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TEMA 4. EL ARTE HISPANICO ENTRE LOS SIGLOS VII Y X.

Arte Visigodo. Arte Asturiano. Arte Mozárabe. Principales manifestaciones en


Castilla y León.

1-Introducción. Termino “Prerrománico”

El término «prerrománico» no se suele emplear como definitorio de una forma


artística particular, sino más bien como expresión genérica que designa cualquier
manifestación artística que preceda temporalmente al arte románico y que sea posterior
al periodo clásico romano. Tampoco es una denominación aplicable a un área
geográfica determinada, sino que se hace extensiva al arte de Europa occidental en
general.Así pues, el término prerrománico se aplicaría, en lo temporal, a todo el lapso
comprendido entre mediados del siglo V (caída del Imperio romano de Occidente) y
principios del siglo XI (expansión del románico), y en lo estilístico, al arte ostrogodo,
godos, carolingio, otoniano, etc., estando representado en España por:

• Arte Visigodo
• Arte Asturiano
• Arte de Repoblación (Mozárabe)

2-Arte Visigótico
2.1-Introducción histórica
Los visigodos llegaron a la Península en 415 como foederati (aliados) del Imperio
Romano, para expulsar a otros invasores germánicos. Sin embargo, mantuvieron el
centro de su reino en el Sur de Francia hasta principios del siglo VI en que trasladaron
el centro de su reino en Toledo. El llamado Arte Visigodo ocupa buena parte de la
Península aunque hay que tener en cuenta que desconocemos la mayor parte de las
iglesias urbanas que debía haber en Toledo, Córdoba y otras ciudades visigodas y sólo
contamos con ejemplares rurales, mucho más pequeños.
2.2-La arquitectura
2.2.1-Características generales de la Arquitectura Visigótica.
A la Arquitectura Visigótica deberíamos denominarla en realidad Hispano-
Visigoda, pues, a pesar de tener algunos elementos propios de la cultura germánica,
éstos son más bien minoritarios, limitados a la escultura o decoración. Más bien
muestra influencia de la Arquitectura Romana y de la Arquitectura Bizantina, sobre
todo, en aspectos constructivos.
Materiales: el material más utilizado es la piedra labrada en forma de grandes
sillares colocados a seco. El ladrillo y la mampostería se utilizan más raramente. El
mármol es el material preferido para los elementos de adorno y los canceles. Muchos
de los materiales de construcción son romanos reutilizados y a menudo
descontextualizados. En las techumbres se utiliza la madera.
Técnicas de construcción: los visigodos utilizan muros de doble hilera de sillares,
a menudo con rellenos de ripio, igual que los romanos. Sin embargo, sus técnicas de
construcción son a veces inadecuadas, especialmente para construir bóvedas, pues en
éstas utilizan a veces materiales demasiado pesados como sillares de piedra, así ocurre
en San Pedro de la Nave o en San Juan de Baños.
Planta: las iglesias visigodas se caracterizan por la variedad de plantas, sin
embargo, en ellas dominan las de planta centralizada. Típico de las iglesias visigóticas
son sus ábsides de planta cuadrangular y exentos entre sí. Otro elemento típico es la
construcción de uno o varios exonártex en forma de porches de planta cuadrangular.
Elementos formales.
Elementos sustentantes: muros de dos filas de sillares a seco con ripio como
relleno, en San Juan de Baños aparecen columnas exentas que reproducen columnas
romanas con capiteles muy estilizados, también hay columnas romanas reutilizadas. A
su vez, en San Pedro de la Nave tenemos capiteles historiados muy toscos, pilares con
columnas adosadas e impostas embebidas en el muro.
Elementos sustentados: la mayor parte de los edificios aparecen cubiertos por
techumbres formadas por dinteles de madera (por ejemplo, en San Juan de Baños o
Quintanilla de las Viñas), aunque los ábsides siempre están abovedados. El tipo de arco
más característico es el arco de herradura visigótico (muy abierto y sin clave). Este arco
da lugar a la bóveda de cañón de herradura, como la que encontramos en el ábside de
San Juan de Baños, y San Pedro de la Nave. De todos modos, también encontramos
bóveda de arista en el caso de Santa Comba de Bande. Uno de los elementos
sustentados más típicamente visigodos son los pequeños cimborrios cuadrados, que
encontramos en Santa Comba de Bande, San Pedro de la Nave o Santa Lucía del
Trampal.
En el interior: las naves son estrechas y oscuras, el espacio está bastante
compartimentado, especialmente entre la nave y el ábside. La entrada al ábside se
realiza deliberadamente estrecha para cerrar ese espacio con cortinas y canceles en el
momento de la Consagración como manda el Rito Visigótico o Mozárabe. Así ocurre
claramente en San Pedro de la Nave.
Decoración: la decoración más habitual está hecha a base de relieves muy toscos
realizados por talla a bisel (la talla parece más bien una incisión). Aparece tanto dentro
como fuera de la iglesia. Los temas decorativos son roleos, viñas, cruces patadas,
animales fantásticos, etc. Estos relieves se sitúan en capiteles e impostas (San pedro de
la Nave), pilastras, frisos (Quintanilla de las Viñas).
Funcionalidad: evidentemente, las iglesias visigóticas tienen función religiosa. Sin
embargo, hay que destacar la jerarquización de espacios que se produce por cuestión
ritual. Así el ábside se cierra en el momento de la consagración, y ciertos espacios están
reservados a los clérigos frente a la sociedad laica. Así parece ocurrir en Quintanilla de
las Viñas donde los clérigos quizá entraban por una puerta especial.

