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Marx nos dice en este apartado que el pago a destajo no es otra cosa que la forma

modificada y transformada del salario por tiempo, así como el salario por tiempo es la
forma trasmutada del valor o precio de la fuerza de trabajo. Pareciera que el valor de
uso vendido por el obrero no fuera la función de su fuerza de trabajo, el trabajo vivo, sino
el trabajo ya materializado en el producto. El precio de este trabajo se determina por la
capacidad de rendimiento del productor. El pago a destajo coexiste con el salario por
tiempo, ya sea entre industrias, en la misma industria, pero en zonas geográficas distintas,
o en la misma zona geográfica se le paga de distintas formas según nacionalidad. La
diferencia de forma en el pago del salario no modifica nada en la esencia de éste, aun
cuando una forma pueda ser más favorable que la otra para el desarrollo de la producción
capitalista. Marx nos explica que, en la medida en que el trabajador perciba algún tipo
de pago por trabajo realizado, ya va inherentemente en cada una de las funciones
terminadas, el valor de la fuerza de trabajo, encontrado con lo que el capitalista percibe
por plusvalor.
Se añade que es igual de irracional y contradictoria que la forma de salario por tiempo,
solo que la forma de salario a destajo ya no expresa ninguna relación de valor, puesto
que se mide por el número de piezas que el obrero ha producido de acuerdo al tiempo
gastado. Sin embargo, le brinda al capitalista una medida rigurosa y precisa de la
intensidad del trabajo –además de contribuir a aumentar la intensidad misma y la duración
de la jornada, ya que esto va en interés inmediato del propio obrero–, y de hacer posibles
nuevas funciones del destajo: volver superflua en la práctica gran parte de la vigilancia
del trabajo, como ocurre en la industria domiciliaria moderna; poder usar auxiliares del
obrero, dando paso así a la explotación de otros obreros por el obrero. De todo ello se
desprende que esta forma es “la más adecuada al modo de producción capitalista”, por
ser una palanca para alargar la jornada e, indirectamente, rebajar el salario; es decir, en
la medida en que el obrero muestre interés en generar más ingresos, elevará el empleo de
su fuerza de trabajo a lo más intenso posible, es decir, un aumento del grado normal de la
intensidad; lo que provocará un aumento en la jornada, y trayendo consigo, una baja en
el precio del trabajo.
Además, el mayor campo de acción que el pago a destajo ofrece, es inclinarse a la
individualidad, tender por una parte a desarrollar dicha individualidad y con ella el
sentimiento de libertad, la independencia y el autocontrol de los obreros, y por otra parte
la competencia entre ellos mismos, de unos contra otros.
INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA

CAPITULO XIX

ALUMNO: GARCÍA ABÚNDEZ ALAN SAMUEL

MATERIA: SALARIO Y ACUMULACIÓN DEL CAPITAL

PROFESORA: HERNÁNDEZ JUÁREZ GUADALUPE

GRUPO: 1EM11

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