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de 2016
11. Una de las garantías institucionales consiste en reservar la regulación de ciertas materias
a determinados tipos de leyes, cuya expedición está sujeta a requisitos específicos. En el
derecho constitucional comparado existen importantes diferencias no sólo en torno al valor
que se les da a distintos bienes jurídicos, sino a los instrumentos utilizados para garantizar
su vigencia. De tal manera, aquellos sistemas constitucionales que se enfocan
vigorosamente en la necesidad de controlar el ejercicio del poder político para desarrollar
los bienes jurídicos contenidos en la Constitución tienden a excluir determinados temas de
las decisiones de las mayorías en el Congreso. En contraste, aquellos sistemas que se apoyan
fuertemente en la premisa según la cual el ejercicio de la voluntad política es necesario para
desarrollar dichos bienes jurídico constitucionales tienden a incorporar los temas
fundamentales dentro del proceso político, aun cuando les impongan determinados
requisitos a los distintos órganos del poder.
Así, algunos sistemas constitucionales le atribuyen tal importancia a ciertos bienes jurídico-
constitucionales, que diseñan instrumentos para blindarlos por completo del proceso
político, pues conciben que el ejercicio del poder político es antitético al desarrollo de tales
bienes jurídicos. En virtud de su relación con el ejercicio del poder político, tales sistemas
han optado por excluir del debate democrático algunos asuntos y materias. En algunas
Constituciones los derechos fundamentales y libertades básicas no pueden ser objeto de
regulación legal alguna, o pueden ser objeto de regulación, pero de manera bastante
limitada. En los Estados Unidos, por ejemplo, las Cortes han considerado que las enmiendas
quinta y decima cuarta de la Constitución establecen límites materiales a la actividad del
legislador. Por lo tanto, las leyes que regulen los derechos protegidos por ellas, o la
regulación que exceda ciertos límites resulta contraria al debido proceso sustancial. Como
consecuencia de ello fueron declaradas inconstitucionales algunas leyes que establecían
normas de seguridad industrial y otras disposiciones de protección a los trabajadores, hasta
la era del New Deal, en que se refundaron las relaciones entre el ejercicio activo del poder
político y la realización de los derechos individuales.1
1
Ver White, G. Edward. 2000. The Constitution and the New Deal. Cambridge, MA: Harvard University
Press.
14. De lo anterior se puede concluir que nuestro sistema constitucional no excluye ciertas
materias de la competencia del Legislador para garantizar el desarrollo de determinados
bienes jurídico constitucionales. Por el contrario, la cláusula general de competencia faculta
al Legislador para regular todos los temas de la vida social. Sin embargo, en desarrollo de
dicha actividad el Congreso está sujeto a determinadas restricciones sustanciales y de
procedimiento. Una de dichas restricciones consiste en algunas materias deben ser reguladas
mediante tipos especiales de leyes.
Uno de los tipos de leyes a los que está sujeta la actividad legislativa en determinadas
materias es la ley orgánica, que, como se dijo anteriormente, sujeta el ejercicio de la
actividad legislativa. En esa medida, la reserva de ley orgánica supone una doble restricción,
pues no sólo impone unas mayorías para su aprobación sino que disciplina la actividad
legislativa, pues como se analizará en detalle más adelante, en virtud de lo dispuesto en el
artículo 151 de la Constitución Nacional el propósito de tales leyes es regular las normas a
las que debe sujetarse el ejercicio de la actividad legislativa. Al respecto, la Corte en
Sentencia C-494 de 2015, (M.P. Alberto Rojas Ríos) sintentizó este punto de la siguiente
manera:
“Las leyes orgánicas se pueden diferenciar de los otros tipos de leyes por tres
razones, a saber: i) el Constituyente dispuso una clasificación específica; ii) exigen
la mayoría absoluta para su aprobación y; iii) tienen un objeto consistente en
establecer las reglas a las cuales estará sujeta la actividad legislativa.”
A continuación se hará una síntesis de las normas aplicables a este tipo de leyes, y la manera
como las ha desarrollado la jurisprudencia constitucional.