Principales ejemplos: San Juan de Baños (Palencia), San Pedro de la Nave


(Zamora), Quintanilla de las Viñas (Burgos).

San Juan de Baños se encuentra en Baños de Cerrato (Palencia), fue una iglesia
construida por el Rey Recesvinto en 661 para dar gracias a San Juan por su curación en
unos baños termales cercanos. La planta de la iglesia ha sufrido una fortísima
transformación desde el original. Se supone que la planta primitiva era basilical y de
tres naves separadas por columnas exentas y arcos formeros de herradura. Los tres
ábsides de planta cuadrada y exentos entre sí se abrían al crucero. Delante de las naves
se sitúa un porche o exonártex de planta cuadrangular por el que se ingresa en el templo.
La iglesia está realizada con grandes sillares colocados a seco y columnas romanas
reutilizadas. Las naves están cubiertas con dinteles de madera y los ábsides con bóvedas
de cañón de herradura.
2.3-Escultura Visigótica

Materiales: la escultura visigótica está realizada en piedra y mármol.


Soporte: canceles ubicados delante del ábside, capiteles, frisos, impostas. La
escultura es esclava de la arquitectura.
Técnicas: La técnica es muy tosca y muy poco desarrollada. Así el relieve es muy
plano con talla incisa a bisel.
Temas: algunos temas son de origen germánico como cruces patadas. También
hay cierta tendencia a los elementos geometrizantes como los roleos, también hay viñas,
animales fantásticos de inspiración oriental, escenas bíblicas, representaciones divinas.
En el caso de los relieves de Quintanilla de las Viñas las fuentes de esta decoración son
las telas persas. Por su parte, los famosos relieves de San Pedro de la Nave están
inspirados en miniaturas como revela el texto “Ubi Daniel missus est in lacum leonum”,
etc.
Elementos formales: adaptación al marco, tendencia a la simetría, desproporción
en los miembros anatómicos.

Valoración estética: antinaturalismo, tosquedad y primitivismo, ingenuidad en las


representaciones.

Los capiteles de San Pedro de la Nave representan el Sacrificio de Isaac y Daniel


en el Foso de los Leones. Si analizamos este último nos damos cuenta de la tendencia a
la simetría y la adaptación al marco de los dos leones. Daniel que reza con las manos
levantadas nos muestra la tosquedad de la técnica de talla, la desproporción anatómica,
el esquematismo, etc. La leyenda escrita con la fórmula “Ubi Daniel missus........”
(Donde se ve cómo Daniel es enviado al foso de los leones), indica el origen de este
motivo en los libros miniados.

