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Como grupo buscamos analizar los artículos referentes a las cargas y deudas de
la herencia, como el derecho preferente que gozan los acreedores, asimismo
buscamos realizar un análisis crítico del artículo, el presente trabajo busca
proporcionar mayor conocimiento respecto al tema, sobre todo aclarar dudas en
cuanto al cobro de las deudas, lo cual en la actualidad es un tema en boga, ya
que la mayoría de personas se estima que gozan de muchas deudas, y como la
muerte no avisa no se puede prever el momento de la misma, lo cual muchas
veces genera que la situación de sus acreedores se convierta en incierta
En nuestro país, un lugar donde la mayoría de personas tiene créditos y la
facilidad de obtención de los mismos, hace que el ordenamiento jurídico empiece
a buscar modalidades para salvaguardar los derechos de los demás.
Son muchas veces los herederos los que menos conocimientos tienen del tema,
los cuales se ven afectado de forma directa, con el cobro de créditos.
CAPÍTULO PRIMERO
ARTICULO 869
Por su parte, las deudas son las contraídas por el causante, formando parte de
la masa hereditaria y pasando al heredero por sucesión.
Esto quiere decir que esta carga no solo tiene prioridad respecto de las deudas,
sino de las demás cargas. "Es deuda que debe ser solucionada antes de la
partición. Tiene privilegio o preferencia no obstante que recién nace con la
muerte del heredado, aun frente a obligaciones anteriores. Dar sepultura es un
acto de solidaridad humana" (CASTAÑEDA) (2).
Si estos gastos fueron cancelados por la sociedad conyugal, se asume por ésta,
como ya se señaló líneas arriba, y si el causante no formaba parte de una
sociedad conyugal, y la pagó, tampoco se toma en cuenta para la sucesión;
simplemente, está extinguida y el importe fuera de su patrimonio. Asimismo, la
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS 3
DERECHO DE SUCESIONES
norma tampoco establece un plazo para configurar esta carga, es decir, ¿qué
ocurriría si la enfermedad tuvo una duración de quince años? La fórmula de
Lanatta, para considerar este pasivo como preferente, se basaba en comprender
únicamente los gastos correspondientes a los seis meses anteriores al
fallecimiento del causante; el exceso se consideraría pasivo común. Finalmente,
el inciso bajo comentario tampoco especifica si esa enfermedad fue la que
condujo al causante a la muerte, pero se deduce que fue ésa la intención del
legislador.
c) Gastos de administración
En cuanto al tercer inciso del artículo a comentar, que alude a los gastos de
administración de la sucesión, éstos deben incluir tanto los inherentes a la
administración en sí (gastos judiciales, cuidado de los bienes, inventario,
honorarios de abogados, etc.), como a la remuneración del administrador
(albacea). Respecto a las obligaciones del albacea, éstas se encuentran
comprendidas en el artículo 787, incisos 2 al 1 °, excluyéndose el primer inciso
de dicho numeral por pretender que el albacea se encargue de funciones del
funeral antes de saber que le corresponden tales tareas (LOHMANN), y también
debido a que, de cualquier forma, tales gastos preferenciales ya se encuentran
especificados en el primer inciso del artículo bajo comentario, teniendo la máxima
prioridad.
ARTICULO 870
Las personas que hayan vivido en la casa del causante o alimentado por cuenta
de éste, pueden exigir al albacea o a los herederos que continúen la atención de
estos beneficios con cargo a la masa hereditaria, durante tres meses.
CONCORDANCIA: C.C. arts. 415, 472 Y ss., 728
podría tratarse de una semana, de cinco meses, de cuatro años, y cualquier caso
podría considerarse válido.
Aquí debería definirse si se trata de personas que vivían en la casa del causante
por razones de altruismo por ser de condición económica crítica o, simplemente,
en sentido genérico, porque ésa era la voluntad del causante y es lo que la ley
trata de prolongar razonablemente. Nos inclinamos por esta segunda posición.
En relación a las personas que se hayan alimentado por cuenta del causante,
las que adquieren el derecho de exigir que continúe tal situación como derecho
adquirido por un tiempo adicional, en principio se encuentran las mismas
imprecisiones esbozadas anteriormente respecto de quienes han vivido en casa
del causante, a las que se les suma la de la clase de "alimentos" de que se trata:
si es de su acepción gramatical estricta, o su concepción jurídica. Resulta
diferente que el causante haya brindado un plato de comida diariamente a
alguien, a que le haya proporcionado lo indispensable para el sustento,
habitación, vestido, educación y asistencia médica.
CAPÍTULO SEGUNDO
ARTICULO 871
I. DEUDAS.
Desde la muerte de una persona, se transmiten a sus sucesores tanto los activos
como los pasivos de su patrimonio, por lo que el heredero no adquiere bienes,
derechos u obligaciones singulares, sino que sucede en una unidad o
conglomerado patrimonial; recibe un patrimonio en el que los activos sin
distinción responden por los pasivos sin distinción (LOHMANN).
