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MAIZELIS
FINALES DE PEONES
DEPÓSITO LEGAL B. 8380 - 1959
COLECCIÓN ESCAQUES
l. MAIZELIS
FINALES
DE PEONES
Proemio de
R E S E R V A D O S T O D O S L O S D E R E C H O S
Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, en forma alguna, sin permiso.
VII
IN DICE
Proemio. VII
Introducción . . . . . . . . . . . . . . .
Casillas críticas o clave . Puntos de invasión 3
Distancias, oposición y casillas conj ugadas 6
Capítulo VI: TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CONTRA TRES 136
l. Finales con peones pasados 136
2. Finales sin peones pasados . 152
IX
3. Sistema de las ocho casillas 186
4. Sistema T . . . . . . . .
<< » 197
S. Algunas observaciones y conclusiones 201
X
A la memoria de mi esposa
Evguenia 7vrijailovna Zvetkova -7vfaizelis.
l. MAIZELIS.
INTRO DUCCION
1
práctico de muchos finales de peón . El objetivo de este estudio es dar a
conqcer estos métodos a los lectore s . Es el primer intento que se hace
de exponer el tema sobre la base de una teoría única de finales de peón,
en l a medida que pueda considerarse establecida actualmente.
La teoría de finales de peón se formó sobre la base de la experiencia
práctica de los maestros de ajedrez y del estudio analítico de numerosos
ejemplos . Fue también muy considerable la aportación de los teóricos, a
los que se deben artísticos análisis, tanto de algunos aspectos de esta fase
del j uego, como de ciertas leyes generales. En este trabajo se dan los
nombres de los autores de las posiciones ( o de su solución) .
Han contribuido activamente al desarrollo de la teoría general : F. Du
rand, que en 1860 y 1874 publicó unos ensayos sobre casillas críticas ; Dedrle ,
que profundizó considerablemente esta teoría en 1921 y 1925, y Grigoriev,
que fue el primero en estudiar la teoría de las casillas conjugadas ( 1 922).
Pero el mérito de Grigoriev no radica solamente en eso : destacado inves
tigador y fino artista, contribuyó singularmente al estudio de los finales
de peón y de sus leye s .
2
CASILLAS CRITICAS O CLAVE. PUNTOS DE INVASION
3
por lo tanto , un peón. Resultado de ello es que el PSAD, que se encuentra
en la otra mitad del tablero, obtiene un sistema de casillas clave indicados
en el ejemplo 3. Tan pronto como el rey blanco ocupe uno de estos 6 pun
tos, queda asegurada la conversión del peón en dama, independientemente
de la posición del rey negro y de quién le toque jugar ( a excepción, claro
está, de que las negras puedan capturar al peón en la primera movida).
La única razón de que las casillas 3CD, 3AD y 3D sean críticas para las
negras se debe a que su rey está limitado en sus movimientos por su
proximidad a la banda del tablero . En el 2, donde el peón ha pasado
ya de la mitad del tablero, las negras pierden después de l . R6CD, Rl CD;
2. P6AD, RlAD ; P7AD, las negras pierden por zugzwang, ya que no tienen
casillas para retroceder.
En el 4, donde el peón no ha pasado de la mitad del tablero, el cuadro
es totalmente distinto ; después de l . RSCD, R2CD; 2. PSAD, R2AD; 3. P6AD ,
las negras j uegan 3 . . . RlAD y hacen tablas. Así pues, si el rey blanco
domina las casillas SCD, SAD, SD, la posición no es peligrosa para las
negras. Son críticas para ellas las casillas 3CD, 3AD y 3D, situadas fila por
medio del peón en la misma vertical , y en las dos vecinas. La ocupación
de uno de esos campos clave por el rey blanco asegura la coronación del
peón .
Si en el cuadro 4 les toca jugar a las negras , se ven obligadas a
ceder inmediatamente al rey blanco uno de los puntos de invasión a la
fila siguiente, es decir, la casilla 3CD ó 3D ( movimiento envolvente) , des
pués de lo cual toda resistencia es vana. Si salen las blancas, no p).leden
ocupar ninguna casilla clave, ya que el rey negro toma la oposición y no
deja paso al rey blanco.
Examinaremos con más detalle estos finales en el capítulo l. Por ahora
nos limitaremos a formular los resultados obtenidos :
a) El peón pasado tiene su sistema de e scaques críticos o de clave .
b) Cuando el rey de la parte atacante ocupa una casilla clave queda
asegurado el objetivo de dicho final : la coronación del peón.
e) En esta clase de finales se lucha fundamentalmente por la posesión
de casillas clave .
Examinemos el cuadro 5.
5 5a
4
SR, SAR ó SCR, el peón negro 4D está irremisiblemente perdido . Por lo
tan to, este peón también tiene sus puntos críticos .
La realización del p rimer objetivo ( captura del peón) no significa que
la otra parte del plan se consiga. Las negras pueden impedir que las
blancas coronen su peón.
