contradictorios debido a definiciones inconsistentes; este estudio busca abordar el tema de manera más integral.
Este estudio explora tres aspectos del control personal (control objetivo, control subjetivo y creencias de control) en personas con trastornos alimentarios, en riesgo de desarrollarlos y sanas. Se evaluó a 87 mujeres utilizando escalas como la Prueba de Actitud Alimentaria y el Inventario de Autocontrol desarrollado para el estudio. Los resultados previos sobre el control personal han sido contradictorios debido a definiciones inconsistentes; este estudio busca abordar el tema de manera más integral.
Este estudio explora tres aspectos del control personal (control objetivo, control subjetivo y creencias de control) en personas con trastornos alimentarios, en riesgo de desarrollarlos y sanas. Se evaluó a 87 mujeres utilizando escalas como la Prueba de Actitud Alimentaria y el Inventario de Autocontrol desarrollado para el estudio. Los resultados previos sobre el control personal han sido contradictorios debido a definiciones inconsistentes; este estudio busca abordar el tema de manera más integral.
La variedad e inconsistencia del constructo de "control" utilizado en
estudios de investigación sobre control personal, limita la definición del papel del control personal en la anorexia nerviosa y la bulimia. Por ejemplo, algunos estudios sobre el tema utilizan términos como "ineficacia", "sentido de control", "locus de control", "autocontrol" y "control", entre otros. la falta de consenso como resultado, según Steptoe y Syme, en múltiples interpretaciones y usos de la variable "control". Esto ha llevado a resultados contradictorios en diferentes estudios; Por ejemplo, Garfinkel, Brown y Darby proponen que los anoréxicos son sujetos autodisciplinados en particular. Por el contrario, se dice que los bulímicos tienen sentimientos de ineficacia y un cambio constante entre el autocontrol y la pérdida de control. Sandbeck descubrió que tanto los anoréxicos como los bulímicos tienen la desesperada sensación de estar fuera de control. En otro estudio, Shapiro, Blinder, Hagman y Pituck encontraron que los pacientes con trastornos de la alimentación tienen una baja percepción del autocontrol y una sensación de falta de control sobre sus hábitos alimenticios, manejo del estrés, relación con otras personas importantes y sentimiento personal. Estos autores coinciden en la necesidad de definir con mayor precisión el constructo de control, así como la naturaleza de los patrones de control en estos pacientes. Otros estudios realizados por Leon, Lucas, Cooligan, Ferdinance y Kampfound no encontraron diferencias significativas entre dos subtipos de anorexia cuando se compararon las capacidades de autocontrol. Estos resultados contradictorios muestran una falta de consenso sobre la definición de control utilizada en estos estudios. La falta de claridad oscurece aún más el concepto de lugar de control. La existencia de un locus de control interno se ha descrito en pacientes anoréxicos, así como un aumento de la externalidad con el aumento de la edad, además, se ha encontrado que los pacientes anoréxicos tienen un locus de control interno, mientras que los pacientes anoréxicos- bilímicos han tendido a mostrar Mayor externalidad. Por el contrario, otro estudio no encontró diferencias significativas en estas variables en pacientes con trastornos de la alimentación. La discrepancia de los resultados entre estos estudios es evidente, lo que lleva a la incertidumbre sobre el papel del lugar de control en los trastornos alimentarios. Respecto a los controles subjetivos o percibidos, Schneiden O`Leary y Agras, elaboran el concepto de control percibido o autoeficacia desde un punto de vista terapéutico y afirman que este concepto como objetivo de intervención facilita el manejo de pacientes bulímicos. La relevancia de la autoeficacia percibida en los programas de intervención obliga a seguir estudiando su papel en el desarrollo y la persistencia de la bulimia. En conclusión, el concepto de control es según Waller, un componente básico de los trastornos alimentarios que puede ser clave para revelar su naturaleza. El control personal del comportamiento involucra múltiples aspectos que son muy importantes para su evaluación precisa. Las habilidades conductuales y cognitivas deben tenerse en cuenta, así como las creencias y pensamientos relacionados con el control, en consonancia con la propuesta presentada por Steptoe. Los estudios de investigación sobre trastornos de la alimentación han evaluado de alguna manera estos aspectos; Sin embargo, no se ha logrado un enfoque integrado. El presente estudio utiliza un concepto de control más completo y completo, según lo define Steptoe. Este concepto incluye tres aspectos relacionados, aunque no idénticos, que conforman un concepto agregado denominado "control personal", que incluye el control objetivo sobre eventos ambientales, control subjetivo o percibido y creencias o necesidades de control. El primer aspecto, definido como autocontrol en este estudio, se refiere al control de la conducta ejercido por un individuo en su entorno. El segundo aspecto -subjetivo o autocontrol percibido- se refiere a la percepción de control de eventos emocionales o reacciones; En este estudio se fusiona con el concepto de autoeficacia. Finalmente, el tercer aspecto se refiere a las creencias o la necesidad de control de la persona, definidas en este estudio como lugar de control. Las relaciones entre estos tres tipos de control aún no se han definido. Podría plantearse la hipótesis de que el peso de cada tipo de control dependería del tipo de comportamiento en cuestión, en este caso, trastornos de la alimentación, lo que significa que puede predominar un tipo determinado. De manera similar, los tres tipos de control pueden variar simultáneamente y la direccionalidad de la relación aún debe determinarse. El objetivo de este estudio fue explorar la expresión del control de la conducta y las características relacionadas en personas normales, en aquellos con riesgo de desarrollar un trastorno alimentario y en pacientes con trastornos alimentarios. Los tres aspectos del control personal estudiados fueron: control objetivo (autocontrol), control subjetivo (autocontrol percibido-eficacia) y creencias de control (locus de control). Lectura 2 Material y métodos .