Existe cierta confusión respecto de los dos momentos señalados por los que
atraviesa la herencia, confusión que tiene origen en un "principio" histórico del
1
Artículo 969 del Código Civil: "Hay copropiedad cuando un bien pertenece por cuotas ideales a dos o
más personas."
Según ello, primero se pagan las obligaciones y una vez saneada la masa, se
puede efectuar la repartición entre los herederos, y entonces recién se puede
hablar de herencia (GONZÁLEZ GARCÍA)4.
2 "Herencia es la heredación de los bienes de los derechos de algún, sacando ende las debidas que debía
de las cosas que y fallaren ajenas" (Partida 7, 33, 8).
3Comentando las Leyes de Partidas de las que surgió el aforismo, Vallet de Goytisolo explica que todo se
originó en un error en la interpretación de las mismas, señalando que en la propia Partida "... quedaba
claro que tal concepto residual no era sino una imagen, referida al contenido económico resultante de la
liquidación de aquello en que de hecho se lucra el heredero; pues en sus leyes 3, 7, 8 Y 11, expresa que el
heredero, aunque no se hubieran pagado las deudas, es titular de los derechos de la herencia y sujeto
pasivo de obligaciones, con facultad de labrar, arrendar, disfrutar, usar y enajenar los bienes -de todos y
no del residuo una vez pagadas las deudas- y obligado a pagar -no solo sujeto a sufrir-las deudas, mandas y
gastos fúnebres (VALLET DE GOYTISOLO, p. 623).
4 Como ejemplo de lo expuesto, en cuanto a la jurisprudencia española, la sentencia de 21 de junio de
1869 afirma que la herencia del causante es "lo que quede luego de satisfechas todas sus deudas y
responsabilidades."; la sentencia de 12 de diciembre de 1869 señala, por su parte, que "no existe herencia
sino después de pagadas las deudas y legados" (GONZÁLEZ GARCíA, p. 141). El mismo autor, citando a
Peña, menciona que inclusive con posterioridad a la publicación del Código español, es frecuente la
fórmula "de instituir en el remanente de los bienes" (Ibid., nota 90).
5 Como refieren LACRUZ y SANCHO, refiriéndose al Código Civil español "... las deudas se consideran, en
principio, indivisas. Se tiende a que el acreedor se halle en situación idéntica y con idéntica garantía a la
que tenía mientras vivía el deudor-causante, y en consecuencia se le permite reclamar el pago de su crédito
desde la apertura de la sucesión y en su totalidad, ya a la comunidad hereditaria (...), ya (no tratándose
de la entrega de objetos hereditarios) a cada uno de los herederos..." (LACRUZ BERDEJO y SANCHO
REBULUDA, p. 130).
sucesorio que no hubiese sido objeto de institución hereditaria sobre bien cierto
o de legado. Exceptuando los activos que hubiesen sido objeto de garantía
específica antes de la muerte del causante, todos los activos, sin distinción,
responden por todos los pasivos, sin distinción, lo que significa que en caso de
controversia judicial o arbitral el acreedor tendrá que emplazar a todos los
copartícipes de la indivisión (artículos 65 y 93 del CPC).
En este caso, debido a que no ha habido una partición formal, las obligaciones
tampoco se han fraccionado ni dividido entre los herederos, quienes han pasado
a ser deudores por la muerte de su causante, por lo que la responsabilidad sería
solidaria, pudiendo cualquier acreedor (quien mantiene la situación y garantía
que cuando vivía su deudor) hacerse cobro con el patrimonio de cualquier
heredero hasta por el monto total del crédito y con el tope del valor que tuvieron
los activos sucesorios.
JURISPRUDENCIA
6
Es distinto responder en proporción a una cuota o parte, a responder hasta donde alcance la porción
hereditaria que se ha recibido
ARTICULO 872
Los acreedores del causante tienen preferencia respecto a los acreedores de los
herederos para ser pagados con cargo a la masa hereditaria.
tienen preferencia para ser pagados con los bienes hereditarios, con respecto a
los acreedores del heredero, de cualquier clase que éstos sean".
Los acreedores del difunto -uno de los cuales podría ser, a su vez, heredero del
mismo, en cuyo caso opera la consolidación tienen preferencia sobre los
acreedores del heredero, y es claro que también tienen preferencia sobre los
herederos.
ARTICULO 873
Comentario
El heredero que desee hacer uso de esta facultad debe dirigirse al albacea o
ejecutor testamentario designado por testamento por el causante o, en su
defecto, al apoderado común nombrado por todos los herederos, o al albacea
dativo, quien es nombrado por el juez a petición de los herederos que no se han
puesto de acuerdo entre ellos en cuanto al desempeño del cargo7.
