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ASOCIACION CONTRA LA ANOREXIA Y LA BULIMIA

Otros trastornos de la conducta


alimentaria
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El DSM-V, la última versión del manual psiquiátrico internacional que contiene los
criterios para diagnosticar los trastornos mentales, incluye trastornos como la pica,
el trastorno por rumiación y el trastorno de la ingestión alimentaria de inicio en la
infancia, dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, a diferencia de la
anterior edición, el DSM-IV, que los incluía dentro de los trastornos iniciados en la
infancia o la adolescencia.

A continuación detallamos en qué consisten estos trastornos considerados,


actualmente, trastornos de la conducta alimentaria:

Pica

La Pica es un trastorno que consiste en ingerir sustancias no nutritivas como, por


ejemplo, arena o yeso. Es más habitual durante la infancia, y en algunos casos se
presenta en niños que tienen autismo o un retraso mental.

Los criterios para diagnosticar pica son:

 Ingestión persistente de sustancias no nutritivas durante un período de al menos 1


mes.
 La ingestión de sustancias no nutritivas es inadecuada para el nivel de desarrollo.
 La conducta ingestiva no forma parte de prácticas sancionadas culturalmente.
 Si la conducta ingestiva aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno
mental (p. Ej., retraso mental, trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia)
es de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.
Trastorno por rumiación

Este trastorno se caracteriza por regurgitaciones repetidas de alimento, que van del
estómago a la boca, para volver a masticar. Estas regurgitaciones repetidas hacen
incompatible el mantenimiento de un peso adecuado.

Los criterios para diagnosticar trastorno por rumiación son:

 Regurgitaciones repetidas, sin náuseas o enfermedad gastrointestinal asociada,


durante al menos un mes, después de un período de funcionamiento normal.
 Pérdida de peso o incapacidad para alcanzar el peso normal.
Trastorno de evitación/restricción de los alimentos

Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y variaciones extremadamente


caprichosas de lo que es una conducta alimentaria normal. Puede acompañarse de
trastorno por rumiación.

Los criterios para diagnosticar trastorno de la ingestión alimentaria de la infancia


son:

 Alteración de la alimentación manifestada por una dificultad persistente para


comer adecuadamente, con incapacidad significativa para aumentar de peso o con
pérdidas significativas de peso durante al menos 1 mes.
 La alteración no se debe a una enfermedad gastrointestinal ni a otra enfermedad
médica asociada (p. Ej., Reflujo esofágico).
 El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. Ej.,
Trastorno de rumiación) o por la no disponibilidad de alimentos.
 El inicio es anterior a los 6 años de edad.

AMEC ALIMENTEC REPRESENTA LOS INTERESES DE LOS


FABRICANTES DE MAQUINARIA, TECNOLOGÍA,
INGREDIENTES Y SERVICIOS PARA LA INDUSTRIA
ALIMENTARIA

QUE HACEMOS:

 Impulsar la internacionalización para facilitar que las empresas hagan negocios


en el mercado global.
 Fomentar la presencia de las empresas en mercados exterioresmediante
actividades y servicios personalizados adaptados a las necesidades del sector.
 Potenciar la representatividad y el lobby sectorial estando presentes en los
principales foros del sector.
 Generar networking entre empresas y los agentes del sector.
 Fomentar la innovación, colaborando con los principales centros tecnológicos del
sector.
 Promover el mercado internodesarrollando acuerdos estratégicos y
colaboraciones con agentes nacionales.
 Ofrecer formación a las empresas del sector acorde a sus necesidades,
ayudando a mejorar su competitividad en distintos ámbitos.
 Gestionar la comunicación y la imagen de la marca del sector español de
Tecnología, Ingredientes y Servicios para la industria alimentaria, a nivel nacional
e internacional.
 Diseñar y gestionar anualmente el Plan de Promoción de las Exportaciones del
sector con el reconocimiento del Icex (España Exportación e Inversiones).

