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LAS PIRÁMIDES DE EGIPTO

La mayor obra del mundo en piedra

Por mucho que hayamos oído hablar, leído, o visto en infinidad de


películas y documentales sobre las pirámides de Egipto, nada es
comparable con la sensación de encontrarse frente a frente con las
que sin duda son las más grandiosas obras arquitectónicas de toda la
historia de la Humanidad. Esas impresionantes moles de piedra
rodeadas de un misterio que incluso hoy en día, en el tan esperado
siglo XXI, no se ha podido descifrar por completo, nos hacen
sentirnos pequeños e insignificantes. Pero no olvidemos que, como
continuamente repiten las guías turísticas de Egipto, aunque las
pirámides nos hagan sentirnos pequeñas a las personas, fueron
personas quienes las construyeron. A los egipcios les molesta
especialmente el empeño de muchos de pensar que estas
construcciones tienen un origen sobrehumano.

Consideraciones metafísicas aparte, el hecho es que cada vez se van


descubriendo más detalles sobre la construcción de las pirámides.
Aunque en muchos casos nos movemos en el terreno de las teorías,
nos podemos aventurar a explicar cómo se construyeron las famosas
pirámides de los faraones Keops, Kefrén y Micerinos, ubicadas en
Giza, muy cerca de El Cairo. Olviden por completo lo que han visto
en el cine, ya que, según parece, no tiene nada que ver con lo que
sucedió en realidad. Para empezar, nunca hubo esclavos en la época
de los faraones, así que, una vez rotos todos nuestros esquemas,
debemos partir de cero.

Para los antiguos egipcios, la auténtica vida comenzaba después de


la muerte. Esta creencia es la causante de que cinco mil años
después de su construcción, aún permanezcan en pie y en
considerable buen estado sus monumentos funerarios mientras que,
curiosamente, no quede ni una casa, ni un palacio, ya que para estas
construcciones no empleaban materiales duraderos como la piedra.
Lo realmente importante era lo que venía después de su paso por
esta vida, por eso no tenían un especial interés en perpetuar sus
bienes terrenales. Egipto contaba con mucha variedad de materiales
pétreos. A lo largo del Nilo disponían de cerca de cuarenta tipos de
piedra catalogados y empleados con fines artísticos y
arquitectónicos.Antes de construirse las pirámides, los faraones eran
enterrados en mastabas, edificios funerarios de sólo una planta.
La primera pirámide que se
construyó fue la pirámide
escalonada de Zóser, que aún se
puede contemplar en Sakkarah, la
necrópolis de Menfis. Construida en
el año 2.650 antes de Cristo por el
arquitecto Imhotep, inicialmente
fue concebida como una mastaba,
pero posteriormente se le fueron
añadiendo más pisos hasta llegar a
seis. Es la construcción en piedra
más antigua del mundo que existe.
Sus muros exteriores, de caliza
blanca, miden 545 metros de Norte a Sur y 227 metros de Este a
Oeste. El muro tiene 14 puertas, 13 de ellas falsas. Su altura es de
66 metros. En su interior se encuentra la cámara sepulcral del faraón
Sneferu, de granito rosa, que está sellada con un bloque de piedra
de tres toneladas de peso.

También en Sakkarah se encuentra la llamada "falsa pirámide" o


pirámide curva. Esta pirámide se construyó para el Faraón Sneferu,
padre de Keops, aunque no llegó a ocuparla nunca. Sus lados son
rectos, no escalonados, salvo por un cambio de ángulo en el centro
de cada uno de ellos. Como resultado, tiene una terminación
irregular. Los arquitectos redujeron el ángulo de inclinación hacia la
mitad de la pared, por miedo a que la construcción fuera inestable.
Esto obligó a que se construyera otra morada eterna para Sneferu, el
único faraón con dos pirámides.

EXTRACCIÓN Y ELABORACIÓN DE LAS PIEDRAS

Hay varias teorías para explicar


cómo se cortaban y extraían los
bloques de las piedras. Los
métodos eran distintos según la
dureza de las piedras. Los antiguos
egipcios clasificaban las piedras por
su apariencia, dureza y ubicación.
Diferenciaban entre caliza,
arenisca, alabastro y granito, pero
el basalto y otras piedras los
agrupaban bajo el mismo término.