7
Las obligaciones del albacea y de quienes desempeñen cargo similar comprenden la administración de
los bienes de la herencia, el pago de las cargas y deudas de la herencia y de los legados, el ejercicio de las
acciones judiciales y extrajudiciales para la seguridad de los bienes hereditarios, entre otras. Este pago o
aseguramiento se encuentra, pues, dentro de sus facultades.
Que una deuda esté debidamente acreditada importa una cuestión de probanza.
2. Inventarios
8
El Código de 1936 no puntualizaba esto, refiriéndose a todas las deudas. Lanatta, detectando la
deficiencia de tal norma, expresaba que "Las deudas dejadas por el causante y que estén reconocidas o
que sean indubitables y exigibles, deben ser pagadas antes de hacerse la partición de los bienes de la
herencia. Ello se reconoce desde tiempo antiguo y aparece claramente expresado en las Leyes de Partidas,
en que, al definir la herencia (...) se dice que son los bienes del finado sacando las deudas que debía y las
cosas que tiene ajenas (Partida 7, Título 33, Ley 8). Asimismo, el Proyecto Español de García Goyena, en
su artículo 951, "Las deudas reconocidas y exigibles se han de pagar antes de llevarse a cabo la partición
de la herencia".
1135 y 1136 del Código Civil y por la Ley N° 27809 (Ley General del Sistema
Concursal), y como concurren herederos, legatarios y acreedores, los títulos que
finalmente queden en el inventario serán considerados debidamente acreditados.
Por esta razón, a fin de evitar el encubrimiento de actos jurídicos por otros
distintos a los que se pretende realizar, como lo sería un legado -que puede ser
objeto de reducción (recordemos que todas las liberalidades están sujetas a
posibles reducciones, si exceden la porción de libre disponibilidad del causante)
y que además tiene un orden de prioridad en el pago inferior a las deudas-, lo
conveniente es que este reconocimiento forme parte del cuerpo de probanza que
acredite tal deuda, es decir, que no constituya prueba plena9, considerándosele,
9
La solución del Código argentino (artículo 3788 de su Código Civil) establece que "el reconocimiento de
una deuda, hecho en el testamento, es reputado como un legado mientras no se pruebe lo contrario, y
puede ser revocado por una disposición ulterior". La mayor parte de los autores argentinos (Cazeaux y
Trigo Represas, Llambías, entre otros) interpreta este numeral como de una presunción iuris tantum, vale
decir, que el reconocimiento testamentario se debe presumir como un legado, salvo que el beneficiario
pruebe la deuda, lo que equivale a decir que pruebe que dicho reconocimiento de deuda es real, que
responde a una auténtica causa de deber, y no una liberalidad disimulada. El Proyecto de Código Civil
argentino, al referirse al tema, lo hace en forma separada del reconocimiento común de obligaciones
(actos entre vivos) y no como el Código peruano, que se refiere a ambos reconocimientos en un mismo
artículo, dentro del capítulo de obligaciones. Así, el artículo 2450 del referido Proyecto, bajo la su milla
Legado al acreedor, establece: "Lo que el testador legue a su acreedor no se imputa al pago de la deuda,
salvo disposición expresa en contrario. El reconocimiento de una deuda, hecho en el testamento, se
considera un legado salvo prueba en contrario. Si el testador manda pagar lo que erróneamente cree
deber, la disposición se tiene por no escrita. Si manda pagar más de lo que debe, el exceso no se considera
legado." (Proyecto de Código Civil de la República Argentina. Ministerio de Justicia de la Nación República
Argentina. Buenos Aires, Talleres Gráficos de "La Ley', S.A., 1999, p. 534). En el mismo Proyecto, el artículo
relativo al reconocimiento de obligaciones se encuentra dentro del Libro de Obligaciones y no regula en
absoluto el reconocimiento vía testamento.
crédito que el que tenía con el causante, y se vea en condiciones óptimas para
cobrarlo.
ARTICULO 874
Comentario
Esta disposición tiene como objeto regular el pago de la pensión alimenticia que
corresponde a los hijos alimentistas10 cuando se produce la muerte del
alimentante. El crédito de alimentos del denominado hijo alimentista proviene de
una posibilidad y no de una certeza de paternidad, y se basa en el interés
superior del menor. Éste no tiene un padre cierto sino solo posible, pues tuvo
relaciones sexuales con la madre durante la época en que ella lo concibió; no
hay de por medio un reconocimiento voluntario ni tampoco una declaración
judicial de paternidad. Actualmente esta figura se encuentra en vía de extinción
debido a que la aplicación de una presunción de esta naturaleza va dejando de
ser razonable, por existir los medios para descartar la paternidad en forma
irrefutable, siendo el aspecto económico, por el elevado costo de estas pruebas,
el obstáculo principal para eliminar las presunciones de paternidad.