COMO LO HACEMOS:

 Estamos presentes en la principales Ferias del sector a nivel


mundial: Iffa(Frankfurt), Iba (Düsseldorf), Europain(París), Process
Expo (Chicago), Anuga Food Tech (Colonia), Ibie (Las
Vegas), Alimentec (Bogotá), Tecnofidta (Buenos Aires), Gulf Food
Manufacturing (Dubai), Vinitech(Burdeos) o Agroprodmash (Moscú), entre
otras.
 Abordamos los mercados más importantes para las empresas en estos
momentos: Oriente Medio, el área Mediterránea y Latinoamérica.
 Formamos parte de la Plataforma Food for life, de los Comités Técnicos de
normalización de AENOR y diversos grupos de trabajo.
 Colaboramos estrechamente con Centros Tecnológicos: IRTA, AINIA y
ASCAMM y las Revistas del sector a nivel nacional e internacional.
 Mediante Acuerdos Estratégicos: Feria Bta (Barcelona), miembros del Comité
Organizador, para favorecer la participación de sus empresas asociadas en
condiciones preferenciales.
 Colaboramos regularmente con FIAB(Federación de Industrias de la alimentación
y bebidas).

ASOSIACION ESPAÑOLA CONTRA EL CANCER


(AECC)

CUIDADOS ALIMENTARIOS
Una buena manera de llevar una alimentación saludable es
comer de forma variada combinando todo tipo de
alimentación.
Ningún tipo de alimento o grupo de alimentos contiene, por sí solo, todos los
nutrientes necesarios para el organismo. Una dieta adecuada ha de incluir:

 Frutas y verduras: aportan fibra y ciertas vitaminas y minerales


imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo.
 Proteínas: fundamentales durante el tratamiento oncológico, ya que,
permiten al organismo recuperarse más fácilmente y luchar contra las
infecciones.
 Cereales: aportan una gran cantidad de carbohidratos, que es una
magnífica fuente de energía para el organismo.
 Leche y derivados: aportan vitaminas, minerales y son la mejor fuente
de calcio.
 Grasas: proporcionan energía, pero no deben suponer más del 20-30%
de las calorías diarias.

Es importante que tengas en cuenta que tu dieta durante el tratamiento puede


variar, ya que los requerimientos nutricionales en esa etapa son especiales y
dependen del tipo de tratamiento y de los efectos secundarios que aparezcan.
Por ejemplo, si el tratamiento te causa diarrea, probablemente tengas que
restringir la ingesta de alimentos ricos en fibra como la fruta, verdura y
cereales.

No debes olvidar que tu médico oncólogo es tu mejor fuente de información


con relación a cualquier duda o problema que aparezca. Solicita su consejo
siempre que lo necesites y comenta con él los posibles cambios en tu dieta
durante el tratamiento.

La información contenida en estas páginas puede servirte como complemento


a sus consejos, pero no los sustituye.

Aunque la alimentación artificial es una alternativa, la nutrición debe basarse


en la alimentación oral. Una dieta basada en alimentos naturales
complementada con suplementos dietéticos constituye la base de una nutrición
satisfactoria
Recuerda: No siempre se presentan los síntomas que se describen más abajo.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS GENERALES


 Dividir las comidas en 6-8 pequeñas tomas diarias aportando los
alimentos más completos en las horas de mayor apetito.
 Evitar alimentos flatulentos, fritos, grasas y olores intensos.
 Beber agua en pequeñas tomas (2-3 litros diarios).
 Servir los alimentos templados, en ambiente tranquilo y
comer acompañados.
 Controlar el peso y realizar algún ejercicio físico (siempre en función
del estado del paciente).