Por ejemplo, en la posición S las negras, al jugar, pierden la oposición
y no tienen más remedio que dejar que el rey blanco ocupe una casilla
clave . En respuesta a la l... R3R ; las blancas juegan 2.RSCR (esta manio
bra se llama movimiento envolvente, que es una consecuencia de la pérdida
de oposición . Más adelante veremos que donde no hay amenaza de rodeo
no es obligatorio ocupar la oposición ; véase 6). Sigue luego 2 . . . R2R;
3. RSAR, R3D ; 4. R6AR, R3AD ; S. RSR, R2AD ! ( Las negras entregan el peón
4D, pero no dejan que el rey blanco pase a las casillas clave del peón
pasado SD) ; 6. R x PSD, R2D y tablas .
La verdad es que el sistema de casillas clave del peón SD es mucho más
complejo . Forma un rectángulo STD, 7TD , 7CR y SCR. Lo veremos clara
mente en el cuadro 5a· Las casillas marcadas con una cruz en los cua
dros 5 y 5a, señalan el límite de la <<zona crítica» del peón 4D, la <<pri
mera línea», por decirlo así, de la defensa de las negras.
Como es natural , el peligro máximo para el peón negro 4D emana del
rey blanco situado SR ó 6R ( que son las casillas clave fundamentales ) ,
pero, como hemos visto ya en el cuadro 5, l a ocupación de la casilla SCR
( invasión de la zona crítica ), asegura el dominio de las casillas SR y 6R.
S
las blancas se apoderan de las casillas clave y ganan. Conviene señalar que
aunque en los diagramas 8 y 9 sólo hay dos casillas clave, la oposición es
imprescindible, ya que las negras pueden controlar también el peón 3AR, es
decir, de hecho, tres casillas .
Más adelante hablaremos de las particularidades del juego en situaciones
semejantes. Por ahora nos limitamos a señalar lo siguiente :
a) Cada disposición de los peones tiene su p ropio sistema de casillas
clave .
b) La ocupación de esas casillas asegura la realizacion del objetivo fun
damental (o intermedio) que se persigue en dicho final .
e) La lucha se reduce a la lucha de los reyes por la posesión de esos
puntos clave .
En los capítulos siguientes (principalmente en el 7 .0), veremos que los
campos clave pueden estar en distintas filas o columnas, y separados unos
de otro s .
6
ejemplo : 1 . . . R4AD ; 2. RSAD , R4D ! ; 3. R6CR, R3R ; 4. R x P3TR, R3AR;
5. R7TR, R2AR ; 6. P6TR, R13R ; 7. R6CR, R1CR. El rey negro puede ir hacia
el peón TD, pero de todas formas son tablas, ya que el rey negro, una vez
capturado el peón 6TR, tiene tiempo de impedir que el rey blanco domine
la casilla clave 7CD, ocupando la 1AD.
( En el 151 explicamos el modo de calcular rápidamente estas posiciones.)
En el 1 1 las negras, en respuesta a la l. R4R o R4D , j uegan 1 . . . R3R
ó 1 . . . R3D , ocupando la oposición y defendiendo las tres casillas de la fila
quinta que atacaba el rey blanco . Eri el caso de que l. R4A� R3R, el rey
negro sólo defiende dos casillas ( SR y SAR ) ; la tercera casilla, SCR, está
defendida por el peón negro 3TR. Después de la 2 . R4R, las blancas pasan
a la oposición, pero el cálculo de las distancias demuestra que después de
2 . . . R3AR, lo mejor para las blancas es jugar 3. R4AR y hacer tablas .
Al hacer el cálculo de las distancias no hay que perder de vista algunas
peculiaridades <<geométricas del tablero».
12 l2a
7
13 14
8
La distancia entre los reyes se determina con las cifras 1, 3, 5; cuando
los dos reyes se aproximan ganando una casilla cada uno, la oposición
sigue en pie. Esto que, al parecer, no supone ninguna novedad, se con·
vierte en un principio importante, que se aplica en la práctica durante las
complejas maniobras en las posiciones bloqueadas ( capítulo 7).
(*) Más adelante hablamos de las casillas conjugad¡is, pero nos interesa introducir
este término ahora para unificar la terminología.
9
miento envolvente. En la posición 1S hay dos columnas principales, la del
CD y la del AR.
¿De qué forma pueden conseguir las blancas el objetivo arriba señalado ?
Deben tomar la oposición distante y, luego, avanzando su rey y sin perder
la oposición en la columna prmc1pal, convertirla en inmediata.
En la posición que reproduce el diagrama 1S, las blancas deben
jugar 1 . R2CR ! con el p ropósito, de no impedírselo las negras , de llegar
a la casilla 6CR. A este mismo objetivo les conduce también 1 . R 1 CR,
pero se pierde tiempo; cualquier otra jugada ( 1 . RlR, R2R, R2AR ) sería un
error irreparable que les haría perder la partida.