Esta presunción -más que presunción viene a ser una atribución de obligación-
es una de las más tajantes dentro del Derecho de Familia, Ya que la prueba en
contrario no apunta más que al hecho de la no realización de las relaciones
sexuales durante la época de la concepción. Basta que exista una posibilidad
para que se adquiera la obligación alimentaria, lo que ilustra la lógica del Derecho
de Familia, distinta en sustancia al Derecho Civil Patrimonial. Teniendo como fin
principal la protección de los intereses del menor, se aplica la presunción y el
posible padre debe abonar una pensión alimenticia hasta que el menor deje de
serio, vale decir, hasta que alcance la edad de dieciocho años, convirtiéndose de
esa manera en deudor del alimentista.
10
Artículo 415 del Código Civil: "Fuera de los casos del artículo 402, el hijo extramatrimonial solo puede
reclamar del que ha tenido relaciones sexuales con la madre durante la época de la concepción, una
pensión alimenticia hasta la edad de dieciocho años. La pensión continúa vigente si el hijo, llegado a la
mayoría de edad, no puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o mental. El demandado podrá
solicitar la acción de la prueba genética u otra de validez científica con igualo mayor grado de certeza. Si
éstas diera resultado negativo, quedará exento de lo dispuesto en este artículo'
El artículo 874 dispone que esta pensión constituye deuda hereditaria que grava
en lo que fuere necesario la porción de libre disponibilidad de la herencia a favor
del alimentista. Debemos señalar que la redacción del dispositivo no es clara y
puede llevar a confusión: ya que pareciera indicar la existencia de una herencia
a favor del alimentista, lo cual es incorrecto debido a que, como hemos
precisado, éste no es heredero, sino mero acreedor del causante.
b) Puede calcularse el monto total que falta cubrir de dicha pensión alimenticia
hasta su extinción (ya dijimos, con la mayoría de edad del alimentista, a menos
que sea incapaz y no pueda proveer a su subsistencia), y se entrega esta suma
al propio alimentista o a su representante legal. Esta suma tendrá como tope la
porción de libre disponibilidad del causante. Una vez calculado el monto, si no
existiese dinero efectivo en la herencia (cuenta bancaria, por ejemplo) sino
bienes realizables, puede entregar cada heredero a prorrata una parte del mismo,
o asumir la totalidad uno o más de ellos, con cargo a recuperar de la porción de
libre disponibilidad.
11
Bastaba con decir "mediante cualquier garantía"
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS 22
DERECHO DE SUCESIONES
ARTICULO 875
Comentario
Es una expresión de una limitación del poder del deudor de disponer de sus
bienes. Entonces, derecho potestativo revocatorio de ejercicio procesal busca
tutelar al acreedor contra los actos de disposición que ponen en peligro el
derecho de crédito. Se tutela al acreedor para que pueda solicitar judicialmente
la inoponibilidad de los actos perjudiciales efectuados por el deudor.
ARTICULO 876
Comentario
ARTICULO 877
Comentario
12
Lo que se desprende del artículo 871: "Mientras la herencia permanece indivisa, la obligación de
pagar las deudas del causante gravita sobre la masa hereditaria, pero hecha la partición, cada uno de los
herederos responde de esas deudas en proporción a su cuota hereditaria".
13
Recordando que técnicamente el término correcto sería parcialidad y no mancomunidad
14
No debe confundirse solidaridad con indivisibilidad. En la obligación solidaria, que es la forma como se
han obligado las partes entre sí y respecto de la contraparte, cada acreedor es dueño de la totalidad del
crédito (es decir, cada deudor responde por el íntegro). en tanto que en la obligación indivisible -que es
indivisible debido a la naturaleza de la prestación debida, o por el modo en que fue considerada al
Este heredero tiene derecho a ser resarcido por sus coherederas, en la parte
proporcional que corresponda a cada uno. Lo mismo ocurre si fue ejecutado por
tal obligación, como señala el dispositivo; en este último caso, resulta evidente
que se trataba de una obligación indivisible. Cabe destacar que la deuda pagada
por el heredero debe haber sido debidamente acreditada, lo que reviste suma
importancia, pues exige diligencia al heredero que la pagó, debido a que los
demás coherederos no van a responder por el pago de una obligación cuya
existencia y veracidad no es indubitable (y que incluso puede haber sido
simulada por el coheredero reclamante).
constituirse, de forma tal que no pueden ser cumplidas sino por entero, es decir, hay una imposibilidad
de fraccionar la prestación debida-la ley faculta a cualquiera de los acreedores a exigir a cualquiera de los
deudores la ejecución total de la obligación, quedando el deudor liberado pagando conjuntamente a todos
los acreedores, o a alguno de ellos, si éste garantiza a los demás el reembolso de la parte que les
corresponda en la obligación
15
"Artículo 1187.- Si muere uno de los deudores solidarios, la deuda se divide entre los herederos en
proporción a sus respectivas participaciones en la herencia. Regla similar se aplica en caso de muerte de
uno de los acreedores solidarios".
