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Apuntes de Dussel

Según Dussel, dos paradigmas pueden caracterizar la cuestión de la modernidad: el paradigma


eurocéntrico y el paradigma planetario. El primero de ellos caracteriza a la modernidad como un
fenómeno exclusivo de Europa producto de su excepcionalidad respecto a otras culturas.

Es un paradigma que se sustenta en una visión deformada de la historia; historia que se presenta como
un elemento ideológico que suscita problemas éticos con las demás culturas. Para Dussel, demostrar la
justeza del paradigma planetario implica sacar a la luz estos problemas ocultos.

La modernidad, entendida desde el paradigma planetario, es entendida como la cultura del centro del
“sistema-mundo”, centro que se constituye por la incorporación de Amerindia. Además, la
modernidad pasa a ser un efecto de administrar dicha centralidad y no su causa.

“La modernidad no es un fenómeno que pueda considerarse de Europa considerada como un sistema
independiente, sino de una Europa concebida como centro. Esta sencilla hipótesis transforma por
completo el concepto de modernidad, su origen, desarrollo, y crisis contemporánea, y por consiguiente,
también el contenido de la modernidad tardía o posmodernidad”

Como se dijo anteriormente, la modernidad es un resultado de haber descubierto y subsumido a


América y no lo contrario. La modernidad es resultado del “desplazamiento del antiguo centro del
tercer estadio del sistema inter-regional hacia Europa”

Como se verá más adelante, “aún el capitalismo es el resultado y no la causa de esta conjución entre
planetarización europea y la centralización al interior del sistema mundial”.

Expansión del sistema-mundo


¿Qué pasa en el siglo XIII, XV y antes de 1492? En esta última fecha, un Estado sería capaz de originar
el desarrollo del sistema-mundo tras anexar a Amerindia obteniendo una “ventaja comparativa” que le
daría superioridad ante el resto de culturas.
Los candidatos: España, Portugal y China. Sabemos que fue españa pero ¿por qué no los otros?
La respuesta de Dussel: Por razones geopolíticas. “China no fue España por razones geopolíticas” de
foma concreta, China se encerró en sí misma y para ella, el centro del sistema se encontraba hacia la
India, Sri Lanka y Africa Oriental.
Lograron hacer incursiones hacia América después de 1479 llegando a lo que actualmente constituye
Alaska, California e incluso zonas más bajas, pero no encontraron allí nada de su interés.
En cuanto a Portugal las mismas razones aplican. Se encontraba también en un punto alejado del centro
pero siempre orientado hacia el, hacia India. El desarrollo marítimo de Portugal está relacionado con
los intereses económicos genoveses. Estos últimos invirtieron grandes recursos para abrir el Atlántico
desde el mar mediterráneo; el objetivo era alcanzar el centro del sistema inter-regional pasando por el
sur de Africa.
Tras el fracaso de las Cruzadas, el Atlántico se constituye como la única vía de Europa (periferica) al
centro del sistema. Portugal, con un desarrollado poder marítimo, conquista variadas islas. Azores,
Madeira, y empieza abrirse alrededor de Africa. Finalmente, llega hasta el centro del sistema bordeando
el continente africano. La ruta sur del atlántico queda pues, tomada por los portugueses, quienes ya han
cumplido su objetivo de conectarse con el centro (y siguen siendo un poder intermediario y periférico
porque no producen bienes competitivos)

¿Por qué España?


Aunque Portugal fue la antesala, es con España que se abre la modernidad y se inaugura el sistema
mundo. España no podía tomar la ruta del Atlántico sur, pues ya Portugal tenía exclusividad sobre
dicha ruta. Solo tenía el Atlántico pero debía tomar la descabellada alternativa (percibida como tal) de
llegar a oriente desde occidente. Llegase a donde llegase, los españoles solo podían imaginar que se
trataba de India, para ellos sería absurda cualquier otra hipótesis.