La jugada 1. R2CR es una típica maniobra de rodeo . La mejor respuesta
de las negras sería 1 . . . R1AR ( o R3AR ) .
Precisamente ahora, cuando las negras entran e n l a columna principal,
las blancas ocupan la oposición mediante 2. R2AR !
Es muy importante señalar que las negras no pueden , ni ahora ni en
ningún momento después, pasar a la columna de CR, ya que el rey blanco
se precipitaría a la casilla STD ( para ello necesitaría S jugadas ) y, en
cambio, el rey negro no le daría tiempo de llegar a la casilla 2TD ( nece
sita 6 jugadas); sólo llegaría a 2CD; pero entonces ganaría la jugada
( RSTD ) S C .
El intento d e contraataque de las negras e n el flanco del rey es re
chazado por las blancas, en su avance a la casilla STD a través de 3D,
por (R3D)4D y luego ( P4AD)-SAD.
De esta forma, en finales de este tipo, el proceso de juego en un flanco
depende de las consideraciones de la <<distancia crítica» hasta el punto de
invasión en el otro flanco . Ejemplos similares y más complicados se tra
tan en el capítulo 7 .
A l a jugada 2 . . . R2AR, las. blancas responderán 3 . R3AR y a cada retro
ceso del rey negro en la columna del rey realizarán un movimiento envol
vente por la columna CR.
Reproducimos esta aleccionadora variante desde el principio :
1 . R2CR, RlAR; 2. R2A, R2R ( Rl R ); 3 . R3C , R2A; 4. R3A, R2R ( lFI);
S . R4C, R3A; 6. R4A, RZR; 7 . RSC, R2A; RSA y ganan .
Si la salida fuese de las negras, habrían tomado con su 1 . . . R2A ! la
oposición en la columna p rincipal y la hubieran conservado en los mo
mentos decisivos; por ejemplo :
2. R2C , R l C; 3. R3T, R2A.
No se debe jugar 3 . . . R2T ? por la 4. PSA, pero las negras pueden jugar
también 3 . . . RlA, ya que la posesión de la columna principal y la contra
amenaza R-3A-4R les permite desdeñar la « conjugación rectangular».
4 . R4C, R3C; S . R4A, R3A ; 6 . R4R, R2R !
Es de sumo interés el hecho de que en la columna del rey existan unas
casillas (inaccesibles en este ejemplo para los dos reyes) que neutralizan
las reglas de la oposición. Tampoco hay necesidad de conservar la distancia
impar ( oposición ) en las columnas de la dama y del alfil de dama en vista
de que tienen vallas.
7 . R3R, R1R !; 8 . R2R, R2R !
La partida es nula, porque saliendo el rey blanco a la columna p rincipal ,
las negras pueden siempre tomar la precisa oposición vertical .
Por eso, en la posición inicial jugar 1 . R1R ( 2R ) sería un error irrepa
rable, ya que las negras responderían 1 . . . RlR, alcanzando fácilmente
tablas, igual que en la variante recién reproducida.
El concepto << fila principal» es análogo al concepto « columna principal » .
E n la posición 8 , l a séptima fila es la principal .
10
Si el número de casillas clave en una línea (horizontal o vertical ) es
superior a tres, se consideran principales todas las líneas horizontales o
verticales que pasan por el centro de esas casillas clave. Por ejemplo, en
la posición 9, que posee 4 casillas clave (SA, 6A, 7A y 8A) , las filas principa
les son la 6.a y la 7.a, desde el punto de vista de las blancas. Cuando son 5,
hay tres filas o columnas principales (véase 18S, 326, 327 ) .
E s muy interesante e l ejemplo 2S6, con tres columnas principales
( de la D, R, y A ) y el 307 ( variante « a » ) .
Tal e s , e n rasgos generales, la base teórica del método d e oposición .
Resumiendo lo dicho, podemos decir que tomar la oposición es, en muchas
situaciones, un medio eficaz de lucha por las casillas clave .
Sin embargo, en otras muchas posiciones es inútil tomarla, ya que no
procura ninguna ventaja en la lucha por los puntos críticos. Tenemos un
ejemplo sencillísimo de ello en el cuadro 2, donde la oposición no salva
a las negras del mate.
Más sorprendente puede parecer el hecho de que, a veces, tomar la opo
sición resulta incluso perjudicial, pero así es si contradice el·plan funda
mental de lucha por los puntos clave. Un ejemplo convincente de este
aserto lo tenemos en el diagrama 1S, donde las blancas perderían la partida
si jugasen l. R1R, tomando equivocadamente la oposición . ( Tenemos otros
ejemplos en los números 18, 80, 82 y 3SO ) . No hay que olvidar que la opo
sición no es un obj etivo por sí mismo, sino un p rocedimiento táctico, un
medio de lucha al que es p reciso recurrir en casos necesarios.
