D.I.P.

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CAPITULO X

DERECHO CIVIL INTERNACIONAL

LAS FORMAS DE LOS ACTOS JURIDICOS Y SU REGULACION INTERNACIONAL

1 – INTRODUCCION A LOS ACTOS JURIDICOS.

Antes de abordar siquiera lo que son los actos que tengan relevancia jurídica, debemos
internar clarificar primeramente lo que se entiende por hecho o hechos, punto de partida que nos
conducirá posteriormente a los actos jurídicos. Y son hechos todo acontecimiento natural o
humano susceptible de crear, modificar o extinguir derechos. Ahora, cuando ese acontecimiento
sea producto de la naturaleza como heladas, sequias, tormentas, inundaciones u otros, el ser
humano no tiene participación aunque eventualmente puedan producir efectos jurídicos cuando
así los prevén los seres humanos en sus relaciones. Al contrario, ese hecho aunque a veces sea
humano puede ser que haya sido realizado en forma voluntaria o involuntaria (aclarando que lo
involuntario también en ciertos casos puede producir consecuencias jurídicas sin ser actos
jurídicos). Ese hecho humano realizado voluntariamente puede ser licito o ilícito y ese hecho
humano voluntario licito a su vez puede ser por puro gusto, (en este caso es un simple hecho)
como es el hecho de salir a caminar, pasear y otros. Pero también y en muchos casos se realiza el
hecho con la intención de producir alguna consecuencia jurídica. Pues en éste caso, o sea, cuando
una persona realiza el hecho en forma voluntaria, licita y con la intención de que ese hecho
produzca alguna consecuencia jurídica para el mismo o para terceros, estamos en presencia de un
acto jurídico.
Es lo que dispone el artículo 296 del C.C. paraguayo que dice: Son actos jurídicos los
actos voluntarios lícitos, que tengan por fin inmediato crear, modificar, transferir, conservar o
extinguir derechos. Las omisiones que revistieren los mismos caracteres, están sujetas a las
reglas del presente título.
En cuanto a los actos voluntarios nuestro código de fondo establece en el art. 277 que: Los
actos voluntarios son los ejecutados con discernimiento, intención y libertad, que determinan
una adquisición, modificación o extinción de derechos. Los que no reuniesen tales requisitos no
producirán efecto alguno.
En realidad, el acto jurídico constituye apenas una especie del hecho jurídico, porque
existen otros hechos que producen consecuencias jurídicas en donde el ser humano no ha
participado. Como se ha dicho antes, ocurren casos en donde los hechos naturales como las
heladas, tormentas, inundaciones, granizadas u otros hechos producen consecuencias jurídicas, sí
así se ha establecido previamente en un contrato agrícola o de seguros. El tema de los hechos y
actos jurídicos ha sido introducido en la ciencia jurídica por los privatistas alemanes a fines del
siglo XVIII o principios del XIX.
El Código Civil francés del año 1804 no trae reglas sobre la materia, de ahí que los códigos
posteriores que surgieron en América y Europa no incorporaron reglas sobre la materia de los
hechos y actos jurídicos. Sin embargo en la Argentina, el código de Vélez Sarfield inspirado en el
Esboço de Teixeira de Freitas vigente desde 1868, contiene normas sobre hechos y actos
jurídicos. Ya nuestro código civil inspirado en la metodología del código de Vélez, contiene un
conjunto de normas sobre hechos y actos jurídicos. El libro segundo consagra todo el titulo
primero a la materia, además contiene prescripciones en materia de conflictos de leyes referentes
a los actos jurídicos.

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Lo más conveniente es reunir y estudiar en conjunto las disposiciones relativas al acto

jurídico, en doctrina así se aconseja. Estas disposiciones deben situarse en la llamada parte
general o preliminar de los códigos, por tratarse de materias que atañen a todo tipo de relación
jurídica, como lo hace el código civil alemán y el brasileño.