3-Arte Asturiano

3.1.-Introducción Histórica.

El Arte Prerrománico Asturiano se produce entre fines del siglo VIII y principios
del siglo X en el Reino de Asturias, núcleo originario de la Reconquista Castellana. La
mayor parte de los edificios asturianos se encuentra en la actual Asturias pero también
hay ejemplos en Galicia, Cantabria y el Norte de Castilla y León, es decir en los
territorios que conquistó y repobló el Reino de Asturias hasta principios del siglo X.
El Arte Asturiano es un arte áulico, es decir, que buena parte de sus obras fueron
construidas a expensas de los reyes de Asturias, especialmente de Alfonso II, Ramiro I
y Alfonso III. La época más importante es la de Ramiro I de mediados del siglo IX
hasta el punto de que se le ha denominado a esta etapa Arte Ramirense.

Como ocurre con el Arte Carolingio, contemporáneo a él, el Arte Asturiano


intenta resucitar o recrear el Arte Romano (aunque sus resultados se encuentran muy
lejos de éste), asimismo, muestra influencias del Arte Visigótico pero también fuertes
diferencias respecto a éste. Por último, se perciben algunos elementos limitados del arte
islámico provenientes de Al Andalus.
Algunos de los elementos formales del Arte Asturiano, y especialmente, del Arte
Ramirense, son de una gran trascendencia artística pues son precedentes muy avanzados
de la Arquitectura Románica. Así le ocurre a los arcos fajones, contrafuertes y capiteles
de Santa María del Naranco.