Un concepto más ampljo que oposición es el de « Casillas conjugadas » ;
cuya significación explicamos con los ej emplos concretos que siguen :
Los peones 6TD (blancas) y 3CD 16
(negras ) , en el ejemplo 16, son de
<< mírame y no me toques » ; el p rime
ro que ataque el peón, pierde (a l .
RSC, seguirá RZT) . La posición RSC
R2T es de zugzwang por partida do
ble es una posición decisiva que con
viene ocupar con la salida. Por ello
Jos reyes maniobran a fin de ocupar
las casillas conjugadas SC y 2T des
pués de la jugada del adversario ;
l . R4C ! , RlT ! ; 2. R4A, R1C ; 3 . R4C ! ,
R1 T ; E l blanco n o puede alejarse
de la casilla SC y el negro de la 2T
(ley de las distancias cr�ticas ) .
Las casillas decisivas SC y 2 T s e
encuentran a distancia d e caballo . A
las casillas de retaguardia de la se
(4T, 4C y 4A) corresponden las casi
llas de retaguardia de la 2T ( lT y 1 C ) . Como las negras sólo deben vigilar
una casilla, su rey puede ocupar cualquier casilla de l a retaguardia, indepen
dientemente de la que ocupe el rey blanco. En este caso no hay corres
pondencia entre los diversos campos de la retaguardia. Nada impide las
maniobras de los reyes, y el resultado nulo de la partida es evidente .
Con una sola posición decisiva, la partida suele acabar en tablas en
el caso de que el rey pasivo disponga, por lo menos, de dos casillas colin
dantes de la retaguardia para maniobrar (Grigoriev, 1922).
En el .17 las· negras impiden la jugada R6C , que sería fatal para el
peón 3T. La posición de los reyes en SA y 2A es <<decisiva>> . Si el rey blanco
11
17 17a 17b
12
la equivalente de la casilla 4A es la 2C ó 2D, pero son inaccesibles a
las negras que pierden la conjugación y, por culpa de ello, la partida.
Así pues , la parte pasiva pierde cuando sólo una casilla suya es la
conjugada de dos colindantes del adversario ( Grigoriev, 1922).
Repetimos brevemente la1solución : l. RSD, RlA ; 2 . R4D, Rl C ; 3 . R4A ! ;
3. . . RlA ( pierde la conjugación) ; 4. RSD ( las blancas toman la conjuga
ción en la zona principal) , R2A ; 5. RSA, y ganan. Se había obtenido la po
sición inicial, pero con la salida de las negras. Para ganar tiempo ( dejar
la salida al adversario), las blancas han utilizado el triángulo formado por
las casillas SD, 4D y 4A. La razón de este procedimiento, p rácticamente
importante, reside en l a necesidad de una mayor libertad de maniobra del
rey activo que conduce al adversario a la pérdida de la conjugación .
Hemos visto que· el juego en el 17 no se atenía a las reglas de la
oposición . Algunas casillas conjugadas {1, 2 ) respondían a los requerimien
tos de la « oposición vertical» ; otras, la 4D y la l C , a los de « oposición
rectangular», y las casillas SD y lA se encontraban a larga distancia de
caballo. La j ugada 3 de las negras, RlA ( en respuesta a 3 . R4A ) , con la cual
habían tomado la oposición distante, significó el desmoronamiento de la
defensa. Resulta evidente que el concepto de casillas conj ugadas es más
amplio y supone un método más general de j uego _que el concepto de opo
sición ; cabe decir que éste vien,e a ser su parte integrante.
18 19 IYa
13
el rey negro se ve obligado a maniobrar en el cuadrado del peón 6R ) .
Ahora es fácil establecer las zonas conjugadas ( 19a ) ; a R3C, las
negras deben responder R2C ; si las blancas juegan R3A, el rey negro pasa
a 3C. Pero las blancas pueden ocupar la casilla 3T y en este caso, como
las negras no pueden disponer de 3T, se ven obligadas a jugar R3A . Re
sulta que sólo la casilla 3A equivale a las casillas 4A y 3T ; sin embargo,
todavía no hay mal en eso para las negras, pues esas casillas no son colin
dantes y no se ve el mate inmediato. Así pues , hemos establecido las
«zonas principales>> .
14
de « casillas conj ugadas» data tan sólo de las p rimeras décadas del siglo xx.
A principios de nuestro siglo, Chigorin señaló brevemente la importancia
de las casillas conjugadas. Pero fue Grigoriev quien, en 1922, hizo el primer
intentó de profundizar teóricamente este tema. Se le deben ciertas síntesis
importantes que pueden considerarse, sin duda alguna, como los primeros
pasos de la nueva teoría.
