Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
VIENE PE LA PAGINA 7 I diantes es, aunque suene cursi, la felicidad de la gente a la cual se
ayuda y eso es invaluable opina Irarrázaval. Perfectamente podrías estar trabajando en una
gran empresa, ganando un sueldo de mercado. Probablemente. No se puede negar que influye
el hecho de que aún no tengo responsabilidades familiares: soy soltero y no tengo hijos. Pero,
casos terribles de maltrato infantil y sentí impotencia. Pensar que los humildes son los
preferidos de Dios, sus regalones, y estaban tan desvalidos. Entonces decidí que había que
poner nuestras propias manos para ayudar. EL DECANO. Carolina Gómez (sicóloga, 31 años)
llegó a la dirección de Servido País en el 2000. Experiencia en el tema tenía. El programa -el
cual se la juega por desparramar jóvenes por todo el país para que ejerzan su profesión en los
lugares en que se requiere su ayuda- la envió en el '97 a la comuna de Freirina, al sur de Chile.
En estos cinco años de relación con el programa, Carolina ha sido testigo del boom que ha
experimentado: un incremento del 300% en las postulaciones de estudiantes y profesionales
La Tercera, 16 de noviembre, 2002. p. 20 \--- ¡> VILLA ALEMANA Bsiisfkian a S33 fefflllas con
Pregrams iFügiií® Un total cíe 538 familias qüe viven en condiciones de extrema pobreza en
Villa Alemana serán beneficiadas con ei denominado Programa Puente que impulsa el gobierno
y que en esta comuna sa focalizará durante cuatro años. Además de recibir ayuda material, los
seleccionados tendrán apoyo, guía y serán capacitados para tener una actividad productiva para
integrarse a la sociedad. Puente es un programa qua vincula a la familia y sus derechos. Forma
parte de! proyecto global del gobierno para ie superación de fa pobreza extrema, conocido
como Chile Solidario.
El Mercurio, 26 de enero, 2003 Cuerpo D. p. 13 ANTONIO TUSET I Hay que tener coraje y romper
esquemas": Prioridades del Hogar de Cristo El nuevo presidente describe los principales
JUAN ARAYA DÍAZ La institución creada hace 58 años por el padre Alberto Hurtado forma parte
de la identidad nacional y, por eso mismo, su acelerado crecimiento en la última década ha
obligado a ad- ministrarla con criterios de eficiencia propios de una empresa que debe optimizar
sus recursos. Esa premisa guía la acción del nuevo presidente de su directorio, Antonio Tuset
Jorratt, quien en los primeros dos meses de su mandato (asumió en noviembre) se ha de- dicado
a transmitir sus objetivos a todos los sectores que tienen algo que decir en la tarea de derrotar
la pobreza. Tuset tiene claras las prioridades del Hogar de Cristo para ser fiel al legado de su
creador, que definía la institución como "El conjunto anónimo de chilenos de corazón generoso
que busca ayudar a las necesidades de los pobres, como se ayudaría al Maestro (Jesús)". Doce
años de permanencia en el Hogar antes de llegar a la presidencia primero como vo- luntario en
el área de administración y finan- zas y luego como vicepresidente segundo y primero le dan a
este ejecutivo y empresario de apellidos catalán y libanés, la experiencia para manejar una
institución que en la década de los 90 creció cuatro veces en el número de obras y se expandió
a regiones. Ese conocimiento se ha convertido en el motor que impulsa su programa de acción.
Y para sintetizarlo en un lema tomó prestado el título de la canción que hizo popular el argen-
tino Diego Torres: "Color esperanza". "La letra es muy bonita y refleja un poco mi idea cuando
dice en una de sus estrofas: pin- tarse la cara color esperanza y tentar al futuro con el corazón",
señala Tuset, mientras mira el horizonte desde el piso 12 de un moderno edi- ficio en el sector
oriente de Santiago. De paso, aesliza una autocrítica de quienes viven en la capital: "Acá las
personas no quieren ver que hay chilenos que viven en condiciones de po- breza e indigencia
tanto en Santiago como en regiones, en campamentos, que representan un alto porcentaje de la
población en algunas ciu- dades del país". Muchos chilenos dicen que el Hogar de Cristo es
demasiado grande y se ha transfor- mado en un negocio..v No somos grandes dados los
requerimien- tos que tiene el país para disminuir la pobreza y el Hogar no es un negocio, sino
que admi- nistramos obras con los dineros que les perte- necen a los pobres provenientes de las
dona- ciones y las cuotas de nuestros 500 mil socios. Es verdad que tenemos algunos negocios,
como el caso de la funeraria, pero es bueno que la gpnte sepa que seguimos manteniendo el
com- promiso de atender en esta empresa sin costo a los indigentes y sus beneficios no? sirven
para financiar nuestros gastos de operación. Ese mito de que somos grandes y hacemos
negocios lo atribuyo más a una argumentación de la competencia que se da entre las entidades
sin fines de lucro por obtener las donaciones de los particulares. La clave son las exenciones
¿©cree que hay consecuencia entre lo que dicen las autoridades y lo que hacen en cuanto a
combatir eficazmente la pobreza? rEn estos doce años he oído a mucha gente hablar de la
pobreza como prioridad, pero esta no se refleja ni en el presupuesto de la nación ra en los
planes para erradicarla. Y le señalo el ejemplo más esclarecedor. En muchos casos hay ventajas
tributarias para las personas que donan dinero destinado a las artes, al deporte o a la
educación. Pero cuando las personas quieren hacerlo a instituciones sin fines de lucro que se
dedican a disminuir la pobreza. estas ventajas no existen. ¿No es un contrasentido? No lo
diría en esos términos porque no te- nemos nada contra las otras actividades, pero sí queremos
que la legislación nos equipare y que los donantes se encuentren con alternativas iguales desde
el punto de vista económico. Este punto de la exención tributaria es clave porque tiene que ver
con el financiamiento de la orga- nización y el futuro de nuestras obras. Nosotros no
pretendemos obtener dineros sin contra- prestación alguna porque la institución que creó el
beato Hurtado consiste en ser un puen- te entre los que tienen y los desposeídos. ¿En qué
consiste su programa de acción? La tarea de superación de la pobreza no es responsabilidad
sólo de un estamento de la so- ciedad. Es una tarea común: de los pobres mis- mos, del Estado
que capta los dineros a través de los contribuyentes y de la sociedad civil. Nosotros no somos
voceros de los pobres, pero
trabajamos para ellos. La tarea es inmensa, no la pueden realizar sólo instituciones como el
Hogar de Cristo, por esa la comunidad entera debe comprometerse en una solidaridad más
activa, por lo tanto las prioridades no son del Hogar, creemos que son del País. Sobre la base de