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5 ADOLFO SANCHEZ VAZQUEZ wa-S04n—z @>r4z00 ermitanme iniciar mi intervencién, en esta presentacién del libro de Bo- livar Echeverria, El discurso crttico de Marx, recordando que hace ya tiempo que conozco a Bolivar Echeverria, desde que pasé por mis clases y Seminarios como Profesor Adjunto mfo, dejando una firme huella, y que después he seguido de cerca sus ejemplares traducciones y sus textos diversos, escasos y densos, pero ricos en ideas y creativos. Hace tiempo también que valoro altamente su labor en esos diversos campos, por su espi- ritu erftico y antidogmatico, y finalmente, hace tiempo también que los que conociamos su capacidad y sus frutos lamentébamos que Bolivar Echeverria no fuera més audaz y pré- digo extendiendo en un libro, més alld de sus Seminarios y colaboraciones, a un sector mds amplio de lectores aunque en México, des- graciadamente, no ¢s lo suficientemente am- plio—, el resultado de sus investigaciones. No entro ahora en las causas de esta de- mora en offecernos el libro que nos debia. 2Exceso de autocritica o de autocensura? ;Ex- ceso de voluntad perfeccionista? ;Cierta con- firmacién del contraste habitual en América Latina entre los raudales —a veces, verdade- ra diarrea—, de la produccién postica y la produccién parca, contenida ¢ inhibida, en la investigacién y el ensayo? Sea cual fuera la causa, saludemos la pu- blicacién por Ediciones Era de los trabajos incluidos en El discurso critico de Marx. Cier- tamente, no se trata de textos desconocidos. Pero, independientemente de lo que repre- senta para ellos el contacto con un nuevo eft- culo de lectores, siempre un texto disperso en una revista, al formar parte de un todo nue- vo, cobra una nueva dimensién. Los trabajos recogidos en el volumen, permiten conside- rarlos como niveles distintos de una evolu- cién de las ideas del autor, que culmina en el texto cronolégicamente tiltimo, aunque es el que, como “Presentacién’, abre el libro. Y cabe preguntarse, jes el mismo marxis- mo este de 1984, que el de los textos restan- tes que arrancan de 1975? ;Se rompe la linea de su pensamiento; cae a veces en contradic- ciones? Tal ver lo uno y lo otro. Pero consi- derados estos textos dentro del movimiento de ideas en que se insertan, digamos —ape- lando a una categoria cuyo significado para el autor se revelard en la “Presentacién” mis- ma—, se cambia una sustancia que adopta formas diferentes. Lo cual es propio de todo pensamiento vivo, y por tanto, puesto que A A * Intervencién del Profesor Adolfo Sénchez Vazquez en la Presentacién del libro de Bolivar Echeverria, El discurso critico de Marx, en el Palacio de Mineria el 6 de marzo de 1987. [19] fe Contrahistorias, vivo esté para el autor, del marxismo. Hay pues, coherencia, unidad, no obstante los cambios y contradicciones del camino. Ya con esto, estamos planteando una serie de cuestiones ue afectan al marxismo, des- de el enfoque del autor, Porque todo lo que en el libro se aborda, se proyecta sobre un fondo polémico actual, que es el de la vigen- cia misma del marxismo, o de lo que se ha dado en llamar — funeral—, la “crisis del marxismo”. De los textos del libro me interesan, sobre todo, —lo que no quiere decir que sean los ms logrados—, aquellos que tienen que ver mds directamente con este fondo problemé- tico, Mi lectura es pues, una lectura interesa- da. Y ;cudl en definitiva no lo es? Me intere- san del libro aquellos, como el titulado “El materialismo de Marx’, en que se precisa lo si siempre con un tono que por cteerse muy sabido, con frecuencia es lo més olvidado: el proyecto teérico-préc- tico de Marx. Volver sobre él es indispensa- ble, para desgarrar ese telén de fondo que hoy muchos Ilaman “crisis del marxismo”. Este texto de Bolivar, “El materialismo de Marx”, fechado en 1976, me atrajo desde su aparicién. Es una interpretacién muy pene- trante de las famosas Tesis sobre Feuerbach. Mi interés puede explicarse ficilmente, toman- do en cuenta que siempre he visto en ellas el viraje radical del pensamicnto de Marx, que se vuelve asi no sélo una filosofia de la praxis, sino también un elemento indispensable del proceso de transformacién revolucionaria del mundo, como nueva prictica de la filosofia. El texto de Bolivar es una de las interpreta- ciones més hicidas y agudas de las Tésis, en cuanto hace transparente la médula misma del marxismo, como actividad teérica cons- titutiva de la praxis, Muchas de las interminables disputas so- bre el Marx idedlogo, revolucionario, o cien- tifico, 0 sobre subjetivismo y objetivismo, se podrian disolver si se partiera de una justa in- terpretacién, —como la que nos ofrece Boli- var—, de las Tesis. No se puede dejar de reco- nocer la fecundidad de sus andlisis al agruparlas en los temas predominantes: el cardcter pricti- co de la teoria marxista la determinacién de las configuraciones de la sociedad como pro- blemdtica especifica de esa teorfa, y el concepto de transformacién social en el que se unen in- disolublemente los aspectos tedrico y prictico, Por razones andlogas alas anteriores, 0 sea, lade precisar el proyecto de Marx, —e inclu- so el término “proyecto” es sospechoso, para los que hacen de Marx un cientifico entre otros—, me ha interesado el ensayo