La importancia de esta nueva teoría no se debe únicamente a la sinte
tización de conceptos homogéneos ( oposición y conjugación) , sino princi
palmente, al hecho de haber señalado nuevos horizontes : en vez de la
oposición anterior, puramente mecánica e irreflexiva, tomada como resul
tado de un análisis superficial, puramente externo, de la situación, ha sur
gido el imperativo de ahondar en la esencia de la posición y de buscar
las ocultas y decisivas equivalencias de casillas, distancias, etc.
15
Por las causas arriba expuestas, la teoría de los puntos clave y el mé
todo de conjugación se aplican con ciertas limitaciones en los capítulos
que siguen. Sin embargo, el lector encontrará en el capítulo VII explica
ciones complementarias para ej emplos más complicados.
16
l. PSD ! , P x P ; 2. P4T y ganan . Si ben a que el peon se encuentra en la
no estuviese el peón negro en 2A, columna de la torre o del caballo.
además de PSD, se ganaría j ugando
25 26
l. P4T, RSR ; 2. PST, R4D ; 3. R2R ( no
se debe perder tiempo jugando
P6T? ) ; 3 . . . R3A ; 4. R3R, etc.
18
A pesar de la opos1c10n las blan Cuando el peón llega a la quinta
cas no pueden ganar. Si en el 27 fila, al rey negro le queda poco sitio
desplazásemos toda la posición hacia para maniobrar y el número de ca
una 1lla inferior, serían tablas inde sillas crítica� pasa a ser de seis ( es
pendientemente de quién jugase pri quema 30 ) . Si el rey propio ocupa
mero ( la partida sería igual a la re una de ellas, la victoria está asegura
presentada en el diagrama 28 y 28aJ . da, sea cual fuere la oposición .
Ordinariament() :;e cieb.:! ¡Jrocurar
que el rey propio esté colocado d e 31. l . . . RlR ; 2. P6A. Si salen las
lante del peón, para asegurar su po blancas l. R6A, RlR ; 2 . R7C .
sibilidad de avance . Como hemos ex
31 32
plicado ya en el Prólogo, el obj etivo
de este tipo de finales radica en do
minar las casillas clave o críticas del
peón.
29 30
.
19
dado asegurado el dominio de nue 35
vas casillas clave.
33 34
20
38 39 de ocupar la casilla lA, haciendo ta
blas.
En algunos casos raros, para evi
tar tablas, el peon se convierte en
torre ; por ejemplo, en la posición :
R6A, P7A - R2T o R2AD, P7CR
R8TD.
42
40 41
21
CAPÍTULO II
22
47 48 rectamente los unos a los otros ( ya
que el rey, al capturar el peón re
zagado, sale del «cuadrado» del
otro ) , pero, al revés de los ligados ,
pueden, en algunos casos, avanzar
hacia la octava fila sin el apoyo
del rey.
51 52
23
solos hacia la octava fila. Muy dis P6TD, ganan ; lo mismo pasa salien
tinta sería la situación si su «cua do las negras ; después de l. . R3TD ;
.
24
CAPiTULO 111
La igualdad material hace suponer que los finales de peón contra peón
deben producir partidas nulas ; en efecto, así ocurre en muchos caso s .
Pero d e hecho no es la igualdad material lo decisivo, sino l a ventaj a posi·
cional de una de las partes . Las formas de esa superioridad son muy di
versas. Suelen manifestarse en un peón más adelantado, en una posición me
jor del rev, y en otros factores, imposibles de incluir en una fórmula general ;
para explicarlo mejor daremos ejemplos concreto s .
A pesar del número limitado, mínimo, p o r decirlo así, d e piezas (ya
hemos visto que en los finales con un peón solo, capítulo 1, no hay ningún
misterio), en los finales de peón contra peón se encierra una asombrosa
variedad de ideas y numerosos rasgos peculiares. Estas ideas, que consti·
tuyen la base de finales más complejos y nutridos, merecen ser estudiadas
con la máxima atención .
Al analizar los finales será conveniente dividirlos en tres grandes gn1pos :
1 ) Peones en la misma columna ; 2) Peones en columnas vecinas, y 3) Los
dos peones pasados.
25
55 56
26
( pero no R6R ?, R4A ! y ganan ) ; en 58
cambio, si l . . . R4A o RZA, sigue 2 . . .
R6R.
En el 57 las blancas se valen de
que su rey tiene acceso a dos casillas
críticas del peón 3D ( a saber, 6R y
7R ) , mientras que el rey negro dis
pone sólo del escape 4A.
Se comprende que si el rey estuvie
se lej os de los peones, en SCR, por
ejemplo, se ganaría sólo en el caso
de que jugaran las blancas ; saliendo
las negras, las blancas serían mate.
Si el rey negro estuviese en 4CD
( 57a ) , las posibilidades de ambos
bandos estarían equilibradas y todo
dependería de la salida.
