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Causas Sistémicas de la Guerra

En la historia de la humanidad no siempre ha existido rivalidad entre los individuos, en las

bandas o aldeas de la antigüedad, todos se conocían y tenían lazos de amita y ayuda recíproca,

aunque no es posible asegurar que entre ellos no se hayan presentado conflictos de origen

competitivo a causa de los recursos materiales tales como los frutos, la tierra y las presas de caza,

de donde se derivaba su sustento y aseguraba la conservación de la especie; no obstante, no

existía la intención de dar fin a todo lo que se presentara a su paso, como suele ocurrir en los

conflictos y la guerra moderna, por el contrario el choque de intereses se resolvía expulsando a

quienes eran derrotados o disminuyendo sus porcentajes de tierra o alimentos para favorecer a

los vencedores. (Clausewitz, 1999)

La guerra no precedió al Estado. Simplemente en la etapa final de la organización política de

la sociedad surgió la violencia. La formación y el perfeccionamiento del Estado se abrió paso

mediante un proceso de selección cultural donde se observan las etapas del hombre: cazador-

recolector, cabecilla, gran abastecedor, gran hombre y jefe político o líder.

Al llegar a esta última etapa de evolución política surgió la violencia, pese a ello aun la guerra

no se había levantado como violencia organizada en forma colectiva, sino la simple fuerza física

de un dirigente que, a título personal, reclamaba el acatamiento de compromisos laborales. En

efecto, muchos de estos dirigentes y grandes administradores y jefes alcanzaron la transición al

Estado, pero muchos otros no lograron dar el peligroso salto y permanecieron en el estatus de

simples dirigentes dentro de la sociedad (Genovés , 1991). No obstante, la potestad para dar

órdenes y reclamar obediencia fue una situación que se fue alimentando dentro del pensamiento

de los grandes hombres y jefes políticos, lo cual los indujo a la violencia, que finalmente vino
siendo la herramienta para que algunas jefaturas obtuvieran la categoría de Estado. Por lo tanto,

se plantea la idea de que el hombre a medida que fue evolucionando y sus necesidades fueron

más amplias, su sed de poder y de mando dio origen a las más crudas guerras vistas en la historia

de la humanidad. Asimismo, surge una duda ¿Cuáles son las verdaderas causas que han llevado a

la humanidad a enfrascarse por años en medio de innumerables guerras? Interrogante que se

tratara de resolver en el presente ensayo.

La guerra no es innata al hombre. No son los genes los que llevan marcada la guerra ni los

que provocan la violencia, no se nace siendo un criminal, monje o soldado”. Es necesaria la

existencia de ciertos lineamientos culturales, un grado de educación y cierto entorno social que

den comienzo a cada tipo de oficio. Tampoco hay pueblos que, de manera innata, sean más

violentos que otros; puede haber circunstancias sociales, religiosas y políticas que hagan a un

pueblo más luchador o más resistente al sufrimiento y a los atropellos de otros, como lo es el

caso de la comunidad afgana, que durante más de tres mil años ha soportado la agresividad y

humillación de muchos imperios (Hedges, 2003).

Con relación a la pregunta: ¿Cuáles son las cusas de la guerra?, es importante resaltar que las

causas de la guerra, las que realmente desencadenan los hechos bélicos internos o

internacionales, en varias ocasiones se esconden o se encubren con pretextos engañosos. Se sabe

que los orígenes de la guerra no se encuentran en el pasado animal ni en los antecedentes de la

humanidad. Por lo tanto, las causas de la guerra han cambiado de acuerdo con los períodos

históricos del ser humano, mientras que en los grupos primitivos existieron unas determinadas

fuentes de conflictos, en las sociedades modernas tienen presencia otro tipo de motivaciones. En

los inicios de la organización política, en el momento en que la gran jefatura evoluciono a la

figura de Estado, la causa de la guerra se centró en la necesidad de imponerse, obtener


subordinación a las condiciones de trabajo de los recolectores y cazadores por parte de quien

aspiraba a convertirse en líder o gobernante. Organizadas las primeras ciudades-Estado, la causa

de la guerra fue la conquista del territorio de los pueblos vecinos, y en una primera etapa culminó

con el arrasamiento total de los vencidos, es decir con su eliminación; en civilizaciones

superiores, a los adversarios que fueron vencidos se les apreso y se les hizo esclavos para

someterlos a trabajos forzados, algunos fueron vendidos a los mejores postores o para cobrar

rescate por ellos a los pueblos derrotados. (Keegan, 1995)

Estatuidos los imperios, las causas de las guerras fueron la ambición de conquista y el deseo

de gloria del guerrero, la inmensa mayoría de las veces disfrazadas de propósitos de ubicación de

puertos comerciales, de colonización, de altercados religiosos o de incremento de los medios de

subsistencia y del espacio vital de los pueblos, a cuyo nombre se declaró o se hizo la guerra. Con

el paso de los años los pueblo colonizados y sometidos a la esclavitud se cansaron de las

injusticias que contra ellos se cometían y se abrió paso a una nueva guerra que perseguía un fin

más altruista, la independencia del pueblo afligido. (Sohr, 2000)

Adicionalmente las causas de las guerras civiles que han enfrentado las distintas naciones se

hallan en las diferencias de concepciones políticas, económicas, religiosas y étnicas de los

componentes de la sociedad. Finalmente, se puede nombrar como causas sociales de las guerras

insurgentes el hambre, la pobreza, las enfermedades, el desempleo y la falta de servicios públicos

en general. Muchas de estas tonalidades de causas de la guerra se hallan acompañadas de altas

dosis de venganza, odio y rencor derivados de contiendas anteriores. (Walzer, 2001)

En la actualidad actúan tres causas materiales de la guerra: la expansión de los Estados

(expansionismo imperial) y su soberanía, el fanatismo étnico-religioso y la ausencia de justicia

social. El expansionismo imperial materializa sus objetivos en distintas modalidades: la guerra


comercial, la conquista, la agresión, la guerra preventiva, el mando militar, la expansión y la

consolidación, protección y defensa de los intereses de las empresas transnacionales. Ésta es la

realidad notoria, pero el expansionismo imperial maneja varios pretextos, donde lo principales

son la adquisición o el incremento de los recursos de subsistencia, la seguridad nacional, el

espacio vital, la acción humanitaria y, según algunos mandatarios, la prevención de un ataque

que destruya a un país. (Walzer, 2001)

Se puede concluir que las verdaderas causas que dan origen a las guerras de manera sistémica,

son aquellas que obedecen a intereses políticos, religiosos, culturales y económicos, todos ellos

con fines ocultos, tras la imagen de buscar igualdad y equidad para los individuos se esconden

las ansias de poder, no importa si las personas han sido educadas bajo ambientes familiares,

religiosos o políticos justos, siempre existirá una clase dominante que querrá mantener su poder

y de igual forma existirá una clase trabajadora que pretenderá luchar por sus derechos y de allí,

de ese estado de inconformismo y de dominación surgen y seguirán surgiendo las guerras.

Bibliografía

Clausewitz, C. (1999). De la guerra. Madrid: Ministerio de Defensa.

Genovés , S. (1991). Expedición a la violencia. Mexico: Universidad Autónoma de México.

Hedges, C. (2003). La guerra es la fuerza que nos da sentido. Madrid: Síntesis.

Keegan, J. (1995). Historia de la Guerra. Barcelona: Planeta.

Sohr, R. (2000). Las guerras que nos esperan. Santiago de Chile: Ediciones B.

Walzer, M. (2001). Guerras justas e injustas. Un razonamiento moral con ejemplos históricos.

Barcelona: Paidós.

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