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El Chupacabras de Huarmey: ¿Simulación que se volvió realidad?

Presentación de síntesis:

Simulación. Una palabra que un niño de seis años no ha aprendido todavía en la escuela,
pero sí a través de Ahmed, un hombre bomba palestino que está a punto de explotar en
un bus israelí, pero es emboscado por una tropa del ejército israelí y en un afán por
retener el control, el pequeño lanza un misil desde la base de Hamas. Estaba jugando
Peacemaker, un videojuego en el cuál los jugadores simulan los roles de soldados
palestinos e israelíes y reconstruyen una realidad simulada para lograr la “solución del
conflicto” según el interés de poder que ellos quieran. Esto significa que si los
individuos convivimos con una hiperrealidad a diario no estamos muy lejos de no poder
distinguir, en algún momento, entre lo verdadero y lo falso. Estas dos últimas palabras
son las claves por las cuales los medios de comunicación se guían para transmitirnos
una información lo más objetiva posible.

Al igual que en el famoso videojuego Peacemaker, los medios de comunicación son


“los jugadores” que reconstruyen una realidad que sirve como un marco referencial de
lo más cercano a lo verdadero para un imaginario colectivo. Pero ¿Acaso estamos
completamente seguros que nuestra visión sobre la realidad es genuinamente real o es
posible que “los jugadores” construyan una realidad simulada paralela y estemos
inmersos en ella sin siquiera notarlo? No es posible saber con exactitud si quienes
construyen estas realidades mantienen algún interés de poder que tenga como objetivo
beneficiar ó destruir a otros intereses y por ello se tenga que recurrir a estrategias como
cortinas de humo para distraer la atención del público. El caso que se analizará en este
texto a continuación responde a un tipo de simulación, hasta no ser comprobada su
existencia, que ha sido llevada por los medios de comunicación como un hecho de una
realidad paralela que se llama “Chupacabras” cuya salida en las noticias llamó mucho la
atención del público y coincide con el desarrollo de sucesos importantes en la coyuntura
nacional.

Exposición de los hechos

Esta interrogante se formula debido a la existencia no comprobada de un ser extraño


que ha saltado a las portadas de varios tabloides, un programa radial y hasta uno
televisivo que; a pesar de nunca haber sido visto o tocado, tiene una presencia muy
marcada en una ciudad costeña llamada Huarmey situada en la región Ancash al norte
de Lima. Algunos pobladores de este lugar han afirmado que el “Chupacabras”, como lo
han apodado en un país centroamericano, ya llegó al Perú porque lo han visto; sin
embargo, la descripción de este ser no es la misma en cada uno de los testigos. Las
declaraciones varían y en una ciudad donde existe un temor latente a la delincuencia
poco controlada llega un miedo más con una “insólita fascinación por la sangres de
animales domésticos” justo en un momento en el cuál la atención de los medios estaba
posicionada en los catorce soldados que fueron asesinados en la zona del VRAE cuyos
responsables de la base en el lugar fueron advertidos por Inteligencia que Sendero
Luminoso los tenía como blancos y el ministro admite que fue un gran error y a una
semana de haberse llevado a cabo la sentencia de Alberto Fujimori.

Lo curioso del caso “Chupacabras” son las distintas versiones sobre sus apariciones y
descripciones físicas en hechas por algunos habitantes de Huarmey. Ellos afirman haber
visto aunque a uno solo. Sin embargo, es importante recalcar, la periodicidad con que
los medios de comunicación como el diario El Men, que el día 13 abril del año 2009
colocó en su portada que un “extraño ser” que mató a una cantidad de animales
(alrededor de ochenta cuyes, gatos y perros) en una zona de la ciudad de Huarmey de
una forma peculiar: “extrañamente muertos, totalmente enteros, sin ojos, sin cerebros y
sin una gota de sangre” Este diario también afirma que una emisora limeña: Radio
Capital, el programa “Viaje a otra dimensión” de Antonio Choy afirmó que los
habitantes de Huarmey vivían una psicosis colectiva porque “los testimonios señalan
que se trata de un animal que viene del cielo, es algo de no creer”. Y sí. Era algo de no
creer como dijo Choy porque hasta ese momento nadie presentó una sola imagen del ser
o una muestra de su estado físico. Lo único certero, como informó el diario El Men, era
que se organizaron asambleas entre los afectados y pobladores para solucionar el
problema de la matanza de los animales.

En un primer plano, uno pensaría que esto podría tratarse de un fenómeno que se come
el ganado y en un segundo plano, el evento al ser cubierto por un diario de procedencia
sensacionalista y un programa que trata sobre sucesos misteriosos de los cuáles varios
quedan sin respuesta por lo mismo que son misteriosos, se lo podría tomar como un
invento o fantasía que es novedoso porque el “Chupacabras” es conocido en trece países
de América latina y hasta se puede prestar a ser un mito popular cuya presencia es más
fuerte en una ciudad cuyo espacio geográfico (desierto, campo) se presta para una
situación así y difícilmente para ciudad más grande o una capital.