57b. A . Chéron ( sistema Salvioli y
Berger ) , 1 926. Blancas : R4AD, P4R ; 6T por las columnas del A y del C
Negras : R1R y P3R. Ganan blancas . no mej ora la situación, como se ve
l. PSR ! , RZA ( 1 . . . R2C, RSC ! ) ; 2. RSA, claramente ) . Si el rey blanco elige el
R3C ! ; 3. R6A ! , R4C ; 4. R7D ! , R4A ; S . camino de 6R-6D-6A-7C, el rey negro
·
R6D y ganan. ( Véase 188c . ) deberá avanzar irremisiblemente por
la línea quebrada 6A-5D-4R-3D-2A. La
5 7c. l . Moraviets, 1952. Blancas :
defensa consiste en responder a R6D
R3AR, P2D ; Negras : R7TD y P4D .
con RSD, y a R6A, con R4R ( ¡ rodeo ! ) .
Ganan blancas. l . R4A ! ( después de
Pero como las blancas no tienen un
l . P4D ?, R6C, las blancas deben bus
itinerario impuesto, pueden acercar
car las tablas ) ; l . . . R6C ; 2. RSR, RSA ;
se al peón utilizando utilizando los
3. P4D y ganan.
más diversos medios ( 58 ) .
57 d. A. Mandler, 1949 . Blancas :
Para ganar se debe jugar :
R2CR, P4AD ; Negras : RSD, P3AD . l. ( R7A )-6R ( R7C )-6A
Tablas. l . RZA ! ( No se debe jugar 2. ( R6R )-SD ! ; la imposibilidad
R3A?, pues le seguiría R7D , como para las negras de jugar RSD les
tampoco l. RlA?, P4A ) ; l . . . R7D ; 2. resulta funesta ( * ) .
PSA, R6D, R1R, tablas.
La p roximidad del extremo del ta Este ejemplo es un testimonio pal
blero aporta, como regla, sus enmien pable de las particularidades de la
das en casos de rey ahogado posible. « geometría del tablero>>, de que ha
En la situación 57e, por ejemplo : blábamos antes. En el 58, las blancas
Blancas : R7D, P6CR. Negras : RlAR, han sustituido el movimie n to en ho
P2CR. Como es natural, no se pue rizontal del rey hacia el P2T por el
de hablar de casillas críticas y es movimiento en línea quebrada, ¡ en
evidente que la partida será nula.
Con peones en la columna de torre,
la posibilidad del rey ahogado impo ( •) La posición 58 está tomada de la
partida Snage-Aues (1921 ) , que acabó en ta
ne, a veces, maniobras de un tipo es
blas vulgares después de l . R6R, R6A ; 2 .
pecial.
R6D?, R5D ; 3 . R6A, R4R ; 4 . R7 C , R3D ;
El peón negro 2T está indefenso y 5. R x P2T, R2A . Maizelis fue el primero en
dar la solución justa y por ello se le debe
a las negras no les queda más reme
considerar autor de la posición 58. Rabinó
dio que responder a la jugada inevi vich lo reconoce así en la primera edición
table R x P2T, con RZAD ( pero la de su libro « Finales de ajedrez», 1927. -
aproximación del rey negro al peón N. de la R .
27
las mismas S j ugadas ! Pero las ne 59
gras, para ir desde la casilla 7C a la
4R debían hacerlo sólo en diagonal,
ya que les era imposible seguir por
otro camino con el mismo número
de jugadas .
La posición que estudiamos nos da
un ejemplo de maniobra de rey con
doble obj etivo, igual que en el cono
cido estudio de Reti ( 71 ) . Pero el
objetivo de las blancas es completa
mente distinto : capturar el peón y,
al mismo tiempo, impedir el acerca
miento del rey adversario. Este pro
cedimiento suele jugar un gran pa
pel en muchos finales.
La idea fundamental de la posición
58 fue desarrollada en los trabaj os de
Grigoriev y también por otros teóri
cos. Ofrecemos a la atención de nues siguiente : Blancas : R4T, TSAD, P5-
tros lectores las siguientes variantes : CD ; Negras : RSTD, P6CD, P2CD y
P4AD. Tablas. Es lácil prever que por
58a. Zakman, 1924 ; Grigoriev, 1925 . el peón 6C las blancas tendrán que
Blancas : RSCR, P2TD ; Negras : R3- dar torre, y quedará un final para el
CR, P6TD . Tablas. No se debe j ugar cual las blancas deben prepararse de
RSA, ya que después de l. .. R3A, el antemano.
rey negro avanza por "el camino más Después de l. P6C ! , P7C ; 2 . TST + !
corto, en diagonal, hacia la casilla 7C ( es prematuro 2. T x P4A, ya que 2 . . .
y las blancas no se lo pueden impe PBC = D ; 3 . T5T + , D7T ! ; 4 . T x 2T + ,
dir, pero después de l. R8T !, R3A ? ; R x 2T y e l rey negro, queda una j u
2. R7T !, al rey blanco le da tiempo gada más cerca del peón 6C que en la
de llegar a la casilla 2AD . variante fundamental ) ; 2 RBC ; 3.