Este estudio transversal, realizado en 1997, en Caracas, Venezuela,
incluyó una muestra de conveniencia de 87 mujeres de edades comprendidas entre los 16 y los 44 años. El estudio simple se divide en tres grupos: 1. Trastornos de la alimentación: 21 sujetos con un diagnóstico psiquiátrico previo de anorexia o bulimia, que estaban recibiendo terapia. Estos sujetos obtuvieron un puntaje mayor a treinta en la Prueba de actitud alimentaria (EAT) y un diagnóstico confirmado por las respuestas a la Entrevista internacional de diagnóstico compuesto (CIDI). Sin embargo, el análisis de las respuestas mostró la presencia de solo tres (para la anorexia) y cuatro (para la bulimia) criterios diagnósticos, de acuerdo con el Manual diagnóstico y estadístico para trastornos mentales IV (DSM-IV). Usando estos criterios, este grupo fue clasificado por los autores de este estudio como "subclínico", como se ha hecho en otros estudios. Para seleccionar los grupos en riesgo y normales, se evaluaron 216 estudiantes universitarias y se seleccionaron las elegibles:
2. Grupo en riesgo: 33 sujetos con un puntaje EAT superior a 20 y
ninguna respuesta CIDI que indica un trastorno alimentario.
3. Grupo normal: 33 sujetos con una puntuación EAT inferior a diez y
sin respuestas CIDI que indiquen un trastorno alimentario.
Las mediciones se realizaron utilizando los siguientes instrumentos:
Prueba de actitud de alimentación: este es un cuestionario para evaluar comportamientos y preocupaciones significativamente relacionadas con la ingesta de alimentos, el peso y el ejercicio. Consta de 40 elementos de seis puntos tipo Likert, desde "nunca" hasta "siempre". Como núcleo mayor de 30 indica la presencia de comportamientos y actitudes que sugieren un trastorno alimentario. En Venezuela, Andrade estimó la confiabilidad del EAT en una muestra de 104 mujeres universitarias. Encontró un valor significativo de r = 0.81. Otro estudio de fiabilidad en 378 sujetos obtuvo el mismo valor.
Entrevista diagnóstica internacional compuesta (CIDI): Esta es una
entrevista estandarizada para evaluar los trastornos alimentarios. Fue diseñado utilizando los criterios de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) y el Manual de Diagnóstico y Estadística para los Trastornos de Mnetal IV (DSM-IV), para tener un instrumento objetivo para la evaluación y diagnóstico clínicos. La sección sobre trastornos de la alimentación se utilizó en este estudio, bajo el asesoramiento de un experto. El formato de entrevista fue adaptado de las versiones para niños y adultos del CIDI.
Inventario de autocontrol (control objetivo). Este inventario está
destinado a evaluar las habilidades de autocontrol. Fue construido y validado para este estudio sobre la base de un modelo integrado de autocontrol, considerando las opiniones de Kanfer y Karoly, Kafner y Gaeliks-Buys, y Bandura.
Ocho expertos en el área evaluaron la validez del contenido, evaluaron
las construcciones teóricas y determinaron si las dimensiones e indicadores representaban adecuadamente la fase de proceso en evaluación. Además, los ítems de cada dimensión fueron revisados para verificar su coherencia con los indicadores teóricos. Finalmente, se revisó la redacción de instrucciones y elementos.
De acuerdo con la opinión de expertos, se seleccionaron treinta y siete
de los 67 elementos originales según su representatividad de las dimensiones. Se seleccionaron dieciséis elementos adicionales por motivos estadísticos, para completar la versión final del instrumento. Los elementos se respondieron en una escala Liker de cuatro puntos, con posibles respuestas desde "nunca" hasta "siempre". Una puntuación más alta indica una mayor capacidad de autocontrol de comportamiento. La confiabilidad y la validez se evaluaron utilizando una muestra de 465 estudiantes universitarios de entre 16 y 23 años (264 hombres y 201 mujeres). El alfa de Cronbach fue de 0,82, lo que indica una fuerte consistencia entre los ítems.
El análisis de componentes principales con rotación varimax se realizó
para evaluar la validez del constructo. El criterio de extracción del factor se estableció para valores propios mayores que uno.
La interpretación de los factores se consideró solo para aquellos ítems
con una carga mayor a 0.32. Cuatro factores representaron el 54,3% de la varianza total y fueron consistentes con el modelo teórico propuesto.