3.2-Arquitectura Asturiana
3.2.1-Características Generales de la Arquitectura

Materiales: como en otros artes prerrománicos, el Arte Asturiano utiliza


materiales romanos y visigóticos reutilizados pues los admira y considera dignos de ser
imitados. Fuera de esto, utiliza materiales pobres, así dominan los muros de
mampostería, mientras que los sillares se limitan a los esquinales.
Planta: frente a las plantas centradas visigóticas, en el arte Asturiano se da un
dominio de las plantas longitudinales, así encontramos planta de cruz latina con crucero
en San Julián de los Prados, ábsides de planta cuadrada, aislados (Santa Cristina de
Lena) o adosados entre sí (San Julián de los Prados, San Miguel de Lillo, San Salvador
de Valdedios), exonártex en los pies y brazos del crucero.
Elementos sustentantes: como ya hemos dicho, el Arte Asturiano se diferencia del
Visigótico pues prefiere los muros de mampostería, y reserva los sillares para los
esquinales y contrafuertes exteriores. En lugar de columnas exentas, utiliza pilares.
Éstos llevan a veces columnas adosadas (a veces pareadas con un solo capitel que se
entrega a ellas), así los encontramos en los edificios del Naranco como un curioso
precedente del Románico.
Elementos sustentados: frente al arco de herradura visigodo, los asturianos
realizan arcos de medio punto a veces peraltados. En edificios antiguos como San Julián
de los Prados, llevan a cabo un sistema de cubrición similar al de los edificios
visigóticos, es decir, cubren con bóveda los ábsides mientras el resto de las naves está
cubierto con dinteles de madera. Sin embargo, a partir del Arte Ramirense se generaliza
la bóveda de cañón, a veces reforzada con arcos fajones (estos arcos descansan sobre
los contrafuertes). Todo está rematado por un tejado a dos aguas.
Decoración: siguiendo la tradición romana, los asturianos decoraban el interior de
sus iglesias con pinturas al fresco (incluso imitando motivos pompeyanos y
paleocristianos como en San Julian de los Prados. También recurren a los relieves de
piedra en el interior y el exterior así aplican la decoración cordada a los fustes de las
columnas, realizan capiteles historiados, capiteles corintios muy estilizados,
acanaladuras en los contrafuertes, etc.). También se decoran las Pequeñas ventanas con
arco de medio punto, y pequeño mainel o parteluz. En casos tardíos como San Salvador
de Valdediós la ventana se remata con un alfiz externo de influencia musulmana.
Interior: los interiores son relativamente diáfanos y menos compartimentados que
los del Arte Visigótico, aunque el interior continua poco iluminado.
Funcionalidad: las iglesias tienen una funcionalidad religiosa, pero también sirven
como propaganda del poder político pues son iglesias construidas por los reyes de
Asturias (así muchos de los elementos romanos muestran la herencia que los reyes
asturianos pretenden recibir de los visigodos y que quiere justificar las aspiraciones de
estos reyes a expandirse por el Valle del Duero). En el caso de los edificios ramirenses
del Naranco el palacio de Santa María del Naranco tiene una función de recreo y de
“aula regia”, mientras el cercano San Miguel de Lillo serviría de capilla palatina del rey.
Principales Ejemplos: Iglesias de San Julián de los Prados (Santullano), San
Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, San Salvador de Valdediós (Conventín).
Palacio de Santa María del Naranco.
Santa María del Naranco es el edificio emblemático del Arte Asturiano. Aunque la
funcionalidad actual es de iglesia, originalmente era un palacete de recreo o retiro del
rey Ramiro I a las afueras de Oviedo (hacia 848). Es un edificio de planta rectangular y
división interna tripartita, destacando la sala central rectangular a la que se accede por
unas escaleras. Tiene dos pisos, el bajo con una funcionalidad de servicio (quizá cuerpo
de guardia, baños del rey, etc.) y en el piso superior se sitúa la planta noble, con una
sala central cubierta y dos miradores en los extremos menores. El sistema de
construcción es quizá lo más llamativo del edificio con muros en los que domina la
mampostería pero con sillares en esquinales y contrafuertes. La cubrición se realiza con
una bóveda de cañón reforzada con arcos fajones que se apoyan en los contrafuertes.
Las proporciones del edificio y sus líneas maestras tienden a la verticalidad dentro de un
cierto equilibrio y elegancia. Esas mismas características se aprecian en la decoración,
conseguida a base de relieves, columnas, vanos y arcos ciegos, distribuidos por el
interior y el exterior y jugando con la estructura arquitectónica de un modo similar a
como hará el Románico. Así hay que citar los ventanales triples de los miradores
sostenidos sobre columnas corintias (muy estilizadas) con los fustes sogueados sobre los
que se apoyan arcos de medio punto peraltados. Estas ventanas tienen su eco en
pequeñas ventanas adornadas con maineles situadas sobre las anteriores y en el interior
del edificio en arcos ciegos sostenidos por columnas pareadas que ayudan a articular los
muros interiores en dos planos. Otros relieves están formados por medallones pinjantes
que parecen imitar elementos de adorno provisionales. Se trata de una joya del
Prerrománico Asturiano y un precedente lejano del Románico. Este edificio se completa
con la cercana iglesia de San Miguel de Lillo.

3.2.3-La Orfebrería Asturiana.


Comenzamos por la Cruz de los Ángeles, que Alfonso II mandó hacer en 808 para
la catedral de Oviedo, con una amenazante inscripción: quienquiera que osase
quitármela de donde mi libre voluntad la donare, sea fulminado por el rayo divino. Es
un relicario en forma de cruz griega, que recuerda prototipos hispanogodos o
carolingios, con un disco en el centro; el alma de madera va chapada en oro y engastada
en pedrería.
Más grande, elegante y suntuosa es la Cruz de la Victoria, donada por Alfonso III
en 908, de estructura similar a la anterior, a la que se añadieron esmaltes. La técnica (de
origen bizantino a través de influjos mozárabes) empleada para esta cruz, fue utilizada
posteriormente para la famosa Caja de las Ágatas, regalo de Fruela II en 910 a la
Catedral de Oviedo, caja de madera con ónice, esmaltes en azul y rojo, piedras preciosas
y esmaltes de metal, representaciones abstractas que evocan un lujo bárbaro que enlaza
con la tradición visigoda aún más directamente que la arquitectura.