titulado “Defensa del discutso critico”, en el que se subraya su cardcter critico, que engloba el de revolucionario por ser cientifico, y el de cien- tifico por ser revolucionario. Seccidn importante del libro que nos ocu- pa es, justamente, la obra de Marx que ha servido, —como todos sabemos—, para ar- mar una interpretacién cientificista que opo- re al joven Marx frente al Marx maduro. Nos referimos, por supuesto, a El Capital. En los tres trabajos que en el libro se dedi- canal, o sea: “Esquema de El Capital”, “Va- lor y plusvalor” (entre paréntesis: zpor qué no “plusvalia’?), y “Clasificacién del plusva- Jor”, el rigor, la coherencia, que no se logran con una claridad engafiosa, se confirma la unidad indisoluble de los dos aspectos antes mencionados del pensamiento de Marx. El Capital, nos dice Bolivar, es “el discurso cien- tifico de la riqueza social moderna”, pero un discurso que entrafia la “desmistificacién” de esa realidad. Puede comprenderse por ello que FI Capital fuera para Marx, no una simple sucesién de enunciados cientificos, sino un “proyectil”, —la expresién es de Marx—, arrojado a la cabeza de la burguesia. Los tex- tos de Bolivar nos hacen ver a un Marx como él se veia a sf mismo, y nos lo hacen ver tanto més claramente, cuanto mas rigurosos son. Hay otros textos del libro que inciden, més [20] directamente, en los problemas de la teorfa y la prictica politica. Tal es el que consagra a Rosa Luxemburgo y a sus interpretaciones opuestas, que ponen sobre el tapete interrogantes que, lejos de perder vigencia, estan hoy, como ayer, en el centro de la politica revolucionaria: la relacién entre conciencia y espontaneidad, y entre dimensién nacional ¢ internacionalista. Hemos asistido, en las décadas tiltimas, al naufragio de dos concepciones de la primera de esas dos relaciones: la leninista, de la exterio- ridad de la conciencia, y la del mito de la es- pontaneidad pura de las masas. En cuanto a la segunda relacién, —entre la dimensién nacio- nal c internacionalista de la lucha—, hemos visto también su naufragio, al suplantar la au- todeterminacién nacional por un nacionalismo de via estrecha, 0 sea burgués, y al internacio- nalismo por la fidelidad incondicional a un Estado nacional, que se proclama socialista. Bolivar rinde el debido tributo a Rosa Luxemburgo, al tratar de librarle de las sos- pechas, —para algunos evidencias irrefuta- bles—, de espontaneismo y de olvido de la “autodeterminacién nacional”, en nombre de un internacionalismo abstracto. Picnso que Bolivar consigue su objetivo de salvar a Rosa Luxemburgo, de las acusaciones de defensora del “espontaneismo” y del “in- ternacionalismo abstracto”. Pero, a mi modo de ver, no ¢s tan sélida su argumentacién cuando trata de recuperar el perfil propio de Rosa Luxemburgo, Para ello, habria que si- tuar a Rosa Luxemburgo, puesto que de su vigencia se trata, no sdlo en el contexto en que luché y pensé, sino también en otro nue- vo que no conocié: el de las experiencias ac- tuales en la lucha de los pueblos por su libe- racién nacional. Tendrfamos entonces no sélo el rechazo de los mitos que le atribuyen a Rosa Luxemburgo “leninistas” y “luxemburguistas”, sino también un perfil de Rosa Luxemburgo actual, que irfa més alld de lo que ella misma pensd. Pero la dimensién nacional no es sélo Imago ¢f}) Mundi la de las nacionalidades que luchan contra el Estado que les oprime internamente, —que es la experiencia europea, occidental, que Rosa Luxemburgo tomé en cuenta—, sino la de las naciones que luchan por su emancipacién contra el Estado 0 Imperio que las oprime desde fuera, que es la experiencia que viven hoy los paises del ‘Tercer Mundo. Con todo, en los textos correspondientes del libro de Bolivar Echeverria, encontramos aportaciones originales, al rastrear en El Ca- pital indicaciones valiosas para examinar las relaciones entre clase y nacién. Llegamos asf a la tiltima cuestién que nos proponemos examinar, y que tiene que ver con el problema tan vivo hoy, tan controver- tido, de la “crisis del marxismo”. Aunque en todo el libro se encuentran elementos para delinear la posicién de Bolivar Echeverria, la tiltima palabra en este asunto esté al comien- 70, 0 sea, en su “Presentacién”. Bolivar no elude este problema. No seria marxista si lo eludiera, puesto que se trata de un problema teal. iQué ha sido, y qué es hoy del marxismo? Tales la grave cuestién. El marxismo ha sido, —nos viene a decir Bolivar, pues no lo cito textualmente—, el discurso propio, tedrico, de una préctica politica peculiar, en Ia que la izquierda materializa un proyecto, el comu- nismo, para la historia contempordnea. Aho- ra bien, la trfada aqui envuelta: Comunismo, Izquierda y Marxismo esté en crisis, en cuan- to que estos términos han perdido su vigen- cia efectiva. Seguimos de cerca a Bolivar. El texto documenta sobre la pérdida de vigencia de cada uno de los términos: la transforma- cién del modelo alternativo de sociedad en “socialismo real”; la incapacidad de la clase obrera industrial para realizar el proyecto, y finalmente, la carencia de la teorfa al conver- tirse en la versién predominante, como “ma- terialismo dialéctico”, 0 como “materialismo histérico”, considerado como ciencia,

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