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS
ESPECÍFICAS PARA SITUACIONES
ESPECIALES:
 Vómitos: Debe reducirse la ingesta de grasas y fritos con olor intenso
porque producen náuseas y realizar 5- 6 comidas diarias. Es preferible
que en los días inmediatos al tratamiento, otra persona se encargue de
preparar las comidas. Las comidas calientes pueden favorecer la
aparición de náuseas. Es recomendable comer despacio, masticando
bien los alimentos y beber líquidos fríos a pequeños sorbos a lo largo
de todo el día, evitando las bebidas con gas o irritantes. Descansar,
preferiblemente sentado, al menos durante una hora después de cada
comida. La ansiedad también pueden dificultar una digestión
adecuada.
 Estreñimiento: El ejercicio y un adecuada ingesta de fibra minimiza el
estreñimiento. Se recomienda consumirla en forma de frutas (ciruelas,
pasas, kiwis, zumos de naranja), cereales integrales, verduras y
legumbres. Se deben evitar las grasas y alimentos como membrillo, té,
o arroz. Si estas medidas no son suficientes recurriremos a los laxantes.
 Diarrea: En todos los casos habrá que hidratarse bebiendo abundantes
líquidos como limonada alcalina y bebidas no gaseosas y llevando una
dieta astringente (arroz, puré de patata y zanahoria, manzana, pescado,
pollo y jamón cocido). Se desaconsejan la leche, frutas maduras,
mermeladas, alimentos ricos en grasas, fibra insoluble, alcohol y
tabaco.
 Irritación de la boca: Es fundamental una adecuada higiene bucal
recomendándose una revisión odontológica antes del tratamiento. De
forma general, una dieta líquida o semilíquida con purés fríos evitando
alimentos irritantes (ácidos, fritos) puede ser de gran ayuda.
 Sequedad de boca: Es un efecto adverso frecuente en pacientes que
reciben radioterapia sobre mucosas por atrofia de las glándulas
salivares. Se aconseja tomar alimentos blandos, jugosos y bebidas poco
ácidas (al menos 2 ó 3 litros de agua al día). Enjuagarse la boca con
frecuencia, los cubitos de hielo y los helados alivian la sequedad.
Masticar chicle sin azúcar también ayuda a la mayor producción de
saliva.
 Dolor: Tomar analgésicos antes de comer, si es preciso.
 Saciedad precoz: Se recomienda pequeñas tomas varias veces al día.
 Alteración del gusto y el olfato: Pueden prepararse los platos con
buen aspecto y olor, realizar enjuagues con agua de manzanilla o
bicarbonato antes de las comidas, sustituir la carne roja por pollo, pavo,
huevos o legumbres, ya que tienen un olor y sabor menos intenso. En el
caso de tener sabor metálico, puede ayudar sustituir los cubiertos
habituales por unos de plástico. Se sugiere además emplear especias
suaves en la preparación de las comidas y evitar los condimentos muy
amargos como el vinagre o limón, servir las comidas a temperatura
ambiente o frías (desprenden menos olor) y mantener una buena
higiene oral y dental.

OTRAS RECOMENDACIONES NUTRICIONALES


La alimentación básica adaptada es una alimentación modificada para
hacerla adecuada. Es útil en pacientes con problemas de masticación o con
dificultad para la deglución de líquidos (dietas trituradas de alto valor
nutricional, modificadores de la textura, enriquecedores de la dieta).
También son útiles los suplementos dietéticos: son productos dietéticos que
contienen concentrados de nutrientes para satisfacer las necesidades
alimenticias de los pacientes. Están indicados cuando el consejo dietético no
es suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales.
Por otra parte, también son útiles los suplementos nutricionales específicos:
ácidos grasos poliinsaturados omega-3, alto contenido proteico, aminoácidos
esenciales y vitamina E.
En circunstancias excepcionales, como tumores en la vía digestiva, grandes
cirugías, etc… se pueden utilizar medidas extraordinarias para la
alimentación, como sondas, catéteres.
DESPUÉS DEL TRATAMIENTO
Una vez finalizados los tratamientos, algunas personas cogen peso, incluso
aunque no hayan incrementado la cantidad de comida que ingieren
diariamente.

Este aumento de peso puede ser debido a varios factores:

 Los tratamientos hormonales pueden provocar una ganancia en el peso,


probablemente debido a cambios en los niveles de hormonas.
 Determinados tipos de quimioterapia.
 La falta de ejercicio físico durante los tratamientos.
Una dieta saludable y equilibrada es vital para recuperarte de los
tratamientos y además puede ayudarte a reducir el riesgo de recurrencia
de la enfermedad y a prevenir otras enfermedades crónicas como la
obesidad, diabetes o alteraciones cardiovasculares.

Estas son buenas razones para intentar llevar una alimentación más saludable.
Habla con tu familia para que ellos te ayuden y te apoyen en el cambio.
Además, seguro que ellos también se beneficiarán de una dieta más sana.

BENEFICIOS DE LOS SUPLEMENTOS


VITAMÍNICOS
Algunos pacientes creen que los aportes de suplementos de vitaminas y/o
minerales pueden ser beneficiosos durante y después del tratamiento
oncológico para luchar contra la enfermedad.