4-Arte Mozárabe o de la Repoblación del Valle del Duero (cronología, siglo X


y principios del siglo XI).
4.1-Introducción Histórica
Los inicios de la Reconquista llevaron al primitivo Reino de Asturias a ocupar el
Valle del Duero entre los siglos IX-X. Este territorio será repoblado por gentes del
Norte de la Península y también por mozárabes (cristianos provenientes de Al Andalus,
que huyen de la inestabilidad y persecuciones religiosas a fines del Emirato).
Este arte ubicado fundamentalmente en el Valle del Duero (y por tanto en Castilla-
León) sintetiza las tradiciones prerrománicas (visigóticas y asturianas) y las influencias
del Arte Omeya de Al Andalus. Así, las iglesias mozárabes muestran un carácter
prerrománico en la planta y un aspecto “musulmán” en el alzado y algunos elementos
decorativos.
Hoy en día el concepto de arte Mozárabe está totalmente en desuso, se prefiere
aplicar el término ARTE DE REPOBLACIÓN
Aparte de la arquitectura, una de las manifestaciones más importantes del Arte DE
repoblación son las miniaturas. Las biblias y “beatos” se convertirán en el soporte
fundamental de la miniatura del siglo X y principios del siglo XI.
El Arte de Repoblación fue desplazado en el siglo XI por el Románico Francés
que iba penetrando por el Camino de Santiago al tiempo que se iba imponiendo el Rito
Romano.

4.1-Características Generales de la Arquitectura de Repoblación.


Materiales: como es normal en el Prerrománico, en el Arte de Repoblación se
dominan los materiales pobres y se da una reutilización de materiales visigóticos,
asturianos y omeyas. Los muros son de mampostería. Nuevamente se reservan los
materiales más nobles para columnas y arcos.
Planta: nuevamente se da una gran variedad de plantas: es frecuente la planta
basilical de tres naves (San Miguel de la Escalada, San Cebrián de Mazote), también los
ábsides afrontados entre sí (Santiago de Peñalba, San Cebrián de Mazote), planta
centrada en algún caso (San Baudelio de Berlanga). No existe un tipo de planta
dominante. Los ábsides aparecen como ábside único o como ábsides adosados en el
caso de ser tres, con un muro corrido en el exterior. Los ábsides son planos al exterior y
ultrasemicirculares al interior.
Elementos sustentantes: las iglesias mozárabes utilizan muros de mampostería,
columnas exentas, pilares, e incluso pilares con columnas adosadas. Las columnas se
caracterizan por sus proporciones estilizadas y elegantes. El uso de columnas exentas se
generaliza quizá por influencia de la Mezquita de Córdoba. Los edificios mozárabes
tienen capiteles de tradición clásica muy estilizados y geometrizados.
Elementos sustentados: como ocurría con las iglesias visigóticas y muchas
asturianas, las naves de las iglesias mozárabes están cubiertas por dinteles de madera,
mientras que los ábsides están cubiertos por bóvedas de horno gallonadas. También
utilizan cúpulas gallonadas, y bóvedas de nervios para cubrir tramos de la nave y
elevar cimborrios como ocurre en San Millán de la Cogolla o en Santiago de Peñalba.
Los arcos que dominan son los de herradura de influencia omeya (y no de influencia
visigótica).