2 - LA REGLA LOCUS REGIT ACTUM Y LA LEX LOCI ACTI

FUNDAMENTOS Y EXCEPCIONES
Para que un acto jurídico sea válido debe reunir determinadas condiciones de fondo
(intrínsecas) y acomodarse a ciertas condiciones de forma (extrínsecas). La forma hace posible la
manifestación del querer interno de las personas. La forma es la manera de manifestarse la
voluntad.
Esta materia de la forma está dominada por la regla locus regit actum, que significa que un
acto debe realizarse en la forma establecida en el lugar (o local) de su celebración, o sea, el lugar
se impone al acto. Según algunos doctrinarios, esta regla se remonta a la escuela y al estudio de
los pos glosadores.
Nació a propósito del testamento y como estatuto mixto se aplicó a la forma de los actos
jurídicos. La regla se refirió originalmente a la forma externa.
Las razones que justificaron la aparición de la regla se encuentran en la necesidad de que
una persona pueda hacer válidamente ciertos actos en el extranjero, utilizando para ello las
formas vigentes en el lugar donde se encuentra. De no admitir la regla locus regit actum, se haría
imposible la celebración de actos jurídicos en el exterior.
SAVIGNY sostiene que el fundamento de esta regla descansa en la naturaleza de las cosas.
Para la mayoría de los autores justifican el principio por razones prácticas.
Así pues el fundamento de esta regla se halla, según la mayoría de los autores, en una
communis opinio, tomando su origen de una costumbre general formada por razones de práctica y
oportunidad.
Ya la regla lex loci acti se refiere a la ley del lugar del acto y se presenta con tres variantes
que son:
 Lex loci celebrationis, ley del lugar de la celebración del acto
 Lex loci contractus, ley del lugar del contrato y,
 Lex loci executionis, ley del lugar de ejecución

3 - CARÁCTER FACULTATIVO O IMPERATIVO DE LA REGLA

La regla locus regit actum es imperativa para los actos auténticos. Sin embargo, es
inaplicable para los actos celebrados ante los cónsules, capitanes de buque, etc., y es facultativa
para los actos privados. La razón de que la doctrina sostenga que dicha regla es facultativa, se
debe a que su adopción está reservada a la voluntad de los contratantes, ya que si son de igual
nacionalidad, al contratar en el exterior pueden optar por las formalidades de su propia ley,
acudiendo a sus representantes diplomáticos o consulares, investido de funciones notariales.
En nuestro código civil, La norma de conflicto o principio rector sobre las formalidades lo
tenemos en el artículo 23 que dispone al respecto: “La forma de los actos jurídicos, públicos o
privados, se rige por la ley del lugar de su celebración, salvo la de lo otorgado en el extranjero
ante los funcionarios diplomáticos o consulares competentes, la que se sujetará a las
prescripciones de éste Código”.
Recordemos que las formas de los actos jurídicos son aquellas solemnidades que deben
observarse al tiempo de su celebración y su incumplimiento trae aparejada la nulidad del acto, en
algunos casos.

4 – LAS FORMAS AD SOLEMNITATEM Y AD PROBATIONEN

En cuanto a las formas AD SOLEMNITATEN podemos decir que es una voz latina
utilizada para significar que la formalidad exigida por la ley en la constitución u otorgamiento de
un acto jurídico, es esencial para su existencia jurídica por parte del acto y no simplemente como

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medio de prueba. En pocas palabras, las formas ad solemnitatem son como parte sustancial del
acto y su omisión trae como consecuencia la nulidad del mismo.
Al respecto, el artículo 2.626 del Código Civil establece que: “Los testamentos hechos en
el territorio de la república deben ser otorgados en alguna de las formas establecidas en éste
Código, sean paraguayos o extranjeros los testadores.
El testamento hecho en el extranjero sólo tendrá efecto en el país, si fuese formalizado por
escrito, y siempre que lo otorgare personalmente el testador, de acuerdo con las leyes del lugar, o
según la del país a que el testador pertenezca, o según las formas prescriptas por este Código”.
También el art. 700 del mismo cuerpo legal enumera una serie de actos que deben ser
hechos en escritura pública, bajo pena de nulidad.
Ya las formas AD PROBATIONEN, significa que la solemnidad exigida por la ley para la
constitución del acto jurídico tiene como finalidad esencial la prueba de dicho acto. Por lo
tanto, la ausencia de la formalidad requerida no invalida el acto, por ser subsanable
posteriormente la omisión de dicha forma.