En la actualidad no existe ningún estudio científico que avale dicha


afirmación.
Una alimentación adecuada y equilibrada es la forma ideal para aportar los
nutrientes necesarios durante el periodo de tratamiento.
Un paciente no debería automedicarse.
Si crees que necesitas algún complemento debes consultarlo con tu
médico antes de de iniciar un tratamiento, ya que algunos complejos
vitamínicos pueden resultar contraproducentes durante los tratamientos.

NUTRICIÓN ENTERAL

En algunas ocasiones, durante la enfermedad o los tratamientos


oncológicos, el médico puede apreciar la necesidad de tomar
complementos nutricionales (hiperproteícos o hipercalóricos) bien por vía
oral o bien mantener la alimentación a través de una sonda por la
imposibilidad de hacerlo por vía oral.

Los complementos nutricionales permiten aportar una mayor cantidad de


determinados nutrientes a aquellos pacientes con desnutrición.
Los suplementos pueden tener distintas presentaciones bien en forma de
batidos o de yogures de distintos sabores para adaptarse a los gustos del
paciente.
La nutrición enteral es una técnica por la cual se aportan los nutrientes al
aparato digestivo a través de una sonda que se introduce por la nariz o se
implanta directamente en el estómago o intestino.

Puede estar indicada en el caso de:

 Efectos secundarios severos en boca o esófago por quimioterapia o por


radioterapia que impiden una alimentación e hidratación correcta.

 En el caso de que un tumor, situado en boca o esófago, impida o dificulte


el paso de alimento.
 Si el paciente está desorientado o sufre un cuadro de confusión,
temporalmente puede ser importante administrarle alimentación enteral.

Sin embargo, no debes olvidar que será tu médico el que te indique la


necesidad de un suplemento nutricional o la posibilidad de alimentarte por
vía enteral durante el tiempo necesario.

Asociación de hábitos alimentarios y


estado nutricional con el nivel
socioeconómico en adultos mayores que
asisten a un Programa Municipal
Introducción: La población de adultos mayores se viene incrementando en el país
y su problemática es compleja. Es un grupo de riesgo, con problemas de salud y
nutrición causados por una serie de factores, entre ellos los
socioeconómicos. Objetivos: Determinar la asociación de los hábitos alimentarios y
estado nutricional con el nivel socioeconómico (NSE) de los adultos mayores que
asisten a un Programa Municipal. Diseño: Estudio descriptivo,
transversal. Lugar: Programa Municipal del Adulto Mayor en cuatro distritos de
Lima Metropolitana. Participantes: Personas mayores de 60 años de ambos
sexos. Intervenciones: Se determinó el peso y la talla (por altura de rodilla) a
115 personas mayores de 60 años que asistían constantemente al Programa
Municipal. Se les aplicó una encuesta sobre hábitos alimentarios y otra para
establecer el nivel socioeconómico, ambas previamente validadas. Principales
medidas de resultados: Estado nutricional según índice de masa corporal, hábitos
alimentarios adecuados según recomendaciones y nivel socioeconómico según
categorías de la Escala de Graffar. Resultados: Se encontró una prevalencia de
sobrepeso (42,6%) y obesidad (19,1%). Más de 60% presentó hábitos alimentarios
inadecuados respecto al consumo de carnes (65,2%), lácteos (78,3%), menestras
(87,8%), frutas y verduras (64,3%). Los adultos mayores se ubicaron
principalmente en el NSE medio bajo (37%) y en el NSE medio medio (33%). El
estado nutricional no tuvo una asociación estadísticamente significativa con el NSE
(p=0,629), mientras que para los hábitos alimentarios, se observó asociación con el
NSE respecto al consumo de carnes (p=0,003), cereales y tubérculos (p=0,038) y
de frutas y verduras (p=0,001). Conclusiones: En nuestros sujetos de estudio se
evidenció asociación entre los hábitos alimentarios con el NSE, pero no así para con
el estado nutricional.

Palabras clave: Adulto mayor, estado nutricional, hábitos alimentarios, nivel


socioeconómico, Municipalidad.

MÉTODOS

Estudio descriptivo, transversal, de asociación cruzada. La muestra estuvo


constituida por 115 adultos mayores de 60 años de ambos sexos, orientados en
tiempo y espacio, y con capacidad de valerse por sí mismos, que asistían
constantemente al Programa Municipal del Adulto Mayor, con ubicación en los
distritos del Agustino, Cercado de Lima, Los Olivos y San Juan de Miraflores. El
estudio se realizó entre los meses de enero y abril del año 2011. El muestreo fue
no probabilístico por conveniencia. Previo al estudio se solicitó el consentimiento
informado a los participantes.