15. La Constitución se refiere en varias disposiciones a las leyes orgánicas. En primer lugar
(i) el artículo 151 prescribe (a) que le corresponde al Congreso de la República la adopción
de leyes orgánicas que tienen como propósito establecer reglas a las que debe sujetarse la
actividad legislativa, (b) que tal tipo de leyes debe ser aprobado por la mayoría absoluta de
los miembros de ambas cámaras y (c) que por medio de ellas se establece el reglamento del
Congreso, las normas sobre preparación, aprobación y ejecución del presupuesto de rentas
y ley de apropiaciones así como del Plan Nacional de Desarrollo y, finalmente, las relativas
a la asignación de competencias normativas a las entidades territoriales.
16. Las disposiciones citadas conforman el núcleo normativo de la reserva de ley orgánica.
En ellas se disciplina de manera principal la legislación nacional, estableciendo reglas que
permiten identificar la función constitucional que cumple, su procedimiento de aprobación
y las materias comprendidas por la referida reserva. A continuación la Corte se refiere a
cada uno de tales aspectos.
17. De acuerdo con la Constitución las normas orgánicas tienen como finalidad o función
sujetar el ejercicio de la actividad legislativa. Se trata de normas cuyos destinatarios son
los órganos o sujetos que participan en el ejercicio de la función legislativa, esto es, en el
proceso de formación de las normas comprendidas por el concepto de “ley”. Dicho de otra
forma, son normas que rigen la adopción de otras normas. Reglas que demarcan límites
sustantivos y procedimentales a las autoridades que tienen a su cargo el cumplimiento de
funciones legislativas.
La inclusión de leyes con este propósito en la Carta Política, fue expresamente considerada
en su proceso de formación. Sobre el particular, la ponencia relativa a la función legislativa
en la Asamblea Constituyente publicada en la Gaceta 51 de fecha 16 de abril de 1991,
explicó así el origen de este tipo de normas:
2 En adición a las anteriores disposiciones se encuentra (xi) el artículo 300.5 que establece a cargo de las
Asambleas Departamentales la expedición de normas orgánicas del presupuesto departamental y (xii) el
artículo 313.5 al señalar que a los Concejos Municipales les corresponde expedir las normas orgánicas
aplicables a la adopción del presupuesto municipal.
derroteros, esos límites, los atropella, no pasa nada. Hay otras leyes que son
como una prolongación de la Constitución, que organizan la República, que dan
normas estables, que no debieran cambiarse caprichosamente, como no se
cambia la Constitución. Hay, pues, evidentemente, leyes orgánicas o
normativas, y leyes comunes. Pero en la Constitución solo hay leyes de una
clase. Y el Legislador puede ir deshaciendo su propio trabajo, sin ninguna valla.
El legislador, por ejemplo, dice cómo se ha de elaborar el Presupuesto. Pero si
en el momento de elaborarlo encuentra un tropiezo, agrega un artículo al propio
Presupuesto, modificando una ley normativa. El legislador dice sabiamente que
ha de haber una prelación determinada de gastos, o un plan de inversiones. Pero
surge un gasto ocasional que no cabe dentro del programa y al dictar la ley,
deroga la sabia norma ordenadora".
