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El Derecho del Trabajador: sobre

el origen, el porqué y la
situación actual del derecho
laboral
Debe ser justo, cuando cada madrugada se agolpan aquí decenas de
hombres y mujeres implorándome que les dé trabajo – se ufanó
Monsieur Cherpin –. Compadece usted a unos privilegiados, madame.
Si les pagara más, se lo gastarían en las tabernas, emborrachándose
con ese vinazo que los vuelve idiotas. Usted no los conoce. Yo
sí, precisamente porque fui uno de ellos.

E
Debe ser justo, cuando cada madrugada se agolpan aquí
decenas de hombres y mujeres implorándome que les dé
trabajo – se ufanó Monsieur Cherpin –. Compadece usted
a unos privilegiados, madame. Si les pagara más, se lo
gastarían en las tabernas, emborrachándose con
ese vinazo que los vuelve idiotas. Usted no los conoce. Yo
sí, precisamente porque fui uno de ellos.

– El Paraíso en la otra esquina, 132


Cada primero de mayo se conmemora internacionalmente el día de
los trabajadores, suerte de reivindicación de los derechos laborales establecidos
tanto en la Constitución Política como en los acuerdos internacionales. Esto como
respuesta a la situación que se vivía en los siglos XIX y XX, donde una serie de
ciudadanos exigieron el reconocimiento de ciertos derechos, ello a través de
manifestaciones en busca de lograr ciertos fines.
En el presente editorial, se abordarán de forma concreta las principales aristas que
envuelven a la celebración del día del trabajador. Primero se tratará un marco
histórico del origen de este día así como del génesis del derecho del trabajo. Luego,
se verá el porqué de un derecho del trabajo y sus principales características y
particularidades. Finalmente, se hará una reflexión acerca de la situación actual
entorno al reconocimiento del derecho al trabajo y los derechos que con este se
vinculan.

MARCO HISTÓRICO
Es ya conocido que el primero de mayo se conmemora el sacrificio de los llamados
Mártires de Chicago, sindicalistas que en busca de establecer las ocho horas diarias
que hoy son reconocidas en convenios internacionales como el máximo de jornada
laboral, fueron ejecutados en 1886. Este es punto del porqué se conmemora un día
del trabajador. Sin embargo, la esencia de ello no se resume a este caso.
La situación en la que se encontraba la Europa del siglo XIX, donde resaltan las
revoluciones y situaciones de extrema desigualdad económica, conllevaron a
encerrar al “trabajador pobre”, en palabras de Hobsbawm, a tres posibilidades:
“podía esforzarse en hacerse burgués, podía desmoralizarse o podía rebelarse”[1].
De esta forma, el trabajador desmoralizado tuvo fuerte impacto en las cuestiones
sociales de ese entonces, ya que las ciudades crecían a un ritmo acelerado a
comparación de los servicios básicos, debido a la falta de los trabajadores. De esta
forma, “la consecuencia más patente de este abandono urbano fue la reaparición
de grandes epidemias de enfermedades contagiosas (motivadas por el agua), como
el cólera”[2].
Las condiciones laborales de los trabajadores de ese entonces fueron el origen de
las movilizaciones y el inicio de lo que se conocería como la “clase trabajadora”. De
esta forma, el derecho del trabajo tiene un origen muy relacionado a levantamientos,
explotación y pobreza, situación que ha ido cambiando de acuerdo a la evolución
de la sociedad.

¿POR QUÉ UN DERECHO DEL TRABAJO?


Luego de dar el marco histórico, es necesario hablar de la existencia de un derecho
del trabajo. Esto va de la mano con una característica determinante: la libertad; ya
que, “el hombre no es otra cosa que lo que él se hace”[3]. De esta forma, el hecho
de demostrar la evolución de la relación laboral nos hará ver como esta ha
evolucionado desde un arrendamiento de servicios – relacionado con la esclavitud
de la Antigua Roma –, pasando por el trabajo asalariado hasta las preocupaciones
en una realidad dominada por la globalización y constantemente golpeada por crisis
económico-sociales[4].
El derecho del trabajo se resume en