a) Si el bien fue adjudicado por su valor total (sin deducir el valor del gravamen
que lo afectaba), son aplicables estas disposiciones que permiten al heredero
resarcirse del perjuicio sufrido por la ejecución;
ARTICULO 878
Comentario
Este artículo guarda estrecha relación con la norma prevista en el artículo 1204 16
del Libro de las Obligaciones del Código Civil, el cual regula el supuesto de
insolvencia de alguno de los codeudores.
Guillermo Lohmann (p. 340), citando a Héctor Lafaille, señala que en este caso,
la ley responsabiliza de la insolvencia de uno o más codeudores al resto de los
coobligados.
De acuerdo con el artículo 877, aquel heredero que paga una deuda de la
herencia, o que es ejecutado por ésta, tiene derecho a ser resarcido por sus
coherederos, de manera proporcional a su cuota hereditaria.
16
Artículo 1204.- Insolvencia de codeudor Si alguno de los codeudores es insolvente, su porción se
distribuye entre los demás, de acuerdo con sus intereses en la obligación. Si el codeudor en cuyo exclusivo
interés fue asumida la obligación es insolvente, la deuda se distribuye por porciones iguales entre los
demás.
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS 33
DERECHO DE SUCESIONES
Como se puede advertir, la norma bajo comentario señala como premisa que la
insolvencia del coheredero exista al momento del pago. Entonces cabe
preguntarse aquí, qué sucede si la insolvencia se produce luego de realizado el
pago. Sobre el particular, Lohmann (p. 341) explica con acierto que, cuando
existen deudas hereditarias, todos los coherederos, incluyendo aquel que realiza
el pago, tienen la condición de codeudores hasta el momento mismo del pago,
por lo que la parte de la deuda que correspondía al insolvente, deberá distribuirse
entre todos los demás coherederos.
17
La Ley de Reestructuración Patrimonial, fue derogada por la Ley N° 27809, Ley General del Sistema
Concursal, que entró en vigencia el 7 de octubre de 2002.
Cabe mencionar que la nueva Ley General del Sistema Concursal, Ley N° 27809,
ya no hace referencia al término insolvencia. En efecto, de acuerdo con esta
nueva ley, para la apertura del procedimiento concursal ya no se declara el
estado de insolvencia del deudor, sino el sometimiento de este al procedimiento
concursal ordinario. Entendemos que lo que ha buscado el legislador es relevar
al deudor concursado de la carga que le implicaba la declaración del estado de
insolvencia, por las connotaciones mismas del término. No obstante ello,
debemos mencionar que independientemente del término que se utilice, los
efectos de la declaración de insolvencia o del sometimiento a concurso son
básicamente los mismos.
ARTICULO 879
Comentario
ARTICULO 880
El heredero o legatario que fuere acreedor del causante, conserva los derechos
derivados de su crédito, sin perjuicio de la consolidación que pudiera operar.
Comentario
1. CONSIDERACIONES GENERALES
El criterio anotado nos exige tener presente previamente los conceptos de deuda
y responsabilidad; por cuanto, como se verá más adelante, la responsabilidad
por una deuda personal puede gravitar sobre el activo social y, viceversa, la
responsabilidad por una deuda social alcanza al activo propio de los cónyuges.
El artículo 307 del Código Civil establece: Las deudas de cada cónyuge
anteriores a la vigencia del régimen de gananciales son pagadas con sus bienes
propios, a menos que hayan sido contraídas en beneficio del futuro hogar, en
cuyo caso se pagan con bienes sociales a falta de bienes propios del deudor. En
este caso, para que la responsabilidad subsidiaria de los bienes sociales se haga
efectiva se requiere:
El artículo 308 del Código Civil señala: Los bienes propios de uno de los
cónyuges, no responden de las deudas personales del otro, a menos que se
prueben que se contrajeron en provecho de la familia. Los criterios expuestos
para el caso del artículo 307 son aplicables a la presente circunstancia; con la
precisión que también aquí la responsabilidad es subsidiaria, desde que la
solidaridad no se presume debiendo ser expresa, de acuerdo con el artículo 1183
del Código Civil. Nuevamente es el beneficio de la común necesidad e intereses
de los que conviven en el hogar conyugal la que hace comunicable la deuda
personal. Si no fuese así se autorizaría el enriquecimiento indebido por el
DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS 41
DERECHO DE SUCESIONES
cónyuge que no contrató, pero que goza de las ventajas del contrato,
enriquecimiento más resaltante que en otros casos, porque está impuesto a
ambos consortes, como precepto legal, que se debe recíproca asistencia18. Es
condición necesaria acreditar que la deuda se contrajo en provecho de la familia.