Para evaluar el estado nutricional se tomó las medidas de peso -para lo cual se
utilizó una balanza de pie- y la talla, que midió la altura de rodilla con un
estadiómetro de metal, para estimar la talla según la fórmula de Bermúdez, dado
que él hace la adaptación para sujetos hispano americanos (25-26):

Hombres: 69,11 + (1,86*AR) – (0,03*E)


Mujeres: 72,08 + (1,84*AR) – (0,131*E)
Donde: AR=altura de rodilla, E=edad.

Las mediciones fueron realizadas según la Norma Técnica para la Valoración


Nutricional Antropométrica del Adulto Mayor elaborada por el CENAN/ INS (27).

Para determinar los hábitos alimentarios se utilizó una encuesta de frecuencia de


consumo diario y semanal de los grupos de alimentos por porciones recomendadas,
así como preguntas sobre consumo de bebidas e inhibidores, adición de sal a las
preparaciones y tiempos de comida (28). Este instrumento fue sometido a
evaluación por un grupo de jueces expertos.

Para determinar el nivel socioeconómico se aplicó una encuesta basada en la escala


de Graffar modificada por Méndez-Castellano (29), la cual está dividida en cuatro
partes: el nivel de instrucción y actividad laboral del jefe del hogar; el grado de
instrucción de la esposa del jefe del hogar y la última parte está dirigida a las
características de la vivienda, material predominante de esta y saneamiento con los
que cuenta; cada una con su respectivo puntaje para clasificar a la población según
su nivel socioeconómico.

Los datos fueron procesados en una hoja de cálculo de Microsoft Excel 2007. El
estado nutricional se determinó según el índice de masa corporal (IMC), utilizando
los puntos de corte para el adulto mayor referidos por el CENAN-INS -MINSA
(27,30): peso bajo IMC ≤23, normal IMC>23 a <28, sobrepeso IMC ≥28 a <32 y
obesidad IMC ≥32. Se consideró los hábitos alimentarios como: ‘ adecuados’
(consumo de porciones de alimentos según lo recomendado) e ‘ inadecuados’
(consumo de alimentos por debajo o encima de las porciones recomendadas). El
nivel socioeconómico fue determinado mediante la escala de Graffar obteniéndose
las categorías de nivel socioeconómico: alto, medio alto, medio medio, medio bajo
y bajo.

Para el análisis de la información se utilizó el paquete estadístico SPSS 18.0,


realizando un análisis descriptivo con medidas de tendencia central y análisis
inferencial para establecer la asociación de las variables. Se determinó la asociación
de cada uno de los indicadores de la variable hábitos alimentarios y estado
nutricional con la variable nivel socioeconómico aplicando la prueba X2, con un
nivel de confianza de 95% (se asumió un error de 5%, es decir, una p<0,05).

RESULTADOS

La muestra estuvo constituida por 115 adultos mayores, de los cuales 97% fueron
mujeres y 2% varones, con una edad promedio de 71±7,6 años y rango de 60 a 93
años. El 70% de la muestra estuvo comprendida en el rango de 60 a 74 años.

La mayoría de la población se ubicó en el nivel socioeconómico (NSE) medio medio


y medio bajo, según la Escala de Graffar modificada (29), encontrándose un poco
más del tercio de la población en el NSE medio medio y otro tercio en el medio
bajo. Por otro lado, solo una persona se ubicó en el NSE alto, representando 0,9%
de la población.

Con respecto al estado nutricional de la población estudiada, se obtuvo una media


del IMC de 29±3,8 con un IMC máximo de 40,7. Así mismo, 19,1% de la población
presentó obesidad, 42,6% sobrepeso, 29,6% peso normal y 8,7% peso bajo. Se
pudo apreciar que conforme la edad avanzaba la prevalencia de obesidad
disminuía.

Por otro lado, se observó que más de 60% de la población adulta mayor presentó
hábitos inadecuados para el consumo de carnes (65,2%), lácteos (78,3%),
menestras (87,8%) y de frutas y verduras (64,3%).

