CULTURA PERSA

Ubicación.- Los persas se establecieron en el territorio que en la

actualidad corresponde a la meseta de Irán. Al norte, limitaba con
Turquestán.

Por el sur, limitaba con el golfo Pérsico. Al este, se encontraba la India,

mientras que al oeste limitaba con Mesopotamia.

Cuando se creó el Imperio Persa, el territorio se dividió en provincias

denominadas satrapías. El encargado de estas divisiones era el sátrapa,
que representaba la autoridad del rey en la provincia.

El territorio era generalmente estéril; poco propicio para la agricultura.

Clima Cálido y seco, circundado de cordilleras.

En un principio, era un pueblo nómada que se desplazaba en el norte de

lo que hoy en día es Irán.

Con el paso del tiempo se asentaron en la meseta iraní, desarrollaron la

agricultura y comenzaron a trabajar con el metal para crear
herramientas y armas.

Economía: Los persas desarrollaron diversas actividades económicas.

Para comenzar, practicaban la agricultura, la cual se vio beneficiada por
la creación de sistemas de irrigación que extraían agua de las montañas
y la empleaban para regar las planicies.

Sumado a esto, la presencia de minerales en el territorio hizo que esta

cultura desarrollara la actividad minera.

Sin embargo, la actividad económica de mayor importancia fue el

comercio. Los persas eran famosos por la producción de tejidos,
tapetes, joyas y alfombras, los cuales eran exportados a la India y a la
China.

Para simplificar el intercambio de productos, los persas establecieron

una ruta comercial terrestre y acuática.
Organización de la sociedad

La sociedad persa se organizó en dos clases: la clase dominante y la

clase dominada. La clase dominante estaba formada por los miembros
más ricos del imperio: nobles, sacerdotes, guerreros y políticos.

La clase dominada estaba formada por los trabajadores, campesinos,

artesanos y esclavos. Como su nombre lo indica, estos individuos se
subordinaban a la autoridad de la clase dominante.

Políticos y burócratas

Hay que hacer una mención especial a los políticos y burócratas,

miembros de la clase dominante. Las tres figuras políticas más
importantes en el Imperio Persa eran el rey, los sátrapas y los
inspectores.

El rey

El rey era el dirigente máximo del Imperio Persa. Su autoridad

prevalecía por encima de los demás miembros de la sociedad y su poder
era ilimitado.

Los sátrapas

Los sátrapas eran las figuras que se encargaban de gobernar las

provincias del Imperio Persa en nombre del rey. Entre sus funciones,
destacaban el cobro de impuestos, provisión de personal para el
ejército, entre otras.

Los inspectores

Los inspectores también eran representantes del rey. Diferían de los

sátrapas porque no se mantenían dentro de una provincia sino que
viajaban de una ciudad a otra.

Esto se hacía con el objeto de observar la situación del imperio. En

cierto modo, los inspectores eran los ojos y los oídos del rey persa.