Si esto no se comprueba, la responsabilidad patrimonial gravitará
exclusivamente sobre los bienes propios del cónyuge deudor y sobre la parte de
los de la sociedad que le corresponderían en caso de liquidación.
a) Los artículos trescientos siete y trescientos ocho del Código Civil regulan
cómo se cubren las obligaciones contraídas por los cónyuges antes de la
vigencia de la sociedad de gananciales. Siendo así, no corresponde
discutir si los bienes propios de uno de los cónyuges o los bienes de la
sociedad conyugal responderán por las deudas contraídas por el otro
cónyuge. Lo que corresponde determinar es si la obligación se contrajo en
beneficio del futuro hogar o en provecho de la familia. Por tanto, al no estar
acreditado este extremo no es procedente que los bienes propios de uno
de los cónyuges o los bienes de la sociedad respondan por las
obligaciones personales del otro cónyuge19.
18
VALVERDE, Emilio F. El Derecho de Familia en el Código Civil peruano. Tomo I. Imprenta del Ministerio
de Guerra. Lima, 1942. Págs. 464-465.
19
Considerandos Segundo y Tercero de la Casación Nº 1953-97-Piura del 7 de octubre de 1998. En: El
Código Civil a través de la jurisprudencia casatoria. Asociación No Hay Derecho. Tomo II. Ediciones Legales.
Lima, 2000. Págs. 302-303.
20
Expediente 1377-98. Sala Nº 2. Lima, veinticuatro de julio de mil novecientos noventa y ocho.
El caso que se está analizando es un evento que puede darse en los hechos y
que no debe confundirse con las adquisiciones destinadas a la satisfacción de
las necesidades inmediatas de la familia o cargas sociales que cualquier cónyuge
puede realizar en ejercicio del poder doméstico. Se trata de aquellas obligaciones
que se adquieren personalmente y sin intervención del otro cónyuge, para
comprar bienes no comprendidos en el menaje de la familia; como ocurre, por
ejemplo, cuando se obtiene un préstamo para adquirir un automóvil que la ley no
comprende en el menaje ordinario del hogar que sirve para el traslado de la
familia, ya sea con motivo de trabajo o de esparcimiento. Situación diferente es la
del artículo 309 del Código Civil que se refiere a las deudas que derivan de la
responsabilidad extracontractual de uno de los cónyuges: ¿La responsabilidad
extracontractual de un cónyuge no perjudica al otro en sus bienes propios ni en
la parte de los de la sociedad que le correspondería en caso de liquidación?. El
carácter personalísimo determina la aplicación del principio de irresponsabilidad
patrimonial de los bienes personales del otro consorte y de los de la parte de la
sociedad que le correspondería en caso de liquidación; por tanto la
responsabilidad solo puede pesar individualmente sobre el autor del hecho
dañoso, sin tener en cuenta el beneficio que para la familia se hubiera producido.
De esta misma manera se ha pronunciado la Corte Suprema, cuando ha señalado
que:
A partir de ello, es evidente que el acreedor podrá dirigirse contra los bienes
propios del cónyuge deudor e inclusive embargarlos y ejecutarlos: el patrimonio
responsable se forma inicialmente con sus bienes propios. Si estos no fuesen
suficientes, el acreedor tiene la posibilidad subsidiaria23 de dirigirse contra la
parte de los bienes sociales que le corresponderá a su deudor en caso de
liquidación de la sociedad de gananciales. Sin embargo, sobre este tema, en
nuestro sistema jurídico existen dos posiciones encontradas: una que niega toda
posibilidad de embargo sobre tales bienes y otra que acepta su admisión, sin
posibilidad de ejecutarlo. No obstante, ambas parten de considerar que la
sociedad de gananciales constituye un patrimonio de afectación, de destino o
22 Considerando sexto de la Casación Nº 1895-98-Cajamarca del 6 de mayo de 1999. En: El Código Civil a
través de la jurisprudencia casatoria. Tomo II. Págs. 298-299.
23
La responsabilidad es subsidiaria, desde que la solidaridad no se presume debiendo ser expresa, de
acuerdo con el artículo 1183 del Código Civil.
autónomo24.