Sin embargo, el día 29 de abril del 2009, el diario Trome escribió una nota que decía:
Revista “Eva” tras el “Chupacabras”. En efecto, un quipo de la revista viajó hasta
Huarmey ha descubrir y a comprobar que el “Chupacabras” había sido el causante de la
muerte de animales con la técnica de la succión de sangre. El artículo de la publicación
señaló que testigos de Huarmey dijeron que “la bestia es como un zorro grande con pelo
amarillento y gruñe” entre otros testimonios con descripciones similares a corderos y
chivos y hasta hubo uno en que se decía que era un experimento de una imanera para
ahuyentar a otros animales como ratas. En concreto, no hubo una descripción exacta del
ser y la publicación dejó en claro que si bien el “Chupacabras” era la nueva celebridad
no se había encontrado pruebas contundentes de su existencia. No hubo fotografía
alguna o muestra de su estado físico. Sólo versiones heterogéneas.
Pero “Eva” no fue la única tras los pasos de éste ente famoso. El programa “Punto
Final”, dirigido por Nicolás Lúcar, mandó un equipo de investigación para que se
encontrara al “Chupacabras” que a los habitantes de Huarmey “el miedo o el pánico los
tiene dominados”. El reportero y el camarógrafo realizaron un recorrido por la ciudad
en el día para buscar testimonios y de noche se adentraron en un campo donde
encontraron el cadáver de un perro con las características como deja el “Chupacabras” a
sus víctimas. “Estamos ante una bestia implacable con una insólita fascinación por la
sangre de animales domésticos”. Sin embargo nunca lo encontraron. Solo más y más
versiones distintas de algunos pobladores que afirmaron a un ser peludo (de diferentes
colores, formas de trompa, tamaños, etc.). Al no encontrar prueba alguna, el reportero
señala: “no crea que esta gente es la única incauta” y muestra fragmentos de videos de
youtube del “Chupacabras” en otros países de Centroamérica, México y Sudamérica.

Así, este medio televisivo, el día domingo 19 de abril, le dedico un espacio al


“Chupacabras”. Le dio un espacio a un hecho que no existe; por lo tanto, no es real.
Nunca se encontró una fotografía o una muestra de su estado físico. Los “jugadores”
crearon una realidad simulada y lo pusieron un nombre que se ha convertido, de manera
progresiva, en una celebridad frívola que llama la atención de un público en busca de
entretenimiento y curiosos de un ser que causa terror en una ciudad y sin explicación lo
cual lo vuelve aún más interesante y opaca ciertos eventos de mayor trascendencia que
se encuentran en una realidad más acorde con el imaginario colectivo; por lo que lo real
y lo falso no es, entonces, tan difícil de distinguir.

Marco Teórico, Hipótesis y Contexto

En la crítica de Habermas a Hannah Arendt acerca de la opinión pública, el primero


menciona que los medios de comunicación deben ser regulados por las instituciones
públicas y de ámbito social para que los grupos de elite con mucho poder no
distorsionen la realidad a favor de ellos para manipular a la población.

Simular significa: fingir tener algo cuando no se tiene. La cantidad de versiones


diferentes solo muestran las simulaciones, es decir, las interpretaciones y construcciones
de realidades de cada una de las personas que fueron testigos y es que la realidad no es
una realidad, como dice Baudrillard, si no es tomada por consenso. Entonces cuando
todos nos pongamos de acuerdo con que algo es real, será real y será lo más cercano a
nuestro marco referencial de la realidad. Los pobladores que aseguran haber visto al
“Chupacabras” forman una realidad que el resto no la tiene y los medios de
comunicación “agrandan y ahondan” esa realidad compartida solo por un grupo que
ahora es tomada por una gran población como una realidad (simulada) pero expuesta
como tan posible y tomada como un hecho (por su popularidad). Un hecho que no es un
hecho, SÍ, es cierto porque no se encontraron pruebas, pero fue presentado varias veces
por los medios que la población ya lo ha reconocido y tomado como una noticia y una
realidad lo más cercano posible al marco referencial que debe ser verdadera. Los
testimonios cuentan, los informes de los medios cuentan como archivo, los cadáveres
están presentes, suficiente material para poder indicar lo real que puede llegar a ser el
“Chupacabras”

En el contexto de esta noticia ¿Por qué justo salió el “Chupacabras” en ese momento en
el cuál se desarrollaban eventos de tal magnitud como el problema del VRAE y el
desarrollo de la sentencia ya dictada a Fujimori? ¿Es esta “realidad” (la del
“Chupacabras”) una especie de cortina de humo para esconder ciertos intereses de poder
y distraer la atención del público porque el ministro del interior cometió un error? La
hiperrealidad puede conducir, en este caso, a una distorsión en el orden de los hechos
más importantes que pueden con llevar a una manipulación de la realidad por el poder.

Aquello es una muestra de cómo una simulación puede volverse en una realidad. Como
esto ocurre tan frecuentemente y en nuestras vidas cotidianas que hasta ni nos damos
cuenta de muchas. La nueva tendencia es una realidad que los niños que juegan
videojuegos y otras vías de simulación del mundo virtual la conocerán seguramente
mejor que las generaciones actuales y por lo tanto, sin verlo de un lado tan pesimista
porque es aún desconocido, habrán nuevas y muchas más realidades.

UNIVERSIDAD PERUANA DE CIENCIAS APLICADAS


UPC
Trabajo Parcial del curso:

Nuevas Audiencias y Escenarios de la Comunicación

Profesor: Raúl Castro

Alumna: Diana Félix Seras

Código: u420115

Mayo, 2009

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