5 – ELEMENTOS DE LOS ACTOS JURIDICOS

Los elementos de los actos jurídicos son los siguientes:
1) La capacidad de los otorgantes. Que no es sino la aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones que posee el agente.
2) Voluntad sana en el o los otorgantes. En este caso la voluntad no puede estar viciada con la
falta de discernimiento, intención o falta de libertad.
3) Causa lícita. Aunque el código no lo mencione expresamente, la causa es uno de los
elementos del acto jurídico.
4) Objeto determinado o determinable. El objeto del acto jurídico es la cosa o hecho sobre el
cual recae el mismo acto, y debe ser determinado o determinable.
5) Formalidades prescriptas en la ley. Son las formalidades o solemnidades que deben
observarse al tiempo de su celebración. Ej., la presencia de un oficial público en el acto civil del
matrimonio o la firma de los contrayentes, etc.

6 – LA FORMA DE LOS ACTOS JURIDICOS EN LA LEGISLACION NACIONAL

Como se ha dicho las formas del acto son las solemnidades que deben observarse al tiempo
de la celebración del mismo, y en principio, las formas del acto se hallan regidas por la ley del
lugar de celebración del acto. Es el viejo principio del LOCUS REGIT ACTUM. En estos casos
solo resta dilucidar si el legislador quiso someter el acto a las formas “ad solemnitatem o a las ad
probationem”.
En el Código Civil paraguayo tenemos algunas normas al respecto, y que son: el Artículo
23: “La forma de los actos jurídicos, públicos o privados, se rige por la ley del lugar de su
celebración, salvo la de los otorgados en el extranjero ante los funcionarios diplomáticos o
consulares competentes, la que se sujetará a las prescripciones de este Código.”
La regla transcripta es una norma de conflicto que respeta y acoge los principios
consagrados en el Derecho Internacional Privado. El Prof. De Gásperi comenta: "El artículo
mencionado incorpora la regla locus regit actum enunciada por Bartolus. Y es de universal
aplicación, aunque no obligatoria, desde que los paraguayos residentes en el extranjero bien
podrían optar por la observancia de las solemnidades prescriptas por este Código al autorizar sus
actos privados o públicos por el Cónsul paraguayo de la localidad donde se hallaren".
Este artículo dispone que la ley aplicable al caso es la ley del lugar de celebración del acto en
virtud del principio "locus regit actum".
A mas de eso tenemos el art. 302 del C.C.P., que establece:”En la celebración de los actos
jurídicos deberán observarse las solemnidades prescriptas por la ley. A falta de regla especial,
las partes podrán emplear las formas que estimen convenientes”.
También encontramos en el Código Civil sobre la forma y prueba de los contratos desde el
art. 699 hasta el 707. En el artículo 700 el Código establece los contratos que deben hacerse por
escritura pública. El art. 704 del mismo cuerpo legal en su primera parte dispone que: Los

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contratos que tengan una forma determinada por las leyes no se juzgarán probados si no
revistieren la forma prescripta. Y el artículo 706 reza: Los contratos que tengan por objeto una
cantidad de más de diez jornales mínimos establecidos para la capital deben hacerse por escrito
y no pueden ser probados por testigos.

7 – FACULTADES DIPLOMATICAS
Son prerrogativas otorgadas a los legaciones diplomáticas en el exterior. Se ha visto que el
artículo 23 del Código Civil establece entre las excepciones a una que se relaciona a los actos
otorgados en el extranjero ante funcionarios diplomáticos o consulares, en este caso, las
formalidades deberán adecuarse y juzgarse de acuerdo a las disposiciones normativas a la cual
pertenece la legación diplomática, y no a la ley del lugar de celebración.
A más de eso, los actos otorgados a bordo de buques y aeronaves deberán celebrarse y
juzgarse de acuerdo a la ley del pabellón. También el Código Civil ha incorporado el principio
favor negotii en el art. 699, inciso c, referente a la aplicación de las leyes más favorables a la
validez del acto.

