20 de diciembre de 2018 Ficha de lectura La invención de lo cotidiano. Michel de Certeau. Prácticas de espacio. Andares de la ciudad. Temática La agitación está detenida por la visión. En la cima del World Trade Center el cuerpo ya no está atado por las calles que lo llevan de un lugar a otro según la ley anónima. Las pinturas medievales o renacentistas representan la ciudad vista en perspectiva por un ojo que no había sido observado antes. La ciudad-panorama es el simulacro “teórico” Es “abajo” donde viven los practicantes ordinarios de una ciudad. Los practicantes manejan espacios que no se ven. La historia sigue siendo diferente, cada día, sin fin. La vista en perspectiva y la vista en prospectiva constituyen el doble de proyección de un pasado opaco y un futuro incierto en una superficie que puede tratarse. La ciudad-concepto se degrada. El universo está amenazado por los cambios que estremecen sus ideologías y sus puestos. Catástrofe, no progreso. La historia comienza al ras del suelo, con los pasos. Las variedades de pasos son hechuras de espacios. La huella sustituye a la práctica. El acto de caminar es el sistema urbano de la enunciación es a la lengua o los enunciados realizados. La enunciación peatonal presenta tres características: lo presente, lo discontinuo, lo “fático” El arte de “dar vuelta” a las frases tiene como equivalente un arte de dar vuelta a los recorridos. La acción del caminante se vale de las acciones espaciales. El andar obedece a tropismos semánticos. El discurso hace al lugar vacío. El viaje (como el andar) es el sustituto de las leyendas que abrían el espacio a algo otro. Lo memorable es lo que puede soñarse acerca del lugar. Practicar el espacio es repetir las experiencia jubilosa y silenciosa de la infancia, es, en el lugar, ser otro y pasar al otro. Estrategia del autor El autor muestra lugares como el piso 110 del Wold Trade Center, en Manhattan, los rascacielos de Wall Street, Central Park para darnos la noción de agitación que se vive en lugares muy habitados, pero contrasta con la idea de que todo aquello es detenido con el sólo acto de la visión. Muestra el resultado de tal acción que es una variedad de texturas en donde la ambición y la degradación a pesar de que son extremos coinciden. Compara Roma con New York, describe a New York como un lugar que no envejece ya que está en continuo cambio un momento tras otro. Da el punto de vista del espectador haciendo una descripción del lugar en el que hay dos océanos sobre el concreto, acero y cristal. Cita la cima de Word Trade Center para explicar la separación del dominio de la ciudad. Explica el nuevo lugar que ocupa el cuerpo al ya no estar atado por las calles al estar en la cima de tal lugar, ahora está mezclando la identidad de espectadores. Da un ejemplo de la historia que son las pinturas medievales para que se dé constancia de que hay una vista que no se conocía. Hace una comparación del tiempo con las pinturas de antaño y que hoy hay un mismo impulso visual, quiere materializar las producciones arquitectónicas que en los tiempos anteriores eran pinturas. Ejemplifica la torre de 420 metros para retomar toda la idea anterior de la construcción de la ficción. Expresa duda en cuanto a la variedad de texturas y si esta es algo más que una representación, un artefacto óptico y se responde que es una analogía de la imitación que produce el distanciamiento del que planifica el espacio, el urbanista o el cartógrafo. Deriva nuevo término, el “abajo” que es donde viven los practicantes ordinarios de la ciudad y explica sus trayectorias las cuales consisten en caminar por espacios que no se ven, determina la visión del transeúnte, muchos recorridos pasan pero no tienen observador. Pone de ejemplo al World Thade Center para causa del urbanismo social y la atopía-utopía del conocimiento óptico puede superar las concentraciones urbanas. Cita a Erasmo con su frase que dice que la ciudad es un gran monasterio y es a partir de esta idea que transforman un concepto cambiando el hecho urbano en concepto de ciudad. Inserta nuevo tema y los divide en tres partes para su mayor comprensión; el primero es la producción de un espacio propio, el segundo la sustitución por un no tiempo y la tercera por la creación de un sujeto universal. Introduce nuevo término que es