Decoración: la norma es la sencillez decorativa y las líneas limpias, lo cual


contrasta vivamente con el horror vacui islámico, los elementos decorativos son los
capiteles en las columnas, los maineles en los vanos, alfices enmarcando los vanos,
modillones de rollos en las cornisas, etc. (en alguna ocasión el edificio ha sido pintado
posteriormente durante el Románico, como ocurre con San Baudelio de Berlanga, pero
se cree que los interiores eran lisos).
Valoración estética: tanto el interior como el exterior de los edificios tiene una
gran sencillez.
Exterior: escalonamiento de volúmenes como ocurre en Santiago de Peñalba,
dominio de la horizontal y de la masa sobre el vano. Esa masa a veces está aligerada por
medio de pórticos como en San Miguel de la Escalada.
Interior: los mozárabes son los edificios prerrománicos con una mayor unidad
espacial, limpieza de líneas, diafanidad acentuada por una iluminación difusa a su vez
intensificada por el encalamiento de las paredes y la sencillez de la decoración.
Funcionalidad: la funcionalidad es religiosa. Estas pequeñas iglesias rurales tienen
la función de dotar de servicios religiosos y ser la principal referencia espacial de los
pequeños núcleos de repoblación fruto de la pressura. Algunos de estos núcleos son
monasterios como Santiago de Peñalba, San Miguel de la Escalada y San Millán de la
Cogolla. También se ha utilizado algún edificio como palacio o pabellón de caza, así
ocurre con San Baudelio de Berlanga. Como ocurre con los edificios visigodos hay una
cierta jerarquización de espacios y cierre del ábside en el momento de la consagración.
El cierre incluye a veces al crucero y se consigue gracias a la iconostasis y los canceles
como ocurre en San Miguel de la Escalada.

Principales Ejemplos: San Miguel de la Escalada y Santiago de Peñalba


(León), San Cebrian de Mazote (Valladolid), San Baudelio de Berlanga (Soria).

San Miguel de la Escalada es uno de los ejemplos más elegantes del Arte
Repoblador. Se encuentra muy cerca de León y fue fundado en 913 por monjes
mozárabes. Tiene una sencilla planta basilical de tres naves y crucero no marcado en
planta. Éstas se corresponden con tres ábsides de planta ultrasemicircular adosados entre
sí y formando un solo muro continuo al exterior. El ingreso se realiza desde un elegante
pórtico que se abre al sur del edificio. Una iconostasis separa la nave central del
crucero. Todo el edificio utiliza elegantes columnas exentas sobre las que voltean arcos
de herradura con una clara inspiración en el arte Omeya de Al Andalus. Lo mismo se
puede decir de las ventanas decoradas con alfiz. Las naves de la iglesia se cubren con
dinteles de madera y tejado a dos aguas, mientras que los ábsides llevan bóvedas de
horno gallonadas. La iglesia da una imagen de horizontalidad tanto al interior como al
exterior con un dominio de las líneas horizontales. El interior es muy diáfano a lo que
ayudan las delgadas columnas y la iluminación blanca y difusa, generando un ambiente
sencillo y carente de decoración (en las antípodas del Arte Islámico).

4.2-Miniaturas Mozárabes. Los Beatos.


Una de las manifestaciones artísticas más importantes del Arte Mozárabe es la de
las miniaturas sobre códices.
Materiales y técnica: colores aplicados sobre el pergamino.
Soporte: códices, es decir, libros escritos a mano sobre pergamino cuyas páginas
están cosidas a un lomo a la manera de los libros actuales. Estos códices suelen ser
biblias, aunque uno de los más típicos es el Beato, es decir, el Libro de Beato de
Liébana sobre los Comentarios al Apocalipsis de San Juan.
Tema: en el caso de los Beatos, las miniaturas muestran representaciones del
Apocalipsis (visión apocalíptica de San Juan de Cristo en Majestad, la bestia, la lluvia
de fuego, etc.), también aparecen representaciones de los Concilios de Toledo, etc.
Elementos formales: tintas planas, dominio del dibujo sobre el color, colores muy
llamativos y chillones, perspectiva torcida, desproporción, organización de las escenas
en registros (perspectiva de vista de pájaro). Representación estereotipada y
convencional de todo tipo de elementos (personas, animales, elementos de la naturaleza,
arquitecturas) .

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