8 – ACTOS A CUMPLIRSE EN LA REPUBLICA

Nuestro Código Civil al referirse a los actos a cumplirse en la república establece en su art.
297 lo siguiente: “Sin perjuicio de lo dispuesto en este Código sobre la capacidad e incapacidad
de las personas, y sobre la forma de los actos, estos serán exclusivamente regidos, sea cual fuere
el lugar de su celebración, en cuanto a su formación, prueba, validez y efectos, por las leyes de
le república, cuando hubieren de ser ejecutados en su territorio, o se ejercieren en él acciones
por falta de su cumplimiento”.
Leyendo detenidamente el artículo en cuestión nos damos cuenta que el legislador ha
querido de que cuando un acto tenga que cumplirse en la república se le apliquen las normas de
nuestro Código Civil, en cuanto a su formación, prueba, validez y efectos del mismo. Esto es el
viejo principio de la LEX LOCI EXECUTIONIS o la ley del lugar de ejecución.
Aunque en doctrina se suele a veces confundir validez con efectos como si fuesen
sinónimos, sin embargo, entendemos que un acto jurídico puede ser totalmente valido pero no
producir efectos por diversas circunstancias. Ejemplo de esto último puede darse cuando una de
las partes del acto o ambos a la vez pierden interés en ese negocio jurídico por varias razones.
Sin embargo, no se menciona a la capacidad de los otorgantes al que se le aplica la ley del
domicilio, tampoco se menciona a las formalidades del acto ya que a las formas se le aplican la
ley del lugar de celebración.

9 – ACTOS QUE DIEREN LUGAR A ACCIONES EN LA REPÚBLICA

El artículo citado más arriba dispone in fine que los actos serán exclusivamente regidos por
las leyes de la república, cuando se ejercieran en él acciones por falta de su cumplimiento.
La última parte del artículo 297 del Código Civil paraguayo ha querido significar que no
importa el lugar donde se haya celebrado el acto, pero que cuando se ejerzan acciones en nuestros
tribunales por falta de su cumplimiento, se le deber aplicar las leyes de la república.
La disposición transcripta sigue las orientaciones del Tratado de Montevideo, ver artículo
37 de ese tratado. En efecto, la regla del lugar de la celebración del acto cede en presencia de la
del lugar del cumplimiento.
Savigny sienta el principio según el cual esa jurisdicción descansa en la libre sumisión de
las partes, la cual resulta con la mayor frecuencia de una declaración de voluntad no expresa, sino
tácita, siempre excluida por la expresión de una voluntad contraria. Concluye que el asiento y
jurisdicción especial de la obligación es aquel lugar donde las partes esperan su resultado, o sea el
lugar de su cumplimiento, porque sobre este punto se concentra la esperanza de las partes.

10 – REGULACION EN LOS TRATADOS DE MONTEVIDEO

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El Tratado de Montevideo del año 1889 se refiere a las formas al legislar sobre los
contratos, y dice: La ley del lugar donde los contratos deben cumplirse deciden si es necesario
que se lleven a cabo por escrito y de la calidad del documento correspondiente. (es el principio
LEX LOCI EJECUTIONIS).
Ya el Tratado de 1940 dispone que las formas y solemnidades del acto jurídico se rigen por
la ley del lugar donde se celebran o se otorgan (LEX LOCI CELEBRATIONIS). Además, la
calidad del documento que requiere el acto se rigen por la ley que gobierna él mismo y los
medios de publicidad exigidos por un acto se sujetan a la ley de cada Estado

TRATADO DE MONTEVIDEO DE 1940: (5)

Artículo 36: La ley que rige los actos jurídicos decide sobre la calidad del documento
correspondiente. Las formas y solemnidades de los actos jurídicos se rigen por la ley del lugar en
donde se celebran u otorgan. Los medios de publicidad, por la ley de cada Estado.
Artículo 37: La ley del lugar en donde los contratos deben cumplirse rige:
a) su existencia;
b) su naturaleza;
c) su validez;
d) sus efectos;
e) sus consecuencias;
f) su ejecución;
g) en suma, todo cuanto concierne a los contratos, bajo cualquier aspecto que sea

EFECTOS
Los Tratados de Montevideo no contienen normas específicas sobre la ley aplicable a los
efectos del acto jurídico. El Tratado de Montevideo de 1940 solo se refiere a los efectos de los
contratos, y según ello, la ley aplicable a los efectos del contrato es la ley del lugar de ejecución.
Podrá deducirse que siendo aplicable la ley del lugar de ejecución a los efectos de los
contratos y que son los actos más corrientes de la vida diaria, la misma ley debería aplicarse a
cualquier acto jurídico que no fuera contrato.