la ciudad concepto la cual afirma que se degrada y es una idea que es justificable; las ciudades se deterioran al mismo tiempo que los procedimientos que las han organizado. Da la idea de otra vía para mantenerse dentro del campo de un discurso que es analizar las prácticas microbianas, singulares y plurales y recomienda suprimir un sistema urbanístico. Habla de los pasos y sus funciones, afirma que la historia empieza desde ellos, estos son números pero no forman una serie, es cualitativo por eso no pueden ser contados. Estos son hechuras de espacios y van tejiendo los lugares. Afirma que los pasos del caminante pueden ser registrados pero que son al final solamente ausencia de lo que ha pasado, el acto de pasar pierden lo que ha sido al ser lecturas de recorridos. La calidad de visible en realidad es lo invisible, el hacer invisible la operación realizada. Introduce que el acto de hablar hace que no se quede en algo muy por encima sino que se vaya más lejos la crítica de representaciones gráficas para pasar a la idea de el acto de caminar, hace una analogía con la lengua; el sistema urbano es a enunciación como lengua es a enunciados realizados. Explica desde el ámbito lingüístico la triple función enunciativa que es la apropiación, realización sonora en el acto del habla, pragmáticos bajo las formas de movimiento, alocución. La alocución peatonal así mismo tiene sus partes como son lo fático que es la transformación de en otra cosa cada significante espacial, para esto pone de ejemplo a Charles Chaplin que tiene la posibilidad de multiplicar las posibilidades de su bastón. De este se tienen dos opciones, el hacer efectivas algunas posibilidades por el orden construido y por otro el aumento de estas mismas posibilidades. Teniendo con esto la discontinuidad. En la enunciación, hay un aquí y un allá, estos son los indicadores de la instancia locutora, apropiación del espacio mediante un “yo” que tiene como función implantar otro relativo “yo”. Cita a Malinowski y Jakobson para explicar que el término fático son los que tienen como función establecer, mantener o interrumpir el contacto. Habla de las vueltas y sus funciones, en el caminar los pasantes las dan y estas tan son nominadas como “giros” o “figuras de estilo”. Pone en equivalencia el arte de “dar vuelta” a las frases y dar vueltas a los recorridos. La acción del caminante se vale de las organizaciones espaciales y explica que no les parecen extrañas por más panópticas que sean. Cita a J. F. Augoyard quien es el que descubre los dos estilos fundamentales como la sinécdoque y el asíndeton los cuales son polos complementarios para una formalidad de las prácticas. Da la significación de las palabras mencionadas anteriormente; sinécdoque consiste en emplear una palabra con una significación que forma parte de un sentido diferente de esa palabra, una parte del todo. El asíndeton es la supresión de nexos sintácticos, conjunciones, adverbio. Demostrando así que estas dos figuras se remiten la una a la otra. Explica que una trata de hacer representar el papel de más mientras que la otra crea a partir de lo menos. Plantea una similitud entre el discurso y el sueño la cual se debe al uso de los procedimientos estilísticos. Afirma que andar no es tener un lugar pues se trata del proceso indefinido de estar ausente y en pos de algo propio. Lo único que se encuentra es red de estadías. Alega hay dos tipos de movimiento en cuanto a las relaciones del sentido del andar y estos son muy contrarios ya que uno es de exterioridad y el otro es interior donde el andar es encontrarse fuera. Da un ejemplo de una persona que va por calles de nombres desconocidos para él pero que al fin y al cabo conoce porque sabe por dónde se dirige. Infiere que al ser relacionado todo tipos de cosas como acciones, pasos; sentidos, direcciones. El viaje (como andar)es el sustituto de las leyendas que abrían especio a algo otro, explica que lo único que produce es una serie de regreso y una explotación del lugar de maneras infinitas. Lo que pasa en el caminante es un exilio que es una ficción que tiene como doble característica el sueño y el desplazamiento, por otro lado, prácticas capaces de inventar espacios. Afirma que lo memorable es lo que puede contarse de un lugar. El “estar ahí” como maneras de pasar a ser otro.