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Contexto: Fue pintado en una época en la que Francisco de Goya atravesaba una etapa
depresiva causada por la guerra de la independencia y la sordera, entrando en un
conflicto interno, esta obra que incluida en la serie de “pinturas negras” y de todas estas
visiones atormentadoras quizá sea la más terrible. Esta pintura representa al dios
Chronos de la mitología griega, Saturno en la Romana, dotado con el poder de controlar
el tiempo, el cual devora a uno de sus hijos por miedo a ser destronado. Esta obra
alegórica vista desde un análisis psicológico apunta en dirección al miedo de las últimas
etapas de la vida, por lo cual, “Saturno” intenta recuperar la juventud alimentándose de
la de su hijo. Goya anciano, atormentado por su visión desolada del mundo, sintió con
dolorosa intensidad el absurdo paso del tiempo que le abocaba a la muerte. Una pintura
en la que dominan los tonos oscuros y que está dotada de una gran violencia, en la que
el estado anímico del autor es el gran protagonista.
Estilo: Este lienzo de estilo pre-romántico, es uno de los puntos de partida del
expresionismo moderno.
El fondo negro muestra la ausencia de luz y junto a la expresión de la figura forman una
sensación perturbadora. Se muestra lo feo, lo terrible; ya no es la belleza el objeto del
arte, sino el pathos y una cierta consciencia de mostrar todos los aspectos de la vida
humana sin descartar los más desagradables. La gama de colores empleada se reduce a
ocres, dorados, grises y negros.
Escuela: Acudió a la Escuela de dibujo de José Ramírez. Con doce años aparece
documentado en el taller de José Luzán, el cuál, le introdujo en el estilo decadente de
finales del Barroco. En este taller conoció a los hermanos Bayeu, muy importantes para
su carrera profesional. Goya deseaba aprender en la Corte y se traslada a Madrid.
Participa en el concurso de becas destinadas a viajar a Italia que otorgaba la Academia de
San Fernando, sin obtener ninguna. En la capital de España se instalará en el taller de
Francisco Bayeu, cuyas relaciones con Antón Rafael Mengs, maestro del neoclasicismo,
eran excelentes. Bayeu mostrará a Goya las luces, los brillos y el abocetado de la pintura.
Durante cinco años permaneció en el taller, siguió concursando regularmente sin
conseguir resultados. Así, decidió ir a Italia por su cuenta; en 1771 en Parma, se presenta
a un concurso en el que obtendrá el segundo premio.
La decisión de decantarme por la elección de esta pintura se debe a la agresión visual que
me produjo la primera vez que pude observarla, produciéndome una sobrecogedora
sensación de soledad, incomprensión, crueldad y violencia, sin duda producidos por la
macabra expresión enajenada y por la retorcida postura de Saturno, el cuerpo mutilado
de su hijo, el encuadre de las figuras y los oscuros tonos del lienzo.