En esa explicación se encuentran los atributos con los cuales se revistió a la ley
orgánica, a saber: superior jerarquía, casi constitucional, y naturaleza
ordenadora. Es permanente, estable e impone autolimitaciones a la facultad
legislativa ordinaria. Añadiría que la ley orgánica no despoja al Congreso del
ejercicio de la función legislativa puesto que, la misma norma sirve de
fundamento a esa rama para dictar válidamente leyes posteriores. En nuestra
opinión la ley orgánica por excelencia es la ley del Presupuesto cuya gran
categoría se la proporciona el artículo 210 de la Constitución actual cuando
dispone: "El Congreso establecerá las rentas nacionales y fijará los gastos de la
administración. En cada legislatura, y estrictamente de acuerdo con las reglas
de la ley normativa, se expedirá el presupuesto general de rentas y ley de
apropiaciones."3
3 Gaceta Constitucional No. 51. Como ponentes estuvieron los delegatarios Álvaro Echeverri Uruburu,
Antonio Galán Sarmiento. Arturo Mejía Borda, Luis Guillermo Nieto Roa, Rosemberg Pabón Pabón, Alfonso
Palacio Rudas y Hernando Yepes Arcila
En cambio, entre nosotros los atributos con los cuales se revistió a la ley
orgánica fueron: su superior jerarquía casi constitucional, su naturaleza
ordenadora y autolimitante, pero sin despojar a las Cámaras de su potestad
legislativa. En otras palabras, no se trata de una técnica de delegación. Es un
mandamiento al Congreso en orden a regular su función legislativa, señalándole
límites y condicionamientos. (…)
La caracterización de este tipo de leyes como leyes normativas pone de presente la especial
tarea que cumplen en el ordenamiento jurídico como ordenadoras del proceso de
conformación de la voluntad del Legislador. Ha dicho este Tribunal que dichas leyes “se
constituyen en reglamentos que establecen límites procedimentales, para el ejercicio de la
actividad legislativa, en el caso de las leyes ordinarias en general y en el de ciertas y
determinadas leyes en especial (…)”5. Esta función las erige en “normas de autoreferencia
para quienes tienen la facultad de expedirlas y posteriormente desarrollar la materia de la
cual tratan, a través de leyes ordinarias.”6 Según lo ha indicado este Tribunal, se trata de
leyes que tratan materias de significativa relevancia que deben gozar, en consecuencia, de
una estabilidad especial que se asegura previendo un procedimiento agravado para su
modificación7.
Esa especial posición, que permite calificar a las normas orgánicas supralegales 9 o más
precisamente, como normas supra-ordinarias, no implica que tengan el mismo rango que las
disposiciones de la Constitución. En efecto, a pesar de que la “ley orgánica es de naturaleza
jerárquica superior a las demás leyes que versen sobre el mismo contenido material” no
puede predicarse de ella “rango de norma constitucional, porque no
4 Gaceta Constitucional No. 79. Participaron como ponentes Álvaro Echeverry Uruburu, Hernando Yepes
Arcila, Alfonso Palacio Rudas, Luis Guillermo Nieto Roa y Arturo Mejía Borda.
5 Sentencia C-423 de 1995.
6 Sentencia C-423 de 1995.
7 Sentencia C-579 de 2001.
8 Sentencia C-446/96. Este planteamiento fue originalmente planteado en la sentencia C-478 de 1992 y
reiterado en la sentencia C-579 de 2001.
9 Sentencia C-077 de 2012.
está constituyendo sino organizando lo ya constituido por la norma de normas, que es,
únicamente, el Estatuto Fundamental.”10
19. Sin perjuicio de la especial posición de estas normas, es importante precisar que los
conflictos entre ellas no necesariamente se resuelven como si de un problema de jerarquía
se tratara. En efecto, a partir de la distinción de las diferentes leyes orgánicas no resulta
posible que una de ellas, al regular la materia que le es propia, se ocupe de asuntos de otra.
En esa dirección, ha sostenido la Corte que a pesar de que “una ley orgánica puede ser
modificada por otra, pues, al fin y al cabo, una norma jurídica posterior de cierta jerarquía
goza normalmente de autoridad para modificar, adicionar y aun suprimir disposiciones
anteriores de esa misma jerarquía”11 esta comprensión debe ser modificada “cuando,
además del nivel normativo deducido de la Constitución, los preceptos fundamentales han
señalado que, dentro de la misma escala jerárquica, hay especialidad de las leyes según la
materia que abordan.”12
20. La jerarquía de la legislación orgánica tiene como efecto que algunas de sus
disposiciones se integren al bloque de constitucionalidad de manera que su violación
puede constituir, a su vez, una infracción del artículo 151 de la Constitución13. Conforme a
ello la Corte ha considerado que se trata de “normas intermedias entre las disposiciones del
ordenamiento superior y las normas que desarrollan la materia que ellas regulan; sin
embargo, ellas no se "incorporan al bloque de constitucionalidad" (…) sino en los precisos
casos en los que la misma Constitución lo disponga como requisito de trámite de las
leyes.”14 Con apoyo en esa consideración, este Tribunal ha advertido que su carácter supra-
ordinario, proveniente de lo dispuesto por el artículo 151 superior, las erige en parámetro
para juzgar la constitucionalidad de las leyes ordinarias, y en tal virtud conforman el bloque
de constitucionalidad lato sensu.15
10 Sentencia C-337 de 1993. En esta misma sentencia la Corte explicó: “(…) La ley orgánica no es el primer
fundamento jurídico, sino una pauta a seguir en determinadas materias preestablecidas, no por ella misma,
sino por la Constitución. Así, la norma constitucional es creadora de situaciones jurídicas, sin tener carácter
aplicativo sin ninguna juridicidad anterior, al paso que la ley orgánica sí aplica una norma superior -la
constitucional- y crea, a la vez, condiciones a las cuales estará sujeto el ejercicio de la actividad
legislativa; ahora bien, la ley orgánica ocupa tanto desde el punto de vista material, como del formal un nivel
superior respecto de las leyes que traten de la misma materia; es así como la Carta misma estatuye que el
ejercicio de la actividad legislativa estará sujeto a lo establecido por las leyes orgánicas (art. 151).”