Las masas rocosas calizas están dispuestas en estratos horizontales.


Los antiguos egipcios explotaban sólo los estratos de más calidad.
Extraían selectivamente los materiales más resistentes a la
intemperie; para ello tuvieron que utilizar muchas veces pozos y
galerías. Sólo se trabajaba a cielo abierto en los lugares en los que el
estrato de piedra a explotar era demasiado alto o estaba
directamente debajo de la cubierta rocosa.
Tanto en el caso de la caliza como de la arenisca, se cortaban
primero bloques de base cuadrada o rectangular, según el empleo
que se le fuera a dar. La explotación de las canteras se realizaba
avanzando de arriba hacia abajo, cortando los bloques mediante la
talla de grietas de separación y después separándolos por la base. Se
trabajaba con mazos de madera y herramientas de metal, en un
principio de cobre y más tarde de bronce. En el período tardío (siglos
X a VIII a. C.) ya se utilizaban cinceles y cuñas de hierro. Se
conservan huellas del empleo de estos utensilios en las paredes de
las canteras: en las más antiguas se ven pequeñas muescas y en las
explotadas durante el período tardío alcanzan los 50 cm de longitud y
son extraordinariamente paralelas, lo que hace pensar en el empleo
de cinceles largos de hierro. Pero las pirámides de Giza se
construyeron casi dos milenios antes, por lo que los métodos de
extracción no fueron tan "sofisticados".

Parece ser que la teoría que se mantenía hasta hace poco de que el
desmonte de los bloques se hacía mediante el empleo de cuñas de
madera que al mojarse y dilatar separaban los bloques no es cierta
para ninguno de los tipos de piedra. El procedimiento consistía en
insertar cinceles que luego se calzaban con cuñas para aumentar la
presión y así desprender los bloques. En el caso del granito, para
encontrar las mejores piezas era necesario irse a mucha profundidad.
Hay una teoría que sostiene que un método que utilizaban para
llegar a las capas más bajas era hacer un gran fuego sobre la masa
rocosa. Con el calor, el granito se rompía fácilmente. Se apagaba el
fuego cuando se llegaba a la capa donde se encontraba el material
de calidad.

Para la elaboración de piedras duras, granito principalmente, se


empleaban herramientas de dolerita, una piedra muy dura resistente
a los golpes. La dureza de la piedra impedía el uso de cinceles de
metal. El procedimiento era el siguiente: se seleccionaba el bloque
más adecuado y se le iban desprendiendo lascas a base de golpes
con piedras dolerita hasta conseguir la forma deseada. Después,
para modelar la superficie y grabar inscripciones se utilizaban
cinceles de metal. El pulido se realizaba con cuarzo molido mezclado
con piedras de afilar.

Las antiguas canteras egipcias podrían considerarse una especie de


talleres de escultura, ya que en ellas trabajaban, además de peones,
maestros canteros, escultores y escribas. Las piezas quedaban
prácticamente acabadas en la propia cantera, de la que salían ya con
las inscripciones hechas. El transporte de estas faraónicas obras se
realizaba mediante rampas formadas por trozos de piedra cubiertos
con una capa de arena y barro del Nilo. Las piezas se montaban
sobre trineos de madera que luego eran remolcados por bueyes o
por hombres, como se puede ver en algunos papiros y relieves
encontrados.

CONSTRUCCIÓN DE LAS PIRÁMIDES DE GIZA


Las pirámides de Giza se
construyeron durante el
periodo del Imperio
Antiguo, por los faraones
de la IV Dinastía (2.613 a
2.498 a. C.). No se sabe el
motivo de la forma
triangular de estas
construcciones, aunque podría ser una manera de reproducir la
forma de las montañas, donde, para los antiguos egipcios, habitaban
los dioses, o también podrían entenderse como escaleras por las que
el espíritu del Faraón llegaría hasta el cielo.

