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bandas o aldeas de la antigüedad, todos se conocían y tenían lazos de amita y ayuda recíproca,
aunque no es posible asegurar que entre ellos no se hayan presentado conflictos de origen
competitivo a causa de los recursos materiales tales como los frutos, la tierra y las presas de caza,
existía la intención de dar fin a todo lo que se presentara a su paso, como suele ocurrir en los
quienes eran derrotados o disminuyendo sus porcentajes de tierra o alimentos para favorecer a
mediante un proceso de selección cultural donde se observan las etapas del hombre: cazador-
Al llegar a esta última etapa de evolución política surgió la violencia, pese a ello aun la guerra
no se había levantado como violencia organizada en forma colectiva, sino la simple fuerza física
Estado, pero muchos otros no lograron dar el peligroso salto y permanecieron en el estatus de
simples dirigentes dentro de la sociedad (Genovés , 1991). No obstante, la potestad para dar
órdenes y reclamar obediencia fue una situación que se fue alimentando dentro del pensamiento
de los grandes hombres y jefes políticos, lo cual los indujo a la violencia, que finalmente vino
siendo la herramienta para que algunas jefaturas obtuvieran la categoría de Estado. Por lo tanto,
se plantea la idea de que el hombre a medida que fue evolucionando y sus necesidades fueron
más amplias, su sed de poder y de mando dio origen a las más crudas guerras vistas en la historia
de la humanidad. Asimismo, surge una duda ¿Cuáles son las verdaderas causas que han llevado a
La guerra no es innata al hombre. No son los genes los que llevan marcada la guerra ni los
existencia de ciertos lineamientos culturales, un grado de educación y cierto entorno social que
den comienzo a cada tipo de oficio. Tampoco hay pueblos que, de manera innata, sean más
violentos que otros; puede haber circunstancias sociales, religiosas y políticas que hagan a un
pueblo más luchador o más resistente al sufrimiento y a los atropellos de otros, como lo es el
caso de la comunidad afgana, que durante más de tres mil años ha soportado la agresividad y
Con relación a la pregunta: ¿Cuáles son las cusas de la guerra?, es importante resaltar que las
causas de la guerra, las que realmente desencadenan los hechos bélicos internos o
humanidad. Por lo tanto, las causas de la guerra han cambiado de acuerdo con los períodos
históricos del ser humano, mientras que en los grupos primitivos existieron unas determinadas
fuentes de conflictos, en las sociedades modernas tienen presencia otro tipo de motivaciones. En
de la guerra fue la conquista del territorio de los pueblos vecinos, y en una primera etapa culminó
superiores, a los adversarios que fueron vencidos se les apreso y se les hizo esclavos para
someterlos a trabajos forzados, algunos fueron vendidos a los mejores postores o para cobrar
Estatuidos los imperios, las causas de las guerras fueron la ambición de conquista y el deseo
de gloria del guerrero, la inmensa mayoría de las veces disfrazadas de propósitos de ubicación de
subsistencia y del espacio vital de los pueblos, a cuyo nombre se declaró o se hizo la guerra. Con
el paso de los años los pueblo colonizados y sometidos a la esclavitud se cansaron de las
injusticias que contra ellos se cometían y se abrió paso a una nueva guerra que perseguía un fin
Adicionalmente las causas de las guerras civiles que han enfrentado las distintas naciones se
componentes de la sociedad. Finalmente, se puede nombrar como causas sociales de las guerras
realidad notoria, pero el expansionismo imperial maneja varios pretextos, donde lo principales
Se puede concluir que las verdaderas causas que dan origen a las guerras de manera sistémica,
son aquellas que obedecen a intereses políticos, religiosos, culturales y económicos, todos ellos
con fines ocultos, tras la imagen de buscar igualdad y equidad para los individuos se esconden
las ansias de poder, no importa si las personas han sido educadas bajo ambientes familiares,
religiosos o políticos justos, siempre existirá una clase dominante que querrá mantener su poder
y de igual forma existirá una clase trabajadora que pretenderá luchar por sus derechos y de allí,
Bibliografía
Sohr, R. (2000). Las guerras que nos esperan. Santiago de Chile: Ediciones B.
Walzer, M. (2001). Guerras justas e injustas. Un razonamiento moral con ejemplos históricos.
Barcelona: Paidós.