11 Sentencia C-335 de 1995.
12 Sentencia C-335 de 1995. Allí mismo dijo este Tribunal: “En el caso de la Carta Política colombiana, es
ostensible que, al introducir las leyes orgánicas, las ha contemplado para asuntos muy específicos, todos
referentes a la actividad legislativa, pero diferenciándolos por su objeto. De allí se desprende que la ley
orgánica de presupuesto, así se ocupe -como es natural- del trámite legislativo aplicable a la ley anual de
presupuesto, no es la llamada a modificar las funciones y competencias de las comisiones permanentes del
Congreso de la República, ya que al respecto la Carta ha previsto la expedición de otra ley, también orgánica,
pero con objeto específico.”
13 Sentencia C-077 de 2012. Explicó la Corte en esa ocasión: “Finalmente, la vulneración de normas legales
orgánicas por normas legales ordinarias que se rigen por ellas -la ley orgánica de presupuesto por la ley anual
de presupuesto, por ejemplo-, constituye una violación del mandato constitucional que consagra la sujeción
de la legislación ordinaria a la legislación orgánica en los contenidos correspondientes. Por ello, la violación
de la reserva de ley orgánica por la ley ordinaria, es una vulneración del artículo 151 de la Constitución
Política.”
14 Sentencia C-423 de 1995.
15 Sentencia C-985 de 2006. A partir de sus primeros pronunciamientos la Corte ha sostenido esta idea. Así,
en la sentencia C-423 de 1995 indicó: “Desde esta perspectiva, cualquier distanciamiento del legislador de
los preceptos de la norma orgánica vigente durante el proceso de trámite, aprobación y expedición de la ley
anual de presupuesto, bien sea contrariando alguno de ellos, desconociéndolo o adicionando nuevos
Como se dejó dicho, la infracción de una norma orgánica desconoce al mismo tiempo la
Constitución. Para explicar tal aserto, este Tribunal ha indicado que del artículo 151 de la
Carta “se deriva que toda norma legal que, por virtud de la Carta Política, deba sujetarse
a una específica ley orgánica y no lo haga es inexequible no porque viole las disposiciones
de la ley orgánica sino en razón a que viola el artículo 151 (…)”16. La naturaleza de este
juicio como un examen trimembre, fue expuesta por la Corte al señalar que “la
implementación del control de constitucionalidad pasa de tener dos elementos en la
actividad de cotejo de normas, a tener tres.” De manera tal que “[l]a norma objeto de
control (B) se compara con la norma constitucional (A), y a su vez esta última adquiere su
verdadero alcance a partir de la consideración de la norma legal orgánica o estatutaria
(C).”17
22. Una cuestión cardinal en punto a la legislación orgánica, consiste en identificar las
materias comprendidas por la reserva. Dada su especialidad y jerarquía, es imperativo
definir con precisión las materias que deben ser disciplinadas mediante este tipo de
normas. Son diversas las referencias que a las leyes orgánicas se encuentran contenidas en
la Constitución, tal y como se destacó en el fundamento jurídico número 15 de esta
Sentencia.