11 - DOCUMENTOS EXTRANJEROS - PRINCIPIOS QUE RIGEN SU VALIDEZ

FORMAL.
Los documentos extranjeros para que tengan validez formal en otro Estado deben estar
debidamente legalizados, conforme lo establecen los artículos 3º y 4º del TRATADO SOBRE
DERECHO PROCESAL INTERNACIONAL DE 1940. Montevideo – Uruguay.
Artículo 3º: Las Sentencia y laudos homologados, dictados en asuntos civiles, comerciales
o contencioso administrativos; las escrituras públicas y los demás documentos otorgados por los
funcionarios de un Estado; y los exhortos y cartas rogatorias, se considerarán auténticos en los
otros Estados signatarios, con arreglo a este Tratado, siempre que estén debidamente legalizados.
Artículo 4º: La legalización se considerará hecha en debida forma cuando se practique con
arreglo a las leyes del país de donde el documento procede, y éste se halle autenticado por el
agente diplomático o consular que en dicho país tuviere acreditado el Gobierno del Estado en
cuyo territorio se pide la ejecución.
Como se habrá visto, de acuerdo al Tratado de Montevideo de 1940 para que un documento
que se haya originado en el extranjero deberá estar legalizado en por el agente diplomático o
consular del lugar de donde procede el documento respectivo.

12 – PROBLEMAS EN LA CALIFICACIÓN DE LAS FORMAS

Aunque las características generales del concepto de forma son fijas y deben serlo en la
órbita del Derecho Internacional Privado, que supone cierta equivalencia entre el Derecho propio
y los Derechos extranjeros. Puede haber, sin embargo, discrepancias en los detalles.

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Lo que un Derecho estima forma, otro lo podría considerar de fondo; lo que en un país se
considera forma, en otro concibe como capacidad. He aquí el problema de las calificaciones, que
debe resolverse en virtud de las reglas generales.
Los Tratados de Montevideo de 1.940 no registran un cambio sustancial para justificar la
afirmación tradicional de que, por sugerencia de la delegación argentina, se introdujo en su
articulado la regla locus regit actum. La forma del matrimonio (artículo 13), de los actos jurídicos
(artículo 36) y de los testamentos (artículo 44) se rige por la ley de fondo. Esta regla no se
pronuncia con claridad con miras a los actos jurídicos. Pero sí se dispone que la ley que rige los
actos jurídicos deciden sobre la calidad del documento correspondiente (artículo 36) y como la
ley que califica, debe ser idéntica a la ley que impone, ésta es también la ley de fondo.
De todas maneras y en todo caso, entendemos que en ciertas circunstancias, lo que se
podría eventualmente confundir es en lo referente a si esas formas tienen el carácter o cualidad de
ad solemnitatem o ad probationem.

DOCTRINA AL RESPECTO DE LOS ACTOS

En cuanto a la doctrina referente a la ley aplicable a todo tipo de acto jurídico, en doctrina
se enumera los principios siguientes en el Derecho Internacional Privado:
 Con relación a la capacidad de hecho, debe aplicarse la ley del domicilio;
 Respecto de la capacidad de derecho, deben aplicarse las leyes nacionales;
 Los actos jurídicos celebrados fuera de la nación, pero que deben tener efecto en ella,
deben regirse por las leyes nacionales.
 Con relación a los bienes inmuebles situados en el territorio nacional, deberán siempre ser
regidos por nuestras propias leyes; en cuanto a la calidad de tales, capacidad de derecho
para adquirirlas, modo de transferirlos y solemnidades que deben acompañarlos.
 El contrato celebrado en el extranjero no deberá tener efecto en la República, si fuese
prohibido por nuestras leyes, y, por el contrario, debe ser mantenido en la Argentina si
fuera conforme a sus leyes, aunque sea contrario a las de la nación en que se celebró.
 Un acto jurídico se rige por la ley del lugar en que se celebró, si allí debe tener su efecto;
pero si debe ejecutarse en otro lugar, regirá la ley del lugar de la ejecución.
 Respecto de las solemnidades intrínsecas que debe tener el acto, como ser la expresión del
consentimiento de las personas que intervienen y su libre manifestación, la comparecencia
de las partes y otras semejantes, serán regidas por la ley de la situación de la cosa.

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