Al asociar el estado nutricional con el NSE (figura 1), se observó que el sobrepeso y
obesidad estuvo presente en todas las categorías del NSE, con porcentajes casi
similares excepto para el NSE bajo, donde la prevalencia de sobrepeso (56%) fue
mayor. Solo se detectó peso bajo en el NSE medio bajo y NSE medio medio. A
pesar de ello, no se encontró asociación significativa entre las variables estado
nutricional y NSE (p=0,629). En relación a la obesidad, esta fue ligeramente mayor
en los del NSE bajo (22%).

Al asociar hábitos alimentarios con NSE, se observó una asociación significativa


(p<0,05) con la variable NSE en solo tres de los doce indicadores de la variable
hábitos alimentarios, que corresponden al consumo de alimentos, siendo estos el
consumo de carnes (p=0,003), frutas y verduras (p=0,001), cereales y tubérculos
(p=0,038). Se evidencia que el grupo de adultos mayores del NSE medio alto tuvo
mayor porcentaje de hábitos adecuados en comparación con los otros NSE (tabla
1).

Se observó que los adultos mayores que pertenecían al NSE medio bajo y NSE bajo
tuvieron 3 veces más probabilidad de tener un hábito inadecuado de consumo de
carnes (OR=3,18); de igual modo, respecto al consumo de frutas y verduras, hubo
5 veces más probabilidad de tener un hábito inadecuado en su consumo
(OR=4,93).

DISCUSIÓN

Es evidente que las mayores posibilidades para la supervivencia, y el cuidado de la


salud la tienen los ancianos del estrato social alto o medio alto con mayor poder
económico. En los sectores populares, en cambio, la pobreza margina a los
mayores de una atención de primera categoría.

Desde la mitad del siglo XX en adelante, la malnutrición en los ancianos ha sido un


problema importante de salud pública, ya que aumenta la morbimortalidad (30).

La alta prevalencia de sobrepeso y obesidad encontrada en nuestro estudio es


similar a lo hallado en un estudio realizado en el adulto mayor del CAMLima
Cercado, que encontró una prevalencia de 47% de sobrepeso y 19% de obesidad
(31). Asimismo, otro estudio realizado en un distrito aledaño a Lima Metropolitana
halló una prevalencia de sobrepeso de 55% y 8% de obesidad (32). En otros
países, como en Ecuador, Brasil, Chile y Cuba, también se encontró prevalencias
altas de sobrepeso y obesidad en este grupo (16,18,33,34).

El estado nutricional por cada NSE en el grupo estudiado coincide con lo hallado en
un estudio realizado en Chile (11), que comparó dos grupos de adultos mayores,
uno de ingreso familiar alto y otro bajo, encontrando sobrepeso en ambos grupos,
con una mayor prevalencia (73%) en el de ingreso bajo, lo cual también se halló en
nuestro estudio, presentando el grupo del NSE bajo un 56% de sobrepeso.

A pesar de ello, no se halló una asociación significativa del estado nutricional en


relación al NSE. Esto podría deberse a que la proporción de sobrepeso y obesidad
fue similar en todos los NSE. Si bien todos los NSE presentaron sobrepeso y
obesidad, su origen podría no ser el mismo. Según Peña y Bacallao (35), sus
causas podrían ser distintas, ya que en los niveles de mayores ingresos las causas
de la obesidad están relacionadas al consumo de alimentos industrializados altos en
grasas y carbohidratos como por ejemplo golosinas, snacks, comidas rápidas o pre-
elaboradas, además de un aumento en el tamaño de las porciones y disminución de
la actividad física, y un mayor sedentarismo que implica los trabajos en la vida
moderna o jubilación, mientras que los obesos de los NSE bajos pueden presentar
un incremento en su peso corporal causado por un excesivo consumo de productos
de panadería, fideos, arroz, azúcares simples, alcohol, gaseosas, entre otros.
En forma general, los hábitos alimentarios en nuestra población de estudio fue
inadecuado, debido a que en su mayoría no consumían las porciones de alimentos
recomendadas según las Guías de Alimentación para el Adulto Mayor (28), como es
el bajo consumo de lácteos que también se observa en otros países, como en Chile,
en donde se encontró que el 25% de su población consumía 2 porciones de lácteos
al día (36). De lo observado, es probable que este grupo no esté alcanzando el
nivel de ingesta de calcio con la dieta.