Este mandato de precisión ha sido advertido por la Corte al indicar que “la aprobación de
leyes orgánicas constituye una excepción a la cláusula general del legislador ordinario”19
y, en esa medida, “la reserva de ley orgánica exige una determinación específica en la
Constitución Política y sus alcances materiales son restrictivos en su interpretación.”20
Conforme a ello “sólo forman parte de la reserva de ley orgánica aquellas materias
específica y expresamente señaladas por el Constituyente, ya que, como esta clase de leyes
condiciona el ejercicio de la actividad legislativa, una interpretación demasiado amplia de
tal reserva terminaría por despojar de sus atribuciones al legislador ordinario.”21
conceptos, implicaría una violación que generaría la inconstitucionalidad de la norma ordinaria violadora.”
También en ese sentido la sentencia C-052 de 2015.
16 Sentencia C-557 de 2009.
17 Sentencia C-228 de 2009. En esa misma dirección se encuentra la sentencia C-238/10.
18 Sentencia C-1246 de 2001. En una oportunidad anterior, en la sentencia C-795 de 2000, la Corte había
indicado: “Se ha advertido, a propósito de las leyes orgánicas, que, junto a los requisitos relativos a la
existencia de un quórum cualificado y de una materia específica, debe concurrir también el propósito
legislativo explícito de proponer y tramitar una ley de ese tipo, esto es, la intención manifiesta y positiva de
que se surta un procedimiento legislativo directamente encaminado a la adopción o reforma de una de tales
leyes.” Sobre el particular puede también consultarse la sentencia C-540 de 2001.
19 Sentencia C-540 de 2001.
20 Sentencia C-540 de 2001.
21 Sentencia C-579 de 2001.
Precisamente la Corte, describiendo los límites que para la actividad legislativa se siguen de
la existencia de una reserva constitucional de ley orgánica, ha explicado que ellos son, de
una parte, la prohibición de “que la ley ordinaria regule asuntos que la Constitución ha
reservado a la ley orgánica, por cuanto la ley ordinaria desconocería el mandato (…) de
la Carta, según el cual la actividad legislativa está sujeta a las leyes orgánicas”22 y, de otra
parte, la prohibición de “que el legislador orgánico se arrogue competencia sobre una
materia que no haga parte de la reserva de ley orgánica porque se atenta contra el principio
democrático de la potestad del legislador ordinario.”23 La relevancia de esta cuestión, ha
sido reiterada por esta Corporación al indicar que resulta trascendental para la democracia
constitucional “determinar con precisión, si una materia es propia de ley orgánica o no,
por cuanto la norma orgánica superior puede modificar o derogar válidamente todas
aquellas disposiciones que se encuentren en los niveles inferiores, empero, sólo puede
sustituirse por otra del mismo o superior nivel.”24.
Esta Corporación ha establecido que las leyes orgánicas deben cumplir una serie de
exigencias adicionales a los requerimientos necesarios para la aprobación de cualquier
otra ley. Así, de antaño la jurisprudencia ha identificado cuatro aspectos que se refieren
a los rasgos y requisitos especiales, los cuales son: “(i) el fin de la ley; (ii) su contenido
o aspecto material; (iii) la votación mínima aprobatoria: y (iv) el propósito del
legislador.”En relación con el primer rasgo, la finalidad de la ley orgánica consiste en
Igualmente, esta Corporación ha establecido que las leyes orgánicas deben cumplir
una serie de exigencias adicionales a los requerimientos necesarios para la
aprobación de cualquier otra ley. Así, de antaño la jurisprudencia ha identificado
cuatro aspectos que se refieren a los rasgos y requisitos especiales, los cuales son:
Cabe indicar que la configuración normativa de esta clase de leyes, parte de una
estrategia mixta del Constituyente41. De un lado, los parámetros esenciales de las
leyes orgánicas del Congreso, de Planeación y del Presupuesto, se encuentran
contemplados en el artículo 151 Superior. De otra parte, el contenido de reserva de
ley orgánica en el ámbito del ordenamiento territorial está dado por varios artículos
constitucionales.42
35 Sentencia C-289 de 2014. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva, Sentencia C-1246 de 2001. M.P. Rodrigo