. . .
28
bloqueados, pero en el tablero no 60
tarda en formarse la posición 58b.
l. R7C, P4T ; 2 . R6A !, PST ; 3. RSD,
P6T ( es prematuro 3 . . . R7C : ! 4. R4A,
R x P2T ; R3A y tablas ) . 4 . R4R, R7C ;
S. R3D, etc .
29
4. ... ( P2C)3C 61
S. ( R6R)SR ! ( R3A )4A
6. ( RSR )4R ( R4A )SA
7. ( R4R)3R ( P3C )4C
8. ( R3R )2D ( RSA )6C
9. ( R2D )1A ( R6C )7T
10. ( P2C )4C !, y tablas
30
62 63 de él, ya que las blancas se ven obli
gada:; a jugar ( ¡ perdiendo tiempos ! )
R2A, R1C, R2T . N o conduce a nada
2 . P4C, ya que las blancas no podrán
dominar los escaques críticos 6T, 6C
y 6A .
P o r e s o lo correcto sería jugar l.
R1C ! , P6T ! ; 2. P3C ! , R4R ; 3. R2T,
R4D ; 4. R x P, R4A ; 5. R4T, R3C ;
6. R4C y ganan.
sin duda alguna ; si se j uega 2 . P3C, 1 884el modo de ganar : l. RlCD ! ( Este final
fue utilizado aquel mismo año por el fa
se desplazan las casillas críticas de moso analista Horwitz, que ideó toda la
este peón a la. fila de arriba y al rey partida . ) La variante publicada en la anto
negro le da tiempo de defender hasta logía de Taltersoll se diferencia de la ini
la casilla 4 T, que es la más alej ada cial por estar algo más reducida.
31
3 . . . P6T ; 4. P x P, R3D ; 5. R6A y ganan . 7. ( P2C )3C ! !
Si los peones no están tan cerca, la
posición resulta más interesan1:e por Este modesto movimiento del peón
la reserva de tiempos de que se dis es el que decide la partida. Si 7.
pone y las posibilidades de sobrepa P4C ?, entonces 7 . . . RSC ; 8 . R3D , R4A ;
sar el peón de la parte atacante por 9. R4R, R3D ; 10. R5A, P4T ! ! ; 1 1 . P x P,
la retaguardia. R2R y el rey alcanza a tiempo la
casilla salvadora lA. La jugada de es
65 pera 7. P3C evita el sacrificio del
( P3T )4T.
7. . . . ( R6T )7T
8. ( P3 C )4C ! y ganan.
32
P6T ! ; 6. P x P, R2R ; 7. R6C, RlA ) ; l. ( R4R )4D !
1 . . . R l C ; 2. R7D !, R2C ; 3. R6R y
gana.
Esta es la única jugada. Las blan
cas interceptan el camino de ataque
65d. Blancas : R7TR, P2D. Negras :
a su peón por la retaguardia y de pa
R2AR, PSAD, tablas ; l. R8T ! , R3A ;
so colocan el rey en . una diagonal
2. RBC, 2 . . . P4R ; 3. R7A, RSD ; 4. R6R,
cómoda para atacar el peón 3C. Si
R6D ; S. RSD y tablas. ( Véase 1 16. )
l. P4A, la respuesta de las negras
será L. RSA, y a l. RSD?, se con
65e. Blancas : RSCD, P2CR. Negras :
siguen tablas jugando L. RSC ! ; 2.
R6TD, PSTR. Ganan blancas. l. R4A,
R4D ; 2 . . . R6C ! ; 3. P4A, R7A. Un ejem
R7C ; 2. R3D, R8A ; 3. R2R ( no R3R?,
plo típico de maniobras con doble ob
RBD ) ; 3 . . . R7A ; 4. R3A y ganan. ( La
j etivo. ( Véase 58 . )
misma idea que en el 60b . )
66 ( R4C )3A
l. ...
2. ( R4D )SR ( R3A )4A
3. , P2A )4A y ganan .
Si los dos peones son pasados, am ejemplos que citamos a continuación
bas partes se esfuerzan en coronar nos dan a conocer las diversas cla
lo antes posible su peón e impedir ses de maniobras que se hacen para
que lo haga el adversario. A veces re conseguir los siguientes objetivos :
sulta imposible impedir el corona mej orar la posición del rey propio,
miento del peón enemigo, pero, en ganar tiempos, atraer al rey adver
compensación, se consigue un mate sario a una casilla desventajosa ( para
forzado o se gana la dama con golpe coronar el peón propio y dar j aque
doble ( «j aque de rechazo» ) . Si· no o capturar la dama adversaria con
hay condiciones para ello o si no se doble j aque ) , desplazar al rey contra
puede convertir el peón en dama, la rio o interceptarle el camino, tomar
partida, como es natural, termina en la oposición, dominar un escaque cla
tablas . ve o conj ugado.