JURISPRUDENCIA
Segundo.- A que, este tipo de sociedad se forma por mandato legal y ante la
ausencia de elección de otra modalidad por los futuros cónyuges, elección que
pueden hacer valer de conformidad con lo dispuesto en el artículo doscientos
noventicinco del Código Civil;
Tercero.- A que, hay que tener en cuenta que el artículo trescientos dieciocho
del acotado es muy puntual al señalar cuáles son las causales que originan el fin
de la sociedad de gananciales;
24
En el Pleno Jurisdiccional Civil, celebrado en Trujillo en noviembre de 1997, se adoptó en el acuerdo Nº
1 como criterio por mayoría que se debe admitir como medida cautelar, el pedido formulado por el
acreedor demandante en un proceso seguido contra uno solo de los cónyuges en el sentido que se afecte
el derecho o expectativa que tiene el cónyuge deudor demandado en determinado bien social, el que solo
podrá realizarse luego de producida la liquidación de sociedad de gananciales; recomendándose a la Corte
Suprema de Justicia que, en uso de la iniciativa legislativa que detenta, presente un proyecto de ley para
incluir en el Código Civil una norma que permita solucionar las controversias vinculadas al tema. Por
minoría consideró que sí procedía el embargo sobre los derechos y acciones de uno de los cónyuges
respecto de bienes sociales, en razón que de lo contrario significaría dejar desprotegida la acreencia del
demandante, y porque existe un derecho expectativo del demandado respecto de dichos bienes. Se expuso
que lo que no resulta posible es rematar los derechos y acciones embargados, porque ello implicaría
atentar contra lo dispuesto en el artículo 318 del Código Civil que señala las causales de fenecimiento de
la sociedad de gananciales. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Año 7. Número 39. Diciembre 2001.
Pág. 268.
Código, se puede determinar el haber de cada uno de los cónyuges, a ver que
recién es susceptible de ser embargado;
Sexto.- A que, no está probado que el dinero haya servido para atender las
cargas del hogar, ni que haya redundado en provecho de la sociedad conyugal,
por lo que por interpretación contrario sensu a lo dispuesto en el artículo
trescientos diecisiete del Código Civil, los bienes de la sociedad conyugal no
pueden responder por la deuda adquirida solo por uno de los cónyuges;
Séptimo.- A que, admitir la posibilidad que pueda afectarse con una medida
cautelar el cincuenta por ciento del patrimonio que conforma la sociedad de
gananciales, como consecuencia de las obligaciones contraídas por uno solo de
los cónyuges, equivaldría a abrir el camino para que en forma indirecta y usando
una modalidad no establecida por la ley, el acreedor pudiese lograr el afectar
bienes de la referida sociedad;
Décimo Primero.- A que, el derecho de familia que debe ser protegido sin
limitación alguna, no permite que se establezca porcentajes respecto de los
bienes sociales, mientras no se extinga la sociedad de gananciales.
JURISPRUDENCIA
Tercero.- Que en tal sentido, el bien objeto de medida cautelar, no puede ser
objeto en la situación de hecho que en la actualidad ostenta de ejecución forzada
vía remate judicial; por tales fundamentos CONFIRMARON la resolución
Por este motivo, admitimos la tesis del embargo sin posibilidad de ejecución. Ello
responde a que, por un lado, no cabe duda que el cónyuge deudor goza de
derechos expectaticios sobre el bien que le pudiera corresponder a la liquidación
del patrimonio social existente con su cónyuge y que el embargo es una medida
cautelar que, por su naturaleza, apunta a asegurar el cumplimiento de las
obligaciones; y, por el otro, un sentido de justicia nos exige impedir la elusión del
pago de dichas obligaciones por parte de los deudores morosos que intenten
ampararse en su condición patrimonial de cónyuge para evitar la ejecución de
las acreencias existentes en su contra. Debe, entonces, permitirse el embargo
precisando que dicho gravamen se extiende solo sobre la parte que le
correspondería al cónyuge deudor al fenecimiento de la sociedad de gananciales
y que se hará efectivo al momento de la disolución del régimen. De esta manera,
se respeta la naturaleza jurídica del régimen y se concilian los intereses de los
acreedores, dentro de la actual regulación del derecho positivo.
Ello significa que la tarea calificadora del registrador no debe representar una
revisión de aquellos aspectos que son de competencia jurisdiccional, como sería,
por ejemplo, el cuestionar la competencia del juzgado oficiante, la legalidad de
una actuación judicial, la validez de una notificación, etc.
JURISPRUDENCIA
De otro lado, son obligaciones sociales las asumidas por cualquiera de los
cónyuges en el ejercicio del poder doméstico (artículo 292 del Código Civil) y
también las contraídas por ambos por actos de administración y disposición que
exceden de tal potestad (artículos 313 y 315 del Código Civil).
El carácter social de esta carga se deriva del deber de asistencia que se extiende
a toda la agrupación familiar.
2. Los alimentos que uno de los cónyuges esté obligado por ley a
proporcionar a otras personas.