Uprimny Yepes, Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
36 Artículo 151 de la Constitución Política de Colombia.
37 Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño
38 Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño
39 Ibíd.
40 Sentencia C-289 de 2014. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
41 Ibíd.
42 Sentencia C-795 de 2000. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
43 Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño
44 Sentencia C-289 de 2014. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime
Córdoba Triviño
la Corte ha rechazado una interpretación laxa de los contenidos que conforman la
reserva de ley orgánica, para evitar un posible vaciamiento de competencias del
legislador ordinario.45
Por último, en lo que tiene que ver con el propósito de aprobar una ley orgánica,
la jurisprudencia constitucional ha reiterado que “en el propio trámite legislativo
debe aparecer clara, expresa y positiva la voluntad del Congreso de aprobar o
modificar una ley de naturaleza orgánica”50. Esta exigencia se orienta a
resguardar la transparencia en el debate democrático, y por medio de ella, se
garantiza el control político de los ciudadanos a sus autoridades así como el fin
esencial del Estado de facilitar la participación de todos en las decisiones que los
afectan y en la vida política de la Nación (CP arts. 2 y 40).
51 Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño. Sentencia C-795 de 2000. M.P. Eduardo
Cifuentes Muñoz.
52 Sentencia C-540 de 2001. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
53 "Por la cual se dictan normas tendientes a la racionalización del gasto público, se conceden unas
facultades extraordinarias y se expiden otras disposiciones."
“[n]o se requieren profundos análisis para concluir que la ley 344 introdujo
una modificación sustancial a la forma de calcular el presupuesto de estas
entidades (...) Y, es en este punto, en donde radica la vulneración del artículo
151 de la Constitución. Hay que observar, que la modificación no es, como
lo dice el señor Procurador, un desarrollo de la disposición de la que obra
(sic) en la ley orgánica, pues, como se vio, en el artículo 21 se consagró en
los incisos 2º, 3º y 4º, un cambio sustancial, lo que, de acuerdo con la
Constitución y la interpretación constitucional de las leyes orgánicas
deviene en la inexequibilidad de tales incisos, pues, sólo mediante una ley
orgánica era posible establecer estas modificaciones.”54
Así, la Corte ha estimado que cuando una ley ordinaria realiza una modificación
sustancial a una norma de carácter orgánico, la primera deviene inconstitucional.
Partiendo de lo anterior, una vez aclarado que el contenido de la ley demandada era
de reserva de ley orgánica, coligió que “la norma demandada es inconstitucional
por haber quebrantado el artículo 288 de la C.P., como quiera que se ocupó de una
materia reservada por la Carta a un tipo especial de ley. Sobra agregar que la Ley
388 de 1997, independientemente del quórum con el que fue finalmente aprobada,
no se presentó como ley orgánica de ordenamiento territorial.”58
“Se viola la reserva de ley orgánica cuando el Congreso regula por medio
de una ley ordinaria un contenido normativo que la Constitución
ha reservado a las leyes orgánicas, pues la Carta distingue entre leyes
orgánicas y leyes ordinarias, y atribuye a cada una de ellas la regulación de
materias diversas. (…)
La violación de la reserva de ley orgánica no configura entonces un vicio de
forma sino una falta de competencia, puesto que el Congreso no
puede tramitar y aprobar por medio del procedimiento y la forma de la ley
ordinaria ciertas materias que la Constitución ha reservado al trámite y a la
forma más exigentes de la ley orgánica. (…)
2.1.4.1.3. En tercer lugar, este Tribunal Constitucional ha declarado que las normas
analizadas en dichos casos no modifican normas que revisten reserva de ley
orgánica, pues simplemente son reglas ordinarias.
proyecto objetado es una ley ordinaria, y no podía entonces introducir excepciones a la ley orgánica de
presupuesto.”
69 Ibíd.
70 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva
71 Sentencia C-289 de 2014. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
72 Ibíd.
Así mismo, la Corte ha desestimado las acusaciones de que simples cambios de
nomenclatura afecten la reserva de ley orgánica prevista en la Constitución.