Crisis del paradigma europeo medieval


Cuando desde el paradigma eurocéntrico se señala la superioridad cultural europea, señala Dussel, que
el verdadero boom tecnológico europeo tiene lugar después del descubrimiento, en el siglo XVI, y que
tiene efectos multiplicadores mucho después en el siglo XVII. El paradigma moderno inicia tras 1492 y
antes del mismo y junto a el se da una crisis del modelo medieval.
Para el paradigma planetario, el origen de la modernidad es una revolución en la cosmovisión
(Weltanshauung) del horizonte cultural, económico,científico, religioso, político y ecológico. Todo
dentro del sistema cambia “cualitativa y radicalmente”.
El centro dejó de ser Bagdad y pasó a ser el Atlántico. La riqueza en metales preciosos provenientes de
Potosí y Zacatecas permitieron la formación de una gran armada que triunfaría en Lepanto ante los
turcos. El centro, de España pasaría a Holanda, específicamente a Flandes, colonia española en la cual
radicaría el poder económico (de financiamiento y saberes de producción).
Francia e Inglaterra disputarán la hegemonía de Holanda. Triunfará Inglaterra pero compartirá un
tiempo su reinado con Francia. Hasta 1763.
La contraparte, Amerindia, constituye una estructura fundamental de la modernidad. Su explotación
será creciente y será una fuente de producción de valor en sentido estricto marxista. La ocupación del
territorio va de la mano con el dominio colonizador. “en 1515 eran 300,000 kilómetros cuadrados y
unos 3 millones de Amerindios sujetos al dominio colonizador” la cifra se elevaría a más de dos
millones de km² y 25 millones de amerindios dominados.
Lo anteriormente mencionado no considera el resto de la periferia. Pero también en otras partes del
mundo, como África, se dará una situación equivalente; incluso en Polonia se dará una situación
similar. Se impone el trabajo forzado en toda la periferia. En el centro aumenta la mano de obra libre.
Las formaciones sociales periféricas están pues, imbricadas con el surgimiento de la modernidad. La
modernidad esta relacionada en su origen con la agresión cometida a la periferia.
La modernidad como “administración” del centro planetario y su
crisis contemporánea
Existen, según Dussel, al menos dos modernidades. Una que fracasó, la modernidad hispánica,
renacentista y humanista, cuyo modo de operar se basaba en el paradigma del tercer estadio del sistema
inter-regional: cultura integral, mismo lenguaje y religión, modificación de la fauna y flora,
organización políticoburocrática y expropiaciones economicas.
Sin embargo, la modernidad que triunfa es la modernidad anglo-germánica. Esta se origina en
Flandes y está marcada por la necesidad de simplificación. Para lograr una administración tecnologica,
“factual” la pequeña Holanda, como nuevo centro del sistema mundo, requiere dejar muchas variables
válidas por fuera (éticas, culturales, religiosas, antropológicas y políticas).
Esta transformación tiene implicaciones para la totalidad del mundo de la vida, de ella surge una
nueva relación con la naturaleza, una nueva subjetividad y una nueva concepción de la comunidad.
“Esta simplificación de lo complejo incumbe a la totalidad del mundo de la vida (Lebenswelt), de la
relación con la naturaleza (una nueva posición tecnológica y ecológica que ya no es teleológica), de la
subjetividad (una nueva auto-conciencia de la subjetividad), y de la comunidad (una nueva relación
política e intersubjetiva). De estas transformaciones surgirá una nueva actividad economica (práctico-
productiva): El capitalismo.

Lo que obvia la mal llamada filosofía moderna


La “filosofía moderna” que solo se refiere a la filosofia de la segunda modernidad, obvia los problemas
y respuestas arrojados y formulados en la modernidad renacentista y humanista. Esta fue la que vivió y
expresó la experiencia originaria del período de constitución del sistema mundo. Fue la que se
planteó la pregunta: “¿Qué derecho tienen los europeos de ocupar, dominar y administrar las culturas
recientemente descubiertas, conquistadas militarmente y en proceso de ser colonizadas?”
La filosofía de la segundad modernidad obviará estas cuestiones. Por su parte, Bartolomé de las Casas
demostró racionalmente, que la colonización europea no estaba asistida por justificación ética alguna.
[No es lo mismo la aparición de un paradigma que su formalización] “la formación del nuevo
paradigma moderno tiene lugar en la primera mitad del siglo XVII. Este nuevo paradigma responde a
las exigencias de eficacia, de factibilidad tecnológica o de gubernamentalidad, propias del enorme
sistema-mundo en expansión”.
La racionalización es un efecto, no la causa de la modernidad. “Se trata de la expresión o manifestación
de un proceso necesario de simplificación a través de la “racionalización” del mundo de la vida , de los
subsistemas (económico, político, cultural, religioso, etc.)”
Se trata de una racionalización simplificante para administrar. Dussel percibe de esto, efectos más
negativos, según su propia opinión, que los que señala Habermas.
¿Qué pasa con la naturaleza?
La subjetividad moderna, percibe a la naturaleza como un mero medio de producción. “Su destino
como bien consumible tiende a realizarse” a esto se le suma el poco cuidado respecto a los deshechos.
En tal sentido, la actividad económica que denominamos capitalismo y con el, la modernidad, enfrenta
un primer límite: “la muerte de la vida en su totalidad, a través del uso indiscriminado de tecnología
anti-ecológica desarrollada de manera progresiva con base en el criterio único de administración
cuantitativa del sistema-mundo en la modernidad: el aumento de la ganancia”
la destrucción de la humanidad misma es el segundo límite. El desarrollo tecnológico puede desplazar
a grandes cantidades de trabajadores, convirtiéndolos en población humana superflua.
El tercer límite consiste en la imposibilidad de subsumir poblaciones, economías, naciones y culturas
que la modernidad ha atacado desde sus origenes.

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