El carácter social de esta carga se explica por la misma razón anterior. Con
relación al Código derogado que se refería a los alimentos a favor de parientes,
la fórmula textual del artículo vigente es mucho más amplia y comprende los
casos de los alimentos debidos al ex cónyuge por el divorcio, al ex conviviente
abandonado que opta por una pensión de alimentos y al caso del artículo 415,
referido a los hijos alimentistas; supuestos en los cuales no hay relación de
Se comprenden las liberalidades que realicen los cónyuges a favor de sus hijos
con cargo a los bienes sociales. El carácter social de esta carga se fundamenta
en el beneficio que tales actos importa a los hijos, herederos forzosos de sus
padres.
8. Las cargas que pesan sobre los usufructuarios respecto de los bienes
propios de cada cónyuge.
otros semejantes.
Las deudas sociales son aquellas otras obligaciones que, sin estar dirigidas a los
fines anteriores, han sido contraídas por los cónyuges dentro de su común
facultad de disposición de bienes sociales.
De las deudas sociales responden los bienes sociales y, a falta o por insuficiencia
de estos, los propios de ambos cónyuges, a prorrata (artículo 317 del Código
Civil). Siendo así, resulta evidente la procedencia del embargo y remate de
bienes sociales y, en su caso, de los propios de cada cónyuge, para responder
de las indicadas deudas sociales.
CAPITULO TERCERO
ART 869
El presente artículo nos indica que las cargas son aquellas que siguen o que son
consecuencia de la muerte del causante, las mismas que no son trasmisibles
con su muerte, como grupo consideramos que en el inc. 2 del presente artículo
se cometió un error, ya que los gastos de la enfermedad del causante debieron
haber sido considerados deudas y no cargas, ya que los mismos constituyen
sumas de dinero de la época en que estaba vivo, por el contrario las cargas son
las que nacen a su muerte. Respecto al inc. 3, el código es muy abstracto en
señalar gastos de administración, porque no se especifica qué tipo de gastos
son. Anteriormente a esta regulación, existía otra, la cual cuando revisamos,
llegamos a la conclusión que es más completa que la actual.
Art 870
Este artículo es visto como una continuación de la voluntad del causante, pero
es preciso señalar algunos puntos:
ART 871
Las deudas son aquellas que se van a transmitir a los herederos respecto al
patrimonio del causante, ya que los herederos no pueden discriminar entre
pasivos o activos, debiendo aceptar el conjunto de estos
Debemos entender que estas deudas deben ser pasibles de ser transmitidas, es
decir no pueden ser obligaciones de carácter personal que solo el causante se
haya obligado,
Como grupo al investigar podemos encontrar que las deudas atraviesan por dos
etapas:
ART 872
ART 873
ART 874
Este articulo está dotado en torno al interés y los derechos de los menores,
asimismo se debe precisar que al ser una obligación alimentaria, la misma no
pude verse afectada bajo ninguna causal. Cuando el artículo señala que la
obligación puede ser asumida por uno de los herederos, se debe entender que
la constitución de garantía busca proteger el cumplimiento de la misma como
también la necesidad de reembolso del gasto que este realice.
ART 875
Bajo este artículo se busca facultar al acreedor para que actué activamente en
contra de la división de la herencia, ya que se debe tener en cuenta que cuando
esta ha sido repartida, la acción que se pudiera interponer para el cobro de la
misma sería más compleja, que cuando es un todo.
ART 876
ART 877
Surge la figura que un heredero se hace cargo del pago de una deuda de la
herencia, este pago efectuado antes de la partición de la herencia todos los
herederos son responsables solidarios de la misma, es decir puede exigir el
resarcimiento del pago de la misma por parte de sus demás coherederos.
ART 878
La insolvencia de uno de los herederos para resarcir el pago de uno de ellos por
el cobro de una deuda a nombre de la sucesión, generara que los demás
herederos se vean afectados, es decir, tendrán que asumir esta parte que no
podrá ser pagada por este, con la finalidad que no quede impaga
ART 879
Los legatarios se ven beneficiados ya que se les protege del pago de una deuda
de la herencia que pudiera corresponderle, asimismo en caso de haberlo
realizado por desconocimiento se deberá realizar el reembolso de la misma.
ART 880
II. CONCLUSIONES
III. BIBLIOGRAFIA
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo, Derecho de Sucesiones, Biblioteca
para leer el Código Civil, Volumen XVII, Tomo 111, Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2002
LANATTA, Rómulo E., Derecho de Sucesiones, La sucesión legal, La
indivisión y la partición de la masa hereditaria, Editorial Desarrollo S.A.,
Lima, 1982
ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max. Luces y Sombras del Código Civil, tomo
1, Lima, Librería Studium, 1991; Código Civil de Argentina
AGUSTO FERRERO COSTA, Tratado de Sucesiones, Gaceta Jurídica
Actas de las Sesiones de la Comisión Reformadora del Código Civil
peruano, Cuarto Fascículo, segunda edición, Lima, Imprenta C.A.
Castrillón, 1928
Código Civil Comentado, Tomo IV, Gaceta Jurídica