“la respuesta jurídica que el Derecho brinda a un


fenómeno social relevante: Una relación jurídico-
económica de carácter contractual entre dos partes
−contrato de trabajo−, en la que una de ellas, el
trabajador, pone su fuerza de trabajo a disposición de la
otra parte, el empleador, para que este la dirija, a cambio
del pago de una retribución”[5].
Asimismo, el hecho de buscar dicha respuesta a la relación laboral supone una serie
de características importantes, centrándose en la generación de una situación de
sujeción, de ajenidad, la existencia de un contrato (garante de la expresión de
libertad) y la finalidad económica[6]. De esta forma, el derecho del trabajo nace
como una protección a los trabajadores, funcionando como el origen de las
garantías que se desprenden de esta, los conocidos como “derechos laborales”.
El derecho del trabajo nace como el mecanismo que busca disminuir las diferencias
naturales existentes entre el empleador y el trabajados, ya que se encuentran en
distintas situaciones de poder. De esta forma, el derecho laboral busca proteger a
la que puede considerarse como la parte con mayor desventaja: el trabajador.
Es así como “el Derecho del Trabajo se ha constituido ya como un derecho propio
y autónomo que tiene sus estructuras y principios característicos”[7], cuya
particularidad esencial se basa en su propio objeto de protección y “un cambio en
la forma de concebir la igualdad de las personas”[8].

EL DERECHO DEL TRABAJO EN EL S. XXI


Actualmente, se dice que se ha sufrido la llamada constitucionalización del derecho
laboral. El inciso 15 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú considera al
“trabajar libremente” como un derecho fundamental. Asimismo, el ordenamiento
brinda la protección debida a los garantes de este derecho, funcionando la
Constitución como fuente del derecho laboral. Otra cuestión importante es la
internacionalización del derecho laboral, ya que diversos tratados internacionales
(recomendaciones y convenios de la OIT) recogen los principios básicos del
derecho del trabajo.
Los debates actuales relacionados con el derecho del trabajo, versan entorno a
temas como la desregulación, la calidad del empleo, la informalidad o la
recuperación e la Seguridad Social. Es preciso recalcar que el derecho del trabajo
en el siglo XXI debe “fundarse en la reconstrucción del Derecho social sobre la base
de esos derechos laborales que son derechos humanos”[9]que se encuentran
recogido por las normas internacionales y por las Constituciones Políticas.
De esta forma, es necesario apuntar que el Derecho del Trabajo es una disciplina
que aún se encuentra en avance, cuya estructura normativa en nuestro país está
incompleta. El reconocimiento de estos llamados derechos laborales en todos los
espectros de nuestra sociedad conllevará a un desarrollo en diversos campos de
esta, tanto social como económico. La situación actual en nuestro país refleja, en
cierta medida, que el conjunto de ideas que encierra el derecho laboral en sí no
vienen siendo estructuradas en todos los niveles sociales, como debería serlo.
Podemos ver que algunos piensan que ciertos derechos laborales son el embuste
más grande de la historia, y que deberíamos confiar en las relaciones humanas sin
la necesidad de obstaculizar las gestiones de uno u otro lado. Por otro lado, también
es aceptable la postura de que en una situación de desventaja, la parte menos
favorecida necesita cierto nivel de protección; ya que si exceptuamos esto, las
relaciones laborales acabarían siendo todo lo contrario en relación a lo que se ha
venido trabajando en las últimas décadas. Finalmente, aprovechando la
conmemoración internacional por el Día del trabajador, se ha buscado, mediante el
presente editorial, hacer una breve reseña acerca del origen del Derecho del
Trabajo y su mecanismo funcional, finalizando en un breve mirada sobre su
situación en la actualidad.

Fuente de la imagen: joveneseconomicos.wordpress.com

Imagen: “Lunch atop a Skyscraper”


[1] HOBSBAWM, Eric. La era de la revolución, 1789-1848. 3ª edición, Buenos
Aires: Crítica, 2003, p. 205.
[2] Ídem, p. 208.
[3] SARTRE, Jean-Paul. El existencialismo es un humanismo. Barcelona: Edhasa,
1999, p. 31.
[4] Ver: SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. El derecho del trabajo como categoría
histórica. En: http://wilfredosanguineti.files.wordpress.com/2008/09/dt-como-
categoria-historica-wsanguineti.pdf
[5] BOZA PRÓ, Guillermo. “Surgimiento, evolución y consolidación del trabajo”.
En Themis, Revista de Derecho. Nº 65, 2014, p. 14.
[6] Ibídem.
[7] SINZHEIMER, Hugo. La esencia del derecho del trabajo. 1927, p.70.
[8] BARBAGELATA, Héctor Hugo. El particularismo del derecho del trabajo.
Fundación de Cultura Universitaria, p. 15.
[9] ERMIDA URIARTE, Oscar. Políticas después del Neoliberalismo. Pág. 423.
Fuente: http://www.ius360.com/

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