Por otro lado, el consumo de agua hallado en este grupo es preocupante, debido a
que un consumo bajo lleva al riesgo de deshidratación y, si se produce de una
manera crónica, modifica la capacidad del organismo para mantener la homeostasis
en cualquier situación fuera de lo normal, pudiendo afectar la salud del individuo.

De manera similar, otro estudio realizado en Chile con dos grupos de adultos
mayores de niveles educativos distintos, halló que la alimentación era inadecuada
en cantidad y calidad respecto al grupo de nivel educativo bajo, y su frecuencia de
consumo estaba por debajo de las recomendaciones del Ministerio de Salud de
Chile, especialmente respecto al consumo de lácteos y de agua en ambos grupos
(16).

En nuestro estudio encontramos asociación (p<0,05) entre el NSE con el consumo


de carnes, consumo de cereales y tubérculos y consumo de frutas y verduras. El
grupo SE medio alto presentó un mayor consumo de porciones recomendadas,
frente al grupo del NSE bajo.

El consumo bajo de frutas y verduras evidenciado en el grupo de NSE bajo fue


similar a lo informado en otro estudio realizado en Brasil, que demostró asociación
con el NSE, ya que familias de ingreso bajo presentaron menor consumo de frutas y
verduras respecto a las de ingresos altos (10). Según Peña (31), esto podría
atribuirse al elevado precio principalmente de las frutas, que las hacen inaccesibles
para los grupos de ingresos más bajos. Por otro lado, este consumo bajo estaría
implicando un ingesta baja de fibra en esta población, y por ende el incremento de
riesgo para las dislipidemias, diabetes, cáncer al colon, entre otras enfermedades
de alta prevalencia en la edad avanzada (13,35).

Aunque no se encontró asociación entre el NSE y el consumo de menestras, el NSE


bajo presentó un menor consumo de estas. Por otro lado, este grupo presentó un
elevado consumo de frituras y/o snacks, siendo favorecida por su fácil obtención,
en mercados, quioscos y restaurantes de comida rápida (36).

Los hábitos alimentarios inadecuados detectados en más de 60% de los adultos


mayores pueden aumentar el riesgo de deficiencias nutricionales y afectar su
calidad de vida.

Asociaciones internacionales

Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura

La Comisión se esfuerza por detener la pérdida de recursos genéticos para la alimentación


y la agricultura, y garantizar la seguridad alimentaria mundial y el desarrollo sostenible
mediante la promoción de la conservación, la utilización sostenible, incluido el intercambio, y
la distribución justa y equitativa de los beneficios que se derivan de su utilización.

Alianza mundial para una agricultura climáticamente inteligente

La Alianza mundial para una agricultura climáticamente inteligente procura mejorar la


seguridad alimentaria y la nutrición de las personas en el contexto del cambio climático. Su
objetivo es ayudar a ajustar las prácticas agrícolas, forestales y pesqueras, los sistemas
alimentarios y las políticas sociales para tener en cuenta de mejor manera el cambio
climático y la utilización eficaz de los recursos naturales.

Programas de alimentos energéticamente inteligentes en función de la población y el clima


(ESF)

En 2010, la FAO puso en marcha el Programa de alimentos energéticamente inteligentes en


función de la población y el clima entre múltiples asociados para ayudar a los países a
promover sistemas agroalimentarios energéticamente inteligentes mediante la identificación,
planificación y aplicación de estrategias adecuadas y climáticamente inteligentes en materia
de energía, agua y seguridad alimentaria que fomenten el crecimiento de la agricultura y el
desarrollo rural.

Programa mundial para una ganadería sostenible

El Programa es una asociación entre partes interesadas del sector ganadero


comprometidas con el desarrollo sostenible del mismo. El Programa se propone lograr el
consenso respecto a la sostenibilidad y catalizar cambios de prácticas coherentes y
colectivos mediante el diálogo, la consulta y el análisis conjunto.

Alianza Mundial sobre los Suelos (AMS)

La AMS se propone sensibilizar a las partes interesadas y contribuir al desarrollo de sus


capacidades basándose en los mejores datos científicos disponibles y facilitar y apoyar el
intercambio de conocimientos y tecnologías entre ellas con miras a la gestión y el uso
sostenibles de los recursos naturales.

Reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal en los


países en desarrollo (REDD+)

La asociación REDD+ funciona como una plataforma provisional para que los países
asociados aumenten sus actividades y fondos para iniciativas destinadas a reducir las
emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal en los países en
desarrollo.

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