Efectivamente, en Sentencia C-421 de 201273 declaró que “[n]o existe reserva de
ley orgánica para materias relativas a la nomenclatura y clasificación de cargos
de las instituciones del Estado de cualquier orden”74 entendiendo que, a pesar de
que cierta regulación constituya materia de reserva orgánica, esta “no se extiende a
la mera denominación de los cargos de dirección o administración de dichas Áreas,
reglas no esenciales que bien pueden ser modificadas por el legislador ordinario o
por el Gobierno Nacional habilitado como extraordinario.”75
para atender el funcionamiento de las ramas del poder público, al servicio de la deuda, o a dar
cumplimiento al plan nacional de desarrollo (artículo 346 C.P.)
- El proyecto de ley de apropiaciones deberá contener la totalidad de los gastos que el Estado pretenda
realizar durante la vigencia fiscal respectiva (artículo 347 C.P.)
- Si los ingresos legalmente autorizados no fueren suficientes para atender los gastos proyectados, el
Gobierno deberá proponer, en forma separada, ante las comisiones encargadas de estudiar el proyecto
de presupuesto, la creación de nuevas rentas o la modificación de las existentes para financiar el monto
de gastos contemplados (artículo 347 Ibíd.).
- La ley de apropiaciones debe contener un componente denominado gasto público social que agrupará
las partidas de esa naturaleza (artículo 350 C.P.).
- El Congreso no puede “aumentar ninguna de las partidas del presupuesto de gastos propuestas por el
gobierno, ni incluir una nueva, sino con la aceptación escrita del ministro del ramo” (artículo 351, inciso
1, C.P.). En cambio, el Congreso “podrá eliminar y reducir partidas de gastos propuestas por el
gobierno”, con las excepciones que señala el artículo 351 en su inciso segundo.
- Recibido el proyecto respectivo en el Congreso, corresponde a las Comisiones de Asuntos Económicos
tanto del Senado como de la Cámara discutirlo y aprobarlo en primer debate, para lo cual la Constitución
las autoriza sesionar conjuntamente (artículo 346 inciso 2 C.P.).
- Si el Congreso no expide el presupuesto, regirá el presentado por el gobierno en los términos señalados
por el artículo 347 Superior, y si el gobierno no lo presenta dentro del plazo constitucional, regirá el del
año anterior. Pero el Gobierno podrá reducir gastos, y, en consecuencia, suprimir o refundir empleos,
cuando así lo aconsejen los cálculos de rentas del nuevo ejercicio (artículo 348 C.P.).”
81 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime Córdoba Triviño.
“82 Corte Constitucional. Sentencia C 1064 de 2001. MPs. Dr. Manuel Jose Cepeda Espinosa y Dr. Jaime
Córdoba Triviño”.
“…define cuáles son las rentas que el Estado cobrará a sus ciudadanos y
cuáles son los gastos en que incurrirá; materias que exigen, por lo tanto,
imponer cargas tributarias que limitan los derechos de las personas. Así, el
debate parlamentario, con sus estrictas reglas, cumple la función
democrática de distribuir las cargas y beneficios dentro de la sociedad y de
controlar la justicia y equidad tanto de la distribución como de las
limitaciones a los derechos que resultan del desarrollo del deber ciudadano
de contribuir al financiamiento del Estado y del cumplimiento de sus fines
sociales…”83.
2.2.3. De conformidad con el artículo 11 del Decreto 111 de 1996 “Por el cual se
compilan la Ley 38 de 1989, la
Ley 179http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0179_1994.html
- 1 de 1994 y la Ley 225 de 1995 que conforman el Estatuto Orgánico del
Presupuesto”, el Presupuesto General de la Nación se divide en tres partes: el
presupuesto de rentas, es decir, la estimación de los ingresos del Estado durante
el año fiscal, la ley de apropiaciones, que autoriza los gastos y, finalmente, las
disposiciones generales, esto es las “normas tendientes a asegurar la correcta
ejecución del Presupuesto General de la Nación, las cuales regirán únicamente para
el año fiscal para el cual se expidan”85. Respecto a la naturaleza de las
disposiciones generales, tanto la jurisprudencia como la doctrina han sostenido que
tiene un contenido puramente instrumental, pues su finalidad no es otra que permitir
la adecuada ejecución del presupuesto86. De acuerdo con lo anterior, las “(…)
disposiciones generales… tienen por objeto facilitar y agilizar la ejecución del
presupuesto durante la respectiva vigencia fiscal, sin que al amparo de las mismas
pueda el legislador expedir (…) mandatos legales en sentido material (…) o (…)