Las maniobras de los reyes en los Hay, asimismo, un grupo de movi
finales que estamos estudiando obe mientos complej os realizados por los
decen plenamente a las consideracio reyes, llamados « maniobras con do
nes generales arriba indicadas . Los ble objetivo » .
33
3
En algunos casos el rey maniobra 4. ( RSD )6D ( R3A )2A
teniendo en cuenta el final futuro .
Estos finales los estudiaremos en el
Apéndice . Si ahora 4 . . . P4T, sigue S. PSA,
PST ; 6. P6A y las blancas hacen dama
67
en la diagonal 8T-1 T .
34
68 blancas. l. R4D ! , P4C (ó 1 . . . R4C ) ;
2 . . RSD ! , R3T ; 3 . P4A ! RZC ; 4 . PSA,
R2A ; S. R6R ! RlD ; 6. R7A, P4C ; 7.
P6A, PSC ; 8. R7C y ganan ; si 2 . . . RST,
entonces J. P4A ; 4 . P4C ; S. R4A, P6C ;
6. R3A, R6T ; 7. P6A y ganan, lo mis
mo que en la variante fundamental ) ;
2. P4A, PSC ; 3 . PSA, P6C ; 4 . R3A,
R6T ; S. P6A, P7C ; 6. P7A, P8C = D ;
7. P8A = D + ; entonces bien 7 . . . RST ;
8. D8T + , ganando la dama, o bien
7 R7T ; 8. D8T + + .
35
P6C, R3A ; S. R3T, P6A ; 6. P7C, P7A ; 70
7. PBC = D , P8A = D + ; 8. RST, D8T + + .
Se consiguen tablas mediante un
juego muy sutil : l. R3C ! , D6D ( no . . .
P4A ; 2 . R2A ) ; 2 . R2T ! , P4A ) ; 3 . P4C,
RSA ; 4 . PSC, R x P ; S . R3C y tablas.
36
71 71a
37
71c 71 d
7le 71f
38
l . R4C , P4T ; 2. RSA, PST ( existía la P2TR. Negras : R4AR, P4TD, P4CD,
amenaza de 3. R4R ) ; 3. R6C ! ! Tablas . P4AD . Después de l. P4T ! , RSC ; 2.
R6C !, R x P ; 3 . RSA . Se han cambiado
7lj . Moraviets, 1 9S2. Blancas : R3TR, las tornas y ahora son las negras
P2D . Negras : RSTD , P2CD . Tablas. quienes se esfuerzan por hacer ta
l. R4C , P4C ; 2. P4D, PSC ; 3 . PSD ! blas.
R4C ; 4. P6D ! , R3A ; S. RSA, P6C
( . . . Rx P6D ; 6 . R4R ) ; 6. R6R, y ta 72b. Yates-Marshall. Carlsbad, 1 929.
blas . Blancas : R4D, D3D, P3AR. Negras :
R7TD, PSTD, P7CD . A la jugada equi
72 vocada l . R4A ?, PSC = D ; 2. D X P + ,
R x D ; 3 . R4C, l e sigue 3 . . . R7C ! ; 4.
R x PST, R6A, y tablas.
39
CAPÍTULO IV
l. PEONES LIGADOS
Si todos los peones son pasados, el mal del juego, como ciertas excepcio
único p roblema que se plantea es nes debidas, fundamentalmente, a la
si podrá el rey de la parte más fuerte p roximidad del extremo del tablero .
detener el peón pasado del adversario
en su camino hacia la casilla de p ro En el 73 el rey negro se enfrenta
moción . En caso afirmativo, el juego con un problema superior a sus fuer
se reduce al sencillo final de « rey y zas : impedir el avance de los peones
dos peones ligados contra rey>> . Si es blancos y defender su propio peón .
imposible detener el peón, la supe Si salen las negras, pierden en segui
rioridad material , como es lógico, da : 1 . . . R4R ; 2. P6C, R3A ; 3. PST. Por
pierde su importancia y gana la par consiguiente, las blancas, teniendo la
tida quien primero corona el peón . salida, deberán limitarse a cedérsela
Los ejemplos que damos a conti al adversario, lo que se consigue por
nuación ilustran tanto el proceso nor- el procedimiento del triángulo. Por
40
73 74 N o s e consigue nada renunciando
al sacnficio : 1... R4A ; 2. R7C ! ( pero
no 2. P4T + ?, en vista de 2 . . . R x P ; 3 .
R 6 C , R x P4C ; 4. R6A, R5A ; 5 . R6R,
R5R y ganan ) ; 2 . . . P4A ; 3. P4T + ! y
si 3 . . . R x P4T, entonces 4. R6A, P5A ;
5. P5C, y si 3 . . . R x P4C, entonces 4.
R6A, P5A ; 5 . P5C, y si 3 . . . R x P4C,
entonces 4. R x P4T ; 5 . R5A .
41