Están situadas en una zona rocosa, encima de la propia cantera de la


que se extrajeron los bloques de caliza, de menor calidad, empleados
para el núcleo de las pirámides. El revestimiento de caliza blanca
procede de las canteras de Tura; remontando el Nilo hacia el Sur y el
granito utilizado en la construcción de los pasadizos y las cámaras
funerarias procede de Asuán, a 800 kilómetros. Las pirámides están
situadas en el margen occidental del río Nilo y todas estaban
comunicadas con el río por medio de caminos elevados de piedra,
construidos para facilitar el transporte de las piedras que llegaban de
las canteras.

Se ha comprobado que con los bloques empleados para la


construcción de las tres pirámides de Giza se podría hacer un muro
de tres metros de alto por 30 cm de grosor que daría la vuelta a
Francia. En la mayor de todas, la Gran Pirámide de Keops, se
emplearon 2.300.000 bloques de piedra caliza, de un peso que va
desde dos toneladas hasta quince. Tiene una anchura de 230 metros
en cada una de sus cuatro caras y su altura es de 146 metros. La
pirámide de Kefrén, hijo de Keops, es un poco más pequeña: 215
metros de ancho por 143 de alto, y la de Micerinos, nieto de Keops,
es la menor: 103 metros de ancho por 66 metros de altura.

La pirámide de Keops es el monumento de piedra más grande que se


ha construido. Dentro de la pirámide cabrían cinco catedrales: la de
Florencia, la de Milán, la de San Pedro (Roma) y las londinenses de
San Pablo y Westminster. Probablemente antes de la construcción de
las pirámides se hicieron pruebas a escala, ya que se han encontrado
maquetas en piedra. La primera fase de los trabajos consistía en
alisar el terreno. Algo que llama poderosamente la atención en la
precisión geométrica que permitió la perfecta alineación de los
bloques en el vértice (algo que no ocurrió con la pirámide de
Sneferu, como ya hemos visto). Cada lado mide 230 metros de largo
y están orientados perfectamente hacia los cuatro puntos cardinales.

Se cree que para construir la pirámide de Keops emplearon 20 años


para preparar los bloques y 10 años para colocarlos. Sólo trabajaban
durante la época de las crecidas del Nilo, ya que no se podía atender
el campo en esos periodos. Hay distintas teorías sobre quiénes y en
cuánto tiempo construyeron las pirámides. Según el historiador
Herodoto (que visitó Egipto en el siglo V a. C.) en la construcción de
la Gran Pirámide trabajaron 100.000 personas en jornadas de 3
meses al año, pero las teorías más recientes sostienen que fueron
4.000 personas.

Los bloques de las pirámides encajan entre sí con gran


precisión. Esto hace suponer que el pulido de los
bloques se realizara después de su colocación. Las
canteras estaban cerca del río, así que el transporte se
hizo en balsas a través del Nilo. El traslado hasta la
pirámide se hacía a través de un camino elevado de
piedra, camino que después se utilizaba en las
procesiones funerarias.

Las filas de bloques parece ser que se colocaron de


dentro hacia afuera. Para levantar los bloques, lo más
probable es que se utilizara un sistema de rampas y
que las piedras se arrastraran por ellas por medio de
patines. Es posible también que se emplearan
andamios para colocar el revestimiento calizo. De este revestimiento
sólo queda constancia en la parte alta de la pirámide de Kefrén. Se
cree que el pulido del revestimiento se hizo desde el vértice hasta la
base. Lo que sí parece seguro es que en las construcciones de estas
pirámides no se emplearon herramientas de hierro, motores ni
ruedas.

Casi cinco mil años después, el complejo funerario de Giza, con la


enigmática esfinge construida en una montaña de piedra caliza de 5
x 4 metros, presidiéndolo (se supone que representa al faraón
Kefrén, aunque es sólo una teoría) sigue siendo testigo de toda la
historia de la Humanidad. Cada vez resulta más real la afirmación de
que "El hombre teme al tiempo, pero el tiempo teme a las
pirámides".

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