modificar o derogar normas de carácter sustantivo (…) ni (…) desconocer o
modificar normas de superior jerarquía, como lo son las del estatuto orgánico de
presupuesto (…) según lo precisó la Corte Constitucional en Sentencia C-201 de
83 Ibídem.
84 Artículo 349 de la Constitución Política
85 Corte Constitucional. Sentencia C562 de 1998. MP. Dr. Alfredo Beltrán Sierra
86 Ibídem
13 de mayo de 1998, expediente D-1869, Magistrado ponente, doctor Fabio Morón
Díaz”87.
2.2.5. Mediante una ley orgánica el Congreso establece, entre otras materias, las normas
sobre preparación, aprobación y ejecución del presupuesto de rentas y ley de
apropiaciones, lo cual requiere la aprobación de la mayoría absoluta de los
miembros de una y otra cámara90. Además, este tipo de ley “se encuentra dotada
de la característica especial de poder condicionar la expedición de otras leyes
sobre la materia a sus prescripciones, de modo tal que una vulneración o
desconocimiento de los procedimientos y principios que en ella se consagran al
momento de la expedición de las leyes presupuestales ordinarias, puede acarrear
la inconstitucionalidad de éstas”91.
87 Ibídem.
88 M.P. Jaime Araújo Rentería
89 Corte Constitucional. Sentencia C 821 de 2004. MP. Dr. Jaime Araújo Rentería
90 Corte Constitucional. Sentencia C 540 de 2012. MP. Jorge Iván Palacio Palacio
91 Corte Constitucional. Sentencia C 289 de 2014. MP. Luís Ernesto Vargas Silva
92 M.P. Alejandro Martínez Caballero
93 Corte Constitucional. Sentencia C 600A de 1995. MP. Dr. Alejandro Martínez Caballero.
94 Ibídem.
2.2.6. Ahora bien, de acuerdo con lo sostenido en esta jurisprudencia, es posible que una
misma ley contenga materias orgánicas y ordinarias, “siempre y cuando éstos
guarden una conexidad temática razonable”95. Esto ha sido reiterado en
Sentencias C-1187 de 200096, C-540 de 200197, C-617 de 200298 y C- 460 de
200499, entre otras. Como se puede observar, la Corte señala que una ley puede
contener normas orgánicas y ordinarias, siempre que atienda las siguientes cuatro
condiciones: “1ª. El respeto al principio de unidad de materia; 2ª. Que se cumplan
los principios constitucionales generales que regulan el proceso legislativo, 3ª. Que
se aplique el criterio de especialidad en la reserva de ley orgánica y, por lo tanto,
puedan coexistir temas de leyes orgánicas siempre y cuando exista conexidad
razonable entre ellos y no se presente una separación rígida en los temas regulados
y 4ª. Que la aprobación de las materias de ley orgánica se haga en cumplimiento
de los requisitos especiales consagrados en el artículo 151 de la Constitución
Política.”100
2.2.7. Ahora bien, aun cuando desde el punto de vista de la coherencia temática y
sistemática interna de la Ley en la cual se inserta, “la disposición no desconoce el
principio de unidad de materia, en cambio sí lo desconoce en cuanto rebasa la
materia temática propia de las leyes anuales de presupuesto al modificar, […] otra
ley vigente y de contenido permanente”101.
95 Ib.
96 M.P. Fabio Morón Díaz
97 M.P. Jaime Córdoba Triviño
98 M.P. Alfredo Beltrán Sierra y Jaime Córdoba Triviño
99 M.P. Alfredo Beltrán Sierra
100 Corte Constitucional. Sentencia C 540 de 2001. MP. Dr. Eduardo Montealegre Lynett. [Visto en
Sentencia C 460 de 2004].
101 Ib.
102 M.P. María Victoria Calle Correa
103 Corte Constitucional. Sentencia C 006 de 2012. MP. María Victoria Calle Correa